Rosana Guber: El Salvaje Metropolitano (Solo 55-81)
Rosana Guber: El Salvaje Metropolitano (Solo 55-81)
Rosana Guber: El Salvaje Metropolitano (Solo 55-81)
Rosana Guber
El salvaje metropolitano
Reconstruccin del conocimiento
.. social en el trabajo de campo
PAlDS
Buenos Aires
Barcelona
Mxico
1'1
A pesar de sus diferencias, positivistas e interpretatvistas comparten 'algunas posturas acerca de cmo funciona el conocimiento:
una visin dualista de la totalidad social, la existencia de una realidad
de carcter preterico y el papel del sujeto cognoscente como duplicador de esa realidad,
Para producir un conocimiento emprico verdadero, los positivistas parten de la experiencia sensorial, mientras que los interpretativistas apelan a lasintuiciones que informan a la experiencia. En ambos
casos, lo real se compone de aspectos (observaconales para los positivistas, ideacionales para los.interpretativstas) integrantes de una
realidad preterica en tan to puede ser captada, observada o revivida
de manera inmediata por el investigador. El acceso a ella puede y debe
ser previo e independiente de la elaboracin terica o de cualquier
elaboracin intelectual propia del investigador. Yaunque cada postura presente dificultades particulares (el positivismo no puede explicar categoras tericas que no estn relacionadas ms o menos
directamente con datos sensoriales, y el idealismo no puede reconstituir el mundo de la experiencia sensorial en s y el campo de las determinaciones)
ambas requieren del investigador una actitud
pretendidamente pasiva que se limite a duplicar "lo real". El conocimiento es, as, un reflejo y. por ende, una reproduccin o copia de 10
real en la subjetividad.
No vamos a detallar aqu las definiciones ontolgicas de lo real,
segn las distintas escuelas filosficas. Basta sealar que, en algunos
casos, la totalidad ha sido reducida al plano de lo material (yen este
sentido, al plano objetivo); en otros, se ha referido al dominio de
las nociones, creencias y representaciones de los sujetos. postergando o anulando el anlisis de las condiciones sociales y materiales. Tal
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es la perspectiva
que adoptan,
respectivamente,
positrvistas e
interpretativistas
y que ha sido calificada como "visin dualista de la
totalidad social". As, los planteas objetivistas, tanto en su versin positivista como en la materialista reduccionista, consiguen cercenar el
mundo social y, particularmente,
despreciar
la prctica humana
como activa conductora
del proceso histrico. El positivismo durkheimiano concibe el mundo social en su carcter moral, esto es, re-
gido por normas que son introyectadas por los miembros de una
sociedad dada. El individuo, entonces, encarna normas y valores de
existencia social; el conflicto entre individuo y sociedad es producto
de los desajustes del primero con respecto al imperio norma";
tivo-valorativo prevaleciente. Por su parle, el materialismo en su versin economicista considera que los nicos puntos relevantes para
la explicacin social son los aspectos (supuestamente) objetivos: las
relaciones de produccin y las fuerzas productivas. Se llega as a afirmar que, cuando las relaciones sociales frenan el desarrollo de las
fuerzas productivas, el modo de produccin llega a su
El paso a
un nuevo modo de produccin se da mecnicamente y de modo predeterminado. Por ende, la actividad no econmica aparece como
mero reflejo: la subjetividad y las esferas ideolgica, cultural y poltica seran rplicas de lo que sucede en la infraestructura, Este planteo deja de lado la productividad social en la historia. La articulacin
entre desarrollo de las fuerzas productivas y relaciones de produccin, principal pivote de la teora sociolgica, no basta por s sola
para explicar todos los fenmenos sociales ni mucho menos la lgica de las transformaciones de la sociedad
En cuanto a los planteas subjetivistas, stos tienden a destacar el
papel del sujeto en la historia como hacedor de su destino. En definitiva, tanto descripciones como explicaciones quedan fundadas en los
individuos que no aparecen condicionados por factores estructurales.
Los hechos histricos y sociales son resultado de voluntades singulares qu permanecen inexplicadas o indeterminadas.
