Resumen Del Libro Obtenga El Sí
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Obtenga el s
por William Ury, Roger Fisher y Bruce Patton
Un mtodo para negociar y llegar a acuerdos en cualquier tipo de conflicto
Introduccin
Nos guste o no, todos somos negociadores en algn momento de nuestras vidas.
Discutimos un aumento de sueldo con nuestro jefe. Intentamos ponernos de
acuerdo, con un extrao, sobre el precio de nuestra casa. Negociamos con nuestra
pareja el lugar donde iremos a cenar y con nuestros hijos, la hora de apagar las
luces. La negociacin es un medio bsico de conseguir de los dems aquello que
deseamos. Es una comunicacin bidireccional, pensada para alcanzar un acuerdo,
cuando nosotros y la otra parte compartimos algunos intereses y tenemos otros
que son opuestos entre s.
Cada vez hay ms ocasiones que requieren una negociacin, ya que cada vez
surgen ms conflictos. Todo el mundo quiere participar en las decisiones que le
afectan, mientras que, por otro lado, cada vez son menos las personas que pueden
llegar a aceptar decisiones que han sido tomadas por otros. La gente es diferente y
utiliza la negociacin para manejar estas diferencias. Ya sea en los negocios, el
gobierno o la familia, llegamos a la mayora de las decisiones a travs de la
negociacin.
A pesar de que cada da se negocia ms, no es fcil hacerlo bien. Las estrategias
que habitualmente se utilizan en la negociacin suelen dejar a la gente
insatisfecha, agotada o alienada.
Hay dos formas dominantes de negociar: la blanda y la dura. El negociador blando
quiere evitar el conflicto personal por lo que hace concesiones fcilmente. Quiere
una solucin amistosa pero, sin embargo, casi siempre termina siendo explotado y
sintindose amargado. El negociador duro considera cualquier situacin como una
lucha de voluntades, en la que la parte que adopta las posiciones ms extremas y
las mantiene durante ms tiempo es la que triunfa. Quiere ganar, pero, con
frecuencia, termina por provocar una respuesta igualmente dura que le agota a l
y a sus recursos, y que lesiona su relacin con la otra parte.
Sin embargo, existe una tercera forma de negociar, ni dura ni blanda, sino las dos
cosas a la vez. Es un mtodo de la negociacin basado en los principios
desarrollados en el Proyecto Harvard de Negociacin y que sirve para decidir
asuntos, cuestiones y temas. Se fundamenta en nuestras circunstancias, y no
necesita pasar por un proceso de regateo en que cada parte dice lo que har y lo
que no har. Nos sugiere que, siempre que sea posible, busquemos los beneficios
mutuos; y que cuando los intereses entren en conflicto, insistamos en que el
resultado se base en ciertas normas o criterios justos, independientes del deseo o
la voluntad de las partes. El mtodo de la negociacin basada en los principios es
duro con las circunstancias y blando con las personas. No emplea trucos ni poses
afectadas. Nos ensea la forma de obtener aquello a lo que tenemos derecho sin
dejar de ser honrados. Nos permite ser justos mientras nos protegemos contra
aquellos que se aprovecharan de nuestra honestidad. De este mtodo de
negociacin basada en principios es de lo que trata el presente libro.
Es aqu donde la habilidad para inventar opciones se revela como una de las
posesiones ms valiosas que pueda tener un negociador. Sin embargo, esta
habilidad se ve muchas veces frustrada por los cuatro obstculos ms frecuentes:
(1) juicio prematuro, (2) la bsqueda de la nica respuesta, (3) la presuncin de un
pastel de un tamao fijo y (4) pensar que la solucin de su problema es su
problema. Para superar estas barreras, necesitamos comprenderlas.
Juicio prematuro. Dado que enjuiciar estorba la imaginacin, debemos separar el
proceso de pensar en decisiones posibles del proceso de seleccionar alguna de
ellas. Hay que inventar primero y luego decidir.
Por definicin, inventar nuevas ideas requiere que pensemos en cosas que no
estn an en nuestra mente. Por lo tanto, deberamos considerar la conveniencia
de montar una sesin debrainstorming con unos cuantos compaeros o incluso
conjuntamente con la otra parte. La ventaja de una sesin de esta clase es que
separa de forma eficaz la invencin de la decisin. Discutir opciones es algo
radicalmente diferente de la toma de posiciones. Mientras la postura de un lado
entrar en conflicto con la del otro, las opciones invitan a otras opciones. Incluso el
lenguaje que se utiliza es distinto. Son preguntas, no aseveraciones; es abierto y
no cerrado. Por ejemplo: Qu otras opciones se le han ocurrido a usted?, Qu
le parece si decidiramos?, Cmo funcionara esto?, Qu puede haber de
malo en esto?, etc.
