Lbro de Daniel
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A MODO DE INTRODUCCIN
El libro de Daniel requiere un cuidadoso estudio. Al hacer nfasis en visiones de imgenes y criaturas que se apartan de lo corriente, el libro est a menudo expuesto a extraas interpretaciones. A veces estas explicaciones son complejas, y es comprensible que lo sean, dada la ndole de las visiones. Sin embargo, Daniel mismo interpret algunas de las visiones para beneficio nuestro. Comencemos nuestro estudio con un anlisis del contexto en que fue escrito el libro. EL TIEMPO La figura de Daniel comienza a llamar la atencin al principio del cautiverio de Jud en Babilonia, el perodo que se conoce como el exilio. Josas, el ltimo de los reyes buenos, haba sido muerto por los egipcios en Meguido, en el 609 a. C. Le sucedi en el trono su hijo Joacaz (2o Reyes 23.30), quien rein tres meses y despus fue depuesto por Faran Necao de Egipto (2o Reyes 23.33). En lugar de Joacaz, el Faran puso en el trono a un hermano de l llamado Joacim (609 598 a. C.). Joacim fue vasallo de Necao hasta el 605 a. C., cuando Nabucodonosor derrot a Egipto y a Asiria en Carquemis. Despus de esta conquista, Nabucodonosor siti Jerusaln y con el tiempo tom la ciudad. El sitio comenz en el tercer ao de Joacim (Daniel 1.1).1 Este fue el ao cuando tambin se llevaron a muchos otros jvenes para ser instruidos en Babilonia. Joacim muri en el 598 a. C. y fue sucedido por su hijo Joaqun, tambin conocido como Jeconas o Conas. Este rein tres meses (2o Reyes 24.8) y fue depuesto por Nabucodonosor. Fue llevado cautivo a Babilonia (2o Reyes 24.12) junto con diez
1 En una serie de seis nmeros sobre el libro de Jeremas se comentan en detalle estos reyes y el perodo de la historia de Jud que desemboc en el exilio.
mil de los ciudadanos destacados de Jerusaln. Despus que Joaqun fue depuesto fue sucedido por Sedequas (597586 d. C.). Sedequas se rebel contra Nabucodonosor en el 590 o el 589 a. C. Nabucodonosor siti Jerusaln casi dos aos, hasta que al fin la destruy en el 586. As, el comienzo del libro de Daniel abarca los ltimos aos del reino del sur. Algunos eruditos modernos han tratado de darles a los escritos de Daniel una fecha muy tarda, en contraste con el contexto histrico que exige el libro. No obstante, el historiador judo Josefo mantuvo que el canon se sell al final del reinado de Artajerjes Longimano (464424 a. C.). Si Josefo estaba en lo cierto, entonces el libro de Daniel estaba incluido entre los escritos judos antes del final del Imperio Persa. EL LUGAR La antigua ciudad imperial de Babilonia estaba situada a unos noventa kilmetros al sur de la actual Bagdad, Irak. Hammurabi, de la sexta dinasta, comenz a construir esta gran ciudad durante su reinado (17921750 a. C.). Este conquist las ciudades vecinas y form un reino al sur de Mesopotamia. Babilonia sirvi como estado vasallo de Asiria desde el siglo IX hasta el VII a. C. Senaquerib (704681 a. C.) de Asiria orden la destruccin de Babilonia en el 689, pero su sucesor Esarhadn anul esta orden e hizo que se reconstruyera Babilonia. Nabopolasar se sublev con xito contra Asiria en el 626 a. C., y su hijo Nabucodonosor II hizo de Babilonia una gran ciudad. Nabnido, el hijo de Nabucodonosor, encabez una invasin contra Arabia, dejando a su hijo Belsasar como su corregente en Babilonia. Babilonia fue derrotada por Ciro en el 539 a. C. Segn el antiguo historiador griego Herodoto,
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Babilonia lleg a ser el estado ms grande del Imperio Persa. Con el tiempo, la ciudad fue conquistada por los griegos al mando de Alejandro Magno (331 a. C.) y al final lleg a ser parte del Imperio Selucida (312 a. C.). Herodoto dijo que la ciudad entera abarcaba unos 450 kilmetros cuadrados. Estaba completamente rodeada por un muro que se elevaba hasta una altura de ms de cien metros, con una base de ms de veinticinco metros. Era suficientemente ancha para que corrieran tres carros, uno al lado del otro, sobre la parte alta. La ciudad estaba construida primordialmente de ladrillos de arcilla, cementados con arcilla tomada de la cuenca que inundaba el ufrates en sus crecidas. La zanja que result constitua el foso que rodeaba la ciudad. El mismo Nabucodonosor construy la Nueva Babilonia sobre la margen oeste del ro. La ciudad era famosa por los templos, los lugares sagrados y los monumentos dedicados a sus dioses.2 Del templo que se le construy a Marduk se dijo que alcanz una altura de noventa metros, y la altura del templo de Bel se ha estimado en unos 180 metros, teniendo un tercio de kilmetro cuadrado en la base. Los famosos jardines colgantes eran, en efecto, una montaa artificial. Era un sistema de terrazas para rboles y otras clases de vegetacin, constituyendo una hermosa estructura de 243 metros de largo por 180 metros de ancho en la base, y elevndose hasta una altura de 121 metros. La ciudad tena hasta cien puertas por las cuales se poda entrar, puertas que haban sido hechas cada una de bronce. Estaba dividida por calles en 676 cuadras, calles de las cuales algunas tenan hasta 45 metros de ancho. En vista de que en ese tiempo no exista la tecnologa moderna, solo por el tamao, la Babilonia del tiempo de Daniel debi de haber sido una impresionante visin para todo el que la viera! EL AUTOR Gran parte del libro de Daniel est escrito en la primera persona. No hay razn lgica para creer que otro escribiera el libro y le pusiera el nombre de Daniel sobre l. Josefo escribi acerca de un hombre de importancia histrica llamado Daniel, el cual vivi durante la era histrica que
corresponde a los eventos mencionados en el libro. Es ms sencillo aceptar que el autor es Daniel; cualquier otra insinuacin suscita ms preguntas que respuestas. Nabucodonosor se llev muchos de los nobles y de los jvenes al cautiverio en Babilonia cerca del 605 a. C. Segn Daniel 1, el autor se encontraba en ese grupo. Daniel bien pudo haber sido un descendiente y, por lo tanto, un miembro de la familia real (1.3). Josefo describi a Daniel como arquitecto, diciendo que construy una torre en Susa, la cual estaba tan excelentemente acabada que siempre pareca nueva. Se dice que los reyes de Persia fueron enterrados en esta torre y que, en honor a Daniel, se puso siempre a un judo en la tarea de resguardarla. Daniel escribi en hebreo y en arameo (caldeo). En sus referencias histricas, escribi en hebreo. En su dilogo con los monarcas de los pases de esa poca, escribi en arameo. Daniel era clebre por su sabidura. Ezequiel 28.3 usa su sabidura como norma, y Ezequiel 14.14, 20 contienen referencias a l, a la par de Job y de No. Si bien existen variaciones textuales en cuanto al nombre, es interesante notar que Ezequiel, quien vivi en la misma poca, haya hablado de Daniel. En muchas maneras, Daniel fue el profeta veterotestamentario ms detallado y concreto en cuanto al anuncio de eventos futuros. Jess se refiri a l como profeta (Mateo 24.15). Lo ms probable es que Daniel muri en Babilonia. No obstante, algunos historiadores asiticos sostienen que al final regres a Judea y despus volvi a Persia, donde muri en la ciudad de Susa.3
2 Algunos de los nombres de sus dioses eran Marduk, Bel, Nabu (o Nebo), Istar, Sin y Shamash.
3 Susa era la capital de Elam y un centro de culto para la adoracin de la deidad elamita In-Shushinak. Esta ciudad clave ha sido el blanco de agresiones militares durante siglos. En el 639 a. C., durante el perodo neobabilnico, Asurbanipal destruy por completo la ciudad. Con el apogeo de los medos, y despus de los persas, Susa lleg a ser la capital aria regional y un centro de intercambio y comercio. Daro el Grande la eligi como su residencia real en el 521 a. C. Las excavaciones han desenterrado una inscripcin de construccin de Daro, en la cual se relata cmo fue construida y cmo fueron importadas sus elaboradas decoraciones desde lugares distantes. En el libro de Ester se hace referencia a la opulencia del palacio, el cual menciona a menudo a Daro y a su sucesor Jerjes. Este palacio fue una conquista preciada de Alejandro Magno y sigui siendo un punto de inters militar durante todo el perodo medieval. La regin donde Susa estaba ubicada es ahora Irn.
EL ESTILO El libro de Daniel est incluido en el canon4 como uno de los profetas mayores. No obstante, la forma de escribir de Daniel es diferente de la que normalmente observamos en los profetas. La profeca es, ante todo, hablar por Dios. La palabra hebrea que ms frecuentemente se traduce por profeta (abn, nabi) significa literalmente vocero. El equivalente griego (profhth , profetes) indica a uno que habla por alguien. As, un profeta, aunque a menudo incluye elementos de prediccin de eventos futuros en sus dichos, estaba ms ocupado en su propsito primordial de declarar un mensaje de Dios. Ya alguien dijo que el oficio del profeta tena que ver ms con predicar que con predecir. Hay una clase de estilo proftico que se conoce como apocalptico. Este trmino proviene de otra palabra griega, un verbo que significa sacar a la luz, por lo tanto, revelar. Su traduccin contempornea da como resultado la palabra revelacin. Gran parte del estilo del libro de Daniel se observa tambin en la revelacin que Jess dio a Juan en el Nuevo Testamento. Por lo tanto, el libro se considera literatura apocalptica. No hay nada inherente en la palabra apocalptica que se refiera al fin o a los eventos finales; sin embargo, ha adoptado esta connotacin en las mentes de muchos (si no de la mayora) que usan el trmino. Si bien la relacin de la literatura apocalptica con el fin del mundo es un concepto errneo, esta clase de literatura es ciertamente diferente de la literatura proftica normal. A menudo, la literatura proftica fue el mensaje escrito de lo que habl anteriormente el profeta. En contraste con lo anterior, la literatura apocalptica es escrita, no hablada. Tpicamente, esta literatura se diferencia de otras profecas en tres modos: 1) la literatura apocalptica trata considerablemente de predicciones o eventos futuros, 2) est llena de sueos y de visiones, y 3) usa smbolos, incluyendo smbolos del cuerpo humano, de animales, de nmeros y de colores. El considerable uso de smbolos en esta literatura se ha dicho que es con el fin de impedir que el mensaje sea descubierto por los enemigos de los lectores propuestos. Si bien esta razn es aceptable
4 La palabra canon (del latn para norma o regla) se refiere a los libros que se han aceptado como Escritura inspirada. El canon no fue determinado por un concilio hecho por hombres, sino que incluy libros generalmente aceptados por la iglesia primitiva atendiendo a su relacin con un apstol, a su contenido espiritual, a su llamado universal a la iglesia de Cristo y a su inspiracin divina.
en parte, no hay duda de que existe un propsito ms significativo para el uso de smbolos. Los smbolos se usaron debido a la naturaleza futurista de las profecas. La materia tratada era tan extraa a la realidad que vivan los lectores, que el simbolismo resultaba esencial para la explicacin. Para citar (fuera de contexto) al apstol Pablo, eran cosas que ojo no vio, ni odo oy (1era Corintios 2.9) las que el autor estaba describiendo. Es por el uso de simbolismo que para muchos resulta tan fascinante la literatura apocalptica. Qu significan los smbolos? Un smbolo a menudo tiene diferentes significados, dependiendo de los diferentes contextos en que se encuentra. A menudo debemos dejar que sea el autor que usa el smbolo quien nos diga qu significa (vea, por ejemplo, Daniel 2). No es correcto tratar de hacer que un smbolo corresponda a un significado especfico que sea extrao al contexto en que se encuentra. Tampoco es apropiado decir que un smbolo debe tener siempre el mismo significado. Considere, por ejemplo, la letra X. Es la vigsima quinta letra del alfabeto espaol. En el conjunto de los numerales romanos, la X representa el nmero diez. En el alfabeto griego, tiene una forma muy parecida a la letra ji. Una X proverbial es la que se usa para marcar un lugar en un mapa. Tambin se usa la X como una seal de prohibicin, al anunciar algo que no se permite. La X puede ser tambin el smbolo de un cruce de ferrocarril, o puede advertir de algn otro peligro. A menudo se usa la X en las etiquetas de sustancias venenosas. Ahora, qu significa la X? Como se ilustr con la X, un mismo smbolo puede tener varios significados diferentes. Esta variacin en significado hace que el estudio de literatura apocalptica resulte intrigante y difcil. En la mayora de las versiones de la Biblia, Daniel ocupa la posicin inmediatamente despus de Ezequiel. En los cnones judos ms antiguos, no se ubica sistemticamente junto con los profetas, debido aparentemente 1) a que Daniel no ostentaba el cargo de profeta, y 2) a que la imaginera apocalptica de Daniel es diferente del estilo proftico. Daniel comenz a ser sistemticamente desplazado por los rabinos judos en el siglo V d. C. Estos estaban respondiendo as a los cristianos que sealaban las visiones de Daniel como predicciones del tiempo de la venida de Cristo. Los judos que negaban que Jess de Nazaret (o cualquier otra persona) pudiera ser el Mesas, obviamente no estaban preparados para aceptar el tiempo sealado en Daniel.
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EL TEMA El tema que domina lo escrito por Daniel es este: Dios reina en los asuntos de los hombres. Este tema se declara en forma directa o se demuestra en cada uno de los captulos del libro. Esta verdad era importante para los lectores de Daniel, que se suponan que eran el pueblo de Dios, pero que estaban sufriendo en manos de los que se enfrentaban a Dios.
El tema es un mensaje de consuelo para los perseguidos. A pesar de nuestros padecimientos, a pesar de cmo veamos la desgracia del momento actual, Dios est al mando. Esta verdad debera constituir una gran fuente de fe, durante un tiempo de tribulacin. Es el mensaje de Juan que Jess enva a las iglesias en el libro de Apocalipsis, y es el mensaje de Daniel. David Rechtin
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Comentario de 1.1-21:
El rey Nabucodonosor1 se llev lo mejor de los utensilios del templo de Jerusaln cuando regres a Babilonia, dejando el resto con el fin de que los judos llevaran a cabo los servicios del templo. Este evento nos muestra algo de la justicia de Dios. Comenzando con Salomn, el pueblo de Israel haba contaminado el templo de Dios con los utensilios de diferentes naciones idlatras que haban conquistado. El pueblo todava confiaba en la presencia del templo (Jeremas 7.4) como prueba de que eran aceptables para Dios. Dios les haba advertido dos siglos atrs (Isaas 39.67) que se llevaran muchos de sus preciosos objetos. Adems, estos objetos fueron colocados en un templo de Babilonia, en el tesoro de uno de los dioses de Nabucodonosor. En vista de que el pueblo de Dios no escuchaba la palabra de Jehov, sino que confiaba en lo que era inferior, ellos perdieron tanto el servicio a Dios como las posesiones en que haban depositado su confianza. El rey de Babilonia tambin se llev lo mejor de los jvenes varones a Babilonia. Nabucodonosor
1 El nombre Nabucodonosor se traduce ms correctamente por Nabucodrosor. El nombre en s significa Nebo protege la corona y se origina en el nombre que se le da al dolo Nebo. En vista de que la forma Nabucodonosor es la ms conocida, nos referiremos al rey por este nombre.
estaba ms interesado en incorporar pueblos cautivos a la sociedad babilnica, que en el genocidio. Estos muchachos haban de ser enseados en el gobierno, las leyes, las costumbres, los idiomas y las ciencias de los caldeos, durante tres aos. No haba duda de que haban recibido alguna educacin bsica, debido a la posicin que ocupaban cuando vivan en Jud, pero el hecho de que se esperaba de ellos que en tres aos aprendieran, y se desempearan a tan alto nivel, insina la eficacia del proceso educativo de los babilonios. Como parte del proceso de ser asimilados por la sociedad babilnica, a los cautivos hebreos se les dieron nuevos nombres (1.7). Los nombres hebreos (que incluan cada uno las partculas yah o el) se derivaban del nombre de Jehov o el Seor; los nombres babilnicos incorporaban los nombres de los dioses de Babilonia. (Vea el cuadro de la pgina 4.) El cambio de nombres tuvo como propsito borrar del corazn de estos jvenes la religin de los hebreos, e inculcarles la religin de los babilonios. Qu lecciones aprendemos de este captulo? DIOS EXIGE RESPONSABILIDAD (1.17) El comienzo del libro demuestra que Dios responsabiliza a las personas de sus actos. En Jeremas 25.110, Dios le dijo a Su pueblo que por no haberle obedecido, sufriran las consecuencias que se enumeran en los primeros versculos de Daniel:
En el ao tercero del reinado de Joacim rey de Jud, vino Nabucodonosor rey de Babilonia a Jerusaln, y la siti. Y el Seor entreg en sus manos a Joacim rey de Jud, y parte de los utensilios de la casa de Dios; y los trajo a tierra de Sinar, a la casa de su dios, y coloc los utensilios en la casa del tesoro de su dios. Y dijo el rey a Aspenaz, jefe de sus eunucos, que trajese de los hijos de Israel, del linaje real de
Las personas son responsables delante de Dios en colectividad. Las naciones y los gobiernos tienen que dar cuenta a Dios de sus actos. La sociedad organizada requiere que haya un gobierno; el gobierno fija el rumbo traza la direccin al pueblo. ltimamente, el rumbo de Jud haba sido fijado por Manass (2 o Reyes 24.34). Faran determin el destino de Egipto, cuando Moiss, con el liderazgo que le dio Dios, contribuy a forjar el futuro de Israel. En el Nuevo Testamento, Juan el Bautista advirti a los judos de un nefasto destino si ellos desechaban el consejo de Dios (Lucas 3.710; Mateo 3.10). En Daniel 1.2 se resumen las consecuencias de la desobediencia de Israel, con las siguientes palabras: Y el Seor entreg en sus manos a Joacim. El juicio del Seor sobre las naciones de la tierra esto es, el hacer responsables a las personas tiene varias manifestaciones. En el mbito terrenal, se da cuenta materialmente, lo cual incluye la prdida de objetos valiosos, por medio de catstrofes naturales, de guerras o de trastornos de la economa. Debemos recordar que la nacin de Israel era el equivalente veterotestamentario de la iglesia de Dios. Los cristianos creemos en la responsabilidad espiritual. As como los sacerdotes y los reyes de Jud tuvieron que hacer frente a las consecuencias de su liderazgo (o de la ausencia de este), a los dirigentes de la iglesia del Seor se les responsabiliza de una norma ms elevada (Hebreos 13.17; Santiago 3.1). Del mismo modo, los miembros de la iglesia, como pueblo de Dios que son, son responsables de una norma ms elevada que la del resto del mundo. En el Nuevo Testamento, Jess declar: He aqu vuestra casa os es dejada desierta (Mateo 23.38). l se estaba refiriendo al templo de Jerusaln, el cual los judos haban declarado la casa de Dios. No obstante, Jess deca que esta casa haba sido abandonada por Dios, quien se iba a desentender de este pueblo. Cuando el tesoro espiritual de la verdadera religin se pierde, puede que como castigo suceda la prdida de tesoros materiales. Debido a que los judos de la era de Daniel haban dejado de ser espirituales, se les priv de los objetos relacionados con la espiritualidad. Las instituciones (y las naciones, y las iglesias) manifiestan el carcter de los individuos que las forman. En vista de que las instituciones trascienden a los individuos, estos son tratados de forma diferente cuando Dios lleva a cabo juicios en contra de ellos.
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Las personas tambin deben dar cuenta a Dios en forma individual. En los mismos versculos que hablan acerca de cmo Dios castig a Jud por su iniquidad, tal como haba anunciado que hara, tambin encontramos los nombres de algunos que haban seguido siendo fieles a Dios: Daniel, Ananas, Misael y Azaras, que eran de los hijos de Jud (vers.o 6). En Hechos 5 encontramos los nombres de dos (Ananas y Safira) que, en medio de muchos miembros fieles de la iglesia neotestamentaria, eran infieles. Dios no solo juzga a las naciones y a las instituciones, sino que tambin toma en cuenta la responsabilidad personal de los individuos que participan. Una persona no puede justificar el no cumplir las normas de Dios por el hecho de que los dems que le rodean tampoco las cumplen, ni viceversa. Daniel 1.8 insina que muchos de los dems cautivos de Jud hacan todo lo que los babilonios exigan; pero Daniel, Ananas, Misael y Azaras se mantuvieron fieles a las normas de Dios. Sin importar lo que suceda a nuestro alrededor, a pesar de las costumbres y de los valores de los tiempos, debemos dar cuenta a Dios. Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba segn lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo (2a Corintios 5.10). LA OPCIN QUE SE ELIGE POR LA FE (1.814) Se escogieron varones jvenes de entre lo mejor de los cautivos para ser enseados en el servicio para el rey (1.5). Estos incluan jvenes del linaje real de los prncipes, a quienes se les describi como muchachos en quienes no [haba] tacha alguna, de buen parecer, enseados en toda sabidura, sabios en ciencia y de buen entendimiento, e idneos para estar en el palacio del rey (1.34). Se nombr a un funcionario para que supervisara el rgimen personal y fsico al que se someteran estos aprendices. Se les dio racin para cada da, de la provisin de la comida del rey, y del vino que l beba (1.5). Esto es lo que leemos en 1.814:
Y Daniel propuso en su corazn no contaminarse con la porcin de la comida del rey, ni con el vino que l beba; pidi, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse. Y puso Dios a Daniel en gracia y en buena voluntad con el jefe de los eunucos; y dijo el jefe de los eunucos a Daniel: Temo a mi
seor el rey, que seal vuestra comida y vuestra bebida; pues luego que l vea vuestros rostros ms plidos que los de los muchachos que son semejantes a vosotros, condenaris para con el rey mi cabeza. Entonces dijo Daniel a Melsar, que estaba puesto por el jefe de los eunucos : Te ruego que hagas la prueba con tus siervos por diez das, y nos den legumbres a comer, y agua a beber. Compara luego nuestros rostros con los rostros de los muchachos que comen de la racin de la comida del rey, y haz despus con tus siervos segn veas. Consinti, pues, con ellos en esto, y prob con ellos diez das.
En los anteriores versculos tenemos una versin condensada de las conversaciones que debieron de haber tenido lugar entre Daniel, sus tres asociados, y el funcionario del rey. Imagnese usted el problema que se le plante al representante del rey: Esta peticin de Daniel no constitua una rebelin declarada; estos cuatro jvenes son los nicos de los cuales se dice que hacen esta peticin especial. Nuevamente, entra a trabajar Dios: Y puso Dios a Daniel en gracia [] con el jefe de los eunucos (vers.o 9). Las Escrituras guardan silencio en cuanto a la razn por la que Daniel y sus amigos podan contaminarse con la comida y la bebida del rey. Se han propuesto tres razones: 1) los babilonios coman alimentos que haban sido declarado inmundos por la ley de Moiss, 2) coman animales que no eran matados correctamente, o 3) coman carne que haba sido ofrecida anteriormente en sacrificio a los dioses de ellos. Cuales fueran las razones especiales que tuvieran para no comer los alimentos del rey, lo cierto es que Daniel y los dems se propusieron cumplir a la ley de Dios. A sus captores se les hizo reconocer la sinceridad de la postura de ellos. Por todo el libro observamos que se somete a prueba la fe de Daniel. Se le exigi que eligiera opciones contrarias a la sabidura reinante. Tuvo que actuar de modo contrario a las normas impuestas por personas impas. Haba otros cautivos que se estaban sometiendo, aunque a regaadientes, a los mandamientos de los babilonios; la mayor parte del pueblo de Dios desech los riesgos que supona el mantenerse fieles al Seor. Una variacin del significado del nombre Daniel es Dios es mi Juez. A Daniel se le menciona sin duda en Hebreos 11.33, entre los grandes ejemplos de fe. Los conceptos de fe y de juicio estn vinculados de modo inseparable. Daniel confiaba (crea) en Dios. Crea en la providencia de Dios, y confiaba en el poder de Dios. Ms adelante
veremos estas manifestaciones de fe, especialmente en el captulo 6. Cmo supo Daniel que Dios les dara a l y a sus amigos una mejor apariencia y una mejor salud fsica y mental (1.20) que a los dems jvenes que fueron sometidos a las mismas pruebas? Daniel no lo saba en el sentido emprico, sino que tena certeza (Hebreos 11.1) porque conoca a su Dios. As, Daniel acert constantemente en las opciones que eligi. Esto fue lo que su fe hizo. Esto es lo que nuestra fe debera hacer. Todos los das tenemos opciones que elegir. Algunas requieren que se tomen decisiones comunes, rutinarias (qu comer, qu vestir), y otras son ms trascendentales. La Biblia est llena de relatos de personas que eligieron opciones algunas malas (como Can, Lot y Judas) y algunas buenas (como Moiss, Daniel y Jess). Dios encuentra manera de dejarnos sufrir las consecuencias de las opciones que elegimos, aun en esta vida. Por supuesto, las consecuencias finales de nuestras decisiones se vern hasta en la otra vida. Dios galardon a Daniel en esta ocasin y en los aos que siguieron. No se peca de exceso al recalcar la importancia de elegir la opcin correcta. Son miles de vidas las que son afectadas durante muchos aos. Solo Dios conoce el poder de una decisin correcta. Incluso cuando se elige una mala opcin, aunque lamentable, se puede enmendar si actuamos a tiempo. Si bien no tenemos ejemplo en el libro de Daniel de que el personaje principal tomara tal decisin, sabemos de muchos otros que s tomaron malas decisiones. La parbola de Jess sobre el hijo prdigo revela la posibilidad de que uno vuelva en s, y de que corrija una mala decisin (Lucas 15). As como Dios puso a Daniel en gracia por causa de su fe, as nos pondr a nosotros en gracia si nos arrepentimos de las malas opciones que hayamos elegido. EL GALARDN DE LA FE (1.1521) Qu sucedi con Daniel y sus amigos?
