Análisis de La Búsqueda de La Dignidad

Anlisis de La bsqueda de la dignidad
1. Aspectos formales y estructurales. Ancdota, tiempo, espacio y estructura Si intentamos definir la ancdota el verdadero sentido del relato se nos escapa. Presenta una aparente linealidad que acontece en un lapso ms o menos breve de tiempo, el paso de un da a otro. Aqu se cumple aquello de la espacializacin del tiempo, ya que ste est organizado desde la perspectiva del narrador. Distintos segmentos engarzados conforman la totalidad estructural del relato. a.El segmento del laberinto y el extravo en Maracan. b.La conferencia y la vuelta a casa. c.La llegada al apartamento, el sueo, las compras. d.La vuelta a casa, la bsqueda de la letra de cambio, la revelacin de aquello, el desenlace. Algunos de estos segmentos pueden poseer un sentido autnomo; sobre todo el primero.

Los distintos espacios en los que acontece el relato estn en funcin del sentido profundo del relato. De esa otra historia que desde el inicio est casi en la superficie del texto. Los espacios son altamente simblicos: El Maracan es un laberinto oscuro, cerrado, confuso, desde el cual los espacios abiertos slo pueden verse desde pequeas ventanas. La calle, la ciudad, el mundo exterior son igual de extraos, confusos; las calles no llevan al destino deseado. El apartamento, espacio cerrado, es el lugar del verdadero yo en el que la protagonista se desnuda, se abre Ah es donde revela o se le revela aquello que no es otra cosa que el motivo del relato: esa bsqueda de la dignidad. Ah es tambin en donde el cuerpo acta, en donde el deseo y el erotismo afloran. Es el espacio de la confesin y en donde la salvacin ese motivo recurrente en la obra de Lispector es buscada.

Narrador, punto de vista El narrador de este relato habla en tercera persona, pero no es un simple testigo. El punto de vista oscila entre la mera narracin de los acontecimientos acometidos o sufridos por la protagonista y su mundo interior. Esta voz narradora a veces parece saber ms del personaje que el personaje mismo; en ocasiones, incluso, parece apoderarse de su voz: Dnde estara la sala principal?, No habra puerta de salida?. Tambin la califica, casi la juzga; le muestra, a travs del uso de un tono irnico y hasta pardico recurso moderno de narracin su patetismo, su confusin, su alienacin:
Pero ahora, perdida en los meandros internos y oscuros del Maracan, ya arrastraba pies pesados de vieja. La seora desisti ya de la conferencia que en el fondo poco le importaba. Lo que quera era salir de aquella maraa de caminos sin fin. Su pequeo destino la tena perdida en el laberinto.

Vemos entonces que la voz que narra es astuta; es capaz de descubrir al personaje con todo y sus miedos e incongruencias; sin embargo no llega a ser omnisciente: no sabe del todo qu es lo que va a pasar. Al inicio del relato nos adelanta ese motivo aquello, pero no sugiere la muerte. Ahora bien, adems, este narrador es ms o menos engaoso; presenta falsas pistas que coinciden con las aparentes preocupaciones cotidianas de la mujer: la angustia por llegar a un destino la conferenciaque luego no resulta ser verdadero; la obsesin por encontrar algo la letra de cambiocuya aparicin no recompensa. Estos falsos motivos construyen la tensin del relato. Personajes El relato se centra en una minuciosa y casi perversaintrospeccin y diseccin de la protagonista. sta intenta esconderse en los cdigos de la realidad que la revisten: las acciones cotidianas, la educacin, el protocolo, lo que no es posible decir en voz salta; sin embargo este juego, el enmascaramiento, no resulta. A travs de ese aventajado punto de vista que es capaz de ver ms all de la apariencia, el personaje es desdoblado sin piedad al lector.

Nos damos cuenta entonces de la importancia que adquieren el personaje y el punto de vista en este relato. En realidad, todo el universo ficcional est supeditado a la protagonista. Frente a otras estructuras de cuento, ste resulta ser ya plenamente moderno. Tema y motivo(s) Cmo podra definirse el tema de este relato? 2. Sentido y profundidad del relato. Claves de lectura. Representacin, fabulacin e interpretacin del mundo. En este relato la accin de fabulacin acometida por la escritura est dirigida hacia la representacin de la condicin humana. Algunos aspectos o constructos de la realidad son citados las reglas del universo pequeoburgus, pero no son primordiales. En dado caso, lo que s resulta ser un cdigo de la realidad altamente funcional es la constante manifestacin de la incomunicacin moderna: de la protagonista con ella misma; con los dems; con el mundo; con el tiempo.

