Revista Ejercito Nº 866
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Revista Ejercito Nº 866
DOCUMENTO 25 aos del Mando de Artillera Antiarea ARTCULOS El Comit Militar de la OTAN: Esencia de la Alianza Doctrina y Tctica
ndice
Sistema PATRIOT en fuego
EDITA
EDITORIAL DOCUMENTO
25 AOS DEL MANDO DE ARTILLERA ANTIAREA
Presentacin
DIRECCIN Director General de Brigada Lorenzo LVAREZ ARAGN Subdirector, Jefe de Colaboraciones y Administracin Coronel Jos Luis RUIZ BARANCO Jefe de Ediciones Coronel Jos Juan VALENCIA GONZLEZ-ANLEO CONSEJO DE REDACCIN Coroneles Melndez Jimnez, Domnguez del Valle, Pouts lvarez, Garca-Mercadal, Molina Pineda de las Infantas, Garca y Prez, Muoz Blzquez y Arizmendi Lopz Tenientes Coroneles Urteaga Tod, Borque Lafuente, Dez Alcalde y Jarillo Caigueral Comandantes Hernndez Calvo, Martnez Gonzlez, Villalonga Snchez, Guerra Gil y Urbina Redondo Suboficial Mayor Blanco Gutirrez NIPO: 083-13-005-3 (Edicin en papel) NIPO: 083-13-004-8 (Edicin en lnea) Depsito Legal: M. 1.633-1958 ISSN: 1696-7178 Correctora de Estilo Paloma Prado Caballero Servicio de Documentacin Emilia Antnez Monterrubio Corrector de Pruebas Capitn Jos Manuel Riveira Crdoba Diseo Grfico y Maquetacin Ignacio Moreno Piqueras Ana Maria Gonzlez Perdones Laura Bevia Gonzlez M Eugenia Lamarca Montes Inmaculada del Valle Olmos Fotocomposicin, Fotomecnica e Impresin CENTRO GEOGRFICO DEL EJRCITO Colaboraciones Corporativas ASOCIACIN ESPAOLA DE MILITARES ESCRITORES Promotor de Publicidad EDITORIAL MIC C/ Artesiano s/n. Polgono Industrial Trabajo del Camino, 24010 Len Telf.: 902 271 902 / Fax: 902 371 902 Email: [email protected] [email protected] Fotografas: MDEF, DECET, MAAA, Colmeiro y Alberti REVISTA EJRCITO C/. Alcal 18, 4. 28014 MADRID Telf.: 91-522 52 54. Telefax: 91-522 75 53
JUAN VICENTE CUESTA MORENO. General de Brigada. Artillera. DEM. Jefe del Mando de Artillera Antiarea.
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NUESTRAS INSERCIONES
Nota a los Lectores Boletn de Suscripcin Normas de Colaboracin Publicidad Revista Fundacin Museo del Ejrcito Libros de Defensa 6 7 26 79 105 126
Interior de Contraportada: Y nada ms desorganizador que este vaivn violento entre la debilidad... 131
PUBLICIDAD: Ibersystems, 104 Catlogo de Publicaciones de la Administracin General del Estado http://publicacionesoficiales.boe.es
ARTCULOS
Doctrina y Tctica
FELIPE QUERO RODILES. General de Divisin. DEM. 8
SECCIONES
Observatorio Internacional de Conflictos
Golpe en la Repblica Centroafricana CARLOS ECHEVERRA JESS. Profesor de Relaciones Internacionales de la UNED Corea del Norte: Un problema inquietante ALBERTO PREZ MORENO. Coronel. Infantera. DEM.
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Hemos Ledo
Aprovechando el sol para el combate Vacuna contra el estrs del combate R.I.R
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La carga de Caballera
ELADIO BALDOVN RUIZ. Coronel. Caballera. DEM 96
FLPEZ
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Informacin Bibliogrfica El primer Dunkerque: La batalla de Elvia. Retirada y muerte del General Moore
El Arte de la Guerra en el mundo antiguo SEAL TEAM SIX. Memorias de un francotirador de las Fuerzas especiales
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Sumario Internacional
FE DE ERRATAS Comunicado por CGTAD error en datos de autores remitidos de los siguiente artculos del Num 864 Extraordinario Marzo, debern leerse: -EUROCUERPO en Afganistn. Autor: VCTOR PUJOL DE LARA. Teniente Coronel. Infantera. DEM. -ISAF y su apoyo a la mujer afgana. Autor: VIRGILIO SORIANO AZORN. Brigada. Artillera Antiarea y de Costa. -Las Operaciones Areas en el Teatro Afgano. Autor: CARLOS JAVIER GARCA GUARNIZO. Comandante. Artillera. DEM. La edicin papel del citado nmero de la Revista se emiti sin las pginas 87-88 por problemas grficos. Las citadas pginas se pueden consultar o bajar de las versiones electrnicas de dicho nmero en los histricos de la Revista Ejercito alojados en INTRANET e INTERNET.
La Revista Ejrcito es la publicacin profesional militar del Ejrcito de Tierra. Tiene como finalidad facilitar el intercambio de ideas sobre temas militares y contribuir a la actualizacin de conocimientos y a la cultura. Est abierta a cuantos compaeros sientan inquietud por los temas profesionales. Los trabajos publicados representan, nicamente, la opinin personal de los autores.
Redaccin, Administracin y Suscripciones: Seccin de Publicaciones de la JCISAT. C/. Alcal 18, 4. 28014 MADRID. Telf.: 91-522 52 54. Telefax: 91-522 75 53. Pg. WEB: www.ejercito.mde.es, E-mail: [email protected]; [email protected]. Suscripcin anual: Espaa 12,02 euros; Europa:18,03 euros; resto del mundo: 24,04 euros. Precio unidad: 2,4 euros. (IVA y gastos de envo incluidos) LA VIGENCIA DE LOS PRECIOS REFERIDOS SER DURANTE EL AO 2013
Editorial
E
l 1 de mayo de 1988 se crea, en el Ejrcito de Tierra, el Mando de Artillera Antiarea (MAAA). Con este motivo el Documento, en este nmero de mayo, repasa su historia, detallando aspectos principales de su organizacin y de la evolucin de sus unidades y materiales antiareos. Tambin se analiza el proceso de la integracin del MAAA dentro del Sistema de Defensa Area del territorio nacional y su papel en la proteccin de unidades. El artculo final aborda el futuro de este Mando y de la Artillera Antiarea en el siglo XXI.
a Revista abre con un interesante artculo en el que su autor realiza una defensa de la tctica como campo de conocimiento esencial
del militar. Doctrina y Tctica es una reflexin sobre el largo proceso de decaimiento de los estudios tcticos y la esperanza de su recuperacin con la aparicin de la nueva Doctrina de Empleo de las Fuerzas Terrestres, en cuya Introduccin se subraya, como diferencia con otras doctrinas anteriores, su vocacin inequvocamente tctica.
l artculo Nueva Alimentacin en Campaa reflexiona sobre las mejoras que deben acometerse para perfeccionar la actual alimentacin
que tambin lo han hecho las preferencias alimentarias de nuestros jvenes combatientes y lo que actualmente puede ofrecer la industria agroalimentaria.
E E E L L
n El Comit Militar de la OTAN: Esencia de la Alianza, su autor defiende que no se debe utilizar un proceso de transformacin para alterar aspectos
esenciales del Comit Militar de la Alianza, organismo que se ha mostrado necesario y eficaz para asesorar con objetividad, rapidez e independencia, as como para lograr consenso sobre el empleo de fuerzas OTAN.
l artculo El Arte de la Guerra: Una Asignatura Pendiente como anuncia claramente su ttulo propone una asignatura sobre el
arte de la guerra, sugiriendo cul debe ser su propsito, caractersticas, mtodos y contenidos. Se basa en las ideas pedaggicas del reformador del Ejrcito prusiano Gerhard Johann von Scharnhorst (1755-1813).
l siguiente trabajo, Mortero Embarcado Automatizado: Posibilidades de Empleo, analiza las caractersticas del modelo CARDOM, adoptado por
el Ejrcito espaol.
os dos ltimos artculos estn dedicados a narrar diferentes hechos histricos, cuyas conclusiones permiten al militar de hoy extraer lecciones
provechosas.
a Revista cierra con sus habituales Secciones Fijas, como siempre amenas y enriquecedoras para el lector.
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Firmado:
DOCTRINA Y TCTICA
Felipe Quero Rodiles. General de Divisin. DEM.
La tctica siempre fue fundamento y razn de ser de la carrera de las armas, por ello en los estudios tcticos se concentra siempre la formacin de los combatientes y unidades, y las inquietudes de los militares de carrera. El resultado fue claramente fructfero, como as lo corroboran los xitos de nuestros cuadros de mando y unidades en cuarteles generales y operaciones internacionales. Sin embargo, desde hace unos aos se observa un importante decaimiento del inters profesional por la tctica que merece atencin, no en balde 8
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es el elemento sustancial del pensamiento militar y nada hace pensar que vaya a dejar de serlo. Nuestro Ejrcito necesita y merece que sus cuadros de mando y sus unidades sigan manteniendo el alto nivel de preparacin profesional que siempre tuvieron. La publicacin de una nueva Doctrina nos invita a una primera reflexin sobre su contenido tctico que, por razones de extensin, vamos a limitar a los tres aspectos ms esenciales: su carcter, los principios y los medios.
La actividad ms esencial y genuina de toda organizacin ha de regirse por una norma fundamental que, en el caso de la milicia, es la Doctrina
poblacin en catstrofes, etc., aunque en todas ellas intervengan unidades militares. Una primera cuestin que plantear a la nueva Doctrina es la de continuar manteniendo la ausencia de su carcter tctico del ttulo, decisin que se adopt en la Doctrina de 1996 y que se justific por la necesidad de superar el nivel tctico. Esta supresin fue mantenida por la Doctrina de 1998 y 2003, aunque de forma ms artificial que real, puesto que las tres recogieron la definicin, prcticamente literal, de tctica como base de su contenido.6 Todo parece apuntar a que la supresin fue un artificio para dar cabida a actuaciones de carcter no-tctico: a las operaciones no-blicas. En la nueva Doctrina la supresin contrasta fuertemente con su anunciada vocacin tctica.7 Es obvio que la actividad ms esencial y genuina de toda organizacin ha de regirse por una norma fundamental y que, en el caso de la milicia, es la Doctrina. Ha de contener entonces los enunciados a los que han de ceirse las actuaciones ms esenciales del Ejrcito: regir el combate. La Doctrina concepta, define y ordena los preceptos y elementos constitutivos de la accin militar en el combate y la forma de aplicarlos, por lo que su carcter es inequvocamente tctico. As lo
El concepto de tctica fue felizmente definido como el arte de disponer, mover y emplear las tropas sobre el campo de batalla con orden, rapidez y recproca proteccin, teniendo en cuenta: misin, enemigo y medios propios
reconocieron en su ttulo las sucesivas Doctrinas hasta la de 1980 incluida. Es cierto que ltimamente el concepto tctico se ha ampliado en gran medida, pero sin desmerecer de lo dicho. El Diccionario de la Real Academia, siguiendo la lnea conceptual militar, contempla la tctica con carcter general, como el arte que ensea a poner en orden las cosas, o mtodo o sistema para ejecutar o conseguir algo, definicin que dio lugar al reconocimiento de tcticas financieras, comerciales, deportivas, criminales, etc. Pero una cosa es evidente: de la misma forma que las actividades ajenas a las finanzas, aunque estn realizadas por economistas, no son tctica financiera, y tampoco es tctica futbolstica la que trata actividades ajenas al ftbol, aunque estn realizadas por futbolistas, no es tctica militar la actividad ajena a la accin genuina, al combate. Una segunda cuestin que interesa resaltar de la nueva Doctrina es que no diferencia entre acciones claramente tcticas (acciones ofensivas, defensivas, de proteccin y seguridad), y otras palmariamente no tcticas (reconciliacin entre
adversarios, desarrollo de instituciones polticas, sociales, legales y econmicas, bienestar de ciudadanos, catstrofes y calamidades pblicas).8 Es lo cierto que en las operaciones internacionales actuales se emplean con frecuencia unidades militares en acciones no tcticas, en situaciones y ante riesgos no propiamente militares, invocando como justificacin la seguridad y la proteccin, lo que plantea serias dudas acerca de que estas acciones tengan que ser tratadas por una doctrina tctica. Parecera ms acertado que la regulacin conceptual y preceptiva de las actuaciones no tcticas fuesen objeto de una normativa especfica, no tctica, y, en todo caso, complementaria de la Doctrina, pero no del mismo rango normativo profesional.
UNIFIL, Libano
En evitacin de confusiones, ambigedades y malignas interpretaciones, y en beneficio de la relevante importancia de su funcin, sera conveniente que la Doctrina se dedicase estrictamente a la funcin genuina militar, al aspecto tctico de la accin militar, del combate, y que las actuaciones no tcticas de unidades militares, del tipo apoyo humanitario o emergencia en catstrofes, se rigiese por esa norma especfica. En el momento en que la situacin o el riesgo lo demanden, la actuacin pasara al orden tctico y a ser regida por la Doctrina, puesto que, de la misma manera que una doctrina nica no puede resultar igualmente eficaz para dos ejrcitos distintos, tampoco lo puede ser para acciones tcticas y no tcticas, aunque se lleven a cabo por unidades del mismo ejrcito. Las fuentes de una Doctrina son la ciencia y el arte militares, pero tambin lo son las leyes nacionales, las lecciones aprendidas de la historia militar nacional y universal, el derecho
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estabilizacin (ya comentadas), y de colaboracin con las autoridades civiles para proporcionar seguridad y bienestar de los ciudadanos. Como en las de estabilizacin, incluye acciones de carcter tctico (disuasin o imposicin), de apoyo en catstrofes, calamidades y otras necesidades pblicas de proteccin civil (de claro carcter no tctico) y de apoyo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para la lucha contra el terrorismo, con un carcter de refuerzo ms que tctico. De acuerdo con lo citado, parecera ms acertado y conforme al carcter tctico de la Doctrina, considerar tcticas las acciones de seguridad y proteccin, subsidiarias la de carcter no-tctico y proteccin civil, y de refuerzo el apoyo a las fuerzas policiales.10 LOS PRINCIPIOS El combate siempre se rigi por afirmaciones categricas que, a modo de axiomas, actan de guas impulsoras, insustituibles e indiscutibles del acto tctico, haciendo posible la accin ordenada y eficiente de todos los elementos que intervienen en el combate.11 Nuestra Doctrina de 1924 acogi ya estos axiomas como afirmaciones primarias o sin referencias anteriores, es decir, como principios.12 Para unos fueron principios de la guerra, para otros del arte de la guerra, pero siempre principios fundamentales para afrontar el combate y la batalla. Dado que su carcter es eminentemente tctico, probablemente habra sido ms acertado denominarlos principios tcticos. El debate sobre su mbito y dimensin es antiguo y tambin poco 12
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relevante13, pero de lo que no hay duda es de que constituyen la base y fundamento de toda accin de combate. Inicialmente se consideraron tres principios (voluntad de vencer, accin de conjunto y sorpresa) y se les otorg la categora de inmutables, es decir, invariables e independientes de procedimientos, objetivos, medios y circunstancias del momento, lo que, en principio, resulta perfectamente coherente con el concepto de principio pero excesivo para la sorpresa, de claro carcter ejecutivo y, por tanto variable. Estos tres principios inmutables se mantuvieron en la Doctrina de 1956 y se contemplaron tambin otros tres principios derivados (libertad de accin, aprovechamiento del xito y economa de fuerzas), en cierta contradiccin con la condicin primaria del principio. Por el respeto que la Doctrina merece, quizs habra sido ms acertado suprimir la sorpresa de los tres fundamentales, de claro carcter ejecutivo y circunstancial, incluir en estos la libertad de
Todo este proceso (variacin de los principios en las sucesivas Doctrinas) pone de manifiesto una especie de conceptuacin inestable y dubitativa en materia de principios, tanto en sus enunciados como en su carcter y categora
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El espritu de Arma constituye una especie de ADN esencial para el combate, hasta el extremo de que si las Armas desaparecieran y hubiese que volver a combatir, habra que recrearlas urgentemente, con el riesgo de la improvisacin
Hay que subrayar el acierto en mantener como primer principio la voluntad de vencer, donde radica el impulso espiritual ms slido para combatir, superando las reservas al uso de la fuerza, a la violencia y, por tanto, al sentido de la victoria. Su alcance y contenido son muy superiores al querer del acto humano, puesto que no se trata de la voluntad de hacer bien las cosas o de cumplir con eficiencia la misin, sino de un firme y persuasivo deseo de imponerse al enemigo por la fuerza, cuantas veces sea necesario y superando toda resistencia.20 Es el presupuesto moral insustituible para el combate porque implica fe inquebrantable en la victoria, en la justicia y legitimidad de la causa por la que se lucha, y confianza en nuestras unidades y en sus capacidades. No hay valor que pueda sustituirlo. Otro acierto de la nueva Doctrina es mantener como segundo principio la libertad de accin, valor militar universal por cuanto supone de energa imprescindible para crear condiciones favorables o aprovechar las existentes para resolver satisfactoriamente el combate. Implica capacidad de decidir, preparar y ejecutar las acciones de combate necesarias, y a pesar de la voluntad del adversario, lo que le convierte en condicin indispensable para alcanzar el xito, superando con creces el poder de las constantes del acto humano. Sin embargo, no parece un acierto mantener como principio fundamental la capacidad de ejecucin porque toda capacidad, en la medida que habilita para aplicar modos, formas y medios, es ms una condicin ejecutiva y procedimental que un principio Quizs podra sustituirse por el principio de unidad, axioma tambin fundamental y universal, que implica unidad de mando y 14
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de accin de todos los que intervienen en el combate, incluyendo la accin de conjunto y la unidad de esfuerzos, o sustraerlo toda vez que no es necesaria una tripleta de principios doctrinales fundamentales. LOS MEDIOS Los medios de combate se fueron configurando a lo largo de la Historia conforme lo demand la batalla, asentndose como estructuras tcticas que, debidamente combinadas en su accin, hacan posible la victoria. Sumeria, en la poca del combate en las distancias muy cortas, de la lucha cuerpo a cuerpo, cre una estructura especializada que, con el tiempo, se denomin Infantera. Los persas sintieron la necesidad de la rapidez en el combate y utilizaron el caballo, lo que dio lugar a una estructura especializada en la velocidad que, con el tiempo, se denomin Caballera. La plvora hizo posible la creacin de las armas de fuego que, superando el efecto de las mquinas de guerra medievales, inici la destruccin a distancia y dio lugar a la aparicin de la que se denomin Artillera. Y finalmente, la necesidad de proteccin, de dar paso a las unidades propias y dificultar el de las del enemigo, dio lugar a la estructura especializada en el obstculo y la fortificacin, los Ingenieros o Zapadores. Esas especificidades para el combate hicieron florecer unas cualidades morales, tcticas y
Ejrcito Persa
Guerra de Irak
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como simples depositarias de valores tradicionales, de identidad, de espritu y del modo de ser, as como del sentir y vivir la contribucin al xito de la misin, sea esta de combate o no. Se agrava el deterioro al considerar que solo las pequeas unidades estn formadas no son sobre la base de las Armas, y mantiene la desaparicin de las divisiones y brigadas de Infantera y de Caballera iniciada ya en la Doctrina de 1976.24 Las unidades de Operaciones Especiales, concepto aparecido en los textos doctrinales de 1996, son tratadas en la nueva Doctrina subrayando la trascendencia de sus resultados en las operaciones estratgicas, operacionales y tcticas, lo que puede llevar a algunos a la equivocada conclusin de que son una nueva especie de Arma o Especialidad fundamental, cuando estn calculadas, organizadas y equipadas solo para realizar acciones encubiertas y discretas, particularmente tiles para la guerra irregular, la lucha contra el terrorismo internacional o la contrainsurgencia.25 En el apuntado deterioro de la tctica ahondan las leyes de Defensa Nacional y de la Carrera Militar. La primera, al no contemplar las Armas
y sus unidades, y concebir dos estructuras diferenciadas (orgnica y operativa).26 La segunda, al omitir toda referencia a las Armas, incluso en la denominacin del cuerpo nico, Cuerpo General del Ejrcito de Tierra.27 El deterioro del valor tctico de los medios de combate es evidente y sera conveniente reconsiderarlo cuanto antes. La idea de que la guerra est superada, o de que la futura guerra ser muy diferente a la tradicional no pueden ser ms perversas al inducir a la idea de que la Doctrina ha de ser diferente, o que su carcter ya no tiene por qu ser tctico, o que las Armas, ya no necesarias, sern como depsitos de capacidades que se organizarn funcionalmente en cada caso. Sin remontarnos demasiado en la Historia, bastar recordar cmo Estados Unidos fue sorprendido por la Primera Guerra Mundial sin estar preparado para ello, vindose obligado a improvisar unidades para enviarlas a Europa y, solo veintin aos despus, cuando pareca que la guerra no volvera a producirse comenz la Segunda, y Estados Unidos volvi a tardar aos y necesitar algn acicate para estar en condiciones de afrontarla.
Fuerzas Especiales
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N
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UEVA ALIMENTACIN
EN CAMPAA
Los ejrcitos avanzan sobre sus estmagos Napolen Bonaparte
equilibrada y adecuada a la especial actividad de las unidades debe ser un objetivo prioritario en cualquier operacin. Teniendo en cuenta, por un lado, las diferentes actividades en las que pueden participar nuestras unidades a lo largo del espectro de un conflicto, en el que se puede evolucionar desde operaciones de apoyo a la paz hasta un combate generalizado; y, por otro, los avances experimentados por la industria agroalimentaria, se debe buscar un equilibrio entre ambos que permita proporcionar a nuestros combatientes una mejor alimentacin adaptada a cada situacin. NIVELES DE ALIMENTACIN EN OPERACIONES Recogiendo de forma esquemtica las diferentes situaciones tcticas en las que actualmente pueden verse involucradas nuestras unidades, se pueden diferenciar cinco niveles para asignar la alimentacin ms adecuada segn las necesidades operativas de las unidades (Cuadro 1).
INTRODUCCIN Tradicionalmente la alimentacin del soldado ha sido constante preocupacin de los jefes de unidad, no solo por su lgica importancia en el rendimiento y actividad de los combatientes, sino por el indudable efecto en su bienestar y moral. Por tanto, el proporcionar una alimentacin
Alimentacin en campaa
Logstica
o ser reforzadas las RIC con pan y fruta fresca. Nivel 3: Situaciones tcticas con largas pausas operacionales en las que se suelen establecer destacamentos avanzados alejados de la base principal, con rutas de abastecimiento no seguras o demasiado largas que condicionan el suministro de productos frescos. En este nivel se podrn desplegar cocinas de campaa para poder calentar raciones colectivas precocinadas y realizar por tanto la comida en caliente. Nivel 4: Situaciones tcticas con largas pausas operacionales en las que se suelen establecer destacamentos avanzados alejados de la base principal y con rutas de abastecimiento seguras en las que es posible un suministro fluido de productos frescos. En este nivel, las cocinas desplegadas podrn calentar las raciones colectivas, reforzarlas con productos frescos (fruta, verdura, yogures, etc) e incluso confeccionar los propios alimentos (ejemplo claro de la situacin actual de los puestos avanzados de combate en Afganistn). Nivel 5: Situaciones de estabilizacin (caso actual del Lbano) en las que es posible externalizar el servicio de alimentacin y poder distribuir los alimentos en caliente a los diferentes destacamentos. En algunas situaciones particulares (operaciones especiales, zonas tropicales, ambientes contaminados, etc) se dispondr de raciones y refuerzos ad hoc para cada una de ellas. ALIMENTACIN ACTUAL EN OPERACIONES La actual alimentacin de nuestras Fuerzas Armadas en operaciones se basa principalmente en el empleo de raciones de combate y en la confeccin de alimentos bien a cargo de empresas civiles
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Nivel 1: Situaciones tcticas de alta intensidad sin pausas operacionales (patrullas de reconocimiento de larga duracin, largas detenciones de convoyes debido a la colocacin de IED y posibles emboscadas, etc) en las que es imposible la distribucin de comida en caliente y el combatiente no puede calentar su racin individual. En este nivel, la comida ser principalmente a base de raciones individuales de combate (RIC) con mens fros, raciones de combate autocalentables o raciones colectivas de patrulla. Nivel 2: Situaciones tcticas con pequeas pausas operacionales, en un contexto an de alta intensidad (observatorios, puestos de tiro, etc), en las que el combatiente puede calentar su RIC. En este nivel, la comida se realizar principalmente a base de RIC con mens que se pueden calentar y, dependiendo de la duracin de las pausas operaciones, podr distribuirse comida caliente
en las que se ha externalizado este servicio, bien mediante los pelotones/equipos de alimentacin de las unidades. RACIONES DE COMBATE El STANAG 2937 Survival Emergency and Individual Combat Rations-Nutritional Values and Packing recoge los requerimientos mnimos que deben tener los diferentes tipos de raciones militares. En nuestras Fuerzas Armadas actualmente se dispone de raciones individuales de combate, raciones colectivas precocinadas, raciones individuales de emergencia y raciones de refuerzo. RACIONES INDIVIDUALES DE COMBATE (RIC) Este tipo de raciones constituyen una comida completa, suficiente, adecuada y variada con un aporte energtico y calrico que cubre todas las necesidades nutricionales de un combatiente/da (Cuadro 2). Contienen tanto el desayuno como el almuerzo y la cena. No deberan ser empleadas ms all de 30 das seguidos en operaciones, no solo por las posibles consecuencias perjudiciales para la salud, sino principalmente por el efecto negativo en la moral de los combatientes. Las RIC en dotacin en nuestras unidades disponen actualmente de cinco mens variados ms dos para musulmanes. Todos estos mens, excepto uno, contienen alimentos que requieren su calentamiento previo antes de su ingesta (sopas,
legumbres, etc). A estos mens hay que aadir adems la racin diaria de pan consistente en dos paquetes de 100 gramos de pan galleta que suponen un aporte suplementario de 1.649 kilojulios, 9,70 protenas, 9,48 gramos lpidos y 67,59 gramos de hidratos de carbono. Los mens que necesitan un calentamiento previo no son adecuados para situaciones tcticas del nivel 1 de alimentacin, ya que el combatiente no dispondr de tiempo para ello ni a veces la propia situacin tctica le permitir hacerlo (la llama y el humo pueden delatar su posicin). Por tanto, sera deseable disponer de una mayor variedad de RIC con mens fros. RACIONES COLECTIVAS PRECOCINADAS Al igual que las anteriores raciones, stas deben constituir tambin una comida completa, suficiente, adecuada y variada para los combatientes. Actualmente se estn empleando en Afganistn raciones de este tipo, elaboradas para diez plazas, que disponen de una variedad de hasta de diez mens: Men n 1. Cocido madrileo y albndigas de pollo con guarnicin. Men n 2. Ensalada de pasta con atn y hamburguesas de vacuno con tomate. Men n 3. Ensalada campera y pollo en escabeche. Men n 4. Macarrones boloesa de pollo y salchichas, tipo alemn, con tomate. Men n 5. Fabada asturiana y magro de cerdo con pisto. Men n 6. Espagueti boloesa y pollo estofado. Men n 7. Ensalada de alubias con atn y
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codillo confitado. Men n 8. Canelones de carne con bechamel y estofado de ternera. Men n 9. Patatas guisadas con carne de cerdo y atn con tomate. Men n 10. Menestra de verduras y salchichas, tipo alemn, con tomate. Los resultados han sido tan satisfactorios que est en estudio aumentar la oferta a diecisis, manteniendo una proporcin adecuada entre platos calientes y fros. El principal inconveniente de estas raciones es que requieren el empleo de cocinas de campaa para su calentamiento, lo que les hace inviables en niveles como el 1 o el 2.
RACIN INDIVIDUAL DE EMERGENCIA Este tipo de racin est prevista y calculada para mantener la capacidad operativa del combatiente por un perodo de tiempo de al menos 24 horas, en el caso de que el suministro regular de alimentos sea interrumpido (Cuadro 3). Estas raciones, de pequeo volumen, contienen alimentos comestibles y digestibles (chocolate, turrn, carne desecada, etc), sin necesidad de aadir agua o de calentarlos. Tambin contienen tabletas o sistemas de depuracin de agua. Los cambios constantes en los gustos alimenticos de nuestros jvenes combatientes hacen necesaria una actualizacin permanente de los alimentos de estas raciones. RACIONES DE REFUERZO Este tipo de refuerzos a las RIC, con un gran aporte calrico, se emplean en situaciones en las que la preocupacin es sobrevivir. Son raciones de pequeo volumen (515,4 cm3) que deben contener al menos 100 gramos de hidratos de carbono. El contenido de estas raciones debe igualmente ajustarse a los gustos cambiantes de nuestros jvenes. ALIMENTOS COCINADOSEN OPERACIONES La confeccin de alimentos en operaciones a partir de productos frescos puede realizarse bien con medios nicamente militares, bien mediante una empresa externalizada, siendo esta ltima opcin la ms comn en los escenarios actuales.
ALIMENTACIN PROPORCIONADA POR UNA EMPRESA EXTERNALIZADA La alimentacin en operaciones puede externalizarse mediante el empleo de empresas o UTE (unin temporal de empresas) que satisfagan las necesidades de nuestras fuerzas. Dado que en TN esta es la opcin ms comn, la experiencia acumulada en las bases y acuartelamientos en permanencia debe servir para mejorar el servicio ofrecido en operaciones. Estas empresas, adems de la confeccin de los alimentos a partir de productos frescos, podrn distribuirlos con sus propios medios a las unidades desplegadas a lo largo del teatro (por ejemplo, el Lbano). Estos aspectos debern tenerse en cuenta en los contratos que se firmen con las empresas, que no solo habrn de disponer de los medios adecuados para cocinar sino para mantener la cadena de fro y para distribuir los alimentos cocinados en unas condiciones ptimas. En algunos casos, normalmente relacionados con la seguridad del teatro de operaciones, las empresas pueden cocinar pero no realizar la distribucin de alimentos en caliente, este cometido se realiza con medios militares (Afganistn).
