Pasquino, Gianfranco: La Consolidación Democrática
Pasquino, Gianfranco: La Consolidación Democrática
Pasquino, Gianfranco: La Consolidación Democrática
Tandil
17-12-98
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Sobre las democracias1
Existen bsicamente tres tipos o interpretaciones de democracias:
1. La democracia electoral
2. La democracia procedimental
3. La democracia substancial o sustantiva.
Obviamente hay una relacin mas o menos estrecha entre los tres tipos de enfoques o
procedimientos. De lo que se trata es de dilucidar la naturaleza de su vinculacin.
Como primer supuesto y constatacin emprica: no hay democracia a menos que exista
democracia electoral. Esto es, sin elecciones no hay democracia. Cabe advertir que pueden, sin
embargo, existir regmenes no democrticos que practiquen elecciones pero en tal caso estas
seran de una naturaleza particular y bien diferente. Seguramente se tratara de una
instrumentacin operacional de la autoridad poltica para edificar una pseudolegitimacin.
Algunos crticos sostienen que esto no es suficiente para definir la democracia y atacan
fuertemente el concepto electoral.
Sin embargo, hablar de elecciones implica hablar de otros muchos e importantes elementos, por
ej. de sistemas electorales. Hay quienes creen que existen sistemas electorales ms democrticos
que otros. Precisamente uno de los objetivos de estos comentarios ser tratar de demostrar que
esto no es tan as.
La teora de la democracia electoral (en delante, DE) parte del pensamiento de Joseph
Schumpeter y de una larga tradicin al respecto. En esta lnea se ha sostenido que mientras la
gente pueda elegir entre equipos gubernamentales competitivos, que luchen por el favor popular
para ser designados en el derecho a tomar las decisiones polticas, se tendr democracia.
Frente a ello estn los que creen en la insuficiencia de este planteo sosteniendo que de hecho el
mismo bien puede desembocar en un rgimen democrtico blando. Estos son los portavoces de
la democracia participativa, como por ejemplo Rousseau quien observando la democracia britnica
sostuvo que los ingleses pese a que creyesen en su libertad cvica en base a la prctica peridica
de elecciones, en realidad, continuaban siendo tan siervos como siempre.
No obstante se debe tener en cuenta un elemento o variable fundamental que las crticas
anteriores no contemplan: la responsabilidad.
En la teora de Schumpeter los grupos competitivos, tratando de ser reelectos cosa que todos
los polticos persiguen se mantienen por esto mismo responsables, sensibles frente a los deseos,
preferencias y necesidades de sus votantes. Esto hace que los gobernantes traten a los
gobernados, ya no como sbditos sino como ciudadanos. Entonces no habra brecha entre la
primera y la ltima eleccin.
De tal forma, los polticos necesitan y buscan una cierta capacidad de respuesta como
capacidad de tener en cuenta vinculada a un rendir cuentas (accountability). Este conjunto
1
Versin desgrabada y comentada por el Prof. Gustavo Medina (UNC). Los comentarios son exclusiva
responsabilidad de la versin y no comprometen al autor original de la disertacin.
3
resulta vital para el desarrollo democrtico. Esto siempre sobre el supuesto de que los gobernantes
deseen ser reelectos. Por ej. durante el ltimo perodo de un gobierno determinado (debido acaso
a lmites constitucionales) es posible que el comportamiento del actor refleje el problema del lame
duck o pato rengo, o sea el problema del poltico sin responsabilidad.
Por otra parte deberamos prestar atencin a la teora de las reacciones anticipadas de Carl
Friedrich, que sostiene que aquellos que estn en el gobierno no producirn cambios en la poltica
sin tener en cuenta antes la posible reaccin de los votantes.
Sumando a Schumpeter y Friedrich se obtiene una aproximacin a una teora seria de la
democracia. En tal contexto sera criticable la postura de ODonnell en el sentido de adjudicar a la
teora schumpeteriana el concepto de delegativa. Esto no es correcto toda vez que Schumpeter
dijo muchas mas cosas que habitualmente no son tenidas en cuenta.
Pero si hablar de elecciones es necesario, no resulta suficiente para la definicin de las
condiciones de existencia de un rgimen democrtico. Las elecciones deben ser libres y todos los
ciudadanos deberan poder participar (esto define un criterio cuantitativo a tener en cuenta). Sin
embargo resulta obvio que existen numerosos mecanismos que condicionan o limitan la
participacin. Por caso, si el registro electoral es o no voluntario. 2 Donde el registro es voluntario se
considera al voto un derecho pero nunca una obligacin (en este sentido nos acercamos a una
interpretacin liberal de Locke).
De cualquier forma que sea, es en funcin de estas cuestiones que hay que evaluar el sistema
electoral.
Hasta aqu el desarrollo de la DE, al que se volver ms tarde. Pasemos ahora a los problemas
vinculados con la democracia de procedimientos o democracia procedimental (en adelante, DP).
Para saber si la DE funciona efectivamente habr que tener en cuenta y analizar otro conjunto de
procedimientos.
En primer lugar habra que preguntarse si el derecho de organizacin est asegurado. cundo
y apara quin esto es fcil o no?, estamos seguros que esta tarea no est siendo dificultada
desde algn espacio de poder a ningn grupo social en particular con esa pretensin?
Debido a esto debemos observar la estructura social como un todo y determinar primero si
existen las condiciones oficiales correctas (desde el gobierno) y luego si la gente en su conjunto
est en condiciones internas de organizarse (desde la sociedad civil misma y en todas sus
dimensiones).
As llegamos a la siguiente cuestin fundamental: la sociedad debe ser democrtica antes de
que pueda ser participativa?
En Italia y Argentina tal registro es obligatorio mientras que en los EEUU, por ejemplo es voluntario. La
opinin del propio Pasquino se inclinara por el sistema voluntario. Por supuesto la obligatoriedad o no del
registro tiene que ver con las particularidades sociales nacionales. En EEUU el hecho se vincula con la alta
movilidad social de la poblacin y la imposibilidad desde el gobierno de mantener actualizados los padrones
electorales.
4
Tocqueville ya tena una respuesta para ello. Para tener un sistema democrtico debemos tener
una sociedad democrtica que sea por lo tanto capaz de organizarse a s misma. En Amrica
identific una sociedad democrtica en s misma donde el pluralismo se encontraba, en su poca,
en su mejor punto. Aqu resulta pertinente introducir la distincin entre pluralismo y pluralidad. La
ltima slo indica cierta diversidad sin ms condiciones, mientras que pluralismo significa presencia
de grupos diferentes en interaccin competitiva. En tal contexto se acepta como natural que
algunos grupos nazcan, otros se modifiquen y finalmente algunos desaparezcan, todo como
resultado o respuesta a la dinmica del cambio social.
Advirtase sobre como jugaron en la experiencia histrica concreta del pluralismo americano
original la presencia de diferentes grupos religiosos mientras qu diferente result, en Europa
meridional y Amrica Latina, el rol de una Iglesia que evit precisamente toda emergencia de
grupos religiosos competitivos.
El pluralismo se constituye en uno de los elementos fundamentales de las sociedades
democrticas, esto es, que los grupos acepten las diferencias, el recambio y la mutacin.
En segundo lugar, un elemento vinculado con los procedimientos es el que dice sobre la libertad
de expresin. Especialmente despus de iniciada la competencia este derecho necesita ser
protegido y en tal sentido el estado es quien debe brindar las condiciones necesarias para hacerlo.
Para asegurar la libertad de expresin hay que disponer de fuentes alternativas de informacin y
en especial, disponer de recursos materiales suficientes.
Preguntas sobre el qu (se dice o se informa), el cundo y el cmo son importantes slo ex - post
dilucidar quin controla y utiliza los medios masivos de comunicacin. 3 Por caso, si ese quin se
incorporase al juego poltico entonces la democracia corre el peligro de comprometerse en un serio
problema (pinsese en el caso Berlusconi por ejemplo).
Por supuesto que en torno a estas cuestiones se pueden y de hecho se establecen regulaciones
pero su eficacia resulta difcil de lograr.
La cuestin se reduce a quin puede hacer qu durante la campaa electoral? Toda campaa
electoral encierra dos objetivos bsicos:
1.- contiene un fuerte caudal informativo.
2.- encierra una cierta manipulacin de los polticos sobre sus eventuales votantes.
Respecto del segundo aspecto, su control es posible si existe un claro pluralismo competitivo. Y
por otra parte cabe advertir, es necesario desembarazarse de toda imagen ingenua sobre los
votantes. Criticar su comportamiento nos deriva al descreimiento en la esencia misma de la
democracia.
En definitiva el equilibrio entre 1 y 2 depender de la capacidad de los polticos para informar a la
vez que para convencer a los votantes.
Sobre los votantes habra que tener en cuenta las siguientes consideraciones:
3
Porque en realidad lo que es masivo es la comunicacin, los medios son propiedad de y utilizados por
agentes especficos y particulares.
5
1. En general tratan de obtener la mayor informacin posible sobre lo que les importa
particularmente y ms directamente. Antes que sobre programas, plataformas y estructuras
partidarias, les gustara saber, conocer sobre prioridades de polticas, los costos de su
aplicacin y los medios a ser utilizados en ello.
2. Ya no estn tan interesados en definiciones conceptuales en torno a las ubicaciones relativas
respecto del espectro poltico derecha-izquierda. Lo importante no resulta tanto la ubicacin
poltica como la coherencia poltica (consistency politics) y que dice acerca de la
correspondencia pasada entre previsiones y realizaciones (perfomance). Estaramos haciendo
referencia al registro de las fluctuaciones en los posicionamientos relativos.
3. Frente a la importancia de las plataformas, los votantes prefieren brindar atencin a la
personalidad, no tanto definida en los trminos del marketing publicitario- xito, aspecto
personal, etc.- sino mas bien en funcin de la biografa poltica de los actores. Esto es. qu
hizo en el pasado?, puedo confiar en esta persona?
As se definen tres parmetros bsicos que los votantes consideran a la hora de definir su
comportamiento electoral: competencia o capacidad, confianza y biografa.
Todava en el mbito de la DP las elecciones deberan ser tomadas como un juego interactivo,
donde la partida se juega una y otra vez sin solucin de continuidad (no se tratara entonces de un
juego de una sola oportunidad). Esto es importante por las consecuencias implicadas:
a.- crea lealtades polticas de diversa naturaleza como,
a.1 entre los miembros del equipo ganador tanto como en el equipo perdedor (en este ltimo
para evitar la desbandada y poder ofrecer tanto una oposicin efectiva como afrontar la
posibilidad de una futura competencia de resultado abierto). Estas son lealtades horizontales.
b.2 lealtades del equipo ganador respecto de sus seguidores (al igual que ha de hacer el
equipo perdedor) si se pretende conservar el poder en una futura puja electoral. Estas son
lealtades verticales.
c.3 En el caso de los votantes que antes de ser votantes individuales son miembros de
numerosos grupos u organizaciones en orden a las cuales ordenan su inclinacin decisoria. Estas
son las lealtades con grupos organizados.
Este ltimo tipo de lealtades resultan decisivas para la estabilidad poltica. De no respetarlas los
equipos ganadores como perdedores se enfrentaran con un proceso generador de creciente
conflictividad social.
Finalmente habr de considerarse respecto de la DP que ninguna democracia efectiva es tan
virtuosa como el modelo supone. Las democracias realmente existentes se distancian bastante de
estas caractersticas tpicas. No obstante, frente a estas brechas, las democracias evidencian
mecanismos autorreguladores como la alternancia (mecanismo que actuar en funcin de la
necesidad constante de re-sincronizar la poltica con la sociedad).
Cuando este mecanismo se vuelve poco frecuente en su funcionamiento o resulta imposible de
practicar, entonces enfrentaramos el caso de una democracia que no funciona bien (lo que por
6
supuesto es bien diferente a enfrentar un rgimen autoritario). Mas an algunos sostienen que
algunas democracias funcionan tan bien que no requeriran de tal alternancia.
Aunque en realidad las expectativas que legtimamente nos formemos respecto de la alternancia
no tienen tanto que ver con la alternancia efectiva y concreta como con la posibilidad de que el
cambio sea posible.4
Ahora bien ni la DE ni la DP pueden, an consideradas conjuntamente, eximirnos del anlisis y
demanda de una democracia sustancial (DS).
