Una Nueva Esperanza. La Magia Del Esperanto. (070714)
Una Nueva Esperanza. La Magia Del Esperanto. (070714)
Una Nueva Esperanza. La Magia Del Esperanto. (070714)
H7.
+ , , 4
H7.
-u sonrisa fue correspondida. :a chica sigui% caminando con sus hermanos.
0argarita le pregunt%A
JTQe d%nde viene ese se)or de pelo largoU
Una nueva esperanza. La magia del esperanto.
Miguel Angel Rocha Gmez.
1%
J/iene del otro lado del mundo, de un pa;s hermoso, grande 6 mu6 poblado que
se llama #ndia.
Qiego quer;a saber msA
JT's de donde una vez me dijiste se hablan un mont%n de idiomas, 6 en su
religi%n creen que cuando uno es malo 6 se muere, nace despus como perro o
culebraU TF l es musulmnU
JPueno, se hablan en ese pa;s ms de seiscientos idiomas. 'se se)or es si)*, en
su religi%n no tienen esas creencias. :os siHjes tienen un Qios que no es masculino
ni femenino 6 dicen que todas las religiones pueden conducir a Qios, ellos afirman
que mujeres 6 hombres somos iguales 6 que no es digno para una mujer llevar un
velo ni cubrirse la cara con un pa)uelo 6 menos digno es usar una $ur)a. :as
mujeres tambin dirigen algunas de sus ceremonias religiosas, 6 despus de las
ceremonias tienen una convivencia con un alimento comBn que a veces les toca
preparar a los hombres. 4no de sus s;mbolos religiosos es un cuchillo que traen
siempre con ellos.
JT-on terroristasU
J?o, ellos no son terroristas. 'l cuchillo que cargan, el Hirpan, lo traen por ser
parte de sus principios religiosos. :os siHjes son mu6 trabajadores, producen
alimentos en grandes cantidades para su mu6 poblado pa;s.
JT'ntonces le a6udaste en forma tan amable nada ms porque es un siHjU
:a joven respondi% afirmativamente.
J0ere, debemos a6udar bien a todos8 J le reconvino 0argarita.
J$h.
$ unos pasos, un anciano con vestuario tipo rabe, miraba hacia todos lados
como buscando algo. 'smeralda se le acerc%, pero el hombre retrocedi%,
distancindose de la chicaA
-+osol)ana )otay, dya)a$en )i(
Una nueva esperanza. La magia del esperanto.
Miguel Angel Rocha Gmez.
1+
'lla contest%, au(ilindose con movimientos de las manosA
J'h8 ,am di)e8 eh8 neci.
J-anya$ad.
JT'stabas hablando en chinoUJ le pregunt% 0argarita intrigada.
J#ntent hablar en bengal;, no s ni un poco de chino.
J'se idioma bengal; 6 el se)or... Tson de #ndonesia, o de EaHistnU
J-on de Pangladesh. :a lengua que se habla en EaHistn es el urdB, 6 en la
=epBblica #ndonesia hablan indonesio. Qebes saber en d%nde se usan esas tres
lenguas, son de los ocho idiomas ms hablados en el mundo.
JF6e 0ere, pero el se)or con vestido se alej% de ti, te tuvo miedoV le dijo
0argarita.
JSa te he dicho que eso no es un vestido, se llama tBnica 6 la usan porque es mu6
c%moda. S si el se)or se alej% de m; es por obedecer alguna disposici%n de su
religi%n, que le indica no debe acercarse a mujeres que no son de su familia.
JSo creo que el viejito s; te tuvo miedo hermana, a veces parece que tB llegaste
de otro planeta8J finaliz% Qiego.
Eosteriormente a 'smeralda realiz% los procedimientos previos para pasar a la
sala de abordaje, lo cual hizo tras despedirse de su familia. 0ientras hab;a hecho
fila observ% a quienes ser;an sus numerosos compa)eros de viaje. -e iba llenando
la sala de pasajeros para ese vuelo. 4na mujer de edad madura 6 de apariencia
agradable a quien hac;a un momento la muchacha hab;a escuchado hablar en
francs en la fila para revisi%n de documentos, se dirigi% a 'smeraldaA
JT'star libre la asientoU TSo poder sentarme aqu;U
J.ui madam. /ous pouvez vous asseoir iciJ, respondi% la joven.