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Raciones de refuerzo
El hecho de externalizar la alimentacin no debe ir nunca en detrimento de esta capacidad militar que sigue teniendo un papel fundamental en operaciones. ALIMENTACIN CONFECCIONADA POR MEDIOS MILITARES Dentro de las FAS es muy importante mantener y mejorar la capacidad de confeccin de alimentos, ya que en el amplio espectro de los conflictos habr siempre situaciones en las que la alimentacin no podr ser externalizada. Las unidades deben disponer por tanto del personal, material y procedimientos que les permitan emplear estas capacidades en TO, siendo su instruccin y adiestramiento un aspecto esencial para este tipo de apoyo. Desde el punto de vista de personal, vuelve adquirir gran importancia la Especialidad de 22
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Hostelera y Alimentacin (HAM) de la Escala de T ropa y la formacin especfica de los suboficiales del Cuerpo General con el objetivo de cubrir los puestos tcticos en los pelotones de alimentacin. En cuanto a los materiales, se hace necesaria una buena distribucin o adquisicin de medios tanto para la confeccin de alimentos (cocinas de campaa de diferentes capacidades) como para el mantenimiento de la cadena de fro (contenedores frigorficos de diferentes capacidades). Por otro lado, actualmente las unidades no cuentan con ningn medio especfico para la distribucin de alimentos en caliente en el nivel brigada. Tan solo disponen de termos que no permiten una adecuada distribucin de la comida confeccionada ya que, debido muchas veces al mal estado de las rutas de abastecimiento y/o al excesivo tiempo que trascurre desde que la comida se elabora hasta que se consume, esta no llega a los destacamentos en las mejores condiciones para su consumo. Por tanto, sera deseable que las unidades logsticas a nivel brigada dispusieran de este tipo de medios (contenedores isotermos con bandejas para mantenimiento del calor) conservando los actuales termos para la distribucin de alimentos en caliente a nivel batalln. MEJORAS EN LA ACTUAL ALIMENTACIN EN CAMPAA Las caractersticas de los actuales conflictos demandan una evolucin en la alimentacin en campaa. Partiendo de la actual alimentacin,
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lantes de los vehculos de combate (carros de combate, VCI, MRAP, etc) puedan consumirlas dentro de estos vehculos protegidos sin necesidad de bajarse de ellos. Para consumir los mens en caliente, los vehculos debern disponer de unos sistemas de calentamiento (ollas multifuncin) que empleen los propios sistemas elctricos de los vehculos (tomas auxiliares). Estas ollas, empleadas ya en otros ejrcitos, tienen la capacidad de calentar agua y estas raciones colectivas preparadas, tanto con el vehculo estacionado como en movimiento. Actualmente no se dispone de este tipo de raciones para tripulaciones ni de las citadas ollas, por tanto sera adecuada su adquisicin. RACIONES Y REFUERZOS AD HOC En algunas situaciones tcticas especficas (climas extremos, despliegues en zonas contaminadas, etc) ser necesario elaborar raciones ad hoc para cada una de ellas, normalmente a base de alimentos deshidratados y liofilizados, o bien reforzar las RIC anteriormente descritas con alimentos hipocalricos como los batidos de alto contenido en protenas, las barras energticas, los geles desfatigantes o fruta seca. Los alimentos deshidratados y liofilizados se caracterizan por haber pasado por un proceso en el que se ha eliminado la mayor parte de su contenido en agua, lo que favorece la conservacin del producto por ms tiempo y, en algunos casos, proporciona nuevas formas de consumo. Aunque ambos parezcan lo mismo, existe una diferencia sustancial entre ellos (Cuadro 5). Se han experimentado en el Mando de Operaciones Especiales y en la Jefatura de Tropas de Montaa unas raciones individuales de combate ligeras de marcha basadas en alimentos liofilizados y aunque los resultados han sido
descrita en el anterior apartado y que sigue siendo vlida en algunas de las situaciones tcticas del amplio espectro de estos conflictos, es necesario dotar a las unidades de otro tipo de alimentacin que supla la actuales carencias y que hoy en da ofrece el sector alimentario con creces. RIC AUTOCALENTABLES Las RIC autocalentables disponen de alimentos en conserva que se calientan sin necesidad de ningn medio externo como el gas, electricidad o microondas. El sistema de autocalentado suele ser un ingenio que emplea calor disipado en una reaccin exotrmica entre productos qumicos. Al poner en marcha el sistema, y transcurridos de cinco a ocho minutos, comienza a notarse el calor que alcanzar su punto ms lgido (90 aprox) a los 15 minutos. Este tipo de raciones se han demostrado eficaces en circunstancias especficas ya que permiten a los combatientes comer caliente en situaciones difciles (convoyes detenidos en los que el personal permanece por seguridad varias horas sin poder salir del vehculo MRAP, viajes de larga duracin en medios areos, puestos de vigilancia nocturnos, etc). Actualmente se est probando y valorando la adquisicin de este tipo de RIC. RACIONES COLECTIVAS PRECOCINADAS PARA TRIPULACIONES DE VEHCULOS Estas raciones deben tener las mismas caractersticas que las raciones colectivas de diez plazas empleadas actualmente en operaciones, pero con la peculiaridad de que se elaboren para cinco plazas. Deben constituir una comida completa, suficiente, adecuada y variada para que los tripu-
Raciones autocalentables
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ptimos, se est analizando actualmente su posible rentabilidad. RACIONES PASTEURIZADAS Actualmente se est estudiando el empleo de este tipo de raciones cuya elaboracin, en cualquier caso, correra a cargo de las empresas o UTE que tienen externalizado el servicio de alimentacin en TO. El proceso de pasteurizacin consiste en calentar el alimento a 72 C durante 15 o 20 segundos y enfriarlo rpidamente a continuacin a 4 C. Una vez envasada y pasteurizada, la racin se puede conservan en fro entre 30 y 120 das. Aunque el periodo de caducidad de Raciones y refuerzos ad hoc estas raciones es ms reducido que el de las ra- condiciones de seguridad no permiten cociciones colectivas precocinadas, tienen una mayor nar o cuando las patrullas regresan a la COP aceptacin porque parecen recin hechas. al final de la jornada. La experiencia en estas COP ha permitido LA ALIMENTACIN EN LAS COP: UN detectar ciertas carencias y se estn promoEJEMPLO ACTUAL EN OPERACIONES viendo algunas mejoras en la alimentacin en Actualmente, en los puestos/posiciones avan- operaciones: zados de combate (COP) en Afganistn, se est Es necesario disponer de cocinas de campaa y realizando la alimentacin mediante un procedicontenedores frigorfico con capacidad acorde miento mixto en el que se combina el consumo con la entidad de la COP (seccin, compaa, de RIC y raciones colectivas precocinadas, con etc), con los accesorios necesarios (microondas, refuerzo de alimentos frescos (principalmente hornos, etc) que mejoren la vida de los frutas, verduras, lcteos y embutidos). Esta situacombatientes en estas situaciones tcticas. cin podra encuadrarse en el nivel 4 de alimenLos rancheros (HAM) deben estar perfectamente tacin en operaciones descrito anteriormente. instruidos para trabajar en estas condiciones. En cada COP se ha desplegado un equipo Se debe contar, adems de con las RIC y las de alimentacin compuesto por una cocina de raciones colectivas en dotacin, con: campaa, acorde con su entidad, y personal de RIC con mayor variedad de mens fros y RIC tropa HAM, adems de los medios de fro necesarios para el almacenamiento de los productos frescos. Cuando las condiciones de seguridad lo permiten, el equipo de alimentacin emplea la cocina de campaa para calentar las raciones colectivas precocinadas o para la confeccin de alimentos sencillos, principalmente basados en pasta o arroz. En cada relevo de personal se procede a la reposicin tanto de raciones como de productos no perecederos y frescos. Las RIC se emplean cuando las Raciones pasteurizadas
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autocalentables para que las patrullas o equipos que se ausenten de la COP durante ms de una jornada, puedan emplear sus raciones en cualquier situacin tctica (puestos de vigilancia nocturnos, puestos de observacin, etc). RIC ligeras liofilizadas para ausencias de 24 horas. Raciones colectivas para las tripulaciones de los vehculos RG-31 y LMV para emplear en el interior de los vehculos en detenciones prolongadas, causadas principalmente por amenazas de IED. Batidos de alto contenido en protenas, barras energticas, fruta seca, etc para reforzar la alimentacin del combatiente en situaciones en que se requiera un mayor gasto energtico como largas marchas a pie, calor extremo, etc. BIBLIOGRAFA Y FUENTES
PD1-001 Empleo de las Fuerzas Terrestres. PD3-005 Apoyo Logstico. DIRECTIVA 03/08 (EME-DIVLOG) Concepto Logstico del ET. MT7-608 Alimentacin en el Ejrcito de Tierra. Plan de Reorganizacin de las Unidades Logsticas de la Fuerza del Ejrcito (PRULET). Pliego de Prescripciones tcnicas (PPT) de las diferentes raciones en dotacin en nuestras FAS. Lecciones aprendidas en los conflictos actuales en los que participan las FAS espaolas.n
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Normas de Colaboracin
1. AUTORES: cualquier persona que Puede colaborar en la Revista presente trabajos originales, inditos y con una redaccin adecua da que, por su tema, desarrollo y calidad se consideren de inters militar. 2. DERECHOS: Los autores de los artculos se comprometen a respetar los derechos de propiedad intelectual que pudieran existir sobre los textos, foto grafas, grficos e ilustraciones que presenten para su publicacin, en los trminos establecidos por el Real Decreto Legislativo 1/1996, de 12 de abril. 3. PRESENTACIN DE LOS ARTCULOS: 3.1. Es imprescindible su presentacin en fichero informtico, formato DIN A4, letra ARIAL tamao 12 puntos, a doble espacio. 3.2. El texto se remitir sin maquetar, incluyendo ttulo que no superar las 10 palabras. Los epgrafes o subttulos no se numeran. 3.3. Su extensin no superar las 3.000 palabras, incluyendo notas y bibliografa si las hubiere. 3.4. Las notas, si las hubiere, han de ser breves, numeradas y se relacionarn al final del texto y no a pie de pgina. 3.5. La bibliografa y fuentes, si las hubiere, estarn debida mente documentadas y aparecern al final del artculo. Se relacionarn un mximo de diez, entre notas y bibliografa. 3.6. El artculo ha de ir acompaado por un resumen del mismo cuya extensin no superar las 120 palabras. 3.7. En caso de agregar correcciones en un texto ya remiti do, estas tienen que escribirse en color rojo, apareciendo tachado el texto al que modifican. 4. ILUSTRACIONES: Las fotografas, mapas, grficos, croquis, cuadros, etc se entregarn en formato digital (TIFF o JPEG) con un tamao no inferior a 10 x 15 cm (nunca insertadas en Word) y una resolu cin nativa mnima de 300 ppp. Las ilustraciones se remitirn al margen del trabajo, con indicacin clara y expresa de su situa cin en el texto, as como con su correspondiente pie. Igual mente se deber indicar nombre del autor, lugar y fecha de su realizacin; en caso de haber sido obtenidas de Internet, se deber indicar la direccin web de donde proceden. 5. DOCUMENTACIN: Se remitirn los siguientes datos del autor/es: Nombre y apellidos; si es militar: empleo, arma o cuerpo, ejrcito, y si es DEM o no; y si es civil, breve currculo, licenciatura o ttulo de mayor categora. Direccin postal de su domicilio, correo electrnico, fax, y /o tel fono de contacto. Fotocopia de la cara anterior del DNI o del NIF. En caso de no tener la nacionalidad espaola, ha de indicarse cul es y remitir fotocopia con los datos del pasaporte. Entidad bancaria: Banco o Caja, sucursal, direccin postal, cdi go cuenta cliente (20 dgitos) o cdigo IBAN si no es de naciona lidad espaola. Estos datos son exigidos por la Subdireccin General de Publi caciones del Ministerio de Defensa, aunque su aportacin no con lleva obligatoriamente la publicacin del artculo. En caso de haber remitido todos estos datos con anterioridad y no haber su frido modificacin alguna, no debe enviarlos. 6. DOCUMENTOS MONOGRFICOS: Habr un representante designado por los interesados, que se encargar de la coordinacin del trabajo con la Redaccin de la Revista. Generalmente los Documentos constan de presentacin y una serie de 4, 5 o 6 artculos. La extensin total del Documento no ser superior a las 15.000 palabras. Su tratamiento es el mismo que el citado en los epgrafes 3 y 4. 7. NMEROS EXTRAORDINARIOS: Dependiendo del tema pueden tener distinto tratamiento. Es fun damental, al igual que cuando se trata de un Documento, desig nar desde el primer momento un representante para coordinar el trabajo con la Redaccin de la Revista. 8. PUBLICACIN DE TRABAJOS: La Redaccin de la Revista acusar recibo de los trabajos, pero ello no compromete su publicacin. La recepcin de un trabajo con todos los apartados debidamente cumplimentados no impli ca su publicacin. La no cumplimentacin de algn apartado exigido retrasar la posible publicacin del trabajo. 9. CORRECCIONES: El Consejo de Redaccin se reserva el derecho de corregir, extractar o suprimir alguna de las partes del trabajo siempre que lo considere necesario y sin desvirtuar la tesis del autor/es. 10. DIRECCIN: Los trabajos pueden enviarse por correo electrnico a las direcciones: [email protected] [email protected] O por correo a:
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La conmemoracin de un aniversario supone hacer una visin retrospectiva del camino andado y a la vez atisbar el futuro, y eso es lo que se pretende recoger en este Documento sobre el Mando de Artillera Antiarea (MAAA), que este ao cumple 25 aos de andadura, desde su creacin en mayo de 1988. En este ejercicio de memoria sobre la trayectoria seguida desde la creacin de este Mando, es de justicia reconocer la labor realizada por cuantos nos han precedido y han hecho posible
que este Mando sea una unidad puntera y en continua evolucin. Son ellos quienes, durante un cuarto de siglo, de forma deliberada y firme, han venido aportando su mejor voluntad, dedicacin, conocimientos y experiencia para el mejor cumplimiento de sus cometidos y para el mejor aprovechamiento de nuestros recursos. La actuacin del Mando de Artillera Antiarea se desarrolla necesariamente en el mbito conjunto; es incuestionable la obligada integracin de nuestras capacidades en el sistema de defensa
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area (SDA) nacional, o en su caso, en el aliado, as como la implantacin de los procedimientos nacionales y aliados que posibilitan la contribucin de nuestros medios en la defensa area y en el control del espacio areo, y garantizan tanto la interoperabilidad de nuestros sistemas como la eficacia en su actuacin. Este principio de empleo de la defensa antiarea, la integracin, le confiere a este Mando una singularidad especial respecto a otras unidades del Ejrcito de Tierra. La participacin del MAAA en la crisis de Perejil o en los eventos de alta visibilidad es buen ejemplo de ello. La misin dual asignada al MAAA, apoyar a la Artillera Antiarea de las organizaciones operativas terrestres y proporcionar defensa antiarea a otras unidades, puntos y zonas, ha supuesto la aplicacin del concepto de Unidad de Defensa Antiarea (UDAA), en la que estn presentes trminos como modularidad, interoperabilidad, polivalencia, etc. Las unidades orgnicas del MAAA, y sus agrupamientos tcticos tipo UDAA, estn organizados y adiestrados para poder trabajar tanto en el mbito de las organizaciones operativas terrestres como directamente para el sistema de defensa areo conjunto. Esto proporciona un paquete de fuerzas (la AAA del ET) capaz de cumplir ambos cometidos con un mximo de flexibilidad y de economa de recursos. Es de resaltar el papel central que los Centros de Operaciones de AAA semiautomticos (COAAAS), presentes en las diferentes unidades de AAA, representan para su eficacia operativa. Desde su entrada en servicio supusieron un salto
cualitativo no solo en lo relativo a integracin de la AAA en el SDA, sino tambin en cuanto a la posibilidad de colaborar en el control/gestin del espacio areo, algo cada da ms necesario a medida que se incrementa el uso de la tercera dimensin con UAV, helicpteros y otro tipo de aeronaves. Si algo ha distinguido siempre a las unidades del MAAA, ha sido el mantenimiento de los sofisticados y costosos sistemas que opera. El sostenimiento de nuestros sistemas de armas ha sido y es una preocupacin constante. Somos conscientes de su elevado coste, de su complejidad y de la necesidad de la obtencin del mximo rendimiento durante su ciclo de vida. Este esmerado cuidado por nuestros materiales se pone de manifiesto en la consecucin de la plena operatividad de los mismos hasta llegar al trmino de su vida til. Prueba de ello, son los sistemas ROLAND y ASPIDE que han demostrado en los ejercicios de tiro del pasado mes de marzo su plena operatividad y eficacia, lo que permite plantear con confianza la eventual prolongacin de su vida operativa hasta que se disponga del sistema sustitutivo, el SHORAD de Alta Movilidad. Como reflejo de esta preocupacin por el material, tambin hay que destacar los esfuerzos realizados y los avances obtenidos en simulacin y monitorizacin de los sistemas de armas, as como la optimizacin de la eficiencia de los blancos areos. Ms que un mero mando orgnico, el MAAA ha sido y es el catalizador y el motor de la Artillera Antiarea del ET. Desde el punto de vista de
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la preparacin, ofrece y posibilita oportunidades de adiestramiento, realiza ejercicios de puestos de mando en los que participan todos los Grupos del ET, integra en el SDA, gestiona colaboraciones areas y peticiones de control del espacio areo, organiza ejercicios de tiro, adiestra a los COAAAS-Medios y Ligeros (COAAAS-M y L) no orgnicos y apoya con la Unidad de Blancos Areos y la Unidad de Transmisiones del MAAA, a las unidades antiareas del ET. Como permanente referencia respecto al empleo de la AAA, ha ido actualizando permanentemente tcticas y procedimientos de defensa area de acuerdo con la experiencia adquirida y los estndares OTAN no solo para sus Regimientos sino tambin para las otras unidades antiareas no orgnicas. Ha sido y es el aglutinante de la familia de la Artillera Antiarea en coordinacin y colaboracin permanente con el MADOC y en particular con la Academia de Artillera, con la Oficina de Programas de AAA (OP-AAA), con los oficiales del Ejrcito de Tierra destinados en el Mando Areo de Combate (MACOM) del EA y en rganos de la OTAN y, por supuesto, con las dems unidades de Artillera Antiarea y sus respectivos mandos orgnicos, sin olvidar la valiosa contribucin de otros organismos como el INTA o el Instituto Tecnolgico La Maraosa. Esta labor de coordinacin junto con el esfuerzo del CGMAAA y los Regimientos, plasmada en ejercicios, jornadas, seminarios y la presencia activa y directa o como asesoramiento del MAAA en programas, publicaciones reglamentarias, enseanza, cursos, paneles OTAN, elaboracin de plantillas y otras actividades, le han llevado a liderar y contribuir a la creacin de doctrina y procedimientos para toda la Artillera Antiarea. En beneficio directo de las grandes unidades del ET, no debemos olvidar las labores operativas especficas de su Cuartel General junto con sus Regimientos, en los niveles Cuerpo de Ejrcito/ Mando Componente Terrestre y Divisin, habiendo desarrollado una estrecha y fructfera relacin con el NRDC-SP y el Cuartel General de Fuerzas Ligeras, y estando en proceso de hacerlo con Fuerzas Pesadas. Para el futuro, queda la definicin y consolidacin de las aportaciones del MAAA a las nuevas Brigadas Polivalentes. Es en el plano operativo donde el MAAA ha centrado sus esfuerzos, ms all de sus cometidos 30
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como mando orgnico, consiguiendo la participacin en todo tipo de operaciones, ejercicios y evaluaciones nacionales e internacionales que son los que han proporcionado al MAAA el conocimiento operativo para liderar y ser el verdadero generador de doctrina y procedimientos para toda la Artillera Antiarea. En cualquier caso, no se puede cerrar esta breve recapitulacin del significado del veinticinco aniversario del MAAA sin citar los principales desafos que se prevn para el futuro: evolucin de los COAAAS y adaptacin al nuevo modelo de mantenimiento de los mismos; implementacin de la migracin a LINK-16/LINKPRO (Link Processor); definicin e implementacin de un sistema de mando y control en tiempo no real para la AAA; consolidacin de la capacidad antimisil integrada con la adquisicin de un equipo ICC Patriot; implantacin plena de las clulas de Defensa Area/Control del Espacio Areo (AD/ ASM) de los cuarteles generales de divisin y contribucin al desarrollo de rganos anlogos en el nivel brigada; profundizar en el control del espacio areo de las organizaciones operativas terrestres; mantener los sistemas actuales hasta la entrada en servicio de sus sucesores como el SHORAD de Alta Movilidad; as como, en general, adaptar la instruccin y adiestramiento de la AAA en un horizonte de recursos muy reducido. Son desafos nada desdeables y que exigirn mucho del MAAA, pero el futuro es siempre un reto al que el Mando de Artillera Antiarea se enfrenta con esperanza y con la garanta de que disponemos del personal ms motivado, entusiasta y preparado, del mejor conocimiento y experiencia tcnica y operativa, y de los procedimientos estandarizados y plenamente interoperables. De esta manera, la adopcin de nuevos sistemas y la adaptacin y ptimo uso de los actualmente en servicio asegurarn que la Artillera Antiarea pueda hacer frente a las nuevas amenazas y seguir cumpliendo su importante misin en beneficio de nuestras FAS y de las unidades de nuestro Ejrcito. La Revista Ejrcito, con la publicacin de este Documento, nos brinda una excelente oportunidad para proporcionar un mejor conocimiento del Mando de Artillera Antiarea. Quiero agradecer la ocasin que se nos ha ofrecido y espero que hayamos sabido aprovecharla. n
En honor al XXV aniversario del MAAA, las ilustraciones de este artculo se han escogido de imgenes de algunos materiales antiareos caones, lanzadores, direcciones de tiro o sensores con los que contaba el MAAA en sus inicios (mayo de 1988) y que ya causaron baja en su plantilla; varias de ellas han sido publicadas en la Revista Ejercito (como portadas o imgenes interiores) en estos veinticinco aos.
LA CREACIN DEL MANDO DE ARTILLERA ANTIAREA En los aos cincuenta, en plena poca de la Guerra Fra, el Ejrcito espaol contaba con unos 500.000 hombres, gracias al Servicio Militar obligatorio. Era un Ejrcito numeroso pero con un material anticuado. En el ao 1965 ya se emprendi una importante reforma del Ejrcito operativo, pero no fue hasta los aos ochenta, tras la publicacin del Plan Estratgico Conjunto en 1978 y la Ley Orgnica 6/1980 de Criterios Bsicos de la Defensa Nacional, cuando se inici un amplio y profundo anlisis del Ejrcito que se desarroll en el Plan de Modernizacin del Ejrcito de Tierra (Plan META). Este plan centr toda su atencin en la Fuerza, a la que consideraba como la razn de ser del Ejrcito. Se la dot de una estructura basada en dos ncleos: uno constituido por las Capitanas Generales, como Mandos Operativos, y otro constituido por la Reserva General. Esta estructura conjugaba la operatividad con la territorialidad, dando a esta un sentido estratgico. De esta forma, mediante la Instruccin General 4/88 del Estado Mayor del Ejrcito, de 1 de mayo de 1988, que organizaba la Reserva General, se institua el Mando de Artillera Antiarea (MAAA). Se articul inicialmente en un Cuartel General situado en Fuencarral (Madrid) y seis Regimientos. El MAAA se constitua como un conjunto de unidades preparadas, instruidas y equipadas con la misin de proporcionar cobertura antiarea a zonas e instalaciones vitales del territorio nacional o a unidades que expresamente se le ordenasen; reforzar a las unidades antiareas integradas en las grandes unidades de maniobra; e integrarse en determinadas condiciones en el Mando Areo de Combate para contribuir a la defensa area del territorio nacional. Adems, se le encomendaron la elaboracin de los estudios para el establecimiento del despliegue de la defensa antiarea del territorio nacional, la confeccin de los programas anuales de instruccin de todas las unidades de Artillera Antiarea del Ejrcito, as como los ejercicios de adiestramiento conjunto y la direccin de los ejercicios antiareos que determinara el EME. Para cumplir estas misiones el MAAA qued constituido por: Cuartel General en Fuencarral (Madrid): Estado Mayor Unidad de Cuartel General Unidad de Blancos Areos (Zaragoza)
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Regimiento de Artillera Antiarea Nm. 71 (Madrid): Grupo I/71 con caones 40/70 SFM (Campamento) Grupo II/71 con caones 40/70 SFM (Getafe) Grupo III/71 ROLAND (Campamento) Regimiento de Artillera Antiarea Nm. 72 (Barcelona): Grupo I/72 con caones 40/70 (Gav) Grupo II/72 con caones 35/90 SKG (Zaragoza) Regimiento de Artillera Antiarea Nm. 73 (Cartagena): Grupo I/73 con sistema 35/90 SKG-ASPIDE (Cartagena) Grupo II/73 con caones 35/90 SKG (Paterna) GACTA III/73 y USTM (Cartagena) Regimiento de Artillera Antiarea Nm. 74 (Jerez de la Frontera): Grupo I/74 HAWK (San Roque) Grupo II/74 con caones 35/90 SFM (Jerez de la Frontera) Regimiento de Artillera Antiarea Nm. 75 (Valladolid): Grupo I/75 con caones 40/70 SFM (Villanubla) Grupo II/75 con caones 40/70 (Valladolid) Regimiento de Artillera Antiarea Nm. 76 (El Ferrol): Grupo I/76 con caones 40/70 (El Ferrol) Los materiales con los que contaban estas unidades eran una batera de misiles de gran altura NIKE (prevista ya su disolucin para el ao 1992) y un grupo de misiles de media altura HAWK; adems, medios para baja y muy baja altura como un grupo de misiles ROLAND, un grupo mixto de misiles caones ASPIDE-Skyguard-35/90, dos grupos de caones 35/90 (uno con direccin de tiro Skyguard: SKG; y otro Superfledermaus: SFM) y seis grupos de caones 40/70 (tres de ellos con SFM). En plena ejecucin del Plan META se redujo el tiempo del Servicio Militar y apareci el modelo mixto con soldados de reclutamiento obligatorio y voluntarios. Con la finalidad de adaptarse a esa situacin surgi el Plan RETO, que consista esencialmente en una serie de medidas para afrontar esa disminucin de tropa. Este plan asumi una reduccin de efectivos del 15% e inici la modernizacin de las estructuras orgnicas.
Dibujo del lanzador del sistema NIKE, por Colmeiro, Portada de Ejrcito de mayo de 1996
La nueva situacin estratgica mundial con la desaparicin de la confrontacin de bloques y el inicio de los conflictos regionales exiga tener fuerzas permanentemente dispuestas para poder gestionar una crisis regional, por lo que enseguida se vio la necesidad de hacer una reforma ms a fondo. EL PLAN NORTE El Plan NORTE (Nueva Organizacin del Ejrcito de Tierra) se desarroll entre 1995 y 1997, en lo que respecta a la reorganizacin de la Fuerza. Supuso una fuerte reduccin del Ejrcito para ajustarlo a los efectivos disponibles y a las nuevas misiones. Para ello se busc una estructura adecuada para cumplir las misiones que se estaban llevando a cabo, lejos del modelo territorial. Adems, con esta reforma se realiz una concentracin de unidades en bases y acuartelamientos. Se pas de un ejrcito de guarnicin a otro con capacidad de proyeccin. En esa nueva organizacin, la Fuerza se dividi en tres ncleos: la Fuerza de Maniobra
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Organizacin actual
(FMA), las Fuerzas de Defensa de rea (FDA) y las Fuerzas Especficas de Accin Conjunta (FEAC), donde se integr el MAAA. Dentro de la FMA se crearon dos Regimientos: El RAAA 81 (Marines), encuadrado en el Ncleo de Apoyo a la FMA, y el RAAA N 82 (Agoncillo) en el Ncleo de Tropas de la Divisin. Adems, las Brigadas pertenecientes a la Fuerza de Accin Rpida disponan de su propia batera antiarea con el sistema de misiles MISTRAL. El MAAA, integrado en las FEAC, qued constituido por el Cuartel General, cinco Regimientos de Artillera Antiarea y una Unidad de Transmisiones. Los cambios orgnicos que se llevaron a cabo fueron los siguientes: se disolvi el RAAA N75 de Valladolid (el GAAA I/75 se traslad a Cartagena y se integr en el RAAA N73 como GAAA II/73), se trasladaron el RAAA N72 de Barcelona a Zaragoza y el RAAA N74 de Jerez a Sevilla. Adems, para la constitucin del RAAA N81, se transformaron el GAAA III/71 ROLAND y el GAAA II/73 en GAAA I/81 y GAAA II/81, respectivamente, y se trasladaron a Marines. Tambin se disolvi el Grupo de Artillera de Costa (GACTA) III/73 y la Unidad de Servicios, Transmisiones y Mantenimiento (USTM) de Cartagena. La principal novedad fue la constitucin de la Unidad de Transmisiones del MAAA con el Mando, Plana Mayor de Mando y una compaa en El Pardo y otra en San Roque. Como novedad respecto al material, en el ao 1995 los Regimientos 72, 73 y 74
recibieron una seccin de misiles porttiles MISTRAL cada uno. LA MODERNIZACIN DE LOS MATERIALES En ese momento el MAAA estaba constituido por nueve Grupos encuadrados en cinco RegiLanzador HAWK antes de la transformacin a PIP III Ejrcito de octubre de 1993
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mientos, pero el material de que disponan era muy anticuado: cinco Grupos eran de caones de 40/70, tres de ellos con la direccin de tiro Superfledermaus, y dos de ellos autnomos, sin direccin de tiro. Por ello, durante los siguientes aos se inici el proceso de adquisicin de nuevos materiales, lo que supuso la posterior modernizacin del MAAA. As, en el ao 2001 se adquirieron dos bateras HAWK, que junto con una de las cuatro ya existentes en San Roque, pasaron a constituir el segundo grupo HAWK sobre la base del Grupo II/74. Adems, como cuarto escaln de mantenimiento especfico del sistema se constituy la Unidad de Reparaciones (UR) como UR III/74 como unidad independiente del Grupo I/74. Ese ao tambin se cre el grupo MISTRAL con el material procedente de las secciones de misiles porttiles de los Regimientos 72, 73 y 74. Este material se entreg al Grupo II/71 en sustitucin de los caones de 40/70 con Superfledermaus.
Can 40/70 Bofors. Ejrcito de abril de 2002
Entre 2001 y 2002 el Grupo I/71 recibi el material de 35/90 y las direcciones de tiro Skydor. Esta direccin de tiro est diseada para el control de los caones de 35/90 con grandes mejoras respecto a sus predecesoras. En el ao 2002 el Grupo II/73 recibi el sistema NASAMS tambin en sustitucin de los caones de 40/70 con Superfledermaus. Este sistema es el ms moderno actualmente en servicio en el MAAA y supuso un salto cualitativo en la modernizacin del material tanto por la tecnologa empleada como por los avances tcticos que permite. El NASAMS est concebido para llevar a cabo el concepto de fuegos en red mediante la integracin en tiempo real de todos los sensores y lanzadores, compartiendo toda la informacin area. En 2005 se adquiri una batera PATRIOT, procedente de las Fuerzas Areas alemanas, como respuesta al compromiso espaol en la Cumbre de la OTAN celebrada en Praga en 2002, de obtener la capacidad contra misiles balsticos. Esta batera se entreg al Grupo I/74 que pas a
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denominarse entonces Grupo HAWK-PATRIOT I/74. Este hecho supuso un importante hito para el Ejrcito al adquirir esta nueva capacidad antimisil, aunque fuese de forma limitada. Durante ese perodo de tiempo tambin se mejoraron los medios de la Unidad de Blancos Areos con los aviones-blanco ALBA y SCRAB. Como variaciones orgnicas se produjeron la disolucin del RAAA N 76 en el ao 2002 y el traslado de la 2 Compaa de la Unidad de Transmisiones de San Roque a Dos Hermanas (Sevilla). Como hemos visto en ese tiempo desaparecieron el sistema de caones de 40/70 y las direcciones de tiro Superfledermaus: dos grupos de caones de 40/70 se disolvieron (GAAA II/72 y GAAA I/76) y los otros tres fueron sustituidos por los grupos NASAMS, MISTRAL y HAWK. Tambin se cambi la direccin de tiro Superfledermaus del Grupo de 35/90 por la Skydor. Vemos, pues, que durante estos aos se produjo una importante modernizacin del MAAA basada en la renovacin de los materiales antiareos. LA INTEGRACIN EN LA DEFENSA AREA Tras la modernizacin de los sistemas de armas el gran reto era conseguir la integracin de las Unidades de Defensa Antiarea (UDAA) en el sistema de defensa area y la mejora de su capacidad de vigilancia. Inicialmente, solo el Grupo HAWK I/74 era capaz de integrarse por control positivo a travs del Destacamento SADA-SAM, ubicado en Torrejn. Este destacamento fue creado en 1984 y perteneca orgnicamente a la Jefatura de Artillera. En el ao 1992 pas a depender directamente del Cuartel General del MAAA. Posteriormente, como consecuencia de la actualizacin de los Centros de Operaciones Areas, se activaron las capacidades de integracin de los sistemas antiareos, crendose los Destacamentos de Enlace de Artillera Antiarea (DENAAA) actualmente en servicio en los tres Centros de Control de la Defensa Area nacionales (CRC/ARS)1. La necesidad de constituir estos DENAAA fue producto del salto cualitativo que supuso la entrada en servicio de los Centro de Operaciones de Artillera Antiarea Semiautomticos (COAAAS),
tanto el ligero como el medio. La adquisicin de los COAAAS ha posibilitado la materializacin del concepto de UDAA como agrupamiento tctico eventual, compuesto por diferentes sistemas de armas de capacidades complementarias de media y baja altura, misil o can, bajo un mando nico para el cumplimiento de una misin. El COAAAS medio (COAAASM) ha facilitado tcnicamente el cumplimiento de dos de los principios de empleo de la Artillera Antiarea: estar perfectamente integrada en el sistema de defensa areo (SDA) y poder emplear sistemas de armas complementarias El Ejrcito dispone actualmente de nueve sistemas COAAAS-M, entregados entre 2006 y 2008, seis de los cuales se encuentran en Grupos del MAAA. El COAAAS ligero (COAAASL) ha permitido integrar todos los puestos de tiro de las bateras MISTRAL bajo un nico elemento de mando y control que a su vez se puede integrar en el escaln superior (COAAAS-M). Se adquirieron nueve sistemas, entre 2002 y 2007, encuadrados actualmente en las bateras MISTRAL de las Brigadas y en una batera del Grupo MISTRAL II/71. Gracias a esto, la AAA del ET se encuentra a la altura de las ms avanzadas en este campo en todo el mundo. LA CREACIN DE LA FUERZA TERRESTRE Paralelamente a la modernizacin se siguieron produciendo cambios orgnicos. En el ao 2002, se estableci una nueva estructura bsica de los Ejrcitos (RD 912/02). Con esta nueva organizacin se pona fin a la estructura territorial para dar paso a unas unidades orgnicas modulares que puedan organizarse operativamente en funcin de la misin que hayan de cumplir. Desaparecieron, por lo tanto, las Regiones Militares y la Fuerza se estructur en Fuerza de Maniobra (FMA) y Fuerza Terrestre (FUTER). La FMA encuadra a las unidades con capacidad de proyeccin y la FUTER queda integrada por las antiguas Fuerzas Especficas de Accin Conjunta, Fuerzas de Defensa de rea y Fuerzas Movilizables. En ese momento el MAAA, que hasta entonces haba tenido una dependencia directa del JEME, pas a depender del Jefe de la Fuerza Terrestre al quedar integrado orgnicamente como uno de sus mandos.
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En enero de 2003 se produjo la ratificacin de la operatividad del Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad con capacidad para liderar operaciones multinacionales terrestres y actuar como Componente Terrestre en una organizacin conjunta combinada. Esto tiene una gran importancia para el MAAA ya que la clula AD/ASME2 de este Cuartel General se complementa con personal de aumento del MAAA que participa en todos los ejercicios que lleve a cabo. En el ao 2006, por el Real Decreto 416/06, se estableca una nueva estructura de la Fuerza que quedaba encuadrada bajo un nico mando, Fuerza Terrestre, desapareciendo la Fuerza de Maniobra. Esa desaparicin de la FMA hizo que el RAAA 81 pasara a formar parte del MAAA. En ese momento el GAAAL II/71 Mistral recibi la batera Mistral orgnica del RAAA 81, adquiriendo su configuracin actual. PARTICIPACIN EN OPERACIONES Durante estos aos la estructura del Ejrcito ha ido variando para dar respuesta a las nuevas misiones que iban surgiendo, sobre todo la partiDireccin de tiro Superfledermaus
cipacin en misiones en el exterior. El MAAA no ha sido ajeno a ello y ha contribuido con cuanto se le ha solicitado en este esfuerzo. As, podemos destacar su participacin con los equipos con misiones CIMIC de apoyo a los contingentes en Bosnia y Herzegovina, Kosovo e Iraq. Adems, una batera del RAAA 72 particip en Kosovo en la KSPAGT XIX, y el RAAA 81, apoyado por una batera del RAAA 74, constituy la Agrupacin KSPFOR XXII. Finalmente, en la operacin R/A (Afganistn) se constituy un equipo con misin de enlace y mentorizacin (OMLT 5/3-III) con personal del RAAA 73. Asimismo, las unidades del MAAA han participado en numerosas operaciones en nuestro territorio como el despliegue de varias UDAA en defensa de puntos vitales durante la operacin R/S en julio de 2002. Tambin, a partir de los trgicos atentados del 11-S, ha participado en los denominados eventos de alta visibilidad (HVE) para la proteccin antiarea de los lugares donde se desarrollan estos actos, desplegando en ms de diez operaciones de este tipo.
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CONCLUSIONES Una de las finalidades con las que se cre el Mando de Artillera Antiarea fue reunir bajo un nico Mando determinadas unidades de Artillera Antiarea con una doble misin de apoyo a la artillera antiarea de las grandes unidades y para proporcionar defensa antiarea de otras unidades, puntos y zonas. De esta forma, las unidades de Artillera Antiarea pueden estar bajo el mando del jefe de una organizacin operativa terrestre, para proteger las fuerzas y organizaciones operativas subordinadas, como unidades LCAD3 o, directamente subordinadas al jefe de la Defensa Area, para la proteccin y defensa antiarea de los objetivos de inters del jefe conjunto, como unidades GBAD.4 Esta modalidad de unidades antiareas con un doble mbito de actuacin, adems de proporcionar una gran flexibilidad y economa de medios, ha supuesto la adquisicin de una experiencia y un conocimiento de los procedimientos operativos terrestres y areos que han situado a
estas unidades en una situacin de privilegio con respecto a aquellas que trabajan en un nico mbito de actuacin. A lo largo de estos aos el MAAA se ha ido adaptando a los cambios orgnicos que se han producido, se han modernizado los sistemas de armas y se han empleado del modo ms eficaz los medios disponibles mediante su integracin en el sistema de defensa area y en las organizaciones operativas terrestres. Se han desarrollado procedimientos de empleo, de constitucin e integracin de UDAA, de integracin de unidades en el sistema de defensa area y de constitucin de clulas AD/ASME. De todos los factores que han contribuido a la modernizacin del MAAA en estos veinticinco aos, y dando por supuesta la imprescindible actualizacin de los sistemas de armas, parece oportuno resaltar los que pueden considerarse los ms trascendentes: la presencia desde hace ms de veinte aos de los DENAAA en los centros de control areo (CRC/ARS), la creacin de la
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UTMAAA y la adquisicin de los COAAAS. Los DENAAA han permitido una perfecta integracin en la defensa area, la UTMAAA es el elemento imprescindible sin el cual sera imposible llevar a cabo ninguna operacin de defensa antiarea y la adquisicin de los COAAAS ha conseguido la plena integracin de la artillera antiarea en el sistema de defensa area y el empleo eficaz de sistemas de armas complementarios. Tambin hay que sealar la importante labor que se ha desarrollado como lo que se denomin en su da Jefatura de Artillera Antiarea del Ejrcito. Se ha ejercido esta funcin con eficacia mediante la difusin de documentacin, la coordinacin de los procedimientos tcticos y tcnicos del empleo de los sistemas y se ha facilitado a las unidades no orgnicas oportunidades de adiestramiento para mejorar su preparacin. Esta funcin, que se lleva a cabo sin detrimento de las atribuciones del mando orgnico, ha sido y es esencial para conseguir que todas las unidades de Artillera Antiarea del Ejrcito sean capaces de integrarse en una UDAA y cumplir con xito cualquier misin que se les encomiende.
Radar LPD 20
As pues, podemos concluir que debemos sentirnos orgullosos del Mando de Artillera Antiarea por el trabajo realizado y los logros conseguidos en estos veinticinco aos de historia gracias a la dedicacin y profesionalidad de los que nos han precedido, a su visin y tenacidad, que nos han legado unas unidades modernas, perfectamente integradas en el sistema de defensa area, interoperables, con procedimientos adecuados y bien instruidas. Su ejemplo debe animarnos para afrontar los desafos del futuro, pues son muchos los retos que hay por delante y que habr que afrontar con entusiasmo en beneficio del Ejrcito, las Fuerzas Armadas y nuestra Patria. NOTAS: 1 CRC: Control and Reporting Centre ARS: ACC/RPC/SFP: ACC: Air Operations Centre; RPC/RAP: Production Centre; SFP: Sensor Fusion Post 2 AD/ASME: Elemento de Defensa Area (Antiarea)/Elemento de Gestin del Espacio Areo 3 LCAD: Land Component Air Defense 4 GBAD: Ground Base Air Defense n
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INTRODUCCIN Este trabajo se enmarca dentro de las actividades de monitorizacin y seguimiento de los sistemas de armas antiareos, que lleva a cabo la Oficina de Programas de Artillera Antiarea (OPAAA), perteneciente a la Direccin de Sistemas de Armas del Mando de Apoyo Logstico del Ejrcito. En la primera parte del artculo, se pretende dar una visin global de la capacidad de integracin de los sistemas de mando y control de AAA (C2-AAA) para conduccin de operaciones, y las mejoras que se van a incorporar en los mismos durante los prximos meses. Ms adelante se abordarn ciertos aspectos asociados al sostenimiento y su impacto sobre los sistemas de armas NASAMS y PATRIOT. Para finalizar, y con la mirada puesta en el futuro, se describirn los requisitos, capacidades y configuracin de un ilusionante proyecto, llamado SHORAD de Alta Movilidad (SHORAD AM), que constituye uno de los retos ms importantes de la AAA espaola en el momento actual.