Y al cabo de los diez das pareci el rostro de ellos mejor y ms robusto que el de los otros muchachos que coman de la porcin de la comida del rey. As, pues, Melsar se llevaba la porcin de la comida de ellos y el vino que haban de beber, y les daba legumbres. A estos cuatro muchachos Dios les dio conocimiento e inteligencia en todas las letras y ciencias; y Daniel tuvo entendimiento en toda visin y sueos. Pasados, pues, los das al fin de los cuales haba dicho el rey que los trajesen, el jefe de los eunucos los trajo delante de Nabucodonosor. Y el rey habl con ellos, y no
fueron hallados entre todos ellos otros como Daniel, Ananas, Misael y Azaras; as, pues, estuvieron delante del rey. En todo asunto de sabidura e inteligencia que el rey les consult, los hall diez veces mejores que todos los magos y astrlogos que haba en todo su reino. Y continu Daniel hasta el ao primero del rey Ciro (vers.os 1521).
Cuando los jvenes confiaron en Dios e hicieron la voluntad de Este, ellos tuvieron xito. No fue directamente por causa del alimento (o del haberse abstenido de este) que Daniel y los dems prosperaron, sino que fue debido a que Dios dio. Todo el contenido de este captulo apunta a la mano de Dios que trabaja. Dios entreg a Joacim en manos del rey de Babilonia, puso a Daniel y a sus amigos en gracia con el jefe de los eunucos, y les dio conocimiento y sabidura a Sus siervos fieles. Dios dio bendiciones a Daniel, Ananas, Misael y Azaras, bendiciones que respondieron al hecho de que ellos pusieron su fe por obra. Obedecieron los mandamientos de Dios; se disciplinaron para cumplir Su voluntad. La Biblia en realidad no
ensea que Dios ayuda a los que se ayudan a s mismos, pero s ensea que galardona a los que son motivados por la fe y que le buscan diligentemente (Hebreos 11.6). Los ltimos cinco versculos de este captulo revelan el progreso de Daniel y de sus compaeros. Daniel, como varn de Dios que era, alcanz un puesto cerca del trono con el transcurso del tiempo. Se mantuvo en un puesto de autoridad aproximadamente sesenta aos, que abarcaron el reinado de varios monarcas y de dos imperios. Rara vez en la historia de la humanidad ha afectado un solo hombre en el poder el destino de tantos. Este poder no fue algo que Daniel procur. Si de l hubiera dependido, no hay duda de que hubiera preferido haber estado sirviendo fielmente a Dios en su ciudad natal, en medio de su propio pueblo. No obstante, debido a que Daniel fue fiel a Dios, Este fue fiel al galardonar a Daniel con bendiciones mucho ms abundantemente de lo que [l pidi o entendi] (Efesios 3.20). David Rechtin
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Comentario de 2.1-49:
Por qu es importante la fecha? Es probable que el rey no consultara en ese momento a Daniel, ni a sus amigos, ni a ninguno de la generacin de estos, debido a que les faltaba experiencia y preparacin. Esto explica por qu, segn el versculo 15, Daniel careca de informacin sobre el asunto. Una razn por la que se [le haba] ido el sueo a Nabucodonosor era posiblemente el hecho de que ya haba transcurrido algn tiempo desde que lo tuvo. Aunque el sueo era importante, el rey tena otras cosas en qu pensar como monarca de un gran imperio que era. Es probable que hubiera dejado de pensar en el sueo debido a otras obligaciones que le apremiaban. En todo caso, al recordar que tuvo un sueo, sin recordar ninguno de los detalles de este, llam a sus sabios para que le dieran la interpretacin. Es probable que la expresin magos, astrlogos, encantadores y caldeos (vers.o 2) incluyera a los filsofos y a los astrnomos que crean tener inspiracin divina, o que afirmaban tenerla. Los encantadores eran los que oraban a los dolos. Es probable que la expresin caldeos se refiera ms que todo a los que estaban ms cerca de la elite de este grupo, a quienes se les conoca por toda la regin, y no tanto a un grupo tnico diferente entre los sabios. Los sabios de Babilonia no tenan ni idea de cul poda haber sido el sueo. Si Nabucodonosor se los relataba, decan ellos, entonces podan darle una interpretacin. No sabemos si el rey sospechaba que ellos estaban tratando de engaarlo, o si sencillamente crea que quien poda dar a conocer la interpretacin, tambin poda dar a conocer el sueo. Fuera lo primero o lo ltimo, l estipul que el intrprete deba primero revelar el sueo. (Le angustiaba el no poder recordarlo, aunque s recordaba el hecho de que lo tuvo.) En los versculos 4 al 7 se insina un lapso de tiempo, una fecha
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lmite, despus de la cual, el rey ya no esperara ms. En consecuencia, en el versculo 8, el rey respondi a sus sabios diciendo: Yo conozco ciertamente que vosotros ponis dilaciones. La aseveracin del rey daba a entender que habra nefastas consecuencias, no solo para los sabios, sino que potencialmente tambin las habra para el mismo rey. Estaba insinuando que sus sabios estaban demorando la respuesta con el fin de tener tiempo para inventarse un sueo. Tal vez tenan la esperanza de poder descubrir el verdadero sueo a partir de lo que l les dijera, o puede ser que estuvieran esperando una oportunidad para escapar de la ciudad! Hay quienes opinan que el rey consideraba que el negarse ellos a dar a conocer el sueo equivala a negarse a extenderle lealtad y sumisin a su soberana. Nabucodonosor crea, o le haban hecho creer, que sus sabios tenan acceso a la ayuda de los dioses. El no poder hacer aquello para lo cual, lgicamente, tal ayuda deba haberlos facultado, le arrojaba una sombra de duda a lo que siempre haba credo. Tena que elegir entre contemplar con una mala imagen a sus sbditos, o considerar negativamente a sus dioses. El versculo 10 declara la gloria que se habra de dar a Dios cuando el sueo fuera revelado e interpretado: No hay hombre sobre la tierra que pueda declarar el asunto del rey. Cuando Daniel pudo cumplir con la exigencia del rey, l dio la gloria y el reconocimiento al Dios del cielo (vers.o 19). Nabucodonosor dio orden de matar a todos los sabios (vers.o 12), lo cual habra incluido a Daniel y a sus amigos, aunque no se les haba dado oportunidad alguna de comentar con el rey el sueo y la interpretacin. El verdugo asignado por el rey, identificado como el capitn de la guardia del rey, se demor ante la sincera pregunta de Daniel: Cul es la causa de que este edicto [sea tan apresurado]? (vers.o 15). Luego a Daniel, aparentemente por intermediacin de Arioc, se le concedi una entrevista con el rey. l pidi tiempo para indagar acerca del sueo y la interpretacin. En vista de que esta peticin provena de una fuente que no haba consultado previamente en relacin con el sueo, se aplac la ira del rey y este le concedi el tiempo. Despus de su audiencia con el rey, Daniel se reuni con sus tres amigos. Estos se reunieron para pedir en oracin la revelacin de Dios, con el fin de no perder sus vidas. El versculo 16 da a entender que Daniel se propona pedirle a Dios tanto el sueo como la interpretacin.
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CUANDO LAS CRISIS GOLPEAN El libro de Daniel muestra las diferentes maneras como las personas reaccionan a las crisis en sus vidas. Vivimos en un mundo en el cual las cosas (y las personas) salen mal. A veces vivimos siendo golpeados por una crisis tras otra. Qu revela esta situacin? Cmo respondemos a ella? 1) Las crisis a veces revelan el mal que hay en nosotros. A Nabucodonosor se le haba confiado un imperio. Su orden de matar a todos los sabios era ilgica, intempestiva y egosta. Habra sido devastadora para su reino. Estaba actuando con maldad. Adems, la reaccin del rey era irracional. Exiga de otros que trajeran a la memoria un sueo que l no poda recordar. Al actuar con crueldad, estaba castigndose a s mismo sin saberlo. Si sus rdenes se hubieran cumplido, habra matado a Daniel, quien ms adelante se convertira en su mejor amigo, aliado y confidente as como el sabio que revelara su sueo. 2) Las crisis a veces revelan las debilidades que hay en nosotros. El sueo y la interpretacin estn vinculados no solamente por el rey, sino tambin por Dios, quien le revel ambas cosas a Daniel. Los caldeos carecan de ayuda celestial. La respuesta de ellos, que se recoge en el versculo 11, fue en el sentido de que no poda haber revelacin, ni respuesta. Esto es lo que estaban diciendo: Si no podemos obtener una respuesta, entonces esta no existe. El declarar invlida la fe tan solo porque no conocemos la respuesta a cierta pregunta, equivaldra a cometer el mismo error de los caldeos. Nuestra fe subjetiva es dbil, pero no as el objeto de nuestra fe. 3) Las crisis tambin revelan nuestra fe. En Santiago 1.24 dice que Dios permite que nuestra fe sea probada, o examinada, con el fin de fortalecernos. La respuesta de Daniel a una seria crisis de su vida consisti en volverse a Dios en oracin. Incluso les pidi a otros que oraran con l. Daniel, a su vez, fue usado por Dios para manejar la crisis de los dems afectados. Solo Dios sabe cunto somos capaces de resistir. Cmo respondemos a las crisis? Una crisis no crea fe en Dios, sino que da a conocer la que ya tenemos. DEBEMOS DAR GRACIAS (2.1924) Las oraciones de Daniel y sus amigos dieron resultado:
Entonces el secreto fue revelado a Daniel en
visin de noche, por lo cual bendijo Daniel al Dios del cielo. Y Daniel habl y dijo: Sea bendito el nombre de Dios de siglos en siglos, porque suyos son el poder y la sabidura [] A ti, oh Dios de mis padres, te doy gracias y te alabo, porque me has dado sabidura y fuerza, y ahora me has revelado lo que te pedimos; pues nos has dado a conocer el asunto del rey. Despus de esto fue Daniel a Arioc, al cual el rey haba puesto para matar a los sabios de Babilonia, y le dijo as: No mates a los sabios de Babilonia; llvame a la presencia del rey, y yo le mostrar la interpretacin (vers.os 1924).
Despus de recibir revelacin de Dios, qued claro el significado de la oracin de accin de gracias que Daniel elev a Este. Qu apropiado! Despus de pedir algo y recibirlo, Daniel inmediatamente dio gracias. Muy a menudo, nos centramos solo en pedir, y descuidamos la accin de gracias. Pablo dijo que debemos incluir la accin de gracias en nuestras peticiones (Filipenses 4.6). Vuelva a leer el versculo 21, donde Daniel recalc el tema dominante de su escrito: Dios est al mando de los reinos de los hombres (vea 5.21). DIOS TIENE DOMINIO DEL FUTURO (2.2530)
Entonces Arioc llev prontamente a Daniel ante el rey, y le dijo as: He hallado un varn de los deportados de Jud, el cual dar al rey la interpretacin. Respondi el rey y dijo a Daniel, al cual llamaban Beltsasar: Podrs t hacerme conocer el sueo que vi, y su interpretacin? Daniel respondi delante del rey, diciendo: El misterio que el rey demanda, ni sabios, ni astrlogos, ni magos ni adivinos lo pueden revelar al rey. Pero hay un Dios en los cielos, el cual revela los misterios, y l ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de acontecer en los postreros das (vers.os 2530).
codonosor no durara, sino que sera reemplazado por otro reino y aun despus por otro. El lenguaje de los versculos 21 y 28 insina que el rey haba estado considerando el futuro de su reino y de sus sucesores. Daniel le dijo que Dios deseaba ayudarle. Daniel tambin recalc que la revelacin del sueo y del significado de este provena en su totalidad de Dios, no de Daniel en s. Nabucodonosor podra haberse visto inclinado a creer, despus de este acontecimiento, que la causa de la habilidad y el discernimiento de Daniel, a diferencia de los dems aprendices y sabios, se encontraba en alguna variacin del proceso de preparacin de este. Daniel quera cerciorarse de disuadir al rey de creer tal cosa. LA INTERPRETACIN DEL SUEO (2.3145) La descripcin e interpretacin que hace Daniel del sueo del rey constituye uno de los ms intrigantes pasajes de profeca de toda la Biblia. Es por este pasaje, juntamente con una visin e interpretacin parecidas que se dan a Daniel en el captulo 7, que se suscita tanto inters en este libro. Qu le dijo Daniel a Nabucodonosor?
T, oh rey, veas, y he aqu una gran imagen. Esta imagen, que era muy grande, y cuya gloria era muy sublime, estaba en pie delante de ti, y su aspecto era terrible. La cabeza de esta imagen era de oro fino; su pecho y sus brazos, de plata; su vientre y sus muslos, de bronce; sus piernas, de hierro; sus pies, en parte de hierro y en parte de barro cocido. Estabas mirando, hasta que una piedra fue cortada, no con mano, e hiri a la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuz. Entonces fueron desmenuzados tambin el hierro, el barro cocido, el bronce, la plata y el oro [] Mas la piedra que hiri a la imagen fue hecha un gran monte que llen toda la tierra. Este es el sueo; tambin la interpretacin de l diremos en presencia del rey. T, oh rey, eres rey de reyes; porque el Dios del cielo te ha dado reino, poder, fuerza y majestad [] t eres aquella cabeza de oro. Y despus de ti se levantar otro reino inferior al tuyo; y luego un tercer reino de bronce, el cual dominar sobre toda la tierra. Y el cuarto reino ser fuerte como hierro; y como el hierro desmenuza y rompe todas las cosas, desmenuzar y quebrantar todo. Y lo que viste de los pies y los dedos, en parte de barro cocido de alfarero y en parte de hierro, ser un reino dividido; mas habr en l algo de la fuerza del hierro, as como viste hierro mezclado con barro cocido. Y por ser los dedos de los pies en parte de hierro y en parte de barro cocido, el reino ser en parte fuerte, y en parte frgil. As como viste el hierro mezclado con barro, se mezclarn por medio de alianzas humanas; pero no se unirn el uno
Cuando Daniel pas a estar delante del rey Nabucodonosor, este lo recibi con preguntas. De inmediato, Daniel seal que es insensato depender de los hombres, o dar culto a la sabidura de los hombres. Su anuncio en el sentido de que hay un Dios en los cielos (vers.o 28) distingua al Seor que adoraban los hebreos, de los dolos del panten babilnico. Daniel pas despus a explicar que la revelacin no era realmente para l, sino para Nabucodonosor. Daniel le dijo a este rey pagano que Dios estaba interesado en l, y que lo haba escogido para revelar qu rumbo tomara la historia en los siglos venideros. No hay duda de que lo anterior le caus una impresin favorable al rey. No obstante, Daniel tuvo que anunciar despus que el reino de Nabu-
con el otro, como el hierro no se mezcla con el barro. Y en los das de estos reyes el Dios del cielo levantar un reino que no ser jams destruido, ni ser el reino dejado a otro pueblo; desmenuzar y consumir a todos estos reinos, pero l permanecer para siempre, de la manera que viste que del monte fue cortada una piedra, no con mano, la cual desmenuz el hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro. El gran Dios ha mostrado al rey lo que ha de acontecer en lo por venir; y el sueo es verdadero, y fiel su interpretacin (vers.os 3145).
Se han ideado diferentes interpretaciones al tratar los eruditos de hacer que la imagen (y la interpretacin) encaje en un modelo histrico que concluye con la era de los macabeos.1 Para llegar a tal conclusin, es necesario forzar todas las evidencias, especialmente la que se relaciona con la segunda parte de la imagen. La mejor interpretacin es la de Daniel y el resto de las Escrituras, junto con las evidencias histricas que estn disponibles. Tambin, debemos tener presente que la interpretacin de la imagen guarda paralelo con la de la visin que tuvo Daniel ms adelante. Daniel dijo claramente: t eres aquella cabeza de oro (vers.o 38). Es obvio que la cabeza de la imagen del sueo representa al Imperio Babilnico. El pecho y los brazos de plata simbolizaban el Imperio Medo-persa, que se levant sobre las ruinas de la cada de los babilonios (h. 538 a. C.) y que dur hasta que los medo-persas fueron derrotados por los griegos (h. 331). El vientre y los muslos de bronce se referan al Imperio Griego, que alcanz su mximo apogeo bajo Alejandro Magno. Las piernas de hierro representaban la divisin que sufrira el Imperio Griego al morir Alejandro. Recuerde que la visin, especialmente desde el punto de vista de Daniel y del pueblo hebreo, inclua la historia de estos. En consecuencia, no haba intencin de prever, ni de interpretar, la historia de la totalidad del mundo. La interpretacin de Daniel se relacionaba nicamente con la historia de los imperios que afectaron directamente al pueblo judo. Las dos (o cuatro) divisiones que afectaron a los judos fueron las dinastas de los tolomeos (Egipto) y de los selucidas (Siria).
1 La era de los macabeos abarc los siglos I y II a. C., durante el tiempo entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. Este fue un perodo de enconadas luchas y de persecucin para los judos. Despus de la profanacin del templo, Judas Macabeo organiz una revuelta en contra de Antoco Epfanes. Cuando Jerusaln fue recuperada, el templo fue purificado y rededicado. La gesta heroica de los macabeos, o asmoneos, se relata en el libro apcrifo de Macabeos.
Tolomeo comenz el nuevo reino de Egipto cerca del 312 a. C. (Este gobierno sigui en pie hasta el tiempo cuando Octavio Csar derrot a Egipto en el 30 d. C., y la convirti en colonia romana.) Seleuco comenz al mismo tiempo el reino de Siria; este dur hasta el 65 a. C., cuando fue conquistado por Pompeyo y se convirti en provincia romana. Ms adelante en la profeca de Daniel, los dos reinos, el de Egipto y el de Siria, desempean un importante papel. El hierro simboliza tanto fortaleza como severidad. Al pueblo judo, todava le aguardaban algunos de los captulos ms difciles de su historia; haran frente a desdichados cautiverios tanto bajo Egipto como bajo Siria. El cuarto reino se represent en el sueo con piernas de hierro mezclado con barro cocido en los pies. En la cuarta era se incluye algn simbolismo de debilidad mezclada con fortaleza. La ltima parte de la visin era una piedra. Habiendo sido cortada de un monte, pero no con mano, la piedra representaba algo que trascenda los esfuerzos humanos. El acto de ser cortada parece ser espiritual, no material. Aqu radica el verdadero centro de la visin. Desde una perspectiva cristiana, no podemos evitar pensar en la piedra del ngulo, Jess (Efesios 2.20). Esta piedra derrotara a todos los reinos de los hombres, llegando a ser un reino que no [sera] jams destruido (vers.o 44) ni dejado a otro pueblo. Jess se refiri a Su iglesia como un reino. Cuando consideramos la historia de la iglesia desde el tiempo de Jess, y comparamos la historia de los reinos simbolizados en la visin de la imagen, vemos el cumplimiento de la profeca. Todos los dems reinos representados por la imagen hace mucho tiempo que se convirtieron en monumentos que quedaron en ruinas. La iglesia es la nica que sigue existiendo y creciendo. Jess dijo en Mateo 16 que ni siquiera la muerte podra detener el avance de su reino (vers.o 18). Es esta parte de la profeca, y esta interpretacin, lo que hace que la totalidad de Daniel, y esta interpretacin en particular, resulten intolerables para algunos crticos. No obstante, cualquier otra interpretacin se queda corta al no haberse cumplido nunca. Si uno trata de hacer que la cuarta era de la imagen coincida con el perodo de los macabeos, no habra un reino sucesor, ni un reino que permaneciera. Todos los que nieguen que la piedra, el monte y el reino eterno de la visin se referan a Cristo y a Su iglesia, estn obligados a establecer una interpretacin que coincida mejor con los criterios de la visin.
ES A DIOS A QUIEN SE DEBE ALABAR (2.4649) Como era de esperar, al rey le impresionaron las palabras de Daniel.
Entonces el rey Nabucodonosor se postr sobre su rostro y se humill ante Daniel, y mand que le ofreciesen presentes e incienso. El rey habl a Daniel, y dijo: Ciertamente el Dios vuestro es Dios de dioses, y Seor de los reyes, y el que revela los misterios, pues pudiste revelar este misterio. Entonces el rey engrandeci a Daniel, y le dio muchos honores y grandes dones, y le hizo gobernador de toda la provincia de Babilonia, y jefe supremo de todos los sabios de Babilonia. Y Daniel solicit del rey, y obtuvo que pusiera sobre los negocios de la provincia de Babilonia a Sadrac, Mesac y Abed-nego; y Daniel estaba en la corte del rey (vers.os 4649).
Recuerde el nombre dado a Daniel por sus captores: Beltsasar, que significa uno a quien Bel revela misterios. Nabucodonosor se postr sobre su rostro y se humill ante Daniel, reconociendo a Dios solo de un modo indirecto en este momento.
Alab a Dios, pero tambin alab a Daniel. No era responsabilidad de Daniel que el rey le diera culto; al contrario, durante todo este incidente dio a conocer que el responsable de la visin y de la interpretacin era el Dios de l. La forma como el rey ascendi a Daniel para formar parte de su junta de consejeros, y para ser puesto sobre la provincia de Babilonia, nos recuerda a Faran y a Jos en Gnesis 41. Es obvio que Dios estaba activo en esta situacin. Hizo a Daniel ms grande de lo que Nabucodonosor podra haberlo hecho alguna vez. Daniel no olvid a sus amigos. Los que haban sido partcipes de su fe y de sus oraciones, tambin lo eran en su galardn. Por todo el libro de Daniel, se demuestra claramente la mano de Dios. En este captulo, Dios le dio el reino a Nabucodonosor (vers.o 37); le dio el sueo proftico al rey (vers.o 29); por medio de Daniel, le dio al rey la interpretacin; y Dios le dio a Daniel su galardn, aun en esta vida, por su fidelidad. El mensaje de la totalidad de Daniel es que Dios est al mando. David Rechtin
El Imperio Medo-persa
Un tercer reino de bronce, el cual dominar sobre toda la tierra (vers.o 39). El cuarto reino ser fuerte como hierro, en parte fuerte y en parte frgil (vers.os 40-42). Un reino que levanta el Dios del cielo, que no ser jams destruido ni dejado a otro pueblo, sino que permanecer para siempre (vers.o 44).
El Imperio Griego
Piernas de hierro; pies, en parte de hierro y en parte de barro cocido (vers.o 33) Una piedra cortada, no con mano, que hiere a la imagen en sus pies y los desmenuza (vers. o 34); hacindose despus un gran monte, que llena toda la tierra (vers.o 35)
El Imperio Romano
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Comentario de 3.1-30:
El rey hizo un nuevo dolo. No sera de ningn provecho ponernos a conjeturar acerca del estilo o el carcter de la imagen. Tuviera la forma que fuera, lo cierto es que el rey levant este dolo. Lo hizo motivado por su ego? Estaba motivado por consideraciones polticas (para demostrar que no estaba siendo influenciado excesivamente por los judos)? No es algo que sepamos. Si bien promulg un edicto que podra haberse aplicado solo a funcionarios de gobierno, el versculo 7 nos dice que (casi) todos cumplieron con l y adoraron al dolo. No hay duda de que haba otros judos, adems de estos tres y de Daniel que no adoraran tal imagen. No obstante, por estar a cargo de la administracin de la provincia (2.49), Ananas, Misael y Azaras fueron notorios al no obedecer. Los dems jams vacilaron en adorar este nuevo dolo. Una caracterstica de la idolatra es la constante adicin de nuevos dioses al panten. El apstol Pablo expres que una de las seales que distingue a un mundo perdido la constituye el apartarse del verdadero Dios para hacer imgenes y declararlas objetos de culto (Romanos 1.1823). Despus de la puesta en prctica del edicto del rey, y de la subsiguiente obediencia de la mayora de los funcionarios, algunos varones caldeos (vers.o 8) fueron a Nabucodonosor, acusando de
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insubordinados a los tres hebreos (vers.o 12). Por todo este captulo, a estos hebreos fieles Ananas, Misael y Azaras se les refiere por sus nombres babilnicos: Sadrac, Mesac y Abed-nego. Los caldeos no acusaron a Daniel de este delito, pero es obvio que no ador tal imagen. Las Escrituras no explican el motivo de esta omisin. Tal vez Daniel estaba muy afianzado en las estructuras de poder del gobierno, y le teman; y no suceda lo mismo con Sadrac, Mesac y Abednego, que fueron apresados y llevados delante del rey. NO TENAN INTENCIN DE POSTRARSE En el versculo 13, Nabucodonosor comienza la interrogacin de los tres hebreos. Les pregunt: Es verdad? (vers. o 14). Lo que dan a entender las palabras del rey en estos versculos, es que a los hebreos no se les haba dado una justa oportunidad para obedecer su edicto. Consideraba que la desobediencia de ellos podra no haber sido una insubordinacin, sino una omisin involuntaria; por lo tanto, les dio una segunda oportunidad. De inmediato (vers.o 16), Sadrac, Mesac y Abednego dieron a conocer sus intenciones. Cuando respondieron: No es necesario que te respondamos sobre este asunto, no tenan como propsito ser irrespetuosos con el rey. Tal respuesta era una aseveracin de la firmeza de la fe de ellos en esta situacin. No tenan necesidad de pensarlo otra vez, ni de deliberar acerca de lo que deban hacer. Esto fue lo que dijo Jess en el Nuevo Testamento: El que es fiel en lo muy poco, tambin en lo ms es fiel (Lucas 16.10). Estos hombres se haban propuesto no contaminarse con la comida del rey (1.8, 12). Se haban propuesto igualmente no contaminarse con la religin del rey. Nos tienta la idea de que podemos descuidar lo muy poco en la vida, siempre y cuando estemos preparados para hacer frente a las grandes dificultades. Se nos ha grabado en nuestras mentes la creencia de que Dios no nos pedir cuentas de lo muy poco, pero que s debemos tener cuidado de lo ms. Sin embargo, es un ejemplo diferente el que se observa aqu, as como en otros pasajes de las Escrituras y en la vida en general: La preparacin en lo pequeo nos prepara, con el tiempo, para lo grande. Esto se cumple en la educacin, en el cultivo de las destrezas artsticas y artesanales, y en lo relacionado con la fe. Si los hebreos no hubieran sido diligentes antes, no habran tenido la fe para serlo ahora, en este momento tan trascendental.
