Libro - Conflictos y Desigualdades Horizontales
Libro - Conflictos y Desigualdades Horizontales
Libro - Conflictos y Desigualdades Horizontales
YDESIGUALDADES
HORIZONTALES
La violencia de grupos en sociedades multietnicas
FRANCES STEWART,
editora
FONDO
~~ l EDITORIAL
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fndice
J>r6logo
J>rcfacio
II
PRIMI.RA PARTE
CONCEPTOS Y PR08Ll:..\1AS
(.AI'ITIJIO
1\.I.CIJNAS HIPQTr.SIS
(.AIiTULO
De c:sra edicion:
Fondo Cdi10rial deb J>onrificia L'ni>Trsidad Ca1olou dd J>eru, 2014
Av. Unover\uaria 180 I, I inu 32, Peru
lelefono: (51 I) 626-26'i0
f'aJC: (51 I) 626-2913
[email protected]
www.fondocditonal.pucp.cdu.pe
Di><:n o,
wagramacion,
WI'I'CCci6n
de C>tilo
15
Fnmrts Sttuart
2
NoCIUI>ADANOS, <.ONFLICTOS
MattbnP}. Gobnr:r
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57
71
SEGUNDA PARTF.
MEDICION Y ANALISIS ESTADISTICO
( \PiTUIO
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ISBN: 978-612-317-061 -5
I [echo d Dcp<l.>ito Legal en Ia Bibliotea Nacional del Peru N 2014- 17981
C41i I t:LO 6
105
luraMmJcbu
127
CA~iTLLO
Gudrun 0stby
159
TERCERA PARTE
OESIGUALDADE5 HORIZONTAL$ Y CONFLICTO EN TRES RF.GIONF.S
CA~iTuo_o
PR6LOGO
Arnim Langrr
187
9
DESICUALDADF..~
CAJ>iTUJ.O
HORJZON'rALEs
UL,8AR y DE WARRI, N IGERIA
DE
Ukoba Ukiwo
C..JiTULO
215
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v NIGERIA:
LA PERCEPCION
231
CAf>iTULO II
DESJGUALD.,D, ETNICIDAD
25S
12
ASL~TICO:
Gruham K Broum
281
CUARTA PARTE
CONCLUSIONES Y POLJTICAS
C.rhuLO
13
317
C..oiTut.o 14
POUTICAS DIIUGIDAS A LAS DESICUALDADES ti0JU2.0NTALES
.H5
363
371
405
t'O't-LIC Ul
en las desigu.tld~des entre cllos cott rc~pecw J l.t parricip.td6n pol it it.t y los re.:ursos
ccon6rnicu~ y cl bienestar. asi como con respt:uo J sm difcrencias tulwrale~. E,t,t>
dc,tgw.ldade> \On llam.tuA\ .1qui 'dniguaJdadt...,. horiz.om.Ucs'.
Las inv~tigacioncs \l ttc presem.t este libra ticne clara.~ lccciones para las politicas
publicas: lo principal t:s l.t necesidad de establccer sociedadc; inclusiv:t~. }'a partir de
etc sencillo mandata ~urboen mulliplc-; idea. y \ugerencias 'Obre politic.~> c-;peciflo.:.l,,
Evitar Ia violencia c' muchu mejur y menos costoso que in tentar control.ul.t
una vez que o;c ha dcs:mdo; a.~i como evitar Ia destrucci6n cconomica que t.tl
violcncia aarrca es daramcme prefc:rible a Ia dolorosa y dificil recomuuccion de las
oconomias devast:adas porIa gucrr.1. Las politk.1s que contrihuyan J Ia prcvenci6n
de los confl ictos debcn ser, por canto, Ia priori dad de Ia~ polrricas de dcs:urollo.
bpero que: este libra sea leido por .1luoridades inrernacionales y nJdonales, y que
el tipo de politic~ que aqui ~ recomiendan ~e wme en comideracion. La necesid.1d
dt: crcar socicdades inclu.~ivas v evit.u Ia~ profund.ts deigualdadcs horiwmab debe
comcnirse en una norma de Ia toma de dc'Cistoncs y Ia elaboracion d~ poliuca.' en
socicdadcs muhiemica;.
Kofi Annan
10
PREFACIO
PRI M h RA PARTE
12
CAPITULO 1
Stnuart
1. INTROOUCCI6N
I'' l.U!I.I I It hi
de conAicws, y policicas que ;tyudarfan a reducir las Dll y con dlo las posibilid,tdc~
de que esrallc:n los conlliuo,,
C.tc capirulo prc..cnta d nurco general de nue~rro cxJmen: Ia siguiemc ..ecdon
1ndicar:i bre.emcme Ia importJncia del problema Jd conlliao emre grupo~ Jc
idcntidad, emre y dentro de n.tcionl'lo; Ia cerccra scxcion examin.tla compleja cucsuon
lk como C> que se forman}' movili7A'ln los grupo~ que brindan porencialmentc I~
ba.,c.o, pam el conAicro; Ia cuarra sccdon define I.L\ DH con m;is deren imiento y
cxplica por que rnon pucdcn llcvar a una violcma 111oviliz:tci6n grupal, recurricndo
p.tra dlo .tl ejemplo de Suc.l.ifrit:a; Ia quinta seccion dcs;trmlla (....., hiporesis principale:.
acerc;t de Ia relacion entre Ia\ DH y d conAicw que ~cr.in considcrada~ en el resto
del l1bro; y Ia secci6n fin.tl cxplcca Ia forma en que <'~tc !K: encucmra organitotdo.
Stl'\'.,lrl
Los conAicrm violcntOs, claro esr:i. nose limitan a los paises pobrCl>, aunquc
su incidencia cs mh ;tlra entre ellos. tJ conAi<..to en Bosnia que acomp:uio a Ia
disolucion de Ia ex Yugosl.wia, llevo a mh de cicn mil mucrros y mas de dos mill one~
de refugiados y dcspbz.tdos (Tabeau & Bijak, 2005). Del m1smo modo, muchos
conllicws violcmos cstuvteron asociados con Ia desmrcgraci6n de Ia U RSS. Algunos
de ellos, sobre todo el de Chechenia, pro~iguen ha.>ra el dia de ho} tambi~n con
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180
2. GRUPOS EN CONFLICTO
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La incidcncia de lo~ conlikw~ violenrosen los pa f.~r' pohrc~ e~ :~Ita: siere de cad;t diet
de lo~ p.tiscs m:is pohres dclmundo cstan vivicndo o cxperimenraron rccienrenwntc
algun tipo de guerra civil. l:..co' conAictos tienenun co:.to sumamcnre alro. El co,to
humano inmedi.uo en rerminm de mucrres, bioncs y reh1giado> ~ el mh obvio r d
m:i.~ conocido. Las muerrcs dcbidas .tlos com bares putxlen Auauar enrre unos cuantos
m1ll,ucs y cic:nros de mile,; Ia guerra civil en Afgani~ran ha producido un c.o,rimado
de 560 000 muerres direcr;ts en combatc emre 1978 y 2002, en ramo que sc calcul.t
que c:n el sur de Sudan yen Ins momc~ Nubacasi dos m1lloncs de pcnon.L\ muricron
cnrre 1983 y 1998 (Millard, 1998). Los movimientos de rciUgiados a menudo sum.tn
millones de persona.\. !.as mucrres 'indircctas' debido aJ hambre inducido porIa guerra
tra~ Ia pcrrurbacion de Ia produccion. Ia comercialiJ.Jci6n y cl poder adquisirivo, ~on
a menudo mucha~ m.is que las muertes direcra~. Pur ejcmplo, o;e calcula que Ia guerra
en Ia Republica Oemocratit:a del Congo en 2000 clio cucnta de casi cuatro millon~
de muc:rto,, ramo direct us como indirecros (Coghlan}' otro~. 2006). Hay, adcm,is.
muchos orros grande> cosros indirecros debidos a Ia~ pc:rturbaciones econ6micJ5
y scxiales que produce Ia guerra. Lo.s conRiccos violemm son uno de los mayores
ob\r,kulo; para el desarrollo, rcducen el ingreso y Ia.~ inversiones y minan d desarrollo
humano, ademas de t<tlL\;U un 1nmensosufrimiento a los bd1gcranres y mas en general
a l.t poblacion de los pai~es. U an.;ilisis de regr<'Sion sug1cre una perdida promedio
de entre 2,0 y 2,40.o al ario en d producto inrerno bruro per capica entre los rmes
que expcrimenran conAiuos (lrnai & \XIeinstcin, 2000; HodHer & Reynal-Querol.
2003), en ramo que los em1dios de caso muesrran una mmensa variabilidac.J en In~
<.osro.s,llevando los peore~ mnAicws a perdida., ba.sr:mre nt;i,, grandes. Por ejemplo,
un c~ri madosugicre una peadic.la acumu lariva de Ia mirad dd PBl en el caso Jc lrak
dura me su guerra con lran,tn tanto que d al1.a en Ia mucne de inf.mres durante los
~onAtctos en UganJa sumo ell% de Ia poblacion (Stew.m y otros, 200 I)
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Estos conAictos dc identidaJ rambi~n ~dqui rieron dimemiones global~. )' i.J,
division~ idool6gica.~ de 1.1 Guerra Fria quedaron reempla,.1da~ con Ia del Islam
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contra Occidente, de lo cual son daros cjcmplo, las guerras de Afganistin e lrak. u
d conAictoenrre Israel y Pale,rina. [monces, ho1 en dia Ia movilitacion a lo largo Jc
las lineas de idenridad grup.J ha pa~do .1 scr Ia fueme m.~ imponantc de con Aictm
''iolenros. Lt sigui.:nte 'e<.:ci6n ex.1minM.i como o que sc forman tales identidJdc.,.
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3. f ORMAC ION
las personas Sl:' VCII <I Sf mismas tiC: 0\UCh.t\ formaS distintaS Y tienen ll1Uci1J\
identidades. Algun:t\ de c:llas ~on fluid~. de com duracion c insignificantes (pot
ejemplo, formar parte de una clao;e nocrurna). en ranro que orr-as son mas permanenrc:'
y mas significativas personal y socialmcnrc (por ejemplo. el ~enero, Ia ernicidad v
Ia religion). La imponancia que 1.1 genre lc atribuye a los distintos aspectos de su
idemidad tam bien varia sc:g.:m el contcx1o y a lo largo del tiempo. Es claro que alii
donde los conAictos violcnos son movili1.ados y organizados por la idcnridad, e>t.t
deber:i ser lo suliciememcme imp<>rtantc para suficientes personas como para que
esren dispucsras a luchar. matar e induso morir a su nomhre. La... mocivacione\
personales obviamente ramhicn dc~cmpcnan un papcl en hacer que las persona\
luchcn (Collier & Hodflcr, .2004; Keen, 1998), pero smtenemos que en mucho~
conAictos t'llasse \'Cn morivadas principalmcme por su idcntidad grupal-su religion
o cmicidad- y que en con~ecucncia lo> mOll\'OS grupa.les son una fuer.za impulsor.1
vital. Para que esro succda, las fromcra\ grupalcs deben esrar ddinidas con rdativa
daridad y rener cicrta cominuidJd a lo largo del ticmpo.
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18
Y MOVlUZACION DE GRUPOS
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l-:>ro se pucd~ n:sumir en d cnn>cjo qu< un judlo lc diera su hijo en Pru>i> en 1858: Sitmpre
rauerda que errs un orgulloso ciucbdann de Pru.\13. que ticnc d derccho a igu>lcbd de dcm:hos.
Y ja_m.is cl\'tJc., qut." c:m un judlo. Si lo hdccs. sstrnpre h.1b~ orro~ que te rccorda.rin uH nrigc:ncs
(Fri<tcr. 2002. p. 58) .
2
20
} Cohtn sostitnc: qut 411a identidad hau)oJ y ~u c:xclusividad Ctn ica en lbad:in \On manife.\tacionc.:~.
puticul.umcmc v1goroso. como de 1macso tcon6mteos crcado"
(Cohen, 1%9. p. 14).
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21
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[)t,U,l-"-Lh~Ul.,. HC,RI71l' T.U.Jo-'' 1-\l,..ft..lcn
construcd<ln. Se dice que 1.1!> frontaas de lo.1 grupos ;on acadas y nadtas J cre-Ar
iAnderM>n. 1983). l'or ejemplo, Akand~ (2003) an,tlizo como es que en el <.t!><l de
Costa de .VIarfiJ, Ia< identidadcs :.on markctC1das.. por los mcdios v por los lidcrts
politicos.
Peru ramo lo, insmaanental istas como los comrructivi:.tas admiten pur lo
general que para que o;ea pmible cl~ar Ia concicncia ecnica ode orro upo de modo
anltrumcmal, es nc:cc.<ario que -;e per" ban cienas difercncias en loscomponamiemos,
IdS coswmbres, Ia idtologf.t o Ia religion. Por cjcmplo. Glaur y Moynihan (I ?75,
p. J79) alirman que [pjara que haya siquicra Ia posibiliddd de una comunadad
ctnaca, normalmeme exisdr.i n ciert.l\ difcrencias o 'nurcadorcs' culturalcs visiblcs,
que pueden ayudar .t dividir l.ts comunidade:. en agrupamiemos o categorias ctnicos
bJStame bien ddinidos. Pa~.tla comtruccion de los grupos sc requierc, asi, de cic.:rras
ci rrunstancias cornpanidas, como por ejemplo habl.tr Ia misma lengua, compJrtir
tradicion~ culturalcs, vivar en el mismo Iugar o enfrenrar fuentes similares de
pcnuria~ o cxplotadon. La lonnacion de grupos en d pasado cambicn contribuye
a pr.:sentar difercnciol!>, aun cuando e; posible que dlos se hubieran wnstituado
para los lines politicos o economicos de ese cnconces. Ya sea que los origcnes de un
grupo sean anstrumc.:ntalcs o no, d cfccro e.\ eotmbiar l.ts pcrcepcionc~ y hacer que
Ia.\ daferenci.l!> parezcan reales para sus inregranres; esta es I~ ra1.0n por Ia cual Ia,
idemidades de grupo son wn poderos.1s como fuentc.:s de Ia a<.:cion. Scgun Turron
(1997, p. 82), el podcrdc: Ia ctnicidad o su misma cfeuividad como un mcdio wn
d que pro mover los intc.:rest'l> del gnapo, dcpcnde de que ella sea considcrada como
algo 'primordial' por quienc~ cfeccuan 1.1!> demandas a ~u nombrc.:. De ahi que Ia que
en oerto momenro de Ia historia era una vanahlc dependiemc. puede ,tcruar como
Ia variable indcpendieme al t:ontribuir J las percepciones vigentes'.
La con.llruccion de una adcmidad rohesiv-J puedc ..:r efectuada por los Iiden~~
de un gnapu o por otros, el F.stado inclusive, que clasifican o caregoritan :t Ia gemc
en grupos (fianh. I %9; Bruh.tkcr & Cooper. 2000). SemeJ.Ime cat~-gorizacaon
puedc .-;er bastance arbatraria, como sc ha sosrcnado que.: fu.- el c:tso de Ia cl,tsilicacion
colonaal belga de hutu~ y rursis, pero e; posiblc que a pc~ar de cicrtlS arbitrariedadcs
si sig.1 alguno~ marcadores visablcs. Historicameme, Ia clJSificacaon nazi de los judios
y Ia de los 'negnl5' en EE.UU. ;on ejcmplos Jc raJ cacc.:gorizacion, que combinan
dccisiones arbiuarias acerca de las fromcras con cieno' marwdore.,' comunc' de
Ia <1.\Ccndencia. Alii donde Ia caregoriuci6n efe~tuada por otro~ l'S Ia fuente de l,t\
fronteras grupales, lo que Ia genre mhma sicmc de su propia idcntidad podria no
impc>nar en <tbsoluco: lo que imporra e~ lo que los otros lreen que wn.
.. ~tnirh .SOSUt'tl(' que [d p.t\..U.Io] :u.tu.l como un.llimit.H,_:I6n .a l.a invcnciOn. Aunque sc r~ pucde 'leer'
de ditJtCu !orrn' no e. cu3lquier p>'-3do (1 <)<)1, citadu en Tur"'" 19<Y".p. R~).
1' Juynal-Querol (200 I. p. 2) sosuene que en los pm<:S en dc;.rrollo Ia dcntidad rdI;IO><l "' fij.1 )
22
23
"" nc:gocibl<.
!loy en Ji.l en P~ni ..tlguicn de ori~cn indigcna puc:Jc dccidir Jefinir-.c a si mi,mo
como mmu.o, peru atin no puedc c:legir cvirar rodo cipo de r.lCismo. f-., alii Jonde
hny un.1 libercad limicada para camniar de grupo. que i:L' fromcr;L\ de lo~ mismo' son
parcicularmeme imporcames en u:rmmos de crc:ar podcrosos J.gravio~ grup.d..s. y por
cncle en rcrminu~ de Ia rnovili?.Kicin politica. Las <liMincioncs y frontcr;L' grupales
sor1 mud10 mcno; imporrantcs cuando las pcrson.J> pueden cambi.u de grupo de
modo imtamaneo y ~in co~to alguno
Aunquc mucho~ conAiuo~ rienen una dirncnsi<in cultural. c~m es que lo~ gnapos
involucrados se pcrcib.:n a ~i mismos como pane de una cuhura comun (emkidad
o rcligi<in) y est:in luch<u1do en pane por su auronornia cultural. resulta ev1dcntc
que las c!ifcrcncias culturale> no bastan para expliCJ.r el conflicro. pucsco <JUC los
pueblos de mucha~ mcied.tdl~ multicullllr.Ucs viven juntos rel.nivarnente en paz. En
efecro, rcaron y Laitin (19%) estiman queerme 1960 y 1979. de rodo,los posihb
conflicros crnicos en cl Afrrca (delinidos como aqueUo~ en los cu.1les distimos grupos
crniws viven !ado a lado), solamenre cl 0,0 I% ~t convirri6 en un conflicro violcnro
real. En algunos C.l\OS los grupo~ pueden ''tvir junrm en PJ7 durame decada.s, v
entonces e\ralla el conflicto.
Deb.:mos, por ende, ir mas all:i de las explic.1eiones culturales del conflkco a
explicacionn econornicas y politica$. Como ~o>ruvier.l Abner C'.ohen:
I "' homhrc:\ puedcn brome.Jr y buriJr<o<: -y (icrtamentc: lo h.1cen- de h~
costumhr"' cxtratiJ\ I' rara~ de: los miembro> de otros gnr(X>S ~tnico> porqr.c <on
dhrinras de Ia!> SU)'.ll. Pero no luchan tin icamemc en rorno d tale~ diferend.tl.
Cuando lor hombr~ ri [... Jiurh.m a tr.ub tk hn~.u itntrl' rNulta raH rmnprr
'I"~ fo harm m rorno a alguna wntttin jimdmnmra! rtftridr a /11 dt<tnbuciou y
,f rjacicto dtl podl'r. .Y" JM m~ rcomfmtro. poliuco o mnbnr (Coh~n. I 'r'4. p. '>'I
d enfash ~ nuestro).
r~n otrJ.\ palabra,, las dili:renci.~> <..ulrurale~ no llcvan a tut conAiuo violenm
a menos que ram bien existan grande> causas economrc.LI o politicas.
La mmivacion de lo> parricipantes clar,Jmente consrituye Ia raiz de toda
situa<..ion violema. ~luchos ewnomistJs comcmporjnco~ enfatizan IJ btisquedd
de vcruaja~ economic.~ individuab como Ia principal ftlerza rmpulsor.l de los
conflicros (l'<iase por cjemplo Keen, 1998; Collier & Hoeflkr, 200il. pero t1
mayoria de los confiJCtos imernos son conAi<..to> de grupos orgr1niurdos; no '011
exdusiva ni principal mente una cuestion Je personas que cometcr1 acros de violenda
contra otras. l.o que csta involucradu con mayor fTuencia c' Ia movilizacion
gruptl de pc:r~onas con iden tid.tdes o nH'Ias p.trl icularcs <.:ump.trridas para aracar <I
ntros .1 nombre del grupo. Si bien los varone~ jovcne~ pueden lu,h.u porque e>t.in
descmpleados, no cueman con educacion y uenen poca' oponunidadcs, por lo
general rambicn lo h.tccn por lealtad a un grupo (o en ocasiones a una ideologfa
24
(;I)I'I.IIICIO
causa). Los ejemplos induyen J Ia milicia en :'./a) af(lrak), los hut~ en Ruanda,
los 1amiles en Sri Lanka y los car61kos en lrlanda del !'\one, entre otro~. En efecro,
a veces Ia 1\rerLa de >W. crcencias o lcalrades cs tal ljuc estan dbpuestos a sacrificar
;us propios inrereses --en casos cxrrcmos su propra vida- a los objeti vos mas
amplios Jet grupo. A mcnudo esdn invol ucrado~ gohierno~ dom inados por un
grupo de identidad parncular. a veces imrigando los ataqucs contra orros grupos
y a veces bajo ataque. Asi, Holsri (2000) sostiene que Ia nnyoria de las wt.D Ia
violencia esratal fue Ia causa dewnante de recientes conAicro>.
En los conflictos contcmpor:ineos. Ia~ ;tnliaciones grupalcs sedan a lo l,ugu
de diversas lineas. En algunos caso> es Ia afi liacion rdigiosa Ia que proporcion.1
Ia idemidad vinculanrc y caregoriLJdora relevanrc para lo> grupos involucr.ulm
(vcansc. por ejcmplo, los conAictos de lrlanda del None, los que >c p roduu::n
emre musulmanes c hinduisras en Ia lndi.1, y emrc musulmanes y criqiano~ en
Ia> filipina5). En otros casos Ia fi~ura pmmmenre parecc ser racial (por ejemplu en
Fiyi). La ernicidaJ cs un factor vincu lanre en algunos conAictos (como en Ru;~nda
y Sri Lanka), en tanto que en otro~ casos los danl~ son b principal Fuente de
.Jfiliacion (como en Somalia). Hay tam bien much;L' distincioncs superpuesta~: en
algunas siruacione~. por ejcmplo, son pertincnres tanto las :ililiaciones C:micas <;ornn
las religio><~~ (como en Jo~ en Nigeria, en Poso en lndonesr;l yen to~ Balcanc~).
en ramo que en Ccrmoamcrica se ~uperponen Ia dasc y Ia cmicidad, yen Nrp<ll
~c cnrremezdan IJ casta con Ia etnrcidad.
Es poco prohabil' ljllC se de una movilil:u;i<i n grupttL a gra n esc.,).,
-en particular p~r.t actos violenro>- en ausencia de serios a~:ravios unto almvd
del liderugo como del de I.a. masa~. El papcl de los dirigemcs es importance en l.r
movilizadon poliuc;t, en Ia deccion de Ia~ ba~es de l.t movili1acion (por ejcrnpln
religion, cla.se o emicidad) yen 'vcnderle' Ia 1mponancia de Ia identidad elcgJd.t
a Ia genre que vicne siendo movr li:r.ada. A ni\,el del lidcrngo, Ia mo ri vati(>n
pnncipal podria ~er Ia amhicion polirica, y por cnde resuha partkularmentc
probable que dicha movili1.acion ~c de alii donde hay una exclusion poHrica de
los lidere' del grupo: si bten es cteno que a los scguidorcs podria intne~arlc'
ram bien Ia rcpresenracion politica dd grupo como un rodo. cs mas probable lJUe
su motivacion prirn.tria sc<t un agravio referido a Ia posicion econ6mica y sn~i.1l
de su grupo con rc.pecro a orros. 1 anro Ia dirigcncid como lo, seguidorcs podrian
vcr'e vigoro~amentc morivadus alii donde hay tJnas SCI'eras y consistenrt'> difercnd.L'
c=conomicas, social~ y pollticas entre grupo~ culruralmcnte ddinidos. lo que aqu
llamamos Ia~ de.igualdades horiromalC' multidimemionalcs.
Debe senalars~ que <JUicnes imtigan Ia vio lencia no nccesariamente ~on
lm que ~c cncuentran rclativamente necesirados. Tambien pueden hacerlo lm
privilegiados, remcrosos de perder ~~~ pode r y po~id6n. La perspccriva de una
posible perdida del poder politico pucde actuar como un mnrivo poderoso po~ra
0
25
Y COII\CfVJr cl podn.
4.
'A fU\
()~fJ .U..:-ro
DH econ6micas: el PBI per cipita reaJ de Ia> negro.~ en 1980 era cl so.~, del
de los bl.mcos: para 1990 subi6 a I Oo/o y para 2000 a poco m:is de 12% (Van
Der Berg & Louw, 2004). En 2007 lo~ blan..:os alin poseian el 90% de las
ticrras .
OH soc aales: en 1980 d gasto estaral en educacion por cada emsdianre blanm
er.1 14 vcces el de cada alum no negro. y lo~ negros que sabianlccr y cscribit
eran las dos terceras parte> de to~ blancos. En 1993 solo h.tbia una ca~a de
ladrillos del secror formal por cada 43 afncanos. en comparad6n po r una por
cada 3,5 blancos (Knight, 200 1). En 1980 las tasas de mol!alidad inF.tnt il
entre: to~ nc::groHran seis ~es las de los blancO\, y Ia expec{J(iva de vida era
de 56 aiios entre los primeros y 70 en los segundos. La ratio del fndicc de
Desarrollo Humano de to~ negros con respecto a los bl.!nco~ era de 0,64 en
1980, y de 0,60 en 1990 (UNDP. 2003).
DH polfticas: a to largo del pcriodo, los blancos ocuparon rodos los pucsto~ dd
gabinete y dieron cuema del 94% de las capas mis altas de Ia administracion
publica y de todos to~ puestos alto~ en Ia policia y d ejcrcito (UNDI~ 2000).
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Las grande., y comistenres DH que hubo bajo el gobocrno dorninado por los
bl.tncos \On muv conocidas (vease Ia figura 1.4):
' lhr Hlar:lr .\lnr ,\'mo. Somh Afnc>. Whnc' Own 'lO% Lond . 16 do marw do 1007.
28
29
I.os C\fuerzm reali7.aJo\ para rcducir 13.) desrgualdadc-s ccon6micl5 fueron menos
exirosc". Miemra; que Ia parricip.Kr6n de los negro;. en Ia renro nacionol subio
de mcno' de Ia mirad en 1985 a la.s rr.-s warr.t~ partes en 1995. 'u participaci6n
en Ia poblacion asimismo creci6 )' solameme hubo una pcqucr1a dismmuci6n
en el difm~ncial del PBI per c:ipitJ real o ajusr.tdo. los csfuerws rc-.tlizados para
'cmpoderar' los nl'gOCios de los negro~. incremcnrando su papel en Ia propi~dad de
capital privado con una meta de 30'o de Ia propit-dad, parecen haher Aaqucado, y
Ia panicip.tcion de las compatiias que cotizan en Ia bolsa )' riencn una significariva
inAuenct.t negu t<ra de arxna' 5% en 2007', en tanto que Sherer (2000) ~nwmro
cvidmd.ts de una persisrentc: discriminaci6n en cl mercado !aboral en Ia era posrerior
al apartheid. Los difcrencialcs en general vicnen dbminuyendo, pero concinua.n
1iendo t-.\trt:mJdamcnr~ ele, ados. Segun un in forme de 2005, pcrststen unJS vasra.~
desigua ldades raci.tles y de genera en l.t dimibuci<.in dey d acceso a Ia riquczJ, cl
ingreso y cl empk'O (Republic; of Sourh Africa. 2005, p:u. 1.5). 81o no obsranrc,
al contar con d poJer polttico y una.\ ueciemc:s oporrunidades soctoeconomica.~.
l.t pobla~ion negr.1 presra un am plio rcspa!do politico al gobierno, en ramo que la
poblacion blanca ~onrinU:t sicndo Ia que gana ccnnomicounenre. l'arcce haber poco
rie>go de un con!lino rt'novado, peru d nivel cxtremadameme alw de crimin.1lidad
d.t fe de l.t narur.Ucto insati.>mctoria de las desigualdades ccon6mic,t.\,
\t<WJn
HIPOTESIS
sra seccion consider.\ l.t.> principales hip<'>tesis r.:rcrid~ a !.1 relacion cnrre IJS [)JI
y los conOiCJOS violemos. a e~ploranc end reModel libro.
En cl present<: vol nmcn, lUando hablamo.> de confl iuos violcnros e.>l:llllo>
rcfiriendonos a una >eri.t violenci;t polirica. esro c,, 1.! que ticne objctivo'
fUndamental mente poliricos. Por cndc, no no:. c\lamos rdirkndo a 1.1 nimin~J.d.td,
Ia violencia dome>rica o epi.>odios rebtivamcntc menorcs de violend.r polirka, de
los cuak-s hJ)' ramos. Los conHicros politicos vioknro:. pucden ser de disri mo ripo.
Una distindon imporr;mre cs Ia que sc rraza entre los conflictos <]Ue involucran
al Esrado como un acror significarivo y aqucllo~ que no In hacen. l: n Ia primera
caregorid hay conAKtO> en lo1 cuale:. Ia repre<oion ~tara!. ~ veces c:,poncinea yen
orras en respuesra a Ia rebdion, vicnc ~ ser una fueme importan tc de viokncia.
Los conAi<:tru. separ;Histas son un segundo tipo de violcnda en Ia cual d bt.tdu
sc cncuentra in\'Oiucrado imt-gr.dmentc. Tam bien hay conliicros comunale en lm
t:uales esrc: noes un.t de las partc:-s en conllicro, .lllnque e~ posiblc que intervcng.1 ,,
favor de uno u orro h.ll)do. Los conAicro~ violenro~ cxaminados en este libro incluwn
ejcmplos de cada tmo de esms upos.
Las hipbresis concicrnen J lo, resultados politicos que probablememe c\ladn
a.<oeiados con las Dll .till dondc esras son de:.igu.tldades obscr'l'adasc:nrre los grup<"
Somas comdcnres de que Ia gcntc roma <Kciones sobrc l.t ba.o;c de Ia pnrrpmin que ucne
de los otros y de su posicion rd.uiva . .ttHCS que de l.t desiguJ id.td rtal. Sin embargo.
en gran parte de este libro invc\ligaremo\ Ia rclaci6n existcme entre dcsiguald.nk-'
mcdidas rxtemammtl', .tnrcs que las DH -y lo> wnAictos- autopt'rcibidm. l.t
validt:z dt: c~e enfoquc descan\,t sobrc cl supuc>to de que l.1s pcrccpciones rcfleJ.Ht
en lineas generale> Ia realid.1d ohservad.1. Esrc supuesro vicnc siendo invcstigadu
con encucst.ts de pcrccpdon en siere paiscs. El c.1pirulo I0 presenta los rcsulr;ldm
de dos de csra.1 encucsras -en Ghana )' Nigeri.J. . que no\ permiten rener cicrra
pcrcepcion de Ia relation exhtcnre emr.- );~, DH observa&1\ y las percibrda:..
Nul'stra primml hipotms
ht~y
I'S
I'S
' lamo las d<.'\igualdade, polnkas como las <oeioc~on6mius son de gran relnan,ia
para los resultados politicos: unas DH poliricas vigorosas significan que lm lidm:.>
de los grupos se si~nten politk.uncntc exduidos r cs por lo ta.nlO m:is prob.tbk
que t'ncabcccn Ia opo1ici6n y ~10\iblemcmc Ia rebel ion; en tanto IJS desigualdJdc'
' fl Centre ''" R""'~"h on lncqu.lli". Humn Sccuriry .mel Ethnicny lu lle>aclo abo <ncu<>~'
de perccp<..imu;\ (fl Gha1n, N1gaiJ., PC'r\1. BoliYiil, Guarcn1.11.J, l\1ai.tSia c lndon~ia.
30
}I
'iOCiO<"(;Onom!l"S significan que d pueblo wmo un todo tienl' luertes .tgra\'IOS que
5igm:n line:u C:tnicas. v por en de cs mas probable que ~l' les mo\ ilice con lacilidad.
P:1recc probable que .till dondc las DH son incon;istcnre~ (esto e~. que son poHticas
pt:ro no cconomicas, u economic.\' pero no poluicas), ella~ promovcr.in mcnos
conAictO!. que donde son con;islentc' ~to sc debe a que .dlf donde hay I)H poliricas
pero no economicas -donde los privilcgi.1dos ccon6micamente se cncuemran
exduidos polidcamcnl<'-, al grupo no le importar:laanro dicha exclusion. Esre pMecc
haher ~ido el caso, por cjemplo, de lm kikuyu bajo Moi en Kenia. De igual modo,
d cstimulo p.tra Ia oposidbn sed ml'nur alii dondc los cconomicamcme
>ubpri,ilegiado> estan incluidos pohricamcnte, pucsto que su; posibb lidercs sc
bcnefician con \u inclusion politica ~ Ia masa del pueblo puede comeguir ~icna
s'uisfaccion con clio r con Ia posibilidad de: que e:.ta indusaon le confier.t benefidos
econ6micos. bto describe Ia \ituacion en .'iudifric,t despucs del .tpanhcid.
~ Nurura lt'Tt"era lrtpousu es qur Lt it!ra dr ruonocimunto _r t't]Uidttd
A mcdida que: avarrzamm con nuesrra inve.srigacion de las DH, se hi10 evideme que
adcmas de 1.15 DH poliricas y ;ocioccon6mic.u, lo~ acomccimiemos y los valorc:~
culwrale, cran sumamcntt: rclcvames para los a!:r.J,ios grupal~. f:Sros mcluycn
cue.qion~ rales como Ia polirica linguasrica )' educ,uiva, d reconocimiento d.tdo
a grupos particul.trc.> en tcrminos de Ia~ fiesta~ nacionalcs. l.1s actitudes formalcs e
informale.,cn Ia v~rimcma y otro' tipo~ de componamiento grupal. Aunquc n-sulia
dificil mcd1r las 'I)H culrurales', eli as si ton forman un componeme del cuadro global
que Brown y Langer exploran con mayor detcnimiemo end capiiUio 3.
1.
E.; a.~imismo probable que: Ia dirctci6n del cambio en las DH \Ca relcv.tnrc para los
desenlaoes poliricm, pue;to <.JUe >a Ia situ.aci6n empeor.a sto probablcmentc sera una
provoc.tci6n, y si mcjora rc,ult.u.i apadguador.
.U
[)cstgu~M.;u.lcs hotuont;tll'\ \
L1 estructu ra del Estado y dd poder. Algunos sisrem;t~ politicos escin al tame nrc
concem<.1dos, c.uccen de: divasi6n de poderes o de una de:scentralizaci6n
gcogrifica del poder. En general, serl.1 de c;pcrar que lo; conAictos sean
mh prob.thle:s en los si-rema.' alrameme ccmraliuclos que en los mcnos
de~entralit.ados (como en las fc-.:.lcracioncs, o .alii donde el podcoeencuerma
esparcido c:nrre ansticucaones o dondc hay una de:scenrralizaci6n sustanci.tl),
pucs1o que en lo> primcros cs mas lo que est:\ en jucgo cuando sc cletermin.t
quien comrolaci cl Emdo (Suberu, 2001; B~kke & Wibbels. 2006).
Cu.in complaciente sea el E.:.tado. Los pueblos pucdcn scnrir agravio> y
movilizan.e politicamemc, pero dicha movilizacion no tienc que com.ar
nccesariamcme una forma violema. Quienes sufrcn agravio; pueden adquirir
el poder o scr complacidos de ma ncra pacifica. La movi Iiaci<)n violerna result.t
mas probable alii don de hay poco acomodamienro. En general, uno c:sper.1rf.t
que los sistemas democr.lticos sean m:ls compbcicntc~. espedalmente cuando
d grupo ccon6micamenre ncccsirado con forma una mavoria. Sin embargo.
las dcmocracias rragile,o, pucden provocar conAicto>, de modo que no h.1y
una relacion simple entre democracia ~ contliuo (Snyder, 2000; StcwJrr
& O'Sullivan, 1999). Para e:.to rcsulta rele\';~me la naturaleza del sistenl.l
democr:itico. b probable que un sistema de: ma)oria simplt. donde tO<Io
le toea al ganador (el modelo We.rmimter), ~era mucho m.ls proclive a lo\
conAictos que otro que involucre un mayor reparto del poder, sea de naturalcu
formal o informal. Asi. &e ha encomrado que los sistemas de representaci6n
proporcional son meno; proclive; a conAiao~. F..sto pod ria debersc a que I.a
pre~cncia de los m~'Canisrnos de RP yotros que comp.trten cl poder ticnden .1
reducir Ia~ L)H poHdcas, adcmis, probablemcnte, de rcducir las posibilidadc:'>
de un conflino debido a Ia desigu.udad politi.:a.
Ya ~an democr:iricos o no, lo; gobiernos pueden ser compladcme~ t
inclusivos, lo que haec que una opo.sicion violcnra rc~u lte menos probable.
En cambio los gobiernos (en parucular los que: no son dcmocdticO!.) podrlan
no efecruar inrenro :tlguno por satisfaccrlas demandas del pueblo y rcaccionar
33
~
Dl\ll;l!AIIl!!Ut-~ lttlM170N""I.. I t'\ \' f:f)NII ft"I'H
con una dura rcprc~lt1n al cnconrrar opo~i~ion, lo tual.t \U ve-;. t.1l w1 provoqut
mas reaccionts violcnras.
5.2. Demografia culru ral
La forr.tlez.l potendal de rodo movian.cnro violenw dependc ~imi~mo de Ia
ubicacion geografic.1 y del camano relatim de Ia pob!Jcion en distinros grupos.
Alii donde escos se encucmr,m concentrados gcogr:ilicamcnu: (o lo csdn en gran
pane). d scpar.ttismo o cl irredenrismo a mcnudo ~ convic:rren en unJ meta
pollnc-a. l'cro e~ta no cs un.t posibilidad cuando los miembros de cadJ grupo esr;in
disper~o~ por todo el pals. En ~~re t'altimo c.1so, los grupos puc:d~n mo"ilizarw a fin
de consr:-guir el ~ontrol dell~tado o mcjorar sus derecho~ pollricos y cwnomiws,
~in amhi<..ion~ separacistas.
.34
bablan muchas lcnguas), resulra meno~ probable un.l movili1aci6n derris de alguna
idcntidad general. y Ia di~persion geografica pod ria .1>imismo haccr que Ia cohesion
resulre menos probable. Por cjcmplo, en cl Peru una idemid,ad global es Ia idemidJd
'indlgena', Ia cual podril reunir a aproxjmat!Jmeme Ia mitad de Ia poblaci6n: una
podcrosa enridad poll rica. Pero las diferencias denrro de ora poblaci6n en lo que
roca a Ia lengua, Ia hisroria y su ubicacion podrlan significar que semc:jante idenridad
global no ~ca vivida con fuerza, y por ende que Ia accion poll rica ~obre la base de lo
indlgena 'iC:I improbable. Sin embargo, pareccrla que una dirigencia vigorosa junto
a lin rraro discnminador si podria lograr que la genre ~upere rales djvcrgencias,
como ob~rvarnos entre lo~ orang asli de Mal.1.~ia, donde ha ~urgido una idcnridad
pan-asli. &tc grupo incluye al menos a dieci~iete suhgrupos disrintos, no obstante
lo cual se unieron para prorestar por la ruscriminaci6n colonial, y posrcriormcnrc
postcolonial, que sufrieron (Nicholas, 2000).
Dos rasgos parccen derenninar el potencial de un grupo para Ia movilizacion.
Uno de ello~ cs si ocros r:aregori1.an a las personas como perrenecicnces a un unko
grupo, estimulando ~~ la unidad mediante la presion externa; el otro es la presencia
dellidera1.go (normal mente, aunque no siempre, de~de denrro del grupo). cl cual e.
efectivo para moviliur ala genre como grupo. En algunas siruaciones pareceria que
los grupos necesitados pueden scr movilizados debido a los agravio; que percibcn,
m~ no asf a nombrc del grupo sino bajo alguna otra h.1ndera. a menudo ideol6gica.
Esto parece haber sido comlin durante Ia Guerra Frl.a.