COAAAS-L
CAPACIDAD DE INTEGRACIN DE LOS SISTEMAS C2-AAA. PROGRAMA COAAAS A finales de la dcada de los noventa, el ET espaol dio comienzo al desarrollo y posterior adquisicin de los sistemas de Centros de Operaciones de Artillera Antiarea Semiautomticos (COAAAS), hito que represent un antes y un despus en la capacidad de integracin de la AAA espaola en el Sistema de Defensa Areo (SDA). Hasta esa fecha, nicamente el sistema de misiles HAWK contaba con esta posibilidad, que gracias al empleo de la Central de Operaciones AN/TSQ-73, le permita intercambiar, de manera automtica, rdenes e informacin tctica con el sistema de defensa area del Ejrcito del Aire (SADA). Con la incorporacin de los sistemas COAAAS, quedaban atrs los Centros Directores de Fuego (FDC) manuales, en los que la informacin se transmita por fona y se reflejaba en estadillos y tableros. Por el contrario, los puestos de mando semiautomticos estn diseados para propor-
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cionar en tiempo muy prximo al real (tiempo til) la situacin area, analizarla, valorarla, tomar la decisin ms adecuada y controlar su ejecucin. El alcance del programa COAAAS permiti obtener dos subprogramas: el COAAAS Ligero (COAAAS-L) y el COAAAS Medio (COAAAS-M). Los primeros estn asignados a las bateras de misiles MISTRAL, encuadradas en las estructuras orgnicas de las Brigadas as como en el RAAA 71 del MAAA proporcionndoles las capacidades necesarias de defensa antiarea (DAA) y de C2, que permitan su integracin en el SDA. Respecto al COAAAS-M, destacar que su FDC constituye una parte fundamental del Centro de Operaciones Tcticas (TOC) del Puesto de Mando de una Unidad de Defensa Antiarea (UDAA), permitiendo la integracin automtica, a nivel de datos, con el SDA del Ejrcito del Aire (EA) y el control de las armas y de los fuegos de las unidades subordinadas, dentro de su zona de responsabilidad. Si bien la arquitectura de C2 del actual sistema de DAA espaol est proporcionando unos
COAAAS-M
resultados claramente satisfactorios, no es menos cierto que en el horizonte de una futura integracin global de todos los medios de DA de las FAS en una nica red, las capacidades con que cuenta la AAA espaola son susceptibles de ciertas mejoras, en particular cuando se trata de interoperar con buques de la Armada, por carecer estos de capacidad de comunicacin de datos tcticos en formato Link-11B (nico data link de que disponen las unidades de AAA), explotando nicamente Link-16 y Link-11A. Es previsible que estas dificultades vayan en aumento, si se tiene en cuenta que en la actualidad el protocolo estndar para comunicaciones tcticas definido por OTAN para su empleo en operaciones areas, es el Link-16 que ya est siendo implementado en todos aquellos sistemas que forman parte tanto del EA como de la Armada. As pues, y con la finalidad de poner fin a estas limitaciones que afectan a la AAA espaola, durante el ao 2012 el Mando de Operaciones plante la necesidad de arbitrar un procedimiento que permitiera explotar la informacin procedente de una red Link-16, en otro sistema de mando y control (por ejemplo un COAAAS-M) ajeno a su zona de cobertura, aunque emplease diferente protocolo de comunicaciones. Es as como surge la implantacin de LINPRO (link processor) en los COAAAS-M, tal y como se describe a continuacin. Procesador LINPRO El procesador LINPRO est siendo desarrollado por la empresa espaola Tecnobit dentro de un programa conjunto en el que participan la Armada, el EA y el ET. Se trata de un procesador multi-link que permite intercambiar informacin data link procedente de un sistema de C2, formateada en un protocolo determinado, para traducirlo a otro formato y protocolo diferentes. Aplicado al sistema COAAAS-M, permite traducir mensajes de la serie M, formateados de acuerdo al protocolo Link-11B, en mensajes de la serie J, que pueden ser configurados para su envo a travs de un terminal MIDS (Multifunctional Information Distribution System) en el entorno de una red Link-161 y/o encapsularlos para su transmisin en formato JREAP (Joint Range Extension Applications Protocol), dentro de una red JRE,
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y a la inversa. El empleo del protocolo JREAP por los sistemas de AAA, al contrario de lo que sucede con el Link-16, presenta la enorme venEnlace COAAASM-SDA
taja de permitir obviar la lnea de visin directa (LOS) con el elemento receptor, facilitando as, que el intercambio de mensajes pueda realizarse
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Arquitectua LINPRO
mediante redes IP (Internet Protocol) soportadas por diferentes medios de transmisin (satlites, radioenlaces, etc). La dotacin de una capacidad inicial JREAP en los COAAAS-M, extendida tambin a los Centros de Control Subordinados a un CAOC/AOC (ARS) del EA y a los buques de la Armada, supone una mejora sustancial en la interoperabilidad de este sistema, al permitirle cooperar en una nica red de datos, dentro de un entorno conjunto/ combinado. El nico procesador LINPRO con que hasta la fecha cuenta el ET ha sido instalado en una estacin Algeciras perteneciente a la Unidad de Transmisiones del MAAA, cuya entrega al Ejrcito se formaliz el pasado mes de enero de 2013, siendo previsible la adquisicin de una segunda unidad a lo largo del presente ao. Este sistema, se encuentra operativo en la Armada desde el ao 2005, y actualmente est desplegado en parte de sus buques y disponible para su integracin los submarinos S-80.
SOSTENIMIENTO DE LOS SISTEMAS NASAMS Y PATRIOT No se pretende abarcar en este apartado, todas las actividades que comprende el concepto de sostenimiento, sino nicamente aquellas que se refieren a la adecuacin, mejora y refresco tecnolgico de los sistemas antiareos en relacin con los requisitos operativos para, de esta forma, prevenir los problemas de obsolescencia. Este ltimo trmino debe entenderse referido a la mantenibilidad, y no a la capacidad para cumplir con la misin asignada. La complejidad tecnolgica de estos sistemas, la caducidad de sus componentes (muchos de ellos COTS: commercial on the shelf), el rpido avance de la innovacin tecnolgica, la competitividad de los mercados e incluso las expectativas de las propias empresas en generar peridicamente nuevos volmenes de ventas, hacen que los sistemas antiareos corran el riesgo de entrar prematuramente en obsolescencia, si no se toman, con carcter urgente, las medidas correctoras necesarias que permitan rentabilizar
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su adquisicin, extendiendo su periodo de vida til y asegurando la consistencia de sus caractersticas fsicas y funcionales. A continuacin se muestran algunos ejemplos de sistemas de armas de AAA con que cuenta el ET, que pueden verse afectados por esta eventualidad. Sistema NASAMS: Se trata de un sistema de misiles tierra-aire, de corto-medio alcance, del que Espaa cuenta con cuatro bateras, entregadas al Ejrcito a partir del ao 2002. Transcurridos ms de diez aos desde su puesta en servicio, la empresa contratista KDA ha alertado de la necesidad de proceder a la actualizacin de los cuatro FDC, como medida para evitar su entrada en fase de obsolescencia, habida cuenta de que Espaa es el nico pas de la comunidad NASAMS que permanece en configuracin de 1 generacin. As, durante el presente ao 2013, en la OP-AAA se estn dando los primeros pasos para
abordar la actualizacin de este sistema a la versin NASAMS II (2 generacin) y de esta forma alcanzar la configuracin media en la que se encuentra el resto de pases del consorcio. Si no hay contratiempos, se estima que este proyecto de actualizacin podra finalizar en un plazo no superior a dieciocho meses. Sealar, que pases como Noruega y Finlandia ya estn evolucionando a la versin NASAMS de 3 generacin. Sistema Patriot: En el ao 2005, Espaa adquiere una batera PATRIOT configuracin 2+, de procedencia alemana y con seguridad, a partir del 2014, seremos el nico pas, en el mbito de la OTAN, con esta configuracin. Por ello es altamente recomendable evolucionar a la configuracin 3, si bien esta alternativa lleva largo tiempo paralizada por falta de fondos. La actualizacin a esta nueva configuracin implicara la incorporacin de profundas y numerosas modificaciones de hardware/software, tanto en la Central de Control de Empeos de Batera (ECS) como en el radar de exploracin AN/MPQ-53, afectando a un elevado nmero de elementos que habran de ser eliminados, modificados o, en su caso, sustituidos por nuevos mdulos. Entre las ventajas que se conseguiran con la transformacin a esta nueva configuracin, cabe destacar la mejora en el alcance radar, as como en el sistema de clasificacin, identifica-
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cin y discriminacin de blancos de pequea superficie equivalente radar (Radar Cross Section: RCS). Tambin permitira el clculo de los puntos de lanzamiento de las amenazas TBM (Theatre Ballistic Missile) bajo seguimiento, la ayuda a la localizacin y destruccin de los asentamientos de lanzamiento y una ms fcil integracin de la batera con otras unidades colaterales, cuando esta participe en operaciones en el exterior, o en ejercicios multinacionales tipo Joint Project Optic Windmill (JPOW). En el plano logstico se mejoraran las tareas de sostenimiento del sistema, pues en otro caso, al tratarse del nico pas en la actual configuracin, Espaa no podra beneficiarse del apoyo aportado por el resto pases del consorcio PATRIOT. A modo de ejemplo, nuestro pas se quedara aislado como nico usuario del stock central de repuestos en configuracin 2+, lo que implicara el tener que pagar cantidades elevadsimas por servicios exclusivos. A estos inconvenientes habra que aadir la creciente dificultad de formacin de personal especialista en tareas de mantenimiento, que en configuracin 3 est plenamente garantizada, mientras que en la configuracin actual es mucho ms incierta. En el caso de que Espaa aceptara, a lo largo del ao 2013, una carta oferta (LOA) referida a
esta actualizacin, las modificaciones no estaran disponibles hasta el ao 2018. SISTEMA SHORAD DE ALTA MOVILIDAD Desde hace varios aos, se plantea la necesidad de sustituir los sistemas ROLAND y ASPIDE, prximos a alcanzar la fase final de su ciclo de vida til, por un nuevo sistema de misiles de baja-media altura y corto-medio alcance, dotado adems de movilidad tctica y proyectabilidad estratgica adecuadas para su empleo en un teatro o zona de operaciones. Aprovechando que el EA ha manifestado similares necesidades operativas, orientadas a la mejora en la autodefensa de sus bases areas y Escuadrones de Vigilancia Area, en el ao 2005 se iniciaron los trabajos para desarrollar un proyecto conjunto capaz de armonizar los requisitos previstos a alcanzar por ambos Ejrcitos, surgiendo as el Programa SHORAD de Alta Movilidad (SHORAD AM). La OP-AAA lidera el proyecto, actualmente en fase de elaboracin de las especificaciones de diseo, que ms adelante permitirn su gestin y desarrollo. Por razones de interoperabilidad, est previsto que el nuevo sistema SHORAD AM se desarrolle tomando como referencia los distintos elementos que configuran el sistema NASAMS, pero integrados sobre vehculos de alta movilidad y empleando un sistema de misiles homogneos, ya declarados en el inventario de las Fuerzas Armadas espaolas, tales como el AMRAAM, de uso en el ET y EA, y el IRIS-T, utilizado por el EA como misil aireaire. Ambos misiles seran lanzados desde un nico lanzador. Otra de las novedades de este proyecto es contar con un moderno sistema electroptico, consistente en un sensor instalado sobre un vehculo de alta movilidad, capaz de realizar las funciones de vigilancia, deteccin,
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identificacin y localizacin de blancos areos da y noche; discriminacin de dos o ms blancos; seguimiento automtico del blanco, y evaluacin de daos. Este sistema permitir trabajar en modo pasivo (silencio radar) y complementar eficazmente el empleo de misiles de guiado trmico. El sistema SHORAM AM contar con las ltimas capacidades en el campo de la interoperabilidad, para su adecuada integracin el sistema de defensa areo (nacional y OTAN), mediante el empleo de estndares normalizados. A su movilidad tctica, se unir una alta capacidad de proyeccin estratgica, bien empleando aviones de aerotransporte, bien helicpteros tipo CHINOOCK. El sistema SHORAD AM se presenta como una necesidad crtica para la AAA espaola, cuyas prestaciones en cuanto a alcance, movilidad, proyectabilidad y capacidad de integracin, lo convierten en el relevo ms adecuado para sustituir, a corto-medio plazo, a otros sistemas ms veteranos como el ROLAND y el ASPIDE. No se trata por tanto de desarrollar nuevas capacida-
des, sino de mantener las actuales, adaptando los medios disponibles a las caractersticas de los escenarios en los que deben desempear su funcin. La incorporacin al ET de este nuevo sistema de armas contribuye a racionalizar el programa de adquisiciones, al conseguir una mayor homogeneizacin de los sistemas actualmente en servicio, repercutiendo positivamente en la simplificacin de los procedimientos logsticos (sostenimiento por familias) y en la instruccin de operadores. CONCLUSIONES Durante el periodo de operacin y sostenimiento de los sistemas de armas antiareos, la Oficina de Programas de Artillera Antiarea, con el apoyo de personal de JIMALE, contribuye a la planificacin y seguridad en la continuidad de las actividades de gestin del ciclo de vida de tales sistemas, anticipndose a potenciales carencias y tratando de sintonizar los requisitos operativos y tcnicos con el factor presupuestario, cada vez ms escaso.
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Atendiendo a esta necesidad, la OP-AAA mantiene como uno de sus objetivos prioritarios, impulsar y mejorar las capacidades de integracin de los sistemas de C2 de Artillera Antiarea, ya sea dentro de una red de defensa area global y/o formando parte de una estructura de defensa antimisil. La integracin de los sistemas de C2 es hoy en da una necesidad irrenunciable que simplifica los procesos de decisin, estandariza los criterios operativos, mejora la capacidad de combate y supervivencia de los sistemas y acta de modo sinrgico en la potenciacin y eficiencia del conjunto. El principio no link, no play es una realidad que se refleja en algunos de nuestros sistemas, como es el caso de la batera PATRIOT y su limitada capacidad de integracin, al no disponer de una Central de Coordinacin y Control (ICC), o del actual sistema de C2 para planeamiento de operaciones de AAA (CIO/CPL), manifiestamente mejorable en lo que a interoperabilidad se refiere. Por fortuna estos ejemplos no constituyen la norma, sino una excepcin a la misma, pudiendo afirmar, con carcter general que los sistemas automticos de C2 a disposicin de la AAA espaola poseen unas capacidades medias muy notables, totalmente competitivas con los medios antiareos de otros pases de nuestro entorno. En lo que se refiere al sostenimiento, es preceptivo llevar a cabo una planificacin exhaustiva de la gestin de obsolescencias, a ser posible desde las primeras fases del ciclo de vida (periodo de desarrollo), especialmente cuando se trata de equipos tan sofisticados y complejos como los sistemas antiareos. Esta planificacin permitira anticiparse a las contingencias que pudieran surgir, evitando improvisaciones y sorpresas no deseadas y sirviendo de soporte para fundamentar, con la antelacin suficiente, la dotacin de los fondos que fuera preciso reservar para abordar las medidas correctoras necesarias, como parte integrante y programada del coste del ciclo de vida del sistema. En otro orden de cosas, conviene recordar que el SHORAD AM no nace con la vocacin de crear nuevas capacidades, sino de mantener las actuales. Es obvio que la situacin econmica actual no favorece la continuidad de los trabajos de desarrollo de este proyecto, que ahora se encuentra bloqueado y a la espera de un mejor horizonte presupuestario. 46
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No cabe duda de que la reactivacin de este programa supondra un importante espaldarazo para las empresas espaolas, contribuyendo as a fortalecer el tejido industrial de la defensa a unos niveles comparables con otros pases europeos, potenciando la innovacin y desarrollando un nicho de conocimiento tecnolgico (know how) que fomentara la credibilidad de la industria nacional y la competitividad de sus productos. Finalmente y con el propsito de encontrar nuevas vas para reactivar este programa, la OPAAA est colaborando con el rgano Central (DGAM) y con la propia industria, en la bsqueda de campos de cooperacin bilateral con pases aliados y amigos que pudieran estar interesados en este proyecto, apoyndose en el marco de convenios y acuerdos de entendimiento en materia de defensa, tecnolgica e industrial, o bien mediante contratos Gobierno-Gobierno, que permitieran alcanzar condiciones financieras ms atractivas para el desarrollo de este nuevo sistema de armas. NOTA 1 Este aspecto an no est probado. Se trata de una futura implementacin que requiere, adicionalmente, la instalacin de un terminal MIDS y su integracin en vehculo. BIBLIOGRAFA Y FUENTES Documentacin Contractual del Programa COAAAS. Abril, 1999. Empleo AAA_PD4-315. Tomos 1 y 2. Manual Tcnico COAAASL. Descripcin General del Sistema. Tecnobit. Integracin de Link-16 en Sistemas de Mando y Control del Ejrcito de Tierra. Oferta Tcnica. Febrero, 2012. Requisitos de Estado Mayor conjunto del SHORAD AM. Febrero, 2008. JCISAT. Introduccin a los Sistemas de Informacin para el Mando y Control Militar. Julio, 2010. Instruccin 5/2008, de 15 de enero, de la Secretaria de Estado de Defensa, por la que se regula el sostenimiento del armamento y material. Instruccin 72/2012, de 2 de octubre, del SEDEF, por la que se regula el proceso de obtencin. n
El MAAA representa la principal contribucin del ET a la defensa area del territorio nacional, integrndose en el Sistema de Defensa Area, activado permanentemente desde tiempo de paz para llevar a cabo la vigilancia y control del espacio areo de soberana nacional.
La defensa area constituye una de las actividades en las que la cooperacin entre diferentes ejrcitos ha alcanzado un mayor grado de integracin y coordinacin, especialmente en la defensa de los territorios nacional y aliado, para los que se cuenta con sistemas conjuntos de defensa area, activados permanentemente desde tiempo de paz. El MAAA es una fuerza organizada, equipada y adiestrada para contribuir en los marcos conjunto o conjunto-combinado a la defensa area, especialmente del territorio pero tambin de fuerzas en operaciones, mediante su integracin en los sistemas de defensa area nacional o aliados. EL MARCO NACIONAL Cada nacin aliada asume el cometido de la defensa area de su espacio de soberana mediante una organizacin propia de mandos y fuerzas, aunque en el marco de la OTAN esta responsabilidad es compartida por los aliados mediante la creacin de estructuras colectivas de defensa para hacer frente a amenazas comunes. En Espaa, la Ley Orgnica 05/2005, de la Defensa Nacional, y el Real Decreto 787/2007 definen la estructura operativa de las FAS, a la que corresponde el planeamiento y conduccin de las misiones de carcter nacional, incluyendo aquellas especficas asignadas permanentemente
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a los ejrcitos siempre que requieran conduccin estratgica o empleen medios conjuntos como la vigilancia y el control del espacio areo de soberana. La reciente Orden Ministerial 86/2012 ha desarrollado estas misiones permanentes y ha creado el Mando de Defensa y Operaciones Areas para el planeamiento, conduccin y seguimiento de las operaciones de vigilancia, seguridad, control y polica area en los espacios areos de soberana, responsabilidad e inters. De l dependern operativamente los mandos, unidades y fuerzas que se le asignen. En realidad, esta misin permanente ya era desarrollada por el Mando Areo de Combate (MACOM) del EA y el Sistema Nacional de Defensa Area (SDA), constituido por el Centro de Operaciones Areas (AOC), desde el que se lleva a cabo el planeamiento y conduccin de operaciones, el sistema de vigilancia y control del espacio areo, que incluye los Centros de Control (ARS/CRC) y la red de sensores (los Escuadrones de Vigilancia Area o EVA y los radares de la artillera antiarea y navales) y las unidades de la fuerza, tanto aeronaves como la defensa area basada en tierra (GBAD/AAA) o embarcada. Aunque el Ejrcito del Aire es el principal responsable, a esta actividad esencialmente
EVA nmero 5, Sierra de Aitana
conjunta contribuyen tambin los medios de los otros ejrcitos, siendo en Espaa los medios GBAD fundamentalmente orgnicos del ET. El MAAA constituye el grueso de esta contribucin, incluyendo medios dedicados prioritariamente al esfuerzo territorial como Cuartel General, cinco Regimientos de AAA, Unidad de Transmisiones y elementos de enlace en el AOC, CAOC y ARS. Adems, el ET dispone de otras unidades antiareas ubicadas en puntos especficos del territorio nacional como Canarias (RAAA 94), Ceuta o Melilla (Grupos AAA de los RAMIX orgnicos de las Comandancias), as como las bateras MISTRAL de las Brigadas. Todas ellas presentan la suficiente polivalencia como para asumir cometidos de defensa territorial o de proteccin de fuerzas en operaciones, aunque por su situacin y caractersticas las unidades del MAAA, Canarias, Ceuta y Melilla estn especialmente enfocadas al territorio. LA DEFENSA AREA DEL TERRITORIO COMO ACTIVIDAD CONJUNTA La contribucin conjunta a la defensa area est definida en la Directiva del JEMAD 01/2000, para el impulso de la accin conjunta en la defensa antiarea del territorio nacional; y la Directiva 03/2001 para la integracin y coor-
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dinacin de las unidades de Defensa Antiarea en el SDA. Dichas directivas establecen que el MAAA se encuentra permanentemente bajo Mando Operacional (OPCOM) del JEMAD, que delegar el Control Operacional (OPCON) y el Mando Tctico (TACOM) de las unidades de Defensa Antiarea en el MACOM (ahora Mando de Defensa y Operaciones Areas) o en el mando OTAN ms apropiado. En esta organizacin (extensible a las unidades no orgnicas del MAAA que se designen), el General Jefe del MAAA se convierte en res- COAAAS-M con RAC 3D ponsable del planeamiento y coordinacin de aspectos como el adiestramiento conjunto, el despliegue o el empleo operativo de las UDAA, dando coherencia a la contribucin global del ET. Una estructura vigente desde tiempo de paz, mediante la aplicacin de alguno de los planes de contingencia, permite la transicin a crisis o conflicto. Una vez integradas las UDAA en el sistema, la conduccin de las operaciones se realiza en tiempo real mediante la conexin de sus centros de operaciones con el SDA, interviniendo nicamente el MAAA en aspectos como planeamiento operaticontingencia (FCRR). La preparacin se realiza vo, redespliegues o apoyo logstico. As, la AAA representa un componente clave de manera continua mediante la puesta en prcen el esfuerzo conjunto de disuasin y seguridad tica de la integracin en el SDA y la coordinadel espacio areo de soberana, contribuyendo cin con todos los elementos intervinientes en adems al proceso de generacin de fuerzas ante las operaciones de defensa area. Adems de esta integracin, prcticamente diaria, y de las una potencial crisis o conflicto. Las unidades mantienen en todo momento frecuentes colaboraciones de adiestramiento con el grado de disponibilidad acorde con las nece- medios areos, el Plan Anual de Preparacin insidades de reaccin o activacin de planes de cluye ejercicios especficos de defensa area del
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territorio, nacionales y aliados, como los SIRIO, DAPEX, DACEX o JPOW. INTEROPERABILIDAD DE LOS MEDIOS ANTIAREOS La completa integracin de los sistemas de AAA en el SDA exige interoperabilidad entre los respectivos elementos de mando y control, de manera que las unidades puedan recibir la informacin del espacio areo y rdenes tcticas y transmitir su estado o los datos de sus sensores. Esta interoperabilidad, actualmente extendida a todas las unidades de AAA del ET, ha sido posible gracias al desarrollo de centros de operaciones de AAA semiautomticos (COAAAS), conectados mediante enlaces de datos interoperables (actualmente Link 11-B y en el futuro Link-16). La integracin de los medios antiareos en el sistema de mando y control de la defensa area se materializ por primera vez en 1984 con la creacin del enlace SADA-SAM, que permiti el control positivo del Grupo SAM HAWK a travs
de su central de operaciones (AN/TSQ-73). Este modelo de integracin constituy posteriormente el referente para el desarrollo del programa COAAAS, importante salto cualitativo que extendi la capacidad de integracin al resto de sistemas. Actualmente el conjunto de los centros directores de fuegos (FDC) disponibles (OC HAWK, COAAAS-M, COAAAS-L y FDC NASAMS) constituye la herramienta de integracin de las UDAA en el SDA, permitiendo adems ejercer el mando y control de diferentes sistemas de armas en una misma UDAA. La organizacin de las UDAA para diferentes cometidos exige una gran modularidad y flexibilidad en las unidades. La disponibilidad de FDC y sistemas de armas complementarios permite adoptar las combinaciones de despliegue ms adecuadas en funcin de la amenaza y del punto vital o zona que defender. As, los sistemas de misiles como el PATRIOT, HAWK y NASAMS, con alcances de 70, 40 y 20 Km respectivamente, aseguran la defensa a media
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altura y una adecuada cobertura de zona. El resto de sistemas, de corto o muy corto alcance (SHORAD/ VSHORAD) como los misiles ASPIDE, ROLAND o MISTRAL y los caones 35/90, proporcionan defensa de puntos vitales y seguridad a baja cota. La disponibilidad de potentes medios de comunicaciones, incluyendo enlaces satlite, ofrece asimismo una gran flexibilidad para el enlace de los diferentes despliegues. ESCENARIOS PREFERENTES DE LA DAA EN TN Espaa se encuentra situada en el flanco sur del territorio europeo, a corta distancia de pases potencialmente inestables y con territorios en el norte de frica, lo que la convierte en potencial receptor de agresiones dirigidas a la Alianza y obliga a contemplar amenazas no compartidas. Por ello nuestra concepcin estratgica no solo se basa en la seguridad comn y la defensa colectiva en el marco aliado, sino tambin en el mantenimiento de una capacidad propia como factor de disuasin y respuesta. La Directiva de Defensa Nacional 2012 promueve la disponibilidad de las capacidades militares como factor clave de esta disuasin, de la defensa del territorio nacional y de la vigilancia del espacio areo. Aunque el cometido principal lo desarrolla el EA, la corta distancia de potenciales orgenes de agresin reduce las posibilidades de reaccin de sus aeronaves en acciones de defensa, incrementando la importancia de los despliegues antiareos, que pueden constituir la primera respuesta ante una agresin. La identificacin de los puntos o reas vitales que defender constituye un proceso complejo, condicionado por las posibles amenazas y la situacin estratgica que, partiendo de la identificacin de objetivos crticos, finaliza con la eleccin de objetivos a defender y despliegues en funcin de los medios disponibles. Sin embargo, nuestro territorio presenta una serie de particularidades que pueden convertir determinadas zonas en marcos preferentes para la defensa area: El Estrecho de Gibraltar, zona vital para la seguridad nacional y colectiva cuyo control es una de las misiones prioritarias que pueden desempear nuestras FAS y una de las principales contribuciones espaolas a la seguridad global. Participar en la defensa de su espacio areo puede constituir una
de las principales misiones del MAAA en el TN. Presenta unas exigencias especiales en los despliegues y medidas de coordinacin a adoptar, dado que es un escenario donde pueden actuar medios areos, navales y antiareos, con despliegues en ambas orillas. La proximidad de las unidades HAWK y PATRIOT y la existencia de instalaciones, como asentamientos eventuales o el Destacamento de Sierra del Cabrito infraestructura clave como asentamiento radar y nodo de comunicaciones, permiten acometer despliegues defensivos con garantas. Otras reas preferentes para cometidos de la DAA en TN podran ser las Islas Canarias, las Ciudades Autnomas del norte de frica o puertos y aeropuertos del sur y este de la Pennsula (bases estratgicas para la proyeccin de fuerzas). Despliegues defensivos en las Islas, Ceuta o Melilla pueden requerir el refuerzo de sus medios orgnicos con sistemas adicionales como el HAWK o el NASAMS. La proximidad de Ceuta a la Pennsula tambin permite el apoyo mediante la cobertura desde la orilla norte
Operadores en COAAAS-M
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del Estrecho con los sistemas de mayor alcance como el PATRIOT o el HAWK. Estos refuerzos y los enlaces necesarios se practican de manera habitual en ejercicios y prcticas de embarque y proyeccin de medios. OPERACIONES RECIENTES Durante los ltimos aos se ha puesto en prctica con despliegues reales la disponibilidad, capacidad de activacin e integracin de las UDAA para cometidos de DAA del TN en tiempo de paz. Los acontecimientos del 11 de septiembre de 2001 determinaron un nuevo escenario para la seguridad area. Desde entonces se reconocen como amenazas tanto las aeronaves civiles secuestradas o fuera de control, aviones renegade, como los slow-movers, aeronaves de pequeas dimensiones y baja velocidad. Los acontecimientos de especial relevancia (high visibility events: HVE), como cumbres internacionales de alto nivel o grandes eventos sociales, se consideran el escenario ms propicio para ataques con esta amenaza no convencional.
Defensa Antiarea
Desde 2002 se han desarrollado en Espaa diversas operaciones especficas de defensa area con ocasin de HVE. El MAAA ha demostrado estar perfectamente preparado para este reto, participando en trece de estas operaciones con el despliegue de UDAA para contribuir al control y seguridad del espacio areo. Las UDAA desplegadas han contado fundamentalmente con el sistema de misiles HAWK, idneo para acometer los renegade, junto a otros sistemas SHORAD, cuyo empleo podra enfocarse ms adecuadamente hacia los slow-movers. Estas operaciones, tambin habituales en otras naciones de nuestro entorno, son especialmente exigentes en cuanto a los despliegues, cadena de mando o procedimientos de toma de decisiones y reglas de empeo (ROE), con especial importancia para los criterios y autoridades de identificacin y acometimiento, exigiendo una perfecta integracin y coordinacin con el SDA y el resto de operaciones areas, as como con las agencias civiles de control del espacio areo.
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La crisis de Perejil de 2002 supuso tambin la activacin de medios antiareos en ambas orillas de Estrecho de Gibraltar como contribucin a la seguridad del espacio areo de soberana. En esta ocasin se trataba de una operacin frente a una potencial amenaza convencional, por lo que las cadenas de mando y toma de decisiones no requeran particularidades ms all de la coordinacin con el SDA y las fuerzas generadas para otros cometidos en el marco de la misma operacin. La experiencia de estas operaciones nos muestra la necesidad de disponer de medios de mando y control adecuados para la integracin de las UDAA en el SDA, as como de planes de contingencia para la DAA del TN que incluyan las previsiones necesarias para hacer frente a las amenazas no convencionales. EL MARCO ALIADO La responsabilidad compartida entre las naciones y la Alianza Atlntica en la defensa area del territorio europeo supone la integracin de los sistemas nacionales en un sistema nico (el Sistema Integrado de Defensa Area y Antimisil de la OTAN o NATINAMDS) basado en la estructura aliada de mandos y en una arquitectura colectiva de mando y control areo. Para ello las naciones transfieren a la Alianza la responsabilidad y los medios necesarios. El Comandante Aliado para Operaciones (ACO/ SACEUR) asume esta responsabilidad y la ejerce aplicando los planes permanentes de defensa area a travs del Comandante del Mando Areo aliado, con su Cuartel General en Ramstein, y la estructura de mando y control areo, con los dos Centros de Operaciones Areas Combinadas (CAOC), de Torrejn y Uedem (Alemania), y los ARS nacionales (Centros de Control Subordinados a un CAOC/AOC). Adems de los ARS, las naciones contribuyen mediante la atribucin de aeronaves, unidades de AAA, medios embarcados, redes de sensores y otros medios como comunicaciones. Esta actividad de defensa area del territorio es una de las pocas misiones que la Alianza desarrolla permanentemente desde tiempo de paz, de manera que la transicin a una crisis o conflicto solo requiere el funcionamiento continuo de la cadena de mando y control ya activa y la
asignacin progresiva a la misma de fuerzas adicionales. Porque la esencia de la defensa area del territorio en el actual escenario estratgico se encuentra, desde tiempo de paz, en la vigilancia y control permanente de los espacios de responsabilidad y en la proteccin de objetivos estratgicos para las naciones y la Alianza. La aparente dualidad de las estructuras aliada y nacional en la responsabilidad de DA del territorio supone en realidad una notable ventaja operativa. Adems de que las doctrinas y procedimientos de la Alianza y sus naciones para emplear en operaciones de defensa area y antiarea son comunes, las responsabilidades estn perfectamente delimitadas. Para las operaciones aliadas, los dos CAOC se distribuyen la responsabilidad del territorio europeo y ejercen su autoridad sobre los ARS. Las naciones ejercen a travs de sus ARS el mando y control de sus medios o de medios aliados desplegados en su zona de responsabilidad. Los respectivos AOC nacionales asumen el control de sus ARS en operaciones nacionales para la defensa de su espacio de soberana o en caso de recibir un cometido por la Alianza. LA DEFENSA ANTIMISIL DEL TERRITORIO La OTAN asume la existencia de una potencial amenaza balstica, responsabilizndose colectivamente de la defensa antimisil del territorio aliado europeo. Para ello, actualmente est desarrollando una arquitectura de defensa antimisil asentada sobre la estructura de defensa area aliada con algunas particularidades como un esquema de mando y control ms sencillo y centralizado, sensores especficos o necesidades de enlace ms exigentes (Link-16). La disponibilidad de sistemas antiareos con capacidad antimisil, como el PATRIOT, orgnico del MAAA, o el AEGIS embarcado en las fragatas F-100, sita a Espaa en una posicin preferente para contribuir a esta arquitectura aliada, as como asegurarse una limitada defensa antimisil de zonas o puntos vitales del territorio nacional frente a amenazas no compartidas. El desarrollo de sensores y elementos de mando y control por parte del EA debe contribuir a facilitar la integracin en la arquitectura antimisil de estos sistemas, que a su vez deben evolucionar para alcanzar su mxima eficacia operativa.
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El PATRIOT, por su polivalencia, antiarea y antimisil, y sus posibilidades de evolucin, constituye un sistema de alto valor para disuasin y contribucin directa en la defensa area, tanto en un marco territorial como de proteccin de fuerzas en operaciones. EPLOGO Agresiones contra el territorio europeo que pueden parecer poco posibles, como ataques areos o de misiles balsticos, deberan ser consideradas una amenaza real. La actualidad nos muestra que el norte de frica, Oriente Medio o el Sahel constituyen regiones proclives a la inestabilidad. Estos escenarios con estados fallidos, amplios territorios, masas de poblacin y notables medios militares como aeronaves de combate o misiles balsticos tipo SCUD pueden caer bajo el control de elementos radicales y ser empleados contra territorio aliado. Por otra parte, el secuestro de una aeronave comercial dirigida hacia nuestro territorio y su empleo contra intereses nacionales o aliados podra tener unas consecuencias importantes en el panorama estratgico global.
