Magia Ciencia y Religion - Malinowski
Magia Ciencia y Religion - Malinowski
Magia Ciencia y Religion - Malinowski
MAGIA, CIENCIA
Y RELIGIN
Traduccin: Antonio Prez Ramos
2. La
tradicin
de
la
magia..
17
Ttulo original: Magic, Science and Religion, and Other Essays (1948)
Traduccin: Antonio Prez Ramos
3. El
mana
y
el
poder
de
la
magia...18
PLANETA-AGOSTINI
_________________________________________________
4. Magia
y
experiencia
18
Indice:
MAGIA,
CIENCIA
RELIGIN..3
5. Magia
y
ciencia
...20
I.
EL
HOMBRE
PRIMITIVO
Y
RELIGIN...3
II.
III.
6. Magia
y
religin
..20
SU
1. Los
actos
creativos
de
religin.8
EL
MITO
EN
LA
PRIMITIVA..22
Dedicatoria
a
SIR.James
Frazer.22
la
I.
EL
PAPEL
DEL
MITO
EN
VIDA...22
II.
MITOS
DE
ORIGEN
.26
del
III.
IV.
MITOS
DE
MAGIA
.........32
V.
CONCLUSIN
........33
2. La
providencia
en
la
vida
primitiva..9
3. El
inters
selectivo
del
hombre
naturaleza.9
por
4. La
muerte
y
la
reintegracin
grupo...10
IV.
1. La
sociedad
como
substancia
dios.12
2. La eficacia moral de las creencias
....14
la
de
salvajes...
EL ARTE DE LA MAGIA Y EL
F...16
PODER
DE
LA
PSICOLOGA
LA
1. El
rito
y
el
hechizo
.16
I.
.35
II.
.37
III.
.39
IV.
.42
V.
.47
VI.
.55
VII.
.56
VIII
.61
BRONISLAW MALINOWSKI
I
EL HOMBRE PRIMITIVO Y SU RELIGIN
No existen pueblos, por primitivos que sean, que carezcan de
religin o magia. Tampoco existe, ha de aadirse de inmediato,
ninguna raza de salvajes que desconozca ya la actitud cientfica, ya
la ciencia, a pesar de que tal falta les ha sido frecuentemente
atribuida. En toda comunidad primitiva, estudiada por
observadores competentes y dignos de confianza, han sido
encontrados dos campos claramente distinguibles, el Sagrado y el
Profano; dicho de otro modo, el dominio de la Magia y la Religin, y
el dominio de la Ciencia.
3
4
visto por las exageraciones que a ambos lados han sido cometidas.
La futura antropologa tendr que tratar estas cuestiones y
solamente nos ser posible, en este corto ensayo, sugerir algunas
soluciones e indicar ciertas lneas de discusin.
II
EL DOMINIO RACIONAL QUE EL HOMBRE
LOGRA DE SU ENTORNO
El problema del conocimiento primitivo se ha visto
singularmente descuidado por la antropologa. Los estudios sobre
la psicologa del salvaje se han confinado exclusivamente a la
religin primitiva, mitologa y magia. Tan slo recientemente las
obras de varios estudiosos ingleses, alemanes y franceses, en
especial las osadas y brillantes especulaciones del profesor
Lvy-Bruhl, han dado mpetu al inters del cientfico por lo que el
salvaje hace en su ms sobrio estado mental. Los resultados han
sido en verdad sorprendentes: el salvaje, nos dice el profesor
Lvy-Bruhl, por poner sus enunciados en pocas palabras, carece en
absoluto de tal sobriedad mental y est, sin remisin y de modo
completo, inmerso en un marco espiritual de carcter mstico.
Incapaz de observacin desapasionada y congruente, horro del
poder de abstraccin, y con el obstculo de una decidida aversin
al razonamiento, no consigue extraer beneficio alguno de la
experiencia, ni construir o comprender siquiera las ms
elementales leyes de la naturaleza. Para mentes as orientadas no
hay hecho alguno que sea meramente fsico. Tampoco existir
para ellas ninguna idea clara de sustancia y atributo, de causa y
efecto, de identidad y contradiccin. Su mentalidad es la de una
confusa
supersticin,
prelgica,
hecha
a
base
de
participaciones msticas y de exclusiones. He resumido aqu
un cuerpo de opinin del que el brillante socilogo francs es el
ms decidido y competente portavoz, pero que est respaldado por
muchos antroplogos y filsofos de renombre.