-!erci $eaucoup.
Una nueva esperanza. La magia del esperanto.
Miguel Angel Rocha Gmez.
1,
-.0 est-ce que vous allez(
J0ontreal.
J Cu bienJ pens% 'smeraldaJ, /amos a donde mismo, vo6 a seguirla para no
tener dificultades a encontrar mi sala de transbordo en el $eropuerto de >ouston
que es enorme, 6 posiblemente est lleno, adems de que no hablo ingls.
JTComment ditJon Wa en espagnolUJ , Jle pregunt% a 'smeralda se)alando el
juguete de peluche que la muchacha portaba.
-"e *ouet est un daupin8 este juguete es un delf;n8
-e acerc% una se)ora britnica a quien 'smeralda identificar;a como la se)ora
con cara de burguesaA
-"an you tell me if tis airline is on time(
--1sol1, *e ne parle pas anglais-, respondi% /alrie.
-23am sorry, 2 don3t spea) 4nglisJ complet% secamente 'smeralda, a quien no
le agradaba escuchar conversaciones en ingls, pensando que tampoco a /alerie
le gustaba ese idioma, aunque calcul% que su compa)era de momento s; lo
hablaba 6 mu6 bien, por ser el ingls 6 el francs los idiomas oficiales de Canad.
Conversando, la chica conoci% un poco de /alerie, ciudadana canadiense, quien
hab;a viajado a $ncud a conocer el primer su nieto. Eor su parte /alerie se enter%
que la joven viajera se dirig;a a Xoliette en la provincia de Cuebec, a permanecer
de vacaciones en el verano boreal con su t;a @ertrudis, casada con Xenc6, un
abogado canadiense de ascendencia hBngara. :os t;os le hab;an ofrecido un viaje a
Canad si 'smeralda obten;a un buen promedio en sus calificaciones al egresar del
bachillerato. :a sobrina dio un rendimiento escolar ma6or de lo esperadoA obtuvo
el primer lugar en su generaci%n escolar 6 adems del viaje al so)ado 6 bello pa;s
del norte, tambin obtuvo lo que tanto deseaba desde ni)a, la oportunidad de
estudiar Fceanograf;a.
Una nueva esperanza. La magia del esperanto.
Miguel Angel Rocha Gmez.
1-
'smeralda siguiendo las recomendaciones de /alerie, cu6o asiento estaba en la
secci%n de primera clase 6 quien por lo tanto abord% primero la nave, hab;a
ocupado en la sala un asiento cercano a la puerta de salida al andador que
conduc;a hacia la aeronave. :a muchacha de inmediato hizo fila al primer llamado
6 abord% rpidamente su avi%n.
$comodada en su asiento casi junto a la ventanilla, 'smeralda observaba el
movimiento de aviones en la pista 6 a los pasajeros colocar sus pertenencias 6
colocarse en sus asientos cercanos. 'ntre ella 6 el pasillo estaba una mujer joven,
elegante 6 con un hermoso cabello casta)o. 'smeralda tuvo la primera impresi%n
de que por su belleza esta mujer deb;a ser una venezolana, pero al parecer era
checa por las letras de la revista que ten;a en la mano. Qefinitivamente la joven
chilena cre6% que su vecina de asiento era una estilizada belleza salida de las
pginas de alguna revista femenina internacional. $l otro lado su6o, junto a la
ventanilla, estaba alguien que parec;a un profesor de unos cuarenta a)os, con
alguna cana 6 cuerpo musculoso como el de un levanta pesas veterano que nunca
sonre;a Vse parece a mi profesor de Clculo, que es deportista, estricto 6 que
nunca sonr;eJ, pens% la chica. 'nfrente hab;a dos se)ores pasados de peso, al
parecer rabes, 6 en medio de ellos en el asiento que debi% tocarle por casualidad,
a la britnica quien ella hab;a identificado como la se)ora con cara de burguesa.
