Resumen Bethel CHILE
Resumen Bethel CHILE
Resumen Bethel CHILE
La historia del siglo XIX chilena fue, realmente, una excepcin notable respecto al modelo ms
comn en Hispanoamrica, los quince aos siguientes a la independencia los polticos chilenos
forjaron un sistema de gobierno constitucional. Una buena parte de la explicacin del desarrollo
inusual de la historia chilena se apoya en lo que puede llamarse de manera ms apropiada la
gobernabilidad del pas en el momento de su independencia, especialmente en los aspectos
bsicos de territorio y poblacin. El territorio nacional efectivo de Chile en 1820 era mucho ms
pequeo, de lo que es hoy en da. Unos 1.125 km, separaba los distritos mineros del desierto
alrededor de Copiap, en el lmite norte, de las tierras verdes y frtiles a lo largo del ro Bo-Bo
en el sur independiente. Los grupos perifricos de poblacin que estaban an ms al sur eran
remotos, y constituan insignificantes dependencias de la repblica, la poblacin de Chile era
escasa: creci lentamente en el momento de la independencia.
Una mayora abrumadora de chilenos viva y trabajaba en el mismo valle central que al sur de
Santiago.
Se trataba en muchos sentidos de una poblacin homognea. Tanto a nivel tnico como social el
pasado colonial haba dejado marcas imborrables. La abolicin de la esclavitud se llevo a cabo
en 1823. La Repblica de Chile era esencialmente un pas donde una minora criolla de clase
alta coexista con una enorme masa de trabajadores pobres que eran predominantemente
mestizos y eminentemente campesinos.
Polticamente, las luchas que siguieron a la independencia reflejaban desacuerdos en e conjunto
de la clase alta. Los campesinos pobres permanecieron pasivos durante el periodo y tambin
posteriormente. Esta estructura social relativamente simple no se complic debido a intereses
econmicos. Santiago y su rico hinterland dominaban la repblica en las guerras civiles de 1851
y 1859 Concepcin, fue capaz de imponer su voluntad a la capital en los agitados aos veinte en
cambio en tiempos normales un decidido gobierno central que controlaba el ejrcito no pudo ser
fcilmente doblegado.
En la dcada de los aos veinte, los principios que dividan a los polticos de la clase alta
chilena entre las quiz predecibles tendencias de liberales y conservadores fueron sobre todo
ideolgicos y personales.
La compleja e ingeniosa constitucin ideada por Juan Egaa a finales de 1823 cay en seis
meses porque su conservadurismo moral fue rechazado por los liberales que giraban en torno a
Freir y que deseaban establecer la Repblica sobre las ruinas de la Colonia. La moda de las
ideas federales que inund los crculos polticos se debi a las convicciones dogmticamente
radicales de Jos Miguel Infante, el hombre del momento; esto produjo un proyecto
constitucional, numerosas leyes nuevas, una atmsfera de incertidumbre creciente, pequeos
desrdenes en algunas ciudades y cierta propensin de una parte del ejrcito a amotinarse.
El general Francisco Antonio Pinto, otro liberal, que fue presidente desde 1827 a 1829, por poco
tiempo logr organizar un gobierno que mostr signos de solidez y una nueva constitucin
(1828), la cuarta desde la independencia, que entr en vigor a su debido tiempo.
En septiembre de 1829 una coalicin tripartita conservadora inici una revuelta contra el
rgimen liberal. Freir, que sali quijotescamente en su defensa, fue vencido en abril de 1830 en
Lircay, la batalla que termin con la breve guerra civil e introdujo, durante ms de un cuarto de
siglo, el gobierno conservador.
La estabilidad poltica de los aos treinta se atribuye usualmente a Diego Portales, fue el genio
organizador de la reaccin conservadora, su estricto nfasis en una administracin ordenada, su
a veces spera actitud hacia la derrota de los liberales y, no menos, su insistencia en la dignidad
nacional, fijaron el tono de la poltica oficial de los aos futuros.
