Caudillos y Nación

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CAUDILLOS Y NACIN

El papel de los caudillos en la determinacin nacional

Daniel Loayza Herrera

INTRODUCCIN
Los inicios de la repblica peruana es uno de los perodos ms decisivos de nuestra historia. Un pas desarticulado socialmente y quebrado econmicamente que contaba para garantizar su existencia unitaria con frgiles instituciones y la fuerza de las bayonetas de caudillos militares debi enfrentar el desafo de afirmar su existencia. Inmediatamente despus de lograda la independencia y cuando se esperaba que la promesa de la vida peruana, como la llamaba Basadre, se cumpliera apareci realmente el desafo peruano: su existencia poltica. El Per, un pas con vieja historia y con rico legado debi agregar a su existencia milenaria la poltica. Qu posibilit que un pas estructuralmente fracturado evitara la balcanizacin? La respuesta a sta pregunta, tomando en consideracin la inexistencia de una clase o grupo social dirigente y de instituciones orgnicas y viables, debemos encontrarla en los actores polticos gravitantes durante las primeras dcadas de vida independiente. Estos actores fueron fundamentalmente los caudillos militares. El Per, al independizarse vio la necesidad de garantizar ante todo su existencia. Fuerzas internas y externas amenazaron el curso de la vida peruana. Por un lado los intentos separatistas al interior del Per, y por el otro la amenaza externa a nuestras fronteras por parte de la mayor parte de nuestros vecinos. Frente a la inoperancia del estado peruano y a su incapacidad para organizar el

pas dentro de los cauces institucionales aparece el fenmeno del caudillismo, que en la figura personalista del caudillo se convierte en un canal de participacin poltica y en la fuerza de las armas, en una fuente de poder real. La historiografa ha visto el caudillismo militar de las dos primeras dcadas de vida independiente como estructuralmente anrquico. Los enfoques sobre ste fenmeno han puesto al acento en el papel que cumplieron en la obstaculizacin de nuestras frgiles instituciones republicanas y de la preeminencia de la constitucin. Las luchas encarnizadas que estos sostuvieron para hacerse con el poder fueron destacadas muchas veces con un nimo inquisitivo. La presente investigacin, carente del nimo de mostrar a stos personajes como individuos sin ambiciones por el poder, trata de ofrecer otra visin sobre el papel fundamental que cumplieron en la vida poltica peruana entre 1827 y 1845. Los caudillos tuvieron una fuente de poder eminentemente regional y feudal; Sin embargo su fuente de legitimacin, el nacionalismo, permiti que emergieran como figuras de amplitud nacional. Esta contradiccin gener finalmente la incapacidad estructural que tuvieron para consolidarse en el poder, teniendo que enfrentar de manera permanente golpes de estado, pero tambin la capacidad para que como fenmeno social y poltico contribuyeran a que el Per no se fragmente.

INDICE
CAPTULO I ECONOMA Y SOCIEDAD PRUANA ENTRE 1827 Y 1844 I.1 La sociedad peruana en los albores de la repblica I. 2 Economa I.3 El Estado Republicano. CAPITULO II LOS CAUDILLOS COMO FENMENO SOCIAL II.1 Feudalizacin, clientelas y caudillos II.2 Caudillos y poder CAPITULO III EL CAUDILLAJE Y SU PAPEL EN LA DETERMINACIN NACIONAL

III.1 La definicin de nuestras fronteras y las fuerzas disgregadoras al interior del Per. III.2 Caudillaje y legitimidad
III.3 El papel del nacionalismo

CAPTULO I ECONOMA Y SOCIEDAD PRUANA ENTRE 1827 Y 1844


I.1 LA SOCIEDAD PERUANA EN LOS ALBORES DE LA REPBLICA Dada la extensin geogrfica del Per a inicios de su vida independiente, nuestro pas era una repblica con una escasa poblacin, que apenas alcanzaba el milln y medio de habitantes. A esto hay que agregar que la poblacin estaba dispersa por lo dilatado del territorio nacional y eran en su mayora indgenas (novecientos mil aproximadamente), los cuales se comunicaban en lenguas distintas al castellano. La proporcin indgena era variable a lo largo del territorio nacional. En el departamento de la Libertad (que en aquel entonces inclua a los actuales de Amazonas, Cajamarca, Piura y Lambayeque; mientras que en departamento de Puno, el cual tena la delimitacin actual, el 94 % de la poblacin era indgena. Durante los inicios de la repblica se aprecia una gran ambivalencia con respecto a la contribucin indgena ( Bonilla: 2001 ) , lo cual habra sido una de las causas de

las alzas y bajas en las sumas de la contribucin indgena recaudada por el Estado. El caos administrativo y la falta de una poltica clara del estado en materia de tributo o contribucin indgena llevo a la dacin de una gran cantidad de reglamentos referidos a esta materia. En efecto, hasta 1830 se haban publicado 30 reglamentos. El empobrecimiento generalizado del pas, en especial de los sectores indgenas llev a que la contribucin de este grupo social se convirtiera en cada vez una fuente de ingresos ms insegura. Al respecto Cotler (1978: 88 seala lo siguiente: Efectivamente, en el primer presupuesto elaborado por Manuel del Ro, Ministro de Castilla, mostr que la contribucin de los indios produca solo pesos, descenso que se deba segn el mismo funcionario, al empobrecimiento creciente de la poblacin indgena (DancuartRodrguez/ i IV: 36-37). El rompimiento de la estructura colonial de posesin de la propiedad de la tierra produjo un notorio descenso en las cantidades recaudadas provenientes de la contribucin. Histricamente este tributo haba estado ligado a la propiedad de la tierra y al alterarse esta ltima ocurri lo )

mismo con el tributo. La independencia lleg de la mano con el pensamiento liberal en trminos econmicos. Se busc permanentemente la ms irrestricta libertad en la circulacin de los bienes. Esto ltimo tendra un impacto importante en el rumbo del tributo indgena. En efecto, desde los primeros momentos de la instauracin del orden colonial, la corona busc asegurar el acceso a la tierra por parte de las comunidades de indgenas, en las llamadas reducciones instauradas por el Virrey Toledo. Este acceso a la tierra asegur a las comunidades de indgenas el contar con los recursos necesarios para cumplir con la carga fiscal. La independencia al desconocer la legislacin colonial puso en desproteccin a muchas de estas comunidades, lo cual fue reforzado con el intento de producir transformaciones al interior de las estructuras econmicas. Un ejemplo claro de ello fue el proyecto Bolivariano de constituir una burguesa y pequea burguesa nacional peruana sustentada en la propiedad de la tierra. Para ello el Libertador Simn Bolvar auspici las relaciones liberales en el acceso a la propiedad de la tierra, generando con ello, la desproteccin de las comunidades indgenas. Al respecto Cotler (1978: 69 ),menciona lo siguiente:

Fue la existencia misma de la comunidad que el decreto de Bolvar del 8 de abril de 1824 amenazaba, al declarar la propiedad de los indios sobre sus tierras, con el consiguiente derecho de alienar las tierras a terceros. El propsito implcito en esta decisin era la de crear una clase de prsperos pequeos propietarios independientes, dotados de la capacidad de desarrollar un mercado nacional. Sin embargo, los resultados fueron diferentes. Muy pronto las autoridades percibieron las amenazas que se cernan sobre la poblacin indgena como resultado de esta decisin, razn por la cual postergaron su aplicacin por un perodo de 50 aos. Cualquiera que hayan sido las vicisitudes de ambos decretos, el hecho concreto es que se estableci de manera irreversible una brecha en el dique de contencin entre hacienda y comunidad, preparndose el camino para expansin de los grandes latifundios cuando nuevas fuerzas dinamizaran el conjunto de la economa rural. Los intentos de liberalizar la economa peruana no conllevaron al desarrollo del comercio ni a la formacin de una burguesa nacional. El experimento Bolivariano finalmente qued abortado con la abrupta salida de Bolvar del poder. El Per, a partir de esos momentos reforzar sus

relaciones feudales a nivel de propiedad agraria. Ello explica el porque la poblacin indgena estuvo en una situacin de mayor precariedad con la llegada de la independencia que antes de ella. En 1828, de acuerdo a la Gua de Forasteros, la poblacin fue estimada en 1.249.723 habitantes y estaba regionalmente distribuida de la manera siguiente (Basadre, 1968-1970: 167) : Departamentos Habitantes La Libertad 230.970 Cuzco 216.382 Junn 200.839 Ayacucho 159.608 Puno 156.000 Lima 149.112 Arequipa 136.812 Total 1.249.723 La sociedad peruana heredad de la colonia exhiba enormes abismos y diferencias. Al respecto Peter Klaren ( 2005: 175), citando a Nugent ( 1997:15), sostiene que EI Per colonial era, por el contrario, una sociedad altamente estratificada, jerrquica y sumamente desigual, creada sobre diferencias fundamentales entre sus

pobladores. Las distinciones basadas fundamentalmente en la raza (indios, mestizo, blanco), el gnero (femenino y masculino), la ascendencia (hispana o n) y la propiedad de la tierra segregaban la poblacin en (lo que en teora eran) categoras sociales fijas y heredadas que prescriban en gran medida las posibilidades de vida de las personas que las ocupaban La mano de obra esclava sigui siendo fundamental en la economa agraria de la Costa peruana. La mayor parte de esclavos viva en el departamento de Lima, seguido de Ancash e Ica. Pese a su importancia econmica su utilizacin fue decreciendo como consecuencia de la ley de libertad de vientres. Hubo varios intentos de importar esclavos; sin embargo, fueron impedidas por la oposicin Inglesa, que calific dicho comercio de infamante. Sin embargo las los cargamentos de el de esclavos En as africanos prosiguieron hacia el Caribe y Brasil. La esclavitud adquiri formas servidumbre. esclavo se plantaciones como un generalmente comportaba

