La Cruz y El Dragón - George R. R Martin

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Una de las indiscutibles nuevas luminarias de la ciencia ficcin. Luego de la notable
novela Muerte de la luz, y de la interesante coleccin de relatos Una cancin para
Lya, George R. R. Martin (1948) no ha parado de ganar premios. La cruz y el
dragn se interna en la espesura de la especulacin antropolgica y se enfrenta al
temible monstruo de la mutacin religiosa.
Se trata de un relato preciosista en el que se nos describe un grupo de conspiradores
encargados de inventarse religiones a lo largo y ancho de la historia y de la galaxia,
con supuestas finalidades de estabilidad social y de la lucha de un Inquisidor
neocatlico que se topa contra este hecho, cosa que le lleva a perder la fe.

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George R. R. Martin

La cruz y el dragn
ePUB v1.0
Halfinito15.04.12

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Ttulo Original: The Way of Cross and Dragon


Traduccin: Norma Nlida Dangla
Ao publicacin: Agosto 1984
Tema: Ciencia ficcin, Relato

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La cruz y el dragn
Es una hereja me dijo. Las aguas salobres de la piscina se agitaron suavemente.
Otra ms? Respond con cansancio. Hay tantas hoy en da.
Mi Seor Comandante no se sinti complacido por el comentario. Cambi de posicin
pesadamente, agitando la superficie de la piscina. Una onda rompi contra el borde, baando los
azulejos de la cmara de recepcin. Mis botas volvieron a empaparse. Lo acept con filosofa;
me haba puesto mis peores botas, consciente de que el mojarme los pies era una de las
consecuencias inevitables de visitar a Torgathon Nueve-Klariis Tn, el mayor de los ka-Thane, y
tambin Arzobispo de Vess, Santsimo Padre de los Cuatro Juramentos, Gran Inquisidor de la
Orden Militante de los Caballeros de Jesucristo y consejero de Su Santidad el Papa Daryn XXI
de Nueva Roma.
Aunque existan tantas herejas como estrellas hay en los cielos, Padre, ninguna de ellas deja de
ser peligrosa dijo el arzobispo con solemnidad. Como Caballeros de Cristo, nuestro sagrado
deber es luchar contra todas y cada una. Y debo agregar que esta hereja es particularmente
maligna.
S, Seor Comandante repliqu. No pretend desestimarla; le ofrezco mis disculpas. La
misin a Finnegan fue agotadora. Haba esperado tener una licencia; necesito descanso, un
tiempo para meditar y recobrarme.
Descanso? El arzobispo volvi a moverse en la piscina, apenas un estremecimiento de su
inmenso cuerpo, pero bast para enviar una nueva ola de agua sobre el piso. Los ojos negros, sin
pupila, parpadearon al mirarme. No, Padre, me temo que eso est fuera de discusin. Su
habilidad y experiencia son vitales para esta nueva misin. La voz de bajo profundo se suaviz
un poco. No he tenido tiempo de revisar su informe sobre Finnegan dijo. Cmo le fue?
Muy mal le dije aunque creo que al fin prevaleceremos: la Iglesia es poderosa en
Finnegan. Cuando nuestros intentos de reconciliacin fueron rechazados, deposit unos cuantos
estndards en las manos correctas y pudimos clausurar las imprentas y estaciones de radio de los
herejes. Nuestros amigos tambin se aseguraron de que sus acciones legales no prosperaran.
Eso no es mal exclam el arzobispo. Ha ganado una victoria importante para el Seor y la
Iglesia.
Hubo revueltas, Seor Comandante dijo. Murieron ms de cien herejes y una docena de
los nuestros. Temo que haya ms violencia antes de que todo termine. Si nuestros sacerdotes se
atreven a entrar en la ciudad donde se desarroll la hereja, los atacan. Los lderes arriesgan su
vida si abandonan la ciudad. Haba esperado evitar el odio y el derramamiento de sangre.
Loable, pero poco realista dijo el arzobispo Torgathon. Volvi a parpadear y record que el
parpadear es un signo de impaciencia entre los de su raza. A veces debe derramarse sangre de
mrtires, y de herejes tambin. Qu importancia tiene que un ser pierda la vida si salva su alma?
Es verdad concord. A pesar de su impaciencia, Torgathon se pasara toda una hora
sermonendome si se lo permita. La posibilidad me horroriz. La cmara de recepcin no estaba
diseada para confort de los seres humanos y no quera permanecer all ms de lo necesario. Las
paredes estaban mojadas y mohosas, el aire caliente, hmedo y cargado con el caracterstico olor
a manteca rancia propio de los ka-Thane. El collar de mi sotana me estaba despellejando la nuca,
transpiraba como loco, tena los pies empapados y se me empezaba a revolver el estmago.
Prosegu, pues, con el asunto principal. Dice usted que esta nueva hereja es especialmente
maligna, Seor Comandante?
Lo es respondi.
Dnde comenz?
En Arion, un mundo a unas tres semanas de distancia de Vess. Un mundo enteramente
humano. No puedo entender por qu ustedes, los humanos, se corrompen con tanta facilidad.
Una vez que ka-Thane ha alcanzado la fe, jams la abandonar.
Eso es bien sabido repliqu cortsmente. No mencion que el nmero de ka-Thane que
alcanzaban la fe era insignificante. Eran unos seres lentos, solemnes y la gran mayora no
demostraba inters alguno en aprender otras costumbres que las propias o seguir un credo

