Ryukichi Terao El Haiku y La Estetica Japonesa
Ryukichi Terao El Haiku y La Estetica Japonesa
Ryukichi Terao El Haiku y La Estetica Japonesa
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En: Ryukichi Terao, Literaturas al margen, Mrida, Venezuela, Ediciones Mucuglifo, 2003, pp. 15-30.
Introduccin
uando Yasunari Kawabata gan el Premio Nobel de Literatura por primera vez en la historia de la literatura japonesa, habl en su discurso de la ceremonia de la esttica tradicional de la cultura
japonesa, que consista fundamentalmente en apreciar la belleza de la naturaleza y del cambio de las estaciones, y afirm que la fuente de inspiracin ms importante para las creaciones artsticas en la cultura japonesa haba sido el deseo de compartir esta belleza con los vecinos. Desde la antigedad, el pueblo japons, que tiene cuatro estaciones bien marcadas,
nunca ha dejado de apreciar la belleza de la naturaleza, especialmente de la naturaleza tpica de cada estacin. Esto lo verifica el inmenso vocabulario del idioma japons para expresar la variedad de fenmenos naturales; slo para expresar la lluvia podemos enumerar fcilmente ms de 10 palabras, y cada temporada trae formas distintas de lluvia. En este aspecto el idioma japons tiene una expresividad superior a las lenguas occidentales, incluyendo el espaol. De esta manera, la naturaleza, desde la antigedad hasta hoy da, ha sido el tema ms importante de la poesa japonesa, especialmente del Tanka y del Haiku, del que vamos a hablar en adelante. En Amrica Hispana ya se ha discutido bastante de varias maneras sobre el Haiku, y no han faltado quienes intenten practicarlo en espaol desde el poeta mexicano Juan Jos Tablada, quien se considera como iniciador del Haiku en la poesa hispanoamericana. Sin embargo, si bien es cierto que mucha gente se interes en esta forma tradicional de la poesa japonesa, tampoco se nos escapa la impresin de que muy pocos han llegado a la comprensin cabal del espritu del Haiku. Aqu tratar, como un japons radicado en el mundo hispano, de aclarar la esencia de la cultura japonesa, que ha producido algunas formas literarias nicas en el mundo, para poder apreciar correctamente las obras de Haiku.
1. La aparicin del Haiku Ya en el comienzo del siglo X, Kino Tsurayuki, uno de los poetas ms
importantes de esa poca, en su prlogo de La antologa de las poesas antiguas y contemporneas, que l mismo edit en 905, dice que los dos temas pertinentes de la poesa son el amor y la naturaleza. Mientras que los poetas del Tanka se inclinaron hacia el tema del amor, el Haiku, que aparece 800 aos despus del Tanka, siempre se mantuvo fiel al tema de la naturaleza. El tono fundamental de la poesa japonesa radica en su espontaneidad ante la naturaleza. En la poesa japonesa, no existe tal cosa como la Musa. La gente, culta o inculta, encuentra algo bello en la naturaleza e inmediatamente siente el ansia de expresar su impresin en forma de poesa. Este haiku de Onitsura expresa muy bien esta espontaneidad de la poesa japonesa:
Frente a la belleza de la naturaleza, el poeta acude espontneamente al ritmo que se forma por la combinacin de versos de 5 y 7 slabas. La combinacin de 5 y 7 slabas es el arquetipo del ritmo de la poesa japonesa, arraigado profundamente en el pueblo japons, que se observa desde la primera antologa de la poesa japonesa, que data del siglo VIII. Incluso, hasta hoy da,
muchas canciones populares utilizan esta forma de versificacin. Este ritmo se qued definitivamente establecido cuando se invent el abecedario japons alrededor del siglo X, lo cual trajo en los siglos siguientes una produccin rica de obras literarias que ahora se consideran como un punto de partida de la literatura japonesa propiamente dicha. Antes del siglo IX, el idioma japons no tena su propia escritura y adoptaba los caracteres chinos que eran totalmente ajenos a su sistema fonolgico. El invento del abecedario japons, segn el cual una letra corresponde siempre a una slaba, facilit singularmente la versificacin de la poesa, dando, como resultado, el florecimiento de la poesa Tanka, en la cual los versos se ordenan en 31 slabas, divididas en 5 versos de 5-7-5-7-7. Es importante resaltar que este gnero potico, desde el comienzo, no era una creacin individual. Aparte de que en la mayora de las veces los