Liberalismo y Dworkin

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EL LIBERALISMO DE RONALD DWORKIN

A PROPSITO DE TICA PRIVADA


E IGUALITARISMO POLTICO *
CristbalOrrego

Las ideas de Ronald Dworkin sobre la filosofa poltica tienen


el atractivo de, presentarse como un liberalismo renovado, que l
denomina "igualdad liberal". Su libro tica privada e igualitarismo poltico! elabora una sntesis de la tradicin liberal y
propone una versin propia que la supere, sin dejar por eso de
pertenecer a la misma tradicin. En este artc;ulo nos serviremos
de la obra citada para presentar y valorar el nuevo liberalismo del
profesor Dworkin. Hemos dividido este trabajo en dos apartados.
El primero expone sintticamente el pensamiento de Dworkin
sobre los fundamentos de la "igualdad liberal". El segundo apartado valora crticamente las tesis y los argumentos del profesor de
Oxford.

* Este artculo forma parte del proyecto de investigacin DIPUC 95/09E


de la Universidad Catlica de Chile.
1. DWORKIN, R., tica privada e igualitarismo poltico (Barcelona,
Paids-ICE/UAB, 1993), traducido por Antoni Domenech del original Foundations oi Liberal Equality (Salt Lake City, University of Utah Press, 1990).
Se cita la versin castellana como EP. Adems de este libro, Dworkin ha
publicado una serie de artculos sobre la igualdad liberal, citados en EP 52.

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CRISTBAL ORREGO

l. Los FUNDAMENTOS DE LA "IGUALDAD LIBERAL"


Dworkin intenta "encontrar los fundamentos delliberalismo"2,
lo cual consiste simplemente en relacionar la filosofa poltica
liberal "con otra parte de nuestro mundo intelectual, con nuestras
ideas acerca de lo que constituye una buena vida"3. Esta empresa
exige desarrollar dos temas: cul es la esencia del liberalismo
como filosofa poltica y cul es la tica -o visin sobre la vida
buena- con la que la filosofa poltica ha de relacionarse para
quedar suficientemente fundamentada 4 .

1. Qu es el liberalismo ?

El profesor de Oxford reconoce que "apenas se puede decir


que (su tesis sobre la esencia del liberalismo) haya sido desarrollada en forma alguna"5 a lo largo del libro. Tendremos que
espigar aqu y all los elementos necesarios para resolver esta
cuestin. El tema no es trivial desde la perspectiva de un lector
que no participa del consenso cultural norteamericano, y mucho
menos puede serlo para quien tiene una visin del liberalismo tal
como aparece en sus fuentes clsicas, antes de que la filosofa
2. EP 39.
3. Ibidem. Dworkin no cree que se pueda llegar a unos "axiomas evidentes
e irresistibles" en los que fundar los principios de la filosofa poltica. Posiblemente tiene como antecedente de esta discusin el tipo de fundamentacin
filosfica que la filosofa clsica buscaba en los primeros principios de la
.razn prctica, "evidentes por s mismos". El autor que en su mbito acadmico ha expuesto con ms fuerza la tesis clsica es John Finnis; pero no
parece que Finnis conciba esos valores y principios bsicos "evidentes" como
proposiciones evidentes por s mismas para todos y sin condiciones, es decir,
"irresistibles". La imagen de Dworkin puede corresponder, quizs, al iusnaturalisII10 racionalista de la poca que, paradjicamente, vio nacer el liberalismo que ahora se busca fundamentar. Sobre este punto, cfr. FINNIS, J.,
Natural Law and Natural Rights (Oxford, Clarendon Press, 1980), 29-33
Y 64 ss.
4. Cfr. EP 44-46.
5. EP 46.

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poltica y jurdica angloamericana haya adquirido la importancia


y difusin actuales.
Dworkin comienza su exposicin sobre la necesidad de fundamentar el liberalismo a partir de la nocin comn vigente:
"Para la mayora de la gente, liberalismo significa una determinada clase de ideas polticas crudas y poco refinadas que puedo
resumir en tres enunciados"6.
Los tres enunciados que definen el liberalismo "para la mayora de la gente" son tres "crudas intuiciones liberales "7 , "aspectos
de carcter tanto como hbitos de pensamiento "8 . Los liberales (i)
"son, por lo menos, modestamente igualitaristas"9 en lo relativo a
las riquezas lO , (ii) "insisten en sacralizar un buen nmero de
derechos individuales a la libertad" y (iii) "son, en general, tolerantes respecto de la moralidad personal" 11.
Dworkin advierte que las tres intuiciones bsicas del liberalismo "no constituyen una filosofa poltica" 12. Luego, para saber
qu es el liberalismo como filosofa poltica necesitamos "una
descripcin rris discriminante, ms afiligranada, de esos componentes del liberalismo" 13.
El profesor de Oxford nos dice que los filsofos construyen
sus concepciones polticas del liberalismo definiendo y ordenando esas intuiciones de una manera sistemtica, formulando
principios polticos "que dan pautas de amplio espectro para el
uso del poder poltico coercitivo"14. Eso es dar una "interpretacin poltica" del liberalismo. En un segundo momento, los
filsofos elaboran una "interpretacin filosfica" del liberalismo,
es decir, buscan vincular la concepcin poltica con "otras ramas

6. EP49.
7. EP 5I.
8. EP50.
9. EP49.
10. Cfr. ibidem.
11. EP50.
12. Ibidem.
13. Ibdem.
14. EP 51.

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CRIST6BAL ORREGO

del conocimiento, de la creencia y de la conviccin" 15 (ontologa,


epistemologa, psicologa, economa). Se busca "la construccin
global de una filosofa poltica"16, "un sistema, no slo un conjunto"17: "esperamos que nuestras convicciones polticas sean
nutridas, y no solamente toleradas, por nuestra teora econmica,
por nuestra psicologa, y por nuestra metafsica" 18.
Dworkin da prioridad a la construccin de la interpretacin
poltica, al menos expositivamente l9 ; pero afirma que "el proyecto de investigar los fundamentos de nuestras convicciones
polticas es reflexivo" 20. En consecuencia, se elige una concepcin del liberalismo que vaya a ser coherente con nuestros
compromisos intelectuales generales, y tambin se revisa esa
concepcin poltica a medida que investigamos sus fundamentos
filosficos ms amplios 21 . Por eso, al elegir entre la estrategia de
Dworkin para justificar ticamente el liberalismo y la estrategia
contraria, representada actualmente por Rawls, "estamos eligiendo tambin entre dos formas de liberalismo"22.
El autor explica la esencia del liberalismo con las siguientes
palabras:
"El liberalismo es especial y es interesante porque insiste en
que la libertad, la igualdad y la comunidad no son tres virtudes
polticas distintas y -a menudo- en mutuo conflicto, como sostienen otras doctrinas polticas situadas a la derecha y a la izquierda del liberalismo, sino aspectos complementarios de una
nica concepcin poltica, de modo que no podemos garantizar, o
entender siquiera, uno de esos tres ideales polticos independientemente de los dems 23 .

15.
16.
17.
18.
19.
20.
21.
22.
23.

Ibidem.
EP52.
Ibidem.
Ibidem.
Cfr. ibidem.
EP66.
Cfr. EP 52.
EP66.
EP44-45.

EL LIBERALISMO DE RONAW DWORKIN

237

La concepcin que Dworkin llama "igualdad liberal" pretende


captar ese "nervio emocional del liberalismo [... ] que pareci
tan natural entre los revolucionarios europeos y americanos de
hace dos centurias"24. La igualdad liberal "concibe la igualdad,
la libertad y la comunidad" como "fundidas una con otra en un
ideal poltico global", el cual incluye cuatro "ideas principales y
ms controvertidas" 25: (i) distingue entre personalidad -gustos,
proyectos, ambiciones, etc.- y circunstancia -los recursos disponibles- para defender la igualdad de circunstancia; (ii) usa
como criterio de igualdad no el bienestar, sino los recursos; (iii)
exige que los recursos sean idnticos entre los miembros de la
sociedad ideal, y (iv) es tolerante de modos de vivir basados en
convicciones ticas diversas (errneas)26.
A esta descripcin del "liberalismo" podemos aadir la tesis
fundamental de Dworkin, a saber, que "el liberalismo es continuo
con la mejor tica personal"27; "se desarrolla de un modo natural
a partir de la tica"28.

2. Cul es la tica filosfica verdadera?


Con el fin de encontrar los fundamentos filosficos del liberalism0 29 , gran parte del esfuerzo intelectual del autor se dirige a
construir una tica de la cual pueda llegarse naturalmente a las
24. EP45 ..
25. EP 9l.
26. Cfr. dos descripciones no del todo concordantes de estas "cuatro" ideas
en EP 91-95 Y EP 161 . Dworkin se refiere a la tolerancia de las acciones
ticamente "errneas" -no slo "diversas"- segn la tica del que tolera: cfr.
EP 170-171 Y 193 ss.
27. EP44.
28. EP 160.
29. En realidad, Dworkin no busca todos los fundamentos, sino slo los
"ticos": "Comenzar por el contiguo territorio de la tica y me mantendr en
l" (EP 53).