La constitucin de 1833, cuyo funcionamiento global no fue interrumpido hasta 1891 y que
sobrevivi con enmiendas hasta 1925, inclua muchas de las principales obsesiones
conservadoras. Era ms autoritaria que su malograda predecesora de 1828 y en particular era
fuertemente presidencialista. Permita dos mandatos de cinco aos consecutivos, en la prctica,
condujo hacia cuatro sucesivas administraciones decenales, siendo la primera la del candidato
de Portales, el general Joaqun Prieto (1831-1841). Los poderes del presidente sobre la justicia,
Desde el punto de vista del comercio exterior, la minera fue con gran diferencia el sector ms
importante de la economa durante el periodo. Los mineros del norte acumularon las mayores
fortunas personales y familiares de la poca. Las dos provincias poco pobladas de Atacama y
Coquimbo fueron las regiones ms dinmicas del pas; su poblacin creci mucho ms
rpidamente que la de las provincias del valle central en las que predominaban las haciendas;
miles de estas personas fueron atradas hacia los campos mineros. Dura, emprendedora,
trabajadora, a veces inconstante, profundamente orgullosa, tales eran las caractersticas que
distinguan esta zona minera. Sus riquezas, laboriosamente extradas, tuvieron un impacto vital
en el resto de la nacin, ayudando a engrandecer las ciudades centrales y a fertilizar los
campos del sur. El oro fue el ms perjudicado tras la independencia, en cambio, en el mismo
periodo, la produccin de plata aumento. El cobre, el ms provechoso de los tres metales, se
produca a un ritmo anual de 2.725 toneladas mtricas en los aos veinte; a aument hasta llegar
a las 45.600 toneladas mtricas en los aos setenta, la zona minera se expanda lentamente hacia
el norte en el desierto de Atacama y hacia frontera con Bolivia. Copiap, en 1832 fue el distrito
minero ms productivo del siglo,
Tres Puntas (1848) fue un nuevo estmulo productivo. La ltima fiebre de la plata del periodo
tuvo lugar en 1870, con la apertura de un nuevo e importante distrito minero en Caracoles, la
exploracin paciente recogi a veces unos fabulosos frutos.
El sector minero chileno se transform lentamente y slo en parte a partir del sistema existente a
finales del periodo colonial que se haba caracterizado por numerosas pequeas empresas,
individuales o familiares, una tecnologa sencilla y una actividad marginal con ganancias a corto
plazo. Es cierto que, en la dcada de los sesenta, algunas de las mayores minas la de
Urmeneta en Tama-ya, y la de Jos Ramn Ovalle en Carrizal Alto, por ejemplo se haban
mecanizado mucho,
En la dcada de los setenta slo unas treinta y tres minas en el Norte Chico usaban mquinas de
vapor, mientras que las restantes 755 no lo hacan. Durante las dos dcadas siguientes se
establecieron algunas grandes plantas de fundicin en la costa entre las cuales destacaban las de
Guayacn y Tongoy en el Norte Chico y Lirqun y Lota. La insaciable demanda de combustible
de los fundidores merm profundamente los exiguos recursos de madera del Norte Chico y
contribuy al avance del desierto hacia el sur. La principal alternativa a la madera era el carbn,
cuya extraccin aument a lo largo de la costa al sur de Concepcin desde la dcada de los
cuarenta en adelante. En ese momento la produccin nacional competa con el carbn de gran
calidad importado de Gran Bretaa (a veces de Australia), pero se mantuvo en parte porque se
consider que la mezcla de carbn nacional y extranjero era ideal para las operaciones de
fundicin. Entre los empresarios mineros de este periodo sobresalan los chilenos.
Las minas de plata todava mantendran su alto" rendimiento durante dos dcadas ms, pero con
el auge de la produccin de Estados Unidos y Espaa las barras de Chile se convirtieron en
un componente cada vez menos importante en el suministro mundial de cobre; slo un 6 por
100 de este metal proceda de Chile en la dcada de los noventa. Por entonces, sin embargo, los
desiertos ms alejados del norte producan.
Aunque la minera dominaba el sector de la exportacin, era la agricultura la que marcaba la
mayora de las vidas chilenas.
