Esping Andersen Los Tres Mundos PDF
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DEL F:STADO
DEL BIENESTAR
G0STA ESPING-ANDERSEN
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~ ~~~~c~t~~!6JC'Y~DLEE~l~~~~A
1993
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tudu solo sl'f\'lria p;lra ;lhngar (.) prorr-s igualatorio de-l intt'ITamhio
competitivo y crearia moriopol ios. proteccionismo c ineficucin: c!
mercado.
I Se clla a menudo a Adam Smith. pero cn.~i llunca ,.e Ie lel', Un exunwl1 m;is profundo
de l;US l'scnlos rlvt'1u un h~[ld() de Olatintl'ion y una sprip lie reservtls que re;;t.ring-en
; En La l'Ilflj('ZCl de las NIll'w/ll'.~ (\Hot. II, p. :l:Hj), Srllllh hacI' 1,1 sit.{uil'1l1t' cC1l11ent..1rio
acerce dt' los Est.iJdos que apoyan el privllegio y 101 s('guridad de los prof1t't.arios: "el go
bierno civil, hast.a hom imililuido para 10 seKuriliad de la propiedad, l'll realidnd e8lii
instituido para la dl,r(n...:a dt, los ricus \'onlra II> ,"IlJl<'," dt, I:i dl' :L(pll,lIl1S qlll' lJl'm'1l
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" E81.a t.mdici6n l':-; pnidieamt'lltt' d('1'il'onocida para los let t.on'l'I anglo,;ajolles pill' :\1{' 'le
ha t.raducido muy pow 01 mgk~, Un ll'x\o (']nv(' 4Ut' inf1u) () Illu('ho ('11 d dehate puhill'll
y mas tarde en la 1l'g:isl;ll"ion social rUl' Unit' uhl'r die Sfl,'IU/I' Pm!:!!' (11'172), d(' Adolph
Wag-ner, Para un;! panoramica d(' ('f;l:'l 1radi('ioll d(' ('Cllll"mla politic;\ t'n ingll's, n'a1'i('
Schumpel('r \ 19:,4 J, ,Il Robrl' l(,.j,} How,'r : 19 J7)
Dentm d(~ III tradicitln cat.nJic;\ lo~ . . C',,[O...: ,lInrl,:unl nt.a[l',"; S:lO las do,'i ('nn('hc.:<l~ papa
les, Rawn NO/'arum (1 loin 1) y Quadr(ltw.~lfn() An '/0 11~n 1, L:'l prinei p,11 Ii nalid:ld dl' la
economfa social cuwJica es una organiwclOn social en 1<1 que una ramilia ruerle "e inle
gra en corporacioneR interclnsisl.ali, ayudada por e1 Estadl! ('n terminos del pnndpio de
subsidi~ridnd. Pant u~a discusitjn rl:'l'ieI1t~, vea~er 1~~~li11. .,
,
AI 19ual que 10'; hb('rales, los ec{JnOflllst.a:; conserva1:ft,n's tamblCn lll'm'n liUS reso
nancias contemporaneas, aunque son sustancialmente menos numerosas, Un relmrgi
mient.o tu\'o 1uKar con el conc.:ept.o fascist.a del Estado corporat.ivo IStandisch) de
Oltmar Spann en Alemania. El principio de suh:sidiaridad guiu t.odavfn gran parte de b
11 JX.llitica demoaat.acri:-;liana nlemana (veURl' Hicht.er, 191'17 J,
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Los plinciplll('~ l'xponl'nll'l' de psII' an:'disis son III \'l,wlleln al('ll1lll111 dl' la "t1l'rivaci6n
del g:,ltado" (Muller y Neus~ul.4, 197;1); Oni> (1972); O'Connor (HI73l; eough (HJ79); Y
tambien la oora de Poulanlzlll' U~J7:3J, Como indicun Skocpnl y Amenta (1986) tm l'U ex
celente revision, el ellfo4ue esta lejos de :,It:lr unidimensiollul. Asi, OfTe, O'Connor y
Gough identifican tam bien 18 funcion de las reformas sociales como concesioncs a las
demtlndas dp las mn~as y l'Omo pot<'ncialmcnte cuntradictoriaa.
Hist6ricamente, In opol'\il'i6n t'OdllJistil II las refonu3s pnrlnmt'lltllriuH el'luvo menos
motivada por 1a ttloria que por la realidad. August Bebel, eJ gran Iider de ill social demo
cncia alcmana, rechazo 18 legislaci6n social pionera de Bil'marck no porque no estu
viera a favor de la prateccion social, sino pur los descarados y divisoriOR motivos antiso
cialistas que habia detnis de lat' refon> '~d,' HI' I~\;,n:k,
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Idisminuye Ia
'.
, Estn constatllcion pravino de dOH tipos de expt'rien('las, lIna, tipilicllda por el Hocialil'
mo sueco en los anOH 20, fue ('I dcscubrimiento de qUl' ni siquierll 1a lJaile de la c1a~e
obrera mostraba mucho entusiasmo por la socializacion. De hecho, cuando los socialis
las suecos constituyt>ron una comision especial para prepamr 108 planes para 1a sociali
zacion, despu{'s til' diez unos de inv{'stigacion c!Jnduyenm quI' sed" casi impusible lie.
varla a la pnictica, Una I.4egunda daMe de expericncia, tipllicada por lol' socialistas no
ruegos y el gooiemo del frente popular de Blum en 1936. fue el descubrimiento de que
las propuestB.s radicales podian ser sabutcadas facilmentc por la capllcidad de los capi.
taliSln& para retirar las inveraioneM y para exportar su capital al extranjero.
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(;<lS1'A ESI'ING-ANIJEltSl<:N
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Bl~;NI>S1'AR
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La perspectiva esteueturulista/sistemica
Lt!....~a yHtructuralista 0 sistcrnica trata de aprehender en su to
talidad la logica del desarrollo.-Es-el sistema el que "quiere" y, por
tanto, lo que ocurre se interpceta facilrnente como un requisite funcio
nal para la reproduccion de la sociedad y de la economia. Debido a
que su atencion se ceJ.1_t_~ en las leyes del movimiento de los sistemas,
esta perspectiva se inclina por acentuar las similitudes entre las na
ciones en lugar de sus diferencias, siendo la industrializaciorr 0 el ca
pitalismo subredeterminantes de las variaciones culturales 0 de las
diferencias en las relaciones de poder.
Una variante empieza con una teo ria de la sociedad industrial y
sostiene que la industrializacion ha~e"ala- VCI': necesaria y posible la
politica social: necesaria porquo los modes preindustriules de repro
duccion social, tales como la familia, la iglesia, noblesse oblige, y la;;a=.-:
lidaridad gremial son destruidas por las fuerzas que forman parte de
In rnodernizacion, tales como la movilidad social, la urbanizacion, el
individualismo y la dependencia del mercado. Lo esencial del caso es
que el mercado no es un sustituto adecuado porque abastece solo a los
que son capaces 'deactuar en cl. De aqui que I" "tuncion del bienestar
social" sea adecuada para el Estado nacion,
El Estado del bienestar se ha hecho posible tam bien por el surgi
miento de la moderna burocracia como una forma de organizacion ra
cional, universalista y eficaz. Es un medio para gestionar los bienes
colectivos, pero tarnbien un centro de poder por sf mismo y, por tan-
to, se vera inducido a promover su propio crecimiento. Este tipo de--razonamiento ha inspirado la as; lIamada perspectiva de la "logica
del industrialismo", segun la cual el Estado del bienestar surge cuan
do la economia industrial moderna destruye las inst.ituciones socia
les tradicionales (Flora y Alber, 1981; Pryor, 1969'. Pero la tesis tie
ne dificultades a la hora de explicar por que la politica social del go
bierno :.;610 aparecio rmcuenta y u veces ineluso cien anos dcspues
de que la comunidad tradicional fuera efectivamente destrui da. La
respuesta basica He inspira en la Ley de Wagner de 1883 (Wagner,
1962) y en Alfred Marshall (1920), segun los cualcs es necesario un
cierto nivel de desarrollo econ6mico, y pOI' tanto de excedente, para
permitir la desviaci6n de recurSOH escasos de HU usa productivo (in
versi6n) hacia el bienestar social (Wilensky y Lebeaux, 19581. En es
te sentido, esta perspectiva sil\ue-los pasos de los viejos liberales. La
redistribuci<in social pone en peligro la eficiencia y solo a partir de
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COSTA ESPI:":G-A..'-:OERSEl':
como tal esta situado de tal forma que las necesidudes colectivas del '.
un 40 par ciento del producto nacional debe ser asignado a las activi
La perspectiv8 institucional
Los liberales temian que una democracia plena pudiera poner en peli
litica. En 1a practica, esto f1~ 10 q\lt' (01 F:~1 :Fio rip] ''1io~"wzfaire pretendia
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7 ESLa bibliografia
ha sido rellisada con gran delalJe p<)r vanO/oi HuWres. Vease, por
ejemplo, Wilensky PI ol. (}985). p<lra ('lIlllu;Ll"iOlli'S ('xce!pnlps .Y mas crilicas, vense
Uusitalo (1984), Shalell (19~al y Skocpol y Alllcnlll t J9Hlil.
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Derechos y desmercanttltzaeion
En las sociedades precapitalistas, pocos tr.rbajadores eran estric
tamente mercancias, en el senti do de que su supervivencia dependia
de la venta de su fuerza de trabajo. AI transforinarse los mercados en
universales y hcgemonicos, es cuando el bieru-star de los individuos
viene a depender enteramente del circuito monetario. EI despojar a
la sociedad de las capas institucionales que garantizahan la reproduc
cion social fuera del contrato laboral, significo la conversion de los in
dividuos en mercanctas, su mercantilizacion. A su vez, Ia introduccion
de los modernos derechos sociales implica una perdida del status de
mera mercancia. La desmercantilizacion se produce cuando se presta
un servicio como un asunto de derecho y cuando una persona puede
ganarse la vida sin de pender del mercado,
La mera presencia de la asistencia 0 seguridad social puede que no
produzca necesariamente una desrnercantilizacion irnportante si es
tas no liberan sustancialmente a las personas de su dependencia del
mercado. La ayuda a los pobres con cornprobacion de medios de vida,
posiblernente ofrecera una red de seguridad en ultima instancia. Pero
si los subsidios son bajos y estan asociados a un estigrna social, el Si8
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4:1
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EI tercer modelo dominante de bienestar social, esto es, "I tipo '
Beveridge de subsidio a los ciudadanos, puede .iparecer a primera vis
ta como el mas desrnercantilizador. Ofrece un subsidio basico e igual
para todos, independientemente de sus actividadesv aportaciones y
rcndimiento previo. En efecto, puede ser un sistema mas solidario,
pero no necesariamente desmercantilizador, dado que raras veces ta
les esquema" han sido capaces de ofreeer subsidies de tal nivel que
provean a los beneficiaries de una alternativa real a) trabajo.
.....