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NO TENAN INTENCIN DE CEDER Nabucodonosor desafi a Dios cuando dijo: y qu dios ser aquel que os libre de mis manos? (vers.o 15). Los hebreos respondieron: nuestro Dios a quien servimos puede (vers.o 17). Fue casi la misma respuesta que dio Daniel cuando el rey desafi a que se interpretara su sueo: hay un Dios en los cielos (2.28). No haba dios en la tierra, ningn dios creado por el hombre, que pudiera haber librado del rey, ni revelado el sueo a este. No obstante, estos hombres conocan al Dios del cielo que cre al hombre, y que s poda librarlos. La aseveracin de fe de los hebreos fue firme, pues dijeron al rey: O puede librarnos [Dios] del [] fuego ardiendo, o bien de tu mano [] nos librar. Aun si no fueran salvados fsicamente del fuego, seran librados del rey por la muerte (vers.o 17). Por lo menos dos pasajes neotestamentarios resultan pertinentes aqu. En Hebreos 9.27 leemos: Est establecido para los hombres que mueran una sola vez. Este es un pasaje que se cita a menudo en relacin con la certeza de la muerte. Si bien esta es una aplicacin suficientemente vlida, el autor estaba tratando de dar aliento a la fe de personas que estaban siendo perseguidas; de modo que sin duda era algo ms sutil y tranquilizador lo que estaba diciendo. Todo el mundo tiene que morir una vez; pero no todos tienen que morir dos veces. En Apocalipsis 14.1011 se hace referencia a idlatras que sern lanzados a un fuego eterno. Hay otros pasajes de Apocalipsis que se refieren a este fuego como la muerte segunda. No hay duda de que los amigos de Daniel tenan alguna especie de entendimiento de este concepto. Crean que su Dios poda sacarlos con vida del horno abrasador; pero tambin saban que si l elega no hacerlo, siempre los librara de otra muerte, la cual era segura, si quebrantaban Su ley y adoraban la imagen de oro. La totalidad de este pasaje, hasta este momento, nos muestra un desafo para Dios. 1) Nabucodonosor desafi atrevidamente a Dios. Primero, levant una imagen para que fuera adorada, lo cual era contrario a los mandamientos de Dios. El hombre ha estado siempre llevndole la contraria a Dios desde que Adn y Eva quebrantaron Su primer mandamiento en el huerto. Es nicamente por Su paciencia que Dios ha salvado a algunos de nosotros de la ira que hemos provocado (Romanos 1.18). En segundo lugar, Nabucodonosor desafi a Dios a salvar a Sus adoradores de la ira del rey. Aunque esto fue lo que
al final sucedi, el rey no lo crea posible. Librar Dios? no es un desafo que se plantea todo pecador ni consciente ni inconscientemente. Pero s es un desafo para la gracia de Dios. 2) Vemos tambin aqu un fiel desafo para Dios, el cual no es atrevido. Los tres hebreos declararon que Dios poda salvarlos, a pesar de las apariencias que indicaban lo contrario. Hay una diferencia entre tratar de [tentar] a Jehov [nuestro] Dios (Deuteronomio 6.16) y declarar la fe que tiene uno en que Dios cumplir Sus promesas. En una poca pasada, Elas le record a Dios Su aseveracin en el sentido de que con el tiempo hara cesar la lluvia si Israel se volva a los dolos. Cuando Elas lo pidi, esto fue exactamente lo que hizo Dios. En otra poca an ms antigua, Moiss le record a Dios su promesa en el sentido de que de los padres hara una gran nacin. De hecho, desafi a Dios a salvar a un pueblo obstinado y rebelde. Hay desafos para Dios que estn llenos de atrevimiento, y l no los tolerar. Hay otros desafos, sin embargo, que Dios asume, por medio de nosotros, para dar a conocer Su poder, Su honor y Su gloria. Esto fue lo que hizo en este caso con Sadrac, Mesac y Abed-nego. NO TENAN INTENCIN DE SER CONSUMIDOS POR LAS LLAMAS (3.1930)
Entonces Nabucodonosor se llen de ira, y se demud el aspecto de su rostro contra Sadrac, Mesac y Abed-nego, y orden que el horno se calentase siete veces ms de lo acostumbrado [] Entonces estos varones fueron atados con sus mantos, sus calzas, sus turbantes y sus vestidos, y fueron echados dentro del horno de fuego ardiendo. Y como la orden del rey era apremiante, y lo haban calentado mucho, la llama del fuego mat a aquellos que haban alzado a Sadrac, Mesac y Abed-nego. Y estos tres varones [] cayeron atados dentro del horno de fuego ardiendo. Entonces el rey Nabucodonosor se espant, y se levant apresuradamente y dijo a los de su consejo: No echaron a tres varones atados dentro del fuego? Ellos respondieron al rey: Es verdad, oh rey. Y l dijo: He aqu yo veo cuatro varones sueltos, que se pasean en medio del fuego sin sufrir ningn dao; y el aspecto del cuarto es semejante a hijo de los dioses. Entonces Nabucodonosor se acerc a la puerta del horno de fuego ardiendo, y dijo: Sadrac, Mesac y Abed-nego, siervos del Dios Altsimo, salid y venid. Entonces Sadrac, Mesac y Abed-nego salieron de en medio del fuego. Y se juntaron los strapas, los gobernadores, los capitanes y los consejeros del rey, para mirar a estos varones, cmo el fuego no haba tenido poder alguno sobre sus cuerpos, ni aun el
cabello de sus cabezas se haba quemado; sus ropas estaban intactas, y ni siquiera olor de fuego tenan. Entonces Nabucodonosor dijo: Bendito sea el Dios de ellos, de Sadrac, Mesac y Abed-nego, que envi su ngel y libr a sus siervos que confiaron en l, y que no cumplieron el edicto del rey, y entregaron sus cuerpos antes que servir y adorar a otro dios que su Dios. Por lo tanto, decreto que todo pueblo, nacin o lengua que dijere blasfemia contra el Dios de Sadrac, Mesac y Abed-nego, sea descuartizado, y su casa convertida en muladar; por cuanto no hay dios que pueda librar como ste. Entonces el rey engrandeci a Sadrac, Mesac y Abed-nego en la provincia de Babilonia (vers.os 1930).
A Nabucodonosor le era ajeno el dominio propio. En el captulo 2 se narra que promulg un decreto para matar a todos los sabios de Babilonia porque no pudieron hacer lo que, de parte del hombre, era una tarea imposible. Esta vez, encolerizado por la respuesta de los hebreos, dio rdenes en el sentido de que el horno se calentase siete veces ms de lo normal (vers.o 19). Es probable que con esta expresin se estaba indicando el mximo; el rey deseaba que el horno estuviera lo ms caliente posible. Varios de los guardas leales ataron a Sadrac, Mesac y Abed-nego y los echaron en el horno. El calor era tan intenso que los vestidos de los guardas se quemaron, y ellos mismos fueron destruidos por el horno. Despus, habiendo olvidado al Dios de Daniel, Nabucodonosor se espant (vers.o 24). Vio no solo a tres, sino a cuatro personajes en el horno. Uno era semejante a hijo de los dioses (vers.o 25; o al hijo de Dios; KJV). Qu, o a quin, vio Nabucodonosor? Bien se podra decir, a la luz de lo que dice el versculo 28, que Nabucodonosor vio un ngel. Dios ciertamente envi ngeles para ministrar a Su pueblo en diferentes situaciones. No obstante, la frase ngel de Dios, a veces es una expresin paralela para referirse a Dios mismo. (Vea Gnesis 48.1516.) Hay quienes sostienen que esta fue una aparicin cristolgica esto es, que fue el Hijo de Dios, quien en realidad apareci con los hebreos, en el horno. Esto se basa en parte en una interpretacin literal de pasajes como 1era Corintios 10.4, donde las palabras de Pablo parecen significar que la roca de la cual fluy agua para los israelitas, en el desierto, era Cristo. En Daniel, no se nos da suficiente informacin especfica, para decir con certeza qu, o a quin, vio el rey. Ms adelante, Daniel dijo que el Seor envi Su ngel y cerr la boca de los leones (6.22). Aun si su significado all
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fuera paralelo a lo que expresa el rey aqu, todava no contamos con la identidad concreta. Lo que ms importa es que Dios rescat a los hebreos y Nabucodonosor lo vio cuando sucedi. Nabucodonosor alab de inmediato al Dios de los hebreos (vers.o 28), y promulg otro edicto en el sentido de que nadie deba hablar contra el Dios de los judos. No era este un mandamiento en el sentido de adorar al Dios de Israel, pero s era un reconocimiento de Este. Recuerde, fue la jactanciosa pregunta de Nabucodonosor, cuando dijo: y qu
dios ser aquel que os libre? (vers.o 15), la que en primer lugar hizo que fueran sentenciados los hebreos. Estaba claro que ningn dios del panten babilnico poda librar. Esta verdad se recalca por la muerte inmediata de los guardas del rey, a quienes consumi el mismo fuego que no pudo hacer dao a los hebreos. El rey engrandeci a los hebreos en el puesto de gobierno que haban desempeado anteriormente. David Rechtin
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Comentario de 4.1-37:
Dios del cielo. En todo caso, el edicto de los versculos 1 al 3 fue escrito despus del suceso que sigue, que se comienza a relatar en el versculo 4. EL SUEO DEL REY (4.418) El versculo 4 insina que el rey haba alcanzado la cumbre de su poder despus de destruir Jerusaln y conquistar Siria, Arabia, Fenicia y Egipto. Tal vez estaba considerando su propia grandeza (vers.os 2930). Estaba dndose gusto en lujos, cuando tuvo otro sueo:
Yo Nabucodonosor estaba tranquilo en mi casa, y floreciente en mi palacio. Vi un sueo que me espant, y tendido en cama, las imaginaciones y visiones de mi cabeza me turbaron. Por esto mand que vinieran delante de m todos los sabios de Babilonia, para que me mostrasen la interpretacin del sueo. Y vinieron magos, astrlogos, caldeos y adivinos, y les dije el sueo, pero no me pudieron mostrar su interpretacin, hasta que entr delante de m Daniel, cuyo nombre es Beltsasar, como el nombre de mi dios, y en quien mora el espritu de los dioses santos. Cont delante de l el sueo, diciendo: Beltsasar, jefe de los magos, ya que he entendido que hay en ti espritu de los dioses santos, y que ningn misterio se te esconde, declrame las visiones de mi sueo que he visto, y su interpretacin (vers.os 49).
Al relacionar los versculos 2 y 3 con los versculos 34 y 35, recibimos la impresin de que Nabucodonosor se convirti al Dios de Daniel. La esencia de este edicto era paralela en accin al testimonio que dio el salmista en Salmos 51.13, 15, donde el penitente prometi que dara a conocer la bondad y la gloria de Dios. No hay manera de saber, por lo que dice este captulo, si Nabucodonosor se arrepinti o no, de la idolatra, para servir al Dios viviente. Este edicto pudo haber sido la manera como l incluy a Dios en su panten de dioses. No obstante, no se cometera perjuicio al suponer que la buena influencia de Daniel y el cumplimiento de los sueos de Nabucodonosor (tal como Daniel profetiz) llevaron al rey a creer al pie de la letra las palabras que expres en su decreto. Pudo haberse convertido en adorador del
Cuando Nabucodonosor tuvo este sueo, l se alarm y se llen de temor (vers.o 5). Dios, en su benevolencia, nos mantiene oculto el futuro a la mayora de nosotros. No estamos capacitados para hacerle frente. Desde el punto de vista humano, Nabucodonosor era el hombre ms poderoso que haba sobre la faz de la tierra; sin embargo, se asust cuando tuvo un vislumbre del futuro. El rey haba mejorado con el tiempo. En el captulo 2 haba exigido que los sabios le dieran a conocer el sueo en s, so pena de muerte si no
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lograban cumplir con esto; esta vez, en el versculo 6, se limit a pedirles que interpretaran el sueo. Los mismos que le fallaron anteriormente, estaban a punto de fallarle nuevamente, hasta que entr [] Daniel (vers.o 8). No sabemos por qu no se llam a Daniel de inmediato. Es posible que anduviera en los negocios del rey en algn otro lugar, y que llegara tarde, despus de recibir una citacin especial de parte del rey. Tal vez el rey entenda el sueo ms de lo que daba a conocer, lo cual, de ser as, explica por qu estaba alarmado. Puede que sospechara que el sueo anunciaba algo malo para l y, por lo tanto, demor la bsqueda de una interpretacin fiel. Esto no es de extraar porque por lo general preferimos demorar las malas noticias cuantas veces sea posible. Despus de llamar a Daniel a su presencia, Nabucodonosor dijo que el espritu de los dioses santos moraba en l (vers.o 8), a quien haba dado el nombre de Beltsasar, que significaba uno a quien Bel revela. Anteriormente, Daniel le haba dado a entender con claridad al rey que era el Dios del cielo, y no l, quien haba revelado el sueo del rey. Ese tanto de la fe de Daniel quedaba en Nabucodonosor, por ms mal que lo entendiera. Nabucodonosor revel despus el sueo a Daniel:
Estas fueron las visiones de mi cabeza mientras estaba en mi cama: Me pareca ver en medio de la tierra un rbol, cuya altura era grande. Creca este rbol, y se haca fuerte, y su copa llegaba hasta el cielo, y se le alcanzaba a ver desde todos los confines de la tierra. Su follaje era hermoso y su fruto abundante, y haba en l alimento para todos. Debajo de l se ponan a la sombra las bestias del campo, y en sus ramas hacan morada las aves del cielo, y se mantena de l toda carne. Vi en las visiones de mi cabeza mientras estaba en mi cama, que he aqu un vigilante y santo descenda del cielo. Y clamaba fuertemente y deca as: Derribad el rbol, y cortad sus ramas, quitadle el follaje, y dispersad su fruto; vyanse las bestias que estn debajo de l, y las aves de sus ramas. Mas la cepa de sus races dejaris en la tierra, con atadura de hierro y de bronce entre la hierba del campo; sea mojado con el roco del cielo, y con las bestias sea su parte entre la hierba de la tierra. Su corazn de hombre sea cambiado, y le sea dado corazn de bestia, y pasen sobre l siete tiempos. La sentencia es por decreto de los vigilantes, y por dicho de los santos la resolucin, para que conozcan los vivientes que el Altsimo gobierna el reino de los hombres, y que a quien l quiere lo da, y constituye sobre l al ms bajo de los hombres. Yo el rey Nabucodonosor he visto este sueo. T, pues, Beltsasar, dirs la interpretacin de l, porque todos los sabios de mi reino no han
podido mostrarme su interpretacin; mas t puedes, porque mora en ti el espritu de los dioses santos (vers.o 1018).
En el relato que hace Nabucodonosor del sueo, la descripcin pas de ser solamente un rbol en el versculo 14, a ser l en los versculos 15 y 16 (NASB). Como ya se dijo, esto puede ser indicio de que Nabucodonosor saba que el sueo tena que ver con l. Le llenaba de temor la interpretacin. En los versculos 20 al 27, Daniel confirm que el rbol, de hecho, representaba a Nabucodonosor, y que la profeca era alarmante. En el versculo 17, leemos: La sentencia es por decreto de los vigilantes anglicos (NASB). En muchas versiones de la Biblia se aade la palabra anglicos en bastardillas en este versculo, indicando que se entiende que los vigilantes mencionados eran ngeles. En vista de que no se hace mencin alguna de quines eran los vigilantes, no causa ningn perjuicio el referirse a estos sencillamente como ngeles. El significado bsico de ngel es sencillamente mensajero, y esto ciertamente describe a los vigilantes en este pasaje. Este versculo no insina, sin embargo, que los vigilantes hicieran el edicto. La idea es que ellos estaban de acuerdo con el edicto, el cual, segn se desprende del contexto del captulo, provena de Dios. Una especie de cuadro de esta misma conversacin aparece en Isaas 6.8, donde el Seor pregunt: A quin enviar?. Esta pregunta, que aparentemente es tan solo retrica, le fue planteada a los serafines para provocar la respuesta de Isaas. Ya nos hemos referido a la verdad que se recalca en todos los tratos de Daniel con Nabucodonosor, y esta es que el Altsimo gobierna el reino de los hombres. La ltima lnea del versculo 17 es especialmente intrigante: y constituye sobre l al ms humilde de los hombres (NASB; en otras versiones se lee el ms bajo de los hombres). Dependiendo del entendimiento que uno tenga de las palabras, el versculo podra dar a entender que Dios da reinos aun al ms humilde de los hombres (David, por ejemplo), o al peor de ellos (como Acab). El gobierno es de parte de Dios es la aseveracin que hace Pablo en Romanos 13.17. Esta es una leccin que todas las personas deben aprender, y de las cuales hay que estarles recordando constantemente. No hay hombre que llegue por sus propios esfuerzos a la posicin que ostenta. Los que llegan a la cima, lo han logrado por la sabidura, el propsito e incluso la gracia de Dios. Sabemos que Dios no hace acepcin de perso-
nas (Hechos 10.34). El ocupar un puesto de gobierno no hace a alguien justo o malo; cada persona determina esto por s misma. Dios estableci reyes buenos para ayudar a la gente, y estableci reyes malos para castigarla. Cual sea la opinin que uno tenga de cualquier gobierno en particular, o de sus dirigentes, el que realmente confa en Dios acepta que Este ha intervenido en el nombramiento de gobernantes, y que tiene Sus propios propsitos en mente para la presencia de ellos. Hay otro paralelo que se observa desde una perspectiva ms espiritual. El ser dirigente de la iglesia no garantiza que haya justicia de parte del que lo sea, y tampoco garantiza el futuro de las personas que estn siendo dirigidas. A menudo merecemos lo que recibimos. Si no mostramos inters en la seleccin de nuestros dirigentes, si no atinamos a reconocer las directrices de Dios en cuanto a las cualidades espirituales de estos, sufriremos entonces las consecuencias. Cuando hablamos de dirigencia espiritual, estamos considerando el ms noble llamado sobre la tierra. Es extrao que tantos se consideren capaces de dirigir espiritualmente, cuando ellos mismos son incapaces o insuficientes para dirigir en otros aspectos de la vida. Esto es seal de que no le damos la importancia debida a la dirigencia del pueblo de Dios. LA INTERPRETACIN DE DANIEL (4.1927) Cuando Daniel oy el sueo de Nabucodonosor, qued atnito casi una hora, y sus pensamientos lo turbaban (vers. o 19). Daniel conoca la interpretacin del sueo. El Espritu de Dios estaba en efecto con l. Estaba considerando la severidad de la interpretacin, as como las consecuencias del cumplimiento de esta, sobre el rey y el reino. Hay quienes opinan que estaba considerando la reaccin del rey, pero esto parece menos probable. Daniel haba cultivado, con los aos, una buena relacin con Nabucodonosor; el rey confiaba en l. El rey anim de inmediato a Daniel a revelar la interpretacin, y a que no le turbaran las consecuencias. Daniel dijo: Seor mo, el sueo sea para tus enemigos, y su interpretacin para los que mal te quieren. Daniel le revel luego a Nabucodonosor que el rbol era, en efecto, el mismo rey. Le dijo: t mismo eres, oh rey, que creciste y te hiciste fuerte, pues creci tu grandeza y ha llegado hasta el cielo, y tu dominio hasta los confines de la tierra (vers.o 22). Pas despus a revelar que Nabucodonosor perdera la razn y que sera depuesto temporalmente, y que cuando hubiese
reconocido que el Altsimo tiene el dominio l recuperara su puesto en un reino que quedara intacto para l. El mensaje que Nabucodonosor deba aprender le fue expresado claramente en el versculo 25:
Te echarn de entre los hombres, y con las bestias del campo ser tu morada, y con hierba del campo te apacentarn como a los bueyes, y con el roco del cielo sers baado; y siete tiempos pasarn sobre ti, hasta que conozcas que el Altsimo tiene dominio en el reino de los hombres, y que lo da a quien l quiere (nfasis nuestro).
Los siete tiempos (vers.o 23), segn el historiador judo Josefo, representan siete aos. En vista de la descripcin que se hace del cambio de apariencia que sufri Nabucodonosor durante este tiempo de demencia (vea 4.2833), los siete aos parecen muy probables. Los cambios que ocurrieron no podran haber sucedido en un perodo ms corto, digamos, de siete meses, y con seguridad tampoco en uno de siete semanas. Daniel despus alent a Nabucodonosor a arrepentirse (vea vers.o 27). Tus pecados redime con justicia, le dijo. (Los pecados de idolatra, de orgullo y de mal genio del rey son evidentes tan solo por lo que dice el libro de Daniel.) Inst al rey a evitar la situacin que se le mostr en el sueo, por medio de [hacer] misericordias para con los oprimidos (de los cuales muchos haban empobrecido a causa de las conquistas de Nabucodonosor). Daniel estaba sinceramente preocupado por el bienestar del rey. Hay una gran leccin para nosotros aqu. Nos preocupamos por los que nos han maltratado, los que, de hecho, son nuestros enemigos, y a quienes creemos no deberles nada, excepto la venganza? El captulo sobre el amor en 1era Corintios 13 es una buena explicacin de lo que Daniel expres aqu. Deseaba de corazn el bienestar del rey. Le rog que se arrepintiera, reconociendo que tal respuesta poda atenuar la severidad de la situacin que Dios le haba revelado en el sueo. LA DEMENCIA DEL REY (4.2833) Lamentablemente, si del todo escuch el consejo de Daniel, el rey no lo tom en serio. Exactamente un ao despus, cuando el rey se estaba alabando a s mismo,1 comenz a cumplirse el sueo. El versculo 31 dice: An estaba la palabra en la boca del rey. Recordemos a otro rey, de quien se dice
1 Note el uso tan prominente de la primera persona del singular en el versculo 30: yo una vez, y mi dos veces.
en Hechos 12.2123 que, al darse gloria a s mismo, fue herido y muri. Dios fue ms misericordioso para con Nabucodonosor, en el hecho de que no muri. Esto es lo que leemos en Santiago: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes (4.6); Humillaos delante del Seor, y l os exaltar (4.10). Nabucodonosor se estaba alabando a s mismo como uno que estaba por encima de los dems hombres, y fue puesto de inmediato por debajo de todos los hombres. Esto fue lo que asever J. D. Davies:
Este es el fin que el orgullo siempre persigue [] hacer del hombre un dios para s mismo. Sin embargo, haba una sola piedra en aquel enorme montn que hubiera sido creada por Nabucodonosor? Se haba dado origen a s misma la mente que concibi la totalidad? [] El orgullo es idolatra. El orgullo se convierte en atesmo demente. No hay pecado que sea censurado con tanta frecuencia y libertad en la Escritura, que el pecado del orgullo. Por l perdieron los ngeles su elevado estado. En esta trampa cay Adn. Seris como dioses dijo el tentador [] Antes del quebrantamiento es la soberbia. Solo un paso separa a la altivez del infierno. La arrogancia insolente raya en la locura.2
Nabucodonosor perdi contacto con la realidad y la razn. El versculo 33 dice que el rey fue echado de entre los hombres; y coma hierba como los bueyes, y su cuerpo se mojaba con el roco del cielo, hasta que su pelo creci como plumas de guila, y sus uas como las de las aves. Al vivir en estado silvestre, se hizo una criatura silvestre. Imagnese su apariencia. Aun aqu se demostr la gracia de Dios. A Nabucodonosor se le permiti adaptarse a su ambiente con el fin de que pudiera sobrevivir, y volver algn da a su trono. Hay quienes opinan, en estos das, que la fe debera ser un sentimiento o una sensacin, en la medida que tambin es razn (lgica). La gente a menudo cree que la religin y la razn se contraponen. Por el contrario, la experiencia de Nabucodonosor durante este perodo de tiempo niega que la razn est excluida de la religin. 1) La razn es lo que le permite al hombre adorar, o humillarse delante de Dios. Puede que alguien trate de alegar que los elementos naturales del mundo adoran al hacer lo que Dios les defini que hicieran, pero que el hombre
2 J. D. Davies, en J. E. H. Thomson y W. F. Adeney, The Pulpit Commentary (El comentario del plpito), vol. 13, Daniel, Hosea & Joel (Daniel, Oseas y Joel), ed. H. D. M. Spence and Joseph S. Exell (Grand Rapids, Mich.: Wm. B. Eerdmans Publishing Co., 1950), 160.
no. Desde los tiempos del huerto, Dios razon con Adn y Eva. Les dio instrucciones puntuales. Aparentemente, en su inocencia, Adn tambin razon con Dios. En Romanos 12.1, Pablo habl acerca del servicio espiritual, expresin que se traduce por culto racional. La palabra del Nuevo Testamento Griego que se traduce sistemticamente por verbo en nuestra Biblia (logos) es la misma de la cual obtenemos la palabra lgica. Dios trata con nosotros como personas lgicas, con las cuales l puede razonar. 2) La ausencia de razn da como resultado la demencia. Nabucodonosor es un ejemplo perfecto de esto, pero tambin las Escrituras y la historia de la humanidad en general afirman la tesis. Jess dijo que el hijo prdigo [volvi] en s (Lucas 15.17). Indic que un hombre que est impregnado de pecado no est razonando correctamente. Esto describe la situacin en que se encontraba Nabucodonosor antes de pasar siete aos viviendo como una bestia. 3) Dios desea que le amemos con toda nuestra mente (Mateo 22.37). Nos dio la capacidad de pensar, y de razonar. Desea que usemos esta capacidad no solamente en las ciencias, ni solamente en rigurosos estudios mentales entre los hombres, sino tambin en nuestro entendimiento de Su palabra y de Su voluntad. Pablo dio a conocer en 1era Corintios 2.910 que Dios nos revel Sus pensamientos. No estaba hablando solamente de una emocin, o de un sentimiento, sino tambin acerca de lo que Dios piensa. Cuando Nabucodonosor perdi el uso de la razn, es probable que perdiera tambin sus emociones. Dej de vivir y de actuar como un ser humano y lleg a ser como un animal silvestre. No fue sino por la gracia de Dios que la razn le fue restituida. Podemos estar seguros de que si perdemos la razn en lo concerniente a la religin, que Dios nos restaurar despus que la insensatez de nuestra decisin haya sufrido las consecuencias? LA RESTAURACIN DEL REY (4.3437) Despus del relato acerca de los aos que Nabucodonosor vivi como bestia, el texto retoma el edicto del rey:
Mas al fin del tiempo yo Nabucodonosor alc mis ojos al cielo, y mi razn me fue devuelta; y bendije al Altsimo, y alab y glorifiqu al que vive para siempre, cuyo dominio es sempiterno, y su reino por todas las edades. Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y l hace segn su voluntad en el ejrcito del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no
hay quien detenga su mano, y le diga: Qu haces? En el mismo tiempo mi razn me fue devuelta, y la majestad de mi reino, mi dignidad y mi grandeza volvieron a m, y mis gobernadores y mis consejeros me buscaron; y fui restablecido en mi reino, y mayor grandeza me fue aadida. Ahora yo Nabucodonosor alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus obras son verdaderas, y sus caminos justos; y l puede humillar a los que andan con soberbia (vers.os 3437).