La labor crtica general en tal sentido se inici con Karl Marx y la denuncia de la democracia formal
burguesa.5 Sin embargo desde esta perspectiva original Marx lo nico que obtiene es el fin de la
Historia y con ella el fin de la poltica y por lo tanto el fin de la democracia misma que entonces ya
no sera necesaria.
Si esto es as subsiste la cuestin bsica sobre Qu es la DS? Si no se creyese que la poltica
vaya a desaparecer tal interrogante suscita varias respuestas:
Siguiendo a Rousseau identificaramos la DS con la DP lo que igualmente definira una respuesta a
medias pues cundo una democracia es realmente participativa? Es claro que el criterio
cuantitativo electoral resulta insuficiente. Un alto ndice de participacin electoral puede muy bien
estar implicando los resultados de una poltica de manipulacin desde intereses diversos pero con
poder para instrumentar un comportamiento inducido (accin poltica manipulativa). Entonces
hacen falta otros elementos intervinientes para definir el carcter o naturaleza de la DP.
Al margen, pero para tener en cuenta, se constata que la responsabilidad colectiva se ha perdido y
ello se vincula con un creciente nivel de insatisfaccin y una baja capacidad de respuesta.
Intentando resear algunos de esos elementos adicionales que serviran a la definicin buscada se
pueden consignar los siguientes:
Cuando los votantes deciden en la mayora de los temas relevantes va referendo, iniciativa
popular o cualquier otra forma de democracia semidirecta moderna. En estos trminos la
mayora de las democracias contemporneas no son participativas. La agenda sometida a
decisiones democrticas es previamente definida por los equipos tcnicos pertinentes fuera de
todo control democrtico. Por esto es que no parece ser ste un buen indicador. Por otra parte,
en ocasiones es probable encontrar una intencionalidad manifiesta del gobierno por no asumir
directamente los costos polticos de determinadas decisiones que as se declinan al mbito
inmediato inferior socializando toda responsabilidad emergente frente a sus resultados.
Se puede tener democracia directa mediante las tecnologas informticas, una democracia
electrnica pero por esta va se pueden contrabandear importantes distorsiones.
Muchas veces existen alternativas de cambio que los electorados no se sienten inclinados a seguir, sin
embargo lo fundamental es que tales alternativas, aunque no resultan atractivas, existan efectivamente como
una opcin a tomar en cualquier momento.
5
Aunque fuera reivindicada como el primer paso hacia una democracia sustancial donde todos los individuos
podran ser efectivamente libres e iguales, en un contexto caracterizado por la eliminacin de las clases
sociales.
7
Estos elementos no terminan de implicar una democracia sustancial. Esta no se define slo por el
nmero de personas que intervienen en el proceso decisorio ni an por el nmero y frecuencia de
instrumentos de democracia directa empleados.
Si para Marx habra DS cuando se igualaran los ingresos, esto es, cuando las distancias entre ricos
y pobres fueran radicalmente estrechadas, en cuanto a las democracias contemporneas
deberamos hablar mas bien de igualdad de condiciones en la distribucin.
En este sentido conviene recordar la teora de S.M. Lipset donde se sostiene que la democracia
surgir cuando la mayora de las personas en una sociedad vayan por encima del promedio del
PBI. De tal forma democracia y prosperidad se identifican. Si un pas es prospero se convertir en
democrtico. Hoy, en 1998, prcticamente todas las democracias son prsperas con la excepcin
de Singapur. En 1930 el caso lmite lo representaba Alemania. 6
En realidad la teora sealada incurre en el dficit de no explicar cmo se pasa de la prosperidad a
la democracia, cmo se efecta el proceso de conversin. Una explicacin posible es que en
situacin de abundancia de recursos los grupos pierden el temor recproco a que unos priven de
recursos a otros. As nadie se sentira tentado a contestar el ordenamiento democrtico. Por el
contrario, en caso de una escasez de recursos, el temor de perder los beneficios restringidos
(respecto de otros grupos demandantes) impulsara al rechazo de la competencia electoral
democrtica de resultado incierto. En tal contexto ganar el puesto poltico implica ganar mucho
ms que eso (pinsese en lo que significaba acceder a algn espacio poltico en el contexto
gubernamental poltico,econmico - , por ej. en los EEUU durante los 30).
La evidencia emprica por un lado avala la tesis: en Europa en 1890 todos los pases prsperos
eran democracias. Sin embargo Lipset slo proporciona fotografas que ayudan a visualizar esta
relacin entre prosperidad y democracia. Ahora hace falta un film, una visin dinmica de cmo
es el proceso que lleva de una situacin a otra. Lo que falta entre ambos elementos es un factor
clave: la poltica.
Para mantenerse por encima del umbral de la prosperidad habra que llegar explcita o
informalmente a un pacto entre las elites para lograr el compromiso con la perdurabilidad de las
estructuras democrticas.7
Entonces la ecuacin se resuelve as: prosperidad + pacto = democracia, donde el pacto
constituira el momento poltico entre las elites (obviamente implicando un acuerdo ideolgico y/o
programtico). Y esto no debe por qu implicar una visin elitista de la poltica toda vez que
siempre que las elites lleguen al poder mantendrn las lealtades tanto horizontales como verticales,
transmitiendo el pacto hacia todas partes (especialmente hacia sus seguidores). As se mantendr
6
En el caso de Singapur no se tiene una cultura poltica que acepte la democracia como el arreglo poltico
fundamental.
7
Como ejemplo valga recordar el caso ingls. En 1215 con el establecimiento de la Carta Magna la gentry
rural logr de los monarcas el reconocimiento a ciertos derechos que se constituyeron en la base del proyecto
modlico de la futura democracia inglesa: no hay imposicin sin representacin ( No taxation without
representation).
8
el contexto democrtico. Todos estarn relativamente satisfechos con el pacto y nadie estar
tentado de eliminar o reprimir a nadie en particular.
Otro elemento importante a la hora de intentar definir la DS es el llamado ndice de desarrollo
humano que resulta en s mismo una realidad conceptual compleja. Este ndice tiene en cuenta:
La participacin electoral.
En base a estas variables se construye el ndice en trminos del cual surge un ranking de pases
donde los diez primeros puestos son ocupados por los pases
Escandinavos y la dispora
anglosajona (Australia, Nueva Zelanda). En este ranking EEUU est en el lugar 11, Italia 23 y
Argentina mas o menos en el lugar nro.30.
Sin embargo si repitiramos nuestra cuestin en este contexto, esto es dnde hay DS?, la
respuesta sera proporcionada por una nica variable, el ndice de escolaridad. Todos estos
indicadores definen la DS ( en estos trminos la URSS nunca pudo ser una verdadera DS pues
careca de los elementos bsicos para ello, estaban ausentes).
Ahora bien, tambin se puede realizar el planteo de Lipset a la inversa. Primero establecimos la
cuestin de si la prosperidad conduca a la democracia, ahora se trata de ver si la democracia
produce prosperidad.
Si se piensa en Espaa, antes de 1977 y en Portugal, antes de 1974, se constata que se volvieron
democrticos y se desarrollaron a un ritmo consistente, incluso superior al resto de Europa. Si
atendemos a Polonia y Hungra, antes de 1989, se observa que se desarrollaron mas que las
democracias inestables en la misma regin. Por ejemplo, Checoslovaquia que registraba un
desarrollo econmico previo mejor no sigui manteniendo la misma perfomance. Esto en
significativo paralelismo con una relativa mayor inestabilidad de la poltica democrtica nacional.
Entonces el desarrollo democrtico parece contribuir a ciertos elementos para el desarrollo
econmico. Establecer una relacin entre prosperidad y democracia parece correcto a condicin de
sumarle un acuerdo de las elites y el mantenimiento y reproduccin de las lealtades (tanto
verticales como horizontales).
Tambin resulta legtimo establecer cierta vinculacin entre democracia y prosperidad en tanto la
primera proporcionara las bases ms slidas para expandir la seguridad econmica y la confianza
pblica (ambas condiciones necesarias del desarrollo econmico).
Resulta evidente que cuando una democracia no consolidada enfrenta problemas econmicos
importantes el resultado es probablemente de doble salida: posiblemente reincida en algn tipo de
autoritarismo o de democracia inestable.
Resumiendo lo dicho hasta aqu, tenemos que la DE aparece como precondicin indispensable
pero nunca suficiente para la DP. Esta ltima se hace necesaria para que la primera (DE) se pueda
9
finalmente traducir en gobiernos legtimos que sumados a un contexto de logros efectivos de
prosperidad promuevan la DS.
Tres comentarios finales:
1. Nunca qued del todo claro si Lipset hablaba de una causalidad o una correlacin. En realidad
Pasquino se inclinara por creer que se trat siempre de una relacin nunca enteramente
causal o determinante.
2. La justicia provee, en este mbito de la problemtica democrtica, previsibilidad (algo similar al
efecto de los regmenes internacionales en el sistema internacional).
3. Las democracias son sustentables cuando existe un tipo de entorno pro-positivo democrtico.
Sobre la cultura poltica
La cultura poltica es un concepto que se diluye mucho pero simultneamente resulta impactante.
Es obvio para todos el hecho de que existen diferentes actitudes, creencias, cantidades de
conocimiento y confianza entre los ciudadanos de los diferentes pases. Es comn el que se hable
del carcter nacional, esto es, se cree en las diferencias nacionales y las diferencias culturales mas
amplias.
Entonces resulta claro que hay algo al respecto que debe ser explicado aunque la forma misma de
la explicacin no concite acuerdo unvoco.
Un primer elemento que cuenta es el que atiende a la forma en que las culturas se han creado (la
gnesis socio-cultural). Al anlisis sincrnico, en un momento determinado, se le ha de sumar
algn tipo de entendimiento histrico. Un mismo pas puede encerrar diferentes culturas polticas y
puede ser el caso que sus distintos partidos hayan sido creados y se hayan desarrollado en
complejas relaciones con unas y otras de esas culturas.
Cuando se habla de culturas polticas se hace referencia genricamente a comunidades pero
tambin a individuos especficos. De tal manera, existen dos formas bsicas de abordar el
problema: desde la comunidad o desde los individuos.
La vinculaciones no son siempre tan fciles de establecer en el marco de una explicacin general
convincente. La pregunta inicial entonces ha de ser cmo ha sido creada una cultura poltica? ;
de dnde proviene?
No basta con entender la cultura poltica como producto de la historia, del mero paso del tiempo.
Resulta insuficiente aunque como variable sea necesaria. Junto al factor tiempo el anlisis debe
tambin enfocar las agencias (los agentes). Se debe atender a los procesos de socializacin: la
cultura poltica es producida a lo largo del tiempo por agentes especficos, protagnicos,
significativos.8
La situacin de anlisis resulta muy compleja. Mucho de lo que sabemos al respecto proviene no de trabajos
acadmicos sino de las observaciones literarias. Para conocer la cultura poltica alemana probablemente sea
indispensable leer a Thomas Mann. Son los novelistas quienes mejor han retratado el surgimiento, desarrollo
y caractersticas de las culturas polticas especficas.
10
Las mayoras de las actitudes hacia la poltica son aprendidas y se mantienen durante toda la vida.
Son el resultado en primer trmino de la familia, del entorno o clima del ncleo familiar original.
Estas actitudes enseadas o que simplemente predominaban impregnando el espacio primario de
contencin individual, son las que conforman, por lo menos en algn grado importante, las
disposiciones, valores y creencias polticas individuales.
Si este fuera el caso la atencin debiera concentrarse, para evaluar si se han producido cambios ,
en la cuestin de si las familias en el pasado fueron realmente tan poderosas como agentes de
socializacin. Slo as podremos dar cuenta si hoy han cambiado los roles, los canales y/o los
agentes de la socializacin a travs de los cuales se conforman las culturas polticas.
Ha cambiado la forma en que se aborda la poltica en la familia? Tenindola como uno de los
agentes principales de la socializacin, no obstante, resulta pertinente diferenciar entre aquellas
familias donde la poltica se discuta abiertamente y aquellas donde no era as.
Se tiene por cierto que la poltica es y siempre ha sido una esfera de inters limitada para la
mayora de los ciudadanos del mundo (en realidad no se trata de que a las personas no les
interese sino mas bien se refiere a la ausencia de debates).