PATRIOT
Los acontecimientos de las ltimas dcadas nos demuestran que estos ejemplos no son totalmente ajenos a nuestra situacin. Ms all de los ataques del 11-S, territorios aliados como el sur de Italia o el este de Turqua han sufrido ataques balsticos procedentes de Libia y Siria. Otros ataques y atentados contra las sociedades europeas, como los de Madrid de 2004 o los de Londres de 2005, nos deben recordar que estamos en el punto de mira. Agresiones como las descritas pueden desestabilizar gobiernos y alianzas o condicionar decisiones colectivas sobre intervenciones en el exterior para garantizar la seguridad de nuestras sociedades. Por ello, la Defensa Area del territorio desde tiempo de paz se convierte as en una herramienta clave de disuasin y respuesta ante agresiones, tanto en un marco aliado como en uno especficamente nacional. La disponibilidad del MAAA como contribucin a este esfuerzo debe ser vista como el firme compromiso de ET en la aportacin a las misiones permanentes de nuestras FAS y como muestra de la responsabilidad nacional en la defensa colectiva junto a nuestros aliados. n
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INTRODUCCIN Si bien la superioridad area occidental reinante desde el final de la Guerra Fra y la intervencin en escenarios de baja intensidad han conducido a que caiga en cierto olvido la defensa antiarea de las unidades militares en los Ejrcitos de nuestro entorno,1 la aparicin de nuevas amenazas no convencionales, junto con la inseguridad generada por la proliferacin de misiles balsticos o de crucero y la existencia de amenazas no compartidas con nuestros aliados, hace que dicho concepto siga plenamente vigente en nuestras Fuerzas Armadas. Esta vigencia ha conllevado que los medios antiareos actualmente en dotacin se integren
Sistema NASAMS
en el Sistema de Defensa Area de una forma habitual y plenamente normalizada. Es precisamente esta integracin la que permite el empleo de nuestros sistemas de armas antiareas en todas sus capacidades; sin ella, por muy avanzada que sea la tecnologa, el empleo de la Artillera Antiarea se vera limitado. La integracin exige unos medios de transmisin de voz y datos seguros, y unos sistemas que permitan el enlace automtico de las Unidades de Artillera Antiarea con los centros de control de la defensa area, de forma que la batalla area se realice de forma eficiente, segura y en tiempo til. De esta manera, las trazas detectadas (avin, helicptero, misil, etc) por los radares de las
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Unidades de Artillera Antiarea, defendiendo por ejemplo una brigada polivalente, pueden aparecer automticamente en las pantallas de los centros que dirigen la defensa area o en las pantallas de otros elementos que contribuyan a la misma, como una fragata, y viceversa. Ahora bien, cuando nos referimos al cometido de proteccin de fuerzas, la situacin se complica desde el momento en que la Artillera Antiarea debe alcanzar una doble integracin: por una parte, con los centros de control de la defensa area; y por otra, no menos importante, con las unidades terrestres que ha de proteger. ESCENARIOS PROBABLES DE ACTUACIN Y POLIVALENCIA Nuestras publicaciones doctrinales en materia de Artillera Antiarea contemplan todos los escenarios posibles en los cuales se pueden ver implicados medios de defensa antiareos. Los ms probables son dos: uno conjunto, de carcter nacional de defensa no compartida, y otro conjunto-combinado de carcter internacional. Ambos tendrn normalmente un carcter hbrido2 y en ambos, las dos principales misiones de la Artillera Antiarea sern, grosso modo, la de contribuir a la proteccin de las unidades (Land Component Air Defense: LCAD), y la de defender puntos y zonas vitales (Ground Based Air Defense: GBAD), atendida normalmente por unidades de defensa area basada en tierra. La Artillera Antiarea empleada, sea cual sea el escenario, estara integrada en un Sistema de Defensa Area nico y conjunto, contribuira a la defensa por capas, en los 360 grados, dispondra de alerta temprana y sus medios, limitados, se organizaran en Unidades de Defensa Antiarea (UDAA) de carcter polivalente. Por polivalencia se entiende que una UDAA puede desempear misiones tanto LCAD como GBAD de forma no simultnea; este aspecto est ya conseguido por nuestras Unidades de Artillera.3 A da de hoy, una UDAA puede recibir tanto la misin de pro-
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teger una brigada (LCAD) como la de defender, por ejemplo, un complejo petroqumico (GBAD). Los avances en sistemas de mando y control y en enlace automtico de datos actuales y los que estn por llegar desdibujan un poco las diferencias entre unidades LCAD y GBAD. No obstante sigue habiendo sensibles diferencias entre unas y otras por la clase de objetivos que defienden, por las relaciones de coordinacin y enlace que se establecen y principalmente por quin retiene el Mando, es decir, quin asigna misiones a las UDAA. El mando de las UDAA con la misin de proteccin de unidades reside en el Mando Componente Terrestre, mientras que en las UDAA en misin de defensa de zonas o puntos vitales, lo ostenta el Jefe de la Defensa Area por delegacin del Mando de la Fuerza Conjunta y que normalmente ser el Jefe del Mando Componente Areo.4 No obstante, hay que tener presente que independientemente de la misin en la que se
Can 35-90 en fuego
encuentran las UDAA proteccin de fuerzas o proteccin de puntos o zonas vitales la integracin obliga a que el control tctico de los fuegos y de las armas en ambos casos, resida siempre en los rganos de control del Sistema de Defensa Area.5 Hay que trabajar con la certeza que tanto en el escenario conjunto como en el conjunto/ combinado, habr un sistema de defensa areo nico, que tiene la responsabilidad ltima sobre todos los vectores terrestres, areos o martimos que puedan actuar contra las amenazas areas. CLULA ADE/ASME COMO HERRAMIENTA PARA LA INTEGRACIN La proteccin antiarea de una fuerza terrestre se suele asignar a una o varias UDAA, dependiendo siempre entre otros factores de la entidad de la fuerza a proteger, de la amplitud del despliegue y de las amenazas. El rgano de trabajo del Jefe de la Fuerza Terrestre para la organizacin de la Artillera Antiarea para el combate es
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la Clula de Defensa Area y Control del Espacio Areo (ADE/ASME). Esta clula es tambin responsable de la sincronizacin e integracin de las actividades propias de la defensa area y el control del espacio areo con las actividades y funciones de combate propias de las unidades terrestres; para ello dispone de dos elementos, el Elemento de la Defensa Area (ADE) y el Elemento del Control del Espacio Areo (ASME). El Elemento de la Defensa Area, propiamente de Artillera Antiarea, propone la Lista Priorizada de Objetivos Crticos y la Propuesta de Empleo de las Unidades de Artillera Antiarea que, una vez aprobada, se traduce en la organizacin de la Artillera Antiarea para el combate. Siguiendo esta organizacin, se constituyen una o varias UDAA,6 que atienden a la proteccin de las unidades terrestres, integrndose con el Sistema de Defensa Area contribuyendo as al control de la batalla area en tiempo real. El Elemento de Control del Espacio Areo, compuesto generalmente por todos los usuarios
Sistema ASPIDE
del espacio areo de la unidad terrestre apoyada (representantes de helicpteros, de AAA, de ACA, de los UAV, del EA, G-3 Aire, etc), asesora en el planeamiento y coordinacin de las necesidades del espacio areo. A travs de este elemento se resuelven los conflictos del uso del espacio areo, se solicitan, entre otras, las medidas de control del espacio areo y los planes de vuelo de los helicpteros y UAV, y se difunde la Orden de Control del Espacio Areo (ACO) y la Orden de Misin Area (ATO). LAS UNIDADES DE DEFENSA ANTIAREA EN LA PROTECCIN DE LA FUERZA Para la proteccin de una fuerza, las UDAA responsables deben disponer adems de los medios de mando y control necesarios para su integracin en el Sistema de Defensa Area, de los medios de fuego necesarios para cubrir distintas alturas y de los medios logsticos adecuados para su funcionamiento y sostenimiento.
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En lo que respecta a mando y control, la com- misiles NASAMS, MISTRAL o HAWK, que pueden partimentacin en el control del espacio areo ser puestos bajo la direccin del puesto de mando es fruto del pasado, cuando no exista o no era de un grupo de caones antiareos 35/90. posible el enlace automtico de datos, o en las Al mismo tiempo, se han dando pasos muy operaciones asimtricas donde es escasa la Arti- importantes en la integracin con el Sistema llera Antiarea desplegada. Hoy en da, la inte- de Defensa Area, al asegurarse, por parte de gracin a travs del enlace automtico de datos los distintos Cuarteles Generales implicados, la es una cuestin sine qua non para la actuacin integracin de la Artillera Antiarea asignada a de la Artillera Antiarea dado que, de perderse, las sucesivas Agrupaciones Tcticas de la Fuerza las UDAA se vern muy limitadas en su accin Conjunta de Reaccin Rpida (FCRR), a travs de y solo podrn hacer fuego aplicando el criterio un Ncleo de Mando y Control de entidad grupo. de autodefensa y siguiendo unas normas muy Sin lugar a dudas, la inclusin de una batera restrictivas de empleo.7 MISTRAL en la orgnica de las actuales brigaLa integracin se realiza por el Sistema Con- das y, en el futuro, previsiblemente tambin, en junto de Telecomunicaciones MiCan 35/90 GDF 007 litares (SCTM), por enlace satlite o por ambos. En la prctica eso permite mantener el enlace automtico de datos con el Centro de Control del Espacio Areo designado, independientemente de la zona de operaciones en que despliegue una UDAA, recibiendo informacin de trazas de otros sensores nacionales o aliados y, al mismo tiempo, transmitiendo la propia al Sistema de Defensa Area. Ahora bien, no se debe caer en el equvoco de pensar que las bateras MISTRAL orgnicas (unidades de defensa antiarea para baja y muy baja altura) de las brigadas son suficientes para la proteccin de las mismas. La defensa necesaria a diferentes alturas, sea cual sea el objetivo a defender (brigadas, puertos, centrales termoelctricas, etc.), obliga a la Artillera Antiarea a organizarse en UDAA las cuales no dejan de ser grupos tcticos antiareos sobre la base de distintos materiales, segn la misin y la amenaza. Siguiendo esta lnea, es prctica habitual desde hace muchos aos en el Mando de Artillera Antiarea (MAAA), organizar estas UDAA combinando sin problemas mayores, por ejemplo bateras de
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Sistema MISTRAL
las brigadas polivalentes, ha conllevado grandes beneficios como, por ejemplo, la integracin de la defensa antiarea de forma permanente en los planeamientos de ejercicios de las Unidades de Maniobra. Igualmente, el grado de instruccin antiarea alcanzado tanto por las bateras MISTRAL de las brigadas como por las unidades de Artillera Antiarea extra-peninsulares resulta comparable a cualquier unidad orgnica del MAAA, y eso es as gracias a la necesidad, sentida y compartida tanto por el MAAA como por los distintos Cuarteles Generales a los que pertenecen orgnicamente, de apoyar y alentar de una forma especial la instruccin antiarea integrada de estas unidades con las propias del MAAA. De esta manera es posible, cuando se quiera proteger una fuerza determinada, crear una burbuja antiarea sobre la misma con una o varias UDAA compuestas por unidades, bien especficas del MAAA, bien las mismas combinadas con las bateras de las brigadas, que se integran en el Sistema de Defensa Area para proporcionar proteccin a distintas alturas. 60
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EL CARCTER CONJUNTO DE LAS UNIDADES DE DEFENSA ANTIAREA En el escenario conjunto de amenaza no compartida, la Artillera Antiarea es un bien escaso, lo que no permite atender a todos los objetivos que pudiera necesitarse defender. No es tanto as en una operacin conjunto/combinada, en la que generalmente, la fuerza aportada ser de entidad limitada y la UDAA ser acorde con los objetivos a defender. La existencia de unidades de Artillera Antiarea fuera de la bolsa de Unidades del MAAA responde en los territorios extrapeninsulares a criterios, entre otras razones, de presencia avanzada y defensa de zonas y puntos vitales;8 y en las brigadas, a criterios de inclusin de ciertos mdulos de capacidades antiareas para la proteccin autnoma mnima de la fuerza.9 En caso de una operacin, todas esas capacidades antiareas ajenas al MAAA deben ser reforzadas convenientemente, mediante la generacin de UDAA provenientes del MAAA e integradas en el Sistema de Defensa Area. Es el Jefe del Mando Conjunto quien organiza la Arti-
llera Antiarea para una operacin. Sita parte de sus UDAA bajo mando del Jefe del Componente Areo, en cometidos de defensa de puntos y zonas vitales, y otra bajo mando del Componente Terrestre, en cometidos normalmente de proteccin de fuerzas. EL CONDICIONAMIENTO DE LAS UNIDADES DE DEFENSA ANTIAREAS EN LA PROTECCIN DE LA FUERZA Cuando el Componente Terrestre emplea normalmente su Artillera Antiarea en la proteccin de la fuerza, esta se organiza en UDAA de acuerdo a la Propuesta de Empleo de la Artillera Antiarea elaborada por la Clula ADE/ASME, aquella estar condicionada en gran medida por la Lista Priorizada de Objetivos a Defender, aprobada y definida por el Jefe del Mando Componente Terrestre. Sin embargo, esta lista puede incluir objetivos marcados por el Jefe del Componente Areo10, y los mismos recibirn la mxima prioridad, aunque la Artillera Antiarea que los atienda est en cometido de proteccin de la fuerza. A pesar de que el Mando de las Unidades LCAD es retenido por el Mando Componente
Terrestre, este Mando de Unidades LCAD puede estar sometido a condicionamientos o caveats, simplemente por la inclusin de objetivos que defender por las Unidades LCAD en la Lista Conjunta de Objetivos a Defender. Esto resulta del todo lgico al contemplarse el Sistema de Defensa Area como nico y al estar integradas todas las UDAA. Este condicionamiento no debe verse como una carga, sino como una gran baza, al facilitar la actuacin de la Artillera Antiarea en escenarios de amenaza no compartida en despliegues extrapeninsulares. Permite que cualquier UDAA pueda atender simultneamente, tanto la proteccin de la fuerza como la defensa de puntos vitales, sin obligar a la constitucin de UDAA especializadas en cada tipo de misin. Este condicionamiento ir creciendo al aumentar la escasez de los medios de Artillera Antiarea disponibles y a causa de la migracin necesaria del enlace automtico de datos Link 11B actual que respeta en gran medida la estructura jerrquica de la organizacin militar a otro con la capacidad de funcionamiento en red, como es el Link 16 ms aplanado, menos jerarquizado y ms capaz.
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Aadir que la migracin traer consigo cambios en la forma de actuar y de entender la defensa area y permitir imitar el estndar tecnolgico del Ejrcito del Aire y de la Armada, y mantenerse en el mismo nivel que nuestros aliados. CONCLUSIONES En un Sistema de Defensa Area nico la Clula ADE/ASME se revela como un activo muy valioso, al facilitar la doble integracin de los medios antiareos con los Centros de Control de la Defensa Area y con las maniobra de las unidades terrestres que se han de proteger; al tiempo que contribuye al planeamiento y coordinacin de las necesidades de uso del espacio areo. De lo expuesto anteriormente se deduce que las UDAA tendrn una organizacin interna bastante homognea, estn en cometidos de proteccin de la fuerza o defensa de zona y puntos vitales. Estas mismas unidades pueden cambiar de cometido con gran facilidad debido a su polivalencia, y cada una de ellas atender a la defensa antiarea a diferentes alturas segn la misin. Las UDAA que se generen tanto en cometido de proteccin de unidades terrestres como en otros, pueden considerarse como una especie de grupos tcticos antiareos que proporcionan defensa a distintas alturas. Su organizacin diferir consecuentemente de la orgnica de las Unidades de Artillera Antiarea actualmente existentes. Hay que contemplar toda la Artillera Antiarea como si se tratase de una bolsa nica, donde el Jefe del Mando Conjunto transferir las distintas UDAA que se organicen al Jefe del Componente Areo (GBAD) o al Jefe del Mando Componente Terrestre (LCAD), de acuerdo con los requerimientos operativos de la misin. El condicionamiento que el Jefe de la Defensa Area, normalmente Jefe del Componente Areo, tiene sobre las Unidades LCAD, al poder asignarles objetivos a pesar de estar bajo Mando del Componente Terrestre; constituye una ventaja, en especial cuando se contemplan escenarios de amenaza no compartida extrapeninsulares.
NOTAS
Esta defensa denominada tradicionalmente proteccin de unidades, actualmente es conocida por el acrnimo ingls LCAD (Land Component Air Defence). 2 Se entiende por hbrido aquel que mezcla elementos de tecnologa atrasada y avanzada. 3 Hasta el comienzo de los aos noventa, el MAAA estaba especializado en Unidades GBAD y la Artillera Antiarea de las Grandes Unidades de Maniobra en Unidades LCAD (por ejemplo, el extinto GAAAL-1, de la Divisin Acorazada Nm. 1). 4 En el artculo se considera al Jefe del Mando Componente Areo como Jefe de la Defensa Area. 5 El cual puede delegarlos, cuando se acta en modo de operacin descentralizado, pero siempre mantiene la autoridad y visibilidad para vetar e intervenir en cualquier momento. 6 Organizada normalmente sobre la base de un grupo orgnico, al cual se le agregan o segregan mdulos de capacidades de mando y control, de fuego, logsticos, CIS, para generar la estructura operativa requerida. 7 A da de hoy las publicaciones doctrinales permiten el empleo de la Artillera Antiarea aunque se haya perdido el enlace automtico de datos (PD4-315). 8 Al ser polivalentes, cuando sea necesario, pueden realizar igualmente proteccin de fuerzas (denominada generalmente LCAD). 9 Al ser polivalentes pueden realizar igualmente cuando sea necesario defensa de puntos vitales o contribuir a la defensa de zona. 10 Recogidos en la Lista Conjunta Priorizada de Objetivos a Defender, que se refleja en el Plan de Defensa Areo.
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BIBLIOGRAFA Y FUENTES Publicacin Doctrinal PD4-315. Empleo de la Artillera Antiarea. Eshel, David. Israel Readies Test of Integrated Air Defence. Aviation Week Magazine. 8 de febrero, 2012. OReilly, Patrick J. Integrated Air and Missile Defence. 13 de julio, 2010. Kenyon, Henry S. Air Defence System to Forge Many Platforms into One Network. Signal Online Magazine. Julio, 2010. Kopp, Carlo. Surviving the Modern Integrated Air Defence System. Air Power Australia Online Journal. 3 de febrero, 2009. n
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LECCIONES QUE APRENDER Durante las ltimas dcadas los principales riesgos y amenazas a los que han tenido que enfrentarse nuestras Fuerzas Armadas en los escenarios asimtricos en los que han tenido que operar, han consistido principalmente en adversarios caracterizados por presentar un bajo perfil tecnolgico y unas capacidades militares limitadas. Con la seguridad de nuestro territorio nacional garantizada por la superioridad tecnolgica y la pertenencia a poderosas alianzas militares como la OTAN y con las principales responsabilidades operativas orientadas a escenarios lejanos, se pudo llegar a pensar que las operaciones futuras tenan que ser necesariamente iguales que las pasadas y que, en teatros de operaciones irregulares donde la supremaca area est suficientemente garantizada, determinadas funciones militares tradicionales como la de la Artillera Antiarea, orientada fundamentalmente a la proteccin de las Unidades de la Fuerza, habran perdido su importancia. Durante estos aos, muchas naciones aliadas dejaron languidecer poco a poco sus capacidades antiareas, apremiadas fundamentalmente por la necesidad de reducir sus gastos de defensa y contar con el suficiente nmero de unidades ligeras que les permitieran cubrir adecuadamente los requerimientos operativos que se derivaban de los compromisos internacionales en las llamadas operaciones de paz. Todo ello a pesar de que de que durante los mismos, fueron surgiendo suficientes indicios que indicaban que, probablemente, los requerimientos para el empleo de la Artillera Antiarea en el futuro no seran tan sencillos como en el
pasado. Algunos de los conflictos ms importantes que han tenido lugar en los ltimos tiempos as lo atestiguan. El 20 de marzo de 2003 un misil Patriot en su configuracin antimisil 3 destruy por impacto directo un misil iraqu Arabil 100 segundos antes de que llegara a su objetivo el Cuartel General del Mando Componente Terrestre en Kuwait en lo que podra considerarse una clara seal de que, en adelante, la defensa frente a la amenaza de misiles balsticos se iba a convertir en una de las principales prioridades de seguridad en los pases de nuestro entorno mediterrneo. Por otra parte, durante la campaa del Lbano de 2006, una fuerza paramilitar como Hezbol dispar ms de 4.000 cohetes sobre Israel, una cantidad sin precedentes en conflictos anteriores. Los ms de 100 proyectiles disparados por da produjeron la muerte de 43 civiles e hirieron a ms de 4.000 personas, adems de provocar la evacuacin de medio milln de habitantes y la paralizacin del sistema econmico de buena parte del pas. Sus efectos devastadores en el dispositivo de defensa israel, se reflejaron en la moral de combate de la poblacin que se resinti enormemente ante la amenaza producida por una nueva modalidad de empleo de la artillera cohete, sobre la que no exista entonces una proteccin efectiva. Unos aos despus, el 21 de noviembre de 2012 durante la operacin Pilar Defensivo, se contabiliz el impacto de tres cohetes palestinos en Tel Aviv y su rea metropolitana, una ciudad que por su lejana gozaba de cierta seguridad ante ataques palestinos. Si bien el primero no caus ningn dao y el segundo cay en un
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edificio residencial de las afueras donde dej dos heridos leves, el tercero fue interceptado por el recientemente instalado sistema antimisil Iron Dome. La extensin de este sistema a la totalidad del territorio israel, as como el reciente despliegue de bateras de misiles Patriot en las frontera de Turqua con Siria, o en ciudades como Sel o Tokio indicaran hasta que punto estos pases han entendido perfectamente donde se encuentran sus prioridades defensivas. Finalmente en los Balcanes en el marco de las campaas areas de los aos noventa, pudimos comprobar cmo ninguna intervencin terrestre en un teatro de operaciones tiene lugar sin garantizar previamente la supresin completa de las defensas antiareas, lo que indica el poderoso efecto disuasivo que estas pueden llegar a representar frente a cualquier amenaza area. UN LARGO CAMINO ANDADO En un contexto aliado de cierta falta de ambicin doctrinal y de presupuestos de defensa menguantes, las Fuerzas Armadas espaolas entendieron que la Artillera Antiarea tena un papel que desempear, si bien orientado principalmente a la proteccin de puntos vitales del territorio nacional. Todo ello en unos momentos en los que la amenaza terrorista haba incrementado la preocupacin por la proteccin territorial, preocupacin que se haca sentir especialmente durante la celebracin de aquellos actos considerados de especial relevancia, que pasaron a denominarse eventos de alta visibilidad. Adems, la Artillera Antiarea poda constituirse, dado su carcter conjunto y la facilidad para combinarse con nuestros aliados, en una excelente oportunidad para mejorar el carcter de interoperabilidad de sus Fuerzas Armadas, y mantener una capacidad militar crtica que muy pocas naciones europeas estaban en condiciones de aportar al conjunto y en la que el Ejrcito de Tierra estaba alcanzando un alto nivel de especializacin y de calidad. El desarrollo de programas antiareos como el del Centro de Operaciones de Artillera Antiarea Semiautomtico (COAAS), fuertemente apoyados en la industria nacional y cuyos componentes terminaron de ser entregados a las unidades a mediados de la pasada dcada, proporcionaron al Ejrcito de Tierra una importante ventaja 64
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comparativa a la hora de disear estructuras operativas multinacionales. El extraordinario avance tecnolgico que este programa supuso, permiti que los distintos sistemas de armas pudieran por vez primera, actuar integrados entre ellos y con el Sistema de Defensa Areo nacional y aliado, tanto con misiones de defensa territorial como de proteccin de cualquier fuerza que pudiera desplegarse ms all de nuestras fronteras. La mejora de la Central de Operaciones del Grupo de misiles HAWK situado en la zona del Estrecho de Gibraltar y la llegada de los modernos Centros de Direccin de Fuegos (FDC) de las bateras de misiles NASAMS contribuyeron a reforzar esta capacidad. Igualmente, la adquisicin de una batera de misiles PATRIOT en su configuracin antimisil PAC2+ cre el embrin de lo que debera ser la contribucin del Ejrcito de Tierra a la capacidad futura de las Fuerzas Armadas frente a misiles balsticos de teatro. En ese entorno de interoperabilidad, despliegues en escenarios nacionales y avances tcnicos, la creacin del Mando de Artillera Antiarea (MAAA), permiti dar unos pasos decisivos en el campo de la modularidad y la integracin, al actuar como estructura orgnica superior y como Cuartel General de la Artillera Antiarea del Ejrcito de Tierra. Al configurarse como un pool de unidades antiareas, el MAAA asumi de una manera natural la responsabilidad de generar estructuras operativas especializadas segn las misiones y los escenarios, que se denominaron Unidades de Defensa Antiarea (UDAA) y que estaban compuestas de los diversos materiales tanto can como misil, con los que las Unidades de Artillera Antiarea fueron dotndose en estos aos. Al mismo tiempo la actuacin del Mando de Artillera Antiarea como Cuartel General permiti coordinar oportunamente todas las actividades de instruccin y adiestramiento necesarias para el normal funcionamiento de todas las Unidades de Artillera Antiarea del Ejrcito, tanto orgnicas del propio Mando, como pertenecientes a las Unidades de la Fuerza. Se consigui as una importante economa de escala y una mayor racionalizacin y eficiencia en el empleo de unos medios que, sea cual sea el escenario de su empleo, siempre van a resultar escasos.
Se ha llegado as a la situacin actual, que debe ser de no retorno, en la que la Artillera Antiarea ha alcanzado un alto nivel de excelencia desde el momento en que la mayora de los materiales antiareos del Ejrcito estn preparados para actuar completamente integrados. Ello ha permitido a las Unidades de Artillera Antiarea, acostumbrarse a funcionar modularmente para constituir estructuras operativas complejas, que pueden operar tanto en misiones de defensa territorial, como en proteccin de la fuerza, y tanto en territorio nacional como en operaciones en el exterior. LOS NUEVOS DESAFOS Ahora bien, la transformacin que ha sufrido la Artillera Antiarea de la cual el MAAA ha sido el motor del cambio no ha de ser excusa para caer en la autocomplacencia. La evolucin de la amenaza por una parte, y las posibilidades tcnicas por otra, nos obligarn a una mejora de los sistemas existentes en los campos de la deteccin, la identificacin de la amenaza y el tiro, pero tambin, en la transmisin y recepcin
de datos en tiempo real, de manera que se pueda garantizar la integracin todo tiempo, de todos los sistemas de armas y de estos con la defensa area nacional o multinacional. En lo que se refiere a la amenaza, los principales sistemas antiareos actuales, cuya concepcin y desarrollo hay que datarlos en los tiempos finales de la Guerra Fra, fueron diseados para hacer frente a oleadas de aviones y helicpteros actuando por saturacin a baja altitud para escapar a la deteccin de los radares. Las operaciones sobre Bosnia, Kosovo, o Libia parecen apuntar a un mayor inters por la media altitud, habida cuenta de la normalmente mayor densidad de la defensa antiarea en la baja altitud. Concretamente, ms que el nmero o cantidad de medios de la amenaza, debemos concebir los sistemas de armas futuros, teniendo en cuenta el aumento considerable de los distintos tipos de amenazas areas. Junto a aviones cada vez ms furtivos invisiblesy helicpteros ms fugaces y capaces de disparar completamente ocultos, hay que aadir la creciente amenaza de los sistemas no tripulados drones, UAV, etc, llamados a
Hacer frente a misiles, UAV, amenaza RAM (cohetes, artillera, morteros), etc, son nuevos desafos para la AAA
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convertirse en sistemas completos de combate en pocos aos. De hecho, los ms pequeos de estos sistemas ya plantean hoy en da un verdadero problema a la defensa antiarea por la dificultad de su deteccin. En el otro extremo de la escala, la amenaza emergente en espacios como el Mediterrneo son los misiles tcticos balsticos. En este terreno, es el progreso tcnico el que nos permite hacer frente cada vez mejor a un tipo de amenaza hasta hace unos aos inabordable. Sistemas como el PATRIOT, sobre todo en la llamada configuracin 3, posibilitan interceptar este tipo de misiles con elevada garanta de xito. No obstante, en el futuro adems, los sistemas antiareos debern ser capaces de destruir los mucho ms furtivos misiles de crucero, as como los lanzados por aviones desde distancias de seguridad cada vez mayores (stand off). 66
LOS NUEVOS AVANCES TCNICOS En lo referido a las mejoras tcnicas de los misiles, el futuro seguir marcado por la bsqueda del punto de equilibrio entre los sistemas de guiado pasivo (como el de los misiles MISTRAL) y de gua ptica o electromagntica (como el ROLAND o el HAWK). En las operaciones de proyeccin donde la amenaza area sea baja o poco sofisticada tecnolgicamente, seguirn favorecindose prioritariamente los sistemas de guiado pasivo, dada la facilidad de transporte y de mantenimiento. Por el contrario, en ambientes operativos tecnolgicamente avanzados, las capacidades crecientes de las plataformas de ala fija con radios de accin cada vez mayores, dispositivos de navegacin todo tiempo, mayores velocidades de penetracin, discrecin frente a misiles de infrarrojos y dificultad de deteccin por radar
obligarn a disponer de misiles con un mayor alcance, una mayor independencia del sistema de deteccin (misiles activos), una mayor probabilidad de derribo y una mejor agilidad de respuesta, sobre todo, en la fase terminal. En resumen, se priorizar un misil que se convierta en el arma dominante en el espacio areo especialmente en las medias alturas. En cuanto a los sistemas de alta movilidad tctica (SHORAD) como el NASAMS, o el MISTRAL sobre vehculo de alta movilidad tctica e integracin con Silam, estn llamados a constituir la columna vertebral de la baja y media-baja cota, teniendo como finalidad principal la de proteger a las fuerzas propias o aliadas de aquellas amenazas areas no cubiertas suficientemente por la aviacin propia. En este sentido, seguir siendo cierto el axioma de que ninguna fuerza propia se proyecta sobre un territorio hostil en el que exista una mnima amenaza area, sin contar con la suficiente proteccin antiarea. Por su parte, en el escenario de la defensa nacional, en la proteccin de eventos de alta visibilidad o en aquellos entornos de circulacin civil o militar densa que favorezcan la posibilidad de tiros fratricidas, se dar prioridad a los sistemas de gua permanente en que los misiles puedan ser neutralizados hasta el ltimo momento de su trayectoria. Las bengalas infrarrojas, cada vez ms extendidas y eficientes, pueden favorecer tambin el empleo privilegiado de los misiles guiados. INTEGRACIN Y FUEGOS EN RED En lo relativo a la integracin, en el futuro la tecnologa condicionar completamente la tctica. La mejora de los sistemas de mando y control har que se asuman con normalidad conceptos como los fuegos en red, con el que se pretende alcanzar la total integracin de los diferentes sistemas de Artillera Antiarea entre s y en el Sistema de Defensa Area superior, nacional o aliado, y tanto de los elementos de obtencin de informacin como de los elementos generadores de fuego. De esta manera, al tiempo que se garantiza el control permanente y completo de las condiciones de adquisicin y tiro, se obtendr una respuesta ms inmediata, oportuna y eficaz de los medios organizados operativamente en las Unidades de Defensa Antiarea, UDAA, que seguirn siendo diseadas
a medida segn el grado de proteccin que deban proporcionar y en funcin, entre otros factores, de la amenaza. En un contexto en el que los tiempos de reaccin en el combate antiareo sern cada vez menores y en el que la diferencia de hacerlo a tiempo o no, seguir siendo absoluta, la clave del xito y el gran desafo para el MAAA continuarn siendo entonces, como lo son ahora, impulsar la automatizacin completa de todo el proceso que va desde la deteccin del objetivo, pasando por su identificacin y asignacin a un elemento de fuego, hasta su derribo y la evaluacin final de
Esquema de batera del HAWK PIP III
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la accin. Los COAAAS en sus versiones ligeras y medios, que tan magnficos resultados estn produciendo hoy en da pero cuyo diseo data de los aos ochenta, se debern modernizar de acuerdo con las grandes posibilidades que ofrece la tecnologa, de manera que se aumenten sus capacidades para contribuir al control del espacio areo en una zona de operaciones.
Lanzadores del sistema PATRIOT PAC 3
Igualmente, ser necesario, mejorar los Centros de Informacin y Operaciones (CIO) autnticos centros de direccin de la batalla antiarea y de integracin en la batalla terrestre de manera que toda la informacin tctica y tcnica pueda ser tratada automticamente y en tiempo real. EL FUTURO DE LA DEFENSA ANTIMISIL En lo relativo a la defensa antimisil, el futuro a corto plazo pasa por completar las capacidades actuales PATRIOT con la adquisicin de una Central de Mando e Informacin (ICC), que permita conectarse con el Sistema de Mando y Control Areo nacional y aliado, as como integrar los otros sistemas de armas antiareos (HAWK, NASAMS, etc.) con que cuenta el Ejrcito de Tierra y las posibles ampliaciones futuras del sistema. De esta manera se potenciaran significativamente sus capacidades operativas en un terreno tan crtico para la defensa nacional. Igualmente se continuar con la evolucin del sistema desde la actual arquitectura PAC 2/Configuracin 2 (+) a la ms eficaz y de mayores prestaciones anti-misil PAC 2/Configuracin 3 que es la normalizada en la mayor parte de nuestros aliados, con vistas a garantizar su sostenimiento y vida operativa a medio y largo plazo. Con una visin ms ambiciosa a ms largo plazo, y de acuerdo con las disponibilidades econmicas, se debera trabajar en la dotacin al Ejrcito de ms bateras PATRIOT con la misma configuracin, as como en la adquisicin futura de misiles ms modernos PAC 3 con tecnologa hit to kill optimizada para destruir las cabezas de guerra mediante energa cintica. Todas estas mejoras permitiran, en un entorno de amenaza creciente de misiles balsticos, aumentar significativamente la capacidad del sistema hacindolo interoperable con el sistema de defensa antimisil aliado y optimizando a la vez su probabilidad de adquisicin y derribo de blancos areos.