campesino. Pero la presencia esclava en el Per no se limitaba a su trabajo en las plantaciones. Era mucha su contribucin en las casas de los hacendados, en residencias acomodadas y talleres urbanos, desarrollando

una gran gama de oficios, como fue el caso de la panadera, zapatera, entre otras. Este les permiti a muchos hacerse de ingresos extras que le posibilitaron comprar su propia libertad. Muchos de los afroperuanos que habitaban, incluso al interior de las plantaciones era libres, laborando para conseguir ingresos extras. El advenimiento de la independencia si bien no constituy una autntica revolucin social s favoreci ciertos cambios que contribuyeron al ascenso de los sectores medios. La eliminacin de ciertos exclusivismos que beneficiaban a la alta aristocracia colonial, ya desaparecida, contribuy a la conformacin de un nuevo orden social en el cual los nuevos terratenientes y los comerciantes, junto con los militares pasaron a ser los nuevos sectores dominantes en el Per. Los dispositivos legales que permitieron este ascenso se dieron al amparo de la corriente anti-hispanista que imper en los momentos inmediatamente posteriores a la independencia. De igual forma el discurso ideolgico liberal y burgus tuvo u notable influjo entre la inteligencia peruana de aquel entonces, que acompaaba su idea de la igualdad con la del orden republicano. Aunque es menester advertir que en el Per no hubo un balance entre el

discurso liberal que estuvo en manos de personalidades como Francisco Javier de Luna Pizarro y la carencia de una clase burguesa capaz de conducir al pas. La sociedad peruana elimin muchas de las estructuras que hacan posible la sociedad de castas y estamental que haba caracterizado al, mundo colonial. Esto permiti que nuevos sectores criollos y mestizos reemplazaran a los espaoles en la propiedad de la tierra principalmente. El hecho de que la propiedad de la tierra se trasladara a manos nacionales no conllev la eliminacin de los viejos mecanismo de explotacin indgena instaurados desde la colonia. La realidad econmica y social por la que atravesaba nuestro pas hizo imposible que se cumpliera con la llamada promesa de la vida peruana. Pese a que los liberales intentaron, a travs de la legislacin, eliminar las desigualdades sociales restituyendo al indgena el mismo estatus que otros sectores, en la prctica esto no fue posible debido al proceso de re-feudalizacin por el que atraves en Per en aquellos momentos. El sueo liberal termin siendo la pesadilla indgena. Los idelogos y legisladores de la naciente repblica creyeron que nuestra sociedad poda ser transformada por decreto.

La estructura econmica y social no pudo ser transformada desde la subestructura estatal e ideolgica. En concordancia con el nimo anti-espaol que caracteriz a las guerras de la independencia, se dictaron un conjunto de dispositivos tendientes a extinguir los privilegios que haba tenido el sector hispano en el Per. La igualdad de derechos y deberes, es decir, la extincin de la sociedad de casta era condicin ineludible para la construccin del Estado republicano. Todo ello posibilit que nuevos sectores sociales, criollos y mestizos que haban estado relegados del acceso al poder encontraran espacios para reemplazar al viejo sector espaol en las diferentes posiciones de poder econmico, poltico y social en el Per. I. 2 Economa La agricultura del Per se haba distribuido y desarrollado de manera distinta. En la Costa se desarrollaron, desde la poca colonial, cultivos como el arroz, el azcar y la vid; mientras que en la Sierra se imponan los cultivos tradicionales andinos. El desarrollo de la agricultura de la Costa influy en las actitudes que los hacendados costeos del norte tuvieron con respecto a la independencia. El Per, desde tiempos

coloniales haba sido un exportador de azcar a Chile y en gran medida el ansia de no perder este rentable mercado influy en la aceptacin de la independencia. La produccin de azcar se realizaba a travs del uso de mano de obra intensiva y el uso de trapiches. La mano de obra era mayoritariamente esclava. La produccin de azcar no fue privativa de la Costa, aunque s mayoritaria. En aquella poca exista produccin azucarera en algunos valles clidos de Cajamarca y Cusco. Uno de los factores que coadyuvaron a detener el desarrollo de la produccin azucarera de la sierra fue la escasez de caminos y vas de acceso, lo cual impeda el ingreso a los mercados. Otros cultivos importantes de la costa, que provenan desde los tiempos de la Colonia fueron la vid, de la que se extraa en pisco, los olivos y el algodn. El medio principal para realizar el transporte de carga a lo largo del territorio del Per, sigui siendo la mula. Las mulas eran tradas desde el norte de Argentina, como haba venido ocurriendo desde la poca Colonial. Muchas de las tierras que durante la poca colonial haban pertenecido a terratenientes espaoles o a conventos u rdenes religiosas, como efecto de la emigracin y de la

nueva legislacin republicana pasaron a manos del Estado. Estas tierras posteriormente fueron transferidas a comerciantes, los cuales haban entregado dinero al estado en forma de prstamos. Desde el punto de vista econmico Chile fue uno de los pases con los que mayor intercambio mercantil mantuvimos desde la colonia hasta la repblica. A Chile se exportaba azcar y se reciba trigo de aquel pas. Tambin se exportaba tabaco. El tabaco era producido en algunas zonas de Chachapoyas y Jan. El Per durante esta poca tambin exportaba algodn, cueros de ovinos y camlidos as como la cas-fuam, corteza medicinal muy apreciada en Europa; aunque con valores muy inferiores al azcar. La economa peruana en los albores de su vida repblica tuvo como principal caracterstica su desarticulacin. Esta permiti la re-feudalizacin del Per y posteriormente la incapacidad para la emergencia de un sector dominante con proyecciones nacionales. El pas estaba en trminos econmicos y sociales fragmentado. Un ejemplo de ello es que la poblacin indgena. La poblacin indgena estaba formada fundamentalmente por aquella que era parte de

las llamadas comunidades campesinas, las cuales fueron creadas durante el siglo XVI por el Virrey Toledo. Muchas de estas comunidades se mantuvieron y retuvieron a su poblacin; pero otras pasaron a formar parte de grandes dominios agrcolas la mayor parte de las comunidades de indgenas mantenan espordicos contactos con el mercado. Esto no slo nos permite definir a su poblacin como campesina, sino adems a pensar en el mundo andino como un mundo socialmente fragmentado. La economa agraria del Per puede ser vista como la de una completamente desarticulada en trminos nacionales, y articulada en espacios restringidos, de carcter regional o local a travs de la presencia de complejos agrarios o mineros que le impriman un limitado dinamismo a la economa local y familiar. De acuerdo a Bonilla ( 2001), el Per tuvo como base econmica fundamental, a inicios de su vida independiente la exportacin de plata, adems de lana, nitrato de soda, algodn y cortezas. Esta situacin se mantuvo hasta la llegada del boom guanero Exportaciones del Per (en libras esterlinas)

Productos 1825 1839 moneda fraccionaria600.000 1.310.828 lana 14.500 130.087 nitrato de soda 59.830 algodn 19.400 74.360 cortezas 29.600 10.066 Fuente: Mathew 1964: 77. Extraido Heraclio(2001)

1840 1.562.149 141.724 90.942 85.881 23.600 de Bonilla,

Al respecto Bonilla ( 2001: 172 ) menciona: Dejando de lado las cortezas de quina y del nitrato de soda cuya produccin incorporaba tambin regiones no peruanas, se observa que los productos dominantes en el cuadro de las exportaciones peruanas eran la plata y el algodn. La primera en 1825 represent el 90% del valor total de las exportaciones, porcentaje que en 1840 era an del 82% (Bonilla, 1977: 96). En el caso de las lanas, sus exportaciones en 1825 eran un 2,18% del total y en 1840 llegaron a un 7,44%. A propsito de la plata es importante sealar, sin embargo, que el grueso de las exportaciones de este metal no fue slo bajo la forma de lingotes sino que incorpor tambin circulante monetario Segn Fisher (1977), la minera fue uno de los sectores ms seriamente afectados con la extincin del sistema

colonial, aunque este declive se produjo de manera menos acentuada del que usualmente se ha sealado. Durante las primeras dcadas de vida independiente, previas al auge guanero, nuestra economa exhibi una apreciable debilidad. Ello se hizo patente en el hecho de que hasta 1840 aproximadamente el Per tuvo que exportar sus monedas de plata acuada para hacer frente a las necesidades de bienes importados. La poltica de libre comercio mantenida por el Per con respecto al intercambio con Inglaterra alent la importacin de bienes ingleses y profundiz la desarticulacin de la economa peruana, aumentando con ello nuestra dependencia econmica. Al respecto Bonilla sostiene lo siguiente ( 2001:173) Sin embargo, la profunda fragilidad de la economa peruana hasta 1840 hizo que estas monedas acuadas a su vez fueran exportadas en pago de la creciente importacin de telas inglesas a que la poltica de libre comercio alentara desde 1821. Un ejemplo de la dislocacin econmica por la atravesaba el Per en aquellos momentos fue el hecho de que en