Por otra parte la cuestin trasciende la poltica en sentido estricto. Las personas aprenden
actitudes, creencias, ideas, tambin cuando se disiente o debate en torno a otras cuestiones que
en principio no parecen directamente vinculadas con el rea de lo poltico. De tal forma se puede
diferenciar dos tipos de poltica:
1. la poltica visible.
2. la poltica invisible o poltica oculta (latente).
La segunda hace referencia al hecho de que las personas aprenden comportamientos, conductas
familiares, formas de relacionamiento, posturas ante los otros y ante la vida social en general, que
ms tarde o temprano, seguramente tendrn algn tipo de traduccin en su cultura poltica.
As la estructura familiar aparece como mucho mas importante que los mensajes polticos abiertos.
Mientras que como agente, la familia, sigue funcionando y ejerciendo una relativa influencia a lo
largo de la vida individual (dependiendo de las especficidades de la cultura de referencia ms
amplia), como agente principal decae hacia los 14 o 15 aos de vida de las personas.
Antes de que esto suceda aparece otro nuevo agente que desempear un rol muy importante : la
escuela. Este agente trata, como agente de socializacin fundamental, de generar mensajes
polticos (especialmente en el mundo desarrollado). 9Aqu tambin juega el doble standar antes
sealado. En algunas escuelas la poltica se ensea y las ideologas, las actitudes y creencias se
analizan y hasta se imponen. En este caso hablamos de poltica visible. Pero hay escuelas donde
Esto es complejo. Resulta obvio que si el grado de escolarizacin es bajo o la estructura educativa fuera
deficitaria, en sentidos diversos, su importancia como agente socializador sera relativa o decididamente baja,
excepto para pequeos grupos selectos.
11
el que se produzcan o no actitudes polticas depender del tipo de relacin entre estudiantes y
docentes (y entre los mismos estudiantes). Aqu se tratara de la poltica definida como latente. 10
Otro agente de socializacin bsico a comprender en el anlisis es el constituido por los grupos de
pares, esto es, individuos que comparten situaciones caractersticas y que interactuan
estrechamente en las mismas condiciones. Se trata de los individuos que se ubican en el mismo
nivel (mismo vecindario, similares gustos, idnticos espacios de ocio). En la interaccin se produce
un rico proceso de generacin, transmisin y discusin de ideas y visiones. 11
Los grupos de pares se pueden articular desde muy diferentes espacios ( el barrio, el trabajo). Para
nuestro inters, no importa tanto el grupo de pares en s como el clima, la atmsfera. Depender
del tipo de grupo, de organizacin en la que este inscripta una persona, el tipo de influencias que
finalmente conformarn su cultura poltica. As es como se originan y transmiten algunas actitudes
polticas en ciertos casos y por muchas dcadas (como en Alemania y EEUU).
Sin embargo en muchos pases existen experiencias que todos los hombres y mujeres comparten
aunque obviamente con variaciones: la religin organizada. No importa la forma, siempre habr
alguien que pretender predicar algo. No slo es importante el carcter universal de este factor
sino tambin la diversidad de sus impactos. La religin puede generar diferentes marcos o formas
de pensamiento, valores, actitudes y creencias.
Volviendo un poco hacia atrs, no se est interesado exclusivamente en el tipo de cultura poltica
que tiene el individuo sino tambin y especialmente en la naturaleza de su relacin con el rgimen
democrtico. Interesa saber qu tipo de impacto tiene la cultura poltica de que se trate, en el
funcionamiento de las instituciones democrticas. De otra forma, en qu puede ayudar a la
consolidacin democrtica o en qu grado puede comprometerla. Las cuestiones son entonces si
la cultura poltica tiene algn tipo de impacto en tal sentido y cmo podemos evaluarlo.
Existen tres teoras al respecto:
a) la teora de Eckstein
b) la teora de Tocqueville
c) la teora de Dahl12
Tocqueville sostuvo que lo importante no es tanto la familia o la escuelas como la posibilidad, la
capacidad y la oportunidad de las personas de organizarse y crear asociaciones. Pero obsrvese
que la libertad de asociacin no es factor suficiente a menos que la sociedad sea medianamente
equitativa.13
10
En algunos pases en particular, como Japn, este tipo de vnculos han cumplido un papel poltico
relevante.
11
Como lo indica la psicologa social y la dinmica de grupos este tipo de nucleamientos siempre genera
algn tipo de lder que influye, tcita o explcitamente, al grupo. Alguien ser reconocido por sobre el resto
como poseedor de una propiedad o conocimiento especfico. Este componente no debe ser subestimado.
12
En realidad Pasquino la resea con reservas toda vez que el inters de Dahl no era particularmente el de la
cultura poltica en s misma sino como parte de un problema poltico mayor.
13
Preguntmonos qu tipo de asociacin se puede crear en una sociedad organizada jerrquicamente como en
la Francia estamental. En tal contexto difcilmente se podra hallar un verdadero intercambio de ideas,
combinacin de creencias. El interjuego quedara fragmentado al interior de las tres subculturas bsicas de
12
La precondicin para el xito del asociacionismo es la existencia de una sociedad igualitaria. En un
medio tal, cualquiera podr crear la asociacin que mejor convenga a sus intereses, o si es el caso,
unirse a la que mejor prefiera. Sobre tal textura social se puede realmente experimentar la vida
democrtica interactuando con diferentes personas.
La democracia es precondicin pero tambin resulta la consecuencia del grado de organizacin de
las personas en diferentes grupos (asociacionismo). Tocqueville sostena que este fenmeno no
slo era producto de la democracia sino tambin producto o resultado de la tolerancia.
Esta se haba hecho indispensable para la coexistencia de los diversos grupos religiosos.
Implicaba la posibilidad de aceptar la diferencia de opinin. Hay que entender como fundamental
esta aceptacin respecto de las ideas religiosas pues cuando se acepta una diferencia de opinin
respecto a algo tan fundamental como la idea de Dios, entonces ya se puede aceptar cualquier otra
diferencia en cualquier otro aspecto de la vida social. Por otro lado la cuestin religiosa coadyuv a
la tolerancia en otro sentido: cuando se cree en algn tipo de vida despus de la muerte las
diferencias de opinin respecto a la vida poltica terrena se relativizan en su importancia.
De tal forma la religin puede proveer una base moral para la poltica (por lo menos en algunos
pases). Todo dependera de qu tipo de sentimientos morales se trate. Lo que s resulta claro es
que cuando estamos en presencia de un nico fundamento moral (se excluira la posibilidad de
religiones en competencia), una nica religin (que exige pertenencia exclusiva), no podremos
encontramos base moral alguna, ni para la poltica ni para la tolerancia.
Dejando a Tocqueville por el momento atendamos a la cuestin polmica planteada entre los que
sostienen que debemos tener actitudes congruentes (que las propias actitudes deben tener algn
tipo de relacin entre s) y los que, por el contrario, argumentan que lo mejor es no buscar la
congruencia y aceptar como ptimo que las ideas compitan entre s.
No resulta un problema de fcil resolucin y nos remite a ciertos cuestionamientos bsicos:
viviendo en democracia debemos esperar que todos los agentes de socializacin generen ideas
democrticas?; es posible que generen ideas que no sean democrticas?; se tratar de un
proceso interactivo donde la idea democrtica ha de expandirse gradualmente y trabajosamente en
el tiempo? O por el contrario el caso ha de ser que tales ideas deben ser impuestas por los
dirigentes democrticos.
Pensando en la estructura familiar, revisemos alguna evidencia. Si se emprendiese la lectura de un
novelista britnico y otro alemn, ambos de principios de este siglo, nos percataramos que
ninguna familia, ni en el mundo britnico ni en el germano, estaba organizada democrticamente.
La familia se organizaba de forma jerrquica y de ningn modo poda generar valores
democrticos. Los relatos de Charles Dickens o Thomas Mann ilustran adecuadamente este clima
de la estructura familiar europea. Un ambiente familiar muy diferente (esta vez democrtico) es el
que refleja la literatura noruega.
aquella poca (aristocracia, burguesa y sans cullotes).
13
Pensando en la escuela, si focalizamos el caso alemn, la estructura era deliberadamente
autoritaria. Alguien tena el conocimiento y este deba ser impartido. Las escuelas britnicas no
eran mucho menos autoritarias en su organizacin (los castigos corporales estaban permitidos).
Mas all de las diferencias nacionales el clima era en general no democrtico (sin embargo el caso
britnico a nivel universitario era mucho ms democrtico e igualitario).
En Noruega la institucin escolar reflejaba la estructura democrtica de la familia. Se trataba de un
espacio democrtico donde el conocimiento no era impuesto sino compartido.
As las cosas, resulta pertinente preguntarse qu pasaba con la democracia en estos pases.
Eckstein14 sostiene que se pueden crear instituciones democrticas, estructuras de gobierno
democrticas pero a menos que se tenga apoyo poltico esas instituciones y estructuras no
perdurarn demasiado.
Por ejemplo el problema con la Repblica de Weimar radicaba en su carcter artificial. Fue creada
sobre la base de una decisin poltica en 1919 pero nunca cont con las estructuras democrticas
de apoyo necesarias. La familia segua siendo autoritaria igual que el sistema escolar. Por
supuesto igual carcter y quizs ms relevante fue el carcter autoritario que revesta las
estructuras burocrticas gubernamentales. La sociedad en su conjunto estaba impregnada de un
clima que poco tena que ver con lo democrtico. Desde esta perspectiva la Repblica estaba
condenada desde sus mismos inicios (ms an la Repblica ni siquiera intent cambiar esta cultura
poltica de sus organizaciones)15
De tal forma, podemos esperar contar con la sustentabilidad de un rgimen democrtico slo
cuando y si las actitudes de las distintas organizaciones y estructuras de la sociedad, sean por lo
menos, relativamente democrticas. Esto es, la cultura poltica de esas organizaciones debe ser
congruente con la cultura del sistema democrtico en general.
Slo partidos polticos democrticos podrn sostener un sistema poltico democrtico. Tarde o
temprano si existe una cultura liberal en trminos de actitudes - en las escuelas , en las familias, y
dems organizaciones del colectivo social - entonces podremos esperar algn tipo de derrame, de
impacto sobre la cultura poltica de las personas. El proceso requiere tiempo. 16
Al respecto Robert Dahl sostiene que no es indispensable que todos los ciudadanos sean
democrticos y participantes. Lo indispensable es que las elites lo sean. Sin elites democrticas es
imposible pensar la posibilidad de un rgimen democrtico. Pero si las elites son efectivamente
democrticas ya no es un problema el que los individuos de mas bajo rango no lo sean. El rol
14
Eckstein, H..- Division and Cohesion in Democracy. A Study of Norway, Princeton U. Press, 1966.
Eckstein, H. y Gurr,T.R..- Patterns of Authority. A Structural Basis for Political Inquiry (1975)
15
Robert Michels, en aquel entonces socialdemcrata, se preguntaba refirindose crticamente a la SPD
alemana, cmo podra esa organizacin, caracterizada por su estructura y funcionamiento no democrtico,
luchar efectivamente por la viabilidad democrtica en el sistema poltico. Su conclusin en 1911 era que esto
resultaba imposible para toda organizacin que no fuera en s misma democrtica.
16
Una vez ms el ejemplo de Weimar es pertinente. La Repblica democrtica de Weimar no pudo sobrevivir
porque la mayora de las organizaciones no polticas no eran democrticas (no eran congruentes con la
democracia). Por el contrario, en el caso britnico, los sectores que sostenan el poder poltico democrtico, en
algn momento haban sido socializados en cuanto a las actitudes y creencias democrticas.
14
cumplido por las elites resulta fundamental a la hora de inducir la aceptacin de la democracia en
el conjunto del cuerpo social.
Mas importante an, en este sentido, es el rol de las subelites 17, toda vez que ofrecen la contencin
poltica necesaria para aquietar las posibilidades de oposicin reactiva de las bases electorales no
conformes con ciertos resultados. Sern convencidos de respetar el juego democrtico a la
espera de una segura nueva oportunidad para obtener otros resultados mas favorables a su
perspectiva.
Si las subelites resultasen no democrticas esto representara un serio problema para elites de
carcter democrtico en tanto careceran de los agentes necesarios para el control de las bases.
En el caso de no contarse con subelites no se podra contar con tener ningn tipo de democracia. 18
Volviendo al centro de nuestro inters original, las actitudes, valores y conocimientos sobre el
sistema poltico y la cultura poltica, es necesario no olvidar algunos elementos que ya Maquiavelo
sealaba sobre la cultura poltica, especficamente la de los lderes.