poetas se reunan en ciertos lugares para hacer poesas, exista una curiosa forma de colaboracin para hacer una sola poesa de la siguiente manera; el primer poeta formula solamente los primeros tres versos de 5-7-5, y se la pasa a otro poeta para que la complemente con los ltimos dos versos de 7-7. Esta clase de obra colectiva se practicaba mucho en los siglos X y XI, como muestran algunas ancdotas recopiladas en El libro de la almohada de Sei Shonagon, una de las obras clsicas de la literatura japonesa. El hecho indica que, desde la antigedad, la poesa japonesa no fue la expresin individual, sino ms bien la bsqueda de compartir el sentimiento con los otros
compaeros. La forma del Tanka se desarroll, o mejor dicho, se populariz para dar en el siglo XV otra forma de creacin cooperativa que se llama Renga. Mientras que el Tanka era artstico y practicado principalmente por la gente noble de la corte, el Renga comenz esencialmente como un juego para convertirse despus en una de las pocas diversiones que tena la gente de la clase popular de esa poca, la que tuvo que sufrir las sucesivas guerras. El juego se practica de la siguiente manera; la primera persona inaugura el juego con dos versos de 5 y 7 slabas escogiendo un tema cualquiera; luego la segunda persona, siguiendo el mismo tema, colabora otros dos versos de 5 y 7, y as sucesivamente mucha gente entra en el juego siempre aportando el par de 5-7 y manteniendo el mismo hilo del desarrollo. Es un juego instantneo
como el Jazz, en que todo se desarrolla por la improvisacin de los participantes. Como era muy sencillo y no requera ninguna erudicin, hasta la gente sin preparacin poda entrar en el juego y se poda divertir, haciendo bromas, crticas satricas y blasfemias. Aunque nunca lleg a ser un arte formal como el Tanka, el Renga constitua una parte esencial de la cultura popular de la poca de las guerras (los siglos XV y XVI). El Haiku se considera como hijo directo de Renga. Despus de la formacin del gobierno de Edo en 1603, se acab la poca de la guerra, y con el establecimiento de la paz social, volvieron los afanes por las actividades artsticas, especialmente entre la gente de la clase burguesa comerciante. No
sobrara destacar aqu la importancia que tuvieron algunos grandes comerciantes para el desarrollo de varias formas de arte (aunque nunca existi el concepto occidental del arte en Japn antes del siglo XIX) en la poca de Edo; pintores de Ukiyoe, dramaturgos, poetas de Haiku, y muchos otros artistas estuvieron patrocinados por ellos para realizar sus actividades sin ninguna restriccin econmica. Incluso, el mismo poeta Matsuo Basho y su compaero Sora, a pesar de fingir una miseria en sus varios diarios de viaje, pudieron viajar de una forma bastante lujosa para hacer haikus en varios sitios de Japn con el dinero ofrecido por los grandes comerciantes de Osaka. En medio del florecimiento cultural que se dio alrededor del ao 1700, conocido como la poca de Genroku, el Haiku fue ganando estatus de arte. Encontramos aqu el proceso similar al que describi Pierre Bourdieu con su trmino campo para la formacin de algunos gneros que se establecieron en el mundo occidental en el siglo XIX; el Haiku, al igual que el ftbol, comenz como un juego practicado entre la gente popular y despus fue apropiado por la clase burguesa para institucionalizarse con la aparicin de un grupo de practicantes y la gente culta que los sabe apreciar. El poeta que lo estableci definitivamente como un gnero de arte literario era el ya mencionado Matsuo Basho (1644-1694), fundador del Haiku tradicional. La forma esencial del Haiku consiste en el uso de los tres primeros versos de Renga; es decir, es una poesa de slo 17 slabas, repartidas en los tres versos de 5-7-5 slabas. Es todava ms corta que Tanka, que tena 31 slabas, y hasta
ahora se ha dicho que es la forma ms corta de la poesa en el mundo. Es realmente impresionante la rapidez con que el Haiku fue ganando practicantes entre la clase alta y estableciendo su lugar en la cultura japonesa. El Haiku fue ciertamente una innovacin en su poca, pero haba algo en l que respondi al espritu de la cultura japonesa para atraer a la gente con tanto poder. En adelante, trataremos de aclarar ese algo que tiene mucho que ver con la esencia de la cultura japonesa.