La bsqueda de la nica respuesta. Si el primer impedimento para el
pensamiento creativo es la crtica prematura, el segundo es la conclusin
prematura. Cuando se busca desde el inicio la nica y mejor respuesta, es probable
que cortocircuitemos un proceso de toma de decisiones ms sensato y sabio, en el
cual hacemos una seleccin de entre un gran nmero de respuestas posibles.
Si nos preguntan quin debera recibir el premio Nobel de la Paz de este ao,
haramos bien en responder: Bueno, djenme pensar en ello y crear una lista de
cerca de un centenar de nombres de la diplomacia, los negocios, el periodismo, la
religin, la ley, la poltica, etc., asegurndonos de inventar un montn de ideas. De
este modo acabaramos con una decisin mejor que si lo hubiramos decidido
justo al principio.
La presuncin de un pastel de un tamao fijo. Una de las razones por la que a
veces hay tan pocas opciones sobre la mesa en una negociacin es que cada lado
ve la situacin como un pastel fijo: cuanto menos haya para ti, ms habr para m.
Esta presuncin es pocas veces certera. Hay que tener en cuenta que ambas
partes pueden siempre estar peor de lo que estn ahora.
Adems de un inters compartido en evitar una prdida conjunta, casi siempre
existe la posibilidad de una ganancia conjunta. Esta puede aparecer bajo la forma
del desarrollo de una relacin mutuamente ventajosa o de la satisfaccin de los
intereses de cada parte por medio de una solucin creativa.
Es de mucha ayuda hacer que el inters comn sea explcito y formularlo como un
objetivo comn. Por ejemplo, un gerente de una refinera de petrleo, amenazada
por la subida de impuestos por parte del municipio donde se encuentra, podra
establecer con el alcalde el objetivo comn de conseguir traer nuevas industrias a
la ciudad. Esto sera beneficioso tanto para la refinera, que podra tener en su
cercana una fbrica de plsticos, como para el municipio, en el cual se crearan
nuevos puestos de trabajo. La exencin de impuestos para las nuevas empresas
sera, entonces, una accin para conseguir el objetivo compartido, y no una
concesin que le hace el alcalde al gerente.
Pensar que la solucin de su problema es su problema. Para que un
negociador alcance un acuerdo que satisfaga su propio egosmo, necesita
desarrollar una solucin que tambin sea atractiva para el egosmo del otro. Por
ello, en lugar de ponerle a la otra parte las cosas difciles, hemos de presentarles
una opcin, si no atractiva, al menos lo menos dolorosa posible.
Por muy complejo que pueda parecer el proceso de toma de decisiones de la otra
parte, lo comprenderemos mucho mejor si seleccionamos a una persona
probablemente la misma con la que ya estamos tratando e intentamos
comprender cmo se ve el problema desde su punto de vista. As podemos llegar a
ver nuestro papel bajo una nueva luz y considerar que nuestro trabajo, por
ejemplo, es darle a esa persona nuevos argumentos necesarios para convencer a
los dems de que se pongan de acuerdo con ella. Un embajador britnico describi
su trabajo como Ayudar a mi oponente a conseguir nuevas instrucciones. Si nos
ponemos firmemente en el lugar de nuestro oponente, comprenderemos su
problema y la clase de opciones que pueden resolverlo.
Por muy bien que comprendamos los intereses de la otra parte o inventemos
formas de conciliarlos, casi siempre nos enfrentaremos a la dura realidad de los
intereses en conflicto. Por mucho que se hable de estrategias ganar-ganar, nada
puede esconder este hecho. Nosotros queremos que el alquiler sea ms bajo; el
casero lo quiere ms alto. Queremos que nos entreguen la mercanca maana; el
proveedor preferira entregarla la semana prxima. Esta clase de diferencias no
pueden esconderse bajo alfombra.
Intentar conciliar diferencias basndose en la voluntad tiene unos costes muy
serios. Ninguna negociacin tiene posibilidad alguna de ser eficaz si lanzamos
nuestra voluntad contra la de la otra parte: o bien tendremos que ceder nosotros o
bien tendrn que hacerlo ellos. La solucin es negociar sobre alguna base
independiente de la voluntad de cualquiera de las partes, es decir, basndose en
criterios objetivos.