Se tratara de ver cmo sobre la base de estos elementos se podra identificar la existencia de
culturas polticas diversas.
Un elemento bsico es el inters. Cun interesado est el individuo en la poltica y sus
cuestiones?
Si existe tal inters, entonces, el prximo paso es el intento de obtener informacin. En esta
perspectiva el inters aparece como precondicin para la adquisicin de la informacin. As el
interrogante a plantearse es de dnde proviene y de qu modo esa informacin se obtiene.
En el pasado la mayor parte de tal informacin era provista por la familia y los grupos de pares. Sin
embargo en la actualidad esto ya no es as. Los vectores tradicionales han sido desplazados por
nuevos canales informativos, que salvo excepciones, son bsicamente los mass media (quiz le
ms importante es la televisin). 19 En realidad la informacin poltica implica hoy un complejo
proceso donde las diversas fuentes y vas sealadas, interactuan condicionando los resultados
especficos. Esto es, no existe posibilidad de un impacto unidireccional de la informacin. 20
17
Entendemos por ello, los agentes que producen la propaganda poltica o electoral. Los que hacen la
poltica (activistas, militantes) sin ser necesariamente los lderes polticos. Ms numerosos que las elites, son
mucho menos numerosos que las bases. Los seguidores y simpatizantes pueden evidenciar actitudes
intolerantes e intransigentes pero si los militantes deciden retener los marcos democrticos entonces no
existir espacio suficiente para que los de abajo produzcan una insurgencia antidemocrtica.
18
Una relacin tal es la supuesta por los populismos, donde la relacin entre el lder y las masas es muy
estrecha y fuerte. Donde se encuentre un tipo de lder capaz de movilizar a las masas no se podr tener
democracia, salvo por perodos muy cortos. El populismo nunca es democrtico (aunque no necesariamente
tenga que ser totalmente autoritario).
19
Ver, Sartor, Giovanni.- Homo Videns. La Sociedad Teledirigida. Madrid,Taurus, 1998. Zolo, Danilo.Democracia y Complejidad. Un Enfoque Realista. Buenos Aires, Nueva Visin, 1994.
20
Resulta interesante cmo, en Europa, el envejecimiento de la poblacin ms el incremento de gente anciana
que vive sola ha concurrido al fenmeno problemtico de que una parte no despreciable del electorado este
expuesto al impacto directo de la informacin televisiva, sin mas fuentes alternativas que lo medien. Segn
algunos autores ste se ha vuelto un serio problema para algunos pases de la regin.
15
La comunicacin de la informacin remite a lo que denominaremos el proceso de informacin
de dos pasos, donde el primer paso es la produccin de la informacin en cuestin y el segundo
paso es la interpretacin.
El esquema sera el siguiente:
Realidad
informacin
intrprete
Intrprete
Informacin
intrprete
intrprete
primer paso
segundo paso
Lo que hay que retener de este sealamiento es que no existe tal cosa como una informacin
unvoca, para todo el mundo igual, sin variantes en su interpretacin. El proceso de dos pasos
puede cambiar el impacto de la informacin transmitida por los medios. Siempre existirn
diversidad de personas dispuestas a realizar su interpretacin de la informacin poltica y su
retransmisin (el proceso se abre as a un final abierto y en cierta forma aleatorio).
La cultura poltica de los 80 y los 90 se ha visto influenciada por un nmero increble de personas
que desafan y refutan las ideas y los mensajes de los medios.
Veamos un caso muy importante que alumbra el punto en cuestin. Era muy difcil encontrar a
alguien en los canales de televisin de los EEUU, que defendiera a Bill Clinton contra Mnica
Lewinski. Ella no era importante pero la actitud del presidente resultaba insostenible y por
consiguiente era imposible encontrar a nadie a su favor. Sin embargo algo pas y las entrevistas al
pblico comenzaron a revelar que la gente an reconociendo lo incorrecto del proceder de Clinton
prefera resaltar la eficacia de su buena tarea gubernamental.
Qu pudo haber ocurrido para que esto sea as? Probablemente actores sociales importantes
hayan interpretado como ms valiosos, para evaluar la situacin, los resultados concretos
obtenidos por la Administracin Clinton antes que criticar el comportamiento individual de la
persona individual. Evidentemente estas interpretaciones influyentes hayan impactado sobre la
poblacin en su conjunto.
16
Segundo ejemplo, ya muy lejos de los EEUU, en Hungra durante 1985-86. La televisin estatal
estaba controlada completamente por el PC. Las palabras eran manipuladas y a nadie pareca
importarle. La cuestin es que las ondas locales no eran las nicas escuchadas y vistas por los
hngaros, tambin reciban la seal de una emisora alemana occidental que contena suficiente
informacin poltica del resto del mundo. Al impacto del discurso se sum el impacto visual de un
mundo que funcionaba evidentemente de forma distinta. 21Una idea poltica democrtica llegaba
bajo las formas de un mensaje casi subliminal. La idea de que existe algo llamado poltica
democrtica en Alemania Occidental revisti un impacto desbastador en la regin. Entre los
intrpretes de los mensajes (la nomenklatura y los crticos democrticos) existen no obstante
diferencias y estas diferencias afectan a una cultura en la que hay expectativas orientadas al
cambio positivo.
Entonces, pese a la predominancia del mensaje televisivo siempre existirn fuentes alternas de
interpretacin que vuelven su impacto multvoco. Los formadores de opinin no necesariamente
son actores de primer orden, ni tan siquiera lderes en algn rea especfica. Existe una intensa red
a nivel molecular de interpretaciones que vuelven diversos los resultados de una informacin dada.
Dado el inters y la informacin se abren distintas posibilidades:
1.
No se hace nada por la represin que ejerce el rgimen. Se tiene un estado de apata pero con
informacin. Esto querra significar que si las circunstancias cambiasen se podra de hecho llegar a hacer
algo. Sin embargo dadas ciertas circunstancias la inactividad es concreta y se justifica.22
2.
3.
Existe un elemento fundamental que divide a los grupos y resulta caracterstico de la cultura poltica
democrtica en tanto se encuentra ausente en las culturas polticas no democrticas: la confianza. Si no hay
confianza entre los individuos una cultura poltica democrtica resultara imposible. Es una condicin
indispensable.
Ahora bien, la confianza no es una condicin adscripta o connatural a la persona. La confianza se crea, es
generada. Se la desarrolla en el sistema poltico y es un indicador de una buena relacin entre los individuos a
lo largo del tiempo.
21
De tal forma es que el PC en Hungra se salv de ser arrasado en la transicin. Con la promesa de realizar
los cambios reclamados por la sociedad. Hubo una intensa alternacin en el gobierno en funcin de los
respectivos desempeos.
22
En tal caso la literatura y el cine pueden dar testimonio de la situacin y sus posibilidades, en Europa
Central y Oriental.
23
Aqu la participacin ha de entenderse como una gama muy amplia de actividades sociales (participar en
debates y charlas informales, buscar y transmitir informacin, etc.).
17
Si los dirigentes polticos se comportan de una manera confiable desde la perspectiva de los votantes, la
situacin o condicin de confianza se concreta (la sucesin de comportamientos de tal carcter en el tiempo
deviene en la estructuracin de un estado de confianza social generalizado). 24 Si no se genera confianza la
transicin a la democracia se vuelve sumamente complicada.
Recapitulando y atendiendo a los factores mencionados, no deberamos aceptar la tesis que sostienen la
existencia de una especie de espacio en blanco entre la informacin y lo que sigue. En realidad entre el
mensaje televisivo, por ejemplo, y el receptor, tenemos una estructura de oportunidades ex ante la eficacia. 25
Si existe una estructura de cierta riqueza informativa y dependiendo del sistema poltico el individuo va a
decidir qu hacer con esa informacin.
Otro elemento que incide fuertemente en las posibilidades de la participacin poltica es la forma en que los
individuos analizan el previo impacto de su propia participacin. Si la experiencia de haber participado
conlleva la sensacin de que tal participacin ha carecido de significacin, de eficacia, entonces el estado
individual ser el de una insatisfaccin relativa. La carencia de sentido de eficacia puede resolver a las
personas a reorientar sus energas e intereses hacia otras reas temticas donde su actuacin tenga
resultados observables.
Hay dos formas en que se pueden evaluar el sentido de eficacia:
1.
En el sentido concreto antes descripto, los individuos constatan empricamente, de manera peridica, la
irrelevancia de su accionar poltico participativo.
2.
En un sentido mas abstracto los individuos interpretan que sus deseos y preferencias no son atendidos
por los gobernantes y evalan que nada de lo que podran hacer ayudara a cambiar los resultados
obtenidos hasta el momento. El resultado es la creencia en la propia ineficacia y el abandono de todo
intento por participar.26
Un elemento a tener en cuenta es que muchos de estos actos de participacin no son actos individuales sino
colectivos. Incluso la votacin no es un acto individual. La mayora de las veces el acto individual es el
resultado final de un complejo interjuego de actores y estructuras, en las que el individuo se encuentra
inscripto y desde las cuales acta socialmente. Lo que en principio parece ser una decisin voluntaria
individual, bien mirado, mas bien parece la sumatoria final de varias fuerzas e influencias intervinientes.
Algunos sostienen el carcter irracional de la votacin individual. En trminos de la influencia o peso que
dentro del conjunto nacional tendra el acto individual se concluye acerca de su absoluta irrelevancia y por
tanto su escasa o ninguna irracionalidad (en una eleccin general no hay forma de evaluar el impacto del
propio voto). Si el acto de votar es un acto individual, racionalmente no tendra sentido hacerlo toda vez que
de cualquier manera no marcar diferencia alguna.
24
Esta es una condicin por definicin inexistente en regmenes de carcter autoritario o totalitario. En tales
sistemas resulta imposible hablar de poltica con confianza. Los dems antes que confianza reflejan y pueden
ser agentes de la propia inseguridad. Vinculado con ello la falta de un espacio para lo privado frente a lo
pblico obstaculiza el desarrollo de la confianza (recurdese el film de Ettore Scola, Un da muy particular
donde este tipo de situacin ha sido retratada de manera realmente aguda).
25
Si se fuera descendiente de un ex dirigente socialista en la Repblica espaola en 1956 es poco probable
que se le est permitido participar en el movimiento. Si se fuera hijo de un aristcrata en la Polonia de 1958,
seguramente no se tendra acceso al Partido de los Trabajadores polacos. Existen ciertos puntos en que la
oportunidad de participar est clausurada mas all de la voluntad que se tenga para ello. Con los cambios en el
tiempo la estructura de oportunidades tambin cambiar.
26
Estas pueden ser algunas de las razones por las que muchos estadounidenses no votan y ni siquiera se
inscriben en los registros electorales.
18
Sin embargo, afortunadamente, la votacin no implica un acto individual. Al votar el individuo hace en realidad
muchas ms cosas que tienen que ver con la cultura poltica.
En primer lugar, la persona se convence a s misma y a sus amigos que pertenece a la comunidad. El voto
como obligacin cvica compartida aparece como una instancia o acto identitario. El ejercer la obligacin
reviste un carcter satisfactorio.
En segundo lugar, el voto expresa un sentir colectivo (el del o los grupos de referencia del votante) y en tal
sentido marca o puede marcar una diferencia. El acto de votar expresa, por otra parte, la ideologa, la
preferencia individual y en tal caso se constituye en una manifestacin de autoafirmacin (un acto
ntimamente significativo). Resumido en el voto se encuentra la afirmacin de pertenencia a una comunidad
poltica especfica.27 Aqu juegan las subculturas, las memorias, las identidades sentidas (quin se es,
quines son sus amigos, dnde trabaja, etc.).
Tmese el ejemplo de los socialdemcratas alemanes entre 1915 y 1964. Crearon una comunidad cultural
cohesiva: simplemente eran socialdemcratas (la identidad poltica de la SPD era realmente extensiva,
todos eran socialdemcratas). Exista dentro de Alemania una subcultura socialdemcrata. Esto que en
principio era una ventaja fue tambin lo contrario toda vez que cuando los lmites de la comunidad se
empezaron a diluir por la accin de los socialistas nacionales, la crisis de confianza result traumtica.
