La Clásica Teoría Marxista Sobre El Matriarcado

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La clsica teora marxista sobre el matriarcado, por Evelyn

Reed.
Ante todo, las mujeres no han sido siempre el sexo oprimido o segundo sexo. La antropologa o
los estudios de la prehistoria nos dicen todo lo contrario. En la poca del colectivismo tribal las
mujeres estuvieron a la par con el hombre y estaban reconocidas por el hombre como tales.
En segundo lugar, la degradacin de las mujeres coincide con la destruccin del clan
comunitario matriarcal y su sustitucin por la sociedad clasista y sus instituciones: la familia
patriarcal, la propiedad privada y el Estado.
Los factores clave que llevaron al derrocamiento de la posicin social de la mujer tuvieron origen
en el paso de una economa basada en la caza y en la recogida de comida, a un tipo de
produccin ms avanzado, basado en la agricultura, la cra de animales y el artesanado urbano.
La primitiva divisin del trabajo entre los sexos fue sustituida por una divisin social del trabajo
mucho ms complicada. La mayor eficacia del trabajo permiti la acumulacin de un notable
excedente productivo que llev, primero, a diferenciaciones, y despus a profundas divisiones
entre los distintos estratos de la sociedad.
En virtud del papel preeminente que haban tenido los hombres en la agricultura extensiva, en
los proyectos de irrigacin y construccin, as como en la cra de animales, se apropiaron poco a
poco del excedente, definindolo como propiedad privada. Estas riquezas potencian la
institucin del matrimonio y de la familia y dan una estabilidad legal a la propiedad y a su
herencia. Con el matrimonio monogmico, la esposa fue colocada bajo el completo control del
marido, que tena as la seguridad de tener hijos legtimos como herederos de su riqueza.
Con la apropiacin por parte de los hombres de la mayor parte de la actividad social productiva,
y con la aparicin de la familia, las mujeres fueron encerradas en casa al servicio del marido y
la familia. El aparato estatal fue creado para reforzar y legalizar la institucin de la propiedad
privada, el dominio masculino y la familia patriarcal, santificada luego por la religin.
Este es, brevemente, el punto de vista marxista sobre el origen de la opresin de la mujer. Su
subordinacin no se debe a ninguna deficiencia biolgica como sexo, sino que es el resultado
de los acontecimientos sociales que destruyeron la sociedad igualitaria de la gens matriarcal ,
sustituyndola por una sociedad clasista patriarcal que, desde sus inicios, se caracteriz por la
discriminacin y desigualdad de todo tipo, incluida la desigualdad de sexos. El desarrollo de este
tipo de organizacin socio-econmica estructuralmente opresiva, fue la responsable de la cada
histrica de las mujeres.
Pero la cada de las mujeres no se puede comprender completamente, ni se puede elaborar una
solucin social y poltica correcta para su liberacin, sin considerar lo que sucede actualmente
con los hombres. Muy a menudo no se tiene en cuenta que el sistema patriarcal clasista, que ha
hecho desaparecer al matriarcado y sus relaciones sociales comunitarias, ha destruido tambin la
contrapartida masculina, la fraternidad tribal de los hombres. La derrota de las mujeres anduvo
pareja con la dominacin de las masas de trabajadores por la clase de los patronos.
La esencia de este desarrollo se puede ver ms claramente si se examina el carcter fundamental
de la estructura tribal que Morgan, Engels y otros han descrito como sistema de consumo
primitivo. El clan comunitario era tanto una hermandad de mujeres como una hermandad de
hombres. La hermandad, esencia del matriarcado, tena claramente caracteres colectivos. Las
mujeres trabajaban juntas como una comunidad de hermanas; su trabajo social provea
ampliamente al mantenimiento de toda la comunidad. Criaban a los hijos tambin en
comunidad. Una madre no haca distincin entre sus hijos y los de otra mujer del clan, y los
nios, por otra parte, consideraban a todas las hermanas mayores como madres. En otras

palabras, la produccin y la propiedad en comn iban acompaadas de la educacin comn de