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diferente de su antigua religin. Torgathon Nueve-Klariis Tn era una anomala. Figur en los
primeros conversos, casi dos siglos atrs, cuando el Papa Vidas L decret que los no-humanos
podan servir como religiosos. Dada su larga vida y la certeza de hierro de sus creencias, no era
extrao que Torgathon hubiera alcanzado el puesto que ocupaba, a pesar del hecho de que menos
de un millar de los de su raza lo haba seguido a la Iglesia. Todava le quedaba un siglo de vida.
No me caba duda de que algn da llegara a ser Torgathon Cardenal Tn, si aplastaba las
suficientes herejas. Los tiempos lo permitan.
Tenemos una mnima influencia sobre Arion me estaba diciendo el arzobispo. Mova los
brazos mientras hablaba, cuatro pesados garrotes de carne moteada gris-verdosa batiendo el
agua, y las cilias blanquecinas que rodeaban el agujero de respiracin vibraban con cada
palabra. Unos cuantos sacerdotes, unas cuantas iglesias, algunos creyentes, pero carecemos de
poder. Los herejes ya nos han sobrepasado en nmero en ese mundo. Confo en su intelecto, en
su astucia: transforme esta calamidad en una oportunidad. Esta hereja es tan evidentemente falsa
que no ser difcil desprestigiarla. En ese caso tal vez algunos de los engaados regresen al buen
camino.
Cierto dije. Y cul es la naturaleza de la hereja? Qu debo desprestigiar? Como
triste indicacin de mi poca fe, debo agregar que en realidad no me importaba. He tratado con
tantas herejas, que sus creencias y dudas resuenan en mi cabeza y turban mis sueos. Cmo
puedo estar seguro de mi propia fe? El edicto que admita a Torgathon en la Iglesia haba
provocado que media docena de mundos repudiaran al Obispo de Nueva Roma, y aquellos que
haban elegido ese camino veran seguramente como una horrible hereja el creciente poder del
macizo extraterrestre desnudo (excepto por su collar de clrigo), que flotaba ante m y blanda la
autoridad de la Iglesia con sus cuatro enormes manos palmeadas. El Cristianismo es la religin
humana ms difundida, pero eso no significa demasiado. Los no cristianos nos sobrepasan cinco
a uno y existen ms de setecientas sectas cristianas, algunas casi tan populosas como la nica
Verdadera Iglesia Catlica Interestelar de la Tierra y los Mil Mundos. Incluso el mismo Daryn
XXI, aunque poderoso, es slo uno de los siete con derecho a reclamar el ttulo de Papa. Mi
propia fe haba sido poderosa en otros tiempos, pero me he movido durante tanto tiempo entre
herejes y no creyentes que ni siquiera las plegarias ahuyentan mis dudas. As que no sent horror
sino ms bien un sbito inters intelectual cuando el arzobispo me explic la naturaleza de la
hereja de Arion.
Han hecho un Santo me dijo, de Judas Iscariote.
Como miembro ms antiguo de los Caballeros Inquisidores, comando mi propio navo, al que he
bautizado La verdad de Cristo. Antes de que la nave me fuera asignada, se llamaba Santo
Toms, por el apstol; pero yo cre que un santo notorio por sus muchas dudas no era el patrono
ms apropiado para una espacionave enrolada en la lucha contra la hereja. Yo careca de tareas a
bordo de la Verdad, pues estaba tripulada por seis hermanos y hermanas de la Orden de SanCristbal-El-Que-Viaja-Lejos y capitaneada por una joven que contrat, arrebatndosela a un
mercader.
Por lo tanto pude dedicar las tres semanas de viaje desde Vess a Arion a estudiar la Biblia
hertica, cuya copia me entregara el asesor administrativo del arzobispo. Era un hermoso
volumen, grueso, pesado, forrado en cuero oscuro, con las pginas bordeadas de ptina dorada y
esplndidas ilustraciones interiores a todo color con diseos hologrficos. Un trabajo notable
evidentemente realizado por alguien que amaba el arte casi olvidado de la edicin artesanal. Los
cuadros reproducidos en el interior cuyos originales se hallaban en las paredes de la Casa de
Judas en Arion, supongo eran obras maestras, aunque blasfemos; con una calidad artstica que
no desmereca la de los Tammerwens y RoHallidays que adornan la Gran Catedral de San Juan
en Nueva Roma.
En la cartula, el imprimtur del libro indicaba que haba sido aprobado por Lukyan Judasson,
Primer Acadmico de la Orden de San Judas Iscariote.
Se llamaba El Camino de la Cruz y el Dragn.
Lo le mientras La Verdad de Cristo se deslizaba entre las estrellas; al principio tom

