Hermeneutica Analogica Pluralismo Cultural y Subjetividad
Hermeneutica Analogica Pluralismo Cultural y Subjetividad
Hermeneutica Analogica Pluralismo Cultural y Subjetividad
PLURALISMO CULTURAL
Y SUBJETIVIDAD
COLECCION HERMENEUTICA,
ANALOGIA E IMAGEN
DIRIGIDA
INDICE
INTRODUCTION
LA H E R M E N E U T I C A A N A L O G I C A Y
EL MULTICULTURALISMO
Printed in Mxico
SUBJETIVIDAD, MAS A L L A DE L A E S T R U C T U R A
HACIA UNA E P I S T E M O L O G I A
ANALOGICA-HERMENEUTICA
INTRODUCCIN
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y diverso por su equivocidad, acaba fusionndose en un mismo
conjunto muy ambiguo en el que todo es igualmente vlido y de
esta manera se incurre en la univocidad catica del relativismo
absoluto.
La riqueza del planteamiento hermenutico-analgico radica en
que trata de conjuntar lo universal y io particular sin borrar o
destruir a ninguno.de los dos, aunque s dando predominio a uno
de ellos, a saber, lo particular y concreto. Una de las tesis centrales
de esta propuesta consiste en que esta conjuncin puede lograrla el
universal analgico, que va ms all del universal unvoco, como
el de la lgica y la matemtica, y llega a las ciencias o saberes de
lo ms vivo y existencial o concreto, como son las ciencias
humanas, las disciplinas sociales y aun morales.
Universalidad y particularidad, uniculturalidad e interculturalidad,
son entiddes que requieren un tratamiento analgico, fronsico,
que posibilite respetar lo diverso y mltiple sin perder la unidad de
lo universal. Esta actitud analgica orienta para integrar sin
excluir; pues no se trata de una destruccin impositiva, sino una
construccin o reconstruccin conforme a limites inteligentes. Es
por ello que el modelo analgico de la hermenutica puede aportar
mucho del dilogo entre culturas. Como seala Beuchot, "Tal vez
ese mestizo hbrido sea el que, como Mermes, nos d la clave de la
interpretacin de lo intercullural, que tambin tiene mucho de
hbrido y que adems presume de esa riqueza espiritual, ya que no
material sino de culturas mezcladas y encontradas^ que tiene lo
mestizo, lo analgico".?
Me parece que el planteamiento de la racionalidad analgica tiene
una especial proyeccin para el tratamiento de algunos problemas
corno los abordados en este trabajo, por ejemplo el de la con^Cr'. Beuchot, M Tndame litacin analgica lie la interpretacin filosfica de
la cultura", en Arriarn, S. y Beuchot, M . , Filosofa,- neobarrocoy multiculturali.fmo. Editorial Itaca, Mxico, 1999, p. 156
L A HERMENEUTICA ANALOGICA
Y EL MULTICULTURALISMO
1. Propsito
La intencin de este trabajo es analizar y contribuir en la discusin
acerca de ia propuesta del multiculturalismo analgico o del pluralismo cultural, para la elucidacin del dilema o falso dilema
"universalidad" - "particularidad", relativo a la diversidad cultural.
Para tal efecto, abordar en cuatro breves incisos, que condensan
un trabajo de investigacin ms amplio, los fundamentos de este
asunto tan polmico: i) naturaleza del dilema, i) identificacin del
fenmeno del multiculturalismo, iii) fundamentos del multiculturalismo analgico, y iv) dimensin simblica en el anlisis de la
diversidad cultural.
2. E l dilema en torno a la diversidad cultural
Una de las caracteristcas peculiares de fines de este siglo es que al
parecer ste acelera una tendencia a la modernidad, es decir, el
encuentro y unificacin de las culturas particulares en una cultura
universal. Por supuesto que se trata slo de una tendencia, no hay
algo ya configurado, pero hay rasgos presentes en muchos campos, primordialmente en el de la ciencia y en el de la tcnica. De
esta manera, la realizacin de una cultura planetaria, en la que
hipotticamente participaran todas las culturas particulares, est en
un inters predominante. Tal situacin permitira la comunicacin
universal y establecera las bases, finalmente, de una comunidad
que abarcara a todos los hombres. No obstante, la tendencia a la
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I
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t i c o
p u e s
s i n o
I a s
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13
'Ricoeur. P., -'Civilizacin universa! y culturas nacionales", en Historia y verdad, Eds. Encuentro, Madrid, 1990, p. 256.
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14.
E l segundo extremo, el particularismo, postula que no puede haber
cusin".
antropologa
b l e m a de c m o , a p a r t i r de u n i n d i v i d u o , de una cultura, se u n i v e r -
En, e s t a l n e a d e p e n s a m i e n t o ,
filosfica
se t i e n e a s u n a
es v l i d a , no se p o d r detener a las culturas que tienen c o m o p r o p i o destruir a las otras. Entonces v o l v e m o s a encontrar e l caso de
u n a c u l t u r a que p o d r a d e s t r u i r v l i d a m e n t e a las d e m s . L o s
figuran
tficas y
cuencias indeseables.
d i v e r s o s t i p o s de r e l a c i o n e s . Para la p r o p u e s t a a n a l g i c a de
filosficas;
sistemas e c o n m i c o s , sociales y p o l t i c o s ;
de la p r o -
'Ibidem.
A n t e estos p r o b l e m a s , el p l a n t e a m i e n t o s i g n i f i c a t i v o
que se r o m p a la u n i d a d general de naturaleza y de fines o aspiraciones. A s , puede decirse que eso de l o que todos participan es la
r a c i o n a l i d a d , p e r o q u e la r a c i o n a l i d a d t i e n e u n m a r g e n d e
v a r i a c i n : hay racionalidades distintas dentro de ese m b i t o , por lo
cual se realiza a n l o g a m e n t e en cada g r u p o , o de manera proporcionalmente igual, o proporcionalmente diversa.
D e acuerdo con esta i n t e r p r e t a c i n , la racionalidad n o tiene pretensiones de ser n i c a y de ahogar a todas las otras; pero tampoco se
d i f u m i n a en
racionalidades
r e eh'oCTvr, T a T T o s o f a
p. 240.
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teolgico y filosfico, y a veces slo filosfico, es decir, la cosmovisin. en la que queda comprendida la antropo-visin. Desde los
mitos con los que se ha tratado de explicar el origen y el destino de
un pueblo, hasta los estudios cientficos ms acuciosos acerca de
la historia del mismo, con su consiguiente interpretacin filosfica, son intentos de dar sentido a ese grupo, son lo ms profundo de
esa cultura, se trata de la interpretacin de la cultura por ella
misma o por otras. Si una cultura pierde esto, o lo cambia sustancialmente, pierde su identidad. Puede integrarse a otra cultura,
modificando accidentalmente esa comprensin de s misma, o
auto-representacin, y seguir siendo la misma, perviviendo. Pero
"...si pierde eso, quedar absorbida, desaparecer en la otra, sin
ningn tipo de mestizaje, sofocada, agotada y muerta". "
En este sentido, para Beuchot, el mestizaje es una forma privilegiada de universalizacin que no debera consistir en la destruccin de una cultura por otra, sino en un mutuo enriquecimiento
respetando diferencias e idiosincraeia: no aniquilacin de una de
las partes, ni siquiera slo enriquecimiento de una a expensas de la
otra, o el empobrecimiento de ella, sino conservacin parcial y
enriquecimiento de la misma.
1
6. Consideracin final
Cabe destacar, en esta polmica entre el universalismo y el particularismo, que la propuesta pluralista analizada se basa en una
nocin aristotlica muy conectada con la analoga, a saber, la pru. dencia o frnesis", retomada tambin de Alessandro Ferrara.
Como explica Beuchot. este autor pone en tela de juicio las pos"iBiar, p. 2*2.
'
.. _
euenot explica en SoSre el realismo y la verdad en el camino de la analogihhd, p.97, aludiendo a Pulnam, que ontolgicamente nosotros construimos la
ocmn de constelacin, pero no la de estrella o astro. La clase de las constelaiones es arbitraria, porque cambian de cultura a cultura, por ejemplo los grieos velan unas, los chinos otras, etc. Pero la clase de los asiros, dice Beuchot es
atural. porque no puede ser -al menos no totalmente- construida por nuestros
arcos conceptuales, intereses y recursos cognoscitivos.
Beuchot, M., Sobre el realismo y la verdad en el cambio de la anato icidad,
K
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I')
conseguido dar con la realidad en nuestras proposiciones y nuestras hiptesis y conjeturas. "Dados esos lmites en el relativismo
de marcos conceptuales, y esos lmites en el relativismo del consenso, se puede hablar de analoga, de la proporcionalidad de las
partes que entran enjuego en el conocimiento, en el acto de conocer '.