Como alternativa a las concepciones dualistas sobre la totalidad
social, cabe mencionar la perspectiva integradora de Hegel: no se trata de diluir las diferencias entre objetividad y subjetividad social, sino
de analizarlas integralmente, en tanto una no existe sin la otra. Yaunque continuemos empleando esta terminologa. debiera quedar claro que tanto lo que llamamos objetividad -aspectos econmicos,
frecuentemente asimilados a la "infraestructura't- como subjetividad
+representaciones, creencias, organizacin poltica. bagaje cultural e
ideolgico de los grupos sociales, frecuentemente asimilados a la "superestructura"- son igualmente objetivos, .puesestn objetivamente
determinados. "La objetividad social (el proceso histrico) conforma
tanto el factor subjetivo como las condiciones objetivas. La totalidad
fi~:
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1. Nuevos caminos
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59
1:
1. Con el trmino tendencia nos referimos :1 "enunciados que establecen conexiones sujetas a la acci6n de otros factores que eventualmente las modifican o neutralizan" (Pereyra. 19.E!4:80). a diferencia de ley. enunciado que formula una relaci6n en la
cual los efectos suceden Inexorablemente.
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cWe
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2. Reformulaciones
de conocimiento!
Decamos que, desde la perspectiva con que abordamos el conocmie~t~ social, lo real no se manifiesta directamente
al sujeto sino
mediatlza~o po: una ~onstruccin terica. desde donde se interroga:
Ello penrute al Investigador delinear una estrategia general de investigacin que incluye pautas de anlisis y procedimientos de la ciencia
en general, adecuados y reformulados a la luz de la investigacin so-
b~e ~n objeto particular. El investigador construye su objeto de conoCImiento. La antropologa social no se ocupa de una porcin del
referente emprico, sino de una problemtica que distintas corrientes han definido y explicado de modos variados: la diversidad. Pero
cmo se traduce el anlisis de la diversidad en la construccin terica del objeto de estudioj"
La literatura acerca del objeto de conocimiento como construccin
teri~a proviene de las vertientes racionalistas de la epistemologa y,
e~ primer lugar, de la Introduccin general a la crtica de la economa polb~ade ~ .Marx (l857). Como ya puntualizamos, tanto la epistemologia e~pmsta como la naturaleza del material de anlisis antropolgico
h.~nsido y son. d~s ~oderosas razones para que el objeto de investigacion en esta disciplina no fuera explicitado. Sin embargo, a veces el
racionalismo ha cado en un teoricisrno que relega el material procedente del campo a un papel secundario, cuando no meramente ratificatorio d~ las hiptesis tericas. En antropologa, esto significa
perder de VIstalos aportes del conocimiento de la perspectiva del actor y_no es ~~tra~o que el investigador, puesto an te la disyuntiva
teorta-emprta,
tien da a reproducir su conocimiento etno- y
socio~ntrico. ~ta orien racin redunda en la mxima siguiente: si hay
una discrepancia entre la teora y la realidad ... peor para la realidad.
. Sin embargo, que el objeto de investigacin deba ser construido
no implica nec~s~amente el teoricismo. ste es quizs el mayor desafo del conocirruento antropolgico y de todo aquel trabajo que se
funde en material obtenido por va etnogrfica. La integracin entre
2. Estas reflexiones derivan de un trabajo conjunto con Ana Rosato (Gubery Rosato
1989).
.
. 3. ~n el :ap~~lo 14 sugerimos algunos p;lSOS para construir el objeto antropolgico ~e mvesugacron, retomando la relacin universalidad-singularidad y la peculiaridad
que introduce la consideracin de la perspectiva de los actores. Se trata, ms bien, de
un. ensayo en el cu~ se sistematizan algunos procedimientos posibles para identificar
mas claramente que elementos se integran en esta construccin.
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les d~te
las dcadas de 1950 y 1960. Concepciones tales como que
los residen res de villasmiseria estn en condicones degradadas de vida
por "falta de educacin", "inadaptacin al medio urbano" y sostenimiento de un modo de vida "tradicional", coinciden con las premisas
de Gino Germani (1960) y laDESAL (1964) sobre la marginalidad urbana y social.
La construccin del objeto de investigacin es delineada inicialmente en funcin de ambos bagajes -terico y de sentido cornn-,
sin que ello implique una actitud acrtica y/o solipsista frente al referente emprico. Por el contrario, el reconocimiento y la continua explicitacin de dichos bagajes y su puesta en contraste y dilogo con
aquello que el investigador elabora a partir de su informacin, permite obtener datos que reformulen, amplen y profundicen la teora
yel conocimiento de lo real. En resumen, para iniciar la construccin
del objeto de investigacin es necesario explicitar y sistematizar los su-.
puestos tericos y explicitar los supuestos del sentido comn (cf. captulo 14).
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3. El enfoque antropolgico:
seas particulares
.bit.
".' ..
