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Temático de Ufología
-D.T.U.-
Versión digital
PREFACIO
Lo que el lector tiene ahora ante sus ojos no es sino la versión digitalizada del
Diccionario Temático de Ufología que en noviembre de 1997 editó la Fundación
Anomalía a modo de conmemoración del cincuentenario del avistamiento de Kenneth
Arnold, fecha habitualmente considerada como el inicio de lo que venimos en llamar
Ufología. De la misma forma que en la edición original, se han destacado con
VERSALITAS las llamadas a otras voces en directa conexión con la comentada, y se ha
indicado con las abreviaturas de la página anterior la autoría de cada una de las entradas
de esta obra, excepto aquellas muy breves (redactadas por el coordinador) y las
biografías de los personajes, que hemos considerado oportuno no personalizar. Los
números entre corchetes remiten a las referencias recogidas en el apéndice
bibliográfico.
No existen grandes diferencias entre esta versión y la impresa, salvo algún error
muy puntual que se ha corregido en la presente edición, al margen –claro está– de la
supresión de las más de 500 ilustraciones que completaban la obra original. En general,
podemos decir que el DTU ha envejecido magníficamente bien, y que su contenido
sigue hoy en día tan vigente como cuando vio a la luz por primera vez. Por ello, y para
que pueda disfrutar de la comodidad y de la riqueza gráfica de la versión impresa,
invitamos desde aquí al lector a que no deje pasar la oportunidad de incorporar a su
biblioteca un libro tan singular como éste, cosa que fácilmente podrá conseguir
contactando con la Fundación Anomalía en su dirección postal (Apdo. 5.041-39080
Santander) o en su página web: <http://www.anomalia.org> .
Dicho esto, sólo nos resta agradecer nuevamente a todos los redactores del DTU
su impagable colaboración, nunca suficientemente alabada, y desear al lector que
encuentre en esta obra una satisfacción proporcional al enorme esfuerzo que supuso su
confección.
Matías Morey Ripoll
Coordinador de la obra
2º) Mediante hipnosis descubre que los testigos han sido sometidos a repetidas
abducciones desde su más tierna infancia (incluso afectando a sucesivas generaciones
de familias enteras). Ello implicaría una actuación metódica por parte de los
alienígenas... y la necesidad de que el investigador realice un seguimiento continuo del
testigo por si volvieran a repetirse. Ya no hay que complicarse la vida buscando
nuevos testigos, los ya existentes pueden aportar sucesivas experiencias (y
naturalmente, lo hacen).
3º) Supuestamente los exámenes médicos realizados por los extraterrestres
dejarían a veces marcas o cicatrices que los testigos son luego incapaces de explicarse.
De esta forma se facilita a los interesados una forma rápida de comprobar si han sido
abducidos a pesar de no recordar nada, dando una excusa a cualquiera que crea
Diccionario Temático de Ufología 6
haberlo sido para ponerse en contacto con el investigador más cercano, sin
necesidad de complicarse avistando un OVNI.
La proselitista e incansable labor de Hopkins y sus seguidores va conformando
y delimitando el fenómeno, y así en 1987 Thomas Bullard puede definir un escenario-
tipo, en sucesivas etapas, que ya para entonces habían quedado obsoletas. Los
cambios se suceden.
Por un lado, aparece el libro de Whitley Strieber Communion (1987) donde este
autor de novelas de terror relata sus propias y terroríficas experiencias como
abducido, supuestamente reales, pero resistiéndose a darles una interpretación
extraterrestre. El libro fue un éxito inmediato, y millones de ejemplares por todo el
mundo mostraron a ese misterioso ser de ojos negros almendrados mirándonos desde
los escaparates. Y poco después, la película del mismo título permitió divulgar aún
más su historia. La avalancha subsiguiente llevó incluso a la organización de grupos
de autoayuda para abducidos, donde éstos intercambiaban libremente sus
experiencias, realimentando sus creencias.
Algo más tarde, y para no ser menos, Hopkins con su libro Intruders, añade una
nueva vuelta de rosca: el niño híbrido (mezcla de humano y extraterrestre) y los fetos
perdidos (aparentes embarazos que desaparecen en pocas semanas, supuestamente
implantados y extraídos por los extraterrestres). El impersonal examen médico de
antaño se ha convertido en un acto cargado de sexualidad e impotencia. Y la
descripción de los tripulantes (llamados "grises" por su color) se va pareciendo más y
más a la caricatura de un feto. Aumenta la penetrante sensación de amenaza: ningún
lugar es seguro, ni puertas ni ventanas detienen a los extraterrestres, que utilizan
nuestro cuerpo y nuestra mente a su antojo.
Esta postura es llevada a su máxima expresión por otro ufólogo, David M.