5.3. Condiciones econ6rnicas
La nawraleza de Ia economia es otro tipo de factor condicionante que ayud.t
a detcrm inar e1 estallido (o no) del conAicto violenw. Segun investigaciones
econometricas,lo~ paises con bajos ingrcsos per capita -.on m.is proclivesa Ia violenci.l
(Auvinen & Nah.igcr, 1999). Esro podrla rcAejar la auscncia deocupacioncs viable.,
entre hs pobbciones pobrcs -<jliC ven :1St en Ia guerra una proposidon acractivao bien Ia falta de recursos estatalcs, de modo que d brado ofrece muy poco a su~
ciudadanos como para persuadirlos de ropear ~us obligaciones civicas; o pod ria bien
ser que el bajo ingreso e~tc asociado a c~tados debiles que son incapaces de rcprimi r
Ia violencia eficwneme.
Las economlas de bajo crecimicnco parcccn scr mas proclives a Ia violencia que J.L,
de alto crecimiemo. Esro probablementc se debe a que en esre ultimo caso, a men udo
rodos los grupos sc bencfician en cierra medida, de modo que las desigualdade~
paren importar mcnos. Si la economia oca crecaendo, lasoporrunidado l'COnomica:.
padficas sc expandcn, de modo tal que Ia genre podrfa ser menos proclive a qucrcr
penurbar Ia economia e involucrarse en el conflicto.
35
r
[)oagwlJ.-Jc honLA\f1flh ~- cvntli.::~ ---.,un.l~ hlflOCC
' '\c~.Jn
Se siguc asi que no dcbieramo~ ~sperar u11.1 rclacion ,\lltolllatica entre las 011 )'
d conflicw. no solo porquc unos fa~tores pankul.ues imervicnen para hacerquecsre
seJ mas mcnos probable ;ino ram bien debido a 9ue hay mros factorc' que podri,,n
0
descncadenar los conAictO~ :Uii dondc las dt::.igu<\ldades horizontales son limirad.ts.
Ello no obsmnre, si conduimos que las DH pucdcn ser una fuente importante de
confliaos violcnros, cto scria de gran importancia puesto que seiialaria una sene Jr
poHricas 9ue podrian ayudar a prcve111r los conf1inos mcdiamc Ia reducci6n de las
DH. E1 resto del libro estar:i dedicado .1 cxplorar si cstas lthim,\Sefccrivamence c\u-.ul
conflicros y baJO 9ue wndiciones. stguiendo nuemas cuJrro hip6rcsts ya senalad.l\.
6. Pu.N
DE ESTE U8RO
El presenrc libro esd divadido en cuatro partts. Ia primet'<t de ella.\ sc ocupa de J.a,
cue>tiones generales y t:oncepruab referida~ a las desigu.1ldades horizomale~. rn
primer Iugar, Gibney an.tli1.a un a.speuo irnporrame de: l.1s desigualdades politil.l\,
~obre rodo como el concepto de ciudada.nia pucde usar\t ~omo un mL"Canismo dt
exclusion; en segtando Iugar. Brown y L'\nger toman Ia wcsrion de Ia desiguaiJad
en esmtus culrural, analiz.,n cl conccpto y muesrran su rd<tcion con Ia movili:zacion
grupal. Una de las razones por las cuales I3S desigualdades horizomales son l<ll'
imporrante~ p:ua el bicncstar individual es que elias a menudo son sumamcme
persi.stenres. duran por gcneraciones y en ocasione:. h,t,t.1 siglos. de modo que
arrapan a las personas en \nuacione' de dcsigu.tldad. Stcw.trt y Langer \C ocupan en
el capimlo 4 de por 9uc r:rLon die has desiguald.1r.ks son t.111 pcrsis!C:nres en alguno'
conrexros mi.:. no en otros.
La segumla pane dd libro s.: ocupa de 1.1, cuesrioncs de medici6n y an.ilisis
e'tadistico. Se inicia wn un exdmen gener.tl de como mcdir las de,igLLaldadc'
horizonralcs (capitulo )). Le sigucn dos capirulos que emplean el an:ili~i'
l~onomerrico para investigar Ia rebci6n e"istenre entre la1 DH y los conAinns
violenros: Mancini (capitulo 6) h:Kc NO para lm dimito' de lndonest;l en Ia dct..!d.t
de 1990, y 0stbv (capitulo 7) emplc.t daros comparativos de paiscs e invcsriga cbmo
c que las d~igualdade<~ poliric.\S ~ socioeconomacas alct.tJn el conflic..to.
Ll terc..c:ra pane pr<:>Cnra materiales proccdenres dt esmdios J profundtdad.
entre ellos Costa de Marlll, Ghana y Nigeria en d Africa occidecual, Bolivia,
Gu.nemala y Peru en Launoamcnc.1. y lo~ movrmientos >ccesioni.stas en el sudcm:
asia rico. Esto incluyc un amilisis compararivo de las desgualdades horiromalc\ en
Ghana y Cosr.t de Marti I de Langer (capitulo!!), a lo que sigue l.a comparacion d<:
do' ciudadeHn :-.ligcria. obra de Ukiwo. Para c..omplemr d analisi' del caso del Atnca
occidemal. d capitulo 10 presenta cncuesras de las percepciones de Ia idemidad y Ia
dcsagualdad en Ghana y Nigeria. F.l capitulo 11 prc~cnla un analisis compararivo
de Bolivia, (,uatemala y Peru cfecwado por C.1umanin. Grny Molina y "thorp.
37
----
L1 section final (cuana pane) prt-senta primcro lo, re.mltados dcl libro como un
todo (capitulo 13). El capitulo final analiza emonccs una .tmplia gama de poliriws
que podrian ayudar a reducir las DH y considera ;1lgunos problemas y limitadonc~
politicos con que sc roparia su inrroducci6n.
CAriTULO
Matthew]. Gibney
1. INTRODUCCION
Una hip6u:'i~ central de estc libro e.s que Ia.<. dcsigualdadcs scvcrasemre gn1pos erniw'>
probablemcmc dar.tn Iugar a conA1t.ros violcnros. <;; uno toma el \llpuoto plausihle
de que Ia violencia involu~ra grandcs cosros )' grandes riesgos para quienes romm
parte: en ella (perdida de vidas, lc<iiones corporaJe,, demucci6n de propiedadcs )'
as/ sucesivtmente}, resulra rnonablc pregumarse por que razon los grupos buscan
remcdiar sus agravios dc csre modo. Una serie de respuesras se sugieren por "
mismas, enrre elias cl deseo de vengama,la meta de una victoria total ode un camh1o
rcvolucion.uio, o un cilculo inade~uado de las cunsecuencias que de Ia violencia
Pero pareceria que Ia mayoria de las veces podemos a~umir que se recum: a l.t
violcncia porque l.t.~ vias politicas con que han:r frcntc a Ia> dcsiguaklades C:ll cuestit'm
se cncuemran bloquc,1das. l.1sdes1gualdadc<> en Ia dimibuci6n de bicnes ~'(on6mico'
y sociales (ingrcw. vivic:nd,t, educ.tei6n y >l~i por e1 esrilo) van de Ia mano con un,t
inAuencia pollrica desigual Asi, J.igunos F-rupos etnicos -.e vcn fort;~dos .t conscgur
en l.ts callcs lo que no puedcn logr.tr a uaves del Congreso, o rccurren a lo~ disparo'
porque n~ulta imitil conliar en las decciones.
Una forma de bloquco que puedc exiSLir en SOCICdades dividid.t~ etmcamentc l'\
el dominio de las 1mtirucione.s poHrkas por parrc de uno ode unos grupos ernkm.
lo que exduyc a los panicipanre; de ouo~ grupo' (Lewis, \965). L'l accptacion. en
lm 1iltimos anos. de que los sistemas dcmocriucos pueden producir el dominio
de un grupo crnKO, gen~r6 una voluminosa bibliografia en las ciencias politica\.
Tal como Donald Horowit1 (1991. pp. 97-98) sCI'iala. en las sociedadc; Jividid."
ctnicamente las elccciones sc paR'Ctn m:ls a un censo que a una comperencia por los
voros. I rc:sulrado es una inesrablc v puede decir~ que nada dcmocduca rirania
de Ia mayoria etmca. En rt:spuesta a estc: problema, los invescigadores dt~curieron
38
40
41
!"""""'""
I )(:\ll.l ,\~UAill .\
3. l:.n tercer lu!(a t."l>tan l,t> per..un.1s que ucnen l.t n.Kionalidad Jd pa" en eltual
viv<:n, pno que caoncn lormalmentl' de una po~ocion plena en Ia socicd.1d.
Esrm 'ci ud.tdanos de \t:gund.t dase' tlpicamcnoc comp.trren tJnro d titulo
como algunn~ de los derechos de los crud.1d.1nos, pero vivcn en \Oliedad<:s en
las <;u.oles hay alguoo,t base legol para su estatus inferior como dudadanm'.
Par cjemplo. en muchos pai"~ Je Oriente 1\k-dio (o en palses bajo Ia le\' de
Ia sh.1ria), i<LI mujeon no pucdcn votar ni trammitir Ia <;iudadano.t a su~ hijos.
F.n algunm p.tises-<omo~uJ.ifrica ha.sta haec poco-- cicrros grupos ctnicos
o rnciJles no tenian el derecho a votar en las dcct.iones nacionalc<..
4 Por ultimo, tcnemm a los que podrlamos dcnomin.u como 'ciudad.mos
atrofiJdos'. '\ difcrenda de los 'ciudad.1nos de scgund.t dase', cstas personas
pmccn tanto b nacionalidad como Ia ogualdad legal formal en su sociedad
de rcsidcndJ, pero su capacidad de qcr~er los derechos y pri\'ilcgios de l.t
ciud.tdania sc w dectll'amemc arroliacl.t' por ra.~gos informalcs de Ia >ocied.td
en cucsti6n, mmo por ejemplo, el racimw, d sexismo y las privacionc,
economic~. l\.luchos grupos de inmigrames (como los wrcos en Alcmani.t
o lo~ norafricanos en Fr:mcia) sc encuentran al ccmro de una brecha em rc
lo~ principios dcdarados de una ~ociedad conmuida sohrt una dudadanoa
igualitaria y 1.1 realid,1d de Ia~ fuerza~ sociales, cconomicas y politicas que
g<:ncr.ln Ia Jc~iguald.td. Lt presencia de al menos alguno~ ciud.tdano'
atrofi.odos e~ un rasgo de rodo f,tado modcrno.
En lo que sigue me conccntrarc' principalmente en lo~ grupos I y 2 (ll:Sidcmcs no
ciud.odanos qut son .tp.irrida.s o que voven fuern dc:~u pals de origen). Sin embargo. en
eluamcurso del exan1cn deb siruacion de los no ciudadanos examina.re pardalmenrc
al tercer grupo (ciudadanos de sq;unda clase), dcbido en pane a que su cxistencia
sugicrc que no roda~ Ia-> socied.tdes pucden ..tc:cptar Ia idea occidcmal de que rodos
lo.s ciudadanos tiencn dl'recho a igual wnsiderad6n y respcro. Aqui no tendremo'
en cuenra Ia \Huacion de los wodadanos arroliados (grupo 4). Por importance que
este fenomcno es p;or.t el anJl i~i~ de las desigualdades horiwmalc~. mi cxamen en
esrc: capitulo queda limitado a lo~ moJo, de exdusi6n formales o legale;.
3. U
CREACU)N OE LA NO-cJUOAOANiA
Todo Escado wnrempodnco c\r,\ habit;ldo, en cualquicr momenta dado, por una
combinaci6n de ciud.tdanos y no ciudadano~ (extranjcros). Entre aquellos que no
tienenmembrcsla formal est:in induidos los ruristas, inmigmnres ilebralcs, inmigramc:s
l:.mrlet-. asi l.t cxpresiOn ciudad..u1t>' de scgundJ da't" de un moJo d, . .-rinto .tl de muc;hC"h 3.utorc-!l,
qu1c..'nc11 1.1 utiliz.tn 'omo un.J c;ntgoriJ. otplk~able .t quir:m:s no ~on ciudadanm (por cicmplu. lo\
ttab.ii.JJtlnr~s inv1uJos en AJcm<lni.t en :,A.') dCc.td"'' Jc l9SO ~ 1960) u.nco como .a quicnt) ~i lo son
~2
UnJ nt)tablc cxtcpd6n .1 tSt.;t ~itud.d0n son. douo esd, los clesplazamientos de lu' ~h..JdiolJ.mos de IJ
43
I h'\U:C 'II\IU.\
lloKIIH'IAI.f_,'
Hl~fiJt 1u
Fn Ia pr.iccic.1, Ia linea <JIIC lllt'<.lia entre hacer que alguien q~ttdc: sin l~<tJdo y
h.Ker que depcnda de otr.t nauonJiid.td queda a menudo borrad.1. La< pcrmnrt.~
privadas de su ciudadania podriJn rencr vintulos solamence nominJb con orro pJis
cuya nacionalidad osrent.lll. F_, m.i,, Jkho pais podria no dcsearl.t\, Por cjernplo.
aunque los asiaticos keni.mo' rtni.m P''-lporte briranico cuando comcn7.uona dcjar
Kcma y dirigirsc al Remo L'nido en l.1 d~.tdd de 19(,0, d pJrl.tmcmo brit.iniw
.tpre~uradamence impltmtnro lcyt:' p.~r.t privarlcs d d~recho de ingn::.\o (Hansen,
2000).
Lt revocaroria o d reriro dd b1.1do puc:den asimismo producir ciud..tdano; <.on
<'statm de segunda clase. Ya mencionarno' Ia situaci6n de los judfos en ),, Alcmania
11.1zi, pero incluso los rc:gfmcne; no autorirarios puedcn rerirarle> .tlgtrnm dcrcc:ho;
de kt ciudad.mia a cicrros grupo; de sus conciudadanos. Por ejemplu. en mucho;
ntJdo; surciios de E[.UU, !lorida emrc dlos, los criminales condcnadm por
dditos graves pueden pcrdcr rcmptnal o permd.llcncemcme su derc<.ho a vot..lr en
IJ.\ decctones nacionalts y e,r.u.tlcs (.\1.tnu & Uggen, 2006).
Una cerccra y Ultima forma en que: \C pucd~n generar no ciudadanos ts mediante
camhtos fundamcmales tn un t:\lado que otorga ciudadania, como que Nc Uegue
a su fino su division. 1 F..srado en el tualun ciudadano riene Ia ciud.1dania puede
dej,lf de exiMir, o su identid,tJ rr.Hl,ltlrm.tr:.c ramo que cambia profundamenre. Los
ejcrnplos de Ia desaparicion de Esradu\ 'on r-aros (.aunque Ia dcsap.uicion de P<tlcstina
w n Ia formacion del furaJo de brad. en 1948. se aproxima a c:sre tcn6mcno); Ia
division de los esrados cs m:is comt'tn Dc,pues de que Ia Republic.1 Chc:c~;c ~c:p<~rara
de F,lovaquia a comiem.os de Ia dccJd.t dt> 1990, Ia poblaci6n rom;lnr de la .tmigua
Checo;lovaquia quedo efecnvamcnre >Jn btado y sin escar plcnamcnte ltgada a
nmgurld de estas dos nuevas c:midades. Una rransformaci6n fundamental que a
menudo produce cam bios profundos en l.u leycs de Ia ciudadania e~ Ia lihcracion de
una potencia existence. .\1uchos rusos lorl.ldos a emigrar a Estonia y Lctonia cuando
esraban bajo ocupaci6n sovicrka, \C cnconrraron sin ciudadania cuando c1 colap~o
del comunismo permiri6 a esros pai~cs comrruir sus propia~ leyes de ciudadaniJ a
comienzos de Ia decada de 1990 .
' F Wcor.[.acvia gives Ru.,iaJlS cold ;huuldn. Onirtu111 Snmrr MoruttJr, 2.61 11/1002. hup:/lww"
14
--
"o-<i~&. ~vnt1k.:tr -
,,. &.TMWUU.,;~i.'l
Una de esraJ. barrcras pod ria ser burocr-.ltica. bta ra:Wn algo ban<U de Ia cxdmion
e;. >OI'prendcmememc com{m. l.os reside nrc; no ciuJadanos de un Esmdo pucdcn
carcccr de Ia documemaci6n o las prucb.IS nccesarias para solicirar Ia ciudadanfa.
45
47
~
J)t-~lGl'.o\J U."lt-' llilltlftJ.'-11-\1 H V (()~fli'IO
!aboral tlril y malc:,lble, porque lcs estj nc~;ad.t Ia proreccion del s.ll.Hio nunimo, los
sindicatos y los 1rihunales. Muchos obscrvadores han sosrcnido qut hoy en dia lo.s
inmigranre.s ilc:g.1b conform an una pane grandee imporranre (Hmquc usualmenre
no rc:conocidJ) de Ia fuerza !aboral de: mndlo\ paises, enrrc dlo\ f.tpon, Malasia.
Tailandia, l:.s1ados llmdos y el Reino Un1do (Castlt>s & Mill<r. 2003). Quieno
csran en lo) ncgocios y el gobicmo :v que emple-an o se benefician de algtin otro
modo con csr.t fucru !aboral pucden rc:ncr solid.as razones economicJS para rcsisrir
su rramfercnCia al eswus m:is empoder;ldo de ciudadano.
Los fJcrorcs que reproducen Ia ciud.tdanf.t de sc.:gunda cl.ue .t lo largo del riempo
son similares en llneas generales. l'or cjcmplo, los intercses politicos pucden dade a
un grupo unJ razon poderosa para limit;lr lo, dcrechos de ciudadania de orro grupo
que companc el m1~mo Esrado. A~f. Ia r.uon que definla e1 mamenimienro del
apartheid en Sud.ifrica er.l. 1mpedir el gobicrno de Ia mayoria negr.t. Sin embargo.
en esrc: ca.~o yen orros. como en Ia exclusion de las mujero del \'OCO, Ia jusuficaci6n
de Ia exclusion upicarnenre recurre a un.t compre11>i6n cui rural del grupo excluido.
segun Ia cuaJ csre de algun modo no csr;i capacirado o es poco id6neo para rencr un a
parricipacion plt11:1. Dichas justilicaciones incluyen - peru no qucdan lirniradasa las prerensioncs de superioridad inrdcctual o a una subordinaci6n divinamcnre
prcscrira aJ grupo dominantc. Podriamos considerarorras formas de una ciudadania
de segunda da<e -vcrbigracia,la que c:s generada por el pa.o de un csrado a orro en
~igcria- wmo un equivalenre inrracsraral de Ia concepcion ernka de l.t mcmbresia,
recicmemcnrc mmrrada en Alemania c l~r.tcl
~(tudJ;.I.J.n.._~ <:nrtil~o.ll~
)'
publica) y .1 formar pane de bs fucr1.as armadas. v .:on ello d .Kcoo a los elementos
ele\flltlorcs dave~ para cl ;u;cen~o sodal; y el dcrecho a b propiedatl de Ia tierr.\, a
orras formas de propiedad )' a ncgrK.ios. La voz (Sha~har. en prcns.1), de otro lado.
involucra d derecho a manifcsrar en foros publico> opinione\ wbre el uso )' el abu>{>
del poder del gobicmo )' Ia d1R'Ccion de Ia <;OCiedad. v I participar o ser degido en
rgani1.3CIUOCS politica.s que dan forma .1 Ia .lirecci6n de IJ wc1edad y las polidca\
0
gubernamemales. De estt: modo. Ia condici6n sinr lJII' 11011 de Ia ciudadania J
menudo se ve encarnada en lm dcrcchos clavcs asoci3dos 1..0n Ia voz, esto C> lo~
derechos a votar. a rencr cargos gubernamentales clcg1dos o numbrados. a formar
parte de divcrsos ripos de jurado, yen general a romar pane c.:n los debates como
miembros iguab de Ia comunidad (Smith. 2002. p. I 0'5). Por t'utimo, Ia ciudadania
dpicamentc ofrece w1 nivel unico de ~eguridad de Ia residcncia o presencia en un
Esrado. Los ciudadanos, .1 diferenda de quienes nolo ~on, mualmcme no pueden
ser deponados o expulsados, d.: modo que su acceso ~ nrro; biene.~ esra asegurado
de forma singular (Gibney & Han;en, 2003).
Si ac;eptamos que los pnvilegios, Ia voz y Ia seguridad involucran bienoo hunMnm.
fundamemaln1cnte imponanrcs. entonce' Ia cuestion de quien tiene acceso a Ia
ciudadania (y con ello a e~ws hicnes) es rambicn de cn"i.1l importancia. Es m.b,
cuando el acceso coincide con Ia pcrrencncia a un grupo ctnico, como es el caso en
mucho> p.U~. Ia cuencia o nc:~cion de Ia misma puLxlc ;er Wl factor dave plra
explicar Ia> severas doigualdadc; entre los grupos y su persl\rencia a lo largo dd
riempo.
La ciudadania es asimbmo impon.mre-y no mcnO'> dcbitlo a los trascendenrab
hicncs a;ociados con su otorgamienrn- porque ella mi;ma puedc ser un producto
o una fucnre de confHctO> y tcnsiones en sociedadcs dividid~ etnicamente. PrivJI
de ella a lo; grupos etnicos minorirarios o negarle~ el ac.:ceso a ella puede ser. como
ya he mo~rrado. cl re;uhado de un imemo ddibcrado <fecruado por los grupos
dominamcs para desempoderar o margin.ll' a losgrupos ernico> rivalcs. La revocatoria
o cl no ororgamiemo de Ia ciudadania pueden ser una herramicma de guerra, o un
;[mholo de Ia represi6n en marcha <JUc:! stL~tiruyc o complcmcnm Ia violencia ffsica.
Dcs<.lc Ia perspecriva de los exduidos, Ia falra de ciudadani,1 puede privarles de
los bicnc~ sociales. econ6mico; y polfrico~ davc:s, por lo cual usan entonccs mcdim
violcmos para acc.:eder a ello\. La falta de ciudadania pucde tam bien experimentarsc
de modo m:i.s profunda como una humillacion, como algo que marca a los excluido~
como pcr<iona.s que no wn In sufie~enrememe bucn~ como para formar parte de
Ia <;OCicdad (Margalir, 1996). Esra ~nsacion de humillacion puede exisrir indu~o
cuando 1~ miembros del grupo cx.duido no adoptarian Ia ciud,tdanfa aun en cl ca\O
que pmlicran hacerlo: Ia humillaci6n, senala Margalir ( 1996. p. 112), provicnc
de Ia ~cnsaci6n de que no quicrcs que el que re hum ill a te defina. No quiercs que
re digan que no eres digno de peneneccr a Ia socicdad. F.m~ ripo de humillaci6n
49
Jlllll""""'
llt.\lc,c ., aaunr: .. IKt41/u...,~ .... .__,'
f"Cl"fi.k:.lu
1... ]todos lo~ hombres ricnc dctc.cho ~ presentar..e en sociedad de otru5 en virtud
Ia posesi6n comunal de Ia ~upcrfidc tcrrestrc. C.omo Ia licrm e' un r,lobo,
no pueden di>persarsc a lo lngo J~ ur ire infinira, sino que nc<o.triamcnte
dcben mas bien 10lerar 'U wmpaiiia mutua. Yorigm.Umcnte nadie 11cnc ma)or
derecho que cualquier otrn a o..,tpar alg..u:a l.Ona panicular de Ia tieru (K.lnt,
1991.p. 106).
6.
H.tsta aqui he sugerido que en mucho~ pai.">C, Ia disrribucion de Ia ciudad.111i.t c:~ una
Jctividad almmencc puliri1~1d,1, l'Mtc:chameme ligada a Ia compctencia tnrrc grupo~
ctnicos; que ella conficre el comml ~obre bienes claws sociales, economicm )' poliriro;,
q11t' tiencn un fi.acne impacw sohrc I,,, po;ibiltJ..tdes viralcs individu.tlcs y d bicnc>t.u
grupal; y que aqucllos a quicne!l les prc:ocupan las desigualdades hori7onaab hari,tn
baen en mirar de cerca como cs que 'e dimibuyc: Ia ciudadania.
Fn csta ~c:cci6n deseo conccnrr.trme exdmivameme en Ia >ituadon de .1qudlos
que no cuenran con Ia ciudadania. Examinare, de modo rudimemario,lo~ principios
para Ia incorporacion de los no ciudad~nos. Si algunJ.S pricticas acruales son
percibidas correctamemc como mjmt~. (Cui! seria una b~e superior con l.t cual
cstJ.blecer quienes de los no ciud.1danos debieran ser incluidos en d dnno;? P.ua
rc~ponder a esta pregunta esbontre rrcs re~puestas distimas, cada un;a de cll~s m.b
indusivaquc Ia orra: el principio de Ia raltJ dnma membresia altcrnativa; cl prindpto
de 1.1 mcmbresfa informal; )' cl pri tlcipio de Ia inclusion democdtiCl.
so
)I
,...-Jlt \ILI
>\I11AlL\
(Como j'><><lria uno esrahlt-.:er que una pcr,ona es u1 mrembro dc t:rcro del
hrJdo? Pucdc m.use una ~ric de cmerim. En primn Iugar, uno podrla mrNrar
tOIIlO C> qut l.l r~"ona (o d grupo) ha conrribuido a Ia '>OCicd.rd. AI igu.tl que In~
ci ud:rdanos, lo> .rp.ilridas rr.lb.rJ.IIl, pagan impucMos e induw cmprl'nden '>crvili o~
mihrares en form~ que re>ulran indislinguibles de los mocmhro'> formalc-. En
~~undo Iugar. uno pod ria .ugumemar que lo, .rparrida.. ramhicn al igual que In,
uudadanos. ricnen l.tzos podtro'o' y duradcro> con d pais m d que residen. Pueden
1encr sus hijm en e1 colegio ln~.1l, ~tar acrivanwn1c involucrado~ en Ia socicdad civol
y h.rber esrablecido una.s dcmas rttb sociab de .rmigos y a><Kiadm. E.s posibl~ que:
hayan llegado J \'Cr a su paa; .rnfirrion como ~u hogar. , c:n con't'cuencia a ~u pai~
dc origc:n como un Iugar <]U<: ~a no consrituyc una ~ri:l op.;ron de residcncia. [s
probable que fa, wnrribucioncs y los bzos de 10\ .1parrid...., se.111 m;is Fuerrcs cu.111do
l.r persona eo1 cue,liiln ha cs1adu viviendo en Ia sociedad por uo1 l.trgo periodo. pucs
uno put-de esperar r.u.onablemcnte que su vincul.tcion con c1 brado scci mjs fuene.
L:n 'prolongado penodo de residcncia' podria comliltur ;lSi una rercera form.t de
c~lahlecer Ia pcncnencia a Ia ~ocicd.td.
Tom ados en <:onjunro, c~ros rrcs criterios sirvcn par-a idcmili<.:a r a los .rpar rida.~
cnn uno.s fuenes ,. proFundos lam~ y conexionc~ con Ia socicdad en Ia cual rc.siden.
que piden a gri1o~ un reconO<imiemo polirko. Lo~ apatrid.rs se encucmran
profundamcnrc rmplicados end des1ino de Ia socicdad e11 Ia ttra l viven, y dcbicran
pur dlo rcner vot en su direccion.
En esre cnfoquc, el principro de Ia inregradrin es comunilario. Los brado.s no
son simplcmcn1c organiz.Jcione~ legales de mitmbro~: son comunidad~. o al mcnos
fedcraciones de cumumdades, rIa pcrrenenci.l ..r c'ras tillima.s dcboem correspondcr a
Ia pcrrenencia .11 E,rado. En cicrws >enlidos.l.t~ implicaciones de eHe principiu son
m;is radicales que las del anrcrior. Es1e principio de pcrrencncia info rmal rcqucriria
del ,tcccso a Ia ciud.tdmia para 1odo aqud que ~ca un miembro de Ia sociedad, ,e.m
o no .tparridao.. o por presuncion de hecho si ~u rc,idencia c> leg;tl a ojos del f.51ado.
En c.unbio d principio no m~<:c~Jro;uneme brind.rria una b~-c p.1r.1la inclusion de los
.lp;ilridas recien <:H,tblccir.los, qu.: .rr'm no han gcnerado raice~ y toncxiones socialcs.
52
NrH.IUI..b-ti.Ull)\, (lllliiKlO\
debieran rcncrvot sobrecomo e' que se cja(c Jicho pod.:r. P01 <.'jemplo, Lts<k-.::isiones
1
~bre el surmrmlro de Ia cducadon lipi<amcmc rocan lo.., tnterescs '! e '>tcrteslat
de los ciudadanos y apa1rid.r~ pot igual, puc~to que es prob;rble que ambo~ grupo~
rcngan hijo~ en Ia escuela. Ambos grupo~ dchcria n, en consccucncia. wm;tr pane
en Ia roma de decisiones en el ~ccwr.
Los 1eoricos democrarico'> recurren ampli..mcn:e al pnnr;ipio de Ia int:luston
democci1ica, ,Jllll wando \liS rmpli(:aciones no ~tempre est.in del rodo clara;. l )ahl
(2000), por ejemplo. sostienc que el cuc rpo de dudadano' en cu.lltluier b.rado
gobernado dernocdricamentc debe incluir a todas las pcr\Onas 5Ujeras a las le~'C> de
dicho Esrado, excep10 las que C!>t.in de paw y aque:Jas que sc ha dema>trado no son
capaces de turd.u de si mi\lli,U (p. 78; el enfasi\ el> mio}. s..-gun Young (2000), UO<l
decision dcmocrarica cs lcgidma solo ~i wdos to~ afecr<~dos por ella se cnr.:uemran
mclusos en d proccso de Ji,cusi6n y de rom.t de decisiones (p. 23).
El pnncipio de inclusion democdnc..a bnndarla una base podcro,.l para Ia
inclusion de los no ciudadanos en Ia roma de decisiones poliricas. Simplernemeen
virrod a vrvir en un E.stado, los no ciudad.mos sc ven fuerremente af~-c1ado~ por sus
r.lecisione~ e indicaciones. Y sin embargo cl principio de Ia inclusi6n democr.ilica si
plantea algun~ preguma~ pdiagudas. En primer Iugar. dado que no siemprc resulra
obvio quicn seve 'afecrado' por una decision, (cOmo debicramo~ esrablecer quien ha
de sec incluido en Ia roma de decisiones? (Acaso los medros con que decidrr quten
hade ser induido no debieran ram bien scr dc:mocciricos? Pcro en cse ca~o renemos
un problema de regresion111finita. En dcrto momen1o b decision de a quien induir
ha de ser romada en forma ral que careccri de jtmiiiucion dr:mocr.itica (Smith,
2003). l:.n segundo Iugar. (roulra realim rma~inar un Esrado en cl cual cl der.,cho
de parricipar en Ia roma de Jecisiones vana de una dcci~i(m a orra? ,~o ~eria esro
demasiado complicado como para que sea facrible? Por itlritno, ~i romamo; en serio
el principio dcrnocnhico, entonccs las filas de qui~nes dcbierm paniciparcn l.1 rom a
de deci~ion~-s corren mas .tlla de los residcnr~ que no son ciudJ.danos, hacia aqudlas
persona~ que ~ cncuenrr-an fuera de I~ fron reras del Cstado y que pod nan ver;e
impacrada!> porl~decisio neHieesre ultimo (Held, 1991). & m:is, 1ambicn pareccria
esrar brindando una raron para privar del derecho a Ia repr~nraci6n a los ciudadanos
que )'a no viven en el El.tado. En un mundo cada \'C'L. m.i~ inrerdepcndicmc. tOmar
Ia inclusr6n democrarica en serio nos desafiaria profundamenre a que n:penscmos
que es cl &mos. asi como Ia na ruralC?.a y forma de las acw.tles insrirucioncs poliricas
7. CoNCLUSIONES
En conclusron, vale Ia penJ ~cnalar que los rrcs principio~ de inclusion en Ia roma
democr:ltita de decisionc' arriba considc.:radm, rienen una f'uerz:r. real. En efecro.
ellos no nc,csariamemc ~on mutuamcnre excluyc:mes. Cada uno ayuda a c~larccer
53
S4
55
r--
CwiTuLO 3
OESIGUALDADES EN EL ESTATUS CULl URAl:
UNA DIMENSI6N IMPORTANTE DE LA -"l0YiliZACJ6!'l GRUPAL
). I NTRODUCCION
Los rccienres <"Studios de las causa> de las gucrrJ' civi le~ y de lm con flicro~ cornuna ks.
ernicos o religiosos se han concemrado fundamem;tlm~ncc en los agravios, las
morivaciones y los problemas politico~ y cconc.imicm (pur ejemplo, NaFLigcr &
Auvinen, 2000; Stewart, 2000; Fearon & Laitin. 2003: Collier & Hocffier, 2001\).
Sin embargo, en muchos conAictos Ia.~ cucsrione~ pulitil.l.' y ccon(mlicas ~e ven
complemenradas por las pcrcepcioncs de una tbaimin,tcion y cxdusion culrur<tl
o Ia desigualdad end U"',HO dado a Ia cultura. Horowtll (2002, p. 22) afirma que
asuntos culmrales mles como Ia dcsignacion de lcnguas y rcligioncs oliciale~. y
cuesrioncs educativas, como las lcnguas de enserian1.1. cl comcnido de Ia curricula y
el reconocimienro olicial de los grado de Ia~ dive~~ ~orricm<">t-ducarivas a.wciada~
con diversos grupos c!cnicos o religioso~. y mjs en gcner;t) Ia libc:nad de cxpresion
cultural. tienen a menudo un papd centr.U en d surgimiemo de los confiicto~
violenros.
(Cual o, enronces. d papel de Ia wlrura en los wniHcros violemo\' De un !ado
tcnemos a los investigadore que vcn los a.'umo~ culrurales pnncipalmcnre como
postblcs punros criticos para Ia violenda, o lo que Horowirt (2001) denomina
precipirantes. Para dichos investigadores.la wlrura cs ,tlgo manipulado por quicncs
ticnen un in teres creado en Ia violencia o el conAiclO. Por ejcmplo, Paul Hr~s cnfarin
esra dimension en su relaci6n de Ia producci6n,, de Ia violcncia erme hinduiMas )'
musulmane> en Ia India, tipilicado por su cCichrc e~tribillo dclrobo de un tdolo>
(Brass, 1997; 2003). Esm no quiere decir que Br~s no accptc Ia imporuncia que Ia
culrura ricne para Ia vida de las personas y su sentido de ~i mbmo~. pcro comidcra
lJUC su papel en los conAictos es principalmenre instrumcnral.
rDt"l.t AI
58
Do:~igualc.bdc.'i t:"ll
1-3-rm\tl
59
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~lf!'l.liJ..Wo -n
.,........tlt ...h~'-\lll\rlh
..,,,
1:1 concepto de de;~gu;t.ldad en cl c~taru' l'ultural, r.t l como h,t 'ido dilucid.tdo
.tqul, se enlUCntra d.tramcncc vin,u l.tdo con las idea!> dd mulri,ulruralismo v
b diKrimn~ion cuhural pero t.unbien dilic:re de df.t~ de modo imponJrHc:.
II proyccto Minorias en Riesgo define que lo., grupm ><: encuenrran sujew' .t Ia
disaiminacit\n cuhur.u si .sus miembros ~e vc::n mtringido. en Ia rc.tliz.tcion de sm
intcrc~ culturales y l.ll-xprcsion de su.. co~tumbres y v.Uort-s 'Gurr, .!000. Ill!;
cnf:t~is nue.mo). Scgun Kymlicb (2004, p. 2), Ia exdu;~on cultural riene Iugar
cu.tndo Ia culrur.t de un grupo. su lengua, religion o cmwmbre.' o l'Stilos de vid.t
tr.tdtLionab inclusive, !>on denigradm o supnnudos por d btado. I)c: esre modo
Ia presencia de Ia discrimmacion y Ia cxclu.,ion cultural indica Ia cxhtcncia de un.ts
sevcras desigualdadc.s en cl c>t:m.t~ cuit ural. pero 1.t ausenci,t de dicha discri mi nacion
} cxdusion no neccariamenre signilica que no hayan diferencias rc-.tle~ o percibtda'
en Ia ''tsibilidad. d reconocimienro y d esratu.s publicus entre disunros grupos y
pdcricas cult males.
E.s impon.mrc adamr como o qu~ las de~igualdades en el estatus culrur.U sc
rebcionan con ot ras form.~ de desigwldad horiromaJ. Es probahle que la.1 primer:~!>~
encuemren a~od.tdas con b exclusion y l,t desiguaiJad en Ia.~ dimensionel economic:~>
y poliricas (veut!>t" los capitulos 8 ,. 1.!). W,, misma.<> DH pollrica.<> ysocioeconomiu.1
usu,tlmenre surgm all donde hay difnenciJ.'> culturab en rorno a las cuab se
forman los grupos. f...sro en .~i mismo nn implk.t ncccsariamcme una de.,igualdad en
el c~ratu' cui rural. Sin embargo, Ia presencia de una forma de dcsiguald.td .1 mmuc.lo
IJevJ .t orras. Ast. l.ts dotgu.tld,tdes pol lucas mu1.has vece~ son respon..,tblc:o por l.t'
c.le~tgu.tldade~ en cl estarm cultural, y esras uhinu1 pueden a su vcz ser una fuemc de
deoigu.tldades pollcicas o sodoeconomica.<>. Un buen ejemplo a<jui es d lenguaje. Lt
adopd6n de una lengua ofictal no 'oln incrementa d esratll~ cui rural de los grupo1
.!l.ociados con c\l;l, stno que pued~ wnhien renet beneficio~ materiales dirccms en
H'rminos de. por ejcmplo. cl acceso .tl empleo en Ia csfera oficial.
en un remplo. l.t ~upuesta patada d,td.t al Codn )' <tl Ramayana durantt procesiones
rdigiosas ... ' lodos ellos st>n una serial para el motln (llorowirz. 200 I, p. 289). Sin
embargo. ad esramos mh intere~dos en el ~r.uus relanvo otorgado a Ia~ disnma'
rdigiones por el Estado. ;1\i como sus actos, loo wales put-denser pc:rdhidos por los
miembros de lu~ di.!.timos wupos rdigioso' como un indicio del estatu~ cultural de
su grupo denrro de dicha socicdad
En Ia~ soticd.1des mulrirreligiosas, los dbtinros nivclcs de rt'l.onocimicnto o
resrricciones formalcs a Ia observancia de las pr;lcticas rcligiosas son a menudo una
fucnre imporrame de de,tgualdad en cl estatus cultural. l...t rclaci6n del F.stado con
1.1 religion van.1 emre un.t ausenctJ roral de rclatt6n oficta.l (secularismo complcto)
y una coral inrcgracion (rcocrada). Esra.1 ulrim:1s invierten legitimidad politica en
un marco religioso especifico, incorporando asi una jerarquia vigoros.1 y form.1l de
reconocimicmo rdigiow. Las desigualdades en cl esratu> cultural en Ia dimemion
religiosa pucdcn a.\umir formas extrcmas incluso alii donde los estados no Mill
teocriticos. lo que incluye Ia prohibicion total de religiones paniculares. como
los Judios y mu~ulman~ cn Ia F~paria cristiana del sigto XV, ode los protest.unc:s
hugonotes en Ia Franda del XVI. M:is recienremente, Egipto prohibio Ia
reconstruccion de las iglesi~ cristi;~nas coptas en Ia db:ad.t de 1990.
En =~ menos oaremos, lo~ Esrado~ pnvilegian una religion por encima de
orr~ adopt.indola como l.t 'religion nacional', lo que conlleva distimos grados de
privilegio. En Malasia. por cjcmplo. ellslam est.\ designado como Ia rdigion olicial.
pcro Ia commuci6n garanti7.a Ia libcrtad de culto a quienes no son musulmanes.
Ello no ob~tante, Ia conversion de musulmancs por parte de quicncs no lo ~n
~ti prohibida )' si bien no es tecnicameme ilcgal. el reconocimiento oficial de 1.1
apostasta ~ enla pr:ictiu virrua.lmcme impostble para los ex musulmanes.lndonc,ia
~ un imere~ante cj~mplo de un Esrado expliciramente no ~ecular. que ~in embargo
rcconocio oficialmeme a wdas l.!l. grandes religiones dd pais bajo Ia ideologia
62
63
EL ESTATUS CULTURAL.