10
11
III
VIDA, MUERTE Y DESTINO
EN EL CREDO Y CULTO PRIMITIVOS
12
13
17
comunidad, se renen junto al moribundo, y el morir, que es, de entre los actos que un hombre puede realizar, el ms privado de
todos, se transforma en algo pblico, en un suceso tribal. Como
regla general, es el caso que acaezca cierta diferenciacin al
mismo tiempo, y ciertos parientes se quedan velando cerca del
cadver mientras que otros hacen preparativos para el pendiente
fin y sus consecuencias, o tal vez celebran algn acto religioso en
un lugar sagrado. As, en ciertos lugares de Melanesia los
verdaderos parientes han de guardar distancia y slo los
emparentados por matrimonio celebran los servicios mortuorios,
mientras que en algunas tribus australianas se observa el orden
inverso.
IV
EL CARCTER PBLICO Y TRIBAL
DE LOS CULTOS PRIMITIVOS
El carcter pblico y festivo de las ceremonias del culto es un
rasgo evidente de la religin en general. La mayor parte de los
20
1. El rito y el hechizo
Echemos un vistazo a un tpico acto de magia y escojamos uno
que es bien conocido y que est generalmente considerado como
una celebracin modlica, a saber, un acto de magia negra. Entre
los diversos tipos de brujera que encontramos entre los salvajes,
la que consiste en sealar con una vara mgica es quizs la ms
extendida. Un hueso puntiagudo o un bastn, una flecha o la
columna vertebral de alguna alimaa se arroja o impele ritualmente, de manera mmica, o bien se apunta con ellos al hombre
que el acto de la brujera ha de matar. Contamos con innumerables
testimonios en los libros de magia orientales y antiguos, en las
descripciones etnogrficas y en narraciones de viajeros, de cmo
se celebra tal rito. Sin embargo, el escenario emotivo, los gestos y
expresiones de los brujos durante tal ceremonia, se han descrito
raramente. Las tales son, empero, de la mayor importancia. Si de
pronto se llevara a algn espectador a un lugar de Melanesia y
pudiese ste observar al hechicero en su trabajo, sin que quizs
supiera qu era aquello que miraba, dara en pensar que se las
haba con un luntico o tal vez concluira que el all presente era un
hombre que actuaba bajo el dominio de una ira fuera de control. Y
ello sera as porque el hechicero, como parte esencial de la
celebracin ritual, no slo ha de apuntar a su vctima con el dardo
de hueso, sino que, con una intensa expresin de clera y odio, ha
de lanzarlo por el aire, doblarlo y retorcerlo como si lo imprimiese
en la herida y a continuacin extraerlo con un brusco tirn. De esta
suerte no slo es el acto de vehemencia, el apualamiento, el que
2. La tradicin de la magia
La tradicin, que, segn hemos insistido varias veces, tiene
potestad suprema en las civilizaciones prmitivas, se concentra en
gran parte en torno al culto y ritual mgicos. En el caso de
cualquier magia importante siempre hallaremos una narracin que
da cuenta de su existir. Tal narracin nos dice cundo y cmo pas
la tal a ser propiedad del hombre y cmo se convirti en
pertenencia de un grupo local o de un clan o familia. Pero tal
narracin no es una narracin de sus orgenes. La magia nunca se
origin, ni siquiera fue creada o inventada. Simplemente, toda
magia era, desde el principio, aditamento esencial de todas
aquellas cosas y procesos que de una manera vital interesan al
hombre y que, sin embargo, eluden los esfuerzos normales de su
29
especfica, que nos lleva a asumir, para con cada una de aquellas
imgenes, una activa actitud. Cuando la pasin alcanza ese punto
de ruptura en el que el hombre pierde control de s, las palabras
que pronuncia y su conducta ciega dejan que su tensin fisiolgica
reprimida salga al exterior. Pero, sobre todo, ese estallido preside
la imagen del final. Aporta la fuerza-motivo de la reaccin y parece
que organiza y dirige palabras y obras encaminadas a un propsito
definido. La accin supletoria en la que la pasin encuentra
escape, y que es debida a la impotencia, tiene subjetivamente todo
el valor de una accin real a la que la emocin, de no estar
controlada, habra naturalmente conducido.