La tensin entre el universalismo y el particularismo de las culturas se resuelve en la propuesta analgica, con un pluralismo bien
planteado. Los riesgos son obvios, pues al actuar las culturas, en el
seno de una sociedad, las diferencias culturales se van desdibujando e incluso algunas hasta llegan a borrarse. Tambin, al tener
acceso a la igualdad de oportunidades y de bienes, se pierden algunas cosas propias y peculiares de la cultura particular; sin embargo, Beuehot eslima que no hasta el punto de renunciar a la propia
identidad, a la representacin de s mismo, a la memoriacomn, al
imaginario colectivo, que es lo que afianza a la realidad, a la vida.
Quiero sealar, finalmente, que despus de reflexionar si la propuesta de Bcuchot es un modelo terico o una metodologa, percibo que se trata precisamente de una metodologa hermenutica,
pero tambin de un rnpdelo terico de interpretacin en el que
subyacen supuestos ontolgicos y epistemolgicos. No obstante,
considero que como modelo terico de interpretacin, aunque la
comprensin tenga la jerarqua principal, no se da sin ms, ya que
requiere o debe ser acompaada de un arduo trabajo de explicacin y discurso. Pues como l mismo aclara, en la racionalidad
analgica el consenso no puede de suyo y por s mismo dar la verdad completa, pues siempre tiene condiciones de restriccin que
apuntan a la correspondencia; indican,- dice, que el consenso nos
ha llevado a la realidad, que el dilogo pragmtico nos ba hecho
atinar al ncleo de la verdad como correspondencia. El acuerdo o
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ibd.,p. I I I .
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toria, exige abordar el problema de la racionalidad como tal, confrontada con la diversidad cultural. La clave de todo este problema
se encuentra en la forma como se articulen universalidad y particularidad, o con otras palabras, igualdad y diferencia. Se trata de
evitar dos grandes escollos: etnocentrismo y relativismo cultural.
El etnocentrismo supone un punto de vista altamente distorsionado
desde el que se enjuicia todo lo relativo a las otras culturas y
sociedades, desde el presupuesto incuestionado de que lo relativo a
la propia cultura y sociedad es lo mejor, lo natural, lo propiamente
humano, Se sabe que el etnocentrismo es la posicin inicial desde
la que todo grupo humano juzga a los dems; igualmente es conocido el proceso de paulatino abandono de esa posicin ingenua,
mas tambin es clara la resistencia a dejar del todo atrs los prejuicios etnocntricos. Tanto es as, que en la misma filosofa, en
las ciencias humanas, en las ideas que circulan en una sociedad,
aun considerndose "ilustrada", tales prejuicios han hecho y hacen
acto de presencia, a veces de manera muy contundente. Por su
parte, el relativismo cultural aparece y se expande como reaccin
ante los evidentes excesos etnocntricos. Aunque su motivacin
pueda considerarse loable, el problema aparece cuando, ms all
del reconocimiento de la relatividad de todo producto cultural, se
deja atrs lo que es un sano relativismo metodolgico para ir a un
relativismo total, un relativismo cultural extremo. Este relativismo,
que encierra una ostentosa autocontradiccin cuando se sostiene
sin intenciones de abandonar la comunidad cient fica, llega a instalarse en el error que trata de combatir, pues como apunta Prez
Tapias, el antioccidentalismo, cuyo caballo de batalla es el etno, centrismo occidental, es mala vacuna para librarse de transigir con
r otras perspectivas etnocntricas. Aparece entonces la paradoja de
que el resultado final del antetnocentrismo es una proposicin de
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m o d e r n a , p u e d e h a b e r a l m e n o s dos a l t e r n a t i v a s : p r i m e r o , el
retorno a la t r a d i c i n propia, el repudio del c a m b i o , el refugio en
el i n m o v i l i s m o ; la r e n o v a c i n de los valores antiguos, el rechazo
de la " m o d e r n i d a d " ; tal es la s o l u c i n de los nacionalismos integristas. Segundo, la b s q u e d a de una nueva r e p r e s e n t a c i n de s
m i s m o , en la que pueda integrarse lo que una c o l e c t i v i d a d ha sido,
con lo que proyecta ser. N o puede dejar de mencionarse a q u que
el p r o b l e m a de la d i v e r s i d a d c u l t u r a l se plantea, c o m o subraya
Beuchot,
sobre t o d o en una c o n c e p c i n f i l o s f i c a de h o m b r e .
las
diversidad cultural, es i m p o r t a n t e
s e a l a r que una de las tareas de la filosofa es esclarecer una conc e p c i n de la r a z n y la r a c i o n a l i d a d que respete otras formas c l -
finalmente,
que a d m i t a la p o s i b i l i d a d de
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cambios en la concepcin misma de racionalidad, como resultado
de esa interaccin.
racionalidad, tanto terica como prctica o moral. Pero una interpretacin como la de Rescher," de la posibilidad de un dilogo
I entre culturas sin ningn supuesto universal, sino solamente acor\ dado en cada caso, le parece a Beuchot 'sumamente misteriosa.
Pues ese acuerdo casual slo puede darse, segn l, por elementos
i comunes a las dos comunidades en dilogo, y a la larga, a elemen. tos comunes a todas las comunidades que se renen a dialogar,
f: esto es, a elementos universales, aunque analgicos, pues respetan
las diversidades particulares. Creo que es necesario precisar que
I' esos'elementos no tienen por qu ser a priori, sino universalii zables a partir de que as lo consideran los participantes.
; Como puede apreciarse, una propuesta pluralista sostiene, por un
lado, que no :;e requieren presupuestos universales, pero por otro
lado postula que los acuerdos slo pueden darse.por elementos
comunes, mediante una racionalidad comn. Aqu llegamos a un
verdadero problema. Pues sobre qu base, con cules criterios
juzgaremos que un sistema, por ejemplo normativo, jurdico o
moral, es valioso y preferible a otro porque sus' normas son las
I correctas? De dnde proviene esa base, de dnde se podrn
extraer los criterios pertinentes? La respuesta, en principio, parece
I' obvia: los criterios provienen del transfondo cultural. Pero por lo
general no siempre esos criterios son obvios ni explcitos, lo usual
jj es tener que explicilarlos y esa tarea es precisamente parte del quehacer filosfico.
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Para estos dos incisos j y b), cfr. Oliv, L., "Racionalidad, objetividad y verdad", en Oliv, Racionalidad epistmica. Enciclopedia Iberoamericana de
Filosofa, No.9, F.d. Trotta, Madrid, 1995, pp. 114-119.
''Prez Ransanz, A. R., "Verdad y justificacin", en Dinoia, Anuario de
Filosofa, 1992, Mxico, FCE/IIF-UNAM. . 85-93.
"Putnam, M., op. cit., p. 56, cit. p. Oliv, en "Pluralismo Epistemolgico: ms
sobre racionalidad y consenso", en Velaseo A., op. cit. p. 45.
p p
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Si se sigue de cerca a Oliv en este punto, la clave est en emende!
qu tipo de racionalidad se est presuponiendo. Con este propsito
es necesario aclarar tambin lo que se entiende por "justificacin
idealizada". " Y aqu es donde puede haber una gran diferencia
entre una justificacin idealizada que desemboque en,Una idea de
racionalidad universal, y un tipo de justificacin que admita una
idea pluralista de racionalidad". Prez Ransanz considera-que la
dea de racionalidad que Ptnam necesita es muy fuerte, pues la
teora de la verdad como idealizacin descansa en el supuesto de
que existe una nocin de justificacin por encima de los esquemas
conceptuales. Respecto de la pregunta acerca de qu fuerza tendra
esa nocin de racionalidad, Oliv seala que esto es algo que
Ptnam no ha dejado claro; pero le parece que en efecto no significa una nocin de racionalidad ahistrica, compuesta por cnones
fijos y, por otro lado, se trata de una nocin que segn Ptnam
debe trascender las distintas versiones del mundo, no debe ser
paradigmtica, y no debe ser una criatura de la epistemologa local
y de los estndares de la poca.
Esta nocin de racionalidad puede tener por lo menos dos interpretaciones posibles:
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aceptabilidad racional del consenso universal, por otro lado desatiende el pape! que esas idealizaciones cumplen en la teora del
conocimiento, para garantizarnos que nuestro conocimiento
alcanza la realidad.
S se se acepta la propuesta de Rcscher. entonces al parecer se
podra aceptar que "p" es verdadera si y slo si "p" es aceptable
por cualquier sujeto racional en condiciones epistmicas ideales;
pero entonces tal posicin sera similar a la idea de verdad de
Habermas, c incluso de Punam. Oliv seala que en realidad esto
significa dar una definicin de verdad que, para ser til, requerira
no slo la prometida elucidacin de lo que significan "condiciones
epistmicas ideales", sino que tambin dejara de lado la intuicin
de que las creencias, cuando son verdaderas, alcanzan la realidad.