zonas productoras de plata, como Cerro de Pasco existiera permanente escasez de circulante para realizar las actividades econmicas habituales, por lo cual se recurri incluso al trueque o uso de monedas- mercanca de diverso origen. (Bonilla, 1977). No solo la Costa norte del Per incorpor al pas en el comercio internacional. La lana destac como uno de los productos de exportacin ms importantes de nuestro pas. Flores Galindo destaca el papel que cumpli en la economa regional sur andina (Flores-Galindo, 1977). La oferta de lana peruana era de dos orgenes: la lana de oveja por un lado y la lana de camlidos por otro. La primera era producida por ganaderos bancos y mestizos, en grandes estancias del Altiplano; mientras que la de camlidos era producida por comunidades en unidades domsticas. El comercio lanero sur andino permiti la articulacin mercantil en torno a puertos como Islay y Mollendo. Se constituyeron redes mercantiles que comunicaban desde los grandes mercados internacionales europeos hasta el interior de las comunidades altiplnicas. Ello permiti la aparicin de una lite regional que posteriormente se traducir en la bsqueda de su autonoma poltica y

econmica, expresada en el apoyo que brind al proyecto de Confederacin Per- Boliviana. Con respecto al impacto que tuvo el auge del comercio lanero en el sur y de las implicancias sociales que ste tuvo Bonilla ( 2001: 173) sostiene lo siguiente: En ambos casos, la comunidad mercantil instalada en Arequipa o en puertos sureos como los de Islay y Moliendo fue esencial como mecanismo de intermediacin entre la produccin regional y los mercados europeos, constituyndose a partir de esta actividad la base ms significativa para la emergencia de una lite regional que no tardar mucho en traducir poltica e ideolgicamente una capacidad econmica en constante expansin. Sobre ala importancia econmica del sur, Bonilla ( 2001: 174) seala: En 1824, segn las estimaciones de Ch. Ricketts, el cnsul ingls, existan en el Per cerca de 36 casa mercantiles inglesas, de las cuales 20 estaban ubicadas en Lima y el resto en la regin de Arequipa (Hum-phreys, 1940: 126-127). Sus actividades fueron decisivas en el

proceso de expansin comercial de Inglaterra, cuya produccin, especialmente la de textiles, requera de manera incesante la expansin de mercados ultramarinos como consecuencia del incremento de la productividad industrial asociada a la serie de cambios tecnolgicos, producto de In revolucin industrial Durante los primeros aos de vida independiente el Per mostr una balanza comercial deficitaria. Esta situacin se mantuvo hasta 1840 en que nuestro pas inici la exportacin del guano. El dficit fiscal fue un tema preocupante en los primeros aos de la repblica a tal punto que nuestro pas debi recurrir a la exportacin de circulante monetario nacional. La liberalizacin del comercio exterior peruano permiti la importacin de una gran cantidad de bienes, especialmente ingleses, generando con ello un mayor dficit fiscal que nuestro pas no pudo afrontar exitosamente hasta la llegada del guano. La importacin de productos ingleses, especialmente los textiles ahondaron la desarticulacin y paralizacin productiva en la que yaca nuestro pas.

aos libras esterlinas 1821 86.329 1822 111.509 1823 226.954 1824 372.311 1825 559.766 Fuente Bonilla, :

aos

libras

esterlinas 1826 199.086 1827 228.465 1828 374.61.1 1829 300.171 1830 368.469 del Ro y Ortz de

Zevallos, 1978: 3.

Bonilla (2001: 174 ) ha hecho hincapi en la desarticulacin estructural por la que atraves la economa peruana durante las primeras dcadas de vida independiente del Per, como consecuencia de la penetracin del capital ingls en nuestro pas: .A mediano plazo el impacto que tuvo la exportacin de mercancas inglesas a los diferentes mercados regionales del Per fue separar los mercados de los centros locales de produccin y supeditarlos a las necesidades de expansin del capital mercantil ingls, debilitando por lo mismo los incentivos locales al mantenimiento o la expansin de la produccin fabril nativa. Ciertamente que este no es un proceso nuevo, en la medida que los primeros indicios de perturbacin de los mercados se presentaron desde la

segunda mitad del siglo XVIII. Lo que era nuevo fue la intensidad y la irreversibilidad de los resultados. Las actividades econmicas en general lucieron bastante debilitadas en el Per post 1821. Las nicas actividades que mantuvieron cierto dinamismo y que permitieron sostener la crtica situacin de la economa nacional fueron la minera, que provea del circulante que haca posible la importacin de una gran cantidad de mercancas y produccin lanera de la sierra sur del Per ( Bonilla:173) La independencia, en trminos econmicos, signific para el Per el ingreso en un nuevo orden econmico mundial: el capitalista. En cierto sentido, la independencia de Hispanoamrica era la consecuencia del triunfo del capitalismo sobre las relaciones feudales a nivel internacional. Sin embargo, ello no signific en modo alguno la extincin de las relaciones feudales en el Per; sino ms bien su reforzamiento en funcin de las necesidades de los mercados internacionales. Este hecho debe ser apreciado para determinar la forma especfica en que las relaciones feudales se articularon al modelo capitalista internacional, configurando de este la

modo la forma en que se entretejieron las relaciones de dependencia en nuestro pas. Los obrajes, antiguos centros de produccin textil sucumbieron con el advenimiento de la independencia. Esto acentu la dependencia de nuestro pas frente a la produccin textil europea principalmente. Al respecto Bonilla (2001: 172 ) dice: Los obrajes fueron centros de produccin jara el consumo popular, que operaban con aparatos de madera y de obra semejante a la de las haciendas, a las que los obrajes solan estar integrados. Ubicbanse sobre todo en Cuzco y Ayacucho, ms unos en Cajamarca. No pudieron competir frente a los textiles ingleses irnos. Las "bretaas" de lana y algodn, las "cotonias" y el ''fustn" lido con mezcla de lino y algodn) dominaron la demanda de la lite de antes de la independencia; despus lleg el turno del tocm'o y las s ("franelas"), provenientes ms bien de los Estados Unidos, que se ron hacia el consumo popular. De modo que quince aos despus de independencia los obrajes ya no sobrevivan, lo que seguramente agra-an los indgenas que durante siglos trabajaron hasta el agotamiento s talleres rurales.

Si bien es cierto que la agricultura permiti la generacin de divisas, el principal producto de exportacin del Per sigui siendo la plata. Gracias a ello el Per puso mantener la importacin de una variada cantidad de productos. Entre las importaciones ms importantes que el Per pudo realizar gracias a la exportacin de la plata estn los aceites, papel, loza, harinas, textiles, entre otros. Agotados los yacimientos de Potos durante la poca colonial, Cerro de Pasco y Hualgayoc pasaron a convertirse en los principales centros mineros. Sin embargo el Per perdi su independencia en cuanto a la produccin de mercurio se refiere. El azogue era fundamental en el tratamiento de la plata y al agotarse los yacimientos de Huancavelica nuestro pas se vio obligado a importarlo de Europa y de Estados Unidos desde la dcada de 1850. Otro de los problemas que agrav la situacin de la minera fue la escasez de mano de obra. La mita, abolida por las Cortes de Cdiz de 1812 aboli definitivamente la mita en el Per. Ante esa situacin se esperaba que el mercado pueda proveer de la mano de obra necesaria para la produccin minera, sin embargo eso no se produjo.

Mapa del Per en 1825 http://es.5wk.com/viewtopic.php? f=9&t=876&start=100La esclavitud en los inicios de la repbica

I.3 El Estado Republicano. El estado republicano surgi de condiciones por dems azarosas. El independencia peruana jug un papel preponderante la presencia de tripas extranjeras dirigidas primero por San mart y luego por Bolvar. La aristocracia peruana mantuvo durante la guerra una posicin ambivalente y temerosa. Si bien en un primer momento pareci apoyar de manera resuelta la separacin de Espaa cuando pareca que la promesa de San martn de no alterar el orden social colonial era viable; el advenimiento de Bolvar al poder hizo que la aristocracia se sintiera ms segura bajo la batuta hispnica. Esto explica la actitud contradictoria de Riva-Agero, miembro de la aristocracia peruana, frente a la independencia. Flores Galindo ha sealado que este temor estuvo alimentado por el recuerdo que an exista de la revolucin acaudillada por Tpac Amaru II y por las terribles consecuencias sociales que conllev. El Estado peruano republicano naci casi como el producto del vaco de poder en una parte del territorio peruano, como consecuencia de la presencia de los ejrcitos libertadores. Pese a esta precariedad naci con la

responsabilidad de construir una nacin peruana, sobre bases democrticas, sustentada en el principio de la soberana popular. El reto de crear soberana popular era en esencia el desafo de formar ciudadanos, iguales en derechos y deberes. Esta era una tarea de gran responsabilidad habida cuenta que el Per heredaba un pas forjado en la diferenciacin de derechos y exclusivismos. La ambivalencia existente frente al advenimiento de la independencia no fue privativa de la aristocracia colonial y de los sectores ms poderosos de la naciente repblica. Muchos indgenas haban apoyado de manera resuelta al sistema colonial. Esta divisin en el seno de la poblacin indgena se pudo apreciar desde la poca de la revolucin de Tpac Amaru II. Las tropas conducidas por Pumacahua fueron decisivas en el curso de la guerra y la derrota de Jos Gabriel Condorcanqui y estuvo igualmente presente en los primeros aos de la Repblica, como fue el caso de los campesinos de Iquicha. Al respecto Bonilla menciona (2001: 155 ) El compromiso de esta poblacin mayoritaria con la nueva realidad poltica era ambiguo. Parece que era algo ms firme en el norte que en el sur. En los aos finales de la