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tesis polticas. Dworkin construye su tica filosfica comenzando


con algunas estipulaciones lingsticas. Segn Dworkin, la tica
en sentido lato se refiere "al arte de vivir", y tiene dos ramas: la
"moralidad" -"cmo debemos tratar a los dems"- y el "bienestar" o "tica en sentido restricto" -"cmo debemos vivir para
proporcionarnos a nosotros mismo una buena vida"30.
Dworkin se pregunta: "Qu clase de bondad ha de tener una
vida?"3l. La cuestin tica estricta sobre "la buena vida" es
compleja y tiene estructura. Para explicar esta estructura el autor
expone la siguiente distincin:
"El bienestar volitivo de alguien resulta mejorado [... ] cuando
tiene o consigue lo que, de hecho, desea. Su bienestar crtico
resulta mejorado por tener o por conseguir lo que debera desear,
es decir, los logros o experiencias no querer los cuales hara su
vida peor"32.
Dworkin apunta a la idea de objetividad moral, como fundamento de las conclusiones ticas sobre lo que debemos querer:
"el inters crtico tiene una dimensin objetiva [... ] tiene sentido
suponer que he cometido un error respecto de mi inters crtico"33.
Dworkin busca una descripcin de los intereses crticos tal
que, quienes la acepten, y busquen ese bienestar crtico, "se deslizarn de un modo natural hacia alguna forma de poltica y
de prctica liberal"34. Para eso plantea una serie de problemas
y enigmas clsicos de la tica racional, que Dworkin llama "inquietudes y enigmas en torno de los intereses crticos". Despus,
Dworkin distingue dos modos de enfrentar y resolver esas cuestiones, para mostrar la superioridad de su propio modelo tico
30. Cfr. EP 47. Advierte que llamar "tica" a secas a esta rama de la tica
en sentido amplio.
31. EP 97.
32. EP 97-98. Los nfasis son aadidos, salvo el de la palabra "no".
33. EP99.
34. EP 101.

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sobre el otro. Uno, el "modelo del impacto", "sostiene que el


valor de una buena vida consiste en su producto final, esto es, en
sus consecuencias para el resto del mundo"35. El otro, el "modelo
del desafo", "afirma que elvalor de una buena vida radica en el
valor inherente a un vivir diestramente realizado"36. Dworkin
acude a los ejemplos de una zambullida elegante y de escalar el
Everest para explicar lo que es una realizacin diestra -no moral,
en este caso-, y afirma que este modelo:
"Adopta el punto de vista aristotlico de que una buena vida
tiene el valor inherente de un ejercicio ejecutado con destreza. De
modo que sostiene que los acontecimientos, los logros y las
experiencias pueden tener valor tico aun si no tienen el menor
impacto ms all de la vida en la que ocurren. [... ]
El modelo del desafo sostiene que vivir una vida es lo mismo
que ejercitar algo que requiere destreza, que la vida es el reto ms
importante y global al que nos enfrentamos, y que nuestros
intereses crticos consisten en los logros, los acontecimientos y
las experiencias que dan testimonio significativo de que hemos
superado bien ese reto"37.
El profesor de Oxford prev la objecin de que su modelo
tico es vaco o "poco informativo"38 por no definir un bien
objetivo cuya consecucin signifique superar el reto de la vida.
Responde que "[e]sta crtica estara mal concebida"39, porque
"[1]os dos modelos descansan en convicciones que se supone que
ya tenemos "40. Su modelo "supone que tenemos convicciones
acerca de c~o vivir bien: y no las juzga"41.

35.
36.
37.
38.

EP 111.
EP 111-112.
EP 116.
EP 117.
39. Ibidem.
40. Ibidem.
41. EP 117-118. nfasis aadido.

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CRIST6BALORREGO

El modelo del desafo no juzga convicciones, "sino que declara


que entenderemos mejor nuestra vida tica si la contemplamos
del modo por l recomendado, como opiniones acerca de la diestra realizacin de una tarea autoimpuesta ms que como opiniones acerca de cmo podemos cambiar el mundo para mejor"42.
Dworkin plantea, a continuacin, algunos enigmas sobre los
intereses crticos, para demostrar que su modelo los resuelve
mejor que el contrario. Estos problemas, son, en sntesis, los del
sentido ltimo de la vida, la universalidad de la tica, el valor de
la justicia para la moral personal, las relaciones entre conviccin
y valor moral de la accin y las relaciones entre la tica personal
y la comunidad. La introduccin de Dworkin a estos temas no
considera las respuestas clsicas ms conocidas. En este artculo
no nos detendremos en estos aspectos, cuyo tratamiento se
justifica para mostrar que la tica de Dworkin es una tica
superior a los modelos alternativos, entre los cuales -reitero- no
se encuentran los rivales histricos verdaderos43 .

3. De la tica a la poltica

Despus de la extensa exposicin sobre la tica filosfica, que


nosotros hemos omitido, Dworkin manifiesta la esperanza de que
sus lectores estn convencidos de la importancia del modelo del
desafo como "una interpretacin mejor (... ) de sus prcticas e

42.
43.

EP 118. nfasis aadido.


Para una visin ms apegada a la historia real de la contraposicin de
modelos ticos slidamente fundados, puede verse MACINTYRE, A., A Short
History oi Ethics, trad. cast. Historia de la tica (Barcelona, Paids, 1991),
captulos 4-6 y 9; y, del mismo autor, Three Rival Versions oi Moral Enquiry.
Encyclopaedia, Genealogy and Tradition, trad. cast. Tres Versiones Rivales de
la tica. Enciclopedia. Genealoga y Tradicin (Madrid, Rialp, 1992).

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241

intuiciones"44, como un modo diferente de organizar nuestras


convicciones 45 .
Dworkin sostiene que "mi tesis de que las races ticas del
liberalismo se hallan en el modelo del desafo, puede juzgarse
ecunimemente aun rechazando el liberalismo y ese modelo"46.
l intenta fundamentar el "liberalismo" en la tica siguiendo la
estrategia de la continuidad entre tica y poltica, opuesta a la
fundamentacin contractualista. Dworkin llama la atencin sobre
"una distincin importante "47 entre dos estrategias destinadas a
resolver el "problema de qu razn tiene la gente para ser
liberal"48, es decir, estrategias para mostrar que la perspectiva
personal y la perspectiva poltica son compatibles. La "estrategia
de la discontinuidad" busca "motivos que la gente pueda tener
[... ] para poner entre parntesis sus propias convicciones sobre la
buena vida cuando actan polticamente "49. Esta estrategia sostiene que la poltica es artificial, una construccin que tiene
precisamente el mrito de poder ser abrazada por personas con
convicciones ticas personales distintas y en conflicto, como
puede ocurrir entre las partes de un contrato comercial, que ha
sido el paradigma de la estructura formal de esta estrategia. "Los
filsofos liberales, desde Locke hasta Rawls, han definido y
defendido el liberalismo a travs del mecanismo de un contrato
social" 50. La "estrategia de la continuidad", por el contrario,
preconiza que las "convicciones polticas estn a la altura de [las]
convicciones acerca de la buena vida"51, de modo que stas no
sean puestas entre parntesis a la hora de votar. As, "la conti-

44. EP 160.

45.
46.
47.
48.
49.
50.
51.

EP 159.
EP 160.
Cfr. EP 59.
EP42.
EP43.
EP 61.
EP63.

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nuidad ofrece al liberalismo unos fundamentos distintos"52. Su


tesis es que "un dilogo deliberativo real, que abarque las diferentes tradiciones ticas de nuestra comunidad poltica, se asentara en principios liberales si asumiera la tica del desafo"53.
Para mostrarlo imagina la reflexin de un grupo de "liberales
ticos", personas que "representan el espectro de opiniones que la
gente tiene realmente en nuestro mundo", a la vez que "todos
entienden sus convicciones ticas al modo propuesto por el modelo del desafo"54. Los liberales ticos, segn Dworkin, "tienen
una buena razn para convertirse en liberales polticos" y para
abrazar la "igualdad liberal" 55 . Los liberales ticos, a diferencia
de los negociadores en la estrategia contractualista de Rawls, no
tienen restricciones informativas ni tampoco negocian en favor de
sus propios intereses solamente, porque slo tienen inters en una
mayor parte de recursos para ellos condicionalmente, a saber, si
eso resulta de una teora correcta de la justicia. La justicia es parte
del autointers de los liberales ticos, lo cual "tiene grandes
implicaciones para una teora de la justicia construida sin solucin de continuidad con el modelo del desafo"56. El empeo de
Dworkin ser, para terminar el ensayo, mostrar dicha continuidad
en relacin con los diversos rasgos del liberalismo que l mismo
ha definido.
Los liberales ticos arribaran a una primera conclusin propia
de la igualdad liberal: "la justicia se mide por los recursos que la
gente tiene, no por el bienestar que consigue con esos recursos" 57.
Dworkin imagina un sistema de "justicia del bienestar" con activa
intervencin de funcionarios encargados de lograrla, y muestra no
52.
53.
54.
55.