5. Magia y ciencia
6. Magia y religin
Tanto la magia como la religin surgen y funcionan en
momentos de carcter emotivo: las crisis de la vida, los fracasos en
empresas importantes, la muerte y la iniciacin en los misterios de
salir del cerrado estudio del terico al aire libre del campo de la
antropologa, y a acompaarme en mi lucha mental hasta aquellos
aos que pas en Nueva Guinea con una tribu de melanesios. All,
remando en la laguna, mirando a los nativos cuando cultivaban sus
huertos bajo el sol abrasador, yendo con ellos por la jungla y las
tortuosas playas y arrecifes, ser donde aprenderemos algo de su
vida. Tambin, al observar sus ceremonias en el fresco de la tarde
o en las sombras del anochecer, al compartir su comida en torno a
la hoguera, podremos escuchar sus narraciones.
su rumbo y desembarcaron en tierra de canbales o de tribus hostiles. Un tema famoso para cancin y relato es el del encanto,
habilidad y ejecucin de bailarines de renombre. Existen cuentos
sobre distantes islas volcnicas, sobre fuentes ardientes en las
que, alguna vez, un grupo de descuidados baistas hirvieron hasta
morir, sobre misteriosos pases habitados por mujeres y hombres
del todo diferentes, sobre extraas aventuras que les ocurrieron a
los marineros en lejanos mares, sobre peces y pulpos monstruosos,
sobre rocas que brincan y hechiceros disfrazados. Tambin se
encuentran consejas, unas recientes y otras antiguas, sobre
videntes y visitantes de la tierra de los muertos, enumerando sus
hazaas ms significativas y famosas. Adems, existen relatos asociados a fenmenos de la naturaleza, como una piragua petrificada,
un hombre trocado en roca y una mancha roja que dejaron sobre el
coral unas gentes que comieron demasiado betel.
narracin que observar los caminos difusos y complejos por los que
va a dar a la vida, o estudiar su fuente mediante la observacin de
las vastas realidades sociales y culturales en las que desemboca. Y
sta es la razn por la que, contando con tantos textos, sabemos
tan poco sobre la naturaleza misma del mito.
la batalla es una regla general de los usos tribales; y, la manera segn la que los dems poblados se convierten en sede de los clanes
superiores, o sea, por el matrimonio de mujeres de los Tabalu con
los caciques de otras comunidades es tambin caracterstico de su
vida social. La tcnica de este procedimiento es de considerable
importancia y es menester describirla en detalle. El matrimonio es
patrilocal en las Trobriand, de suerte que la mujer siempre se tras lada a la comunidad de su esposo. Econmicamente el matrimonio
comporta el cambio al uso entre el alimento ofrecido por la familia
de la desposada y los objetos de valor que proporciona el marido.
La comida es sumamente abundante en las planicies centrales de
Omarakana, Las conchas de adorno dotadas de valor y codiciadas
por los jefes se producen en las regiones costeras del oeste y del
sur. Econmicamente, por lo tanto, la tendencia siempre ha sido, y
an es, el que las mujeres de alto rango desposen caciques
influyentes de poblados como Gumilababa, Karataria, Tukwa'ukwa
y Vakuta.
El lector que quiera hacerse con estos detalles histrico-geogrficos ha de consultar el mapa opuesto a la pg. 51 (versin inglesa)
de Argonautas del Pacfico occidental, del autor.
47
48
tiene de vlida, el siguiente esquema vendr a continuacin: el sustrato primitivo estara representado por los clanes de Lukwasisiga
y Lukulabuta. Este ltimo es el primero en surgir mitolgicamente,
mientras que los dos son relativamente autctonos por cuanto que
no son marinos, sus comunidades habitan por lo general en el
interior y su ocupacin ms importante es la agricultura. La actitud
corrientemente hostil del principal subcln de los Lukwasisiga,
esto es, los Toliwaga, hacia los que obviamente habran sido los
ltimos inmigrantes, o sea, los Tabalu, tambin se podra encajar
en esta hiptesis. Es plausible asimismo que el monstruo
antropfago contra el que pelea el hroe cultural e innovador,
Tudava, pertenezca al clan Lukwasisiga.