Pri\ilegiar una o una' cuamas lenguas por mcim.t de las dema\ a menudo indica d
dominio de aquello.s <]UC ticncn dichos idiomas como su lcngua maren1.1. o aJ mcnos
.lsi es percib1do por los hablanr~ d, las lcngu.ts minontarias. Atlc-m,i;., y como lo
;cnala d llum.m Ocvelopmcnr Rcporr 2004 de 1.t UI\'DP, .. [r]econoccr una lcngua
'ignific..t .ugo m.is qu<: ran !>Oio ~u uw. Ello 'imboli7J. el rc:peto pur las pcr~ona' que
Ia hablan, por ~~~ culwr;l y su inclmion plena en l.t socicdaJ.. (UNDP. 2004, p. 9).
Fn caw exm:mm,lm gobiernos pucden pcnali7~1r activamentc el uso de una lcngua
minoritaria, ww politica asotiada p;micularmcntc con lo~ gobiernos colonial~~ c:n e1
Africa. pcro rambien 'l'guida por algunos de \uHucc,ores poscoloniales. Un ejemplo
de ello es Niger, doncle d uso de Ia lengua targui dd pueblo tuareg ftte prohibido en
lugare<> publko,. Fuera del Afnca,las rc<>tncciones lingiiisticas cominuan vigenre> en
algunos paiscs como Siria, que limit,, d uso del kurdo. Una situaci6n mas comun
C\ Ia dctem1inali6n de una lengua 'n.tcional' u 'ofictal'. Designar a un unico idioma
como Ia lcngua nacion.u puedc scr considcrado una forma de prom over una idemidad
'nacion.11' cohes1onad;1 }'global, pero tambicn podria gener.tr el rc:\entimlento de los
h.tblantes de lcnguas minoritarias que: raJ vc1 se siem;ln simbolic.Jmentc c:xcluidos.
adcm:i~ de posiblemente enconrra~e t;lmbien materi.Umentc desavenrajados.
Los conflictos que giran en rorno a Ia ltngua han sido notables c:n Ia India.
donde un elt.'vado ni,eJ de di,ersidad lingiii,rica cre6 problema\ de estarus dc,de
Ia indepcndenda. En efecro, en el pcriodo posterior J I<J56. los estados que
wnformabanla ft..Jeracl('in indl.l se volvicron a rrazaniguiendo lmc:a> ex.plimamcnre
indigenas. en un inrento de pali.tr este problema. La mayor parte del rescmimicnro
giraha en torno .tla imposicion del hindi como Ia princip.~ lcngua nacional, lo que
fu~ considcr~do una forma de: 'impcri.uismo hindi'. Surginon cnronccs prO[esras
violcnr.b en diver.;o~ IugaR'S, sohrc !Odo \1adr,i!,, donde Ia violcncia rue vista t:OillU 1111
producro de Ia incapacidad de Ia auto rid ad gohcrname para esrablec<r comunicaci6n
con los pueblos que renian un inremo >entimiemo en torno a Ia cucsri6n dtla lcngua
(Da~ Gupta, 1970. p. 240). La declaradon de una formula de trcs lengu.e. --que
garanrizaba d manrenimicmo del esr.Hus del ingiC:; como lcngua franca nacional
jumo con el hindi- disminuy6 bastanre Ia tension, pero Ia. cuc~tiones en rorno a
las lenguas y su reconocimiemo cominuaron gencrando remtones que en ocasion~
sc han vuelro violcmas en parres de Ia India. Por ejcmplo, en :!005 lo.> activistas del
64
3.3.
3.2. Reconocimiento de Ia lengua y dercchos lingiilsticos
,........
llc."gualdJdc.~t"n
pu~'tlen no solo incremc::nt.u cl .Kceso de esra.s minori.l, al sisrema legal, ~ino ramhtcn
~u scnsacon gloh.1l de ser valorad.t> cultural mente. l:.n Guau:mal:t, por cjcmplo, d
rcligit;n y La ob~~r\'ancia
rdi~iosa
Lcngua y reconocimicnto
de Ia lengua
PrcM~"tQOC:S
g-osas
comunicaci6u vcrn~cuJos
F,sudiam:a de Ia ~
pan medios de
'
R:onodmicm o de proinkas
etnoculturalc>
IU.~
Vuumenra y p~mad6n
R.c:conocimitntO de histOrl.u multi<Wturaks en b. currlcub. Cl(<)lu
~ocimieatt>c!dE.tado a ~mod,.
y ftnividado ~Ul,(O$
R<conocimicnto de lidcr.u&Oi uadJ.
cionaks (por < <l!'.plo, jeks cit utbu)
l..t tabla 3.1 resume elementos importantc.:s de cada uno de los tres JS(l<.'Ctos
principales de Ia desigualdad end esrams ,ultural. Para alcanzar un cuadro complero
de las dcsigualdades en el cstatu~ cultural de un pais es nc:-<:t'Sario enrender d uatO
difercncial, I a.~ polldca~ y Ia.~ pr:icticas en esto> clemc:-mos y ~pecros. La lista cs
indicativa amc~ que exhausdva, yes importantc enfiui1.ar que I~ pricci~ estarale~
y soc1alcs rclacionadas con csto d~unto.~ elememos pueden tomar Ia forma de
politicas formales, pol ideas y pr:kricas informak., o gestos simb61icos. Es daro que
no rodos los elemento> ~r:in relevanres en todo~ lo> conro.tos. Adem as, es importantc
seiialar que en algunos casos, Ia prohibici6n de cosrumbres c:ulturalcs p:miculares,
Ia implcmentdci6n de reMricciones a algunas de las pr:kricas culturales grupales. o
incluso eltrato espec1.ll dado a c1ertos grupos culturales en Ia c:.\fera legal, pueden
ser comidcrado~ indicatives de que d &tado promueve Ia igualdad en cl estatus
cultural, ames que Ia desigualdad de esrarus y Ia exclusion. Son e1emplos de ello Ia
prohibici6n de que lao marchas de Orange pascn por cierros dtstriros cat61icos en
Wanda dd None, las restricciones impuoras al uso del ingl6 en Quebec, o Ia dispens.1
del mode ca~cos para morociclisras dada a los sijcs tn divcrM>s paises occidemalc:s.
Ademis de enttnder Ia.~ desigualdades en d csr:nus cultural, tal como las practica
el E~tado, los m~ios umbien dcsempeiian un papel viral en Ia rcpresenraci6n -y
en cicrta medida en Ia configuraci6n- de las desigualdadcs en d esraws cultural,
con lo cual :.on tambien un :irea importante de investigaci6n y polirica. 'Jooo esto
mdiGtla necesidad de que tsta> cucstiones scan analizadas} estudiadas en contexto~
espt.-cificos a paises.
67
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4. ANSI FOAO
Hay dos f(nmas en las cualcs las desigu:tldadcs en el e"t.ttus cullllr.tl conslituyen
una fuenre imponame de movilizaciones grupalt'S y de conllictos p01enci.Umeme
v10lcmo". !:n primer Iugar, e>t~s dcsigualdades a menudo "on en si mtsmas una c.tu>.t
imporramc de: los agravios grupak'S. Sid E.srado lc .trribuyc: un estarus inferior a CICrtas
idcntidadc:o. culturab, ~ci m.L\ probable que los rnicmbros de esros gmpos culwrale-.
sc sientan alienados del Est,tdn y que se movilicen siguiendo linea.s culturalcs, p.ua
J\i mcjorJr dicho csratus de 'u g.rupo. Por ejernplo, en Costa de Marfil, dondc
1.1 exclusion poliuca y Ia privacion socioccon6mtca rdanva de los grupos emicos
nonerios hacron ambos f.'lcwres csencialcs que comribuyeron aJ >urgunienw de un
violemo conllicto,la.s percepdoncs dd no reconodmiemo y dd estatU> ~undano de
Ia rdigi6nmusulman.t. sobrc todo cn las rc~giones nonefias (entre ell:l.'> laconsrru<.:don
de Ia basil ita carolka amedicha), tambicn d~cmpeftaron un papel imponamc en
fomenrar los agra,im de los grupos scptcntrion.tlt:l> y e1 c.~tallido sub~iguiente de Ia
r~bcli6n (Langer, 200'l).
En segunJo lug.tr, las desigualdadc" en el est.uus cultural pueden dc.sempcnar
un papd tmporrame en .tfect.tr Ia promincncia polirica de orras dimcnsioncs de Ia
d~sigualdad horiwmal, ran to polirica como sociocwnomica. Si hien cs cicno que las
~cveras desigu.udade~ hori.wmales socio~~onomica\ pueden pcr~istir du rnnre decadas
sm despcn.tr respuota.s violcm.L\ (capitulo -l), lo~ c.tmbios en 1~ de5igualdades en cl
eMarus cultural, aJ igual que lo; cambio.; en Ia.~ DH politicas, pueden scr imporwnres
p.tr.t Ia poliw.aci6n de las de5igualdades )' pueden ser un f.mor en Ia movilizacion de
un grupo .1 (,, violencia. Alii donde las desigualdades socioecon6mic3.'> se combman
con politic.." c.statales que p.trcccn privilegiar un conjw1t0 de norma.> v pr.icticas
cuhurales por encima de otro, ~ hace ma.' probable Ia movilizaci6n grupal a lo largo
de lineas culwrales. La presencia ~imulranca de uno15 ,cveras dcsigualdade> en e1 e>t.1nas
r:ultural all.tJn de desigualdadc.\ horiwnl<tb politicas y socioccon6micas, constitu\'C
un.t sirua<ion parricularmente cxplosiva, porque en tal conrexto las eli res poltucas
exduidas no solamemc tienen fucnes incenrivos p.tr.tmoviliz.ar a sus partidarios hacia
wnllictm \'iolcmos ~iguiendo lfneas cuhurales, sino que e' adem.b probable que
gancn respaldo cnrrc: ,tgnapat.iones culmrab con rdariva fadlidad (Langer, 2007).
Las dc"igualdades en el estallls cultural son particularmcntc poderosas para l.t
moviliz.aci6n grupal debtdo a su vinculo inhcremc con Ia idcmidad gmpal. Como
John Sidel anotara en~~~ estudio de Ia violcncia religiosa en Indonesia. Ia identidad
es <inherenrtmeme incompleta. inestablc c interactiva[... J en el midco de wda
idcntidad siempre ~ enmemra un senrido C'Onstitutivo de comma, de mndemndtin
(Sidd, 2006, p. 13; cnf.1sis nuestro). Ttb ansiedJdcs son import:mtcs para Ia
61:!
(A 1~\ukb,i.,, \"0
Sr"f\\U
69
llr_..n.tAIUAilUUUMIIOI'o'TAit~\ t.O'Ir1Jl1t1
5.
CoNCLUSIONES
70
CAPiTULO
1. lNTRODUCC ION
l)o-it:HJIJ.td~ h.lrilonub: n
;tf1 .10do Ia
f'IC"''f!n~u )' d
,.
II
HORJ/UNr.o\LJ-_\ \ t ONfLICh l
74
l.ll)t'r\l.)tl!'lh.l.l )'
P;tra el Grupo I, el ingrcso mcdio de <...1da uno de ;u~ rniemhros c1d dado por
Ia ecuad6n 4.2:
1',
=/ ,(h,.p,. s) (4.2)
y condos gru~ I y 2, l.1s DH del ingrcso en e.tc: momemo testan dadas por
Ia eoJaci6n 4.4:
HI, - -; = ..(,'(h'"'
r11 so.
.- - '- ,pll . .s,j )
1',
/'(h/12<--rii
-s,- (4.4)
..
!
:, ,p!; ,s;,-r)
.r:
75
Ia 'cantidad' del c1pit.U social de un grupo, <.ldinido como d numero cit> conracms
que d grupo tienc como un todo, de ),r ..alidad de dicho <.-:~pnal. definido como d
imp.tcw que Ia rcd (l.t t.mridad de comac10s) ticne sobrc lo~ logros economicos.
Una di~tinci6n comitn c~ entre el<..tpical social 'relacional' y cl 'cnlazador', ddinido a
vece-. como comacros enrre Ia familia o el grupo, y demro de Ia F.tmilia o d grupo. En
general, l,ts rede~ sociale~ dentro de los grupos superan en c.tntidad a la.s rcdes enrrc
grupo,. Ln d caso de los grupos pobres. los wnracros cnl.uadores o incragrupales
probablcmemc sedn de menor c.tlidad que los rdacionales n inrergrupales. En d
caso de lo'> grupos rico~ lo contrario puede ~r cicrro. Vano> ~tudios demmrraron
empin,amente Ia imporr.mcia que los cfecto; del 'vecindario', e1 'grupo etnico' y Ia
'conexi on ~ocial' tic:ncn sobre Ia, oponun idad(;~ y d ingte\o (Borjas, 1995; Cooper
y orro,, 1994; Datcher, 1982; Corcoran y orros, 1989, wuos para EE.LJU.; Adam
y otros, 2006, para Sudafrio; y l'unnda, 2006. para Finlandia).
De e~re modo, me no~ cap11al de cad a t ipo y rerornos menores >obre dicho
capiral, pueden explicar Ia presencia de Ia mequidad entre las persona~ o grupos
en un memento d.tdo. Pero esro no ex plica que sucede a lo largo dd riempo. En el
o;egundo periodo r+ I. 1;15 DH 'er.in:
Ill
,I
)r11111 SSH1tll)
(,I"'(!""""
'u~/ ~ ... , ~ -
= .
(4.5)
!'or lo umto,los cam bios en l.t, DH (HI, /H) dcpcndcn de lascamhiances tasas
rcl.Jtiva\ de acumul.ttion de ctd.rupo de capit;tl. as[ como lm cambiann:> re10rnos de
cada uno deellos. E.o. asi posiblt que los grupos '>C nivelen con el riempo, porejemplo
acumulando md5 que los grupo' m~i<. privilegmdos, o quese nivden tecnologicantemc,
rcduckndo por cndc los diferenciales de los rctornos. F~~ m<6, para algunos de los
elcmemo\ de las DH que no son el ingreso _,a.J ud y educ:rci6n sobrc rodo-- hay
lim itt... \Uperiores a lo, logro> (por cjemplo. el I(){)" 0 de .Uf.1bc:rizaci6n es un maximo).
de modo tal que cs probable que P<trte l'\(.1 nivelacion \C deba a esr.t 'finirud' 1.
Pero har otras ratoncs por las cuab nose da Ia nivelacion y Ia desiguald.td persiste.
Hemo> idenrificado cmco fuctores en esre senrido.
En primer Iugar, hay IUerl.<b acumularivas, de modo tal que Ia privaci6n o
riqucl:t' en un memento dado halcn que se,tm;h dificil o mas f.1cil acumular actives
en d fuwro. Si una persona riene un ingreso 111~ alto debtdo a activos rna\ alros,
entonccs es mas fJcil ahorrar (lo que incluw educar a lm hijos), de modo raJ que
podemos a~umir que Ia rasa de al1orro y acumul.tci6n proh.tblemente ser.i m~ alr.1
encrc Ia\ personas y grupos ma~ ricos. Adema~. en cl caso dd capital humano hay un
ne
'''""Vo.Jt' ~ I .anger
impacto im~rgcncracion.tl direcw sobrc el c:omportamiento, de modo cal que u11 gran
varicinador de Ia educ.Kton de un nitio (y de su nmndon y salud) o Ia educ.rcion dc
~u madre (Behrman, 1990; King & Hill, 1993). 1-n t<.'Oria, lo~ mercados de capital
'perfectos' dcberian pcnnitir a las personas wmar prtHado par:1 superar Ia desvcntaja
de no rencr \ill propios ahorros, pero lo~ bancos en Ia pracric.t rcquicren garanrias, de
modo ral que tomar prc~rado tambicn 1:5 mas F.icil para los rico~ que para lo~ pobres.
Loury (I ?81) mucstra cr>mo el ingrcso familiar detcrmina Ia movilidad en au<;encia de
un merc.1Jo de capiml pcrfccro para prestamos educalivos, lo qtu: lleva a lo~ drculos
viciosos de 1.1 pobre1"1. B~ncrjce y :'-lC\vman (1993) desarrollaron un modclo rrorico
que muestra como las tmperftccionc:. del mcrcado de capttJI rcducen las opctone!o
de empleo de los pobrc~ en capital financiero, lOn lo cuallimitan los ingresos en
periodm sub~i~,'<Jienrcs. Extcnsas evidcncias empiricas mucstran que las perw11as y
grupos m.b pohres acumulan meno~. tanto con r<.~pecto al capital hununo como
a1 financiero. Sin emb.1rgo.los limtrcs superioro de Ia educaCion signinan que una
ve7. que lm grupos m:is rico~ se aproximan a cste nivel, su acumulacion eduauiva
ser:i limitada; y que podcmos esperar una rasa de acumulacion relativamcntc mas
r.ipida enm las perwna~ y grupos m.h pobrcs.
En segundo lug:u hay n1teraCliOnt:!> cmre los rcrornos .1 lo, distinros tipos de
capit~l. scgun los otrns ripos de capital que una persona o grupo tiene. De estc modo
e1 capital humano f."tlita tener mayores ingresm. lo que pcrmite a las persona.'
acumular m.h; el C<tpital financiero es mas producri,o si las peN>nas riencn capiral
humano con d cualusarlo; este Ctltimo puede scrcmpleado de modo mas product~vo
si se tienc c:apiral financicro; y cs probable que ambos tipos de capital se empleen
mejor con huenas rcdes (e. toes, m.h capital social). Adem.il, el capital soci.U de u n
grupo mejora a medida que Ia genre en su interior va siendo mas educada y nca, de
modo que los miembros del grupo ticnen cont~tcros mejor cduc::~dos y mis ricos.
Lo que esto signilica cs que los rctornos de un dpo de capital depcnden no
solamenrc de Ia acumulKton de dic.ho ripo sino adem~ de Ia de orros tipo~ tambien,
de modo tal que, por cjemplo, P (los rewrnos del capitallinanciero) depende del
nivel de capital humano y social (h y s). Es por c~ta razon que no asumi mo~ un.1
funcion de produccion CES, y que posrulamm distimas funooncs de produccion
!:< pwb.hiC'll<OI( pnrou r.uon lfll<' lotcrat>.jos<rnporic.l\ sabre b ,l.,ittu..ftkdemr< P"'''' mues~rtn
mucho m.b (.Un\'ergc:nd.l entre lm indi~,..a,lores hum.tno' liUC cnrrc lex onOmko~
76
77
r0t<_\lt.tJAJ
y Stam, (I 998) y Mof!,ues y Caner (2005), en ranto que Durlauf (2002) muestra
c6mo es que los efecros 'veci nales' puedcn susrenmr b pobreza mediante los efccros
de los grupos parirarios, cl aprcndizaje social y las complementariedades socia lcs.
Un esrudio empirico de los vecindarios en EE.UU. hallo que los efecros vecindario
inAuyen sobre Ia movilidad inrergeneracional, en tanro los f:1crores ernicos tienen un
papel adicional incluso cnrre personas que crecicron en el mismo vecindario (Borjas,
1995). Borjas rambien mosrr6 empiricamentc que las habiJidades y los resultados
en el mercado !aboral de Ia <lCtual gencracion dependcn no solo de las habilidades
y Ia experiencia en clicho mercado de sus padres, sino tambien de las habilidades
y Ia experiencia en d mercado !aboral promedio del grupo etnico en Ia generacion
de los padr~s (Borjas, 1992, p. 148). Se ha mostrddo, cambien en EE.UU., que
los efecros vecinales inAuyen sohre d desarrollo de nil'\os y adolescemes -lo que
incluye al Cl y a Ia desercion escolar-, con consecuencias de largo plaw para los
resultados sociocconomicos (Brooks-Gunny otros, 1993). Hay tan1hien evidencias
empiricas para Sudafrica, de que las asimctrias del capital social bloquearon las via~
de movilidad social incluso en Ia era post-apartheid (Adaro y orros, 2006). A partir
de dams de panel para 1993-1998, Adaro y otros (2006, p. 244) concluyeron que ,cJ
capital social va siendo construido de modo mas re:.tringido y cada vez mas ineficaz
como medio de acceso al capital para Ia geme pobre, en un pals que enfrema un
legado de desigualdad horizomal y exclusion sociak
Una cuarra razon para Ia persistencia de Ia desigualdad grupal es que en virrud
a sus caranerisricas grupales (culturales), los miembros de un grupo a menudo
esran sujero~ a Ia abierta (o implrcita) discriminacion o favoritismo en lo que
roca al acceso a distimos tipos de capital y empleo, por pane de quiencs no son
miembros del grupo. Esro queda ilustrado en Ia figura 4.1, que muesrra c6mo
los rewrnos aJ capital financiero varian segt'm e1 nivel de otros tipos de capital, y
que cl grupo 1 tiene retornos mas altos para dicho capital, en cualquier nivel de
capi tal humano y social.
Dehieran1os scrialar que Ia discrirninaci6n hisr6rica conrribuyc a los pobres
rerornos. induso dondc acrualmenre parece no haber ninguna discriminaci6n.
Por ejemplo, las doraciones desiguales de hoy podrian ser en parte un reflejo de
una discriminaci6n pasada. Los efcctos persisten incluso cuando no hay ninguna
discriminacion acrual, esro es induso si, por cjemplo, hay iguales oporrunidades de
empleo para los mi.,mos logros educativos, puesro que Ia diseriminacion pasada pod ria
haber Uevado a Ia desigualdad en las dotaciones educarivas (vease, porejemplo, Brown
yotros, 2005). Es mas, Loury (2002) sosriencque los estereotipos negarivos acerca de
cierros grupos pueden aurocumplirse, lo que viene a scr una d iscriminacion de facro,
impllcita, contra los grupos esrereotipados. Asi, por cjemplo, e1 esrercoripo ncgarivo
de que los negros no rrabajan duro, pod ria tener como resultado una siruacion en Ia
cual hay mas posihilidades de que los em plead ores con informacion imperfecta los
78
despidan. Los negros, en consecuencia, podrian decidir que no vale Ia pen a trabajar
duran1eme porque es probable que se les dcspida de todos modos, sin que importc
su erica !aboral individual. Si Ia genre negra se adecua a un esrereotipo negativo, su
uato relativ;unenre pobre podria parecer estar jusrificado y no scr identificado como
algo debido a Ia discriminaci6n, y sin embargo esra t'urima subyace a Ia situaci6n
mediante esrercotipos negativos.
Figura 4.1. Variaciones en el retorno de capital financiero
segtm Ia discriminaci6n de grupos
v
c;
c:
"'c:
<.C
so..
(J
""
0
Por ultimo, en Ia mayoria de los casos las desigualdades grupales induyen )a,
desigualdades politicas en Ia misma direcci6n que las socioeconomica.s. Esro quierc
decir que quienes esran nccesirados en las dimensiones socioecon6micas rambicn
carecen de podcr politicn. Oichas incquidades polfdcas por lo general apumalan
las desigualdades socioecon6micas, puesto que a menudo llcvan al sesgo en Ia
distribuci6n de los recur;us gubernamenralcs, lo que incluye el acceso a los servicio~
sociales y econ6micos, asf como el empleo y los conrratos gubernamcnrales. Es m:h.
las desigualdades poliricas pueden prcvcnir una acci6n correctiva con respecro
aJ grupo relativamenrc inerme. En general, donde las desigualdades policica:.
y socioecon6micas van en Ia misma di rec.cion, esperarfamos que se reforzaran
mumameme. Pero hay casos ocasionales en los cuales un gobierno de mayo ria
(privilegiada) roma medidas para ayudar a un grupo necesitado, aunquc esro
por lo general no basta para eliminar Ia desigualdad (por ejemplo, las accionc'
afirmativas en EE.UU. o Brasil). Como luego veremos, esrc fue el caso de lrlandJ
del None, donde las poliricas gubernamenrales fueron reducicndo las desigualdade5
pluriseculares desde mediados de Ia decada de 1970. Hay situacione.s, en cambio,
en hs cuales el podcr politico y las privaciones socioecon6micas van en direccionc~
opuesras, como en Ia historia recienre de Malasia o Sudafrica. En estos casos,
-9
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D.\U,liAIIlAnu unR.t~.ONTAl r' v co"' uc,.u
s,,. ,js, (o Ia acurnulacion reba iva de capital social): esro podri;l con verger con
Ia mayor movilidad que se da con el desarrollo a medic.la que los conractos sc
incrememan, aunquc con cl tiempo los grupos mas ricos podrian cambicn
rncjorar sus comactm (por ejemplo, inrernacionalmcntc).
H.,.,lH, (o los cambia~ en lo) reromos relarivo~ del capital humano); a.qui
nos enconrramos en territorio algo incierto. Los resultados dependcran de
qu~ suceda con otro> upos de capital y con Ia discrimmacion.
f'.,.,/Pt (o los camh1os en los rerornos rel ativo~ del capital financiero): e~
probable que las difcrcncias enuc los grupos ricos y pobres persiMan por
las ra.zones arriba stiialadas. pcro resulra diflcil clccir si con el riempo c~rJ.\
difcrencias crecer:in o disminuirin. ElstJpuesto ncodasico normal de retorno\
dc:creciemes de Ia acumulacaon de capiral, pod ria ve~c cornpensado con I,J\
indivisibilidades y lo~ cam bios tccnologicos. Aqu1 Ia polirica gubernamemal
nucvamenre e' porcntialmcme relevante, puesro que ella puede brindar
:c.istenci:l recnologica fO<:ali7..ada a los grupos neccsitados, o a Ia invcrsa pued~:
ayudar aun rn:is a k grupos privilegiados.
,IS (el carnbio end retorno relativo del capiral social): esa es una cuestion
l ),:"'~u .. ld uli"' lumttuHJk':\: txpli~.... ndn Ll 1"-'' 'h'"''""' y d t...ttltbo I ~c"w,Ht 1'\; I Au1,;..:r
Un rasgo gcne1al que pod ria reducir (o in~rcmcntar) las desigtoald.adcs grupalcs
cs un debiliramicmo (o emlurecimienm) de las fromeras grupales. Mil personas
tal \'CZ cambicn de grupo J mcdida que esta\ frontera> se debilitan -debido por
ejcmplo J Ia cdu<.:.lti6n, los matrimonio> intergrupales y asf sucesivamtme-. to
cual render;i a rcdudr las desi~u.1ldades. A Ia inversa. si los gobiernos o Ia propia
gemc increrntman Ia rigidez de las from era~ grupalcs (porejemplo. tiJ>ih<.:.lndo a las
personas, impidicndo !.as mczchs, mnvili?.ando>csiguiendo lineas de idcmidad), l'Ste
elememo de convcrgcncia grupal dcsaparcccd.. Hasta Ia dasinc.1ci6n de personas en
grupos distinto' por razones de accion afirm;uiva (como por ejernplo en F.F.. UU. y
Ia India) o con mir~ .tl<~ asignacion de cuor~ (como en l'igeria y Ia India) podria
contribuir a mcrcrncmar Ia prominencia de Ia) dtfeaencias grupale>, lo cual a su
VC1. inhibe d mccani\mo reductor de Ia <k~igualdad del cambia de ttrupos. Se ha
sosrenido. por cjcmplo. que las politiC.'l~ malay:~> de acci6n afirmariva 'afianaron'l.ts
policicas y Ia.~ ditercm:ias grupalc:., aunque sin muchas evidencias que lo rcspaldcn
(veasc por ejemplo Mand,tl, 2004)l.
La migracion
n.acional e iml'rnacionJ.I es otra forma con Ia cual podria
lograrse Ia comergenda. Fila en principao pucdc ofrecer oponunidadc) J pcrson,\S
y grupo~ par.1 que mejoren su siruacion. reduciendo porencialrncnte asi Ia"
desigualdac.les. Pcro en Ia practica, los limite> ramo formales como inforrnales'
a menudo conmiru:n t.\tJ posibilidad. L1 migracion inrerna es paniwlarrnenre
relevante en lo> p.tiM:s en desarrollo con scvcras difercncias dim:itica> y ecologica...
Sin embargo, aunque ella puede tal vet mcjor,tr Ia simacion socioccon6mica de los
crnigranres con respctto a su region de origen, rcduciendo p01cncialmemc las OJ I
espaciales, podri.lt<~mbicn esrablccer un nuevo conjunto de relacionc:. y mecanismo'
desigualc:. en Ia.~ area> receptoras, al rnismo ticmpo que deja a las areas emboras \in
su poblacion m.i.s dinimica. En Gh<1na }' Cmta de Marfil, por ejemplo, un gran
mirm:ro de habn,tntl'> de Ia~ regiones septentrionale. mis pobres y no ran bien dotadas
emigre a Ia' rcgaoncs rneridionales, .l fin de trabajaralla en Ia~ planracioncs de cacao
y cafe. Sin crnh~rgo. l.1:. restriccione> impuesta) a Ia propiedad de Ia tierra. junco
con Ia escasez de rc~ursos. significaron que Fucron empleados fundamcntalmenu:
como rrabajaclorc> agricola.. en los campm de ot= personas, conscrvando y en
cierra rnedid.1 alianundo asi aun mas Ia~ de~agu.tldades entre Ia poblauon 'suren:l
y 'norrena'. Orr.l aton por Ia cualla rnigr.td6n no necesariameme llev.& a una gran
reduccion en las DH, e\la rdacionada con que Ia.~ ciudades o regioncs t las cual~ Ia'
personas migran a mcnudo no puedcn incorpurar roda Ia oferta l.1horJJ adicional,
lo que rienc como rc::.u ltado alras ras;t~ de desemplco )' pobre7.'1 cmre lm migramcs.
.. Lt racialil'Jdc.)n de mu.1.niv;.b ~tJtaJcs umlO !a Nu"va (olilica EconOrni~ tNI.,E) in\liludonJ.!ivl
b rau y b hi10 p>rtt de un ,;,,em politico dicu (Mandai. ~Oo.i. p. 58).
l...a.i limi(.J(-iunc:'\ infomu~ dt la rotigr.xi6n in fur nul 1ndurcn los uquisiw)-lingUisti(Q6.}' firunci('fO'-.
80
81
.,..-ll.:-si~ualcbJ~.~ h.;lllmm.tll \: r'I'IK.mdo l..1 llt.'fii,I01t.la v d utnhto I \ttw.nl & t .Jn .....,
I'
82
Tornados en cOn Junto. e-ros facto res !levan a Ia posibtlidad de cm:ulos V~rruo>OS
r ,iciosos, donde aquello> grupos que: pMten de una posicion privi]cgiad.l pue<.Jen
acumul.u mas, rencr rctornos m.l> .tlto> para los aaivos y mamener a.i sm privilegios,
en ramo que quienes comicn~m en un.t posicion desfavorecida cacn en un drculo
vicioso o rrampa de Ia pobrcta (vc<l>e tambien Galer & Zcira, 1993). ~to en
t;encr-al es lo mismo que Ia acumulaci6n y desacumulaci6n analiz.1d.1s por Brown y
orros (2005), al explicar I,, pcr>isrentc desigualdad racial en EI~.UU. ~by aqui un
paralclo con el dcsempeiiu pai,, en cl cual el mal desempciio economicn perjudic.1
a1 desarrollo y Ia acumulacion human a, y el deficieme desarrollo humane pcrjudica
EL CAMBIO DE LAS
DH
l:-','>t3
St."Ct:i6n fuC' tomad~t de: Fi~ucro.a (.!006), que prtscnta uo .m~lisis mucho m.ti rico \' completo.
83
.,.-I )nu.tiAIIJ<\Pf~
I)<.'>Jc cstc choque, una\ gr.mdcs desigualdade~ en cl tngrcso yen mucho~ 01ros
mJic;1dOR-s socioeconomi..os h.tn persistido, no oh\lante Ia expansion y uc:na
nivd.tcion en el acceso .1 Ia edtl('aci6n. En ),, soticdad hetcrogenea del Peru
-<.onformada por pueblos indigenas, meHilo~ v hlancos-, l.1 persi~teme
dcsigualdad vertical es en gran medida una conM.'cuencia de una per<.htente
dcsigua((lad horizontal.
I as evidencia.s rnue.~tr.H1 una persistence de~igualdau en el acct'so a Ia edu<.:aci6n.
Tamo los aflos medio~ de esrudio como el ni vd cuuca rivo mucsrran fuerres
dc\iguaJdadc~. sicndo los bl.uKo~ Jos mas favorccido\, scgutdos por los me!.tiiO~ y
luego porIa poblacion indigcna (tabla 4.1).
.lhJ,
y d L.Ut,b.o /
Stl'WJil
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70
36
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Secundario1
Um\'c.'r\iur iJ
Nivd cducauvo
Fucn(e: Flguo(~ . !t_IO(,
85
ro
dccircunsmncias y politicas (vease, enrrc orros, Rimmer, 1992; Songsore, 2003; Roe
Tabla 4.2. Tasas de mortalidad de infanres y ninos para 1931 y 1993 en Ghana
& Schneider. 1992; Dickson, 1975). Podemos idcnriflc.1r rres facrorcs imporrantcs
86
I 59
171
2ll3
1,00
1,2$
1.36
148
311
0,87
A.shanrl
145
240
0,85
1.05
214
248
1,26
1,69
J>romcdio naciunal
171
22?
1,()()
1,00
Ghana. 1993
Niitos
lnfantes
Niilos
R<-gi6n occidemal
76
60
Region c;,mnl
72
61
1,09
J.o7
58
44
0,88
0,77
Regi6n Yoha
79
42
1,20
0,74
0,85
0,70
Regi6n orienul
56
40
RegiOn .Ashatu i
65
34
0,98
0,60
0,84
49
43
0,74
Rcgi6n Norte
114
139
1.73
2,44
85
113
1,29
1,98
105
84
\,59
1,47
Promc:dio nacional
66
57
1,00
l,OO
Fuc:mc~ Lu cifta.s deb Costa del Oro provicncn dd ccnso de 1931. Las ta.u.~ de monalu.hul de 1?993 han sido
exuaida) dd lnforrne de Dcs:urollo Hum.mn de Ghana de 19?7.
1) L'l ta:.a de mon.alidad in(~mll de J <)~J dificrt' ligeramcnu; de la ddlniciim convene: ion~ put-s esci bas.td:t 1:11 d
rttlmC'm de niii< (allt'ciclos .Ultl"S de: lleg~r J la puhc:rtad }' no ;~nt<:S. Jc los cint.O ail OS d(' cd:L(I.
A pesat de las me<lidas espednca; romadas para corregir las dcsigualdades entre
norte y sur en alios recientes, 1:1 division enrre esr~s dos regioncs J~ Ghana sigu~
siendo scvcta yen algunos sentidos ha empeorado, como vcmos en Ia tabla 4.3.
87
~~-- tl
de pobr<7a
(%)'
1992
1999
1998
1997
1997
Oa:.cfn,..J
60
27
54
28
Cc:mr-.1..1
~8
43
55
36
72
70
1993
Au.n
26
60
76
78
Voln
s:
38
o\6
58
~!
70
()r-icn~
~8
44
46
66
33
78
Alhatl1
41
28
31
64
43
~2
""""""""
65
36
JO
53
J2
72
Nunc
6.1
69
13
18
40
Oldt:nlt Alto
88
!W
12
20
45
Onc:nKAb)
67
88
20
20
.l6
N.tcion.af
52
40
34
51
37
67
l_~JO.OCXl pnr ..lluh
!)
rc ~.no.
ffilitl"'..a en
n.:n
I.J mi!41acibn desdc l.1~ regiones scptemrionales a l.1s mcridion.1les mcjor<J l:t
silllacion SO<.iocconomka de .tlgunos emigr.lnu.-,, pern no llevo a una reduccion
~ignilicau\'a en la.s de\igualdadcs emre none ~ \ur, deb1do ~n p.mc a que en l.u.
rt'giones surdl:t\ Ia mayori.1 de los cmigrame~ norreno~ formaban parre de Ia seccion
m.h pobre de Ia poblalion.
3.3. Desigualdades en tre blancos y negros en Estados Unidos
Lts desigualdadc, raciale, de los E,t,ulm Unido~ dencn su origen en trcciencos .uios
de diKrimlll,I(IOn cconom1ca. tl\i~.l.legal, ~ulwr;tl y polftka con base racial. siendo
Ia c,clavitud d choquc fundacional que diu inicio a las pcrsisremc<, desigualttt<lcs.
Aunque ha habido de no progreso en Ia rcducci6n de las desigualdadcs economica.s
raciales. abundan las endencias que muesuan unas brechas persistentememe gran des
en e1 ingrcso y Ia riqucu emre bl.m cos y negros. En 2001, por ejcmplo, el ingreso
real medio de las &mili." negras era de apena' alrededor dcl62% del de los blant:o!>,
'>Oio 10% m.i!. alto de lo que era en 1947. cuando el ralio era de 52% (Brown y
otros, 2005, p. 13). En termino; .lhsolutos. Ia brecha del ingreso real entre negro' y
blancos sc duplic6 de US$1 0 3H6 a US$20 -169 en el pcriodo 1917-2001.
.!J l.m c.iJ.:u.M J< 's ;,~morts 'oC' h.u.m C'n dato, c.lc W rncut(C.h Jcnwgr.ific.a' y de: ...alud d(' I'l~q \' 1998
3) ~. U DJtUS nfr.litfl\.\ de I" cncun.tJ de indic~tun:-s J<' bi<:nt'\I;U clc Ghln;, lr 1997,
. l
Rario n~.;gro~/bJancos 1
Aai''O'
Patrimonio finrut~ieros
ncto
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QUJnril
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Segundo qu1n"l
superior
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Quiotil mfcriur
Pauimonio
m:to
Ac1ivu)
financieros
i\cti\'OS
Patnmunio financtc:ros'
nelo~
nc:to
n~tus . ~
133 GO?
40 465
43806
7448
0,33
0,18
6~99b
13.\62
29 851
2699
0.45
0.20
50 350
6800
14902
800
0.30
0.12
39~(1H
3599
61179
l49
0.17
0.07
110()6
?400
2400
100
0.14
0,01
Las dcsigualdades r,Kiales c:>nla riqucza yen los .1crivo~ linancicros son ,u'111 rna\
pronunciad.IS que 1.1\ d~.,igualdadt~ en los ingresos famihare<>. Segt'm Shapiro y Kcn(V
Drane (2005). en I')')9 el ratio de Ia brecha de Ia riqueu en tre negros y blanws era
de 0,1. rmiendo Ia ripia unidad domeslica blanca una mediana del valor glohal
89
ncto de casi U!>S 81 4 'iO )' lm ncgros una mcdi.ln.l de apena~ USS 8000. !.1 r.uio
de Ia brecha de .u.uvos linancicrm entre blancos y negros era anduw menor: 0,09.
Si bien en 1999 Ia mediana dt.'lo~ .tcrivos linancieros nctos de l.ts familia~ blanca;
cr.a de US$ 33 '500, las familias negra~ poscian apenas USS 3000 en promedio. bta
;cvcrJ disparidad en l.t riquc-La cxhlia incluso emrc negros y blancos en Ia caregoria
del 20Qo de ingr<.~os superiores (\'t.l.'>e Ia tabla 4.4). Aunque Ia F111r Housing An (Ley
de Vi,iendaJusta) de 1968 prohihe l,1 discrimin.1don en Ia vivienda,los ncgros dcnen
m,is probabilidadcs de vi vir en barrios segregado\ que los a.~i:iticm .uncricano~ n los
Iatinos (Massey & Demon. 1993).
Otro F..cmr importante que .tflxta el ingrc;o racial y bs <k~1gualdadc, en Ia
riqueza son las oponunidades educativas (v.:"aSe por cjcmplo Keister, 2000).
Tahla 4.5. Matrlcula en educaci6n ~uperior y flnalizaci6n de estudios segt!n raza
para personas de 25 ai\os 0 mas (1960-1995)
.-
1%0
7.2
17,4
o.t
1970
tG.3
22.4
0,46
1980
2t,9
33,1
M6
1~!15
37.5
49.0
0.76
.
-
~--"\.