Jacobs, que en su libro Vida Secreta (1992), nos cuenta como las abducidas (la mayoría
son mujeres) visitan salas llenas de grandes depósitos transparentes donde pueden
verse cientos de niños híbridos, e incluso ¡ayudan a parir a otras abducidas!. Siguen
añadiéndose nuevos elementos: la etapa unificadora de los "grises" empieza a
disgregarse y aparecen unos seres más altos que se dedican a establecer vínculos
emocionales con los testigos a través de la mirada. A estas alturas se ha ido
abandonando ya cualquier intento de obtener pruebas materiales de lo que se afirma.
Si acaso, y más como medida de tranquilidad para los abducidos, se instalan cámaras
de video que nunca consiguen captar nada anormal o se "estropean" en el momento
más inoportuno.
Por si no fuera suficiente, en 1991 aparece una encuesta que permite a Hopkins
y compañía afirmar que, sólo en Estados Unidos, habría casi ¡cuatro millones de
abducidos!... a partir de las respuestas de unos pocos individuos "aleatoriamente
escogidos" que contestaron afirmativamente a cuatro de cinco síntomas sugerentes de
abducción según estos investigadores.
7 Diccionario Temático de Ufología
Por la misma época Hopkins saca a la luz el caso de Linda Napolitano, una
mujer supuestamente secuestrada de un rascacielos en pleno Manhattan y con un
testigo independiente del más alto nivel: Pérez de Cuéllar, por aquel entonces
Secretario General de las Naciones Unidas. Como no podía ser de otra manera, éste
lo niega. Y empiezan entonces a proliferar los casos donde se asegura haber visto en
el interior de los OVNIs a seres humanos normales, aparentes aliados de los
extraterrestres. De hecho, en los últimos años los propios abducidos han salido a la
palestra (incluso la ya anciana Betty Hill) publicando sus relatos autobiográficos y
divulgando nuevos escenarios de colaboración entre los militares y los OVNIs. Otro
desarrollo inquietante son las abducciones de niños.
Pero también en los últimos años han aparecido investigadores como el
psiquiatra de Harvard JOHN E. MACK o el Dr. Kenneth Ring que defienden una
postura opuesta: el carácter beneficioso de las abducciones, ayudando a la humanidad
en la siguiente etapa de la evolución, en concordancia con los mensajes de la llamada
Nueva Era y cerrando el círculo de los antiguos y denostados contactados. Con estos
investigadores, los niveles de credulidad y ausencia del menor interés en corroborar la
realidad de los relatos alcanza un máximo dificilmente superable. Y el abandono del
entorno ufológico se hace evidente cuando aceptan impasibles relatos de previas
reencarnaciones o de espíritus alienígenas habitando en seres humanos.
Hipótesis explicativas. En los primeros años, cuando el fenómeno
abducción era debatido con un mínimo rigor, los argumentos a favor de su realidad
objetiva se centraban en el análisis de cada caso concreto. Pero cuando los escépticos
(Klass, Roncoroni, Kottmeyer, etc.) empezaron a desmontar rigurosamente algunos
de ellos (Travis Walton, Llanca, Hill, etc.) se abandonó esta táctica y se pasó a señalar
las "importantes" similitudes que mostraban los distintos casos entre sí (aunque lo
más evidente para cualquier lector eran las diferencias). Lo cierto es que, a pesar de
los años transcurridos, no se conoce ningún caso que cuente con testigos
independientes que confirmen al menos parte de lo que se cuenta. De hecho, más
bien al contrario, se conocen varios casos en la literatura ufológica en que testigos
fiables aseguran haber estado junto a los abducidos (dormidos o en trance) mientras
éstos aseguraban encontrarse a bordo de un OVNI (Magee 1978). Y en los supuestos
casos de abducciones múltiples, la concordancia entre los distintos relatos deja
mucho que desear.
Muchos autores siguen insistiendo en el valor corroborativo de una serie de
supuestos detalles, desconocidos para el público en general, y que aparecen
repetidamente en los nuevos relatos. Pero dado que el rango de contenido de las
abducciones ha crecido exponencialmente en los últimos años y gozan de gran
popularidad en todos los medios de comunciación social, resulta dificil no encontrar
paralelismos si se busca con empeño. Y pese a lo que nos cuentan en la serie
televisiva EXPEDIENTE X, ninguna abducción ha sido jamás investigada oficialmente
Diccionario Temático de Ufología 8
por la policia, aunque el escéptico Philip J. Klass ofreció ya en 1987 una recompensa
de 10.000 $ para la primera abducción confirmada por el FBI (como delito federal
que es).
Se apela entonces a argumentos tan inmateriales como que los abducidos no
buscan beneficios materiales (como si no bastasen los emocionales), que sus relatos
presentan genuinas reacciones emotivas (lo que no dice nada sobre la objetividad de
lo ocurrido), que no evidencian rasgos patológicos de personalidad (aspecto muy
discutido, véase más adelante), o que tras lo sucedido experimentan importantes
transformaciones en su forma de vida y creencias (quizá confundiendo causa y
efecto).
Con el paso de los años han ido argumentándose otras supuestas "evidencias".