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abundantes notas para entender mejor la hereja que deba combatir, pero ms tarde me dej
sencillamente absorber por la historia extraa, grotesca y retorcida que narraba. Las palabras del
texto posean pasin, fuerza y poesa.
Y as me encontr por primera vez con la figura sorprendente de San Judas Iscariote, un ser
humano complejo, ambicioso, contradictorio y por encima de todo, extraordinario.
Naci de una prostituta en la vieja y fabulosa ciudad-estado de Babilonia el mismo da que el
Salvador naci en Beln, y pas su niez entre callejones y albaales, vendiendo su cuerpo
cuando fue necesario y viviendo de las prostitutas al hacerse mayor. De joven, comenz a
experimentar con la magia negra y antes de los veinte ya era un hbil nigromante. Fue entonces
que se convirti en Judas, el Domador de Dragones, el primer y nico hombre que dobleg a su
voluntad a la ms terrible de las criaturas divinas: el enorme dragn alado de la Vieja Tierra. El
libro tena una maravillosa pintura de Judas en una inmensa y lbrega caverna, con los ojos
llameantes mientras blanda un ltigo ardiente para mantener a distancia a un dragn verdedorado del tamao de una montaa; una canasta tejida le colgaba del brazo, y la tapa abierta a
medias permita apreciar las diminutas cabezas escamosas de tres pichones de dragn.
Un cuarto beb dragn le trepaba por la manga. Ese fue el primer captulo de su vida.
En el segundo, era Judas el Conquistador, Judas el Rey-Dragn, Judas de Babilonia, el Gran
Usurpador. Montado en el mayor de sus dragones, con una corona de hierro en la cabeza y una
espada en la mano, hizo de Babilonia la capital del imperio ms grande que jams conociera la
Vieja Tierra, un reino que se extenda de Espaa hasta la India.
Gobernaba desde un trono con forma de dragn rodeado por los Jardines Colgantes que haba
hecho construir, y all se hallaba sentado cuando juzg a Jess de Nazareth, el problemtico
profeta que haban arrastrado a su presencia maniatado y sangrante.
Judas no era un hombre paciente, e hizo sangrar mucho ms a Jess antes de terminar con El. Y
cuando Jess se neg a responder a sus preguntas, Judas, con desprecio, lo hizo arrojar
nuevamente a las calles. Pero primero Judas orden a sus guardias que cercenaran las piernas de
Cristo. Curandero dijo. Crate a ti mismo.
Entonces le lleg el Arrepentimiento, las visiones en la noche; y Judas Iscariote renunci a su
corona, a las artes mgicas y a sus riquezas para seguir al hombre al que haba lisiado.
Despreciado y escarnecido por aquellos que alguna vez tiraniz, Judas se transform en las
Piernas del Seor, y durante un ao carg a Jess en su espalda llevndolo por todos los rincones
del reino que una vez haba gobernado.
Cuando Jess al fin se cur a s mismo, Judas camin a su lado y desde ese momento se
transform en el fiel amigo y consejero de Jess, el primero y principal de los Doce.
Finalmente, Jess le dio a Judas el don de las lenguas, llam y santific a los dragones que Judas
haba expulsado, y envi a su discpulo en una misin solitaria a travs del ocano para llevar
Mi Palabra adonde Yo no puedo llegar.
Lleg un da en que el sol se oscureci a medioda y el suelo tembl, y Judas hizo girar a los
dragones sobre las poderosas alas y vol de regreso por encima de los mares furiosos. Pero
cuando lleg a la ciudad de Jerusaln, hall a Cristo muerto en la cruz.
En ese momento su fe tambale y durante los tres das siguientes la Gran Ira de Judas fue como
una tempestad a travs del mundo antiguo. Sus dragones arrasaron el Templo de Jerusaln y
expulsaron a la gente de la ciudad y tambin atacaron los grandes centros de poder en Roma y
Babilonia. Cuando hall a los Once restantes y los interrog y supo cmo el llamado SimnPedro habla traicionado tres veces al Seor, lo estrangul con sus propias manos y aliment con
su cuerpo a los dragones. Y despus envi a esos dragones para que iniciaran incendios en todo
el mundo, a modo de piras funerarias para Jess de Nazareth.
Y Jess resucit al tercer da, y Judas llor, pero sus lgrimas no lograron conmover la ira de
Cristo, porque en su furia asesina haba traicionado todas las enseanzas del Seor.
As que Jess hizo regresar a los dragones y apag los fuegos en todas partes. De sus vientres
hizo salir a Pedro y le devolvi la vida y le dio dominio sobre toda la Santa Iglesia.
Despus los dragones murieron, todos los dragones en todos los rincones del mundo, porque eran

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la viva ensea del poder y la sabidura de Judas Iscariote, que haba pecado tanto. Y El le quit el
don de las lenguas y el poder de curar, e incluso la vista, porque Judas haba actuado como un
hombre ciego (haba una hermosa pintura de Judas ciego llorando amargamente sobre los
cuerpos de los dragones). Y El le dijo a Judas que por milenios sera recordado slo como el
Traidor, y las gentes maldeciran su nombre y todo lo que haba hecho sera borrado y olvidado.
Pero entonces Cristo, porque Judas lo haba amado tanto, le otorg un don: la vida eterna, para
que pudiera viajar, meditar sobre sus pecados, al fin ser perdonado y recin entonces, dejar de
existir.
Y ese fue el comienzo del ltimo captulo en la vida de Judas Iscariote, un captulo muy largo. El
que una vez fuera Rey-Dragn y amigo de Cristo, ahora era tan slo un viajero ciego, exiliado y
sin amigos, vagando por los fros caminos de la Tierra, viviendo incluso cuando las ciudades y
las gentes y las cosas que haba conocido ya haban muerto. Y Pedro, el primer Papa y su eterno
enemigo, difundi a lo largo y ancho del mundo la historia de cmo Judas haba vendido a Cristo
por treinta monedas de plata, desprestigindolo de tal manera, que Judas no se atrevi a volver a
usar su verdadero nombre. Por un tiempo se llam a s mismo el Judo Errante, y despus de
muchos otros modos ms.
Vivi ms de mil aos, lleg a ser un sacerdote y un curandero y un amigo de los animales, y fue
cazado y perseguido cuando la Iglesia fundada por Pedro se volvi abotagada y corrupta. Pero
haba vivido muchsimo tiempo y por fin alcanz la sabidura y un gran sentimiento de paz.
Finalmente Jess vino a l mientras yaca en su largamente postergado lecho de muerte; y se
reconciliaron y Judas llor una vez ms. Y antes de que muriera, Cristo le prometi que El
permitira a unos pocos recordar quin y qu haba sido Judas; y que con el paso de los siglos, las
nuevas se difundiran hasta que finalmente la Mentira de Pedro fuese destruida y olvidada.
Tal era la vida de San Judas Iscariote, narrada en El Camino de la Cruz y el Dragn.
All figuraban tambin sus enseanzas y los libros apcrifos que supuestamente haba escrito.
Cuando cerr el volumen, se lo prest a Arla-k-Bau, capitana de La Verdad de Cristo.
Aria era una mujer delgada, pragmtica, que no profesaba ninguna fe en particular, aunque yo
valoraba sus opiniones. Los otros miembros de la tripulacin, los buenos hermanos y hermanas
de San Cristbal, slo haran eco al horror religioso del arzobispo.
Interesante dijo Aria cuando me devolvi el libro.
Me re entre dientes.
Eso es todo?
Se encogi de hombros.
En conjunto resulta una historia agradable. Ms fcil de leer que tu Biblia, Damin, y tambin
ms dramtica.
Es verdad admit. Pero es absurda. Una maraa increble de doctrina, escritos apcrifos,
mitologa, y supersticin. Entretenida, si, sin lugar a dudas. Imaginativa, incluso atrevida. Pero
ridcula, no te parece? Cmo podemos creer en dragones? En Cristo sin piernas? En Pedro
recompuesto de sus pedazos despus de haber sido devorado por cuatro monstruos?
La sonrisa de Aria era burlona.
Acaso es ms tonto que creer en el agua transformndose en vino, o Cristo caminando sobre
las aguas, o un hombre viviendo en el estmago de una ballena?
Aria se diverta desafindome. Fue un escndalo cuando seleccion a un no creyente como
capitn, pero era muy buena en su trabajo y me gustaba tenerla a mi alrededor para que me
mantuviera con todos los sentidos alertas. Aria posea una mente magnfica, y yo valoraba la
inteligencia mucho ms que la obediencia ciega. Tal vez, en m, eso representaba un pecado.
Hay una diferencia dije.
La hay? respondi, cortante. Saba ver detrs de mis mscaras. Oh, Damin, admtelo.
El libro te agrad.
Me aclar la garganta.
Despert mi inters tuve que aceptar. Tena que justificarme ante mi mismo. Sabes bien
la clase de material con el que lidio normalmente. Leves y aburridas desviaciones doctrinales,