Durante todo el siglo XIX Chile sigui siendo un territorio de grandes haciendas, la propiedad
de las cuales confera status social, influencia poltica y unos ingresos holgados.
El Registro de los impuestos de 1854 muestra que unos 850 terratenientes reciban alrededor de
dos terceras partes de todos los ingresos agrcolas del centro de Chile y que, de stos, 154
posean haciendas que ganaban ms de 6.000 pesos chilenos al ao. Las haciendas ocupaban - al
menos tres cuartas partes de la tierra cultivable, Las haciendas eran trabajadas por un grupo
residente y fijo de inquilinos y, cuando era necesario, por peones alquilados temporalmente.
El inquilino chileno estaba vinculado a la hacienda ms por la costumbre y la conveniencia que
por imposicin de la ley o a causa de deudas. Al no existir comunidades rurales tradicionales de
tipo europeo, la hacienda se convirti en el centro nico de su lealtad y form su propio
microcosmos. Segn escribi un agudo observador en 1851, cada hacienda en Chile constituye
una sociedad aparte, cuyo jefe es el dueo y cuyos subditos son los inquilinos. El dueo...es un
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verdadero monarca absoluto en su hacienda. Para los arrendatarios, la vida era pobre aunque
no necesariamente dura; sus mtodos agrcolas eran primitivos, su dieta montona y a veces
inadecuada y sus oportunidades para ascender en la escala social muy limitadas.
Si la agricultura era poco productiva y poco provechosa en la primera parte de este periodo, es
fcil determinar el porqu. La demanda local quedaba rpidamente cubierta, mientras que los
mercados de exportacin eran pocos y lejanos. El comercio de grano con Per durante el siglo
XVIII, cuya importancia ha sido probablemente exagerada por los historiadores, nunca fue
completamente restablecido debido a las guerras de la independencia y a la rivalidad comercial
de la dcada de los treinta. Sin embargo, entre 1850 y 1880 las perspectivas de los terratenientes
mejoraron bastante radicalmente, ya que las haciendas respondieron de inmediato a la apertura
de nuevos mercados internacionales. El auge fue efmero hacia 1855 California era
autosuficiente pero dio altos beneficios mientras dur, y fue la causa de la consolidacin de
una industria molinera, Hacia 1871 haba aproximadamente 130 harineras en Chile.
En la dcada de los cincuenta, Australia constituy un segundo mercado poco duradero (y algo
precario), aunque lucrativo". La experiencia ganada en los mercados de California y Australia,
combinada con la introduccin de mejoras vitales en el transporte, permiti que Chile vendiera
en la dcada de los sesenta grandes cantidades de grano (trigo y cebada) a Inglaterra: 2 millones
de quintales se exportaron en 1874, el ao de mxima produccin y unos anos ms tarde se
debilit cuando los precios del grano cayeron y aparecieron nuevos pases que producan
cereales de forma ms eficiente.
El auge exportador de mediados de siglo impuls la introduccin de algunos cambios
definitivos en la agricultura. Los ms visibles, quiz, fueron los numerosos canales de riego que
se construyeron, algunos de ellos notables hazaas de ingeniera. Se mejor la calidad del
ganado con la introduccin de razas extranjeras. La demanda creciente de fruta y aves, generada
por la expansin de las ciudades, benefici en gran medida a las haciendas cercanas y las
pequeas granjas (a menudo especializadas) conocidas como chacras. Los chilenos haban
bebido su propio vino desde los inicios de la poca colonial, pero el asentamiento de la gran
tradicin vitcola que ms adelante iba a producir las mejores cosechas del hemisferio
occidental no se consolid hasta la dcada de los cincuenta, cuando las uvas pinot y cabernet (de
origen francs) se cultivaron localmente por primera vez. La sociedad rural y los mtodos
agrcolas tradicionales no fueron drsticamente alterado.