'l.
11.
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- Laantropologa
comparte con otras disciplinas la intencin explicati~ de los fenmenos sociales en proceso, pero si quiere ser canse~c;nte con su "misin antietnocntrica"
debe reconocer cmo los
actores configuran el marco significativo de sus prcticas y nociones,
lo que aqu hemos llamado "la perspectiva del actor" (Oeertz, 1973).
Expondremos brevemente cmo se lleva a cabo este reconocimiento
y las novedades que introduce en la investigacin social. En principio.
el investigador describe una realidad particular, animada por complejos de relaciones que ataen y vinculan distintos campos de la vida
social. Las etnografias presentan un retrato vvido de los ms variados
aspectos de una cultura: economa, organizacin social y poltica, sistema religioso y de creencias mdicas, formas de socializacin de los
jvenes, tratamiento de los ancianos, vnculos con la naturaleza, rela-
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cluso asisterntica
o incoherente,
y;
sobre todo, del sentido u orientacin explicativa en que dicha descripcin se ver inscripta. Esta cuestin parece capital en 'una disciplina
que ha hecho de la descripcin -talla misin-de la etnografia- su-piedra de toque y rasgo distintivo; elJo le ha valido, no pocas veces, la
calificacin de precien tifica, una "mera descripcin" al no tenerse en
cuenta la particularidad apuntada por Runciman (1983).
A esta altura cabe mencionar el papel que el teoricismo, como exacerbacin del racionalismo, ha asignado a la teora. A mediados de la
dcada de 1960,a partir de una de las tantas crisisque sufri el empirismo
en el mbito acadmico y, en este caso, en el campo de la sociologa, los
informes y las discusiones comienzan a dar prioridad a la elaboracin
terica abstracta y califican todo intento de justificacin a travs de la
aproximacin a lo emprico como vicio empirista. As, el teoricismo se
opone polarmente al empirismo, que sostiene una concepcin del acceso a lo real como inmediato y aterico, lo que lo convierte en "una ideologia de la observacin", como dice M.Thiollent (1982).
Empero, si bien no basta replicar la ernpiria tal como se nos presenta, tampoco basta con enunciar cuerpos tericos para avanzar en
el conocimiento social. Superar el empirismo no significa despreciar
la existencia de lo real ni restar esfuerzos por mejorar Lasvas de su
conocimiento, cosa que hace el teoricismo al convalidar explicaciones hipergeneralizadoras a partir del prestigio de la teora ms que
del 'conocimiento y la contrastacin con el referente emprico. Sus
resultados ban sido diversos y por cierto lamentables, sobre todo para
desarrollar conocimien tos en realidades tan ignoradas como las que
han sobrevenido en el mundo de fines del siglo XX y principios del
XXI. Uno de esos resultados fue la cristalizacin de los ncleos temticos y de los enfoques acadmicos y, con ello, el estancamiento
del trabajo terico mismo. La aplicacin maniquea de enunciados
tericos al referente emprico condujo a una forma particular de sociocentrismo, como lo es el reforzar los prejuicios de la tribu de los
'cientficos o, como seala Rockwell (1980: 42), "reproducir el sentido comn acadmico en vez de transformarlo". Tal como queda
planteada por el teoricismo, la teora no abre el campo del conocimiento superando el dogmatismo sino que, por el contrario, se transforma en una serie de rtulos que expresan ms bien una profesin
de fe, pues las explicaciones as construidas no suelen emplearse ni
contrastarse a partir de investigaciones concretas. Aparecen entonces criterios del marxismo, por ejemplo, mezclados con criterios
positivistas. La teora se va transformando en una cuestin partdis-:
tao El investigador no sabe cmo, cundo y para qu emplearla, pero
se sienta a esperar sus efectos mgicos, como si la teora por s sola
le fuera a sealar qu investigar. cmo hacerlo y con quin, adems
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3. Dos conceptos
del actor
Si la antropologa social no ha desaparecido con la progresiva extincin del "salvajismo ". si sus objetos de estudio empricos son hoy
ms que diversos en el mundo contemporneo, es porque su objeto
de conocimiento es de naturaleza terica. A lo largo de las pginas
precedentes. hemos venido sosteniendo que el antroplogo social
como elaborador de conocimiento cientfico se ha ocupado fundamentalmente de distancias culturales -que son tambin sociales-; no
ha sido un mero coleccionista de rarezas, sino que se ha revelado
profundamente preocupado en familiarizarse con mundos diversos y,
ms recientemente. en exotizar los mundos familiares, para lograr un
conocimiento superador de sociocentrismos y etnocentrismos. En
resumen, el antroplogo social ha buscado emprica y tericamente
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dar cuenta de la alteridad que le permita superar los lmites tanto del
sentido 'comn COIDO de los siempre perfectibles paradigmas tericos.