Sobre el Haiku, hay una pregunta constante: cmo es posible hacer una poesa en slo 17 slabas? En respuesta a esta pregunta, diramos que lo que hace posible esta forma de creacin es la existencia de la sensibilidad comn: una sensibilidad que se form y se gener durante el largo tiempo del aislamiento cultural de Japn. Desde el ao 894, en que el gobierno dej de mandar delegaciones de estudiantes al gobierno chino, durante ms de 600 aos, Japn no tuvo intercambios culturales importantes con ningn pas extranjero, salvo en ocasiones espordicas. Por ejemplo, en el siglo XVI, llegaron algunos jesuitas como Francisco Xavier, pero el gobierno de Edo prohibi el cristianismo y en 1639 prcticamente deportaron todos los extranjeros del pas. De tal manera que en Japn se form una sociedad supremamente homognea, y al mismo tiempo se fue formando una
sensibilidad peculiar entre el pueblo, que se caracteriza por la ambigedad y la sutileza. Los trminos japoneses para expresar esta sensibilidad, palabras como aware, okashi, wabi, sabi, son conceptos intraducibles y no somos capaces de explicarlos plenamente ni siquiera en japons, puesto que se refieren a los sentimientos que existen en la profundidad de nuestro espritu y que slo se asoman a la superficie como reacciones a ciertos estmulos estticos. Como dijo acertadamente Octavio Paz, nuestra cultura tradicional no est fundamentada sobre la razn; ms que pensar, lo esencial consiste en sentir ese algo, que no es mera sensacin ni menos pensamientos ordenados. En una cultura homognea como la nuestra, la gente no expresa lo obvio. No hay necesidad, porque sabemos que todos vemos las mismas cosas. No hay necesidad de expresarse a s mismo, porque lo entienden sin que se digan muchas palabras. Ms que hacerse entender, la gente busca compartir los sentimientos profundos con sus vecinos: sentimientos inefables que no se pueden expresar sino que slo se pueden insinuar mediante el uso especial y supremamente conciso de las palabras. La poesa japonesa es la forma suprema de esta comunicacin; insina apenas una que otra cosa y deja que los otros complementen el resto. As el autor busca confirmar que en lo ms profundo de su mundo interior comparte la misma sensibilidad ante la realidad con los lectores. Como consecuencia, la literatura japonesa aparece, especialmente a los ojos de los occidentales, demasiado incompleta y
fragmentaria; desde El libro de la almohada, El libro del ocio, incluso La historia de Genji, que es una novela extensa, comparable a En busca del tiempo perdido de Marcel Proust, lo fragmentario es un rasgo particular de la literatura japonesa. El Haiku es la forma ms desarrollada de esta fragmentariedad. A travs de unas cuantas palabras intenta dar una vibracin a la sensibilidad ms profunda de los lectores. A la vez, los lectores, aunque no saben decir exactamente qu es lo que sienten, perciben la resonancia, originada por estas pocas palabras, en lo ms profundo de su mundo interior. Muchos crticos occidentales afirman que el Haiku es la obra abierta que permite la interpretacin libre de los lectores, pero eso es cierto slo parcialmente. La verdad es que ni el lector ni el autor da la interpretacin en el sentido exacto de la palabra; ninguno sabe lo que se dice; slo lo siente, o mejor dicho, lo presiente. Es absurdo buscar significado en