En Ezequiel 29.17 se insina que veinte aos despus que Jerusaln fue tomada, Nabucodonosor por fin conquist Egipto. Es probable que la demencia del rey ocurriera antes o despus de esta conquista. Por lo menos podemos decir con seguridad que su perodo de demencia tuvo lugar cuando ya haban transcurrido varios aos de su reinado.
A estas alturas, Nabucodonosor era un rey mayor de edad, con ms experiencia y ms sabio. Reconoca la verdad en el sentido de que Dios gobierna y que l humilla a los que andan con orgullo. El rey haba aprendido la leccin. El tema que predomina en toda la profeca de Daniel es el gobierno de Dios sobre los reinos de hecho, sobre todos los asuntos de los hombres. Esta certeza era importante para los principales oyentes (o lectores) de Daniel, que era el pueblo de Dios, Su reino, pero que haban sido derrotados, desposedos y esclavizados. Daniel dio un mensaje de consolacin y de esperanza para ellos: Dios todava gobernaba los asuntos de los hombres. La misma certeza tenemos nosotros hoy da. David Rechtin
* Las fechas varan, porque es imposible fechar con exactitud muchos eventos de la antigedad.
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Comentario de 5.1-31:
LA ESCRITURA EN LA PARED
LOS MEDOS Y LOS PERSAS La expresin los medos y los persas no se refiere a dos, sino a un solo reino imperial, que sucede a Babilonia. Los eventos relacionados con esta sucesin de potencias mundiales estn escritos en Daniel 5. Los medos (de Media) provenan de una regin conocida hoy da como Azerbaiyn y el norte de Irn. Estos formaron una alianza con Babilonia y con otros con el fin de destruir el Imperio Asirio, en el 605 a. C. Durante el reinado de Nabucodonosor, la alianza se disolvi. Los medos comenzaron a conquistar territorio babilnico cerca del 555 a. C. Ciro lleg a ser rey de los medos en el 549 a. C. Aunque descendiente de los persas, no comenz a reinar sobre Persia sino hasta en el 546. En consecuencia, no se hace distincin entre los medos y los persas en cuando a dominio. La referencia que hace Daniel a los medos y a los persas (vers.o 28) indica un carcter contemporneo, ya que ms adelante se les refiere como Persia y [] Media (vea Ester 1.3, 14). A los medos se les consideraba ms avanzados y civilizados que los persas, y los autores griegos se referan al todo como los medos, lo cual siguieron haciendo mucho tiempo despus del tiempo de Ciro. Durante el reinado de Daro (un persa), los medos se sublevaron. Una prolongada guerra civil sigui, la cual al final gan Daro. A partir de este momento, la historia meda se fusiona con la persa.1
1 Los forneos se referan a los persas como gente de origen tnico ario. Persia era una provincia de Ariania (la Irn moderna). Los persas conquistaron a los medas bajo Ciro. Algunos babilonios queran que Ciro rescatara su ciudad de Nabnido, un usurpador del trono. Una de las principales inquietudes era de carcter religioso. Los gobernantes babilnicos haban estado trayendo diversos artefactos religiosos e dolos de todos los pueblos
Ciro logr tomar la porcin externa de la ciudad de Babilonia en junio del 538 a. C., pero Belsasar y muchos de sus principales asistentes buscaron refugio en la ciudadela. La ciudadela fue tomada de noche en un ataque que casi no opuso resistencia. Los que estaban al mando no estaban concentrndose en asuntos militares esa noche. EL BANQUETE DE BELSASAR Y LA VISIN (5.19) El rey Belsasar hizo un gran banquete (vers.o 1). Los eventos relacionados con la noche de la conquista de Babilonia haban sido anunciados por el profeta Jeremas (51.57). Belsasar era el nieto de Nabucodonosor. Despus de la muerte de Nabucodonosor, este fue sucedido por Evil-merodac, quien fue muerto durante una tentativa de sublevacin que dur varios aos. Este, a su vez, fue sucedido por Neriglisar, quien tambin fue muerto. Entonces Laborosoarcod rein durante un perodo de nueve meses. Hay debate entre algunos historiadores en cuanto a si Laborosoarcod era el mismo Nabnido. Este ltimo bien pudo haber sido otro revolucionario. En todo caso, Belsasar qued a cargo de la ciudad de Babilonia, mientras el verdadero monarca del reino estaba ausente en batalla. Fue por esta razn que Belsasar prometi que el intrprete de la escritura en la pared sera ascendido a tercer seor en el reino (vers.o 7). La idea de que Nern tocaba el violn mientras Roma arda se parece a lo que sucedi con Belsasar
conquistados, a Babilonia. Muchos babilonios deseaban que se sacaran estos objetos, pues teman que su presencia profanara las prcticas de adoracin babilnica. Esto puede ayudar a explicar por qu Ciro tom con el tiempo la decisin de ordenar el retorno de los judos a Jerusaln. Despus de la conquista de Babilonia, orden la devolucin de varios dolos e instrumentos de adoracin a su lugar de origen.
en relacin con Babilonia. Mientras la ciudad era sitiada, el gobierno estaba teniendo un banquete en el lugar de refugio que le quedaba. Haba una gran dosis de embriaguez en el banquete. En estado de intoxicacin, Belsasar mand que le trajesen varios objetos religiosos. Daniel se centr especialmente en los vasos de oro y de plata que Nabucodonosor [el abuelo de Belsasar] haba trado del templo de Jerusaln (vers.o 2). Estos vasos que haban usado los sacerdotes en el templo de Jerusaln, fueron trados al rey, con el fin de que l y sus nobles, sus esposas y sus concubinas pudieran beber de ellos. El versculo 4 dice que al beber de estos vasos hacan brindis en honor a los diferentes dolos de ellos. Estaban cometiendo este sacrilegio, cuando aparecieron los dedos de una mano, que escriba sobre la pared. El versculo 6 describe el terror de que fue presa Belsasar: el rey palideci, y sus pensamientos lo turbaron, y se debilitaron sus lomos, y sus rodillas daban la una contra la otra. (Vea Jeremas 50.43.) Los versculos 7 al 9 relatan la promesa del rey en el sentido de otorgar ricos galardones a cualquiera que interpretara la escritura; sin embargo, ninguno de los sabios pudo interpretarla. Es posible que no pudieran leerla porque estaba escrita en hebreo y no en caldeo. EL CONSEJO DE LA REINA (5.1012) La reina que se menciona en el versculo 10 debe de haber sido la abuela de Belsasar, la viuda de Nabucodonosor. (El versculo 2 declara que las esposas del rey ya se encontraban en el banquete.) La mencin que hace del padre del rey, en el versculo 11, no necesariamente se refiere a la generacin inmediatamente anterior en el linaje, ya que la expresin se usa a menudo para referirse a cualquier antepasado.2 La reina record la obra de Daniel durante el tiempo de Nabucodonosor. Esto fue lo que anunci:
Rey, vive para siempre; no te turben tus pensamientos, ni palidezca tu rostro. En tu reino hay un hombre en el cual mora el espritu de los dioses santos, y en los das de tu padre se hall en l luz e inteligencia y sabidura, como sabidura de los dioses; al que el rey Nabucodonosor tu padre, oh rey, constituy jefe sobre todos los magos, astrlogos, caldeos y adivinos, por cuanto fue hallado en l mayor espritu y ciencia y entendimiento, para interpretar sueos y descifrar enigmas y resolver dudas; esto es, en Daniel, al cual el rey Por ejemplo, a Jess se le llama hijo de David en el Nuevo Testamento, a pesar de que vivi sobre la tierra mil aos despus de David. Vea Mateo 1.1; Lucas 3.31.
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puso por nombre Beltsasar. Llmese, pues, ahora a Daniel, y l te dar la interpretacin (vers.os 1012).
No se sabe por qu Belsasar no haba pensado en consultarlo. Es obvio por lo que se desprende de la descripcin del banquete, que ningn varn de Dios habra estado en tal ambiente por su voluntad; Daniel estaba ausente del banquete. Sin embargo, parece que Belsasar no tena conocimiento especial de Daniel antes de este momento. EL ENCARGO DEL REY (5.1316) Belsasar hizo que se llamara a Daniel:
Entonces Daniel fue trado delante del rey. Y dijo el rey a Daniel: Eres t aquel Daniel de los hijos de la cautividad de Jud, que mi padre trajo de Judea? Yo he odo de ti que el espritu de los dioses santos est en ti, y que en ti se hall luz, entendimiento y mayor sabidura. Y ahora fueron trados delante de m sabios y astrlogos para que leyesen esta escritura y me diesen su interpretacin; pero no han podido mostrarme la interpretacin del asunto. Yo, pues, he odo de ti que puedes dar interpretaciones y resolver dificultades. Si ahora puedes leer esta escritura y darme su interpretacin, sers vestido de prpura, y un collar de oro llevars en tu cuello, y sers el tercer seor en el reino (vers.os 1316).
El rey ofreci a Daniel el mismo galardn que haba ofrecido anteriormente a cualquiera que pudiera interpretar la escritura en la pared. Es interesante el hecho de que cumpli la promesa a Daniel al final de la revelacin, aunque el galardn fue efmero. LA INTERPRETACIN DE DANIEL (5.1729) Daniel se puso delante del rey y dijo: Tus dones sean para ti, y da tus recompensas a otros. Leer la escritura al rey, y le dar la interpretacin (vers.o 17). No fue falta de respeto lo que Daniel mostr cuando dijo: Tus dones sean para ti. Como ya Dios le haba dicho la interpretacin de la escritura en la pared, Daniel saba que tales dones no tenan ningn valor. Esa misma noche, el rey quedara sin autoridad alguna para otorgar dones. El versculo 18 declara nuevamente el tema del libro de Daniel: El Altsimo Dios [] dio [] el reino. Daniel pas despus a describir el dominio total de los monarcas babilnicos, cuyos pensamientos estaban todos dedicados al gobierno del reino. Despus relat los eventos del captulo: la locura y el exilio de Nabucodonosor:
El Altsimo Dios, oh rey, dio a Nabucodonosor
tu padre el reino y la grandeza, la gloria y la majestad. Y por la grandeza que le dio, todos los pueblos, naciones y lenguas temblaban y teman delante de l [] Mas cuando su corazn se ensoberbeci, y su espritu se endureci en su orgullo, fue depuesto del trono de su reino, y despojado de su gloria. Y fue echado de entre los hijos de los hombres, y su mente se hizo semejante a la de las bestias, y con los asnos monteses fue su morada. Hierba le hicieron comer como a buey, y su cuerpo fue mojado con el roco del cielo (vers.os 1823).
Lamentablemente, Belsasar no haba aprendido la leccin que enseaban los errores de Nabucodonosor (v. 22). De modo que la mano fue enviada de parte de Dios (vers.o 24). Despus de aconsejar al rey, Daniel pas a interpretar la escritura:
Y la escritura que traz es: MENE, MENE, TEKEL, UPARSIN. Esta es la interpretacin del asunto: MENE: Cont Dios tu reino, y le ha puesto fin. TEKEL: Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto. PERES: Tu reino ha sido roto, y dado a los medos y a los persas (vers.os 2528).
profetizaron acerca de la cada de Babilonia, el conquistador de Jud. Jeremas profetiz incluso acerca de que el ro ufrates se secara. Existe gran cantidad de indicios en el sentido de que Ciro bloque el cauce del ro, que corra por en medio de Babilonia, entrando por debajo del muro norte y saliendo por debajo del muro sur. Mientras Belsasar y su gobierno se daban gusto en una juerga de borrachera, los medos y los persas sencillamente entraron marchando por el lecho seco del ro, sometieron la poca oposicin que encontraron y mataron a Belsasar. Terminaba as el Imperio Babilnico. La cabeza de oro de la visin de Nabucodonosor (captulo 2) era reemplazada ahora por un pecho y unos brazos de plata: los medos y los persas. David Rechtin
Cada palabra representa una breve frase. Los babilonios eran famosos por sus conocimientos de los nmeros, y Dios le habla a Belsasar en esos trminos. En la interpretacin, Daniel tom en cuenta la palabra MENE solo una vez. Muchos manuscritos antiguos no repiten MENE en el versculo 25, lo cual corresponde exactamente con la interpretacin dada por Daniel. MENE significa literalmente numeracin o evaluacin. TEKEL significa literalmente pesar, y PERES, divisin. Afortunadamente no tenemos que tratar de determinar nosotros el significado de tal mensaje, pues Daniel dio la interpretacin. El versculo 29 indica que Belsasar cumpli su promesa a Daniel. Mand [] vestir a Daniel de prpura, y poner en su cuello un collar de oro, y proclamar que l era tercer seor del reino. LA CADA DE BABILONIA (5.30) La misma noche fue muerto Belsasar rey de los caldeos y el reino fue conquistado (vers.o 30). Tanto Isaas (13.122) como Jeremas (50.151.58)
Cuando Belsasar y su squito se daban gusto en el banquete y profanaban los vasos del templo con su borrachera y adoracin de falsos dioses, el Seor anunci lo que estaba a punto de suceder. Al interpretar la escritura en la pared, Daniel dijo al rey: Cont Dios tu reino, y le ha puesto fin [] Tu reino ha sido roto, y dado a los medos y a los persas (Daniel 5.2628). La misma noche fue muerto Belsasar rey de los caldeos (Daniel 5.30), y Daro el Medo tom el reino (Daniel 6.1).
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FE LEJOS DE CASA
INTRODUCCIN En el captulo 1 vemos el ejemplo de un joven que vive por fe en una tierra extraa. Daniel fue puesto en una situacin que probara su fe en Dios. Vivira para Dios mientras estuviera lejos de casa? Notemos las caractersticas que su fe le imparti durante un perodo de grandes pruebas. FE QUE SE MANIFIESTA EN OBEDIENCIA La fe de Daniel inclua el elemento de la obediencia. l no iba a deshacerse de la fe con la excusa de que se encontraba en una situacin difcil y de que no le quedaba opcin. Qu hacemos cuando nos vamos de casa? La fe de Daniel habla bien de l. Cuando fue a Babilonia, a unos ochocientos o ms kilmetros de casa, l todava se aferr a lo que saba que era correcto. Qu hacen los nios cuando estn lejos de casa? Cuando estaban en casa, obedecan las reglas porque tenan una madre y un padre que los vigilaban. Estos los hacan levantarse, alistarse e ir a las clases bblicas y a los servicios de adoracin. Cuando un joven sale de casa, es probable que sea la primera vez que examine detenidamente su fe. Descansa su fe sobre la fe de sus padres? Mis hijos pasan de treinta aos. No es por la fe de sus padres que ellos asisten a los servicios de adoracin. Es por su propia fe que asisten. Esto es maravilloso. Es casi como un ave que abandona el nido: Volar o caer vivir o morir? Las madres y los padres se ponen nerviosos por sus hijos. Qu harn cuando vean por s mismos? Se enfermarn y morirn sin haber un padre que los cuide? Podrn cuidarse a s mismos? Se cepillarn los dientes sin haber quien les diga? An ms importante que lo anterior: Orarn? Irn a ser fieles en la iglesia del Seor? Qu hizo Daniel cuando sali de casa? Su padre y su madre habran estado agradecidos por la manera como vivi despus que fue llevado a Babilonia. En el ao tercero del reinado de Joacim rey de Jud, vino Nabucodonosor rey de Babilonia a Jerusaln, y la siti (vers.o 1). Josas fue muerto por Faran Necao cerca del 609 a. C., y fue sucedido en el trono por Joacaz, su hijo, quien rein tres meses y despus fue llevado a Egipto. En lugar de Joacaz, qued en el trono Joacim, quien rein desde cerca del 608 hasta el 597 a. C. Este tambin era hijo de Josas, el rey bueno que dio inicio a una gran reforma, despus que un sacerdote que reparaba el templo, encontr el libro de la ley. Con la destruccin de Nnive en el 612 a. C., termin el dominio mundial de Asiria. En esta fecha el gran imperio de Oriente Cercano era Babilonia, que estaba dirigida por el gran monarca Nabucodonosor. Continuando con sus conquistas, este rey babilnico dirigi su ejrcito por todo el trayecto hasta Jerusaln y la siti cerca del 606 o el 605 a. C., en el ao tercero del reinado de Joacim. Y el Seor entreg en sus manos a Joacim rey de Jud, y parte de los utensilios de la casa de Dios; y los trajo a tierra de Sinar [] y coloc los utensilios en la casa del tesoro de su dios (vers.o 2). Dnde se encuentra Sinar? En un mapa de hoy da, es Irak. All corren juntos el Tigris y el ufrates hasta desembocar en el Golfo Prsico. Esta regin se conoce tambin como Mesopotamia, que significa en medio de los ros o entre los ros. (Meso significa entre; potamos es la palabra que se traduce por ro.) Esta era la tierra de los babilonios. Los babilonios tenan numerosos dioses. Su dios ms importante era Marduk, pero este no es un dato que se revele en el libro de Daniel. No obstante, lo que s nos dice es que por causa del cautiverio, Daniel fue ubicado sin haber sido su eleccin en medio de un ambiente idoltrico.
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Y dijo el rey a Aspenaz, jefe de sus eunucos, que trajese de los hijos de Israel, del linaje real de los prncipes, muchachos en quienes no hubiese tacha alguna, de buen parecer, enseados en toda sabidura, sabios en ciencia y de buen entendimiento, e idneos para estar en el palacio del rey; y que les ensease las letras y la lengua de los caldeos1 (vers.os 34).
Algunos de los mejores jvenes de Jud fueron trados aqu, y Daniel y sus amigos estaban entre ellos (vers.o 6). Lo primero que hizo Daniel en su nuevo hogar fue profesar su fe en Dios. Su fe lo llev a obedecer a Dios. FE QUE SE MANIFIESTA EN VALENTA Un segundo rasgo de carcter que introdujo la fe en la vida de Daniel fue la valenta. Para los jvenes que estaban siendo enseados, el rey destin una racin diaria de la comida y del vino de su provisin (vers.o 5a), sin embargo Daniel se dirigi con valenta al funcionario a cargo de ellos y le pidi permiso para elegir su propia dieta. Su fe en Dios se observa en este acto de valenta. Dijo: No me contaminar (vea vers.o 8). Se necesita una gran dosis de valenta, para decirle a un rey que se lo ha llevado a uno cautivo, que no va a comer los alimentos que le ofrece! Daniel dijo: No, no lo har. Esta respuesta pudo haberle causado que lo metieran en la crcel o algo peor que eso. Quin sabe qu poda haberle sucedido, tomando en cuenta que era un tiempo en que los emperadores, como los de Babilonia, se distinguan por su mal genio? Podan haberlo matado. El guarda que estaba a cargo de los jvenes dijo: No puedo permitir que tengan una dieta especial porque el rey podra matarme. A pesar de esto, Daniel se mantuvo firme. En cuanto a m, yo respeto su fe; y usted? El plan de Nabucodonosor consista en tomar algunos de los jvenes escogidos de diferentes lugares de Judea, siendo Jerusaln uno de estos, y prepararlos para el servicio de palacio en Babilonia. Ellos iban a recibir capacitacin intensiva. Adems de estudiar administracin, aprenderan el idioma
1 Es probable que debamos considerar la expresin los caldeos como una referencia a los habitantes de Babilonia. Este era el nombre de la tierra, y los que vivan all eran llamados babilonios; pero en cuanto a la raza, eran caldeos. As, los trminos caldeos y babilonios en Daniel, se refieren bsicamente al mismo pueblo. Como notaremos ms adelante, la expresin los caldeos parece referirse a un grupo especial de astrlogos o magos; pero a estas alturas del estudio, consideraremos a los caldeos como babilonios.
y la literatura de Babilonia (vers.o 4). Se habra considerado un gran honor el haber sido elegidos para este programa de capacitacin. Con el tiempo, estos jvenes estaran delante el rey, y le serviran (vers.o 5b) pero antes, el rey se propona convertirlos en babilonios. Incluso sus nombres fueron cambiados al llegar a Babilonia. A stos el jefe de los eunucos puso nombres: puso a Daniel, Beltsasar; a Ananas, Sadrac; a Misael, Mesac; y a Azaras, Abed-nego (vers.o 7). Hemos odo de Ananas, Misael y Azaras, pero por lo general no los recordamos por estos tres nombres. Se les conoce ms comnmente como Sadrac, Mesac y Abed-nego. A Daniel se le dio el nombre de Beltsasar.2 No sabemos con exactitud qu significa este nombre. Algunos han conjeturado que significa algo as como revelador de misterios. Daniel tena un nuevo nombre y un nuevo hogar, pero l se aferr firmemente a su antigua fe. Durante todo el tiempo de su preparacin en Babilonia, este valiente joven sigui sirviendo a Dios con fidelidad. FE QUE SE MANIFIESTA EN DISCIPLINA Un tercer rasgo de carcter que la fe de Daniel le introdujo a su vida fue la disciplina. Se propuso respetar la dieta juda indicada. Y Daniel propuso en su corazn no contaminarse con la porcin de la comida del rey, ni con el vino que l beba (vers.o 8; nfasis nuestro). Daniel tom una firme decisin acerca de la comida. Hay quienes creen que este alimento no era kosher. La palabra kosher proviene de la palabra hebrea que significa apto para ser comido. Indica que el alimento est libre de impurezas y que es el alimento correcto para ser comido por los hebreos. El comentario sobre qu es kosher nos lleva a Levtico 11, donde encontramos las leyes alimenticias del Antiguo Testamento. El alimento que ms nos parece que se clasifica como inmundo es la carne de cerdo, sin embargo, haba otras clases de carne que tampoco se podan comer. Si el alimento que a Daniel se le pidi comer no era kosher, entonces Daniel, siendo un hebreo fiel, hubiera considerado que no deba comerlo. Las leyes judas no ponan ninguna limitacin sobre el vino, pero de algn modo Daniel pudo haber
2 Es fcil confundir Beltsasar con Belsasar. Este ltimo era el rey de Babilonia en el 539 a. C., cuando esta cay bajo los medos y los persas. Fue el que vio la escritura en la pared, en la cual se profetizaba el fin del podero de Babilonia. (Vea Daniel 5.)