dcada de 1820 se produjeron varias sublevaciones campesinas en contra del rgimen republicano, reclamando los rebeldes los fueros y jerarquas que el rgimen colonial, mal que bien, les haba concedido. La ms prolongada fue la de los indios iquichanos, quienes mantuvieron la zona norte del departamento de Ayacucho fuera del control de l repblica hasta 1830 y episdicamente en ocasiones posteriores, que -han prolongado hasta el siglo veinte. El estado nacional se asent, en trminos econmicos, sobre bases deleznables. La economa peruana no era nacional debido a su desarticulacin. Durante la poca colonial la minera cumpli el papel de articulador de la economa; pero debido a la crisis por la que atravesaba la minera peruana no pudo cumplir esta funcin, limitndose a ser la bisagra que permita la articulacin de nuestra economa con el mercado internacional. La precariedad material y administrativa en la que surgi el estado republicano peruano llev a que hasta 1845 no tuvimos una idea precisa de los ingresos y gastos del erario nacional En el caso de los tributos, el 27 de agosto de 1821 San Martn, despus de declarar peruanos a los indios, procedi

a la cancelacin del tributo colonial. Pero la insolvencia del Estado peruano no poda permitir por mucho tiempo el mantenimiento de esta generosidad. Su restablecimiento, el 11 de agosto de 1826, se impuso por la necesidad de sustentar las finanzas de la Repblica en la extorsin de la poblacin indgena, y como resultado de la poltica social que prontamente adoptara el Estado Peruano. DancuartRodrguez ( 1902 - 1926: t. II, 154- 171) sostienen lo siguiente: "La experiencia de los siglos haba demostrado que la tasa de los indgenas haba sido fijada con prudencia y con perspicacia dijo en 1830 el Ministro de Finanzas Jos Mara de Pando, y puesto que ella esta profundamente arraigada por la costumbre, tan poderosa en el espritu de las gentes, toda innovacin sera peligrosa" El tributo indgena fue una de las principales fuentes de ingresos fiscales hasta 1854, en que fue definitivamente anulado por Castilla. Como una nica concesin al nuevo signo de los tiempos el tributo colonial pas a llamarse en adelante "contribucin" indgena. La recaudacin de la "contribucin" hizo necesario dividir a la poblacin indgena en tres categoras fiscales: (a) indios originarios, (b) indios

forasteros, y (c) indios sin tierra. Los primeros, que tenan acceso a la tierra, pagaban entre 5 y 9 pesos por ao, mientras que los ltimos pagaban una tasa que oscilaba entre 2,5 y 5 pesos por ao. ..

CAPITULO II LOS CAUDILLOS COMO FENMENO SOCIAL

II.1 Feudalizacin, clientelas y caudillos Las caractersticas que cobr el caudillismo en el Per surgieron como consecuencia de la desintegracin del orden patrimonial, caracterstico del sistema colonial. Esto aunado a la feudalizacin de la sociedad peruana, proveniente a su vez de la ruptura de los principales mecanismos de integracin econmica y de la desproteccin en la que las comunidades indgenas fueron sumidas. Luego de la independencia, as como del ascenso poltico de los sectores criollos y mestizos hicieron posible su aparicin como fenmeno social y poltico. terratenientes y caudillos Los caudillos militares surgieron junto con una compleja red de relaciones de clientelaje, que agrupaba a terratenientes locales. Ante la crisis y la inoperancia del Estado, la presencia de los terratenientes en las filas de los caudillos se convirti en elemento indispensable. Los terratenientes aportaban el dinero necesario para armar grupos de

adherentes que hacan posible a los caudillos la disputa del poder. El poder de donde emergan los caudillos era generalmente de carcter regional. El caudillo pas a reemplazar la participacin activa de una ciudadana inexistente. La poblacin participaba como clientela del caudillo. El caudillo era el nico que permita la participacin popular en la vida poltica del pas. Este sistema era estructuralmente inestable, por ello no garantiz la paz social ni en orden en el pas. Entre los factores que influyeron en ellos estn la desintegracin econmica y social del pas que hizo imposible construir redes clientelistas de dimensiones nacionales. Esta situacin solo fue superada cuando los abundantes

recursos guaneros le permitieron la construccin de redes clientelistas de dimensiones nacionales durante el gobierno de Castilla. Al respecto Radiguet (1971: 130-131), menciona: "En el embrollo que se llama la Historia del Per, se ven suceder se de una manera tan rpida los gobiernos y los partidos, los hombres y las ideas, que toda idea sistemtica parece borrarse de la conciencia nacional. La permanencia de la anarqua, el triunfo de los vencidos de ayer, la derrota de los vencedores de hoy, han terminado

por destruir el fundamento moral de todo orden y por alejar de la autoridad establecida el apoyo de la opinin pblica. La fuerza se ha vuelto verdad; aqul que puede disponer de ella llega al poder; siendo-el ejrcito su instrumento, sus grados son perseguidos con una ambicin encarnizada. Los grandes partidos se han subdividido en una serie de sectas polticas, que a su turno, desgarrndose entre s, no dejan subsistir sino hombres, representaciones, mientras que la idea, el partido, la secta, se personifican en el jefe. Cuando se llega a ese triste extremo, en el cual el individuo lo es todo y el pueblo no es tomado en cuenta para nada, la marcha de la sociedad, en lugar de ser la ley del pensamiento comn, no es sino el capricho del hombre fuerte o afortunado" Cotler (1978: 73 ) ha destacado las relaciones de clientelaje que permitieron el ascenso de los caudillos militares en el Per Estas condiciones permitieron el ascenso social de las capas medias, proporcionando a los caudillos soldados, oficiales, funcionarios e idelogos los clebres plumferos posiciones a partir de las que se podan obtener las prebendas necesarias para escalar en la jerarqua social. Esto signific el reacondicionamiento de la

relacin patrn-cliente como fundamento poltico de la organizacin social de la naciente Repblica. El clientelismo se desarroll favorecido por la ausencia de instituciones que canalizaran la participacin popular. Ante esta situacin la participacin popular fue canalizada por medio de la subordinacin a un caudillo. La relacines entre los jefes militares y sus bases de apoyo giraron sobre la base de complejas redes de intercambio en las cuales a cambio del apoyo al caudillo los seguidores obtenan diversas prebendas. Con respecto a las razones que permitieron la continua recomposicin de la redes clientelistas, 39).menciona: ..Este continuo desplazamiento no era casual: la relacin de clientela entre caudillo y allegados reposaba en el respaldo de sus seguidores en la medida que ste fuera capaz de otorgarles favores personales. As se explica la contradanza de la vida poltica peruana durante el siglo XIX, "en donde en poco tiempo se est al lado de quien se tuvo al frente y viceversa..." La precariedad social, como consecuencia de las insalvables diferencias entre los diversos grupos sociales, Basadre (1931:

aunada a la ausencia de una burguesa capaz de estructurar un proyecto poltico condujo a la precariedad del estado y a su incapacidad aglutinadora. Al respecto Benito Lazo ( 1959: 118) , mencion lo siguiente: "La diversidad de castas de que abunda el Per es una especie de gangrena que prepara la disolucin, siempre que desde el principio no se sepa neutralizar la ignorancia e ideas groseras de las unas, los falsos conocimientos de las otras y los intereses encontrados de todos... Todava ms: no se conoce en nuestras gentes el espritu nacional que es el fomento del amor patrio y el nombre de Peruanos apenas tiene en el vulgo un vago e indiferente significado..." El estado republicano emergi en medio de una enorme precariedad social y poltica, siendo en ste sentido su expresin autntica. Esta fragilidad social expresada en la falta de un sector dirigente llev a la aparicin de dos corrientes ideolgicas contrapuestas: los liberales y los conservadores, los cuales van a desarrollar una lucha permanente por hegemonizar en el discurso y la praxis poltica en los albores del rgimen republicano. Los liberales fueron firmes creyentes en las instituciones y opositores implacables del rgimen autoritario.