En la practica, los Estados del bienestar desmercantilizadores son
de fechas muy recientes. Una definicion minima debe irnplicar que los
ciudadanos pueden decidir libremente y sin una potencial perdida del
ernpleo, de los ingresos 0 de la seguridad social, dejar de trabajar
cuando 10 consideren necesario. Teniendo en cuenta esta definicion,
podrtamos, por ejernplo, exigir un seguro de enfermedad que garanti
zara a las personas unos subsidies equivalentes ul salario normal y
el derecho a la baja laboral con un minimo informe medico y por el
tiempo que la persona estimara ,necesario. Mcrece la pena resnltar
que estas condiciones son las que norrnalmcnto disfrutan los funcio
narios, profesores de universidad y los trabajadores no manuales de
mayor nivel. Habria que exigir algo similar para las pensiones, permi-_
sos por maternidad, perrnisos por estudios y seguros de desempleo.
Algunos parses se han acercado a estos niveles de desrnercantiliza-"
cion, pero s610 hace poco y en muchos casos con importantes excepcio
nes. En casi todos los paises, a finales de la decada de los afios 60 y
comienzos de la de los 70, los subsidies se elevaron hasta igualar casi
los salarios normales. Peru en muchos parses. en caso de enfermedad
se requiere todavia, por ejcmplo, un certificado medico puntual; en
otros, el reconocirniento del derecho dcpende de largos periodos de es
pera de hasta dOH scrnanas y adcrnas. en algunos, la duracion del de
recho es muy corta. Como se vera en el capitulo 2, los Estados del bie
nestar escandinavos tienden a ser los mas desmercantilizadores y los
anglosajones los menos.
EL ESTAIJO ImL IlIENESTAR COMO liN SISTEMA DE r:STltATIFICACJ(JN
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tipos de regimen,
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por el mercado y un dualisrno politico de clase entre los dos. Los ejern
plos arquetipicos de este modelo son Estados Unidos, Cannda y Aus
tralia.
Un segundo t ipo de regimen agrupa a naciones Como Austria,
Francia, Alemania e !talia. En este caso, el legado his tor-icc corpo
rativista estatal fue elevado para atender a la nueva estructura
"postindustrial" de clases. En estos Estados del bienestar conserva
dores y fuertemente "corporativistas", la obsesion liberal por la efi
cacia del mcrcado y lu rnercantilizacion no rue nunea importante y.
como tal, Ia concasion de derechos saciales apenas ha sido un tema
seriamente contestado. La que predominaba era la conservacion de
las diferencias de status; por 10 tanto, los dereehos fueron vincula
dos a la clase y al status social. Este corporat ivismo fue subsurnido
bajo una estructura estatal perfectamente preparada para despla
zar al mercado Como proveedor del bienestar social; de aqui que los
seguros particulares y los beneficios adicionales en cl empleo juga
ran de hecho un papel marginal. Por otro lado, el enfasis del Estado
en elevar las diforcncias de status significa que su impacto redistri
butivo es insignificnnt.
Pero, en gpneral, los regiruenes corporativistas estan tarnbien con
formados por In Iglesia y, por eso, estrin fuertemente cornproruetidos
con la conservacion de la familia tradicional. La seguridad social sue.
Ie excluir a las rnujeres que no trabajan y los subsidios familiares es
tirnulan la maternidad. Los centres de dia y otros servicios de ayuda
familiar similares estan cluramente subdesarrollados; el principio de
la "subsidiaridad" sirve para destacar que el Estado intervendra sola
mente cuando se acabe la capacidad de la familia para atender a sus
rniernbros.
El tercero, y sin duda el rnris rcducido, cs cl grupo de reglmenet
compuesto por aquellos paises en los que el principio del universalis
rna y la desmercantilizacion de los derechos sociales se han extendido
tambien a las nuevas clases medias. Podemos llamarlo el tipo de regi
men "socialdernocrata", puesto que en estos paises la socialdernocra
cia fue sin dudu In fuerza doruinante irnpulsora de In reforma social.
Mas que tolerar un dualismo entre Estado y rnercado, entre la clase
obrera y la clase media, los socialdemocratas buscaban un Estado del
bienestar que promoviera una igualdad en los estandares mas eleva
dos, no una igualdad en las necesidades minimas como se buscaba en
otros sitios. Esto implicaba, en primer lugar, que los servicios y pres
taciones se elevaran hasta unos niveles equiparables incluso con los
gustos mas particularizados de la nueva dase media; y en segundo
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(:OS'1':\ tSI'INt;-ANIlEHSr:--<
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ra definir los Estados del bienestar tienen que ver con la calidad de
un. MIES"~;.""!.\H
DEL IlIENESTAR
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CONCLUSION
Hemos presontado uqui una alternativa a una teorta simple del de
sarrollo del Estado del bienestar basada en la movilizacion de clase.
Dicha 1llternativa esta motivada por la necesidad analitica de pasar
de un modelo lineal a uno interactivo en relacion tanto a los Estados
del bienestar como a sus causas. Si estudiamos los Estados del bie
nestar, debemos fijar un conjunto de criterios que definan su papel en
la sociedad. Naturalmente, este papel no es el gastar 0 gravar con im
puestos, como tam poco 10 es necesariamente el crear igualdad. Hemos
preseotado un marco para comparar los Estados del bienestar que to
rna en consideraci6n los principios por los que voluntariamente se han
unido y esforzado los acto res historicos, Cuando centramos nuestra
atenci6n en los principios que estan fijados en los Estados del bienes
tar, descubrimos distintos grupos de rejnmenes, no meras variaciones
de "mas" 0 "rnenos" alrededor de un comun denominador.
Las fuerzas historicas que hay detras de las diferenci as de regi
men son interactivas, En primer lugar, irnplican el modelo de la for
maci6n politica de la clase obrcra y, en segundo lugar, la formaci6n de
una coalicion politica en la transicion de una economia rural a una
sociedad de clases medias. La cuestion de la formacion de la coalicion
politica es decisiva. En tercer lugar, las reformas anteriores han con
tribuido de manera decisiva a la institucionalizacion de las preferen
cias de clase y del comportamiento politico. En los regimenes corpora
tivistas, la sq.,TUridud sociul jerurquizada seguTl las diferencias do sta
.us reforznba la leal tad do las clasps nu-dias a un tipo peculiar de
I Estado del bi('nesta~ En los rcgimenes Iibcrales. las clasos medias
II llegaron a estar institucionalmente unidas al mercado/ Y en Escandi
t .iavia, la suerte de Ia socialdemocracia en las pasadas decadas estuvo
estrechameote ligada al establecimiento de un Estado del bienestar
de clases medias que beneficia tanto a su clientela tradicional de cla
se obrera como a los nuevos cstratos de empleados.i Los socialdemo
.ratas escandinavos fueron cap aces de conseguir esto, en parte, por
1ue el mercado privado de prestaciones sociales estaba relativapjante
subdesarrollado y, en parte, porque fueron capaces de construir un
I 3stado del bienestar con rasgos de suficiente calidad como para satis
ca cer los deseos de un publico mas exigente. Esto ex plica tarnbien el
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~;"~I':\ FS1'I;":l;-:\:'\llFt{S~::'\
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dinavos.
Pero una teo ria que intenta explicar el crecimiento del Estado del
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LA DESMERCANTILIZACION
EN LA POLITICA SOCIAL
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l;U~TA ESI'I;';:(;-A;';:J)l':H~r:;";
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par:a-
'10
la)ST:\
t':S~'IN(;~r\NllEIISEN
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No St~ deherif.l ('onfundir Ia sociedad precapitalista ('on la ausencia
le la forma mercancia. La agricultura feudal producfa regularmente
r:ultivos comerciales y IllS cludades medit'vi.t1es estahan totaJmcnte
JCupadas en la producci6n y en el intercambio de mercancins. La eco
omla seilOriaJ 0 uhsolutista neccsitaha Ull Histema de impucstos
'ue, a su vel., exigi,l. !a venta de mcrcancias. Era Ji.)rma mcrcancJa del
rrabaj(l 10 que estaba sin de:;arrollar.
No se lrataba de que los produclores precapitalislas, 10' campesi
os, los siervos 0 los oficiales confiaran mucho en el bienestar socinl
('on independencia de Sll rcndimiento en el trabajlJ. No S(' pooian te
der muchas exigencias para subsistir independientemente del traba
); sin embargo. la forma mrrcanda (':-,l aha ;lllscntl'. pn pJ sentido de
'ue la mayoria de la gente no depend!a enteramente de un tipo de in
61
estatista.
Los ideales feudales son Iuerterneute iJIlt<li:onistas con el pstatus
de mercancia; 10s melT"ldcs no .mport.m y cl l. rabajo asalari ado es so
lo marginalment.c import.ante para el'hienestar humane. Una historia
cvcrdadera r ilustru bien est.a logica: una lipinl rornpania americana
del ramo textil decidio empezar a producir en Haiti hacia 1970, atrai
da por Ia perspectlva de unos costos salariales extraordinariamcnte
bajos. Cuandu so lermin6 la planla, los direcl,ores de la empresa, lo
dos americanos, decidjeron atraer a los mejort-'s trabajadores de la is
b! ofrecicndoles un salario m,ls alto marginaJmentc. Por supuesto, el
dia de la upertura los desempleados Ilegarof} por millare.s para ofre
cer sus servicios y la direcci6n no tuvo ningun problema en elegir una
mano de obru selt.'cta. Pero despues de solo upos pOCOR mCHes lu pla n
la cerro. iPor que'? La razon fue que la direccion americana simple
mente deHconoda la existencia dt.' convenciOlws de tipo feudal, en el
aspecto social, scgun las cualcs, por ejl~mplo, cuanoo la cusa de In ma
dre del trabajador se incendiaba, el jere (en Haiti los trabajadores Ie
lIaman Papa) tenia la obligaci6n de reconstruirla 0 euando un nino
necesitaba asistencia medica (J se casaba un hermano, de nuevo el
Papa tenia 1a obligacion de ayudarlt~s. Obviamente, los americanos se
equivocaron cuando aceptaron el salario de mercado como un salario
real. Donde los trabajadores estan autenticamente mercantilizados,
el empresario no es ningun Papa.
6:!
~;Ir,.)~T.-\ [~PI~G-.\..."nEK~~~:.s
63
"4
la~~T.\ E,'WI~\;-ANtWH:-'Et"
M~:HCANTILIZACI()N
nn. nn::-':F:;T.\H
65
cado, algo que por supuesto no es asi. Los viejos, los enfermos, los cie
~!
libe~alismo._es
'II!
merca~_~~~!.!I_a~ci. 1';;;'
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l;l'~T.\ E~I'I:\'I..;~:\:'\Dr:k:-:r::-;
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r"
(;0S'I'A 1':SI'/N(,-ANIH:Il."iliN
, .icia del mercado y, por 10 tanto, tarnhien es la clave del control del
, vpresario: ademas es una causa de la division de la elusc y un ohs
tAculo para la unidad colectiva. Simplemente par definicion, las mer
t......n cias compiten y, cuanta mas fuerte es la cornpeticion, mas harata
el precio. Por 10 tanto, es natural que el deseo Ul' desmcrcant.iliza
r:-)n de los trabajadores se t ransforrnura en cl principio que guiase la
politica del movimiento obrero. Tanto el bienestar social de los traha
lores como el poder de la organizacion, dependen de la reduccion de
I
esclavrtud del individuo dr-n: ,.: 1 flujo rnonetatio.