los hijos.
La contrapartida masculina de esta hermandad era la fraternidad, modelada segn los mismos
esquemas comunitarios. Cada clan, y el conjunto de clanes que comprenda la tribu, se
caracterizaba por la fraternidad desde el punto de vista masculino, y por la hermandad o
matriarcado desde el punto de vista femenino. En esta fraternidad matriarcal, los adultos de
los dos sexos, no slo producan para mantenerse, sino que alimentaban y protegan a los
nios de la comunidad. Estos aspectos hicieron de la hermandad y fraternidad un sistema de
comunismo primitivo.
As, antes de que la familia tuviera como cabeza un padre individual, la funcin de la paternidad
era social y no familiar. Adems, los primeros hombres que desarrollaron funciones
paternales no fueron los compaeros o maridos de las hermanas del clan, sino sus
hermanos. Y esto no slo porque los procesos fisiolgicos de la paternidad eran desconocidos,
sino ms bien porque este hecho era insignificante en una sociedad fundada en el colectivismo
productivo y en el cuidado comn de los hijos.
Aunque actualmente nos pueda parecer extrao a nosotros, que estamos acostumbrados a la
forma particular de educacin de los hijos, era perfectamente natural en la comunidad
primitiva, que los hermanos del clan, o sea, los maternos, ejercieran estas funciones paternas
hacia los hijos de las hermanas, que ms tarde fueron asunto del padre individual respecto a
los hijos de la esposa.
El primer cambio en este sistema de clan hermano-hermana se debe a la creciente tendencia de
la pareja, o de la familia a dos, como lo han llamo Morgan y Engels, a vivir juntos en la misma
comunidad y casa. Sin embargo, la simple cohabitacin no alter sustancialmente las relaciones
colectivas o el papel productivo de las mujeres en la comunidad. La divisin del trabajo segn el
sexo, efectuada entre hermanas y hermanos del clan, se transform gradualmente en divisin
sexual del trabajo entre marido y esposa.
Pero mientras prevalecieron las relaciones colectivas y las mujeres continuaron participando en
la produccin social, permaneci, en mayor o menor medida, la originaria igualdad entre los
sexos. La comunidad entera continu proveyendo a cada miembro de la pareja, quizs porque
cada miembro de la pareja contribua tambin en la actividad laboral.
Por lo tanto, la familia de pareja, tal como aparece en los albores del sistema familiar, era
radicalmente distinta del actual ncleo familiar. En nuestro sistema capitalista, desordenado y
competitivo, cada familia debe salvarse o ahogarse, contando slo con sus posibilidades y no
puede contar con la ayuda externa. La esposa depende del marido, y los hijos deben contar
con sus padres para su subsistencia, aunque estn sin trabajo, enfermos o muertos. En el
perodo de la familia de pareja no exista este tipo de dependencia de la economa
familiar, porque la comuna entera se haca cargo de las necesidades fundamentales de cada
individuo desde la cuna hasta la tumba.
Esta fue la causa concreta de la ausencia, en la comunidad primitiva, de las opresiones sociales y
los antagonismos familiares, tan frecuentes actualmente.
Se ha dicho a veces, explcita o implcitamente, que la dominacin masculina ha existido siempre
y que las mujeres han sido siempre tratadas brutalmente por los hombres. O tambin, a veces, se
ha credo que las relaciones entre los sexos, en la sociedad matriarcal, eran exactamente lo
contrario de las nuestras con las mujeres dominando a los hombres. Ninguna de estas
afirmaciones ha sido confirmada por los descubrimientos antropolgicos.
No es mi intencin alabar la era salvaje ni auspiciar un retorno romntico a laguna pasada edad
de oro. Una economa basada en la caza y el aprovisionamiento de comida representa el estadio