Recursos y cdigos discursivos: la ambigedad, el absurdo, lo surreal, lo onrico, la irona, la parodia.
Desde el inicio del relato parte estructural destinada a mostrar los cdigos en los que se cifra el texto la ambigedad aparece como un recurso constante. Algunas frases, adjetivos y construcciones la construyen: Le pareca que vagamente soadora haba entrado en una especie de estrecha abertura. como si hubiera entrado de soslayo.
Esta ambigedad permanece a lo largo relato, pero es en la primera parte, el segmento del Maracan, en donde es ms explcita de ah que se pueda pensar que es un sueo, aunque, en ese juego confuso bajo el que el narrador no nos dice todo, sea imposible asegurarlo.
Sin embargo cierto tono de solemnidad que se mantiene a lo largo de todo el relato solemnidad dada por la sugerencia de pesadilla que a veces adquiere la narracin; por los miedos de la protagonista, por sus numerosas incertidumbres muchas veces es roto, por fragmentos, por la aparicin de lo absurdo: las situaciones lo son, las acciones y reacciones y, muchas veces, la misma protagonista cae en cuenta:

Lo absurdo, entonces, permite que la voz narradora se tome ciertas licencias por sobre la realidad de la protagonista. As, a veces casi se burla de ella, aunque no directamente. Comete una fina irona por sobre la incongruencia del mundo interior y exterior de la protagonista: Ella quiso explicar que su vida era as mismo, pero ni siquiera saba qu quera decir con as mismo, ni con su vida, de modo que nada respondi. El hombre insisti en la pregunta, entre desconfiado y cauteloso: qu estaba haciendo all? Nada, respondi slo con el pensamiento la mujer, ya a punto de caer de cansancio. Pero no le respondi, le dej creer que estaba loca. Adems, ella nunca se explicaba. En ms de una ocasin, las situaciones son narradas desde una velada parodia que juega a no serlo (p. 169). En fragmentos como este, el narrador casi juzga a la protagonista. Y es que ms bien, la voz narradora es tomada por completo por la conciencia de la protagonista. Si al inicio del estas posesiones eran llevadas a cabo desde el lado contrario, hacia el final del cuento, cuando la tensin va creciendo, pareciera que la fuerza narradora se ha desplazado ligeramente hacia la mujer. Ella misma se califica: Era una perra de cuatro patas. Sin ninguna nobleza.

Vemos entonces que este relato yuxtapone muchos recursos y cdigos, pero no termina por entregarse a ninguno.
Aunque es un cuento metonmico que crea un efecto surreal por contigidad este ms all de la realidad est en el nivel sintagmtico, no paradigmtico; es decir, una sucesin de hechos y acontecimientos cuya lgica est fuera de la normalidad crean ese efecto, no podramos calificarlo como surrealista del todo. De hecho, casi podra decirse que es un relato con una suerte de antiprincipio: el mundo onrico del inicio se contrapone a un mundo ms que real hacia el desenlace. En este sentido, la estructura se aproxima a lo hipotctico (significacin por subordinacin).
Tampoco podemos decir que sea un relato del todo realista; esa pesadilla inicial, narrada desde esa ambigedad nos lo impide: dorma o no? De igual forma, no es un cuento pardico del todo, aunque una de sus intenciones pueda ser el mostrar el patetismo de esta mujer que nunca fue capaz de nombrar las cosas, de decirlas en voz alta, de explicarse a ella misma.

Desenlace Con la revelacin del verdadero motivo del relato ste llega a un tipo de clmax que tampoco lo es del todo. En este sentido, el relato posee un efecto constante de simulacro, lo cual lo aproxima a la escritura posmoderna. Simulacro de motivos; del sentido del relato; del deseo y del erotismo, etc. A veces, astutamente, la voz del autor, aparece en la textura: Se levant con bastante esfuerzo, con las articulaciones desencajadas y vio que no tena ms remedio que considerar con realismo y era un esfuerzo penoso ver la realidad. El mito del destino constructo que en el seno de la modernidad adquiere un uso pagano y funcional se presenta como un falso recurso de salvacin simulacro de rito que enseguida es echado abajo. La fuerza de la voluntad funciona igual. La invocacin de alguna fuerza sobrenatural, religiosa, mstica es fallida tambin: Ella nunca fue espiritual. La mujer, entonces, va desnudndose fsica, social y existencialmente. Al revelar aquello, que no es otra cosa que el hambre dolorosa de sus entraas.

Pardicamente, irnicamente, sin condescendencia, este hambre se revela pattico, infantil, absurdamente romntico y completamente fijado en una triste forma real: Robertito Carlitos. Y agrego: mi amor. La confesin, entonces, exorciza todo los miedos, lo callado. La irona y la burla aqu ya como formas de parodia explcita, de la novela rosa, por ejemplo reaparecen cerca del final con la cita de la cancin, misma que, adems, ah parece ir dirigida por completo a ella: Quiero que usted me caliente este invierno y que todo lo dems se vaya al infierno. Finalmente desenlaza a la manera clsica: termina en muerte. El ttulo del relato, metfora del sentido, adquiere significacin plena hacia el final.
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