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UNA OPORTUNIDAD PARA EL CAN El futuro puede presentar a la Artillera Antiarea can una ventana de oportunidad en su actuacin contra objetivos muy fugaces tipo drones, helicpteros o incluso aparatos civiles que evolucionan a altitudes muy bajas y que pueden representar amenazas puntuales en escenarios como los eventos de alta visibilidad. En este sentido, la eleccin del calibre de 35 mm para caones antiareos que cuentan con direcciones de tiro completamente automatizadas, puede considerarse ya plenamente generalizado debido a su mayor rendimiento frente a calibres menores, a pesar de la desventaja que supone el mayor peso del sistema y de las municiones. Asimismo, debern seguirse cuidadosamente los desarrollos futuros de la Artillera Antiarea can para la proteccin de cualquier fuerza destacada en operaciones de baja intensidad contra la amenaza, materializada principalmente en los explosivos improvisados (IED), los ataques de morteros, artillera y cohetes (RAM). Finalmente, desde una perspectiva ms amplia y general y siguiendo el paradigma de combatir a la municin se tender a aprovechar las capacidades de los caones para combatir con carcter genrico todo tipo de municiones aire-tierra (RAM, misiles ARS tipo HARM, cohetes, misiles aire tierra, etc). REFLEXIN FINAL Puede afirmarse que la Artillera Antiarea seguir constituyendo en el futuro, una capacidad crtica de la defensa nacional, a la que se seguir exigiendo un alto nivel de especializacin y de calidad. La seguridad de integrar en tiempo real y en todo tiempo, todos nuestros sistemas entre s y con la defensa area nacional o aliada constituir la piedra angular de un proceso continuo, en el que el Mando de Artillera Antiarea seguir desempeando un papel fundamental. Su funcin se ver reforzada a la hora de constituir estructuras operativas antiareas complejas, capaces de operar eficazmente en los futuros teatros de operaciones. Todo ello en un entorno de conflictos internacionales en el que asistimos
a un progresivo incremento de las capacidades areas y misilsticas de potenciales adversarios actuales o futuros. Igualmente, la incorporacin de los desarrollos tcnicos ms avanzados y de los nuevos conceptos doctrinales y organizativos, necesarios para ofrecer respuesta oportuna y eficaz a los desafos procedentes de la tercera dimensin, supondr una revalorizacin del empleo de la Artillera Antiarea en el cumplimiento de las misiones que se le encomienden, tanto en la defensa del territorio nacional, como en la proteccin de la fuerza. De esta manera, con sus capacidades reforzadas y formando parte de un Ejrcito tecnolgicamente avanzado, el Mando de Artillera Antiarea continuar liderando el futuro de una Artillera Antiarea cuya aspiracin ser siempre la de tirar ms lejos, ms alto, ms preciso. n
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ACO: Orden de Control del Espacio Areo ACO/SACEUR: Comandante Aliado para Operaciones AD: Defensa Area ADE: Elemento de Defensa Area AOC: Centro de Operaciones Areas ASM: Control del Espacio Areo ASME: Elemento de Control del Espacio Areo AD/ASME: Elemento de Defensa Area (Antiarea) / Elemento de Gestin del Espacio Areo. ARS: AOC/RPC/SFP: ACC: Air Operations Centre; RPC/RAP: Production Centre; SFP: Sensor Fusion Post ATO: Orden de Misin Area CAOC: Centro de Operaciones Areas Combinado CIO/CPL: Centro de Informacin y Operaciones / Centro de Personal y Logstica COAAAS: Centro de Operaciones de Artillera Antiarea Semiautomtico COAAASL: COAAAS Ligero COAAASM: COAAAS Medio COTS: Commercial on the Shelf CRC: Control and Reporting Centre C2-AAA: Sistemas de mando y control de AAA DA: Defensa Area DENAAA: Destacamentos de Enlace de Artillera Antiarea EA: Ejrcito del Aire ECS: Central de Control de Empeos de Batera EVA: Escuadrn de Vigilancia Area FCRR: Fuerza Conjunta de Reaccin Rpida FDC: Centros Directores de Fuego. FUL: Fuerzas Ligeras
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FUP: GBAD: HVE: ICC: IED: IP: JIMALE: JPOW: JREAP: LCAD: LINKPRO: LOA: LOS: MAA: MACOM: MIDS: NATINAMDS: OP-AAA: RAM: ROE: SADA: SCTM: SDA: SHORAD AM: SFM: SKG: TBM: TOC: UDAA: UTMAAA:
Fuerzas Pesadas Defensa Area Basada en Tierra Ground Base Air Defense Eventos de Alta Visibilidad High Visibility Events Central de Coordinacin y Control o Central de Mando e Informacin Explosivo Improvisado Internet protocol Jefatura de Ingeniera del Mando de Apoyo Logstico del ET Joint Project Optic Windmill Joint Range Extension Applications Protocol Land Component Air Defense Link Processor Carta Oferta Lnea de Visin Directa Mando de Artillera Antiarea Mando Areo de Combate Multifunctional Information Distribution System Sistema Integrado de Defensa Area y Antimisil de la OTAN Oficina de Programas de Artillera Antiarea Morteros, Artillera y Cohetes Reglas de Enfrentamiento Sistema de Defensa Area del EA Sistema Conjunto de Telecomunicaciones Militares. Sistema de Defensa Areo Programa SHORAD de Alta Movilidad SUPERFREDERMAUS SKYGUARD Theatre Ballistic Missile Centro de Operaciones Tcticas. Unidad de Defensa Antiarea Unidad de Transmisiones del Mando de Artillera Antiarea
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El cometido del Comit Militar en el proceso de toma de decisiones de la OTAN es proporcionar asesoramiento profesional e independiente al Consejo Atlntico y al Secretario General. Ni ms; ni menos
INTRODUCCIN De las organizaciones internacionales de las que Espaa forma parte es sin duda la OTAN la que ejerce una mayor influencia de cara a la definicin de nuevos modelos para nuestras Fuerzas Armadas, puesto que es la Alianza Atlntica la que se centra especficamente en la Defensa y Seguridad de las naciones que la componen. Pretendo transmitir con este artculo algunas reflexiones personales sobre el Comit Militar de la OTAN que considero oportunas por su coincidencia en el tiempo con el profundo proceso de transformacin de estructuras y rganos a que est siendo sometida la Alianza, que espero que facilite una mayor rapidez y efectividad a los actuales flujos de trabajo y de decisin respetando, eso s, la relevancia que los diferentes actores deben mantener en una alianza POLTICO MILITAR, cuyo ltimo y decisivo recurso son las operaciones militares. El Comit Militar es el Comit por excelencia dentro de la Organizacin, tanto por la calidad del asesoramiento tcnico militar que presta al Consejo Atlntico, como por representar a los 72
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Jefes de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) de los Estados miembros. Esa es la idea que pretende trasladar este artculo; cuya lectura espero ayude a valorar en su justa medida el trascendente papel que, tanto ahora como en el futuro, debe corresponderle. QU ES EL COMIT MILITAR?: EVOLUCIN HISTRICA Y ORGANIZACIN ACTUAL En septiembre de 1949, el Consejo del Atlntico Norte (NAC en sus siglas en ingls), como mxima autoridad de OTAN (con representacin de cada pas al ms alto nivel poltico), creaba un Comit de Defensa compuesto por los Ministros de Defensa de los Estados miembros. Este organismo, responsable del diseo de los planes de defensa de la Alianza y de recomendar al NAC aquellas medidas que considerase oportunas, decidi el mes de octubre de ese mismo ao, la creacin de un Comit Militar (en adelante MC, en su denominacin en ingls), compuesto por los JEMAD de los Estados miembros. Para apoyar este MC se cre el entonces llamado Grupo Permanente (NATO Standing Group),
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cuya funcin era dar continuidad a las reuniones del MC, y que reciba la potestad, como autoridad militar superior de los mandos principales de OTAN, de determinar los requerimientos militares de las fuerzas integradas de OTAN.
El Comit Militar es el Comit por excelencia dentro de la Organizacin, tanto por la calidad del asesoramiento tcnico militar que presta al Consejo Atlntico, como por representar a los JEMAD de los Estados miembros
Como consecuencia, todas las naciones con fuerzas militares dentro de la estructura integrada de la Alianza acreditaron una representacin
para tal Grupo Permanente, que siete aos despus adopt su actual denominacin de Comit Militar en Sesin Permanente (MC/PS). En 1967 se aada a la estructura, un Estado Mayor Militar Internacional (IMS), cuya funcin respecto al MC pas a ser la de servir como su principal rgano de trabajo, por cierto financiado por las naciones. Por tanto, hoy en da, y desempeando un papel similar al que el International Staff (IS) desarrolla en apoyo del NAC con el Secretario General a la cabeza, el IMS es para el MC la herramienta fundamental de trabajo. El Director General del IMS (un general de tres estrellas) es elegido por las naciones en el MC cada tres aos y ejerce el Mando sobre unos 400 cuadros de Mando de los Estados miembros. PARA QU SIRVE EL COMIT MILITAR Y SU ESTADO MAYOR MILITAR INTERNACIONAL (IMS)? A la hora de tratar sobre un asunto determinado que pueda implicar un posible empleo de capacidades militares, es en primer lugar el MC el que elabora por consenso entre sus miembros un asesoramiento militar. Este se eleva al NAC
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que, tras tomarlo en consideracin, proporciona una gua poltica (decisin) para el empleo de las capacidades militares. Por ltimo, en cumplimento de la decisin adoptada, el MC apoyado por su estado mayor (IMS), convierte el componente militar de esta decisin en directrices de ejecucin a los comandantes de los Mandos Estratgicos de Transformacin y de Operaciones (SACT en Norfolk y SACEUR en Mons). Por tanto, vemos que el asesoramiento militar al NAC es el principal cometido del MC, y que constituye la ms importante posibilidad de influencia de los representantes militares de los pases aliados (tanto desde una perspectiva estratgica como tcnica) en apoyo de las decisiones del NAC, al ser este la autoridad poltica de ms alto nivel y nico rgano con capacidad de decisin dentro de la Alianza. El documento MC 57/3 Overall Organization of the Integrates NATO Forces, July 23, 1981 74
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incluye claramente los Trminos de Referencia del Comit Militar y define como Autoridades Militares de la Alianza al Comit Militar, al SACEUR y al SACT. Sin embargo, conviene tener en cuenta dos consideraciones: Ha sido la evolucin histrica la que ha conformado lo que el MC es en la actualidad, tal y como viene definido en dichos Trminos de Referencia: la ms alta autoridad militar en la OTAN, que tiene la responsabilidad ante el NAC de la conduccin general de los asuntos militares de la Alianza, y que se constituye como la fuente principal de asesoramiento militar del Secretario General de la OTAN y del NAC. La nica capacidad de influencia para la mayora de los pases que no ocupan puestos de primer o segundo nivel en el Cuartel General de la OTAN (NATO HQ) o en los Mandos Estratgicos se ejerce a travs de su participacin en el procedimiento de consenso del Consejo Atlntico y del Comit Militar.
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LA REFORMA DE LA OTAN Y EL FUTURO DEL COMIT MILITAR La OTAN es una alianza de naturaleza poltico militar, que basa su eficacia en el desarrollo y mantenimiento de unos mecanismos de consenso para la toma de decisiones, unas estructuras de Mando y unas capacidades militares, cuya finalidad primera es disuadir y, en el caso de que esta disuasin falle, emplear la Fuerza del modo ms conveniente a los intereses de la Alianza Atlntica. A diferencia de otras organizaciones internacionales cuyos mecanismos de coordinacin y empleo de capacidades militares no estn totalmente desarrollados (como ocurre en la Unin Europea) o son objeto de fuerte restriccin poltica (como en la ONU), la OTAN ofrece el valor aadido de ser una organizacin cuyo proceso de decisin est muy orientado al empleo de fuerzas militares. Precisamente por este motivo, tal y como ya he adelantado, el asesoramiento militar en los asuntos tratados por la Organizacin ha de considerarse de importancia capital. Sin embargo, los diferentes matices que puede admitir este aspecto permiten hoy en da la adopcin de diferentes posiciones e incluso provocan intensos debates en el seno de OTAN, como consecuencia del gran proceso de transformacin en que est inmersa. La Reforma de la OTAN Esta reforma se inici en la Cumbre de Estrasburgo-Kehl de abril de 2009, donde los Estados miembros decidieron abordar la revisin del concepto estratgico (CE) y designar al antiguo Primer Ministro dans, Anders Fogh Rasmussen, como nuevo Secretario General (SECGEN), quien est mostrando una voluntad firme de transformar profundamente y en un tiempo rcord la Alianza. A modo de breve resumen de este nuevo CE, solo dir que ha venido a equilibrar la relevancia del Artculo 5 (Defensa Colectiva) con un enfoque innovador, en el que resalta el compromiso para interactuar con otras naciones y organizaciones internacionales a travs del Enfoque Global
No debe ignorarse que el Chairman del Comit Militar no es ms que el portavoz de las opiniones del Comit Militar como rgano colegiado
(Comprehensive Approach). De este modo se amplan las perspectivas de la Alianza abarcando nuevos cometidos relacionados con la gestin de crisis y la Seguridad Cooperativa con pases del Este europeo. Al mismo tiempo, el nuevo concepto estratgico ha venido a impulsar un gran proceso de transformacin en toda la OTAN que conlleva diversas reformas, tanto en la estructura de Mando como en la organizacin de las agencias, el sistema de comits y sus procedimientos de trabajo, la planificacin de los recursos, la obtencin de capacidades e incluso la construccin para 2016 de un nuevo cuartel general que puede conllevar algo ms que una mudanza a gran escala. Asuntos Sensibles de la Transformacin de la OTAN Desde su nombramiento en 2009, la primera prioridad del Sr. Rassmusen ha sido convertir la OTAN en una organizacin ms ligera, ms efectiva, ms eficiente, ms gil y ms flexible, segn sus propias palabras. Pero esta renovacin, su ritmo de aplicacin y, sobre todo, sus consecuencias deben someterse a un estrecho control por parte de los Estados miembros, para evitar cambios estructurales precipitados que pudieran trastocar irreversiblemente rganos de probada eficacia en el seno de la Alianza y, a la postre, influir negativamente en la objetividad de sus decisiones o la eficacia de sus operaciones. Y conviene extremar la atencin sobre varios asuntos sensibles, como son: La medida en que la nueva estrategia norteamericana, reorientada al Pacfico y con una menor atencin hacia Europa, debe influir en cambios estructurales esenciales para la OTAN.
El respeto al principio bsico de consenso a 28, tanto en el mbito militar como en el poltico, a la hora de tratar de acortar los tradicionales procesos de toma de decisiones dentro de la OTAN. Una hipottica pretensin de que diversas decisiones se pudieran centralizar en el Secretario General, con la excusa de que las reacciones de la organizacin deben ser relevantes y giles, lo que vendra a desvirtuar el papel del NAC como nico organismo responsable de decidir. Cualquier eventual intento para tratar de minimizar las atribuciones del Comit Militar en beneficio de los Comandantes de Mandos Estratgicos OTAN (SACEUR y SACT), so pretexto de agilizar los procedimientos de toma de decisiones. Con ello, el Secretario General podra conseguir la consolidacin de una lnea directa con dichos mandos para impartirles rdenes y recibir directamente sus informes. Una posible generalizacin de las reuniones conjuntas de funcionarios civiles del IS a los que se aaden oficiales del IMS, con la participacin de miembros de las Representaciones Permanentes nacionales (Embajadas OTAN) acompaados por oficiales de sus respectivas Representaciones Militares (MILREP). La proliferacin de este tipo de reuniones podra desembocar en una omisin generalizada del tratamiento de asuntos por el Comit Militar antes de pasar al NAC. Cualquier potencial intento de desvirtuar el carcter colegiado del MC, tratando de atribuir a su Chairman una autoridad jerrquica sobre el mismo, que no le corresponde. No debe ignorarse que el Chairman del Comit Militar no es ms que el portavoz de las opiniones del Comit Militar como rgano colegiado y as queda establecido en el documento OTAN MC 57/3 vigente. Cualquier idea para anteponer los intereses de la Organizacin al consenso de los pases en asuntos de alto inters para estos, como podran ser: Implantacin de un nuevo proceso del planeamiento de defensa OTAN (NDPP), por el que la Alianza pretendiera imponer sus prioridades sobre las nacionales a la hora de obtener capacidades.
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En esa misma lnea, asegurar la priorizacin para la obtencin de capacidades OTAN, ignorando que algunos pases necesitan atender a amenazas no compartidas. Cualquier pretensin exacerbada para aumentar la centralizacin, la libertad de accin en el gasto y la capacidad de decisin del Secretario General sobre fondos de financiacin comn, bajo pretexto de agilizar decisiones. Como toque de atencin para que los Estados miembros sigan adecuadamente el proceso de transformacin, conviene resaltar que la recin implantada yuxtaposicin del International Staff junto al Estado Mayor Militar Internacional (IMS), la cada vez ms frecuente convocatoria de reuniones y grupos de trabajo que renen a los representantes polticos con los militares y la reduccin del nmero de comits son medidas que, con seguridad, se exportarn en su totalidad a la nueva sede y se consolidarn como una nueva forma de trabajo para la OTAN. su autoridad, mientras que la voz de los JEMAD se vera relegada a un segundo plano. Y cmo se podra reducir el papel del MC? Una posible integracin de los dos estados mayores actualmente existentes, el IMS (formado por oficiales y suboficiales de los diferentes pases destinados en el Cuartel General de OTAN) y el IS (autntico Estado Mayor del NAC, formado por personal civil contratado por la organizacin) mermara la autonoma del Comit Militar en campos que deben ser de su exclusiva responsabilidad; esto implicara, de facto, un empobrecimiento del papel que desempean los representantes militares de las naciones y, como consecuencia, una merma en la relevancia del Comit Militar, frente a una notoria ampliacin de la capacidad asesora del IS hacia el NAC, y de la Oficina Privada del Secretario General hacia su jefe en temas de carcter estratgico militar.
El Futuro del Comit Militar Dentro de esta nueva forma de trabajo de la OTAN, la gran pregunta por contestar es: se est planteando alguien modificar el papel del Comit Militar? Considero que es este un tema que exige con urgencia un gran debate, en el que debe exigirse el mximo grado de objetividad, claridad y transparencia. Esta reforma de la OTAN, que por ahora se ha centrado en la reduccin de estructuras, ha propiciado que se empiecen a or voces dentro de la Alianza que abogan por una desmilitarizacin profunda de sus procesos de decisin bajo la pretensin de hacerlos ms giles y eficientes. Estas voces se apoyan en la finalizacin de ISAF como ltima gran operacin de la OTAN y, sobre todo, en el actual clima de restriccin econmica, que orientan hacia un menor esfuerzo militar. Quiz nos encontremos en un momento paradjico, en el que una organizacin orientada a coordinar esfuerzos militares podra comenzar a otear la reduccin de su rgano de coordinacin militar, lo que sin duda vendra a facilitar la apertura de una lnea directa entre el Secretario General y los Mandos Estratgicos, y reforzara
La reforma de la OTAN debe ser capaz de compaginar la irrenunciable capacidad del Comit Militar para impartir Direction and Guidance a los Mandos Estratgicos, con la responsabilidad exclusiva del SACEUR para responder directamente al NAC sobre la conduccin de operaciones
Dicho de otra forma, entiendo que una integracin IS-IMS diluira la frontera entre lo que debe ser el asesoramiento militar y la decisin final que siempre debe corresponder al NAC y que, por su carcter poltico, tiene otras connotaciones. El importante proceso de reformas que actualmente encara la OTAN debe buscar la mayor eficiencia, pero sin perjuicio de la operatividad
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militar. Esto exige que se garantice a las Fuerzas Armadas de los pases aliados que las decisiones que sobre ellas se tomen estn sostenidas por sus profesionales de ms alta graduacin. REFLEXIONES FINALES A la vista de lo expuesto parece procedente acabar con las siguientes reflexiones: El proceso de transformacin de estructuras que actualmente lleva a cabo la Alianza Atlntica no debera utilizarse como marco justificativo para trastocar la asignacin de unas responsabilidades que, por estar bien articuladas y consolidadas, configuran desde hace tiempo la esencia de la Organizacin. No se puede discutir la necesidad de racionalizar las estructuras y modernizar sus rganos. Pero se podra crear un problema si, bajo el pretexto de agilizar el proceso de toma de decisiones, en el mismo se llegara a suprimir la esencial actuacin del MC como el rgano de la mayor relevancia militar que es. La reforma de la OTAN debe ser capaz de compaginar la irrenunciable capacidad del
Comit Militar para impartir Direction and Guidance a los Mandos Estratgicos, con la responsabilidad exclusiva del SACEUR para responder directamente al NAC sobre la conduccin de operaciones. Considerando la extrema importancia de una ajustada formulacin de los Trminos de Referencia del Comit Militar, los anlisis, discusiones y decisiones de trascendencia que sobre dichos Trminos se discutan en el Comit Militar deben contar con la presencia de los JEMAD, al igual que los acuerdos o decisiones de carcter poltico que de ello dimanen se deberan alcanzar en el marco de una reunin ministerial o de una cumbre. Esperamos y confiamos que el actual proceso de transformacin de la OTAN sirva realmente para que la Alianza agilice los flujos de trabajo y simplifique el proceso de toma de decisiones, sin que con ello se limiten ni el papel ni la relevancia del MC, rgano que siempre ha sido, y debe ser, parte importante del alma de esta organizacin cuyo ltimo recurso son las operaciones militares.n
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SEGURIDAD Y DEFENSA NIVEL OPERACIONAL Y TCTICO INSTRUCCIN Y ADIESTRAMIENTO ORGNICA Y LEGISLACIN PERSONAL LOGSTICA CIENCIA Y TECNOLOGA ARMAMENTO, MATERIAL E INFRAESCTRUCTURA EJRCITO Y SOCIEDAD GEOGRAFA E HISTORIA CULTURA
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EL ARTE DE LA GUERRA :
UNA ASIGNATURA PENDIENTE
Jos Luis Gmez Blanes. Comandante. Infantera.
Aunque la instruccin, la gestin y los procedimientos son esenciales para el Ejrcito, se pone excesivo nfasis en estas obligaciones que contribuyen muy poco a la educacin de los oficiales en los componentes aplicados de la guerra. Incluso las maniobras son solo tiles para los oficiales que tienen ideas correctas acerca de su aplicacin, ya que representan un cuadro incompleto de la guerra. Su propsito es mostrar la transicin de la teora a la prctica y producir cierta habilidad en el movimiento de tropas sobre el terreno. La propia guerra educa solamente a ese grupo de oficiales que se han preparado a s mismos para ella y que han cultivado su intelecto. Solo unos pocos genios estn excluidos de esta regla. Si esto no fuera verdad, cualquier soldado experimentado sin excepcin sera capaz de adquirir en tiempo de guerra los conocimientos necesarios para los oficiales y comandantes superiores1
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INTRODUCCIN La expresin arte de la guerra, tan habitual hasta el siglo XIX para designar el contenido intelectual de la actividad militar, ha quedado proscrita en nuestro tiempo, y la profesin de las armas ha sufrido un desprestigio paralelo. No me voy a detener a analizar las causas y consecuencias de esta evolucin, a pesar de su importancia capital para las relaciones internacionales actuales. A primera vista parece lgico, y ser la apreciacin del pblico general, que las graves consecuencias de la actividad militar del siglo XX hayan provocado el desprestigio de la profesin de las armas, lo cual es parcialmente injusto, y que la eliminacin de la expresin arte de la guerra no sea ms que una consecuencia natural. Esta relacin causal de apreciaciones tiene su coherencia. Fijmonos ahora en la siguiente relacin causal de hechos. Si la accin militar carece de actividad intelectual lo que queda es pura fuerza bruta. Qu se puede pensar de unos profesionales atrados por la mera violencia? Qu se puede esperar de la virtud sin la direccin de la prudencia? El arte de la guerra es lo nico capaz de humanizar la guerra y dignificar la profesin de las armas. Sin embargo, parece que las corrientes de pensamiento ms influyentes en la sociedad actual se han aliado para impedir el despliegue de una autntica actividad intelectual en el ejercicio de las profesiones, especialmente de la militar. Si queremos prestigiar esta profesin tenemos que dignificar su actividad, y esto significa colocar en su ncleo el arte de la guerra. El objeto de este artculo es presentar el propsito, la naturaleza y los medios necesarios para iniciar el desarrollo intelectual de los militares en su profesin: el arte de la guerra. PROPSITO El propsito de la Sociedad es orientar el autoaprendizaje de sus miembros mediante el intercambio de ideas en todas las reas de la guerra, de forma que les impulse a buscar y descubrir verdades objetivas, evitando las dificultades del estudio individual, con su tendencia a la parcialidad, con objeto de cerrar la brecha entre la teora y la prctica2. El arte de la guerra no se puede ensear, solo se puede aprender. Consiste en tomar unas decisiones que no se pueden contrastar a priori con ninguna reglamentacin, porque esta no puede contener la diversidad del mundo real. Su aprendizaje consiste en: ampliar la
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capacidad de percepcin, ejercitar el juicio, conceptualizar problemas y disear soluciones imaginativas. Estas capacidades del intelecto y del carcter no se pueden imponer desde fuera, solo pueden surgir de dentro. Pero se pueden estimular y orientar. El arte de la guerra se mueve en el campo de las ideas, aunque estas se fundamentan en hechos empricos. Las ideas ajenas estimulan y orientan las propias, tanto por la va del acuerdo como por el desacuerdo y la duda. Es la misma actitud crtica ante las opiniones ajenas (y las propias) la que fortalece esas capacidades. Cualquier divisin del arte de la guerra es artificial y lleva a una visin incompleta de la realidad. Consiste en la resolucin de problemas complejos de forma creativa. Ningn aspecto del problema puede quedar al margen, por cuestiones metodolgicas, sin peligro de alejarse de la realidad. Se relaciona estrechamente con campos del saber variadsimos y por esto su aprendizaje requiere una amplia formacin liberal. La estrechez de miras se opone a la reflexin. Esto constituye otro argumento a favor del intercambio de ideas: cada uno se va formando puntos de vista diferentes con una realimentacin muy enriquecedora al interactuar con otras personas. La unidad de doctrina es muy importante en cualquier organizacin, pero tambin es imprescindible la diversidad para que esa organizacin no quede anquilosada. Lo importante no es la variedad de opiniones, sino los puntos de vista diferentes y, a menudo, complementarios, y las razones que subyacen. Esto es lo que forma el intelecto y el carcter. El saber se orienta de modo natural hacia la verdad. La objetividad no es el punto de partida, sino de llegada. Lo importante no es tanto si se alcanza de modo definitivo, como la tendencia hacia la objetividad. En su ausencia, la certeza sobre lo que merece ser tomado por cierto es el mejor recurso disponible. El empleo exclusivo de la razn podra provocar parlisis, porque en la vida real no siempre se dispone de razones objetivas. Por fortuna, la realidad proporciona amplio margen para lo razonable: una mezcla de razn y confianza (en uno mismo y en otros), de objetividad y subjetividad. Esta circunstancia no es un problema para el arte de la guerra, sino que forma parte de su 82
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esencia: la resolucin de problemas complejos que no tienen solucin objetiva y nica. Por eso es necesario un mando que tome decisiones razonables en un ambiente de incertidumbre. La subjetividad desempea as un importante papel. La sntesis del liderazgo consiste en la bsqueda de verdades objetivas (mediante el intelecto: empleo de la razn), para reducir la incertidumbre, y el apoyo en lo razonable (gracias al carcter: posesin de fuertes convicciones), para superar la incertidumbre que no pueda ser reducida. El intercambio honrado de ideas tiende a la objetividad y a la formacin de fuertes, profundas y respetuosas convicciones. El hecho de tener que expresarnos para comunicar nuestras ideas nos ayuda a poner orden en nuestras reflexiones. Las objeciones de nuestros interlocutores ponen a prueba la solidez de nuestros juicios y estimulan una mayor profundizacin, ampliando as nuestra capacidad de percepcin.
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que nos puede ser til, sin preocuparnos de su desarrollo universal3. Solo la historia militar puede poner los fundamentos del arte de la guerra. Los reglamentos prescriben lo que debe hacerse en unas circunstancias muy generales, y sin explicar las razones. Por eso no educan el juicio militar. Son imprescindibles, pero su objeto es reglamentar, no educar. Solo siendo espectadores de la toma de decisiones, en situaciones y circunstancias concretas y con finalidades especficas, observando las razones y los resultados, podemos educar el juicio. Pero los hechos particulares carecen de universalidad. Por eso es necesario educar el juicio en un campo de cierta amplitud: a lo largo del tiempo y en muy diversas circunstancias. Este campo solo lo proporciona la historia militar. Aunque no cualquier forma de estudio fomenta esas capacidades. El uso correcto de la historia militar no busca el conocimiento de la historia en s, sino la educacin, aunque ese conocimiento es imprescindible porque el juicio no se ejercita en el vaco. Se dirige a la educacin individual: formar el intelecto y el carcter de personas concretas para la toma de decisiones militares. Aunque su fin es el individuo, se lleva a cabo mediante el aprendizaje mutuo, lo cual no es contradictorio, ya que el aprendizaje mutuo es el medio; y el fin: la persona individual.
Junto a los libros, lo ms importante son los alumnos. La finalidad no es la adquisicin de conocimientos, sino el estmulo de la reflexin
La educacin formal tiene limitaciones, que es necesario reconocer. Esta asignatura constituye nicamente un imprescindible punto de partida. Su desarrollo solo puede ser cuestin de responsabilidad personal.
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La Historia demuestra que un desmesurado afn de verdades universales y sistemas perfectos asla de la realidad y anquilosa el pensamiento. No es nuestro cometido que los que vengan detrs ya no tengan que pensar. Por qu hay que empezar con la Historia y no con la actualidad? Porque la actualidad, como la experiencia personal, es demasiado limitada y parcial. Lo actual se debe analizar a la luz de la ms amplia historia. EDUCAR ES ENSEAR A PENSAR, NO DECIRLE A ALGUIEN LO QUE DEBE PENSAR Nuestro propsito es promover un debate amplio, docto, para tener oportunidad de comunicarnos nuestras percepciones, adiestrar nuestro juicio mediante diversos y repetidos puntos de vista, ampliar nuestro conocimiento y percepcin y amasar observaciones y resultados4. Los reglamentos no educan. No porque digan cosas falsas, sino porque raramente explican el porqu de sus afirmaciones, y es el porqu lo que educa. La mera aplicacin de reglas produce un anlisis meramente externo y aparente de la situacin, cuando en el fondo esa situacin puede ser esencialmente distinta debido a un factor sutil que el protocolo no muestra. Esta mentalidad reglamentaria obliga a adaptar la realidad a las reglas, cuando son estas las que deben adaptarse a la realidad. Esclaviza la mente, porque lleva a considerar solo los conocimientos adquiridos y produce parlisis frente a situaciones novedosas. Impide el estudio libre de la situacin y pone trabas a las soluciones imaginativas. Esto es paradjico, porque en cierta medida facilita lo mismo que impide. De ah deriva tanto su aceptacin como su peligro. Las reglas nos vuelven predecibles, cuando en la guerra siempre existe un interesado y atento enemigo. Cuanta mayor perfeccin adquiramos en su aplicacin, ms predecibles nos haremos. Curiosa paradoja: la perfeccin con la que realizamos nuestras acciones puede ser la causa de nuestra derrota. Lo ms grave es que encorsetan nuestra capacidad de reflexin. Nos convierten en autmatas que guardan en la memoria infinidad de datos, pero incapaces de explicar los porqus, porque todos se reducen a uno: porque lo pone en el 84
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reglamento. As es imposible integrar conocimientos, porque las reglas y los datos tienden a ser categorizados en una clasificacin interminable: la memoria no relaciona datos, solo los almacena. Mediante el memorismo y un pensamiento militar basado en reglas se elude la responsabilidad personal en la toma de decisiones. De hecho, no se toman decisiones: se encuentran preestablecidas en los reglamentos. Tiene que haber reglas, pero deben reducirse a lo imprescindible, porque su objeto es limitar. Si se mezcla educacin y reglamentacin en un reglamento, no se podr distinguir una cosa de otra, y la tendencia natural del que tenga que aplicarlos ser tomar todo como regla. Si el que elabora el reglamento pretende educar, tender a hacer este lo ms voluminoso posible. El resultado de estas dos tendencias ser desastroso. A la hora de la verdad faltar conviccin, porque presentimos que no es lcito escudarse en los reglamentos (no existe mayor falta de carcter). Probablemente el que elabor el reglamento no tena en la cabeza exactamente ese escenario cuando estableci esa regla o, en cualquier caso, si sale mal, siempre podr afirmarlo as. ELEMENTOS QUE COMPONEN LA ASIGNATURA El protagonismo principal debe corresponder a los libros. Los que se proponen ms adelante son un recorrido sinttico de la evolucin del arte de la guerra. No se trata de adquirir conocimientos, sino que estos sirvan de materia prima para educar el juicio mediante el intercambio de ideas. Para conseguirlo es ms importante la comprensin que la memoria. Ese esfuerzo har que quede en la memoria lo suficiente. Es importante que cada uno resalte las ideas que considere ms importantes. Las clases no deben consistir en lecciones magistrales del profesor. Ms adelante se proponen las actividades ms adecuadas. La lectura y comprensin inicial de cada tema debe ser un paso previo para su tratamiento en el aula. Junto a los libros, lo ms importante son los alumnos. La finalidad no es la adquisicin de conocimientos, sino el estmulo de la reflexin. No obstante, al inicio de la clase se deben resolver
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las dudas que haya podido dejar el texto. Los conocimientos sobre la evolucin del arte de la guerra son de valor inestimable para un oficial, e imprescindibles para comprender la estrategia y la tctica actuales. Pero mucho ms importante es educar su juicio y su carcter mediante la reflexin. El fruto maduro de la asignatura debe ser lo que sale de la cabeza del alumno, no lo que entra en ella: ideas propias, formas de expresarlas, de argumentarlas, de defenderlas y de modificarlas. Cada alumno debe ir anotando las ideas personales que vaya formulando. El papel del profesor debe limitarse lo ms posible a que las reflexiones de los alumnos interacten entre s. Para ello durante las clases deben realizarse actividades como las que se exponen a continuacin. La evaluacin de la asignatura debe consistir en este mismo tipo de actividades. ACTIVIDADES QUE DEBEN ARTICULAR LA ASIGNATURA Presentaciones. Estimulan la comprensin, composicin y exposicin de ideas. No se trata de presentar resmenes ni de demostrar habilidad
Solo la historia militar puede poner los fundamentos del arte de la guerra
en el manejo de recursos informticos. Se deben tener previstas pausas para contestar las preguntas que surjan. Competicin de ensayos. La composicin de un breve ensayo es a menudo ms instructiva que la lectura de un voluminoso libro. Estimulan el esfuerzo. Deben ser annimos hasta despus de su evaluacin. La evaluacin de los ensayos por los alumnos enfoca los esfuerzos colectivos de la clase. Propuesta de preguntas y contestacin de soluciones-anlisis. Se debe tener previsto que cualquier alumno que quiera presentar una cuestin para ser analizada o debatida por la clase entregue al profesor una propuesta. Comentario de textos. Sirve para contrastar los conocimientos e ideas ya adquiridos y consolidados con otros nuevos, para interpretar
estos ltimos a la luz de los primeros y para modificar aquellos en funcin de estos. Todo conocimiento debe ser evolutivo para no quedar anquilosado.
Cualquier tipo de actividad que cumpla el propsito de la asignatura. Para ello el alumno entregar al profesor una propuesta. BIBLIOGRAFA PROPUESTA Military Effectiveness : Sus tres volmenes de ensayos contienen un anlisis de la efectividad militar de cada uno de los beligerantes principales durante las dos guerras mundiales y el perodo de entreguerras. Su captulo introductorio recoge distintas medidas de efectividad militar en los campos poltico, estratgico, operacional y tctico. Sin ser exhaustivo, constituye un excelente punto de partida para reflexionar sobre los factores que influyen en cada uno de estos niveles, desde un punto de vista estrictamente militar (Allan R. Millet; Williamson Murray (Ed). Military Effectiveness. Cambridge University Press, 1988; nueva edicin en 2010). The Art of War in the Western World: Aunque se centra especialmente en la tctica terrestre, el ltimo captulo constituye una excelente sntesis de las distintas opciones estratgicas disponibles segn los fines polticos deseados y los medios tcticos disponibles. (Jones, Archer. The Art of War in the Western World . Oxford University Press, 1987).
Gerhad Johann David von Scharnhorst (1755-1813), reformador del Ejrcito prusiano
Reseas de libros. Estimulan la lectura, producen discusiones instructivas y difunden conocimiento til. Todo alumno debe elaborar al menos la resea de un libro sobre el arte de la guerra, distinto de los textos propuestos para la asignatura, que pueda tener inters para el conjunto de la clase. Debate sobre la influencia de factores novedosos a la luz de la evolucin del arte de la guerra. Con el trasfondo de la historia militar las opiniones sobre estos factores adquieren una visin ms amplia. Seminario sobre conflictos. Trabajo colectivo de toda la clase, por grupos: estudio geogrfico, anlisis de ejrcitos, anlisis de los objetivos polticos y de los medios econmicos, militares, etc, desarrollo del conflicto. Publicacin de trabajos. La publicacin de trabajos y la lectura de libros se estimulan mutuamente. 86
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On Infantry , On Artillery y On Armor de Bruce Gudmundsson (el primero en colaboracin con John English): Se centran en la interaccin de los factores tecnolgicos, sociales y militares para mostrar la coherencia de la evolucin de la Tctica durante el siglo XX. (English, John A. y Gudmundsson, Bruce I. On Infantry. Praeger. 1994; Gudmundsson, Bruce I. On Artillery. Praeger.1993; Gudmundsson, Bruce I. On Armor. Praeger. 2004). The Enlightened Soldier: Proporciona una visin histrica sobre la aproximacin a la enseanza del arte de la guerra que se propone en este artculo (White, Charles E. The Enlightened Soldier. Praeger. 1989). CONCLUSIN Esta asignatura debe limitarse a poner los fundamentos. Contribuye a la formacin general del oficial, permitindole obtener mayor aprovechamiento de lecturas posteriores sobre estos temas. Pero se dirige directamente a proporcionarle las herramientas necesarias para el ejercicio de su profesin. Todo oficial es responsable de su profesin y de defenderla de abusos, internos o externos, que puedan interferir su desarrollo natural.