Para tal elucidacin de la nocin de verdad, es preciso notar que
"si aceptamos la concepcin nlernalista, estamos reconociendo
que los objetos no existen con independencia de los esquemas conceptuales. Entonces, si una proposicin es verdadera, eso quiere
decir que sera aceptable para cualquier sujeto racional que se
comporte racionalmente y que cuente con los recursos conceptuales adecuados. Pero adems, el hecho al que se refiere la
proposicin verdadera Cp') es un hecho cuya existencia depende
del marco .conceptual en el que se ha formulado 'p' y de cualquier
otro marco conceptual en el que pueda formularse ' p ' con l
mismo significado" " De esta manera, de acuerdo con Oliv,
podemos sostener que la aceptabilidad racional forma parte del
significado de la nocin de verdad, aunque la adecuacin tambin
constituya otra parte de ese significado; y esto se resume en su frmula propuesta: "p" es verdadera si y slo si, en primer lugar, p es
un hecho que existe en relacin con cualquier marco conceptual en
el que "p" tiene el mismo significado; y, segundo, "p" es aceptable
para cualquier sujeto que se comporte racionalmente, en condiciones epistmicas y de dilogo ptimas.
^ i v . 1... on. n/..D.48.
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Las condiciones epistmicas ptimas pueden entenders, a la
manera de Putnam, como suficientemente buenas, o las mejores
posibles, "...y deberamos aadir ahora que significa tambin que
los sujetos epistmicos tengan los recursos conceptuales y materiales adecuados para entender y criticar las razones que pueden
ofrecerse a favor y en contra de "p".
La consecuencia ms importante que se deriva del planteamiento
anterior es que la aceptabilidad racional no es una consecuencia de
la verdad, sino que sigue siendo parte constitutiva de su significado. Este es uno de los aportes epistemolgicos ms importantes de
Oliv a una propuesta pluralista, pues se trata de una posicin distinta a la de Habermas, ya que no se habla de aceptabilidad
racional para cualquier sujeto racional; se trata de aceptabilidad
para sujetos que se comporten racionalmente y que cuenten con
los recursos adecuados. No se trata de formas racionales de justificacin que atraviesan todas las versiones del mundo, pues este tipo
de interpretaciones supone una concepcin universalista de la
racionalidad difcil de aceptar.
La nocin de verdad descrita anteriormente es compatible con una
concepcin pluralista que rechaza por igual dos ideas: la de ta
racionalidad universal, y la idea relativista de los criterios de
racionalidad, Pues en esta interpretacin, la epistemologa tambin
debe contar con un concepto que se refiera a la propiedad de las
creencias y de las proposiciones de ser aceptables racionalmente,
cuando esa aceptabilidad no queda restringida al interior de un
marco conceptual especfico, sino que se mantiene en relacin con
cualquier otro marco conoceptual en donde la creencia o la
proposicin en cuestin resulte inteligible y tenga el mismo signifieado. Esto es, se requiere de un concepto para dar cuenta de
la aceptabilidad racional de las creencias cuando se trata, como se
seal anteriormente, de interacciones nteresquemticas; y se
"Ibidem:
'
~
Cf. Olive, L., Razn y Sociedad, Ed. fon tmara, Mxico, 1996, p. 65.
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:4
J4
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35
WL
IbidemT p. 49"
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acciones coordinadas que hay que seguir como medios adecuados para obtener fines que le interesan. Es decir, se trata de
acuerdos racionales desde la perspectiva de cada participante,
pero a los cuales es posible arribar mediante el dilogo y la disposicin a llegar a puntos de coincidencia sobre la manera coordinada de actuar y resolver problemas comunes, e incluso de
resolver conflictos.
wi marcos conceptuales son una condicin necesaria para la manera como los
objetos se presentan ante nosotros, es decir, son condiciones de su existencia
objetiva.
fEsta afirmacin parece ser muy fuerte en relacin con lo sostenido anteriormente; sin embargo, es preciso reiterar la distincin entre objetividad y verdad,
l a objetividad y verdad. La objetividad se refiere a la aceptabilidad racional
estringida a un marco conceptual especifico, y la verdad se reitere a una
propiedad de las proposiciones que necesariamente se preserva inter-esquemtifeamente, es decir, al pasar la proposicin de un marco a otro, o al ser consideraba desde la perspectiva de un marco conceptual distinto, donde sin embargo la
proposicin puede llegar a ser inteligible con su mismo significado. En otras pa-
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tuales. De ah que, como apunta Oliv, la vieja intuicin de que la
verdad es una caracterstica de las proposiciones que no puede
perderse, no tiene nada de malo, ms an, seala, es preciso conservarla y darle un lugar'en la teora del conocimiento, a menos
que estemos dispuestos a rechazar la idea de,que mediante el
conocimiento autntico alcanzamos la realidad. l pluralismo, con
base en la argumentacin asumida, puede adoptar tal posicin, sin
la necesidad de recurrir al realismo metafisico," ni a la idea del
consenso, ni a la idea de racionalidad absoluta y universal.
5. Enfoque analgico de la racionalidad y de la cultura
El problema de la diversidad cultural puede ser tambin reflexionado desde una perspectiva analgica, como la de Mauricio
Beuchot. sobre todo en el marco de la filosofa del hombre. La
interrogante de inicio gira en torno a si se tiene una idea
homognea del hombre, o si se tiene una idea diferenciada del
mismo. Los extremos considerados son, por un lado, el unitarismo
o universalismo absoluto del ser humano y, por otro, el particularismo o relativismo. El primero sostiene que slo puede haber un
tipo de hombre, una sola cultura. El universalismo, entonces,
implica una violencia hacia lo particular. Para aclarar este hecho,
32
J!
"Ricoer. P., "Civilizacin universal y culturas nacionales", en Historia y verdad, Eds. Encuentro, Madrid. 1990, p. 256
Cf. ieuchot, M., up. cit., p. 240.
J4
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general de naturaleza y de fines o aspiraciones. As, puede decirse
que eso de lo que todos participan es la racionalidad, pero que la
racionalidad tiene un margen de variacin: hay racionalidades distintas dentro de ese mbito, por lo cual se realiza anlogamente en
cada grupo, o de manera proporcional mente igual, o proporcional mente diversa. De esta manera para Beucjiot la racionalidad no
tiene pretensiones de ser nica y ahogar a todas las otras; pero
tampoco se difumina en racionalidades diversas que a la postre
hacen imposible toda racionalidad. "Hay algo comn y unitario (la
coherencia, con el principio de no contradiccin, que constituyen
la racionalidad), pero eso comn va adquiriendo dif erentes matices
y aplicaciones y concreciones en cada contexto de argumentacin
o de discusin". La cultura, entonces, es obra de la razn, es una
aplicacin de la racionalidad, una construccin suya. Y acerca de
esto se tiende a decir que ms bien la racionalidad es obra o
construccin suya; a veces se tiende a decir que ms bien la
racionalidad es obra o construccin de la cultura, pero a Beuchot.
le parece ihs adecuado decir que la cultura es producto de la
racionalidad. Pues en su opinin si la racionalidad fuera producto
de la cultura, no se podra enjuiciar a ninguna cultura como contraria a la racionalidad; hasta la cultura ms daina tendra que ser
tolerada. El hombre necesita de la razn incluso para poder decir
que una cultura no es la nica vlida; hasta para pensar una
racionalidad distinta, lo nico que podemos hacer es pensarla
desde nuestra racionalidad, desde nuestra idea de racionalidad,
desde la racionalidad general que compartimos con las otras,
culturas. Probablemente, sera mejor afirmar que racionalidad y
cultura van de la mano como si una jalara a la otra.
De acuerdo con este planteamiento, se tiene as una antropologa
filosfica plural, o pluralista, ni absolutista ni relativista, que se
defiende de esos extremos. Permite la diversidad cultural, pero
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'"Considero que habra que tener presente, sin embargo, el matiz impreso por
Oliv en Razn y Sociedad, p. 51, en el sentido de que ia razn y la racionalidad
como capacidad de elegir creencias, acciones o metas, atenindose a criterios de
racionalidad especficos de cada contexto, las podemos atribuir a todos los seres
humanos normales y por ello s se plantean como universales. Pues estas capacidades llevan consigo la posibilidad de dialogar, de reconocer razones, y de
reconocer incluso los criterios de racionalidad presupuestos que operan efectivamente en una comunidad. Y estas capacidades, por supuesto, como seala
Oliv, pueden, o no, ser ejercidas. Pero lo que no se acepta como universales
son los criterios de racionalidad, ni se acepta que existan principios universales
de racionalidad.
"Beuchot, M. op. cil.. p. 241.
lbid., p. 242.