-.. ---------
1%0
3.1
8,t
0,38
1970
4,4
11,3
0.39
1980
8.4
17.1
0,4?
t995
13.2
24.0
0.55
90
l..angct
RuJneyTodd,l996.p. 153
~-H"'I-'LI(TO
Miller ( 1983) hallo para Ia decada de 19'"'0 qu~ Ia dewemaJa inou.tl de los ctrt)loco~
cmJX'Oro aun 111.11> a lo largo de 1.1~ gencradone~. La tasa de dc,empleo en esre grupo
pcrmanecic\ consiMenremcntc m:h .ol ta qut' Ia de los proresramc, dura nre Ia mnyor
pane del siglo XX.
Los car61icm c~ruvieron combrenremenrc ~ubrcpresemado~ en los nivck~ m.ts
alto~ de Ia admmimacion ptiblic.o. En 1927. cl6% de las amoridades era carolico
kn tanto que ~u p<trricipacion en 1.1 poblacion era de alrededor de 30%}; m 195')
l:o proporcion scguia ~iendo de 6%; en 1943 fuc de 5,8%; yen 1971 d II% de los
funcionarios publico, de mayor ran go eran carolicos, cuando cmonces comprendian
d 31 D-o de Ia poblaC16n (Whpc:, I983). I os cauilicos, asimismo, se halbban nldl
rcpresentadosen las fuerzas policiak"' (Ia Royal UlsrcrConsrabulary-RUC), en Ia o;.ual
d~ba n cuenca solo del 17% de 1,~ mismas en I9JG, 12% en 19G I y I Io/o en I969.
En educacion,los colegios protc:,ranre_~ de habla inglesa fueron esrablccido, en el
'iglo )(VI, prohobiendo~ los catolicos y vernaculos. Esros tiltimos fucron pcntlludos
a parrir de 1812. Sm embargo. hasta mediado~ de Ia decada de 1970, los dalO~
muc~rran Ia dc:wcn1aja cu6lica en Ia admisi6n a los grammar srhools y a los logros
en los 0 y A lrl'rl. Otros indicadores de dcsigualdad fueron Ia m.oyor proporcion
de carolicos en d subsidio ororgado a las pci'\Onas de m:is bajos mgresos (inromr
support) -37%, en comparacion con 20% entre los proresramcs a mcdiados de Ia
dccada de 1980- y las pcorcs condiciones de vivic:nda. En 1971, por ejemplo, el
29Jo/o de los catolicm renia una dcnsidad de vivienda de mas de una persona por
habitaci6n. en comparaci6n con d 9,8% de los prorcsrames.
T.1mbien habia fut'rrcs desogualdades polotica\. l.;no de los pnmeros camboos
efcnuados despuc~ de Ia parricitin fuc Ia abolici6n del sistema de represent.ocion
proporcional, a lo que siguio d rc trazado de los linderos. Buckland ( 1979, p. 2.H)
mu~\rra que el Lmico inrcres del Minisrerio del lnteriorera Como implemenrar las
pmturas de los umonistas [protcst.rntes de a pie (cu.tdo en Whne, 1983). Dad.t Ia
mayoria numerica de: los prorestantcs, d sistenu de voro m.tyorit.uio y d r~tra1.odo
de Ins lmderos a'~guraban que esa comunidad conservaria d podcr.
L1s desvemaj.ts de los c;uolicos nu..:vamcnre ilusrran muchm de los fKtorcs
iJemilicados en d examen te6rico previo. Fn primer lug.u. hubo un chO(jue
fund.lcJOnal, reprC\~ntado porIa roma briranica del poder y Ia inmigraci6n de genre:
d~ C.. ran Breraii.1tJUe romti las mcjores tierras y domino d emplco oficiaL En ~--gundo
Iugar. e;ro fuc scguodo por grand..:, dcsvenrajas cducativas. En rcrcer Iugar hubn una
di>crimmacion sostcnida end empleo, con un impac10 acumulati\o a rraves de""
rctk~ inlormak-..: La.$ rcdes inftlrmalcs, que aun son ran podcro<;," en Irland.t del
\,one, y a tmves de: las cuales se cncuentra tanto trJbajo, opcr.1n para conscrv.1r y
rdorzar los parronc~ de cmpleo ya esrablecidm. (Murray & Darby, I 980, p. 5).
"-'to rnuesrra Ia irnportancia que ticnc d capital social asimetrico. Debido a C\tJ
do~riminacion y a orras desvemaja.,, lo~ carolicm alcallllban menon'> retornos a Ia
92
c:ducaci6n. un incremento end ongreso esrimado de USS I 59 por Clda ano extra de
cducacion, en comparaci6n con USS 254 para los prore;tantes (CoveUo & Ashby.
1980}, y ten ian me nos prohabilidades de encolllrar emplen que los prorc.<.tantes
en cualquier nivcl d.tdo de educ.tdon (Cormack y otro:., 1980). Un esrudoo de las
diferencias en c1 ingroo mcdio de cmpleado~ c.nolico~ y protestanres, en 1989 y
1990, hall6 que c:sto podia explocarse inregramcme en termino' de las disrimas l<l5JS
de recompens.t lijadas a tm con junto dado de c.~racreristicas del merc1do l:tbo ral
(Borooah & otros, 1995. p. 41).
Figura 4.3. Evoluci6n de las desigualdades horizontales en lrlanda del Norte
09
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en Malasia, 1970-1990
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1.1 scgund.L <"\I OJ dcsviad011 m.ind.tr- ~011 )J pobhci6n f"llldcrada- d~ )O$ ongrcso> grup3lcs con
rc!lpcno .1 la rntdi.t nacional . Ambas mt:dic.:iout) fueron indcx.1da\ a 1970.
94
95
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96
97
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()f\lti.l'<\1..0"()5 hO~.U.O.:..'TAJ..U Y CO,..fiJ( -fU
Tabla 4.6. Evoluci6n de l.u diferencias educativas entre blancos, negros y ucs
grupos asiaticos de inmigrames en los EE.UU., 1940-1990
Negro.
0.28
0,35
0,46
0,58
0,7~
0,81
Japoneocs
l,lG
1,54
1.24
1,26
1, 19
1,12
1,11
Chinos
0,46
0.79
1,02
1,06
1,04
0,9~
\,10
Fwpinos
0,71
0,60
o,n
1,00
1,08
1,06
1,05
0,89
Pcno.,.. de 25 a6os o IIUs que oomplctarOn ol . , _ ~rro &60$ d< eduaa&r, "'pcrior
,
,
(propord6a ~ altoi ~ ntio}
~---~~..,...,
~,_;
Nq:ros
0,2~
0,33
0,33
0,39
0,49
0,53
0,52
japo,....
1,01
0,98
1,16
l,.fl
1,)>4
1.60
1,79
OUoos
0,61
1,41
1,96
2,27
2,14
1,89
2,3!
Filipinos
0,55
0.53
0,95
1,99
2.16
1,83
1.24
Por cjemplo, mientr:t\ los cstadounidcnses coreanos (US$ -10 000) y vietnam itas
(USS 24 000) ganaban en promcdo considerablemente mcnos que los blancos
(USS 46 000), los emdoun~tlenses chinos (USS S6 000) y japoneses (US$ S3 000)
ganaban sustanciaJmente rna~ que CSIOS WUmOS.
El ejemplo de lo~ mmigrantes asi:iticos en los EE.UU. mucwa que las DH no
necesariameme per~istcn. Lo~ facrores que parecen explicar Ia capacidad de los grupos
de inmigrantes asi:\dcos de nivclarse, al igual que los inmigrames curopcos lo habian
hecho ya antes (Alba y orros, 200 I), son: (i) sus nivdes educativo~ in ida! mente alms;
(ii) sus valores de grupo, asociadas ral va a estos niveles cducativos, que llcvaron a
aspiraciones m.is altas y a una fuene presion grupal en pos de logros en Ia educacion
y d uabajo ---el capiral wcial y oms presiones grupales er.m asi ~tmetricamencc
vemajo.sas para esto~ grupo>, antes que una desventaja-; )' (iii) el hccho de que la.o.
poliricas migratorias .selecrivas asegur.tron que los puesms rdativameme bien pagado~
escarian a disposicion de Ia mayoria de los inmigrant<:>.
Cuadra 4.7. Salarios promcdio e ingresos de trabajadores de sexo masculino, 2000
Bbncoo
23
46000
Ncgros
18
30000
22
~000
Ounoo
28
~000
.}aponac$
26
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fillprnos
19
nooo
Coruno.
21
~000
Indios
22
Vittnamita.s
15
"uooo
Ocrus
17
30000
Todos
98
4.
99
CO!'ooFIWlH
algunu~ intcnro; de corrq~ir las DH en los lJSos de los ghaneses del none y de lm
negro\ de EE.UU .. pero ruvieron un impac.rn marginal, pmbablemenre porque no
fucron lo ~ulicicnrememe glob.Jfes: en oda caso :;e concenrraron fundamcntalmencc
en Ia educaci6n, de modo ral que rc,ultaban insulicienres para compensa r cllegado
de Ia discriminacit'ln previa, asi cumo las dcwentajas impuesras por las deliciencias
en orro., tipos de capiral.
FJ papel de Ia politica es crucial para Ia explicacion del fracaso en e1 combate
dt> fa. DH socioecon6mic:b. Se rcquiere e,fucn.os concerr~dos que impliquen que
d si;rema respalde plenamenrc Ia~ politicas. Es probable <Jue este sc:a el caso alii
donde IJ.s desigualdac..le<; horizontal~ poliricas f.worccen aJ grupo necesitJdo, lo cual
sucedc en una democr,tciacn Ia cual e.te gn1po conforma b mayo ria de Ia poblacion,
como en Malasia. Pcro cuando cl 'istema polirico esra dominado por c1 grupo m~
privilegiado, como en Chana y lo. E:.rados Unido;, es meno; probable que sc apliquen
pofiticas rt:distribum;~; fuerres y globales. lrlanda del Norre en las decada.s de 1980
y 1990 fue un ca'o especial, en ef cual el Rdno Unido y Ia Union Europca fueron
los que determinaron Ia polirica, no asf Ia mayoritaria -y privifegiada- poblacion
prote5tantc. Pero rcsulta diflcil combarir las grandes desigualdades horironrale~
incluso cuando el grupo neccsirado conforma Ia mayoria, en d conrcxto de una
vigoro;a oposici6n por pane de Jo~ grupos privilegiados. A medida que algu nos
miembros del grupo necesirado alcanzan po~iciones de elite (por lo general los
posibles lideres dd grupo), cllos !Jmhien podrian comenrar..e con vivir junro con
las DH.I.a fifosofia de rnercado prcvalecienre ram bien es un obsraculo, puc; si bien
favorecc una menordiscriminaci6n, dcsi;JVorecc Ia aplicacit'ln de acciones afirmarivas
para cornpensar los efccros de Ia di.scriminacion pasada. De ahi que hayan casos
como Nigeria y Suda(rica en los que Ia polltica c~ta dominada por el (los) grupo(s)
mas pohre(s), pero hay en cambio acdoncs limitatlas e incfic.1ces con que corregir
las dcsigualdades horiwnrales socioc:con6micas.
102
SECUNDA PARI'E
CAi>lTULO
l. lNTROOUCCU)N
2.
r
llf.\H~H't IHOCS UO..I./.(_l... lAU~\
l '0,.11\ IU
MalJ.. .On JC" lo~J. ~aguld..kle1 horizontalo I Mandni /'ucv..an 6.. Uruwn
Una rercer.t difcrenct.l entre Ia desigualdad grupal e individual Q que cada grupo
esci conformado por una camidad de personas, de modo tal que Ia dimibucion
inrragrupal podria ser de intcres, aJ igual que Ia imergrupal. b posible incluir
una medida de Ia desigualdad imragrupal en Ia medicion del dc:.-..:mpeno de cada
grupo. Sin embargo, cMo pod ria en realidad combinar do> cucstiones distimas: las
disparidades inter e inrragrupales. Por lo tanto, en las seccionC) 3 y -i inicialmeme
examinamos como onedtr las OH )in considerar las cuesrionc> disrriburivas. En Ia
secci6n S pasamos a Ia> c.:u~riones dc Ia disrribuci6n incragrupal.
Por ultimo, dad.t Ia naturalez.a esencialmeme multidimen.>ional de las DH,
surge Ia cuesti6n de si amalgamar -y com~ cada dimension en un unico fndice.
Dicha cuesrion tambicn surge para las mediciones de Ia desigualdad vertical, y se
ha empleado una serie de mecodos para desarrollar indices rnultidimcnsionales
(Bourguignon & Chakranrry, 2003; Deu~ & Silber, 2005). Sin embargo, en =e
capirulo harcmos a un lado esra dificil prrgunra y consideraremos como desarroUar
un indice para cad.t dimension por separado.
3. MDICION DE LAS DESIGUALOADES HOR!Z.ONTALES A NIVELAGREGADO
,...-
I..IS mnlid.t~ LOmuncs de 1.1 dc~tgualdad, disctiac.bs par.1 mc:dtr l.1s DV )' que en
principio podnan U>Jr<c p.1r.1 l.t< DH, son:
.tl El coclicicnte Je vari.tcJon, C\10 cs.la varian1..1 Jividictt por l.t mc:d1il {Ct )V
.tpenJice SA. cuaetc\rt A I). F.sta e~ un.1 mcdida mmun de l,1, d"p.1ridJdcs
r~10n.1b (pm ejcmplo, WillianN>n, I%5. Qu.1h, 1996). Aunque ,j altam.1l.1
indqxmdcn(l.t d<l.; m~diJ,Ie da tguJI pc:'o .1la1 rcdtsrrtbuciones a lo~dbtinto'
ni\'cb de mgre1u. \m cmharl'o no no' p.u-elc que csro se.1 d~ irnportanci.1
p.tr.t una medictcin de 1.~ Dll, dado nuestro objetivo Je lleg,tr .1 med1J.t,
dcsc.ripllVJ\. 1.1 ( nv invnllllfJ 1.1 devadon al cu.tdr.tdo d~ Ia\ dcwi.t~ionC\
de 1.1 ntc:di.t, tl.tndn ast m.is pew a lo~ ~xtremo' de mndn algo .uhurario
(~en. I)9" . p. 2!1). hrn midc Ja, dilcrcnd.l.s wn respc"o J Ia media. nu 1.1
Jc l.tJ,t .1grupadon wn toJo~ )' c1dJ uno de los dcm.i... ~rupos. Cu.mJo 'iC IJ
aJapra p.tr.t med1r b dC.'siguaiJo~J grup.1l (<;cOY), c~t.l med1Ja pucdt: cmr
108
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SA. ''""'"" M) y
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1 'I
. . de .o,\ltnn
(DJiron, 1920; Atkin,on. 1970). La mcdid.l
1.1 l i1t
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a rc.tl c.on el n1vel mral de utlltd;td cl 1ngrcso uer.l
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109
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l>hiC.IIAlO-'IU., lf()ltiU),r.. r"l b
a) Elindicc de polant.1cion E\teb.m/Ray (ER) (ER (I. S): apend icc SA, ecuacion
A9) (Dudos y otro>, 2004; ~teban & Ray, 1994). r.l indice ER es similar J un
Gini grupal' pondcrado con Ia poblacion, perc incluye un indicc (I +a. donde
I $a< 1.6) que e~ m:i~ alto cu;Jmo mayor sea el peso fijado a IJ panicipaci6n
de Ia poblaci6nde un grupo. Un valorcomun pam ac~ 1,5 (Kanbur& Zhang,
1999}. E.~re in dice no pucde scr descompuesco. El objt'tho de a~ incrcrnemar
d peso dado a grupos grandes, de modo tal que e1 indice suba a medida que
Ia pohlacion es distribuida emrc rnenos grupos y de tamailo m:i.~ parccido.
Dos poblaciones podrian en consecucncll rener d mismo valor del indicc, a
pesar que una de elias rienc mcnos varianz.a en el acce.w a los R-cursos o a los
ingresos ent re los grupos que Ia otra, sicmpre y cuando Ia que ticne meno>
variant<t tcnga un numcro me nor de grupos de poblad6n gran des que Ia otra
Esteban y Ray no buscaban que d indice fucra una mcdida de Ia dcsigualdad
grupal como de Ia polarizaci6n social. Dcsde nuesua per\pectiva,la desvencaja
de Ia medida es que en primer Iugar, ella induye do\ de memos que desearnos
cxplorar por separado -Ia polari7<tci6n demogr.ilica de los grupm y el grado
de Ia desigualdad existeme emre cllos-, yen segundo Iugar que hay ciena
arbitraficdad en rorno a Ia elccci6n de a. I a medida de f R asimi~mo viola Ia
condicion de Pigou-D.tlron, pucsto que Ia mayor polaril<lcion demogrifica
puedc ser wmpcns:tda co n una rransfercncia dada de ingre.su;, de un grupo
mas rico a orro mas pobre;
b) El indicc Zhang/Kanhur (ZK: apendice 5A. ccuacion A 10) es Ia ratio de BG/
WG, usando 1l1eil para medir BG y WG (7.hangy Kanbur 2003) Esrecs m:h
alto cuanto mas contribuyan Ia, DH ala de.sigualdad global. E1 problema con
C>ro, dl~de nuestra pc..,pectiva, cs que el tanlJno de l.t medida variar:i segun
Ia variam.t denuo del grupo. Asi, Ia misma variama c1me grupos Jlcvad a
medidas di~cimas dcpendiendo de WG. No~otros qucrcntos sepJr;lr nuestra
medida de I.L~ DH de lo que viene ~uccdiendo demro dd grupo;
1
110
c) El odds ratio sugcrido por Chakrabarty {200 I}. ~:qa medida calcula Ia~
poshilidades de que las personas en un grupo particular caigan Jcmro de una
catego ia espedhl.l (por ejemplo, rico~ o pobrcs), y lucgo exprQJ Ia.~ dife1 cn<...i<IS
grupalcs como Ia ratio de escas posibilidades. i:.sto semeja basicamcnrc c1
merodo de usar ratios de dcscmpeflo simpb. salvo porquc d desempc1io
de cada grupo noes cl promcdio sino Ia posibilidad de ser pobre, calculada
como Ia proporci6n de lo~ pobres con rcspecro a Ia poblacion rocal en c:1da
grupo. De ahi que requiera algo m:h de datos que los ratio> de propordtSn
promcdio. Como est.i disenado para medir las diferencias entre dos grupos.
sera necesario imroducir algun otro mC!odo para generalizarlo a mu,ha'
agrupat.iones (por cjemplo, adoptando un Gini de las posibilidades).
Los trabajos en tc:.ta area han rendido a csrar mcnos inreresados en mcdi r Ia
desigualdad grupal como tal, y m:a.~ en disenar una mcdida de biencscar general
que renga en cuema Ia dcsigualdad grupal, por cjemplo Anand y Sen ( 199 5) en m
ind1ce de De~arrollo Humano ponderado con cl genero (cl indice de Desarrollo del
Gencro, u IDG). Esta e.~ una cvaluacibn de bienescar social, que pondcra los comr.mc~
enrre un mayor logro prorncdio y una mayor dc>iguald.td entre gcnero~. Del mbmo
modo Majumdar y Subramani.m (200 I} ajilltan una medida de pnvad6n o fraca.~
en Ia~ capatidades con un indicc de privacion grupal. ~re indice de capacidades
cs un indice ponderado de vari:c. privacioncs. E.l andice >C ajusta con una formula
para Ia priv.tcion del grupo panicular. Una VC:l mas Ia meta cs ajumr cl bicneMar
agrcj;ado con alguna valuacibn de I a~ disparidades grupalcs, mas que dcscribir !.1
desigualdad de grupo.
3.3. Condusiones ace rca d e los enfoques para medir Ia desigualdad gru pal
L.1 primera consideraci6n es que buscarnos. en Ia medida de lo posible. con~cgui
una mcdici6n tk-scripuva de I~ OH; de ahi que rechaccmos aqudl~ mcdid~ que
mvolucran un fuerre elcmcnto cxplicitamenre evaluarivo, e~to es las medidas Dalton/
Atkin5on. bro tarnbien es un problema con d indice de polarizaci6n F.R. Ello no
ob\tanre, I~ otras medidas inevitablemente tam bien comiencn algun clemcnm de
v.1loraci6n; por cjemplo, al elcvar al Cuadrado las observaciones, el C.COV asign;t
m;is peso a I.L~ que esran mas lejm de Ia media, y cl Gini da relativam~nre mh peso
a Ia parte media de Ia dimibucion
F.n segundo Iugar, cstamos amiosos por comar con una medida de las DH
que ~ea distima de otra~ inAuencias, tales como las I)V y Ia dbrribucion dt b
poblacion. Fstc cs un problema tanto con el indice ER como d ZK. El primero
combina do~ clcmemm: desigualdad y polari1.aci6n de Ia poblacion. o~ ahi que Ia
mbma distancia entre grupos recihir.i un mayor peso cuanto mas demogr;ificam.:me
polariz.ada este Ia pobiJ.cJon. El indice ZK inlorpora al indict canto 1.1 desigualdad
Ill
r
Ottou.t -,qD,,Of..S liORu:.O!I.'TALU'" c n~uwru
BG como lJ WG. Asi,la.~ mismas DH recibirian valon::. dbtimos scgtin el grado de las
WG. Esto noes de~ablc deo;de nuestra perspecriva, puesro que en cl ~r.~bajo em pirico
d=amos dcscrihtr d grado de desigualdad entre grupos, )' cv.1luar que impacto riene
esto sobre lo; divc:rsos resultados. Mientras que el impacto de las DH pucde variar
segun d grado dc heterogeneidad dcntro del grupo o del grado de Ia polarizaci6n
demogr.ifica, nosorros deseamos probar esros dus elementos por ~epa rado, lo cual
noes p osibk ~i se lcs incorpom a un solo lndice. En tercer Iuga r, nccesitamos una
medida que captc Ia desigualdad enrre mas de dos grupos. De ahi que el odds ratio
resulte insuficicnte en si mis n1 o, aunque si podri;~ brindar los insu mos para orra
med ida, corno un Gini grupal. que >uma entre una scrie de grupos.
Esm nos deja trcs de las med idas examinadas arriba, cada una de la..o; cuales
puede ser ponder.tdJ 'i<.'gUn cltamario de Ia poblacion en cada grupo:
I. El coeficierm: de variacion entre los grupos (GCOV);
2. Fl coefidc:nte Gini grupal (GGINI); y
112
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- - - Po~dn.~.do C.<..Q\
- . . - (~ill r Jfwp:d
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hl.t.n;;:o/tk"Jrl)
Explor..amos e11as rel,tcioncs aun m.is usando datos transversalcs de los datm
cen...tles indone~ios en 1990 \ 1995 .t nivd dismr.aF. 1a tabla 5.1 muc~tra l.t
correlacion emre las mediliones de DV y DH, basad;J~ en lo~ afio~ de educacion de
88 dhtriao' religiosamemc divenos de lndonesi.1 1 Los numcro~ en Ia diagonal (en
negrira) mULsrran Ia correlaci6n de cad.t indit,ldo r con su pmpio valor en los do,
anus. Se d.-,prendcn los ~iguiemcs resultados intcresanres:
Lo~ indices de desigualdad vcrrical -Gini, Titcil y el cudiciemc de v.Jriacion
(COY)- esrin ca\1 perfcctamenac corrdacionados en ambos aiio~. lo que
indicJ que para esrc conjunro de datos no imporra que medid.t se ~kuionc;
L:tS mcdicioncs de: la.1 DH asionismo se cncuentmn alramente correlacionadas
emre ~~ en .amhos aitos, con coefictcnres que van.tn entre 0,76 y 0.96, lo <.JUC
sugicrc nuevamemc t)UC Ia dcccion del indicador de desigualdad grupa.l podrfa
no tencr imponancaa;
El conjunrodc J"ros de 199) tc"' 304 )'no 28!dl\lriro., , pucsro qu< I prcmnciodc Timor OicmJI
fuc <><bid.. dd cvniunao de dam de 19?0 dcbi.ln .tl oubrtu'<"'trro.
' lo~ grup~ e.,t.in dtfi111dos por l.t rcl,gitln, que en amb.t\ rnuQuJ~ csf:i.JI ~,.b.~oificadJS 'omo _\igut'~
i~~Jm, c.uOiiq, protc'\t~me/mros cri,tl3IIO~. hindu1,:t.u. budi<tib ~- oUth.
114
MomcuH I
L-ts correbtiones entre l:ts medid:tS de l:tS DV y Ia~ DH ~on mucho m.t\
pequcfia que las correlaciones, ya sea 'on las DV o las DH. En Ia tabla 5.1
hay una corrdacion gencralmcme pomi,a cmre arnbas mcdidas (ademas
deb medida ZK. que ha sido coo1Struida para eliminar el dcmemo de DV
del que dan cut"nt.t las DH). Sin embargo, Ia tabla 5.1 exduye los disrrito~
ernica/rclij:iosamente homogencos. CuJ.ndo si se les induye (no rnosu-ado
aqul). Ia correlacion entre cada medida de DH y DV es ne~riva, y por lo
general esr.tdisricamente no significariva a nivdcs esrandares. Es rclcvamc
incluo r d iMri ros homogcncos si dcsea mos cxplorar cu<into puede una medid.t
de DV hau:r de ''ariable susriwra de las DH en Ia wciedad como u n roJo.
Sin embargo, dado que nuestro fin principal cs contrastar medidas de Dll.
paret..C mas relevaiHe explorar dastritOS muJrigrupales.
Lts rnedidas de las DH esran corrclacionadas posmvamente con l.a
fragmenracaon ctno religiosa (demografica) (ERF: apendiu: SA. ocuacion
Al2). La mcdida del GGINI parece ser signir.~ativamcntc: mas semible a 1.1
fragmcmaci6n que orros andicadores de DH: y
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5. MEDlCION OE LAS
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DL~U.UAI U-\I )Ji_\ IIORIZtl:O.TAII \ v (._IJ\,WUC.... IO
Es facil vcr que para algunos valores de a. Ia cxpre~i6n .~c reduce a un:1
esradi\tica mas familiar como, por cjemplo, Ia mcdi.1 anrmeric~ (a, 1), b
mtdia gcometrica (a=O) y 1.1 media .umonica ((.l=-1 ). Para lo\ "alores de fl< 1,
l.t, medias -a son m;b semibb a val ores del ingreso bajos. y cada "cr mas .1
medid.1 <[UC a-+oo. Por lo canto, la media gcometrica .tsigna md' peso a lo~
ingresos bajos que Ia mcdi.t ammetica, p~ro menus quc:- Ia media .um6nica.
l.:t inversa es cierra p.ua los "alores de 11> 1. A medida que a-:x:, l.ts media.'
a .son cada vez m:is sensiblcs a los ingresos altos. PorIa misma 16gica, cuando
a= 1 (Ia media arhmcrica). d valor medio es m:is semibl<.: a los ingrcso>
mcdianos. Compar.mdo las medias a para difercmes ,alores de CI indica como
cs que las DH dilieren en distinra, partes de las distribuciones del ingrcso de
los dos grupos. y asi. al igual que el primer mcrodo, permitcn cfectuar una
comparad6n de las medias grupales en cuanrik-s dbrinros de Ia diMribuci6n
del ingrcso de cada grupo.
11 cuanriles,
y compara para cada grupo Ia proporcion de per~onas en cada uno de
ellos' . Denominamos a esro el mcrodo de las proporciones de lo, grupos
de poblacion. f.ste enfoque cs di,rinro de lo~ ouos dos en que no nos dice
directamenre l:t ratio dd ingu:so (o 01-1) de los grupos. ~ino mi\ bien Ia
di;rribuci6n de las dos pobladones en dislinros cuanriles de Ia dimibuc~C)n
global del ingrcso, dando asi informacion indirecca sobre las DH.
4 Un cuano cnfoque divide una \'e:J mas Ia disrribucion global del ingreso en 11
cuamiles y luego estima. para l:ada cuantil.la proporcion de Ia poblacion en cl
mismo de b que se ha dado cucn ta para ~ada grupo. U.tmamos esto el meroJo
de represcmae~on de grupos. bto tJmpoco dice nada direcramcnre sobre IJ~
DH. Una fonalc:u de cste cnfoquc es que muesrra cuin b1cn represemados
est:in los difercnrcs grupos en cada segmcnro diqinro de Ia disrribucion
global. Una debilidad es que pucde cambiar wn c1 riempo dcbido a las cifr.l>
cambiames de l.t, do, pohlaciones sm ninglin cambio disrributim. Dada e;.rJ
dc.wcmaja, no revisaremos mis este enfoque.
' E..tc cnfoqcc I.c su~tftdo por Jmcs Boyce .:omuniC><.On pcr'-Onal .
118
119
:!00 I fucron m:h baJ.t' al pie de Ia disrribucion, ~ubieron almcd io y lucgo c:.tycron
en Ia cima.
LLS distribucion~ del ingrcso de ambo., grupo~ se hicieron ma.' dc>igu.tles en
200 I. Podemos ver esw compamndo las figur-J.\ para cada ailo. Micnrras lJliC cJ ingr~o
mediose incremento en 19?6 de forma c:asi Imeal en lo~ valores de a. en 2001 crecio
casi nponencialmcnre, en (.'SpeCial para Ia pobiJcion negra. Esw \C puede momar de
forma m~ inruiti,a tra7ando el uecimicnro porcenrual en ingrco,os medto> entre los
dos aios cemak-s (ligura 5A). Luego de ajusrar Ia in Aacion, las t.L~as de crccimiemo
fi.teron en realldad ne!,.':ltiva~ para los bajo~ ingrcsos, y ahas y pmitivas p.tra los alros
ingrc,os, pam lo> ncgros en p.trricular. Esto implica que Ia desigu.tld.td verrical
intrJgrup.ll di,minuyo signilic:ui"ameme en ambJ$ suhpoblaciones.
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1." I Ill, .11 ntl>lllO ticmpo que pennire cencr cons1dcrJciones di\cnhull\',1\ puc:>W
<(Ill' lllli('Ura informacion sobre tnd.1l.t poblaci6n. miemras que lc: pt:cmirt .t unn
mm1r.u tinno es que dar distintO\ pe;><l\ .1 diferc:ntes part~'S de Ia dl'l ribut iin .lhtr,t
l.1\ I >I I. Fl enfoque de las proportll)llC\ de los grupos de pohlatit1tl punic d.u
intcrt:same info rmacion complemcnt.lri.l. E, m(t>. Ia comparaci<in tit' 1." nlt'tll.l' ct
grupalcs en disti ntos pumos de Ia J ist ri bucio n, asi como sus rendcnu..- .1 In l.u11o
del tiempo, hrindan i nteresancc~ obscrvaciones ace rca de Ia interacdo n tn cn 1,,, I )V
y [)II intragrupalc:s.
6. At GUNAS CO NCLUSIONES
bte c.1pirulo cxplor6 enfoques altcrnati\O~ de Ia m~.Oicion de Ia Je>i~u.ll<i.ltl grup.1l
R~-.:nnn"cmm d severo problema de Ia dcfimdon de Ia. fromcra\ tit lm ~;:rupu'
puc~to que l.ls 1denridade~ son fluid.t\, mulupk' c mduso tal vC? cnd6gcn;l\ l.llo
no oiN.mtc, l.ts difcrenci:l.'> percibid,l\ parcu~n ~cr lo suficientemcuu: import ante> y
d.u .l~ en much,.., sociedades, como par.t perm cur q ue \Ca posible mcdi1el dc,cmp~:no
grupa l, sicmprc y cuando uno ;ea ~cmibl c al.t> posibilidades c im plic.ttionc' de I:L\
alter.Kioue> en las fronrcras de lo;, gru po~.
Rcvh.tmos medidas agrcgadas alterna tivas de l.t desigualdad grupal c hidmo'
wmpar.tliOne;, U1ili1.ando datos indonc>ios de dos fccha. separad.ts, :l.'>i como dato>
lnn~;iwdin.Ues para Sudafrio y EI:..UU. Los datos indonesios muestran que cada
un.t Jc l.tS m~.Oidas dc Ia desigualdad vertical esta ahameme correlacionada con mdas
Ia, dem.k Ia~ mcdidas de Ia dcsigualdad grupal estin asimismo correbcionada>
cnm: si pcro wn menos fuen.t. AI txduir dC.tritos homogeneos hay una corrclacion
po\lliv.J entre l.t desiguald.td horizont.tl y Ia vertical de una variable cducacha (que
cw 'upcr.1 0.54), pcro al i nduirsdc~ eM.t corrclJcion se hace muy baja.lamo IJ\ OV
<.onto las D H mucsrran persistcncia en cluempo. Pero en Ia ed ucacitm dcmro
de lo:. Jimitos-. las DJ-1 camhian mas wn el ticm po que las DV, In wal podri:1
wr politic<~mcntc imponanre, puesto que un;tS D ll duraderas prohablcmcmc \C.In
particularmeme provocativas. No pudimos inv<.'!>tigar o ra cuesti6n usando cl ingrem.
Los dato~ sohrc Sudafriw y EE.UU. mucstran q ue distinta.~ medida.~ dtla~ OH
pucden generar diferentes tendencia.s. Un.t diferencia imponante es que el GCOV Mn
Ia poblaci6n pondcrada se muevc en una direccion disrinta que Ia mcdid.t pondcrada
y el Gim grupal. En el caso de Sud.ifrica, cl GCOV no ponderado mut-scra DH
crecicntes. en tanto que las otra.~ mcdid..1S muestran cicrta caid.t. End caso de EL UU.
c~ a! revcs. con cl GCOV no pondcrado mo~trando pocos cambios y las dcmis
mcdida~ mostrando cicrto incrcmcnro. l.a> med iciones dd GCOV con Ia pobbci6n
ponderada y d G ini grupal por lo general sc mueven en Ia misma dircccion. ~iendo
cl primero el q ue muesrra menos c:unbios.
122
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~rupn en
123
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grupo r dey, Yes el valor roral dey en Ia rnucsrralpoblacion, y a c; un escalar.
Fragmentaci6n demografica
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124
125
CAPiTULO
Luca Ma11cini
l. INTROOUCCION
Las evidencias del ncxo entre desigualdad r c.:onAicto politico continuan si~ndo
conrroversiale... Recienres investigaciones e\.onometricas rransversalo cmrc paises
ruvieron resulrado~ mix to~ y suscribieron cl exrcmo examen de Lichbach ( 1989).
Micntras que algunos cstudios encuemran que Ia inestabilidad sociopolltica se
incrementa con Ia desigualdad del ingrc~o (Al~ina & Perotti, 1996; Auvinen &
Nafzige r, 1999), olro~ no hallaron una rclaci6n significariva con cl cMaJiido de
conAictos civi les (Collier & Hoeffier, 1998; rcaron & Laicin, 2003).
Una razon para esta inconsisrencia de lo resultados radica en lou disrinras
definiciones dd conAtcto violento. Por cjcmplo, algunas solamcntc incluyen
cpi;odios de violcnda en los cuales d Esrado o el gobiemo son una de las facciono
involucradas (Armed C..onAict Dataset, veasc Strand y orros, 2003), en tanto que
orras incluyen incidemes entre facciones no gubcrnan1entales (Minorities ar Risk,
vease Gurr, 1993); algunas dan cuenta de los desplazamiemos imernos asi como de
Ia., muenes al medir Ia sevcridad de Ia violmcta; algunas m:is excluyen los gcnocidios
(Auvinen & Nafziger, 1999).
Una segunda raz.6n cs que Ia desigualdad es mcdida de manera convencional,
emplcando cocficicntc> Gini basados en cl ingrew o Ia riqueza indivtdualcs, o
desigualdad vcrucal dd ingreso. Esre enfoquc h.t sido cuesrionado de do) modos:
en primer Iugar, no logra capra r otras dimensioncs cruciales de Ia destgualdad,
rele rid:l.'> al acceso .1 item> poliricamenre scn~iblt'l. como Ia parricipacion politica, cl
cmpleo,laeducaci6n, Ia tierra y Ia vivicnda; en segu ndo Iugar descuida Ia pcrtenencia
al {;rupo como una dimension vital del biene'rar humano y Ia e~tabil idad social.
Desigualdad hori7.omal (Stewart, 2000; 2002). desigualdad arr.~igada socialmente
(Figueroa, 2003; \ilogues & Carter, 2005), dcsigualdad duradm (Tilly, 1998)
128
fiCCill,l
12<)
a lo~ wnAiuos inrcnsos que las sociedades monorracialcs c011 una sola religion. Sin
emhMgo, i\lesina y ouos (2003) han dispurado ota vision ~obre Ia base de que l.a
religion puede oculran.c con mayor facilidad que Ia kngua o Ia ml.<l, en ramo las
personas, par.1 evitar Ia represi6n, pueden alinearse con Ia religion olicial o impucsta
por cl Esrado.
La rerccra manera de ver Ia diMancia culrural es a tr-J\'es de Ia naturale-a y calidad
de las afiliaciones. Cuando mas de un marcador (religion, cla!>e social, emia o raa)
define a un grupo, Ia idcnridad del grupo es mas fi.acne y <.~mas posible que se de
una politi7;aci6n y que los agravios produu:an una moviliz.acion. En conrraste, 135
idemadades sociales diagonales o que sc encucnrran en ~omperencia incremenran b
percepcion de difcrenciaci6n al interior de Ia categorla. y dbminuycn las diferencias
percibidas, reduciendo de es1a manera Ia imponancia de las distincionc:s de
catcgorf:t!. (nsari & Miller, 200 I; Hew~tone y otros, 2002). Por ejcmplo, Varsh ney
(2002) resalra Ia imponancia dd compromtso civico, dcfinido como filiaciones
diagonale~. para t'Vitar los disrurbios entre hindis y musulm,tnes en Ia India. Dcsdc
una pcrspeuiva cmpirica, sin embargo, el problema del compromiso dvico como
un medio cfecrivo para mitigar Ia violcncia o que con frecuencia constituye por si
mismo un resultado a explicar.
Aunque los enfoques que 01cabarnos de re,isar buscan mtdir las difcrenciasculrurales
emre los grupos, d enfoque de Ia~ 011 mide las difercncias en el acceso a los recurso~
yen los resulmdos. Se so~tiene que las DH. delinidas como diferencias entre grupos
culcuralmcme formados en lo que toea a oporrunidade.\ polfticas, accesosocial, acrivos
economicos, y cmpleo e ingreso, riencn un papel irnporranre en dcterminar cuando
y dondc es que los conAicros violentos tendr.in Iugar (capitulo I). Esro coincide
con Ia idea de Gurr ( 1993, p. 3) de que Ia privacion rdativa es una pret.ondicion
nccesaril para d conAacro civil: Tratc a un grupo de modo dhumo mediante Ia
ncgacion o el privilegio, y sus inregramo tendran mayoa conciencia de sus laws
e antereses comunes. Minimice las diferencaas y Ia ademificacion comunal se had
mcnos significuiV'a como principio unificador (Gurr, I 993, p. 3).
Si bien Ia desiguald.ad no necesariamentc tienc que c:ausar conflicros cuando los
agravios pueden ser polirizados demro de un marco etnico, el resulrado eventual
podria ser un mayor conAicro interctnico (Srisbndaraj.th, 200.~)- Tanro para la
cst.ahilidad social como para d bicnestar individu.\1. Ia desigualdad del acce>o a
insumos tales como losderechos politicos y uviles.la educaci6n,l.11ierra y Ia vivicnda
podria scr al menos tan importame como Ia dcsiguald.1d de resultados como e1
ingreso, d comumo o Ia riquna (Sen, 1980), debido en particular a que los insumos
son visibles (y por ende ampliamcnre percibidos) y contribuycn detisivamcmc
a Ia dC\igualdad en los resultados. Los cconomisras uenden a concemrJrsc
130
131
' Cl i11Jk:t: de pol.uinliOn propuc~tu pm 1.\l~-ban y Ray C\ unJ versiOn p.u.tmCtr-u.:._1 t.ld coeficicntr
"' P.tra calthc,tr..:on'lo minonasen ric..t-."0 !o~ grupo., ddwn h.1.berexpcrin'lcnt.uJudi~criminxi6n poli1kd
o ccon0mic:a ~ h.1l')('-r c:-rnpren&do .l('IOnes politk..l\ ~!.1 protegt:r !i.U\ pnp1US inrerrscs grurJies. lo
que implica que tfd~b agrupacion'"' \un mO\iJi:u.Ju mayormeme con un.t cohesiOn ~ignifiuliva
132
133
fhnon y otros (2004) u~aron daws sobre 69 000 aIdea~ y vecindarios del Ccns11
de Al1k-a> lndonesio de 2002 (P( )()FS). EJios midiemn lou DH de cducacion emn
lru grupos etnicos (sobre Ia b.t\C de lo> aiios de Cl.tudio de los jefes de liunilia).
delinid.t> como Ia racio dellogro educativo promedio de lo~ grupo~ mas y menos
educado,''. L.t informacion o;obre \i h.tbia habido conAicto d ano .t.ntcrior fue recogid.t
de los jefes de f.unilia. El an:ilisi\ logit ~ugiere que las DH ~e encuemran a5ociadas
negauvam~me con Ia incidcnci.1 del conAicto en las are.1~ ruralcs. aunque el efecro
desaparcc::c en las wnas urbana>.