El antroplogo social se ocupa de producir la diversidad. gracias al
descentramento de sus propios parmetros.
1..0dicho significa que la diversidad no es sino una construccin terica que la antropologa social ha explicado desde distintas corrientes
tericas: la evolucin humana, el relativismo, las relaciones sociales de
produccin, la integracin funcional del sistema, etctera. En su intento. por dar cuenta de los procesos sociales y sus transformaciones. des-de la relacin diversidad-unidad del gnero humano, la antropologa
se propone reconocer)a particularidad de los procesos y la intervencin
en ellos de los hombres y mujeres a travs de su prctica. Insistimos enronces en que cuando hablamos de "diversidad" no aludimos a meras
diferencias empricas -por ejemplo. formas de vestir, de elegir a un jefe,
de sanar a un pacente--, aunque estos referentes constituyen la mate-'
ria prima de la investigacin antropolgica. AJudimos, ms bien, a la
construccin terica que asigna a la diversidad algn papel en la explicacin. No postulamos que la diversidad existe como porcin de 10
real-emprico, sino que el investigador es quien construye una diversidad relevan te desde su perspec tiva terica y para sus fines in vestigativos.
Frente a un anlisis de los armenios en la Argentina, por ejemplo, es el
investigador quien, desde su enfoque terico, encara la diversidad des-de un ngulo tnico. poltico, econmico, religioso. o bien plantea que
a travs de lo tnico se expresan cuestiones econmicas y polticas.
Ahora bien, el componente fuertemente terico del concepto de
diversidad no excluye una dimensin complementaria en el anlisis
de la'realdad social: las manifestaciones empricas en que se arraiga
dicha diversidad. Yestas manifestaciones son siempre de ndole social,
aun cuando a veces se revelen como meros artculos materiales pintorescos, puesto que los sujetos llevan a cabo sus relaciones a travs de
prcticas yverbalizaciones que expresan nociones y representaciones.
.. -Esta nocin de diversidad est profundamente imbricada en nuestraconcepcin de la naturaleza del mundo social yen la importancia
que. otorgamos al papel de la perspectiva del actor en la explicacin
sc:i.oantropolgica. porque describir y analizar el proceso social en
~Biversidad y singularidad implica rescatar la lgica de la produccin material y simblica de los sujetos sociales.' En efecto, puesto en
,,1 ,j- .
I
oh~:
nJ,l.l\;iichel-Rolph Trouot, en su libro sobre la historia como proceso social, se pre-
~~qa quines eran sus sujetos, y se responda: "la gente [peQPle1 en tres capacidades
ai'ereiues: 1) como agemes v: ocupantes de posiciones estructurales; 2) como actcms~
a;hltante interfase con el contexto; y 3) corno sujetos, esto es, como voces conscientes
d~~ovocalidad~ (1995: 23; la traduccin es nuestra), En este volumen estoy ulizando
~'conceplo "perspectva del actor" para incluir estas tres dimensiones.
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2. Obviamente, no fue ni es la ant ropooga la nica rama del saber que hn luchado comra las perspectivas sococruricas. Algunas corrientes dentro de la sociologa, la
psicologa, la historia y particularmente el psicoanlisis han hecho muchos apones.
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practican
puntualmente
en ciertas
Sus acciones son lo que son porque la gente tiene reglas especficas para ellas y razones especficas para ejecutarlas. Estas nocionesno
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...rnV'
.4,
'''1:, ;:
PI:t1:.avida social se expresa en nociones, actividades, representadones;prcticasy contextos. Pero la enunciacin de sus conexiones sig-
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nificativas, de los atributos que integran una descripcin, su interpretacin o su simple registro, responden en buena medida a la organizacin cognitiva del investigador.
I
'
.
