El Colgajo de Tripier
El Colgajo de Tripier
El Colgajo de Tripier
Resumen
Se presenta también un caso de compleja reconstrucción total del parpado inferior, post-
cirugía de Mohs, para la resección de un carcinoma basocelular, en el cual se emplea
también este colgajo.
Palabras Claves
Historia
Con el desarrollo industrial del siglo XIX, los accidentes de trabajo, las quemaduras,
infecciones, patologías neoplásicas y heridas de guerra, eran muy frecuentes en Europa
y en América, por lo que el tema de la reconstrucción palpebral y el desarrollo de
nuevas técnicas, fué entonces de gran interés quirúrgico.
El ectropión cicatricial del párpado inferior, (Figura 3) en sus aspectos fisiopatológicos ,se
produce por un acortamiento secundario de la laméla anterior, que tracciona y evierte
progresivamente el margen palpebral, haciéndolo girar hacia fuera por debilitamiento
de los retractores palpebrales inferiores, exponiendo la conjuntiva tarsal , que al entrar
en contacto directo con el aire se queratiniza. También se observa un componente de
laxitud horizontal de los tejidos palpebrales con debilitamiento de los tendones cantales
medio y lateral ,que es necesario tener en cuenta al plantearse el tratamiento
quirúrgico de esta mal-posición palpebral.
Es por esto que pensamos en el uso del injerto bi pediculado , músculo cutáneo de
Tripier, como una solución que aporta no solo piel , sino músculo orbicular
anatómicamente alineado con la piel, inervado y con dos pedículos laterales que junto
con la rica vascularización muscular , ayudan a la sobrevida del injerto. Como la gran
mayoría de los pacientes pertenecen a la tercera edad, es indispensable para escoger esta
técnica, que exista una dermatochalásis superior. Con esta piel sobrante y el músculo
orbicular subyacente se realizara el injerto, sin crear ningún defecto secundario en el
parpado superior, que afecte el cierre futuro de la hendidura palpebral causando
lagoftálmos.
Técnica Quirúrgica
Bajo anestesia local y con microscopio quirúrgico a 6 aumentos, colocamos un molde
protector ocular plástico. Demarcación de piel con marcador dérmico sobre el pliegue
del párpado superior en toda su extensión. Con unas pinzas de Adson sin garra, se
practican tres tomas de piel redundante, una central y dos a nivel del limbo nasal y
temporal, marcando un punto en la piel en cada toma. No debe abrirse la hendidura
palpebral en cada toma. Demarcación de una línea de resección superior , uniendo estos
tres puntos marcados anteriormente y prolongando la línea en toda la extensión del
parpado superior, sobrepasando la demarcación inferior, en ambos extremos del diseño
y teniendo cuidado de dejar 1 cm. de piel libre entre el borde inferior de la ceja y la
línea superior de resección.
En los extremos nasal y temporal del diseño, se dejan dos espacios de piel de
aproximadamente 8mm.cada uno, que corresponderán al pedículo nasal y temporal del
colgajo. Por último se demarca una línea a 2 mm. del borde ciliar, en el parpado
inferior, que se une interna y externamente con la línea del pliegue palpebral superior.
En la incisión sub ciliar, la piel del parpado inferior se separa del orbicular subyacente,
con unas tijeras de Wescott de punta redonda, procediendo a liberarla de la tracción
inferior vertical, causada por el daño actínico crónico. El reborde palpebral inferior
retorna entonces libre a su sitio original, pudiéndose observar el tamaño real de la
carencia de piel . Una vez listo el lecho receptor en el parpado inferior, procedemos a la
toma del injerto mío -cutáneo en el parpado superior.
Con tijeras de Wescott, procedemos a incidir las fibras longitudinales del músculo
orbicular, en sentido longitudinal , tanto en la línea del pliegue palpebral como en la
línea de incisión superior, liberando así totalmente el colgado mío-cutáneo , que queda
unido a su lecho original solamente por los pedículos laterales. (Figura 4)
Tanto en las regiones medial y externa, se practica con tijeras una divulsión cuidadosa
músculo cutánea de estas regiones, evitando lastimar los dos pedículos.