EP63.
EP 160.
EP 160-16l.
Cfr. la descripcin de la "igualdad liberal" en EP 87-96 Y 161, Y en
este artculo supra 1.
56. EP 164.
57. EP 164-165.

EL LIBERALISMO DE RONALD DWORKIN

243

slo su inviabilidad de hecho, sino tambin que los "liberales


ticos" tienen razones para rechazarlo. Los liberales ticos han
rechazado la concepcin que slo considera los intereses volitivos
y la concepcin que considera los intereses crticos segn el
modelo del impacto (v.gr., el utilitarismo), por lo cual necesitaran una concepcin de la justicia en la cual los recursos entren
en la tica como parmetros normativos. En segundo lugar, la
justicia del bienestar socava el reto de vivir, del que depende la
bondad de una vida, porque la intervencin de los funcionarios
-aun si fuese perfecta en la distribucin del bienestar- implica
dejar de lado una parte importante del desafo: "la capacidad de
las personas para identificar cul de las vidas que podran llevar
es, de hecho, una vida buena para ellos"58.
De modo que los liberales ticos no aceptaran un poder
pblico distribuidor del bienestar "justo". Ahora bien, si el reto
tico consiste en responder bien a las circunstancias correctas,
"una de las funciones del poder pblico debe ser colaborar para
que las circunstancias sean las correctas. El poder pblico debera
organizar el escenari; debera proporcionar el marco en el que
la gente pueda decidir qu papel puede representar correctamente"59. No obstante, Dworkin sostiene que la tesis del "liberal
tico" deja abierta la cuestin de cules son las circunstancias
correctas.
Dworkin, dando un paso ms en la vinculacin tica-poltica,
intenta demostrar que los liberales ticos -quienes comparten su
"modelo del desafo"- necesitan sostener la tesis de la "igualdad
liberal" segn la cual la porcin justa de recursos es "una porcin
igual para todos"60. El argumento, en sntesis, es como sigue.
Para el liberal tico la justicia es un parmetro del valor de su
vida: "una porcin grande no es buena para l a menos que sea

58. EP 170.
59. EP 171-172.
60. EP 172.

244

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justa"61. Luego, Dworkin afirma que, al tratar la cuestin de la


justicia como parte de la tica, los liberales ticos "deciden qu
porcin de recursos debera tener cada uno decidiendo qu parmetros definidores del carcter de la propia buena vida deberan
resultar aceptables para todos"62. Inmediatamente despus aade
la respuesta de los liberales ticos:
"Supongamos que, como punto de partida, suponen que todos
los miembros de una comunidad poltica deberan enfrentarse al
mismo reto tico abstracto y que, en consecuencia, lo adecuado es
que se asigne a cada uno idntica porcin de recursos"63.
Dworkin contina analizando un par de contraargumentos posibles. En particular, considera un argumento que apela a la diferencia inherente de vala entre grupos y personas (aristocracia,
raza, pueblo, talento, belleza ... ). Los liberales ticos niegan que
esas desigualdades sean relevantes para definir la justicia, porque
piensan que es parte del desafo tico que cada persona decida
por s misma su identidad tica, es decir, si esas propiedades diferenciadoras son parmetros de su vida o solamente oportunidades
o limitaciones con las que tiene que lidiar para vivir una vida
definida de un modo totalmente diverso. En consecuencia, "el
61. EP 173. Dworkin infiere de aqu "una conclusin sorprendente: la
mayora de los argumentos contemporneos a favor o en contra de teoras de la
justicia determinadas seran intiles para los liberales ticos" (ibidem). En
efecto, las estrategias contractualistas justifican una u otra teora de la justicia
en funcin de los diversos intereses de la gente, y este modo de justificar la
justicia es circular -si se apela a intereses crticos, entre los que debera estar
ya la "justicia"- o simplemente arbitrario -si se desvinculan los intereses a que
se apela de los intereses crticos, los que se deben tener y que incluiran la
justicia misma. Cfr. EP 173-177. Nosotros podemos observar que Dworkin
simplemente no toma en cuenta las teoras clsicas de la justicia, para las
cuales sostener que la justicia es un parmetro de la vida buena es una tesis
central. Cfr. PLATN, Gorgias, 468e-480e; Repblica 1, 335c-336a, 347e,
352d-354c; ARISTTELES, tica a Nicmaco V, c. 11, 1138a-b; TOMS DE
AQUINO, Suma Teolgica 11-11, q. 58, aa. 3, 6 y 12.
62. EP 177.
63. EP 177.

EL LIBERALISMO DE RONAW DWORKIN

245

reto de vivir es ms abstracto que el reto de vivir desempeando


un determinado papel"64. Luego, se ha de aceptar la suposicin
citada.
Despus, el profesor de Oxford intenta demostrar que los
liberales ticos podrn ser "igualitaristas" en su poltica y, a la
vez, parciales en la perspectiva personal. Esto no sera posible si
la justicia consistiera en igualdad de bienestar, pues si cada uno
usara sus recursos para mejorar su bienestar y el de los suyos
en poco tiempo habra diferencias de bienestar y tendramos que
volver a empezar el proceso de igualarlo. Dworkin afirma que
"se no es el caso [... ] si por igualdad entendemos igualdad de
recursos"65. Despus ilustra la tesis de la igualdad de recursos
suponiendo una subasta en la que todos los interesados intervienen con un nmero idntico de fichas, pujando hasta que todos
estn satisfechos con la cesta de recursos que han adquirid066 . De
este modo, los bienes que han sido asignados a travs de una
subasta justa y equitativa son moralmente suyos del asignatario, y
-segn la teora de la justicia de Dworkin- yo respeto igualitariamente a los dems cuando no utilizo recursos que son propiamente suyos, cuando no me excedo de mi justa porcin a sus
expensas. Esta igualdad de recursos y su respeto "da licencia para
la parcialidad", pues a partir de esa asignacin justa -mediante la
64. EP 178.
65. EP 180.
66. Esta distribucin es posible respecto de los recursos impersonales
-tierra, materias primas, etc.-, pero no respecto de los recursos personales
-cualidades de mente y cuerpo, talento, etc.-, por lo cual la "igualdad liberal"
intentar idear mecanismos que compensen esas diferencias de recursos
personales y tambin las que se deban a la suerte. Cfr. EP 88-90. Dworkin
no explica cmo la distribucin de recursos impersonales podra compensar
la carencia de recursos personales, que realmente son inconmensurables.
Tampoco explica por qu una carencia de salud, de inteligencia, de talento o de
carcter, podra dar origen a un derecho a mayores recursos impersonales.
Finalmente, cabra observar que para una "tica del desafo" las diferencias de
recursos personales y de suerte simplemente cambian el carcter del desafo,
pero no exigen compensaciones para poder plantear y vencer el desafo.

246

CRISTBAL ORREGO

subasta que supera el test de la envidia-67 no podr ser injusta


la decisin que, respetando los recursos de cada uno, utilice los
propios en beneficio del bienestar de uno mismo y de su fa.
milia 68 .
El autor se plantea el problema "ms complejo" de que, con el
paso del tiempo y las diferencias de recursos heredados, los que
vengan despus (hijos) "no tendrn recursos iguales". El profesor
de Oxford sugiere que se ha de buscar alguna forma de reconocer
y "reducir la desigualdad as generada"69.
Finalmente, Dworkln intentar probar que los "liberales ticos" llegarn de modo natural a la "tolerancia" y "neutralidad" en
el sentido defendido por su teora de la igualdad liberal. Dos
son los modos de neutralidad que Dworkin intenta fundar en una
tica del desafo: la "neutralidad del atractivo" -la teora poltica
sienta principios aceptables por gente de muy diversas tradiciones
ticas- y la "neutralidad en el modo de operar" -que de hecho se
tolere a las personas, sin castigarlas ni discriminarlas por sus
convicciones ticas.
El profesor de Oxford intenta defender ambos tipos de neutralidad, pero de modo diverso al contractualismo, que consegua
la neutralidad separando la poltica de la tica. El profesor de
Oxford quiere demostrar que su teora tica apela de hecho a
principios que "podran ser ampliamente aceptados sin que la
gente tuviera que abandonar convicciones que es muy improbable
que abandone"70, y as posee la neutralidad del atractivo. En
cambio, la tolerancia o neutralidad en el modo de operar se
consigue "slo si esos fundamentos ticos la implican"?!.
Dworkin, para demostrar que la neutralidad del atractivo est
en su concepcin tica afirma que "el modelo del desafo captura
67.
68.
69.
70.
71.