Murshed y Gates (2005) e~limaron Ia relacion extsreme entre el numero roral de
pcro;onas muenas en cpisodios de violencia civil en un d>mro y 1~ DH en acti,os e
angrcso~ en Ia guerra civil de 1'\cpal. Comrolando facto~ geogr:ilicos tales como Ia
depcndcnciJ. de recursos y Ia extcmion del terreno monraitow. encomraron que c1
contlicro era mas imcnso en los distritos mas desavenrajados en rcrmin~ de desarrollo
hum:mo y tenencia de acdvos (tierra). En cambio, las diferencia.5 espaciales en Ia,
rasou de aH:tbctizacion, expccrat iv.t de vida y densidad vial tUvieron roda~ cfcctos
negativo> sobre Ia intcnsidad del conAicto.
4. EL CONTEXTO INDONESIO
C'..on unJ poblacion total dt rn<i'> de dos<..ientos millones y que comprc:nde alrt'dedor
de mil grupos etrucos, lndonc\ia "'uno de los paises mas divcr~os del mundo dcsde el
punro de vist:lttnico. La formaci6n de identidades crnicas Cn CSlC pais se vio inAuida
profunda y ambivalemcmcnte por su p.ISado colonial. La introduccion de sistemas
legales y dasificacioncs censab parcialcs por parte del poder colonial holandes, y
sobrc: todo Ia promocion de Ia divhton ernica de Ia mano de obra, contribuyeron
a 1.1 dcm:ucacion de frontc= ctnil-a.!> en Ia Indonesia anrerior a Ia independencia.
De otto IJdo, al fomenrar las idcmidadcs ernicas y rcligio>a> locales con una to\Cl
cMrategia de divide y venceri~.la~ politica colonialcs asimismo ,em.~.ron las bast'> de
una idtntidad nacional indonesia, fundada ,obrc una experiencia compartida de Ia
coloni7acion (Brown, 2005b).
Dcwc que obtuviera Ia indcpendencia en 1950, Ia cstabtlidad indonesia sc h.t
,;~ro afcctada por una >erie de olcadas de exrcnso conAictos imemos. A final~~
de Ia decada de 1950, Ia rcbclion de algun~ de las i~la~ extenorcs del archipu:lago
de tre<.c mtl islas fue brmalmcntl aplasrada por Sukarno, >u primer presidcnttc.
Po.mriormenre, un golpe fallido ll~:vado a cabo por simpatitantcs comunistas en
196'5 provoc6 un exitoso conrragolpc, acompaiiado por matantas masivas. lo que
en 1967 abrio cl camino para cl ascenso al poder del gcncml de division Suharto
y sus trc' decadas de prcsidcncia, a las cuales se conocc como el Nuevo Orden.
' lo> m<J,..:adorc> dew DH "'l.tkubron p.u> Jo, 'ubdismto> anrS que p.rl.u .Jdcas.
134
l.vic.lcm.i.i~
t"t_IS't lll.IO
5.
METOOOLOGlA
F.tu exuuye los ronRouos en lnn Jy . 1imor Onental \ p.mowlarmeme en Acch, donJr ' 1300
1"''''"'..' <nbre rodo cmlcs. fucron mueru' entre 1991! y 200.\ (Ross. 200}).
136
de violencia colectiva, aunque una de las m.U lctales. Lntre los muchos upos
de violencia no considerados en este capitulo por caer fucra de Ia definicion dd
conOicco emocomunal de llorowirz, figuran las guerras sccc~io nisras en Aceh,
Irian Jaya y Timor Orienral, las masivas batallas con hoces entre las comunidades.
los asesinatos cometidos por patrullas inform ales y Ia quema de supucstos dultun
sal/l~t (medico~ brujos) en Java.
El anal isis cconomerrico usa los distritos indonesios como unidad de anilisis.
Esco se ve dictado en parte por Ia disponibilidad de datos sobre conHictos a n ivel
distrital. Los dtstriros, asimismo, son una huena elt"ccion porque de un !ado, dada
Ia naturaleu de Ia violencia ernocomunal en Indonesia, Ia provincia resulra una
unidad gcogr:ifica demasiado an1plia como para caprar b con~iderable variaci6n
ob~crvada en ella entre dimiros?. Ejemplos iluminadores de clio son los distritos
rromerizos de Kota Waringin Barat (KWB) y Kota Waringin Timur (KWl"), en Ia
provincia de Kaltmanran Central, yen los dtsrritos de Poso y Donggala, en Qlebes
central. Miemras que KWB y Poso vieron algunos de los motincs emocomunales m:b
leralcs de rodo el pais, KWr y Donggala permanecieron rclativa o compleramentc
tmnquilos. De Otro lado. cualquicr unidad mas pcquena que cl distrito no captaria la
difusion del conAicto, puesro que los motincs imerernicos emre 1997 y 200 1 IUeron
lhoqucs que mvolucraron a grandes masas de las mismas ermas, que se propagaron
mucho m:h all:l de los lindcros de las aldeas o incluso de los subdistriros. Este es
uno de lo> problemas del estudio ya cirado de Barron y otros (2004), que estaba
ha.sado en aldeas. Adem3s.luegn del programa dc;ccmrali7.1dor posterior a Suhano,
muchas IUnclones del gobicrno central han sido devuelras a los gobiernrn. distriralcs.
Por lo tanto, Ia competencia por el poder entre los grupos cmtcos y rcligioso; a nivel
distrital cs una cuesti6n cada ve-t mas importame en Ia politica indonesia.
La variable dcpendieme es definida como una variable ficticia binaria que rom a
un valor de I s1 Ia violencia .!rnica Ictal se produjo en el penodo 1997-2003 en d
dtsrrito 1, y ccro en caso comrano. El efecto que 1.1.'> DH riencn sobre las probabilidades
de conAicros etnico~ letales se calculan u~ando regrcsiones logir. Los modelo.; logi r
de Ia incidencia y e1 esrallido de conAicros han sido ampliamentc usados en Ia
bibliografia cmpirica,lo que haec que los resuludos pucdan compararse con mayor
racilidad con los hallazgos ameriores.
Los indtcadores de DH fueron calculados como coeficicntes de variaci6n
ponderados (GCOV), siguiendo las conclu\iones del capftulo 5; veasc Ia f6rmula
en el apendice SA. Se considcraron seis indic.:adores distimos: cinco medidas de
DH socioecon6micas, enrre elias las rasas de mortandad infamil (GCOVCHM),
ailos promedto de esrudio (GCOVEDU), Ia proporci6n de rrabajadorcs agrfcolas
sin tierra y Jgricultores pobres (GCOV LANDP), el ingreso !aboral promc.:dio
l:llo no ob,un<e, el modelo conuvb tl hccho Jc qu< bs observacoon<\ 1xxlri>.n no n=<;>rimlcnte
''" independ>tnrcs dtmro de lu pnwincias. S. akubron los crrom nr.ind.ut:s comgidoo,.
137
d numero de posibles rcbddes que pueden scr reclutados por los insurgentes
(Fe.tron & Laitin, 2003).
El nivel global de violcncia observada end J.i~uiro entre 1990 y 1996 (S_
PRF.97). Sc l'Sper;t que c:sra variable capte tanto Ia proclividad a Ia violcncia
ylo Ia po,ible dcpendencia del camino en el comportamiemo violc:nro, en el
periodo inmediatarnente anterior a Ia explo~ion de los motincs inrerernicos.
El fndice de Desarrollo Humano de 1996 (1DH96) como va.riablt: ~unituta
del nivcl global de desarrollo econcimico11
- La tasa de dcsempleo dimital entre los v-aroncs j6venes ( 14-30 afios) (MYUN);
10
138
11
139
RHPOL= 1- I~
,(
05
. / ' ) 11,
0
6. Los DATOS
El conjumo de datos fut:consuuido promcdiando Ia informacion de nivel individual
de Ia Encucsta de Poblacion lnrcrcensal Indonesia de 1995 (SUPAS)'\ hasta el
nivel disrriral (ft,zbupmm rurales y kora urbanos). L1 poblaci6n del cen~ es una
mue~tra nacional aleatoria y represcntauva. que da cucnra del 0.5% (casl un m1ll6n
de personas) de l.t poblacion roral de: Indonesia en 1995. Despues del proccso de
sacar los promcdio~. se combinaron lm datos agrcgados del ccnso con Ia inform:1ci6n
de nivel dimit.al sabre Ia violencia c:tnocomunal, compilada porIa United Natiom
'iuppon Facility for Indonesian RL-covery (Vi'!SFIR) (Vmhney y otros. 2001).
1'
fsoJ dificu!tad de I >imuliancidad r<r CJcmplo. un problema end e>Oudio de Bmon y colegos
(2004).
'' Survei Pcndud1Jk Antoa.r Scnsu.<i.
140
141
7. LA
Evad~lXU' de ~~ d.i.nriuloJ
:I
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AI momento de Ia ent.u<:\r,J, Ia-.. provincias de Ban ten y Moluc.u Sc:ptc:nuional a\tn formaban parte
Je Java Occidental y de M<>lucas, respccoivame10te.
cotidianamrntr.
: L<ngua qui qukre dror iengua mao ern a <..u.uodo no"' conul con dicha onfnrm.cion."' emplt<l
m.l.s bom U. que"" habiJI cotidianamcnoc en d hogu.
OlO.)
142
' Como p"' indoto. Ia ,.;olen<' <cpuatina en Acch, Irian Jap y Timor Oncntal fueron c:xluodm de
..ikulos.
143
.\1uchos de lo~ que no liguran son rnuy pequeiios a c:~a nacional, pero su ~amaiio
roulta significativo a nivd thmiral por otar alramenre concemmdos geogr:ific.lJTlcntc
(mas del 5% de Ia pobla~l<)n distriral). Los javaneses son el grupo ctnico domin.1me
y dan cuema del 12% de(;, muestra, incluso de~pucs de que Java hahia sido excluida
de ella. En terminos de Ia aliliacion rcligiosa, el i~lam es de ICJOS Ia rdigi6n m:is
dominance, a Ia cual se adhtcrc mas del 73% de Ia poblaci6n de Ia muesrra.
Tabla 6.1. Compo~ici6n de Ia muestra de lcnguas y grupos religiosos
Jvanb
37 SJS
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35129S
La tabla 6.2 mucstra que los dimiros donde hay diversidad rdigiosa ricndcn a
rener un ntrmero mas aim de incid~rHes de conAicto y una untidad promcdio mas
aha de mucn~ que los di;rritos ernicamc:me divef\Os. l.Jn examcn de los indicadores
de DH mucsrra que 1.1 dc~igualdatl de grupos en d ingreso y en Ia eclueat.i6n es
menor que Ia desigualdad grupal en otras dimcnsionc~.
144
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(0,11)
"')l.l: LoH"Ifc}(("\ Mtand;.u W' muntr.tn cntc p..tcnlu.~J.; ind.K.a \ltufia.I"Cia 1 I~ . . .I '5~. ~ . o~.
T abla 6.5. Difcrencias promedio en desigualdades horizon tales entre grupos
religosos, scgW. estalus violenro M I no violento (NV)
Solo distritos rdigiosamcnte diversos
NV
T...,.l.,.
EDU
l.ANDP
53
0,074
0.294
lS
0.086
MYUN
INC
O,lSI
O.lo-1
0,285
0.201
0.~
0.2SS
0.101
0,3Sl
0.255
.0,012
-0,018
(0,06)
0.002
(0,061
0,003
(0,02)
O.o67
(Q.OI)
(0,06)
.0,054
(0,03)
O.OS?
0.1~0
0.2311
0,111
0.230
0,171
0,067
0,159
0.206
0.091
o.zu
0,17]
.o.oos
0.032
(0,06)
0,026
(O.o31
0,01 7
(0.01)
0,01 1
:0.09)
(O.OS)
(0.06)
0.100
OJ99
0.164
0.1.10
O.HO
O,.U"i
0,111
0,424
0.369
o,m
0,567
0.319
0.011
0.1!4
lO.ISJ
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1(0.14\
0.2)7'
(0,12)
.o.09
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12
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146
CHM .
0,169
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lWinunun
88
Oistntot.
sw....,;
En I& 1abla.~ 6.4 y 6. ), los distritm ctnica }' relig1osameme divcr.;os se cncucntran
estratificado:. :.cgun su CMarus violemo/no violcnto. Las cifra.s reponan valo res
promedio de las DH para cada cstrato, asl como Ia difercncia en DH medias (con
crrores estandares) entre los dos esrrato~. Las estadi~ticas fueron cakuJadas para toda
Ia muema, ru.i como para lo; subconjunros de lo:. distritos situad os en las i~las de
Kalimanran y Celebes. r~ras dos isla; son de particular inreres, puesto que prcsentan
~iruaciones de distri tos al tamemc violcmos que lind an con otros relativamenre
pacificos, a menudo dcmro de Ia m1sma provi nd~ Los resulrado.~ sugieren que:, c:n
promed io.las DH son por lo gener.U mas bajas en los dimiws padficos (difcrcncia
ncgativa) , parricuJarmcme con rcspccto a Ia educacion, Ia propicdad de Ia tierra,
c:l empko en el sc:cmr publico y Ia monandad infmtil. Nada \orprendcmcmeme,
~~taS variahles de las DH -.e encuemran aha y positivamenre correlacionadas, wmo
ven10s en 1.1 tabla 2 dd .1pendice. Rcsulta inreresa mc: que Ia .~ociaci6n de la.s DH
Jel ingrc.,o con el esratu\ violcnto/pacifico del di>trito, es en pro media mucho mas
dcbil que en las restanlo dimeru.ione.~. Esto podria debc:rse en pane dehido a las
conocid.1s d1ficuJtadc:~ de IJ medicion del ingreso en los paises en d=rroUo (D~aton,
1995). A l .tl u~ d e esras cvidcncias preli minares, cl anil isis econometrica prc;cmado
en Ia siguicme seccion ~e concemrara en aquclla:. d imensioncs de: Ia~ [)H cuya.s
.~WCiauono con el conRicto, segun C'>tc anal isis,~~~ estadistiC31llcme mas robu.~tas.
l lANDP
147
"" J
O.<Jo!O
t ()!},,
T
(h,lt~IJAIJ)AOr< 11(\JULOSTA!.f.) \ l"tl""'f U( n
8. REsuLuoos
La mbla 6.6 mucstra los coeficienrcs cstimados (con errorcs est:indarc~} del modclo
logit, aplicado por scparado a los distriros cmica y rcligiosamenrc divc~os. Surgen
algunas regularidades entre las distimou submuestras y especilicaciones del modelo.
Es rna~ probable que sc produzcan conAicros crnocornunales letales a) cuanro ma~
alto haya sido d ntamero global de incidcnres violcmos registrados en el distriro
entre 1990 y 1996; b) cuanro mas bajo haya sido cl fndice de Desarrollo Humann
del dbtmo; c) cuamo rn:b alta sea l,t proporcion de Ia poblacion del disrriro
conform.tda por inmigrantes que se mudaron a cl desde 1990; y d) cuamo rn:h
amplia ~ca Ia brecha entre los grupos en l;a., tasas de mortandad in l:1nlil. Para ilusrrar
l.ts elites etnica\ para rnO\ilizar a su~ compaficros de grupo Clnico. La tahla 6.6
a~im ismo sugicrc que Ia polarit.aci6n rdigio~ en distritos ernicamenre dive~o~ tiene
un signific:nivo cfecto positivo ~obre las posibilidades de que sc de un conflicro
ctnocornunalletal, en ranto que Ia fragmemacion emolingiil~tica (ELF) rambien
riene un efecm positivo pero es estadisricarnenre m:is debil, y solo significativa al
nivcl del I 0%, cuanro se limita Ia c~timaci6n a lo~ distri tos religio~ameme divcrsos 11
Es intercsanrc not:u que Ia dcpendencia de rc:cursos naruralcs (NATRF.S), las
tasas de desempleo entre los varones jovencs (MYUN), Ia dc~igualdad vertical dd
ingrcso (1:-.JCGIN I) y las rasa\ de crecimiento dimitales no tienen ningrin impacto
significativo sobre Ia variable depcndienre 21
T abla 6.6. Resultados de las estimacioncs
.I
Di\tritos C:tnicamcnte
divcrsos
Oi'lltrito~ reJigiosamcntc
divcr>Os
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2.63K
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(8.63)
(13,55)
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0,390
2,348
0.393
(4.66)
(5.03)
(4,94)
(5,40)
2,694
0.282
3.880
5,183
<2Jn
(2,96)
(2,31)
(2,81)
4.009 ...
3,653
1.857
3,t59
(0,79)
(1.35)
(1.94)
(2,2.5)
u T."lmluCn sc cakularon lo) mod.dos en ttrnuno~ de inter.atuc)n rnue los indi(~Jdorcs de Ill y Ia
pobri,...,on rdigi<N. J. dc>Jj:u.ld.>d end '"ll''"" v d I ndi..e d< O.,.,.rrollo Hum.U><>.pcro los resulradn,
no !-ucrun otadistio..mcnrr !roi~ntfic.ui\"(K a mvcki ronvencion.t!a. rvOn por la cu;:aJ no fucmn rqM>~
La polari:z..u.. i6n ctnollngt.ilsti<..~ nunc.1 fue ~[.tdlqit.:amtmt significulv.a, m<Mivo por tl uul fue
cxdu1da de l.l\ elpih<.."l<,.ioncs fin.1b.
" EJ impacro de 1.1 dcpcndencia de lo' rttur,..)S naturale> >Obre las pO>ibihdade> de que hay~ v1ulcnda ~
mantu~o C..}uivo. mduso al w;;arst mrdid.1:. aherna1iv.l\ de Ia depcndenda dbtrital de dk.ho, n:cursos,
como 1a propowon del PBI ptr cip11a real dd cimim en 19?8 dd qu< d.b.n cuenca las renu~ prtrolera
y de gas.
148
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(2,37)
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J.L
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(4,37)
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(4,03)
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115
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126
126
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-29,82
0,184
0,29
0.162
OJ3
0.35
0,34
l'red. prob.
(modL1)
ps<udo R'
0.25
0.22
Nu(il: Los crmr~ ,,t.md.ar ~ nlue!SIU.n cntt' p.u(mesi\; mdu Mgnifionu.t .1 t 1fi: ~ .r. '>~.
0.33
".1
ICY11
La columna (3) inclU)e ,\ fOOO~ los 126 dt!>trilOS que \011 etnica 0 reJigiosamc:lllc:
divcr..os. l.a variable mon.md.td infamil de las DH es rcddinida como d valor
mas grande emre Ia medida basada en lo, grupos de lenguaJc y Ia que licnc como
bJse los grupo~ religiosm!'. Esto previenc que Ia relaci6n entre las dm variable~
'' Esto asimi\mO lmpidc que U: n:JJ~IOn entre Ill! dO\ \".tli.lblcs de Lh 111 r La tariahlc dcpc-nJicmc..
qucdc inR.tJ.-. <.em ta inclusiOn de duulto, ~mica y rdigio\JfficntC' homog(n...,,,
152
153
l.t movili1.acion grupal y Ia din:imica del conAicro. Con este fin, Ia mi~ma medida
de Ia DH de Ia mon.mdad infanril es corurruida a parrir de una muestra ak':!toria
nacionalmentc n:prcscnt.Hiva del Censo de Pohlacion lndone,io de 1990, que
cumiene aproximadamcme e1 mismo numcro de observaciones que el SUPAS de
1995. La variable fue calculada solamcmc cnrrc grupos erno rd igioso~. debido a Ia
lalra de consistencia cnla definicion de los grupos lingii.iscicos enrrc ambo~ conjunros
de daws, y a Ia posihalidad de que en alguno> clistritos los grupos promincmes
hubieran camhiado enrre Ia> dos fechas, lo cual haria que hacer comparacioncs a lo
largo del tiempo resulte amis dificil. Estas cu~'!>liOne<i imponan mcnos con los grupos
ctno religio;o;, que son mucho mas gr<~ndcs y e>rables en cl ciempo. La tabla 6.!!
mucsua que si bien entre 1990 y 1995 las ta\.15 de monandad infamil, en promcdio,
casi caycron a Ia mirad en los 114 disrrims rdigiosamcme diversos para los cuale;
comamos con daros en ambos aiios. en promcdio d nivd de desigualdad olo se ha
incrcmemado ligcramenre, c:n particular en aquello; dimirosquc resultaron vinlemos
a partir de 1997. bto ~ugiere que podrian no ~r solameme los niveles absolutos
los que d&riminan entre lo; disrrims violemos y lm no violemos, smo rambien las
difcrcncias en cl ricmpo en las tasas de morrando1.d infamil cmre grupo~. w tabla
6.7, columna (5), mu~tr.l que el efecro que un cambio en Ia DH (coamruida como
Ia diferencia entre lo> v.tlores de 1995 y 1990) riene ;obre Ia pmibilidad de un
conllicro emocomunal cs pusi tivo y esradfsricamcnte significativo, lo que ~on firma
que las variacione.< de las OH en el tiempo podrlan rambien descrnpeil.H un papel
imponantc en predecir Ia violencia ernocomunal
9.
Monal>dd infwril
CONCLUSIONES
154
ISS
(%)
109,1
GCOVCHM_R
O,lt9
0.204
8~
2)
:"1
107.8
2,3
(7,7)
63.8
67,9
0,129
0.235
8<J
25
.(),084 ...
(0,03)
-4,1
(5.7)
-0.106'"
(0,03)
~u: 1.. ~ rrrorr. aur:d.n St" mue-.1r-.m tnf( p.trimt.si-. irn:ho )tgnlf-.~r'k.il"' l'!b: ,. ~%. ,.~ 10%.
hkkt'I<US Jcl.._~t
lo~ resuh.tdm dd an;ilisis logi$riw tram-distriral ~ugicn:n que enrre 1997 >' .!00.3, era
mis probable que los disrritos meno~ des.mollados (I ))H m:is bajos) expcrimcntaran
un conAicro l'nlOtomunal leral. Esro sugiere que Ia aisis flnancicra v l.t crisis
tl"uUt'lo
tt'kL")fl~"l.\ 1 .\hn...u~l
A.PENDICE
Variable
panes del p~ts. Rcsulta intercsanre qut de las variable\ susriruras rradicion.tles de Ia
diversidad crni.:.t. cl gmdo de poiMincion religiosa dbrrir.~ sea e1 que ucnc c:lmayor
impacto sobrc Ia., posihilidadL'S de l.t violencia ernocomttnal. Adcm.is. en lonwnancia
ErHNCONF_l>
Definicion
S_PRF.97
Lt-;I'OP
NATRES
Un resultado clave del capiwlo e~ que las de.siguald.tdes horiLOmab '' parecen
imporrar para los conRicws violcmo~. Sc tuvo en wcma una seric de dimcn>iones
disrinta.' que l.lptaron diversos .1~pccros socialcs y ccon6micos de In dcsigualdad.
Los resulr,dos sugieren que lo> di>trito~ que en 1995 ruvieron los dtferenciales
RURAL
imergrupales m.U grandes en Ia.~ r.t.sas de morra.nd.u.J infanril, asi como aqucllos en
los cuak"!> dich.c. desigualdad~ '~ .tmpliaron emrc I 990 y 199'5, rcndicron .t ser
aquellos en donc.lc se produd.tn lo) wnflictos Ictal..:\. Fl efecro e> ramo comisrenre
MYUN
IDH96
ELF
entre una seric de d isdmas e.spcctfic.tc ionc~ del modclo. como robmw en formas
alrernariva' <ie deflnir )' medir Ia desigualdad grup.ll. Tambien sohrcvive a Ia
inclusion de mcdidas puram ... me dc:mogralicas de l.t diversidad c'uuca asi como
ETHPOL
RELI'Ol
INCGINl
eli res emk.ts pucden tc.arla insrrumenr.tlmeme para movilil;lr a los micmbrm de: ~u
gn:po. Es adcm.is un ripo paniwl.mneme perturhador de desigualdad, pucsro que
cxpone Ia rel.uivJ indigencb de lo> !;\rupos mas pohrc' de Ia sociedad. Es m,h. dada
.su alta corrd<H.ion con orras vari.1blcs (como Ia edu~a~ton), sus efecro~ represeman
en pane el impa~to que 1:1.'> DH tienen sohre cqa, dimensiones. Pucdc afirmarse
que monitorear el ni,eJ oe e\las tbigualdades, a~i conto su camhio a lo largo del
ticmpo. pot.lria brindar algunas pi,l.ls urilcs sabre dt.mdc cs probable que c>talle Ia
violencia crncxomunal desrrucri\'a.
156
(koto)
URBAN
NEWMIG
GOPGR98
GCOVF.DU
GCOVLANDP
GCOVPS
GCO\.CHM
GCOVINC
CCOVEDU_R
GCOVLANDP_R
GCOVMYUN_R
GCOVPS_R
GCOVCHM_R
CCOVlNC_R
GCOVMYUN
HICHM
Max (GCOVC:HM,CCOVCHM_R)
GCOVCHM_N)
GCOVCH~t
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Gudrun l?Jstbyl
I. INTRODUCCION
Fm capimlo ~<: ocupa Je Ia imeraccion que hay en los conflictos civilo:s mtr~ lo~
fauon:s sociocconomicos y los que estan rdacionadm wn Ia idcmid.td, y se guia por
cl conccpto de desigualdadc~ horizomales (D H). Stewart (2002) hal lo en una se rie
de esrudios de casos que diversas dimcnsiones de las DH provocahan algun ripo de
conflicro. que iba desde d alto nivel de criminalidad en el Br~tl, a Ia guerra civtl
en Uganda y Sri Lanka. Para t-valuar ~i estos re:.ult;ldos puedcn ~r generali7.:~dos
m:ls alia de lo; c~rudios de c.1so paniculares, necesilamos invcHigaciones de grande.s
N. Recurricndo a daros de encuestas nadonales, 0stby (2008) brindo evidencias
cuantitativas de que los re!>ultados de Stewart se sostienen cuando se evaluan
\istematicamcnte las dcsigualdades soctoecon6mica~ entre grupos etnicos en 36
paiscs en via> de desarrollo. Mas aun, cncomn! efcctos similares en las dcsigualdades
horizomales a nivcl regional con una mucsrra mas grande (0stby. 2005).
Una cuotion importanteque no ha ~ido tratada sistematicameme hasta Ia fecha, c.'
stlas desiguald.tdes horizomales provocan conAictos de manera panicular bajo ciertas
cundicionc.s polfticas. I Ia habido poca rcAcxion teo rica sisrem:itica acerca del papel
que rienen las tn~tituCiOilt..,. politicas (como d tipo de: regimen y cJ MStema electoral)
en amainar o exacerbar d potencial de: conflicm de !Js d~sigualdacb horiLOntales.
l:.stc capitulo exam ina los cfccros indepcndienres e imcracrivos de las desigualdatb
horizontales \Ocioeconomi~ y cltipo de regimen, d ,btema eleuoral y Ia exclusion
polttica con creta de los grupos minoritanos. Present are hip6tesis espedficas ace rca de
Ia forma en que cl emorno politico intcrJ.ctua con Ia.~ d~igualdad~ wcioeconomicas
1
II!
I ~
;1~
1 J J
158
CAPiTULO
J Jj'1'jti~!
~ AI J j a
l..stoy e-n dmda con Sum Cro, Hi,-.rd Ht-grc. Amim l..lJlgcr, Luca M>n<ni, Eric ~cunuyc:r.
hnccs Stc:w.rt, H;h-;ud Strand y Mutha R..vnaiQuc:rol por le>s muchn< y pc:n.c:ptivos comcntanos
<1uc hicie.ron <1. \'Crsionc:s prt'HJ.S de cstc: capitu1n. Los rcsuhadch, I~ .:dlrmacionc) y los error~ que dUn
qucdm son ew:dusi\.t.rnc:me de rni rcspon"hdid.td.
hori7ontak-s. Por CJcrnplo, podri.1 ~.,.pcrarse que las dc~ogualdadc... homontalcs x>.m
pankul.umenre cxplosovas en regimcnes democr.iti~os y semidemou:uicos, pucsto
que co, dlos lo.~ grupo5 rcl.uivamcn te nt"Ccsiradm licncn ntntO un fuerre morivo
como una oponunidad para cfecwJr movilizacione. violcnt.JS. l';u.t probar dich,l\
hipote~os lleve a c.tbo un d.Jlilisis de grandcs 0: dell:onHicro chil en h.t.\ta 55 pai'c'
en vi,l!> de desarrollo, en d pcriodo 1986-2003.
El c.1piruJo esd urgani1..ado como sigue: Ia seccion 2 prescnt.t 1111 marco rcoriw
p.tr.t l.t rclacion entre las desigualdadcs horiwmalc.\ y el conAicto. La seccion
3 ~-xamina d po\ohlc ompac10 que el npo de regimen, d sistema electoral y Ia
exdu5ion politica de los grupos minoritarios cienen ~bre el nexo emrc dc5igualdadc)
horiwmales socioeconomicas y el conAicto. Lt sc:cdon 4 prescma los daws y cl
discfto de Ia investig.tci6n. La St"<.;don 5 brinda los rl">ultadus de las pruebas empiricas,
rcvd.tndo asf que d ef~"Ctn posirivo de: las desigualdades hori7.0nrak-; ~obre el esrallido
dd conRictO. seve inAuido por el tipo de regimen v el5istema electoral. L.t ltlrinu
~eccion presenta las conclusionc~.
2. 0ESIGUALDADt.S HORIZONTALES Y CONFLICTOS CIVILES
1'1ra un grupo, una odenridad cuhur,tl comparrida puede ser un poderoso principia
org.mitador. En primer Iugar, ella \Upcra cl problema de Ia ace ibn co let.< iva (Olson,
1965). por el cual las pc:rsonas no logran coopcrar dcbido J sm muruos recclos.
!lay. sin embargo. ra1.ones para CR'(r que una odcnudad compartida noes un facror
~uficienre para que~ produ7c.1n conOictos. sino que par.t que esto' 'o<: deny tengan Ia
idenud.td como ba...e. sc requiere ademi~ conrar con algunos agravio~ bten definidm
(Mmshed & Gates, 2005).
Dado que In> grupos son Ia~ unidades ccnrrales en los conA"to>, Ia preguma
C) como se les moviliu. Distinras bases de idcntidad han sido Ia fucnte de Ia
difcrcnctacion y Ia moviliucion grupales: por ejemplo, en Afric.t centralia ernicid~d
lite Ia base principal de Ia caregoriud(>ll grupal, en tamo que en America Cenrral, b
idenrificaci6n y b org.miz.acion de los grupos sigui6 l.ts lineas de Ia.~ cla5es sociab,
con dena supcrpmicitin con la.s dimensiones ernica.s, yen IO!> Bal.:anes e lrlanda del
1\orrc: Ia religion fue el rasgo principal de caregori7.1Cton. Sin embargo. Ia ubicacu)n
regtonal e> tambic:n una fuenre de ditcrcnciaci6n grup.~ que a menudo coincide co11
brcdM> C:micas o l ingiifMi~. como por ejempln en Ul:l'uttla (Minoriry Rights Group
lntcrowional, 1997) y 7~1mbia (Pmncr. 2004a). La cucstion de Ia dc>igualdad regional
' Aunquc Ia EKDF..'> J'<'<nuda alcubr l.tS DH pac6IJI.Ii"' '""de ellos d<'o.1parwnun del an.il""
de rcgre>16n ya !uno J>cl'<JUC un conAino wuvo vigenre dur.111rc rodo d poriodo l ?86-2003, lo que
implicO que todo~ lo..\ ;tlltl\ Je: conAicm fiacron borrado~. Y.l dchiJo a obscrvationn fahamcs ~b~
.>lgun.a de las orr~ vanhles de mdo d1thu J'<'riodo lnd1a. Mpnmar. Lihcri. Filipin:u. Sud.in y
Turqui..).
160
Onbv
o C5p.tcial solo rcdcmememe comeO?.O a cap tar \ulicieme inreres entre los esrudtosos
y los discftadorcs de poliricas. l.n Ia mayoria de los paises en vias de desarrollo hay Ia
sensaci6n de que denrrn de los paises. la.> dcsigualdades regionales vienen ~u bicndo
en Ia.> actividadc~ C<.."'n6micas y lo~ indicadorcs S<>ciales (Kanbur & Venables, 2005).
& mas. los datos acerca de las desigualdades grupales son mas accesibles para los
grupos regionak-. que para los cmicos o rdigiosos, puesro que las preguntas referidas
a Ia afiliacion ctnica a menudo no 5on incluid.t.~ en las encuesm~ y ccnsos nacionales.
Adcmas, los grupos regionales podrian rambien ser imponantes por sf mismos: en
un expcrimento natural de campo entre los grupos chewa y tumbuka en Zambia,
Posner (2004.1, p. 543) hall6 que Ia cohesion regional parecfa ;cr mas fuerte que las
afirmacioncs de afiliacion emic.t 1
(Por que razon las desigualdades horiLonrales deberfan ser relevances para los
conflictO!>? L1 respuesra m:is obvia sc: rdaciona con cl efectO de los agravios colecrivos.
Los miemhros de los grupos desfavorecidos probablcmeme ~entir.in frusrracion
y .tnragonismo, t:5pecialmemc cuando su privacion relativa cs el resultado de Ia
exploraci6n y di\Criminaci6n reales, lo que a menudo resulra scrd caso (por ejcmplo
en Senegal y Uganda). A poar de Ia logica imuitiva de estc argumcnto, no podemos
.lSumir que es :.olo d resenrimiemo de parte de lo~ grupos desfavorecidos lo que podria
causar Ia inestabilidad polfrica. Cuando las pwonas en regioncs ricas perciben que las
politicas del gobierno central son injustas y aucoricarias, podrian considerar que una
mayor autonomfa, o incluso Ia secesi6n, son mcjorcs alrcrnJtivas que cl statu quo. En
palabras de Aristotcles, Los infcriores se rcbelan para poder ser iguales, y los igualcs
lo hacen para poder ser supcriores (citado en Sigel man & Simpson, 1977, p. 106).
En linea con esta logica, Ia iniciativa del conAicro podria venir de los grupos mas
ricos y privilegiado~. a~f como de los mas pobrc:~ y mas necesitados. Por ejemplo, los
grupos privilcgi.tdos que sc: encuentran concc:ncr.dos geogr.ificameme podrian cx.igir
Ia indcpcndencia. como los vascos en Espana o lo) biafranos en \ligeria en Ia decada
de 1960. Segt'm Tadjoeddin (2003), esto ha \Uccdido en Indonesia, donde algunO!>
c;unAicros a mcnudo dcriva.n de enfrentamicmos enue las autoridadcs cenrralcs y las
provincia.~ que son m:is ricas en recursos naturales (pcro m:is pobres en lo que toea
.. los indicadores de bienesrar), y cuya poblacion esra ~'IJ.!>t~da por d usa que el
centro hau: de Ia rique-.ta de su region para subsidiar a regiones mas pobres.
Ambos tipos de reacci6n ~eft alan Ia conclu5ion de que una ~ociedad con gran des
desigualdades horiwmales com: un mayor rie$go de guerra civil. Aunquc es mas f:kil
conservar Ia cohesion y Ia motivacion grupal para Ia rebel ion cuando Ia elirc puede
recurrir a diferencias emica\, rcligiosas o regionales para comrruir una idcntidad
de grupo bien definida frcmc a un enemigu comun, lo que podrfa imponar
' Ello no ob>IJnrc. no debe ignorar-.., que .lgunas <lc 1." pcores form:u de tque <mico fucron no
rcg1on:alcs. como cl conrlicto cnuc hulUs r rut~i:lo rn Ru;a.ncU.
161
m:is que las difercncias de identidad que consrituyen Ia base de Ia brecna es si los
grupos son sisrem:iticamente dilercnte> en rerminos de biene.~rare<;onomico y so<.ial.
&to Ueva a mi primera hip6te.~is:
162
163
3.
Una cuenion plausible pero hasra ahora inexplorada es st las msmuciones y las
pr:icricas politicas afectar:S.n como es que las dcsigualdades horiwmales sc traduccn en
Ia propens16n a lo~ confliuos. En consecuencia, este capirulo busca invesrig.u como
el enrorno politico cn un pais puede inRuir sobre Ia relacion cnrre Ia!> desigualdadcs
horitonra.k~ y el estallido de los conAicros civiles.
3.1. El impacto del tipo de regimen
Segun Roth<;hild (1983), las disparidades de grupo} d intcrcambio de-.igual no
basran, en si mismas, para cxplicarcl curso dd conAicro inreretnlco. En con~onancia
con csro, Srewarr (2000, p. II) sosrienc que Ia mera cxistencia de desigualdadcs
hori>males objerivas podria no desatar conAittos Si hay un Estado vigoro;,o que
las suprima, o si los elementos idcol6gicos son rales que las dcsigualdades no son
ampliameme percibidas. Dc scr asi, el su rgimienro de una violenta movili7-1Ci<in
grupal en paises con fuertcs desigualdades hori~onrab poJrfa dcpcnder de l.t.s
caracreristicas del regimen politico.
~mkno;n
de'' JW._.~m
\'U\
tk dc--,rrullo/ ();.d~
165
!I
pi I
dichas diferencias no exisren o son inconsisrenres. Esro implica que podcmos esperar
consecuencias parricularmente negativas alii dondc las DH son inconsistentes
entre las dimensioncs (por ejemplo, donde un grupo es favorecido en terminos de
los activos economicos, pero relarivamenre necesitado en lo que toea al acceso al
sistema polfrico).
Langer (2005) dcsarrolla aun mas este argumento en un esrudio sobre
movilizaci6n grupal violcnra y conAicro en Costa de Marfil. El se concentra en las
desigualdades socioeconomicas horiwnrales a nivel de las masas y las desigualdades
poliricas horiwntales a nivel de Ia elite, y sostiene que Ia presencia simultanea de
estos fen6menos puede ser particularmente explosiva por dos rawnes: en primer
Iugar, en tales simaciones las elites poliricamenre exduidas rienen un fuerte incentivo
para movilizar a sus partidarios al conflicto violenro siguiendo lfnea.~ grupales; yen
segundo Iugar, a1 existir desigualdades socioecon6micas difundidas es probable que
consigan respaldo enrre sus seguidores emicos con basrame facilidad. Scg,Jn Langer
(2005) Ia ausencia de desigualdades poliricas horizontales entre las elites reduce el
riesgo de una movilizaci6n grupal violenta, puesto que los lideres del grupo carecen de
incenrivos para movilizar a sus elecrores a un conflicto violenro. Mi Ultima hipotesis
pone a prueba e1 argumemo de Langer con una muestra transversal entre pafses:
4.