ms bajo del desarrollo humano, y sus condiciones de vida eran desagradables, crueles y duras.
Sin embargo, debemos reconocer que las relaciones entre el hombre y la mujer eran
fundamentalmente distintas a las nuestras.
En el clan no exista la posibilidad de que un sexo dominara al otro, de la misma forma que una
clase no poda explotar a la otra. Las mujeres ocupaban un lugar preeminente porque eran las
principales productoras de bienes y de nuevas vidas. Pero esto no las indujo a oprimir a los
hombres. Su sociedad comunitaria exclua la tirana de clase, de raza o de sexo.
Como ha dicho Engels, con la aparicin de la propiedad privada del matrimonio monogmico y de
la familia patriarcal, entraron en juego nuevas fuerzas sociales, tanto en la sociedad en su
conjunto, como en la organizacin familiar, que abolieron los derechos que anteriormente tena
la mujer.
De la simple cohabitacin de la pareja, se pas al matrimonio monogmico legal y
rgidamente regulado, que puso a la esposa y a los hijos bajo el control completo del marido y
padre, el cual daba su nombre a la familia y determinaba sus condiciones de vida y su
destino.
Las mujeres, que haban vivido y trabajado juntas, educado en comn a sus hijos, se
dispersaron como esposas de un solo hombre, destinadas a su servicio y al de una sola casa .
La primitiva e igualitaria divisin sexual del trabajo entre los hombres y las mujeres de la
comunidad, cedi paso a una divisin familiar del trabajo, en la cual la mujer era alejada cada
vez ms de la produccin social, para convertirse en sierva del marido, de la casa y de la familia.
As, las mujeres, en un tiempo administradoras de la sociedad, con la formacin de las clases
fueron degradadas al papel de administradoras de los hijos de un hombre y de su casa.
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Esta degradacin de las mujeres ha sido un especto permanente en los tres estadios de la
sociedad de clases, desde la esclavitud, pasando por el feudalismo, hasta el capitalismo.
Mientras las mujeres dirigan, o por lo menos, participaban en el trabajo productivo de la
comunidad, fueron estimadas y respetadas, pero cuando se desmembraron en una unidad
familiar separada y ocuparon una posicin subalterna en la casa y en la familia, perdieron su
prestigio, su influencia y su poder.
Nos puede extraar que unos cambios sociales tan drsticos hayan llevado a un antagonismo tan
profundo y duradero entre los dos sexos? Como dice Engels:
La monogamia no ha significado en absoluto, desde el punto de vista histrico, una
reconciliacin entre el hombre y la mujer, y menos an, constituye la forma ms alta de
matrimonio. Por el contrario, ha representado el sometimiento de un sexo por el otro y la
aparicin de un antagonismo entre los sexos desconocido en la historia precedenteEl primer
antagonismo de clase aparecido en la historia coincide con el desarrollo del antagonismo entre
hombre y mujer en la monogamia, y la primera opresin de clase con la del sexo femenino por
parte del masculino (El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado).
Es necesario hacer una distincin entre los dos tipos de opresin que las mujeres han sufrido en la
familia monogmica y en el sistema basado en la propiedad privada. En la familia productiva
campesina de la era preindustrial, las mujeres gozaban de un `status` social ms elevado y de
un respeto mayor del que goza actualmente en nuestras ciudades el ncleo familiar
domstico.
Mientras la agricultura y el artesanado dominaron la economa, la familia campesina, que era
numerosa o extensa, continuaba siendo una unidad productiva vital. Todos sus miembros tenan
funciones concretas e importantes, segn el sexo y la edad. Las mujeres ayudaban a cultivar la