Qel otro lado del pasillo turistas alemanes re;an 6 bromeaban. $trs mir% lo que le
pareci% una pareja norteamericana en viaje de regreso de luna de miel, 6 junto a
ellos en el lado del pasillo a un pulcro caballero de rostro ine(presivo.
$l pasar una de las sobrecargo la se)ora con apariencia de burguesa le solicit% si
pod;a asignarle otro asiento. -egBn ella no se encontrar;a c%moda entre dos tipos
que desbordaban los l;mites de sus asientos. :a azafata inici% una barrida con la
mirada a los pasajeros cercanos detenindose en 'smeralda 6 despus en el
vecino de asiento de la joven, devolvindole este Bltimo una mirada de ogro
neur%tico pasando por mal momento, concentrndose la empleada de nuevo en
'smeralda.
JFh noJ pens% la chica, sintindose malJ que no me cambien a ese lugar, no
soportar;a a dos rabes barrigones de los que tienen sometidas de la peor manera
Una nueva esperanza. La magia del esperanto.
Miguel Angel Rocha Gmez.
17
a las mujeres en sus tierras, segBn ellos por decisi%n de su $lJD 6 dirigindose a
'smeralda con una sonrisa profesional, la azafata le pregunt% si le interesaba
cambiar de asiento. ?o termin% su solicitud, fue interrumpidaA
JTis girl not 5ants seat cange. J la interrumpi% enrgicamente la estilizada
belleza salida de las pginas de una revista femenina internacional.
JQeje en paz a la se)orita, ella est c%moda aqu;J, secund% en tono
marcadamente cortante 6 en voz alta el se)or que parec;a un profesor estricto de
unos cuarenta a)os con alguna cana 6 cuerpo musculoso como el de un levanta
pesas veterano 6 que nunca sonre;a. 'videntemente la azafata no entend;a el
idioma espa)ol, pero el tono casi agresivo del pasajero, tono como el de un ogro
con aguda indigesti%n por ingerir el triple de cantidad habitual de alimentos 6 con
intenso dolor de cabeza causado por una resaca o cruda e(trema, la disuadi%.
J 'ste se)or que parece un profesor de unos cuarenta a)os con alguna cana 6
cuerpo musculoso como el de un levanta pesas veterano 6 que nunca sonr;e tiene
su carcterJ pens% la joven.
$ntes de que la empleada recuperara su sonrisa profesional, el pulcro caballero
de rostro ine(presivo se puso de pie. Eronunciando un discurso en idioma
incomprensible encar% a la azafata la que regres% por donde hab;a venido. 'l
pulcro caballero de rostro ine(presivo sin alterar su rostro ine(presivo le dijo algo
en ingls a la estilizada belleza salida de las pginas de una revista femenina
internacional. 'smeralda no comprendi% 6 mirando al se)or que parec;a un
profesor estricto de unos cuarenta a)os con alguna cana 6 cuerpo musculoso
como el de un levanta pesas 6 que nunca sonre;a le dijoA
J0uchas gracias, se)or8
JEuedes llamarme :uis Carlos.
J@racias se)or :uis Carlos, Tpuedo saber qu le platic% la dama que se encuentra
a mi ladoU
Una nueva esperanza. La magia del esperanto.
Miguel Angel Rocha Gmez.
2=
J'lla me comunic% lo que el caballero ruso le coment%, que los tipos obesos
deben pagar asiento 6 medio, o dos asientos, segBn su tonelaje, esto6 de
acuerdo con lJ, le contest% entre risitas ahogadas.