Durante los aos prsperos del apogeo exportador. Nuevas familias no vinculadas a las
haciendas fueron animadas (y en muchos casos estaban deseosas) a engrosar las filas de los
inquilinos. El sistema laboral se endureci debido a las mayores presiones ejercidas sobre los
arrendatarios. Aparte del inquilinaje se desarroll una variedad de prcticas de aparcera,
especialmente en la franja costera, para facilitar el auge exportador. El nmero de minifundios
tambin parece haber crecido. Pero en general fue el sistema de hacienda el sostn bsico de la
lite de la nacin, el que ms claramente se afirm con los cambios de mitad de siglo.
La manufactura que exista en Chile, estaba en manos de artesanos, en los pequeos talleres de
las ciudades. En el campo, la poblacin de las haciendas se autoabasteca de ropa. la expansin
de la riqueza nacional despus de 1850 posibilit la creacin de empresas manufactureras.
Las primeras empresas industriales importantes que crecieron al comps del auge exportador.
los aos sesenta y setenta vieron el aumento de fbricas con produccin a pequea escala en
sectores como el textil, el alimentario, el ladrillero y el del vidrio soplado.
el nuevo sector ferroviario y la misma industria minera estimularon la aparicin de pequeas
fundiciones y talleres capaces de reparar y en algunos casos incluso de fabricar equipamientos.
un respetable sector metalrgico se desarroll a una velocidad sorprendente a principios de los
aos setenta.
El mundo exterior empez a acercarse. Desde mediados de los aos cuarenta viajar a Europa en
menos de cuarenta das empez a ser posible si se hacan las conexiones adecuadas a travs del
istmo de Panam. (Los barcos de vela todava tardaban tres o cuatro meses.) En 1868 la ahora
bien establecida PSNC (cuyas iniciales ms tarde dieron pie a algunos famosos chistes chilenos)
abri un servicio directo entre Valparaso y Liverpool a travs del Estrecho de Magallanes.
Mientras tanto, la inevitable llegada del ferrocarril empez a revolucionar lentamente el sistema
de transporte terrestre. En el norte de Chile se instal la primera lnea importante de
Latinoamrica. La lnea, construida por Wheelwright y terminada en 1851, uni Copiap con el
puerto de Caldera que se encontraba a unos 80 km. Fue financiada por un grupo de ricos
mineros y sirvi de modelo para otros ferrocarriles que posteriormente se construyeron en la
zona minera. El enlace vital entre Santiago y Valparaso hubo de esperar algn tiempo ms. Esta
fue inicialmente una empresa mixta; el gobierno suscribi alrededor de la mitad del capital, pero
en 1858, tras agotadores retrasos y dificultades, el Estado compr la parte de la mayora de los
accionistas privados; la conclusin de la lnea le fue confiada al fanfarrn empresario
norteamericano Henry Meiggs, y los ltimos tramos de va ancha fueron construidos en 1863.
Otra empresa mixta patrocin el tercer ferrocarril principal, que se extenda hacia el sur a travs
del valle central, una lnea de particular inters para los hacendados cerealsticos. El gobierno de
Errzuriz se hizo cargo de sta en 1873, y solamente algunos aos ms tarde la lnea se unira a
otra que por entonces haba sido construida hacia el interior desde Talcahuano y que avanzaba
hacia el sur y se adentraba en los romnticos paisajes de la Araucana. En 1882 haba casi 2.000
km de vas en Chile, la mitad de las cuales eran propiedad del Estado. ste tambin financi y
consecuentemente adquiri la naciente infraestructura telegrfica, la construccin de la cual
comenz en 1852.
Hasta la dcada de los cincuenta las principales fuentes de crdito, por ejemplo, haban sido los
prestamistas privados o las firmas mercan- , tiles. Esta situacin cambi con la aparicin de los
primeros bancos propiamente dichos el Banco de Ossa y el Banco de Valparaso, fundados a
mediados de los aos cincuenta, y las operaciones bancarias eran lo bastante extensas como
para que fueran reguladas en la importante ley de 1860. La notable Caja de Crdito Hipotecario,
creada en 1856, orient el crdito al campo.
