DECONSTRUCCIONISMO
DECONSTRUCCIONISMO
DECONSTRUCCIONISMO
Tal como el término sugiere, las palabras han ocupado un lugar central en
la historia del pensamiento como un vehículo confiable de verdad y
significado. El deconstruccionismo, en cambio, afirma que toda oración
está sujeta a muchas interpretaciones legítimas. En esa Babel moderna,
por supuesto, no existe la posibilidad de comunicarnos objetivamente con
los demás, ni de alcanzar un conocimiento objetivo de la realidad.
Deconstrucción
« La doctrina kanatiana del esquematismo y el tiempo como etapa prealable de una
problemática de la temporalidad» ; « El fundamento ontológico del cogito sum de
Descartes y la retoma de la ontología medieval dentro de la problemática de la res
cogitans» ; « El tratado de Aristóteles sobre el tiempo como discrimen de la base
fenoménica y de los límites de la ontología antigua».
Derrida traduce y recupera por cuenta propia la noción de deconstrucción; entinede que
la significación de un texto dado (ensayo, novela, artículo de periódico) es el resultado
de la diferencia entre las palabras empleadas, ya que no la referencia a las cosas que
ellas representan; se trata de una diferencia activa, que trabaja en creux cada sentido de
cada uno de los vocablos que ella opone, de una manera análoga a la significación
diferencial saussuriana en linguística. Para marcar el carácter activo de esta diferencia
(en lugar del carácter pasivo de la diferencia relativa a un juicio contingente del sujeto)
Derrida sugiere el término de différance, diferancia suerte de palabra baúl que combina
diferencia y participio presente del verbo diferir. En otras palabras, las diferentes
significaciones de un texto pueden ser descubiertas descomponiendo la estructura del
lenguaje dentro del cual está redactado.