Consideraban que el nuevo sistema republicano deba sustentarse en el fortalecimiento de las nuevas instituciones, especialmente del congreso, y por el debilitamiento de la institucin del ejecutivo, al cual consideraban cercano al sistema desptico colonial. Su razonamiento naca de la utopia ilustrada. Como contraparte a la posicin de los liberales, los conservadores partan de la constatacin de que nuestras instituciones no funcionaban y no lo podran hacer en mucho tiempo, lo cual pona en peligro la consolidacin de un poder organizador que garantizara el desarrollo de la nueva repblica. Frente a ello proponan la existencia de la mano dura, como solucin al vaco de poder. Esta mano dura vendra del poder de las bayonetas, de los caudillos militares que a partir de la consolidacin de sus redes de clientelaje le daran estabilidad al pas. Era favorables al rgimen presidencialista y personalista, pues consideraban que esto servira de contrapeso frente a las fuerzas disgregacionistas existentes en el pas y a la amenaza que representaban nuestros pases vecinos en el proceso de definicin de nuestras fronteras. II.2 Caudillos y poder

Los caudillos y la forma como articularon su poder fue el resultado del carcter propio de la sociedad peruana post colonial. La incapacidad intrnseca del estado para ejercer el poder en el pas permiti la aparicin y desarrollo de un feudalismo republicano, de dimensiones regionales. Las limitaciones regionales de las nuevas redes de poder surgidas con la repblica llevaron a que las redes de clientelaje y el apoyo a los caudillos tambin tuvieran estas dimensiones. Al respecto Klaren ( 2005: 177) menciona: Los caudillos eran el resultado de otro problema postcolonial. Con el colapso del estado virreinal en 1824, las tendencias polticas centrfugas inherentes al Per, pero generalmente controladas por el centro, Lima, resurgieron con fuerza. Por otro lado. el poder se dispers por el campo, en donde afirm su autoridad una red vagamente conectada y a menudo conflictiva de gamonales (hacendados seoriales), en asociacin con los terratenientes ms grandes (latifundistas). Estas lites naturales esgriman un control poltico de facto sobre vastas reas: frecuente ocupaban cargos pblicos y quedaban mayormente libres del control del estado central republicano de Lima. El eje de su poder era su control de

la

tierra

dominio

sobre

una

fuerza

laboral

servil,

conformada por campesinos in-de cuyo trabajo y servicios se apropiaban. Sobre el clientelismo imperante en las redes de los caudillos Klaren ( 2005: 178) sostiene lo siguiente: Es claro que el poder de los caudillos se encontraba articulado en torno a una muy compleja red de vnculos sociales y econmicos, bsicamente de carcter regional, que le garantizaban los recursos humanos y materiales para acceder al poder poltico. Estas redes eran los medios a travs de los cuales se poda hacer efectiva la participacin en la poltica peruana, ante la inexistencia de partidos polticos y agrupaciones formalmente constituidas. Al respecto Klaren ( 2005: 173 ) sostiene: Manipulando hbilmente el personalismo y el clientelaje hispano, estos ca los andinos movilizaron seguidores y extendieron la generosidad del tesoro \, nombramientos estatales de cargos como recompensa a la lealtad. Igualmente establecieron alianzas con diversas lites terratenientes y comunidades indgenas usando la fuerza o amenazado con hacerlo para derrotar a sus rivales, y

negocia el respaldo de la sociedad civil para obtener el poder a nivel local, regional y nacional. El resultado de esta situacin fue que la temprana sociedad republica andina constantemente fue quebrada y desestabilizada, en un contexto de descontrolados conflictos de clase y regionales, y la inexorable rivalidad entre los oficiales y la lite. Repleto de diversas elecciones, anulaciones, conjuras, conspiraciones golpes y rebeliones, el Per experiment no menos de veinticuatro cambios de gobierno en promedio uno por ao entre 1821 y 1845, y la constitucin fue escrita un total de seis veces.

Pese al papel que cumpli el caudillismo en la poltica peruana y que, en trminos reales fue la nica fuente de poder fctico en el Per. Sin embargo, fue inxcapaz de crear un pais fuerte y unido. Basadre ( 1963: TOMOI: 87) dice al respecto: Pero hubo muchos peruanos conservadores, liberales y hombres no definidos en sus ideas polticas, que acompaaron a Bolvar en los das tremendos que forjaron la victoria final. All estuvo Unanue. All estuvo Snchez Carrin. All estuvieron los jefes militares como La Mar,

Gamarra, Santa Cruz que figuraron de inmediato en la vida pblica, y, en posiciones de menor realce, los que se destacaron tanto en los aos siguientes como Castilla, Vivanco, Salaverry, Orbegoso, La Fuente. Todo lo cual no impidi la extrema debilidad inicial del pas, cuyos dos primeros Presidentes haban terminado acusados de tratos con el enemigo. En el Per postcolonial la idea de patria era an bastante dbil. Inicialmente se aliment del anti-hispanismo reinante desde las postrimeras del siglo XVIII. Con respecto a la debilidad inicial de la idea de patria, Basadre (1963: tomo I:211) menciona lo siguiente: Una de las manifestaciones ms palmarias de la debilidad inicial de la idea de Patria fue la falta de una conciencia activa en relacin con las fronteras. Pocos supieron con exactitud, en los primeros das del Per independiente, de la Amazona. El Brasil pareca distante, extrao, misterioso, como si fuera un mundo aparte. Guayaquil fue arrebatado casi sin debate. Los derechos sobre Jan, Maynas y Quijos eran conocidos unos cuantos expertos que slo a partir de 1841 y 1842 y, sobre todo, a partir de 1860, comenzaron a presentar orgnicamente las pruebas

de esos ttulos. Por el sur, si bien de un lado no se afirm, en ningn momento, bajo la dominacin de Bolvar, una pretensin sobre el Alto Per, en cambio, la desmembracin de Arica y Tarapac que hubiese podido resultar de la misin Ortiz de Zevallos, provoc hondo malestar y el propio negociador la lleg a condenar. Y as fue naciendo, pasos, entre grandes esperanzas, desorientados rudos embates y antagnicas

tensiones, el Per independiente.

Roto el vnculo con Espaa la idea de patria, carente de vnculos sociales slidos al interior de la sociedad peruana, devino en el surgimiento de faccionalismos que expresaban el carcter inorgnico de la sociedad peruana de inicios del siglo XIX. Al respecto Basadre (1963: tomo I:212-213) menciona: La guerra de la emancipacin, con sus simultneas convulsiones internas, permiti el faccionalismo que, a menudo, olvid la integridad patritica; y los conflictos surgidos con Colombia y Bolivia promovieron actitudes en donde el extremo doctrinarismo o el extremo personalismo

ahogaron el punto de vista de la conveniencia o es nacionales. La presencia de jefes oriundos de otros pases contribuy a la desorientacin. Para muchos, el paceo Santa Cruz o el cuencano La Mar que resultaron, en 1826 o en 1827-1829, teniendo en sus manos el destino del pas fueron peruanos; y para otros no, segn las circunstancias. Es importante observar que las frgiles estructuras sociales no dieron lugar a la divisin del Per. En nuestro pas pudo emerger un peligroso proceso de balcanizacin. A diferencia de las naciones europeas, en las cuales la identidad lingstica jug un papel clave; en el nuestro, el derrotero de la definicin de los espacios nacionales sigui un camino sinuoso. Esto fue destacado por Basadre (Basadre: 1963:tomo I: 213) cuando menciona: A pesar de todo, el Per fue emergiendo en su dimensin especfica, ni ms ni menos de lo que la historia haba ido gestando. Pero se fue definiendo con dificultad y bajo mltiples asechanzas. Ni la educacin ni la literatura ni el periodismo orientaron su gesta dolorosa que, ms bien,

tuvo mucho de espontneo y encontr, a veces, canales impuros.

CAPITULO III EL CAUDILLAJE Y SU PAPEL EN LA DETERMINACIN NACIONAL

III.1 La definicin de nuestras fronteras y las fuerzas disgregadoras al interior del Per. El nacimiento de las nuevas repblicas sudamericanas llev a una nueva situacin internacional al Per. Nuestro pas no slo deba construir un nuevo estado que regulara y ejerciera el poder en su territorio; sino tambin mantener relaciones de poder con los nuevos estados vecinos formados como consecuencia de la independencia. Los antiguos lmites territoriales coloniales sirvieron slo de base para la determinacin de los territorios que corresponderan a las nuevas repblicas ( 1810), pero sobre esa base se realizaran ajustes. Era necesario firmar nuevos tratados limtrofes con los pases vecinos, y en algunos casos solucionar militarmente las diferencias cuando ambos pases tenan aspiraciones notoriamente contrapuestas. La importancia de lo militar no haba terminado con la derrota de las fuerzas espaolas en Ayacucho. Al

contrario, el ejrcito sera fundamental para garantizar la existencia del estado peruano en la situacin de precariedad institucional y de indefinicin de sus fronteras. Pero el ejrcito no era an una institucin orgnica sino ms bien un conjunto de caudillos de raigambre regional capaces de movilizar recursos en funcin de ciertos objetivos; pese a ello jugaron un papel crucial para garantizar la unidad del Per en los primeros aos de vida independiente. El Per debi enfrentar diversos conflictos militares con pases vecinos durante las primeras dcadas de vida independiente. Colombia y Bolivia seran los dos pases con quienes mantendremos mayores diferencias de carcter territorial. A la cada del rgimen vitalicio en el Per, Bolvar, en su condicin de presidente de la Gran Colombia ( que por aquel entonces agrupaba a las actuales repblicas de Colombia, Venezuela y Ecuador) reclam como combinaos los territorios de la Comandancia General de Maynas. Este territorio haba pasado a la jurisdiccin del Virreynato del Per de acuerdo a la Real Cdula de 1802. Sin embargo, Bolvar hizo un llamado a los Colombianos a hacer la guerra al Per y vengar la vindicta.