J6789:7; <=><?@7 cyABC$J dijo 'smeralda al pulcro caballero de rostro
ine(presivo, el que respondi% con su rostro ine(presivo haciendo una ligera
inclinaci%n de la cabeza. 2rat% de recordar como se dec;a gracias en idioma checo
para dirigirse a la estilizada belleza salida de las pginas de una revista femenina
pero solo vinieron a su memoria algunas e(presiones como el saludo habitual en
este idioma, do$rD deE, 6 no quer;a decirle Tan) you very muc, una de las pocas
e(presiones que pod;a decir en ingls. :a estilizada belleza salida de las pginas
de una revista femenina internacional pareci% adivinarle el pensamiento 6 por
medio del se)or que parec;a un profesor de unos cuarenta a)os estricto con
alguna cana 6 cuerpo musculoso como el de un levanta pesas veterano 6 que
nunca sonre;a le dijo que no era necesario que le diera las gracias. S s;, tal como la
joven chilena lo hab;a supuesto, sobre la bella dama que era una estilizada belleza
salida de las pginas de una revista femenina internacional, supo que ella era
edecn profesional 6 modelo de pasarela, originaria de la =epBblica Checa 6 de
nombre -asha. 'n cuanto a su musculoso vecino de asiento tambin en algo
acert%A :uis Carlos era un profesor indigenista me(icano.
J-i deseas puedo cambiarte de asientoJ le dijo sonriendo :uis Carlos a la joven
chilena al ver que ella trataba de mirar por la ventanilla, lo que fue aceptado
gustosamente por la chica, quien disfrutaba durante el d;a mirar los paisajes 6
relacionarlos con sus amplios conocimientos geogrficos mientras que de noche
identificaba ciudades 6 delineaba los l;mites costeros guindose por las luces de
pueblos 6 carreteras, teniendo adems la habilidad de identificar estructuras 6
espacios en las ciudades. S sab;a que si necesitaba dormir le ser;a ms c%modo
estando sentada junto a la ventanilla. J$segura 6a tu cintur%n, que va despegar
este zopilote8J continu% :uis Carlos.
JTYopiloteU
Una nueva esperanza. La magia del esperanto.
Miguel Angel Rocha Gmez.
21
JYopilote, aura, buitre, ti)osa o como quieras llamarle a este pajarraco de
acero8
-onri% la chica sonriendoA Jsi este se)or le dijo a esta cosa zopilote por ser de la
Continental, acert%.
0omento despus, al mirar la costa de su pa;s, suspir%A
J$di%s.
'n el resto de la tarde 'smeralda fue feliz observando el Fcano Eac;fico 6
escuchando su mBsica preferida. $l principio se lament% no haber tra;do pilas en
su reproductor musical, pero :uis Carlos le ofreci% las que ten;a su radiorreceptor
de ondas cortas. 'n charla con el profesor me(icano, 'smeralda se enter% que su
inmediato compa)ero de viaje hab;a ido a Cochabamba al Goro :atinoamericano
de 'ducaci%n en :enguas #nd;genas, que en >ouston l transbordar;a a la ciudad
fronteriza de 'l Easo tambin en 2e(as, desde donde viajar;a en su autom%vil
hacia su residencia en Ciudad Cuauhtmoc, del idioma nhuatl que significa
guila que desciende. 'lla le coment% de su ciudad ubicada en el valle del =;o
$concagua, en las cercan;as de la monta)a ms alta de $mrica, el $concagua,
trmino originado en el idioma quechua 6 de traducci%n como el vigilante de
piedra, 6 de su prop%sito de ser ocean%grafa 6 de buscar aplicaciones a recursos
marinos que habitualmente son desperdiciados. 2ambin le platic% de un
pro6ecto que desde ni)a hab;a consideradoA desarrollar criaderos artificiales de
moluscos bivalvos en las pla6as del $tacama, aunque habr;a que resolver para ello
algunos problemas.
JEreprate bien en la universidad 6 ten fe, vers que s; lo podrs hacerJ, le
anim% :uis Carlos.
>acia las veintiBn horas, 6 volando cerca de la :;nea 'cuatorial, 'smeralda
miraba por las ventanilla tratando de distinguir las luces de las #slas @alpagos,
pero solo distingu;a peque)as luces dispersas, posiblemente embarcaciones,
aunque se le hizo e(tra)o que despus de una ligera sacudida del avi%n no mir%
ninguna luz ms 6 tampoco miraba estrellas, pero le pareci% anormal que pod;a
Una nueva esperanza. La magia del esperanto.
Miguel Angel Rocha Gmez.