De lo que se trata es de entender que la cultura poltica no es simplemente lo que los individuos creen, algo
que las personas fantasean individualmente. Mas bien se trata de lo que se cree y fantasea de manera grupal,
colectivamente. El nivel de anlisis debe superar al actor individual y ubicarse a nivel de los grupos. Las
consecuencias realmente importantes se producen cuando los cambios de opinin se verifican a nivel grupal y
no individual.
Pasando del plano individual y de las comunidades al nivel de los pases, y siempre en trminos de la cultura
poltica, debemos recordar la obra de los norteamericanos Gabriel Almond y Sidney Verba, La Cultura
Cvica, (1963). El anlisis comprende, tratando de alcanzar un amplio espectro, los casos especficos de
EEUU, Gran Bretaa, Alemania, Italia y Mxico.28
Su primer preocupacin fue identificar el elemento poltico ms importante, el elemento unificador
fundamental, desde la perspectiva de los propios ciudadanos de estos pases.
Los estadounidenses indicaron que el elemento unificador era la Constitucin. Su cultura poltica giraba
bsicamente en torno al respeto de la Constitucin. Los britnicos coincidieron en la institucin del
Parlamento. Los mexicanos se reconocieron identificados con la Revolucin. En el caso alemn 29, su
respuesta gir en torno a la economa social de mercado (socialmarket schaft).
Resalta como en los tres primeros casos los factores sealados fueron de carcter poltico, mientras que en el
ltimo el rasgo sealado fue de naturaleza econmica (factor sealado por mas del 60 % de los encuestados).
27
Esto podra explicar, en parte, porque hay subculturas polticas que sobreviven durante muchsimo tiempo.
En este sentido la subcultura peronista es un esplndido ejemplo. Hay personas que comparten un pasado, un
punto de vista, una perspectiva poltica particular que son mantenidos, no importando lo que suceda, durante
aos o dcadas. Se podran sealar numerosos ejemplos de ello (Comunidad del cobre en Chile; la izquierda
electoral espaola entre 1936 y 1982; la geografa electoral italiana entre 1919 y 1946). La subcultura poltica
no implica una cultura inferior, slo seala una cultura dentro de otra cultura mayor o ms amplia.
28
En principio haba sido seleccionada Francia pero mas tarde y debido a problemas de organizacin del
trabajo se la desech y en su lugar se atendi al caso italiano.
29
Ntese que no se trata de la Gran Alemania. Es la Alemania occidental de 1958-59 y por tanto se trata de un
pas que todava no lograba superar el complejo del nacionalsocialismo y la cargas de culpa de la segunda
guerra mundial.
19
Esto se debi probablemente a que en el caso de Alemania todas las posibles respuestas de corte poltico
habran resultado altamente controvertidas. Se trat entonces de una respuesta no - poltica.
Los italianos se pronunciaron por la cultura, el arte, el pasado artstico, tambin en este caso una respuesta
no poltica. Esto sorprendi a los analistas pero reflejaba muy bien la Italia de 1959 (y quizs tambin lo siga
haciendo para la Italia de 1999; pasadas cuatro dcadas seguimos sin tener un smbolo poltico unificador).
En segundo trmino los autores se preguntaron acerca de las respectivas actitudes ciudadanas hacia la
poltica.
Aqu se encontraron con una diferencia muy clara entre los angloamericanos y el resto. Los primeros estaban
en gran medida caracterizados por la confianza, mientras que el resto por su dficit de tal carcter
(predominaba la sospecha). Con el transcurso del tiempo las situaciones relativas se han invertido. En los
EEUU se ha desarrollado cierta desconfianza, hoy muy visible. En Gran Bretaa la situacin ha variado poco:
se tiene algo de desconfianza. Por el contrario en Alemania la transformacin fue profunda. Se alejaron de la
reivindicacin econmica y desarrollaron un pronunciado reconocimiento de su estabilidad y fortaleza
democrtica (de la evaluacin no poltica se desplazaron hacia una perspectiva eminentemente poltica y
positiva). La situacin mexicana no registr cambios significativos mientras que en el caso italiano si bien algo
han cambiado todava siguen sin encontrar un smbolo poltico indiscutido.
Almond y Verba esperaban encontrar en los comunistas italianos una actitud poltica alienada contra la
democracia nacional en tanto suponan deban ser meros representantes de los intereses de la URSS. Por el
contrario lo que hallaron fue un alto apoyo a la democracia italiana mientras que entre los demcratas
cristianos se registraban numerosos casos de apticos hacia la poltica y no bien informados. El apoyo a la
democracia en 1959 provena de la izquierda y en gran medida de los comunistas mientras en el centro haba
apata y desinters.
Otro elemento registrado en todos los pases fue un ranking claro de todos los votantes en tres categoras.
1.
Los que saban muy poco sobre el sistema poltico y no estaban interesados mas que en el mbito
localista (esta clase de votantes eran numerosos en Italia y Mxico y relativamente escasos en el resto).30
2.
Los ciudadanos pasivos. Tienen los derechos sociales y civiles pero son pasivos. Pueden tener cierto
inters pero ningn sentido de la eficacia.
3.
Esto es as y las investigaciones del norteamericano Edward C. Banfield lo corroboraron. La pregunta que se
plante es por qu los italianos no se organizaban?
30
La democracia no haba logrado movilizar a los italianos como la Revolucin no lo haba hecho
suficientemente con los mexicanos. En tanto en gran Bretaa y EEUU la democracia evidentemente redujo la
cantidad de localistas mientras que en Alemania, el NSDAP impidi que los alemanes fueran localistas.
31
En 1959 cerca del 66 por ciento de los italianos haba pasado por la experiencia fascista. En aquel rgimen
la participacin efectiva era muy limitada. No existi una movilizacin masiva bajo el fascismo. En el caso de
Mxico, el partido hegemnico no estaba interesado en una participacin amplia.
20
Si Italia no es un pas bien gobernado; tiene extensas regiones pobres en el sur; en 1958-59 la corrupcin ya
se encontraba extendida, etc. por qu no hacer algo al respecto como organizarse para dotarse de un mejor
gobierno y solucionar aquellos problemas?
Banfield
32
descubri en Montegrano, una aldea del sur, en el estado de la Campania (muy cercana a boli, al
SE de Npoles), que una poblacin 4 a 5 mil personas no contaba con ningn tipo de organizacin colectiva. 33
Ello pens se deba a que la nica organizacin que los italianos reconocan y apreciaban era la familia.
Luego, nunca negocian por un grupo, slo lo hacen para s mismos y su familia. No estn interesados ms
que en el bienestar de su familia. Banfield lo defini como una especie de familismo amoral italiano. No es
que no haya moral que se tenga en cuenta. Simplemente se trata de que la familia est primero y es lo
fundamental (la familia en un sentido extendido puede llegar a ser un grupo numeroso de personas 20 o 25
personas).
Si bien la descripcin que brinda la investigacin es bsicamente correcta, la explicacin es por lo menos
controvertida.
Se puede afirmar que estos comportamientos son productos de la cultura poltica especficamente italiana
pero tambin puede ser que obedezcan a otras causas. La estructura de oportunidades puede ser, de tal
manera, la limitante de ciertos comportamientos sociales. Puede que la falta de tiempo, el excesivo trabajo y
dems factores haga de la situacin algo muy rgido donde las oportunidades de comportamientos
alternativos sea prcticamente imposible. De hecho cuando estuvieron dadas las posibilidades materiales
para ello la gente comenz a emigrar, especialmente los hombres jvenes que lo hicieron hacia el norte
industrial. Entonces, no bien existieron las condiciones objetivas el familismo amoral comenz a diluirse.
El punto es que mientras Almond y Verba identificaron algunos elementos que definan la cultura poltica
italiana como muy localista, Banfield descubri otros que la identificaban con el familismo. En realidad estas
definiciones tenan que ver ms con la estructura de oportunidades antes que con rasgos culturales
estructurales. Eran mas bien consecuencias polticas precisas.
Concluyendo sostengamos que la cultura poltica no es algo fijo. Cambia porque los agentes socializadores
cambian (la familia tanto como las escuelas pueden haber perdido alguna facultad o poder socializador; mutan
sus roles a la par que emergen otros agentes). El proceso es entonces dinmico por naturaleza y por tanto la
cultura poltica tambin resulta dinmica
Sobre las pasiones de los polticos y los sistemas de gobierno
Se puede reaccionar contra la tendencia a interpretar las decisiones polticas, los acontecimientos y
fenmenos polticos como determinados slo por las instituciones. El neoinstitucionalismo en la poltica
sostendr que no hay demasiado lugar para la capacidad, la inteligencia, las ideas de los polticos, de los
formuladores de poltica, de los estadistas y su capacidad de decidir.
Sin lugar a dudas tal posicin resulta una exageracin y en algunos casos conduce a serios errores de
perspectiva. Hay que considerar individualmente a las personas, claro que dentro de ciertos lmites dispuestos
32
Se puede consultar de E. Banfield, The Moral Basis of Backward Society, Chicago: The Free Press, 1958.
El libro de Banfield dio lugar a un fuerte debate erudito sobre la prioridad causal entre "cultura" y
"estructura". Ver Putnam, Robert.-Para Hacer que la Democracia Funcione, Caracas, Galac, 1994, caps. 4 y 6.
33
Son llevados por las maanas a los campos de los terratenientes y devueltos a la aldea por las noches. No
registran sin embargo ningn tipo de organizacin para la negociacin colectiva de su salario frente a los
propietarios. Aceptan simplemente el pago que disponen quienes los contratan. No protestan ni reaccionan
sino en situaciones muy excepcionales.
21
por las instituciones, para evaluar lo que hacen y pueden hacer. Esta es mas o menos la conclusin a que
apuntaban los comentarios precedentes.
Los apuntes finales de este curso girarn en torno a las ambiciones de los polticos. La idea de dominar las
ambiciones en la poltica proviene de los Federalistas (James Madison, Alexander Hamilton y John Jay). De
hecho estaban muy interesados en las ambiciones.
La famosa afirmacin de Madison sostiene que es necesario moderar las ambiciones con las ambiciones. 34
Domar ambicin con ambicin, despus de todo los hombres no son ngeles y por lo tanto necesitan ser
gobernados por ciertas reglas. Estas reglas, estructuras e instituciones debieran dominar las ambiciones con
las ambiciones.
Hombres y mujeres en la poltica persiguen generalmente tres objetivos diferentes:
a)
Se persigue un cargo pblico. El obtener un puesto pblico no implica simplemente obtener un premio en
s mismo sino que tambin constituye el paso intermedio para otros logros, otros objetivos (office seeking)
b)
Se persiguen polticas, cambios especficos (policy seeking). Obviamente en muchos pases y bajo muy
diferentes arreglos institucionales, si se quieren producir polticas se debe llegar a obtener un cargo
poltico (y en este caso la relacin con el punto anterior es muy estrecha. Sin embargo en algunos casos
se pueden obtener polticas an sin tener un cargo poltico especfico (la eminencia gris).35
c)
Finalmente tambin se pretende obtener un puesto en la Historia, un lugar en el podio de la fama (fame
seeking). Mas all del puesto o la poltica a implementar el poltico piensa en su propia persona y su
trascendencia histrica. Podemos esperar que existan ciertas estructuras institucionales que facilitarn
estos comportamientos de un modo razonable y otras que lo dificultarn. Aunque inicialmente no parezca
importante dentro de sus prioridades, muchos de ellos, con el tiempo han de convertirse en buscadores
de fama.
Otro factor vinculado: el problema del control del poder (los pesos y contrapesos). La democracia, despus de
todo, naci cuando a alguien muy lentamente se le fue retirando el poder. En principio la figura del monarca
concentr en sus manos el poder ejecutivo (decisin), el legislativo (regulaciones) y judicial (condena). El
proceso hacia la democratizacin consisti en este intento por dividir aquellos poderes y su reatribucin y
distribucin entre diferentes grupos de personas.
Parte del poder ejecutivo del monarca pas a manos de una Asamblea (Parlamento). El rey slo pudo hacer lo
que la Asamblea estaba dispuesta a aceptar (poder ejecutivo y legislativo quedaron en una relacin muy
cercana).
En segundo trmino se desarroll un organismo, que en algunos casos lo hizo a partir de un crculo de
personas allegas a la corona (los amigos del rey ). Este fue el Poder Judicial y un organismo especfico, la
Corte Suprema.