Si bien existen sujetos reales de investigacin, slo es posible cenacer su mundo a travs de conceptos. El marco terico incide entonces en dos instancias: en el proceso general de investigacin y en
el proceso particular del trabajo de campo. En cuanto a la primera, la
postura terica orien ta la seleccin de la problemtica y de la batera
de conceptos, y define un rango general de premisas metodolgicas
en el cual se establecen el mbito}' la identidad de los sujetos de estudio, los indicadores que permitirn indagar la problemtica planteada, la relacin de sta con su entorno mayor, los aspectos que
estructuran la descripcin y la orientacin explicativa del informe final. La incidencia de la teora en esta instancia ha sido generalmente
reconocida, aunque ocasionalmente se llegara a postular que su control era posible a travs de principios metodolgicos neutrales. En
cuanto a la segunda instancia, la del trabajo de campo, el papel de la
teora no es tan claro en el proceso concreto de recoleccin de informacin, la aplicacin de tcnicas heterodoxas y aparentemente no sistemticas para producir datos, la seleccin de temas a registrar,
observar e interrogar, los campos significativos de focalizacin, el contacto con quienes proveern informacin -los informantes-, la deLimitacin del o los roles que desempear el investigador y la opcin
por un lugar de residencia.
Al afirmar que el mundo social est preconstituido por marcos de
sentido propios de quienes en ellos se desenvuelven (Schutz, 1974;
Weber, 1985), suponemos que ese mundo yesos marcos existen como
objetividad social. Pero el investigador accede a ellos a travs de la
contrastacin crtica y permanente entre su bagaje terico y de sentido comn, por un lado, y el mundo emprico de la realidad social,
por el otro, focalizando particularmente en la perspectiva del actor.
La elaboracin terica no es ni anterior ni posterior a la tarea de re-coleccin de informacin, sino soporte del conocimiento mismo y,por
10 tanto, acompaa todo el proceso. Veamos de qu modo.
Concebimos el proceso de investigacin como una relacin social
en la cual el investigador es otro actor comprometido en el flujo del
mundo social y que negocia sus propsitos con los dems protagonis-tas (Harnmersley, 1984: 45). El investigador traza un diseo general
para iniciar su labor, pero ste es slo un bosquejo que necesariamente va a ser alterado a medida que se desarrolla la investigacin. Ninguna teora, ni tcnica, ni procedimiento metodolgico lo protegen
de estos avatares que, dicho sea de paso, no son obstculos o peligros
que deban evitarse; gracias a ellos es posible producir un conocimiento
no dogmtico ni mecanicista, que se revela ms profundo y menos
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llama la atencin sobre la naturaleza sistmica. plural e interrelacionada de la vida social. lo cual no necesariamente debe equipararse con indeterminacin. Como afirma Rockwell (pg. 42). "el
proceso consiste en pasar de ver poco a ver cada vez ms, y no al revs", Pero esta ampliacin de la mirada del investigador no es ni
acrtica ni aterica. Al reconocer los primeros indicios de un marco
de significado, de lgicas propias de los actores, el antroplogo puede, anlisis mediante, guiar su bsqueda hasta encontrar las piezas
faltantes del rompecabezas (o, por lo menos, saber que quedan piezas sueltas). Esta bsqueda puede conducirlo por caminos inesperados, hacia esferas de la vida social que no sospechaba pertinentes.
Lo dicho hasta aqu obliga a reformular el sistema clasificatorio
acadmico de lo econmico. lo poltico, lo social. lo simblico. como
esferasseparadas. Pues un acto aparentemente de tipo econmico, por
ejemplo, puede tener fundamentos ylo irnplicancias polticas, religiosas, etc.; ms an. UD acto de tipo econmico se constituye de modo
que lo econmico no preexiste a lo poltico y a lo simblico. Una clasificacin de este tipo existe slo analticamente y especialmente en
la lgica acadmica. Ahora bien, indagar la integracin peculiar de
estas esferas tal como es experimen tada por sus actores no implica
agotar la explicacin. El holismo -cuya premisa es observar y registrar
todo para establecer luego relaciones dinmicas entre los campos de
la vida social- se encuadra y explica, a su vez, por los fundamentos
tericos que marcan las determinaciones del proceso social. El holismo asegura una mirada abierta y no dogmtica de la teora; la teora,
por su parte. asegura una mirada reflexiva y orientada al material
emprico, articulada con la teora social general y el conocimiento de
la universalidad. A travs de este incesante ida y vuelta, el investigador puede acceder a nuevos significados, a nuevas relaciones contextuales y. por 10 tanto. a nuevas interpretaciones.
Las investigaciones antropolgicas requieren de algunos ajustes a
la metodologa ms general de las ciencias sociales y que afectan a todo
el proceso de conocimiento. no slo a su etapa emprica de recoleccin de informacin sino tambin al tratamiento de los datos, a Laeleccin del tema y de los sujetos a los que se habr de estudiar.
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