Bastardos
Bastardos
Bastardos
A esos tipos tan intelectuales no les gusta mantener una conversacin a menos que
sean ellos los que lleven la batuta. J. D. Salinger.
Directorio
Ricardo Lugo-Vias
DIRECTOR GENERAL Y
EDITOR RESPONSABLE
COORDINADOR DE CONTENIDOS
R. Israel Miranda
DIRECTOR DE ARTE
Max Rojas
ASESOR EDITORIAL
CONSEJO EDITORIAL
Eduardo Rivera, Jaime Coello Manuell, R. Israel Miranda, Max Rojas, Hortensia
Carrasco, Eusebio Ruvalcaba, Jess Rito Garca, Aldo Snchez Briones, Martn
Heredia Zeballos, Carlos Bortoni, Edgar Prez Pineda, EsterOrtega, Jezreel
Salazar, Ivn R. Vsquez, LA-LOV, Gabriel Rodrguez Liceaga y Anglica
Cabrera. Recoleccin de pulgas de J. D. Salinger: Eusebio Ruvalcaba.
Primera edicin abril de 2010
[email protected]
ndice
VETE ENTERANDO
Eduardo Rivera ..................................... 41
EL TURNO DEL AULLANTE
Max Rojas ............................................... 43
ESPEJOS
R. Israel Miranda ................................. 47
UN PADRE EJEMPLAR
R. Israel Miranda .................................. 15
POEMAS
Hortensia Carrasco ............................... 50
NIDIA CIELO
Gabriel Rodrguez ................................. 20
VITALC
Ange ........................................................ 52
BREVES INCURSIONES
AL ESPACIO ESCULTRICO
Jezreel Salazar ....................................... 26
el perro bastardo
TODO DEPENDE DE LA
GRADUACIN DEL LICOR
CON QUE SE MIRA
Aldo Snchez Briones ............................ 29
LOS PERROS FAMLICOS
Jess Rito Garca ................................... 31
LAS LLAVES
LISZT
Eusebio Ruvalcaba ................................ 54
dossier
EL CONCIERTO
Ester Ortega ........................................... 38
LOTERA DE BARRIO (jaifik)
CANTO MARIANO (soneto)
Jaime Coello ............................................ 39
4
Editorial
compasin
por
un idiota
E
P
dgar
rez
10
perro viejo
y cansado
C
B
arlos
ortoni
dos cuentos
Falta de aprehensin
Marcos no entendi del todo porqu su madre era tan joven, radiante,
curvilnea, y hermosa. Tampoco entendi qu cosa eran las pastillas
blancas que ella tomaba antes de dormir ni quines eran los distintos
hombres que constantemente entraban y salan de su habitacin; ni
porqu era un hombre distinto cada noche; ni porqu cada maana
ella se despertaba diciendo: los hombres son unos pendejos para
coger, slo te la meten y te la sacan Lo que menos comprendi
es porqu la maana en la que l cumpli 3 aos de edad su madre
no se despert y l encontr el frasco de las pastillas completamente
vaco
Marcos nunca supo qu le pas a su madre aqulla maana en la
que nadie lo sac de la cuna...
Vomitando
Te gusta amanecer en tu propio jugo, en tu propio vmito... Te
gusta meterte el dedo hasta el fondo de la boca, y tocar esa cosa
pequeita, casi insignificante, que cuelga all atrs... Aunque, en
ocasiones, te envicias tanto que ya slo devuelves bilis. En ocasiones,
ya slo devuelves hombres y amores fallidos. En ocasiones, ya slo
devuelves todos los sueos de la infancia... Te gusta meterte el dedo
y purificarte... Pero tambin te gusta mirar el vmito y darte cuenta
que nada se resolvi... Ahora tendrs que limpiar y volver a tragar
toda la mierda de la semana.
14
un padre
ejemplar
R. I
M
srael
iranda
-V
donde estas sentado. Y que me caen dos tiras y bjese seor. Le pas
su falda a la ora y me baj del carro.
-Muy bonito Don- me dice el tira.
-Y eso que no me la vio completa mi poli.
-Ah, graciosito el viejito.
-Viejita tu puta madre!- Y vali vergas, directo a la Delegacin.
La seora estaba medio preocupada, ya sabes ay qu van a decir
mis hijos, mi marido! Y yo tranquila no va a haber pedo. Llegando al
tambo que le marco a m chavo. Lleg, habl con el chido en turno.
Despus se me acerc.
-Ahora si la regaste bien bonito pap. Ni modo, la multa es de
quinientos varos. No inventes pap, con esa lana mejor te la hubieras
llevado a un hotel, te compras un buen vinito y hasta una cenita o
no seora?- Ella estaba bien apenada, ni levantaba la cara, era vecina
de mi hijo -Bueno... ya habl con el Licenciado, dice que no hay
problema, que le des lo que t consideres pertinente y no hay bronca.
Me acerco al Licenciado y le digo... Ya me explic mi chavo cmo
est el asunto, as que le voy a dar lo que considero pertinente... Cien varos,
para que no se les ocurra volverme a interrumpir mientras cojo. Vmonos
mijo.