tierra y hacan trabajos en la casa, mientras los nios y los dems producan su parte segn sus
capacidades.
Todo esto cambi con el nacimiento del capitalismo industrial y monopolista y con la formacin
del ncleo familiar. Cuando grandes masas de hombres fueron expoliados de la tierra y de sus
pequeas empresas, y se convirtieron en trabajadores asalariados en las fbricas, no tuvieron
para vender, y sobrevivir, ms que su fuerza de trabajo. Sus mujeres, alejadas de las fbricas
productivas y del artesanado, devinieron completamente dependientes de los maridos para su
mantenimiento y el de sus hijos. De la misma manera que los hombres dependan de sus
patronos, las mujeres dependan de sus maridos.
Privadas gradualmente de su autonoma econmica, las mujeres perdieron tambin la
consideracin social. En las fases iniciales de la sociedad clasista fueron alejadas de la
produccin social y del liderazgo, para convertirse en productoras en el mbito de la familia
agrcola, trabajando con el marido para a casa y la familia. Pero con la sustitucin de la familia
campesina por el ncleo familiar propio de las ciudades industriales perdieron su ltimo punto de
apoyo en terreno slido.
Las mujeres se encontraron entonces frente a dos tristes alternativas: buscar un marido que
las cuidase y hacer de ama de casa en un apartamento de la ciudad, criando la prxima
generacin de esclavos asalariados; o bien, para las ms pobres y desafortunadas, hacer los
trabajos marginales de las fbricas (junto a sus hijos), y ser explotadas como la fuerza de trabajo
ms esclavizada y peor pagada.
En las generaciones pasadas, las mujeres trabajadoras lucharon por el empleo junto a los
hombres, por aumentos salariales y mejoras en las condiciones laborales. Pero las mujeres, en
calidad de amas de casa dependientes, perdieron estos medios de lucha social. Slo podan
lamentarse o pelearse con el marido y los hijos por la miseria de su vida. El contraste entre los
sexos se vuelve ms profundo y spero con la degradante dependencia de las mujeres
respecto a los hombres.
A pesar del hipcrita homenaje rendido a las mujeres como madres santas y devotas amas de
casa, su valor disminuy, alcanzando el punto ms bajo con el capitalismo. Puesto que las amas
de casa no producen bienes, ni crean ningn excedente para los explotadores, no son importantes
para los fines del capitalismo. En este sistema existen slo tres justificaciones para su existencia:
el ser amas de cra, guardianas de la casa y compradoras de bienes de consumo para la familia.
Mientras que las mujeres ricas pueden hacerse sustituir por las criadas en el desempeo de los
trabajos ms aburridos, las pobres estn ligadas a esta inaguantable cadena para toda la vida. Su
condicin de servilismo aumenta cuando estn obligadas a un trabajo externo para contribuir al
mantenimiento de la familia. Asumiendo dos responsabilidades, en lugar de una, estn
doblemente oprimidas.
Pero incluso las amas de casa de la clase media son vctimas del capitalismo del mundo
occidental, a pesar de sus privilegios econmicos. La montona condicin de aislamiento y de
aburrimiento en que se encuentran, las induce a vivir a travs de sus hijos relacin que
alimenta muchas de las neurosis que afligen hoy en da la vida familiar. Tratando de aliviar su
sufrimiento, son manipuladas y depredadas por los especuladores del campo de los bienes de
consumo. La explotacin de la mujer como consumista forma parte de un sistema que se
desarroll, en primer lugar, con la explotacin del hombre como productor.
Los capitalistas tienen miles de razones para exaltar el ncleo familiar. Su ambiente es una
mina de oro para todos los especuladores, desde los agentes inmobiliarios a los vendedores
de detergentes y cosmticos. Si producen automviles para uso individual, en lugar de
desarrollar adecuadamente los transportes pblicos, es porque es ms rentable, como lo es

vender casas pequeas en parcelas privadas, cada una de las cuales necesita su lavadora, su
frigorfico y otras cosas similares.
Por otra parte, el aislamiento de las mujeres en casas particulares, ligadas todas a las mismas
tareas con la cocina y con los hijos, les impide unirse y llegar a ser una fuerza social o una seria
amenaza poltica para el poder constituido.
Cul es la leccin que se puede extraer de esta panormica sobre el largo cautiverio de las
mujeres en la casa y con la familia, propia de la sociedad clasista tan distinta de su situacin de
fuerza e independencia en la sociedad preclasista?
Nos muestra que el estado de inferioridad de las mujeres no ha sido el resultado de un
condicionamiento biolgico ni del embarazo. ste no constitua un hndicap en la comunidad
primitiva; lo ha empezado a ser, principalmente, en el ncleo familiar de nuestros das. Las
mujeres pobres estn destrozadas entre la obligacin de cuidar a los hijos y la casa y, al
mismo tiempo, trabajar fuera para contribuir al mantenimiento de la familia. Las mujeres, por
lo tanto, han sido condenadas a su estado de opresin por las mismas fuerzas y relaciones
sociales que han llevado a la opresin de una clase sobre otra, de una raza sobre otra, de una
nacin sobre otra. Es el sistema capitalista ltimo estadio del desarrollo de la sociedad de
clases- la fuente principal de la degradacin y opresin de las mujeres.

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