Cfr. EP 88.
Cfr. EP 180-18t.
EP 181, nota 53.
EP 190.
EP 190.

EL LIBERALISMO DE RONALD DWORKIN

247

intuiciones ticas que casi todo el mundo tiene", mejor que otras
teoras ticas, y "por eso debera resultarle atractivo el modelo a
la gente. [... ] la duradera vitalidad del liberalismo sugiere que el
modelo del desafo, o al menos aspectos centrales del mismo, ha
tocado la imaginacin tica de mucha gente"72. Luego, la mayora
de las personas no necesitan cambiar sus convicciones para adoptar los principios: stos ya tienen la neutralidad del atractivo. La
igualdad liberal alberga una promesa de consenso: "deberamos
ser capaces de presentarla a polticos ilustrados y democrticos
con alguna garanta de xito"73. Dworkin explica que su "igualdad liberal" no exige a nadie que cambie sus convicciones sobre
cmo vivir en primera persona (v.gr., religiosamente o en la
promiscuidad sexual), pero s sobre cmo deben vivir los dems
(que acepten que se puede superar el reto de vivir con identidades
ticas diversas). Y esto sera ms fcil. Esta idea optimista de que
la mayora podra cambiar sus opiniones ticas en tercera persona
y aceptar el atractivo modelo del desafo "no se aplica, claro est,
a los fanticos que piensan que Dios los castigar para toda la
eternidad a menos que nos maten. No debemos volverles la espalda ni a ellos ni a su equipaje, pero est claro que no pueden
formar parte de nuestra comunidad poltica"74.
El profesor de Oxford presenta, despus, los fundamentos de
la igualdad liberal para la tolerancia propiamente dicha, o "neutralidad en el modo de operar". Dworkin "distingue dos clases de
razones que una comunidad poltica podra ofrecer como justificacin para negar la libertad"75: una razn de justicia, "declarar
fuera de la ley una conducta porque la teora ptima de la justicia
as lo requiriera"76 (v.gr., el robo), o una razn tica, por "pensar
que la conducta que declara fuera de la ley, aunque no es
72.
73.
74.
75.
76.

EP
EP
EP
EP
EP

192.
192.
193.
193.
193.

248

CRISTBAL ORREGO

contraria a la justicia, quita sentido, o corrompe, o tiene malas


consecuencias de otro tipo, para la vida de su autor"77 . "La
igualdad liberal niega la legitimidad de la segunda razn, de la
razn tica, para poner a una conducta fuera de la ley"78. Sin
embargo, la igualdad liberal no pretende ser "ticamente neutral"
-en el sistema de justicia liberal habr conductas ms fomentadas
y otras ms caras y difciles-, ni impide hacer campaas en favor
de lo bueno. Simplemente niega a la mayora un arma: "deben
abstenerse de prohibir a nadie llevar la vida que desea, o de
castigarle por hacerlo, slo porque piensen que las convicciones
ticas en que se funda esa vida son incorrectas"79. Esta conclusin se apoya en la "nocin de justicia que exige igualdad de
circunstacias y recursos"80, porque las circunstancias son desiguales cuando el derecho prohbe a alguien llevar la vida que
considera mejor "slo porque otros piensen de otro modo"81.
Ahora bien, como consecuencia de que el liberalismo de
Dworkin se basa en una tica y tiene una teora de la justicia, "la
igualdad liberal no puede ser neutral en sus consecuencias, pues
tendr por resultado el que algunas vidas, que ella misma ni
aprueba o desaprueba, sern ms difciles de llevar de lo que lo
seran bajo otros sistemas polticos"82. Adems, admite un paternalismo educativo a corto plazo, que lleve a "una aceptacin
posterior genuina, no manipulada"83 de la tica. Tampoco es
"neutral respecto de ideales ticos que desafan directamente su
teora de la justicia"84, por lo cual puede reprimir a ladrones y
racistas. En definitiva, la igualdad liberal es neutral respecto de la

77.
78.
79.
80.
81.
82.
83.
84.

EP 193.
EP 193.
EP 195.
EP 195.
EP 195.
EP 197.
EP 197.
EP 197.

EL LIBERALISMO DE RONAW DWORKIN

249

tica en primera persona "y slo en la medida en que [... ] no


implique principios polticos antiliberales" 85.

11.

VISIN CRTICA

La dificultad mayor que enfrenta Dworkin consiste en transformar el liberalismo por dentro, sin abandonar ni la tradicin ni
determinadas convicciones morales concretas consideradas como
"conquistas" de los liberales antiguos. Al mismo tiempo, su intento de dar a esas convicciones la solidez filosfica que tena la
tica poltica que podramos llamar "preliberal" o "clsica" hace
que la originalidad y la fuerza de sus ideas reposen no ya en las
tesis mismas, ni en uno u otro argumento particular, sino en la
transformacin del contexto filosfico precedente y en la invencin de nuevas distinciones, y hasta de nuevos usos lingsticos,
que se presentan como convincentes a primera vista. Por eso, la
crtica global y de fondo que cabe hacer a toda la obra, antes de
entrar en sus diversas tesis, se reduce a desenmascarar una maniobra intelectual de vasto alcance, que puede basarse en la ignorancia del autor o en la del pblico que le sigue, o en las dos.
Dworkin propone que comencemos a llamar "liberalismo" a
una posicin tico-poltica (la suya) que niega el punto central del
liberalismo moderno. Naturalmente, la posicin dworkiniana en
s misma es mejor que el liberalismo: apunta a la doctrina clsica
(platnica y aristotlica)86 de la continuidad entre la tica y la
poltica. 87 Dworkin puede ser origen de confusin en la historia
85. EP 199.
86. l mismo lo reconoce: cfr. EP 46, 104 ss, 116. Vase, adems,
PLATN, Repblica 1, 368a ss., y VIII, 543a ss.; ARISTTELES, tica a
Nicmaco X, c. 9, 1181b Y 1, cc. 2-3, 1094a-1095a; Poltica I1I, c. 9, 1280a
ss., IV, c. 1, 1288b, VII, c. 2, 1324a.
87. Cfr. S. Th., 1-11, qq. 90-91 Y q. 92, a. 1. Me remito a un anlisis til de
diversas posiciones liberales acerca de la relacin tica "privada"-antropologa-

250

CRISTBAL ORREGO

del pensamiento, o quizs slo un sntoma y vctima de una confusin cultural ms amplia. 88 Su estrategia consiste en racionalizar las conclusiones del liberalismo histrico -con su carga de
permisivismo moral y de libertinaje- para que queden fundamentadas en una tica de las virtudes. La historia poltica y filosfica del liberalismo tendra, as, la siguiente estructura: primero
se niegan las virtudes clsicas so pretexto de libertad poltica -se
adoptan las tesis liberales modemas- y despus se recupera toda
la fuerza de la fundamentacin clsica de la poltica al servicio de
las nuevas conclusiones. El hecho de buscar en Platn la tesis
necesaria para unir filosofa poltica y tica puede hacemos
entrever la magnitud de la transformacin del liberalismo operada
por el actual catedrtico de Jurisprudence en Oxford. El negocio
del siglo!
Lo curioso es que Dworkin reconoce que el liberalismo anterior a l mismo pretenda esa separacin entre la teora poltica y
cualquier concepcin de la buena vida personal. Luego, no cabe
duda de que, ms que refundar el liberalismo, Dworkin cambia la
historia o, al menos, las denominaciones tradicionales. Reiteramos que este "nuevo liberalismo" es ms aceptable que el
poltica: RHONHEIMER, M., "L'Immagine dell'uomo nel liberalismo", ponencia en el Convegno di Studio "lmmagini dell 'uomo. Percorsi Antropologici
nella Filosofia Moderna" (Pontificio Atenf:!o della Santa Croce, Facolta di
Filosofia, Roma, 29 Feb.- l Mar. 1996). Este autor muestra que algunas tesis
generales del liberalismo, tal como se ha dado en la filosofa realmente
existente, y las instituciones democrtico-liberales, son aceptables e incluso
"conquistas de la humanidad", separables de ciertas concepciones ideolgicas
que postulan una neutralidad tica imposible (actualmente rechazada por
liberales como Raz y Dworkin) y una "autonoma fuerte" del individuo. Sin
embargo, en mi opinin el artculo de Rhonheimer es demasiado optimista en
cuanto a: las bondades del sistema liberal democrtico vigente en Occidente, y,
tambin, en cuanto a la aceptabilidad de determinadas conclusiones liberales
-sugiere que no se justifica el castigo de la sodoma- o a su creencia de que el
liberalismo sera compatible con el matrimonio indisoluble.
88. Cfr. MACINTYRE, A., After Virtue , trad. cast. Tras la Virtud
(Barcelona, Crtica, 1987), captulos I-I1I.