Como en la mayoría de los casos de ectropión cicatricial senil, hay un componente
adicional de laxitud horizontal de los tejidos, es importante corregirlo en este momento,
para obtener un mejor resultado post-operatorio en la corrección del ectropión
Por la incisión principal del parpado superior en su extremo temporal, disecamos los
tejidos hasta llegar a exponer el periostio del reborde orbitario lateral, por encima del
tendón cantal externo.
Pasamos la sutura con las dos agujas, anclándolas periostio, y anudamos; observando
claramente como el extremo externo de la hendidura asciende y el borde palpebral se
adosa mas al globo ocular.
La piel que queda junto a la hendidura palpebral, comprendida entre la incisión sub
ciliar inferior y la del pliegue del parpado superior, en sus extremos agudos nasal y
temporal queda completamente libre ,flotante. Procedemos a acomodar el colgajo en tal
forma que estos extremos agudos nasal y temporal, de la hendidura palpebral se
desplacen hacia arriba, que asciendan como si se tratara de una Z plastia, quedando
colocados mas altos que en su sitio original, al trasponer sobre ellos los pedículos
laterales del colgajo.
Procedemos luego a practicar una sutura única continua con un Nylon 6-00 ,que
comienza en el extremo temporal de la incisión superior, fijando el extremo agudo
temporal de piel de la hendidura, al ángulo superior del colgajo. Se desliza luego la
sutura sobre todo el parpado superior, igual que en una blefaroplastia, hasta llegar al
extremo nasal, cuando nuevamente se busca el ángulo agudo de piel de la hendidura
para ascenderlo a su nueva posición mas alta, transponiendo el pedículo del colgajo.
Suturamos luego la incisión sub ciliar, que corresponde a la superior del colgajo en su
lecho, llevándola de del canto medio al externo y al llegar al extremo temporal nos
devolvemos nuevamente al nasal, en donde rematamos la sutura continua con un punto
final. La piel que queda en el parpado superior desde la base de la ceja a las pestañas, no
debe tener menos de 2cm.
Como generalmente se trata de una patología bilateral, se pueden operar los dos ojos al
tiempo, advirtiéndole al paciente que debe permanecer vendado por 5 días, la mayoría
prefieren hacerlo primero un ojo y a los 3 meses el segundo.
Venimos realizando esta técnica quirúrgica desde hace 10 años, los resultados en un
total de 14 pacientes han sido satisfactorios, con mejoría en todos los casos. Operamos
seis pacientes de ambos ojos y ocho de uno solo, seis pacientes femeninos y ocho
masculinos, con edades entre los 50 y 82 años, con un promedio de 66.7. No hemos
tenido ninguna pérdida del injerto, en dos casos nos quedamos un poco hipo corregídos,
por laxitud horizontal palpebral, que con una técnica suplementaria de menor
complejidad ( fijación cantal lateral) se lograron solucionar. (Figura 6, 7, 8 y 9)
Figura 6 Pre-operatorio
Figura 7 Pre-operatorio
Caso Quirúrgico
Figura 12 Post-operatorio
Figura 13 Lesión sangrante 4 años después
Técnica Quirúrgica
Ante la ausencia total del parpado inferior izquierdo y de un área de 1.2 cm. de piel en
el canto externo , secundaria a la resección en la cirugía de Mohs, pensamos primero en
darle estructuras básicas de soporte al nuevo parpado, para lo cual tomamos como
puntos básicos de anclaje, el tendón cantal medio del lado nasal, y un colgado de
periostio en forma de lengüeta, del reborde orbitario temporal , a nivel del tubérculo de
Wihtnal.
Procedimos entonces a la toma de un injerto de concha auricular de 3 cm. de largo por
1.5cm. de ancho en forma de media luna, mas ancho en el centro que en los extremos,
entrando por una incisión en piel retroauricular, que se cerro luego con una sutura
continua de seda Negra 4-00.
La conjuntiva del fondo de saco se suturó al borde inferior del injerto de cartílago con
puntos separados de Vicryl 6-00. El músculo orbicular y los retractores del parpado
inferior se anclaron a la región media del injerto de cartílago. (Figura 15)
Referencias.