Las primeras sociedades annimas fueron las compaas de ferrocarril; a finales de la dcada de
los setenta, unas 150 empresas aproximadamente se haban formado en un momento u otro,
predominantemente en la minera, banca, seguros y ferrocarriles. El capitalismo chileno mostr
una tendencia marcadamente expansionista en las dcadas de los sesenta y de los setenta,
invirtindose el dinero en los negocios de nitratos en Bolivia y Per as como en las minas de
plata de Caracoles. Desde principios de la dcada de 1870, en Valparaso y Santiago operaban
bolsas sin control legal, y la fiebre de Caracoles aboc a los inversores a un delirio
especulativo sin precedentes en la historia de Chile.
La mquina de vapor, los ferrocarriles, los telgrafos, los bancos y las sociedades annimas:
todo jug su parte a la hora de cimentar la slida asociacin de Chile con la economa
internacional que se gestaba en todo el mundo. Los polticos ocasionalmente tildaban a los
comerciantes britnicos de nuevos cartagineses o incluso (en un sentido ms popular) de
infieles, pero en general su presencia fue recibida como un elemento vital en lo que se
consider ser, convencidamente, el progreso de la nacin.
Sesenta aos despus de la independencia, Chile era una nacin ms prspera de lo que haba
parecido previsible en 1810, y estaba econmicamente ms integrada que en los tiempos de
dominio colonial.
la nueva prosperidad no se distribuy de forma proporcional (todava menos equitativamente)
entre todos los sectores de la poblacin. La riqueza de la clase alta aumentaba de forma
sorprendente.
la adopcin de estilos de vida europeos ms sofisticados puede haber hecho ms profundo el
abismo psicolgico entre ricos y pobres tambin puede ser una de las claves para entender la
liberaliza-cin poltica que se instaur despus de 1861. La lite de la sociedad chilena nunca
estaba cerrada a los recin llegados. Los nuevos magnates de la minera y las finanzas fueron
fcilmente aceptados, como lo fueron los hijos o nietos de inmigrantes triunfadores. Los
mineros o comerciantes que en diferentes circunstancias podan haber formado la vanguardia de
una burguesa conquistadora fueron desde el comienzo incluidos en los escalones ms altos
de la jerarqua social, donde prevalecan fundamentalmente puntos de vista y actitudes
aristocrticos. La familia y la propiedad eran los valores supremos de la clase alta. No resulta
fcil exagerar la importancia de las relaciones familiares en este periodo. Era algo que a menudo
se constataba en poltica. El presidente Bulnes era el yerno de uno de sus predecesores, sobrino
de otro y cuado de uno de sus sucesores. Durante el siglo, despus de 1830, la familia
Errzuriz dio a la Repblica un arzobispo, tres presidentes y ms de 50 congresistas. La
propiedad rural integraba ms que divida a la lite; la propiedad era el mayor distintivo del
status aristocrtico.
Entre la clase alta terrateniente y la clase pobre obrera, una variada y pequea franja media,
estaba constituida por propietarios de pequeos negocios y granjas, y por los artesanos de las
ciudades. A estos ltimos se referan los chilenos cultos de la poca cuando utilizaban el trmino
clase obrera. En el nivel superior de este grupo se encontraban los aspirantes frustrados a
entrar en los mejores crculo. A finales de los aos cincuenta a estas personas se las conoca
como siticos, Los artesanos chilenos, nunca estuvieron bien protegidos por la poltica
comercial, pero el crecimiento de las ciudades (y la riqueza de la clase alta) provocaron una
demanda de sus servicios y productos locales y muchos oficios y profesiones crecieron al menos
de una forma modesta. La expansin de las asociaciones mutualistas en los aos posteriores
proporcion un alto grado de seguridad a los artesanos.
Entre los pobres pervivan rasgos de xenofobia que se mostraban ocasionalmente, como por
ejemplo durante la guerra civil de 1829-1830, pero en general los extranjeros fueron recibidos
con los brazos abiertos. La industria harinera a la que os hemos referido anteriormente fue en
gran parte establecida por los norteamericanos; stos y los britnicos ayudaron a construir y a
poner en marcha la red ferroviaria; una alta proporcin de empresarios industriales de los aos
siguientes procedan del extranjero.