34
El Federalista, nro. 51, escrito por Hamilton o Madison, del 8-02-1778, dice La ambicin debe ponerse en
juego para contrarrestar a la ambicin. El inters humano debe entrelazarse con los derechos constitucionales
del puesto (...) Si los hombres fuesen ngeles, el gobierno sera innecesario (...)Esta norma de accin que
consiste en suplir, por medio de intereses rivales y opuestos, la ausencia de mviles ms altos, se encuentra en
todo el sistema de asuntos humanos, tanto privados como pblicos. A.Hamilton, J.Madison, J.Jay. El
Federalista. Mxico, FCE, 1987, pp. 220-221.
35
Muchos estadistas norteamericanos estuvieron fuertemente influidos por asesores que, en numerosas
ocasiones, no tuvieron cargos pblicos oficiales. Por ejemplo, Hilary Clinton influye claramente en la poltica
de la Administracin Clinton, sin tener un cargo poltico especfico.
22
En cierto momento, fundamentalmente debido a Montesquieu, hubo tres instituciones diferentes que ejercan
diferentes poderes:
1.
El poder ejecutivo. Ejercido por el rey (de hecho y en general de manera parcial y acotada por el
Parlamento).
2.
El poder legislativo o Parlamento ( adems de legislar competa con la corona por el ejercicio parcial del
ejecutivo).
3.
El poder judicial y la Corte Suprema (o Tribunal Constitucional). Un poder que apareca como
independiente y cuya funcin bsica residi en la obvia administracin de justicia y fundamentalmente en
controlar a los otros dos poderes.
Montesquieu fue quien identific el problema y dispuso de una solucin. Sin embargo fue Aristteles quien ya
haba sostenido que la mejor forma de constitucin de un gobierno era la forma mixta. Resultaba
fundamental crear una situacin donde existiese un equilibrio entre los diferentes poderes.
Veamos cmo se traduce todo esto en el plano de lo institucional : el sistema presidencial. Actualmente los
sistemas presidenciales estn siendo muy atacados por la crtica erudita y sin embargo buena parte de los
electorados no estaran dispuestos a abandonar sus sistemas presidenciales.36
El sistema presidencialista original es el de los EEUU. El problema era cmo obtener un jefe de estado con
una fuerte legitimidad. Si los britnicos tenan al rey a los norteamericano no les quedaba ms que encontrar
una figura que se le pudiese comparar en legitimidad. En el caso americano esta legitimidad no poda
buscarse en el pasado aristocrtico o del derecho divino tradicional; su nica alternativa competitiva era la
legitimidad originada en la voluntad popular. As el presidente ha de ser elegido directamente por el pueblo en
general (de tal forma que se constituye en una especie de rey diferente). El poder ejecutivo, por lo menos
formalmente, aparece concentrado en las manos presidenciales.
Otro problema que surgi rpidamente fue cmo distribuir el poder legislativo (recurdese que Gran Bretaa
siempre fue un sistema bastante centralizado). 37 En el caso norteamericano, el legislativo estaba dividido en
dos cmaras: una representando al territorio (el senado) y otra representando a la ciudadana en general(los
diputados).
La Constitucin norteamericana no es muy compleja. De hecho es bastante corta y hace referencia
bsicamente a la relacin entre los tres poderes mencionados mas arriba.
Respecto del Poder Judicial y la Corte Suprema el mecanismo pensado y utilizado para estos organismos fue
casi perfecto. Los jueces estn designados por el Presidente (los 9 ministros de la Corte). Sin embargo antes
de ser electos efectivamente deben pasar una proceso de aceptacin en el Senado (que muy difcilmente se
opone a las designaciones presidenciales).38 Son designados de por vida y una vez en su cargos son
totalmente independientes (su independencia est garantizada porque estarn all de por vida). Su acceso a
la historia nacional, si ha de producirse alguna vez, slo ser posible a travs de sus fallos y sentencias
36
Por ejemplo en Europa Central y Oriental a pesar del asesoramiento masivo proveniente de diferentes
asesores y estudiosos se ha mantenido la eleccin presidencial directa (un caso ha sido Rusia).
37
En realidad la Cmara de los lords, no representaba territorio sino para representar un grupo de gentes
especficos (sabios y conscientes de su poder). La Cmara de los Comunes no representaba a las gentes
comunes sino a aquellas personas que teniendo alguna base material de importancia no formaban parte de la
aristocracia. Constituan una ciudadana general (que de hecho era bastante restringida).
38
De hecho cuando la confirmacin del Senado se hace esperar alargando el tramite burocrtico por lo general
el postulante abandona antes de que el Senado pueda expedirse en contrario.
23
argumentadas (incluso las argumentaciones de posiciones en minora sirven a los efectos de sentar
precedentes para la fundamentacin de fallos posteriores).
Conjuntamente con la independencia, la estabilidad o permanencia en el cargo genera un fuerte proceso de
aprendizaje al interior de la misma Corte.
Por qu los jueces de la Corte Suprema son un verdadero control sobre el Presidente? Porque una vez
designados son independientes y tratarn de ser independientes, pues estando de por vida, sus ambiciones
se vincularn con lograr la trascendencia a travs de fallos y sentencias excelentes (sentencias que abran
espacios de libertad y seguridad para los derechos de las personas).
La Suprema Corte controlar lo que han hecho el Senado y la Cmara de Representantes tanto como lo que
querra hacer la presidencia.
El Poder Legislativo (PL). Sus dos organismos (senados y representantes) reflejan a dos sectores sociales
diferentes. Pero lo importante es que el PL tiene suficiente poder legislativo, puede producir leyes slo limitado
por un recurso muy importante: el poder de veto presidencial (el presidente puede reaccionar y vetar las
leyes). En el caso de que un proyecto de ley vetado por el presidente, slo llegar finalmente a ser ley si logra
el apoyo de los 2/3 de ambas cmaras (una mayora que por ser tan grande es muy poco frecuente).39
El Presidente no tiene iniciativa legislativa, slo puede reaccionar. La iniciativa queda en manos del Senado y
los Representantes.
Estos tres factores de poder interactuan en un entramado de colaboracin y enfrentamiento segn las
circunstancias y los temas. El presidencialismo norteamericano es un sistema de instituciones separadas que
comparten poderes.
Al respecto no fue Montesquieu el que dijera la ltima palabra. Lo cierto es que en el caso norteamericano los
poderes no estn efectivamente separados. La Corte Suprema interfiere con el funcionamiento de las
Cmaras y en el desempeo presidencial. Por su parte el Presidente interfiere en la Corte Suprema porque el
designa a los candidatos. Finalmente tambin el Senado interfiere con la Corte Suprema porque puede
rechazar las designaciones del presidente.
Resumiendo lo que se tiene no es divisin de poderes sino instituciones separadas que comparten
poderes. Resulta fundamental recordar esto si se quiere entender el proceso poltico interno de los EEUU.
Sin embargo y haciendo caso al eco de algunas crticas recientes a este planteo habra que reemplazar la
palabra compartir por competir, esto es , tenemos instituciones separadas que compiten por los
poderes.
En tal contexto de situacin se pueden encontrar dos posibilidades bsicas:
1. Una mayora cohesiva. La presidencia es del partido que tambin cuanta con la mayora en ambas
cmaras del Congreso. Aqu no hay competencia posible: el presidente es a la vez el lder de la mayora
en el Congreso. En presencia de una clara mayora poltica, no habra competencia y se tratara mas
bien de un compartir el poder.
2. Puede darse un poder dividido. Entre una presidencia de cierto partido y una o ambas cmaras del
Congreso de un color partidario opuesto (basta con que la oposicin tenga mayora en una sola cmara).
39
Es por esto que la consideracin de leyes importantes y su votacin por lo general es precedida por un
frentico y complejo juego interparlamentario a la espera de evitar enfrentamientos agudos y derrotas
humillantes. Se genera as un tipo de poltica poco visible .
24
Aqu la competencia es real. Se tiene lo que se llama tcnicamente gobierno dividido o punto de
estancamiento.
Despus de dicho todo esto todava subsiste la legtima pregunta acerca de qu es lo que pasa con las
pasiones de los polticos?
El punto es los Padres Fundadores han creado una situacin donde las pasiones se pueden expresar o slo
quisieron domar las pasiones?; han tenido xito?.
La respuesta es que su xito ha sido completo. No hay nadie que pueda encontrar su voluntad plenamente
aceptada por todos los dems. Expresar la propia voluntad efectivamente supone entonces un complejo
interjuego donde de lo que se trata es de persuadir, no slo de ganar u oprimir. Las diferentes ambiciones
estn domadas, confrontadas, enfrentadas en torno a los temas especficos. Por esto es que los debates
son tan largos y existen opiniones en discenso.
En tal contexto es donde podemos encontrar la figura del presidente retrico. Un presidente que sin mayora
propia en el Congreso se recuesta sobre una apelacin directa a los votantes para que sean ellos los que
presionen sobre sus representantes en el sentido de apoyar los programas del ejecutivo (los medios o canales
para desarrollar esta estrategia pueden ser muy diferentes y de variada naturaleza incluyendo el poder de
extorsin y la amenaza directa).
La cuestin ahora es si los Padres Fundadores fueron plenamente conscientes de los peligros que conlleva el
gobierno dividido.
Muchos estudiosos americanos y europeos han sostenido que la existencia de un gobierno de tal naturaleza
es mas bien un problema que habra que evitar. Se tratara de un mal resultado del sistema presidencialista.
No se debera tener un gobierno dividido sino unificado y cohesivo.
Sin embargo al leer los papeles federalistas se tiene la impresin de que aquellos patriotas estaran muy
complacidos con esta situacin: si nadie puede decidir slo, por s mismo, en tal caso estaremos muy seguros
de que todas las opiniones diferentes y puntos de vista divergentes sern considerados. Por lo tanto no
tendremos espacio para la opresin. Cuando nadie tiene una mayora unificada el decidir en soledad, sin
atender a los otros resulta imposible. Eso era lo que aquellos prceres buscaban, una situacin de gobierno
dividido donde todas las pasiones tuvieran que luchar entre s y tratar de obtener el apoyo de los votantes en
general. Contar con una mayora cohesiva puede implicar la posibilidad de perder algunas libertades.
Por otro
40
En caso de que la corona pase a cumplir algunas funciones ejecutivas esto querr significar que existe una
crisis poltica institucional inminente.
25
existen dos Cmaras (de los Comunes y de los Lores); finalmente tambin se encuentra un Poder Judicial,
muy independiente, compuesto por jueces de paz designados. (sic).
S desde el punto de vista descriptivo no es muy diferente s lo es si se observa su dinmica. Aqu no
encontramos el gobierno dividido sino una fusin de poder legislativo y poder ejecutivo. Mientras que
en los EEUU tenemos los poderes divididos (Presidente, Congreso y Suprema Corte de Justicia) aqu la
Cmara de los Lores s ejercen funciones judiciales. 41 En el caso britnico no tenemos instituciones separadas
sino que las instituciones de hecho estn fusionadas.
Por un lado tenemos al Primer Ministro, que es el jefe de su mayora parlamentara y por lo tanto esto le
permite controlar al Parlamento (ms precisamente a su mayora parlamentaria). Por otro lado tenemos a la
Oposicin parlamentaria y el gabinete en las sombras. De esto resulta claramente que no se trata de divisin
de poderes sino en realidad de su fusin. De hecho el sistema no podra funcionar con la divisin de poderes.
La mayora parlamentara es una cosa con su gobierno mientras el Primer ministro es al mismo tiempo, Jefe
del Gobierno y Jefe de la Mayora parlamentaria.
Esto no es ningn descubrimiento reciente. Basta leer a Bagehot, en 1867, cuando sostuvo que haba un
secreto eficiente de la forma de gobierno britnica. El Primer Ministro es el lder de la Mayora parlamentaria,
este es el secreto oficial y eficiente.42
Lo importante entonces es que no hay divisin sino fusin de instituciones. Su resultado es la competencia
bipolar mientras que en EEUU lo que encontramos es una competencia multipolar.43
El jugador que cuenta en el sistema britnico puede, si quiere, hacer lo que le plazca. Pero su
comportamiento es ms moderado, en principio, por la responsabilidad, esto es, quiere ser reelecto. En
segundo trmino por ambicin, pues quiere ser reelecto, hacer muchas cosas buenas y con todo ello entrar en
la Historia.