EL LIBERALISMO DE RONAW DWORKIN

251

antiguo, para la filosofa clsica. Por eso, en el contexto de la


filosofa poltica moderna, Dworkin es un destacado y meritorio
crtico de los dogmas fundamentales del liberalismo, si nos
atenemos a sus fundamentos ticos. En cambio, si miramos las
conclusiones, Dworkin no es ms que un fiel servidor intelectual
del consenso dominante: no aporta nada sustantivo.
La "estrategia de la continuidad" que sigue Dworkin no slo
"ofrece al liberalismo unos fundamentos distintos"89. En realidad,
est vaciando al liberalismo de su contenido primitivo. Decir que
las convicciones privadas deben guiar la actuacin pblica es
repetir la tesis clsica, como ha hecho recientemente, por mencionar a un "liberal" en el nuevo sentido dworkiniano, el Papa
Juan Pablo 1190 . Ms an: cualquier lder religioso -judo,
musulmn, etc.-, dira lo mismo. Mi referencia a la religin
apunta a una cuestin de fondo que Dworkin slo trata de pasada
y de modo visceralmente despectivo, al oponer su "liberalismo"
ya al fanatismo religioso ya a unas ticas religiosas realmente
ridculas (como para pensar si alguien las ha compartido alguna
vez)91. En definitiva, presentar las convicciones "liberales" concretas fundadas en una "tica", la cual a su. vez -como hemos
visto- justifica incluso la intolerancia hacia todos los principios
"iliberales''92, viene a revestir el liberalismo de toda lafuerza de
los sistemas religiosos de conviccin y de conducta. El resultado
tiene por lo menos el mrito de la honestidad, puesto que desde
las dems perspectivas religiosas siempre ha sido algo muy claro
que las "conclusiones" liberales perrnisivistas slo se comprenden
a fondo interpretadas como exigencias de una religin, es decir,
como absolutos.

89. Cfr. EP 63.


90. Cfr. Juan Pablo 11, Veritatis Splendor 98 ss. y Evangelium Vitae 68-74,
90,96.
91. Cfr. EP 119-120 Y 193.
92. EP46.

252

CRIST6BAL ORREGO

Algunas observaciones crticas sobre el detalle de sus argumentos pueden exponerse siguiendo el orden de los temas del
apartado precedente.

1. Insuficiente y engaoso concepto del liberalismo

La identidad del liberalismo es una cuestin sumamente difcil


en el estado actual del desarrollo de una tradicin de pensamiento
filosfico, poltico e incluso econmico, que cuenta con multitud
de defensores actuales y con puntos de referencia clsicos
dismiles. Si "apenas se puede decir que haya sido desarrollada
en forma alguna"93 la tesis dworkiniana sobre la esencia del
liberalismo, el primer defecto de su intento fundamentador consiste en que no tenemos nada muy preciso que fundamentar.
Si nos atenemos al punto de partida de Dworkin, podemos
afirmar que el "liberalismo" que intenta justificar no es la consecuencia de unos principios ticos, sino que, por el contrario, trata
de identificar cules son esas tesis liberales concretas -intuiciones
instintivas- para despus "encontrar los fundamentos "94. Ciertamente afirma que quienes acepten su concepcin tica evolucionarn hacia la teora poltica de la igualdad liberal 95 , pero no
perdamos de vista que no ha sido se su proceso intelectual. l
asume primero las conclusiones y despus busca justificarlas
mediante argumentos que puedan llevar a otros a las mismas
conclusiones. Este fenmeno confirma de alguna manera una
tesis de la filosofa moral y poltica clsica, segn la cual las
"conclusiones" del razonamiento prctico no se derivan slo de
unas premisas abstractas y generales, sino que estn influidas por
las disposiciones morales del sujeto, es decir, por aquello que la

93. EP46.
94. EP 39. Cfr. ibid. 50.
95. Cfr. EP 44.

EL LIBERALISMO DE RONAW DWORKIN

253

persona est dispuesta a aceptar como "bueno" porque sus virtudes o sus vicios, antes que cualquier argumentacin, le inclinan
a eso como una segunda naturaleza. Sin embargo, una tica que
es slo racionalizacin de "intuiciones" (cules? de quin?) no
merece ser tomada demasiado en serio. Slo vale la pena una
tica que busque los verdaderos fundamentos de un bien moral
que se practica, con la disposicin de rectificar la prctica que se
demuestre contraria al verdadero bien moral.
La aproximacin de Dworkin a la nocin de liberalismo -sus
tres "crudas intuiciones liberales"96- guarda afinidad con la
filosofa poltica que describe el sistema democrtico como aquel
que combina o busca equilibrar "igualdad" y "libertad" como
valores o fines bsicos del rgimen, de un modo ms o menos
moderado. La tolerancia, por su parte, tambin est en la base de
las ideas polticas que buscaban evitar las guerras de religin -o
las persecuciones- mediante arreglos institucionales mnimos,
que permitieran una convivencia pacfica entre personas de diversas convicciones. Pero el rechazo de las excesivas diferencias
econmicas, la defensa de las libertades pblicas y la tolerancia
de convicciones morales divergentes, son todos aspectos que
podra compartir alguin contrario a las polticas "liberales" -o
sea, estatistas- sobre los impuestos y la redistribucin econmica,
contrario a ciertas interpretaciones liberales de qu significa "no
discriminar por razn de gnero" y contrario a la tolerancia de la
conducta homosexual. Luego, para saber qu es el liberalismo
como filosofa poltica necesitamos "una descripcin ms discriminante, ms afiligranada, de esos componentes del liberalismo"97. Esto dice Dworkin, pero no nos proporciona esa
filosofa poltica. Su distincin entre una "interpretacin poltica"
y una "interpretacin filosfica" del liberalismo no es completada
con un efectivo desarrollo de esas dos dimensiones. En efecto, si
96. EP 5I.
97. EP 50.

254

CRIST6BAL ORREGO

se elige una concepcin del liberalismo que vaya a ser coherente


con nuestros compromisos intelectuales generales, y tambin
se revisa esa concepcin poltica a medida que investigamos
sus fundamentos filosficos ms amplios 98 , no cabe decir que
estamos buscando los fundamentos filosficos de "el liberalismo"
-ni del europeo, ni del americano actual, ni del de Locke o Kant o
la Ilustracin-, pues un cambio en los fundamentos propuestos
implica cambiar la idea misma que se intentaba fundamentar.
Si tanto la "interpretacin poltica" como la "interpretacin
filosfica" --en este caso, restringida slo a la tica-99 , son "construcciones" intelectuales que se hacen coincidir una con otra para
que en ellas quepan unas cuantas convicciones firmes acerca de
lo que se puede hacer en poltica, no existe un criterio objetivo
para "elegir" entre una y otra forma de liberalismo. El nico
criterio consiste en la coherencia interna de las dos partes de
la filosofa poltica que se propone; pero esa "coherencia" est
supeditada a racionalizar las previas convicciones tico-polticas.
Luego, al final parece que slo puede optarse irracionalmente
entre un liberalismo y otro, segn cules sean las ntimas convicciones que tengamos inters en defender o "fundamentaI".
En cualquier caso, la pregunta qu es el liberalismo?, punto
de partida para proponer su fundamentacin, se ha transformado
en esta otra: qu quiere Dworkin hacer caer bajo una tradicin
popular norteamericana? En efecto, cuando Dworkin dice que
las dos estrategias fundamentadoras implican dos formas de
liberalismo, y despus nos presenta una sola tesis sobre "la
esencia" del liberalismo, simplemente propone una conclusin
acerca de qu idea poltica deberamos aceptar una vez que
aceptemos sus ideas ticas. Pero resulta que Dworkin critica la
estrategia fundamentadora -y por ende "elliberalismo"- de "[l]os

