Ética para Amador Resumen
Ética para Amador Resumen
Ética para Amador Resumen
En una palabra, entre todos los saberes posibles existe al menos uno
imprescindible: el de que ciertas cosas nos convienen y otras no.
Saber lo que nos conviene, es decir: distinguir entre lo bueno y lo
malo, es un conocimiento que todos intentamos adquirir por cuenta
que nos trae.
Sin embargo, a veces las cosas no son tan sencillas: ciertas drogas,
por ejemplo, aumentan nuestro bro o producen sensaciones
agradables, pero su abuso continuado puede ser nocivo. En unos
aspectos son buenas, pero en otras malas: nos convienen y a la vez
no nos convienes. La mentira es algo en general malo, porque
destruye la confianza en la palabra y enemista a las personas, pero a
veces parece que puede ser til o beneficioso mentir para obtener
alguna ventajilla.
Lo de saber vivir no resulta tan fcil porque hay diversos criterios
opuestos respecto a que debemos hacer. Algunas aseguran que lo
ms noble es vivir para los dems y otros sealan que lo ms til es
lograr que los dems vivan para uno. Segn ciertas opiniones lo que
cuenta es ganar dinero y nada ms, mientras que otros arguyen que
el dinero sin salud, tiempo libre, afecto sincero o serenidad de nimo
no vale nada.
En su medio natural, cada animal parece saber perfectamente lo que
es bueno y lo que es malo para l, sin discusiones ni dudas.
Diferencia entre hombre y animales . Y as llegamos a la palabra
fundamental de todo este embrollo: libertad los animales no tienen
ms remedio que ser tal como son y hacer lo que estn programados
naturalmente para hacer. Los hombres tambin estamos
programados por la naturaleza. Estamos hechos para beber agua, no
leja, y a pesar de todas nuestras precauciones debemos morir antes
o despus. Y de modo menos imperioso pero parecido, nuestro
programa cultural es determinante: nuestro pensamiento viene
condicionado por el lenguaje que le da forma. Somos educados en
ciertas tradiciones, hbitos, formas de comportamiento, leyendas..;
en una palabra, que se nos inculcan desde la cunita unas fidelidades
y no otras. Todo ello pesa mucho y hace que seamos bastante
previsibles.
Cierto que no podemos hacer cualquier cosa que queramos, pero
tambin cierto que no estamos obligados a querer hacer una sola
cosa. Y aqu conviene sealar dos aclaraciones respecto a la libertad:
Primera: no somos libres de elegir lo que nos pasa, sino libres para
responder a lo que nos pasa de tal o cual modo.
Segunda : ser libres para intentar algo no tiene nada que ver con
lograrlo indefectiblemente. No es lo mismo la libertad que la
omnipotencia. Por ello, cuanta ms capacidad de accin tengamos,
mejores resultados podremos obtener de nuestra libertad. Hay cosas
que dependen de mi voluntad (y eso es ser libres) pero no todo
depende de mi voluntad (sera omnipotente), porque en el mundo hay
otras voluntades y otras necesidades que no controlo a mi gusto.
En la realidad existen muchas fuerzas que limitan nuestra libertad.
Pero tambin nuestra libertad es una fuerza en el mundo, nuestra
fuerza.
A ese saber vivir, o arte de vivir si prefieres, es a lo que llaman tica.
De ello, si tienes paciencia, seguiremos hablando en las siguientes
pginas de este libro.
La libertas no es una filosofa y ni siquiera es una idea: es un
movimiento de la conciencia que nos lleva, en ciertos momentos, a
pronunciar dos monoslabos: Si o No. En su brevedad instantnea,
como a luz de relmpago, se dibuja el signo contradictorio de la
naturaleza humana.
Captulo Segundo: rdenes, costumbres y caprichos.
Vamos a detallar la serie de diferentes motivos que tienes ara tus
comportamientos matutinos. Ya sabes lo que es un motivo: es la
razn que tienes o al menos crees tener para hacer algo, la
explicacin ms aceptables de tu conducta cuando reflexionas un
poco sobre ella. La mejor respuesta que se te ocurre a la pregunta
Por qu hago eso? Pues bien, uno de los tipos de motivacin que
reconoces es el de que yo te mando que hagas tal o cual cosa. A
estos motivos les llamaremos rdenes. O tambin el ver que t
alrededor todo el mundo se comporta as habitualmente: llamaremos
costumbres a este tipo de motivos. Los puntapis a la lata, por ej, el
motivo parece ser la ausencia de motivo, el que apetece sin ms, la
pura gana, llamado capricho. Dejo de lado los motivos ms
crudamente funcionales, es decir los que te inducen a aquellos gestos
que haces como puro y directo instrumento para conseguir algo.
Cada uno de esos motivos inclina tu conducta en una direccin u otra,
explica mas o menos tu preferencia por hacer lo que haces frente a
las otras muchas cosas que podras hacer.
Levantarte para ir al colegio es ms obligatorio que lavarte los
dientes o ducharte. Cada tipo de motivo tiene su propio peso y
condiciona a su modo. Las rdenes sacan su fuerza del miedo, el
Por qu esta mal lo que llamamos malo? Es por que no le deja vivir
a uno la buena vida que quiere.
Deberamos llamar egosta al que sabe de verdad lo que le conviene
para vivir bien y se esfuerza por conseguirlo. El egosta se ama a si
mismo, y el que no es un poco egosta pasa a ser un imbcil que
necesita conciencia para poder aprender a amarse a si mismo.
El que no aprende lo anterior pasa a ser un enemigo de si mismo, a
estropear su verdadera posibilidad de ser amado y respetado por el
resto de sus compaeros humanos.
Si uno se hubiera amado de verdad a si mismo, debera haber
intentado exteriorizar por medio de su conducta ese interior limpio y
recto, su verdadero Yo.
El remordimiento aparece cuando uno es conciente. Si no uno fuese
consciente no tendra por que sentir remordimientos de su
conciencia. No hay peor castigo que darse cuenta de que uno est
boicoteando con sus actos lo que en realidad quiere ser. Los
remordimientos vienen de nuestra libertad. Si no fusemos libres no
podramos sentirnos culpables de nada y evitaramos los
remordimientos.
Siempre queremos ser libres para atribuirnos el mrito de lo que
logramos,
pero
preferimos
confesarnos
esclavos
de
las
circunstancias cuanto nuestros actos no son precisamente gloriosos.
Lo serio de la libertad es que tiene efectos indudables, cada acto libre
que hago limita mis posibilidades al elegir y realizar una de ellas.
Entonces lo que llamamos remordimiento no es ms que el
descontento que sentimos con nosotros mismos cuando hemos
empleado mal la libertad, es decir, cuando la hemos usado en
contradiccin con lo que de veras queremos como seres humanos.
Ser responsable es saberse autnticamente libre, para bien y para
mal. Todos los que quieren dimitir de su responsabilidad creen en lo
irresistible. Aquello que avasalla sin remedio, sea propaganda, droga,
apetito, soborno, amenaza, forma de ser. En cuanto aparece lo
irresistible deja uno de ser libre y se convierte en marioneta a la que
no se le deben pedir cuentas. Lo irresistible no es ms que una
supersticin inventada de los que le tienen miedo a la libertad. Por
ms que se nos vigile en todo sentido, siempre vamos a poder obrar
mal, si es que queremos.
El tipo responsable es consciente de lo real de su libertad y el empleo
de lo real en doble sentido de lo autentico o verdadero pero