1H
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- L't". Beuchot. M . , "Racionalidad, lmite y sentido", Conferencia magistral dictada en la X V I Semana de Filosofa de la Universidad Intercontinental: Tiempo
y templo: los espacios Je significacin al final del milenio, el 28 de octubre de
1998.
Es por esto que Beuchot identifica su propuesta como "hermenutica analgico-'ic'nica" o "hermenutica del limite o limtrofe", en "La hermenutica
analgico-iconica y la investigacin en ciencias humanas", en Rev. Universidad
de Mxico, sept.-oc(. de 1997, Nrn. 560-561.
w
El conocimiento del smbolo, que adems de vivirlo nos hace interpretarlo, o que precisamente por poder vivirlo nos hace poder interpretarlo, es una especie de mestizaje, porque tal es la condicin del
smbolo por las dos partes distintas que rene en s mismo en su
lmite. El mestizaje, como metfora, es el que hace posible, de
acuerdo con una visin positiva, que se encuentren en el lmite
analgico dos realidades, como dos razas y dos culturas, el lenguaje
y el ser. En este sentido, para Beuchot, el mestizaje es una forma
privilegiada de universalizacin que no debera consistir en la
destruccin de una cultura por otra, sino en un mutuo enriquecimiento respetando diferencias e idiosincrasia; no aniquilacin de
una de las partes, n siquiera slo enriquecimiento de una a expensas
de la otra, o el empobrecimiento de ella, sino conservacin parcial y
enriquecimiento de la misma. Este mestizaje puede ser una gua
hacia el pluralismo, como modelo de pluralizar las culturas sin
perder la comunicacin entre ellas. Se trata de un pluralismo que
permita respetar las diferencias sin perder la necesaria capacidad de
universal izar al menos en cierta medida y dentro de ciertos lmites.
Y esto lo da el smbolo, pues contiene la capacidad de reunir, reintegrar; pero el smbolo une sin confundir, no funde en lo confuso, sino
que da la posibilidad de acceder a algo distinto de las dos cosas
anteriores que reuna. Pues cuando una cosa particular sirve para llegar al universal, se erige en smbolo; de esta manera, el smbolo
aporta una nueva manera de unlversalizar, analgica, ponderada,
atenta a lo particular. Por eso el mestizo es smbolo, punto de unin
entre dos o ms culturas; y, de acuerdo con Beuchot, como l mestizaje pronto ser universal, al menos cultural con la globalizacin.
urge que el mestizo sea smbolo de unin con las dems instancias
para que sea posible un vlido pluralismo cultural. Por eso el smbolo puede hacer esa mestizacin de las culturas eh las que ha de
encontrar lo comn, lo participado, ms all del dilogo, ms all
44
45
Por otra parte, en relacin con la cuestin de si, dado que la analoga ,
trata de conjuntar la universalidad y la particularidad, entonces.surge
la duda de si acaso habr que entender que en esa parte de universalidad se encontrar introducida la nocin do validez. A l respecto,
sostiene el autor mencionado que efectivamente la nocin de validez
necesita la de universalidad. Pero precisa que aunque puede haber
interpretaciones y argumentos que valen para una circunstancia (o
para un auditorio) particular, las que de hecho sirven y son imprescindibles son las que alcanzan validez universal. Lo que la analoga
hace en estos casos, segn Beuchot, es obligarnos a no perder de vista
que, a pesar de la universalidad de las reglas, tenemos que tomar en
cuenta la particularidad de los casos concretos (como lo exige la
abstraccin y universalidad analgicas) a la hora de ver su concordanca o correspondencia con las reglas, leyes y principios universales,
Enfatiza aqu lo sostenido en otros escritos: "...la analoga implica una
dialctica o dinmica entre lo universal y lo particular, que quiere
apresar lo ms posible de lo universal pero sin olvidar su dependencia
de lo particular y el predominio de este ltimo".
Con respecto a la duda de si, dada la intervencin de la comunidad de
hablantes, se tendra en la racionalidad analgica una nocin de verdad como consenso, seala que no es el caso, pues en la misma teora
aristotlica de la verdad se contienen y se manejan los tres tipos ms
frecuentes de teoras sobre la verdad: la de la coherencia o sintctica,
la de correspondencia o semntica y la de-consenso o pragmtica.
Comenta que en la actualidad se suele negar mucho la de correspondencia, para quedarse con la de coherencia y/o la de consenso. Pero
explica que no son incompatibles, a pesar de que en la actualidad se
piense que la de correspondencia lo es. Con otros estudiosos,
42
43
l!
p:wr~"~
' lbid.,
En su comentario a Mariflor Aguilar, citado anteriormente, precisa Beuchot
que Aristteles acepta, como la base, la verdad de coherencia o sintctica (que
desarrolla ms en los Analticos Primeros, y Segundos); despus, seala, "encabalga" la verdad como correspondencia o adecuacin (la cual desarrolla en el )-
46
plantea que de hecho el paradigma de la lgica aristotlica son ls
Tpicos, que son dialgicos; de aqu que la lgica es eminentemente de tipo pragmtico, pero involucra no slo la verdad como
consenso, sino, a travs de la sintaxis y la semntica, tambin una
verdad como coherencia y otra como correspondencia.
La inferencia ms importante de Beuchot en este punto es que, en
realidad, el consenso no puede de suyo y por s mismo dar la
verdad completa, pues siempre tiene condiciones de restriccin
que apuntan a la correspondencia; indican que el consenso nos ha
llevado a la realidad, que el dilogo pragmtico nos ha hecho
atinar al ncleo de la verdad como correspondencia. El acuerdo o
consenso, en esta perspectiva, viene a ser slo un ndice o sntoma
de que se da una correspondencia con la realidad, de que se ha
atinado (a! menos hipotticamente) al mundo, al ser.
5.2 La phrnesis como analoga aplicada o puesta en prctica
En su Tratado de hermenutica analgica;* Beuchot se pregunta
si el consenso se da con base en la argumentacin o en la prudencia (phrnesis), y aclara que la analoga est entre la lgica y la
prudencia, en el.sentido de que la lgica, dentro de su estructura
discursiva y racional o razonable, tiene un aspecto intuitivo y
prudencial muy fuerte. Eso hace que en la discusin en la que se
busca la convergencia de tradiciones intervenga un acto
prudencial (como el que se da en la emisin de hiptesis cientficas y en la prctica de la traduccin) que hace comprender y
entenderse (y este acto es de naturaleza analgica). Me parece
47
muy esclarecedora la distincin que hace Beuchot entre la comprensin y la explicacin. La comprensin es superior a la explicacin. La comprensin es propia del intelecto, mientras que la
explicacin lo es de la razn. Establece que el trabajo del
conocimiento comienza con la inteleccin, que aporta los principios, las premisas, los puntos de partida; sigue con la razn, que
extrae, conclusiones a partir de ellos, es decir, elabora discurso, y
culmina otra vez en la inteleccin, pero ahora con la captacin de
una conclusin, sntesis o resultado mejor, en el sentido de ms
elaborado. Por ello el trabajo de la razn est al servicio de la
inteleccin, y de esta manera el intelecto ocupa un puesto estructural de rango ms elevado que el discurso. E! discurso o
t explicacin est en funcin y al servicio de la comprensin o
inteleccin.
Cuando se' afirma que en la hermenutica se fusionan la com
. prensin y la explicacin, como lo hace Ricoeur y a su modo
\ Gadamer, Beuchot recuerda inmediatamente la nocin de
sabidura (sophia-sapientid), en la cual se fusionan el intelecto y
la razn; pero sin mezcla, sin perder su especificidad, pues en
ese mixto que es la sabidura predomina la inteleccin sobre la
razn, ciencia o discurso, ya que la inteleccin es conocimiento
*de lo simple, y la ciencia de lo complejo, que prepara para ser
conocido como simple a una luz superior o abstraccin ms elevada, resultando siempre en el culmen la inteleccin. Siempre la
inteleccin o comprensin tiene la jerarqua principal, pero no se
da sin ms en plenitud, ya que requiere ser acompaada de un
arduo trabajo de explicacin y discurso. Como se puede percibir.
Beuchot'' est planteando no slo una metodologa hermenuti|ea, sino tambin un modelo terico de interpretacin que
:
48
evidentemente tiene supuestos ontolgicos y epistemolgicos.
6. Balance
Me parece que existen coincidencias importantes entre las dos
versiones pluralistas aqu expuestas, es decir, del pluralismo
desde una visin internalsta, y del pluralismo analgico; considero que existen paralelismos muy significativos en ambos
planteamientos, aunque por procedimientos metodolgicos
quizs diferentes, pero complementarios. No obstante que aqu
se hizo nfasis en el aspecto epistemolgico, me referir tambin
a otros aspectos de cierto paralelismo, que de ah se derivan.