Se ha pintndo a menudo ln It'ofl;1 :-i()('ialista clasica como defensora
l.. la supresion cmuplet a de Ji.! 16git.:;! do l trabajo como mcrcancia.
. ituraimento. esto es cierto en tl'rminos dr- ohj(tlv(j final, peru no 10
f'~ en relacion al anal isis practice. En El Cupital. Marx elogiuba las
Leyes de Fabricas britanicas. porqur- ""'1tribuian a disminuir 10'1 impo
.icia de los obreros. En El "falltl'l's!/! t 'omu nista, el capitulo final
.,.- "Jpone una serif' de reform.is socialcs do mcjora que aume ntarian
los recursos de los trabajadores y rc-forznrinn su posicion frr-nte 0'11
ercado. Y tnnto Karl Kautsky eo III 0 Rosa Luxemburgo promovieron
~ivamente <.'1 salario social. Por 10 general, tanto las teorias refor
rnistas como las revolucionarias ost.tban de acucrdo sobre la necesi
uad y la conveniencia de luchar por el derecho a un ingreso social in
pendiente del salario del trabajo. La que dividia principal mente a
sectores roforrnista y revolucionario del socialismo era el problema
ne la estrategia.
Las politicas incipienu-s sobre la desmerca nti lizncidn tenian un
rcano parentesco con la tradicion corporativista conservadora. Esto
1"1 es ninguna sorpretla, puestll que- los primcros movimientos obreros
~,,; forma ron en g-ran parte alredt'uor de resl.rictivos sindicatos prof'c
lnales, mut.ualidaric!i ,v, a veces, algtin part ido politico. Po)" supues
~ el pun to debi1 de estos programas eran sus modt.'stos sub~idio~ y
su limitado alcance entre los miembros mas vulnf>rablcs de la clase
~ ,rera. Fue el desorganizado "proletariado dt> los suburbios" 10 que
puso 13 mayor amenaza para In unidad de los trabajadores. Estos
pt)reros eran los que n('('esitaban respaldo, peru las asociaciones para
t-i bienestar social microsocinli:;tas ten ian difirultades para cOlleclar
n elias. As; se desarrollo el debate sabre el apoyo a la ampli arion de
1 'i derechos sodaIt's f'n el Estado burgues.
Este fue el dilema que refreno fuertemente Is capacidad de actua
jn de los socialistas. Hasta despues de 1a Primera Guerra Mundial,
casi todas los paises el Estado estaba cont l'nlnrJo nor fuerzas COtl
.....rvadora:; 0 liherales y los socialistas vClan poca:-i altl'I'n;1t;\as a opoi ..
"';
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Un gruQO de dimensiones afectun a las norrnus qllc riven el acceso ~~
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101.9
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Austrnhu
Austria
Belgic;\
Canada
Dinnmurcn
Finla mliu
Francia
9.4
fl.1"
[0.;;
Suizu
90
Reine Umdo
f<:stadll!'> Uuidos
4"
101.0
J!i.O
12.0
7.7
0.0'
10.7
;1.4
..j.O
Modiu
Desviacion upiea
K.!i
9.2
4.0
8.0
H.l
5.2
6.;1
1.9
8.;J
51
50
11.1
4.0
9.4
7.1
H.R
1.2
7.2
1.1
\.9
._--
-ant.ilixsu-.
zucion. Para (,1 procodimicnto rh- puntuacion. vr-r ['1 upendice de cstc en
pitulo.
FI,~..,,"I~:
cima de la edad de Jubilaci6n que estan recibiendo real mente una "en
.Ji6n (ta~;a de cobertural. Para los suhsidios de enfermcdan .y d(~~em
,leo el procedimiento es casi identico con las siguientes excepciones:
'i.qui solo se incluye la taRa neta de reposieion de> los subsidios me
dias, He omite la parte de finunciaci6n individu<ll y :-ie induyen los
latos del numero de dias que hay que esnpr:lr llHril rt.'eihir 10:-' ~lIhsi
iios y el nunlCro de I-lemana~ de duration del suL~idio. ParH los t res
(;('STA 1:.'W1N(;-ANIWHSI';N
77
blt'IIt':-,I;lr
Para el
,
Australia
Estados Unido!-;
NuevaZelanda
Canada
Jrlanda
Reine Unido
17.]
22.0
23.3
23.4
ll..f:llia
.lupon
Francie
Alemania
Finlandia
Suizn
24.1
27.1
27.f.i
27,7
29.2
29.8
Austria
Belgica
Holnnda
Dinamnrca
Noruegu
S~cin
31.1
32.4
32.4
38.1
3~L:I
39.1
Mcdin
Dcsviacion upicn
27.2
7.7
pro,edlm.en~o-dC
1:3.0
1:~.8
I
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--
----
----
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----
, I, " "
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78
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C\l~T.'\ F:-;l'l~t;-A:\IWHSE:\
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~l(
79
.plicado es grande y tiene que ser desvclado para cntendor com ple
"q,mente como y par que han evolucionado hasta cl punto que 10 han
uecho las variaciones de los Estados del bienestar. Este asunto sera
atado en el capitulo 5; por el momento sera suficiente decir qu~i
"(plicaciOo He encgotrar<i en )8 intg~fci6n entre las variables del po- ,
ner politico y el legado hist6ric?_de 10;-pafSes, Los rcsuliad'Z,';-d-';-una 1
...esmercanhhzaCIOn relativamente alta enconlrados en los parses eu
ipeos continentales no son unicarnente el producto de una moviliza
-ion politica de izquierda, sino Lambten de una larga tradi.!.Q.!} de J:~ __ .
.ormisrno conservador y catolico. Por e) contra no, los resultados de
. ~l-a "desmerrantiHi,t-ri{lll .:11111.111" ,,!(' haja, oncontrados en paise con
',ovimientos obreros comparutivuuu-ntc podcrosos como A\.!stralia y
l,j ueva Zelanda, pueden encontrar una explicaci6n en el legado de un
- ~Deralismo institucionalizadodomin"nl~h~t6ricamente~-- -_.
La utilidad de unos aJ,fl"upamicntos de los Estados del bicnestar
ron una rnuj or funduuu-utucion hi-torica cs evidente cuando cxami
.amos r(1I110 Ius dist intos paisc-s sc ugrupnron en las primoras l'P04
IS, sobre lodo antes de la IIcgada de la influencia de los partidos la
'<oristas 0 de izquiorda, ell la ll'gi,slariol1 dt' lu pohl ira social. En l' .... te
sentido podernos mantener constanto pI cfecto de In "socialdernocra
.a", Tanto en 1930 como en 1950, el grupo de desmercantilizaci6n ba
, . comprendia la mayoria de los paises incluidos en 1980: Canada,
-;stados Unidos, Nueva Zelanda y (en 19(0) Australia, Tambien in
clufa a Italiu y Japan, ambos paises bajo un prolongado dominio fus
.sta, y Finlandia, EI aumento de la desmercantilizacion en Finlandia
~espues dt' Ia guerra pucde ser nmsiderado como un ('[ISO di' innuen
cia socialdctn6uata, no siendo asi cl de los otros dos palses. A 8U
~z, cl grupo cscandinavo d( alta d(':-;m(~rcantilizaeil'm dl' 19HO, no se
ncontraba anll':::> de IHGO; de IlUPVO, es un ca:-;o a f:lvur de In influen
ria del poder dt' Ia soci31demorraria en Ia poslguerra. Sin f;'m bargo, es
.085 significativlI In ronsistpntp posici6n hi:-;t6rira d.. n'ginH'lH's cuto
cos conservadores 0 estatistas de la Europa contin(..'I1tal cumo los de
'\lemania, Austria y Francia; todos tienen consistentemente una pun
,uaci6n media 0 alta en la decada de 1930, en HJ50 y en 1980, Sob,'e
sta base, podemos apuntar las siguientcs hip6teflis orientativas que
~ desarrollar6n mas ampIiamente en capitulos posteriores.
L Los paises con un amplio legado histarico de reformismo cat6lico
j/o conservador es probable que desarrollen en rechas tempranas una
ohtica social con un aceptable grado de desmercantilizaci6n. Sin em~
'>argo, sus Estados del bienestar circunscriben la relajac.i6n de los
vinculos del m(,-fcado con podero::;os mecani~lllt)s de lOlLl roJ :--:ocial, ta
TIWS
P]{OI'EIIIMIEN"I'1l1ll': l'l!~TlrA('ION
I',\RA Lo:-; INllj('!o:S IW IJESMI-;IH'AN'rII.lZA('ION
Pen~iOIlCH
l.. bese a lc.J-. valnrr-a de: l:Hlo,", cuu tro inrlieudorr- puru IfJH IH paiHf~s, hnrnox
d 10 una puntuncron de 1 puru una desmercantrlizucton baju, 2 IJura unu me
dia y 3 para una alta deamercunt.ilizaciou. La clesificacion en las tres puntuu
c..Ies se ha hecho en base a la desviacion tfpica de 1;1 media, corregida en
u '18 pecos ca sos por su valor extreme. Por ultimo, las puntuaciunes han sido
ponderadas por el porcentaje de pohlacion trelevante r bencficiaria del progra
r (para peneicnes, la taaa de cobortura). Donde las punsiones se bosun en la
cr-nprobacidn de bienes, como en Australia. hemos puntuado 0 para el perio
d", de contribuci6n y hemos dado el valor de 0.5 para Ia pohlaci6n beneliciaria.
r a puntuacion 'ncgnuva: rcfluja el heche de que los programas de ecmpro
be cion de medius ponen muchas ('ol'l'h-iones a la hora de reconocer derechos.
J-.:a tener en cuenta la singular import.aur-ia de 1a taaa de reposici6n para la
c ' -cion de la gt>nll' entre pruteccion 0 trahaju, homo.. . dado lin peso ext.ru a
estes variables (m ult.iplicadas por cI factor 2),
han dominado dos puntos de vista: uno, cornun a gran parte del neo
vista percibe las reformas del bienestar social como una gran contri
8~
l;~ )ST,\
I<SI'[N( ;-"NI}EI{~I':~
st'ltus.
--------
------- ,': --
".