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oscuras sutilezas teolgicas llevadas ms all de toda proporcin, obvias maniobras polticas
emprendidas para establecer a un ambicioso obispo planetario como nuevo Santo Padre, o para
obtener alguna que otra concesin de Nueva Roma o de Vess. La guerra es interminable, pero las
batallas son sucias y aburridas. Me agotan, tanto espiritual, como emocional y psquicamente.
Despus me siento exhausto y culpable. Di un golpecito sobre la cubierta de cuero del libro.
Esto es diferente. La hereja debe ser aplastada, por supuesto, pero admito que anso enfrentarme
con este Lukyan Judasson.
Los trabajos artsticos tambin son adorables dijo Aria, hojeando las pginas de El Camino
de la Cruz y el Dragn y detenindose para estudiar una reproduccin especialmente llamativa.
Creo que era la de Judas llorando sobre sus dragones. Me hizo sonrer el pensar que la haba
impactado tanto como a m. Pero entonces frunc el ceo: ese fue el primer indicio de las
dificultades que me acechaban.
Y as fue cmo La verdad de Cristo lleg a la ciudad de porcelana de Ammadon, en el planeta
Arion, donde haba sentado sus cuarteles la Orden de San Judas Iscariote.
Arion era un mundo agradable y gentil, habitado desde haca tres siglos. Tena una poblacin de
menos de nueve millones; Ammadon, la nica verdadera ciudad, era el hogar de dos de esos
millones. El nivel tecnolgico era bastante alto, basado principalmente en las importaciones.
Arion posea muy pocas industrias y no era un mundo afecto a las innovaciones, excepto tal vez
por sus actividades artsticas. Las artes eran muy importantes, florecientes y vitales. La libertad
de cultos era un precepto bsico de la comunidad, pero Arion no era exactamente un planeta
religioso, y la mayora de los habitantes vivan plcidas vidas seglares. La religin ms popular
era el Esteticismo, que no es precisamente una religin. Haba tambin Taostas, Enkanistas,
Antiguos Cristianos Verdaderos, e Hijos del Soador as como una docena o ms de sectas
menores.
Y finalmente haba nueve iglesias de la nica Verdadera Fe Catlica Interestelar.
Haba habido doce.
Las tres que faltaban eran ahora casas dedicadas a la Fe que estaba creciendo con mayor rapidez
en Arion, la Qrden de San Judas Iscariote, que tambin haba erigido una docena de nuevas
iglesias propias.
El obispo de Arion era un hombre oscuro y severo, de cortos cabellos negros, que no demostraba
sentirse muy feliz de verme. Damin Har Veris! Exclam asombrado cuando aparec en su
residencia. Hemos odo hablar de usted, por supuesto, pero jams se me ocurri que lo
conocera o lo tendra como husped. Contamos con muy pocos fieles en este planeta
Y cada vez son menos dije. Un asunto que preocupa al Seor Comandante, el Arzobispo
Torgathon. Aparentemente, usted no est tan preocupado, Excelencia, ya que no consider
adecuado informar sobre las actividades de esta secta de adoradores de Judas.
Se sinti ofendido ante mi reprimenda, pero se trag la ira con rapidez: hasta un obispo tiene
motivos para temer a un Caballero Inquisidor.
Estamos preocupados, por supuesto dijo. Hacemos lo que podemos para combatir la
hereja. Si usted puede brindarnos consejos que nos ayuden, los escuchar agradecido.
Soy un Inquisidor de la Orden Militante de los Caballeros de Jesucristo le respond
bruscamente. No doy consejos, Excelencia. Yo acto. Por eso fui enviado a Arion, y eso es lo
que har. Ahora, dgame todo lo que sabe sobre esta hereja y su Primer Acadmico, el tal
Lukyan Judasson.
Por supuesto, Padre Damin comenz el obispo.
Indic a un sirviente que trajera una bandeja con vino y queso, y comenz a resumir la corta pero
explosiva historia del culto a Judas. Lo escuch mientras me lustraba las uas en la solapa
carmes del chaleco hasta que la pintura negra relumbr con luz propia, interrumpiendo de tanto
en tanto al obispo con alguna pregunta. Antes de que hubiera llegado a la mitad de su exposicin,
ya me haba decidido a visitar personalmente a Lukyan. Me pareci el curso de accin ms
apropiado.
Y es lo que haba deseado hacer desde un principio.