El cuarto clan, esto es, los Lukulabuta, slo incluye entre sus
miembros a subclanes de rango inferior. Son el clan menos
numeroso y la nica magia con la que estn asociados es la
brujera.
50
53
Para comprender esto tal vez est bien que advirtamos que, en
su actitud emotiva real hacia la muerte, ya sea la suya o la de los
que ama, el nativo no se gue del todo por sus creencias e ideas
mitolgicas. Su intenso miedo de morir, su fuerte deseo de
posponer tal trance y su profunda tristeza ante la partida de sus
parientes queridos desmienten su credo optimista y ese estar al
alcance de la mano del ms all que es inherente a las costum bres,
ideas y ritual de los nativos. Una vez que la muerte ha tenido lugar,
o cuando sta se aproxima, no se confunde la oscura divisoria de
una fe tambaleante. En varias conversaciones con indgenas
gravemente enfermos y en especial con mi amigo tuberculoso
Bagidou, sent, aunque estuviera a medio expresar y, toscamente
formulada, la misma tristeza melanclica ante el paso de la vida y
de todo lo bueno que hay en ella, el mismo terror ante su fin
inevitable y la misma pregunta sobre si tal trmino iba a alejarse
indefinidamente o, cuando menos, posponerse por algunos das
ms. Pero tambin a veces esas mismas gentes se aferraban a la
esperanza que les proporcionaba su credo y cubran, con la vvida
textura de sus mitos, relatos y creencias sobre el mundo de los
espritus, el vasto vaco emocional que se abra frente a ellos.
IV. MITOS DE MAGIA
55
Cf. Argonautas del Pacfico Occidental, pp. 329, 401 y ss. (v.
inglesa); adems, las pginas de Magia, ciencia y religin,
aparecido en Science, Religion and Reality, por varios autores.
(Incluido en este Volumen, pp. 11-111.)
V. CONCLUSIN
10
11
57
Para uno de los principales episodios del mito de Tudava vase las
pp. 209-210 de Complex and Myth in Mother Right, del autor, en
Psyche, vol. V (enero 1925).
58
I
Entre los nativos de Kiriwina la muerte es el punto de partida
de dos series de sucesos que acaecen casi independientemente el
uno del otro. La muerte afecta al individuo difunto; su alma
(baloma o balom) abandona el cuerpo y se dirige a otro mundo en
donde vive una existencia tenebrosa. Su trnsito tambin es
materia de preocupacin por parte de la comunidad que el muerto
abandona. Sus miembros lloran al difunto, guardan su luto y
celebran una inacabable serie de festejos. Como regla general,
tales festividades consisten en la distribucin de comida sin
cocinar, aunque con menor frecuencia tambin existen verdaderas
fiestas en las que se consumen en el lugar de la celebracin
alimentos ya cocinados. Las fiestas se centran en torno al cuerpo
del difunto y estn ntimamente relacionadas con los deberes del
duelo, el luto y la tristeza relativa al que ha muerto. Pero y aqu
est el punto que en la presente descripcin nos interesa estas
actividades y ceremonias sociales no guardan relacin con el
espritu. No son celebradas ni para enviar un mensaje de amor y
nostalgia al baloma (espritu) ni para conminarle a que no regrese;
las tales no influyen en su bienestar ni afectan su relacin con los
vivos.
2
3
60
II
Despus de haber hablado del kosi, el frvolo y pacfico
fantasma del difunto, que desaparece tras unos pocos das de
oscura existencia, y de las mulukuausi, las prfidas y peligrosas
mujeres que se alimentan de carroa y atacan a los vivos, podemos
pasar a la forma ms importante del espritu, a saber, el baloma.