'-';";f:~.'l.l
oes<Ie ('1 punto de vista emprrico, los estudios se han 'centrudo tasi
clusivaruente ;~n la redistribrrmQa(,i(H~- irigr~)Por supuosto que
e' oroblema no es si la desigualdad global de ingrcsos ha disminuido
-hecho clararnente indiscutihle->, sino hastn que punta el ncxo de
i... pu-..'sto!Vgast.os nt" E:-.tnd" .h-! Illl'IIt':4ar dc-sc-mpenn un papel decisi
, Como hn rnost rudo Krnu s l I~'r\ll, los problc ruas ernpiricos y mcto
d")ogicos para responder a tal pregunta son uruvc-s. cuando no probi
b.civos, y tanto los resultados do la:- investiguciones longitudinalps co
l ) las transversales cont.i nu.m sir-ndo poco rmis que espccuiativos;
f~, embargo, Ia lIlil,vorfa d~ Ins ("/!r,l~"
Il('gan a conclusiones hastan
te parecidus. Cl~ilndo sc cstudiu de lurtuu t rnnsvcrsal. encnntr.uuos
i, .a tremcnda varr~ciriTi-nacionnJ;;;- lu capacidud igu~~fat;;~ia..d~1
_~ t:a::CkJJi.Lh't.'f1eSIar~-En algunos pnfses como Ah-muniu y Francia, el
ef~cto redjsL~ibutjvo-del Estado dol hicnestnr es bastante Insi,gnifiZan:---,
~.t:~~!~_t'll'~)jl(rariO~-en Escnndiuuvru su d<'-'l't() l'~ {'(ll\::idcrable (Sawyer.
76; Hewil;'1977; Stephens, 1979; Cameron. L9H7; ()'lIigh~n" 19H5;
Pingen, 1987; Ringen y Uusita!o, 1990).
Estos estudios se han interesado rnenos por el impacto del Estado
l
, -I bienestar como tal que por las teorias del puder y de la igualdad.
r r 10 tanto, el par que las estrueturas del Estado del bienestar tie
nen diferentes consecuencl_~-mslnDuTIVas;l1aq-ueaaaopn'-su mayor
~, ... rfesmexplicar.~YCuando se an<dizael Estado del hjpnestar, como
el estudio de Camt'ron, se h~ identifica de una forma vaga como ni
""les de ga!:'to social. Los estudios d() ()'Highr-lns y de Ring-en son de los
}.lvcos en los que los resultados d{' la dislriouci('lIl ('SUIIi relacionados
JS directamcnte Can los componentes program . lticm; de los Estados
? .)
~
...,f
bienestar.
83
cia comparativa. 1<:1 impacto direct de las estructurus del Estado del
bicnestar sobrc la igualdud es uu problema quo examinaremos can
111<.15
~~ra incluir
salud, vivienda,
labo'ral. ~~ucac.i6n~-efic-a-cia,,-soc~ \
politica y otr(~ componentes vitales para la rep!~~UCClOn hu~~~:....
vraa
Ii4
\
.\
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-,
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ta'~TA
"'SI'INl;i\Nll!':HSVN
ses ofrecen los fundamentos mas interesantes para evaluar los efcctos
distributivos del Estado del bienestar , porque han cncuestado a las
misrnas personas durante muohos nnos y porque los c studios nhurcan
un larg-o periodo de crcciente desempleo y de estancamiento econorni
co. La que muostran e-tos datos es que a pesar de que las condiciones
economicas han empeorndo tsobre lodo en Dinumarca), las condiciones
de vida han mejorado en general, la csrascz severn de recursos ha dig
rninuido y continua la tendcncia hncia una m.ivor igualdad (Erikson y
Aaberg, 1984; Hansen, 19HRI. Por 10 tanto eS evidente que, al menus
en Escandinnvia, el Estndo del bicnestar cs un podcroso oponente ill
impulse no iguulitario dr- la econouna.
En cualquier case, la pobreza y la dist.r ibucidn de los ingresos
constituven solo un aspcelfJ ruunque import.ante) de Ia cst.ratificacion
del Estado del bienostar. Aun disminuyendo Ius desigualdadcs en el
nivel de vida, !-if' puede dar c! C,I."O de qnr- porsistan las divisionr-s fun
damentale.s de clast' o de status. Lo qUl' interosu aqui no son tanto los
i ngresos, sino COmo difieren los Jl~"~ ~.!1 f~est:ruet~raci6n de la clu
dadarua social.
,---- --.- _._-, --._._- '--.-.-
obvio 4ue cslri muy estudi~1do; en c] no :-;610 quedan afectadas las posi
forman la~ eslruduras dl' clas' COlllO Ull lodo. Como se VPI";\ en la
l.o~"'TltES ~!l':'\Il():'
fliE\E~T\I{
115
""',1
86
(;~lSTA E.sPI;';l~-:\.'\lH:HSE;';
r.()~
'rk.ES
~W:\lJ()S
llEL
~:ST'\/)(J
llt:l, 11Ii'::\ESTAI{
R7
p-yuda a los pobrcs prn mucho mas human a y gcnerosa bajo los rcgi
mcncs nristocrrit.icos. como (1 de Di sruol i en Gran BretaiJa, el de
Bismarck en Alernania y e l de Estrup en Dinnrnarca, que bujo los re~
hrimenes liberules <Briggs,19Bl; Rimlinger, 1971; Evans, 1978; Viby
Morgenscn, 1~73). La prontitud de los couservadores para gurant.izar
la ayuda social que era similar a su prnpvn .s idn para n mplinr las ~a
rnntias busicus de protcccion de los sulariu.. . , rue inspirtlda por ('I anti.=
guo pl"incipio de noblesse oblige.
EI COri);)r,d.ivismo'Fl'aS"i(J()SIc.~mpn una gTilll alterunt iva conserve
dora ul estntisrno. Surgil) d(' la trudicion dr- los cstnmentos, grcmios,
monopolies y corporacionos que orgnrrizab.m la vida social y econo
mica en la oconomia de In ciudud medieval. Aunquc los ~rcmi(Js fue
ron dcsrnnntelados en los siulos XVIII y \1\, In base fundnmental de
sus pt-incipios se incorporo <I las idoologins del asocincionismo y del
mutualism c()rporativo~'~1 cnrpnrutivismo r-voluciono con virt.iendo
so en una import.ante respuostu couscrvudora a la frugmcntucion so
cial y a la i nd ividunlizucion pruducidn pur 10.-; nu-rcados y por! in
dustria. Fue un terna ccntrnl cn los analisis dt' Durkheim sabre como
cornhati r In anomia; surgio cornu una piedra angular de la pohtiru so
cial catolica y papal y encontro su mayor expresion en la ideologia
fascista}
Los rinci ios unificadores del cor 0
. i 'OlO son una fraternidad \
basa a en la identidad de status, en la afiliaci6n obligatoria y exclusi
va, en el n~tuahsmo y en el monopolto de In representacl6n. Trasla
dado a1 capitalismo moderno, el corporuh~~r;~' construyo alrede
dol' de agrupaciones prolesiollales que buscaban reforzar las diferen
cias de estatus reconocidas tradicionalmcnte y las utiJizahan como un
nexo organizativo para la sociedad y la l'conomin. Estando construi
das muchas veces siguienc10 cl modelo de los antiguos gyemios, tales
entidades corporativas Como las mutualidadeH y las hermandades
surgicron cntn' los obrcros rn,lS privill'giados, como los fontaneros 0
los carpinteros. En otros casos, d biencstar social corporativo se esta
blcci6 con la participaei6n del Estado, como oCllnia a menudo entre
los mineros y los marineros. Cuando se <lCdln, (,1 ritmo de In l(gisla
cion soci:d en la ultima parte d('\ siglo XIX, l.ambien In hizo rnuchas ve
Ces la prolilcraci6n del corporativismo.
Bien sea pOl' eJ reconocimlento estatal dp ciertos privilegios de sta
tus 0 bien porque los grupo.. . organizados :,;{' Ill'garon a integrarsC! en
una legislacion mal-; inclusiva de status. In eil'lto es que surgio la tra
dicion de configurar numeroslsimos plane.~ de seguridad social dife
renriado,s por el Ht,ltus, cada uno con sus propias reglas, finanzas y
"8
\;\ \~ r:\
F~I>1
H9
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ran recompensados,
Sin emnargo, en la rf'alidad hii-li6rica, cI modclo dp\ scguro de vida
individual funcion6 Illa) y ('as; lllJlH..:<l cOIl;-;igllio control.tl' las Iwc('sida
des de seguridad social de 1<1 gPlltP como \0 habian hecho las ~wl udo
nt':; alt(.'rn.ativ<'l:4 dl'{ ml'ITado y/o del Esl-adu. Como sc argulOcntuni
con mas detalle en pI capItulo 4. la pl'oteccicln ~ocial privada de mcr
cado podna cn'cer solo si y cuundo el-RsEld() -vinler<l-;'~-:sU aY_lId"~l. La
respu~~ia lilJl~ri'iTln~is--r(;alhd<l~pt)rtunl.o, Villi> <1 incurpOl';;" lIiW r-ncz
. claoe-nilmest,;- ~;;cia-l c,.u!lL~lista_e.'l"'ll]lel:c~doy de segu ridadsllcial
en eJ s('cie~r publico. EI principio d(' qu(' un I1l1ninw de coledivi:-llllo te
'-iila~quc-incz('lclr;e'('on el individualismo surgi() Pll la era dt'l "lllOvi
mlentu de la ret'orma" Iibcrnl hacia el camllio de siglo,
Genpralmenie. en Gran llrctaj)3 sc asocia cl movirniento de lu rt~
forma liberal con Lloyd George, pero tUVll SlI contrapartida por todo el
mundo occidentnl. Sus origcncs son multif;.lc('Ucos; en (;ran Bretatla,
los pstudios de Rowniree .y Booth rr.velaron ];) pxlpnnioa pohre1.a, en
fermedan y mi::;eria entre la clast' olin'l"d ur[);lll't. L;I gllt'ITH np InFo
ru.r
91
Los Illwral{':-:.
1'(1
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92
(;O~T:\ ESP':-':(;A~J)ERSEN
LA ESTRA'I'JI."ICACJ(JN EN
9.3
muy bien representadas dentro de sus propias filas. Por una parte, te
I"
9~
jI
l;l bT..\
E~PI:"(
;.,\:\ 1)1-:1\:-'1'::\
doras. Los sistemas de la autizua Icy para pobres crun el mayor cne
migo, porque meticron una cunu en el prolctnr-iadoy porquc los desti
natarios no estaban t'llli.lncipado:;( La nholicion dl' In comprob.u-ion do
medios de vida y de las reuins d~mcnor dl'J'cc!to u-nian, pur tanto,
una prioridad politica-destacaa<9De "l.i -nils-rna forma se opusieron al
biencstar social put.ct-nulixtn pat.rocinndo por los pnt.ronos pur sus
consecuencias corporat.ivist as y part.icularistas y ntacurnn l,l Sl'~uro
estataJ para trabajadores por const.ituir un pucifismo social, divisorio
y apto'pura institul'ion:lli'/..
l('sigualdadl..'s.
Naturnlrnr-nte. los socialism- .mron los polurros inherentes al re
formi smo <1(, lns cia,,,;\,;, dinglllh':-;. I" ,'(I mur-bus \'pees:-,p vir-ron Iucrte
mente presionados para 4Ul' tormulurau \'t'rdadtra:-. al tornut ivus. 1':1
germen de su pvnsumicnto St' asicntn en 1;\:-: !>l'ilTlcras edtiells de In
mejora sociul burgues.i. A ;\LtI'X y Engcb lp,s inquictuba la pusibilidud
de 4U(' 1,\.., n-furmn-, :-.m.'lalpilt'ifistas n-n-asnran cI socialismo: temor
que es comprt-nsihk- a lu luz del (';.,:pilcito roconucirnir-nto de Napoleon
III, de Von Tuatfo y de Bismarck de que ern eso ox.utarnenu- 10 que
huscaban. Pe ro ni siquiern Marx s(' at uvo por rnmplot a esc punto de
vista: en sus anal isis do las L(,.\,(':, de- Fahrica:-: hritanicas (] 954-6, cap.