22
mirar sin problemas el reflejo de la luna en el mar. >acia arriba distingu;a alguna
rara nubosidad. Fbserv% a -asha 6 a :uis Carlos, quienes se concentraban
jugando ajedrezD al pulcro caballero de rostro ine(presivo, el que dej% por un
momento su rostro ine(presivo sonrindole con simpat;aD a la pareja que segBn
pens% 'smeralda ven;an de pasar su luna de miel 6 que en ese momento
observaban algo en una peque)a computadora porttil, ellos tambin tra;a un
receptor @E- con el que esperaban registrar el momento e(acto 6 las coordenadas
geogrficas cuando cruzaran el 'cuador. Eero un poco antes de llegar al 'cuador
su receptor @E- termin% de captar las se)ales de los satlites. 'l pulcro caballero
de rostro ine(presivo les sugiri% que pod;a deberse a una falla en el equipo 6 que
lo apagaran de inmediato, para no causar interferencias a los sistemas de
navegaci%n 6 radio del jet. 'n ese momento, los pasajeros charlaban o le;an o se
entreten;an con videos en los monitores situados frente a cada uno de ellos.
4na hora ms tarde casi todos los pasajeros dorm;an. 'smeralda se asom% a
ventanilla deseando inBtilmente ver luces en la tierra centroamericana. 4no de los
rabes registr% una anomal;a con su telfono m%vilA aunque l no entend;a bien
esta funci%n, al pasar sobre o cerca de cada pa;s, su m%vil le indicaba que recib;a
alguna se)al de ese pa;s 6 s%lo hab;a registrado la se)al peruana. #nquieto cuando
no registr% ninguna otra se)al, nada ms se lo pudo decir a -hasa, quien se lo dijo
al pulcro caballero de rostro ine(presivo, comentando l que ser;a por alguna falla
de origen tcnico 6 que era mejor que inactivara la modalidad de comunicaci%n
del telfono, para la seguridad del equipo areo.
#nesperadamente en la aeronave sintieron una serie de e(tra)as sacudidas.
JT2urbulenciaUJ pregunt% preocupada 'smeralda.
J0e parece que s;J, respondi% dudando el indigenista me(icano, al despertar
alarmado.
Qe inmediato algunos estallidos de luces intensas 6 sonidos mu6 fuertes
originados en las afueras del avi%n inquietaron a quienes ven;an despiertos.
#nmediatamente todos los pasajeros escucharon golpes en el techo de la nave,
que aumentaron la tensi%n. 'l capitn de la nave pidi% calma, anunciando tambin
Una nueva esperanza. La magia del esperanto.
Miguel Angel Rocha Gmez.
2
que desde hac;a hora 6 cuarto se hab;a perdido toda comunicaci%n con tierra, sin
aparente da)o f;sico en los equipos de radio, 6 que los equipos satelitales estaban
funcionando pero no captaban ninguna se)al. Eor lo tanto no sab;a en d%nde se
encontraban 6 que se dispon;a de combustible para seguir volando durante varias
horas.
-e apagaron las luces 6 monitores, la voz del piloto se silenci% 6 dejaron de
funcionar telfonos m%viles, cmaras fotogrficas, computadoras porttiles 6
dispositivos de juegos electr%nicos. 'smeralda quien hab;a apagado su
reproductor musical hac;a una hora al escuchar solo una fuerte esttica en el
dispositivo, trat% de encender una peque)a lmpara que tra;a en su llavero 6 que
le hab;a sacado en otras ocasiones de apuros, pero tampoco funcion%. -u
confusi%n se transform% en temor. Eregunt% a :uis Carlos sobre qu clase de
anormal 6 e(tra)o fen%meno natural estaban enfrentando, teniendo como
nerviosa respuesta del hombre que no s%lo era anormal 6 e(tra)o, sino
totalmente desconocido. -iguieron nuevos estallidos de luces intensas,
sacudindose violentamente la aeronave. @ritos de terror se o;an desde todas
direcciones. :a nave se estabiliz% repentinamente. 'smeralda cre6% haber mirado
a un gran ser humanoide luminoso sujetando el ala del avi%n, pero no dijo nada
para no crear ms pnico.