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Las apariencias eran importantes en Arion, me dijeron, de modo que considere necesario
impresionar a Lukyen con mi presencia y mi jerarqua. Calc mis mejores botas, elegantes botas
hechas a mano de oscuro cuero Romano que nunca haban visto el interior de la cmara de
recepcin de Torgathon, y llev un severo traje negro con solapas borgoa y collar almidonado.
De mi cuello pend un esplndido crucifijo de oro puro; el alfiler de corbata era una espada
tambin de oro, la ensea de los Caballeros Inquisidores. El Hermano Dennis me pint las uas
con todo cuidado, de un negro semejantes al bano, me oscureci los ojos y me cubri el rostro
con un fino polvo blanco. Cuando mir hacia el espejo, me asust de m mismo. Sonre, pero
brevemente: arruinaba el efecto.
Fui caminando hasta la Casa de San Judas Iscariote. Las calles de Ammadon, amplias,
espaciosas, doradas, estaban flanqueadas por rboles escarlata llamados Susurros-Al-Viento, ya
que las largas frondas colgantes parecan en efecto susurrar secretos a la gentil brisa. La hermana
Judith me acompaaba. Es una mujer pequea, de aspecto frgil incluso, vestida con las tnicas
y capuchas de la Orden de San Cristbal. Con su cara mansa y buena, los ojos grandes, jvenes e
inocentes, me es de gran ayuda. Ya ha matado cuatro veces a aquellos que intentaron asaltarme.
La Casa propiamente dicha era de construccin reciente. Amplia y majestuosa, se ergua entre
jardines de pequeas flores brillantes y mares de csped dorado, y los jardines estaban rodeados
por una elevada muralla. Tanto la pared que rodeaba la propiedad como el exterior del edificio
mismo estaban cubiertos con murales. Reconoc unos pocos por haberlos visto en El Camino de
la Cruz y el Dragn, y me detuve a admirarlos antes de cruzar la entrada principal. Nadie trat
de detenernos. No haba guardias, ni siquiera una recepcionista. Dentro de las murallas, hombres
y mujeres paseaban lnguidamente en medio de las flores, o se sentaban en bancos bajo los
rboles llamados Corteza-de-Plata o los Susurros-Al-Viento.
La hermana Judith y yo nos detuvimos un instante, para luego dirigirnos directamente hacia la
casa propiamente dicha.
Apenas habamos empezado a subir los escalones cuando un hombre apareci desde el interior;
se qued esperndonos en el umbral. Era gordo y rubio, con una inmensa barba hirsuta
enmarcando una lenta sonrisa. Vesta una tnica liviana que le llegaba a los pies enfundados en
sandalias. La tnica estaba bordada con las figuras de un dragn que transportaba la silueta de un
hombre con una cruz en la mano.
Cuando llegu al tope de las escaleras, el hombre se inclin ante m.
Padre Damin Har Veris de los Caballeros Inquisidores dijo. La sonrisa se ampli. Lo
saludo en nombre de Jess y San Judas. Yo soy Lukyan. Tom nota mentalmente de averiguar
quin entre los empleados del obispo estaba pasando informacin al culto de Judas, pero mi
compostura no se alter. He sido un Caballero Inquisidor por mucho, mucho tiempo.
Padre Lukyan Mo dije, estrechndole la mano. Tengo algunas preguntas que hacerle.
No sonre. El s lo hizo.
Pens que vendra para hacerlas me contest.
La oficina de Lukyan era amplia, pero espartana. Los herejes a menudo poseen una simplicidad
que los dignatarios de la verdadera Iglesia parecen haber perdido. Sin embargo caba una
indulgencia.
Dominando la pared detrs de su escritorio/consola, campeaba el cuadro del que yo me haba
enamorado, el Judas ciego llorando sobre los dragones.
Lukyan tom asiento con pesadez y me indic una segunda silla. Habamos dejado a la hermana
Judith afuera, en la cmara de espera.
Prefiero quedarme de pie, Padre Lukyan dije, sabiendo que eso me proporcionaba una
indiscutible ventaja.
Llmeme simplemente Lukyan me dijo. O si lo prefiere, Luke. Aqu no le damos
importancia a los ttulos.
Usted es el Padre Lukyan Mo, nacido aqu, en Arion, educado en el seminario de Cathaday, un
ex-sacerdote de la nica y Verdadera Iglesia Catlica Interestelar de la Tierra y los Mil Mundos
respond: me dirigir a usted tal y como corresponde a su rango, Padre. Espero que usted

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haga lo mismo. Est claro?


Oh, s me contest amablemente.
Tengo poderes para despojarlo de su derecho a administrar los sacramentos, para exilarlo y
excomulgarlo por esta hereja que ha formulado. En ciertos mundos hasta podra ordenar su
muerte.
Pero no en Arion dijo Lukyan con rapidez. Aqu somos muy tolerantes. Adems, los
sobrepasamos en nmero. Sonri. En cuanto al resto, bueno, ya no cumplo demasiado con
los sacramentos, ya sabe. No lo he hecho en aos. Ahora soy Primer Acadmico. Un maestro, un
pensador. Sealo el camino a otros, les ayudo a encontrar la fe. Excomlgueme, si eso lo hace
feliz, Padre Damin. La felicidad es lo que todos buscamos.
Entonces ha renunciado a su fe, Padre Lukyan? Dije, mientras depositaba mi copia de El
Camino de la Cruz y el Dragn sobre el escritorio. Sin embargo, veo que ha hallado una
nueva. Sonre entonces, pero era todo hielo, amenaza, burla. Todava no he visto un credo
ms ridculo que ste. Supongo que me dir que ha hablado con Dios, que El le ha confiado esta
nueva revelacin para que usted pudiera limpiar el buen nombre, si puede llamrsele as, de San
Judas?
La sonrisa de Lukyan se hizo mucho ms amplia. Levant el libro y me mir con ojos brillantes.
Oh, no me dijo. No. Yo mismo lo invent todo.
Eso me par en seco.
Qu?
Lo invent todo repiti. Sopes el libro con aprecio. Lo extraje de diversas fuentes. Por
supuesto, principalmente de la Biblia; pero considero que la mayor parte de La Cruz y el
Dragn es trabajo original mo. Es bastante bueno, no cree? Por supuesto, yo no poda ponerle
mi nombre, aunque estoy muy orgulloso de l, pero s inclu mi imprimtur. No lo ha notado?
Es lo mximo que me atrev a hacer, ya que no poda reconocer mi autora.
Me qued sin habla slo por un instante; luego hice una mueca de disgusto. Me sorprende
admit. Esperaba hallar a un loco original, un pobre tonto firmemente convencido de que
haba hablado con Dios. Ya me he enfrentado antes con ese tipo de fanticos. En cambio, me
encuentro con un alegre cnico que ha inventado una religin para su provecho personal. Creo
que prefiero a los fanticos. Es usted despreciable, Padre Lukyan. Arder en el Infierno por toda
la eternidad.
Lo dudo dijo Lukyan, pero en realidad se equivoca, Padre Damin. No soy un cnico, ni
tampoco me beneficio con mi pobre San Judas. En serio, viva con mucho ms confort cuando
era sacerdote de su Iglesia. Hago esto porque es mi vocacin.
Me sent.
Estoy confundido le dije. Explqueme.
Ahora voy a contarle la verdad me dijo. Lo dijo de un modo extrao, como si recitara una
letana. Soy un Mentiroso agreg.
Quiere usted confundirme con paradojas infantiles repliqu, impaciente.
No, no sonri. Un Mentiroso. Con mayscula. Es una organizacin, Padre Damin. Una
religin, si prefiere llamarla as. Una fe grande y poderosa. Yo soy slo la ms pequea de sus
partes.
No conozco tal iglesia dije.
Oh, no. Por supuesto que no. Es secreta. Tiene que serlo. Puede entenderlo, no es cierto? A la
gente no le gusta que se le mienta.
No me gusta que me mientan dije.
Lukyan me mir dolorido.
Le dije que le contara la verdad, no es as? Cuando un Mentiroso asegura que dice la verdad,
hay que creerle. De lo contrario, cmo podramos confiar los unos en los otros?
Hay muchos como usted dije. Empezaba a creer que Lukyan era un loco, despus de todo,
tan fantico como cualquier hereje, pero de un modo complejo. Aqu haba herejas adentro de
las herejas; sin embargo, mi deber estaba claro: descubrir la verdad y exponerla al mundo.

