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Es indudable que el Madrid que hoy vivimos, procede de aquel al que Enrique IV,
concedió a la villa el título de la “MUY NOBLE Y MUY LEAL” Villa de Madrid, al que
después Rey Carlos I concedió el título de:
"VILLA IMPERIAL Y CORONADA".
FELIPE II
CARLOS I
El Madrid que hoy conocemos, parte de su zona central, que abarca 16% de lo que es su
extensión actual. Su nombre originario como indica el plano de Texeira fue:
MANTVA, CARPETANORVM, SIVEMATRITUM, VRBS REGIA
Desde su fundación, tuvo una gran evolución entre el siglo IX (año 852 )y el siglo XVII (año1656),
en el que se paralizó su crecimiento por más de dos siglos, debido a la muralla que decidió
construir Felipe IV en 1625.
La verdadera historia de Madrid, comienza cuando Mohammed I, hijo de
Abderraman II, quien levantó su Alcazaba en un altozano que, dominaba el
Manzanares junto al arroyo fluía a sus pies. Este arroyo es actuamente la
calle de Segovia.
Una placa frente a la cripta de La Almudena nos lo recuerda.
Los árabes entre diversas guerreras por más de dos siglos, conservaron la
Alcazaba y la Medina en su poder. La villa fue ampliada por Abderraman III.
Tras ser la villa devastada por Alfonso I, fue conquistada por Ramiro II en el año
939.
La pequeña Villa de Madrid fue reconquistada definitivamente a los musulmanes
en el año 1083, por Alfonso VI en su avance hacia Toledo, pasando a formar
parte de la Corona de Castilla .
La villa de Madrid antes de integrarse definitivamente en la
cristiandad, ya había adoptado por patrona a la Virgen de la
Almudena, cuya imagen fue descubierta en la muralla, en un
lugar cercano a la confluencia de calles de Bailén y Mayor.
La villa de Madrid fue conquistada nuevamente por el Rey
almorávide Tejufin en 1109 y posteriomente fue reconquitada
para el cristianismo.
El gran impulso para la expansión de Madrid comienza con el reinado de Felipe II, quien
instala en 1561 la Corte en la villa. Con esto se inicia el período de los Austrias y Madrid
comienza a crecer.
A finales del siglo Madrid había duplicado esa superficie y siguía creciendo sin un plan
racional. Por ser la Corte, Madrid se convirte en punto de cita de religiosos, mercaderes,
príncipes, diplomáticos, soldados y truhanes.
Felipe III trasladó a Valladolid la corte. A pesar de esto, Madrid sigue extendiéndose
acelerando su crecimieno, con la vuelta a la villa de la Corte en 1606.
En 1625, Felipe IV ordena el levantamiento de una muralla para limitar este gigantesco
crecimiento, que producía ya en la vida cotidiana de los madrileños una serie de
inconvenientes y problemas.
Madrid no volvió a crecer hasta que el siglo XIX, en el que comenzó el derribo de la
muralla.
El 19 de julio de 1860, se aprueba el "Plan
Castro" para el ensanche de Madrid, este
primer plan urbanístico de gran envergadura,
tras la política de desamortizaciones, es
necesario para ordenar el presente y el futuro
inmediato de la ciudad.