12el Lenguaje Teorico
12el Lenguaje Teorico
12el Lenguaje Teorico
2008
Jorge Ros Szalay
RELEVANCIA DEL ESTUDIO DEL LENGUAJE TERICO SOBRE LAS
ORGANIZACIONES
Cuadernos de Administracin, enero-junio, ao/vol. 21, nmero 037
Pontificia Universidad Javeriana
Bogta, Colombia
pp. 37-60
Este trabajo es uno de los productos de una estancia sabtica que realiz el autor en la Universidad de Quebec, en Montreal, gracias a una beca que le otorg la Universidad Nacional Autnoma de Mxico, a travs de su Direccin General
de Asuntos del Personal Acadmico, bajo el Programa PASPA. El nombre del proyecto es El lenguaje terico sobre
las organizaciones: de la estandarizacin a la polisemia conceptual. Inici el 1 de junio de 2006, est en desarrollo y
finalizar en diciembre de 2009. El autor agradece a los rbitros annimos que evaluaron el presente artculo, por sus
valiosas sugerencias. El artculo se recibi el 10-05-2008 y se aprob el 07-11-2008.
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Diploma in Development Studies (equivalente a maestra, segn documentos comprobatorios), University of Cambridge, Cambridge, Inglaterra, 1975; Licenciado en Administracin de Empresas, Universidad Nacional Autnoma de
Mxico, Mxico, 1973. Investigador de la Facultad de Contadura y Administracin, Universidad Nacional Autnoma
de Mxico. Correo electrnico: [email protected].
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En la investigacin cientfica, y en la
existencia misma, hablar bien no es
dominar el arte de la oratoria. No es un
lujo cultural sino una exigencia de la
razn de verdad. Es necesario hablar
bien con el fin de que en el cuerpo de las
palabras encarne la precisin y agudeza
del razonamiento que persigue la verdad
e intenta atraparla.
Juan Manuel Silva Camarena
(2004b, p. 24)
Introduccin
Indudablemente, entre las invenciones humanas ms importantes se encuentra el lenguaje
oral y, como desarrollo ulterior, el lenguaje escrito. La escritura ha desempeado un
papel decisivo en la evolucin de las bellas
artes y las tcnicas y un rol indispensable
en el nacimiento y desarrollo de la ciencia.
Esto significa, llanamente, que creaciones
tan diversas y algunas tan aparentemente
alejadas de la palabra escrita como las pirmides de Giza, el Cdigo de Hammurabi,
la Repblica de Platn, Machu-Picchu, el
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De conformidad con la disciplina terminologa, entendemos por trmino una palabra (ya
sea sustantivo, verbo, adverbio o adjetivo) o
conjunto de palabras que denomina o nombra
un concepto (Gutirrez Rodilla, 1998; Wster, 1998; Cabr, 1999). As, por ejemplo,
son trminos administrativos los sustantivos
direccin, autoridad lineal y tramo de control; lo mismo que los verbos presupuestar,
organizar y valuar; los adjetivos ineficiente
y competitivo, y los adverbios organizacionalmente y ptimamente3.
2. El lenguaje, instrumento
imprescindible del mtodo
de la ciencia
Desde su invencin por los antiguos griegos,
la ciencia se ha generado y se ha expresado a
travs del lenguaje escrito. Las teoras que la
conforman se crean y comunican en textos.
La lengua que usan, conocida como lenguaje
cientfico, se vale tanto de trminos y smbolos propios de la disciplina en cuestin como
de sustantivos, verbos y dems elementos del
lenguaje comn u ordinario. Aun en el caso
de las teoras escritas predominantemente
en lenguaje matemtico, los smbolos propios de este se combinan con elementos del
lenguaje comn y, adems, son nombrados
mediante palabras. El empleo profuso de
nmeros y dems smbolos no alfabticos,
sobre todo en las ciencias naturales, y el uso
de terminologas especializadas requeridos
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Cabe aclarar que el concepto trmino es tambin denominado por la terminologa trmino especializado,
trmino cientfico-tcnico, tecnicismo y unidad terminolgica (Cabr, 1999; Gutirrez Rodilla, 1998),
mientras que es comn que los filsofos y cientficos
sociales lo refieran como trmino tcnico.