10l, :\larx concluyo que lus j'('forlll<ls llurgul',..;as son sig-niticativas y
que al rnismo ticmpo realzar.m la posicioll dl' los obn'l'os. Las Liltimas
paginas dr'l ,:Uani/i"I!,"':lo CO/lluni...la pidpn H'fi)rmas que apl'nas difie
ren dellihernIJ ..,mn pO~Il'rior,
Los ~<lcialislas lPnwn qlH' inventar IIlli\ pnlitipa social que dipra
satisfacei6n a In nCI'l'sidad j'('al de In ;lyud~\ ;'ocCa-l-v qtH' al mismo
tiempo ayudara .1 Ill'gar al pod!'!' :d llIo~'im~~ ~oc;i1li~la. La l'ues
liun giro alrpdl'do(' dt' prillcipios (Jpues1.()~ cil' solidaridad. EI ('orporati
vismo )' las tll'rm:lIldades prall un mo(hlo pn'dllllliJlalltt~. sohn' lodo
cnlre l()~ g-rupos dp h'ahilJ,ldol'cs l'ualifil'ildos y til' artl'~allO:-i. 1'1'1'0 era
un modelo pl'ohlpnwtiro si ('I ol~il'ti\,{l ('ra cOllstrllir lIna illilplin uni
dad dl' r1ast'.\" Jllljol'ar a ItlS "pl'oll'l<ll'ios ilt :-,uhllrhi(J".
Una sl'gunda propul'sla rue rlejar la CUl'S! iOIl social l'1l Illanos de
lo~ sindj('at.os y ganar conCC:iiOllCS a tl'avl'S dt la Iwgociari()l1 colectiva,
pcro COil l'sto se asumiu un pmh'r dp Ill'goci:u:it>n fUl'l'te .v e:'itable y el
l'econocimiento d(' l~,,,~ patro!los; tamhil~n Sl' COlTi,1 ('\ riesgo dt' repro
ducir las desigualdade~ del Tnl'ITado laboral 0 rIt' l"avorecel' principal
menle a la arislocracia obrcrn. Era una estralpgia qut' no pal'pcla que
iba a producir una amplia solidaridad; sin I'lllbargo, se lransf()T1no P11
la principal propuesla en dos lipos de sociedades. En Australia lIeg!) a
prrdominar, porque 1m; sinditatos eslahan pn lln" "flsicil'Jn df' ne~o
ciacion inusualmenle f~lVoralJle. En Estados Uilldo~. ~u illlportancia
1)~:1. 1l1~:.\E:-;T.\R
95
ha tenido mas que ver con la falta de un aliado politico plausible y con
un Estado en el que no cabia confiur.
Los prirm-ros movirniern os socinlistas frecuontomento se volvian
hacin una tcrccra altcrnativa. In "est.rntcuiu de gueto" microsocialista.
segun la cual el movimiento en sf rnismo se transforrnuba en e1 sum i
nistrador del bienestar social do los trubajadorc-s. I~slt' era un camino
utract.ivo, sohrc todo dondo los socialistas se r-ncontraban marginados
del poder d,j Estado. Dernostro que los dirigentes podian responder de
una forma constructive a Ius necesidades acuciantes de los trabajado
res. Naturalmente, su atraccion consistia tam bien en que el refugio
microsocialista podia promover In organizncion. pi crecimienlo de la
afiliacion, oducucion socialista, y pod in prosentar al movimiento como
un atract.ivo portavoz para la~ nocesidndes de 10:-- t.rnbujadorcs. EI rni
crosocialismo era una lonna de prescntar u n ojemplo przictico de la
buena socicdad que ibn a venir, a lu vez que evidenciuha mas clara
mente la cruc-ldad y la brutalidnd de la sociodad hurguesa circundante.
~I microsocialismo fue scuuido con energia y con algun exito en los
pr imeros dins del socialismo. Los movirnientns a menudo const.ruyo
ron imperio organizntivos con insta lacinnos recreativas, clubes de
ajedrez, grupos de teatro, musica, organizaciones de Roy Scouts, clu
bes deportivos e incluso empresas produdivns lnk's como empresas de
construccion y cooperativas.
EI problema del modelo de gueto est,; en su proria propuesta. es de
cir, en construir una solidaridad y poder de c1ase poria movilizaci6n a
traves de la afiliacion. PUl'sto que 10 finallciahan los propios obreros.
('ra vuln(~rahll' a las crisis econt)mirHS prolollgadas y a los costosos con
nictos industriales. Pero el microsocialismo estaba cargado tam bien
dl'l dualismo de los que eran miemhros y de los que no 10 eran; la divi
si6n estaha, 1'01110 siempre, entf'(' los trnhajador('s privilpgiado,s y los
grupos con un status m,ls pl'ccario. Bnlonc('s. si los socialistas desea
han unn tllll pU~~~~~L~l.iJ~l,'_'y..IlJJll'frrj~!sJ?ar:i;,nH~ntaria;'-~'itaban
ubligados a adoptar una idea de solidaridad verdadcrnmcf.lte
'Ih~a, u; u-~(v~'-rs~~i~~;-qw~aYl;~;rma-umll'cilr 10 que cn realidad era
na c1aseofii:z.-ra considenlhlemcntc dllrrenci<l.iliLili1:ltmentada.
EI prmCII)io d(' un univprsnlismo nmplio y popular ('mcrgi6 al mis
fllU ticmpo que la extensi6n y con."iolidafi<lll dl' los derel'hos demoeniti
cos. En esto fueron pioneros 10.. . escandinavDs. como se manifesto en la
retorica pro-hil'nestnr social del "hogar dt'l puehlo" de Per Alhin
Hanssoll a finales de los ailos 1920. En realidad, ya se habia hecho ex
plicito en las propuestas sohre penslones de los soeialistas daneses en
!:l dceada dr' IRRO y en la polilica social de Branting en Sueeia en las
umvcrsa:
'\(;
Llt:B.~I::-'::
~'~T;\II\
Hi
se origine un exodo masivo hacia JOR planes privados del mercado, "
t:
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Avudu a los pobre 1'011 (,O/llPI"o!1lI1'ill/1 dl' IIIl'1/ios dl' ,',dll (como 'ii tip!
pl."to :;1'('1.11 ptihlrco fof;tl) I,it,; l'slinlll('j",w,~ til' los g,l,.;tll.'" "11 ayl1da;l IdS
pobrtg l'xi"iuyl'n los suhsidlOS Itt.' los pJ.llll'''' I1llrm:IIl''' til' wmprohaClOlI
Illgn'~Ol> (talI's cornu ayuda~ par~ In vi .... ll'nda en est.'Hndinavi<:!, uyu
dn purfl d dl,twrnpko PI) Al~nlanlU 0 llymln pltl':! In .... 1'jP'l. dl'Kt'mplt'o v
l'nlt'rnwdud en Auslrnliu y NUl'VlI Zthllula I. ("lmWIIl' l't'l'lInlar qUI' ......
ddicd lrazar la front..era enlr(' t'SU.l8 dos lipOf; d(' obJItivos. NUl'slrns 1':,.
timacioneR At.' ba"an en esle caso en unn apreclOwi6n individual d" como
opcru el sistema en rada pai:J,
"Pensiones privadas (como o/r dellolal de pt.'nsiOI1l's).
r.astu de fa SQJ1idod prj,'ada leoma '1" {hI 1,0/,111.
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101
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l;~)STA ESI'I:'\l;.\~t)E1{~E:'\
102
TABLA ;I.'~ !\blnz \It' \'url'{'!Hl'iIllW:-- hi";lnahlt's dl' ditlll'll:-.lOllt''-; tit ('~lr;llll"1CHCiotl pllrOl IH r:stO\d(1~ de] hH'rWSwr
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104
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cit'! dg-inwn :->oci:diHta han sido captadns pl'il\("ir~:dlll('Jltl' pur mediu del rrrado
de univcrsnlismo. La variable fmul. la dif('I'l'IWi;1 ell' slJhsidili. sc supurw que
punLua bajo en los rl'g-Imenl's socialislas.
Para cOllstl"ui .. elindicl' dtd wrporaLivisJtlo Sl' ha pUlllua<lo 0 a los paises
que tengan dOH () mpnos pro~ramas indcpcndicntt's de Pensiunes, d"er<~ncja
dos oCllpacionalmcntc: a los pahw~ entre dos y cinco (inclusive) se les ha dado
unll puntuaci(ln d(' 2; y a IOH pai::;('s COli 11I,1S de dill'll prog-r,IIlJas difen~llclados
ocupacionalmente. se les ha dado UllLl puntuucion d{~ 4.
'06
(;l\~-;'.\ F:-;P\~(;-\:\~ll-:l{~E\
107
i
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INTRODUCCL(lN
tal~TA E~l'INl;-':\."Hlr:Il~r:N
10
vas.
'..OS SISTEMAS DE ESTAUO DEL BIENESTAR
EN EL NEXO UE ESTAllO 'i MERCADO
III
112
G0STA ESPING-ANDERSEN
113
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0.3
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0.5
1.4
2.0
1.5
1.0
(1.1
1.4
0.3
Datos de 1979. Las peneionea del mereado de trabnjo K(' han asignado
al sector privado al fino.lizar cl rr-gtmen contractual, excopto en cl casu
de los aubsidios de 108empleados publicns.
t'lIlo:NH; G fo:"P'IlIlAndl'rl<l'll. IflHH ,"'r"". '''u/ MU~Jtl'lln 0,, FIII/I''''p"I. "r .0.;""1111 '''''''.lrlfY
H,'.,,,~. """"""" ""'""';1, 1'''1,'"u' W,,,k,,,, 1'"".". ",,,''',,,,''. ""I",
--------------_._--
-------
COSTA
116
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f,SPIN(~-A."lDEH.S!';N
----------- --_._--.
---.
TABLA 4.3 Combinacion de pensionee public y pr-ivadas, 19801'0rna 17,- del gaeto total en pensrones l
.,
I
I
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59.4
67.8
60.2
58.0
70.5
69.3
67.5
70.4
54.8
716
54.4
69.4
87.9
82.0
85.5
71.1
67.3
60.9
10.9
29.8
32.3
4.0
12.7
27.4
25.2
18.6
a5.5
26.0
22.8
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9.:1
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11.4
R.O
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1.2
4.4
13.7
10.5
17.1
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9.4
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11.4
4.5
0.1
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1.3
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3.7
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117
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-----~--- - ~ - - - -
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de- (rahll,/'"
1"I.<ro...,<
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I','n"'(lll
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Dinamarca 11977)
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l rlanda (1980)
Nueva Zelanda (1980)
Noruega (19A':.:!)