Es su deber contribuir a la educacin de la poblacin general en cuestiones de defensa y seguridad. Obligacin que contiene la de su propia formacin en estas materias. El desempeo de sus cometidos, aun en los empleos ms bajos, puede exigir de l un anlisis de factores muy diversos que se salen de su campo estrictamente militar. Cada campo de actividad requiere una visin distinta. El militar no puede pretender resolver todos los problemas a los que se deber enfrentar con una visin exclusivamente militar. Lo impide la naturaleza de esos problemas y debe ser capaz, por tanto, de ampliar su visin. Cerrar la brecha entre la teora y la prctica implica tambin la que pudiera existir entre los distintos niveles de la guerra, porque los factores polticos, estratgicos, operacionales y tcticos se encuentran interactuando entre s en toda situacin. La bibliografa propuesta trata de reducir esa brecha. NOTAS 1 Todas las citas son del famoso reformador del Ejrcito prusiano Gerhard Johann David von Scharnhorst (1755-1813) tras la derrota de Jena (1806), extradas de White, Charles E. The Enlightened Soldier. Praeger. 1989. Pgina 42. 2 Op. Cit. Pgina 40. La sociedad Militrische Gesellschaft, a la que se refiere la cita, fue una asociacin de pensamiento militar, similar a las sociedades econmicas surgidas en la Ilustracin, fundada por Scharnhorst, de muy corta duracin (1801-1805). 3 Op. Cit. Pgina 43. 4 Op. Cit. Pgina 44.n
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Armamento
machacar y mezclar determinados ingredientes a la hora de preparar la comida. El concepto actual de mortero tiene su origen en el diseo britnico Stokes; que se desarroll durante la Primera Guerra Mundial para hacer fuego desde el interior de las trincheras. Los morteros fueron muy empleados durante todo el siglo XX, aunque han evolucionado a un ritmo mucho ms lento que las piezas de artillera. Los caones y obuses han sido objeto de innovaciones significativas: piezas ms ligeras, con mayor alcance y sobre todo con direcciones de tiro que proporcionan una gran rapidez de respuesta y precisin. Los morteros, en cierto modo, se haban estancado en estos aspectos por lo que a finales del siglo pasado estaban perdiendo terreno respecto a obuses y caones. muy distintos. Existe una fuerza regular que encuadra unidades militares con orgnica y medios convencionales, y una fuerza insurgente, insidiosa y furtiva, constituida sobre la base de formaciones armadas irregulares de reducida entidad y difciles de identificar.
Seccin de morteros ISAF abriendo fuego (Afganistn) LOS CONFLICTOS ASIMTRICOS Los conflictos entre oponentes desiguales LAS TCTICAS, TCNICAS Y PROCEDIMIENno son nada nuevo, ya aparecen en el Antiguo TOS. La fuerza regular emplea tcticas convenTestamento con el mito de David y Goliat y no cionales mientras que la insurgencia basa su han dejado de producirse a lo largo de la historia actividad en la guerra de de guerrillas con hosde la humanidad. Las guerras en Afganistn se han tigamientos, emboscadas, sabotajes y acciones convertido en el paradigma de este tipo conflictos. terroristas. As, en el siglo XIX tuvieron lugar las dos guerras EL TERRENO. Las operaciones se desarrollan anglo-afganas (1839-1842/1878-1881) y en am- en espacios amplios, sin un frente definido donde bos casos, los aguerridos y escurridizos comba- la insurgencia se confunde intencionadamente tientes locales infligieron a las fuerzas del enton- con la poblacin civil. ces pujante Imperio Britnico cuantiosas prdidas y un terrible desgaste que las oblig a retirarse. En NECESIDADES OPERATIVAS DERIVADAS el siglo XX la intervencin sovitica (1979-1989) DE LOS CONFLICTOS ASIMTRICOS se sald con igual resultado: prdidas, desgaste y En los conflictos asimtricos la fuerza regular retirada. En el siglo XXI lleg el turno de Estados se ve obligada a ocupar destacamentos aislados Unidos y sus aliados de la OTAN que actualmente y a efectuar un gran nmero de movimientos, se encuentran inmersos en un conflicto contra una siendo habitual el empleo de pequeas unidainsurgencia que, aunque dbil en teora, mantiene des tipo seccin e incluso patrullas de menor en jaque a unas fuerzas muy superiores en nmero entidad que combaten de forma autnoma. y potencia de combate. Estos conflictos tienen Esta situacin ha puesto de relieve la necesidad una serie de caractersticas que les imprimen su de contar con un sistema de armas flexible y particular carcter: verstil que pueda proporcionar un apoyo de LAS FUERZAS. El balance entre oponentes es fuego inmediato a estas unidades que con freasimtrico, de ah su nombre. Los contendientes cuencia han de hacer frente a situaciones de son, en cuanto a entidad y potencia de combate, aislamiento.
El mortero rene una serie de caractersticas que le permiten cubrir esta necesidad operativa: RAPIDEZ DE RESPUESTA. Capacidad de entrar en fuego rpidamente como respuesta inmediata ante hostigamientos, encuentros inopinados o emboscadas (rpida entrada en posicin, puntera y ejecucin del fuego). POTENCIA DE FUEGO. Capacidad de destruir o neutralizar posiciones ligeramente organizadas (cadencia y variedad de municiones). ALCANCE. Capacidad de batir objetivos que por su ubicacin y ocultacin se encuentran fuera del alcance de las armas de tiro tenso (alcance y tiro indirecto). MOVILIDAD. Capacidad de acompaar a todo tipo de unidades.
calibre, un subsistema de mando y control, y LA EVOLUCIN DEL MORTERO una plataforma vehicular. Actualmente existen El mortero, en principio, presenta unas carac- varias opciones en el mercado. tersticas adecuadas para hacer frente a las neceEl Ejrcito espaol se ha decidido por el sidades operativas que se plantean en los escena- mortero CARDOM2 con subsistema de mando y rios asimtricos. Sin embargo, la experiencia ha control TALOS3 sobre VAMTAC S-34. demostrado que los modelos tradicionales preEL ARMA. Mortero clsico al cual se le ha sentan ciertas carencias en cuanto a movilidad, aadido un conjunto de ingenios mecnicos alcance, potencia de fuego y, sobre todo, rapidez para facilitar su accionamiento automtico y la de respuesta y precisin. Por ello y sobre la base ejecucin del fuego desde el propio vehculo de las lecciones aprendidas en Afganistn varios en funcin de los datos proporcionados por la pases han puesto en marcha programas para direccin de tiro. El CARDOM actualmente en adquirir un sistema de armas que mantenga y servicio tiene un calibre de 81 mm (aunque exismejore la rapite la versin de dez de respues120 mm), su ta, potencia de alcance mxifuego, alcance mo es de 6.900 y movilidad, m y su cadencia y que adems de tiro es de 12 ofrezca un fcil disparos por manejo y eleminuto. vada precisin. EL SUBEl resultado SISTEMA DE es el que a MANDO Y partir de ahora CONTROL. denominareCompuesto por mos mortero la direccin de embarcado tiro, medios de automatizado. telecomunicaSe trata de un ciones y una seEn un terreno con una orografa como la de Afganistn elementos de sistema que escasa entidad situados en las alturas pueden emboscar y bloquear rie de elementos integra un ar- a una unidad que se mueva por el valle. Las armas de tiro tenso, por auxiliares (GPS, su alcance y las caractersticas de su trayectoria, no son eficaces; sin ma morteros embargo, precisamente en estas circunstancias, el fuego de mortero navegador, de distinto puede resultar resolutivo para neutralizar a los elementos hostiles. sensores). 90
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Armamento
La direccin de tiro permite el clculo y la introduccin de datos de forma fcil e intuitiva y adems transmite los clculos al sistema para que automticamente realice el apuntamiento. Los medios de telecomunicaciones (PR4G V3) facilitan la recepcin y transmisin de datos. Los elementos auxiliares permiten conocer en todo momento la posicin geogrfica del arma5 y su situacin respecto al terreno, lo que hace posible calcular los datos, introducir los correspondientes factores de correccin y hacer fuego (incluso cuando el vehculo se detiene en superficies inclinadas). LA PLATAFORMA. El sistema se ha diseado para su adaptacin a cualquier tipo de vehculo siempre que tenga las caractersticas y dimensiones adecuadas. Actualmente la versin operativa est montada sobre un VAMTAC S-3 con algunas adaptaciones. El chasis ha sido reforzado para soportar las vibraciones de los disparos; la cabina ha sido protegida con un blindaje especial antiminas (MRAP)6 y modificada para albergar cuatro sirvientes jefe de equipo, conductor, cargador y proveedor; tambin se ha instalado una santabrbara para almacenar 48 granadas aerodinmicas. Tras este repaso de los elementos principales (con especial referencia a las caractersticas de la versin adquirida por el Ejrcito espaol) vamos a exponer cuales son, a nuestro juicio, las principales innovaciones. El arma puede montarse sobre diversos tipos de plataforma (rueda o cadena) lo que le proporciona la misma movilidad que las unidades a las que apoya. Otra caracterstica de gran importancia es que puede entrar en fuego casi inmediatamente, basta con detener el vehculo y efectuar la puntera. El subsistema de mando y control hace posible el clculo de los datos de tiro de cada pieza de forma autnoma y con gran rapidez (con independencia de su encuadramiento en una unidad superior o de su posicin en el despliegue) y el apuntamiento se hace de forma automtica e inmediata. El sistema de apuntamiento es uno de los aspectos ms interesantes y por ello nos detendremos a realizar una somera descripcin de sus posibilidades. APUNTAMIENTO AUTOMTICO. Es la forma habitual y existen varias posibilidades. Telmetro. El apuntamiento se realiza con la ayuda de un telmetro sincronizado con la direccin de tiro. El observador debe identificar el objetivo, fijar su localizacin y enviar los datos a la direccin de tiro. Esta efecta los clculos y transmite las rdenes de movimiento para que el arma quede apuntada.
El sistema de mortero embarcado CARDOM (de la casa SOLTAM) sobre VAMTAC S-3
Sistema de Informacin Geogrfica (SIG). El apuntamiento se realiza calculando los datos balsticos a partir de la posicin del arma y de la del objetivo. La posicin del arma se obtiene automticamente (GPS o navegador) y para designar el objetivo simplemente basta con marcarlo con un lpiz ptico sobre el plano digital del terminal de la direccin de tiro que automticamente calcula los datos y mueve el arma hasta dejarla apuntada. Teclado. En este caso, los datos balsticos (elevacin y deriva) se calculan u obtienen a travs de una fuente externa. Estos datos se introducen mediante el teclado y de nuevo el sistema se encarga de efectuar los movimientos necesarios para apuntar el tubo. APUNTAMIENTO MANUAL. Sistema de emergencia en caso de avera o fallos de alimentacin. El apuntamiento se puede realizar con manivela sobre el propio afuste y la puntera con el gonimetro tradicional. En caso de inutilizacin del vehculo, el mortero puede desmontarse y manejarse desde tierra. Una vez que el arma est apuntada, no existen diferencias en cuanto a las tareas de carga o ejecucin del fuego. Sin embargo, resulta
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Una de las caractersticas distintivas de estos sistemas es que los clculos y la puntera se realizan de modo automtico
interesante mencionar otra importante novedad: el re-apuntamiento automtico. Despus del disparo, el sistema corrige los movimientos aleatorios del tubo, provocados por la detonacin de la carga de proyeccin y la salida del proyectil, y el arma queda apuntada de nuevo. VALORACIN Aunque de momento no se cuenta con la experiencia derivada de su empleo en operaciones (ni de este ni de ningn otro diseo similar), creemos estar en condiciones de efectuar una valoracin inicial indicando las que consideramos principales ventajas e inconvenientes del sistema. VENTAJAS Rapidez de intervencin. Al efectuarse el fuego desde el propio vehculo se evitan tareas como la preparacin de un asentamiento y la instalacin de la placa base y afuste. Adems el subsistema de mando y control informa automticamente (GPS/navegador) sobre la posicin exacta del asentamiento. Facilidad de apuntamiento. Una vez designado el objetivo el sistema realiza los clculos y ejecuta los movimientos para apuntar el arma (todo ello de forma rpida y automtica). Precisin del tiro. El sistema efecta los clculos y realiza la puntera con gran exactitud lo que a la postre se traduce en una gran precisin (se pueden obtener grandes concentraciones con una dispersin mnima). Adems mediante un conjunto de sensores se introducen factores de correccin que facilitan el 92
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apuntamiento del arma y correccin del tiro (superficies inclinadas, vibraciones). Movilidad. Las distintas plataformas vehiculares proporcionan una movilidad anloga a la de las unidades apoyadas. Versatilidad. El arma puede emplearse autnomamente (incluso morteros aislados) para acompaamiento y apoyo de pequeas unidades o integrado en unidades de apoyo de fuego (secciones y compaas de morteros). INCONVENIENTES Proteccin. El vehculo solo tiene blindaje en cabina (el cargador y proveedor se encuentran desprotegidos en el momento de hacer fuego) y no cuenta con armamento para defensa inmediata. Complejidad tcnica. El sistema es sofisticado desde el punto de vista tcnico por lo que podra resultar poco robusto (el nmero y diversidad de componentes eleva la probabilidad terica de avera) y de complejo mantenimiento. Designacin objetivos. La designacin de objetivos es fundamental para obtener el mximo rendimiento. En este sentido sera conveniente que el sistema integrase como elementos propios: un telmetro lser (designacin por lnea de visin directa) y un UAV (designacin desde el aire). Transporte de municin. La capacidad de la santabrbara (48 granadas para la versin de 81 mm) podra resultar insuficiente en determinadas situaciones (combates de alta intensidad con consumo elevado, dificultades para el abastecimiento de municin, actuaciones
Para realizar la alimentacin del arma los sirvientes deben abandonar la seguridad que proporciona la cabina blindada
Armamento
autnomas durante periodos prolongados). Por ello, podra ser necesario contar con un vehculo auxiliar para garantizar una mayor autonoma. POSIBILIDADES DE EMPLEO Una vez examinadas sus caractersticas, creemos estar en condiciones de hacer una primera aproximacin a sus posibilidades de empleo tctico. A nuestro juicio el nuevo sistema ofrece varias posibilidades de empleo que podramos clasificar en dos categoras: la primera que denominaremos tradiciona incluye aquellas opciones que representan mejoras respecto al concepto de empleo clsico; y la segunda que denominaremos novedad trae a escena posibilidades totalmente nuevas no contempladas en el concepto clsico. En el cuadro que ilustra el artculo, relacionamos las posibilidades que podran incluirse dentro de cada categora. CATEGORA TRADICIONAL El mortero automatizado cuenta con un subsistema de mando y control (TALOS) y medios de telecomunicaciones (PR4G V3) que permiten la integracin de los morteros en los planes de fuegos. Integracin de las Unidades de Morteros en el Sistema de Apoyos Fuegos de la Unidad Superior (Brigada). El TALOS es el sistema que el Ejrcito espaol emplea para la gestin unificada de todos los fuegos (terrestres, areos e incluso martimos). La brigada a travs del FSE7 puede planear y dirigir, de forma centralizada y en tiempo real, los fuegos de todas las unidades que cuenten con el sistema TALOS. Por tanto los morteros automatizados podrn integrarse sin problema en este sistema unificado. Constitucin con las Unidades de Morteros de un Sistema de Apoyos de Fuego (AGT/GT). La implantacin del sistema TALOS en unidades de entidad AGT/GT permite la constitucin de un elemento de apoyos de fuego reducido que se encuadrara en la PLMM de la unidad. Con este elemento una AGT/GT que actuase autnomamente (no encuadrada en una brigada) podra planear y dirigir los fuegos de todos sus morteros (tanto de 120 mm como de 81 mm).
El mortero embarcado puede ser empleado tanto integrado en sistemas de apoyos de fuego como de forma autnoma
CATEGORA NOVEDAD El sistema del mortero automatizado permite a cada equipo (una sola pieza) la ejecucin de los clculos de tiro de forma independiente, simple y automtica. Empleo de un Equipo de Morteros (una Pieza) en Apoyo de Pequeas Unidades (Seccin/Patrulla). Un equipo puede agregarse a unidades de pequea entidad (seccin/patrulla) que operan en situaciones de aislamiento y que por tanto necesitan elementos de apoyo por el fuego que permitan reaccionar con rapidez y batir objetivos fuera del alcance de las armas de tiro tenso.
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En los escenarios asimtricos es normal la actuacin de unidades de pequea entidad que realizan misiones de todo tipo (reconocimiento, control de zona, proteccin a convoyes), operando con total autonoma y a grandes distancias de sus bases. En esta situacin una pequea unidad tipo seccin debe contar con los apoyos que le permitan llevar a cabo estas operaciones en situacinde aislamiento. SECCIN DE FUSILES Una seccin de fusiles sobre vehculos RG 31 puede ser la unidad base para la constitucin de esta reducida organizacin operativa. Sin embargo la seccin necesitar una serie de variados apoyos para potenciar su capacidad de combate y autonoma operativa. APOYOS/CAPACITADORES Estos apoyos, tambin denominados capacitadores en algunos casos, debern aportar las siguientes capacidades: reconocimiento y limpieza de rutas (EOR/EOD), control de fuegos (TACP), asistencia sanitaria (clula de estabilizacin) y apoyo de fuegos (equipo de morteros).
Empleo de un Equipo de Morteros (una pieza) Autnomamente (Mortero Aislado con Misiones Especficas). Un equipo de morteros podra actuar autnomamente recibiendo cometidos especficos (defensa de pequeos destacamentos, cobertura celular de reas o rutas que son frecuentemente empleadas por unidades propias, vigilancia preventiva y neutralizacin de elementos hostiles por zonas...). Para ello debera contar con elementos propios de localizacin y designacin de objetivos de suficiente rendimiento (tipo UAV). Con estos elementos los equipos de morteros podran posicionarse adecuadamente en puntos elegidos y ejercer tareas de vigilancia y, en su caso, neutralizacin por el fuego. CONCLUSIONES En principio y a falta de probar su eficacia en operaciones reales, este sistema rene una serie 94
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de condiciones que podran convertirlo en un arma de grandes posibilidades. A nuestro juicio sus mayores ventajas son la rapidez de intervencin (muy til para una primera reaccin contra emboscadas o ataques de elementos hostiles) y la posibilidad de actuar autnomamente (en apoyo de pequeas unidades o aisladamente). No obstante existen algunos aspectos que podran ser objeto de estudio y en su caso mejora. Respecto al sistema de armas, creemos que la integracin de elementos de localizacin y designacin de objetivos tendra un impacto muy positivo (un UAV propio podra ser de gran rendimiento). Tambin sera conveniente desarrollar algn sistema de carga que permitiese efectuar una especie de tiro semiautomtico para hacer esa primera reaccin aun ms rpida y contundente y reducir riesgos para el personal que ha de alimentar el tubo desde el exterior. Por otra parte y teniendo en cuenta la importancia creciente de
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Equipos de morteros desplegados convenientemente (disposicin celular) podran cubrir una ruta o zona solapando sus sectores y en caso necesario proporcionar apoyo inmediato a aquellas unidades que lo solicitasen (el alcance del mortero es de 6.900 m, por tanto cada clula tendra casi 14 Km de dimetro).
los llamados daos colaterales, sera necesario contar con una municin guiada que asegurase una precisin cuasi quirrgica en la ejecucin del tiro. Para finalizar y en relacin con la orgnica, sealar que el equipo o escuadra tiene un total de cuatro sirvientes: el jefe, el conductor, el cargador y el proveedor. Habida cuenta de que la santabrbara se encuentra en el propio vehculo, muy prxima al arma, el proveedor tiene poco que hacer. Este hombre auxiliado en su caso por el conductor podra ser empleado como elemento de observacin para localizar y designar objetivos (telmetro lser/UAV). NOTAS 1 Personaje que ofreci sus servicios al emperador bizantino Constantino XI que, segn parece, decidi no contratarle por sus altas pretensiones salariales.
Mortero desarrollado por la empresa israel SOLTAM SYSTEMS. 3 Direccin de tiro desarrollada por la empresa espaola GMV. 4 Vehculo desarrollado por la empresa espaola UROVESA. 5 El sistema GPS proporciona con exactitud las coordenadas del arma a travs de la informacin recibida va satlite; pero incluso si la seal satlite se pierde o no es fiable el navegador inercial, puede emplearse como sistema redundante y alternativo para proporcionar esta informacin. 6 MRAP es el acrnimo ingls de Mine Resistant Ambush Protected que, aplicado al blindaje, podra traducirse como blindaje de proteccin en emboscadas, resistente a las minas. 7 FSE son las siglas inglesas que corresponden a Fire Support Element que puede traducirse como Elemento de Apoyos de Fuego.n
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LA CARGA La reciente entrega de la Laureada Colectiva al Regimiento Alcntara nos permite recordar una de las acciones blicas ms espectaculares, la carga de la Caballera, representada en todas las pocas como un numeroso grupo de jinetes a todo galope. Aparentemente se mostraba como un movimiento brutal, impulsivo y desordenado, pero la realidad era todo lo contrario. La carga era ms que un ataque o acometida contra un enemigo. Era una maniobra sujeta a la oportunidad, regulada por principios y reglas. Buscaba unos objetivos las formaciones de Infantera, los escuadrones o la artillera enemiga, pero lo principal era alcanzar una finalidad o un propsito: facilitar un despliegue, cortar una retirada, explotar un xito, detener un avance, etc. La carga no era un choque vulgar, representaba el afn de llegar a la victoria o al sacrificio, era espritu y materia, era un rito trgico y glorioso. Los escuadrones de Caballera partan de sus posiciones para realizar una vigorosa acometida, solo saban que el enemigo estaba all y que haba que destruirlo o al menos detenerlo. La masa de lanzas y sables, de jinetes y caballos, corra irresistible al encuentro del adversario. Lo
crtico de las circunstancias, la solemnidad del momento, la voz que ordenaba la carga, todo contribua a hacer de los escuadrones un cuerpo nico y un alma nica que iba al sacrificio, a la victoria; que iba a destruir o morir. Su efecto era decisivo o nulo, pero nunca haba un trmino medio. Terminaba imponiendo su voluntad al enemigo o sufriendo un grave quebranto. La Caballera no saba, ni poda, combatir de otra manera. El caballo fue su mejor y principal arma, jinete y animal formaban un todo, apropiado para el combate, preparado para combatir cuerpo a cuerpo y para cruzar el sable con el enemigo. Las armas de fuego de las que fue dotada, aunque necesarias en ocasiones, fueron un elemento auxiliar. La carga era comn a los distintos institutos que formaban la Caballera, que podemos resumir en los regimientos de lnea y ligeros, porque los dragones, organizados para poder combatir a caballo o pie a tierra, en pocas ocasiones lo hacan desmontados. En las batallas, la Caballera de lnea cubra los flancos del ejrcito propio, contena, desordenaba, rebasaba las alas del enemigo para atacarlo de flanco o por la retaguardia y rompa un punto de su lnea. Terminaba con sus
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cargas poniendo en desorden las filas batidas, persegua y acosaba al enemigo sin descanso, tomando su artillera y convoyes; atacaba sus flancos o le obligaba a formar nuevamente en batalla, dando tiempo a la llegada de la infantera propia. As la Caballera era muy til para combatir y para aprovechar la victoria, sin ella una batalla ganada no era decisiva. Un enemigo que huye, puede reunirse cuando quiera si no se le persigue. En un ejrcito derrotado protega la retirada, deteniendo al enemigo con sus cargas sucesivas. Con buena y numerosa Caballera jams se sufra una completa derrota. La carga ha sido siempre la accin salvadora de un ejrcito derrotado. Pero, en la guerra tambin era necesario descubrir y dar noticias del enemigo y tal papel le corresponda a la Caballera ligera, que era el odo y los ojos de los ejrcitos. Una misin tpica se denominaba tomar lengua, es decir, coger prisioneros para obtener informacin. La marcha rpida de la Caballera permita desde lejos aclarar el frente y los flancos del ejrcito, cubrir la retaguardia, asegurar su lnea de comunicaciones, escolta y proteccin de los convoyes, evitar las sorpresas previniendo la llegada o el cambio de posicin del enemigo, siguindolo en todos sus movimientos. Pero en todo momento podan combatir o amagar un ataque. La divisin de lnea o ligera se sustentaba en la fuerza, peso y alzada de los hombres y caballos. En Espaa no se ha dispuesto ni de caballos de gran peso y alzada, ni de soldados robustos; si sumamos la escasez de animales, todo ello no ha permitido una separacin real en clases. En las batallas encontramos mezclados todos los institutos, incluidos los dragones, que cargaban juntos contra su adversario. En las batallas, siempre se presentaban ocasiones para ejecutar una carga, de la eleccin del momento dependa el xito o fracaso, era cuestin de pocos segundos, que haba que aprovechar sin vacilar. La Caballera en el campo de batalla deba estar siempre atenta tanto a las
ventajas como a las desgracias a que estaban expuestas las lneas. A fin de sostenerlas si empezaban a ceder, haba que desorganizar al enemigo. El momento favorable para una carga era cuando el enemigo no estaba dispuesto para recibirla, es decir, cuando cambiaba de formacin, dejaba sus apoyos o cuando se detecta que dudaba o vacilaba. Si era posible, no atacaba a la infantera en el centro de su formacin, era mejor por el ala derecha. Los escuadrones deban evitar cargar contra las tropas a pie, cuando se encontraban en formacin compacta y en estado de usar sus armas. Para mandar la Caballera, segn los tratadistas, eran necesarias cualidades superiores y un mrito particular. El Reglamento del Servicio en Campaa de 1882 deca: Por eso es tan difcil manejar bien la Caballera. Su jefe natural ha de reunir cualidades y aptitudes al parecer irreconciliables; fro, sereno, circunspecto, mientras est a la espera y al acecho de coyunturas favorables, y cuando con ojo rpido y certero la descubre, no pierde instante en aprovecharla, mostrando entonces un valor fogoso que raye en la temeridad. En palabras del conde de Bismark, cuando la Caballera no ha sido el arma de la victoria, sin duda es porque: Le falta un jefe que la conduzca.
Pero, si era importante el momento de iniciar una carga, tambin lo era el de terminarla. Un ejemplo muy prximo lo podemos encontrar en dos batallas de la guerra de Sucesin, la de Zaragoza, en el verano de 1710 y la de Villaviciosa el otoo siguiente. En la primera, la derecha de jinetes espaoles del ejrcito de Felipe V carg contra las tropas del Archiduque, a las que venci y persigui; pero, embebidos en el xito, no se preocuparon de volver a la lnea. La batalla continu y las tropas borbnicas fueron derrotadas. El Archiduque afirm que si sus enemigos hubieran actuado como los escuadrones de dragones espaoles, tal vez no habra cantado victoria. La segunda, la de Villaviciosa, tambin se inici con una carga por la derecha de la Caballera de las tropas franco-espaolas, que derrot a la enemiga de primera lnea; prosigui contra la segunda con el mismo resultado. Poco escarmiento del anterior suceso haba sacado el marqus de Valdecaas que persigui al enemigo hasta salirse del campo de batalla, mientras el centro propio estaba cediendo. Afortunadamente regres el Marqus, que se lanz contra la retaguardia adversaria, obligndola a retirarse. A continuacin, no permiti la persecucin a sus jinetes y no culmin la victoria.
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EVOLUCIN La carga de Caballera como se entiende modernamente no tiene mucha antigedad, no ms all del siglo XVIII. Ha sufrido grandes modificaciones con el transcurso de los tiempos, desde las primeras galopadas tumultuosas de caballos o carros hasta las primeras civilizaciones modernas de Grecia y Roma, cuyos equites no pasaron de ser una tropa auxiliar empleando proyectiles de las armas de fuego, debera haber buscado otros medios o procedimientos, pero no fue as. Tena que permanecer fuera del alcance de las armas de fuego y por muy veloz que fuera su movimiento, que no lo era, para cargar tena que recorrer un gran espacio en el que sufra gran quebranto; para terminar enfrentndose con la muralla de picas de la Infantera. La crisis de la Caballera estaba servida.
la de los pueblos sometidos o aliados. De todas formas, estaba muy limitada por la carencia de montura, estribos y herraduras. Despus, en el Medievo, apareci la Caballera clasista, con el hombre de armas cubierto de hierro y rodeado de peones, pajes y ballesteros, que intervena en el combate sin ver, ni or, que cerraba sobre el enemigo con la espada o la lanza y entablaba combate individual. La velocidad, el impulso, el choque de la masa no se tena en mucho. Los Reyes Catlicos organizaron en 1493 el primer cuerpo del ejrcito permanente con la Guardas Viejas de Castilla, formadas por hombres de armas y con jinetes ligeros. Pero nunca alcanz nuestra Caballera de la poca, la importancia de la Gendarmera francesa. La aparicin de la plvora no llev a la evolucin de la Caballera, sino a la inversa. Cuando las armaduras no servan para detener los
En aquella poca los tratadistas y las ordenanzas estudiaron y regularon con todo detalle la tctica de los infantes, por el contrario, nada se hizo con Caballera. Algunos escribieron estupendos tratados sobre el caballo, estudios de hipologa y equitacin, con juegos medievales para entrenar a los jinetes. Pero nada del empleo de las compaas y trozos. George Basta, comisario de las tropas de Caballera en Flandes, public en 1624 El Gobierno de la Caballera Ligera y deca: Los escritores antiguos y modernos no han tratado la Caballera, sino que han empleado todas sus obras en la Infantera. En esta situacin, la Infantera fue evolucionando teniendo en cuenta que el orden y disposicin de las tropas haba de armonizarse con la naturaleza y empleo de las armas; la Caballera la sigui, sin atender a los principios de donde derivaba su fuerza. Para la primera tuvo
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buen efecto el gran fondo y la unin entre filas e hileras; lo mismo adopt la Caballera, lo que origin un monstruoso fondo de sus formaciones: Adems, la Caballera espaola tard un siglo en seguir a la Infantera en organizar cuerpos, tercios o trozos, continu formando compaas independientes, que dificultaban los combates y el reagrupamiento despus de una accin. En los tiempos del emperador Carlos V los jinetes formaban en ocho o diez filas, que haca fuego una tras otra; sistema malo que permiti la rudimentaria artillera del momento. Posteriormente, cuando pudieron comprobar que no reciban la fuerza de las filas de retaguardia como en infantera y que un gran fondo en lugar de utilidad era causa de desorden, fueron disminuyendo a seis filas, a cinco, cuatro y tres, formacin que se mantuvo largo tiempo. En el siglo XVIII es cuando se hizo la revolucin de la formacin. De tres en fondo era imposible cargar al galope, a menos de parar enteramente la tercera fila. Pronto la formacin de a dos en fondo era general en toda Europa. Formacin ms conveniente para dar rapidez a la maniobra, pues si bien la primera fila era la nica que poda herir al enemigo, la segunda no dejaba de aumentar la fuerza moral de la primera, al propio tiempo que llenaba los claros
Cuando el coronel juzgara estar a la distancia debida no demasiado lejos, pues llegaran fatigados los caballos y sin fuerzas, ni muy cerca pues no podran tomar el impuso necesario mandar escuadrones para atacar, saquen la espada o el sable, al trote, marchen; a los ciento cincuenta pies mandar al galope y despus de haber recorrido a este aire cien pasos har tocar a todos los trompetas a degello
que causaba la mala direccin de la marcha o el fuego enemigo; y si llegaba a verificarse la mezcla, se bata con la primera, a la que obligaba a marchar con precisin para no ser alcanzada. En cualquiera de estas formaciones se present la disyuntiva entre la velocidad o el orden y cohesin de los escuadrones. La preferencia en relacin a la primera fue incrementndose con el tiempo, antiguamente los pesados caballeros cargaban al trote o incluso al paso. Era importante mantener la formacin y la carga a
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un aire ms rpido representaba el desorden y el desastre. En Espaa la reforma se inicia en 1701 con la organizacin de los cuerpos de Caballera y Dragones en escuadrones, compuestos por compaas, que constituyeron su unidad de combate que les permita conciliar la mayor movilidad posible con la conservacin del orden. Al mismo tiempo, el perfeccionamiento de las armas de fuego, el abandono de los pesados equipos, la mejor instruccin y disciplina de las tropas permitieron incrementar el aire de carga y los escuadrones pudieron adoptar el galope, sin olvidar en ningn momento su preocupacin por conservar las formaciones y con ellas la cohesin de la masa que cargaba contra el enemigo. Naturalmente como el caballo tena que llegar al enfrentamiento con fuerzas suficientes para entablar combate, perseguir al enemigo o replegarse, no poda ser muy grande la distancia a recorrer a este aire. Estos cambios se encuentran en las ordenanzas de la poca. El abandono de las formaciones rgidas dio importancia a las voces de mando, que en el campo tuvieron su traduccin en los
toques de clarines y timbales. Para mantener el orden y la cohesin de los escuadrones, en cada formacin era necesaria una buena distribucin de los oficiales y sargentos, que se situaban a vanguardia, a retaguardia e incluso en las alas. Los primeros animaban y daban valor a los soldados; y los segundos corregan cualquier desorden y en caso de volver las caras quedaban delante de los soldados, podan contenerlos y obligarles a dar frente a los enemigos. Tambin era conveniente dejar intervalos entre los escuadrones, para no comunicar las fluctuaciones de uno a otro y para que pudieran volver las caras con rapidez y seguridad por mitades o tercios; lo que tambin permita dar paso a la segunda lnea. La falta de intervalos poda ser desastrosa cuando las alas cerraban sobre el centro, se estrechaban los caballos y se rompa la lnea. Deca la Ordenanza: Jams se pondr demasiado cuidado para conservar el alineamiento en todos los movimientos ofensivos y buscando chocar con el enemigo para combatir cuerpo a cuerpo. En los regimientos, con varios escuadrones, el primero, a las rdenes del coronel, ocupaba en la formacin de batalla la derecha; el segundo, a
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las rdenes del teniente coronel, la izquierda; y el tercero, del capitn ms antiguo, en el centro. Se trataba de encajonar entre los escuadrones del coronel y teniente coronel, los jefes de mayor confianza por sus obligaciones y experiencia, los escuadrones mandados por los capitanes comandantes. Lo mismo suceda con las compaas, ocupando las ms antiguas los costados de los escuadrones.