Noooo carnal. Inmediatamente sent como me zumbaban los
odos y me retumbaba el culo. Me la han de haber mentado hasta
por los huevos, pero me vali madre. Ya en la puerta le digo a mi
hijo Qu onda cuanto te debo de tus honorarios.
-Nada pap cmo crees?
-No cabrn, cbrame. Digo, si le llamo a mi hijo el Licenciado
es para que me desafane del pedo sin pagar y me sangraron cien
varos! Para eso, me consigo a cualquier pendejo.
-Vale madre pap, contigo no se puede- Y que se va bien
encabronado mi chavo.
Bajo en la esquina Don. Muchas gracias.
-Pues t te lo pierdes carnal, la neta soy un buen desmadre.
19
nidia
cielo
G
R
abriel
odrguez
25
breves incursiones al
espacio
escultrico
J
S
ezreel
alazar
III. Rodeo
V. Pompa de jabn
Cada vez que lo pensaba me entraban ganas de tirarme por la ventana. J. D. Salinger.
LOS BASTARDOS DE LA UVA
2010
desde el fondo
de
laR tierra
J
G
ess
ito
arca
El llanto de un nio
34
Para R. Romero
Rutina
Bebe caf,
fuma marihuana,
lleva a sus hijos a la casa de la abuela.
Vive con la reina,
sus viajes de negocios los realiza con la mami
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Apostara mil dlares a que Cristo no haba mandado a Judas al infierno. J. D. Salinger.
LOS BASTARDOS DE LA UVA
2010
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el concierto
E
O
ster
rtega
38
poemas
J
C
aime
oello
Lotera de barrio
(jaifik)
39
Se me detuvo la Glaciacin
Canto mariano
(soneto)
40
veteE enterando
R
duardo
ivera
41
42
poemas
M R
ax
ojas
43
X
Era como si el fantasma de un hombre que se hubiera
ahorcado regresara al lugar de su suicidio, por pura
nostalgia de beber otra vez las copas que le dieron valor
para hacerlo y preguntarse, tal vez, cmo tuvo el coraje.
Malcolm Lowry, Bajo el volcn.
...y sepa dnde y cundo apualearon mi cadver
a Valquiria
y desde entonces
a puro pinche ardor me estoy enfriando.
Ni lumbre en el finar del almaraje y sus trocitos queda,
y slo el agujero est y estamos dentro
mi esqueletada y yo y mis agujeros,
a trompicones tentaleando fondo
para por fin tener donde aventar el alma
y de una vez echar la moridera.
Luego de extremaunciarme el esqueleto,
mi pinche extraacin se fue de golpe;
a tales rumbos me avent de lejos
que pura mugre soledad me fui encontrando;
de arrempujn en empujn llegu a mis huecos,
todo ya de oquedad hallado hoyado,
y sin huesaje ya y sin nada
en que la agonicin llevar a cabo.
Es fro me dije lo de agonir que tanto escalda,
pero el asunto es memoriar lo que en trocitos
del almaje va quedando de esa mujer, y yo memorio
de cuando me hoyanc, y luego hubo un desmadre tal
que estropici la elevacin de los San ngel,
y memoreo, tambin, que al destazarme
los huecos se me fueron hasta un deshuesadero tal
que, entonces, mi agujeraje y yo crujmonos de fro,
y a puro pinche enfriar hemos andando desde entonces.
Extremahumado ya,
ni un chinguirito de lumbre en el almaje y sus retazos
queda
para lumbrar siquiera el huesar donde a tumbos
velorio a esa mujer que desahuci mi almario
y cascaj, de paso, la ardidera.
Una llagada me dej, y qu llagada,
y aluego hubo un friadal y un chingo ms de cosas
que a chingadazos, pues, me auparon la cada.
Si as me dije, sin nada de huesar
y a puro bjero velorear por siempre a esa mujer
45
46
espejos
R. Israel Miranda
I
No me gustan los espejos,
el ltimo que tuve se lo llev una mujer
junto con todas sus promesas
y todos los qumicos que utilizaba
para detener el tiempo,
para enredarse con el reflejo
de lo que nunca fue.
No me gustan los espejos,
especialmente los de las cantinas.
Un momento ests haciendo recuento
de las distintas botellas que te has bebido
y de pronto apareces del otro lado
cada vez ms viejo,
destrozado.
Te preguntas cmo has podido llegar hasta ah,
cmo has conseguido sobrevivir
siempre defraudando,
huyendo,
engaando,
robando a quien se deje
esa vitalidad que slo obtienes
despus de la sagrada ceremonia del alcohol.
47
II
El sexo y las penas saben mejor con cerveza.
Y as vamos, cerveceando,
silbando el blues de las horas malditas,
aullando el rock del constante abandono.
Desatando la meloda
de las mujeres destiladas con tequila y naranjada,
de las amistades incineradas en bachitas de marihuana,
del amor vuelto espejismo,
silueta,
apenas figuracin de lo que era y,
lamentablemente,
ya no ser.
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III
No me gustan los espejos,
te arruinan los tragos,
el sexo,
TODO.
Por eso los detesto.
poemas
Hortensia Carrasco
II
50
XII
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vitalc
A
nge
poemas
El Perro Bastardo
Eusebio Ruvalcaba
las llaves
liszt
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dossier
Aunque
sea
calibre
35 mm
S
P
ancho
antera
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