Juan Manuel Silva nos hace advertir otro aspecto del lenguaje que lo reafirma como condicin sine qua non de la ciencia. Segn l, la
palabra es inherente al pensamiento mismo;
lenguaje y pensamiento se encuentran indisolublemente unidos, son de hecho lo mismo.
En su artculo La ciencia: un asunto de palabras, nos lo comunica as:
No se puede pensar sino a travs del lenguaje; no se puede hablar sin que entre en accin
el pensamiento. El lenguaje es el agua en
donde nadan las razones. [] la palabra y
el pensamiento son una y la misma cosa. No
hay una sola palabra que no sea en s misma
un trozo de pensamiento. Del mismo modo,
no hay un solo pensamiento que pueda subsistir sin el sustento de las palabras. stas no
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4. Reconocimiento de la
importancia del lenguaje terico en
la filosofa, en las ciencias sociales y
en las disciplinas organizacionales
La gran relevancia que tiene el lenguaje para
el desarrollo del conocimiento cientfico ha
sido muy ampliamente reconocida en diversos campos del saber. Un reflejo de ello es
el hecho de que ha ocupado la atencin de
mltiples autores, principalmente filsofos,
lo cual es un tanto significativo, as como de
cientficos sociales, incluidos estudiosos de
las organizaciones.
Por lo que concierne a la filosofa, la ciencia
por antonomasia, como bien seala Nicol
(1984, p. 12)8, Juan Manuel Silva observa
certeramente que El pensamiento filosfico
siempre ha dado importancia a los mecanismos y las justificaciones lgicas y gramaticales de los trminos, ya que estos allanan o
entorpecen el camino en el que la misma cosa
aparece por gracia del lenguaje (2004b, p.
23); pero es necesario destacar que, adems
de los filsofos que han tratado de contribuir
a lograr una mayor claridad en el lenguaje
propio de la filosofa, han abundado quienes
se han ocupado del estudio del lenguaje de
la ciencia en general, investigando alguna o
algunas de las muy diversas facetas del papel
que este desempea en el desarrollo del co8
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Otros cientficos sociales preocupados tambin por la nitidez de los conceptos y los
trminos que los denominan son Giovanni
Sartori y Fred Riggs, quienes han desarrollado, junto con un grupo de otros estudiosos
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Aunque los trabajos previamente revisados merecen gran aplauso por sus intentos
de romper la barrera semntica, todos ellos
han fracasado en ganar aceptacin universal
(1986, p. 48).
Lo que sucede es que este proyecto normalizador es en verdad irrealizable, contrario
al espritu cientfico. La ciencia no admite
cortapisas artificiales al conceptualizar los
fenmenos y nombrarlos mediante trminos, sino que exige en su lugar rigor al tratar
de explicarlos y representarlos en el marco de
sus teoras. Los consensos terminolgicoconceptuales se logran slo mediante el debate abierto en el que puede participar toda
la comunidad cientfica correspondiente, no
por medio de comits de notables que realicen cabildeos y reuniones acadmicas con
pretensiones de lograr acuerdos estandarizadores en una especie de democracia terminolgica. Como certeramente observa Silva:
El desarrollo del vocabulario tcnico de
una disciplina cientfica guarda una relacin directa con su avance epistemolgico
o cognoscitivo, y no depende, como pudiera
parecer a simple vista, de una unidad artificial de significados que se hubiera logrado
mediante un acuerdo o contrato verbal (en
una especie de consenso lexicolgico), sino
de la riqueza conceptual que la disciplina en
cuestin pueda justificar mediante su natural
diversidad terica. (2004b, p. 23)
abogar por la estandarizacin de sus trminos y preocupndose ms por la conceptuacin en s que por las cuestiones meramente
terminolgicas. En el prefacio de la primera
edicin de El comportamiento administrativo
manifiesta su conviccin en el sentido de que
no se cuenta an en el campo de la administracin pblica con herramientas lingsticas
y conceptuales adecuadas para describir ni
siquiera una organizacin administrativa simple (1997, p. xi), de tal manera que provea la
base para un anlisis cientfico de la eficacia
de su estructura y de su funcionamiento, por
lo que el objetivo que se plante en esa obra
es construir un vocabulario que permita tal
descripcin15.
