Resumen - Gallo Ezequiel (1983)
Resumen - Gallo Ezequiel (1983)
Resumen - Gallo Ezequiel (1983)
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Con la Independencia Santa Fe no sólo pasó a ser parte de una nueva nación sino que también se convirtió en una provincia
autónoma, lo cual quedó formalmente reflejado en el primer Estatuto Constitucional, sancionado en 1819. Solo a partir de los
primeros años de la década del 50 Santa Fe comenzó a progresar a un ritmo sostenido.
Después de 1852 esas barreras se fueron eliminando, especialmente a partir de la supresión de las aduanas interiores y de la
resolución de permitir a embarcaciones de bandera extranjera la utilización de los puertos ubicados en los ríos interiores.
La construcción del primer ferrocarril provincial se inició en 1866, y el tramo hasta Córdoba quedó concluido en 1870. El
ferrocarril no sólo reforzó las relaciones comerciales preexistentes con las provincias del centro y norte argentino, sino que
incorporó al circuito rosarino la región del Cuyo, antes ubicada en el área de influencia del puerto chileno de Valparaíso.
El único puerto alternativo con que contaba la Confederación era el de Rosario, y bien pronto las autoridades nacionales
adoptaron medidas para fortalecer su posición competitiva vis-a-vis Buenos Aires En 1856 se dictó la llamada Ley de Derechos
Diferenciales que establecía que toda embarcación extranjera que llegase a Rosario proveniente de Buenos Aires se vería
obligada a pagar el doble de los derechos aduaneros.
El otro hecho político que tuvo breve pero fuerte incidencia sobre la economía rosarina fue la guerra de la Triple alianza.
Durante la segunda mitad de la década del 60 la Argentina sostuvo, aliada con el Brasil y el Uruguay, una prolongada guerra
con el Paraguay que solo culminó en 1870. El puerto de Rosario se convirtió durante aquellos años en el principal centro de
abastecimiento de los ejércitos aliados, hecho que reforzó el espontáneo crecimiento de las actividades comerciales que venía
experimentando la ciudad brasileña.
Este proceso de expansión territorial se vio acompañado por un acelerado traspaso de tierras de propiedad del estado provincial
a manos privadas, para cuyo fin se legisló copiosamente durante este periodo.
En 1857 la legislatura provincial autorizó al gobierno a vender tierra pública para acelerar la colonización agrícola. Como
consecuencia de la confusión reinante en materia de títulos territoriales, el gobierno enajenó una buena cantidad de tierra que
en realidad pertenecía a diversos propietarios privados. Por tal razón una nueva ley debió ser dictada en octubre de 1858 para
solucionar el problema.
La expansión de la frontera, el traspaso de tierras públicas a manos privadas, las garantías jurídicas otorgadas a la propiedad y a
las transacciones entre individuos incidieron favorablemente en la economía rural de la provincia. Otro factor de peso fue la
mayor tranquilidad reinante.
Durante toda la década del 50, Santa Fe, que apoyó entusiastamente al gobierno de la Confederación, siguió enfrentada
políticamente a Buenos Aires, y en 1862 el territorio santafesino sufría la que sería la última invasión de tropas bonaerenses.
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Esta invasión puso fin al largo conflicto entre la Confederación y Buenos Aires, sancionando la victoria definitiva de la causa
porteña.
El nuevo gobierno nacional presidido por el general Mitre, jefe de la facción porteña triunfante, ratificó bien pronto los
lineamientos generales de la nueva política económica inaugurada en 1852.
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La reactivación comercial de Rosario, los primeros Bancos, el primer ferrocarril, la recuperación ganadera en los distritos del
sur y la fundación de las primeras colonias agrícolas, todas estas cosas habían emergido en el escenario provincial con
anterioridad a 1870. También la población se incrementó rápidamente durante este periodo.
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*acia 1870 una proporción muy significativa de la tierra apta para los cultivos cerealeros se había incorporado a la economía
santafesina. La mayoría de esta tierra, por otra parte, estaba en manos privadas.
*acia 1877 las penurias financieras del gobierno provincial lo llevaron a tratar de ubicar desesperadamente tierra pública
dentro de la frontera.
*acia 1883 las grandes propiedades seguían predominando en la campaña santafesina. La tierra ganada a los indios entre 1872
y 1883 había ido a parar, generalmente, a manos de unas pocas personas.
Este proceso tomó mayor velocidad aún entre 1883 y 1895. Las colonias agrícolas se multiplicaron dramáticamente en el área
central y en la zona norte del sur, pasando a dominar completamente el paisaje rural de las dos regiones. También hicieron su
aparición en el resto de la zona sur, ³empujando´ a las grandes propiedades cada vez más hacia los límites australes de la
provincia.
*acia 1895 la campaña santafesina mostraba cambios significativos con respecto al paisaje revelado por el mapa catastral de
1872. Las colonias agrícolas habían ocupado tierras extensas antes dedicadas a la ganadería, y las estancias remanentes
exhibían dimensiones bastante menores a las predominantes en 1872. Estas estancias, por otra parte, habían sufrido otros
cambios de significación. Desde los años 80, y especialmente en la región sur, en lo que había sido el dominio exclusivo de
vacuno y lanares, comenzó a observarse una invasión permanente de trabajadores agrícolas que concurrían todos los años a
levantar las cosechas de trigo y maíz.
La expansión cerealera en las estancias del sur transcurrió por carriles diferentes de los prevalecientes en la región centra l.
Algunas colonias fueron fundadas por el gobierno nacional o provincial. En la mayoría de estos casos se vendía tierra a los
inmigrantes a precios muy bajos.
Durante las primeras etapas de la colonización la mayoría de las colonias se fundaron bajo el sistema conocido como de
colonias oficiales.
Colonización privada: en este sistema el empresario compraba la tierra al precio del mercado, la subdividía y la vendía al me jor
postor.
Al comienzo de la década del 90 aparecieron algunas de las llamadas colonias particulares. El sistema consistía en que el
comprador rentaba la tierra a un intermediario, que era generalmente un comerciante de la zona, lo que explica la aparición de
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muchos contratos de clausulas que obligaban al colono a vender su cosecha o a alquilar maquinaria agrícola a una persona
determinada.
Durante la década del 80 se observaron cambios que pueden considerarse espectaculares. Para entonces los indios ya habían
sido definitivamente derrotados y cientos de miles de hectáreas fueron colonizadas, mientras que en las ya asentadas
desaparecieron los temores provocados por las invasiones indígenas. El boom ferrocarrilero y la inmigración aliviaron
considerablemente los problemas que traían aparejado los altos costos de transporte y la escasez de mano de obra. Al mismo
tiempo, una reducción apreciable en los costos de la navegación ultramarina acercaba a las colonias a los más poderosos
mercados europeos.
Los años 80 fueron, en consecuencia, la edad de oro de la colonización agrícola, y la Argentina, y muy especialmente los
campos de trigo de Santa Fe, que comenzó a ser percibida como la nueva tierra de promisión para millares de inmigrantes
europeos.
*acia 1895 la Argentina era ya uno de los más importantes exportadores mundiales de trigo, y la colonización había satisfecho
ampliamente las expectativas que surgieran en Santa Fe hacia mediados del siglo.
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