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Muchos de nosotros sonri Lukyan. Lo sorprendera, Padre Damin, realmente lo


sorprendera. Pero an hay otras cosas que no me atrevo a contarle.
Dgame cuanto pueda, entonces.
Con placer dijo Lukyan Judasson. Nosotros, los Mentirosos, como todas las dems
religiones, poseemos varias verdades que aceptamos como dogmas de fe. La fe es siempre
necesaria. Hay muchas cosas que no pueden probarse. Creemos que la vida vale la pena de ser
vivida. Eso es un dogma de fe. El propsito de la vida es vivir, resistir a la muerte, quizs
desafiar la entropa.
Contine le dije, sintindome cada vez ms interesado a pesar de mi mismo.
Tambin creemos que la felicidad es buena, algo que debe buscarse.
La Iglesia no se opone a la felicidad dije con frialdad.
Est seguro? Pero no quiero discutir. Cualquiera que sea la posicin de la Iglesia con
respecto a la felicidad. Ella predica la creencia en la vida despus de la muerte, en un ser
superior, y un complejo cdigo moral. Es verdad.
Los Mentirosos no creen en la vida despus de la muerte, ni en Dios. Vemos el universo tal
como es, Padre Damin, y estas verdades desnudas son muy crueles.
Nosotros, que creemos en la vida y la apreciamos, estamos condenados a morir.
Despus no habr nada, el vaco eterno, la oscuridad, la no existencia. En nuestra vida no hay
propsito, ni poesa, ni sentido. Tampoco nuestras muertes poseen estas cualidades. Cuando nos
hayamos ido, el universo no nos recordar, y ser como si jams hubisemos existido. Nuestros
mundos y nuestro universo tampoco durarn mucho. Tarde o temprano la entropa lo consumir
todo y nuestros mseros esfuerzos no pueden impedir ese horrible final. Habr desaparecido.
Nunca habr existido. Ya no importar. El universo mismo est condenado a la transitoriedad y
por cierto que no le importa para nada.
Me dej caer hacia atrs en la silla, y sent un escalofro al escuchar las sombras palabras del
pobre Lukyan. Me encontr acariciando mi crucifijo. Una helada filosofa dije, adems de
falsa. Yo tambin he tenido ms de una vez esa terrible visin. Creo que a todos nos ha pasado
alguna vez. Pero no es verdad, Padre. Mi fe me sostiene contra tal nihilismo. La fe es un escudo
contra la desesperanza.
Oh, ya lo s, mi amigo, mi Caballero Inquisidor dijo Lukyan. Me alegra que lo
comprenda tan bien. Ya casi es uno de nosotros.
Frunc el ceo.
Ha llegado al meollo del asunto continu Lukyan. Las verdades, las grandes verdades
y la mayora de las pequeas tambin son insoportables para la mayora de los hombres.
Hallamos nuestro escudo en la fe. Su fe, mi fe, cualquier fe. No importa, siempre que creamos,
real y verdaderamente creamos en cualquier mentira a la que nos aferremos. Se tirone los
bordes desiguales de su gran barba rubia. Nuestros psiclogos han probado que los nicos
seres felices son los creyentes, ya sabe. Pueden creer en Cristo, o en Buda, o en Erika
Stormjones, en la reencarnacin, la inmortalidad o la naturaleza, en el poder del amor o en la
fuerza de determinada faccin poltica, pero todo es lo mismo: creen; son felices. Los que han
visto la verdad son los que desesperan y se matan. Las verdades son tan vastas, los credos tan
pequeos, tan pobres, tan plagados de errores y contradicciones. Podemos ver con facilidad a
travs de ellos, y entonces sentimos el peso de la oscuridad, de la nada, y ya no podemos ser
felices.
No soy un hombre lento. Para ese entonces, ya saba hacia dnde se encaminaba Lukyan.
Ustedes, los Mentirosos, inventan religiones.
Sonri. De todas clases. Y no slo religiones. Pinselo. Reconocemos que la verdad es un
cruel instrumento. La belleza es infinitamente preferible a la verdad. Inventamos belleza.
Religiones, movimientos polticos, altos ideales, las creencias en el amor y la amistad. Todas son
mentiras. Decimos esas mentiras, y otras, miles de otras.
Mejoramos la historia y los mitos y la religin; los volvemos ms hermosos, mejores, ms fciles
de creer. Nuestras mentiras no son perfectas, por supuesto. Las verdades son demasiado grandes.