-Fe 5ill die& Fe 5ill die&- gritaba el norteamericano quien ven;a detrs de
'smeralda. 'n ese momento, las luces se encendieron. 'l norteamericano presa
del pnico, se puso de pie e intent% mover a su esposa, la que se encontraba
paralizada por el miedo, para salir ambos al pasillo. Eero el pulcro caballero de
rostro ine(presivo lo regres% a su asiento 6 lo sujet% firmemente mientras su
joven esposa trataba de calmarlo.
Qe nuevo el capitn de vuelo habl%. $nunci% que hab;a da)os en la estructura de
la nave 6 que todos se prepararan para un amarizaje forzoso sin saber en d%nde,
por fallas de los instrumentos de navegaci%n. Gue la Bltima vez que escucharon su
voz. :a atemorizada muchacha observ% a lo lejos las luces de dos faros 6 otras
luces, entre ellas unas que ser;an las de un buque mu6 grande, 6 otras luces
peque)as 6 dispersas, que podr;an ser de peque)as embarcaciones pesqueras. -e
Una nueva esperanza. La magia del esperanto.
Miguel Angel Rocha Gmez.
2!
lo comunic% de inmediato a :uis Carlos, quien a su vez se lo dijo -asha que se
ocupaba frenticamente en una oraci%n. 'lla contest% que de ser as; 6 de haber
sobrevivientes al golpe en el mar seguramente recibir;an a6uda mu6 pronto.
J-i sabes rezar hazlo, 6 si no sabes, tambinJ le pidi% :uis Carlos. 'smeralda en
su oraci%n pidi% por la joven pareja de norteamericanos. Eens% que si sobreviv;a
uno solo de ellos tendr;a que enfrentarse a una dolorosa situaci%n. :a chica
ofreci% a Qios su vida para la salvaci%n de ambos. 2ras un fuerte golpe del avi%n
en el agua, un objeto le peg% en la cabeza 6 le dej% inconsciente.
$maneciendo, al recobrar el sentido la joven chilena se encontr% en una
angosta 6 larga pla6a siendo cuidada por /alerie. 'staban en la arena numerosas
personas atemorizadas 6 aturdidas.
:a ciudadana de Cuebec le cont% que al amarizar algunos hombres hab;an
abierto una puerta del jet 6 en ese momento casi todos los pasajeros tras
dudarlo, aprovecharon para lanzarse pronto 6 masivamente al agua detrs de una
pareja israelita que se arroj% de inmediato 6 sin pensarloD que el avi%n no se
hundi% de inmediato 6 que un hombre ruso llamado #gor arriesgando su vida
hab;a sacado de la aeronave a la joven chilena 6 a otros viajeros desma6ados o
inconscientes por golpes que hab;an sobrevivido gracias a su chaleco salvavidas.
'stos fueron prcticamente remolcados hacia la pla6a por estudiantes argentinos,
futbolistas de un equipo universitario.
:a dama canadiense agreg% tristemente que algunos pasajeros entre ellos
parte del grupo de turistas alemanes 6 otras personas de una comunidad luterana
chilena ms los tripulantes del avi%n al tratar de salvar vidas se hundieron con el
avi%n.
$nte la angustia de 'smeralda, /alerie le asegur% que el ruso quien era buen
nadador se encontraba bien 6 estaba buscando sobrevivientes en el agua. $ la
pregunta de la joven chilena, /alerie tambin le coment% sobre la pareja de
norteamericanos recin casados, que ellos estaban bien, que se alegraron al
Una nueva esperanza
saber que 'smeralda se encontraba viva, pues hab;an ofrecido a Qios sus vidas por
la de la joven chilena.
$l nacer el d;a, dando gracias a Qios por estar viva, 6 con un fuerte dolor en la
cabeza, ella escuchaba numerosas voces en un buen nBme
interrogando sobre c%mo se encontraban, dando instrucciones, solicitando au(ilio
o preguntando por otras personas.
:a joven de la ciudad de -an Gelipe de $concagua se acerc% a
observar si hab;a en el mar alguien qui
era menos salada de lo esperado.