Por aquel entonces gobernaba el Per Jos de la Mar. Natural de Cuenca (actual territorio ecuatoriano), haba sido investido como presidente por el Congreso de 1828, constituido despus de la cada de Bolvar. El Per debi movilizar sus fuerzas por mar y tierra para enfrentar la amenaza colombiana. La campaa naval, conducida por Martn Guisse fue un xito al lograr bloquear el puerto de Guayaquil; sin embargo, no se encontr el correlato en la campaa terrestre. El Portete de Tarqui fue el escenario donde las fuerzas peruanas fueron derrotadas por las colombianas, debido a una hbil maniobra de Sucre. La campaa militar de 1829 frente a Colombia, permiti, al menos el mantenimiento del statu quo, conservando para el Per la regin de Maynas y el gobierno de Quijos, acabando con las pretensiones Colombianas sobre la totalidad de esa regin, aunque retomadas por los ecuatorianos muy posteriormente. La importancia del contexto internacional en el que se desarroll nuestro pas fue de tal magnitud que la cada de Bolvar le abri al Per la posibilidad de ser atacado por dos frentes: Colombia y Bolivia, este ltimo donde el libertador tena an bastantes adictos. Gamarra,

aprovechando la fragilidad de La Mar ( por su origen cuencano en un momento de sentir anti-colombiano) y sus fracasos militares, tomo el poder y en su condicin de presidente logr firmar el tratado de 1829 en el cual se reconoce la pertenencia de Maynas al territorio del Per. Bolivia fue durante los primeros aos de vida independiente el pas con el que ms problemas tendremos de definicin, no solo territorial sino de ndole nacional. Bolivia nace en 1825, como la repblica de Bolvar. Un intento del Libertador de garantizar la preponderancia de la Gran Colombia en la federacin de los Andes, debilitando al Per. Bolivia, histricamente haba sido el alto-Per. Geogrfica, social y culturalmente haba sido parte constitutiva de lo peruano. Su creacin puso en peligro estos vnculos adems de los econmicos que haban sido sumamente dinmicos. El espacio geogrfico con el que naci Bolivia le impona enormes limitaciones. La costa Boliviana estaba bastante alejada de las ciudades principales de aquella repblica. Antofagasta era un puerto que estaba bastante alejado de La Paz, Chuquisaca u Oruro, si lo comparamos con Arica, puerto peruano que segua siendo la ruta de acceso al altiplano boliviano.

Agustn Gamarra. http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Agustin_Gamarra.jpg

Los

vnculos

econmicos

sociales

que

unan

histricamente tanto al sur peruano como a Bolivia hacan que las fronteras existentes entre estas dos nuevas repblicas evidenciaran su artificialidad. El ascenso al poder de Santa Cruz inici una nueva era en las relaciones entre Bolivia y el Per. Natural de La Paz, fue educado en el Cusco y form parte del ejrcito libertador peruano y cmo tal se bati en Pichincha por la Libertad de la Gran Colombia. Santa Cruz era considerado por muchos como un peruano nacido en La Paz y por otros como un Boliviano peligrosos para los intereses peruanos. Desde la llegada de Santa Cruz al poder en Bolivia busc asegurar la viabilidad geopoltica para Bolivia. Con un territorio desmembrado le sera imposible alcanzar una presencia importante en Sudamrica, adems de conformar una clase social burguesa que le d modernidad y viabilidad al pas. Santa Cruz saba que el sur peruano deba estar unido a Bolivia como condicin para superar las limitaciones que la geografa le impona a Bolivia. Santa Cruz, desde 1829, empez a avivar a grupos peruanos en Arequipa y Cusco favorables a reconstituir la unidad con Bolivia y separarse del Per. Santa Cruz,

aprovechando

que

el

sur

peruano

haba

tenido

histricamente ms vnculos con Bolivia que con el Norte del pas haba proyectado e surgimiento de un movimiento secesionista al interior de nuestro pas que sera apoyado por las armas bolivianas a travs de una invasin una vez que hubiese estallado ste. Estos intentos fueron descubiertos por Ramn Castilla y puestos en conocimiento de Agustn Gamarra, que por entonces era presidente del Per. Gamarra se convirti en un tenaz opositor a los planes de Santa Cruz, interviniendo directamente en el develamiento de los intentos secesionistas en el sur peruano. Gamarra frente al proyecto de Santa Cruz de integrar el sur peruano a Bolivia mantuvo la idea de que Bolivia siempre haba sido parte del Per y que por ello, ms bien deba integrarse Bolvia al Per, como el Alto Per haba sido parte del Per. Si bien es cierto que detrs de stos proyectos se escondan apetitos personales, es innegable que el mantenimiento de la postura de Gamarra como opositor al proyecto de Santa Cruz jug un papel importante en el mantenimiento de la unidad territorial peruana, como se aprecia durante la Confederacin Per- Boliviana.

Andrs de Santa Cruz http://bo.kalipedia.com/popup/popupWindow.html? anchor=klpcnatun&tipo=imprimir&titulo=Imprimir%20Art %EDculo&xref=20080609klphishpe_25.Kes

El golpe de estado de Felipe Santiago Salaverry y el pedido de ayuda de Orbegoso le dio a Santa Cruz la oportunidad para invadir el Per y emprender aquellos proyectos en los que haba estado meditando desde haca varios aos: el unificar al Per y Bolivia, pero especialmente el sur peruano y Bolivia. Invadido el sur peruano por el ejrcito de Bolivia , fusilado Salaverry y exiliado Gamarra, Santa Cruz dio inicio a su proyecto de unificar el Per y Bolivia: La Confederacin Per- Boliviana. La Confederacin PerBoliviana consista en la constitucin de dos estados peruanos (El Nor- peruano y el Sud- peruano ), los cuales se uniran a Bolivia. Sin embargo frente a este proyecto surgen algunas interrogantes: Por qu dividir al Per en dos partes, si su unidad no es un impedimento para la integracin con Bolivia? , Por qu no integrar Bolivia al Per como siempre haba sido y no afirmar la existencia del estado Boliviano? la divisin del Per en dos estados guarda alguna relacin con los intentos secesionistas que alent, en 1829, a favor de Bolivia?

Bandera de la Confederacin Per- Boliviana. http://bo.kalipedia.com/popup/popupWindow.html? anchor=klpcnatun&tipo=imprimir&titulo=Imprimir%20Art %EDculo&xref=20080609klphishpe_25.Kes

Santa Cruz era un poltico muy astuto y no ignoraba que existiran importantes fuerzas opositoras a su proyecto y que su constitucin legal no sera garanta de su existencia en el tiempo. Tampoco ignoraba que la oposicin tendra su bastin en el norte del Per y sus bases de apoyo en el sur, de forma tal que todo hace pensar que el mariscal paceo manejaba un plan maximalista y uno minimalista: el primero consista en integrar la totalidad del Per con

Bolivia;

pero

si

las

fuerzas

opositoras

eran

lo

suficientemente fuertes garantizar al menos la unidad del sur peruano con Bolivia, tal como lo haba proyectado desde que asumi la presidencia de Bolivia. Caudillos militares peruanos, como Gamarra y Castilla se mostraron opositores del proyecto secesionista de dividir al Per, enfrentndose abiertamente a las fuerzas de Santa Cruz hasta hacerlo abortar y reconstituir la unidad poltica del pas. Acabada la confederacin y habiendo ascendido Gamarra a la primera magistratura de la nacin por segunda vez intent materializar su propio proyecto de hacer que Bolivia forme parte del Per a travs de una invasin a territorio boliviano, pero muri en Ingavi.

III.2 Caudillaje y legitimidad La etapa conocida como la de la determinacin nacional estuvo marcada por la carencia de recursos econmicos, la inexistencia de instituciones republicanas operantes y funcionales y la fragmentacin social (BASADRE: 1963).

En ste contexto fue que surgi el caudillo militar. Flores Galindo (1999) ha expresado que el caudillo emergi en circunstancias en que el vaco de poder ocasionado por la desmembracin de la antigua aristocracia colonial y el xodo espaol ocasion que la fuente nica de poder real fuera el nacido de las bayonetas. El ejrcito peruano literalmente no exista, tan solo estaba la presencia de distintos jefes militares, los cuales congregaban a un nmero variable de seguidores segn clientela que pudieran conformar y mantener. Los grupos de poder no tenan una dimensin nacional, sino tan solo regional, como resultado de la desarticulacin econmica y social del Per. Estos grupos encabezados y liderados por caudillos se expresaron en la propia posicin personalista de los distintos jefes militares. El discurso personalista de los jefes militares fue la expresin de la falta de una visin ideolgicas orgnica de lo que es el Per. No haban programas, planes nacionales, en suma, visin de pas. En este contexto la personalidad del caudillo era la mejor garanta del orden nacional. Nuestro pas no alcanzar mnimas condiciones de gobernabilidad hasta la llegada al poder de Ramn