Sueciu (19~0)
Reine Unido\1980)
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.--
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27.0
27.7
15.3
11.9
49.1
13.9
20.4
22.6
11.1
7.1
11.6
18.9
7.2
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3.9
12.3
4.4
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34.7
;;9.4
71.5
78.1"
see para la que hay datos dispcniblos de los ingrcsos por hogar, la co
54.6
37.3
propia .
los funcionarios.
, Las cirras de las pensiones privudas noruegas incluyen las pensiones
de los funcionarios dentro de las estadtsticas de ingresos par hogar.
Sabemoe par la contebihded neciona! que Ia ratio entre las pansiones
de funcionarios y las pensiones oeupacionales privadas ee 9: 1 y, en con
sscuencia, se han ajustado aslgnacdo el90 per cienlo a las 'trunsferen
cias de Is seguridad social'.
~ Eslo Lambien inc!uye las pensiones ocupaeionalcs privadas qUi.' no se
lJuedcn e!llimar de forma separada.
t'l t:,"n:.~ !'tln. CRnl\d,l. SU~"'llI, H.m" I lr....h> 'J t;~l.>.d'''' lJlllLjl>~, I", oul.<," I'TlK,.,h'1 d,1 "rel"""
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126
l;\.'~T.\ r~PI:\G-.\.."[)nt:';F:-'
dad SOCial.
La pr-imer-a legislacion social siguic des vias; una bsisica. general~
mente una tasa fija minima que tenia sus raices en la tradicion de la
eeisteneia social (por ejomplo, Dinamarca y Australia); In otra, eran
planes de seguro actuariales que estaban basados en las cotizaciones
individuales y en una trayectoria laboral demostrada. En poe as pala
bras, el elemento de ahorro salto desde las sociedades de mutualistas
a la compaiiia de seguros moderna y la pension gratuita de! empresa
rio se fue transformando paulatinamente en un beneficia cornplemen
tario negociado colectivamente; la ayuda gubernamental a los pobres
se transformo en la seguridad social.
Las primeras iniciativas en el campo de las pensiones tanto publi
cas como privadas estuvieron rnotivadas muchas veces por el deseo de
debilitar los movimientos obreros. Los empleadores del sector privado
instituyeron las pensiones como una manera de dividir a los emplea
dos y de glorificar a los ernpresarios (Myles, 19B4a; Graebner, 1980;
King, 1978; Jackson, 1977). Los ernpleadores utilizaron las pensiones
para auinentar las distincioncs de status y jerarqufa entre la mana de
obra, favoreciendo al personal asalariado de oficina 0 desarrollando
planes clara mente diferenciados, En parte porque el motivo era ganar
la lealtad de los obreros y en parte porque las iniciativas cultivaban
las divisiones, por 10 general los sindicatos eran lipicamente antagoni
cos. Sin embargo, algunos sindicatos profesionales que cran rest.ricti
vas; muchas veces favorccicron los plane'S exclusivistas de bcneficios
adicionales.
De igual manera, la prirnera legislacion estatal sohrc pensiones
fue cmprendida de ntanera caraclcrisllca como una forma de dctt.>ner
el crecimiento del movimiento obrero y de reconducir la leal tad de los
obreros hada el orden existente (Rimlinger, 19711. Esta era la razon
fundamental que habia detTaS de las primeras reform as alemanas,
dane~ms y austriacas; tambien fue esto 10 que gui6 la cnciclica papal
de 1891 Rerum Novarum. Casi nunca fueron los trabajadores 108 que
iniciaron el desarrollo de las primeras pensiones.
Dada la relativa impotencia de los movimientos obrcros ante el
ESlado 0 el mercado, se concentraron naturalmente en desarrollar sus
propios sistemas de protecci6n social y a finales de siglo fue cuando es
tos empezaron a disfrutar de un nipido ritmo de crecimiento. Como ya
se ha indiciildo, los sindicatos americanos aumentaron de 3.7 millones
H)()():
_.
1,'
millon 0 all'cdedor del 25 pOl' cicnto dcl total IKing, 1978, p, 2lJlJ;
Weaver, 1982, pA8!. En ese nlismo ano, las pen~iones de los excomba
ticntcs era todavia la mayor fuente de los ing-resos por pensiones, pro
porcionando subsidios a casi .~OO.OOO personas 0 cerca del 85 por cien
to de todos los beneliciarios d(~ l<~slados Unidos (Weaver, 19H2, pA8).
Esta fue tam bien una epoca en la que los sctvicios publico!; Como los
transportes, (II gas y la electricidad fueron nHejonalizados; como con
secuencia de csto, crecio Ja afiliacion a los planes para los empleados
del gobierno. En Estados Unidos, el I(obierno f"deral lIego induso a
hacerse cargo de 1m; ferrocarriles, llevando ala nacionalizaci6n de sus
planes de pensiones industriales en 1935.
as
.28
COSTA
r:SP1NL;-A."ll)EnSr:~
LOSTHE,S
~n')1;[)OS
129
1;3\\
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13:1
TAHLA -1.,1) (I(' de' pcblucion de 6!i 1lTl0S 0 mas 4\11' recilx- una pension de'
la segun dad aociul y pension Ilpla tdespues de impuostos j como (/; del
aalar-in medic de un trabajudor. en divcrsos puises. nn9
Poblncron de fi" 0 +
quc rt,.ibc flCn~lon
- - _ ..
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Australia
Austria
Belgtca
Canada
Dinamarca
Francia
Alemania
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46
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Noruegu
Sueciu
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Reine Unido
Estados ll nidns
,1)2
5:1
Media
41l
79
5
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5
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Hi
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134
(;()ST:\ ESP[~(;-A~[lEI{SE;\,
I.l).'i TRES
'Ir:\J)O~
135
cio desde 1.6 millones en 1936 a 3.1 millones en 1953 Iy 5.5 millones en
1960). En contrasts con esta postura de la ctupa posterior a la guerra,
el Congreso de los Sindicatos (TUCl empezo a unimar en serio a sus
afiliados sindicalos a que uegociarun las pensiunes. En Estados Unidos,
Ius anos de lu h'Uerra sometieron a unos 2.!> millones de trabajadores
adicionales a la cobertura de los planes privados r King. 197H, p. 200 J Y
esc ritmo siguio durante los anos 1950 y afios posteriores. Los gastos
do subsidies de pensiones privadas numonturon un 68 por cicnto desde
1945 a 1950 y un 364 por eiento desde 1950 a 1960 (Munnell, 1982, ta
bla 8.4J. En realidad, a 10 largo de casi toda lu epoca posterior a la gue
rra, pero sobre todo a finales de los anos 60 y a principios de los anos
70, los gastos de pensiones privadas crecieron casi tan deprisa COmo la
seguridad social. El nuevo fenomeno de las pensiones industriales ne
gociadas se propago por casi todos los paises capitalistas avanzados
tconstituyendo las pocus excepciones Austria. Ale-mania e Italia); en
Francia, tomo la forma de un labcrinto de planes complementarios que
sc incorporaron mas tarde a los sistemas ARRCO y AGIRC; en
Holanda surgieron planes industriales y de ernpresas: los primeros, con
cl tiempo, estuvieron sujetos a mandata gubernamental; Fi nlandia y
Suecia nacionnlizaron igualmente las pensiones complementarias.
La guerra tarnhien altere la forma institucional de las pensiones
pnr 10 menos en dos direccio nes dec iaivn s. Pri me rc. como senala
Munnell (19H2J, las pensiones privadas se eonvirtieron en un objetc
clave de la estrategia de negociacion de los sindicatos, en un medio de
aplazar las ganancias salar-ialos actualcs por unas prornesus futuras.
Segundo, con la entrada institucional de los sindicatos I en Est.ados
Unidos, si!!uiendo la di sposicion de 1948 del Consejo Nacional de
Rclacionas Laborales), la tradicional pension gratuita se debilito en
fnvor de los planes contractuales de jubilacicn negociados colectiva
mente (Rein, 19H2). En este sentido, los sindicatos ayudaron a acele
rar la defunci6n de los restos del sistl'ma preeapitalista y a poner en
su lugar el mercado del contrato colectivo.
La oleada de pensiones ocupacianales de In postguerra no fue sola
mente un subprodueto de la guerra y del poder de los sindicatos; des
de el principia fue alimentada por una varicdad de iniciativas h'Uoer
namentales. EI papel del Estado en el capitalismo de la postguerra
quizas haya sido mas fuerte que nunca; primero y ante todD, sus deci
siones con res peeto a la seguridad social han tenido unos efectos pro
fundos. Surgieron dos tipos basicos de pensiones estatales; el primero
era la pension universal fija, que normalmente sobrepasaba en un
poco a la pension minima. Los subsidios era iguaJes pero bajos y se
1~i6
del trubajo para poder tener derecho. Con este acuerdo, muchos tra
bajadores se quedaron fuera (como las rnujeres y los trabajadores
PIB, son alrededor dell por ciento en poises como Australia, Dina
marca y Estados Unidos y alrededor del 0.7 por ciento en Gran Bre
tana (GECD, 1984a; Vestero-Jensen, 1984). As; pues, las pensiones
privadas pueden ser una forma dp salarios difcridos, pero en realidad
son tambien un os impuestos difcridos. Lo:-; altos tipos impositivos
marginales que se impusieron a los ciudadanos despues de la guerra,
desde luego se sumaron al atractivo de Ins pensiones ocupacionnles
como beneficios complementarios.
Uno de los cf(~ct()."i tributarim, mns importantt's, aunqup poct) tenido
1:17
Con J:1S eOI)L'('.s iones fis('alt'~ ,...;p imrt-nu-u t n 1<1 l'l'gulari6n 1!1lllPrna~
dl'l I1It'ITado
PPIl:-IO!l('S,
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! 19H5l la poht icn sociu l hr iUllic;l fur- {'lab(l:'ad~1 pur los [uncionnrios
dl' Hucicnd.i ,-.;iguiendo los J'Pqlllsilos de I:t L(,.\' di- Finanzus d( lD47
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L ' o m o
S m . i l
dos de fot-rnus dccisivus: ell muchos cases rcalmento pi Est ndo tumo
ningun cuso.
138
C\bT.\
E:::'I'I>:t~-:\~IlER~l':S
CONCLL'SION
139
bajo (OIT), The Cost o(Social Security. 1980 tGinebra; OIT, 1983). Para Nue
va Zelanda, de OIT, The Cost Of Social Security, 1.477 (Ginebra: Ol'I', 1979).
5
.
.
REGIMENES DE DISTRIBUCION
EN LA ESTRUCTURA DE PODER
<Por que la protcccion social depende mas del mercado en unos paises
que en otros? i.Por que el universalisrno es tan importante en los pai
ses nordicos y el corporativismo 10 es en la Europa continental? iPor
que algunos Estados definen minuiciosamente las responsabilidades
de su politica social, mientras que otros yen el derecho al empleo co
mo una obligacion minima y oficialmente se vinculan a compromisos
que desbordarian la imaginacion de cualquier liberal del siglo XIX (0
socialista, por 10 que a csto concierne)? Y por ultimo, ipor que los pal
ses cristalizan en agruparnientos de regimenes bien diferenciados?