98. Cfr. EP 52.


99. Cfr. EP 53.

EL LIBERALISMO DE RONALD DWORKIN

255

filsofos liberales, desde Locke hasta Rawls"loo. Se esfuerza por


mostrar que las crticas contra ese liberalismo apuntan a defectos
que el liberalismo aparentemente tiene 101 , pero que desaparecen
cuando se adopta su "igualdad liberal". Dworkin puede ser una
alternativa nueva en toda la historia de la filosofa poltica liberal,
pero esto equivale a decir no que l ha logrado una formulacin
del liberalismo que supere los defectos correctamente sealados
por los crticos, sino que el liberalismo "de Locke a Rawls" -o
sea, la verdadera tradicin filosfica liberal- es incapaz de
superar a sus crticos, que stos tenan razn, y ahora es menester
desandar lo andado. Ah, pero sin renunciar a "las conquistas" del
liberalismo en la prctica! Por esta razn resulta fundamental que
aparezca, como "verdadero liberalismo", uno que captura las
intuiciones ticas de casi todo el mundo 102, la nueva teora de
Dworkin que rescata como "liberal" la continuidad entre tica y
poltica. Tal es la estrategia del libro. Resulta verdaderamente
prudente, porque "Occidente considera hoy al liberalismo como
algo evidente" 103 Yel "back to Plato" de Ronald Dworkin no sera
aceptable sino bajo esa etiqueta.
Si pensamos ahora en la descripcin del "liberalismo" dworkiniano, vemos que constituye una filosofa poltica que conserva
algunas conclusiones liberales, pero fundamentadas ahora de un
modo ms fuerte -ms clsico, antiguo, platnico- que el que
permitira el liberalismo verdadero, tal como se lo entiende en la
tradicin desde Locke a Rawls. Esta es la maniobra intelectual
que nos parece propia de una superficial retrica acadmica,
100. EP 6l.
101. Cfr. EP 42-43, 54-59 Y 67-85.
102. Cfr. EP 192.
103. Cfr. EP 43. Aqu Dworkin habla del "liberalismo" de un modo mucho
ms amplio que el que usar luego excluyendo a los liberales econmicos -son
numerosos en Occidente- o las polticas de Margaret Tatcher (EP 50), quien
gobern un pas relativamente occidental con apoyo popular durante no pocos
aos. Estos alcances, sin embargo, tienen poca importancia filosfica al lado
de su completa redefinicin de la tradicin liberal.

256

CRISTBAL ORREGO

quizs efectiva ante un pblico no especializado, pero realmente


poco slida.
Las formulaciones de los ideales liberales son bastante vagas,
y, al parecer, simplemente apuntan a englobar esas intuiciones
bsicas de los que ahora se consideran "liberales polticos" en
Estados Unidos, a saber, que hay que intervenir en la economa
para obligar a los ricos a compartir sus riquezas con los pobres, y
que el poder poltico debe garantizar los derechos polticos de
todos y tolerar no cualquier conducta sino especficamente
algunas como la sodoma -es el ejemplo que usa Dworkin, al que
podra aadirse el del aborto 104. Si no estuvieran en juego esas
conclusiones concretas, enunciadas como ejemplos pero realmente muy importantes, tendramos que decir, una vez ms, que
una filosofa poltica de raigambre preliberal -clsica- tambin
contemplara principios de igualdad en materia econmica que
no anulasen las diferencias debidas al ejercicio de una libertad
respetuosa del bien comn, y contemplara la tolerancia de
conductas inmorales diversas segn las circunstancias. Por este
motivo, debemos distinguir entre las frmulas generales de
Dworkin, con las que cabra concordar a veces, y las conclusiones
prcticas que l dice englobar bajo tales frmulas. A nuestro
modo de ver, ninguna de las conclusiones concretas sobre qu se
debe tolerar y qu no, o sobre una determinada poltica econmica, se sigue de sus premisas filosficas y ni siquiera de sus
frmulas sobre la igualdad liberal.
Por ltimo, la tesis de la continuidad entre la tica personal y
la tica poltica se sita, como dice Dworkin, en la tradicin de la
filosofa poltica platnica, preliberal. Dworkin tiene razn en
este punto, contra toda la tradicin liberal. Resulta confundente,
con todo, que siga llamando "liberalismo" al resultado, acta de

104. Cfr. su complicada defensa del aborto -otra racionalizacin de una


conclusin muy simple- en DWORKIN, R., Life's Dominion (1993), trad. cast.
El dominio de la vida (Barcelona, Ariel, 1994).

EL LIBERALISMO DE RONALD DWORKIN

257

defuncin de la estrategia de la discontinuidad entre tica y


poltica.

2. Una tica filosfica falsa y superficial


En el pensamiento de Dworkin no siempre resulta clara su
posicin acerca de la objetividad de la tica: parece afirmarla,
pero al mismo tiempo sostiene una suerte de constructivismo
tico. Pero si la tica consiste en construir teoras que justifiquen
nuestras intuiciones fuertes, o que engloben de modo coherente
las intuiciones de la mayora, no estamos ante una tica verdadera
ni objetiva, sino ante una teora relativa a la sociedad o a los
individuos que, por las causas que sean, han llegado a tener
determinadas conclusiones como ciertas.
La explicacin de Dworkin sobre las clases de bondad
-bienestar crtico y volitivo- presupone"'l a nocin de bien. En
efecto, distingue los tipos de bien por referencia a lo mejor y lo
peor, que incluyen en s la nocin de lo bueno. La distincin, con
todo, apunta a una verdad clsica de la filosofa moral, a saber,
que no todo lo que una persona puede querer y de hecho quiere
est de acuerdo con su verdadero bien, que es la idea subyacente
a la afirmacin de que hay algo que la persona "debera desear".
Pero no puede definirse un tipo de bien --el "bienestar crtico"por referencia a lo que uno debera desear, sino ms bien explicar
qu es lo que deberamos desear por referencia a un tipo de bien.
Para verlo basta hacer el intento de explicar, con terminologa
dworkiniana, qu es lo que deberamos desear -respuesta: el bien,
el bienestar crtico ...
La idea de un bienestar "crtico" hace referencia, adems, a la
razn, que es fuente de la "crtica". La tica clsica vea el bien
moral precisamente como un "bien racional". Por eso, aunque
Dworkin no hace la referencia explcita a "la razn", se da cuenta
de que su "proyecto de hallar una tica liberal que sirva de

258

CRISTBAL ORREGO

fundamento a la poltica liberal tiene que concentrarse en el


bienestar crtico, no en el volitivo" 105 . Busca una descripcin de
los intereses crticos tal que, quienes la acepten, y busquen ese
bienestar crtico, "se deslizarn de un modo natural hacia alguna
forma de poltica y de prctica liberal"106. Ms simple sera decir
que slo la razn puede fundamentar la poltica, y que una
persona empeada en vivir conforme a la razn verdadera sobre
el bien humano tambin alcanzar las conclusiones correctas
sobre sus deberes en el mbito poltico -que Dworkin identifica
con las conclusiones liberales. Pero nuestro modo de decirlo
tiende a mostrar la prctica moral y poltica como sometida a una
verdad racional, lo cual puede sonar poco "liberal"; en cambio, el
modo de decirlo de Dworkin tiende a mostrar el encuentro de una
tica liberal como la construccin intelectual que permite
racionalizar determinadas conclusiones, y despus convencer a
otros.
Acerca de los modelos ticos que Dworkin distingue, podemos
decir lo siguiente, sin necesidad de entrar en el anlisis de los
problemas y enigmas clsicos de la tica racional.
La descripcin del modelo del desafo es vaga, sobre todo si se
tiene en cuenta que la nocin de "destreza" o de "realizacin
diestra" depende de la nocin de "bien", que en la tica clsica
era una nocin primera. Dworkin intenta fundar una tica sin
decir explcitamente cules son sus puntos de partida primeros
(nociones o juicios). Su apelacin a Aristteles est bien encaminada. Ciertamente, el bien moral es, segn la tradicin aristotlica, un bien inmanente a la accin y al ser humano que la
realiza: es el bien de la accin en cuanto accin humana. Dworkin
apunta de alguna manera a la distincin entre el bien de la
realizacin externa -objeto del arte o tcnica- y el bien propiamente moral o de la accin en s misma. En este sentido, es digno
105. EP 1Ol.
106. Ibidem.

EL LIBERALISMO DE RONAW DWORKIN

259

de elogiarse que un autor liberal se acerque a la idea de que


las acciones humanas pueden ser "intrnsecamente" buenas o
malas. Ahora bien, se equivoca al pensar -yen esto no sigue a
Aristteles- que ese bien estriba en una forma de realizacin, en
un modo diestro de obrar, a menos que abandone esa vaguedad y
diga especficamente cul es el bien objetivo cuya consecucin
implica superar el reto. Las ideas de "destreza" y "superar un
desafo" no tienen sentido sin un referente objetivo, como ponen
de manifiesto los ejemplos de la zambullida y del ascenso al
Everest. Volveramos a Aristteles si dijsemos, por ejemplo, que
se supera el reto de la vida al alcanzar la contemplacin de las
cosas divinas, o al ejercitar distintas virtudes -destrezas- definidas pos sus objetos morales (dominio de las pasiones, respeto
de la ley, etc.).
Aunque Dworkin prev la objecin de que su modelo tico es
vaco o "poco informativo"107 por no definir un bien objetivo
cuya consecucin signifique superar el reto de la vida, su respuesta de que su modelo "supone que tenemos convicciones
acerca de cmo vivir oien: y no las juzga" 108 demuestra, a nuestro
juicio, que la crtica est perfectamente bien concebida. En
efecto, Dworkin est buscando una filosofa fundamentadora
-una tica- y ha afirmado una distincin cabal entre dos modelos;
pero ahora resulta que ninguno de los dos modelos sirve para
juzgar el valor tico de las convicciones concretas. Ahora bien, si
no pueden juzgar el valor tico, tampoco pueden fundamentarlo.
Tal es el destino de cualquier fundamentacin concebida como
mera racionalizacin. Pero hay ms: si ninguno de los dos
modelos juzga las convicciones, Dworkin ha presentado una
divisin incompleta de la tica, lo cual constituye un vicio de
lgica formal. l mismo parece consciente de ese problema
cuando habla de "algn modelo ms abarcante, en caso de que
107. EP 117.
108. EP 117-118. nfasis aadido.