El coronel Garca Ramrez de Arellano public en 1767 dos interesantes estudios, donde se encuentran explicaciones y detalles que no figuraban en los reglamentos. Establece que las formaciones de la Caballera son dos, batalla y columna, distinguindose entre s en el mayor o menor frente, en el mayor o menor fondo, y en la mayor o menor distancia entre filas. La formacin de batalla en dos filas a distancia entre ellas de mitad del frente es el verdadero orden de combate, en el que delante de sus enemigos debe formar la Caballera, como fundamento y principio de toda formacin; es el que mejor plantea ofensa y defensa y el que facilita la pronta ejecucin de cuantos movimientos se puede ofrecer en las acciones de guerra. Le permite presenta frentes iguales sobre los costados con un cuarto de conversin por mitad de filas. 102
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Las Ordenanzas de 1768, dadas por Carlos III, y la de Caballera de 1774 siguieron las mismas reglas y destacaron la importancia de los toques de trompeta y timbales para el mando de las maniobras, para que los movimientos se ejecuten con prontitud y uniformidad, que dependen de que la voluntad del que manda se comunique a un tiempo a todos los que deben cumplirlas. Destacaba que los soldados conozcan que la mayor ventaja de toda tropa montada, consiste en atacar con espada en mano y mucho valor; lo ms esencial es el marchar bien en columna y en batalla, pasar prontamente de una a otra formacin conservando siempre sus distancias y variando con frecuencia la velocidad de su marcha para habituarse a la celeridad y buen orden en que estriba la mayor fuerza de la Caballera. Las grandes prdidas que tienen los cuerpos, son despus de desordenados y principalmente en las retiradas. Ya en el siglo XIX, el Reglamento de 1815 describa la carga como una marcha directa. Cuando el coronel juzgara estar a la distancia debida no demasiado lejos, pues llegaran fatigados los caballos y sin fuerzas, ni muy cerca pues no podran tomar el impuso necesario mandar escuadrones para atacar, saquen la espada o el sable, al trote, marchen; a los ciento cincuenta pies el coronel mandar al galope y despus de haber recorrido a este aire cien pasos har tocar a todos los trompetas a degello. Odo este toque, todos alargarn el galope, los soldados se elevarn sobre los estribos, bajarn la mano, pero sin abandonar las riendas ni perder cada uno su fila y la unin, y se echarn sobre el enemigo: la primera fila teniendo la punta del sable o espada tendida hacia delante, la segunda cruzada sobre la cabeza. Estando el enemigo derrotado, el coronel har tocar llamada y entonces todos harn alto y se reunirn con sus estandartes; pero es muy importante no dejar al enemigo tiempo para reunirse y formar, se destinarn para perseguirlo la primera o ltima mitad de cada escuadrn o de alguno solamente. Como es de presumir que un enemigo instruido no esperar en lnea desplegada un ataque de Caballera, sino que se pondr en columna o en cuadro, el regimiento le opondr entonces una columna de ataque compuesta de sus cuatro escuadrones; los cuales, para atacar sucesivamente,
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se pondrn a una distancia dupla de su frente, de suerte que el primer escuadrn, habiendo sido rechazado, sea seguido inmediatamente del segundo; que si el primero ha hecho alguna abertura en la formacin de infantera, se arroje en el cuadro por los lados y acabar la derrota. Los escuadrones que no hayan atacado se emplearn para perseguir a los que huyen, hasta que se les haga hacer alto y retirarse por los toques de clarn. El Reglamento para el Servicio en Campaa de 1882, que recoga las enseanzas de la guerra franco-prusiana, atribua a la Caballera como primera condicin tctica la rapidez y desenvoltura en sus movimientos: Su accin sbita, imprevista, nunca debe emplearse sino despus de la preparacin por el fuego de las otras Armas y siempre en combinacin con ellas, nunca aislada. Por regla general ataca siempre en lnea, pero maniobra en columna, y en la retirada tiene la ms brillante ocasin de demostrar su pericia y valor. Por el Reglamento de 1887, la carga, que constituye la accin decisiva, es una marcha de velocidad creciente, su objeto es arrollar al enemigo y batirlo despus. Dependiendo su xito del valor, del buen orden de la tropa estimulada por el ejemplo de sus oficiales, y del mpetu y vigor de los caballos en el choque. Se han de recorrer 1.200 metros, de ellos 20 al paso, 600 al trote, 500 al galope rpido y 80 al aire de carga. En el siglo XX, el Reglamento de 1909-1910, que ya incluye el empleo de ametralladoras, mantena que los escuadrones obran siempre por el movimiento y solo se defiende atacando. La Doctrina de 1924 afirmaba que los nuevos medios no haban cambiado en su esencia las maniobras de la Caballera: El arrojo y el valor son cualidades morales que han de sobresalir de la Caballera, que, animada de un espritu de decisin y sacrificio, tender siempre a realizar su medio clsico de accin, el choque al arma blanca, en el que se manifiesta con todas sus aptitudes, y que, aun siendo hoy ms difcil de producirse, es el acto propio del espritu de acometividad que debe tener la Caballera y una de las razones fundamentales de su existencia. LOS MEDIOS De la misma forma que evolucionaron las formaciones, tambin las armas empleadas fueron cambiando, decimos cambiando y no evolucionando porque estuvieron sujetas a ideas o modas, algunas no muy convenientes. Antiguamente se empleaba la espada y la lanza, incluso arcos o ballestas, con la invencin de la plvora se adoptaron las armas de fuego, dndoles preferencia sobre las blancas. Afortunadamente se recobr el sentido comn a fin de cargar y llegar al enemigo con el impulso necesario. Las armas blancas podan ser la espada, el sable y la lanza. Las dos primeras se diferencian en si se busca agredir con la punta o con el filo. Inicialmente se dot a los caballos coraza de una espada larga, despus a las tropas ligeras de sable, para terminar predominando esta arma. El comentario del general Colbert, lo dice todo: Cuando estos sables son manejados por manos expertas producen efectos extraordinarios. Debido a la fuerza de la mano que lo empua, lanzado violentamente desde atrs y ayudado por la velocidad del caballo, hiere o ms bien sierra y penetra de tal manera que produce espantosas heridas. La lanza que desapareci con los hombres de armas, reaparece a finales del siglo XVIII y principios de XIX. Esta innovacin tuvo su origen en la guerra entre polacos y turcos, cuando la horda
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trtara de los ulanos fue a combatir a los primeros. Estos jinetes conservaron su arma, la lanza asitica provista de un gallardete, que causaba tal ruido al flamear que asustaba a los caballos enemigos. Prusia, Austria y Francia crearon regimientos de Lanceros y en Espaa aparecen por el Reglamento de 1815, llegando a mitad de siglo a pertenecer todos los regimientos a este instituto, para posteriormente ir disminuyendo su nmero. Este despertar de la lanza se debi a la accin de Somosierra, donde la Caballera polaca de la guardia de Napolen carg contra las posiciones espaolas, tomando y arrollando el flanco de la artillera, no sin grandes prdidas. Otro hecho parecido sucedi en la Primera Guerra Carlista en las primeras y rpidas incursiones de las tropas de Zumalacrregui, armadas con lanzas por necesidad, ya que los jinetes no disponan de otras armas. Poco despus apareci en la Caballera isabelina un hroe, Diego de Len, primera lanza de la Reina, que venca a sus adversarios en todas partes, especialmente en las jornadas de Arlabn y Villarrobledo; entonces se consider a la lanza invencible.
Mucho se discuti sobre su uso, pero el asunto ya vena de lejos. En el siglo XVIII en Espaa se propugnaba la idea de dotar a los escuadrones de un limitado nmero de lanzas. Ms adelante se deca que la Caballera de lnea deba ir armada con lanzas y sables poco corvos. La primera fila cargara con lanza y la segunda con sable; una vez provocado el choque los sables tendran su efecto. La lanza estaba considerada como el arma principalmente destinada a combatir la infantera y el sable no la supla. El jinete no poda acuchillar al infante si estaba firme, las bayonetas los mantenan separados; por el contrario con lanzas sobresaliendo de los caballos, las posibilidades eran opuestas. Todo lo descrito es Historia, menos las cualidades morales y el espritu de sacrificio que las ordenanzas y reglamentos exigan a los mandos y tropa del Arma, que mantienen todo su vigor como nos han recordado los hroes de Alcntara, que desde hace aos presiden la entrada de la Academia y ahora han recibido el reconocimiento, aunque tardo, con la Laureada de San Fernando.n
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Las tropas inglesas llegadas a Espaa para expulsar a Napolen tuvieron que retirarse, perseguidas por las fuerzas del mariscal Soult, para tratar de embarcar en La Corua hacia Inglaterra. La accin defensiva de Moore permiti el reembarque de sus tropas, en lo que podemos denominar el primer Dunkerque
LA CAMPAA DE MOORE Y SU EJRCITO El avance: de Portugal a Sahagn El 27 de octubre de 1808 el teniente general sir John Moore, tras ser nombrado Comandante en Jefe del Ejrcito britnico1, sali desde Lisboa hacia Espaa al mando de un ejrcito para ayudar a la expulsin de los ejrcitos napolenicos de la Pennsula. Inicia la campaa con un contingente de 20.000 hombres dividido en dos columnas. Mientras la mayor parte de la infantera se dirigi con Moore por Almeida, la caballera y la artillera lo hicieron por Badajoz, a las rdenes del teniente general sir John Hope. Completaban ese Ejrcito los 16.000 soldados y 2.000 caballos del teniente general sir David Baird que, procedentes de Inglaterra, haban desembarcado en La Corua el 4 noviembre. 106
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Con su ejrcito disperso en tres columnas, muy alejadas entre s y sin posibilidad de apoyo mutuo, Moore entr en Espaa por Ciudad Rodrigo el 11 de noviembre. Avanzaba para cumplir una difcil e imprecisa misin, con rdenes poco clarificadoras2, lejos de sus bases de aprovisionamiento en la costa, con un enorme desconocimiento del terreno y sin la menor informacin del enemigo francs. El 13 de noviembre, mientras Baird alcanzaba Astorga, Moore lleg a Salamanca donde el 28 se reuni con la columna de Hope. All fue informado de la entrada de Napolen3 en Madrid, la derrota de los ejrcitos espaoles de Blake en Espinosa, la aniquilacin de Ejrcito de Extremadura y la destruccin de Castaos en Tudela, con cuyas tropas pensaba reunirse Moore para atacar a los franceses. Sin el apoyo
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informativo, logstico y tctico, que los espaoles hubieran debido proporcionarle, le surgieron dudas sobre la viabilidad de la campaa. El 12 de diciembre abandon Salamanca siguiendo el Duero hacia Zamora. Lo vade cerca de Tordesillas y se repleg sobre Mayorga, donde el 20 de diciembre se reuni con las tropas de Baird. Un ejrcito con tres divisiones de infantera (bajo el mando de los tenientes generales sir David Baird, sir John Hope y Alexander Mackenzie Fraser), una divisin de infantera de reserva del mayor general Edward Paget, una divisin de caballera (teniente general lord Henry Paget), y la artillera del coronel John Harding, con 66 caones. El 21 de diciembre Moore lleg a Sahagn donde, ante la superioridad francesa y la debilidad del Ejrcito espaol, y teniendo presente las palabras del ministro de Asuntos Exteriores4, tom la decisin de salvar a sus tropas de una derrota segura, e inici el 24 una controvertida retirada hacia la costa para reembarcarlas. La retirada: de Sahagn a La Corua Desde Sahagn Moore se dirigi hacia Benavente, y de all a Astorga, donde el 31 de diciembre, tras abandonar la ciudad, decidi dividir su ejrcito. Mientras con el cuerpo principal prosigui camino hacia Galicia por el puerto del Manzanal, envi a sus brigadas ligeras5 hacia Vigo para iniciar all su embarque el 12 de enero. La decisin adoptada por Moore de enviar las brigadas ligeras hacia el puerto de Vigo, al sur de La Corua, caus una gran controversia que an hoy divide a los historiadores. Segn seala Summerville: La decisin adoptada por Moore de enviar a las Brigadas Ligeras hacia el puerto de Vigo, al sur de La Corua, caus una gran controversia que an hoy divide a los historiadores. [] Sir John no estaba seguro sobre qu puerto, La Corua o Vigo, era el ms adecuado para embarcar a su ejrcito. El 1 de enero de 1809 Napolen entr en Astorga, donde al saber requerida su presencia en Pars por graves problemas de Estado, abandon la persecucin. Asign al mariscal Soult, duque de Dalmacia, y a su reforzado II Cuerpo de Ejrcito, con tres divisiones de infantera y tres de caballera (una de caballera ligera y dos de dragones), la misin de perseguir y destruir al Ejrcito britnico de Moore, evitando a toda costa su embarque. *
Desde Astorga hasta La Corua, las tropas de Moore fueron implacablemente acosadas y perseguidas por las fuerzas de Soult. Durante esta terrible y poco brillante retirada, aun destacando las brillantes acciones de su caballera en Sahagn, el cruce del Esla, Benavente, Cacabelos y Lugo, escribieron un oscuro captulo. Marcados por agotadoras marchas, privaciones y pasando un fro intenso, los supervivientes de este ejrcito, exhaustos, con la moral baja y perdida la disciplina, matando, robando y violando, jalonaron de muerte, destruccin y pillaje las poblaciones que atravesaron. Una ruta infernal que a partir de Villafranca se convirti en una verdadera marcha de la muerte6. LA BATALLA DE ELVIA O DE LA CORUA Britnicos y galos llegan a La Corua El 11 de enero las tropas de Moore alcanzaron La Corua, establecindose en defensiva, a la espera de los buques que, procedentes de Vigo, deban trasladarlos a la seguridad de Inglaterra. La divisin de reserva de Paget cubra la retirada, encargada de destruir el puente de El Burgo
sobre el ro Mero para dificultar la persecucin de las tropas francesas que les pisaban los talones. Necesario para el paso de las tropas con su artillera, la reparacin del puente demor hasta el 14 de enero la llegada de los franceses a La Corua. Con retraso a causa de un temporal, la tarde del 14 fonde en la baha de La Corua la flota del almirante sir Samuel Hood, con cien barcos de transporte escoltados por doce buques de guerra. Al anochecer los britnicos comenzaron a embarcar a los heridos, todos los regimientos de caballera de la divisin de caballera de lord Paget y toda la artillera, excepto siete caones de a 6 y un obs britnicos, as como cuatro caones espaoles agregados a la reserva. Despliegue de las tropas La eleccin del terreno en Elvia fue uno de los principales aciertos de Moore. Con una topografa muy accidentada, el terreno favoreca la defensa por los muchos obstculos en que apoyarla. La caballera francesa resultaba intil, en tanto que las piezas artilleras, de no mucha potencia, apenas daaban el fuego intenso y continuado de la infantera inglesa, perfectamente resguardada con tanto obstculo.
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Dos anillos naturales rodean la ciudad de La Corua, uno exterior, de mayor altura y extensin, constituido por los altos de San Cristbal, Peasquedo y Palavea, y otro interior, con vistas a la ciudad y al fondeadero, con los altos de Santa Margarita a la entrada de la ciudad, y el monte Mero. Moore consideraba sus tropas insuficientes para ocupar en fuerza todas las posiciones y que, de alejar mucho la defensa, corra el peligro de ser envuelto por la brecha natural del arroyo de Monelos, que conduca directamente hacia el puerto. Estableci su despliegue tomando como posicin principal la aldea de Elvia, entre los montes Mero y Peasquedo, y los arroyos Monelos y Palavea, con tres lneas defensivas que le proporcionaban la flexibilidad necesaria para adaptar el esfuerzo defensivo a la marcha del combate, hacia la hiptesis ms probable y ms peligrosa, un ataque en Elvia, que sera el centro de la batalla. En primera lnea, en el monte Mero, despliega en el centro la 1 Divisin de infantera de Baird (5.000 hombres), con las brigadas de Manningham y Bentinck en primer escaln, y la brigada de Warde en segundo. En el flanco izquierdo, apoyada en el ro Mapa de azulejos, descriptivo de la batalla de Elvia. Mero, la 2 Divisin de infantera de Hope Punto amarilo con crculos concntricos: mirador del monte de la Zapateira. (5.500 hombres), con las brigadas de Leith Cuadros: rojos, infantera britnica; azules, infantera francesa; y Hill en primer escaln, y la brigada del azules y blancos, caballera francesa. coronel Catlin Crawford en segundo escaln. Ambas divisiones se extendan por Elvia y la caLos franceses alcanzaron el 15 los altos de rretera de La Corua, continuando hasta la costa. Palavea y Peasquedo. Soult, con una fuerza de En segunda lnea, en las proximidades del mon- 24.200 hombres (infantera, caballera, artilleros te San Cristbal, en su flanco derecho, situ a la 4 y servicios) y 40 caones, estableci una lnea Divisin de infantera de reserva de Paget (1.500 con sus tres divisiones de infantera: la de los hombres), con las brigadas de Anstruther y Disney. generales de divisin Mermet (7.500 hombres) en En tercera lnea, en los altos de Santa Margarita, su flanco izquierdo, Merle (6.200 hombres) en el dispuso como reserva la 3 Divisin de infan- centro, y Delaborde (5.500 hombres), apoyada tera de Fraser (2.600 hombres), con la brigada en el ro Mero, formando su flanco derecho. de Beresford en primer escaln, y la de Fane en Flanquendolas, en el ala izquierda, las divisiosegundo escaln, para acudir en auxilio de Paget nes de caballera de los generales de divisin si lo necesitaba. Ambas muy bien orientadas frente Lahoussaye (1.600 hombres), y Franceschi (1.300 el punto dbil del despliegue, la brecha del arroyo hombres), en las proximidades de los Altos de de Monelos. En total, unos 15.000 infantes y 200 San Cristbal, y Lorges (1.600 hombres) en el artilleros con nueve piezas. Tres de los caones ala derecha, con dos regimientos de dragones fueron asignados a la reserva de Paget, y los seis en ambas mrgenes del ro Mero. restantes apoyaron en el Monte Mero a las brigaDe sus 40 caones, la divisin de Delaborde das Manninghan y Leith. subi dos a los altos de Palavea, que antes del
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medioda abrieron fuego contra la 1 lnea de la divisin de Hope. Soult emplaz los restantes caones, a pesar de lo difcil del terreno, en batera en los altos rocosos del Peasquedo, dominando la aldea de Elvia, con la lnea central y centro derecha de Moore al alcance de las bateras francesas, lo que favoreca el apoyo de fuego. Apoyando a los britnicos, la ciudad de La Corua se volc en su ayuda, proporcionndoles armamento y municin nueva del Parque de Artillera, frente a los fusiles oxidados y la municin estropeada durante la marcha de los franceses. Esta capacidad de fuego result fundamental, al convertirse, debido a las limitaciones impuestas por el terreno, en una batalla predominantemente de infantera7. El 15 comenzaron las escaramuzas. En el Peasquedo, contra el despliegue de la artillera francesa, y en el monte San Cristbal, contra la caballera francesa de Lahoussaye. Al caer la noche cada bando haba perdido alrededor de 100 hombres. La batalla: 16 de enero de 1809 El 16 de enero amanece con ambos ejrcitos desplegados en orden de batalla. Los franceses sobre el Peasquedo, y sobre el monte Mero la primera lnea de los britnicos. Aparece todo tranquilo en el lado francs, por lo que Moore considera improbable un ataque y ordena a las reservas retirarse y aprestarse al embarque. Pero poco despus del medioda, Soult inicia un ataque frontal y total en toda su lnea, que se materializa en el avance de tres fuertes columnas, apoyado por una fuerte preparacin artillera. Segn Summerville, el francs primero atacara con la artillera la lnea britnica para debilitarla, y a continuacin, mientras contena la izquierda y el centro de Moore con las divisiones de Delaborde y Merle que totalizaban unos 11.000 hombres enviara a 6.000 soldados de infantera de la divisin de Mermet, con apoyo de 1.500 jinetes de Lahoussaye, sobre el flanco derecho enemigo, que se hallaba expuesto, para cruzar y realizar un movimiento envolvente con los regimientos restantes de oeste a este. De esta forma, Soult prevea aniquilar el ejrcito de Moore, o cuando menos encerrarlo y proceder a su captura. 110
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A la izquierda del despliegue francs, la infantera de Mermet ataca con el apoyo de diez piezas, en direccin a Elvia, a la brigada de Bentinck, apoyado por la brigada de Warde. Durante esta accin cae gravemente herido con el brazo izquierdo destrozado, que le fue amputado esa misma tarde, el teniente general Baird. Al mismo tiempo los ocho regimientos de caballera de Lahoussaye y Franceschi tratan de envolver y cortar la retirada avanzando al trote sobre el ala derecha britnica. Moore, para evitar el flanqueo enemigo e impedir ser envuelto, ordena a Paget que cierre el valle, desde Eirs a San Cristbal, y a Fraser que desde Santa Margarita adelante sus lneas. Paget, siempre protegido por la divisin Fraser en reserva, ataca con decisin por la orilla derecha del ro Monelos y rechaza a la caballera francesa. Moore que se encontraba animando a los Highlanders del 42 de Sterling8 cae mortalmente herido por el impacto de una bala de can9 sobre las tres de la tarde. En el centro del despliegue, la divisin de Merle ataca a las brigadas de Manninghan y Leith. Los franceses pasan el arroyo Palavea y ganan la ladera del monte Mero. En el ala derecha del despliegue francs Delaborde ataca a la brigada Hill, a la que disputa la zona de Piedralonga. En su ayuda acude Hope con sus fuerzas, que en una brillante carga a la bayoneta pone en apuros a los franceses. La batalla es un continuo avance y retroceso en el que ambos bandos conquistan alternativamente, a golpe de bayoneta, las posiciones de Elvia. Con la llegada de la noche, sobre las 17:30 horas, cesan los combates. Habiendo sido rechazados los sucesivos ataques franceses, estos regresan a sus posiciones originales. Retirada y embarque de las tropas britnicas La noche del 16 al 17, protegidas por la oscuridad, las tropas britnicas dirigidas por Hope, al mando tras la muerte de Moore y la herida de Baird, comienzan a retirarse silenciosamente del campo de batalla, para continuar con el embarque programado. Dejan atrs fuertes avanzadas que mantienen, para engaar a los franceses, enormes fogatas toda la noche, retirndose antes del amanecer.
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Sir John Moore cae mortalmente herido. Batalla de Elvia, 16 de enero de 1809
En las primeras horas del 17 solo quedan en tierra las brigadas Beresford y Hill que, parapetadas tras las murallas, protegen el embarque. Al amanecer del 18, embarcadas ambas brigadas, y advertidos los franceses de la retirada britnica, emplazan sus caones en Santa Margarita y en San Diego, disparando contra los ltimos barcos, an atracados o fondeados, algunos de los cuales vararon en la playa o se estrellaron contra las rocas del castillo de San Antn. En la tarde del 18 han zarpado los ltimos transportes del puerto. Entrada de Soult en La Corua Tras una corta defensa de la ciudad, para facilitar el embarque de las ltimas tropas inglesas, la pequea guarnicin del general Alcedo, con solo dos batallones de milicias y un indeterminado nmero de paisanos armados, insuficientes para hacer frente al poderoso Ejrcito francs, firm la capitulacin el da 19. Al da siguiente entr Soult en La Corua con su II Cuerpo de Ejrcito, apoderndose de quince bateras artilleras y de
12.000 fusiles y, al encontrar el cuerpo del general Moore, decidi enterrarlo con los honores que mereca. La Corua fue respetada por los franceses. No hubo prcticamente destrozos en la ciudad, ni violencia contra la poblacin civil. Pocos das despus Soult fue sustituido por el mariscal Ney, duque de Elchingen, y su VI Cuerpo de Ejrcito, en una ocupacin que finaliz el 22 de junio de 1809. CONCLUSIONES Estratgicamente, la batalla de Elvia no supuso un enfrentamiento tcnicamente destacado. Aunque Moore no consigui cumplir su misin inicial, la expulsin de los franceses, ejecut admirablemente su decisin de proteger el puerto de La Corua para permitir el reembarque de sus tropas. Aquel reembarque ingls en La Corua, pionero de este tipo de operaciones, constituy un sealado xito, al igual que el que tuvo lugar en la Segunda Guerra Mundial: el de Dunkerque, 131 aos despus.
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En Elvia, Soult perdi la ltima oportunidad de cumplir la misin que se le haba asignado: intentar llegar a la costa con el fin de fijar a Moore, sin darle tregua ni permitirle el embarque. Con la llegada del ejrcito de Ney, ningn britnico hubiese podido abandonar La Corua. No consigui vencer en Elvia y los britnicos se le escaparon. Ambos ejrcitos hablaron de victoria. Esto en Historia normalmente significa que el resultado de la batalla no fue claro. Se suele decir que en esta batalla no hubo ni vencedores ni vencidos porque ambos consiguieron, en parte, sus objetivos. Los ingleses lograron reembarcar sus tropas en La Corua, mientras que los franceses expulsaron a los britnicos y se aduearon de la ciudad. Tras la batalla, se manejaron similares cifras de bajas para ambos bandos. Los britnicos se retiraron con una prdida de aproximadamente 900 bajas (entre muertos y heridos), incluyendo al propio sir John Moore. Unas pocas ms, aproximadamente 1.000, sufri el bando francs. De los casi 34.000 hombres que componan el ejrcito expedicionario de Moore, la flota logr llevar a casa unos 26.000, alcanzando las prdidas britnicas los 8.000 hombres, entre muertos, prisioneros y desaparecidos. NOTAS 1 Habiendo determinado Su Majestad el empleo de un cuerpo de tropas de no menos de 30.000 efectivos de infantera y 5.000 de caballera en el norte de Espaa para cooperar con el Ejrcito espaol en la expulsin de los franceses de este reino, ha tenido la gentileza de confiaros el mando supremo de sus fuerzas. Mensaje del Secretario de Guerra lord Castlereagh. 2 Con fecha 14 de noviembre de 1808 lord Castlereagh, en carta oficial, le comunica acatar lo que dijeran los comandantes espaoles, al tiempo que, en rdenes secretas adjuntas, se le autoriza a hacer lo que considere ms correcto en cada momento (Zbigniew, 83). 3 Napolen llega a Madrid a primeros de diciembre de 1808. Conocedor de la presencia de Moore y su ejrcito en el valle del Duero, los convierte en su objetivo prioritario y marcha contra ellos con los 70.000 hombres de los Cuerpos de Ejrcito II, IV y VIII, y su Guardia Imperial. 112
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El ejrcito que Su Majestad ha destinado a la defensa de Espaa y Portugal no es simplemente una parte considerable de las tropas disponibles de este pas. Es, de hecho, el Ejrcito britnico. (Zbigniew, 74). 5 1 Brigada Ligera (I Bn del 43 Rgto, II Bn del 52 Rgto y II Bn del 95 Rgto) del coronel Robert Craufurd; 2 Brigada Ligera (I y II Bn Ligero de la Legin Alemana del Rey) del MG Karl Alten. 6 La marcha entre Villafranca y Lugo fue una prueba de fuego incluso para los ms veteranos, y acab cobrndose tantas vctimas como una batalla campal. 7 De esta manera los ingleses tenan durante el combate una gran superioridad de fuego comparado con los franceses, cuyas armas estaban en mal estado despus de las duras marchas y las lluvias casi continuas. (Soult, 68). 8 Los Highlanders pensaban que la Guardia venia a relevarlos y comenzaban a replegarse. Moore se acerc a ellos y grit las famosas palabras: Mis bravos del 42! Si habis gastado vuestra municin, an tenis vuestras bayonetas! Acordaos de Egipto! Pensad en Escocia!. Los Highlanders dieron la vuelta inmediatamente y Moore se retir un poco para observar la llegada de la Guardia. (Zbigniew, 146). 9 Una bala de can le desgarr a Moore el hombro izquierdo y parte de la clavcula, dejando el brazo colgando, solo sujeto por un tendn. Con una fuerte hemorragia, imposible de cortar, se le traslad sobre una manta a la retaguardia, a una casa en el N 16 del Cantn Grande, del comerciante Genaro Fontenla, donde falleci desangrado sobre las ocho de la tarde.
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BIBLIOGRAFA Y FUENTES Navas Ramrez-Cruzado, J. Los ejrcitos gallegos contra Napolen en la Guerra de la Independencia. Publicaciones Arenas. La Corua, 2004. Soult, J. de D. Las memorias del Mariscal Soult. Las Tropas Napolenicas en Galicia, 1808-1809. Librera Arenas, La Corua, 1999. Summerville, C. La Marcha de la Muerte. La retirada a La Corua de sir John Moore, 1808-1809. Indita Editores. Barcelona, 2006. Zbigniew Guscin, M. Moore, 1761-1809. Biografa de Sir John Moore. Librera Arenas. La Corua, 2000.n
Cultura
GOLPE EN LA REPBLICA CENTROAFRICANA Carlos Echeverra Jess. Profesor de Relaciones Internacionales de la UNED.
El rgimen del presidente Franois Boziz era derrocado por la fuerza el 24 de marzo, pocas semanas despus de que la coalicin rebelde Slka (Alianza, en lengua sango), formada por cuatro grupos, iniciara una nueva fase en su ofensiva armada. Aunque tanto el Consejo de Seguridad de la Organizacin de Naciones Unidas (ONU) como la Unin Africana (UA) han mostrado su rechazo a este derrocamiento, lo cierto es que la nueva situacin se ha consolidado, con el ya ex presidente Boziz fuera del pas y con el lder de Slka, Michel Djotodia, sustituyndole y apadrinando un nuevo Gobierno Provisional de 34 ministros encabezado por el primer ministro Nicolas Tiangaye1. LOS ANTECEDENTES DE LA EXITOSA OFENSIVA REBELDE El pasado 10 de diciembre la alianza Slka iniciaba una ofensiva que le permiti hacerse en pocas semanas con el control de diversas ciudades de ese pas de tan solo 4,5 millones de habitantes y llegar a las mismas puertas de la capital, Bangui, lo que puso ya entonces al rgimen de Boziz en graves dificultades. La oposicin justificaba la ofensiva por el incumplimiento de Boziz, en el poder desde 2003 y reelegido en dos ocasiones, de las clusulas de los acuerdos de paz que haban puesto fin a enfrentamientos como los actuales, ocurridos en 2007 y 2008. El pasado diciembre los rebel-
des dirigidos por Djotodia denunciaban que el rgimen haba apostado por exigir algunas de dichas clusulas en concreto las relativas al desarme, la desmovilizacin y la reinsercin (DDR) de la oposicin, y no las referidas a la redistribucin del poder en Bangui, y que Boziz segua tratando de perpetuarse en el poder. Este ltimo, al verse amenazado, ofreca formar un Gobierno de Unidad Nacional, destituy a su Ministro de Defensa su propio hijo asumiendo l sus funciones y anunciaba su intencin de no presentarse a una tercera reeleccin; pero, en realidad, mostraba detrs de todo ello la intencin de seguir perpetundose en el poder. Boziz alimentaba con su resistencia a dejar el poder tensiones intercomunitarias dentro del pas, intensificando la represin contra miembros de la tribu Gula, del norte del pas, que es a la que pertenecen la mayora de los opositores que conforman la coalicin Slka. Siempre en enero, el an Presidente contaba con el apoyo de aliados externos, reflejado en un contingente de alrededor de 700 efectivos pertenecientes a Angola, Camern, Chad y Gabn, miembros de la Comunidad Econmica de Estados de frica Central (CEEAC), organizacin subregional de diez Estados que tradicionalmente haba apoyado
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al mandatario de Bangui. En cuanto a los 500 efectivos militares franceses preposicionados en una base cerca de la capital centroafricana y en su aeropuerto, el presidente Franois Hollande insista en que tenan como misin proteger a los alrededor de 1.200 franceses y a los intereses econmicos de Francia en el pas2. La presencia de militares de pases vecinos apoyando el rgimen de Boziz viene de atrs en el tiempo y cabe recordar cmo, en 2010, tropas chadianas intervenan para recuperar el control de la ciudad centroafricana de Birao, en el norte del pas, tras recibir una peticin de ayuda del Presidente centroafricano que lo haba perdido tras un ataque de opositores armados3. LA ACELERACIN DE LOS ACONTECIMIENTOS EN LOS DOS LTIMOS MESES Las negociaciones desarrolladas en la capital de Gabn, Libreville, desde los primeros das de enero y amparadas por el Presidente de la Repblica Popular del Congo, Denis Sassou Nguesso, aliado de Boziz, y por la propia CEEAC, e incluso un endeble acuerdo logrado el 11 de enero vinculando al rgimen de Boziz, a la oposicin pacfica e incluso a los rebeldes de Slka no permitieron encauzar la situacin hacia una salida pacfica. Luego, y aunque muchos temieron que la posterior intervencin diplomtica y militar, a travs de la Fuerza Multinacional de frica Central, de algunos Estados miembros de dicha Organizacin subregional, podra servir para asegurar a Boziz en el poder, el tiempo ha demostrado lo contrario. En marzo la coalicin Slka volvi a las armas tras un mes de febrero de relativa calma, tras acusar al rgimen de incumplir los acuerdos alcanzados en Libreville. Su ofensiva logr derrocar a Boziz, huido en un primer momento a Camern, llevando al poder a Djotodia que, enseguida, para reforzar su posicin disolvi la Asamblea Nacional y suspendi la Constitucin4. El futuro del pas es incierto a la luz de las contradicciones acumuladas en los ltimos aos, particularmente a partir de la segunda mitad de la pasada dcada. El 2 de abril la oposicin no armada se retiraba del Gobierno Provisional formado por Djotodia dejando 114
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solos a los elementos armados agrupados en la coalicin Slka. Adems, el rechazo en el seno del continente africano a las nuevas autoridades sita a estas en un contexto incmodo. Un actor regional de peso, la Repblica de Sudfrica, decida retirar sus 200 efectivos desplegados en el pas desde enero con el mandato de contribuir a separar a los contendientes y frenar la escalada de la violencia, tal y como lo confirmaba el presidente Jacob Zuma en el contexto de la Cumbre Extraordinaria de la CEEAC, celebrada en Yamena (Chad) el 3 de abril5.Es destacable que trece militares sudafricanos murieron combatiendo contra rebeldes de Slka en las afueras de Bangui el 23 de marzo, un da antes de que la ciudad cayera en manos de estos, mostrando tambin con ello que las fuerzas de la CEEAC no actuaban como herramienta de interposicin entre los contendientes sino como apoyo militar al rgimen derrocado.
NOTAS: 1. Golpistas forman un gobierno provisional en la Repblica Centroafricana. Novosti especial para Argenpress.info, 1 de abril de 2013, en www.argenpress.com. 2. frica Subshariana. Los condenados de la Tierra. Informe Semanal de Poltica Exterior (ISPE), n 825, 14 de enero de 2013. P. 7. 3. En Centroafrique, le camp de Bossombel, thtre des horreurs du rgime Boziz. El Watan (Argelia), 8 de abril de 2013, en www. elwatan.com. 4. Elorriaga, Gerardo. No habr elecciones en la Repblica Centroafricana. Diario de Navarra, 26 de marzo de 2013. P. 7. 5. Agencia EFE. Sudfrica retira sus fuerzas desplegadas en la Repblica Centroafricana Atenea Digital, 4 de abril de 2013, en www. revistatenea.es.
Cultura
Ni los diplomticos han abandonado la capital norcoreana, ni ha cambiado la vida en Sel, aunque Corea del Sur ha elevado al nivel 2 su situacin de alerta3.Pyongyang tampoco ha dado muestras de movilizar su Ejrcito, no obstante, el comportamiento errtico de los lderes norcoreanos hace temer que un error de clculo, o una accin accidental, pueda desencadenar una escalada fuera de control. RESPUESTA A LAS PROVOCACIONES Aunque muchos expertos creen que Corea del Norte no lanzar un ataque, EEUU se han sentido obligado a garantizar su compromiso en la defensa de Corea del Sur y Japn. Tras una demostracin de fuerza en suelo coreano con ejercicios de dos bombarderos furtivos B-2, Washington ha reforzado sus fuerzas en la regin con bombarderos B-52, cazas F-22 y destructores dotados de defensa antimisiles Aegis, adems de adelantar el envo del sistema de defensa THAAD a Guam. Estas medidas, junto con la suspensin de la prueba de misiles Minuteman III en California y nuevas maniobras con Corea del Sur, forman parte de la estrategia de la paciencia de EEUU en su intento de no exacerbar al rgimen norcoreano, pero sin descartar una respuesta contundente en caso necesario4. Por su parte, Corea del Sur, escarmentada por lo ocurrido en 2010 con el hundimiento del Cheonan y el posterior bombardeo de la isla Yeompyeong, adems de desplegar navos ha dado orden de responder ante cualquier ataque con represalias proporcionales.
COREA DEL NORTE: UN PROBLEMA INQUIETANTE Alberto Prez Moreno. Coronel. Infantera. DEM.
Desde que el pasado diciembre probase con relativo xito un misil de largo alcance de la familia Taepodong, Corea del Norte no ha cesado sus provocaciones en un camino hacia ninguna parte1.Las nuevas sanciones de NNUU en marzo a causa de su tercera prueba nuclear el 12 de febrero y las maniobras anuales de EEUU y Corea del Sur han desatado las mayores amenazas norcoreanas desde 1994; retricas las ms de las veces, pero tambin seguidas de acciones otras, que han llevado a un estado de mxima tensin en toda la regin. PROVOCACIONES Y AMENAZAS NORCOREANAS A finales de marzo, la agencia norcoreana KCNA emita la declaracin de que a partir de ese momento las relaciones Norte-Sur estaran en estado de guerra, seguida de la suspensin del armisticio de 1953 y la interrupcin de la lnea telefnica que una las dos Coreas. Das despus, el anuncio de la puesta en marcha del reactor nuclear de Yongbyon y el bloqueo del complejo industrial de Kaesong, smbolo de la colaboracin de las dos Coreas desde 2004, aumentaron la tensin2. Con todo, una de las acciones que ms han preocupado ha sido el movimiento en la costa oriental de misiles Scud, Rodong o Musudan. Estos ltimos no han sido probados, pero con un alcance de 3.000 Km, podran alcanzar objetivos en Corea del Sur, Japn o en las bases de Guam. Adems, una serie de movimientos de personas y vehculos hacen suponer la posibilidad de una nueva prueba nuclear subterrnea en Punggye-ri, que podra realizarse al igual que el lanzamiento de un misil en fechas prximas. La posterior advertencia a las embajadas en Pyongyang de que retiren a sus diplomticos, y la recomendacin a los extranjeros de que abandonen Corea del Sur no han surtido efecto.