una poesa de Haiku. Rolando Barthes, quien se qued maravillado por la cultura japonesa, dira que es un significante sin significado. El novelista moderno Yukio Mishima destac en un ensayo literario el carcter concreto de las manifestaciones culturales en Japn. Lo que importa en el Haiku no es otra cosa que la imagen concreta implicada en l. Segn Mishima, cuando Zeami, el fundador del teatro N, afirma que la belleza es una flor, no se debe buscar el sentido metafrico de esta frase, sino que se debe entender literalmente. De igual manera, los objetos que aparecen en el Haiku tienen que aceptarse como tales en lo ms
concreto. En el Haiku, el autor nunca trata de dar mensaje o hacer alguna confesin ni imponer su subjetividad, como en el romanticismo europeo, sino que ofrece lo que siente y visualiza con modestia para compartirlo con sus compaeros. De hecho, el Haiku, al igual que el Tanka, casi nunca se hace individualmente, hasta hoy da, se practica entre compaeros. Dijimos que el tema fundamental de la literatura japonesa era la naturaleza. Lo que se comunica en el Haiku es la sensibilidad ante la naturaleza; cmo ver la naturaleza, cmo sentirla. En este punto la cosmovisin budista es esencial en la creacin del Haiku. Destaquemos una vez ms que los primeros poetas de Haiku eran todos budistas, empezando por Basho. En el mundo budista no existe diferencia entre las plantas, los animales y los seres humanos; a diferencia del mundo catlico, todos estamos en el mismo nivel. De ah viene la profunda simpata y el gran anhelo que sentimos los budistas por la naturaleza, especialmente por la naturaleza estacional. En este aspecto, interviene otro factor importante que tambin tiene su origen en el budismo: la conciencia de lo efmero de la vida humana.
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Este poema de Issa, aparentemente incompleto, muestra muy bien el reconocimiento de lo efmero del mundo y, al mismo tiempo, el sentimiento de no poder conformarse con esta inestabilidad. Esta conciencia lleva inevitablemente a los poetas a enfrentarse con el ciclo de las estaciones y su correspondiente cambio de la naturaleza. No es gratuito que el Haiku siempre tenga una palabra que indique una estacin especfica. El Haiku, en esencia, es un canto hacia la naturaleza estacional. Mientras que la vida de un individuo es efmera y dura apenas 50, 60 aos, la naturaleza, aunque desaparezca completamente el ser humano, perdura siempre y las estaciones nunca dejan de volver. El Haiku manifiesta el anhelo de unirse con esta naturaleza cclica y apropiarse de una pequea parte de ella. Los poetas de Haiku se vacan a s mismos, no en el sentido del nihilismo europeo sino en el sentido budista del Zen, para fundirse en la naturaleza, y de ese estado espiritual corta un pequeo pedazo de la naturaleza en forma de una imagen potica. Por lo tanto, las poesas de Haiku, a primera vista, parecen supremamente objetivas. Pero a la vez, en la misma seleccin para hacer el corte, se refleja lo ms profundo de la sensibilidad, el punto de vista personal del autor. Justamente como la imagen se realiza en estado de objetividad, se insina lo ms escondido del mundo subjetivo. Ser objetivo y subjetivo al mismo tiempo, la contradiccin, que buscaron realizar los surrealistas europeos, deja de ser contradiccin en el Haiku.
