Pedagogía en La Contrarreforma
Pedagogía en La Contrarreforma
Pedagogía en La Contrarreforma
Durante casi 20 aos, la Iglesia Catlica vea como gran parte de los catlicos se
peleaban entre ellos, el mundo occidental cristianizado se vio dividida entre
cristianos catlicos y los cristianos protestantes. El catolicismo haba perdido
terreno y ya no era la religin oficial en muchos estados de Europa,
principalmente en Alemania, Francia, Pases Bajos, Hungra y Austria. Sus
obispos, dejaban de reconocer al Papa como la mxima autoridad de la Iglesia
Catlica, se separaban de Roma incluso algunos cardenales y en consecuencia,
hubo muchos partidos de Roma que requeran la reaccin de su Iglesia Catlica,
que mejorar sus costumbres y corrigiera los errores que haban provocado la
Reforma Protestante. A esta reaccin contra el protestantismo se le conoce
generalmente como la Contrarreforma, o Reforma Catlica. Movimiento el cual
tuvo lugar en el seno de la Iglesia Catlica en los siglos XVI Y XVII.
Aunque muchos tenan la necesidad de reformarse, no saban el modo de
hacerlo. Pronto, se lleg la idea de que la mejor solucin era convocar a un
Concilio donde se pudiese discutir las posibles reformas. Carlos V presionaba a
los Papas para que se creara ese concilio con la esperanza de que la Iglesia
Catlica volviese a existir unificada, pero los Papas desconfiaban de los
propsitos polticos de Carlos V en Italia y no convocaron a este concilio sino
hasta el ao 1545, reunin que ser conocida como Concilio de Trento (15451563).
El Concilio de Trento tuvo especial importancia en el paso del Medioevo a la Edad
Moderna, concretamente lo convoc el Papa Paulo III, no slo para responder a la
Reforma protestante sino tambin para fijar el dogma catlico. Se ocup de los
dos grandes problemas del momento, los doctrinales y los disciplinares. Los
obispos catlicos reafirmaron los dogmas de fe que haban sido puestos en duda,
se reafirm la jerarqua eclesistica y la autoridad suprema del Papa, se
renovaron las rdenes religiosas imponiendo normas estrictas y se crearon
centros de formacin religiosa.
Encargaron el restablecimiento del Tribunal del Santo Oficio, conocido como la
Santa inquisicin, la cual fue diseada para controlar , perseguir , encarcelar y
castigar a los que no estaban siguiendo la doctrina catlica. Miles de
protestantes, Judos y miembros de otras religiones fueron perseguidos y
castigados por el Santo Oficio.
Se confeccion una lista con libros no aprobados por la iglesia llamada ndice de
Libros Prohibidos, por contener afirmaciones contrarias a la fe. Los libros
incautados seran quemados. Quin se enredaba con los mismos reciba castigos
severos. Varios autores , muchos cientficos fueron detenidos y condenados
como autores de libros con ideas no aceptadas por el Papado. Era una manera de
detener el avance de otras doctrinas y mantener el control cultural en manos de
la Iglesia Catlica.
Entre las nuevas rdenes, la que ms destac fue la Compaa de Jess. Fue
fundada en 1.540 por San Ignacio de Loyola.
La compaa, creada para el combate, fue organizada como un cuerpo de
ejrcito, gobernada por un general que dispona de una autoridad absoluta, y
sometida enteramente al papa. El que deseaba ser soldado de Jess, o jesuita,
deba renunciar a tener otra voluntad que la de sus jefes.
Los jesuitas obraron por la predicacin, pero sobre todo por la confesin y
educacin. Los jesuitas propagaron un documento llamado Ratio, este tena dos
sectores como estudio, uno inferior y otro superior, en el primero se estudiaba
las humanidades y la gramtica, y en el segundo la formacin teolgica y
filosfica. Otros catlicos eran: Calasanz y La Salle y ellos manifestaban que se
debe combatir la ignorancia por un sentido religioso, la escuela es vida y en ella
se debe forma el hombre cristiano.
Supieron atraer a sus colegios a los hijos de los nobles, y hasta a los hijos de los
prncipes soberanos. Por los jesuitas fue que Alemania del Sur, y especialmente
Austria, fueron reconquistados al protestantismo. El mismo xito tuvieron en la
parte de los Pases Bajos que forma hoy Blgica.
Por donde quiera que los jesuitas ejercieron su accin, tuvieron en vista el inters
general del catolicismo, y no el inters particular de un soberano o de un Estado.
Fueron nicamente los soldados de Cristo; es decir, los soldados del papa.