pensado que este vino no era kosher. Tal vez pensaba que no era preparado como se deba. Entre los judos ms estrictos, no solamente deba elegirse el alimento correcto, sino que tambin deba prepararse de un modo especial. Entre otras cosas, no deba haber tocado nada inmundo. Los judos estrictos siguen las mismas normas hoy da. Daniel se propuso en su corazn respetar su dieta. Fue fiel para cumplir con esta determinacin. FE QUE SE MANIFIESTA EN CONFIANZA Una cuarta caracterstica que la fe de Daniel introdujo en su vida fue la confianza. l crea con certeza que si segua la dieta estipulada por la ley de Dios, sera ms saludable, estara en mejor forma y en mejor condicin fsica que los dems jvenes. El jefe de los funcionarios titube para conceder lo que Daniel peda. Esto fue lo que en efecto dijo: Mi trabajo es alimentarlos bien, de modo que tengan buena apariencia. No puedo permitir que se presenten ustedes delante del rey en una condicin que lo haga decir: Quines son estos que lucen tan delgados y tan dbiles?. Si esto llegara a suceder, har que me corten la cabeza! Ustedes tienen que comer. Tendrn que lucir bien, porque mi trabajo es ayudarles a tener una buena apariencia (vers.os 910). Y puso Dios a Daniel en gracia y en buena voluntad con el jefe de los eunucos (vers.o 9), y Daniel pudo convencerlo de llevar a cabo un experimento. Le dijo: Te ruego que hagas la prueba con tus siervos por diez das, y nos den legumbres a comer, y agua a beber (vers.o 12). En la KJV, la palabra legumbres se traduce por otra que significa grano. Este es un alimento sencillo. La anterior sera una buena dieta para personas que necesitan una reduccin del sodio y de la grasa. El plan de Daniel inclua el comer productos vegetales y el mantenerse alejado de cualquier alimento daino. No obstante, dudo que esta dieta tuviera como propsito ser lo que se conoce como alimento diettico. Esto fue lo que Daniel dijo: Que nos den solo verduras a comer, y agua a beber. El funcionario accedi, y los prob diez das. Esto es lo que leemos en el versculo 15: Y al cabo de los diez das pareci el rostro de ellos
mejor y ms robusto que el de los otros muchachos que coman de la porcin de la comida del rey. Despus de constatar tan excelentes resultados, el supervisor sigui reteniendo la comida y el vino del rey y continu dndoles vegetales (vers.o 16). Daniel y sus amigos no comeran aquello que los contaminara, de conformidad con la ley de Moiss. La confianza de ellos en Dios y en Su ley estaba bien sustentada. CONCLUSIN Daniel viva por su fe en Dios, a pesar de estar a cientos de kilmetros de casa. Su fe le introdujo obediencia, valenta, disciplina y confianza a su vida. l poda haber cantado que La fe es la victoria. Su fidelidad tambin le produjo galardn. Dios les dio a Daniel y a sus amigos conocimiento e inteligencia que eran diez veces mejores que todos los magos y astrlogos que haba en aquel reino (vers.os 1720). Y continu Daniel hasta el ao primero del rey Ciro (vers.o 21). Ciro era el rey de Persia. Este rey vivi muchos aos despus de que Nabucodonosor se llev a Daniel para Babilonia. El Imperio Babilnico no dur mucho tiempo. En realidad lleg a alcanzar su apogeo cerca del 609 o el 608 a. C., y fue derrotado por Persia unos setenta aos despus. El rey que tom Babilonia fue Ciro. Si Daniel continu hasta el reinado de Ciro, entonces vivi por lo menos hasta el 539 a. C. Daniel debi de haber sido bastante joven cuando fue llevado en el 606 tal vez tena unos catorce aos de edad. Si esta era su edad cuando fue llevado al cautiverio, entonces habra nacido en el 620. Cuando serva bajo Ciro, en el 539, habra tenido ochenta y un aos de edad. No hay duda de que vivi una buena y larga vida. Cuando era muchacho, un muchacho de catorce aos, Daniel tena una increble fe que determin su carcter y la forma como vivi aun lejos de casa. Por causa de su asombrosa fidelidad, Dios bendijo a Daniel y le dio una larga vida, y la capacidad de interpretar sueos y visiones. Neale Pryor
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Los dems gobernadores deseaban apartar a Daniel del poder, pero no podan hallar nada de qu acusarlo. Ya alguien lo dijo: Vive de tal manera, que cuando la gente hable mal de ti, nadie le crea. Es un buen consejo. La vida de Daniel era intachable, y los envidiosos no podan encontrar ningn punto vulnerable en l. Llegaron a la conclusin de que para hacerle dao, iban a tener que hacrselo en relacin con el Dios a quien serva (vers.o 5), y se acercaron al rey con una idea. LA MALDAD EN EL CORAZN POR LO GENERAL SE CONVIERTE EN MALDAD EN LA ACCIN Los hombres que tenan celos de Daniel permitieron que la maldad de sus corazones los llevara a ocuparse en una terrible tarea. Lo que hicieron ilustra una segunda verdad, y es esta: Lo que sea que se encuentre en el fondo del pozo del corazn, llega a salir en el cubo de las ideas, las palabras y las acciones. Qu dijeron estos hombres al rey? Comenzaron
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diciendo: Rey Daro, para siempre vive!. Esto era sencillamente lo que se esperaba que dijeran. Despus de honrar al rey, la delegacin le hizo una propuesta. Comienza diciendo el versculo 7: Todos los gobernadores del reino, magistrados, strapas, prncipes y capitanes. Lo anterior nos recuerda una vez ms las listas de Daniel. Anteriormente, vimos listas de instrumentos musicales: dulcmeles, salterios, arpas, y todas las diferentes clases (vea 3.5, 7, 10, 15). Aqu en el versculo 7, tenemos magistrados, strapas, prncipes y capitanes. Esta lista de personas deca que ellos se haban reunido para consultas, y haban determinado que el rey deba promulgar un edicto en el sentido de que cualquiera que en el espacio de treinta das demandara peticin de cualquier dios u hombre fuera de l, sera echado en el foso de los leones (vers.o 7). Esto fue lo que dijeron: Ahora, oh rey, confirma el edicto y frmalo, para que no pueda ser revocado, conforme a la ley de Media y de Persia, la cual no puede ser abrogada (vers.o 8). Estaban proponiendo que ninguno deba dar culto a nadie que no fuera el rey. Daro estuvo de acuerdo, y firm lo que ellos estaban mandando (vers.o 9). Una singular caracterstica de la ley de Media y de Persia era que no poda ser abrogada. Ni siquiera el rey, una vez firmado el documento, poda retirarla. Era una norma terrible. No poda equivocarse una sola vez; pues de lo contrario, el pueblo sufrira las consecuencias. A menudo hacemos algo, y luego concluimos que estbamos equivocados, que tenemos necesidad de hacer una modificacin. La ley de Media y de Persia no admita modificacin alguna. Puede que incluso haya odo usted la expresin que dice: Vamos, no es ley de Media y de Persia, podemos modificarlo. Sabe usted de otro libro de la Biblia que trata sobre la ley de Media y de Persia que no poda ser abrogada? Este es el libro de Ester. Jerjes (o Asuero) promulg un edicto en el sentido de que todos los judos deban ser muertos. Una vez que Amn enga al rey Asuero para que promulgara tal edicto, este no pudo ser abrogado. Cuando el rey cambi de parecer, tuvo que hacer otra ley. No poda anular la primera, pero s poda contrarrestarla; la nueva ley deca que los judos podan defenderse. As, cuando el da de la ejecucin lleg, a ellos se les dieron armas y se les dio la oportunidad de pelear contra sus enemigos. Ganaron porque eran el pueblo de Dios; pero tuvieron que pelear, porque el edicto en el sentido de que podan ser muertos no poda abrogarse. Cuando la ley de Media y de Persia entraba en vigor, ya no haba
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nada de qu hablar! Los oficiales que se mencionan en el versculo 7 deseaban que Daro firmara un edicto que no poda ser abrogado. Deseaban que en el edicto se estipulara que en el espacio de treinta das nadie poda acercarse a ningn dios en oracin, ni demandar peticin de ningn otro ser que no fuera el rey. Esto le pareci muy buena idea a Daro, as que lo firm. Naturalmente, era un gran estmulo para su ego. NUESTRA VERDADERA FIDELIDAD SALE A RELUCIR EN UNA CRISIS Una tercera verdad que se observa en este relato es que para los justos, estar en contacto con Dios es ms importante que la vida misma. Daniel se vio de cara a un edicto que declaraba ilegal el hecho de que l orara a su Dios. Qu hizo Daniel? Sigui orando. Sus acciones nos recuerdan que nuestra verdadera fidelidad a Dios, puede no salir a relucir, sino hasta que una crisis aflora. Podemos ver nuestra verdadera lealtad cuando tenemos que defender lo que creemos. Daniel saba que este edicto haba sido firmado, pero cuando lleg el momento en que l deba orar, sencillamente or. Entr en su casa (con las ventanas abiertas hacia Jerusaln) y se arrodillaba tres veces al da, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo sola hacer antes (vers.o 10). Ahora bien, usted y yo todava habramos orado a Dios tres veces al da, pero tal vez no hubiramos dejado abierta la ventana, pues no hubiramos querido que alguien nos viera. Habramos pensado en varias razones para cerrar esa ventana. Habramos apagado las luces y habramos dicho nuestras oraciones en cama. Daniel saba acerca del edicto; sin embargo, l fue osado, y dej su ventana completamente abierta; no iba a cambiar ninguno de sus hbitos. Iba a adorar a su Dios, sin importarle las consecuencias; as que or como siempre lo haca. Tres veces al da es un nmero interesante. En qu parte del da supone usted que era cada uno de estos tiempos de oracin? En la maana, al medioda y en la tarde? Recuerdo un cntico que deca algo parecido: Maana, medioda y tarde, a Ti orar.1 En Salmos 55.17 dice: Tarde y maana y a medioda orar [] y l oir mi voz. Puede que as haya sido para Daniel. Es importante que oremos cada vez que tengamos necesidad de hacerlo. Cuando tenemos momentos de crisis, es cuando parece que ms nos esforzamos por orar; pero
1 A. Cummings, I Will Pray (Orar), Songs of the Church (Cnticos de la iglesia), comp. y ed. Alton H. Howard (West Monroe, La.: Howard Publishing Co., 1977).
tambin es importante que tengamos horas regulares de oracin. Debemos apartar esas horas especiales tres veces al da, cada hora, o lo que sea que tengamos que hacer para orar a Dios. Me encanta el ejemplo de Daniel. Estoy seguro de que l oraba en otras horas, cuando las necesidades se presentaban; sin embargo haba destinado horas especiales para orar. PODEMOS CONFIAR EN QUE DIOS NOS LIBRAR Como vimos en el captulo 3, un justo puede confiar en que Dios le librar en el momento de la tribulacin. La cuarta verdad que vemos en este episodio, es que Dios siempre proteger a los que depositan su confianza en l. l protegi milagrosamente a Daniel; este hecho ilustra que nos puede proteger providencialmente a nosotros. Los conspiradores estaban ansiosos por poner al rey al tanto de que Daniel haba quebrantado la ley al hacer peticin y splica a Dios (vers.os 1112). Note usted que estos hombres le recordaron al rey que la ley no poda ser abrogada. Escogieron con sumo cuidado sus palabras, diciendo: Daniel [] no te respeta a ti, oh rey, ni acata el edicto que confirmaste, sino que tres veces al da hace su peticin (vers.o 13). Al rey le pes en gran manera; y resolvi buscar la manera de librar a Daniel. El versculo 14 dice: y hasta la puesta del sol trabaj para librarle. Daro trat de encontrar un portillo, una salida, pero no haba ninguna. La ley de Media y de Persia no poda ser abrogada, ni siquiera por el rey. Pero aquellos hombres rodearon al rey y le dijeron: Sepas, oh rey, que es ley de Media y de Persia que ningn edicto u ordenanza que el rey confirme puede ser abrogado (vers. o 15). Le estaban recordando que estaba sujeto a esa ley. Daro estaba atrapado. Tena que hacer lo que haba estipulado. Por lo tanto, dio la orden de echar a Daniel al foso de los leones; sin embargo, dijo a este unas palabras tranquilizadoras: El Dios tuyo, a quien t continuamente sirves, l te libre (vers.o 16). Este versculo insina que el rey tena la fe de que Daniel saldra ileso. No pretenda saber cmo, pero s deca: Tu Dios cuidar de ti o tal vez estaba diciendo: Que tu Dios cuide de ti. La frase original podra sencillamente traducirse de modo que diga: Que el Dios, a quien t continuamente sirves, te libre. El versculo 17 dice: Y fue trada una piedra y puesta sobre la puerta del foso, la cual sell el rey con su anillo. En aquellos tiempos, cuando una piedra as se pona en su lugar, se pona un sello de
cera sobre ella. Se chorreaba la cera derretida, y mientras esta se endureca, el rey imprima su sello sobre ella. l era el nico que poda usar este smbolo, o llevar puesto el anillo del sello real. Si ese sello se pona sobre algo, entonces haba de dejarse intacto. Nadie poda mover la piedra sin romper el sello y desafiar la orden del rey. Sera obvio si alguien rompa el sello del rey, y si alguien era sorprendido en el acto de romperlo se vera en serios problemas. Por supuesto, nadie movi la piedra de la entrada al foso de los leones. Luego el rey se fue a su palacio, y se acost ayuno; ni instrumentos de msica fueron trados delante de l, y se le fue el sueo (vers.o 18). Puede que el rey haya pasado una noche peor que la de Daniel. No comi, no durmi, y no quiso que se le trajera su acostumbrado entretenimiento de cada noche, pues estaba demasiado inquieto por Daniel. Pas una muy mala noche. Mientras tanto, qu estuvo haciendo Daniel? Una adicin al libro de Daniel, en la Apcrifa, dice que mientras el rey Daro se preocupaba por Daniel, este estaba comiendo una deliciosa comida preparada por el profeta Habacuc. No estoy seguro de que haya sido as, pero de lo que s estoy seguro es de que por lo menos los leones no lo prepararon como comida para ellos! DIOS PUEDE DARSE A CONOCER POR MEDIO DE NOSOTROS La quinta verdad que se ilustra aqu es que, como es caracterstico de Dios, l se da a conocer por medio de los Suyos. Cuando los Suyos le obedecen, confan en l, y se ponen en Sus manos, los incrdulos llegan a conocer a Dios a travs de ellos. Ellos ven la verdad de la existencia de Dios en Sus seguidores. Como lo notar usted, el rey no se levant tarde aquel da. Estaba demasiado ansioso por comprobar la situacin de Daniel. Se levant muy de maana, lo ms temprano que pudo, y fue apresuradamente al foso de los leones. Estando all, llam a voces a Daniel con voz triste, y le dijo: Daniel, siervo del Dios viviente, el Dios tuyo, a quien t continuamente sirves, te ha podido librar de los leones? (vers.o 20). Esperaba or alguna respuesta? Estaba sencillamente teniendo esperanza contra esperanza, o realmente tena fe? Ciertamente le alivi el or una respuesta! Daniel dijo: Oh rey, vive para siempre. Mi Dios envi su ngel, el cual cerr la boca de los leones, para que no me hiciesen dao, porque ante l fui hallado inocente; y aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho nada malo (vers.o 22). El versculo 23 nos dice que
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fue Daniel sacado del foso, y ninguna lesin se hall en l, porque haba confiado en su Dios. El rey despus hizo que fueran echados en el foso de los leones los acusadores de Daniel, junto con los hijos y la mujer de cada uno. Esto es lo que al respecto dice el versculo 24: y an no haban llegado al fondo del foso, cuando los leones se apoderaron de ellos y quebraron todos sus huesos. Qu gran final para este relato de fe! Daniel sobrevivi toda la noche en el foso de los leones, pero no as sus enemigos, que ni siquiera llegaron al fondo al ser echados all. Los leones atacaron a los enemigos de Daniel y a las familias enteras de cada de uno de ellos. Entonces el rey Daro escribi a todos los pueblos, naciones y lenguas que habitan en toda la tierra (vers. o 25a). Ahora el rey promulgaba otro edicto. Esto fue lo que escribi: Paz os sea multiplicada. De parte ma es puesta esta ordenanza: Que en todo el dominio de mi reino todos teman y tiemblen ante la presencia del Dios de Daniel (vers.os 25b26). Los sbditos del rey eran politestas (adoradores de muchos dioses). No les molestaba poner un dios ms en su panten. Jams llegaron a ser verdaderos creyentes en el nico Dios, pero s aadieron a Este a su lista de dioses. El edicto del rey continuaba diciendo:
l es el Dios viviente y permanece por todos los siglos, y su reino no ser jams destruido, y su dominio perdurar hasta el fin. l salva y libra, y hace seales y maravillas en el cielo y en la tierra; l ha librado a Daniel del poder de los leones (vers.os 2627).
duda de que pasaremos momentos difciles. Las mejores personas que hay sobre la tierra, sern oprimidas por el mundo en algn momento. Jess debi haber tenido el apoyo y el aliento de todas las personas que haba sobre la faz de la tierra; sin embargo, fue crucificado nada menos que por la gente ms religiosa de su tiempo. Cuando sea usted perseguido por orar, recuerde a Daniel. Neale Pryor
Esto es lo que, en otras palabras, el rey estaba diciendo a sus sbditos: El dios de Daniel es un gran dios. Teman a este dios as como a todos los dems. No creo que se convirtiera de verdad. No obstante, resulta claro que la admiracin y el respeto que le mereca el verdadero Dios, eran mayores que antes. CONCLUSIN Qu emocionante captulo de las Sagradas Escrituras es este! Hemos visto que los justos a veces no son agradables para ciertas personas, y llegan incluso a ser aborrecidos. Se nos ha enseado que es importante ser fieles, cual sea la situacin que nos rodea. Hemos visto que Dios siempre protege a los que depositan su confianza en l, y que a menudo se da a conocer por medio de los que le obedecen y confan en l. El mundo en el cual vivimos no siempre es amable para con alguien que est tratando de vivir una vida justa. Puede que no tengamos que hacer frente a un foso de leones; sin embargo, no hay
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La sola insinuacin de ser echado en tal lugar lleno de hambrientos leones, hara estremecerse de miedo a cualquier persona. Adaptado de A Commentary on Daniel (Comentario acerca de Daniel) Leon Wood
2 Ge. Host, citado en C. F. Keil y F. Delitzsch, Biblical Commentary on the Old Testament (Comentario bblico del Antiguo Testamento), vol. 9, Ezekiel, Daniel (Ezequiel, Daniel) (Grand Rapids, Mich.: Wm. B. Eerdmans Publishing Co., s. f.), 216.
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mentos musicales, de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa del salterio, de la zampoa, y as por el estilo, se postraron los pueblos de todas las naciones y adoraron la estatua de oro que Nabucodonosor haba levantado (vers.o 7). Todos se postraron delante de la imagen de oro es decir, casi todos. En el versculo 8, dice que algunos varones caldeos se acercaron al rey para contarle acerca de algunos de los judos. Dijeron: T, oh rey, has dado una ley que todo hombre [] se postre y adore la estatua de oro; y el que no se postre y adore, sea echado dentro de un horno de fuego ardiendo (vers.os 1011). Despus llegaron al meollo del asunto: Hay unos varones judos (vers.o 12). He aqu una breve lista, y los judos de esta lista se encontraban en graves problemas. Quines eran ellos? El versculo los identifica como tres jvenes varones que haban sido [puestos] sobre los negocios de la provincia de Babilonia: Sadrac, Mesac y Abed-nego. Despus, se hace la acusacin: estos varones, oh rey, no te han respetado; no adoran tus dioses, ni adoran la estatua de oro que has levantado (vers. o 12). Todos haban adorado la estatua excepto tres: Sadrac, Mesac y Abed-nego. Se ha preguntado usted por qu Daniel no fue incluido en esta lista? Debe de ser que no se encontraba all. Ms adelante se cuenta que Daniel or a Dios a pesar de un decreto real que lo prohiba, y como resultado de esto fue echado dentro de un foso de leones; estoy seguro de que no hubiera titubeado para mantenerse firme en su creencia en Dios en esta ocasin. Cuando todos se postraron, tres jvenes varones se mantuvieron erguidos. Por supuesto, fueron denunciados al rey, y este tendra que hablarles acerca de esto.
Entonces Nabucodonosor dijo con ira y con enojo que trajesen a Sadrac, Mesac y Abednego. Al instante fueron trados estos varones delante del rey. Habl Nabucodonosor y les dijo: Es verdad, Sadrac, Mesac y Abed-nego, que vosotros no honris a mi dios, ni adoris la estatua de oro que he levantado? Ahora, pues, estis dispuestos para que al or el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoa y de todo instrumento de msica, os postris y adoris la estatua que he hecho? Porque si no la adorareis, en la misma hora seris echados en medio de un horno de fuego ardiendo; y qu dios ser aquel que os libre de mis manos? (vers.os 1315).
termine el captulo. Sadrac, Mesac y Abed-nego le dijeron al rey que no tenan que responderle en cuanto a este asunto. Dijeron:
He aqu nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librar. Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado (vers.os 1718).
Me encanta la respuesta que los jvenes varones dieron a la amenaza del rey. La respuesta de ellos es bastante impresionante. Adems, es un buen tema para un sermn: Nuestro Dios puede. Es probable que todo predicador tiene necesidad de un sermn sobre Daniel 3.17: Nuestro Dios puede librarnos. Un versculo parecido describe al Seor como alguien que es poderoso para hacer todas las cosas mucho ms abundantemente de lo que pedimos o entendemos, segn el poder que acta en nosotros (Efesios 3.20). Existen otros pasajes como estos, y ellos ensean una importante leccin. Esto fue lo que en efecto dijeron los tres jvenes hebreos: Nuestro Dios puede librarnos. l puede hacerlo. Lo haga o no, no nos postraremos delante de la estatua. Tenan fe en que Dios poda librarlos, pero no se les haba dicho que lo hara. Dios puede librarnos de nuestras aflicciones y de nuestros problemas de todos ellos. A veces elige no hacerlo, pero podemos confiar en el poder de Dios. Estos tres jvenes varones hebreos dijeron: l puede. No hay duda acerca de su poder. Si no sucede, no ser porque no pudo. Nuestro Dios puede librarnos. A veces cantamos sobre esto: Nuestro Dios puede librarte.1 Sadrac, Mesac y Abed-nego pasaron a decir que ellos no saban si Dios elegira salvarlos esta vez. De todos modos, esto fue lo que en efecto dijeron: Aun si no lo hiciera, no podemos servir a vuestros dioses. Si es la voluntad de Dios que muramos en su horno, entonces eso es lo que haremos. l puede librarnos, pero si en Su sabidura elige no hacerlo, entonces nos conformaremos con lo que venga. No nos vamos a postrar delante de la estatua (vea vers.o 18). Mientras estemos seguros de que Dios nos sacar de una situacin grave, esta no ser una gran prueba de nuestra fe, verdad que no? Estamos conscientes, sin embargo, de que a veces Dios tiene que decir no, y de que no sabemos
1 Walter A. Ogden, He Is Able to Deliver Thee (Nuestro Dios puede librarte), Songs of the Church, comp. y ed. Alton H. Howard (West Monroe, La.: Howard Publishers, 1977).
El rey no entenda que tal Dios exista, pero estaba a punto de descubrirlo. Veremos esto antes de que
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por qu lo dice. Jams lo sabremos mientras no hayamos llegado al cielo, verdad que no? No obstante, necesitamos tener fe como estos jvenes hebreos. LA LIBERACIN DIVINA ES IMPRESIONANTE SIEMPRE La tercera verdad que deberamos notar es que cuando Dios libera a Su pueblo, es impresionante para cualquiera que lo contemple. Una de las ms extraordinarias liberaciones se relata en este captulo. Nabucodonosor estaba lleno de ira. Estaba furioso con Sadrac, Mesac y Abed-nego. Orden que el horno se calentara siete veces ms de lo acostumbrado (vers.o 19). No sabemos en qu consista este horno exactamente. La mayora de las personas cree que se trataba de una especie de horno para elaborar ladrillos. Los materiales de construccin de Babilonia eran mayormente ladrillos. En un lugar como Babilonia, casi no haba otro material que no fuera tierra. Prcticamente todas las estructuras de Babilonia que se han excavado, fueron construidas con ladrillos. Estos obreros calentaron el horno siete veces ms de lo acostumbrado. Elevaron la temperatura hasta donde llegara y ms alto de lo que se deba. A ciertos valientes guerreros se les mand atar a Sadrac, Mesac y Abed-nego y echarlos dentro del horno de fuego ardiente con todo y mantos, calzas, turbantes y vestidos (vers.os 2021). Puede que se le haya olvidado a usted el breve dato que se menciona en el versculo 22: Y como la orden del rey era apremiante, y lo haban calentado mucho, la llama del fuego mat a aquellos que haban alzado a Sadrac, Mesac y Abed-nego. El fuego estaba tan caliente que, cuando la puerta se abri para que estos tres fueran echados dentro del horno, las llamas mataron a los soldados. Y estos tres varones, Sadrac, Mesac y Abed-nego, cayeron atados dentro del horno de fuego ardiendo (vers.o 23). El horno debi de haber tenido alguna especie de ventana o de puerta por la cual mirar alguna clase de pequea abertura. Nabucodonosor poda asomarse y ver lo que estaba sucediendo en el fuego. Se nos dice lo que vio, en los versculos 24 y 25:
Entonces el rey Nabucodonosor se espant, y se levant apresuradamente y dijo a los de su consejo: No echaron a tres varones atados dentro del fuego? Ellos respondieron al rey: Es verdad, oh rey. Y l dijo: He aqu yo veo cuatro
varones sueltos, que se pasean en medio del fuego sin sufrir ningn dao; y el aspecto del cuarto es semejante a hijo de los dioses.
En vista de que en la KJV se lee: semejante al Hijo de Dios, hay quienes creen que el cuarto varn que se paseaba en medio del fuego era Cristo, el Hijo de Dios. El hebreo no dice exactamente el Hijo de Dios. El artculo el no est all, de modo que una traduccin ms fiel es hijo de los dioses. El rey dijo despus, en el versculo 28, que Dios haba enviado a Su ngel para librar a Sus siervos. Tal vez este era alguna clase de mensajero, o tal vez era Cristo. De todos modos, es un suceso interesante. El rey estaba pensando: Ech tres personas en el horno, y hay cuatro all adentro ahora, y uno de ellos parece el hijo de Dios. Haya sido Cristo mismo o no, lo cierto es que obviamente Dios estaba con ellos. No los dej solos. Aunque estaban pasando por esta prueba, todava tenan a Dios con ellos. Lo que leemos despus es igualmente asombroso:
Entonces Nabucodonosor se acerc a la puerta del horno de fuego ardiendo, y dijo: Sadrac, Mesac y Abed-nego, siervos del Dios Altsimo, salid y venid. Entonces Sadrac, Mesac y Abed-nego salieron de en medio del fuego. Y se juntaron los strapas, los gobernadores, los capitanes y los consejeros del rey, para mirar a estos varones, cmo el fuego no haba tenido poder alguno sobre sus cuerpos, ni aun el cabello de sus cabezas se haba quemado; sus ropas estaban intactas, y ni siquiera olor de fuego tenan. Entonces Nabucodonosor dijo: Bendito sea el Dios de ellos, de Sadrac, Mesac y Abed-nego, que envi su ngel y libr a sus siervos que confiaron en l, y que no cumplieron el edicto del rey, y entregaron sus cuerpos antes que servir y adorar a otro dios que su Dios. Por lo tanto, decreto que todo pueblo, nacin o lengua que dijere blasfemia contra el Dios de Sadrac, Mesac y Abed-nego, sea descuartizado, y su casa convertida en muladar; por cuanto no hay dios que pueda librar como ste. Entonces el rey engrandeci a Sadrac, Mesac y Abed-nego en la provincia de Babilonia (vers.os 2630).
Es probable que el Nuevo Testamento haga referencia a este relato en Hebreos 11.3334, en la gran lista de hroes de la fe. El versculo 33 se refiere a algunos que por fe [] taparon bocas de leones; esto parece que se refiere a Daniel. El versculo 34 menciona que apagaron fuegos impetuosos. No puedo imaginar a ningn otro ejemplo veterotestamentario de fe que corresponda mejor a esta descripcin, que el ejemplo de Sadrac, Mesac y Abed-nego.