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Pero tal vez algn da hallaremos la Gran Mentira que toda la humanidad pueda aceptar. Hasta
ese entonces, nos conformamos con miles de pequeas mentiras.
Creo que no me agradan los Mentirosos, para nada dije con helado fervor. Toda mi vida
ha sido una perenne bsqueda de la verdad.
Lukyan me mir con indulgencia.
Padre Damin Har Veris, Caballero Inquisidor, lo conozco mucho mejor de lo que usted cree.
Usted mismo es un Mentiroso. Su trabajo es bueno. Viaja de mundo en mundo y en cada uno
destruye a los tontos, a los rebeldes, a los que cuestionan, aquellos que podran derribar el
edificio de la vasta mentira a la que usted rinde servicio.
Si mi mentira es tan admirable dije, por qu la ha abandonado?
Una religin debe adecuarse a la cultura y a la sociedad de su poca; trabajar con ellas y no
contra ellas. Si hay conflicto y contradicciones, entonces la mentira se resquebraja y la fe
tambalea. Su Iglesia sirve para muchos mundos, Padre, pero no para Arion. La vida aqu es
demasiado dulce, y su fe muy severa. Amamos la belleza y su fe nos ofrece muy poca. As que la
hemos mejorado. Estudiamos este mundo largo tiempo. Conocemos su perfil psicolgico. San
Judas prosperar aqu. Ofrece drama, color y mucha belleza los principios estticos en los que
se basa son admirables. La suya es una tragedia con final feliz, y a Arion le encantan tales
historias. Y los dragones son un bello detalle. Creo que su Iglesia tendra que pensar en la
posibilidad de incorporar dragones a su credo. Son criaturas maravillosas.
Mticas dije.
Lo dudo replic. Investguelo. Me sonri. Ya lo ve, prcticamente todo descansa en
la fe. Puede acaso saberse qu ocurri verdaderamente hace tres mil aos? Usted tiene a un
Judas, yo a otro. Ambos tenemos libros. Son verdaderos los suyos? Es que acaso puede
creerlo? He sido admitido tan slo en el primer crculo de la orden de los Mentirosos; as que no
conozco todos nuestros secretos, pero si s que son muy antiguos. No me sorprendera saber que
los Evangelios fueron escritos por hombres muy parecidos a m; tal vez ni siquiera existi un
Judas. O un Jess.
Tengo fe en que no es as dije.
Hay cien personas en este edificio que creen profunda y sinceramente en San Judas y El Camino
de la Cruz y el Dragn dijo Lukyan. La fe es muy buena. Sabe que el promedio de
suicidios en Arion ha descendido en casi un tercio desde que se fund la Orden de San Judas?
Recuerdo que me puse lentamente de pie.
Usted es tan fantico como cualquier otro hereje con el que me haya enfrentado, Lukyan
Judasson le dije. Le tengo lstima porque ha perdido su fe.
Lukyan se levant conmigo.
Tenga lstima de usted mismo, Damin Har Veris me dijo. Yo he encontrado una nueva
fe y una nueva causa, y soy un hombre feliz. Usted, mi estimado amigo, se siente miserable y
atormentado.
Eso es una mentira! Temo haber gritado cuando dije esto.
Venga conmigo dijo Lukyan. Toc un panel de la pared y la gran pintura de Judas
llorando sobre sus dragones se desliz hacia arriba hasta desaparecer, dejando ver en su lugar
una escalera que se perda en el suelo. Sgame dijo.
En el stano haba una inmensa jarra de vidrio llena de un plido fluido verde con una cosa
flotando en su interior una cosa muy parecida a un embrin envejecido, anciano e infantil al
mismo tiempo, desnudo, con una enorme cabeza y un diminuto cuerpo atrofiado. De sus brazos,
piernas y genitales surgan tubos flexibles que lo unan a la maquinaria que lo mantena con vida.
Cuando Lukyan encendi las luces, abri los ojos. Eran grandes y oscuros, y parecan ver dentro
de mi propia alma.
Este es mi colega dijo Lukyan, dando un golpecito a la pared del tanque. Jon Azure Cruz,
un Mentiroso del cuarto crculo.
Y un telpata dije con enfermiza certeza. En otros mundos haba organizado el exterminio
de telpatas, especialmente nios. La Iglesia ensea que los poderes psquicos son una trampa de