Comenzaron con las diversas marcas y cicatrices que presentan los abducidos, pero
dado que podrían tener orígenes somáticos (a partir del propio inconsciente del
protagonista) su valor ha sido siempre dudoso. Se pensó luego en los llamados
IMPLANTES (supuestos mecanismos artificiales implantados por los extraterrestres en
distintas partes del cuerpo de sus víctimas). Es cierto que en los ambientes ufológicos
circulan fotos tomadas con rayos X, tomografias computarizadas o resonancias
magnéticas, que parecen mostrar extraños nódulos u objetos en el cuerpo de los
testigos, pero siempre desaparecen justo antes de ser extraídos (los extraterrestres se
han adelantado....). A falta de algo material que analizar, es preferible pensar que se
trata de errores del propio proceso informático que elaboró las imágenes o nódulos
naturales de material biológico generados por el propio organismo. Finalmente se han
llegado a mencionar hasta esos embarazos desaparecidos (v. ECTOGÉNESIS), que sin
embargo jamás han sido confirmados por ningún doctor.
Entre los partidarios de la realidad de las abducciones existen dos tendencias:
a) La primera, agrupada en torno a Hopkins y Jacobs, defiende el carácter
negativo de las abducciones, que consideran un programa de hibridación
interplanetaria donde los extraterrestres utilizan esperma y ovulos humanos para sus
propios fines, indiferentes a las repercusiones sobre sus víctimas humanas.
b) La segunda, liderada por Sprinkle y Mack, insiste en el carácter benéfico de
las abducciones incluso para los propios testigos, ayudándolos en la metamorfosis de
su conciencia humana hacia una conciencia cósmica (sea lo que sea eso). Esta visión
espiritual y mística está ganando adeptos.
En un punto intermedio estaría el PROYECTO DIANA iniciado en España.
Entre los que defienden que las abducciones responden a estímulos
inconscientes, tampoco faltan diversidad de posturas. Comentaremos algunas, por
orden más o menos cronológico de aparición, sin entrar a valorarlas:
a) Los más escépticos apuntaron desde un principio a una mezcla de fraudes y
fabulaciones inconscientes obtenidas bajo hipnosis por investigadores predispuestos.
9 Diccionario Temático de Ufología
Sin embargo, existen bastantes abducciones donde no se ha empleado la hipnosis y
no siempre parece tratarse de fraudes.
b) Lawson (1981) demostró con su estudio sobre abducidos imaginarios que
cualquier persona dispone en su inconsciente de un cúmulo de elementos fácilmente
combinables para obtener un relato de abducción creíble. Por desgracia, dicho
experimento no ha sido repetido y falta un análisis más profundo. Luego el propio
Lawson elaboró una hipótesis explicativa (v. HIPÓTESIS DEL TRAUMA NATAL) mucho
más débil. En esta línea, algunos investigadores llegaron a relacionar la amplitud del
fenómeno con los sentimientos de culpa derivados de la utilización masiva del aborto
legal como sistema de control de natalidad en las sociedades occidentales a partir de
1970.
c) Autores como Hilary Evans (1984) han destacado que algunas características
de las abducciones apuntan a situaciones psicológicas ya conocidas, como la parálisis
nocturna o las VISIONES HIPNAGÓGICAS E HIPNOPÓMPICAS por lo que las abducciones
podrían darse en estados alterados de conciencia causados por simples situaciones de
tensión emocional (fallecimientos, divorcios, operaciones médicas, depresiones, etc.).
d) El investigador australiano Keith Basterfield propuso en 1988 la hipótesis
falsable de que los abducidos presentaban rasgos de lo que médicamente se define
como "personalidad tendente a la fantasia", siendo personas inteligentes y con dotes
artísticas, por lo general. Estudios posteriores parecen haber invalidado parcialmente
dicha hipótesis, aunque habría que seguir profundizando en esta idea.
Algunos autores admiten la posible influencia de estímulos externos naturales:
e) El Dr. Michael Persinger (1990) ha realizado experimentos con voluntarios
que aportaron indicios de que las abducciones puedan deberse a disfunciones del
lóbulo temporal del cerebro, estimuladas por campos electromagnéticos del entorno.