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LA FIDELIDAD LE DA NIMO A OTROS Las lecciones que leemos en Daniel realmente apuntan a una sola leccin: Mantngase firme en lo que cree, cual sea el costo que deba pagar. En el captulo primero, Daniel se mantuvo firme en lo que crea. No comi de la comida del rey porque lo contaminara. No saba lo que le iba a suceder, pero rehus hacer algo que crea que estaba malo. En el captulo 3, los jvenes hebreos rehusaron postrarse delante de la estatua y adorarla, aunque esto significara que los echaran dentro del horno ardiendo. En el captulo 6, Daniel or pidiendo al Seor, aun cuando haba un edicto en contra de esto. Quienquiera que orara a alguien que no fuera el rey haba de ser echado en el foso de los leones, pero Daniel or de todos modos. Creo que estos relatos se dan con el fin de darnos nimo para mantenernos firmes en lo que creemos, cuales sean las consecuencias. No creo que ninguno de nosotros sabe lo que hara si hiciramos frente a realidades como esta. Yo podra ser el primero en perder la valenta. Me gustara creer que no seramos tan dbiles. En el captulo primero, fue solamente Daniel quien rehus comer las exquisiteces del rey. Sadrac, Mesac y Abed-nego no participaron en esta prueba. En ese tiempo, Daniel les pidi que oraran con l. Tal vez el ejemplo de Daniel les dio nimo ms adelante, cuando l no estuvo all, para mantenerse firmes por s solos y negarse a adorar la estatua de oro. Daniel dej un ejemplo para que otros lo imitaran. Hace mucho tiempo, o un relato de un tal doctor Jesse Fox. Este cont acerca de un tiempo cuando asista a la escuela en otro pas. Cierta noche, algunos de sus compaeros de clase decidieron romper las reglas e ir a emborracharse. Estaban sentados en un bar, y uno de ellos dijo: Esto no est bien. Se nos ha enseado que no hagamos esto, y no lo voy a hacer. Los dems se burlaron y lo insultaron, pero l de todos modos se fue. Camin todo el trayecto hasta la escuela. Jesse dijo que los otros dos muchachos, varios aos despus, le confiaron el respeto que le tenan a su amigo que estuvo dispuesto a decir no cuando ellos no lo estuvieron. Ninguno de los dos saba que el otro haba confesado algo as, pero los dos
contaron la misma historia. No sabemos qu impresin causamos en otras personas cuando decimos no, y nos mantenemos firmes en lo que creemos. Esta es una de las mejores lecciones que los jvenes pueden aprender. Uno sabe que no va a ser popular si, para mantenerse firme, tiene que llevarles la contraria a sus amigos. No obstante, s le sorprender la impresin que puede causar en otros. Puede que lo insulten y se burlen de uno en el momento, pero la gente respeta al que se mantiene firme en lo que cree que es correcto y tiene la valenta en presencia de sus amigos para decirles: No, no har lo que no est bien. Qu gran leccin para recordar! CONCLUSIN Hemos visto grandes verdades acerca del sufrimiento que se suscita por ser fieles. Hemos visto que Dios es soberano, que el sufrimiento es necesario a veces para ser fieles, que cuando Dios libera de tribulaciones siempre es impresionante cmo lo hace y que la fidelidad por lo general influencia a otros. El mundo en que vivimos est bajo el maligno, y entre el diablo y nosotros se suscitarn conflictos con nuestra fe. Este captulo nos recuerda que a veces Dios nos libra sacndonos del horno de fuego, y a veces nos libra dejndonos en l pero no hay duda de que nos librar, si confiamos en l. Neale Pryor
Los escritos
Las Escrituras Judas incluyen a Daniel en una seccin conocida como los Escritos. No se encuentra en la poesa, ni se le considera uno de los libros de los profetas. Los cuatro libros de los profetas, segn la Biblia Juda, son Isaas, Jeremas, Ezequiel y el Libro de los Doce, que incluye a los doce Profetas Menores. Daniel se ubica en una tercera categora, entre Ester y Esdras. Los judos no clasificaban a Daniel como un profeta ni como un poeta, sino como un hagigrafo un autor de escritos sagrados.
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B FE FU AJ EG O O
Beltsasar.) El dios de Babilonia era Marduk, pero el otro nombre que se daba a este era Bel. Me pregunto si este dolo estaba relacionado con Baal. De todos modos, Bel era el dios babilnico, de modo que el nombre babilnico de Daniel, Beltsasar, le fue dado en honor de este dios. En Isaas 46.1 se habla de Bel y de Nebo; estos eran los dioses de Babilonia que se llevaban por la ciudad durante la procesin anual y la ceremonia de rededicacin. Qu significa Daniel? Parece que nos gusta ms este nombre. Dani significa juez o mi juez, y El significa Dios. El nombre Daniel significa, por lo tanto, Dios es mi juez. Finalmente, Daniel se present delante del rey, quien reconoci en l el espritu de los dioses santos (vers.o 8). Nabucodonosor dijo cmo le relat el sueo a Daniel:
Me pareca ver en medio de la tierra un rbol, cuya altura era grande. Creca este rbol, y se haca fuerte, y su copa llegaba hasta el cielo, y se le alcanzaba a ver desde todos los confines de la tierra. Su follaje era hermoso y su fruto abundante, y haba en l alimento para todos. Debajo de l se ponan a la sombra las bestias del campo, y en sus ramas hacan morada las aves del cielo, y se mantena de l toda carne (vers.os 1012).
Hemos hecho notar que a Daniel le encantaba dar listas. El versculo 7 contiene otra, que incluye magos, astrlogos, caldeos y adivinos. El rey les relat un sueo, pero ninguno de la lista pudo interpretarlo (vers.o 6). Podemos adivinar quin interpret el sueo al rey: Daniel. En el versculo 8, Nabucodonosor dijo: hasta que entr delante de m Daniel, cuyo nombre es Beltsasar, como el nombre de mi dios. (Recuerde que en el captulo 1, a Daniel le haban cambiado el nombre por el de
El sueo del rey era acerca de un rbol gigantesco, que tena ramas y follaje. Los animales vivan en l y alrededor de l. Le daba sombra a las bestias, y las aves podan hacer su morada en sus ramas. En este sueo, el rey vio a un vigilante y santo [que] descenda del cielo (vers.o 13). No est claro en qu categora se podra clasificar a este ser; lo que obviamente se desprende es que era un agente enviado por Dios, era una especie de ngel. Este vigilante anglico proclam a gran voz un mensaje:
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Derribad el rbol, y cortad sus ramas, quitadle el follaje, y dispersad su fruto; vyanse las bestias que estn debajo de l, y las aves de sus ramas. Mas la cepa de sus races dejaris en la tierra, con atadura de hierro y de bronce entre la hierba del campo; sea mojado con el roco del cielo, y con las bestias sea su parte entre la hierba de la tierra. Su corazn de hombre sea cambiado, y le sea dado corazn de bestia, y pasen sobre l siete tiempos (vers.os 1416).
mundo y con la misma facilidad, pueden ser quitados del poder, por Dios. Era fcil que Nabucodonosor, como soberano que era de todo el Imperio de Babilonia, se sintiera importante. Su actitud era la de uno que deca: Soy tan poderoso, que no hay quien me detenga, pero el tema de este captulo es que el Altsimo es soberano de todo el reino de los hombres y lo da a quien l quiere. EL ORGULLO SIEMPRE EST FUERA DE LUGAR La primera leccin que se ilustra aqu es que el orgullo siempre est fuera de lugar. El sueo de Nabucodonosor era una reprensin para su orgullo. Ninguno de los sabios del reino pudo explicar el significado del sueo, por lo tanto, el rey recurri a Daniel para que le ayudara (vers.o 18). Una vez ms, Dios le dio a Daniel la capacidad para interpretar el sueo del rey. Curiosamente, pareciera como si en la ltima parte del sueo, Nabucodonosor estuviera diciendo toda la historia. No obstante, el rey habl en primera persona solamente en esta seccin. Despus, comenz a hablar Daniel, de modo que los eventos son relatados en la tercera persona. Ms adelante, la narrativa vuelve a la primera persona. El versculo 19 da a conocer la reaccin personal de Daniel al sueo. Cuando este oy la descripcin del sueo, qued atnito y se turb; pero el rey le dijo que no se preocupara. La respuesta de Daniel fue, en otras palabras: Si tan solo el sueo se aplicara a tus enemigos, y no a ti!. En el sueo haba una muy mala historia que contar. Recuerdo, cuando yo era nio, a una mujer que usaba las cartas para la adivinacin. Ella realmente crea en lo que las cartas le decan, y una vez coment: A mis amigos ntimos no les adivino el futuro; porque si les sale una carta mala, me perturbara. Esta fue la clase de reaccin que tuvo Daniel aqu. Esto fue lo que, en efecto, dijo: Lamento mucho que tuve que or esto, y ms lamento que debo decirle lo que significa. No obstante, dio la interpretacin del sueo:
El rbol que viste, que creca y se haca fuerte, y cuya copa llegaba hasta el cielo, y que se vea desde todos los confines de la tierra, cuyo follaje era hermoso, y su fruto abundante, y en que haba alimento para todos, debajo del cual moraban las bestias del campo, y en cuyas ramas anidaban las aves del cielo, t mismo eres, oh rey, que creciste y te hiciste fuerte, pues creci tu grandeza y ha llegado hasta el cielo, y tu dominio hasta los confines de la tierra (vers.os 2022).
No estamos seguros de qu significa aqu la expresin siete tiempos. La mayora de las personas creen que este incidente dur siete aos. El siete es un nmero perfecto, o completo, de la literatura apocalptica, gnero en el cual se clasifica el libro de Daniel. Puede que este sea el nmero completo, lo cual significa, entonces: hasta que se cumpla el tiempo. Haban de pasar siete tiempos sobre el rey, al cumplir la sentencia que se describe en el sueo. Este fue el tiempo que se le asign a l (y a otros) para que aprendiera una importante leccin. Esto fue lo que anunci la voz del sueo de Nabucodonosor:
La sentencia es por decreto de los vigilantes, y por dicho de los santos la resolucin, para que conozcan los vivientes que el Altsimo gobierna el reino de los hombres, y que a quien l quiere lo da, y constituye sobre l al ms bajo de los hombres (vers.o 17).
El tema del captulo 4 se encuentra en este versculo: el Altsimo gobierna el reino de los hombres. La misma aseveracin la encontramos por lo menos dos veces. Nabucodonosor era el hombre ms poderoso que haba en toda la tierra. No haba quien le pudiera hacer frente. No obstante, necesitaba darse cuenta de que haba alguien ms poderoso que l. Necesitaba recordar que, en ltima instancia, el Altsimo gobierna el reino de los hombres. Si Dios desea destituir a alguien que ocupa un puesto de autoridad, no le toma mucho tiempo hacerlo. Todos estamos bajo Su dominio. El Altsimo gobierna el reino de los hombres, y [] a quien l quiere lo da. Hay una aseveracin parecida a esta en Romanos 13.1b: Porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. Pablo les estaba diciendo a los cristianos que se sometieran a las autoridades, pues no hay poderes aparte de los que da Dios. Esto no significa que Dios apruebe todo lo que los dirigentes del mundo hagan, pero Dios maneja los asuntos de los hombres. Es por medio de Su providencia y de Su direccin, que son constituidos los dirigentes del
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Daniel dijo que el rbol representaba al rey. As como el rbol se extendi, su poder y autoridad se haban extendido hasta los confines de la tierra. El anuncio hecho por el vigilante y santo, deca lo que iba a suceder al rey durante siete tiempos. Daniel afirm: Esta es la interpretacin, oh rey, y la sentencia del Altsimo, que ha venido sobre mi seor el rey (vers. o 24). Manifest claramente lo que estaba a punto de suceder. El rey haba de ser echado de entre los hombres! Daniel resumi la sentencia del Seor para Nabucodonosor:
Que te echarn de entre los hombres, y con las bestias del campo ser tu morada, y con hierba del campo te apacentarn como a los bueyes, y con el roco del cielo sers baado; y siete tiempos pasarn sobre ti, hasta que conozcas que el Altsimo tiene dominio en el reino de los hombres, y que lo da a quien l quiere (vers.o 25).
cmo Dios humill de un modo dramtico a este gran rey, con el fin de ensearle a ser humilde. Doce meses despus, el rey se paseaba sobre el terrado del palacio real de Babilonia (vers.o 29). Estaba reflexionando sobre sus propios logros, y diciendo: Vaya! He edificado a la gran Babilonia! Cunta gloria y majestad he logrado para m mismo! (vea el vers.o 30). En otras palabras, Nabucodonosor estaba diciendo: Yo lo hice todo!. Este fue un grave error. Note que esta parte del captulo se encuentra en la tercera persona. Nabucodonosor no dijo: Estaba yo paseando sobre el terrado. El relato de los siete tiempos se cuenta en tercera persona. Esto se debe a que l no estuvo en condiciones, durante el tiempo de su trastorno mental, de hablar ni de escribir acerca de lo que le estaba pasando. An estaban estas jactanciosas palabras en la boca del rey, cuando vino una voz del cielo, diciendo:
A ti se te dice, rey Nabucodonosor: El reino ha sido quitado de ti; y de entre los hombres te arrojarn, y con las bestias del campo ser tu habitacin, y como a los bueyes te apacentarn; y siete tiempos pasarn sobre ti (vers.os 31 32).
Daniel le dijo incluso al rey cunto tiempo durara esto: siete tiempos pasaran sobre l. Despus viene el tema del captulo otra vez, porque esta situacin se prolongara hasta que el rey reconociera que el Altsimo tiene dominio en el reino de los hombres, y que lo da a quien l quiere. Este es el tema aqu en este relato, as como lo es en el captulo 5. De hecho, esta es una de las lecciones ms importantes del libro. El hecho de que quedara la cepa de las races del rbol (vers.o 26) significaba que el cumplimiento de este sueo era temporal. Nabucodonosor sera restablecido en el reino despus que hubiese aprendido su leccin. Este era el propsito de lo que Dios estaba a punto de producir en Nabucodonosor. Algo iba a ocurrir durante tal vez siete aos, para hacerlo caer en la cuenta de que el cielo gobierna. Daniel hizo un ltimo esfuerzo para hacer que Nabucodonosor se arrepintiera, y se volviera al verdadero Dios (vers. o 27). Le sugiri que redimiera sus pecados con justicia, y que hiciera misericordia para con los oprimidos. Tena la esperanza de que si el rey se arrepenta, Dios prolongara su prosperidad. Era demasiado tarde, el cumplimiento del sueo deba producirse. As, el versculo 28 dice: Todo esto vino sobre el rey Nabucodonosor. LOS QUE SE ENALTECEN SERN HUMILLADOS La segunda verdad que aprendemos es que los que se enaltecen sern humillados. Algunos lo sern en esta vida, y el resto en la venidera. Vemos
Al final del versculo 32 se presenta nuevamente el tema. Se presenta en 4.17, 25 y 32. Dios estaba anunciando la leccin que el rey tena que aprender: el Altsimo tiene el dominio en el reino de los hombres, y lo da a quien l quiere. Esto es lo que Dios le estaba diciendo a Nabucodonosor: No olvides quin te dio todo este poder!. El versculo 33 dice: En la misma hora se cumpli la palabra sobre Nabucodonosor. Esta increble profeca se cumpli, y fue echado de entre los hombres. Comenz a comer hierba como los bueyes, su pelo creci como plumas de guila, y sus uas como las de las aves. Puede usted imaginarse esto? Cuando yo era nio, me aterraban las pelculas de terror sobre los hombres lobo. No me asustaba ningn otro monstruo ficticio, pero s me espantaba la idea de hombres que, al llegar la luna llena, se convertan en criaturas semejantes a lobos. Era traumatizante para un nio de ocho aos estar all sentado y observar cmo creca el pelo por todo el cuerpo de estas criaturas cuando se transformaban. He odo de ocasiones en que hombres que adolecen de una enfermedad mental, adoptaron la apariencia de animales. Se supone que la Licantropa es una condicin que hace que un hombre llegue a ser semejante a un lobo, al exponerse a la luz de la
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luna. En mi opinin, Nabucodonosor lleg a padecer un completo trastorno mental, y el cambio ocurrido en su mente afect su apariencia. Cuando Nabucodonosor perdi la cordura, y el poder, alguien tuvo que ocuparse de los asuntos del trono. Tal vez los consejeros del rey manejaron estos asuntos hasta que l se recuper. Algunos comentarios afirman que en los antiguos anales que tenemos del reinado de Nabucodonosor, existe una brecha de varios aos. Hemos encontrado anales de antes y de despus de ese tiempo, pero no hay constancia histrica de ese perodo. Algunos eruditos creen que la brecha se debe a los eventos descritos en la Biblia. Tal parece que el rey y sus sabios no quisieron tomar nota de lo que sucedi a Nabucodonosor. Por qu habran de quererlo? DIOS ES MISERICORDIOSO Una tercera verdad que se manifiesta, es que Dios es misericordioso. l poda haber hecho morir al rey, pero eligi darle la oportunidad de aprender que Dios es supremo. Dios siempre acta de conformidad con Su misericordia. Por todo el Antiguo y el Nuevo Testamento, se expresa continuamente la misericordia de Dios. Despus de siete tiempos, a Nabucodonosor le fue devuelto el juicio. Esto fue lo que dio a conocer en su edicto: yo Nabucodonosor alc mis ojos al cielo, y mi razn me fue devuelta; y bendije al Altsimo, y alab y glorifiqu al que vive para siempre (vers.o 34). Esta es la porcin que vuelve a la primera persona: yo Nabucodonosor. El edicto del rey incluy estas palabras de alabanza:
[Su] dominio es sempiterno, y su reino por todas las edades. Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y l hace segn su voluntad en el ejrcito del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: Qu haces? (vers.os 3435).
cmo le impresion al rey que el Dios de Daniel pudo revelar misterios. Despus de recobrar el juicio, Nabucodonosor fue reinstaurado en el poder. No obstante, haban cambiado dos cosas: 1) mayor grandeza le fue aadida, y 2) aprendi a alabar al Rey del cielo. Esto dijo en su edicto:
Me fue devuelta [] la majestad de mi reino [] y fui restablecido en mi reino, y mayor grandeza me fue aadida. Ahora yo Nabucodonosor alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus obras son verdaderas, y sus caminos justos; y l puede humillar a los que andan con soberbia (vers.os 3637).
Este es el fin del relato del rbol cuya copa se extendi tan lejos, y en el cual todas las aves hicieron nidos, y bajo cuya sombra todos los animales se refugiaron. Este rbol, por supuesto, representaba a Nabucodonosor. Fue cortado; pero fue dejada la cepa de sus races, y la atadura de hierro y de bronce estuvo all para demostrar que el rbol (el rey) no sera destruido por completo. Despus de siete aos, su vida anterior le fue restablecida. Todo esto sucedi exactamente como se profetiz en su sueo. CONCLUSIN Otra verdad implcita en todo esto es que Dios est continuamente advirtiendo a la humanidad. Advirti a Nabucodonosor, y por medio de este nos ha advertido a nosotros. Nabucodonosor relat su propia historia en un discurso a toda la nacin. Dijo que haba aprendido a adorar a Dios. Su experiencia proporciona varias lecciones valiosas: Vemos que el orgullo siempre est fuera de lugar, que el que se enaltece ser humillado y que Dios es misericordioso. Dios siempre nos est advirtiendo que no olvidemos estas lecciones. Uno de los ms grandes impedimentos que puede interferir con nuestra alabanza a Dios como deberamos, es el orgullo. Antes del quebrantamiento es la soberbia (vea Proverbios 16.18). Jess dijo: Porque el que se enaltece ser humillado, y el que se humilla ser enaltecido (Mateo 23.12). Neale Pryor
Pienso que a Nabucodonosor le impresion el Dios de Israel varias veces, pero no creo que fuera alguna vez circuncidado para convertirse en judo. Nabucodonosor crea en muchos dioses, y reconoca que el Dios de los judos era un dios poderoso. Que sepamos, sigui siendo politesta todo el tiempo que vivi; sin embargo, vimos ms atrs en el libro
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Qu acto de profanacin! Los vasos sagrados que ellos estaban usando, haban sido tomados del templo. Era en Jerusaln donde deban estar, en el
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templo de Jehov, no en una reunin como esta. El versculo 4 dice: Bebieron vino, y alabaron a los dioses de oro y de plata, de bronce, de hierro, de madera y de piedra. Por supuesto que no era al verdadero Dios a quien estaban honrando, sino a sus dolos, los dioses de hierro, de madera y de piedra. En resumen, estaban teniendo una juerga y alabando a sus dolos, y usando para ello los vasos sagrados del templo de Jehov. No obstante, la fiesta estaba a punto de llegar a su fin. En aquella misma hora aparecieron los dedos de una mano de hombre, que escriba delante del candelero sobre lo encalado de la pared del palacio real (vers.o 5). El rey vio esta mano misteriosa. La observ mientras escriba sobre la pared: MENE, MENE, TEKEL, UPARSIN (vers.o 25). Note la manera como en el versculo 6 se describe la reaccin del rey: se debilitaron sus lomos, y sus rodillas daban la una contra la otra. Estaba aterrado! No tena idea de lo que estaba sucediendo. Saba que este era un mensaje importante. Sin duda pens que vena de parte de uno de los dioses, y saba que haba un problema. Lgicamente, deseaba saber qu problema era este. De repente, la diversin ces. El rey grit en alta voz que hiciesen venir magos, caldeos y adivinos (vers.o 7). Hemos visto esta lista anteriormente. Belsasar les dijo a los sabios de Babilonia que cualquiera que leyera la inscripcin y mostrara la interpretacin a l, sera vestido de prpura, y llevara un collar de oro en su cuello, y tendra autoridad como tercer seor en el reino (vers.o 7). Ahora ya sabemos por qu sera el tercer seor: porque Belsasar era el segundo seor. Se hizo venir a todos los sabios, pero ni siquiera pudieron leer la inscripcin; no fueron capaces de interpretar el significado de este suceso al rey. Belsasar estaba alarmado en gran manera, y sus nobles estaban desconcertados. Entonces entr la reina a la sala del banquete. Ella comenz diciendo: Rey, vive para siempre (vers.o 10). Esto era lo que la gente le deca a sus reyes. (Vea 2.4; 3.9; 6.6, 21.) Pero esta reina tena algo que decir:
no te turben tus pensamientos, ni palidezca tu rostro. En tu reino hay un hombre en el cual mora el espritu de los dioses santos, y en los das de tu padre se hall en l luz e inteligencia y sabidura, como sabidura de los dioses (vers.os 1011).
Hay quienes creen que esta reina pudo haber sido la reina madre, pero no se nos dice. Es muy probable que estn en lo correcto. Sus aseveraciones
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indican que ella recordaba tiempos antiguos. Y continu diciendo ella: el rey Nabucodonosor tu padre, oh rey (vers.o 11). Belsasar no era el hijo de Nabucodonosor. De hecho, puede que ni siquiera haya estado emparentado con Nabucodonosor; pero en vista de que Belsasar era su sucesor al trono, se refera a Nabucodonosor como su antepasado. As, no hay necesidad de tratar de trazar una lnea de sangre desde Belsasar hasta Nabucodonosor; sin embargo, hay personas que se ocupan de esto. La reina le dijo a Belsasar cmo su padre (aadiendo tu padre el rey; NASB) haba constituido a Daniel jefe sobre todos los magos, astrlogos, caldeos y adivinos. Dijo que esto se dio porque fue hallado en l mayor espritu y ciencia y entendimiento, para interpretar sueos y descifrar enigmas y resolver dudas (vers.o 12). Ella sugiri que se hiciera venir a Daniel para interpretar este extrao evento. La reina fue de gran ayuda. Esto es lo que estaba diciendo a Belsasar: Daniel tiene la capacidad de hacer esto. Tu predecesor, Nabucodonosor, lo aprovech bastante, y l todava est disponible. Hazlo venir, y te dir el significado de todo esto. Es probable que Daniel fuera ya una persona mayor. Fue llevado al cautiverio cuando era adolescente, en el 606 a. C, de modo que naci antes del 620. Esto quiere decir que tendra unos catorce aos de edad cuando fue transportado de Jud. Si naci en el 620 y esto ocurri en el 539, tendra entonces ochenta y un aos de edad estara muy avanzado en aos. Se mantuvo en su puesto de palacio hasta en los das de Daro, y si este era Daro el Grande, entonces debemos aadir otros diecisiete aos a esa edad. Esto quiere decir que tendra noventa y ocho aos de edad cuando fue echado al foso de los leones. Por esa fecha, es probable que debido a su avanzada edad, los leones no lo consideraran apto para el consumo de ellos. Lo anterior nos permite por lo menos echar una mirada a la vida de Daniel. Retomemos los eventos del captulo 5. La reina dijo: Llmese, pues, ahora a Daniel. Cuando a Belsasar le presentaron a Daniel, el rey recibi una breve leccin de historia. Entonces Daniel fue trado delante del rey. Y dijo el rey a Daniel: Yo he odo de ti que el espritu de los dioses santos est en ti (vers.os 1314). En la Biblia Amplificada se lee: el espritu del santo Dios. Daniel, por supuesto, tena tal espritu dentro de l. La palabra correcta para esto es Elohim. Esta palabra puede significar el nico dios verdadero, o puede ser un plural de
majestad.1 Tambin podra significar los dioses. Es probable que este rey babilnico estaba pensando en los dioses. No estaba hablando desde el punto de vista de un discpulo del dios de Israel. En la KJV se lee: el espritu de los dioses. El rey dijo a Daniel:
Yo he odo de ti que [] en ti se hall luz, entendimiento y mayor sabidura. Y ahora fueron trados delante de m sabios y astrlogos para que leyesen esta escritura y me diesen su interpretacin; pero no han podido mostrarme la interpretacin del asunto. Yo, pues, he odo de ti [por lo que la reina dice] que puedes dar interpretaciones y resolver dificultades. Si ahora puedes leer esta escritura y darme su interpretacin, sers vestido de prpura, y un collar de oro llevars en tu cuello, y sers el tercer seor en el reino (vers.os 1416).
de l. A quien quera mataba, y a quien quera daba vida; engrandeca a quien quera, y a quien quera humillaba. Mas cuando su corazn se ensoberbeci, y su espritu se endureci en su orgullo, fue depuesto del trono de su reino, y despojado de su gloria. Y fue echado de entre los hijos de los hombres, y su mente se hizo semejante a la de las bestias, y con los asnos monteses fue su morada. Hierba le hicieron comer como a buey, y su cuerpo fue mojado con el roco del cielo, hasta que reconoci que el Altsimo Dios tiene dominio sobre el reino de los hombres, y que pone sobre l al que le place (vers.os 1921).