EI cometido de este capitulo es identificar que fuerzas impulsan
cl desarrollo del Estado del bienestar. Durante la prolongada centro
versia sabre este asunto, las teorias funcionalistas de modernizacion
general mente se han opuesto a las teorias del puder. EI problema es
teoricamente importante porque destaca las divisiones paradigmati
cas en las ciencias sociales. Las teorias que se centran en el poder se
apoyan en una determinada vision ace rca del nexo entre la politica y
la sociedad. En primer lugar, asurnen que el gobierno no es un arbitro
neutral ni tam poco es intrmsccamente responsuhle de las necesidades
sociales que aparccen; sus acciones son dictadas pur el ejercicio del
puder. Pur lu tanto, el balance del poder en una sociedad es decisive
para saber cornu sera un Estadu del bienestar. La opinion contraria
sostiene que los Estados del bienestar surgen practicamerite bajo
cualquier condicion de poder. EI punto de partida, siguiendo la econo
mia marshalliana (Marshall, 19201, es que la redistribucion solo pue
de tener lugar con un cierto nivel de desarrollo econornico; pero la
1~~
lal~r.\ E:'-:I'I~(;-.\~J)EH:-;l-:~
ll:l
1-1-1
l:~l:-,r\ 1":-'I'I~I;-:\~tHI'~V.\
!(l;-;I~~I':"tl.'\ll(hIWI
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1:11\1:'1"\1,
I' :;
146
GO:-'T.-\
E~PI:"G-A~n[HSE~
147
, 18
]n.-:.T1UY\W\'lll\:-;j,;,'j
. .irtidos. Debtmos estar atenios subre todo a las formas en que la rno
"lizaci6n Lasada en la denominacion politica hn filtrado lu s dcman
r1as de la clase trabajadora ell la politica y la forma en que 1m; parti
...US catolicos y cristianos han influido en In posicion de los part.idos
.cialistas y obreros. Ell purses como Holandn, Itu lia , Alemania y
llelgica, los partidos cr-istiunodemocratas de la utupu de la postguerra
alcanzaron precrninencia , en parte. por till exito plectoral entre los
ahajadores; al ser capaces de gobernar a largo plazo tumbien han si
. ) decisivos en la interpretacion de las necesidades de politica social
rte Los trabajadores,
\ MEDIC]ON llE LA INFLUENCIA DEL POllER
~'mtrar.
~'''['\]l(l]lFl nll:\l""\I~
11 (I
dicatos pueden tarnbien influir <en la politica. PPI'O nqui han sido orni
tidos en g-ran parte, en prime-r lugar. porque 1<1 Iucrxa de 10:-1 <indica
tos es sustituible empiricarnent c pur In fuerzn del partid t la corrcln
cion es O.R16l y, en segundo lugar, pOr411l' nue-st r cr-nt ro do nn.i lisis
n-ul esta en pi parlanH'l1tarismo.
Muchos estudios presentan forrnas dudosns de rnedir el poder: pnr
ejernplo, es corriente medir lu fuerza do los purtidos en rolnciou ;11 rc
parto de votos; peru esto es discutiblc, puesto quo Ins reglas clectoru
les rnuchas veces no asignun los escunos de forma proporcionnl a los
votos. La misrno ocurre con los estudios que rniden e! pader de los
partidos durante periodos de tiempo breves, algo que se ex pone al
efecto "Blum": un partido de izquierdas Jlega al poder solo para ser
derrotado unos cuantos anos mas tarde, teniendo poca 0 ninguna in
fluencia duradora.
l ntroducirnos tarnhicn variab/(s que rcflcjnn ('I pupcl de lu rnovili
zacion catolica y cristinnodomocrata. En cuanlo a los analisis corres
pondientes a los aflos ilnl('ril)1"pS a ]!)!>(), nll!'slr;1 nu-dida (~S simple
mente el porcentaje de catrilicos en un pais. Husta mas tarde no sur
gi6 el fenorneno de los partidos de masns crixti.modernocratas. pero 1(1
especificacion doponde dol supucsto d que, dnude ('I eatolicismo es
fuerte, los ideales dominantes de justicia social probablernonte Sf' con
tcmplan con la vision del mundo que ticne 1<1 Igll'si:1 -en erecto, In
variable intenta captar In presencia general de las oortrinas cat61ieas
en la polftica socinl. P:Ull 1m; an.ilisis dt' In et.a".. ('llnlt'mporanP;l llsa
mos la propnl'cion de e.'icanos Icgislativos detl'llt;I({OS po,. los pal'tidos
catolicos durant" "I periodo d" I946-RO. En I"l'alidad. no hay mucha
diferencia al ('Il'gir uno II otro: 1;1 corn'I;)('icIll dC' orden cpro (~nl n' In
primera medida y la se/-:unda es II.H4H,
Es evid('lltp quP nt'eesitnJllos idpntificar ('I illlp:H'to hisll'lt'ico clt1
ncoabsoluti':illlo y del c~tatismo autoritario. Para c()nden~ar la com
pJejidad de tales experiencias hiHtoricas en aIgo que sea razonable
mente mensurable, hemos identificado dos rasgos basicos: 1) la fuerza
y la duracion del dominio absolutista; 2) las d('moras ('n el estableci
miento de In oPIllocr<lcia politic(1 ph'na. Nm'."tr:l nH'nida d(' 10 ant('rio!'
proviene de la clasificacion de Rokkan (1970, (,"p. :\1, y c1" como reslIl
tado tres grupos: 1) fuerte y duradero. 2) 'lhso!utismo dt'hi! .Y :{l no
hay absolutismo, Las puntuaciones que se dan ('on esta clasificaci()n
han sido ponderndas a su vez por el ano en el qut' rup institucionaliza
do el ~ufragio universal pleno (parn hombrps y TlIujPf'('sl.
En cada modelo controlamos las dos causas tc6ricas del desarrollo
del Estado del bienestar que no esten basada.< ('n el poder, y que sean
1St)
l;\'~L\ E~Pt~C-.\~LJFH~FS
Seria obvio decir ahora que el presentc estudio concede solo una
validez limitada a las medidas de los gastos totalcs en In invm.:;tiga
cion sobre el Estado del bienestar. Hemos argumentado a favor de los
rasgos estructurales e institucionales y es en cstos en los que se cen
trani nuestro analisis. Las siguientes comprobaciones de las caUS8S
LP~
151
152
l:\\";~\ ~ ....:-'!\.;-\\l\:-~>~'\
decir. los tres modelos principale- de r:sLad()s del bienextnr como sis
temas de cstratificacion social.
DISE;';O ~IEnJI)()J,()(;I('O
153
EI salario social
Como hernos indicado, el gasto de la seguridad social como un por
centaje del 1'111 hn sido el indicudor dc' ln di nn-naidn del stado del
bienestar usa do con mas frecuencia. Heneja de una forma poco elabo
rada el salario social total, es dtv-ir, la parte do los recursos de un pais
que se distribuye de acuerdo ton unos eriterios ....ocialcs y no est.ricta
mente de mercado. Siguiendo 10 eseneial de nuestro razonamiento, no
hay razon para creer que los cnmprom isos de gasto como talos deberi
an estar relacionados con el poder de los partido de izquierdas. Un
salario social ampJio podrfa suruir ig ualruen te con regimenes nutori
tarios 0 con eI catolicisrno. De hecho, si la movilizucion de Ins fuerzas
de la izquierda influys en los gastos sociales, eso se produjo en una
etapa relativamente tardfa en cl desarrollo de los EstadoH dp} bienps
tar. La participaei6n de la izquierda en gabinetes ministeriales. y no
digamos la asunclon del poder en solitario, fup maq...rinal y e:--poradil:tl
antes de Ia epOCH de la postguerra.
EI tamaflO de los Estados del bienestar contemponineos no se
puede predecir a partir de su dimension antes dp la Segunda Guerra
Mundial. En efecto, Ia correlacion de orden eero entre los gastos so
ciales (como un porcentaje del PIB) durante 1933 y 1977 es lIegativa
(-0.120); sin embargo, durante 1950 y 1977 la relacion existenle es
eonsiderablenH'nte m,l~ fuerte (0.617). Si el tama!w de los Estildo:-;
del bienestar de anos pasados fucra un ruertl' predictor del tamano
de los de hoy, evidentemente quedaria poco por explicar aparte de 10
que en su momento causara HU variaci6n. Sin ('01bargo, illgo ha ocu
rrido entre la decHda de los anos 1930 y IH actualidad que ha altera
do esencialmente la distribucion de los paises por 10 que se reflere a
los gastos sociales.
154
(a)STA
ES\'I:\'(;-A!\l)Ef{SF~
uu. E:-'t:\[)U
DEL IIIr:W~T.\1i
1;15
TARLA [i. I Af1:ilisis transversal IOLSI del >;ala!"w . . ocin! e-n 193:1. jq!io y
1977
II
Variubledependionu
aSs/PIB (19331
PIB per capita (1933>
7(, personas mayures (1933)
IU'
0.078
0.178
RPC 11918-831
0.287
Partido catolico
0.122
Absolut.ismo
0.070
Variable dependiente
GSS/PIB (1950)
PIB per capita (1950)
-0.106
(!r personas rnayorns (19!)01 O.61:J
O.H92
O.:3:lb
9.b1
(3.10)"
RPC, 1928-491
O.~51
Purf.ido catohco
O.~ti:L
I\bsoluti.'if11O
0289
Variable dcpcndient.e
aSs/Pill (19771
PlH per capita (1977)
0.088
If( personas mayores 0977 I fl. 7'27
HPC IIH[iO-76l
Partido catclico (1946- 760
Absolutismo
O.[j[iH
0.251
0.270
l.H:!:l
(,1 ~:l)
O,49H
17.89
fJ.~:llj
0.2b8
72:1
R cundrndo ujustado.
b Coeficu-nto t. entre purentesis.
~'IJ~,Nn, (lnl"~,, dr- d"l,,~
d,' SSIIl
156
t,"STA ESI'Ir>:(;-ANI)EltS!':r\
}{!'('
It=O.:I~1
+ 1.;,96',
lL=:l.721
LOl'i TltL'i"
~1l':\lh):-:
tlEl
E~T:\il()
1l1-'l.1;[F\T:'l'\li
Vi7
Pensiones
Hay muchas ruzones por las que deberiumr, decidirnos a dasngro
g:ar el salario social en sus partes cnmponuntr-x Hay algunos compo
nentes en el conjunto de las medidas del Estadu del bienestar que son
mas decisivos que otros para el bienestar social de la clase obrera, y
los factores demograficos (como e! envejecimientol no estan relaciuna
dos par igual can todos los programas sociales. Se comprueba mejur el
impacto relativo del poder y de las variables dernograficas y econorni
cas centrandose estrictamente en las pcnsiones,
Myles (l984a) y Pampel y Williamson (198;') representan hasta
ahara los enfoques mas sofisticados en esta linea. Las fonnas en que
los dos trabajos miden las pensiones, dificren considerablemente.