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Aqu se podr sealar la semejanza que existe entre el Haiku y la fotografa. Los japoneses tenemos la fama a nivel mundial de andar cargando todo el tiempo en cualquier rincn del mundo una cmara fotogrfica, pero esta aficin a las fotos tambin tiene su fundamento cultural; es decir, refleja este anhelo de apropiarse de una escena que se escoge y de compartir despus su seleccin con los amigos. El Haiku y la fotografa apuntan al mismo objetivo: compartir la sensibilidad ante la naturaleza y eternizar la escena recortada por la seleccin del autor. Sin embargo, el Haiku en algunos aspectos se muestra superior a la fotografa. Citemos un haiku clsico, de Yosa Buson, uno de los sucesores de Basho, para ilustrar nuestra discusin:
Este corte no se puede hacer en la fotografa. La luna y el sol, que estn en los dos polos opuestos, no pueden juntarse en una misma fotografa. Pero en la imagen potica del Haiku, s; la flor de colza, la luna y el sol se unen en un mismo plano despus de pasar por la sensibilidad del poeta, y esta unin se concreta en la forma de este haiku maravilloso. Basho insisti repetidas veces justamente en esto: hacer su propio corte de la naturaleza en que se unen
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varios objetos naturales en un plano para sugerir la relacin secreta que subsiste entre ellos. Es en esta unin donde se exterioriza la sensibilidad del autor, que ser presentada a los lectores a travs de la poesa. Esta es la potica del Haiku de Basho, que hasta hoy da sigue siendo el principio ms importante. Citemos algunos ejemplos de las obras de Basho:
La nostalgia hacia la primavera que se proyecta en los dos animales. El siguiente ejemplo es interesante:
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Hasta delirando de la fiebre, Basho busca la unin con el paisaje del invierno. El siguiente ejemplo es de Moritake:
Ahora para terminar, citemos un haiku de Masaoka Shiki, el poeta de la poca Meiji, que resume lo que hasta ahora venimos hablando.
Es un poema realmente bello. Masaoka sufri mucho tiempo de tuberculosis, por la que muri finalmente, y en el momento de escribir esta poesa tambin estaba enfermo en cama. Como l mismo no se puede asomar a la ventana, pregunta a sus familiares cunto ha nevado afuera. Ni siquiera en el momento
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en que estuvo padeciendo de la terrible tos, olvid el transcurso del invierno. Aunque no puede apreciar la naturaleza con sus ojos, se la imagina e intenta compartir la belleza natural concretada en una imagen con los amigos.
Eplogo
Desde la Restauracin de Meiji, que tuvo lugar en 1868, la sociedad japonesa ha sufrido una serie de cambios. Hemos asimilado voluntariamente la cultura occidental para la modernizacin del pas, que siempre equivala a la occidentalizacin, y la sensibilidad de los artistas tambin ha venido cambiando. Mientras que los novelistas japoneses de la poca moderna, para bien o para mal, se han quedado afectos a la cultura occidental, los poetas de Haiku han sido siempre fieles a su tradicin. El Haiku, en este sentido, es un gnero conservador, que ha servido para proteger la sensibilidad japonesa de la influencia de la cultura occidental. Y ahora que estamos perdiendo hasta esta sensibilidad japonesa tradicional, queremos destacar una vez ms que es importante saber apreciar su valor. En el mundo occidental existe una tendencia que se llama ecologismo; en la cultura oriental nunca existi ese concepto. De hecho, en el idioma japons no existe ninguna palabra equivalente. No existe, porque es demasiado obvio que nosotros, los seres humanos, tambin formamos parte de la naturaleza y que vivimos en la naturaleza. La esttica de la cultura
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japonesa, que consiste en ese anhelo de unirse a la naturaleza y ese deseo de compartir el gozo de la belleza natural con sus vecinos, manifestado magistralmente en las poesas del Haiku, puede aportar una clave para abrir un camino hacia el futuro de los seres humanos.
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