Sin embargo, dichas experiencias están todavía en un estadio muy inicial.
f) La última hipótesis verificable aparecida es la defendida por Albert Budden
(1994-1995) atribuyendo las abducciones (y demasiadas cosas más, como los
poltergeist, etc.) a la polución electromagnética del entorno que se concentraría en
lugares determinados. [50, 116, 117, 131, 146, 153, 154, 161, 176, 195, 199, 200, 203,
219, 242][LG]
BANCHS, Roberto Enrique. (n. City Bell, Argentina, 1952). Cursó estudios
superiores en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Belgrano,
graduándose en Urbanismo y Planeamiento. Doctor en Psicología Social, Máster en
Metodología de la Investigación, Postgraduado en Clínica Sistémica y profesor de
medios audiovisuales aplicados a la enseñanza, ha realizado también estudios de
sociología, biótica y etnología. Interesado por la investigación ufológica desde 1965, fue
fundador y director de CEFAI (Centro de Estudios de Fenómenos Aéreos Inusuales)
de Buenos Aires, desde donde organizó el II Simposio Nacional de Investigaciones
sobre Ovnis (1979). Ha sido igualmente director de la revista Atom, consultor de Ovnis:
Un desafío a la ciencia y asiduo colaborador de revistas como Phénomènes Spatiaux,
STENDEK, Data-Net, The APRO Bulletin o CUADERNOS DE UFOLOGÍA. Aunque
últimamente se ha centrado en el estudio de la cauística de humanoides en la Argentina,
ha abordado las diversas facetas del fenómeno OVNI en sus cinco libros aparecidos
hasta el momento: Fenómenos Aéreos Inusuales (CEFAI, Buenos Aires, 1973), Las evidencias
del fenómeno Ovni (Ed. Rodolfo Alonso, Buenos Aires, 1980), Los Ovnis y sus ocupantes
(Ediciones Tres Tiempos, Buenos Aires, 1991), Ovnis Peregrinos del silencio (CEFAI,
Buenos Aires, 1991) y Fenómenos Aéreos Inusuales: Un enfoque biopsicosocial (Leuka, Buenos
Aires, 1994).
OPINIÓN SOBRE EL FENÓMENO: Los ovnis han devenido en un objeto cultural
producto de la confusión que tiende hacia una construcción colectiva estimulada por
hechos materialmente diferentes.
BLUE BOOK, proyecto (Proyecto Libro Azul). Último y más famoso de los
proyectos de investigación que los militares norteamericanos emprendieron para
conocer si los OVNIs eran o no una amenaza para la seguridad nacional de los EE.UU.
Con el nombramiento de Edward J. Ruppelt como responsable del proyecto
GRUDGE, éste fue reactivado y cambió su nombre en marzo de 1952 por el de proyecto
Blue Book. Bajo su dirección (1952-54) gozó de medios materiales y humanos como
nunca volvería a tener, pero apenas fue capaz de gestionar el gran volumen de informes
que recibía para su análisis. Tras abandonar Ruppelt el proyecto, la investigacion decayó
en una rutina y sus sucesores emprendieron una línea más escéptica que la que había
caracterizado a aquél. Según la historiografía tradicional de la Ufología, el proyecto Blue
Book actuó desde entonces como una excusa de las Fuerzas Aéreas para explicar el
fenómeno OVNI de cualquier manera posible y en función siempre de las necesidades
políticas del Pentágono. En los años sesenta, período que se corresponde
principalmente con la dirección del mayor Héctor Quintanilla (1963-1969), la creciente
popularidad de los OVNIs y las presiones y críticas recibidas por parte de la opinión
pública, la prensa, los políticos y las organizaciones ufológicas privadas motivaron que
los militares solicitasen en 1966 un estudio independiente sobre la cuestión a la
Universidad de Colorado, que puso el encargo bajo la dirección del profesor Edward
Condon. Apoyándose en las conclusiones y recomendaciones del INFORME CONDON,
Diccionario Temático de Ufología 32
las Fuerzas Aéreas dieron por cerrado el proyecto el 17 de diciembre de 1969, al no
estar justificado “ni en la seguridad nacional ni en el interés de la ciencia”. Las
conclusiones del informe final presentado poco después fueron que los OVNIs no
representaban una amenaza para la seguridad nacional y que no existía evidencia de que
“los casos considerados como «no identificados» representen desarrollos tecnológicos
más allá del nivel del conocimiento científico actual”. Los documentos del proyecto
fueron desclasificados y hoy pueden ser consultados en los Archivos Nacionales de
Washington. En el informe estadístico final se recogieron 12.618 casos, de los cuales
701 habían permanecido sin identificar. Con la desaparición del proyecto Blue Book se
esfumó también la implicación oficial de la Fuerzas Aéreas norteamericanas en la
investigación ufológica, pese a la opinión de los sectores “conspiranoicos” de que todo
ello no fue sino una tapadera para el “auténtico” y secreto programa OVNI. [208, 235]
[IC]
C
35 Diccionario Temático de Ufología
CABELLO DE ÁNGEL. Denominación otorgada a las excrecencias
relacionadas con el paso de OVNIs consistentes en finos hilos de apariencia
transparente, de corta vida, que se volatilizan en contacto con el suelo. Con precedentes
de siglos pasados recogidos por Charles Fort, el primer caso moderno se registró en
Depues Ferry (Pennsylvania, EE.UU.) el 10/11/1949. En Europa, Aimé Michel (1963)
recogió las primeras denuncias de tal fenómeno. Estudios relacionados con
APARICIONES MARIANAS, especialmente los realizados por investigadores lusos como
Joaquim Fernandes, ponen de manifiesto que en las apariciones de Fátima este
fenómeno ya estuvo presente, de ahí la denominación hilos de la Virgen que también
reciben. En Jacques Vallée (1967) se documenta este fenómeno en relación al caso
francés de Oloron (17/10/1952), donde la permanencia de estos hilos sobre árboles y
casas se prolongó durante varias horas. Su composición era similar a los silicatos,
haciéndose untuosa al tacto y fácilmente volátil. Su originalidad y el hecho de coincidir
en ocasiones con la presencia de OVNIs en el cielo hizo que el cabello de ángel fuera
considerado una de las evidencias de la realidad material de aquéllos. No obstante,
parece que su origen debe buscarse en las finas hebras que algunos arácnidos producen
para desplazarse volando a grandes distancias, si bien no en todos los casos ha sido
posible hallar arañas entre las muestras recogidas. [162, 110, 250][JR]
CANARIAS, casos de. Las Islas Canarias han poseído tradicionalmente cierta
popularidad ufológica como zona especialmente propicia para la observación de
supuestos fenómenos catalogables como OVNIs. No obstante, esto no pasa de ser una
leyenda o un simple rumor. Entre los casos más relevantes del archipiélago canario
destacan los que a continuación se exponen. Puede encontrarse abundante información
general sobre la casuística canaria en González (1995) y Campo (1996).
