Gente y Salud Cultura
Gente y Salud Cultura
Gente y Salud Cultura
La influencia de la cultura
E.H. O. Parry*
Tomado de: FORO MUNDIAL DE LA SALUD. Revista internacional de desarrollo sanitario, Vol. 5, N1. 1984.
Organizacin Mundial de la Salud, Ginebra
*
El Profesor Parry es Decano de la Escuela de Cienicas Mdicas de la Universidad de Ciencia y Tecnologa, Kumasi,
(Ghana).
1
ALLAND, A. Medical anthropology and the study of biological and cultural adaptation. En: Landy, D., de. Culture, disease
and healing. Nueva York, Macmillam 1977.
LANDY, D., DE. Culture, disease and healing. Nueva York, Macmillan, 1977
Cuando se trata de realidades culturales, el agente de salud tiene que habrselas con
un tema que rebasa determinados hbitos tradicionales referentes a las
enfermedades
Cultura y cambio
Es indudable que la cultura no es esttica, aunque quiz lo sea en pequeas
colectividades aisladas. En ninguna regin tiene mayor dinamismo que en las nuevas
sociedades urbanas de Africa. Sin embargo, aunque una cultura sufra
transformaciones, es probable que los cambios se limiten a las creencias y prcticas
perifricas, en tanto que las fundamentalmente se conservan tenazmente. Cualquier
programa sanitario podr fracasar, por provechoso que parezca, si se considera que
plantea un reto a las creencias o prcticas culturales fundamentales de una sociedad
determinada.
Por lo general, la vinculacin entre cultura y salud se ha estudiado en sociedades
aisladas en que el estilo de vida no se ha alterado durante varias generaciones. Es
evidente que esas colectividades van desapareciendo y, a pesar de que proporcionan
importantes datos biolgicos y modelos antropolgicos valiosos, es mucho mejor que
hoy en da se reflexione acerca de la manera en que se transforman la sociedad y la
cultura. El ritmo del cambio se acelera en muchos pases, especialmente en los del
Tercer Mundo, donde una sociedad urbana se desarrolla en el seno de una economa
predominantemente rural3.
Cuando se trata de analizar los cambios culturales, uno de los problemas que se
presentan es la imposibilidad de medir los factores culturales, a pesar de que si sean
mensurables sus efectos.
agentes de salud deseche los mtodos tradicionales para introducir en su lugar otros
nuevos, desconocidos y extraos. As se destruye la cultura popular, se suscita el
resentimiento y se produce una brecha imposible de colmar, que neutralizar cualquier
programa de educacin sanitaria o de prevencin no teraputica.
De nada sirve que el equipo moderno de agentes de salud deseche los mtodos
tradicionales para introducir en su lugar otros nuevos, o de prevencin no
teraputica.
En materia de atencin de salud, cada sociedad cuenta con sus mtodos y prcticas
tradicionales. Un pequeo esfuerzo para comprender el contexto cultural evitar que
se trate de imponer ideas y prcticas que resultan por completo inaceptables a la
gente. Hay que dirigirse en primer lugar a quienes ocupan cargos de autoridad, ya sea
en la familia, en el grupo, en la aldea o en el distrito. Conviene que todos los dirigentes
presten su apoyo activo al programa de atencin de salud, y para ello hay que
convencerles de que el cambio no constituye una amenaza para su autoridad.
No est de ms repetir que la eleccin del tratamiento puede dar origen a serias
dificultades. Si la costumbre exige que se recurra en primer a los remedios
tradicionales, los miembros del equipo de salud se sentirn frustrados por la tardanza
en obtener resultados y por las complicaciones posibles. Si la tradicin prescribe que al
nio enfermo se le de un atole ligero, el agente de salud de la madre y el nio tendr
que enfrentarse con el problema de la malnutricin.
Si el tratamiento tradicional consiste en aplicaciones ardientes muy dolorosas o en
incisiones mltiples, al paciente no le satisface que el agente de salud le prescriba dos
tabletas diarias durante tres meses. Independientemente del grado de complejidad de
una sociedad, ste es el sector en que los conflictos y los fracasos se presentan con
mayor frecuencia y donde las desilusiones son ms desalentadoras.
Con el correr de los meses y los aos, no obstante, los hbitos y las ideas cambian poco
a poco, a medida que se modifican, y por ltimo se olvidan, las prcticas que no son
esenciales para que la cultura subsista y que meramente se refieren a las formas de
tratamiento.