Cuanta ms eficiencia, imparcialidad o criterio cientfico utilicemos para tratar
nuestro problema particular, ms probable es que consigamos un resultado final
que sea juicioso e imparcial. Cuanto ms nos refiramos nosotros y la otra parte al
precedente y a lo que se acostumbra en nuestra comunidad, mayor ser nuestra
oportunidad de beneficiarnos de la experiencia pasada. Adems, un acuerdo que
est en consonancia con un precedente es menos vulnerable al ataque. Si un
contrato de alquiler contiene los trminos habituales o si un contrato de venta
sigue lo que es costumbre en la industria, hay menos riesgo de que cualquiera de
los negociadores piense que se le ha tratado duramente o intente, ms tarde,
denunciar el acuerdo.
Normalmente encontraremos ms de un criterio objetivo que podamos utilizar
como base para un acuerdo. Supongamos que nuestro coche queda inutilizado y
que presentamos una reclamacin ante una compaa de seguros. En nuestra
discusin con el perito podemos tener en cuenta unos ndices del valor del coche
tales como el coste original menos la depreciacin, la cantidad por la que
podramos haber vendido el coche, el coste de reemplazo de ese coche por uno
similar, etc.
Una vez que hayamos identificado algunos de los criterios objetivos y estemos
preparados para discutirlos con la otra parte debemos recordar tres puntos
bsicos:
ms fcil para nosotros resistirnos a hacer una concesin arbitraria de lo que sera
para la otra parte resistirse a presentar algn criterio objetivo.
Veamos un caso en el que una parte utiliz el regateo posicional y la otra, la
negociacin basada en los principios. A Toms, un camin de la basura le ha
dejado el coche totalmente inutilizable en el lugar donde lo haba aparcado. El
coche estaba asegurado, pero la cantidad exacta que Toms podra recuperar
deba negociarse con el perito de la compaa de seguros.
Perito: La compaa ha estudiado el caso y tiene derecho a una indemnizacin de
800 euros.
Toms: Cmo han llegado a esa cifra?
Perito: Bueno, eso es lo que hemos decidido que vala el coche. Cunto quiere
usted?
Toms: Lo que me corresponda segn mi pliza. Un coche parecido de segunda
mano, junto con los impuestos, me saldra por 1500 euros.
Perito: Eso es demasiado.
Tomas: Yo no le pido ni 1500, ni 1000, ni 5000, sino una compensacin justa. Est
de acuerdo en que es justo que yo obtenga lo que necesito para reemplazar el
coche?
Perito: Le ofrezco 1000 euros. Es lo mximo que puedo pagarle. Es la norma de la
empresa.
Toms: Puede que los 1000 euros sean un importe justo. No lo s. Claro que
comprendo su postura si est usted obligado por la poltica de la empresa. Pero a
menos que pueda decirme, objetivamente, por qu, ser mejor que vaya a juicio.
Perito: Bueno, Sr. Garca. Aqu tengo un anuncio en el peridico de hoy en el que
ofrecen un Ford por 1000 euros.
Toms: Ya lo veo. Qu kilometraje tiene?
Perito: 85.000. Por qu?
Toms: Porque el mo solo tena 42.000. Cunto sube eso el valor del coche, en su
libro?
2.
Conclusin
Muchas de las ideas de este libro ya las conocemos en alguno de nuestros niveles
de experiencia. Lo que los autores han intentado hacer es organizar el sentido y la
experiencia comunes para proporcionarnos un marco til de pensamiento y
actuacin. Cuanto ms coherentes sean estas ideas con nuestro conocimiento e
intuicin, tanto mejor. Muchos abogados expertos y hombres de negocio
experimentados han comentado que, despus de leerlo, por fin saban lo que han
estado haciendo y por qu, a veces, les funcionaba.
La teora y la experiencia sugieren que el mtodo de la negociacin basada en los
principios produce, a la larga, unos resultados sustantivos. Adems, se ha
demostrado que es ms cmodo, ms eficaz y menos caro para las relaciones
humanas.
Esto no quiere decir que sea fcil cambiar de costumbres, separar las emociones
de las circunstancias o reclutar a otras personas en la tarea de encontrar una
solucin adecuada para un problema compartido. De vez en cuando tendremos
que recordarnos a nosotros mismos que lo primero que estamos intentando ganar
es un modo mejor de negociar, que evite que tengamos que optar entre las
satisfacciones de obtener lo que deseamos y ser honrados, porque podemos tener
ambas cosas.