41
Hecho que ha quedado claramente evidenciado en los procedimientos institucionales seguidos a propsito
de la consideracin del caso Pinochet, dnde los Lores tuvieron a su cargo decidir sobre la procedencia de
concederle o no al ex dictador la inmunidad diplomtica como ex Jefe de Estado .
42
Esto no es lo que ocurre con la mayora de los gobiernos parlamentarios. Slo ocurre con el sistema
britnico de gobierno y con los gobiernos resultado de la exportacin de aquel modelo ( Nueva Zelanda,
Australia, Canad hasta que se aplic).
43
Un autor griego-americano, Tsebelis, defini este tipo de competencia como los jugadores del veto. En el
caso de los EEUU los jugadores del veto son por lo menos tres mientras que en el caso britnico slo hay un
jugador que cuenta, el Primer ministro con su Mayora parlamentaria.
26
PM
Gabinete
en las sombras
Mayora
Oposicin
Parlamentaria
Parlamentaria
El trabajo parlamentario en los sistemas britnicos no se reduce a votar con el Primer Ministro o a favor del
gabinete en las sombras, tambin se trabaja para sugerir cambios aunque la decisin final este en manos del
Primer Ministro. No slo se est all para convencer de las polticas a los votantes de los distritos tambin se
est para aprender y as poder crecer.
44
partidario parlamentario. Por esto es que los buenos gobiernos sobreviven a las elecciones, unas tras otras:
tienen algo bueno que mostrar.
Este tipo de gobierno es totalmente diferente al norteamericano. No es un gobierno dividido sino totalmente
cohesivo. Aqu la competencia es bipolar. Las ambiciones de los parlamentarios no consisten en producir
enmiendas sino en apoyar al gobierno y la ambicin del Primer Ministro, implementar el programa y cambiar
las cosas.
Sin embargo esta situacin parlamentaria al igual que el presidencialismo norteamericano se distancian a su
vez de los sistemas latinoamericanos, e incluso el parlamentarismo ingls resulta diferente al parlamentarismo
europeo continental.
En la mayora de los casos en Europa, en el pasado, no haba una competencia bipolar sino multipolar. Los
mecanismos eran muy diferentes. El Primer Ministro britnico es el amo de la mayora, la controla (en caso de
oposicin puede disolver el Parlamento y no requiere voto alguno de confianza). En el caso europeo
continental el gobierno no es el amo de su mayora sino por el contrario resulta el servidor de esa mayora.
Esto es as por que en realidad es el Parlamento el que crea al gobierno (el gobierno se ve obligado a ser el
sirviente de esa mayora de la que requiere de su voto de confianza para mantenerse en el poder).
Sin embargo para ser justos habra que sostener que no es cierto enteramente ya que la mayora de los
gobiernos estn compuestos por mas de un partido. Lo que se tiene es una gobierno multipartidario, una
coalicin gobernante multipartidaria (dos o tres partidos que son capaces de controlar el comportamiento del
gobierno).45
Este modelo es el que encontramos, por ejemplo, en Italia, Francia, Blgica, Holanda. Ms all tenemos
variaciones que se basan, todas, en un elemento importante: la frrea disyuntiva entre aceptar un gobierno
44
En Gran Bretaa los primeros ministros emergen de los sectores parlamentarios. Los que pasan a ser
primeros ministros tienen tras de s una larga carrera parlamentaria en la que debe haber dejado constancia de
la capacidad para la postulacin al cargo de mxima responsabilidad. Existe de tal forma una carrera
parlamentaria mas ministerial. Por ejemplo Tony Blair fue elegido al Parlamento, por primera vez en 1983,
estando en la estructura por 14 aos antes de ganar las elecciones que lo llevaron al cargo de Primer Ministro.
45
Una excepcin a notar es el caso espaol. Despus de varios gobiernos socialistas ahora el Partido Popular
es una mayora en funcionamiento.
27
determinado o la disolucin del Parlamento. Este es un mecanismo propio de la mayora de las situaciones
parlamentarias (aqu radica una diferencia fundamental con el sistema norteamericano). Por supuesto este es
un procedimiento al que no se recurre a menudo y cuando se lo usa es dentro de ciertos lmites porque
implica serias consecuencias (producir elecciones tempranas significa una inversin de recursos, tiempo,
esfuerzos y arriesgar algo, por lo que la mayora de los parlamentarios estn en contra de las disoluciones
tempranas). No obstante existen algunos mecanismos que sirven para fortificar al gobierno.
Si por un lado la inestabilidad parlamentaria es algo bueno para algunos (en trminos de nuevas y ms
amplias oportunidades de mejorar sus chances de llegar a la mxima posicin o a cargos ministeriales
importantes) por otro lado los polticos aprenden mecanismos para producir limitaciones en este tipo de
comportamiento que multiplica la indisciplina partidaria.
Un mecanismo poltico consiste en que hay, como por ejemplo en Noruega, Suecia, gobiernos de minora. En
vez de tener un gobierno que controle la mayor parte de las bancas en el Parlamento, se busca un gobierno
de una minora apreciable (40-45 % de las bancas parlamentarias). 46 Es un gobierno de un nico partido de tal
modo que sus miembros parlamentarios son muy disciplinados.
La pregunta que cabra hacerse es por qu los otros partidos no votan en contra de tal gobierno de minora?
qu tipo de ambicin les alienta?
En primer lugar tendran que afrontar nuevas elecciones y la posibilidad de una derrota. En segundo trmino
quedndose afuera pueden influir en algunas polticas especficas (ejercitan cierto poder de veto o
extorsin).
Finalmente resulta muy difcil derrotar al gobierno cuando la oposicin est integrada por varios partidos que
no son muy cohesivos y por tanto no pueden representar la alternativa de un gobierno cohesivo. En tal sentido
no representan a la mayora, son ms bien una alternativa heterognea.
Este tipo de dispositivo para impedir que la inestabilidad gubernamental y las elecciones repetidas ocurran se
constituye en un procedimiento poltico que cuenta con la suficiente legitimidad como para que todos jueguen
la partida de modo suficientemente decente.
Sin embargo si se llegase a sospechar que no todos los participantes estn siendo decentes se puede
introducir un nuevo mecanismo (que existe en Alemania y Espaa). Un mecanismo menor pero muy
importante.47
En el caso alemn se trat de elegir al presidente de manera directa (el presidencialismo americano). Las
objeciones formuladas expresaban el temor a un ejecutivo exacerbado. Frente a la posibilidad de elegir el
sistema britnico de distrito uninominal tampoco convenci dadas las diferencias regionales que se
verificaban y se pretendan proteger. As se llego a idear el nuevo dispositivo: no se podra reemplazar a
ningn gobierno alemn a menos que se pudiese definir un nuevo gobierno en su reemplazo. A esto se lo
llam voto constructivo de no confianza.
46
Tal el caso de los socialdemcratas en Suecia y de los laboristas en Noruega. En su mayora se tratar de
gobiernos de izquierda, caractersticos en Europa del Norte.
47
Sobre sus orgenes no hay nada seguro. Probablemente tenga vinculacin con los recuerdos de las minoras.
Tngase en cuenta que durante el perodo del nacionalsocialismo muchos intelectuales y polticos emigraron,
primero a Gran Bretaa y luego a los EEUU. Entre 1946-49 estuvieron dispuestos a regresar pero no
quisieron probablemente recrear el mismo sistema que antes haban experimentado. Muchos quisieron crear
un smil del sistema anglo-americano. En tal contexto resulto muy difcil convencer a los alemanes que haban
permanecido en su pas. El resultado del debate pudo ser la incorporacin de este tipo de mecanismos para
evitar la inestabilidad gubernamental.
28
En una situacin donde los partidos de la oposicin quieren echar al Chancellor (Primer Ministro) y modificar
si es posible la coalicin de gobierno con vistas a los ms diversos objetivos (captar ms recursos, hacer la
poltica mas visible, mejorar la propia posicin) los costos de la inestabilidad gubernamental, de no saber
quin es responsable, no se hacen esperar (y de esto pueden dar cuenta los italianos, los franceses de la IV
Repblica y los belgas).
En Alemania aquella situacin no es posible. Tienen los mecanismos necesarios para asegurar hasta cierto
punto la responsabilidad parlamentaria. En el caso de un voto de no confianza hacia el Chancellor, dentro de
las prximas 48 horas se debe encontrar una votacin favorable a un nuevo Chancellor.
A la primer parte del proceso, la no confianza la faz negativa- le sucede la segunda parte, la faz positiva del
mecanismo y que hace al carcter constructivo del dispositivo: hay que identificar a alguien mas que tenga la
mayora absoluta de los votos del Parlamento (Bundesrat).
En caso de no alcanzar el consenso en torno al nuevo candidato son dos las posibilidades:
1.
2.
El Presidente puede decidir que no habiendo alternativa propuesta el antiguo Chancellor se mantendr en
el puesto por un cierto tiempo ms.
As o se elige un nuevo candidato o no se puede reemplazar al que ya este en el cargo. Este dispositivo fue
considerado tan perfecto que fue incorporado por los constitucionalistas de Espaa. 48 En Alemania ha sido
utilizado una sola vez, en 1982. En aquel momento el Partido Liberal en coalicin con los socialdemcratas
decidieron votar en contra del Chancellor socialdemcrata, C. Schmidt, y esto con apoyo de los demcratas
cristianos. Se tuvo que elegir un nuevo candidato y la alianza partidaria se inclin por la figura de Helmut Kohl.
As la primera vez que Kohl lleg al cargo pblico de gobierno fue a travs de este dispositivo del voto
constructivo de no confianza.49
Otro ejemplo es Italia. Entre 1946 y 1998 ningn primer ministro haba sido derrocado por un voto de
confianza (los primeros ministros renunciaban antes de enfrentar tal eventualidad, tal el caso de Berlusconi en
1994). En octubre de 1998 fue la primera vez, despus de 54 gobiernos anteriores, que hubo una derrota en
el voto de confianza (es decir se dio de hecho un voto de no confianza). El Primer Ministro, Romano Prodi,
pidi un voto de confianza y fue derrotado en el Parlamento (312 votos a favor del Primer Ministro contra 313
en contra del mismo).50 El comentario de Prodi fue, si hubiera habido un voto de no confianza constructivo
todava sera Primer Ministro. En realidad se trat de una mayora muy heterognea: tanto los izquierdistas,
el PC, ms la derecha estaban todos juntos votando contra Prodi. Obviamente no podan votar con igual
cohesin por una figura de reemplazo (un mismo Primer Ministro).
48
La primera vez que se lo uso fue cuando Felipe Gonzalez impugn a Carlos Sotelo. Aunque Gonzalez no
tuvo el nmero suficiente de votos para deponer a Sotelo de hecho el proceso, que fue televisado, sirvi para
que el electorado tomara conciencia del perfil de estadista que mostr Gonzalez (y en 1982 gan las
elcciones. La derecha aprendi la leccin y utiliz el instrumento en contra de Gonzalez en 1987 (el candidato
derechista, lder del PP, era Hernndez hoy completamente desaparecido de la escena poltica). El intento sin
embargo fracas pues no convenci al electorado.
49
En el caso de Alemania y dada su pasada experiencia con la inestabilidad de la Repblica de Weimar, este
recurso y la estabilidad gubernamental que favorece es muy apreciado.
50
Esta votacin fue notable por el hecho de que el Parlamento estaba constituido por 630 bancas totales.
Votaron 625 diputados con lo que se registr la presencia parlamentaria ms alta de la historia parlamentaria
de Europa.
29
El punto aqu es que los parlamentarios en un sistema parlamentario tradicional tienen ambiciones
ministeriales
automticamente
producen
una
inestabilidad
gubernamental.
Cuanto
ms
sean
recompensados a travs de cargos mayor ser su propensin jugar este tipo de juegos.
Si el sistema es el parlamentario britnico no hay lugar para ser indisciplinados y los parlamentarios estn
obligados a apoyar lealmente a su gobierno. Si el juego cambia y se introduce un elemento limitador y
restrictivo (el voto constructivo de no confianza), el parlamentario puede ser hasta cierto punto indisciplinado,
se puede comportar de un modo no totalmente leal, siempre que se sea capaz de crear un nuevo gobierno.
8claro que no se puede pasar fcilmente de un lado a otro del espectro poltico sino a riesgo de ser castigado
por los votantes).