Llamo a sta la forma principal en razn de que el baloma vive una
existencia positiva y bien definida en la isla de Tuma, porque
retorna de vez en cuando a su poblado, porque ha sido visitado y
visto en Tuma por hombres dormidos y tambin en vela, y por los
que estaban casi muertos y que sin embargo volvieron a la vida,
porque desempea un notable papel en la magia nativa e incluso
recibe ofrendas y una clase de propiciacin, y porque postula su
12
8
64
III
66
24
69
menester
observar
que
este
doble
smil
corresponde
respectivamente a la naturaleza abierta, definida y permanente del
baloma y al carcter vago, precario y nocturno del kosi.
de los espritus, tal como los ven los hombres en un estado mental
que llamaremos normal. Todos estos tipos de relacin pueden
describirse como accidentales y privados. No estn regulados por
normas consuetudinarias aunque, desde luego, estn sujetos a un
cierto marco mental y hayan de conformarse con cierto tipo de
creencia. La tal no es pblica: no es el caso que la comunidad toda
la comparta colectivamente y no existe ceremonial alguno que est
asociado a ella. No obstante, se dan ocasiones en que los baloma
visitan el poblado o toman parte en determinadas funciones
pblicas, ocasiones en las que son recibidos por la comunidad de
una manera colectiva, en que son objeto de ciertas atenciones,
estrictamente oficiales y reguladas por la costumbre, y en que
actan y desempean su papel en las actividades mgicas.
As, todos los aos, una vez que las cosechas de los huertos se
han recogido y adviene una marcada pausa en la labor hortcola
porque las nuevas plantaciones an no pueden trabajarse
seriamente, los nativos tienen un tiempo de danzas, festejos y regocijos generales llamado milamala. Durante los milamala los
baloma estn presentes en el poblado. Retornan a vivir desde
Tuma al poblado que era el suyo, en donde ya se han efectuado los
preparativos precisos para recibirlos, en donde se han erigido
plataformas especiales para acomodarlos, en donde se les ofrecen
los dones habituales y de donde, despus de que pase la luna llena,
se marcharn ceremonialmente; sin embargo, las ceremonias de
despedida no implican cumplido alguno.
Los baloma tambin desempean un importante papel en la
magia. En los hechizos mgicos se recitan nombres de espritus
ancestrales y, de hecho, tales invocaciones son quizs el ms
prominente y, persistente de los rasgos de los embrujos. Adems,
en algunas celebraciones mgicas, se realizan ofrendas a los
baloma. Existen trazas de la creencia en que los espritus
ancestrales desempean cierta funcin en el logro de los fines de
las citadas ceremonias; de hecho, el nico elemento ceremonial (en
sentido restringido) que yo consegu detectar en tales
celebraciones son esas ofrendas a los baloma.28 Deseo aadir en
este lugar que no hay relacin alguna entre el baloma de un
difunto y las reliquias de su cuerpo, como por ejemplo su crneo,
su mandbula, los huesos de sus brazos y piernas y su cabello, que
sus familiares recogen y utilizan como marmita de cal, esptulas
de cal y collar respectivamente. En esto no se da la relacin que
existe en otras tribus de Nueva Guinea. 29
IV
Volvamos ahora a la relacin entre los espritus y los vivientes.
Todo lo dicho arriba se refiere a lo que acontece en sueos o
visiones o a lo que resulta de vislumbres furtivos y momentneos
25
26
27
28
71
30
74
75
objetos de valor. Tal exposicin tiene lugar en los tres ltimos das
de la luna llena y los artculos se colocan de maana y se retiran
con la noche. Lo que ha de hacerse al visitar un poblado en el que
se celebra el ioiova es contemplar esos objetos, tomarlos incluso en
las manos, preguntar sus nombres (cada artculo individual del
vaigu'a tiene un nombre que le es propio) y, por supuesto, expresar
gran admiracin.
coloca esas cosas afuera para que el espritu pueda hacerse con su
baloma de ellas como regalo de despedida (taloi). Esta costumbre
se llama katubukoni. La colocacin de tales cosas enfrente de la
cabaa (okaukueda) no es del todo esencial, en razn de que el
baloma tambin puede hacerse con ellas adentro. sta fue la
explicacin que me dieron cuando yo buscaba los regalos de los
baloma frente a las cabaas y slo vi en un lugar (frente a la del
cacique) unos pocos tomahawks de piedra.