6 1 E n una dimensin epistemolgica
Los dos autores, por principio, tratan de establecer una alternativa intermedia entre universalismo y particularismo, o mejor
dicho, tratan de conjugar los dos polos en funcin de una perspectiva que no aniquile universalidad ni particularidad. Con
respecto a la teora de la verdad,' Oliv sostiene una concepcin
de la verdad como aceptabilidad racional en condiciones
epistmicas y de dilogo ptimas y como adecuacin a la realidad, entendida a la manera internalsta. Estima que esto es compatible con la idea de que las razones objetivamente suficientes
constituyen para los sujetos epistmicos la garanta de que alcanzan la realidad ( e p i s t m i c a m e n t e hablando), porque una
proposicin verdadera s tiene una relacin con algn aspecto de
la realidad. Pero la garanta debe entenderse slo como criterio
que, aunque falible, es el mejor criterio que se puede tener. Para
Oliv, la clave del autntico acceso epistmico a la realidad la
proporcionan las nociones de saber y de verdad, y el hecho de
que queden ligadas por medio de la aceptabilidad racional. Por
su parte, para Beuchot, el consenso no puede de suyo y por s
mismo dar la verdad completa, siempre tiene condiciones de
.stnccion que apuntan a la correspondencia; indican que el conenso nos ha llevado a la realidad y que el dilogo pragmtico
nos ha hecho atinar al ncleo de la verdad como correspondencia. El acuerdo o consenso viene a ser slo un ndice o sntoma
'e que se da una correspondencia con la realidad, de que se ha
atinado, hipotticamente, al mundo.
Oliv presupone una idea de razn como capacidad de los'seres
humanos; que se puede suponer como universal, aunque sujeta a
evolucin, pero no requiere el supuesto de una racionalidad universal. Es decir, se trata de la capacidad de elegir creencias,
acciones o metas, atenindose a criterios de racionalidad especficos de cada contexto, y que se pueden atribuir a todos los seres
unanos normales y por ello s se plantean como universales,
ero lo que no acepta son principios universales de racionalidad.
Para Beuchot, el planteamiento significativo de la propuesta
analgica consiste en postular una "concepcin analgica del
hombre", en la que hay algo comn, universal o general, que los
hombres y las culturas comparten; pero, a la vez, algo diferencial
que "cada uno tiene como peculio, cada cultura y aun cada individuo humano". Esto se plantea sin que se rompa la unidad
general de naturaleza y de fines o aspiraciones. As, puede
decirse que eso de lo que todos participan es la racionalidad,
pero que la racionalidad tiene un margen de variacin: hay
racionalidades distintas dentro de ese mbito, por lo cual se
realiza anlogamente en cada grupo, o de manera proporcionalmente igual, o proporcionalmente diversa. De esta manera, para
Beuchot la racionalidad no tiene pretensiones de ser nica y
ahogar a todas las otras; pero-tampoco se difumina en racionalidades diversas que a la postre hacen imposible toda racionalidad.
Sin embargo, creo, que Beuchot no distingue claramente entre
razn como capacidad, y racionalidad como criterios de cada
contexto.
En Oliv hay una referencia sustancial a los "marcos concep-
51
50
rales" como los elementos que determinan la identidad de Una
sociedad o de una cultura, y los cuales estn formados por un conjunto de presupuestos que llevan consigo los razonamientos y las
elecciones gnoseolgicas o prcticas de los miembros de una
determinada comunidad. Los elementos bsicos de los marcos
conceptuales son, segn Oliv, a nivel valorativo, la supervivencia
del grupo, a nivel lgico, un principio dbil de no contradiccin, a
nivel
normativo
metodolgico,
el
criterio
de
Verificacin/refutacin para la aceptacin o rechazo de creencias,
y adems, creencias acerca de cuestiones de hechos y relaciones.
De manera semejante, Beuchot seala que en la idea de cultura
convergen muchas cosas, que configuran el marco conceptual de
la gente: creencias religiosas, cientficas y filosficas; sistemas
econmicos, sociales y polticos; diversos.tipos de relaciones.
Pero, segn l, lo ms importante es la representacin que los
mismos miembros de las culturas tienen de si mismos, eso .es lo
ms constitutivo de la cultura. Hay algo comn y unitario (la
coherencia, con el principio de no contradiccin, que constituyen
la racionalidad), pero eso comn va adquiriendo diferentes matices
y aplicaciones y concreciones en cada contexto de argumentacin
o de discusin. La cultura es obra de la razn, es una aplicacin de
la racionalidad, una construccin suya. Insisto en que sera ms
apropiado decir que cultura y razn van de la mano, como si una
jalara a ia otra.
Oliv al parecer sostiene un "relativismo moderadamente radical",
que recoge la idea del relativismo cultural en el sentido de que
diferentes culturas pueden tener diversas concepciones del mundo.
Asimismo, afirma que puede haber diferentes perspectivas,
diferentes puntos de vista, presentados a travs de diversas concepciones del mundo, de marcos conceptuales, de paradigmas, de
teoras. Beuchot prefiere la denominacin de "relativismo relativo", como un relativismo con lmites, como la posibilidad de
poner lmites al relativismo. Pues piensa que hay ciertamente
cosas que son relativas, pero hay tambin algunas que no lo son,
le son absolutas. Esto significa, con otras palabras, que no todo
s relativo, a saber, que hay algunas cosas, pocas ciertamente, que
n ahsolutas y las ejemplifica: universales y necesarias, como
iertos principios y causas. Hay unas cuantas cosas que son
niversales y necesarias, por ejemplo, ideas, en el campo terico;
valores, en el plano tico o prctico, aade que lo son segn ciera jerarqua y gradacin, aunque la mayora son singulares y
ontihgentes.
.2 En una dimensin moral
1 pluralismo de Oliv parte de la situacin de hecho de que hay
iferentes sistemas morales, que no hay una nica manera
orrecta de fundamentar las normas morales. El supone que no
xiste un nico conjunto vlido de "estndares" de correccin, lo
ual no quiere decir que no haya ningn conjunto de criterios de
orreccin para juzgar la validez de diferentes sistemas de oras morales o de propuestas de conocimiento para el caso,
ubraya Oliv que de la negacin de que hay un nico punto
I
vista correcto no se concluye, lgicamente, que cualquier
unto de vista sea correcto; en su opinin slo podemos concluir
ue hay ms de un punto de vista que sea correcto. Beuchot,
tre otros planteamientos, seala que hay unos mnimos en los
ue fcilmente se estar de acuerdo mediante el dilogo razona'e, y son los que pertenecen a la justicia, esto es, a las leyes
dispensables (las relativas a los derechos humanos y otros
erechos y obligaciones muy bsicos); y hay unos mximos difcilmente aceptables o que pueden ser compartidos o acordados
por los elementos de la sociedad, y son los que pertenecen a la
calidad de vida (ideas de felicidad, de perfeccin humana, etc.).
listos ltimos, en su opinin, se mueven ms en el mbito de la
moral que en el del derecho, y estn ms supeditados a la toler-
52
ancia y a la amistad social o solidaridad. No pueden ser
impuestos, ni siquiera defendidos irrestrictamente, sino que estn
en funcin de la aceptacin lograda por el dilogo discursivo o
razonable.
55
54
coordinadas, as como las consecuencias de esas acciones. En trminos generales. Oliv sostiene en este rubro que se requiere
asumir una posicin que no sea relativista y, por consiguiente,
deje a su suerte a cada comunidad, alegando que nadie tiene
derecho a criticar sus formas de vida y menos a intervenir en
ellas, pero que tampoco sea universalista, y pase de contrabando
una visin local como si fuera universal, imponiendo a final de
cuentas un punto de vista especfico. Para que esto se traduzca en
polticas efectivas, puntualiza que se requieren transformaciones
radicales no slo en las polticas, del Estado, sino del Estado
mismo. Esto debe comenzar con el reconocimiento de que la
concepcin moderna del Estado-nacin es inadecuada para la
situacin multicultural, Pues, con Vil loro, insiste en que no debemos seguir concibiendo al Estado como emergiendo a partir de
un pacto entre individuos iguales. Le da la razn a Villoro al llamar la atencin sobre esto, y demandar un cambio de concepcin
hacia el Estado que lo vea como emergiendo'del pacto de las
diversas culturas. Beuchot, por su parte, indica que en el seno de
la democracia hay varios elementos que padecen: distensin y
conflictos para que sta pueda conseguirse. Se pregunta de qu
manera se puede dar cabida a la diversidad cultural sin lesionar
la igualdad de justicia que se debe a todos los estamentos de la
sociedad. En cules de esos pumos conflietivos > dilemas puede
intervenir el Estado? Apela al pluralismo que, con la preservacin de las diferencias culturales en el seno de una sociedad,
permita un acceso justo al bien comn. Es consciente de que, al
interaetuar las culturas, las diferencias culturales se van desdibujando, algunas, dice, hasta llegan a borrarse. s consciente de
que, al acceder a la igualdad de oportunidades y de bienes, se
pierden algunas cosas propias y peculiares de la cultura particular, pero no hasta el punto de renunciar a la propia identidad, a la
representacin de s mismo, a la memoria comn, al imaginario
colectivo, que es lo que afianza a la realidad, a la vida.