El prpura es el color real, y el oro, por supuesto, era un valioso material. Estos presentes eran idneos para alguien que haba de ser el gobernante nmero tres del imperio. DEBERAMOS APRENDER DE LOS ERRORES DE LOS DEMS La segunda leccin que nos llama vvidamente la atencin, es que nuestro Dios espera que aprendamos de los errores de los dems. Belsasar haba sido bendecido con la oportunidad de aprender de la experiencia de siete aos de demencia de Nabucodonosor, pero no aprendi nada de ello. Daniel declin el ofrecimiento de presentes que le hizo el rey, diciendo: Tus dones sean para ti, y da tus recompensas a otros. Leer la escritura al rey, y le dar la interpretacin (vers.o 17). Esto fue lo que, en efecto, dijo Daniel: No estoy interesado en tus presentes, ni en tus riquezas, ni en tu posicin. A pesar de esto, prosigui, si deseas conocer qu significa todo esto, te puedo explicar lo que dice, y esto es lo que har. Aqu es donde da inicio el repaso de historia. Daniel saba que este repaso inclua una leccin que Belsasar necesitaba aprender. Daniel se refiri a Nabucodonosor, hablando del gran poder de este, y sealando que era el Altsimo Dios, quien se lo haba dado (vers.o 18). Cont la dramtica historia de la humillante experiencia que sufri el gran rey:
Y por la grandeza que le dio, todos los pueblos, naciones y lenguas temblaban y teman delante
1 Vea la explicacin sobre el plural de majestad en el pie de pgina 1 de la leccin <<Un reino eterno>>.
Ya hemos odo esta ltima parte anteriormente: el Altsimo Dios tiene dominio sobre el reino de los hombres, y [] pone sobre l al que le place. Esta es la idea que se repite a menudo en el captulo. Daniel estaba tratando de decirle a Belsasar que l necesitaba aprender la misma leccin que Nabucodonosor haba aprendido: que Dios es quien siempre tiene el mando. Daniel sigui dando la leccin:
Y t, su hijo Belsasar [el sucesor del rey], no has humillado tu corazn, sabiendo todo esto; sino que contra el Seor del cielo te has ensoberbecido, e hiciste traer delante de ti los vasos de su casa, y t y tus grandes, tus mujeres y tus concubinas, bebisteis vino en ellos; adems de esto, diste alabanza a dioses de plata y oro, de bronce, de hierro, de madera y de piedra, que ni ven, ni oyen, ni saben; y al Dios en cuya mano est tu vida, y cuyos son todos tus caminos, nunca honraste (vers.os 2223).
Daniel estaba haciendo una aseveracin de peso. En la mano de Dios est nuestro aliento de vida incluso el aliento del rey. Todos nuestros caminos estn en Su mano; por Su voluntad, podemos desaparecer. Esto debera ayudarnos a mantenernos humildes y a entender cunto dependemos del Todopoderoso Dios. Ciertamente, Belsasar no haba reconocido a Dios, en cuya mano estaba su aliento de vida. Por el contrario, l estaba en medio de una pecaminosa celebracin, dando honra a falsos dioses, y estaba incluso profanando objetos sagrados del templo de Dios en estos festejos. DIOS JUZGA EL PECADO DE MODO QUE TODOS VEAN La tercera verdad que vemos aqu es que Dios juzga el pecado. Dios ha hablado de modo que todos puedan ver cmo l censura el pecado. Juzg el pecado de Belsasar y de Babilonia de una manera pblica, y adems puso ese juicio en las Escrituras, de modo que todo el mundo pueda verlo.
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Esto es lo que el texto dice: Entonces de su presencia fue enviada la mano que traz esta escritura. Y la escritura que traz es: MENE, MENE, TEKEL, UPARSIN (vers.os 2425). Qu significa esto? Eso era lo que Belsasar deseaba saber. Una traduccin literal podra ser: nmeros, nmeros, pesos y divisin. MENE es parecida en significado a la palabra nmero. TEKEL significa peso; UPARSIN, una forma de la palabra PERES (vers.o 28), significa dividir. Los eruditos estn bastante seguros de estos significados. Hay quienes opinan que este mensaje tena significado monetario. Por ejemplo, MENE podra ser una mina, que equivale a cinco siclos,2 posiblemente cincuenta siclos de oro o de plata. Podramos imaginarnos veinte onzas de plata o de oro, pues un siclo equivale a cuatro dcimas de una onza. Al multiplicar cuatro dcimas de una onza por cincuenta, se obtienen cerca de veinte onzas de plata o de oro en otras palabras, una gran cantidad. TEKEL es un siclo; podemos ver cierta similitud entre las palabras TEKEL y siclo; estas palabras estn relacionadas. Qu significa UPARSIN? La U significa y, y PARSIN proviene de una palabra que significa dividir. Hay quienes interpretan esto como medio siclo, un siclo que ha sido dividido. Esa pequea moneda pesa cerca de dos dcimas de una onza; que no es gran cosa. El mensaje dice en su totalidad: Cincuenta siclos, cincuenta siclos, un siclo y medio que es como decir cuarto de dlar, cuarto de dlar, diez centavos y cinco centavos. Si lo anterior es correcto, entonces el mensaje sobre la pared se refera a 101 siclos y medio. Literalmente, las palabras podran referirse a una cantidad de dinero, pero el mensaje no tena que ver con dinero. Podemos aceptar el significado literal como cantidades de dinero o como nmeros, nmeros, pesos y divisin. De uno u otro modo, el mensaje era misterioso, pero Daniel proporcion la interpretacin. En el versculo 26 se recoge lo que dijo Daniel: Esta es la interpretacin del asunto: MENE: Cont Dios tu reino, y le ha puesto fin. MENE es la palabra que significa nmeros. Al usarse dos veces, diciendo: Nmeros, nmeros, se le aada nfasis. Hay personas que todava usan
2 Los pies de pgina de la NIV incluyen la siguiente informacin: Mene puede significar numerado o mina (una unidad monetaria). Tekel puede significar pesado o siclo. Peres (el singular de Uparsin) puede significar dividido o Persia o media mina o medio siclo.
hoy da la expresin: Tus das estn contados. Daniel estaba expresando exactamente esa idea: Dios ha contado tus das. TEKEL era la parte que significaba pesado: Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto (vers.o 27). La mayora de nosotros sabe qu es una balanza: un aparato con platos o tazas pequeas que cuelgan de cadenas conectadas a un mecanismo que oscila de un lado a otro. Para pesar algo, uno pone un peso estndar en un plato, luego llena el plato del lado opuesto hasta que los dos platos se nivelen con exactitud. Este tipo de balanza todava se usa en muchos lugares, especialmente en laboratorios de ciencia. Permtame contarle una interesante ilustracin de lo anterior. En la literatura egipcia, en los tiempos de las pirmides, se escribi un libro llamado el Papyrus Ani. Era el el Libro de los muertos. Este libro contena cuadros y escritos en antiguos jeroglficos egipcios, que representan el juicio. La escena de juicio presentaba esta clase de bscula o de balanza. A un lado de la balanza estaba una pluma que representaba la verdad. En el otro lado estaba el corazn de un hombre. Si el corazn del hombre se equilibraba con la verdad, entonces se le conceda la vida eterna. Por otro lado, si su corazn no era apto si era pesado en la balanza y era hallado falto haba entonces una especie de monstruo esperndolo. El monstruo del cuadro pareca un hbrido tal vez una mezcla de las caractersticas de un hipoptamo con las de un cocodrilo. Segn esta creencia tradicional, los dioses le daran de comer a esta criatura el corazn de tal hombre, de modo que jams podra tener la vida eterna. La anterior es una interesante representacin de lo que significa ser pesado en balanza. A uno lo pondra nervioso, verdad que s? Este era un concepto muy conocido. Es probable que los eventos de Daniel ocurrieran dos mil o mil quinientos aos despus del Papyrus Ani. El concepto de ser pesado en balanza constituye un buen sermn hoy da: No nos gustara ser pesados en balanza, y ser hallados faltos. PERES significa dividir. En el versculo 28 leemos: Tu reino ha sido dividido, y dado a los medos y a los persas (NASB). Si alguien me dijera todo lo anterior, no me entusiasmara mucho el galardonarlo. Le entusiasmara a usted? Sin embargo, Belsasar dio las instrucciones y Daniel fue vestido de prpura. El rey hizo que se pusiera un collar de oro en el cuello de Daniel, y proclam que este tena autoridad como el tercer seor del reino (vers.o 29). Hemos
visto que el prpura era el color real y que los anteriores presentes habran sido extremadamente caros. Por supuesto, el haber sido hecho seor sobre este reino no constitua un gran honor. La autoridad dada a Daniel por Belsasar no dur mucho, verdad que no? LA PALABRA DE DIOS SE CUMPLE La quinta leccin que vemos en este captulo es que la Palabra de Dios se cumple. La profeca que Daniel declar por su interpretacin de la escritura en la pared se cumpli esa misma noche. Esto es lo que leemos en los versculos 30 y 31: La misma noche fue muerto Belsasar rey de los caldeos. Y Daro de Media tom el reino, siendo de sesenta y dos aos. Este episodio es la breve historia de la cada de Babilonia. Conocemos la fecha exacta de esta cada: el 539 a. C. Esta fecha es una fecha clave en la historia: el fin de la era babilnica, y la llegada del tiempo de los persas. A los persas se les menciona aqu con los medos: los medos y [] los persas. Media era un pequeo pas de la regin donde hoy da se encuentra Irn. Persia se encontraba en la parte sur de Irn, y Media estaba justo al norte de ella. El Daro que tom la ciudad era un medo. En Daniel 5.3031 dice: La misma noche fue muerto Belsasar [] Y Daro de Media tom el reino. Una vez hice una investigacin sobre Daro de Media, y la nica conclusin a la cual llegu es que nadie sabe quin era l. Pueda que algn da lo sepamos. La serie del Tyndale Commentary dice que Daro de Media era el mismo Ciro, y que Daro era el nombre de su trono; pero no s de indicio alguno en el sentido de
que ocupara un trono llamado Daro.3 CONCLUSIN Cunto debera conmovernos el juicio que, segn vimos, ejecut Dios! As es, a veces el pecado se asemeja a un banquete, pero es solamente una apariencia engaosa. Dios juzga el pecado. l ha hecho un claro anuncio de que este es su proceder, y lo ha hecho no solo en este captulo, sino tambin en muchos otros pasajes de la Biblia. Dios espera que aprendamos de los errores de Belsasar, y que vivamos responsablemente delante de l, del mismo modo que esperaba que Belsasar aprendiera de los errores del rey anterior, Nabucodonosor. Dios ha dejado claros ejemplos en las Escrituras de cmo juzgar el pecado. Los anales histricos dan testimonio de que la Palabra de Dios se cumpli de inmediato. Este captulo nos recuerda, por supuesto, del juicio final que llegar a todo el mundo cuando acabe el tiempo. Pablo dijo: Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo (2a Corintios 5.10). Todos estarn presentes; ni siquiera habr uno que llegue tarde. Ojal que este captulo nos motive a todos a apartarnos de todo pecado que pueda haber en nuestras vidas. Dediquemos nuestro corazn a hacer la voluntad de Dios por el resto del tiempo que vivamos sobre esta tierra. Neale Pryor
3 Joyce G. Baldwin, Daniel: An Introduction and Commentary (Daniel: Introduccin y comentario), Tyndale Old Testament Commentaries, gen. ed. D. J. Wiseman (Downers Grove, Ill.: Inter-Varsity Press, 1978), 2328.
La literatura apocalptica
Los primeros seis captulos del Libro de Daniel son relatos corrientes de gnero narrativo, acerca de Daniel y sus amigos, y que abarcan un tiempo cuando la fe de ellos fue probada en una nueva tierra que los acogi durante el cautiverio en Babilonia. No obstante, gran parte del libro est escrito en gnero apocalptico. La palabra apocalipsis significa revelacin o develacin. (Apo significa de, y Kalupto significa velo.) Tales escritos por lo general usan smbolos e imgenes enigmticos para representar grandes potencias y eventos de la historia. Fueron escritos en tiempos de afliccin: El libro de Apocalipsis, por ejemplo, fue escrito durante una gran persecucin que sufrieron los cristianos; Daniel fue escrito durante un tiempo de exilio que sufrieron los judos. Si bien los detalles de esta clase de escritos pueden ser causa de confusin, el mensaje en general es un mensaje de esperanza para el pueblo de Dios.
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Edificar mi iglesia
[Jess] pregunt a sus discpulos, diciendo: Quin dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? [] Respondiendo Simn Pedro, dijo: T eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Entonces le respondi Jess: Bienaventurado eres, Simn, hijo de Jons, porque no te lo revel carne ni sangre, sino mi Padre que est en los cielos. Y yo tambin te digo, que t eres Pedro, y sobre esta roca edificar mi iglesia (Mateo 16.1319). Cuando enseaba yo una clase de Resea del Nuevo Testamento en la Harding University, llegamos a 1era Corintios, cuando estbamos cerca de la mitad del semestre. Ya haba hecho yo una breve introduccin del libro, y estbamos preparados para analizar los pasajes clave, las ideas principales y la organizacin del libro, con el fin de que los estudiantes pudieran tener un entendimiento bastante detallado de su contenido. Ese da en particular, estbamos considerando las enseanzas de los captulos 1 al 3, donde Pablo reprende a los corintios por su divisin. Empezamos por notar que la familia de Clo, haba informado a Pablo de que en la iglesia de Corinto haba divisiones (1 era Corintios 1.11). Algunos estaban diciendo: Yo soy de Pablo; otros: y yo de Apolos; y an otros: y yo de Cefas (vers.o 12). La situacin era trgica, y Pablo inst a que se abandonara de inmediato toda divisin. Les dijo: Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Seor Jesucristo, que hablis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer (vers.o 10). Tres versculos ms adelante, Pablo fue an ms directo. Les pregunt: Acaso est dividido Cristo? Fue crucificado Pablo por vosotros? O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo? (vers.o 13). Al seguir este estudio, observamos la declaracin de Pablo en el sentido de que seguir a los hombres equivale a seguir la sabidura humana, y no la sabidura de Dios (vea 1era Corintios 1.1831). En el captulo 2 vimos que la revelacin dada a los corintios fue dada por el Espritu Santo por medio de Pablo. A estos cristianos se les dijo que se comprometieran con el mensaje divino, no con los mensajeros. En el captulo 3 Pablo dijo que son los nios en Cristo los que siguen a las personalidades humanas y la sabidura humana, mientras que los cristianos maduros siguen solamente a Dios. Leemos la evaluacin que le merecen a Pablo los diferentes maestros y predicadores: Qu, pues, es Pablo, y qu es Apolos? Servidores por medio de los cuales habis credo; y eso segn lo que a cada uno concedi el Seor. Yo plant, Apolos reg; pero el crecimiento lo ha dado Dios. As ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento (vers.os 57). Cuando terminaba la clase, reflexionamos sobre la terminante sentencia de Pablo en el sentido de que si alguno destruyere la iglesia de Dios, l ser destruido por el Seor (1era Corintios 3.17). Not que la clase estaba ms atenta de lo normal. Esperaba que los comentarios hubieran respondido algunas de las preguntas de ellos acerca de la divisin religiosa. Cuando el timbre son y los estudiantes se dispersaron para ir a su siguiente clase, una joven se qued para hacer una pregunta. Era obvio que le haban afectado profundamente los versculos que habamos estudiado. Con labios temblorosos, me dijo: Hermano Cloer, he asistido a los cultos toda la vida, pero estos versculos que analizamos hoy me han dejado confundida. Al escuchar sus comentarios, y al leer con cuidado los versculos, me di cuenta de que yo no s qu es la iglesia! Podra usted responderme una sencilla pregunta? Qu es la iglesia?. Trat de responder la pregunta tan rpida y tan claramente como pude. Pareci entender lo que dije, y sali. Ms adelante en el semestre, trat de sacar a colacin esta idea tan a menudo como fue posible, con el fin de ayudarles a ella y a los dems a entender qu es la iglesia. No volv a or preguntas de ella, por lo tanto, di por
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sentado que su pregunta fue respondida. Esta joven haba permitido que una idea incorrecta de la iglesia fuera impresa en su mente por el mundo religioso dividido que le rodeaba. El mundo le haba dicho que la iglesia era un conglomerado de diferentes grupos denominacionales. No obstante, cuando leemos 1era Corintios 13 y descubrimos que Pablo dijo que el cuerpo de Cristo no ha de estar dividido, ella vio una definicin de la iglesia que era completamente diferente de la que le haba impuesto el mundo religioso. Las dos definiciones la del mundo y la de las Escrituras eran incompatibles. Ella saba muy bien que no poda creer en ambas, saba que deba desechar o desestimar una de ellas. Creo que acept la definicin bblica y desech la del mundo. Tal vez no haya otra verdad que se ensee tan claramente en el Nuevo Testamento como la verdad acerca de la iglesia que Cristo edific. Sin embargo, tampoco hay otra verdad que haya sido objeto de tanta complicacin, difamacin y falsificacin por parte del mundo religioso. Debemos volver a las Escrituras para tener una idea verdadera de la iglesia. No es mucho lo que tenemos que avanzar en la lectura del Nuevo Testamento para encontrarnos con la ms clara de las enseanzas acerca de la iglesia. Uno de los grandes pasajes acerca de la iglesia de Cristo se encuentra en Mateo 16.1319. De particular inters para nosotros es la afirmacin que hace Jess en el versculo 18, donde dice: Edificar mi iglesia. He aqu tres palabras (son cuatro en el original griego) que aclaran qu es la iglesia. Planteemos a este pasaje la pregunta: Cul es la verdad acerca de la iglesia?. Despus, con una mente que se deja ensear y que es receptiva ante el Seor Jesucristo, permitamos que l responda nuestra pregunta. Esta declaracin presenta varias caractersticas de la iglesia del Seor. Cuando estas caractersticas se renen en un conjunto, podemos ver el cuadro completo que Jess quiso que viramos, de la iglesia. QUIN LA EDIFICA La primera de las cuatro palabras lleva implcita la persona que la edifica. Jess dijo: edificar, confirmando que la iglesia fue idea y plan Suyos. La iglesia de la cual habla el Nuevo Testamento no fue concebida por el hombre mortal, sino por Jess mismo. En vista de que Jess vino a hacer la voluntad del Padre, podemos decir que la iglesia era y es el
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propsito eterno de Dios. Antes que fuesen puestos los cimientos de la tierra, la iglesia fue concebida como la intencin eterna de Dios (Efesios 3.911). La iglesia no fue una casualidad; es el propsito mismo que el Padre tena en mente cuando envi a Su Hijo al mundo. J. I. Packer acert al decir que si uno puede superar los obstculos mentales que le impiden reconocer que Jess es Dios venido en la carne, no tendr problema alguno para creer las dems verdades del cristianismo neotestamentario. Esto fue lo que escribi:
La realmente asombrosa [] afirmacin es que Jess de Nazaret fue Dios hecho hombre que la segunda persona de la Deidad lleg a ser el segundo hombre (1era Corintios 15.47) [] y que asumi la condicin humana sin perder Deidad, de modo que Jess de Nazaret fue tan verdadera y tan plenamente divino, como lo fue humano. Si uno puede creer esta parte del cristianismo, no tendr dificultad alguna para creer el resto. Aquel Verbo fue hecho carne (Juan 1.14); Dios se hizo hombre, el Hijo divino lleg a ser un judo; el Todopoderoso apareci sobre la Tierra como un nio indefenso, incapaz de hacer otra cosa ms que estar acostado, mirar fijamente, retorcerse y hacer ruidos, un nio con necesidad de que se le alimentara y se le cambiaran los paales, y de que se le enseara a hablar como a cualquier otro nio. No hubo ilusin ni engao en esto; la niez del Hijo de Dios fue una realidad. Entre ms piensa uno en ello, ms asombroso es. No hay nada en la ficcin tan fantstico como esta verdad de la encarnacin. Es por creer mal, o por lo menos por creer de forma inapropiada, en la encarnacin, que por lo general afloran dificultades en los dems aspectos del relato del evangelio. Una vez que la encarnacin se percibe como una realidad, las dems dificultades se disipan.1
Est en lo correcto, verdad que s? Si creemos en el testimonio de la Palabra de Dios, en el sentido de que la segunda persona de la Deidad vino a la tierra para redimirnos, entonces no tendremos dificultad alguna para creer cualquier otra doctrina del Nuevo Testamento incluyendo el nacimiento virginal, los milagros, la resurreccin y la ascensin. La deidad de Cristo es la gran verdad subyacente. Jesucristo, el Hijo de Dios, la segunda persona de la Deidad, dijo: Edificar mi iglesia y ms vale que le creamos. La iglesia de la cual estaba hablando no era asunto menor, ni secundario; era Su plan, y el plan de la Deidad.
11 J. I. Packer, Knowing God (Conocer a Dios) (Downers Grove, Ill.: InterVarsity Press, 1973), 46.
El que edific la iglesia habla directamente sobre la importancia de ella. Cuando reconocemos que Jess, el santo Hijo de Dios, en efecto, dijo: Ser Yo mismo quien edificar la iglesia, esto debera responder de una vez por todas la pregunta sobre el valor de ella en nuestra mente. A quin se le ocurrira debatirlo? CMO LA EDIFIC La palabra edificar sugiere la ejecucin o el cumplimiento del plan de Cristo. En cuanto a la creacin de la iglesia, dos verdades deben hacerse notar. Primero, la edificacin haba de llevarse a cabo en un tiempo futuro para la ocasin en que fueron dichas las palabras. Jess estaba al final de su ministerio terrenal, pero l dijo que pronto edificara la iglesia. En segundo lugar, Jess mismo estara llevando a cabo la edificacin. La iglesia no solamente fue plan divino, sino que tambin fue ejecucin divina. Jess no solamente fue el autor de la iglesia; l y el Espritu Santo formaron el equipo divino que la hizo existir. Cmo cre Jess la iglesia? En los evangelios, los autores inspirados dieron a entender cmo realiz Jess este proceso de edificacin: 1) Lo realiz por medio de su ministerio terrenal. Al estudiar el ministerio terrenal de Jess, notamos que algo qued faltando; algo todava estaba por venir. Jess estaba continuamente anunciando la llegada del reino. (Vea, por ejemplo, Marcos 9.1). En el relato de lo sucedido el da de Pentecosts, en Hechos 2, vemos lo que haba sido el enfoque del ministerio de Jess. En Sus prdicas y en Su enseanza, l estuvo poniendo el cimiento para la venida de la iglesia. 2) Lo realiz por medio de Su muerte y de Su resurreccin. El Nuevo Testamento deja bien sentado que Jess muri para nuestra redencin (Efesios 1.7). La ltima voluntad de Jess fue ratificada por Su sangre, y confirmada por Su resurreccin. Por lo tanto, en el momento que uno obedece al evangelio y es lavado por la sangre de Jess, llega a ser la iglesia. En consecuencia, Pablo pudo decir que Cristo compr la iglesia con Su sangre, entregndose a s mismo por ella (Hechos 20.28; Efesios 5.25). 3) Lo realiz por medio de enviar al Espritu Santo. El evangelio que incluye las buenas nuevas de la muerte y la resurreccin de Jess no poda predicarse fielmente a menos que se contara con la gua del Espritu Santo. Por lo tanto, enviar al Espritu Santo sobre los apstoles fue una parte significativa del comienzo de la era cristiana.