Estudiosos y cientficos europeos contribuyeron mucho a ampliar el conocimiento sobre Chile.
El gobierno mantena una poltica ms o menos sistemtica de emplear a esta gente.
Como en los tiempos coloniales, el ejrcito patrullaba por la frontera mientras el gobierno de
Santiago protega (y subsidiaba) a un nmero de amigables y dispuestos caciques. La expansin
agrcola de los aos cincuenta condujo a los colonizadores haca el rea del sur del Bo-Bo
causando tensiones con los araucanos. Y los ataques indios que siguieron sobre poblados
fronterizos (1859-1860) elevaron la cuestin araucana a la categora de tema poltico, muy
discutido durante los aos siguientes. La poltica adoptada por el gobierno de Prez fue
establecer lneas de fortificacin, para encerrar a los araucanos en un territorio cada vez ms
pequeo. Los indios resistieron los embates del ejrcito chileno en una serie de posteriores
asaltos (1868-1871), pero a finales de los sesenta, con el asentamiento extendido ms all de la
frontera, las lneas se haban acercado inexorablemente. Tras la guerra del Pacfico, se
enviaron tropas para pacificar y ocupar la estrecha franja de territorio indio que quedaba. La
larga y orgullosa historia de la Araucana concluy en este pattico final. El gobierno luch en
vano por regular las transferencias de tierra en el sur, pero no pudo evitar la formacin de
nuevos latifundios formados a menudo a travs de argucias e intimidaciones. Las medidas
tomadas para proteger los intereses de los araucanos contra los propietarios devastadores
(grandes y pequeos) no pueden considerarse apropiadas.
El contraste ms claro, en el Chile de los aos setenta, lo vemos entre ciudad y campo. La
civilizacin fue quiz ms evidente en su emplazamiento urbano. La urbanizacin chilena del
siglo xix (por supuesto modesta segn los modelos del siglo xx) fue esencialmente una historia
de dos ciudades: Santiago y Valparaso, Otras ciudades chilenas quedaron rezagadas. Durante el
apogeo minero, es verdad, Copiap prosper; Concepcin, devastada por el terremoto de 1835,
prosper nuevamente con la expansin del cultivo del trigo y la industria harinera; y entre las
somnolientas pequeas ciudades del valle central, Talca nutri un sentido del civismo muy
desarrollado. El predominio de la capital y del principal puerto sostenido por la hegemona
poltica y comercial. Santiago mantuvo una apariencia absolutamente colonial hasta 1850.
Ambas, capital y puerto (y otras ciudades ms tarde), pronto dispusieron de una prensa
respetable que prosper con particular energa en el clima poltico ms liberal despus de 1861.
El decano de la prensa de los chilenos, El Mercurio, fundado en Valparaso en 1827 (y diario
desde 1829) es todava hoy el peridico ms antiguo en lengua espaola del mundo.
La enseanza progres ms lentamente de lo que muchos chilenos hubieran deseado a pesar de
los ptimos esfuerzos de presidentes como Montt, cuyo obsesivo inters por el tema era
compartido por su gran amigo argentino Sarmiento. El analfabetismo descendi gradualmente,
hasta un 77 por 100 en 1875, momento en el cual el 17 por 100 de la poblacin en edad escolar
reciba educacin primaria. Hacia 1879, tambin, haba unos 27 liceos pblicos (2 para chicas) y
un mayor nmero de escuelas privadas que ofrecan enseanza de segundo grado, junto con el
provincias del sur de Per, Chile engrandeci su territorio nacional en una tercera parte. La
propiedad de los campos de nitratos signific que la riqueza del pas aumentara enormemente de
la noche a la maana. Ya que el nitrato sustituy al cobre y a la plata, el progreso material
llevado a cabo en los cincuenta aos anteriores a la guerra comenz a parecer modesto en
comparacin con el apogeo de los aos ochenta. Estas repentinas ganancias nacionales deben
valorarse cuidadosamente y tratarse juiciosamente. Para Chile, el modelo de repblica de
Latinoamrica, las victorias de la paz haban de ser, quiz, menos seguras que las de la guerra.