7. Reflexiones finales
; Acerca del problema de la diversidad cultura!, se enfatiz que
,'una de las tareas d la filosofa es esclarecer una concepcin de
ila razn y la racionalidad que respete otras formas culturales,
otras formas de expresin, que admita en amplia medida el
carcter histrico y social de la racionalidad, pero que tampoco
niegue el cambio cultural ni las convergencias que resultan de
las interacciones transculturales y, finalmente, que admita la
posibilidad de cambios en la concepcin misma de racionalidad,
como resultado de esa interaccin.
Ante este problema, las posiciones se han dividido, como se
seal, en grupos .extremos antagnicos y tambin en una
alternativa que considera que pueden asumirse posiciones que
no quedan en ninguno de los extremos. Los extremos consisten en el racionalismo universalista a ultranza, o en el pragmatismo o relativismo tambin extremos y a ultranza, As, la
p r e t e n s i n de que las sociedades altamente desarrolladas
poseen los principios de racionalidad universales que se deben
imponer por su propia fuerza, ha llevado, o bien a una posicin etnocentrista intolerante hacia los principios de otras culturas, o bien a una posicin estril para traducir los principios
morales que se pretenden universales a elementos prcticos
que guen la interaccin transcullural de maneras aceptables
para todas las partes involucradas.
pon respecto a la posibilidad de una argumentacin pluralista,
en cuestiones epistemolgicas, sta se opone por igual al universalismo y al relativismo. Lo cual implica tambin postular
\;na concepcin de la verdad como aceptabilidad racional en
condiciones ptimas y como adecuacin a la realidad, entendida a la manera internalista. Siguiendo muy de cerca a Oliv,
considero que lo anterior es compatible con la idea de que las
azones objetivamente suficientes constituyen para los sujetos
I
epistraicos la garanta de que alcanzan, epistmicamenle
hablando, la realidad, porque una proposicin verdadera s
tiene una relacin con algn aspecto de la realidad. Dicha
garanta debe entenderse slo como criterio que, aunque falible, es el mejor criterio que se puede tener. Pues la clave del
autntico acceso epistcmico a la realidad la proporcionan las
nociones de saber y de verdad, y el hecho de que queden
ligadas por medio de la aceptabilidad racional,.
Estimo que, para el objetivo propuesto en este anlisis, es
muy til considerar la nocin de verdad en trminos de aceptabilidad racional en condiciones epistmicas y de dilogo
ptimas, pero tambin como adecuacin. Pues "...por medio
de la aceptabilidad racional, la verdad est ligada al saber;
pero, por medio de la adecuacin, est ligada a la realidad.
As, el saber, cuando es verdadero, queda ligado a la realidad". Esto es lo que permite entender por qu los seres
humanos tienen un genuino acceso epistmico a la realidad. .
Se puede inferir de lo anterior que hay que suponer una dea de
razn como capacidad de los seres humanos, que se puede
suponer como universal, no obstante, sujeta a evolucin, pero
que no supone una racionalidad universal. Pero a pesar de
no suponer esta racionalidad universal, esta propuesta permite aceptar la posibilidad de cooperacin y de acuerdos racionales entre miembros de comunidades epistmicas
diferentes. Tales acuerdos se referirn siempre a problemas
especficos, y sern relativos a los contextos de evaluacin.
De aqu se infiere' tambin que los criterios de racionalidad presupuestos son especficos de cada comunidad y sus
marcos conceptuales, pero tambin peculiares del contexto de
interaccin entre miembros de comunidades diferentes.
47
I
Para una posible relacin intercultural s preciso referirse,
Bpues, tambin a ciertos criterios de racionalidad como algo que
se construye en los contextos de interaccin dialgica, y no
Kcomo principios universales, presupuestos y aplicables en toda
interaccin comunicativa y en toda situacin de decisin sobre
| la aceptacin o rechazo de creencias, cursos de accin o metas.
Pues la racionalidad se puede entender, por una parte, como el
ejercicio de la facultad de razonar y de dialogar con base en
razones y, por otra, en el sentido de adoptar creencias, ejecutar
acciones o adoptar fines y metas con buenas razones. En
ambos sentidos, la racionalidad es posible en cualquier contexto intercomunicativo y para cualquier comunidad epistmica.
Pero de aqu no se sigue que deba existir un ncleo de principios de racionalidad universales, y ms an, que las razones no
Bsean relativas a cada contexto. Como seala Oliv, "...todo
marco conceptual til para obtener conocimiento acerca del
i mundo, y para interactuar con l, debe tener principios y crileI rios de racionalidad, pero de una racionalidad que debemos
escribir con minscula, porque es especfica de ese marco, y
| no tiene que ser universal". * Sin embargo, se puede afirmar
que la razn y la racionalidad, como capacidad de elegir creeni cias, acciones y metas, atenindose a criterios de racionalidad
especficos de cada contexto, se pueden atribuir a todos los
! seres humanos en situaciones normales y por ello s se
plantean como universales. Estas capacidades llevan consigo
I la posibilidad de dialogar, de reconocer razones, y de reconoIfcer incluso los criterios de racionalidad presupuestos que
operan efectivamente en una comunidad. Estas capacidades,
,., por supuesto, pueden o no ser ejercidas. Pero lo que no se
puede aceptar como universales son los criterios de racionalidad, ni principios universales de racionalidad. Porque, por otra
1
58
59
Comparto la idea de construir una alternativa pluralista, en virtud de la posibilidad de que los sujetos de diferentes culturas
interacten y se interpreten recprocamente, a pesar de tener
diferentes concepciones del mundo y criterios de evaluacin.
De esta manera se hace nfasis en la interpretabilidad. ms
60
61
SUBJETIVIDAD, MAS A L L A
DE L A ESTRUCTURA HACIA
UNA EPISTEMOLOGIA
ANALOGICA-HERMENEUTICA
1. Lneas introductorias
El presente trabajo tiene como propsito dar seguimiento a los
fundamentos epistemolgicos de la propuesta analgica-her.menutica, sustentada sobre todo por M . Beuchot,' asi como
estimar su proyeccin terica y metodolgica en el mbito de las
ciencias humanas y sociales. Para tal efecto, expongo en el primer
inciso el surgimiento de dicha propuesta en el contexto de la
Filosofa de la Ciencia, tratando de superar la polmica entre las
tendencias univocisitas y equivocistas. El segundo apartado aborda
primo rdi a luiente los fundamentos epistemolgicos en los que se
sustenta el modelo analgico de.interpretacin. En la tercera parte
examino, desde la perspectiva analgica, la necesidad de la recuperacin del sujeto, ms all de la estructura. Quiero asentar que,
dado el carcter de exploracin de las tesis centrales del modelo en
cuestin, domina en este trabajo una preocupacin por exhibir la
Coherencia interna de la propuesta analgica de Beuchot, ms
que por hacer resaltar los aspectos crticos de los mismos, labor
que pretendo esbozar preferentemente en las conclusiones.
- t i presente anlisis est basad primordlalmente en las siguientes obras de
Mauricio Beuchot: Elementos de Semitica, Universidad Veraeruzana, Mxico,
1993; a i mrgenes de la Interpretacin: hacia un modelo analgico de ta hermenutica, U1A, Mxico, 1955; Posmodernidad, hermenutica y analoga,
piC-Porra, Mxico, 1996, y Tratado de hermenutica analgica, U N A M ,
Mxico, 1997.
65
64
\ .
i., ;
2. L a propuesta analgico-hermencutica, en el contexto de la
Filosofa de las ciencias sociales
En el mbito de la Filosofa de la Ciencia, tradicionalmente,
han predominado los estudios acerca de las ciencias formales y
las ciencias naturales. Pero hasta finales del siglo pasado, y
sobre todo durante el presente, se ha venido incrementando el
inters filosfico por las ciencias humanas y sociales. La presencia de este nuevo campo de estudio de la Filosofa de la
Ciencia suscit un problema fundamental que sigue vigente en
nuestros das: Las teoras filosficas de las ciencias naturales
pueden aplicarse satisfactoriamente a las ciencias sociales, o
por el contrario, las ciencias sociales no cumplen las caractersticas de las teoras sobre las ciencias naturales? En otros trminos: es posible construir una sola teora de las ciencias
factuales, que tenga por modelos confirmadores tanto a las
disciplinas naturales como a las disciplinas sociales?