260

CRISTBAL ORREGO

eso sea posible"109. La divisin dworkiniana de la tica no


corresponde ni a la historia del pensamiento ni a las posibilidades
lgicas, porque hay modelos ticos que permiten juzgar convicciones y, de hecho, la mayor parte de los moralistas buscan
precisamente eso. Dicho con otras palabras, Dworkin debera
enfrentar su propuesta de fundamentacin tica de la poltica con
los proyectos realmente existentes.
La distincin de modelos ticos deja fuera a la tica clsica,
que consideraba "la tarea" cuyo logro da plenitud a una vida
humana como una cuestin de fines naturales del hombre. Porque, a fin de cuentas, los seres humanos pueden necesitar unos
criterios para decidir qu tareas se autoimpondrn. No slo es
posible ejecutar diestramente una zambullida, o subir el Everest,
o aliviar el sufrimiento, sino tambin purificar la raza aria, robar
un banco, secuestrar aviones, etc. En definitiva, ni el modelo del
impacto ni el modelo del desafo son aceptables. Naturalmente, si
hubiese que elegir quizs sera ms aceptable la vaguedad del
modelo del desafo, con su referencia a la destreza y a la
superacin del reto de vivir, que el consecuencialismo tico del
modelo del impacto, que parece ms preocupado del "mundo"
que del bien de la persona que obra. Pero no hay que elegir.

3. La igualdad liberal no tiene fundamentos ticos, excepto


en sentido tautolgico
Sobre el intento final de pasar de la tica a la poltica podemos
observar lo que sigue.
El modelo tico de Dworkin, realmente vaco -slo formal- en
cuanto no define qu ejercicios estn ejecutados con habilidad 110 ,
no pasa de un intento alambicado de racionalizacin moral. Si no
109.
110.

EP 111. Cfr. tambin EP 122, nota 38.


EP 159.

EL LIBERALISMO DE RONAW DWORKIN

261

puede fundar ni siquiera una moral concreta, cmo puede


pretender fundar la poltica "liberal"? Nosotros estamos en una
posicin intelectual de perplejidad. Por una parte, ya hemos dicho
que el significado abstracto del "liberalismo" podra ser compartido desde la perspectica tica clsica; pero rechazamos las
conclusiones concretas que Dworkin defiende como "liberales".
Por otra parte, aunque nos consideremos contrarios al "liberalismo" y al modelo del desafo, aceptamos sin vacilar que las
dos construcciones de Dworkin "podran calzar" perfectamente si
reparase l sus imprecisiones formales. Mas sera un resultado
"por definicin", precisamente porque, como el mismo Dworkin
ha dicho, el resultado de su nueva tica es otro liberalismo. No
puede ser refutado. A lo ms podemos sealar los defectos
formales, estructurales o lgicos, de su empeo constructivo.
Por otra parte, vale la pena notar que la contraposicin entre
. "justicia del bienestar" y "justicia de recursos", que Dworkin
introduce para optar por la ltima, se apoya en la construccin de
un modelo del bienestar fcil de destruir. Desde luego, la
intuicin fundamental del autor est en la lnea clsica de Toms
de Aquino, tanto en la filosofa del derecho -consideraba "lo
justo" como cuestin relativa a las cosas externas y no a la
satisfaccin subjetiva de quien las usara 11L como en la filosofa
poltica -asignaba al poder pblico la funcin de mantener las
condiciones de la justicia en la convivencia, y no la de lograr el
bienestar de todos por iguaP 12. Sin embargo, aparte de que
Dworkin ignora -salvo alusiones genricas- su posible deuda con
la filosofa prctica precedente (v.gr., Aristteles), sus afirmaciones no llegan a distinguir ni a precisar la teora de la justicia
con tanto rigor. Por eso llamamos la atencin sobre una afinidad
"global" en la medida en que el "error" construido y luego

111. Cfr. S. Th., 11-11, q. 58, aa. 8-10.


112. Cfr. S. Th., 1-11, q. 96, a. 2.

262

CRISTBAL ORREGO

destruido por Dworkin tambin sera considerado un "error" por


la filosofa prctica antigua.
El argumento de Dworkin para defender la igualdad de
recursos es feble. "Supongamos que, como punto de partida,
suponen que todos los miembros de una comunidad poltica
deberan enfrentarse al mismo reto tico abstracto y que, en
consecuencia, lo adecuado es que se asigne a cada uno idntica
porcin de recursos" 113 . Luego considera un par de objeciones y
da por probada la tesis. El non sequitur es evidente. El autor cree
que, al rechazar los contraargumentos, especialmente el de la
justicia no igualitaria, queda probada la suposicin citada que
hace equivalentes "justicia" e "igualdad de recursos" 114. Sin
embargo, de hecho no ha dado ningn argumento positivo. Ms
an, acepta que puede haber un esquema econmico justo que
produzca ms recursos para alguna parte de la comunidad, y que
los ms pobres pueden serlo justamente ("quiz por haber
trabajado menos que otros") 115. El procedimiento dialctico de
Dworkin es deleznable: establecer una suposicin, mencionar dos
contraargumentos fcilmente refutables, refutarlos y dar la
suposicin por probada sin haber dicho nada positivo en su favor.
En cuanto al intento de probar que no es incongruente trabajar
polticamente por la igualdad y, a la vez, actuar parcialmente en
la vida cotidiana, Dworkin ha dado una indicacin adicional
sobre lo que significa "igualdad de recursos". Significa, al parecer, que todos estn satisfechos con los recursos asignados en
una subasta, y que todos respeten lo suyo de cada uno. Este
planteamiento tiene de verdadero la repeticin de que la justicia
consiste en dar y respetar a cada uno lo suyol16. Sin embargo, la
supuesta subasta no sirve para definir un criterio de justicia
precisamente por su carcter ficticio -como el contrato social que
113. EP 177.
114. Cfr. EP 177-179.
115 . EP 175.
116. Cfr.S. Th.,II-II,q.57,a. l,yq.58, aa. 1-2.

EL LIBERALISMO DE RONALD DWORKIN

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Dworkin rechaza-, que Dworkin parece olvidar. La teora de la


justicia no puede proponer un criterio ideal para decirnos qu
sera justo en nuestro mundo. Adems, si se repara en el carcter
ficticio de la subasta, puede darse la debida importancia al
problema del tiempo y de la herencia: nunca existe el punto de
partida igualitario que dara licencia para la parcialidad. De nada
sirve sostener que es la asignacin igualitaria de recursos lo
que "debera ser" el punto de partida, porque es sencillamente
imposible una asignacin igualitaria de recursos en una sociedad
histrica determinada. Slo es posible encontrar criterios que
permitan juzgar si las asignaciones de hecho existentes son o no
"justas", a pesar de que el transcurso del tiempo, la herencia, el
trabajo, etc., las hayan hecho desiguales. Naturalmente, si la
teora de la justicia exigiese igualar los recursos de cada nuevo
ser humano que nace con los de quienes ya existen o nacen "al
mismo tiempo", no sera compatible la justicia con la parcialidad
en favor ni de s mismo ni de la propia familia: toda diferencia de
recursos que se produzca habra de ser eliminada en favor de
quienes van naciendo. Estrictamente hablando, sera una teora de
la justicia incompatible con la temporalidad, con el ahorro, con la
familia, con la herencia y la misma propiedad privada. En verdad,
la teora de la justicia esbozada por Dworkin no da ningn
criterio positivo de justicia y se basa en hiptesis imaginarias.
Dworkin no hace ninguna referencia a los criterios clsicos
(v.gr., de Aristteles o Toms de Aquino) que servan para compatibilizar la justicia, entendida como ciertos modos de igualdad
en las relaciones humanas, cOn la bsqueda ordenada del bien
propio y del bien de los ms cercanos con preferencia al bien de
los ms lejanos 117 . Ciertamente intuye bien que son compatibles,
pero no nos dice convincentemente por qu.
Finalmente, unas observaciones sobre los fundamentos de la
tolerancia. En esta seccin final del libro, Dworkin invierte de
117. Cfr. S. Th., 11-11, q. 26, especialmente aa. 1 y 6.