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Satans; no se los menciona en la Biblia. Nunca me haba sentido satisfecho con esas matanzas.
Jon ley su mente en el mismo momento en que entr a la casa dijo Lukyan, y me lo
notific. Slo unos pocos saben que est aqu. Nos ayuda a mentir con mayor eficiencia. Sabe
cundo la fe es real o fingida.
Tengo un comunicador implantado en la cabeza y Jon puede hablarme todo el tiempo.
Fue l quien inicialmente me reclut para los Mentirosos. Saba que mi fe estaba vaca; sinti la
profundidad de mi desesperacin. Entonces habl la cosa del tanque, con una voz metlica que
surga de los micrfonos en la base de la maquinaria que lo nutra.
Y puedo sentir la tuya, Damin Har Veris, sacerdote vaco. Inquisidor, has hecho demasiadas
preguntas. Tu alma est enferma, cansada y ya no crees. nete a nosotros, Damin. Has sido un
Mentiroso por largos, largos aos! Por un momento vacil, mir en el fondo de mi alma y me
pregunt en qu crea. Trat de hallar mi fe, esa fe que me haba sostenido hacia tanto tiempo: la
certeza de las enseanzas de la Iglesia, la presencia de Cristo dentro de m. Y no encontr nada,
nada. Estaba vaco por dentro, quemado, lleno de dudas y angustia. Pero justo cuando iba a
responder a Jon Azure Cruz y al sonriente Lukyan Judasson, por fin encontr algo, algo en lo que
s crea, algo en lo que siempre habla credo. La verdad. Crea en la verdad aunque doliera.
Lo hemos perdido dijo el telpata que llevaba el irnico nombre de Cruz. La sonrisa de
Lukyan se desvaneci.
De veras? Tena la esperanza de que se convirtiera en uno de nosotros, Damin.
Pareca estar preparado.
De pronto tuve miedo, y pens en lanzarme escaleras arriba hacia la hermana Judith.
Lukyan me haba contado tanto y yo ahora los rechazaba. El telpata sinti mi temor.
No puedes daarnos, Damin me dijo. Vete en paz. Lukyan no te ha contado nada.
Lukyan estaba frunciendo el ceo.
Le he contado bastante, Jon dijo.
Es verdad. Pero, puede acaso creer en la palabra de un Mentiroso como t? La pequea
boca deforme de la cosa en el tanque se retorci en una sonrisa y los grandes ojos se cerraron.
Lukyan suspir y me llev escaleras arriba.
No fue sino hasta muchos aos despus que me di cuenta de que Jon Azure Cruz haba mentido
y la vctima de su mentira haba sido Lukyan. Yo poda daarlos. Y lo hice.
Fue bastante simple. El obispo tena amigos en el gobierno y en los medios de comunicacin.
Con la ayuda de un poco de dinero en los lugares apropiados, logr poner a varios amigos de mi
lado. Entonces expuse a Cruz en el stano, alegando que haba usado sus poderes psquicos para
alterar las mentes de los seguidores de Lukyan. Mis amigos fueron sensibles a las acusaciones.
Los guardianes efectuaron una redada, tomaron al telpata Cruz bajo custodia y posteriormente
lo llevaron a juicio.
Era inocente, por supuesto. Mis acusaciones eran puras tonteras; los telpatas humanos pueden
leer las mentes cuando se hallan prximos al sujeto, pero muy poca cosa ms. Sin embargo, son
muy escasos y se los teme en demasa; y Cruz era lo suficientemente horrendo como para que
fuera fcil transformarlo en una vctima de la supersticin. Finalmente fue absuelto y abandon
la ciudad de Ammadon y tal vez Arion mismo, con rumbo desconocido.
Pero nunca fue mi intencin el que lo condenaran. Con los cargos era suficiente.
Comenzaron a aparecer las primeras grietas en la mentira que l y Lukyan haban elaborado
juntos. Es difcil alcanzar la fe, y muy fcil perderla, y la ms mnima duda puede erosionar los
cimientos de la creencia ms poderosa.
El obispo y yo trabajamos duro para sembrar nuevas dudas. No result tan fcil como haba
credo. Los Mentirosos haban hecho un buen trabajo. Ammadon, como la mayora de las
ciudades civilizadas, posea un gran bagaje de conocimientos, un sistema de computadoras que
reuna a las escuelas, las universidades y las bibliotecas en una red comn y acercaba esa
sabidura combinada a quien la necesitara.
Cuando cheque mis datos, pronto descubr que las historias de Roma y de Babilonia haban sido
sutilmente alteradas; adems, existan tres listados para Judas Iscariote uno para el traidor, uno

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para el santo y uno para el rey-conquistador de Babilonia. Tambin se mencionaba su nombre


en relacin con los Jardines Colgantes y haba una entrada para algo llamado el Cdigo Judas.
Y de acuerdo con la biblioteca de Ammadon, los dragones se haban extinguido en la Tierra
cerca de la poca en que haba vivido Cristo.
Por fin purgamos todas esas mentiras y las borramos de la memoria de la computadora, aunque
tuvimos que citar autoridades en media docena de mundos no cristianos antes de que los
bibliotecarios y acadmicos se convencieran de que las diferencias eran algo ms que una mera
preferencia religiosa.
Para ese entonces, la Orden de San Judas se haba marchitado bajo la cruda luz de la exposicin
pblica. Lukyan Judasson se haba vuelto flaco y furioso y al menos tres de sus iglesias haban
cerrado.
La hereja nunca muri por completo, por supuesto. Siempre habr creyentes, no importa lo que
pase. Y por eso an hasta hoy El Camino de la Cruz y el Dragn se sigue leyendo en Arion, en
la ciudad de porcelana de Ammadon, entre los murmullos de los Susurros-Al-Viento.
Arla-k-Bau y La Verdad de Cristo me llevaron de regreso a Vess un ao despus de mi partida.
El arzobispo Torgathon al fin me concedi la licencia que haba pedido, antes de enviarme a
luchar contra nuevas herejas. Y as gan mi victoria y la Iglesia continu igual que antes y la
Orden de San Judas fue totalmente aplastada. El telpata Jon Azure Cruz haba estado
equivocado, me dije en ese entonces. Haba subestimado en mucho el poder de un Caballero
Inquisidor.
Ms tarde, sin embargo, record sus palabras. No puedes daarnos, Damin. A nosotros? A la
Orden de San Judas? O a los Mentirosos?
Minti deliberadamente, me dije, sabiendo que yo seguira adelante y destruira El Camino de la
Cruz y el Dragn, sabiendo, tambin, que no podra ni tocar a los Mentirosos, que no me
atrevera siquiera a mencionarlos. Cmo podra hacerlo?
Quin me creera? Una inmensa conspiracin a travs de las estrellas tan antigua como la
misma historia? Huele a paranoia, y yo no tena prueba alguna.
El telpata minti para beneficio de Lukyan, para que me dejara ir. De eso estoy seguro, ahora.
Cruz arriesg mucho para convencerme. Al fracasar, estuvo dispuesto a sacrificar a Lukyan
Judasson y su mentira, meros peones en un juego mayor.
As me fui, llevando el conocimiento de que careca de fe, excepto por una fe ciega en la verdad
la verdad que ya no poda hallar en mi Iglesia. Lo supe durante el ao de descanso que pas
leyendo y estudiando en Vess y Cathaday y el Mundo de Celia.
Finalmente regres a la cmara de recepcin del arzobispo y me detuve ante Torgathon NueveKlariis Tn calzado con mis peores botas.
Seor Comandante le dije. No puedo aceptar ningn otro trabajo. Pido que se me releve
del servicio activo.
Por qu causa? retumb la voz de Torgathon, mientras la piscina salpicaba dbilmente.
He perdido la fe le dije con sencillez.
Se qued mirndome largo tiempo, los ojos sin pupilas parpadeando impacientes. Al fin dijo:
Su fe es un asunto entre usted y su confesor. Lo nico que a m me interesa son los resultados.
Ha realizado excelentes trabajos, Damin. No puede retirarse; no le permitiremos que renuncie.
La verdad nos har libres.
Pero la libertad es fra, vaca, aterradora, y las mentiras son clidas y hermosas. El ao pasado la
Iglesia me otorg una nueva nave espacial. La bautic Dragn.
FIN

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