II
El ana.Jisis esradfsrico del estallido de los conflictos civiles en w1a muesrra de pafses en
desarroUo sirvc como prueba empirica de las hip6resis presentadas. Induyo a rodos
los paise_~ en desarrollo donde se llevo a cabo al menos una Encuesta Demogrifica
y de Salud (ENDES) entre 1986 y 2003, y para Ia cual sc cuenra con los datos
relevantes. Esto equivale a 123 encuesra.~ nacionales en 61 pafses. El nl1mero total de
observaciones en el conjunto de datos suma 1160 aiios-pafs. Sin embargo, cuando
rctiramos del amilisis los a.iios consecU[ivos de conAicro queda un maximo de 806
afios-pafs. E1 cuadro I del apendicc presenta un resumen estadistico de rodas las
variables usadas en los ana.Jisis.
con el com bare por aiio (Gleditsch y ouos, 2002). Mi definicion del conAicro aplica Ia
regia de los dos anos (vease p.e. Buhaug & Gates, 2002): si un conAicto cae debajo
delumbral de bajas por al menos dos anos calendarios consecurivos, Ia siguienre
observaci6n es codificada como un esrallido scparado. Combine subconAicros que
so lame me difieren en su dpo (internos vs. conflicros internos imernacionaliz.ados)
y expurgue los aiios consecutivos de conRicto.
4.2. Variables centrales: desigualdadcs horiwntales y entomo politico
El proyecro END ES ofrccc un rico conjunto de grandes cncuesras represemacivas, con
cuesrionarios casi identicos, que preseman una excelenre oporrunidad para generar
medidas objetivas de las desigualdades entre los grupos de idemidad6 Sin embargo,
un desafio es que las EN DES general mente carecen de informacion sobre el ingreso
o los gasros de consumo. Supere esre obmiculo usando dos indicadores de bienesrar
econ6mico para calcular las medidas de desigualdad y evaluar las hip6resis: un fndice
de acrivos familiares y una variable que mide los a.iios de estudio de cada encuestado7 .
El indice de activos familiares fue generado usando variables ficticias para Ia
presencia o ausencia en Ia familia de electricidad, radio, television, refrigerador,
bicideta, morocicleta y/o automovil. El segundo indicador, Ia desigualdad en Ia
educacion, usa los ai\os de esrudio comple~ados.
Las desigualdades horizon tales en los activos familiares y el nivel educativo son
medidos por ues idemificadores grupales distimos: emicidad, religion y region de
rcsidencia. En primer Iugar calcule las divisiones socioecon6micas (DH} entre los
dos grupos emicos mas grandes de cada pais. En segundo Iugar hice lo mismo para
los dos grupos religiosos mas grandes8. Por ultimo exan1ine Ia desigualdad horizon cal
como ratios de punrajes de bicnestar entre Ia region donde se encuentra Ia capital
y d resto del pais. Esta medida se calcula sobre Ia base de Ia formula introducida
por 0srby (2008):
HI = 1-
ex{-lin( t.
A,,tA2
Jl)
Para mas informacion sob"' las cncues<as vease Ia p:igina web de EN DES (DHS eo inglis): hnp:/1
www.measurcdhs.com/.
lin ap<'ndice en Jinca - d ap<'ndicc ~brinda una Jjsca complcta de todos los paisesde Ia EN DES
(paises y ai\os decncucsra) usados en cste an:ilisis para gcnctar las variables de las HI (ve:o.se hl!p://folk.
uio.no/gudruno/).
Los lamai\os de los grupos ricnen como base medida.< ponderadas de grupos crnicos y rdigiosos
(vease Rutstein & Rojas, 2003) para detalles de los proccdimicnros de pondcracion de F.NDES).
166
167
n1r
II
correspondieme del grupo 2 (el resro del pais). Esro nos da una variable continua que
va pocencialmente de 0 (el nivel mas bajo de desigualdad de acrivos enm: Ia region
capital y el resco del pais) a 1 (el nivcl mas alto de tal desigualdad). La medida de Ia
desigualdad educaciva es generada a lo largo de las misrnas Hneas. En los paises con
mulciples encue.stas intcrpolc valores para los anos incermcdios y copic el valor de Ia
encuesta mas cercana en el riempo a los alios anterior y subsiguience en el periodo
1986-2003, para asi incrementar el tamafio de Ia muestra. En los paises con apenas
una encuesra, use dicho valor para roJos los anos dentro del periodo. Esw podrfa
implicar un problema de endogeneidad (esto es, que las OH podrian dcberse al
conflicro anterior en Iugar deal reves), y seria preferible, claro esra, tcner datos anuales
sobre las desigualdades de grupo Jc cada pais. Sin embargo y como ya se senalo,
esras desigualdades rienden a ser basranre esrables a lo largo del riempo, lo cual cs
asimismo evidence de los datos de algunos de los paiscs que.: tuvicron varia.~ encuesta.~
en el periodo 1986-2003. Las figura.~ 7.1 y 7.2 muesuan el nivel de desigualdad en
terminos de los accivos familiares y los aiios de educacion promedio para Ia region
de Ia capital yel rcsto del pais en Peru y Zimbawc, respcctivamente, en diversos alios
de encuestas. El nivel de desigualdad en ambos paises ha permanecido relarivameme
esrable a lo largo de rodo el periodo.
.M
lV
5
--A-- 1\cliVOS
~ ~5
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~~
oz
-e-- Educ.4Cl0n
----~
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1~)%
Ano ENOES
Fuc.ntc: DH~ ('hup://WW\v.mc:asur<h.s.(om). Elabor'.tli6n propia.
168
2000
09
o.s
~ O.i
~ 0.6
. - . - - A<:U\'OS
~ 0.~
0 0.4
-lS
~ 0.3
z 0.2
-11- Educ:acion
0I
1986
lqn
1996
2000
Aito ENDES
Para medir el tipo de regimen polirico use los datos respectivos de Polity lV
(Ma rshall & Jaggers, 2003). A1 igual que Jaggers y Gurr (1995), calcule un unico
indicador de regimen, restando el punraje de Ia autocracia al de Ia democracia, lo
que iba de - I0 (mas aurocratico) a 10 (mas dcmocdrico). A fin de evaluar La relaci6n
curvilinea entre el tipo de regimen y el conAicro civil, inclui un rermino elevado
al Cuadrado para el tipo de regimen. Por ultimo, para evaluar si las desigualdadcs
horizonrales son mas peligrosas en cierros tipos de regimen, d.ividf el termino de Ia
estructura politica en tres categorfas: democracias (6 a I 0), scmidemocracias (-5 a 5)
y aurocracias (- 10 a -6), siguiendo a Ellingsen (2000) y a otros. lnclui end amllisis
variables ficricias para las semidcmocracias y autocracias, siendo las democracias Ia
categoria de referencia.
A lin de evaluar mi hipotcsis con una alcernativa de operacionalizacion del tipo
de regimen, tam bien indul el termino IEP (lndice Escalar de Pollticas) propuesto por
Gates y otros (2006). Esra medida es el promedio de los pumajes en rres dimensiones.
L1 primera de elias es Ia rcgulacion del recluramiemo ejecutivo, que riene como base
tees indicadores del conjunto de datos de Polity IV: regulaci6n del redutamiento
de Ia mas alta autoridad, comperitividad del reclutamienco ejecurivo, y aperrura del
recluramienro ejecutivo. La scgunda dimension caractcriza los lim ires del ejecmivo
y ticne como base un un ico indicador de Polity IV: limitaciones a las dccisiones de
Ia mas alta auroridad. La rercera definicion concieme Ia participacion polltica, y
tiene como base una version ligcramenrc modificada del indice de Participacion en
Ia Esrrucrura Politica (IPEP) del conjunto de daros Polyarchy de Vanhanen (2000).
La medida del l PEP vade 0 a 1. Por ultimo, para evaluar Ia H2 inclui terminos de
imeraccion que mulriplican cl tipo de regimen y las DH regionales.
169
Como ya se afirmo,las democracias resuharon ser Ia!. mJS prodivcs a los conAicros
Hegre y otros. 200 I ). Esra categoria induye ramo lo~ regimenes en
transicion como los que son iru.titucionalmcmc inconsistenres. A fin de comrolar ~i
las transiciones podrian conformar pane de esrn relacion, por oposici6n al segundo
tipo de regimen tal como lo sugieren Hegre y otros (200 I)-, a1 eval uar HZ
introduje una variable que media d tiem po transcurrido desde Ia rransicion del
regimen. Poliry IV incl uye una variable que mide Ia durabilidad del regi men (esto
es, los ailos transcurrido> desde Ia transicion) en funcion al numero de aiios que
han pasado desdc el cambio de regimen mas recientc, 0 el final del pcriodo de
rraruicion, definido porIa carencia de insriruciones politicas embles (denotadas por
un pumaje estandarizado de auroridad). Siguiendo a Hegre y orro~ (200 I) codifique
Ia proximidad de Ia tramicion del regimen como 2" (-ai\os de'-<ie Ia transici6n del
regimen/X.). Elegi I como vJior de X, lo que asume que cl impacro de un regrmen
de rransici6n sabre Ia prubabilidad del conAicro armada domesrico es inicialmenre
alta, y que luego cae a una ra>a consrame con una vida media de un aiio.
Con los datos de Golder (2005) se construyo un rermino que mide Ia inclusividad
de los sistemas elccrorales. Escncialmenre adopte Ia idea presenrada por ReynalQuerol (2002a, b), construycndo una variable ordinal que hace un ran king de
cuauo variables ficticias con respecro a Ia inclusividad electoral. Sin embargo, base
mi mcdida en Ia definicion de Golder del sistema elecroral, scguida en Ia asarnblea
yen el tipo del ejecurivo: Ia variable toma el valor '0' 'i el sistema no cs libre (esro
es, si tiene un punraje Poliry de -6 o menos, o si fue codificado wmo una autocracia
por Golder, 2005), 'I si tiene un ~istema mayorirario, '2' si tienc: un sistema mixto y
'3' si riene un sistema proporcional. Como sei\ala Reynal-Querol (2002a, p. 4S),Ia
dcccion de un presidenre por definicion es por mayo ria, y lo que puede diferir es el
reglamemo de vmaci6n para elegir Ia asamblea. De ahi que los sistemas presidenciales
que usan u11a regia de votation proporcional o mixra en Ia elecci6n de Ia asamblea,
~on codificados como '2' en mi variable del sistema electoral indusivo. De otro modo
son codificados como 'l '. Puesro que las codificaciones de los sistemas electorales
e instirucionales son del final de cada ano, Ia variable esra arra.~ada un aiio para
ayudar a esrablecer Ia causalidad. Falran alrededor del 15% de las observaciones,
principalmenre debido a que los datos de votacion solarnemc alcanun hasra 2000
(o 200 I cuando est.in retrasados). A fin de evaluar si Ia inclusividad electoral inHuye
en Ia relaci6n entre Ia desigualdad horiLOnral y el conAicro civil, tambacn indui un
rermino de imeracci6n que multi plica Ia indusividad electoral y Ia> DH regionales.
Tarnbien incluyo un rcrmino para Ia exclusion politica de los grupos minorirarios
en un aiio dado, rccurricndo para ello a Ia base de datos de discriminaci6n del
Proyecro Minorities at Risk (MAR, por sus siglas en ingles) (Davenport, 2003), La
variable POLDIS fue codificada originalmenre para cada grupo minoritario como
una variable ordinal que variaba de 0 (nada de discrimi naci6n) a 4 (exclusion/
Aunque no sigo Ia regia de trcs de Achen (2002), que afirma que tado anilisjs con
m:is de ues variables en ellado derecho invariablememe quedar:i invalidada por suios
problemas de multicolinealcdad, si busco mantener reducidas al minimo l:u variables
de conrrol, especialmemc dado cl tarnailo limirado de Ia mucstra bajo csrudio.
lncorpore las tres variables centrales que casi siempre se incluyen en los modelos
del esrallido de Ia guerra civil: d regimo natural de Ia poblaci6n, el registro na(U ral del
PBI per capita, y el tiempo rranscurrido desde el ulti mo conAicto (Hcgre & Sambanis,
2006). Los datOs sabre Ia poblaci6n se derivan del WDI (World Bank, 2004). La
variable es imerpolada y siguiendo transformacioncs logaritmicas. Para rccmplazar
el desarrollo econ6mico urilice cl PBI per cipita, m~ido en d61ares$ constantes de
1995, tambien del WDI (World Bank, 2004). La variable e<>ta rmasada por un aiio.
Como sugieren Becky ouos (1998), conrrole Ia depcndencia temporal media me
una variable que media cl ciempo desde cl ultimo conAicro, y rres splinacubicas que
se aproximan a las tasas cemporales discretas de riesgo del conAicto. Eltiempo de.sde
el Ultimo conAicto cuema el numero de ailos cmeros que han rranscurrido d esde el
final del Ultimo conAicro (ail~ de paz). Las pruebas esradl.stiea> fueron llevadas a
cabo empleando STATA, ver:,i6n 8.2 (StaraCorp, 2003), y rodos los modelos fueron
estimados con rcgrcsiones logir con robustos crrores esnlndare.~ concentrados por
pafses.
170
17 1
(EIIin~n. 2000;
5. REsU LTADOS
Los resulrado~ de las prueba> empiricas de las hip6tesis aparecen en las tab las 7.17.4. Todos los modelo~ incluyen las \'ariables base: los rermino~ dc:lrarnaiio de Ia
poblaci6n, d PBI per capita y los conrroles de Ia historia de conflictos (anos de
pa7 y splinn ca'ahica~) A esro le agrego mis djversos rerminos para las dcsigualdades
' VCaso Noumay<r (2003) pr una aplicocion similar de los dotol Mi\R, con
disc.Tirninaci6n de los grupo~ tcon6m1<:os a nivcl pais.
rcspccao a Ia
I )I
honwmales y s115 inceraccionc~ ~on los terminos de las imrirucionc~ poliric~S, p~ra
asi evaluar las hip6u:"i~ 1 1.
grupo?
I.as modelos 1-6 de Ia tabla 7 .I reporran los efecros de las dcsiguald.1dcs horizontalcs
socioccon6micas. mcdid.1~ en tcrrninos de acrivos familia res y alios de estudio, con
respecro al esrallido de conH1e1m. Probe cl irnpacro de las 011 enrrc grupo> crnicos.
religiosos y regionab, rc~ptcrivamente. Los resulrados ;on inconsis1eme.~ para las
variables de control. 1'\'o logre cncontrar Ia relacion posiriva cnrrc cl tamario de
l.1 poblacion y el conHicro. rcporrada por Ia mayoria de los demas csrudio; de las
guerra.- civiles (\ease, p.c.. C'..ollicr & Hoeffier, 2004: Fearon & lairin, 2003). En d
modelo 1 d efecro cs en realidad ncgativo al nivel de 10%, pcro end modelo 2 el
cfecto cae debajo de lo >rgnrfic.nivo. En los modelos 3-6 el efccto cs posrtivo pero
Jamas Uega a ser signilicarivu Del mismo modo, el u'rmino dd Pl31 rinde resultados
no co ncluyentes, y e~ ncgarivo y significativo solo en los modclo~ I y 2, en ranro
que el signo cambia en lo; dcm<is modclos. Sin embargo, eqos rcsulrado; tal vez
no re;ulran tan sorprcndcmc;, dado que Ia muestra esd restringida a pai>e$ de bajo
y mediano ingr<'so 10 Por ultimo, d tcrmino para los anos dc p.v jamas alcama a
>t'r significarivo en ninguno de los modelos, pero clio pod ria dcber<c a lo breve del
periodo (1986-2003) .
En conrrasre con Ia.< variables de comrol,los u!rminos de Ia doigualdad horimnral
revelan algunos resultado\ inre=anres. Mt primera hip6re.~i< (HI), que asumia
un alto riesgo de conllicro en los paises con severa; desigualdadcs horizontalcs
socioeconomic.lS, qucda respaldada en Ia tabla 7.1. Todos lo~ rcrmmos muestran
cfecros posidvos significarivo.\. Lo> moddos I y 2 reportan los cfecros de las DH entre
los dos grupos emicos m:is gran des de un pais, el3 y el4 los efecros de las DH entre
los dos grupos religioso~ mns grandes de cada pais, y los moddo> 5 y 6 lo; efecros de
las OH enrre Ia region de Ia capital y d rc>to del pais. La razon de IJs difcrcncias en
N es Ia distinra di>ponibilidad de los datos. Todas las EN DES incluycn prcgumas
un.t mucslr.l mis mdui."'-a (d( h.uu 14; ('llli\o(,) end mismo Llp.)(), un:o lo~ ~~rmincr. p.u~ d t.un.IDo
de 1~ pobltciOn como p;arJ d JlRJ per dpi1~ nlO\lr.uon los di:ctos ct~pcr.a<to, F.~ m.i.\. cu.mdo volvl 01:
wrrc:r d rnodelo ron l2 mi~m;l muc,cr.a ~tuc end moddo 6 pcro sin ning,in cerouno p.u.a I~ DH. fm
d"c..<o' d<l rmano de I. p<>hl.tt~<'>n y d<i Pill per c>pi<O caycron a nl\d"' '""gnili.:anre> (1m roultodo>
fueron reponados en Ime. end r<'n<lt<c ( :: hllp://folk.uio.no/gudruno/1.
11
Sit"mprc: es ~ible que t1 hi~turiJ Jc lo:, lOI1Aict~ pueda cxplicarsc con otr.ls vJrt.lblc.:~ indcpcndJemo.
ror <ndc tambu!n corri los moddo> 1-19 ~in los rcrminos pam lo.< alios de J>.tl y <{'linn (lA.' rcgrcsiont>
no ~e mu("Srr:tn ac:i). JX'fO r.o hubo (ounhin~ ~u~aanciale:s en 1~ rc:sultado:,..
172
Moddo 6
I R q?,IOnes)
J.W
( 1.82)
1,,;-
HI_Educ.CgJ.m.;..)
(2.02)
3.67""
(2,jl)
(,84' '
(2.)1)
2.70"'
Hl_ilssc< (R<ginncs)
(3.15)
2.18'"
HLEduc. (1\<ponal
0.04)
~~)
Aiiosdep-n
Constantt'
u.
C:.W.do cor.l el moddo de line d< b.u< (<>toes, cxcluycndo cu.Jquicr 1crmino p.ora 1.>.< OH) .obrc
Moddn S
( lt e-~iunc~)
P..udoR'
.O.S9'
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0.053
0,13
0..%2
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(0.18)
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10.78)
(0.63)
.0.~1''
.o.6r
0.14
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0.051
(2.27)
(.1.13)
(0,~1)
(0,73)
(0,10)
(0.2)
Ml
0..19
0,012
0.0057
0.069
.{),I I
(!. 10)
O.IS)
(0,05)
(0.02)
(O,Jil
(0-58)
11.33'
8.~7
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7.11
7,26
-6.37
(1,71)
11.32)
(.0.74)
(1.04)
(1.2))
(1,21)
7}.)7
73.69
93,)9
93.3'1
1)6.88
U7,B
0.112
0.110
0.088
0.01!9
0.061
0.0~
~ Confbctos
20
20
25
2S
31\
.l6
IP>!S<>
3~
35
4!
41
ss
ss
473
S6G
566
1n
47~
Nota: CO<:fidc:m('S de regn:~ifm 1(~11, \o'J.It)IC5 'l- entre par(ntesis E.s(imados p;ar;t tn-s 1phnt1 <.ubico) n:.uur.tl<:<i no
mmuad<.b en Ia tablit. "p < 0,1 0, p <( O.U~; "p < 0.01.
173
'I
variances mas severas de las desigualdades grupales de cada pais. Pcro este enfoquc
tambicn tienc problema.<. porencialc=s. En primer Iugar, Ia mon por Ia cual algunos
Esrados deciden excluir Ia informacion sobre ernicidad y reltgi6n podria ser que
dichos facto res tal ve?. son particularmente explosivos ( v61se Strand & U rdal, 2005),
con lo cualla informacion f3ltantc sobre las desigualdades horiwntales emre estos
grupos podria muy bien esrar sesgada. A pesar de ello calcule tales u:rminos para las
DH maxi mas ran to de desigualdad en acrivos comoeducariva, ydc los tres distimos
identificadores de grupo, las DH entre regiones son cl tcrmino que se corrclaciona
con mas fuerza con cl rermino de las DH maximas: r;0,93 para Ia OJ l de activos y
r=0,79 para las DH educativas. Los valores correspondicntcs de las OH emicas son
0,63 y 0,25, y de las religiosas O.S I y 0,26.
5.2. (fs mis probable que las DH lleven a conftictos en las democracias?
(Podemos espcrar que cl efc:cro de las desigualdades hori7omalcs dcpcnda del ripo de
regimen, como lo indican Ia Hl? Esta hip6resis es puesra a prucba en Ia rabla 7.2. En
primer Iugar, d efto de Ia.~ DH regional de acrivos pareccria ser independicnre del
ripo de regimen (modelo 7). El efecro posilivo es robusto con rc~pccro ala inclusion de
las variables ficticias para Ia auwcracia y lasemidemocracia, pero 110 nay ningun efi:cto
de inreraccion significativo con cualqu iera de los u!rminos. Sin embargo, Ia hip6tesis
queda respaldada en los modelos 9-I 2, lo que induye lo~ u!rminos de interaccion
de las DH regionales de educacion y las diversas variables de regimen. En primer
Iugar, el efecto positivo de Ia desigualdad horizontal educativa es significativamente
mas debil para las aurocracias queen las democracias y semidemocracias (modelo 9).
Aunque no son significauvamenrc diferenres entre si, el efecto parece asimismo ser
rruis debit en las ~midemocracias que en las democracias plcnas. En sum a, parecerfa.
ser que es menos probable que las desigualdades horizon talc~ provoqucn conAicto~
en las aurocracias.
los eiecrO< m>rgon>le< fueron ukul..OOs con Ia ayuda dd sof,.,;ue C..:lARII'Y en ~wa 8.2 (YCasc
y orros, 1003).
'AJ incremencar d 1ermmo ontcrrdigJ<o tle las HI n:spccriv.tm<nt< par.a los awvo> y Ia eduacion,
d ricsgo de unconAicroseelcVJ del.?% 7,2%y7,1%.
"Cuwdocorrl los moodm 5 y6wn Ia misma muescra que los mcoddos I y l (n 173).1os resultados
de las HI onterregon3lts en gcn<ral >c so>tuvieron. aunquc los cfc:cro< cr>n ligcromcmc mil d~bilcs.
'1om~
174
175
HJ..A.<;moo ffi<cioO<S)
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(2,JS)
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(2.82)
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Hl...Edu<."lwtocnd>.
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0,27"
>
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SIP~
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Pobbc!Ain lin)
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ComtaDte
0.16
0,14
0.20
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0.21
(0.8J)
(0,62)
(0,52)
(MI)
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(0.73)
0.044
0,037
0,1?
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0.2?
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.0,11
.Q.H
0,0(,0
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Hl.371
(.0.62)
(.4).19)
HJ.3S)
(A\,89)
(-0.24)
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. 8.14'
-6.110
-$,20
(1.271
(1,76)
(-1.26)
(-1,44)
131.56
129.S9
125.10
I)OJ4
II.US
0.011
0.070
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0.116
0.07')
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35
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648
t\uta; Codicinuo: de r'l\re~ittn lo~i~. It)~ vitlorC's J. C:\Un emrc parfrnests Esuu\Jdm llJr;t; trt~ 'p/.mtlcUhicos n.uurole5
r>hl> "I' < II. Ill. "p s 0.05; '"p s 0,01.
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l'i De mancra nad.t sorprcndcnu:. cl' m1 rnucstn no hay muc.:h~ qemplos de p.;u\CS 'luc ~.u1 dcm()(raci.t.S
que albcrguen sever.<> de.igu:.ld.tu<\ y c:."J!I&dos de conAictOs en un nilo dado. Un cjcmplo e; el f.'S<allidn
dd conAicto en Niger en 1994. lo que corrcspondc con un puntaje rcrr;a,ado de l.t form..tc;t6n polilica
de 8 l' un punuje de 1.1 011 kdut.t<it\n) de aptoximadamcnre 0,8.
177
Las relacillnes existenres enm: 1.1.'> DH, el cipo de rC-gimen y el est.tll ido del
co1lflicw se ~mcicnen si se incluyc cl u:rmino de proximidad al cambio de regimen
en e1 modelo I0, y los coeficiemcs permanecen muy )lmilares. Sin embargo. como
demucsrr:t d modelo, Ia proximidad al cambio de r~tgimcn pareceria esrar 3-)0Ciada
de mancra fucrtc )' posiriva con d conAicro en los pai~s en vias de desarrollo de Ia
muesrra'.
Mas atin,la H2 es respaldada por los modclos 12 y II , donde se induyenlas dos
disrintas mcdidas cominuas del rC:-gimcn, Polity y SIP. Cuanro mas democratico sea
cl regimen, tanto m:is fuene sed cl cfecto positivo de 13.) desigualdades horironrales
para el estallido dd conAicro.
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O.ll
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(0,40)
(0,70)
(O.H)
0.021
.0.0092
-0,017
O.OS6
(.0.05)
(.0,()9)
(0.31)
(0.11)
C'.onstlnct:
LL
PwudoR'
-7.50
S.6'.'
-6.035
-5.90
(1,22)
(-l.o5)
(-1.12)
(1.11~)
120.)8
122.31
120,10
I !~,91
0,080
0,067
O.OIIoi
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N
NCJt.L los codl<.iemc~o de rtgrOJon Jogn y lm nlort.-, t t'\r.oin emrt p;tfC'IHC')~ E._,um~m pan uctt ~rlmn cUbkOS
n~tu.r.do no 5e muau.an en l.a tiDb.. r < 0,10. r ~ 0.05 ..... p ~0.01.
b. T.ambitn \.:orri todo.. los mod(:los wb,iguicnte5, lnduycndo cl term1nu p.tl'3 IJ proxlmid01d .t 1.. trJmlcton. EJ
tlfrmino resultO ~r po~Hi\u y significou1~o-o en todm dk-s. pero los OICO\ rCtuJI:ado~ de Ia rc:grest61\ uo camblaron
\U~rami\'amc..nrc (lt'l\ rc.,uh<~do~ no ...e mucstr:.m Oll..i).
178
179
111-\J(,tiAIO,\IU \ HUMI7U'ITA;
L1 rabla., A r.:veb queel rcrmino para Ia exclusion polirio pmas rien~: un dccto
\ign ilicativo ~eparado, y d signo o inclum ncgativo. Sin emhJrgo, Ia variahl e 1iene
un impacto muy l'uenc sohrc Ia relaci6n emre Ia dc.~igualdad de acrivos interregio nal
y c1 conAicro, IJI como lo demucma el rt'rmino de imeracci6n de Ia DH de anivos
regional y Ia exdus1on poliuca en d modelo 18. Esta rdaci<)n esra gralicada c:n Ia
ligura 7.4.
Figura 7.4. Dcsigualdades hori7.ontales regionales (activos) y exclusi6n politica en
paises en vias de desarrollo, 198~2003
l
lLI_Acth-os (Rtgjon<~)
0.1
M oddu 17
J\loddo 18
3.78"'
4.37"'
(2.19)
(2.0 ~)
HI_F..luc. (Rq;i<>nts)
&dus.i6n poUda,
0.2S
\ 1oodo 19
O.IS
Probabilidad d~
ocurrenda de
0.1
conJl.ietO< d vUes
2,7~
2,91 ""
(2,)4)
(2.27)
.{).088
0.7')
.{),0~0
-0.~3
(-0,2-l)
(- 1 .~9)
(0, 11)
(-0,72)
o.os
0
3,50"''
H1..Activo F..xcl_Pol
(2.59)
HI.Educ" Exd_Pol
Exclwi6n politica
2,48
oo
:;:;
(1.51)
Pobt.ciOn (In)
Ahosdcpu
C:onsunlc:
Nuu.: L..a rigun 7.-l h.t "ido gcnt:rnd.! _,obrt' 1A b:a..~e dd mod('~ 1Kde L:a uhb ., 4
o.59
0.68
lU6)
(1.9~)
(1,34)
(1,48)
0.11
0.12
.{),027
0,087
(0,29)
(0.29)
(-0.08)
(0,28)
0,4.36
0,48
O.OK.l
0.1~
0,032
0.083
(0.43)
(0.73)
(0,14)
(0,38)
14.56'
- 15.20"
-10,63
-10.03
(-1.79)
(-2,12)
(1,60)
( 1,61)
u.
-88,87
-86..38
-88,78
-87.24
l'1cvdo R'
0.098
0,123
0,099
0,114
l~
24
24
24
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41
41
41
41
I'
547
547
547
547
Con:l.croo
~OC.i : L~
C\U"~~Cm
rocfictC'tlle\ ..!c: t=~iOn ~I '! lo v.t1ur(:'. 1 ~dn c-ntrr rmn:oa snnudn\ ra~
,.,uural tMu.t mucsean en b ubb . r < 0.10; r ~ 0.0~. r s 0.01 .
l l!O
tn:'S
Jpil,,
DL\!LlJAUMOU HOMil.U'ii/IU.S
y (
6. Oust.RVACIONES FINALES
F.m: capitulo constimye un primer tntcmo de medir sistemjuwmeme d imp,u.to Jd
entorno politico sabre Ia relacion entre desigualdad~ horiwmales socioecon6mica>
}' d estallldo de los conAictos civiles. El resulrado m~ tmportame es que dicha.~
dcsigualdaJc; horizontales parecen estar relacionadas posiuvameme con el conflicro
(!1\ los rrcs tipos de idcnrificadorc. de grupos ad sugcridos (crn icos, religiosos y
region,tlcs). Es mas, Ia relaci6n emrc las DH regionaleseducatival> yel conflicto parece
vcr..c af~-crada por d tipo de rcfgimen y el sistema elcuoral, asi como por el nivd de
exclusion politica en Ia socicdad. Las desigualdades horizontal<:> parecen. en efcuo,
ser p.micularmemc causames d~ conAictos en regimenes dcmocraticos con sistem,Js
da;rorales onclusivos. Esto, claro csd, no quiere decir que Ia democracia y un sistcmJ.
electoral indusivo como tales gencran conAicros; en realidad, como se demostr6 ya
en 13 figura 7.3, los paises con cl rie;go mas bajo de esrallido de conAicros pareccn ser
las democracias con bajos nivelc.s de de.~igualdades horizomales. Ello no obstante, lm.
paises con fucrtes DH socioccon6micas podria.tl hallarsc panicularmeme en riesgo
de vivir conAictos, a pesar de su gobicrno democrarico y de un sistema politico
aparememcnte indusivo. E.s mis, cncomre una fucnc imcraccion enrre las Dll de
acrho~ regionales y el nivcl de exclusion politica de f..Kto de cicrras minorias. En
suma, cstos resultados prestan cicrto r~paldo a las hip6te.si~ 1-4, pcro los estim.ulos
son sensibles a que indicador de desigualdad sc utiliu. A vcces es el indicador de
acrivos lamili:m:.~ e1 que mucstra un cfecto significarivo, en otros es e1 de educaci6n.
Estos dos indicadores de biencMar social se encuenrran sumamenre interrdacionados
ran to en Ia teoria como en Ia correlaci6n estadistica, de modo que seria riesgoso
~'SJl<.'Cular demasiado accrca de sus posibles efecros difcrcmcs.
A poar de cierros resultadm mtcresames, diversos factore.' poden que tengamo'
cautela al ont~rprctar los re~ultado~ aqui reponados. l.:.n primer Iugar, Ia muestra
esd limitada a paises en vi.t> de desarrollo que ruvicron ENDES en el periodo
1986 2003, lo que cues tiona cl grado en que rales resultado; puedcn gcncralizar~e.
Adcm;\.s, Ia inter y extrapolacion de valores de desigualdad en csta mucstra podrfa
scr problcm:itica. Sin embargo, este no deberia scr un problema muy grande, pue~to
que aparemememe las desiguald;Jdl~ horizomales pcrmancccn bastante esrables a lo
largo dcltiempo. como ya ~rialamos .
En ~gundo Iugar, existc el prohlema potencial de producir resultados equivoco~
debido a una forma deficicntc de hacer operativa.~ a cicrtas variabk>s. La tarca de
" Aun J~l. "0]\>j a aplicar mdos )Q'I modtlo.c; sin permitir ningun.il reuocxttapol:ad6n de los vJ.Jores de
,fe;,gu,tlthd La mayoria de lo r<">ulwlu' 1\ocron similarcs, pno lguno> cf:ros etyeron por deb>IU
li< lo >ij,:lliharivo (los n:suhado, no"' rcportaron aci) Estc proc.edimCfliO di<minup: radialmcmc
L ;nuo tn .a mcnos de b. mjud. )'en nnk.:.ho\ de los mod.dos d nUrncro dC" wntli<.:tos c.te a cifns muy
l.nt.kn(._i,t.!> Je SS
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0,710
702
0.331
0.25 1
0.002
0,875
828
0,148
0,120
0.002
0.490
828
0.259
0.235
0.000
0,858
OH.,.Acuvc (RlV>n)
1098
D,326
0.2 18
0.010
0,801
OH .F.duc (Rq:iones)
1098
0.354
0,242
0,001
0,850
~b!a:;On (In)
1069
16.501
1,366
12,84S
20,771
1036
7.522
0,780
6,084
9.166
l'ulot) , ,
1028
0.369
6.299
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39.n9
24.944
100
Senud.mocncia
1028
0.353
0.478
Autocraaa ..,
1028
0.292
o.~ss
893
0,460
0,349
SIP.
Pror.imidad a traruiciOn
0,9S5
1074
0.193
0,337
2,47<-32
919
o.GOO
0.870
"
E'<clu.t~" poHcica .. 1
809
0,619
0,662
3.56
Aflrudcpn
1074
12.953
14,740
57
JPI.r.<l
1074
1678.040
2617,469
12320
_>pliroe2
1074
6179.320
10518.610
51118
~lin~
1074
-6858.1~5
12994.400
-71200
184
I
I
DESIGUALDADES II ORIZONTALES
Y CONFLICTO EN T RES REGIO NES
CAL'JTULO
Arnim Langer
I . INTRODUCCION
Este capitulo compara Ghana y Costa de Marfil. a fin de desembrollar los vlnculos
entre Ia presencia de fuertes desigualdadcs horiwnrales y el esrall ido de conflictos
violenros en socicdades plurales. A pesar de reconocer~ las diferencias, un estudio
de Ghana y ('.(hta de Marfiltiene una~ s61idas bases para Ia comparaci6n debido al
gran numero de similirudt~ estrucrurales de eStos dos paises, entre elias eltamaiio
de Ia poblacion, Ia ubicacion, Ia geografia y el dima, Ia diversidad de los g rupos
emicos y ~u di~tribuci6n, las desigualdades regionales de desarrollo, Ia escructu ra
econ6rnica y el nivel de desarrollo. Sin embargo, si bien ambos paises enfrenraron y
enfrenran severas desigualdade.~ socioeconomicas entre sus regiones septentrional y
meridional, solamcme Costa de Marfil experimemo un violenro conAicto nacional,
con una clara dimension norte-sur. Ghana se ha mamenido relacivamemc enable y
pacifica a nivd nacional dc.de que su rgiera Ia Cuarta Republica, en enero de 1993 .
Analizando por que r.rz6n fue que un conAicro none-sur esrall6 en Costa de Marfil
y no en Ghana, es re caplrulo busca connibuir a mejorar nuesrra comprensi6n de
Ia.~ circunsrancias bajo Ia.~ cuales es probable que las desigualdades hori1onrales
provoquen un conAicto violenro.
Aunque pa rm de Ia h ip6rcsis de que Ia presencia de severas desigualdade~
horiwnrales pone a un pal~ en mayor riesgo de tener un conAicto violcnto, es
important( recooocer que las disparidades grupalo y el inr(rcambio desigual no
bastan, en si mismas, para explicar cl curso del conAicto inreremico (Rothchild.
1983, p. 172). Que los agravios y cl desconcenco grupales re~lmcme se convienan
1
Aunqu( Gh.~nJ tu CXfXrimtnrJdo \-ari()) ' onflia os aokO\ W'\'C'rQS c:n ~t.U f'CSIODC$ ~plt:nl rion~o.
e:,toi solamrnte fueron signific.;lti\'OS a ni\d loc.a) y no tuvieron ninguna const<.ucnci~ de largo ah;.o~.ncc
,1 n ivd nacionol (Agycman, 1998).
flt~l
\IUUJI\Ih.RI/Utt.; .UhltH"'ifiiC_IU
Aunquc e1 tr:tbajo for1ado fue abolido por Ia Asamblea fr.u1cesa en 1946. Cmt.t
de \1arfil continuo arrayc:ndo un gran nt1mero de inmigrantes de los pai.scs vecinos.
Felix Houphouct-Boignr. su primer presidenre. promovio el ingreso de trabajador~~
cxuanjeros imroducicndo !eyes libcralcs de propiedad de Ia tierra, bajo d lema de cla
tierra le penem:ce a qwen Ia desarrolla (Gonin, 1998, p. 174). En consecuencia, una
gran parte de Ia poblacion de Co.sra de Marfil, ranto de gcneraciones acruales como
previas, provicne de fuera del pais. En 1988 es10s 'exrranjcros' daban cuema de m;i~ de
cuatro millones de personas, o aproximadamenrc cl25% de Ia poblacion (RCpublique
de COte d'lvoire, 2001). Alred.edor del 50% de esros 'exmutJ<:ros' o 'no marfileno.'
mtcieron en Cosra de Marfil. Significativamcntc:, los amL'Cedenres ernondn1ralcs y
religiosos de estes no marli.leiios es muy parecido al de los grupos etnicos del none.
l.a religion refuert.l stgnificativam~me las diferencias etno regionales enrre none
y sur. Miemras que los akan y los krou son prcdominamcmenre cristianos, Ia rcligi6n
dominanre entre los grupos ernicos del norre es cl islam. Como vema> en Ia tabla
8.1. casi el 50% de roda Ia poblac16n end norte es musulmana. FJ islam e.s, por
cndc, un fuerte factor unificador entre los dos grupos ernicos del norre. Dado que Ia
in mensa mayor!a de no marfilenos (alredcdor del70%) cs musulmana, su presencia
en Costa de Marfil inclina Ia balanu religiosa a favor deltslam a nivcl nacional.
Tabla 8.1. Composici6n etnica y religiosa de Costa de Marfil en 1988
1
2.
Vol<eftot
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12.7
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Pobl~n tc)till
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13.7
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11.9
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h a('mc:: Ctnso d(' l\>hlaci6n df' C.mta de M.adil, 199R(Repubhquc de COte de l vo1~. 200 I). ll.lbor.tdOn prop1o1.
F1 sur ("(llllpr~ndc la\ \lf,lUCtUCS rtF,iHnr~: Mont~n(',., Moyen-Cav<31lly, Haut-~U).lndr.l. s~sa.~nJr;;.,
\luohou<!. ~mrn~r Sud &nJnu. K'b (.,mo<, ~!orcnComo<~ib-.. J...gunn. \ud Comnt. I ><.>. U
nort~ romprc:nJc l~'!guknrt:~ rcponcs: Dm~ut:c. Sta~-ann / ..uv.Jn~ tbting. \t'orod~ \All du lhtk....tm.a.
Nt>t<L'-:
D..Jo que d tl;lh(J de pohbci(ln de 1998 nu urrct:.t': dato~ sobrt d origen ~tnico de loll rr.ltlcrun OCtr.\niCrtJ). L
HltnpcJStclOn ttnit.oi eni bmda \OLlntcOit" rn n.K-onalei martill"ilo.s. La comrosaci6n rell~us.- dd UOH.:, y dd
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246,2
31.1
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1).6
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Dc.de que Costa de M.1rlil cayo en d c-.tos, las pdne~ en conAicro han firmado
una serie de acuerdo~ de paz, ninguno de los cuales fue implememado plenamenrc.
Por en de, cl pais ha quedado atrapado en una siruaci6n de 'sin guerra, ~in paz'.
AJ momemo de escribir tMas lineas, d Acuerdo de Uagadugti de mano de 2007.
era el Ultimo inrenro hecho para revtvir el ahogado proceso de pa1 de Costa de
Marfil. Sus principab dhpostciones incluian Ia formacion de un nuevo gobierno
que comparriera el podcr. Ia crcacion de un comando conjunto del cjerciro y un
cronograma de dcsarme. idenrilicacion de los votames y elecciones. Ha.'> L.l ahora no
hay ninguna ceneza de que esro rr.tiga consigo una pu duradera o ~i nuevamenre
volver:i 3 fracasar.