Castilla. Castilla cont con la capacidad de mantener el orden poltico y social, adems de empezar un proceso de organizacin del estado peruano gracias a que pudo disponer de los ingentes recursos provenientes de la exportacin del guano, del cual haban carecido los gobernantes que lo precedieron. Estos recursos los moviliz para generar una enorme clientela, de dimensiones no vistas en los aos inmediatamente posteriores a la cada del rgimen colonial. La consolidacin de la deuda interna, hbilmente apoyada por la disposicin de 1847 que indicaba que, ante cualquier duda, con respecto al real aporte del demandante de pago, se pagara lo solicitado; permiti el surgimiento de un grupo adicto a Castilla que garantiz la estabilidad poltica de la que gozo durante su primer gobierno, entre 1845 y 1851.. Antes de Castilla los caudillos militares haban venido luchando de manera implacable e ininterrumpida por el poder. Esto ha sido visto por la historiografa como el reflejo de una anarqua que impidi la construccin de un pas con un proyecto viable. Esta visin no deja de tener slidas bases. Sin embargo, no ha sabido apreciar el papel que los caudillos tuvieron en la continuidad del Per como

un pas unitario y, en suma, como la prolongacin histrica de un pas milenario. Los caudillos militares que gobernaron el Per cumplieron un papel fundamental en evitar el desmembramiento geogrfico del Per, primera condicin para asegurar la viabilidad del pas. Los caudillos no podan consolidar el sistema democrtico, representativo y constitucional del Per. En ste sentido eran esencialmente autoritarios y opuestos a los sueos doctrinarios liberales que crean que bastaban los dispositivos legales y la dacin de una Constitucin que recortaba los derechos de los gobernantes en beneficio del legislativo, como la de 1823 y la de 1828, para construir una sociedad institucionalizada y un sistema poltico respetuoso de la legalidad. A diferencia de ellos, los caudillos consideraron que el poder naca de la real capacidad de mando que se tuviera del pas. Estas diferencias entre los liberales y los caudillos, en la forma en que perciben el fenmeno del poder, explica la permanente oposicin entre stos y el hecho de que el legislativo y la normatividad legal fuera un campo de batalla en el cual se buscaba recortar o recortar el poder de los gobernantes de turno. Tuvimos desde Congresos

enemigos del poder centralizado en la figura del presidente de la Repblica, como lo fue en de 1823, hasta obsecuentes y presidencialistas como el de 1839. Con respecto a la Constitucin de 1839, Basadre ( 1963: Tomo I: 442), menciona lo siguiente: Es as cmo la Carta de Huancayo representa una novedad en la historia constitucional peruana: es la primera Carta de contenido autoritario elaborada en el pas; mejor dicho, es el primer exponente constitucional de un autoritarismo nacionalista Esta inicial idea del poder de los caudillos no supuso una posicin contraria al mantenimiento de las formas constitucionales peruanas. Al contrario, estas formas fueron hbilmente utilizadas y aprovechadas por ellos, como medio para hacerse y conservar el poder. Un ejemplo claro de ello fue la postura que Agustn Gamarra tom frente a la constitucionalidad del pas una vez acabada la experiencia de la Confederacin PerBoliviana, emergiendo como el general victorioso que construy un orden constitucional a su medida a travs de la llamada Constitucin de Huancayo, en 1839.

Con respecto al papel que el Congreso de Huancayo cumpli en la legalizacin del poder por parte de Gamarra, Basadre (1963: Tomo I: 447) menciona lo siguiente: Esta segunda Presidencia de Gamarra se inici con una aparente sumisin a las formas legales. En su mensaje al Congreso de Huancayo el 15 de de 1839, Gamarra dijo: "Mis cansados aos han extenuado tanto mis fuerzas, que no permiten consagrarme al despacho de los negocios pblicos con la actividad que deseara. Yo ser el primero en dar ejemplo de sumisa reverencia a vuestros preceptos, desde el hogar domstico a donde me retiro. Mis sacrificios por la libertad quedarn ampliamente si vuestra indulgencia se digna recompensados,

dispensarme los errores en que haya incurrido Ms adelante Basadre ( 1963: TOMO I: 447), menciona lo siguiente: El Congreso de Huancayo lo nombr como ya se ha dicho, Presidente provisorio; y l, por cierto, acept el nombramiento, dando "ejemplo de sumisa reverencia". Pero el mismo Congreso, por ley de 26 de noviembre de 1839, mand efectuar, sin demora, la eleccin del Presidente Constitucional de la Repblica por los colegios electorales, encargando a los diputados que volvieran a

reunirse, esta vez en Lima, para hacer la calificacin de las actas y la proclamacin del candidato que hubiera obtenido la mayora de votos. Los peridicos de la poca presentaron a esta ley como un gesto de sublime desinters. Dijeron que la Constituyente de Huancayo pudo ordenar la eleccin presidencial popular simultnea con la de diputados del Congreso ordinario, lo cual hubiera significado un ao de prrroga a la Presidencia provisoria; o, efectuar, con la autorizacin de un artculo constitucional transitorio, la eleccin presidencial mediante un acto de la misma Constituyente, como en 1827, lo cual hubiera La satisfecho la vanidad lleg a y ser servido a las La conveniencias de Gamarra. eleccin popular efectuada. Constituyente, transformada en Congreso, se volvi a reunir en Lima del 7 al 11 de julio de 1839. Verificado el escrutinio, result elegido Gamarra por 2,542 votos de los 3,028 sufragados en los colegios electorales de 58 provincias. Torneo obtuvo 253 votos y La Fuente 192. Apenas si algunos votos indicaban, pues, la surgente ambicin del general Juan Crisstomo Torneo. Proclamado Presidente constitucional, Gamarra se dio por sorprendido afirmando pblicamente que se haba estado

preparando "a presenciar, libre de los azares de la vida pblica, el hermoso espectculo de la felicidad comn". Y, sin duda, la eleccin no haba sido sino una imposicin oficial. Del mismo modo, el nombramiento de Presidente provisorio que le confiriera la Constituyente de Huancayo, haba tenido ese carcter III.3 El papel del nacionalismo A falta de nacin, el nacionalismo fue la fuerza ideolgica que le dio continuidad al pas. Desde el surgimiento de nuestra vida republicana el nacionalista haba sido el discurso ideolgico preponderante. A La Mar y a Santa Cruz se les acus permanentemente de no ser peruanos. Gamarra justific siempre su presencia en la vida poltica del pas a travs de su discurso nacionalista. Pero, Sobre que bases se asentaba el discurso nacionalista en el Per? En el Per el discurso nacionalista provena del siglo XVIII. Rowe seal que durante aquel siglo este discurso fue el soporte para las reivindicaciones impulsadas por el sector de caciques, especialmente del sur andino. Esta tesis ha sido recogida por una gran cantidad de investigadores (Tamayo Herrera: 1980) ( Flores Galindo: 1994 )( Loayza

: 2005), entre otros. Este nacionalismo Inca se expres de igual manera en el proyecto poltico revolucionario Tupacamarista ( Loayza: 2005 ), cuyo tenor principal fue la bsqueda por conformar una nacin peruana, claramente diferenciada de la espaola, cuya caracterstica principal fuera la integracin de todos aquellos sectores no peninsulares ( Flores- Galindo: 1994 ). Sin embargo, el proyecto poltico Tupacamarista no cristaliz y a partir de ah se irn ensayando diversos discursos, paralelos, que buscarn darle viabilidad al Per. Uno de los ms importantes fue el impulsado por los revolucionarios de 1814. Representaba la afirmacin de los sectores medios de la sierra sur, especialmente del Cusco, frente a la hegemona de la aristocracia limea, abiertamente comprometida con el sistema colonial hasta entonces. Abortado el intento revolucionario encabezado por los hermanos Angulo el epicentro del discurso nacionalista ir trasladndose progresivamente hacia Lima y la costa norte del Virreynato del Per, sin que ello signifiqu la inexistencia de discursos nacionalistas en otras regiones. La independencia del Per, entendida como el resultado del desmembramiento continental del poder espaol en

Amrica, puso a la sociedad peruana de cara al desafo de construir un estado-nacin. El territorio virreynal fue el imaginario que aliment la idea de lo que era el Per. Nuestro pas no se diferenciaba lingsticamente de sus vecinos, la cultura, dada nuestra diversidad interior no poda ser en modo alguno un factor de unificacin. Cos escasas vas de comunicacin, con un pas geogrficamente desconocido en gran parte y con una sociedad desmembrada en la cual el racismo era la fuerza aglutinante, la idea del Per como un territorio, continuidad histrica del pasado incsico era el elemento ideolgico que poda darle impulso a la continuidad de nuestro pas. La ideologa expresa los intereses de una clase, sector, faccin o grupo social. En este sentido, no sera apropiado referirnos exclusivamente a este factor divorcindolo de los sectores que le dieron vida y que la utilizaron como forma de legitimarse en geogrficamente, el poder. Ante un pas y socialmente econmicamente

desmembrado la idea del territorio colonial qued apoyada eficazmente por la afirmacin del pasado Inca. Lo inca sigui jugando un papel fundamental, al igual que en el siglo XVIII, en la construccin de un nacionalismo que

surgi ms como oposicin que como afirmacin. Fue en primer trmino opositor al sistema de dominacin colonial y despus afirmacin de una nacin idlica de la cual todos nos considerbamos herederos, la Inca, aunque eso no resistiera el mayor anlisis ni el escrutinio del sentido comn. Una prueba de ello es la persistencia de los smbolos y alegoras incsicas durante la primera etapa de la vida independiente del Per. Este recuerdo idlico con respecto a lo Inca no implic en ningn sentido la idea de que los indgenas eran parte integrante de la nacin peruana. El racismo sigui imperando en nuestra sociedad y los indgenas siguieron siendo tan indios como lo haban sido durante la poca colonial. Ante el vaco de poder producido tras la cada del rgimen colonial, los caudillos militares emergieron como los nicos capaces de hacerse del control del Estado por la fuerza de las armas. Pero todo poder necesita ser legitimado y anclarse en las ms profundas aspiraciones e imaginarios sociales para tener soporte. Ante la falta de una nacin peruana, el nacionalismo compens la situacin de fragmentacin estructural que viva el pas.