'ntonces gir%, buscando en la pla6a alguna roca o punto alto para tener ms
alcance visual.
0ir% al disiparse gradualmente la e(tra)a 6 fr;a brisa o neblina, una pla6a larga
ligeramente sinuosa 6 una monta)a del otro lado del mar, posiblemente una isla.
Fbserv% una intensa corriente marina que le pareci% un tanto e(tra)aA el
desplazamiento de las aguas no era uniforme, las olas eran grandes, el mar ten;a
un color ms verdoso de lo comBn. :imitando a la pla6a, a espaldas de ella, hab;a
una colina boscosa.
Una nueva esperanza. La magia del esperanto.
Miguel Angel Rocha Gmez.
saber que 'smeralda se encontraba viva, pues hab;an ofrecido a Qios sus vidas por
$l nacer el d;a, dando gracias a Qios por estar viva, 6 con un fuerte dolor en la
cabeza, ella escuchaba numerosas voces en un buen nBmero de idiomas,
interrogando sobre c%mo se encontraban, dando instrucciones, solicitando au(ilio
o preguntando por otras personas.
:a joven de la ciudad de -an Gelipe de $concagua se acerc% a
observar si hab;a en el mar alguien quien necesitara a6uda. Comprob% que el agua
era menos salada de lo esperado.
'ntonces gir%, buscando en la pla6a alguna roca o punto alto para tener ms
0ir% al disiparse gradualmente la e(tra)a 6 fr;a brisa o neblina, una pla6a larga
ligeramente sinuosa 6 una monta)a del otro lado del mar, posiblemente una isla.
Fbserv% una intensa corriente marina que le pareci% un tanto e(tra)aA el
desplazamiento de las aguas no era uniforme, las olas eran grandes, el mar ten;a
so de lo comBn. :imitando a la pla6a, a espaldas de ella, hab;a
. La magia del esperanto.
2%
saber que 'smeralda se encontraba viva, pues hab;an ofrecido a Qios sus vidas por
$l nacer el d;a, dando gracias a Qios por estar viva, 6 con un fuerte dolor en la
ro de idiomas,
interrogando sobre c%mo se encontraban, dando instrucciones, solicitando au(ilio
:a joven de la ciudad de -an Gelipe de $concagua se acerc% al agua, tratando de
en necesitara a6uda. Comprob% que el agua
'ntonces gir%, buscando en la pla6a alguna roca o punto alto para tener ms
0ir% al disiparse gradualmente la e(tra)a 6 fr;a brisa o neblina, una pla6a larga 6
ligeramente sinuosa 6 una monta)a del otro lado del mar, posiblemente una isla.
Fbserv% una intensa corriente marina que le pareci% un tanto e(tra)aA el
desplazamiento de las aguas no era uniforme, las olas eran grandes, el mar ten;a
so de lo comBn. :imitando a la pla6a, a espaldas de ella, hab;a
Una nueva esperanza. La magia del esperanto.
Miguel Angel Rocha Gmez.
2+
$ primera vista para la ma6or;a de las personas todo se encontrar;a bien. ?ada
fuera de lo comBn para una persona de percepci%n ordinaria. Eero 'smeralda
ten;a un sentido de observaci%n no ordinario. $l mirar hacia tierra adentro, ella
vio lo ms incre;bleA a unos metros de ah;, en la colina boscosa, no hab;a ms que
con;feras propias de los bosques fr;os, 6 pens% que no deb;a e(istir este bosque
en ese lugar, cerca de la l;nea ecuatorial.
Una nueva esperanza. La magia del esperanto.
Miguel Angel Rocha Gmez.
2,
&JPR&K$LM&K &M L"RLK $*$LMAK
Tago duit ar !aidin al "atail. #rlands. Puenos d;as, Carlos.
#ln, mo cara $eag. #rlands. $di%s, mi peque)a amiga.
A seolann t% dom teactaireact nuair a faigeann t% go "eanada. #rlands. 0e
env;as un mensaje cuando llegues a Canad.
Gelp. #ngls. $u(ilio.
|
+ , , 4
.
-