El 22 de junio de 1976, a las 22:30 h., se observa desde todas las islas, excepto
Fuerteventura y Lanzarote -las más orientales-, un espectacular fenómeno luminoso
semiesférico que daba la impresión de apoyar su base en el horizonte. Previamente se
vio ascender un punto luminoso que "quedó estático" o girando según algunos
testimonios. Otras versiones hablan de dos formas rojizas que giraban y se movían en
zig-zag, tal y como cita el expediente desclasificado por el Ejército del Aire español. La
diferencia de un testimonio a otro depende, con toda seguridad, del momento en que
fue divisado, en función de la orografía, condiciones meteorológicas, etc. Como es
sabido, el suceso desde el principio adquirió injustificadamente tintes de encuentro
37 Diccionario Temático de Ufología
cercano, al ser centrado en uno solo de los testigos, aquél que ofreció una versión
más subjetiva de lo observado (seres de tres metros en el interior de una esfera,
"misiones elevadas", etc.). Sus características y las circunstancias que rodean el caso
permiten afirmar que se trató de algún tipo de prueba balística o experiencia con
cohetes en aguas internacionales del Atlántico.
El 19 de noviembre de 1976, a las 19:05 h., empezó a divisarse desde diversos
aviones que sobrevolaban terreno peninsular y varias localidades canarias, al igual que
desde algunos barcos cercanos a las islas, un fenómeno de carácter luminoso tan
espectacular como el del día 22 de junio. Comenzó viéndose un punto brillante mayor
que una estrella de 1ª magnitud que, después de efectuar dos o tres giros en espiral,
según uno de los testigos de alta mar, fue agrandándose hasta adquirir un diámetro
aparente de unas dos o tres veces el disco lunar (gigantesco, según algunos testimonios).
En ese momento su forma era semicircular, aparentando tener su base sobre el
horizonte. Su duración puede cifrarse en unos 25 minutos. Fueron recogidos
testimonios desde el espacio aéreo peninsular, concretamente desde diversos aviones
comerciales en vuelo; entre ellos cabe destacar tres Boeings 727: uno de Spantax que
hacía la ruta Santiago de Compostela-Madrid, otro de Iberia en vuelo Málaga-Tenerife,
y un tercero de Air France en la aerovía Casablanca-Agadir. Un cuarto avión también
pudo contemplarlo: un T-12 del 461 Escuadrón en el que viajaba, desde Lanzarote a la
base aérea de Gando, el General de División Carlos Dolz Espejo, a la sazón General
Jefe de la Zona Aérea de Canarias, junto a otros mandos inferiores. Simultáneamente
fue observado desde suelo canario, en concreto desde diferentes localidades de Gran
Canaria y Tenerife. Igualmente fue contemplado por el buque escuela de la Armada
española Juan Sebastián Elcano cuando se encontraba al oeste de Lanzarote en viaje de
maniobras desde Cádiz a Las Palmas. Los testigos militares que viajaban en el T-12
afirmaron que el gran semicírculo tenía unos recuadros rectangulares de color verde
botella en su centro geométrico. La dirección de observación, como en el resto de casos
similares, fue oeste. La explicación más plausible parece ser algún tipo de experiencia
con cohetes en el Atlántico.