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Japn tambin ha alertado a sus fuerzas en las bases de Asaka y Narashino, adems de desplegar bateras Patriot en Tokio y enviar navos dotados de defensa antimisiles al Mar de Japn. QU BUSCA EL RGIMEN NORCOREANO? Muchos analistas creen que el principal motivo de esta nueva serie de provocaciones es la necesidad de Kim Joung-un de reafirmarse como lder ante los mandos militares que desconfan de su inexperiencia, pero tambin es una justificacin ante el pueblo por los sacrificios que soporta. El nombramiento de Pak Pong-Ju como Primer Ministro supone su rehabilitacin tras ser cesado por su fracaso en las reformas econmicas y, dada su amistad con el to de Kim Joung-un, Jang Sung-tae, indica que este ltimo controla el poder en la sombra, y es probable que siga la misma estrategia que los ltimos lderes norcoreanos: provocar una crisis cercana a la guerra hasta que EEUU y Corea del Sur se avengan a un acuerdo concediendo ayudas econmicas. No en vano tres presidentes norteamericanos han dicho que no toleraran una Corea del Norte nuclear, y se ha tolerado. Tampoco puede descartarse que, dado su aislamiento, los lderes norcoreanos estn buscando forzar unas negociaciones de paz que les permitan normalizar las relaciones con el exterior. Sea cual sea la motivacin de Pyongyang, es difcil aventurar adnde pueden llevar sus provocaciones, mxime teniendo en cuenta que existe tambin el riesgo de una reaccin exagerada de Corea del Sur. La nueva presidenta surcoreana, la conservadora Park Geun-hye, que haba apostado por una posicin conciliadora con el Norte y una mejora de sus relaciones, ante la nueva situacin ha optado por una posicin de fuerza que no descarta atacar centros de mando y control norcoreanos. Un punto que no comparte Washington, temeroso de que una represalia desproporcionada pueda desencadenar un conflicto general que no desea. LA INCGNITA CHINA El gran interrogante en la actual guerra psicolgica es la posicin de China. Algunas voces en Pekn abogan por abandonar a su 116
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incomodo aliado, pero otras no quieren perder la contencin que supone el rgimen norcoreano frente a la decidida apuesta norteamericana por una presencia cada vez ms notoria en la regin5. Es cierto que China secund oficialmente las ltimas sanciones de NNUU a Corea del Norte, pero en la prctica poco ha hecho por cortar los suministros de petrleo, o limitar el comercio y el acceso a sus bancos. Sin embargo, en el Foro Internacional de Boao el Davos asitico el presidente Xi Jinping adverta, aunque sin nombrar a Corea, que no debe permitirse que nadie arrastre a la regin ni al mundo entero al caos por intereses egostas6. En definitiva, EEUU confa en que China contribuir a impedir una guerra que nadie quiere, aunque tambin lanza el mensaje de que si no controlan a su aliado, sern ellos quienes lo frenen. Como ha indicado Ton Donilon en una entrevista en el NYT, el comienzo de la presidencia de Jinping y el principio del segundo mandato de Obama suponen una buena oportunidad para mejorar sus relaciones bilaterales, cosa que incluso podra inducir a Pekn a la ruptura con Pyongyang; pero eso es algo que est por ver. NOTAS 1. P. Moreno, Alberto. Las provocaciones de Corea del Norte y sus repercusiones en la regin. Revista Ejrcito N 862. Enerofebrero, 2013. 2. La retirada de 53.000 trabajadores norcoreanos y la prohibicin del paso a surcoreanos ha dejado inactivas 123 industrias con ello Corea del Norte pierde una entrada de divisas en salarios que ha sido importante para mantener su dbil economa. 3. Williamson, Lucy. South Korea raises alert with North to vital threat. BBC. 10/4/2013. 4. Sanger, David y Shanker, Tom. US designs a Korea response proportional to the provocation. NYT. 7/4/20135. Hatton, Celia. Is China ready to abandon North Korea?.BBC. 9/4/2013. 6. Xi Jinping muestra su impaciencia con Corea del Norte. NTD Televisin. 10/4/2013.n
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por la Habana con toda normalidad y asistieron a diversos espectculos. Sigsbee y algunos de sus oficiales presenciaron una corrida de toros lidiada por el matador Luis Mazzantini, una de las figuras del momento. El 15 de febrero de 1898, a las diez menos veinte de la noche, una tremenda explosin se oy por toda la ciudad. Muchos ventanales quedaron hechos aicos, los muebles de algunas casas cayeron al suelo y el alumbrado pblico prcticamente se apag en su totalidad. Los habitantes de la ciudad se echaron a la calle atemorizados. Algunos decan que la explosin se deba a un ataque de los insurgentes, otros que el arsenal del muelle haba estallado. Un gran resplandor iluminaba la baha. Pronto llegaron las primeras noticias del puerto: el acorazado norteamericano haba saltado por los aires. La multitud se aglomer en los muelles. Las explosiones continuaban y el ruido del acero incandescente al contacto con el agua emita unos chirridos que se asemejaban a los aullidos de agona de un gigantesco monstruo marino moribundo. Los gritos de desesperacin de los supervivientes afloraban en medio de las llamas. Los marineros espaoles del Alfonso XII y algunos del City of Washington lanzaron botes al agua y remaron hacia los nufragos para ayudar a los que an sobrevivan. Dieron muestras de gran herosmo porque la municin del buque estallaba espontneamente al ser alcanzada por el fuego y las balas silbaban por encima de sus cabezas. El capitn Sigsbee que se encontraba en su camarote de popa sobrevivi a la explosin. El balance final de fallecidos nos da una idea de la magnitud de la tragedia: 268 muertos (dos oficiales y el resto marineros e infantes de marina) y ms de cincuenta heridos. Al da siguiente la prensa amarilla en los Estados Unidos acusaba directamente a Espaa de la explosin. El Gobierno norteamericano form una comisin para investigar lo sucedido. Nuestro Gobierno expres sus condolencias y pidi que la comisin fuera conjunta entre los dos pases, pero los americanos se negaron. Incluso prohibieron a los buzos espaoles acercarse al barco. No obstante, las autoridades espaolas abrieron 118
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su propia investigacin que concluy que la explosin haba sido interna y por tanto accidental. La comisin estadounidense dictamin en su punto siete lo siguiente: A juico del tribunal, el Maine fue destruido por la explosin de un torpedo submarino que ocasion la explosin parcial de dos o ms de sus paoles de proa. El tribunal no ha conseguido obtener pruebas que fijen la responsabilidad de la destruccin del Maine en ninguna persona o personas. El camino hacia la guerra estaba despejado. Aun aceptando la teora del sabotaje, los responsables podan haber sido elementos incontrolados espaoles o los mismos cubanos con la intencin de forzar a los Estados Unidos a declarar la guerra a Espaa. En 1911, con la autorizacin del Congreso, la Marina norteamericana reflot el pecio del acorazado del fondo del puerto, realiz un nuevo examen, que hizo resurgir ms fuerte la polmica, llev los restos a alta mar y, como si quisiera ocultar algo, los hundi a centenares de metros. Durante muchos aos la explosin del Maine ha sido motivo de discusin entre los historiadores. En 1974, el almirante estadounidense Hyman G. Rickover escribi el libro Cmo fue hundido el Maine. Tras analizar todos los documentos de la poca lleg a la conclusin de que la explosin haba sido fortuita y exoneraba de toda responsabilidad a Espaa. En las carboneras de otros buques de la Armada se haba producido la combustin espontnea del carbn bituminoso debido a la mala ventilacin, aunque sin llegar a producir tan terribles resultados. La carbonera de proa del Maine prendi de igual manera y el calor afect al paol contiguo que almacenaba la plvora. Al estallar esta, la explosin hizo detonar la municin y los proyectiles guardados en los compartimentos contiguos. Las cabinas de la marinera estaban situadas encima de estos paoles, lo que provoc tan elevado nmero de muertos entre la tropa y que solo fallecieran dos oficiales cuyos camarotes estaban en la popa. Si el Maine es una mancha en la historia de un pas, esa nacin no se llama Espaa.n
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Cultura
Naci en Alicante en agosto de 1897 y falleci en 1972; su nombre figura en el Panten de Marinos Ilustres del Arsenal de Cdiz. Ingres como guardia marina en la Escuela Naval de San Fernando en 1914 y embarc en la carabela Santa Mara realizando varias singladuras en tan simblico buque. Su primer destino en la mar lo desempe en el crucero Cervantes. Form parte de los pioneros que obtuvieron los ttulos de piloto de dirigible y de observador a bordo de los primeros aviones de la reciente formada aviacin militar. Fue el contraalmirante Guilln uno de los primeros oficiales que comprendi la necesidad de dotar a la Armada de sus propias aeronaves. Desde el momento en que el hombre se sita en la tercera dimensin, la guerra en los espacios martimos va a tener un sentido aeronaval imposible de separar, y a medida que la tcnica se perfecciona y la aviacin se consolida como instrumento de accin, es ms marcado ese sentido unitario. Sus trabajos reflejan que la moderna batalla naval es irrealizable si no se dispone del apoyo especfico de medios areos a flote, con unidad de doctrina, formacin y pensamiento, que permitan dar el sentido de unidad requerido por los cometidos aeronavales en las diferentes modalidades de combate naval como la lucha antisubmarina, contra unidades de superficie o en desembarcos en una costa hostil.
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APROVECHANDO EL SOL PARA EL COMBATE Segn hemos ledo, los soldados norteamericanos estn reclutando al sol en Afganistn. Reclutando en el sentido de aliarse con l, aprovechar su energa para transformarla y as ahorrar combustible. Soldados norteamericanos de las Fuerzas Especiales, destacados en bases lejanas, estn consiguiendo la energa necesaria mediante generadores solares. Esto, adems, va en beneficio del tiempo que pueden dedicar a entrenar a las fuerzas afganas y a ganarse el apoyo de los locales. El ahorro clave est en el combustible. El gasleo se lleva una porcin muy significativa del peso y del volumen de la carga que hay que transportar a lugares remotos y muy distantes. Segn el artculo publicado en la revista digital del Ejrcito de Tierra norteamericano, durante la Segunda Guerra Mundial el consumo de combustible era de un galn al da por soldado; actualmente ese consumo es de 75 litros por da y por soldado en Afganistn. El 40% del combustible se emplea en generar electricidad. Con la energa solar, el consumo de combustible para esa partida se ha reducido a la mitad (del 40 al 20%). Este es el primero de, al menos, cinco beneficios. El primero es que los soldados emplean menos tiempo en abastecer zonas, asegurando reas donde aterrizar aviones o lanzar cargas, y llevando el combustible de un lado para otro ya que los generadores solares, que son hbridos (solar/disel), no necesitan tanto combustible como los generadores disel tradicionales. El segundo beneficio es que los medios areos que deberan usarse para transportar el combustible ahora estn disponibles para otras misiones ms importantes.
Un tercer beneficio es el ahorro en el coste de las reparaciones. En la mayora de los generadores disel son frecuentes las averas (prefieren trabajar al 75 u 80% de su capacidad) y los mecnicos se ven, a veces, sobrecargados a la hora de repararlos. Los generadores solares trabajan en red de forma inteligente por lo que un nico generador puede responder a toda la demanda y si hay mayor necesidad, entonces entra en lnea para que cada uno opere a la capacidad ideal y as tratar de alargar la vida del generador. Un cuarto beneficio ha sido el poder usar los dispositivos electrnicos (sensores, cmaras) sin someterlos a las oscilaciones que provocan los generadores disel cuando se conectan a la red alimentada por ellos. Sin embargo, esas oscilaciones no se producen si estn conectados a bateras por la estabilidad que estas proporcionan. Y el quinto beneficio es que los generadores captan energa ms que suficiente y pueden suministrarla a las aldeas afganas que estn cerca de las bases, lo que va en provecho de una mejor integracin y de mayor estabilidad en las aldeas. El Ejrcito norteamericano intenta que esta tecnologa no solo se extienda a las fuerzas o destacamentos en operaciones, sino tambin a las instalaciones.El ahorro de los diez generadores solares de las Fuerzas Especiales en Afganistn equivale a unos 1.730.000 litros de combustible al ao, o lo que es lo mismo, a 185 camiones cisterna. En trminos de coste, los sistemas quedan amortizados, a precio de combustible, en solo dos meses y medio. La jugada es redonda. (Soldiers using sunlight to improve combat capability por David Vergun en www.army.mil)
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Cultura
VACUNA CONTRA EL ESTRS DE COMBATE Alrededor de un 17% de las tropas norteamericanas que vuelven de Irak y un 11% de aquellas que regresan de Afganistn sufren lo que hoy se da en llamar desorden de estrs postraumtico y que antes se llamaba estrs de combate. El tratamiento ms comn para este tipo de desorden es lo que se conoce como terapia basada en la exposicin, que viene a consistir en hacer que el afectado vuelva sobre las imgenes y los sonidos que le traumatizaron para, de esta forma, ayudarlo a enfrentarse con tales recuerdos. A menudo, esto funciona; pero no siempre. Lo que ahora se est haciendo, por parte de un equipo de ingenieros, cientficos informticos y psiclogos, liderados por la Universidad de California del Sur, es proponer una especie de vacuna psicolgica. Dicha vacuna sera presentar a los soldados los horrores de la guerra antes de que se los encuentren en medio del combate. Con ello se pretende y se espera preparar al soldado ante cualquier suceso traumtico del que pueda ser testigo en el campo de batalla. La idea de llevar a cabo este tipo de terapia naci de los trabajos cientficos sobre la realidad virtual. Esta realidad virtual permite que imgenes, sonidos, vibraciones e incluso olores del campo de batalla puedan ser recreados en el entorno seguro de una clnica, y las pruebas sugieren que esto puede ayudar a aquellos que no responde a la terapia estndar basada en la exposicin. El xito de tales simulaciones hace preguntarse a los cientficos si algo similar, experimentado antes del combate real, podra preparar a las tropas mentalmente de la misma forma que se les prepara fsicamente. Tambin los resultados preliminares sugieren que esto es posible. El curso de entrenamiento virtual preparado por el equipo de cientficos lleva a los soldados por un tour de misiones que incluyen ver y entregar restos humanos, experimentando la muerte de camaradas virtuales con los que se han mantenido lazos estrechos o ver la muerte de nios en situaciones en que no se puede hacer nada. A diferencia de un combate real, este se puede parar y se pueden discutir los hechos segn van apareciendo. Cuando esto sucede, un mentor virtual aparece en medio del caos para guiar al usuario a travs de las tcticas de reduccin del estrs que puede poner en prctica y que van desde algo tan simple como tomar aire y respirar profundamente hasta algo ms sofisticado como reconocer objetivamente las reacciones normales al estrs y as darse cuenta de que las propias reacciones son tambin normales. Para controlar lo que est sucediendo, los cientficos siguen los marcadores fisiolgicos del estrs como la reaccin de las pupilas, los electrocardiogramas o la respuesta de la piel. Este trabajo de reconocimiento y seguimiento de marcadores puede llegar a corroborar que por mucho que se entrene a una persona para el combate, esto no significa que vayan a cambiar sus marcadores; o lo que es lo mismo, que no por recibir un entrenamiento adecuado cualquier individuo puede ser un combatiente. Esto pondra sobre la mesa que aspirantes a soldados con limitaciones psicolgicas deberan tener similar tratamiento al que reciben aquellos que tienen limitaciones fsicas y no son reclutados para el servicio activo sino solo para llevar a cabo las tareas que fsicamente son capaces de realizar. Si fuera posible diferenciar o detectar previamente a los soldados que pueden verse afectados por los horrores de la guerra, se podra conseguir una fuerza de combate ms eficaz y, al mismo tiempo, se eliminara uno de los horrores de la guerra que son las heridas psicolgicas y que, a veces, son peores que las heridas fsicas. Por el momento, se trabaja sobre la vacuna contra el estrs de combate. (It may be possible to vaccinate soldiers against the trauma of war en www.economist.com)
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PD2-002. FUNCIONES DE COMBATE. Seis volmenes (Resolucin 552/2159/2013 BOD 032 de 14/02/2013. Fecha de entrada en vigor de la publicacin 14/02/2013). La presente obra adopta el mismo formato que la PD2-001. Operaciones tambin en seis volmenes bajo el mismo cdigo de publicacin. Esta obra completa la actualizacin que la Doctrina vigente ha introducido con la modificacin de las funciones de combate, que pasaron de ser ocho (en la Doctrina anterior) a las seis actuales: Mando, Maniobra, Inteligencia, Fuegos, Proteccin y Apoyo Logstico. 122
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Cultura
Hasta la Doctrina de 2003 se identificaron como funciones de combate ocho: Maniobra, Apoyos de Fuego, Inteligencia, Defensa Area, Mando y Control, Guerra Electrnica, Movilidad/Contramovilidad/Proteccin y Apoyo Logstico, siendo una constante la afirmacin de que sus contenidos no eran estancos ni rgidos. En la reciente Doctrina del 2011 (PD1-001), las funciones de combate han sido reducidas a seis: Mando, Inteligencia, Maniobra, Fuegos, Apoyo Logstico y Proteccin, de acuerdo con las nuevas tendencias doctrinales aliadas aunque, en esencia, el conjunto global de sus actividades apenas vara. Cada una de las actividades realizada en operaciones est incluida en una determinada funcin de combate, que, no son privativas de una determinada unidad, o especialidad fundamental, sino que se agrupan siguiendo criterios de homogeneidad. Cada una de ellas, propias de este nivel, estar relacionada con la correspondiente funcin anloga del nivel superior. Aunque las funciones de combate se caracterizan por ser permeables y flexibles en cuanto a su definicin, ya que existe una incuestionable influencia mutua entre todas ellas, la ejecucin de cada una de ellas precisa de uno o varios sistemas para relacionar y ejecutar sus actividades. La finalidad buscada es exponer de forma general los aspectos ms relevantes de cada funcin. PA4-905. SECCIN ECONMICO ADMINISTRATIVA EN OPERACIONES EN EL EXTERIOR. (Resolucin 552/00452/2013 BOD 009 de 14/01/2013. Fecha de entrada en vigor de la publicacin 14/01/2013). Las lecciones aprendidas por los componentes del Cuerpo de Intendencia como consecuencia de ms de veinte aos de participacin en operaciones en el exterior, en apoyo a los diversos y sucesivos contingentes en los cometidos propios del sistema de administracin econmica del Ejrcito de Tierra, sirven de slida base para la elaboracin de la presente publicacin, cuyo objetivo no es otro que definir y elaborar hasta el detalle que una publicacin de este nivel aconseja descender la organizacin, el funcionamiento y los cometidos que ataen a la Seccin Econmico Administrativa (SEA) que tiene su razn de ser y campo de actuacin en el apoyo a las unidades desplegadas en operaciones en el exterior. A expensas de su desarrollo en las correspondientes normas tcnicas, esta publicacin nace con vocacin de alcanzar una vigencia lo ms extensa posible en el horizonte temporal, evitando a este fin, entrar en consideraciones y detalles de procedimientos especficos susceptibles de ser derogados o quedar obsoletos a muy corto plazo por los cambios o adaptaciones que se puedan introducir sea en la orgnica de las unidades, sea en la legislacin propia del mbito econmico financiero. El objeto de la presente publicacin es definir y desarrollar en detalle la estructura, funcionamiento y cometidos de la Seccin Econmico Administrativa en operaciones en el exterior. Asimismo, facilitar el desempeo de los cometidos asignados a los miembros del Cuerpo de Intendencia que configuran estas unidades dentro del mbito del sistema de administracin econmica del Ejrcito de Tierra (SAE) Cuadro resumen de otras PMET, que han entrado en vigor en fechas recientes
CDIGO
PD4-204
DESCRIPCIN
UNIDADES DE RECONOCIMIENTO: RECONOCIMIENTO DE ITINERARIO PUBLICACIN DOCTRINAL. EMPLEO TCTICO DEL FDC/COAAAS - M MANUAL DE INSTRUCCIN. INSTRUCTOR AVANZADO DE TIRO DE VRCC CENTAURO
FECHA
14/02/2013
RESOLUCIN
552/2157/2013
BOD
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PD4-319
14/02/2013
552/2158/2013
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MI4-207
22/02/2013
552/2586/2013
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RIO GRANDE Estamos ante uno de los tres ttulos los otros dos son Fort Apache (1948) y La legin Invencible (1949) que el director John Ford dedic a la Caballera norteamericana denominados en su conjunto la triloga de la caballera. El ttulo de esta pelcula hace referencia a la frontera natural que separa Mjico de los Estados Unidos, frecuentemente aprovechada por los apaches para esconderse. Al regimiento, acantonado en Fort Starke (Arizona), que manda el coronel Kirby York (interpretado por John Wayne), llega un nuevo grupo de reclutas. El Coronel escucha desde su despacho cmo un sargento pasa lista. De repente oye el apellido York. Poco antes, el general Sheridan le ha informado de que su hijo ha sido expulsado de West Point al no haber superado un examen de matemticas. El Coronel sale ante la formacin, contempla la fila de reclutas y hace un duro discurso, que aunque aparentemente lo dirige a todos, va principalmente a su hijo, al que no ha visto en los ltimos quince aos. Junto a los reclutas ha llegado la ex mujer del Coronel (encarnada por Maureen OHara) para intentar evitar que el hijo de ambos, el recluta York, se aliste como soldado. Destacables todas las escenas de esta produccin: desde la llegada de los reclutas, su aprendizaje a caballo, las galopadas, el ataque final y el regreso al fuerte, incluido el desfile. Pelcula, ambientada dentro del western, es una obra maestra a la hora de retratar la milicia, sea del pas que sea.
FICHA TCNICA
Ttulo original: Ro Grande. Director: John Ford. Intrpretes: John Wayne, Maureen OHara, Ben Johnson, Victor McLaglen. Nacionalidad: EEUU, 1950. 106 minutos. Blanco y Negro. Dnde se puede encontrar esta pelcula? Editada en DVD. NOTA: Sobre esta pelcula pueden dirigir comentarios a [email protected]
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Cultura
EL ALMIRANTE YAMAMOTO Este film discurre narrando la vida del almirante Yamamoto durante la Segunda Guerra Mundial. Arranca del hecho histrico del 7 de diciembre de 1941, cuando una fuerza area de ms de 350 cazas y bombarderos japoneses lanz un fuerte ataque sobre la base naval norteamericana de Pearl Harbour, en Hawai. Cerca de 2.500 militares estadounidenses perdieron la vida esa maana. El almirante Isoroku Yamamoto fue el estratega de ese ataque. Despus de esto, en una larga escena, el Almirante le dice al Ministro de Marina: Es una gran ocasin para iniciar negociaciones de paz si evacuan las zonas ocupadas. Pero el Ministro le indica que el pas est eufrico y le ordena que planee otro ataque decisivo para lograr la rendicin enemiga. Yamamoto organiza el ataque sobre Midway. Tras esa batalla se encadenan escenas en las que el Almirante pasa revista a la aviacin japonesa que ha quedado seriamente daada despus del combate. Contemplamos a jvenes y animosos pilotos que, segn dice su Almirante, no pasan de 300 horas de vuelo. Buenas secuencias de los intentos de coordinacin entre los mandos de la Armada y del Ejrcito de Tierra japons. La versin espaola tiene una traduccin psima. El ttulo original sera El Almirante de la flota combinada: Isoroku Yamamoto. Las fechas son las del calendario japons, sirva de ejemplo que en algunos momentos se cita el ao 1947, y al Almirante se le llama Capitn.
FICHA TCNICA
Ttulo original: Rengo kantai shirei chkan: Yamamoto Isoroku. Director: Seiji Maruyama. Intrpretes:Toshiro Mifune, Yuzo Kayama, Yoko Tsukasa, Toshio Kurosawa, Makoto Sato y Daisuke Kato. Nacionalidad: Japn, 1968. 128 minutos. Color. Dnde se puede encontrar esta pelcula? Editada en DVD. NOTA: Sobre esta pelcula pueden dirigir comentarios a: [email protected]
FLPEZ
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Bibliogrfica
INFORMACIN
Cultura
EL ARTE DE LA GUERRA EN EL MUNDO ANTIGUO Victor Davis Hanson Crtica. Barcelona, 2012 Ante la suposicin de que la naturaleza del conflicto cambia y, especialmente ahora, cuando la experiencia resultante de las operaciones en las que estamos inmersos nos puede hacer pensar que las situaciones en la evolucin del arte de la guerra son nuevas, la historia militar nos muestra que los hechos pasados se corresponden perfectamente con problemas actuales. Victor Davis Hanson se rene con otros autores para mostrar, a travs de diez estudios sobre un milenio de Historia, desde el 500 a de C al 500 d de C, cmo cuantos ms cambios se producen, ms iguales permanecen las situaciones. En la Introduccin, Hanson considera este trabajo como una precuela, haciendo vlido el trmino cinematogrfico, de dos obras anteriores: Creadores de la estrategia moderna: de Maquiavelo a Hitler (1943) y la ms conocida Creadores de la estrategia moderna: de Maquiavelo a la era nuclear (1986), esta ltima editada en castellano por el Ministerio de Defensa. No obstante, si en estos ttulos la temtica se estructuraba en problemas estratgicos y en periodos histricos, ahora el hilo conductor lo elaboran los personajes, de Jerjes a Epaminondas y de Pericles a Alejandro Magno, siempre bajo el prisma de que tanto Grecia como Roma nos proporcionan claves permanentes en la comprensin del complejo mundo de la guerra, independientemente del periodo histrico de que se trate. Diez temas que se corresponden con problemas actuales del entorno occidental de los dos ltimos siglos. La colonizacin y el objetivo no tan novedoso de ganarse corazones y mentes en la siempre difcil tarea de administrar los territorios ocupados; las guerras civiles y la construccin de naciones; la justificacin de los imperios la ocupacin exterior los imperios los imperios; la prevencin y la democratizacin coercitiva; la validez de la fortificacin en las acciones defensivas; la dificultad, en fin, de llevar a cabo acciones en mbito urbano o de gestionar el enfrentamiento de modelos estratgicos diferentes. En todos ellos subyace una reflexin: los historiadores antiguos basaban sus estudios en un mtodo emprico, reflejando lo que deducan a travs de los hechos vividos sin preocuparse, como sucede ahora, por si sus trabajos se correspondan con las teoras o las tendencias predominantes, por lo que la honestidad y claridad de su pensamiento sobrepasa con mucho lo que nos podemos encontrar hoy en el debate, y no solo el referido al mbito del conflicto.
E.B.L.
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SEAL TEAM SIX. MEMORIAS DE UN FRANCOTIRADOR DE LAS FUERZAS ESPECIALES. Howard E Wasdin Crtica SL. Barcelona, 2012 Dentro de la serie de libros recientemente publicados sobre cuestiones generales de las Fuerzas Especiales, operaciones secretas o compaas privadas de seguridad militar, este presenta la novedad de relatar las vivencias directas de un profesional de las Fuerzas Especiales norteamericanas desde su ingreso como nadador de bsqueda y rescate en la Marina hasta alcanzar los ms altos niveles como francotirador en el equipo seis de los SEAL (Sea, Air, Land). En principio, el autor va describiendo sus pasos iniciales en la Escuela del SAR (Servicio Areo de Rescate), el curso de guerra antisubmarina, la estancia en el Centro de Guerra Naval Especial para el entrenamiento en el BUD/S (demolicin submarina bsica/SEAL), hasta lograr su incorporacin al equipo dos de los SEAL. Pone de relieve la extrema dureza con que se llevan a cabo los entrenamientos, lo que justifica el importante nmero de aspirantes que no llega a alcanzar la titulacin deseada. Segn las oportunas estadsticas, cada ao se presenta un millar de aspirantes a ingresar en las filas de los Navy SEAL norteamericanos de los que solo unos doscientos son admitidos. As, la Marina de los Estados Unidos ha conseguido un cuerpo de elite equivalente a la Delta Force del Ejrcito de Tierra con misiones antiterroristas, de contrainsurgencia, y de vez en cuando de colaboracin con la CIA. Durante su permanencia en el equipo dos SEAL, el autor particip en varias operaciones en la Guerra de Irak del ao 1991. Pronto aspir a desempear mayores responsabilidades y solicit su incorporacin al difcil curso de seleccin para ingresar en el equipo seis, el de ms prestigio en el conjunto SEAL. Lo super brillantemente, y menos de medio ao despus de terminar la escuela de francotiradores se incorpor a la misin de capturar, en Somalia, al seor de la guerra Mohamed Farah Aidid y a sus lugartenientes. A partir de ese momento, el texto se convierte en la ms trepidante narracin de acciones de combate que supera, ampliamente a las ms renombradas novelas de aventuras blicas. La misin encomendada al autor del libro alcanz su punto final, para l, en la batalla de Mogadiscio donde sufri varias heridas que le inutilizaron para seguir actuando en el SEAL al nivel que haba alcanzado. Es del mayor inters seguir, en el captulo titulado Un pez fuera del agua, la entereza con la que Howard Wasdin dej SEAL y, despus de varios aos de Universidad, obtuvo la especialidad mdica de quiroprctico.
J.U.P.
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INHALT
DER NATO-MILITRAUSSCHUSS: DIE ESSENZ DER ALLIANZ Juan ngel Martn Villaln. Generalleutnant, i.G.............................72 Nach der Implementierung des neuen strategischen Konzepts der NATO hat man einen neuen Prozess, der Vernderungen an der militrischen Struktur der Allianz beinhaltet, angefangen. In diesem Rahmen fhrt der Generalsekretr Rasmussen eine Umgliederung an, deren Reformen die bisherige Rolle des Militrausschusses, als wichtigstes militrisches Beratungsorgan fr den Nordatlantikrat und den Generalsekretr, ndern knnten. Der Autor erklrt die Bedeutung des Militrausschusses, damit bei den Entscheidungsprozessen der Organisation die militrischen Aspekte richtig ausgedrckt werden. Er argumentiert auch, dass ein Umbildungsprozess nicht verwendet werden sollte, um die Hauptaspekte des Militrausschusses zu verndern, denn dieses Beratungsorgan hat sich als notwendig und leistungsfhig erwiesen, um mit Objektivitt, Geschwindigkeit und Unabhngigkeit zu beraten, sowie Zustimmungen zum Einsatz von NATO-Truppen zu erreichen. DOKUMENT: 25. JUBILUM DES FLUGABWEHR-ARTILLERIEKOMMANDOS.....................................27 Am 1. Mai 1988 wurde im Heer das Flugabwehr-Artilleriekommando (MAAA) gegrndet. Aus diesem Grund berprft das Dokument in dieser Ausgabe von Mai ihre Geschichte und es erklrt die wichtigsten Aspekte ihrer Organisation und der Entwicklung ihrer Verbnde und Ausrstungen. Es befasst sich auch mit dem Integrierungsprozess innerhalb des Luftverteidigungssystems und ihre Rolle in der nationalen Verteidigung. Wie es anders nicht sein knnte, werden die letzten Artikel der Zukunft dieses Kommandos und der Flugabwehrartillerie von diesem Jahrhundert gewidmet.
SOMMAIRE
LE COMIT MILITAIRE DE LOTAN: LESSENCE DE LALLIANCE Juan ngel Martn Villaln. Gnral de Corps dArme. BEM.............72 la suite de ladoption du nouveau concept stratgique lOTAN, un processus visant des changements dans la structure militaire de lAlliance a comenc soprer. Dans ce cadre, le Secrtaire Gnral Rasmussen dirige une transformation qui impliquera des rformes susceptibles de modification du rle jou jusqu maintenant par le Comit Militaire (MC, principal organe de consultation militaire du Conseil Atlantique et du secrtaire Gnral. Lauteur souligne limportance du MC dans la reprsentation des aspects militaires concernant les processus de dcision de lOrganisation. Il soutient galement quil ne doit pas tre utilis de processus de transformation pour changer les aspects essentiels du MC, organisme qui sest avr ncessaire et efficace dans lassistance objective, rapide et indpendante ainsi que dans lobtention de consensus dans lemploi des forces de lOTAN. DOCUMENTO: LE XXVME ANNIVERSAIRE DU MAAA..............27 Le Commandement dArtillerie antiarienne (MAAA) a t cr le 1er mai 1988, do la rvision de son histoire dtaille concernant les aspects principaux de son organisation et de lvolution de ses units et de ses matriels antiariens dans son numro de mai. Il aborde galement le processus dintgration du MAAA dans le systme de la Dfense arienne et son rle dans la Dfense Nationale. Comme il nen pouvait tre autrement, des articles ddis lavenir de ce Commandement et celui de lArtillerie antiarienne du XXIme sicle concluent le document.
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SOMMARIO
IL COMITATO MILITARE DELLA NATO: LESSENZA DELLALLEANZA Juan ngel Martn Villaln. Generale di Corpo dArmata. DSM. ......72 Dopo ladozione del nuovo concetto strategico nella NATO, si iniziato un processo di cambi nella struttura militare dellAlleanza. In questa facenda, il Segretario Generale Rasmussen dirige una trasformazione con riforme che potrebbero modificare la funzione che, finora, ha disimpegnato il Comitato Militare (MC), come principale organo di assistenza militare al Consiglio Atlantico e al Segretario Generale. Lautore espressa la rilevanza del MC affinch, nei processi di decisione dellorganizzazione, rimangano gli aspetti militari. Difende che non si deve utilizzare un processo di trasformazione per alterare gli aspetti essenziali del MC, organismo necessario ed
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efficace per consigliare con oggettivit, rapidit ed indipendenza, cos come per ottenere i consensi rispetto allimpiego di forze della NATO. DOCUMENTO: IL XXV ANNIVERSARIO DEL COMMANDO DARTIGLIERIA CONTRAEREI......................................27 L1 maggio 1988 si crea il Comando di Artillera contraerei (MAAA) nellesercito. Con questo motivo, il documento, in questo numero di maggio, ripassa la sua storia, dettagliando gli aspetti principali della sua organizzazione e dellevoluzione delle sue unit e dei materiali contraerei. Abborda anche il processo dintegrazione del MAAA nel sistema della Difesa Aerea e la sua funzione nella Difesa Nazionale. Si dedicano gli articoli finali al futuro di questo Comando dArtiglieria contraerei nel XXI secolo.
SUMMARY
NATO MILITARY COMITEE: THE ALLIANCE ESSENCE Juan ngel Martn Villaln. Lieutenant-General. General Staff School Graduate................................................72 After implementing the new NATO strategic concept, a process has been started that involves changes in the alliance military organization. In this context Secretary General Rasmussen is leading a transformation that could modify the role the Military Committee (MC) has been playing as main military advisory body to the Atlantic Council and Secretary General. The author expresses the MC importance to get the military respects properly taken in account in the Organization decision making process. He argues the transformation must not be used to alter the MC main aspects, as it is body that has shown itself as necessary and effective to assess objectively, quickly and independently, as well as to build consensus about the NATO forces engagement. DOSSIER: MAAA 25TH ANNIVERSARY.......................................27 The Army Anti Aircraft Artillery Command (MAAA) is created on May 1st, 1988. On this occasion the May issue dossier reviews its history, and details the main aspects of its organization, and its units and anti aircraft materiel evolution. It addresses the MAAA integration into the Air Defense system and its role in the National Defense. Inevitably the last articles are dedicated to the Command future and to the 21st Century Anti Aircraft Artillery.
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Y nada ms desorganizador que este vaivn violento entre la debilidad y el abuso de mando
Nada ms expuesto que verse precisado a alardes de carcter y autoridad aquel Jefe que se ha familiarizado anteriormente, y nada ms desorganizador que este vaivn violento entre la debilidad y el abuso de mando. No se debe dispensar nada de lo pequeo, para no verse obligado a castigar lo grave: he aqu en qu estriba la buena educacin de las clases.
Villamartn (1833-1872)