Una respuesta afirmativa a la pregunta anterior es la tesis
central de las posiciones epistemolgicas denominadas "naturalistas". En oposicin al "monismo" epistemolgico de los
naturalistas, surgi a principios de este siglo una perspectiva
filosfica que afirma diferencias fundamentales entre las cienfias naturales y las ciencias culturales. Estas diferencias hacen
necesaria una fundamentacin especfica para las ciencias de la
cultura. En consecuencia, niegan validez a la. p r e t e n s i n
monista del naturalismo. Esta perspectiva se denomin "hermenutica".
El naturalismo fue desarrollado, en este siglo, primordialmente
por el programa del "positivismo lgico". Este programa centr
su atencin en las teoras fsicas, analizando la estructura lgica
de algunas de stas, as como el lenguaje que las constituye.
Baste recordar que no obstante la propuesta del criterio verificacionista, Carnap, a nivel de crtica interna, seal que el
[
l
I
:
I,
En particular, las tesis del positivismo lgico sobre el significado de los trminos del lenguaje cientfico y, sobre todo, acerca
del criterio de demarcacin, provoc una fuerte polmica,
encabezada por Karl Popper. Esta discusin dio origen a una
nueva corriente filosfica que algunos autores, como Ulises
Moulines' en su obra Exploraciones Metafsicas, han denominado "filosofa estndar de la ciencia" o "filosofa heredada"
I (Popper, Carnap, Hempel, Nagel). Si bien esta corriente critic
I el principio de verificabilidad, tanto en su versin semntica
B | p o en la justificaconista, por lo dems, continu desarrollando sin mayores enmiendas los temas de la explicacin, la
prediccin y la estructura de las teoras. Pero, sobre todo, esta
'filosofa estndar" de la ciencia mantuvo la tesis del monismo
n a t u r a l i s t a . As pues, tanto al positivismo lgico y a la
"filosofa estndar" se les puede identificar, en trminos genm
66
67
erales, como dos versiones naturalistas, como dos "concepciones empiristas". Beuchot subraya que se trata de
epistemologas totalitarias y univocistas en virtud de haber
querido imponer un solo mtodo para hacer ciencia; en esto se
tletecta el univocismo: todos lo mismo, sin distincin alguna
con arreglo a diversos objetos e intereses.
Es preciso tener presente que frente a las concepciones empiristas del naturalismo se han desarrollado varias corrientes crticas. Una de ellas es la crtica de Kuhn a Popper, y de hecho a
toda la concepcin "empirista" de la ciencia. Es la crtica de un
historiador de la ciencia a los fdsofos de la ciencia, en cuanto
stas no han tomado en serio la historia real de las ciencias y
por ende sus teoras son poco objetivas. Kuhn representa la
inquietud de muchos estudiosos de la ciencia de vincular ta historia con la filosofa, a fin de construir teoras de la ciencia ms
objetivas y que abarquen tanto el contexto socio-cultural, en el
que las ciencias se desarrollan (contexto de descubrimiento) y
los temas tradicionalmente estudiados por la c o n c e p c i n
empirista (contexto de justificacin).
4
y Analoga,
UC-Porra,
69
68
filosofa posmoderna se llega a privilegiar la diversidad, ia diferencia, pero poniendo al pensamiento en riesgo de quedarse no
en un sano pluralismo, sino en un relativismo completo, en una
equivocidad relativista.
La hermenutica representa otro ngulo importante de crtica a las
concepciones empiristas de la ciencia. Desde principios de este
siglo, Rickert y Dilthey reclamaron con diferentes argumentos una
nueva fundamentadn de las ciencias culturales (Rickert) o ciencias del espritu (Dilthey). Ambos coincidan en la tesis de que la
finalidad-principal de estas ciencias no es la construccin de
teoras y el descubrimiento de leyes para realizar explicaciones; el
inters especfico de las ciencias culturales es la comprensin de
las acciones sociales, o de las obras culturales. La comprensin es
la interpretacin del sentido de acciones u obras. Debido justamente a que estos autores enfatzan la prioridad del problema de la
interpretacin, la corriente que representan se identifica, como se
sabe, de "hermenutica". Hacen una clara distincin entre ciencia
natural y ciencias culturales, afirmando que los m t o d o s ,
finalidades y criterios de validez de unas y otras son totalmente
diferentes.
70
obras culturales o de las acciones sociales; el significado de stas
no puede identificarse con las intenciones o propsitos del autor o
del agente; por el contrario, el significado es siempre dependiente
de la tradicin a la que pertenece el intrprete y, por lo tanto,
jams hay un nico significado, sino que ste vara en relacin con
la situacin hermenutica del intrprete.
3. Supuestos epistemolgicos del modelo analgico de interpretacin
En el mbito de la perspectiva hermenutica, cabe destacar una
lnea de investigacin impulsada por Mauricio Beuchot,cuyo
matiz primordial es el de una visin analgica. Esta hermenutica
procura entender la ciencia de un modo que no sea ni meramente
univocista ni meramente equvocsta, sino analgico. Intenta comprenderla de un modo que no sea ni meramente descriptivo, sino
interpretativo: comprende y orienta de acuerdo con la indudable
pluralidad de las ciencias, con arreglo a sus objetos.
La hermenutica, como se sabe, es un enfoque cognoscitivo que
tiene como finalidad la comprensin. Ms an, intenta fusionar la
explicacin en la comprensin (antes se diferenciaban las ciencias
naturales como explicativas y ls humanas como comprensivas,
pero esta dualidad de Dilthey ha sido disminuida cada vez ms por
los hermeneutas). Adems, en seguimiento de Heidegger, la hermenutica, por ejemplo en Gadamer, se basa en que somos
palakra~en~dilogo.
Y tambin, como lo ha puesto de relieve
Ricoeur,.aspira a recoger la polisemia o pluralidad de significados
de los saberes, el pluralismo semntico, no de manera equvoca,
sino anloga. Como seala Beuchot, no se pretende obligar a todas
las ciencias a ser iguales, sino a seguir un amplio cause con proporcionalidad o analoga. Pues la hermenutica tiene como propia
la comprensin de textos. Ve las cosas y las actividades como lex"Cf. Beuchot, M., ibid., p. 43.
71
tos que debe contexta!izar. "Explica contextualmente, y no slo
causalmente, o no slo con la causalidad eficiente y fsico-mecnica, sino adems con la causalidad formal o estructural". Pero
c m o sustentar una posicin que no es ni univocista ni
equivocista?
El sustrato terico de esta posicin consiste en la distincin de los
I trminos de la confrontacin." As, lo anlogo es, segn Beuchot,
lo en parte idntico y en parte diverso; ms an, en l predomina la
|.diversidad, pues es lo idntico segn algn respecto y lo diverso
sin ms. Tiene ms de diversidad que de identidad, se preserva
: ms lo otro que lo mismo, ms lo particular que lo universal o
comn. A los que exaltan la diferencia, la analoga les ofrece la
r diversidad predominante, que de acuerdo con Beuchot, es aquella
|:,que conviene, la ms que se puede permitir; a los que exaltan la
; unidad, les hace ver que hay ingrediente de mismidad, pero que no
se puede negar la diferencia. Aclara, sin embargo, que
los conjuntos de cosas no son todos y cada no anlogos, pero hay
I conjuntos de cosas que, precisamente por su complejidad, tienen
I que serlo, y ser conocidos como tales.
Un "relativismo absoluto", en esta lnea de interpretacin, se
| instala en la equivocidad. Es extremo, es pragmticamente incon| sistente, encierra contradiccin performativa. Un "absolutismo
absoluto" se instala en la univocidad; no es autocontradictorio.
I' pero es inalcanzable para el ser humano. En cambio, un "relativismo relativo" es analgico, y no es autorrefutante o inconsistente .
| Entiende Beuchot el relativismo relativo como un relativismo
i con lmites, como la posibilidad de poner lmites al relativismo.
I Hay ciertamente, explica, cosas relativas, pero hay tambin algu10
17
l''lbd., p. 44.
H"Cf. Beuchot, M. et. al.. Los mrgenes de la interpretacin: hacia un modelo
f analgico de la hermenutica,
Universidad Iberoamericana, Cuaderno de
f Filosofa No. 25, Mxico, 1995, pp. 10-11.
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as que no lo son, que son absolutas. Esto quiere decir que no todo
es relativo, a saber, que hay algunas cosas, pocas, que son absolutas (i.e. universales y necesarias, como ciertos principios y
causas). S bien la mayora de las cosas son relativas (singulares y
contingentes), hay algunas que son absolutas (universales y necesarias). Hay unas cuantas cosas que son universales necesarias
(ideas, en el plano terico, y valores, en el plano tico o prctico, y
lo son segn cierta jerarqua o gradacin), aunque la mayora son
singulares y contingentes. " Y esto es analoga, porque hay una
comunidad , o igualdad, o universalidad restringida, y una diversidad, o particularidad, extendida, una multiplicidad preval ente".