3. Et
Ghana, aJ igual que Cost.t de ~1arlil, ~-sun pais mulrieuuco con unos scscma gru(X
emicos dimncos. Lm CUJUO principalcs, que junto~ comprcnden alrededordcl86%
de Ia pobl.tdon, son lo~ ak.m, mole-daghani, ewe y ga-dangme (vease Ia tabla 8.6).
Los akan cran de lcjos d grupo emko mas grande. con aproximadamcnte el49o/o
de Ia poblacion. Son, sin embargo, un popuni de: unos veime grupo~ crnicos m.i.s
pequcri~, de los cuale~ los ashanti (aproximadamente 30% de los akan) y lame
(alrcdcdor de 20% de los akan) son los mas importantes demograficamcnre.
11:1
Tabla 8.6. Composici6n etnica y religiosa de Gbana en 2000
Compo,ki6n .!tn ica (% de 1 poblacion de Ia region I
Akon
Ewe
Ga-!Aolsn<
MoleDgbahi
O tras
None
6.7
1.2
0,5
62,4
29.3
Sur
58.~
15.2
9.6
6.5
10.3
foblaco6n coul
49, )
12,7
LM
8,0
13,7
-----~- _ .. ~~::'~.J
Tradi<><>cul jj.,
Ocn.
N~nguoa
...,_"i 0.
Norcc
24,6
42.7
29,6
0,6
2.5
Sur
78.2
10,2
4.0
0,7
6.9
Pobl1cicin toul
68.8
15.9
8.5
0.7
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No(~; H '''r tumpKndc l:b ~~~UIC'ntts n.'t)ion~: At-11.r.1.. A\hanti. Brong A.hafc-.. Volc<1. f.srt:. ()r\(~ y Ctntrod. fl non~
cumprC"ndc l.1.\ "lgl.Utntcs ~lOr.\.'). Xptc:nrrion.tl, Alu OuC"ntal. y Ah.t Oc.cadcnW
E1 episodio m.i> ...,,;ode violenm inrercmica ruvo lugo.r en 1994 emre IO> nnumba y los kokoml>a,
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30
63
agrt"gado per cipita de las rcgiones septentrionales era menos de Ia mirad de lo que
era en las tres principales zonas produaoras de cacao del sur (Ashanri, Occidental
y Flrong Ahafo), y apenas alrcdedor del20o/o de Ia rcgi6n de Gran Accra, donde se
encucmra Ia capiral.
Nkrumah buscaba mitigar Ia divisi6n norte-sur llevando a cabo programas
espccilicos en las regiones septentrionales hi;r6ricamente desfavoreccdas, a menudo
a gran costo y ycndo comra Ia racionalid.1d economica. Por ejcmplo, el regimen
de Nkrumah estableci6 una fabrica de cnlarado de tomates en Tamale, en Ia
regon None, aun cuando b producci6n de tomates y los princcpales mercados
de consumo estaban en el sur (Gyimah-Boadi & Daddich, 1999). Orro ejemplo
de clio fue Ia conmucci6n de un aeropuerro inrernacional de rreinta millones de
dt'llarcs en 'tamale, en Ia misma region (Smock & Smock, 1975). Esra politica
de redisrribuci6n regional, en Ia cual programas de desarrollo espc:dficos fueron
llevados a cabo en las regione; rdativameme necesitadas del norte, ha sido ernulada
porIa mayorfa de los gobiernos posreriorcs a Nkrumah. Sin embargo, puede dccirse
que unicamemc: los enfoques de desarrollo dirigidos por el Estado de Kwamc
Nkrumah y ;u Convemion People's Pmy (CPP) en Ia Prime.ra Republica ghane!;a
(19G0-1966), y los del coront:l Acheampongy su Con~ejo de Red~nci6n Nacional
(1\'RC)/Consejo Milirar Supremo (1972-1978), ruvieron una vision realmenre
po.idva para e1 desarrollo del none y su inregracion en Ia economia de Ghana
(Shepherd y otros, 2005, p. 13).
Para finales de Ia dccada de 1970 el none en general seguia sicndo mucho m<h
pobre en u~rminos de, por ejemplo, el ingreso, Ia infrae>tructura, Ia cducaci6n y los
servicios medicos, no obstante los esfuer7os realizados por :-lkrumah y Acheampong
para reducir Ia divtSion norte-sure imegrar Ia primera de es1as regiones a Ia econ omia
de Ghana. Sc:gun Ia medida compuesta del desarrollo de Kodwo Ewusi (que ricnc
como base una amplia gama de indicadores socioeconomicos)\ las regiones None y
Alta ruvieron niveles de desarrollo equivalcntes a apcna.s II y 7%, respecrivamenrc,
de los de Ia region de Gran Accra a mcdiados de Ia clecada de 1970, y 25-35% de
lo~ de las principales zonas producwras de cacao dd Mer (tabla 8.8).
l'ara un anilom nru decll.ldo de los orig<:ne> y Ia rdevancia >OCIOpoliuc~ de ' br.:cha <WC>Shanci/
okan en Ia f>Oiiuca ghane<> vca>c Langer, 2007.
' Los imLaJ<>r.., incb}Tn d <c>mumo de cnc~.l p<r c.ipit>. pruporcion de b pobLiciOn emp,c.~da
en ......vidadc no >gncola,,l. C>'IJ Je alfitb.:usmo. cl ingn-'>0 por trab.jador r d nurnero dec:tm.u de
'""l>iral por o;oda 1000 persona.<.
204
205
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Medida de de-atrollo
GnnAaa
1,000
C<nrnl
0,398
Ottidtnral
0,392
Orient3l
0,355
Ashanti
0,340
Volu
0,306
BronsAharo
0,265
Nortah
0,110
Alto
0,071
1..ucunonuw
fJrlt. p.u.:~tn de.- crudo 1) wn.H1mu dC" C"n~rK'a !'"uipita 3) pmruru(Jn df l.a pobl.lc.On
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7.1
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1982-1991
3.2
34.7
5.4
3.7
0.1
1,9
1,7
23.0
2,9
1993-2000
4.2
29.5
10,6
2001-2004
4,8
21,8
1.1
206
207
208
209
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1990
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1)esde que Kufuor asumiera el podcr en enero de 2001, los noneilos nueva.men tc
han quedado algo subrepresemados entre lo~ mmisrro~ de gobierno en relacion
con su mmario demografi..:o. Kufuor, sin embarf::O. parecc haber compensado c~ta
subrepresenraci6n nombrando una can tidad m<b que proporcional de vkeminimos
proveniemes de grupos c!tnicos noncr'lo~ (Langer, 2007). 1:-.n efccro, silos induimo>.
lo> grupos cmicos noncilos esruvicron moderad.uneme wbrerrep~mados en el
gobicrno de Ku(uor de encro de 2002. L< prominencia polfrica de Ia suhreprescmacion
de los noneiim entre los minisrros de gobierno seve miigada atin mas por el hccho
de llliC el cargo de vicepn.:sideme, d segundo m:is imponame en ht coi1Siituci6n
ghancsa de 1992. estuvo ocupado por Alhaji Aliu Mahama, w1norreiio.
Otra esrrarcgia imponanre que tam bien conuibuy6 a mitigar Ia brccha none-\ur
sc rclaciona <.On Ia naruralc-u culruralmeme inclusiva del &tado ghanc!s. En cfecro,
Ia mayorla de los sucesivos gobiernos desde Nkrurnah h.m promovido Ia inclusion
cultural y d esratus igual11ario mediante una scrie de poliricas y pr:ictic-as forma.lcs,
informales y ~imbOiicas. N.i, por ejcmplo, Ia mayoria de los jcfes del &tado continuo
con Ia pr:ictita seguidJ por Nkruma.h de alrernar entre rrajes tlpicos en ocasione>
ptthlicas: telas kmre de lo~ ashanti y baras norreiias. Oms medidas y praclicas
que ilusrran Ia narurale7..'1 culruralmcme inclusiva y neutra del Esrado ghanes son.
por CJemplo, Ia persisrentc ncgaciva por pane J, sucesi,,os gobiernos a promover
Icnguas locales paniculares (espetialmeme Ia de los akan. el grupo ernico m:b
grande) como Ia lengua n<~.donal de Ghana; cl aclivo respaldo esraral al eswdio y Ia
ensciianza de: 1.15 prinopak-s lenguas locales del pafs; Ia in..:orporaci6n por pane de
institucione.~ r:tlcs como Ia Ghana Dtmu EnSI'mble. de cantos y danzas de rodos l o~
grupos ernicos imponames; e1 esfucrw conscieme de emitir programas radialcs y
telc:vi!.ivos en rodas las lenguas import:llltes (Lentz & :-.lugcm, 2000); y Ia cosrumbre
de que reprcscnrames del gobierno asisticrnn con regularidad a las princip:tles
fi~tas ernicas y rradicionales en rodo el pais. Del mismo modo, algunas accioncs )'
prawcas (simbOlicas) que demuestran el compromi-;o de: las elites polilicas con Ia
promoci6n y el mamcnimiento dt> Ia igualdad de cstatus rcligioso y de Ia indu.i6n
son, por ejemplo. Ia pdctica de que represcmames de codas las grandes religiones
eMen present~ en las funciones oliciales del Grado; el acuvo respaldo organiutivo
estatal al percgrinaje anual Hajj a los lugares santo~ musulmanes en Arabia Saud ira;
y l.t introduccion de un nuevo feriado publico (nla fiesta musulmana de Eidai-Adba
en 1996 (Langer, 2007).
4.
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pequenas, lo que a SU vcz ~ignifico que las elites politicas ruvieron ffiCOO\ incentivos
para movilizar a sus segUJdOre> s1gt1iendo lineas etno regionalo.
Aunque suce~ivo; rcgimencs ghane.~es emplearon t>slrategia\ ;umamenre
parecidas a fin de difi.tminar Ia~ brechas emre none y su1 - y para cl c.tsn, mas en
general, Ia movilizaci6n etno regional-, habian y hay cierto.\ fUctores esrrucru tales y
acomecimienros idio>incdsicos que hacen que un conAicto entre estas dos rcgiones
:.c:a mucho rncnos probable en Chana, en comparaci6n tan Co~ta de Marfi l. Por
cjemplo, aunque los grupos C:rnicos nortenos conforman alrededor del 34% de Ia
poblacion en Costa de Marfil, solo comprenden aproximadameme d 23% de Ia
poblacion de Ghana, y por endc no son un factor tan grande en Ia economia politica
nacional de cste pais. Orro facror que: haec que Ia movilizacion del 'none' como grupo
resulre menos probable en Ghana. tiene que ver con Ia composicion m~ itnica y
religiosameme diversa de las regioncs norrenas. Aunquc Ia rcli{;'on musulmana podria
ser un importante factor U111ficador emre los grupos emicos norteliOS de Co~ra de
Marfil, esto tiene mucho menos peso en Ghana, dado que el 2-i% de los pueblos
nortenos cs Cristiano y el 30% sigue una religion rradicional. Un factor adicional que
inhibe Ia movilizaci6n del norte como grupo lo consriruyen los cliver~os conAicros
violenros, acaecidos c:n Ia dccada de 1990, enrre los mismos grupo> ~cptcmrionalcs.
Ademas de estas difcrenda~ entre Ghana y Costa de Marfil que hicieron que
Ia rnovilizaci6n norteiia contra d sur fuera inrrinsecamentc menos probable, los
suce~ivos regimeno ghane~cs emplearon esrrategias similares a Ia. que aplicara
Houphouet-Boignl', a fin de difi.tminar Ia prominencia de cualqu1cr lm:cha entre
ambas regiones. Ademas de Ia. politi~ d~ incluir di!,tintos grupos e intcreses ecno
regionales en las principales inscitucioncs poliricas, yde emprender unJ redistribucion
ceo nomica (simoolica) hacid Ia~ nccesitadas regiones norreiias,los sucesivo~ regimenes
ghanescs tam bien favorecieron Ia unidad nacional promovicndo normas y pdcricas
de igualdad e inclusion cultural.
En segundo Iugar. Ia violenra desimegraci6n de Costa de Marlil hacia finales
de Ia d<icada de 1990 dcmuesrra el potencial para cl conflicto de una siuacion
;ocioeconomica caracrenud.l por Ia presencia simulclnca de severas dcsigualdades
poliricas, de desarrollo y de estaru.~ cui rural. Cuando Ia economia marlilena comenzci
a deteriorarse en el decenio de 1980, los agravios socioecon6micos se hicieron m:l~
prominenres y provocaron :.erio> confhctos entre Ia poblacion local y los nonenos
-ademas de con los inmigr.mtes cxrranjeros- en Ia parte meridional del pais.
La emergencia de e<>ros conftictos norte-sur localizados coincidi6 con el c<..'SC de
Ia redisrribucion econonuca de pam: del Estado, bajo Ia forma de una creciente
inver.;ion publica en Ia, rcgonc~ ~eptenrrionales, incrememando a~i lo~ agravios
socioeconomicos norteilos.
Las divisioncs en Ia esfer.t cconom1ca fueron uansmitidas a Ia esfcra politica
con el arriba de AJa.ssanc Ouarrara y Ia imroducci6n de eleccioncs competitivas
212
213
,, initios de l.l dtt:otda de 1990. Los nuevo~ lideres politicos cmpk~ron (:ada V<: mas
un dio;curso de exclusion y agravios ernicos como unJ forma de labrarse un respaldo
elecroral, a~i como de cue:.rionar Ia suprcmacia y Ia kgitimidad del PDCI. Debido
a Ia prcc.1ria situacion c..:onomica y lin.mcicra en b dccada de 1980, el regimen de
llouphouet-Boigny no como con lm r(<;ufl>Os con los cuales cooptar a estas nuevas
dice:. y sub ~ht(S al sistema polirico-economico. En un enromo electoral cuacrerizado
pur nuevos <lCtore:. y regia.~ 'democr:iticn.~. las dcsigualdades horiwmales polilicas
y ccon6mica.~ prcvaleciemc>, las injusticias y los agravios sc fucron politiL.Jndo
cada ve-L mas. Los tres presidenres que sucedieron J Houphouet-Boigny -Konm
BCdie, Robcrr Cue"i y Laurent Gbagbo- adoptaron cstraregi:l!. para favorecer Ia
rnonopolizaci6n politic.."\ y c1 f.worirismo de su propio grupo. La naruralcza de el
ganador se lleva wdo de Ia politica convini6 Ia polirica de Ia negociaci6n en Ia
polirica de Ia guerra (Saron, 1987, cnado en Case. 1996, p. 14). Los principales
perdedores con csta polftic..l de Ia guerrJ Fueron los norrcnos, quienes sc vieron cada
vez mas exciUidos politicamcnre, y evemualmenre privados de derechos, adem:ls de
scr desfavonx:idos sociocconomicameme. Sin embargo. los agravio~ de los nortcrio~
no quedaron limirados a Ia.~ esferas economica y politica, como lo muestra cl pedtdo
de un mayor reconocimiemo de Ia religion musulmana en Cl}(lru du Grand Nord.
Considerando Ia conliguracion de las desigualdadcs horizom.Ues en Costa de
Marlil en el cambio de siglo. el esrallido de conAiaos violemos en >eptiembre de 2002
no deberia haber sorprendido a nadie. 51 c1 conAicto none-sur marfileiio comrituye
un crudo recnrdatorio para otros paises -parcicularmcnre en Africa Occidem.lldcl pmencial inhereme .U conflic0 que tienen )a, desigualdades socioeconomicas
scveras, Ghana en cambio demucstra que l:!!o marcad.~ desigualdades end de.~rrollo
pucdcn ser 'neuualizadas' con Ia institucionalizacion de mcdidas y co~tumbres pol idea
y culruralmeme inclusivas.
9
DESIGUALDADES I IORIZONTALES YVIO LI::NCIA ~TNICA:
LAS EVIDENCIAS Dl:.CAlABAR Y DEWARRI, NIGERIA
CAPiTULO
Ukoha Ukiwo
1. I NTRODVCCI6N
brc capitulo cxplota lo~ faaores fi.tndamcmales que ~usreman el conAicro, mediante
una comparad6n de do~ ciudades en Ia region del delta de Nigcna. A difcrencia de
In mayo ria de las ciudadcs en esre pai,, que cst:in conformada> por un grupo Clnico
ind1gena y por inmigrantt'> de orros grupos t'micos, ranro Calabar como Warri ricnen
tr~ grupos etnicos indigcnas que compiren porIa suprcmada. Ello> ~on los efik, los
cfur y qua en Calabar, y los ijaw, irsekiri y urhobo en Warri. Si bien los rres grupos
C:tni<:osson indigenas de: Calabar, solamente los irsckiri lo son de Warri. Los indigcnas
ijaw y urhobo de esta ultima ciudad constiruyen una proporci6n muy pcqucna de
los grupo:. m.h grandcs de igual nomhre. Las rdacioncs entre lo> grupos c!tnicos
en c..~da ciudad han e:.tado caracteriz.ada:. por el conAicro. Sin <!mbargo, Calabar
ha logrado evitar Ia recurrcnre violenc1.1 inrcremica que ntvo lug.u en Warri. Este
captrulo bu~ca explicar lo~ distintos resultados en las relacioncs ctmcas, uuli1ando
clmarco de Ia.\ desigualdatb horizonrales.
2. l..A M ISMA
t.fNEA O PARTIDA:
' Ltnro Calab,tr como Warri ganaron prominen<:ia dcsde el siglo XVI como pucrros
para Ia exponacion de e<.elavos. Tras IJ abolici6n del tdfico esdavhta a comicnLO>
del siglo )<.'VIII, amb:l!. dudades manruvieron su 1mponancia como cemros para cl
comcrcio dd aceice de palma. Calahar paso a ser un ccmro de acrividades misioncra.s,
y c1 cuarrel general dd primer consul bridnico nombr.1do pam Ia cmenada de Benin
y lliafra. Lucgo de Ia colonitacion formal, Calabar fue dcgido como el cu.utel
general del Prorectorado del Sur. Warri no fi.1e un cencro de actividades misioncras
214
(.')o,._'lUkJ.tdc- hnrumlt.l.tf._- y
'MtkH\U
t~lni...t
.J ...u
( '..
\\!nn . N1~rfl.t /
l"L'"''
y ~dUI.:.tci6n m:cidcm.1l ~ino que sirvio como cuartel general de Ia~ compallia'
comerc1.tles y l:u. provincia~ cemrales de Nigeria meridional.
Otr<l c.tracteriMict r.:omp.mida por Calabar y Warri fue el papel de intcrmcdiario
d~mpcitado, en cada caso, por un t"mico grupo etnico en los comacros externos.
Gracias a sus asenramienros a lo largo de las costas, los comerciame!o it~ckiri y c~k
dornin:tron el comcrcio y consignaron papclcs secundarios a sus vecino~. En W'arri,
los urhobo acwaron como fueme de esclavos y aceite de oliva para Ia exponaci6n, y
como mercado para bienes curopcos importados, Ia misma funci6n desempcnada por
lo~ cfut y los qua en Calabar. En Warri, sin embargo, las comunidades inmigrantc;
de pcscJdorc~ ijaw, que h1cron completameme marginadas del comcrcio. sc volvieron
hacia Ia pir.m:lia (vc.t!.<." Jkimc, 1967).
l.o~ rob de intermediario.~ desernpenados porIa clase mercamil efik e it~ekiri lo~
posicion a ron para que fi1eran el pumo de contacto de los misioneros. Estos iniciaron
disc~iones con los comerciantc~ y jefes efik e itsekiri, con miras a involucrarlo> en
l.t cv;mgditadon del interior. Para mediados del siglo XVIII, los comercianu:.\ y
jcb dik hahian comemado a adoprar el cristianismo y Ia educacion occidental Sus
conrraparte~ irsckiri, sm embargo, fueron inicialmemc renuemes a hacer lo mismo,
temicndo que haccrlo precipitaria Ia decadencia del ordenamiemo social de \Xfarri,
tal como h.ab1a sucedido en Calabar. Fue solo en el temprano ~iglo XX que ellos
adopraron tamo el cristiani~mo como Ia educaci6n OCCidental (v6.sc Ikimc:, 1967).
1:.1 contexto para dlo fueron Ia.~ oponunidades de empleo que se encontraban ~n d
nacicme E~tado colonial yen las emprcsas exrranjeras. lo cual llevo a Ia competcnci<l
porIa educ:~ci6n entre los disrimos grupos.
Como losdik habian aceptado Ia educ:~ci6n occidenral unas dos decad.~ antes de
Ia colonizacit1n, su~ carequistas y profesorcs ruvieron papeles crucialcs en Ia c,;onversion
y Ia educacion de sus vecinos efut y qua, asf como de otros pueblos del interior, en
un momenro end cual Ia cducacion occidental esraba en gran demanda en rocb
Nigeria del sur. E~ro ruvo como resultado Ia propagacion de Ia lengua, Ia cultura y Ia
influencia c:fik, pucsro que los misioneros hablan traducido Ia Biblia a dich:~lcngua,
y prcfc1fan que ramo Ia cducaci6n crisriana como Ia secular sc llevaran a cabo en ell a.
l.os efik y los itsckiri sc convirrieron en los agemes politicos, oficinisras y :lSisrcntes
prcfcrido.~ de Ia adminiscracion colonial. Mienrras que Ia prominencia de las elite~ cfik
en Ia aJminisrraci6n colonial inicial derivo de su tcmprana exposicion a Ia cducacion
y b form.! de vida occidental, Ia de los notables itsekiri se debia al papel que uno de
sus comerciames tuvo en ~uperar Ia resistencia a Ia colonitacion en el deltJ. del Niger
occidental. Oorc Numa, quien facilir6la derrota de Nana Olomu, el gobernador del
rio Bemn y Ob.1 de Benin, fue recompensado con el cargo de gobcrnantc ~upremo
prttminente en Ia provincia de \Xfarri. Elmo esra posicion para orqu~-starel dominio
i:xkiri dl! Ia admiuisrraci6n nariva (Sagay, s.(). En consccuencia, de los dicci~is
htegrantcs de Ia corre nariva Warri, instituida en 1896, quince eran i~kiri y uno
216
21 7
Cundo 1., Cone. N.mv~' ot.tb.m sicndn <"'tablcxida~ en l0< d"tritos perifericos
Nij;<ria Nat ional .-\n:hn-.<, Jb,t.Ln, Ughdli Pape" At\'hiH>N 2), 192S.
219
3.
l ~ .. ~1, ,
gobernames urhobo de csta division. Es mas. mien(ras que Ia administrJci6n nat iva de
Calahar era conocida como e1 'Consejo Ohio Efik', Ia de Warri ~ra Ia 'Adminis(raci6n
1\aciva Irsekiri'. Estos apelativos ofcndieron a los di.n, qua, ijaw y urhobo, puesto
que ;ugerian que los efik y los itSekiri, respec(ivameme, poseian Calabar y Warri.
Fue por esta razon que el titulo de 'Obong de Calabar' dado al gobername supremo
dik, y el de 'Oiu de Warri', que los irsekiri deseaban para su monarquia, pasaron a
ser una insoluble manzana de Ia discordia.
:r1 i 1
f1~:, &la.ld3d~s
f';~"\rt./l
"-i'W"
221
Los Iidem. nsekir1 comidcran que Ia inclusion de los ij~w y urhobo en W.uri es
una usurpacion de >U patrimonio, endilgada a las 'minoria.~ minoritarias por pane
de los grupos ctnicos de 'minorias mayorirarias'. Para protcl\er lm dcrcchm de las
primeras, Ia di rigencia it~ckiri llizo campaiia p-aro~ Ia redefinicion de: Ia rcpresentadon
end Esrado nigeria no. DesJc 'u pun to de visra, el marco actual en cl cual los esrado
y sedes son las unidades componenres de Ia federaci6n nigen~na - que hworcce
3 los principales grupo~ ctnicos que dominan mas estados- c una parodia del
'pacro' que unio Ia.\ nacion.tlidadcs para ttue forma ran Nigeria (vcasc lrsekiri Erhnic
Nationality, 2005).
degencraran en violenda, puC\tO que no hay ningun in~-entho para que los lidcm.
~tnicos emprendan unJ moviltL..ICIOn grupal violenta.
LIS elites emicas habrian tcnido problemas para incitar a sus grupos rcspcctivos a b
violencia incltiSosi tales incentivos hubiesen estado disponibles. Esro cs consccuencia
de que Ia poblaci6n no ~e sicnrecxcluida odiscriminada, lo cual se debe escncialm cnre
a Ia auscncia de todo discm'o con,crnience a lo indigena. Los jovcncs efur y qua no
no enfrenran ninguna di>criminaci6n en el otorgamicmo de becas, en cl emplco
o en cualquier oua oponunidad para d empoderamiento, pue; se leo; considera
micmbros auteoricos de Ia comunidad politica de Calabar. Tdmpoco hay ningun
alegaro de que los scrvicios sociales esren concenuados en las areas cfik. En rodo
caso, para jusrificar sus prctcnsiones sobre gran parte del territorio de C'.alabar, los
gobemames supremos de los cfur y qua sc autoproclamaron sei\orc<; rirulares de Ia
mayor parte de los establccimientos gubernamemales y del sector privado de ulabar.
En consecuencia,las jefaturas erut y qua lograron cosechar cmpleos y oporrunidades
de contraraci6n para ;u pueblo.
Lo que da cuema de Ia violcncia en Warri es Ia incapacidad de los gobcrnantes
rradicionales de los ijaw y urhobo para tener papeles similarcs. Dado q uc su exclusion
en Warri tiene como base Ia condicion de indigena, ranro los grupos de elite como los
que nolo son terminan nccesitados. La percepcion general de que hay dcsigu:Udades
horizomalcs en lo~ nombrJmientos politicos, Ia ubicaci6n de los servicios soctalcs y
las instiruciones pttblicJ.S, asi como las oporrunidades de empleo en las companias
de servicios publicos y petroleru, implica que todos los esrraros socialcs de los rres
grupos ctnicos se vcn direcramcntc afccrados. Como tanto los grupos de ~lire como
otros que no lo son sc ven directamenre afectados, fue posiblc unag~nar y rdlicar
una comunidad de margmado~. El incentivo para combatir ~ fuerrc cuando una
comu nidad marginada cree que lo ha sido en todos los secwres. E.\ e>ta convergcncia
de inrercscs entre elites ambiciosas y j6venes dcscmpleados y desencantados,lo que
da cuema de los estallido r~'Currcnres de violencia en Warri (vca.o.e lmobighc yorros,
2002; Ukiwo, 2006).
El hccho de que csto sucede de esta manera mas en e1 ca;o de Warri que en
el de Calabar, es algo que re;ulta evidenre en las respuestas que dan parricipanres
eleg1dos al azar a Ia pregunr.1 hecha en una encuesta de si gntpo.\ pamcularo dominan
instituciones especificas publicas y del =:tor privado organizado '.
1 E.\t<)
223
l~&r,ulld;u.lc~ hom.ont~Jc,
r v.olcnc11 CtnK.:.t
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224
, Jcdcral Char.lct<r seeks balanced lt.ekiri ljaw representation. Thr GU<trdinn. 24f8f200S.
22~
1
D.-..stt:l'AlDADl" HOili20STAJ.U y
( -r')!'.;fl.I(.. I"V
De~e esre primer incideme de violcncia ernica, vinua.lmeme todas las grandes
imervenciones gubernamenrales han sido inrerprctadas como estando al servicio
de un grupo u orro. Sc dice que Ia Cl:iusula Especial de Areas de Minorias en Ia
Comritud(\n de Ia Region del Medio Owe de !964, fuc obra del jefc h:stus OkotieEboh. un ircsek.iri que era minisuo de finanLas en esc cnronces. Cuando Egbeoma,
un clan iJaW en Warri, fuc rranskrido del e:stado de Bendel al de Ondo en 1977.
las elites ij.tw y urhobo alegaron que Ia transfercncia fue planeada por e1 secretario
del gobic:rno esratal y el comisionado de gobic:rno local y asuntos de las je&turas,
ambo. de los cua.les eran itsckiri, para asi preparar el camino para Ia elecci6n de un
director trsekiri. Se dijo tambien que en 1978, los principales funciona.rios irsekiri
habian fr11.1uado una medida del gobicmo del esrado para reconocer en Warri a los
gobernanres urhobo tradicionales.
Cuando el recien creado gobierno del Estado de DelLa finalmenre rcconoci6 a lo~
gobemanres tradicionales urhobo en 1991 , las elites irsek.iri atribuycron Ia d~ision
al surgimiento de un urhoho como gobernador del estado (veasc The Comminee
of Concerned Irsekiri, 1998). 1grupo asimismo culpo cl nombramiemo de Ogbcljoh como scde del reciC:n crcado gobicrno de Warri Sudoeste a las maquinaciones
de los generales ijaw y de su 'Iacayo', cl administrador militar del estado de Delta.
226
Fuc:. daro esta, elwrno de las elites ipw de aracar a lo' irsekiri en Ia burocracia federal
por Iuber reubicado Ia sede en Ogidigben. Las elites itsekiri tam bien han rech:v..ado
Ia l loja de ruta para Ia paz., en Warri del gobicrno del estado de Delta, a.legando
que d gobernador estatal -un urhobo-- viene siguiendo Ia agenda de los ijaw y
los urhobo para apoderarse de Warri.
Una F.tlta de confianza en los posibles mediadores en Warri, se ve agravada
por Ia percepci6n de que las compailias petroleras y las agencia~ de se&ruridad han
intcrvenido de modo parridario. Por cjemplo, las elites ijaw y urhobo han acusado
a Chevron Texaco, que cuenra en su junta directiva con un i~kiri, de f.lvorccer
al grupo al cual cstc pertcnecc en sm programas de empleo y de responsabilidad
social corporativa. Por su parte las el ites itsckiri sostienen que Shell, Ia Comi~ion
de Desarrollo de las Areas Produc10ras de Mineralcs de Petroleo (OM PADEC) y Ia
Comisi6n de Doarrollo del Ddta de Niger (NO DC), han conccnrrado Ia mayoria
de sus programas de desarrollo comunal en las comunidades ij.tw y urhobo (vea5C
Frcgene, 1997; Gbaramaru Clan Communiri~, 1997; Urhobo Indigenes ofWarri,
1997). Es mas, a medida que Ia violencia ardia en Warri entre 1997 y 2003, grupos
de milicianos ijaw sostenian que los soldados nigerianos combatian del lado de
los irsek.iri. El jefe Bello Oboko, presideme del rNDlC, ~stuvo que un irsekin
fuc nombrado como viceminimo de defensa entre 1999 y 2003, para &cilitar el
de~plicgue de rropa$ y armas a favor de los irsckiri. A consecuencia de tales alegaciones
y comra-a.legatos. las auroridades militares retiraron de las wnas de combate a las
trop.u con afinidad con cualquiera de los grupos cmicos de \X'arri.
Aunquc: hubo dudas respccto a algunas de sus decisione:s, especial mente c:n c:l
pcriodo colonial y durante las epocas de dominio igbo e ibibio, d gobierno cstata.l
de Calabar es considerado relativamcnre justo con todos los grupos. Esto sc debe a
que no rom6 ninguna decision dristica para pcrpetuar o revertir las desigualdadcs
hori1.0nra.les. Por cjemplo,los gobicrnos dominad< por igbos e ibibios en Ia Region
Oriental y el &tado Sudoriemal (posteriormemc rebautjzado wmo el Estado de
Cross Rivers), que supuestarnente simpatizaban con los intcrcses efut y qua, no
abrogaron d titulo de Obong de Calabar o reconocieron los ticulos de Ndidem
de Calabar y Mun Munene de Ca.labar. El administrador militar, a quien los efik
h.t.bian acusado de habcr orquotado una politica de .divide y vencecis en esta
ultima ciudad, rccha:z.o Ia recomcndaci6n de que cl monarca efik fuera privado del
titulo de Edidem, incluso luego de que fuera hccha por una comisi6n invesrigadora
gubernamenral (vea~e South-Eastern State of Nigeria, 1972). En orro notable
CJCmplo de relariva auronom1a, el gobemador del esrado de Cro~s Rivers -un
efik- rechaz6 Ia rccomendaci6n hecha por un grupo de invotibraci6n judicial, de
que cl monarca efik debicra ser reconocido como gob ernantc ~uprcmo de los cinco
consejos de gobierno locales, y como presideme pcrmaneme del consejo estatal de
jefe:s (vease Cro~ Rivers State of Nigeria, 2000) Semejame intervencion c~ratal
227
1936 y 195 I. Dado que el cambio al Olu de Warri se dio en un momemo en que
los urhobo habian revertido d dominio irsekiri, se le emendi6 como un in ten to
gubcrnamental d~ resraur:1r Ia declinante innucncia de csce grupo.
L.t intervencion c~ratal y las respucsras a ella sc vie ron influidas por lo que csraba
en jucgo. F..n Calabar, cl esrado logr6 mediar porque era menos lo que se jugaba
Esro ~debe princrpalmemc a que Ia~ iniciarivas que buscaban mcjorar Ia indusi6n
de los intereses efur y qua no plamcaban una amenaa significariva al dominio efik.
3.5. E1 papel de Ia hiSloria y Ia memoria en Ia movilizaci6n
de Ia identidad c!tnica
En controure con Ia situacion en Warri, los discu~os indigenisras fueron visros por
Ia dirigcncia ef:tk como una forma de lt:girimar Ia exclusion de igbos c ibibios de una
panicipacion polilica efecriva en Calabar. La din:imica de los conRicro~ entre los efik y
los ibibio, y emre aqudlos y los igbos. fucron inicialmentc entre narivos y cxtranjeros
en CaJabar, y posreriormeme entre grupos cmicos minorirarios y mayoritarios en
Ia region Oriental y el esrado Sudorienral. En consccucncia, Ia idenridad efik fue
movili1.ada en un contexto en el cual ibibios e igbos eran los otros t'micos. Esto fue
asi porque eran dichos grupos, y no los indigenas efur y qua, quienes amenazahan
Ia preemincncia efik. Ln Warri, cada grupo emico $C ddinia contra su vecino. c:l
cual pasaba a ser d 'otro' emico. La conciencia urhobo e ijaw fue de~pcrrada por
-y movi lizada contm- el dominio pcrcibido de los irsekiri y vicevcrsa. Es m:is, d
fenomeno del 'imperialismo cultural' que predominaba en Calabar no era comun en
\Xiarri. l.<>s pueblos urhobo e ijaw solamente conM!rv<tn Ia memoria de irsekiris que
eran secrerarios judiciales y comerciantes de esclavos y de aceite de palma. E!los no
conservan el rccuenlo de los profesores y caccquist~ itsckiri. Esto queda cxplicado
por Ia accidenrada historia del cristiani~mo en el delta del Niger occidental. En
cerminologia gramsciana, los irsekiri no ruvieron Ia hcgemonla sobrc los ijaw y lm
urhobo. No sorprende que su dominio, al cual se percibia solamenre bajo Ia fom1a
de un podcr bruro, haya sido resistido fcrozmentc.
Los difcremcs resultados en las relaciones ernicas podrian tambien explicarse con
las diferencias en Ia hbtoria de las monarquias y Ia colonincion de Warri y Calabar.
Los funcionarios coloniales bricinicos nose roparon con un rey en Warri, como si
sucedi6 en Calabar. La administracion colonial no comem.aba en Odclrsekiri, Ia
capital tradicional del Rei no lrsekiri, como silo hiciera en Duke Town, Calabar. As I,
cuando Ia monarqula irsekiri fue resraurada luego de casi cuarro decada.~ de gobierno
colonial, las Clites urhobo e ijaw sospechaban que con dlo se bu.scaba consolidar el
dominio itsekiri. Esra sospecha se vio refon.ada cuando cl monarca it:.ckiri :.c mud6
de Odc-ltsekiri a Warri. Es includable que silos briclnicos se hubiesen topado con
un rey itsckiri en 1900 y le hubicsen reconocido como Olu de Warri, los urhobo
y los ijaw no habrian resiscido dicho rcconocimiento de modo tan fcroz como en
228
4.
0BSERVACIONES FINALES
229
'"'
&gun las hJ,torias de esto\ do~ poblados, Ia movilizacion grupal violenta ticne
Iugar cuando b~ sensacionc~ de alit>nacion y desigualdad atraviesan Ia.~ clascs
sociales y grupos generacionalcs, puesco que sc las percibc como algo que afccta a
rodos los inreg<.mres de una comunidad panicui,Jr marginada; cuando Ia exclusion
y las desigualdado se ven legilimadas por d discurso de lo indigena; cuando Ia
imervencion ot~tal es percibida como algo que est dirigido a perperuar o poncr fin a
las desigualdad~ horizontal~ a f~vor de un grupo yen conrra de Otn>; y cuando hay
perspectivas de un dominio in verso, en el cuallos grupos hisr6ricarneme dominames
~><: sien~en en peligro debido aJ avance o a Ia agitaci6n de grupos antes necesJtados.
Debe, por lo ramo, hacerse frenre a las desigualdades horiromales, no solo debido
a sus cfecros dirttros sohre eJ conAicro, sino tarn bien por su irnpacro de largo plaza
sabre Ia cooperaci6n inreretnica.
I,
CAPlfULO
JO
I. INTRODUCCION
Ohjedvameme, ran ro Ghana como Nigeria sc caracrerizan por scveras desigualdades
'K>Cioecon6micas enrre sus rcgiones, grupos ernicos y religiones. Pero dado que Ia
acci6n colecdva depende en ulrima instancia de c6mo los grupos sociales perciben
el mundo en el cual vivcn y acruan, adarar tales percepciones debe ser un elememo
crucial de toda investigaci6n del comportamicnro grupal, incluida Ia movilizaci6n
grupal violenta. En consecuencia, este capitulo presenra y analiza daros de encue.q~
de percepciono Jlt"adas a cabo en Chana y Nigeria sabre c6mo las personas ven
su.~ idenridades, y su percepcion del grado de dominio de las instituciones estatab
por parte de grupos ernico~ o religiosos parriculares. Las cncuesras conscaron
principalmente de un conjunto de cuestionarios esrrucrurados en los cuales los
c:ncuesrado~ rcspondian a prcgumas cerradas .
Es importanrc subrayar que las encuesras de pcrcepciones llcvadas a cabo en
Ghana y Nigeria no fueron reprcsenrativas a nivd nacional. Por lo ranro, los resultados
solameme son estadisticamente representatives para los lugares escogidos de Ia
encuesra, pero podcmos extraer mferencias mi~ amplias a partir del supuesto de que
las z.onas encuestadas eran cualirativamenre represenrarivas de una gran parte de Ia
5ociedad. En Ia cncuesta de Ghana, 608 personas de dieciocho alios o mas, elcgida;,
al a7.ar, fueron enrrevisradas en rres enromo; urbanos de Ia pane sur del pais: Accra
en Ia region de Gran Accra, Ho en Ia region de Volta, y Kum~i en Ia region Ashami.
Mienrras Accra -Ia capital de Ghana- es cmicameme diversa, Hoy Kumasi son
mas homogencas ctnicameme (Censo de Poblacion y Viviend.1 de 2000 de Ghana).
ft
,H
' La ([!Ql(SI2 de: perc<pc:ioncs gbm<.. ~ n.,..; a coho <n julio dt 2005, en !Ml!O qu< Ia ni~,..,,;..,. IUVO
un bp><> d< cu>tro semmo.s. <n "&&SlO y sq>ti<mbr< dr.....,.
lu~ar <n
230
2.