264

CRISTBAL ORREGO

modo ilgico el orden de los factores de toda su obra. Ha dicho


que quiere demostrar que a partir de su tica del desafo se llegar
a las convicciones polticas liberales. Mas ahora pretende que eso
se prueba demostrando que su teora tica apela de 'hecho a
principios que "podran ser ampliamente aceptados sin que la
gente tuviera que abandonar convicciones que es muy improbable
que abandone"118. La igualdad liberal debera poder presentarse
"a polticos ilustrados y democrticos con alguna garanta de
xito" 119. Pero una cosa es sostener que los "liberales ticos"
llegarn por s mismos a ser "liberales polticos" (tesis principal
que ha de demostrarse) y otra, de orden inverso, que los "liberales
polticos" llegarn o podrn llegar a aceptar convertirse en "liberales ticos" (tesis de la ltima parte del libro comentado). Probar
esto nada nos dice sobre aquello. En efecto, todos podramos
estar de acuerdo en un modelo tico lo suficientemente vaco
-atractivo como la cuasi-nada comn para un cmodo consenso
imaginario-, sin que ste hubiese tenido nada que ver con la
adquisicin de nuestras convicciones ticas concretas o polticas.
Adems, el intento de demostrar que la "tica del desafo"
tiene el atractivo de concitar el consenso de personas de diversas
tradiciones ticas falla por las siguientes razones. En primer
lugar, falla porque la posible aceptabilidad "para muchos" de su
modelo slo se puede basar en su grado de vaciedad conceptual,
es decir, precisamente en el hecho de que de tal modelo no deriva
ninguna exigencia tica determinada. De modo que su atractivo
no est en su superioridad como tica fundamentadora, sino
exactamente en lo contrario; mas no es realmente un "atractivo",
sino un mero no provocar rechazo. En segundo lugar, Dworkin
cree que no es difcil abrazar su modelo fundamentador porque
no exige abandonar ninguna conviccin concreta (v.gr., sobre la
religin o el sexo); sin embargo, las personas moralmente res-

118. EP 190.
119. EP 192.

EL LIBERALISMO DE RONAW DWORKIN

265

ponsables, quienes se preocupan realmente de su conciencia y de


discernir lo bueno de lo malo, tienen tanto o mayor apego a los
principios primeros fundamentadores como a las convicciones
concretas. Ms an: quien es capaz de renunciar a sus principios
fundamentadores con tal de salvar sus conclusiones concretas
revela que est ms interesado en poder seguir comportndose de
determinada manera que en tener las razones adecuadas para
comportarse as. La tica clsica, por el contrario, exige en primer
lugar "obrar conforme a la razn", es decir, tener las razones para
obrar y acomodar a ellas las convicciones concretas. Buscar
razones que "justifiquen" unas convicciones inamovibles sobre
tal o cual materia es mera racionalizacin del capricho. Podra
decirse, con otras palabras, que las personas de diversas "tradiciones ticas" tienen, como parte de dichas tradiciones, los
modelos ticos que Dworkin reputa inferiores, y tales modelos
son siempre ms difciles de abandonar que una u otra conclusin, porque los seres racionales dan ms importancia a los
porqus presentes en el origen de una conviccin que a la misma
conviccin concreta.
En tercer lugar, el autor aduce la duradera vitalidad del
liberalismo como prueba de que su modelo del desafo, fundamentador del liberalismo, ya ha ejercido su atractivo sobre la
gente. Se trata de una peticin de principio, porque primero se
debe demostrar que su modelo del desafo es precisamente lo que
fundamenta el liberalismo. Si el liberalismo es aceptado, seguramente su filosofa subyacente tambin lo es; pero el objetivo del
libro entero, y especialmente de esta ltima parte, es demostrar
que el "modelo del desafo" es la mejor tica fundamentadora del
liberalismo. No puede usar como prueba aquello mismo que
quiere probar, a saber, que la tica del desafo es la parte fundamentadora del liberalismo aceptado por muchos. Adems,
cabra objetar tambin que Dworkin ha sostenido exactamente lo
contrario, a saber, que la estrategia fundamentadora del liberalismo tradicional es la de la "discontinuidad", y no su "tica del

266

CRISTBAL ORREGO

desafo" que, siendo original suya, viene a dar origen a otra fonna
de liberalismo. Luego, el liberalismo aceptado socialmente servira corno argumento para pensar que la tica imperante en la
"imaginacin" de la gente no es la propuesta por Dworkin.
En cuarto lugar, la "promesa de consenso" de la tica del
desafo es demasiado estrecha. En efecto, Dworkin pasa de sostener que debera ser atractiva para personas de muy diversas
tradiciones ticas a afinnar que podra presentarse con garanta de
xito "a polticos ilustrados y democrticos". Esta es una gran
restriccin del universo de las tradiciones ticas, especialmente
si se considera -corno hemos dicho- que entonces se invierte
nuevamente el orden fundamentador entre tica y poltica. En
efecto, ahora es la tica del desafo la que parece medirse por el
baremo de su aceptabilidad para quienes profesan unas determinadas ideas polticas. Por lo dems, parece que el universo
moral de Dworkin incluye a los que ya estn de acuerdo con l en
ser "ilustrados y democrticos", y ms all nos encontrarnos con
"los fanticos religiosos que piensan que Dios los castigar para
toda la eternidad a menos que nos maten"120. Pero seguramente
hay muchos demcratas que rechazan tanto el homicidio por
fanatismo religioso corno las permisiones homicidas del liberalismo (aborto, eutanasia, etc.).
En cuanto a los fundamentos de la igualdad liberal para la
tolerancia o "neutralidad en el modo de operar", cabe observar
lo siguiente. Para juzgar este intento de fundar la tolerancia
conviene distinguir entre la tolerancia que funda y el modo de
fundarla. Si nos fijarnos en la tolerancia que funda, Dworkin
vuelve a los clsicos: no deben imponerse criterios ticos ms all
de lo que exija la justicia. No basta que una mayora desapruebe
una conducta, si sta es slo "antitica" pero no "injusta". En este
sentido, Dworkin est de acuerdo con los filsofos polticos que
usan los principios ticos para restringir los lmites de lo que
120. Cfr. EP 193.

EL LIBERALISMO DE RONALD DWORKIN

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una mayora democrtica podra hacer. Sin embargo, Dworkin


es incluso menos tolerante que los clsicos (v.gr., Toms de
Aquino), porque stos no slo aceptaban que las conductas
meramente antiticas -no injustas- no deban castigarse nunca,
sino que adems se planteaban el autntico problema de la
tolerancia: podemos o debemos dejar sin castigo incluso ciertas
conductas injustas?121 Dworkin parece responder que su igualdad
liberal no ser tolerante con quienes desafan la teora liberal de la
justicia. Al parecer, en el estado liberal cualquier cosa "injusta" o
"antiliberal" puede ser reprimida sin incoherencia poltica. Por el
contrario, los clsicos aceptaban la tolerancia prudencial de la
injusticia. Cuestin aparte sera discutir por qu los clsicos
consideraban la prctica homosexual --el ejemplo ms socorrido
por Dworkin para hablar de tolerancia- contraria no slo a la
castidad, sino tambin a la justicia.
Si suponemos que la tolerancia defendida por Dworkin es
aceptable en su estructura general -slo la consideramos inaceptable en cuanto a los contenidos concretos que l quiere tolerar-,
todava hace falta ver si se llega a ella con la "tica del desafo".
Nos parece que la tica del desafo, aunque sirve para decir que
efectivamente deben tolerarse las diversas ticas que no afecten a
la justicia, no nos dice nada acerca de qu afecta y qu no afecta a
la justicia. Sus tesis sobre la "igualdad de recursos" son demasiado generales, y ms bien exigen una teora de la justicia previa
para evaluar la igualdad. De modo que los prrafos dedicados por
Dworkin a presentar la tolerancia liberal como consecuencia de
su tica del desafo no son concluyentes. Ms an: su rescate de
la continuidad entre tica y poltica lo lleva a rescatar tambin la
visin preliberal sobre la tolerancia, slo que menos tolerante.
La ventaja de este libro para los "liberales" est, a nuestro
modo de ver, en que proporciona racionalizaciones ms fuertes
para las "conquistas" contrarias a la moral tradicional cristiana
121. Cfr. S.

Th., 11-11, q. 26, a. 2.

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CRISTBAL ORREGO

(homosexualidad, divorcio, aborto, libertinaje materialista en general). La maniobra intelectual de Dworkin consiste en dar un
paso que reviste las conclusiones de la tica liberal, basada en
negar la conexin tica-poltica, de la fuerza de la tica preliberal,
fundamentadora de la poltica en la tica. Pero el intento es
fallido por dos razones que resumen todo lo que hemos expuesto
en este artculo: (i) Dworkin no conoce la historia intelectual
precedente -o la oculta a sus incautos lectores-, y nadie que la
conozca en sus lneas generales podra aceptar las tesis de este
libro; y (ii) sus argumentos son o bien viciosos desde el punto de
vista lgico o bien basados en la construccin de rivales a la
medida.

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