El pluralismo analgico se sustenta como algo intermedio entre el
universalismo y el particularismo. A veces resulta un cierto tipo de
universalismo y a veces un cierto tipo de particularismo, segn se
acerque a uno u otr extremo de esa polarizacin. Por eso, a partir
de la lucha entre el universalismo y el particularismo ayudar a
plantear mejor el tipo de pluralismo que se sostiene. Se trata, pues,
de un pluralismo analgico, y la analoga se acerca ms al particularismo que al universalismo, pues en ella predomina la diferencia,
"...que es "peculio de lo particular; por eso se acerca ms al particularismo que al universalismo, y, con todo, no renuncia a unlversalizar, claro que de una manera analgica, que-tiene que tomar
muy en cuenta a los particulares de los que parte".
Es evidente la lucha entre el universalismo y el particularismo. Por
una parte, estn los universalistas como Apel, Habermas, Walzer y
Macintyre; y, por otra parte, estn los particularistas como Rorty y
Derrida. Unos y otros son universalistas y particularistas muy distintos entre s; y aun se han buscado posturas intermedias entre
unos y otros. Beuchot subraya que por lo general, esas posturas
intermedias son las que se han llamado "pluralismos" (para evitar
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la denominacin de "universalismo" o "absolutismo" y de "particularismo" o "relativismo"). Uno de esos autores, a los cuales
recurre continuamente Beuchot, y que ha buscado una postura
intermedia es Alessandro Ferrara cuyo planteamiento estima
aprovechable para el pluralismo analgico que propone, ya que se
basa en una nocin aristotlica muy conectada con la analoga, a
saber, la prudencia ofrnesis.
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Ferrara, explica Beuchot, pone en tela de juicio las posturas universalistas de Habermas, de Walzer y de Macintyre. Busca la
reconciliacin del universalismo y el particularismo en una
genuina aceptacin del pluralismo de formas de vida. En lugar de
un universalismo no sensitivo a los contextos, objetivista, y un
contextualismo relativista o subjetivista, incapaz de salir del
particularismo, desea un universalismo pluralista. Por as decir, es
un universalismo concreto, tomando de Hegel la expresin de
"universal concreto".
El pluralismo que Ferrara propone y Beuchot retoma, es en realidad un universalismo pluralista, que busca una universalidad
contextual; se trata de una universalidad prudencial, efectuada por
esa virtud epistmca que es mximamente analgica, que es la
analoga misma aplicada, a saber, la prudencia ofrnesis. Esa universalidad contextual es semejante a la universalidad analgica
que Beuchot propone, la cual toma en cuenta las diferencias de
los particulares que rene, segn la proporcionalidad que permite
la misma jrnesis. Para el pluralismo de Beuchot, la prudencia es
la virtud que pone en ejercicio la analoga para decidir entre dos
esquemas rivales de valores con un juicio prudencial, que ve lo
particular en lo universal, y lo universal en lo particular, esto es, el
''Ferrara, A., "Universalisms: Procedural, Contextualist an Pluralist", en D.
Rasnmssen (ed.), Universalism vs. Comunitarianism. Contemporary Debates in
;Ethics, Cambridge, Mass.: The M I T Press, 1995 (2 . Ed.), ct. p. Beuchot, en
Arriarn S. y Beuchot, M., Filosofa, neobarroco y multieulturlismo, Ed. itaca,
Mxico, 1999, p. 196.
U
"Ibidem.
lbd.,p. 106.
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verdadero universal concreto. Finalmente, se trata de un universalismo situado, pero que rescata lo comn entre los hombres, "...y
que nosotros vemos, o hemos querido ver, de manera prioritaria,
no slo en la razn, sino tambin en la amistad solidaria, que
mueve, por obra de la prudencia o frnesis, a buscar no slo el
bien propio, sino el bien comn, sobre todo el de los dems, el de
la comunidad que somos todos".'
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4. Sujeto e intencionalidad
Una de las caractersticas de la filosofa moderna fue la cuestin
del sujeto, del yo, del individuo humano, no como persona, sino,
en el mbito epistemolgico, como problema del sujeto frente a un
objeto, del cognoscente y lo cognoscible, y su mutua relacin^ En
dicha filosofa moderna predominaron los planteamientos filosficos que tenan como base el sujeto; no era algo que se descubriera,
sino de lo que se parta. Adems, era un planteamiento del tema
del sujeto que conduca al solipsismo y al idealismo en sus variados matices; pues se parta de un sujeto de tipo racionalista, lcido, luminoso, autosuficiente y autoposedo.
El estructuralismo, posteriormente, y de diversa manera el
posesructuralismo, han rechazado al sujeto del mbito de los discursos y de las ciencias. Pues se ahogaba al sujeto en el mar de la
estructura, se le hunda, como seala Beuchot," en las aguas de lo
involuntario e impersonal. "No hablo yo - se deca -, sino que es la
estructura la que habla en m. Soy hablado por ella". "El estructuralismo pens haber anulado al sujeto volente, volitivo, y el
posestrucfuralismo posmoderno, al sujeto cognoscitivo"."
Por su parte, la filosofa hermenutica se refiere a una nocin de
sujeto menos orgullosa o arrogante que la racionalista moderna, es
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En el mecanismo de la proposicin, donde se ejerce en definitiva el acto predicativo, con ese enmaraado sistema de predicables y predicamentos que se aaden al sujeto gramatical, brota y
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que este dilogo no se puede dar sin argumentacin, o por lo
menos no sin narracin, y tanto la una como la otra exigen la
intencionalidad, la intencin de argumentar o de narrar para
transmitir algo". Esto significa que travs de la argumentacin se
trata de recuperar al sujeto no slo para hablar o dialogar razonablemente, sino para actuar .o vivir de esa forma; tal vez sin las.
pretensiones del viejo racionalismo univocista, pero s con el
proyecto y el propsito de un pensar razonable analgico.
Desde la perspectiva de la epistemologa analgica, se puede
sealar que si se ha considerado contradictorio al sujeto absoluto
de la metafsica racionalista (unvoco), tambin se ve que lo es el
sujeto disuelto o disoluto (equvoco) de la posmodernidad
antimoderna. Y hay que llevarlo a un balance en el que no sea
absoluto (pues no lo es) ni disoluto (pues no conviene que lo sea),
sino un sujeto, en palabras de Beuchot, "resoluto", resuelto, llevado a ello por la resolucin en sus principios abiertos de una
ontologa analgica.
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Para el anlisis de la subjetividad, me parece muy til la reeurrencia de Beuchot a la nocin de "smboloV, el cual, segn l, nos
hace obtener un conocimiento parecido al cientfico, es decir, nos
coloca como buscadores de un saber causal, slo que a posteriori,
obtenido a partir de los efectos. Tambin el smbolo nos hace
unlversalizar, esto es, alcanzar el conocimiento de lo universal,
pero "a partir" y "en" lo individual, respetando las condiciones de
individuacin, es decir, respetando la diferencia. Pues dada su
condicin analgica, el smbolo efecta una abstraccin imperfecta, como la de todo lo analgico, porque logra un concepto unitario que no prescinde de la diferencia de los particulares de los
que ha tomado inicio. Respeta la diferencia, por eso se trata de una
universalidad imperfecta, deficiente, analgica. Pero esto no implica el escepticismo de la desilusin de la razn, ni el relativismo de
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otra parte en la que sta se nos queda siendo mucho ms. El
conocimiento es preponderantemente analgico y hermenutico,
busca una comprensin aproximada a las cosas, de ese gran texto
que es la realidad.
Estimo que la analoga implica relacin, y no una relacin simple,
sino compleja. Es una relacin que Beuchot sostiene como tridica; es una regla de tres: una relacin entre las cosas que se comparan, una proporcin entre ellas: la realidad, el hombre y el
marco conceptual. En este sentido, considero que su propuesta
analgica constituye una plataforma muy valiosa para avanzar y
desarrollar en la va de una epistemologa idonea para la fundamentacin de las ciencias humanas y sociales, que recupere la
subjetividad, ms all de la visin.meramente cartesiana, es decir,
la que est del lado de la creatividad lingistica y prctica, como el
sujet-artista que, en la esttica y aun en la tica, se muestra como
generador o creador, aun cuando "no las tenga todas consigo" en
claridad y distincin cognoscitivo-volitivas. Se trata de la
recuperacin del sujeto de trama hi strico-narrati va, dotado de
intencionalidad cognoscitiva y prctica, recuperacin pues, del
sujeto, ms all de la estructura.
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LA H E R M E N E U T I C A A N A L O G I C A , P L U R A L I S M O C U L T U R A L
Y SUBJETIVIDAD, se termin de imprimir en el mes de octubre de
2000 en los talleres de Impresiones Integradas del Sur S.A. de C.V. El
tiraje fue de 1000 ejemplares.