As mismo, en las adiciones que Simon hizo
a su obra original en su edicin de 1997 integradas en una extensa seccin de comentarios para cada captulo, advierte que la
proliferacin de trminos que se ha dado en
la teora administrativa ha acarreado un serio
perjuicio a los estudiosos al hacer complejo y
confuso lo que quizs es muy simple (Simon,
1997). Aqu podemos notar una cierta coincidencia de este autor con la crtica acertada
que hace Terry, previamente mencionada, a
la creacin injustificada de nuevos trminos
que aparentemente surge por el deseo de sus
autores de parecer diferentes.
Sobre todo en las ltimas dos dcadas, como
parte del llamado giro lingstico que ha per15
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realidad, que podran ser explicados mediante proposiciones ms especficas, que le otorgan as una potencialidad explicativa mayor.
Si nuestra interpretacin es correcta, no estaramos en desacuerdo con Astley respecto a
considerar los tipos ideales weberianos como
de amplia aplicabilidad potencial, pero s en
clasificarlos como lenguaje tpicamente ambiguo. Creemos, por el contrario, que si bien
es cierto que, por ejemplo, los tipos ideales
de dominacin o el tipo ideal de burocracia
del socilogo alemn no son perfectamente
unvocos, dado que pueden dar lugar a diferentes interpretaciones, poseen un alto grado
de rigor, y por lo tanto de precisin, en virtud
de sus cuidadosas formulaciones, lo cual los
hace tender hacia la univocidad.
Lograr esta univocidad seguramente era la
aspiracin de Weber al crear cada uno de los
tipos ideales. As, vemos la ambigedad del
lenguaje escrito como un continuo de grados
que va de un extremo ms ambiguo donde se
ubica la poesa, con una muy amplia polisemia de los trminos, al otro menos ambiguo,
mucho ms preciso, donde se encuentra el
lenguaje cientfico, cuyos trminos tienden
a ser menos polismicos. La realidad misma
suele ser ms compleja que las descripciones,
nomenclaturas, clasificaciones y explicaciones de los cientficos, y no se deja atrapar fcilmente en ellas. Consecuentemente, lo que
se ve precisado a hacer el cientfico es esforzarse por explicar, mediante conceptuaciones lo ms precisas y sistemticas posibles,
es decir, rigurosas, articuladas en sistemas
tericos, lo complejo, variado y flexible que
sea el fenmeno estudiado, de tal manera que
los dems investigadores comprendan, con el
margen de mal interpretacin ms reducido
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6. Consideraciones finales
Si bien, como hemos visto, una variedad de
autores ha investigado desde muy diversas
perspectivas diferentes aspectos del lenguaje terico sobre las organizaciones, an hace
falta continuar estas pesquisas y desarrollar
otras. Sera conveniente emprender, entre
otros estudios, el anlisis de aclaracin semntica y conceptual de algunos trminos y
conceptos que se han prestado a confusin,
particularmente en la administracin, similares a los que Machlup, Sartori y Riggs han
emprendido para la economa y la ciencia
poltica, respectivamente.
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Hemos encontrado esta falla, por ejemplo, en sucesivas ediciones de las obras Curso de administracin
moderna: un anlisis de las funciones de la administracin, de Koontz y ODonnell, y Administracin:
una perspectiva global, de Koontz y Weihrich, as
como en Principios de administracin, de Terry, Las
funciones de los elementos dirigentes, de Barnard, y
Organizacin y burocracia: un anlisis de las teoras
modernas sobre organizaciones sociales, de Mouzelis.
En un artculo, actualmente en prensa en otra revista
(Ros Szalay, 2008), hemos realizado el anlisis de
esta situacin.
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