Resumiendo entonces , si se tiene presidencialismo americano se obtiene un gobierno dividido; si se opta por
el sistema parlamentario tradicional se llega a la inestabilidad gubernamental; si se inclina por el sistema
parlamentario ms el voto constructivo de no confianza se puede tener algo ms de flexibilidad.
El gobierno muy slido es el de un nico partido en el sistema parlamentario al estilo britnico. El secreto
eficiente, sin embargo, es que no hay separacin de instituciones sino fusin (y en tal caso un Montesquieu no
estara muy contento): el Primer Ministro controla el Gobierno, el gobierno controla su Mayora parlamentaria y
la Mayora parlamentaria es capaz de hacer lo que quiera.51
Observando el caso francs se registra como extraordinario el intento de Charles De Gaulle. Aunque los
objetivos son una cosa y los resultados algo diferente l pretendi idealmente destruir los partidos polticos.
Aunque parezca paradjico se tena a un hombre de derecha (una derecha conservadora, de centro y
democrtica) tratando de hacer lo que hubiera hecho el mismo Rousseau. En el caso del general buscando la
expresin de una voluntad general del pueblo francs busc destruir los partidos (que parecan negar
aquella).
En primer lugar introdujo un sistema electoral semi presidencialista. No fue ni parlamentarista, ni
presidencialista y sin embargo no podra afirmarse que fuera mitad y mitad. Funciona como una categora
propia dnde la parte ms visible es la presidencialista (por esto es que no se denomina semi parlamentario).
Para De Gaulle era claro que un pas con tantas diferencias regionales no podra ser gobernado
efectivamente sino a condicin de constituir algn tipo de unidad. La unidad en su esquema era la que se
lograra con la eleccin popular directa del Presidente de la Repblica.
As el Presidente sera elegido directamente por la voluntad general de los votantes, del pueblo. La cuestin
fue que mientras estuvo De Gaulle, no hubo ningn tipo de desafo al respecto. Era obvio que el general no
slo representaba a los votantes sino tambin y fundamentalmente una idea de Francia.
En tal contexto el Presidente contaba con poderes significativos. Poda disolver el Parlamento y designar al
Primer Ministro.52
Aqu existe un Primer Ministro (PM), algo que no existe en los sistemas presidenciales. El PM tiene que
obtener y retener la confianza del Parlamento. El Parlamento es muy importante en tanto hay una sola
Cmara que cuenta, la Asamblea Nacional (el Senado no da ni toma confianza). El presidente designa al PM.
51
Un dicho poltico popular que refleja perfectamente estas tesis, la mayora parlamentaria britnica puede
hacer lo que quiera excepto cambiar de sexo.
52
Atindase a que en el presidencialismo no hay Primer Ministro y el presidente no puede disolver el
Parlamento. De hecho en los sistemas parlamentarios hay un Primer Ministro y si tiene una Mayora resulta
imposible que el Presidente lo destituya .
30
El punto es que si la mayora en la Asamblea Nacional (AN) tiene el mismo color partidario de la mayora que
ha elegido al presidente el juego es fcil. Pero si la mayora en la AN no se corresponde con el partido del
presidente. En tal caso el presidente estar obligado a designar un PM acorde con esa mayora de la AN.
De tal forma mientras el presidente fue De Gaulle con una clara mayora propia en la AN, su capacidad para
instaurar y despedir a los PMs era absoluta.
Pero retirado de la escena poltica la figura indiscutida del lder se pudo dar y de hecho se dio la situacin que
denominaremos de cohabitacin: presidente y PM (con mayora parlamentaria) de diferente color poltico.
No se trata de un gobierno dividido, donde las instituciones estn separadas. Aqu las dos instituciones estn
obligadas a colaborar y mantener un bajo nivel de conflicto (sus reuniones sern frecuentes, desde el mismo
momento en que el presidente tiene que designar al PM que lidere la mayora parlamentaria).
En la prctica, si bien en el pasado fue poco usual, desde 1981 se ha convertido en relativamente frecuente.53
Ambas instituciones se respetan y coexisten acotando los bordes del conflicto pues los dos actores tienen
ambiciones a futuro que dependen de un comportamiento responsable de cara a los votantes. El presidente
ambiciona ser reelegido y el PM ambiciona ser electo Presidente en las prximas elecciones.
En 1995 Chirac fue elegido finalmente Presidente de la Repblica (su perodo vencer en el 2002). Por
razones que pueden discutirse decidi disolver el Parlamento (en 1997) esperando obtener una mayora
parlamentaria consistente a lo largo del tiempo. El ensayo fue frustrante pues perdi y el nuevo parlamento
resultante le oblig a designar como PM a Lionel Jospin, un socialista con el cual se ha visto a cohabitar
( Jospin ya haba adquirido visibilidad cuando en 1995 haba enfrentado a Chirac por las presidenciales de
entonces). Ambos jugadores estaran en condiciones de disputar las presidenciales del 2002.
Por ahora Chirac no disolver el Parlamento pues resulta poco probable que pueda obtener una mayora
propia. Por su parte Jospin no desafa al Presidente porque puede ser acusado de pretender limitar los
poderes de la presidencia de manera interesada con vistas a su propia postulacin presidencial.
En tal estado de situacin puede modificarse. El presidente podr, esta es la previsin, disolver el Parlamento
hacia el 2001 porque despus de cuatro aos de gobierno socialista se espera algn desgaste del mismo (es
poco frecuente que los gobiernos mantengan su popularidad con el paso del tiempo). Ser el primer ao del
Euro y dado el carcter nacionalista del electorado francs tambin se esperara un apoyo relativamente
mayor para Chirac, un candidato claro del nacionalismo.
Por otro lado, por razones institucionales, an en el caso de que ganase nuevamente Jospin la mayora
parlamentaria, para el 2002 ya llevara un ao de gobierno y en tal caso si Chirac se hiciese nuevamente con
la Presidencia entonces estara inmediatamente en condiciones de disolver el Parlamento esperando
aprovechar el apoyo electoral de arrastre de las ltimas elecciones (lo que antes definimos la cola, ver nota
76).
El punto realmente importante es que no se debe promover que una u otra institucin llega a ser demasiado
poderosa. La idea es tener dos organismos obligados a interactuar (Presidencia y Parlamento), sabiendo que
53
por ejemplo entre 1981y 1988 Franois Mitterrand, un presidente de izquierda, tuvo que cohabitar entre
1986-1988 con un PM de derechas, Jacques Chirac. En funcin de sus aspiraciones (elecciones de 1988) a
futuro Mitterrand decidi no confrontar con el nuevo Presidente y el conflicto potencial fue mantenido bajo
control (el presidente no disuelve el Parlamento y el PM no desafa la poltica del Presidente, ambos esperan
la prximas elecciones). En 1988 pierde Chirac y Mitterrand es reelegido por siete aos ms. Disuelve el
Parlamento y gana una especie de nueva Mayora propia (la cola presidencial. Una vez elegido el presidente
logra arrastrar un consenso remanente de las ltimas elecciones ganadas: la cola). El nuevo parlamento
elegido en 1988 sigui hasta 1993. En ese momento el centro-derecha gana las elecciones (83.2%)e impone
su candidato a PM, Edouard Balladur, que una vez ms Mitterrand se ve obligado a aceptar.
31
si uno no gobierna lo har el otro. Pero el que no gobierna debera servir al contralor del comportamiento del
que s gobierno.
Ambos agentes estn obligados a comportarse bien aunque mas no sea por sus propias ambiciones. Saben
que si destruyen o colaboran en la destruccin de las instituciones los votantes los han de castigar en la
primer oportunidad que se les presente.
Algunos pases de Europa Central y Oriental han imitado este modelo deliberadamente aunque con algunas
variantes. Uno es el caso de Polonia donde el Presidente es elegido por cuatro aos (no por siete como en
Francia). El Parlamento es elegido en momentos diferentes. Ya ha habido dos cohabitaciones: una entre Lech
Walesa y la mayora de izquierda (desde 1993, la Alianza Democrtica de Izquierda- ex PC), y ahora entre un
presidente de izquierda, desde 1995, (ex comunista), y una mayora de centro-izquierda. El resultado no es
del todo malo, alguien gobierna y alguien dentro de la mayora parlamentaria aspirar a ser el prximo
presidente (quiz el vice-Ministro de Economa, Walzerovitch (?), quien es muy conocido entre los polacos).
En el caso ruso lo que tenemos es un rgimen semipresidencial. El presidente es elegido directamente por los
votantes y tiene el derecho a designar un PM. Sin embargo como todos han podido comprobar, la Duma
(Parlamento) puede obstaculizar este procedimiento votando en contra (ha sido el caso de Yeltsin y su
imposibilidad de confirmar a su candidato para el puesto).
En resumen de los que se trata es de que las ambiciones presentes no confronten, no choquen . Esto
funciona cuando coinciden las mayoras y tambin cuando hay cohabitacin. Debido a que los votantes son
un tanto mviles las cohabitaciones se multiplicarn y por lo tanto no habr nadie con capacidad suficiente
como para oprimir al resto (al Presidente, al PM, la mayora o la minora).
Como los polticos aprenden y los acadmicos cambian sus ideas, tambin el autor que ha sabido ser ambos,
ha variado en sus preferencias. Recuerda Pasquino que en su pasado prefiri las formas rgidas de gobierno
gobierno con mayora parlamentaria cohesiva -. Pero tarde o temprano se comprende que un sistema
poltico de gobierno rgido es muy vulnerable (si algo sale mal los impactos resultan enormes). Hoy sus
preferencias se inclinan por sistemas ms flexibles, que garantizan alguna flexibilidad. Por cierto, la flexibilidad
tambin guarda sus problemas. Por ejemplo puede conllevar cierta inestabilidad gubernamental.
Sin embargo la rigidez puede producir dos consecuencias adversas importantes (se pueden constatar en los
casos de Francia e Italia). Por un lado puede producir inmovilidad, estancamiento. En este caso la mayora
segura de su posicin y compuesta de muchos grupos, no acuerdan acordar fcilmente sobre polticas
especficas. Por otro lado, entraa la posibilidad de una derivacin autoritaria, una tentacin autoritaria.
Algunos mecanismos institucionales pueden llegar a ser utilizados por la mayora de manera autoritaria.
En definitiva el autor encuentra preferible la flexibilidad a la rigidez, aunque su precio sea la probabilidad de
alguna inestabilidad gubernamental. La flexibilidad est acompaada por el transformismo. Los
parlamentarios pasan fcilmente de una coalicin a otra coalicin. Esto que por un lado puede ser un dficit
en realidad tambin es producto, en cierta medida, de la flexibilidad.
El transformismo facilita la conformacin rpida de nuevas coaliciones que a su vez permiten nuevos
gobiernos evitando las elecciones anticipadas y el carcter traumtico que las mismas suponen. El resultado
en definitiva es una mayor estabilidad poltica.
Aunque la V Repblica francesa haya sido denunciada por su carcter autoritario (Mitterrand se refiri a la
Constitucin gaullista como el permanente golpe de estado), esto es incorrecto. Por el contrario ha
demostrado ser capaz de funcionar dando lugar a las diferentes ambiciones de los polticos, de canalizar
algunas de estas ambiciones y de producir un sistema poltico que funciona.
32
Si bien algunos acadmicos en Francia podran afirmar que sta es una versin demasiado positiva del actual
sistema francs, la pregunta que cabra hacerles es querran volver a la IV Repblica? La respuesta
seguramente sera negativa. Aunque los cambios constitucionales tienen sus lmites este sistema de la V
Repblica francesa es un muy buen sistema. Promete funcionar razonablemente mejor que los otros sistemas
y hasta hora lo ha hecho bastante bien.
.
Esta ha sido una versin desgrabada de los comentarios del Prof. Pasquino durante su seminario. La
transcripcin no ha sido estrictamente literal. Se ha tratado en lo posible de evitar el tono coloquial del
discurso original pero preservando la idea bsica de las proposiciones. Por supuesto toda responsabilidad por
los defectos y posibles errores de forma y fondo corren por exclusiva cuenta de quien ha realizado este
informe escrito. Hecha la advertencia queda pedir a quien circule este documento que se asegure de
acompaar el mismo con esta nota pues resultar importante como prevencin para todo eventual futuro
lector de estas clases.
Prof. Gustavo Medina
UNC-FCH
Dto Poltica y Gestin
E-Mail: medpol @ fch.unicen.edu.ar
33