del ao siguiente,
as
79
42
80
V
La magia representa un papel de gran talla en la vida tribal de
los kiriwineses (como sin duda alguna sucede con la mayora de los
pueblos nativos). Todas las actividades econmicas de importancia
estn rodeadas de magia y principalmente aquellas que implican
pronunciados elementos de azar, fortuna o peligro. El trabajo
hortcola est por entero englobado en prcticas mgicas; la poca
caza que efectan all tiene su aderezo de hechizos, principalmente
si comporta riesgos, y si los resultados no son ciertos y dependen
de la suerte se la equipa con sistemas mgicos elaborados. La
construccin de piraguas cuenta con una larga serie de
81
Su principio es as:
Vatuvi, vatuvi; (repetido muchas veces)
Vitumaga imaga;
Vatuvi, vatuvi; (muchas veces)
Vitulola ilola:
Tubugu Polu, Tubugu koleko, tubugu Takikila,
Tubugu Mulabuoita, tubugu Kuaiudla,
Tubugu katupuala, tubugu Buguabuaga, Tubulu Numakala;
Bilumava'u bilumam;
Tabugu Muakenwa, Tamagu Iowana...
A esto le sigue el resto de la frmula, que es muy larga y que
en lo principal describe el estado de cosas que, como tal frmula,
est destinada a producir, esto es, describe el desarrollo del
huerto, la defensa de las plantas de enfermedades y rayos, etc.
85
50
Tudava, Tu-Tudava,
Malita, Ma-Malita, etc.
mencionndose aqu los nombres de dos hroes ancestrales sobre
los que existe un ciclo mitolgico. Se proclama en un sentido a
Tudava como el antepasado de los Tabalu (el ms aristocrtico
subcln, y el que gobierna Omarakana), aunque sin duda alguna
ste perteneci al clan Lukuba (mientras que los Tabalu
pertenecen al clan Malasi).
51
87
El hechizo dice:
U'ula:
89
haced que hallen los tiburones en el mar; que queden abiertas [las
bocas]; venid; haced que encuentren al tiburn; vuestros ojos son
[estn] (?); en la playa de Vinaki.
90
Hay, un hechizo que se oficia tan slo en una ocasin, esto es,
al comienzo del perodo pesquero y en la ruta que va del poblado
de Laba'i a la playa. Se canta sobre una planta (libu) a la que se
extrae del suelo y se pone cruzada en el camino. En tal
encantamiento encontramos la siguiente expresin:
56
Descripcin
de la magia
1
Hechizos climticos
Nmero
Nmero
Nmero
total de
frmula
s
de
frmula
s
de
frmulas
registra
das
con
nombres
ancestra
les
1
5
sin
nombres
ancestra
les
12
Magia guerrera
Kaitubutabu (coco)
Trueno
Brujera y medicina
19
15
Piraguas
Muasila (comercio,
intercambio de riquezas)
11
11
Amor
1
0
1
1
Magia pesquera
1
2
1
3
1
4
Nuez de areca
92
57
93
VI
Todos estos datos, referidos a las relaciones existentes entre
los baloma y los vivos, constituyen, de alguna manera, una
digresin del relato de la vida post mortem de los espritus en
Tuma y a tal exposicin retornamos ahora.
94
Buguabuaga
Bomakata
Touluwa
VII
64
Ilabuova
Sin embargo,
mucho mejor
bandose en
a tal peligro
68
98
VIII
75
112
113
Notas personales:
Ser tambin mayor la resistencia contra la corriente?
inestricto en el original
iii
sic
iv
sic
v
as en el original
vi
sic
vii
en cima en el original
viii
sic
ix
sic
x
sic
xi
sic
xii
sic
xiii
? sic
xiv
sic
xv
sic
xvi
las?
xvii
Kabwanu en el original
xviii
? sic
xix
? sic
xx
? sic
xxi
Bwoytalu en el original
xxii
? sic
xxiii
sic
xxiv
...de la asistencia la... en el original
xxv
cual en el original
xxvi
del original
xxvii
del original
xxviii
salibu en el original
xxix
Balom' kam bubualuaen el original
xxx
Ragidou en el original
xxxi
Tudaba en el original
xxxii
plaza en el original
xxxiii
sic
ii