La más conocida de las observaciones canarias es la de 5 de marzo de 1979. Se
inició aproximadamente a las 18:30 h. con unas líneas serpenteantes de diversos
colores; "un extraño atardecer", señaló el juez informador del Ejército del Aire en el
informe final desclasificado por el Mando Operativo Aéreo. Posteriormente es vista
ascender una estela de color blanco-amarillento que comienza a expanderse
enormemente hasta que, de forma paulatina, ya totalmente de noche a ras de suelo, se
diluye y desaparece; en ese momento vuelven a verse líneas semejantes a las del
principio. Todas las islas canarias pudieron contemplar el espectáculo luminoso a la
misma hora -centrándose su fase más espectacular alrededor de las 20:05 h.- y en la
misma dirección, aproximadamente oeste. La hipótesis más realista para explicar el
fenómeno luminoso es que se trató de una prueba con misiles o cohetes en el Atlántico,
Diccionario Temático de Ufología 38
a centenares de kilómetros al oeste de las islas (v. INGENIOS ASTRONÁUTICOS).[46, 56,
99][RC]
CICLO BIENAL. Según algunos autores, período de dos años y dos meses
(equivalente al intervalo entre dos oposiciones de MARTE) que mediaría entre las
sucesivas OLEADAS de avistamientos OVNI.
El descubrimiento del ciclo bienal fue fruto, por una parte, de los primeros
estudios estadísticos sobre la casuística ufológica y, por otro, de la creencia en el origen
marciano de los platillos volantes, que había sido propuesto por DONALD E. KEYHOE
en 1949 al mismo tiempo que la HIPÓTESIS EXTRATERRESTRE. Históricamente le
corresponde a ÓSCAR REY BREA el hallazgo de esta correlación (expuesta por primera
vez en un artículo aparecido en el periódico Pueblo de 9/04/1954), si bien fue también
hallada de forma independiente por EDUARDO BUELTA, quien la presentó en su libro
Astronaves sobre la Tierra (Ed. Oromí, Barcelona, 1955) y la fue desarrollando en artículos
posteriores. Otros autores europeos como AIMÉ MICHEL en 1954 y JACQUES VALLÉE
(1967) apoyaron en su momento estas mismas ideas.
Según Buelta, la coincidencia de las oleadas con las oposiciones de Marte
(cuando el Planeta Rojo se encuentra más próximo a la Tierra) era causada por los
viajes de exploración de los marcianos a nuestro mundo, opinión que se veía reforzada
por el llamado “desplazamiento hacia el Este” de las mismas, tal como se había
comprobado en las oleadas de 1950 (costa del Pacífico), 1952 (costa occidental de
EE.UU.), 1954 (Francia e Italia) y 1956 (Asia). Siguiendo estas pautas, Buelta predijo
(Boletín del CEI nº 1, enero 1959) una nueva tanda de avistamientos para febrero de
1959 en Australia y Filipinas, cosa que de acuerdo al propio CEI (Boletín nº 6, junio
1959) se habría visto más tarde confirmado por una masiva presencia de OVNIs en
45 Diccionario Temático de Ufología
esos países. Buelta aún pronosticó una última oleada para 1961 en el Pacífico, la que
debería cerrar el ciclo exploratorio extraterrestre tras dar la vuelta al mundo; pero en el
nº 9 del Boletín (octubre de 1961) el propio autor reconoció el fracaso de su predicción.
Pese a que incluso en tiempos recientes han existido intentos de resucitar la
validez del ciclo bienal (o de su mitad, 13 meses: v. Ritrovato, 1995), lo cierto es que no
existen datos empíricos que actualmente lo avalen ni pueden considerarse fiables los
análisis estadísticos que en su momento permitieron deducir esta suposición. No
obstante, como ha afirmado ARES DE BLAS, las tesis marcianas de Buelta, Rey Brea y
otros tuvieron el mérito de ser al menos falsables (verificables), característica que no
poseen ni la HET en general ni muchas otras hipótesis explicativas que posteriormente
han formulado los ufólogos. [55, 201, 250][MM]
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Correo electrónico:
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Diccionario Temático de Ufología 50
tema del secuestro y posterior control mental de los abducidos mediante sofisticadas
tecnologías. Los excesos cometidos y la decadencia de los principios ideológicos que lo
sustentaban acabaron con este estilo de producciones, que pese a todo fue cultivado
todavía en los años sesenta en una serie de delirantes películas japonesas (Invasión
extraterrestre, 1968) y resucitó en los noventa (Independence Day y Mars Attacks!, 1996).
Otra tendencia, que aún pervive, obviaba el problema logístico de la invasión y
se centraba en el aspecto repulsivo y amenazador de los visitantes de otros planetas. Su
cultivo arranca también de los años cincuenta (The Blob, 1958 y 1988), pero eclosionó
definitivamente a partir de Alien (1979) de Ridley Scott y sus secuelas (Aliens, 1986,
Alien 3, 1992 y Alien Resurrección, 1997). Filmes como Inseminoid (1980), Xtro (1982),
Hidden (1987), Depredador (1987) y Species (1995) nos fueron describiendo los aspectos
más íntimos de la biología alienígena, aproximando, a veces más de lo deseable, el cine
de ciencia-ficción al de terror "gore".