Hechos 2, el captulo central de la Biblia, relata el momento en que descendi el Espritu Santo sobre los apstoles el da de Pentecosts. Con la gua del Espritu Santo, los siervos de Dios pudieron predicar infaliblemente el evangelio eterno, y escribirlo para las futuras generaciones. 4) Lo realiz por medio de predicar el evangelio. Cuando los apstoles inspirados se pusieron en pie el da de Pentecosts y comenzaron a proclamar el evangelio por el cual Dios da la salvacin al hombre pecador, hubo personas sinceras que escucharon y respondieron. Con esta respuesta del pueblo a la prdica del evangelio que presentaron los apstoles, la iglesia lleg a existir. En el momento de la redencin, todos los que respondieron se fundieron en una comunidad de creyentes lavados por la sangre. Esta comunidad lleg a conocerse a partir de ese momento como la iglesia. Todos los salvos de la tierra forman parte de la iglesia universal que Cristo edific. Puede que incluso haya miembros de la iglesia universal en lugares donde ni siquiera existe la iglesia organizada como congregacin. El etope de Hechos 8, lleg a ser cristiano, y fue aadido por el Seor a Su iglesia; sin embargo, no exista congregacin de la iglesia donde l estaba. Cuando lleg a Etiopa, es probable que enseara a otros con el fin de que comenzara a reunirse una congregacin. El reinado de Jess sobre su iglesia no ha sido destruido, ni ser destruido, por la apostasa. El cuerpo universal de Cristo fue establecido y no puede ser destruido; ni siquiera las puertas del Hades podrn prevalecer contra l. Ese cuerpo es el reino eterno que profetiz Daniel (Daniel 2.44). Todas las iglesias neotestamentarias que hay en el mundo pertenecen a Cristo. Cada una de ellas es simplemente una congregacin de la misma iglesia que Jess estableci el da de Pentecosts. Puede que una congregacin del pueblo de Dios se extrave de la verdad del Seor. Supongamos, por ejemplo, que los miembros de una iglesia neotestamentaria en cierto lugar han permitido que su culto se corrompa con falsas enseanzas; tal congregacin habr adoptado prcticas que no estn autorizadas por las Escrituras. Estos cristianos tendrn que eliminar las prcticas errneas de sus cultos, y volver a la fidelidad. En tal caso, podemos hablar de restaurar la sencillez y la pureza de los cultos. Una congregacin no pertenece para siempre a Cristo tan solo porque una vez fue una iglesia neotestamentaria. Puede que llegue el da en que Cristo niegue una congregacin Suya, como se ilustra por la aseveracin de l que se recoge en
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Apocalipsis 3.1416. Puede que una congregacin de la iglesia del Seor se aparte y haga caso omiso de la Palabra del Seor al punto de que Este la deseche como una de Sus iglesias. Las iglesias denominacionales se formaron cuando los hombres se apartaron de la Palabra de Dios y establecieron sus propias organizaciones religiosas. Est claro que la nica respuesta apropiada a las iglesias denominacionales consiste en desecharlas, salir de ellas, y llegar a ser la iglesia que Jess edific. No podemos hablar de restaurar la iglesia en el sentido de hacer que vuelva a existir, pues ella nunca dej de existir! La iglesia ha existido siempre en algn lugar desde que fue establecida. Si bien algunos han pervertido el evangelio al ensearlo, el evangelio en s jams ha dejado de existir sobre la tierra. Siempre ha estado aqu en la Palabra de Dios. En los lugares donde el evangelio jams ha sido predicado, o en los lugares en que ha sido predicado incorrectamente, podemos comenzar a predicarlo en su pureza. Podemos restaurar la iglesia neotestamentaria en el sentido de plantar congregaciones en lugares donde ella no ha existido antes, o en lugares donde la iglesia ha apostatado. Cuando evangelizamos, nuestra misin no consiste en establecer la iglesia; sino en extender la iglesia que Jess edific el da de Pentecosts. La apostasa afecta a la iglesia, pero no necesariamente la destruye. La apostasa puede hacer que una congregacin deje de estar en el corazn de Jess, pero no destruye la iglesia que l estableci. El hombre no tuvo nada que ver con la edificacin de la iglesia. Su Artesano fue el Hijo de Dios. l edific un reino eterno, una iglesia contra la cual no podrn prevalecer las puertas del Hades. QUIN ES EL DUEO DE ELLA La palabra que sigue en la aseveracin de Jess, es mi, una palabra que sugiere pertenencia. Jess no solamente concibi la iglesia y la edific, sino que tambin proclam, de modo que todos oyeran, que ella es Suya, y no del hombre. Ciertamente, as es como debera ser. Jesucristo, el Fundador y Edificador, tiene todo derecho de decir que la iglesia es Suya. Qu apropiado fue que Pablo se refiriera ms adelante a las iglesias de cierta regin como las iglesias de Cristo (Romanos 16.16). La iglesia es el cuerpo de Cristo (Efesios 1.22 23); es la esposa de Cristo (1era Corintios 11.2). Es el reino sobre el cual Jess reina como Rey (1era Corintios 15.25). A la iglesia que Jess estableci se le refiere tambin como la iglesia de Dios (1era Corintios
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1.2), debido a que el Padre y el Hijo son Uno. Lo que pertenece al Padre, pertenece al Hijo. Se le refiere como la iglesia de Cristo, porque, en un sentido muy especial, pertenece a Cristo. l compr la iglesia y a Sus miembros individuales con Su propia sangre (1era Corintios 6.1920). La iglesia del Nuevo Testamento no tiene nombre, pero siempre se le describe claramente por todo el resto del Nuevo Testamento como pertenencia de Jess. Cmo debemos, pues, referirnos a la iglesia hoy da? La mejor respuesta es que debemos referirnos a ella como la Biblia lo hace. Es necesario que usemos las frases descriptivas que usa la Biblia, y debemos usarlas del modo que las usa la Biblia. A la iglesia del Nuevo Testamento se le refiere de las siguientes maneras: mi iglesia (Mateo 16.18), la iglesia o las iglesias (Mateo 18.17); la iglesia de Dios o las iglesias de Dios (1era Corintios 1.2); las iglesias de Cristo (Romanos 16.16); las iglesias de los santos (1era Corintios 14.33); y la congregacin de los primognitos (Hebreos 12.23). Estas descripciones de la iglesia indican la clase de gente que la compone, la clase de llamado que han recibido, y quin es el dueo de ella. A la iglesia no le fue dado nombre por el Espritu Santo, pero s se le describe claramente en el Nuevo Testamento. No constituye un error poner la expresin iglesia de Cristo en los rtulos que estn al frente de los lugares donde adoramos, siempre y cuando usemos esta frase descriptiva de la misma forma que la Biblia lo hace: como una frase descriptiva y no como un nombre. Es incorrecto decir que referirse a la iglesia como la iglesia de Cristo la convierte en una denominacin. No hay manera de evitar que a los que tienen una visin sectaria les parezca sectario el uso de trminos bblicos. Si lo que uno desea dar a entender por la expresin iglesia de Cristo, es lo mismo que el Nuevo Testamento da a entender por medio de ella, entonces no estar usando el trmino en un sentido denominacional, ni haciendo de la iglesia una denominacin por el uso de l. Honremos siempre a Cristo al referirnos a la iglesia como pertenencia de l. Usemos todas las designaciones bblicas que se refieren a la iglesia, de la misma forma que la Biblia las usa. QUINES SON LOS MIEMBROS DE ELLA La ltima palabra de la afirmacin que est en Mateo 16.18, es iglesia. Esta es la palabra griega ekklesian ( ej kklesi/ a n ). Significa bsicamente asamblea o llamados. Por medio de Su
evangelio, Jess llama a un grupo de personas de en medio del pecado, de en medio del mundo, y de entre las filas de los seguidores de Satans, para que formen parte de Su asamblea. Jess estaba usando esta palabra para referirse a Sus verdaderos seguidores, sin considerar la ubicacin geogrfica de ellos. En Pentecosts la iglesia fue establecida en el mundo una vez para siempre. Si bien la iglesia lleg a existir en un lugar y tiempo concretos con el primer grupo de personas que se someti a la voluntad de Dios, no fue una sola congregacin la que Jess estableci. l estableci la iglesia universal. El fundamento sobre el cual se edifica la iglesia la verdad en el sentido de que Jess es el Cristo fue establecido ese da. Los que obedecieron el evangelio ese da tuvieron como fundamento la misma fe que expres Pedro en Mateo 16.16. El mismo fundamento tenemos nosotros, pues Cristo todava est edificando Su iglesia sobre l. En Efesios 2.2022 dice que nosotros hemos sido edificados sobre el fundamento de los apstoles y profetas, siendo la principal piedra del ngulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Seor [] juntamente edificados para morada de Dios en el Espritu. Se trata de un templo que est creciendo; cada vez que una persona se convierte, ella es una piedra viva ms con que se edifica esta casa espiritual (1era Pedro 2.5, 9). Hoy da no somos miembros de la misma congregacin que se reuni en Jerusaln; pero s somos miembros de la misma iglesia, pues nosotros obedecimos al mismo evangelio que aquellos cristianos obedecieron, y estamos viviendo por la misma regla de fe. As, como iglesia del Seor que somos, somos edificados sobre el mismo fundamento sobre el cual ellos tambin lo fueron. La palabra iglesia puede usarse tambin para referirse al pueblo de Dios de una nacin en particular, sin considerar los diferentes lugares en los cuales se encuentran estas personas y congregaciones. As, Pablo habl de todas las iglesias de los gentiles (Romanos 16.4). Adems, la palabra iglesia se usa en el Nuevo Testamento para referirse al pueblo de Dios que vive en un lugar dado, o en una regin en general. Pablo escribi a las iglesias de Galacia, y habl de las iglesias de Judea, que eran en Cristo (Glatas 1.2, 22). Lucas escribi: Entonces las iglesias tenan paz por toda Judea, Galilea y Samaria; y eran edificadas, andando en el temor del Seor, y se acrecentaban fortalecidas por el Espritu Santo (Hechos 9.31).
La palabra iglesia puede incluso referirse a una congregacin en particular. Pablo mencion la iglesia que estaba en casa de Aquila (1era Corintios 16.19). Escribi a la iglesia de Dios que estaba en Corinto (1era Corintios 1.2), y habl de la iglesia de los laodicenses (Colosenses 4.16). La palabra iglesia se usa adems para referirse a una asamblea del pueblo de Dios que se rene para adorar. En 1era Corintios 11, por ejemplo, Pablo habl del momento en que los cristianos de Corinto se reunan como iglesia (vers.os 1718), y les dijo: Cuando, pues, os reuns vosotros (vers.o 20). La palabra iglesia se usa tambin de este modo en los versculos 28, 34 y 35. A Pedro le fue dicho por Cristo: todo lo que atares en la tierra ser atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra ser desatado en los cielos (Mateo 16.19). En otras palabras, el medio para entrar en la iglesia habra de ser el mensaje del evangelio que predicaran los apstoles inspirados. Los que obedecieran el evangelio seran miembros de la iglesia de Cristo. As, todos los salvos se encontraran dentro de la iglesia de la cual Jess habl. No sabemos cun grande es la iglesia, pues no podemos saber cuntos en realidad han obedecido al evangelio; pero lo que s sabemos es que la iglesia se compone de los que se han sometido al evangelio de Cristo. No fue una denominacin la que Jess edific. Es el hombre quien ha edificado las denominaciones. Por lo tanto, quienquiera que se encuentre dentro de una denominacin debe dejarla y comenzar a ser la iglesia del Seor. CONCLUSIN Ante esta clara aseveracin de Jess, por qu debera confundirse alguien acerca de las caractersticas bsicas de la iglesia? Su Fundador es Jesucristo. l la edific. Por lo tanto, le pertenece. Dentro de ella estn los que han sido redimidos por Su preciosa sangre. No hay concepto ms hermoso que el cuadro neotestamentario de la iglesia. Las nicas verdades que podemos conocer acerca de la iglesia son las que Dios ha revelado por los profetas veterotestamentarios, y por los apstoles y los profetas neotestamentarios (Efesios 3.5). El compromiso de ser la iglesia del Seor no tiene que ver con estrechez ni con amplitud de mente. Nuestro compromiso debera ser nicamente con lo que Dios ha revelado. Puede que en un momento dado, los conceptos personales que tengamos de la iglesia nos parezcan demasiado amplios o demasiado estrechos. La nica manera
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como podemos llegar a tener un concepto correcto de la iglesia es estudiando lo que se ha revelado. Nadie tiene que desanimarse, ni confundirse, en lo relacionado con la iglesia. Toda persona
puede llegar a ser miembro de la iglesia que Jess estableci, y tener la certeza de que es miembro de ella porque fue Jess quien dijo: Edificar mi iglesia. Eddie Cloer
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El corazn contrito
Los sacrificios de Dios son el espritu quebrantado; al corazn contrito y humillado no despreciars t, oh Dios (Salmos 51.17). La esencia de ser cristiano consiste en tener un corazn cristiano. Las palabras y las acciones manan del corazn. Cuando el corazn es recto, las palabras y las acciones sern rectas (Mateo 12.34; Proverbios 4.23). Dios desea que le demos el corazn, porque al tener el corazn, tiene el resto de lo que somos. Cuando el hijo prdigo volvi a su padre, no tena nada que darle a este, excepto su corazn (Lucas 15.1132). No tena amigos que darle, porque estos lo haban abandonado. No tena dinero, porque haba gastado todo lo que se le haba dado. No tena reputacin, porque su reputacin de joven bueno haba sido echada a perder despus de haber vivido un perodo de desenfreno. Ni siquiera le quedaba algo de amor propio. No tena nada que dar, excepto su corazn. Cuando se encontr con su padre, esto fue lo nico que en efecto pudo decir: Heme aqu. He venido a ti con un corazn arrepentido. Un corazn arrepentido es todo lo que puedo darte. Solo hazme como a uno de tus jornaleros, y con eso me conformar. Se sorprendi al descubrir que todo lo que su padre deseaba era su corazn arrepentido y contrito. El padre lo recibi como vena, dndole a entender este mensaje: Porque tienes un corazn recto, a partir de ahora te recibir y te tratar como a mi hijo. No tendrs que ganarte otra vez mi estima. Me has dado tu corazn, y sobre esta base, por mi gracia, te impartir la condicin de hijo. Nosotros somos como el prdigo; no tenemos nada que dar a Dios, excepto el corazn. Lo nico que realmente poseemos es el corazn. No tenemos posesiones materiales, ni casas, ni dinero, ni tierra. Todas estas cosas son solamente prestadas. Pertenecen a Dios, no a nosotros. Lo nico que Dios ha elegido darnos es nuestro corazn. Por lo tanto, cuando elegimos andar con Dios, l pide lo nico que tenemos, y esto es el corazn. Cuando l recibe nuestro corazn, recibe todo lo dems. El corazn que Dios desea que llevemos delante de l, podra describirse como un corazn contrito:
Los sacrificios de Dios son el espritu quebrantado; al corazn contrito y humillado no despreciars t, oh Dios (Salmos 51.17). Porque as dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espritu, para hacer vivir el espritu de los humildes, y para vivificar el corazn de los quebrantados (Isaas 57.15). Se agradar Jehov de millares de carneros, o de diez mil arroyos de aceite? Dar mi primognito por mi rebelin, el fruto de mis entraas por el pecado de mi alma? Oh hombre, l te ha declarado lo que es bueno, y qu pide Jehov de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios (Miqueas 6.78).
Qu es exactamente un corazn contrito? Qu caractersticas tiene? UN CORAZN QUE RECONOCE SUS FALTAS En primer lugar, debemos entender que el corazn contrito, el corazn que agrada a Dios, es un corazn arrepentido y que reconoce sus faltas. Quin es el que tendr comunin con Dios? El limpio de manos y puro de corazn; el que no ha elevado su alma a cosas vanas, ni jurado con engao (Salmos 24.4). Dios nos ha dado a entender claramente que el corazn perverso se apartar de [l] y que l no [conocer] al malvado (Salmos 101.4). As, nuestra oracin a Dios debe ser esta: Escudrame, oh Jehov, y prubame; examina mis ntimos pensamientos y mi corazn (Salmos 26.2); Crea en m, oh Dios, un corazn limpio, y renueva un espritu recto dentro de m (Salmos 51.10). Suponga que el hijo prdigo hubiera venido a su padre con un espritu altivo y arrogante, y no
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con la actitud de uno que reconoce su pecado. Lo hubiera recibido el padre? Jess recalc la contricin en la parbola que cont acerca de los dos hombres que fueron al templo a orar. Uno de estos era fariseo, y el otro reconoca que era pecador. Uno estaba lleno de orgullo, y el otro estaba contrito. El orgulloso or consigo mismo, pero el contrito or a Dios.
Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adlteros, ni aun como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano. Mas el publicano, estando lejos, no quera ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, s propicio a m, pecador (Lucas 18.1014).
Recuerde la bienaventuranza de Jess: Bienaventurados los pobres en espritu (Mateo 5.3). Bienaventurados los que tienen su orgullo en bancarrota, porque ellos recibirn riquezas espirituales. Bienaventurados los que reconocen que son pecadores y se arrepienten de conformidad con lo ordenado por Dios, porque ellos sern perdonados y andarn con Dios. UN CORAZN QUE SE DEJA ENSEAR El corazn contrito es tambin un corazn que se deja ensear. Procura hacer la voluntad de Dios. Tal vez esta sea una verdad que el Seor tena presente cuando dijo que Sus discpulos deban hacerse como nios. Hemos de hacernos como nios, pero no portarnos como nios.
En aquel tiempo los discpulos vinieron a Jess, diciendo: Quin es el mayor en el reino de los cielos? Y llamando Jess a un nio, lo puso en medio de ellos, y dijo: De cierto os digo, que si no os volvis y os hacis como nios, no entraris en el reino de los cielos. As que, cualquiera que se humille como este nio, se es el mayor en el reino de los cielos. Y cualquiera que recibe en mi nombre a un nio como este, a m me recibe (Mateo 18.14).
ley medita de da y de noche (Salmos 1.2). El justo dice: El hacer tu voluntad, Dios mo, me ha agradado, y tu ley est en medio de mi corazn (Salmos 40.8). Esto es lo que dice al orar: Abre mis ojos, y mirar las maravillas de tu ley (Salmos 119.18); Dame entendimiento, y guardar tu ley, y la cumplir de todo corazn (Salmos 119.34). El que es justo le concede el ms alto valor a la voluntad de Dios. Sus pensamientos son como los que expresa el salmista, cuando dice: Mejor me es la ley de tu boca que millares de oro y plata (Salmos 119.72); Oh, cunto amo yo tu ley! Todo el da es ella mi meditacin (Salmos 119.97). El ms grande dolor que puede tener en la vida un justo es el no acertar a cumplir la voluntad de Dios: Ros de agua descendieron de mis ojos, porque no guardaban tu ley (Salmos 119.136). l se opone con todas sus energas a cualquier distorsin de la voluntad de Dios: La mentira aborrezco y abomino; tu ley amo (Salmos 119.163). UN CORAZN OBEDIENTE La tercera caracterstica de un corazn contrito es la obediencia a Dios. El corazn contrito es obediente a Dios por naturaleza. La persona contrita ruega, diciendo: Con todo mi corazn te he buscado; no me dejes desviarme de tus mandamientos (Salmos 119.10). La nica aspiracin que tiene es esta: Sea mi corazn ntegro en tus estatutos, para que no sea yo avergonzado (Salmos 119.80). Por qu desech Dios a Faran? Las Escrituras nos dicen que este endureci su corazn contra Dios. En otras palabras, desech la voluntad de Dios. La voluntad de Dios, o nos hace humildes o nos endurece. Del mismo modo, el sol derrite la mantequilla, pero endurece la arcilla. El corazn contrito se ensancha y es receptivo a la voluntad de Dios y es de este modo moldeado por ella. A menos que el centro mismo de nuestra alma y la esencia de nuestro ser sean hechos obedientes al Dios viviente, Este no nos recibir. CONCLUSIN Tiene usted un corazn contrito? La contricin, esto es, el quebrantamiento y el arrepentimiento, es un conjunto que incluye un corazn que confiesa sus pecados, se deja ensear y es obediente. Puede que una persona muera fsicamente de sangrado interno, aunque no se le observe herida visible por fuera. Del mismo modo, un cristiano puede morir espiritualmente por causa de un corazn endurecido, un corazn indiferente o un corazn mundano, antes de que la condicin llegue
Cuando Jess present ante nosotros la ilustracin de los nios, es obvio que estaba sealando la clase de corazn que hemos de tener. Cul es la verdad ms manifiesta acerca de los nios? Se dejan ensear, son receptivos, confiados, puros e inocentes. Estas son caractersticas que deberamos emular. Un corazn contrito anhela conocer la voluntad de Dios, y recibirla. Se nos dice que el justo es bienaventurado porque en la ley de Jehov est su delicia, y en su
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a ser manifiesta a los dems. Puede que tal persona asista a los cultos, puede que participe en las actividades espirituales, y que lea la Biblia; y a pesar de todo esto, puede que su corazn no sea contrito para con Dios. No es lo que nos sucede a nosotros, sino lo que sucede en nosotros lo que afecta nuestra posicin delante de Dios. Para recibir el poder salvador de Cristo, uno debe morir a s mismo. Ya alguien dijo que en todo corazn hay una cruz y un trono. Si usted se pone en el trono, entonces Cristo estar en la cruz; para que Cristo est en el trono, usted debe ponerse en la cruz. Esto es lo que dice Glatas 2.20: Con Cristo
estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en m; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me am y se entreg a s mismo por m. Cristo no podr vivir en nosotros mientras no muramos a nosotros mismos, esto es, a nuestros prejuicios y a nuestro egosmo. Pedro haba muerto a algunas cosas, pero no al exclusivismo judo (vea Glatas 2.1011). Por lo tanto, Pablo lo reprendi. Esto fue lo que en efecto le dijo: Pedro, tienes que crucificar tu actitud juda, para que la actitud de Cristo pueda morar plena y completamente en ti. Eddie Cloer
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Necesitamos a Alguien que nos salve, y nos mantenga salvos (1era Juan 1.7). Somos salvos de pecado cuando venimos a Jess; se nos mantiene salvos al permanecer en l.
Y ahora, hijitos, permaneced en l, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de l avergonzados (1era Juan 2.28).
Este permanecer consiste en obedecer la Palabra escrita, y en dedicarse a la Palabra Viviente. Es mediante seguir Su palabra que permanecemos en l. IR En tercer lugar, Jess dijo que hemos de ir (Mateo 28.19). No se nos encarga, mientras no se nos capacite; no se nos enva, mientras nuestro Salvador no nos prepare para ir. Jess desea que los salvos le sirvan. Sin embargo, no estaremos preparados para llevar a alguien a Cristo mientras nosotros mismos no hayamos venido a l.
Por tanto, id, y haced discpulos a todas las naciones, bautizndolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espritu Santo; ensendoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aqu yo estoy con vosotros todos los das, hasta el fin del mundo (Mateo 28.1920).
La gracia del Seor se extiende libremente a todos. Quienquiera que la desee puede venir y beber de las aguas salvadoras que manan de la fuente de vida que l cre. Jess dijo: Todo lo que el Padre me da, vendr a m; y al que a m viene, no le echo fuera (Juan 6.37). PERMANECER En segundo lugar, Jess dijo que hemos de permanecer en Su palabra (Juan 8.31). La palabra permanecer significa quedarse, seguir en un lugar, estar plantado el tiempo necesario. Andar es ms que dar un paso; andar con Cristo requiere una serie de pasos que debemos dar cada da por el resto de nuestra vida. Nuestra tarea consiste en
Debemos llegar a ser como nuestro Maestro. Jess vino a este mundo como misionero, y lo ms
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lgico es que Sus verdaderos seguidores imiten Su espritu misionero. No se puede andar con l sin desear ser misionero. Si a usted no le ha nacido el deseo de traer a otros a Sus pies, entonces no ha contemplado verdaderamente Su rostro. Cualquiera se convence por Su vida y por Sus palabras de que hemos sido salvos para servir, y ganados para ganar. CONCLUSIN Una vez reducido a sus componentes esenciales, el cristianismo deja de ser una formidable empresa, y se convierte en una vida que consiste nicamente en andar con Jess. No lo compliquemos ms de la cuenta. No podemos salvarnos a nosotros mismos, de
modo que tenemos necesidad de venir a l por la salvacin que solamente l puede dar. Una vez en Cristo, una vez salvos, debemos permanecer firmes en ello por el resto de nuestras vidas. Que ninguna persona o posesin le impida a usted permanecer en l. Adopte el estilo de vida de su Salvador misionero. El nico propsito que tuvo l para venir a esta tierra fue proporcionar salvacin para pecadores como usted y como yo; dejemos que Su misin fluya de l por medio de nosotros a todo el mundo. Aparte de lo que suceda a usted, o al mundo, asegrese de venir a l, de permanecer en l, y de ir a otros con Su mensaje. Al final, eso ser lo nico que cuente. Eddie Cloer
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Tres mil personas pasaron por la puerta figurada que Dios abri en ese momento. Unos ocho aos despus, Dios abri la puerta de la fe a los gentiles, cuando, por inspiracin, Pedro mand bautizarles en el nombre del Seor Jess (Hechos 10.48a). Cornelio, junto con su familia y sus amigos, pasaron
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llenos de gozo por esa puerta. Cuando el evangelio se propag, y ms gentiles llegaron a ser cristianos, corri la noticia de que Dios haba abierto la puerta de la fe a los gentiles (Hechos 14.27). La espiritualidad En segundo lugar, la Biblia habla de la manera como Dios abre y cierra la puerta de la espiritualidad. Dios nos concede oportunidades para llegar a conocerlo y a crecer en Su semejanza. Si dejamos pasar esas oportunidades, puede que Dios decida quitarlas. Romanos 1.2428 se refiere a la terrible verdad en el sentido de que las personas pueden ser entregadas a sus pecados:
Por lo cual tambin Dios los entreg a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre s sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entreg a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen.
Filadelfia: Yo conozco tus obras; he aqu, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre (Apocalipsis 3.8). Muchas personas que tienen dones y preparacin, descubren que estas cosas no abren puerta de servicio cuando el Seor la cierra. Es necesaria la voluntad del Seor. AMPLIACIN DE LA VERDAD La verdad en el sentido de que Dios abre y cierra puertas se ilustra por toda la Biblia. Dios cerr la puerta del arca para proteger a No, a su familia, y el precioso cargamento que llevaba. Hasta la fecha, el arca simboliza nuestra seguridad en Cristo. Esto es lo que leemos: y Jehov le cerr la puerta [al arca] (Gnesis 7.16). Cuando Dios cierra, los que quedan fuera no pueden entrar. En el diluvio, todos se ahogaron, excepto los ocho que entraron a tiempo. Puede usted imaginarse la experiencia que pasaron los que quedaron fuera cuando se dieron cuenta de que el diluvio los iba a arrastrar? No dudo de que rogaron a No que abriera la puerta. Estoy seguro de que hubo madres que golpearon la puerta cerrada, rogando a No que la abriera y que por lo menos dejara entrar a sus hijos. Estas personas clamaron angustiadas por la desesperanza, y abrumadas por la condenacin que estaban padeciendo, por no haber entrado antes que Dios cerrara la puerta. Las cinco vrgenes insensatas de la parbola que cont Jess, descubrieron que, mientras andaban comprando aceite, se cerr la puerta (Mateo 25.10). Las vrgenes insensatas tenan buenas intenciones. No eran personas despiadadas, sino poco preparadas. Se les cerr la puerta, y quedaron fuera. Muchos han dicho: Yo no creo que un Dios amoroso vaya a enviar un alma al infierno. Si Dios permiti que Su Hijo fuera clavado en una cruz, por el pecado, entonces no hay duda de que enviar almas al infierno por desechar el evangelio. Creer de otro modo no es ignorancia, sino insensatez. APLICACIN DE LA VERDAD Lo ms importante en toda la vida es entrar antes que Dios cierre la puerta. Ha aprovechado usted las puertas que le ha abierto Dios? Cercirese de entrar por ellas antes de que Dios las cierre. Eddie Cloer
Pablo les dijo a los Tesalonicenses que a los que no creen en la verdad, sino que se complacen en la injusticia, Dios har que por Su providencia les llegue un poder engaoso (2a Tesalonicenses 2.1112). El servicio En tercer lugar, la Biblia presenta a Dios cerrando la puerta al servicio cristiano. Dios concede oportunidades para el servicio en su reino. Cuando esas oportunidades se desaprovechan, Dios se las da a otro. Nuestro Seor se dio a conocer a la iglesia en Filadelfia como el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre (Apocalipsis 3.7). l abre y cierra la puerta del servicio as como la de la salvacin. Pablo dijo que se haba quedado en feso, porque se le haba abierto puerta grande y eficaz, y muchos eran los adversarios (1era Corintios 16.9). Dijo adems: Cuando llegu a Troas para predicar el evangelio de Cristo [] se me abri puerta en el Seor (2a Corintios 2.12). Pablo pidi a los hermanos de Colosas que oraran para que el Seor le abriera puerta, a fin de dar a conocer el misterio de Cristo, por el cual tambin estaba preso (Colosenses 4.3). Esto fue lo que Cristo dijo a la iglesia en
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