Basadre ( 1963) ha sealado que uno de los retos ms importantes que tuvo el Per durante los primeros aos de vida independiente fue el de determinar su mbito geogrfico. Las relaciones internacionales del Per con las nuevas repblicas vecinas eran en ste sentido fundamentales. La determinacin de las fronteras de nuestro pas eran, en el contexto peruano, fundamentales para construir la nacin. El nacionalismo en el Per que naci como oposicin a Espaa, recogiendo el discurso criollo de Vizcardo y Guzmn, planteaba como sustento ideolgico la distancia geogrfica entre Amrica y Espaa. Ello deriv en un nacionalismo que parta de las diferencias geogrficas entre el Per y sus vecinos. La afirmacin y defensa del espacio geogrfico se convirti entonces en el soporte concreto al discurso nacionalista encarnado en los caudillos. Esta fue una de las razones por las cuales el caudillismo, en la prctica se impuso al discurso liberal. Las fronteras solo podran defenderse con las armas y slo los jefes militares podran hacerlo. Nuestros caudillos militares desde la guerra con Colombia hasta la fracasada invasin a Bolivia manejaron

hbilmente el discurso nacionalista como oposicin a nuestros vecinos y a su voraz inters por desmembrar el Per. El nacionalismo peruano sigui siendo de oposicin durante las dos primeras dcadas posteriores a la independencia, ya no tanto con respecto a Espaa como a nuestros vecinos y a la amenaza que representaban. Escribir sobre el nacionalismo desde la oposicin a Bolvar El nacionalismo que surgi durante la vigencia del rgimen vitalicio si bien tuvo variados orgenes, estuvo cargado por un inicial nacionalismo. El nacionalismo fue un arma ideolgica que busc justificar las aspiraciones de la aristocracia peruana en su intento por mantener el control del pas con Riva-Agero y Torre Tagle. De igual manera aliment la desconfianza creciente que signific la presencia de las tropas colombianas en el Per. La presencia misma de Bolvar, que en un primer momento fuera loado como nadie antes en el Per por el Congreso, los hombres ms notables del Per y el pueblo muy pronto se convirti en un personaje que despert la desconfianza de varios sectores. El rechazo a Bolvar estuvo representado por los militares peruanos que estaban bajo su mando supremo y que a travs de su expulsin podran ocupar su lugar en el poder. Estos

militares tenan como principal justificacin de sus aspiraciones el carcter colombiano del libertador. Con respecto a la oposicin a Bolvar por parte de quienes seran los caudillos militares del Per Basadre ( 1963: TOMO I: 153), menciona: El aspecto personalista de la oposicin contra Bolvar se revelaba, sobre todo, en el ansia de sus tenientes por gobernar. La divisin de los partidos y la ruina de la hacienda pblica en Colombia, obligaron a Bolvar a dejar el Per y a dirigirse a ese pas, temiendo que si su ausencia se prolongaba, imperara all la guerra civil. Pero tambin en el Per abundaban las ambiciones impacientes. El general Agustn Gamarra, prefecto del departamento del Cuzco, el general Antonio Gutirrez de La Fuente, prefecto de Arequipa, el mismo general Andrs Santa Cruz, presidente del Consejo de Gobierno creado por Bolvar para gobernar en su reemplazo, aspiraban a usar del poder de modo ms completo o vasto. El nacionalismo fue parte del discurso legitimador caudillista durante las primeras dcadas posteriores a la independencia. De hecho los opositores a La Mar hicieron campaa en contra de su liderazgo acusndolo de Colombiano, por haber nacido en Cuenca, durante la

guerra que nuestro pas mantuvo con aquella repblica, de la cual result a asuncin de Gamarra como presidente y la defenestracin a La Mar. La presencia caudillista y su discurso nacionalista se vieron fortalecidos por los avatares de la determinacin de la nacionalidad peruana. Uno de los casos que ms importancia tuvo en este contexto fue el de la Confederacin Per- Boliviana. Santa Cruz haba nacido en La Paz, desde 1825 perteneciente a la Repblica de Bolivia. Haba lucha por la independencia del Per como un oficial peruano destacado. Bolivia haba nacido segregando al Per. Histricamente el Per y Bolivia , el Alto y el Bajo Per, haban sido parte de una misma unidad geogrfica y cultura. El intento de Santa Cruz de reunificar ambos territorios a partir de un modelo Confederado no estuvo exento de personalismos. El triunfo de la Confederacin habra significado la consolidacin de Santa Cruz y el eclipsamiento de Gamarra. Esta fue una de las razones por las cuales el caudillo cusqueo present una abierta oposicin al modelo Santacrucino. De hecho, Gamarra no se opona a la unificacin del Per y Bolivia, postulaba la idea de que

Bolivia deba desaparecer y pasar a ser parte integrante del Per, con l a la cabeza. La campaa de Gamarra contra la Confederacin PerBoliviana fue justificada con un hbil discurso nacionalista de ndole territorial: la negativa al desmembramiento del Per en dos estados (El Nor- Peruano y el Sud Peruano). Gamarra desde las banderas de la nacionalidad hbilmente congreg una importante oposicin nacional e internacional a la Confederacin y se situ como la personificacin de la nacionalidad peruana. El fin de la Confederacin se manej como la consolidacin de la unidad del Per, expresada en la hegemona poltica de Gamarra, gracias al Congreso y a la Constitucin de Huancayo. La constitucin de Huancayo se caracteriz por su acentuado tinte nacionalista. Sobre el nacionalismo del Congreso de Huancayo, Basadre (1963: Tomo I: 445) sostiene que: Al lado del autoritarismo, tuvo la Constitucin de 1839 como vigorosa caracterstica, el nacionalismo. La nacin no poda hacer pactos que se opusieran a la independencia la unidad. La forma de gobierno era

inalterable. La aprobacin del Poder Legislativo deba seguir a los pactos que se celebraran con potencias extranjeras. El extranjero que adquiriera propiedades en la Repblica ira equiparado, en cuanto sus obligaciones, a los ciudadanos peruanos. Para dar empleo a los extranjeros apareca como un requisito necesario el acuerdo del Consejo de Estado. El acto de contraer matrimonio en el Per implicaba la naturalizacin. Para ese nacionalismo haba razones comprensibles. Era el rescoldo de: cuatro aos de guerras civiles e internacionales, en las que soldados de las naciones vecinas haban luchado en suelo peruano; y era el contraste vivo con el rgimen que acababa de ser derribado, rgimen sostenido no lo por las bayonetas bolivianas, sino tambin por el oro ingls. No fue incompatible con el nacionalismo de Huancayo un amplio americanismo. En esa asamblea fue aprobada una ley para reunir a plenipotenciarios de todo el continente. Puede afirmarse, en suma, que el nico destello resueltamente liberal que se vislumbra en la Constitucin de 1839 son el artculo que mantiene juicio por jurados y el que prohibe slo el ejercicio pblico de cualquier otro culto que no fuera el catlico. Las Constituciones anteriores

haban prohibido dicho ejercicio en principio y al respecto se haba discutido extensamente en la Constituyente del 27.

CONCLUSIN

La sociedad peruana durante las primeras dcadas posteriores a la independencia exhiba una condicin de fragilidad estructural. Desde el punto de vista tnico cultural eran patentes las diferencias, patentizadas y hbilmente explotadas por el sistema colonial. Estas diferencias eran la base estructural de un sistema de dominacin que no enfrent la independencia. La nacin era una ficcin solo acariciada desde el plpito del idelogo liberal o conservador; pero carente de todo contenido concreto. La sociedad peruana republicana era la heredera de la sociedad colonial. Fue la dominacin espaola la que estructur socialmente a lo que hemos de llamar Per. Lo andino dej de ser el nico componente de nuestra identidad cultural. Los nuevos elementos que pasaron a ser parte de la sociedad peruana y que dieron lugar a lo peruano, tal como lo conocemos hoy, se entretejieron en una compleja de red de relaciones caracterizadas por la dominacin constituyeron y la los explotacin. vnculos Esas relaciones que de nos dominacin y explotacin, aunque parezca paradjico fundamentales

permiten hablar de sociedad peruana; pero a la vez expresan la fragilidad de la misma. Siendo la sociedad peruana esencialmente frgil, el problema de la viabilidad del Per no poda resolverse a nivel de una identidad nica y nacional que se expresara a nivel poltico en la conformacin de un estado- nacin. En ste sentido, la nica garanta de la existencia del Per como pas deba ser la existencia de estructuras de poder que pudieran garantizar la continuidad poltica de los antiguos territorios que haba pertenecido al virreynato del Per; esto es, un sistema poltico que garantizara un Estado medianamente capaz de impedir la desmembracin del Per. El estado peruano surgi de una independencia a la cual, en cierta medida, nos vimos arrastrados. Carente de recursos econmicos mnimos fue completamente incapaz de cumplir mnimamente sus funcionas. El vaco de poder, dejado por el estado colonial fue llenado por el creciente poder de los nuevos terratenientes surgidos de las guerras de independencia. Estos nuevos terratenientes dejaron de ser simples poseedores de tierras y riqueza para

convertirse

en

la

personificacin

del

Estado,

feudalizndose de sta manera el pas. La paralizacin de las actividades econmicas, la

desarticulacin de la economa peruana y la dependencia creciente de nuestra economa frente a las necesidades del capital ingls impidieron la formacin de una burguesa nacional capaz de elaborar un proyecto nacional peruano. En este contexto dos fuerzas actuaron como una amenaza a la unidad del Per: por un lado los crecientes conflictos internacionales orientados a la definicin de fronteras internacionales; pero por otro lado, los crecientes regionalismos que amenazaban la unidad del pas. Frente a stas condiciones estructurales, los caudillos militares van a construir un poder poltico capaz de darle, en la prctica, una continuidad al estado, oponindose a las fuerzas externas que buscaron arrebatarle al Per grandes extensiones de territorio as como a las fuerzas internas que intentaron de manera recurrente desmembrar al Pas.

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