Myles se centra principal mente en las cualidados de los planes dejubi
lacion y encucntra que In variable poder de la izquierda ofrece una ex
plic acio n decisiva de las dif'erencias entre naciones. Pampel y
Williamson se conccntran en 10..., gastos en pcnsiouos y encucntran que
la estructura demografica eli la explicacion mris poderusa (las personas
mayores constituyen un potcnte hloquo ('!('t:tond 1. Sin crubargo, esta
clase de enfoque esta sesgada imphcitarnenu-. Tomar solo los gustos
del Estado del bienestar en pensiones, como hacen Parnpel y William
son, significa que se esta estudiando unicamente una parte de todo el
universo de las pensiones ---el sector publico. Implicitamente, esto sig
nifica que se esta estudiando la estructuraciun dt' las pensiones.
Parece obvio que un test adecuado del impacto del envejecimiento
de la poblacion, debe incluir todo tipo de gastos de pcnxiones. publicas
y privadas. De esta manera no nos referimos a In cstructuracion, sino
a la asignacion de los recursos macrncconrimicos. Y de esta forma rna
ximizamos la probabilidad de que fuerzas econornicas y dernograficas
sobredeterminen las variables politicas. En resumen, es mas probable
que lIeguemos a un razonamiento de convergencia, si estudiamos el
gasto en pensiones en relacion a los gastos del sector tanto privadu
como publico. Por el contrario. scria mas prohahle descuhrir una in
fluencia significativa de las variables pohtic.rs si estudiamos las dife
rencias estructurales en los convenios de pensiones.
La tabla 5.2 resume nuestros resultados con respectu al gasto total
en pensiones. La variable dependiente incluye el gasto en cuatro tipos
de programas: planes privados individuales, pensiones colectivas oeu
pacionales. pensiones de funcionarios y pensiones de Ia scguridad so
cial. Para esta variable solo tenemos datos de 19RO.
158
G\l~TA
r------
-----
l-:.sP1NG.o\...\ltll-:H,Sr::-.:
-- ------
LlJ:' T}{~:~
..- - - - - - - - . _ " . _ - - _ . _ - - - - - - -
J{:.!"
t'
0.052
-<)557
-<).23
1-2.69)"
0.267
7.21
mayores ( 1980)
0.791
0.602
26.69
RPC (194676)
0.423
5.170
15.17l
0.072
(1.87\
0128
3.49
Partido cntolico
Absolutiemo
0.329
0.217
lh
personae
H cuadrado ajustado.
.' coeficiemc t entre purentesis.
F\ I NT~ .rd'II\,.' de
IL-....
d,..t,,~
lid -"SIB
n!f\T~T:\H
159
.OJ
Vllnoble independtente
~ll':-';\)l)~
Total de pensioncs = 1.580C + 0.679 (% personas mayoreal - 0.010 (crecimiento del PIBl
It = 0.61)
It = 4.14\
tt = -1.58)
-~-~
160
1.0:-
ta1S'['A E:-;PIKl;ANllEKS!':!'J
TH.~:S ~IL';-':lK):;
isi
Va'-Iabl, ,"d'"l"'udl('uu.,
--
_ ..
---- - - - - - - - - -
O.~OH
0.262
-0.530
RPC (1946-80)
-OAI2
Partido cutolico
--OAOG
Absolutisrno
--(>.:I4H
"
Jet'
3.330
12.:16)"
0.212
5.5H
-2209
1-250)
-0.290
1-1.811
-0.229
1-1.77)
0.236
6.26
0118
3.27
0.112
:U4
combinadas en 1980.
R cuadrudo ajustedo
h Coeficicnte l entre parentesis
___ ~Nn 111th,..." nl' dlllu~ dt' S~lI\
____JI
= 0.96)
(l = 3.301
It=3.42)
162
!.us na:~
\1lS[)ll~
DEI. r:sr.-\ll(l
uu. IIp'-.;r:-:T:\H
II
Van"I,I,- l'UI'"I",,.t"!lU'
% personas mayorcs
0.458
16:1
l'~l atixtu.
191'11)
,..
JCC'"
o.is:
0.160
4.24
0.:197
1221
0.241
6.39
(2.06)"
~l8.R60
C -O.076IHPCl -UJlO
ft=2.76J
(t=-o.:n)
(I;'
pcrsonas mayores t
(1=--1.5,';)
-0_:IH5
-0.060
0,/;67
0.0:37
(:l.:)HJ
0.534
Abeolutismo
0.198
(2.53)
R cuadrado ajustado.
b Cocficicnte t entre parcntesis.
"'1'~.Nn'
,i,j :-:'SI1l
I
------
_I
(t=l.H:tl
1M
lJ'\.':-:.\
l.p:,
E:':):~l~-.\~~)r:!-L"';'r.::'\
rRE~ ~Il":-;D():,
165
"
RPC (191G-HOI
-~o
Partido cutolicc
H."
.__.
17R
0.46:l
OJ)H!)
O.16G
4;JH
0.H43
92.04
12.09!'"
Corporatlvlsmo
::=
(t=
-1.85)
(t=I.l)lj)
(t.=H.H71
O.~23
Absolutismo
1.124
. R cundrudo ujuatndo .
FtE~Tf.
:IIThIV<> <J,.
dal"~
dd !-iSlIl.
166
(aJST.\
l.ll:'
E:;I'I."It;A:'\[)EHSE~
V.lrlt\b\t' ""Iq.""U,,,nh
----
~--
l{'~"
0.443
0.050
-0.078
0.706
I.8l'2
( 1.98)"
0.146
390
0.488
0.168
1~.~)1
(3.99)
Partido cat.6lico
Absolutismo
lti7
.--- _.
Tendencia OP lu s.socia l "" 63.750 C -to.S08r RPC) -0.1.'1.11 r.; personas rnavorcs i
(\=;).541
It::::l.It2l
It,,, -H.IH5l
-,
--
~.:-ll\I)()
rHE.'!i~lL.\I)ll~ l>~::
-0.164
-0.150
R cuudrndo ajustado.
~ Coeficienlc t entre parenl<>sis.
t'l:CN"n. un'hum d" ,wlu. lid sS/n
~
.J
168
GO~1'A r~SPIN{'-ANDEH.s~:N
nEL
I-:~T,\])O
IWI l\lF\F.'l'.\t\
ltm
11 los
pobros
00:
(too:
-LXii) It=-4.97l
1+
EI fuerte efecto lineal, aditivo del PIB per capita sobre la tenden
cia de la ayuda a los pobres; se interpretu mejor como espurio: los
mismos paises que puntuan mas alto en el PIB per capita (Estados
Unidos y Canada) tambien puntuan 10 mas alto en la ayuda a los po
bres. De hecho, esta conclusion esta confirmada por una inspeccion de
los valores residuales. Lo que es important" es que el modelo confir
rna nuestro urgumento sobre la centralidad del poder de los partidos
de izquierdas para la "socialdemocratizacion''. EI RPC es claramente
decisive para restringir la orientacion favorable a lu ccmprobacion de
medios de vida en los Estados del hienestar.
da),
A la luz del fuerte poder explicativo del PIB per capita, debe ria
mos introducirlo como una variable de control con el RPC. En el rno
delo que se presenta a continuacion, tanto el RPC como el PIB per ca
r-
TABLA 5.7 Anali!(is trnns versnl (OLSI d.. In uyudn II los pobros ron
comprobacion de medics de vida en el Estudo del bieneatar, 1977
Varuthle md"l."ndlt'nl.c
ttl"
0.580
I.R60
12.R51"
0.295
R.12
-0.224
O.3H!)
II.S:I
~.3RO
-0.652
\-:3.441
Partido CBt61iCO
Abaol utiemo
0.118
-{).063
R cuadrado ajustado
- Coeficiente t entre parenteais.
t'U&NTEeehrvc de dal.olldel 8SlM
LOS'[RS
C0~TA [SPI~G-A...""DER.-';~:~
170
"
Ylolriable mdependrente
-0.026
0.672
K2"
----~---
2.173
0.417
13.18
0.430.
13.81
0.118
3.27
(3.63)b
RPC
Partido cat61ico
Absolutismo
Ayuda a 108 pobres
0.681
0.161
0.284
-0.412
0.371
(3.721
-0.654
(-1.811
H cuadrado ajuatudo.
b Coeficiente t entre parenteeie.
~1:l1~lJUS
171
1';'2
GOST..)"
ESPI~G-.o\.."DER.'E~
173
---l
TABLA 5.9 Analisis transversal [OLSI del comport.auuento del plena
empleo, 1959-1983
VlIrIIlhlt mdependienu-
RPC
0.160
0.557
Partido catolico
-0.448
Absolutismo
Ayuda a los pobres
0.014
-0.492
1-2.26)
"
R:.!
5.880
12.68)"
-3.806
1-2.00)
0.267
7.18
0.150
4.01
-15.137
0195
5.11
It = -3.351
It = 1.48)
(t= -0.81)
174
GO~TA E~PIN<.;-ANnEHSEN
[l~:L
EST:\lKl
nu.
17;')
I:lESESl'.\H.
--l
TABLA. 5.10 Analisis transversal fOLSJ del crecimir-nco del empleo pu
blico (promedioa anuales, 1970-1980)
"
VUrluhlc mdependsentc
'-0.152
-0.259
0.748
Partido cat61ico
Absolutismo
--om8
0.109
14.51l"
R:t
0.532
20.33
-0.009
R cuadrudo ejustado.
b Coeficiente t entre parentesis.
FUr.NT~:
LA EXPLICACION DE
1:6
\;\ \:-T \
ur.-; T1U:~
r~l'l:"t;-.-\:-': [lU;;'~::"
-.
-- ---
------
---- .. -
----
RPC
-0.149
O.fiOH
Purudo cutolico
0.705
Absolutismo
R cuadradc ajustado.
Coeficiente t entre parenteais.
I\lE\~SL\1I
177
V"rvwl, mdep-ndu-nrr-
~H'\DO:-i
Il
H2'
f-'
0.111
o.:J:n
!I.Il0
CUI7)"
0.859
13.98)
0.456
15.81
}'I't:l'ln;'
._---
,,~hiH> de dlllo~
del S:",1B
Reg. conserv. = 0.426 C + 0.035 tp. catclico) + 0.475 (abscl.) + 0.005 (p. cat6lico x ah801.J
It: 0.40)
1'= 0.771
(t: 1.741
(t: 1.1])
d8
(j~STA.
ESI'I-SU-.,,"-"1DEH.'"it:r-.:
I
I
179
<1.524
1.326
.
,'
,.
0.230
6.07
0.517
19.16
(2.46)1'
RPC
---<l.738
Partido catolico
Absolutismo
---<l.200
(-4.38)
0.100
0.000
R cuadrado ajustado.
b Coeficiente t entre parentesis.
LOS,[,I{~S.'llNIJ()S
COSTA ESI'INl.;-ANlJEH:SEr-.i
180
~TAIILA 5~~nahS"
VlInabl( lndep'nd,('nl.,
,
0.0:16
0.698
RPC
0.115
R2"
0.455
15.22
(3.901"
Partido catclico
Absolutismo
-0.384
-0.359
R cuadrado ejuetado.
b Coeficiente t entre parentesis.
"'n~t Ilrd'llVD
-------
CONCLUSI6N
181