EXTRATERRESTRES EN LA TELEVISIÓN
Con posterioridad otros autores han hablado de Discos nocturnos y de casos Sólo
radar (Radar-only), cuando no existe comprobación visual de lo apreciado por este
instrumento.
Los encuentros cercanos, por su parte, se clasificaban de la siguiente manera:
CSICOP. Siglas de Committe for the Scientific Investigations of Claims of the Paranormal,
que en castellano podría traducirse como "Comité para la Investigación Científica de
los Supuestos Hechos Paranormales". Constituido el 1 de mayo de 1976 durante el
encuentro anual de la American Humanist Association (Asociación Humanística
Americana) dedicado en aquella ocasión a "El nuevo irracionalismo: anticiencia y
pseudociencia", sus objetivos declarados son: 1) coordinar grupos de personas
interesadas en el examen crítico de supuestas pruebas de lo paranormal y otros
fenómenos en los márgenes de la ciencia, así como contribuir a la educación de los
consumidores; 2) preparar bibliografías de material publicado donde se examinen
detalladamente estas cuestiones; 3) incentivar la investigación objetiva e imparcial en las
áreas que se necesite; 4) organizar conferencias y encuentros; 5) publicar artículos que
examinen las pruebas de lo paranormal; 6) no rechazar las pruebas de una forma
apriorística, antes de investigarlas, sino examinarlas objetiva y cuidadosamente.
Para ello cuenta con un amplio panel de miembros y consultores técnicos o
científicos de la talla de Isaac Asimov (†), Martin Gardner, Murray Gell-Mann, Stephen
J. Gould, Marvin Minsky, Carl Sagan (†), Steven Weinberg, etc., siendo su presidente-
fundador el filósofo Paul Kurtz. En su seno funcionan cinco subcomités: Astrología,
Comunicación Electrónica, Salud, Parapsicología y OVNIs.
Durante sus casi 20 años de existencia, el CSICOP se ha visto envuelto en
muchas controversias: desde el "efecto Marte" en Astrología hasta el "Experimento
Alfa" y los enfrentamientos legales de Uri Geller con James Randi en Parapsicología.
Dentro de la Ufología destacan los trabajos de PHILIP KLASS para desenmascarar el
fraude de MAJESTIC 12 y los debates sobre el síndrome de FALSO RECUERDO y su
relación con ABDUCCIONES, o el caso ROSWELL.
En la actualidad sus actividades se extienden desde EE.UU. a 28 países de todo
el mundo, donde existen organizaciones con fines similares pero con carácter
autónomo e independiente (v. ESCEPTICISMO y ARP). Desde 1983 el CSICOP organiza
una conferencia anual itinerante en distintas ciudades de los EE.UU. y recientemente
ha inaugurado su cuartel general y biblioteca con más de 50.000 volúmenes en la ciudad
de Amherst (Nueva York).
Su órgano oficial de difusión, el Skeptical Inquirer, se empezó a publicar
semestralmente a finales de 1976 bajo el nombre de The Zetetic, para adoptar su
denominación actual en el tercer número. Desde enero de 1995 es una publicación
bimestral de unas 65 páginas en inglés. Dirección: CSICOP/SKEPTICAL
INQUIRER, Box 703, Amherst, NY 14226-0703 USA. En Internet: http:
//www.csicop.org [LG]
65 Diccionario Temático de Ufología
CUADERNOS DE UFOLOGÍA (CdU.). Publicación especializada fundada
en marzo de 1983 por JOSÉ RUESGA MONTIEL en Sevilla. En su primera época se
publicaron 17 números de aparición trimestral. Desde 1987 JULIO ARCAS GILARDI y
Matilde González García, antiguos miembros del CIOVE de Santander, refuerzan la
línea editorial, pasando a ser una revista con formato de libro, de 106 páginas y una
muy cuidada presentación.
Actualmente ha alcanzado una importante proyección internacional que le ha
valido estar considerada como una de las tres mejores revistas especializadas en
Ufología del mundo. La postura editorial, si bien crítica, ha mantenido un equilibrio
entre tendencias irreconciliables que le ha valido la denominación de "la línea de
enmedio". Sus contenidos se han destacado por los amplios dossieres que a lo largo de
sus 20 números editados en su segunda época han abordado temas como las
ABDUCCIONES, UMMO, las tesis psicosociales, la ufología andaluza, los OVNIs en la
CEI, las observaciones de pilotos, etcétera. La labor editorial de CdU. se ha
complementado con la edición de una monografía con trabajos del Dr. WILLY SMITH y
MANUEL BORRAZ AYMERICH (1992), así como con el libro Entre ufólogos, creyentes y
contactados. Una historia social de los OVNIs en España del antropólogo IGNACIO CABRIA
GARCÍA (1993). En 1997 se inició la tercera época de la revista, ya como órgano de
difusión de la FUNDACIÓN ANOMALÍA.
CdU. ha organizado eventos públicos divulgativos como OVNIs: Experiencias y
análisis (diciembre 1990) y Jornadas Internacionales (octubre 1991), ambos en Santander.
Desde 1991 los miembros de su staff se han reunido anualmente, dando origen en 1994
al denominado Colectivo Cuadernos, impulsor de la FUNDACIÓN ANOMALÍA.
Dirección: Apartado de correos 5.041, 39080-Santander (España).[JR]
CUFOS (J. Allen Hynek Center for UFO Studies). Centro ufológico
estadounidense creado en 1973 por JOSEF ALLEN HYNEK y Sherman J. Larsen a partir
de un pequeño grupo, el PEG (Public Education Group), que éste había fundado poco
antes. Tuvo su sede inicialmente en el domicilio de Hynek en Evanston (Illinois), desde
donde se editó el llamado CUFOS News Bulletin, de irregular periodicidad. A fin de
relanzar la publicación y el propio centro, se contrató a ALLAN HENDRY como
investigador con dedicación exclusiva y editor del International UFO Reporter (IUR) -la
nueva revista del CUFOS a partir de noviembre de 1976-, centrada en la casuística
investigada por el propio grupo, que contaba para estos menesteres con una línea
telefónica de 24 horas diarias y conexión directa con las autoridades. A finales de los
setenta aparecieron igualmente tres números del Journal of UFO Studies, más orientada
hacia el análisis científico del fenómeno, y una serie de monografías sobre efectos
electromagnéticos de los OVNIs, encuentros cercanos de tercer tipo y otras materias.
Al concluir la década de los setenta, la disminución del número de avistamientos
y del interés popular por el tema acarrearon problemas económicos al CUFOS, que se
vio imposibilitado para seguir pagando el sueldo de Hendry. Con la retirada de éste por
motivos laborales e ideológicos (The UFO Handbook apareció en 1979), el grupo se
mantuvo gracias a la fama de Hynek, quien a principios de 1985 nombró a JEROME
CLARK nuevo editor del IUR, con lo cual la publicación ganó en amplitud temática y en
número de suscriptores, sobre todo a partir de la reactivación del tema OVNI a finales
de los ochenta.
En 1985 el CUFOS se instaló en Glenview (Illinois), y poco después, tras la
muerte de Hynek en 1986, Mark Rodeghier asumió la presidencia por expresa voluntad
de aquél. La organización fue rebautizada como “J. Allen Hynek Center of UFO
Studies”, aunque se conservaron las mismas siglas. Con el aumento de sus fondos
documentales causado por la recuperación de los archivos del NICAP, el centro
estableció su nueva sede en Chicago, desde donde -bajo la dirección del profesor
Michael D. Swords- se reinició en 1989 la publicación del Journal of UFO Studies, con
carácter de anuario y un claro afán de rigor científico. Dirección: 2457 West Peterson
Avenue; Chicago, Illinois 60659. En Internet: http: // www.cufos.org [MM]
DÄNIKEN, Erich Anton von (n. Zofingen, 1935). Escritor suizo de gran
popularidad en los años setenta. Dedicado profesionalmente a la hostelería, abandonó
esta ocupación para exponer en numerosos libros sus tesis sobre los ASTRONAUTAS DE
LA ANTIGÜEDAD, llegando a crear escuela y a convertirse en la máxima figura mundial
de la llamada astroarqueología. Prolífico escritor y conferenciante, destacan entre sus
libros Recuerdos del futuro (1968, trad. española de 1970), Regreso a las estrellas -escrito en la
cárcel por problemas fiscales- (1970, trad. de 1971), El oro de los dioses (1972, trad. de
1974), y una curiosa incursión en el tema de las apariciones marianas: Las apariciones
(1974, trad. de 1975). En 1973 fundó la Ancient Astronaut Society, entidad dedicada al
estudio y divulgación de la supuesta presencia de extraterrestres en épocas pretéritas.
Pese a lo descabellado de sus ideas y a que éstas fueron rápidamente olvidadas al pasar
la moda editorial que las aupó a la fama, todavía se mantenía activo a finales de los años
ochenta con obras como Todos somos hijos de Dios (1988) y Los ojos de la esfinge (1990).
OPINIÓN SOBRE EL FENÓMENO (adaptada de Ronald D. Story (ed.), 1980: The
Encyclopedia of UFOs): ”Hoy soy de la opinión de que de hecho existe algo que llamamos
OVNIs. Estoy convencido de que en ocasiones suceden a nuestro alrededor cosas
extrañas para las que de momento no tenemos ninguna explicación razonable. Pero no
me pregunten qué son los OVNIs. Simplemente no lo sé. Considerando que el
problema de los OVNIs ha cautivado a tan gran número de personas, pienso que
debería ser investigado científicamente. Sin detenernos demasiado en si efectivamente
hay o no OVNIs. Quizás la respuesta se encuentre en la psicología o en algún lugar del
cerebro humano.”