GHANA y
NIGERIA
Ghana y Nigeria son C:micamenre variados. Aunque en Ghana hay sesenra grupos
ernicos distinros, con 374 grupos Nigeria se encuenrra sustancialmenre m:i.s
fragmemada (vease Orire, 1990). En Ghana, los cuarro grupos ernolingiilsticos
principales, que juntos comprcnden el 86% de Ia poblaci6n, son akan (49,1 %).
ewe ( 12,7%), ga-dangrnc (8,0%) y mole-dagbani (16,5%)'. Los mole-dagbani
son cl principal grupo ernico en la.s regiones scprenuionales y son sobre rodo
musulmanes. En Nigeria, los trcs grupos ernicos m:is grandes (sabre Ia base del censo
de 1963) son los hau~a-fulani , igbo y yoruba, indigenas del norte, estc y oeste dd
pais, respecti\'amemc:. No comamos con ci&as precisas dcltarnaiio de estos grupos
ernicos debido a Ia omasi6n de Ia crnicidad en los censos de poblaci6n. En Nigeria
hay una importanrc supcrposici6n entre Ia emicidad y Ia religi6n: los hausa-fulani
y los kanuri son pn:dominanremenrc musulmancs, los igbo y las minorias del sur
son sobre todo cristianos, y los yoruba y las minorias del none tienen un nU!nero
casi igual de adherenrcs en cada religi6n.
Las desigualdades socioecon6micas m:is marcadas ran!O en Ghana como en
Nigeria, e ilusrradas en las tablas 8.10 y 10.1 , se relacionan con La aguda diferencia
en el desarrollo enrre sus rcgioncs none y sur, y en consecuencia entre sus gru pos
ttnicos septenuionales y meridionales, as I como enrrc musulmanes y crisrian os. l.Ds
orfgcnes de cstas desigualdades socioecon6micas son variados y se rclacion an con
facrores como diferencias ecologicas y climaticas, asi como d impacto diferencial de
las politicas de desarrollo ccon6mico, tanto coloniales como postcoloniales.
Tabla 10.1. Varios incllcadores socioecon6micos enue las wnas de Nigeria,
1995-1996
Niiltl'lo cnlrl." 6 y
H llu\
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Notoat<
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Sudoest<
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29.o
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de Ghana (vease, por ejcmplo. cl C'.<nso de Poblaci6n y Vlvienda de 2000 d< Ghana)
232
233
H()"-IZOt"oo'T.o\U.) '"t;O,fUl. ,,
etnico
Grupo ctnico I
..'~'
,
~!~
I
lOllS
Akao
19
51,4
14
51,9
27
65,9
26
66.7
Ewe
10,8
11.1
7.3
7,7
Ga-D.wgma
8,1
11,1
?,8
10.3
Nonc-h011
II
29.7
25.9
17,1
15,4
37
27
41
48,0
36
46,2
40
56.3
60
69,0
Ewt
10
13,3
10
12,8
5,6
3.4
Ga-O..ngnK\
9,3
10.3
11.3
10.3
NondiUI
22
2?.3
24
30.8
19
26.8
IS
17.2
71
3'-'
22.7
21.2
15,1
18,2
16.7
22,7
'
13,6
11,1
18,2
22.7
16,7
18,2
)5.1
12,1
18.2
9,1
9,1
Norttn<cal
18.2
Sudoeste:
22,7
s
s
Sur
Tou!N
87
234
22.7
9.1
9.1
16,7
9,1
13.6
13,6
5.5
18,2
36
78
Norate
Sudeste
Akan
75
27.3
39
--~-.----~~~---~----lOOS
TocaJN
Noroatt
Te>WN
Grupo e1nim
22
22
18
22
33
se ~osticne que los norcenos han domi rlado el pocler politico a nivel federal,
que diez de los rrece jefes del Estado nigeriano IUvieron origem norrefio'.
3. CoM POSI CION ETNlCA Y
pue~to
ENCUSTAS
fwe
'
Ga Dangme
Mole ll.>gbani
Orros
Accra
36.3
13.4
36.9
2,0
ll,l
Ho
8,2
80.3
1,6
3,3
6,5
Kum""j
78.4
S.4
0,4
11.2
4,6
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11 , 1
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Kukaw:a
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~n:,.mauco'
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46,4
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2.3
1.6
3.3
14,1
3,7
Ho
16,4
36.1
36,1
4,9
Kum:ui
15.4
IS,4
41,1
10,0
236
Ajcgunlc
Lagos
fv:t:n
l.J scgunda ciudad ghanesa cncuesrada fue Ho, la capital regional y Ia ciudad mas
grande de Ia regi6n del Volta. Alrededor del 80% de los cncuestados en Ia mucstra
de Ho cran ewe,~ y los akan cl 8%. La siruacion in versa se da en Kumasi, Ia rercera
ciudJd cn<:ucstada y Ia capital regional de Ia region Ashanti. I os akan daban cuenca
dd ?8<1i1 de Ia mucstra de Kuma~i. y los ewes conformaban una pcqueita minoria
.
l\.uum
237
~~~antes
l'cnteoosul/
Cari)m;irkos
cn~tiano..
hlam
21,7
6,6
36.4
15.2
15,2
lslal..aga.
8,5
10,6
12,1
6.5
60,8
1,5
Kuuwa
o.o
o.o
0,0
0,0
99.5
o.s
Ajq:unl<
t.p
,,
~~ I
Otros
5.1
4. U
n~
..-.~
'~
......
,._
..... .
, ...1:..
\ Sol:unt'nte sc contU uru \'e?: a los c:ncu('St.uio\. (.JUC cmrt' ~us ues asptttm de idcnridad m.h imporu.nrcs
mtn(J(u\lron a mois Jr uno de dlos (esto '" ctnicid.ul, lcngua v rc:guln de origcn)
B9
,,
bnu1,
ltngu.t
yftglt.ro
240
u. IWO
M1cnrras que Kukawa conrinu.t sicndo en general una sociedad tradJCJonal, Lagos
e~ en cambio una merropoli moderna.
5. EL IMPACfO
...,..
t~IU.1la )'
Tabla I 0.8. Ghaneses \cgUn locaci6n que piensan que Ia etnicidad afecu
las posibilidades de acccder a oportunidades y servicios publicos (o/o)
39.5
18,6
16,0
Ho
~~.I
S0.8
42.6
26.2
V,9
Kunmi
24,9
24.9
35,7
11,2
9.1
Nlj;CI'I.l
do~ grupos. Resuha imeres.uuc que los cncue5tados akan y ewe en Ia muestra de
Accra rambic:'n ru,ieran dutintas percepciones sobre Ia misma cu~">tion: mientras
cl jS y cl34o/o de los encue.\tJdos a.kan en Ia muestra dc Accra consideraban que Ia
erniddad afecrab~ las posibilidades que una persona ten fa para conseguir cmpleo~
y conuatos con el gobierno, en d caso de los encuc~tados ewe las dfras fueron de
44 y 46%. L1 proporcion de ga-dangmes que perciblan que Ia ctnicidad afectaba
Ia:. posihilidades que una persona renla de conseguir emplco y conrratos, yacia mas
o menos entre IJ de los encuestados akan y ewe. Aunquc estos do> ultimos grupos
tenlan distinta.s visione.s en Accra acerca del impacto que Ia emteidad renia sobre
l.t esfera publica, paredan di~crcpar mcnos que sus conrrapancs etnicas en Ho y
Kumasi. Tam bien rcsultaron inreresant~ las ideas de lo> cncuestados mole-da.gbani
en Ia mue5rra de Kumasi, IJs cualcs romamos aqul como una aproximacion de
las tdcas de los 'nortenos'. puesto que no llevamos a cabo ninguna encuesra en cl
none. A elias no solo les prcocupaba mcnos el impacro de Ia ernicidad sobrc d
acccso a empleos del gobierno, conuaros y vivienda publ ica que a los encueMado>
akan en Kumasi (solo d 22CVo de los mole-dagbani encuescados pensaba que los
anrc:ccdemes etnicos afecraban las po~ibilidades que una persona tenia en e~re
semido), sino que adcmas una pane considerable mente menor de ellos (3,7%, uno
de cada 27 cncu~tados) erda que los antecedentes ctnicos afectaban las posibilidad~s
que una pen.ona tenia de conseguir oponunidadcs <ucarivas. &ro resulra tanto
mas imcre5ante si tencmo~ en cuenra las sevcras desigualdades educativas entre las
rcgione.~ septentrional y meridional.
Las diferenc;ias en perccpciones entre los akan y los ewe en lo que respect.t ;~I
acccso a em pleas y contrato~ gubernamcmales probablcmeme sc ven inAuidas - y
en cicrta mcdida son promovid~-porel hecho de q11t> el acrual gobierno dd NP!~
Kumasi esd h.tbit3do princtpalmemc por los akan, en tanto qu~ Ho sc encuenrra
domtnado por lm ewe. Por lo tanto, las difcrencias entre c:~ros dm cemros urbana~
ramb1~n nos dkcn algo acerca de las difcrcncias en 1.1~ percepcion~ entre c>tos
dirigido por cl presidentejohn Agyekum Kufuor (un .tshanri de Ia region del mismo
nombre, donde ticne ascc:ndcncia reg1a), es a.mpliamcme considerado un regimen
pro-ashanti. L>csde su origen en 1992, el NPP fue percibido en general como una
agrupacion mayormeme de base akan a pcsar que su jerarquia ha sido mulriemic.t
(Gyimah-Boadi & Asante, 2006). Una m6n probable para Ia persistencia de esta
pcrcepcion con Kufuor cs Ia sobrerrep=cntacion relativa de los akan en el gobierno
desdc que clllegara al podcr en enero de 2001 (vca:.e Ia rabla 10.2).
La proporci6n de encuesrados nigerianos que pcrcibian que los amecedentes
etnicos afcctab.ln las posibilidades que una persona tenia de ganat acceso a lasdhtilli.L\
imralacion~ y servicios publicos era considerablemente mayor (patticula.rmemc
en Lagos) que encre los ghancses (vean~c las tablas 10.8 y 10.9). Y si bien, al igual
que en Ghan.1. Ia proporci6n de encucsrados que pcnsaban que los amecedcntcs
ctnicos afectaban las posibilidadcs que una persona tenia de accedcr J oportunidadcs
~ducarivas, era perceptiblemente m~ pequeiia que en relacion con los empleos y
contratos gubcrnamcmale~. En Lagos, cm rc d 37 y d 46o/o de los cmrcvisrados
242
243
rabla 10.9. Nigerianos seglin loaci6n que piensan que Ia etnicidad afecta
las posibiltd3des de acceder a oponunidades y senicios publicos (%)
ErntJieo en
gobiemo
Comratos
con gobicmo
Vi . . knd~1
publica
EducaciOn
. P"': .
unJ\'Cr51tana
A}q!\Jnlc
Logos
....
Kuu...
5R,6
60,1
42.4
37,4
46,0
57.2
56,7
28.9
44.8
4.3.3
}S,;
.32,0
30.5
22,0
12,0
I
Ihs;ct:"' n d
. H.\ HORf/O"'(fAlf~
\ c ~ '-'fUc. m
percibi..tn a pe.ar de todo que Ia etni.:idad afcctab.tla~ posibil1dadcs qutc una per~ona
renia de acceder a Ia educaci6n prcuniversuaria y universitaria. Resulra interesame
qutc en Kukawa, el Iugar con las tasas mis baj:t' de matricula y alfaberimci6n,
solamenre alrededor del 21(!.-o de los encuc.-rados erda que las po~ibilidade~ que
una persona tienc de conseguir una educacion prcuniversitaria y univer~itaria
~ ven afcccada.~ por lo~ antecedentes etmco~. Podria sostcnerse que Ia presencia
de programas de accion afirmativa -como e1 Fedtcral Character Principle con
respccro al empleo en las 111srituciones estaralcs y eluso de cuotas en Ia admisi6n
a Ia universidad- es un.1 raz6n imporrante por 1.t cual mas enrrev1srado~ en Ia
c:ncuesra nigeriana percibian que lm anteccdcmes ernicos afecmban ~ll~ posibi lidades
de conseguir acceder a las distimas instalaciones y servicios publicos.
AJ igual que en Ia encues1a ghanes;t, Ia tabla 10.9 muestr;t diferencias
significati~as entre los rre lugares cncuestados en Nigeria. F..st.i daro que los grupos
etnicos surerios {esto es, los yoruba, igbo y las minorlas surc1ias) y norrelios (los
hnu.sa-fulani, los knnuri y I a~ minorias nortclias) ten fan pcrcepciones sumamente
disr1mas con respccto al 1mpacto de Ia emicidad en Ia csfera publica. A los
primeros (enucv1srados ca.~i todos cllos en Lagos) lcs preocupaba mucho m:is que
.1 los scgundos (entrevistados sobre coda en Kukawa) el impacto de Ia etmcidad
sobrc d acceso a las disuma.~ insralacione y servicio; publicos. Es m:is, desde una
perspectiva comparariva llama Ia atencion que ramo en las encuesras ghanesas
como en las nigerianas, los grupos crno regionales (los ewe en Ghana. yen Nigeria
los grupa} crn icos surcftos) que sc senrian acrual o hist6ricamenre cxcl uidos del
poder poli1ico, eran los que mis se preocupaban por el impacro de Ia ernk1dad
sobre Ia esfcra publica.
En ocasiones sc sosdene qutc cs probable que un mayor nivd de educad6n
reduzca Ia lealtad emica de Ia genre; por ejcmplo por quiencs .tdopran una
pcr.1pecriva de Ia modemizaci6n con rcspecro a Ia emicidad y Ia imegrad6n nacional
(vc.JSe Deut>ch, I % I }. A fin de explorar Ia validez de Ia tesis de Ia moderniz.ac16n
en los conrcxtos ghaneses y nigerianos, en las rablas 10.10 y 10.11 hicimos una
rabulaci6n cruz.adJ. Jd nivel de educaci6n de los encuesrados y las percepciones de
Ia imponancia que los anrc:ccdentcs etnicos tienen sobre d acceiO a los disnntos
biencs pLiblicos.
Contratm
I Vivicnda
con gohil.'rno 1
b1ucadon
P"'~ I r,duuci6n
ptibli'"'
univcr~itoui.t
univc:rsitariJ
Acaa
Prhnarb compkr.t
28.8
)0.8
3~.6
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Sco.nJma
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20,0
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37,0
18,5
40,0
20,0
20,0
20,0
20.0
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25,8
68,0
68,0
64.0
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ILl
27.B
7,~
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Seamcbria
compkf11
26.3
26,3
37.~
11,3
8.8
19.2
19,2
Supaior
Ho
Priroa<)' <ompleco
5e<un<hria
oo.mpleu
Sup<rior
J<onu>i
Superior
46.2
~2.3
i6.2
c:omp1nt
Socundaria
contpkc:a
Sup<riur
\'h 1cnJ~
pUhl1u
I ~uc.aci6n
pn:l
Conu.uos
gobic:rno
con gob1crno
533
5)3
46.7
43,3
52,6
52,6
40.2
33,0
42,3
AjeaunJ< Lap
Prurutil
Emplco tn
uni,ersatan.J
46.7
68.2
72,7
4.2.4
37.9
48,5
48.1
)7,0
7,4
29,6
33.3
Lag.. bland
Pnawrb
complc:u
Socundri
complcu.
53,1
59.2
29,6
43.9
40,8
(jJ,7
63.1
38.5
55.4
53.8
35.5
32.3
31.0
121>
22.6
Supct'lor
36.8
36.8
36.8
26,3
26,3
Prinwl>
4)JI
)7.5
)1,3
25,0
2~.0
Sup<rio<
Prim.t.ria
compltu
Scwnduia
cumple12
complcu
245
..,.
Gha.n;.l \' N1fteria: P'rrtpclOn('\ dt'ide 1~ callc I Lmt;,('r & IIJv.n
I' 'I
T abl~ I0.12. Porcenuje de gb.ani~nos segun locaci6n que cons ide ran que La religion
afccra las posibilidades de acceso a oponu.nidades y scrvicios publicos
\..onuato~ con
gobi<rno
\ 1nenda
publ<-a
EducaciOn pre-
F..ducadOn
univcnuana
unhcrsiraria
A<era
27,8
27.8
39.5
!8.6
15.4
Ho
24.6
23,0
V.9
19.7
l.s
l<tutla>l
15.8
14.9
30.7
10,0
7,1
Ajegunk
Conuatos c.~on
gobicmo
j
VivicndJ.
rUbliu
E.ducaci<)n preuni,t-rsitaria
EducaciOn
uniwniu.ria
28
J().J
26,8
27.3
29.8
J.l.t..g<>J
33,0
28.4
18,0
22,7
23,7
KubW>
24.0
23,0
21.5
18.5
18.5
Ugos
6.
l:.n esc.t sccci6n buscamo~ cvaluar las desigualdade:. horizoncales pcrcibidas en Ia csfera
polirico-adminbtr.Jtiva. analizando las percc:pcioncs que lo; cncuestados ten ian de
que grupos dominan el gobicrno 3 ni,d nacionalffedcral, y los nivdes mas altos de
Ia polidJ.la adminiscracion publica, las fucrzas annada.~ y Ia judicatura. La pregunra
rdevanrc en el cuestionario de las perccpciones era de doblc via. Se pregunraba a
los encucstado~ ~i pensaban que cierto grupo de personas (>in mencionar a ningun
grupo en c.~pedfico) dominaba una insrirucion estatal parrkular; si Ia respucsta era
'sf, se pcdia que nombraran a1 grupo o grupo~ dorninames. los resultados aparecen
en las rablas 10.14 y 10.15.
247
.;:Jr
ChJn.>yiS't>
Cobierno
Ahos rangos
Ahos rangos dd
Aho; rangos de
nacion:1l
polic.:iale5
Sl'nicio civil
fun1.1s arm.~t.la~
ken
39,5
29,1
23,9
24.2
19,3
Ho
65,6
41,0
31, 1
41,0
24,6
Kunwi
38,2
31.5
20.7
25:7
22.8
Tabla 10.15. Porcemaje de nigcrianos s~n locaci6n que consideraban que alguna
instituci6n estatal csraba domillada por un grupo cspeclllco
--
Altos r-~ngos
policiales
Altos r.mgo' dd
~cn-icio dvil
Al1o~ rango~ de
fuLtns armadas
lloder
jutlici:1l
Ajcgunl< '"'&<>'
52,0
31,5
37,9
56.1
2S,S
hladcl..Jgos
6ol.l
41,6
37,2
62,2
40,9
KuJuv...
24.5
22.5
21.5
18.0
29.0
248
1
J)nlt;l!I\LOAIH' tiORI/(~'-IAL.\ 'r C.O.'lfll( TO
par ciaros grupos ~tnicos, pero nuevamence er.m m.i~ los 'Nose'. Es10 pod ria ser
romado como una evidencia adicional de i.J namraleza mas poli!iada de Ia ecmcidad
en Nigeria que en Ghana.
EL GOB IERNO
Una ultima cuesci6n concicrne b< percepcionc> qu~ lo> cncucstado> tiencn del
favorirismo y Ia discriminaci6n gubernamencales. S.: les pidi6 que dijcran si
pcnsaban o no que cienos grupos de pcr~ona> eran favorecido> o di;criminJdos
por el gobierno. De responder 'Si', se les pcdia que nombraran los grupos que le:.
parecoa eran favorccidos o di>criminados. Las tablas 10.16 y 10.17 muesuan los
rc\ulcados.
En Ia encucsra ghanesa hubo difcrencias significativas entre los tres lugares
c:ncuescados en lo toea nee al grado de favorirismo o discriminaci6n pcrcibidos de
parre del gobierno. Sin embargo, en los trcs lugares Ia proporcion que percihh que
el gobierno f.l\'orecia a cienos grupos fue norablcmence mas alta que Ia de quienes
percibian que discriminaba a Olro~ grupo5. Los encue~rados de Ho y Kurnasi
nuevamence pJrecen tcner Ia~ perccpcione\ mas divergcnres en lo que roca a csras
cuesrioncs, en ramo que los de Accra teni.tn una \'ez m:is percepcionc~ que (.':lian
enne esros dos. Aunquc las pcrcepdones de los encuesrados de grupos panitulares
favoreddos o discriminados por d gobierno nucvamcnte son exrremadameme
diversa.<, e induian a caregorla.\ talc<i como los j6venes y sabios, pariente> y amogos
de fun cionario.s dd gobierno, .. los ricos y los estudiames,., Ia rnayoria de lu1 que
pcmaban que habia favoricismo o discriminaci6n gubernamencales menciono un
grupo elnico panicular. En Ho, los cncuestados incluian Ia mayor proporcion de
quienes sosrenian que habia favoriri~mo y discriminaci6n gubcrnamcnralc> por
morivo> ~micos, afirrnando cl 33% de ellos que los akan o uno de sus mbgrupos
(los ashami en p:micular} eran favorecidos por el gobierno, y percibiendo el 19%
que csle ultimo discrominaba a los ewes. La proporcion de cncueslados en las
otras dos ciudadcs que anrmJhan que los akan cran favorecidos por el gobierno
era significarivamenre mas baja: 8 y 17% de los cncueslados en Kumasi y Acua.
re>pecnvamencc.los mencion6. Tan ,olo un cncucsrado en roda Ia muestr.l per<.:~bia
que los akan enn discriminados por d goboerno de Kufuor.
250
-'
ravontismo
Dis(,:rimanac10n
hero
31,4
20,6
Ho
47,5
45,9
Kurn:asi
19.5
13.7
Aj<{!unlc Lap
....
IJia Kuka-..
fa\onlismo
l>,crinuna.dOn
48,0
34.8
51.~
35,1
29.S
21,0
Como ya >e indica, Ia. diferencias entre los encuesrados en Hoy Kumasi tam bien
nos dicen algo acerca de las diferencias en pcro:pcione~ entre lm cncrevisrados ewe
y akan. Desde el surgimiemo de Ia Cuarra Republica de Ghana en enero de 1993.
los ewe y lo~ akan -y lo> ashanri en particular- apoyaron persi$lcnrcmcnre d
los panidm politico~ de oposicion. Mienrras lo1 primeros apoyan por lo gcncr:U
al Congr~> Democratico Nacional (NDC), que lUera fundado por el ex dictador
milorar y presidemc civil Jerry Rawlings (cl mismo un medio-cwe), lo~ ashanri-akan
han presrado mas apoyo al NPP. Los parrones de voraci6n en las regiones narales de
ambo~ grupm emicos (las regiones A.shanri y Volta) iluman csra diviroria polftica
llamarivamenre. El NPP, en particular, gan6 en Ia region Ashami por una gran
mayorfa. en tanro que el NDC se llev6 Ia mayoria de los voros en Ia del Volra en
rodas Ia;, cuatro elecciones generalc~ realizadas durante Ia Cuarra Republica de Ghana
(veasc cl capirulo 8). La persisrencia de Ia.\ cLferencias en los parrones de votaci6n
ewe-a.~hami contribuyo a Ia idea de que el NPP y el NDC ~on panidos de base
poliuca mayormente akan y ewe. Considerando que el N PP acrualmentc se encuenrra
en el poder, no debicra ser ninguna sorpn:sa que una mi noria significariva de lo\
encuesrados ewe-en l lo perciban que el gobierno de Kufuor favorecc a los Akan.
En cuanto aJ grado de f;~voriril.mo y discriminaci6n gubernamcncales en Nigeria,
alii rambicn hubo una clara divi~i6n norte-sur Las percepciones del favoritismo
y Ia discriminacion gubernamcmales eSlaban considerablemcnre rna~ cLfundidas
emre los enrn:visrados en los dos lugares encuestados en Lagos que en Kukawa. Los
hausa-fulani fueron cl grupo mas mencionado como favorecido por d gobierno: el
28o/o de los encucsrJdos en Ajegunle y el 38% en Ia isla de Lagos percibia que esre
2SI
I''
[)[.SIGlo\IJM,OL<; ltORI/U"'TAH-'' t:ONFLit I C)
grupo emico era fa,or<.-..ido. cn ramo que apcna~ 18 r 19o/o de los emre\'tscados
en lm lugare, cncuescados en Ltgos mencionaron en escc senrido a los yontha. En
Kukawa, un.t proporci6n aun rn<is pequeiia de lo~ encuec.ulos (alrcdedor del 9Qo)
pcrcibia que habi.t favorirismo por los yoruba.
AI igual que en Ghana, Ia proporcion de cmrcviscados en todos los lugares
encue5tados que percibian el F.tvoricismo gubemamcmal fuc consider.1blememe mas
<tlr~ que el de quiene~ creian que el gubierno discriminaba a grupos paniculan:~.
Solamcme una proporci6n muy pcquei\a de emreviscados en Ia encuesra nigcriana
percibia que I~ yoruba o los h.lUsa-fulani eran discrimmados por el gobierno.
I .os igbo fueron el grupo mencionado con mayor frecuencia, ramo en Ajcgunle
como en isla de Lagos, como al que se pcrcibia era discriminado por el gobierno
(fueron mencionados por alrededor dd 1t!o/o de los encreviscados). La mayorfa
de los encuestados que percibicron que estos eran discriminados eran igbos eUos
mismo~. Los F.tctores hiscoricos tal vez podrian dar cuenca de esto. Aunquc los igbo~
dominaron Ia adminisrraci6n publica en los aiios iniciales de Ia independcncia,
despue~ de !a guerra civil nigeriana fueron marginados de I~ principalc.\ lnscituclone.\
esrarak;, Adem.i.1, aunqueellos comtituian uno de los tees grupos emicos principales,
solanlcO!( produjeron un jefe de gohierno por un lapso de ~s moes. en ramo que
los hau~a fulan1 y los yoruba han dado jefcs de gohicrno que dura ron basrante. Es
probable que NOS F.tccores hayan concribuido al sentimienro de discriminaci6n
guhemamcmal entre una propomon signtficariva de los lgbo (Must.tpha, 2005).
8. CoNCLUSI O:\ES
Las encucstas mostraroo difercncias ba.\tance marcadas entre Ghana y Nigeria.
l)<;ro debemos scr caurelosos al gcneralizar sobre Ia base de una mue~tra limitada y
disrincas CMrategias de sclccci6n. Enwmmmos quesi bien mas cncu~cados nigcrianos
q~:e ghaneses perdbian que las idcnridades rdigiosa.\ y erno regionab/lingii~ricas
figuraban encre las rres mas importanres, lo inverse ern Cterto con respecro a Ia
ocupacion y Ia nacionalidad. Lm encu~cados ghaneses por lo general tcndfan a
valorar 51.1\ identidades nacionales y ocupacionales mi\ que los nigeria nos. Es moil., en
1\:igcria habia m:Th encuestados que en Ghana que pemaban que Ia ernicidad afl'Ccaba
d acceso a bicne.' publicos, y que el gobiemo moscrab.t favorirismo y dtSCriminacu)n.
Rcsult.t imere~ance que, c:omra lo que Ia pcrspccciva de Ia modcrnizacion afirma
-.obre Ia emicidad vIa integracion nacional, d logro de nivde.\ educarivos m.i.l altos
no dismmuya Ia t~ndencia a que Ia~ personas pien~n en rerminos ernicos. Por el
contrario, tanto l.1 cncue:.ta ghancsa como Ia nigeriana reafirmaron los resultados
de Melson y Wolpe ( 197 1) de que los logros educativos y otros atributo~ de Ia
modernizaci6n esdn correlacionado~ positivamcnte con Ia mayor prominencia de
1.~.~ idenrid;~des emicas y Ia percepci6n de favorirismo por morivos ernicos. Como
252
ya sostuvimo\, esto probablemente se debe a que son los que cucman con mayores
logro~ cducarivos q1.11enes compiren por los puestos y las oponunidades de negocio~
m:i~ lucrativos. ra.zOn porIa cu,tl sabcn d6ndc es que los zapacos apricran.
lanto Ghana como Nigeria han tenido curbulentas hisrorias politica~
car.tcu:rizadas por frewemes golpes milicares. Sin embargo, ,tunque Nigeria ha
pasado por una guerra d'il y ha enffenrado una recurreme violencia ecnica y religiosa,
especi<tlmcntc desdc finales de Ia decada de 1980, Ghana hasca ahora ha evicado b
violencia imercrnica y religi~a ~ria, exccpci6n ht:cha de los conAicros comunales
en su~ regioncs septentrional~. Las diferencias en bs percepciones comparativas de
las idcmidades y de Ia~ percepciones del Estado en Ghana y Nigeria podrian ayudar
a explicar por que este ttltimo ha sido m.is proclive a lo~ conAictos violentos que el
primero. Pero debcriamos advcni r, sin emba rgo. que Ia causalidad cam bien podrb
ir en Ia otra direcci6n. de un entorno mas violemo a una mayor percepci6n de 1.1
prominencia y Ia discriminacion crnicas. Adem.i.l, en ambos paise~ hay orras r:120nes
para Ia difercncia en Ia promincncia politica de las identidades ecnica.l, como Ia
adopcion, en Nigeria, de cuotas para el empleo ~un el origen regional. TaJc,cuotas
y Ia pr;icrica afrn del Federal Character Principle, que t:tmbien involucra asegurar
que los d.istintos grupos ernicos importances e. ten reprcsenrados a muchos n iveles
en el sistema politico y en Ia hurocracia, podria explicar por que las idenridadc~
ctnolingiifscicas y regionales mantiencn su vigor en Nigeria. AI mismo tiempo.
escas politica~ fueron introductdas precisamente porque Ia ernicidad parecia ser tan
politic.1menu: promincnre (Musrapha, 2005).
Rc~uha tnreresante, en dos semidos. efcctuar una comparacion de 1.~~
desigualdade~ horizont:tles sociocconomicas y politicas 'objetivas' en an1bos pai\e~
(veanse las cablas 10.1 aJ 10.3) con Ia.~ percepctones que los encuestados uenen del
impacco de las idenridades euucas o religiosas sobre rencr acceso a oponunidades
educacivas (veanse las tablas 10.8, 10.9. I0.12 y 10.13), asi como el grado de dominio
de l;j,$ disrimas tnstimaones esrarales por parte de grupos parcicularo (veanse las tablas
10.14 y I 0. 15). En primer Iugar, aunque la5 ta~as de matricula escolar en Nigeria
son drasricamente mob bajas en Ia zona nororiemal (donde se cncuenrra Kukawa),
paradojicameme,los cntrevisrados en los dos lllbrares encuescados en Lagosesruvieron
mi\ preocup;~dos en particular por el impacro que Ia etnicidad y Ia religi6n den en
sobrc las opormnidade~ educativas. En Ia encuesra ghanesa aparec.:i6 un rcmlcado
similar al emplear a los encuestados mole-dagbani de Ia muestra de Kuma\i como
una variable susrimra de: l;j,$ percepciones de los norteflos. Una posible explicaci6n de
esta aparenre paradoJa seria que las petccpciones de los encuesrado~ sobre el1mpacto
de lo~ antecedentes etnicos o religiose~ en las oponunidades educativas estan basadas
en experienci~ vivida.~ denrro de Ia rcgi6n o localidad en Ia cual residen, en tanto
Ia~ Jiferencias cducativas documcmadas fueron en ere regioncs.
253
CAt>hULO ll
1. OORODUCCION
Pobbd6n
Ia
blmon total
m~o,.w .1 1~
6070
BoU,lJ
Cuaccr.a,l;a
45-60
Ptnl
Ecu.1dur
.lS-40
3G-38
ll-l4
MhJm
- -...... _sriO!O
lkll<t
p.,...u
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4-4
Chit
ll>pulaol6n de m<nos ck
j~
4-2
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254
Ull
bueu f<'"tnten ' los ddtcs accrca de Ia eo niddad en AmC:ri<~ laun ve.... Van Con (2000)
' Estm grupos dn <"um~;o del85''b de Ia p<1ulaco6n indlt;cna tot.tl y dicdsi<te oorus grupos compr<:ndcn
256
~tguald...J. ct:ltctdtd ~ v1olmcia en Amma laun~ I C,..Jurnanin. t..:r.ty \1olina & lhofp
257
:l
Ouu.;~ALDMu ~
H ORJtr)""'TAlU 't'
<.:O'~nno
()c,.gu.cl4.1.ul emh.iJ;~J .,. 'il("cnu.. <:tt AmCmJ Lum.t I C:wnurtin. Cr;l'lo' Mol1n;t & ThHrJ1
2. 0ESJG UALDADES
~3ir
Los tres p.tises muestran fuem-s destgualdades enrre las poblaciones indig"nas y no
indtgenas. Una primcra observacion <:> que las fucrres desigualdadcs horizontalcs$On
relarivamcme indepemlienres del gr.tdo de desarrollo de un pais o del camano de m
eco numia. Bolivia es d mas pobre de nuestros tres paises, y se cncuenrra muy abajo
en el r.tnking del indice de d=rrollo hum.mo (IDH). Guaremala, con un PBI per
d.pit.J SUS(3Jlcialmcnre mayo r, tiene un pueSIO aun mas hajo en e! IDH, }'una t.IS;l
de alfaberizaci6n .tdulra mucho m:i!. baja que nue>rros orros casos. Guarcmala e~
tambien el rneno~ urbanitado de los cres pai~es. Peru, por ultimo, tienc Ia economia
mas grande de lo> trcs }' >U puoto end !OH cs >UStanciaJmenre ma; alro que d d"
Bolivia o Guatemala. pcro tienc rambi~n ld proporcion m:is alta de personas que
viven por debajo de Ia linea dt" pobrez.t.
[ n Ia tabla 11.2 vemos indicadores de las DH ba>ados en Ia obrJ de Manuel
Barron~. Lo~ resultados confirm.tn nueMras expectativasde desigualdades smtanciales
emre los grupos indigen.L.\ r no indigenas. Los primero., riencn mcnos ac"'so a
los scrvicios, esdn meno> ed ucado., y .,on significativamcnre mas pobres que lo~
~egundos.
PerU
Guacemotf.J
lt11ligena
l'obr<u
. 1N'"
/lnJigen.a
tnu 1gt-n.a:
34.4
0,37
4,9
20,1
0,24
5,5
2( 1
0,23
28,7
31,3
0,92
27,2
47,3
0,58
21,2
29,3
0.72
crt!t'ma
l'obru.ll
IWtio
12,8
I, r.r~ nu.or d~l~ sob:T ~mo -.c tt;11lll\ni d problcnta dc b clasiflCat.Jlm indif_(n~no mdtgen;~_, (,()Osulur flllrOn
Ayl!nn (:!007). r:J princ1p1l prob!cma C) qut" lo..:; cemo, end Peru no Ulil tt.lrl b autc~idcmific.:xi6n, )Ia len~u.a noes
un "J uJo, suno<r. pun m cl P..ru l.t publta6n uJi,:rna del no"< <kl pa;. h.bl.t h"' e<p>OOI. Barn>n Avll.;n
h,~ uiil1..tt.!o d lut!.iLr d(' n.K:imltnro, Jltm ha umlttdo l;u '-'ltdadC'\ srant.lc-~ deb \t(ffl de l.a rorci6n mdigcn.l, como
u.:1 modo ~'Ut'!SO Jc cra~;ar t'! hc-.:ho de que l.tlc:!i. cluJ....Jc\ Li<"ncn "ign:fll.atl\I;U publalion~o."\ no 1ndi~.u. L1:to es
prr l:-km.JUu\, ;Jo~:ro ~C:C"-.~1\1 l'r'tCjar qut 4...'\UlqUtOID .!h~m.Ui\'.1 qut h.ar;unos poJtdocncrntrar. (..I lnu:W~t.IJ "<'ri
wbesnm.ir cl gr::uJv c.lc DH tC'Ia.mn d H I r.l..) 1nC\hdas C'('llllO Ia lt'ngua. b1~ ultim.t txduyc g Ia pobtu.c<)n tndigcna
.k h>bll c.r' ,;.,t._ y..: uclc '" m'""' pobr< 'I""), pohl o<M>n q="" hhi.tn<c
fu~.:ntc B.t rvn Ar.li~n C20071, dc-r;vJJo d~ ,\fC"t.ovi lUOl,
Enq)\'1
BoUvia
2(0,8)
2(0,8)
3 (1,7)
Guau:mb
3(0.7)
3 (0,7)
2 (4,1)
3 (1,7)
3 (4/5)
HMl
2 ( 1,4)
I (315)
l'tru
258
I (0,9)
NOt.t; \alort't emrt' p.u tnltsu 1n<hcan b razOn dHtc ~ariOn ind.lgm.1 v no indi~na.
I) R.atjo tk .~qucUO) qu(' reub~ron ~tcr:dOo na~dk:a c:n rt"IXJOn .~ t .. propol\itln de lo!!o que rcponaro.-'1 (nferma.l:adcs
o .Ko<kn<<' rn ada tc"'Po.l) I drnou l.t r=nor 011.
' [<eo form6panc de ben<ll<><ade p<rcepdones<.:RISE. Ln i\menca l,1tin.t lacncue<u fuc finan d,llla
por Ia Fundadon Fmd.
9 En d PerU, la prt<guntJ. fue ntrucwrac.la en cCrminos de idemidad roacial/cu1uual, pucs-ro que
lLUI:IImt:ntc d
IJ cexw de BarrOn indll)'t un.1 ~ma mis ext~ma de indic.ador~ que los que induimos aqui. Sin
u.,b;ugo. J <e:1dcnci gcnt:'41 de I< mi,mos qu<J, rcfl<pda aci
I (0,9)
10
Todos los resolt.l!lmd<dosson "KnificJ< ivos aJ novel del So/o,y IJ mayon.l aJ de I%. Paralmdcmlles
259
Dll en educ<H.:iOn
Dll en nwrlJiidad
fl"menina
inf;Jmil
Bolivi> 1998
2,7
2,0
3,5
Guu<mal;a 1999
3,1
1,5
2.2
nn mas
TCCICOh~
DH en bicnc:star
de
h~art!\:.
Drni~~kl.W. e1mc-.Lad '! vinl.enc~cn lun(rk.<t L..tana l Uumann~ Gu, Mol1nJ & ~
haciendosc sustancial a nivd local y municipal - nunca menos de 35% desde I 995
(Cawnarrin, 2006b)-11 En Bolivia, en cambio, Ia presencia indigena en el Esrado
yen Ia.~ insmuciones politi~ creci6 constanrcmemc a rodo nivel dcsde comienzos
de Ia decada de 1990, lo que culmino en Ia elecci6n de Evo Morales en 2005.
En lo que a los dercchos culturales concierne, pareceria que se han dado algunos
pasos omportames en el reconocimienro de los derechos cuhurales indigena.~. Las
poliricas oficialcs de reprimir activamcnre Ia ve:.rimema, cosltunbres y lenguas
indlgenas ya no constiruyen Ia norma en ninguno de los rres paiscs. Sin emb:ugo,lo~
paws dados hacia d 'reconocimienro formal' aun parecen scr vacilames, sobrc todo
en los casos de Peru y Guaremala12 En este ultimo caso, Ia mayoda de las lenguas
maras son ahora 'reconocidas' por el Estado y Ia educac:i6n bolingiic esra permitida
desde finales de Ia decada de 1980, pero siguen 1eniendo un estarus secundario puesro
que el C.lpaiiol sigue siendo Ia unic."llengua oficial. En Peru hay una uadicion mas
amigua de reconocimiento de los der~hos culrurales indigenas que en Guatemala (el
quechua ha sido lcngua olicial desde el gobierno milirar radical del general Velasco
a comicnzos de Ia decada de 1970). Sin embargo. Ia discriminaci6n en rerminos
culrurale.~ conrinua siendo ba.stante fuerte en Ia prictica yen Ia vida cotidianau.
Pocos de quiene. conocen bien Latinoamcrica se senti ran sorprendido~ con estos
resultados. Es por clio de particular interes ver c6mo esras profundas desigualdades
afectaron Ia movilizaci6n y Ia violencia emicas Resumiremos ahara nuesrros
l'ml2000
2,3
1,9
3,6
P<ni 2004
2.4
1,9
3,7
1,4
1.6
3. lA H 1ST O RIA
Este capitulo SOSliene que Ia clave p.ua enrender como las OH afeclaron Ia
movili1.acion ernica yace en Ia formacion, con el paso del ricmpo. de esuucruras
politica. y SO<.Jales y Ia culrura de Ia odemidad. Este proceso se vio configurado por
Ia gcografia, asi como por hechos hist6ricos especificos.
Ghant2003
2.3
2.4
1,2
1.3
Ni~ia2003
3.2
1,6
2,0
. Us OH iO:'I d r.uio cnm: ,'Jiores promed!O de lo) grupos r:ara <.a<b pau (grupm: en \C"Ill:l.j<t wbrt gmpos en
de<vcnu;J). A tn.l\'QI' v>k>r, mN>r dn;gu;.I<Ud ( lno h:ty d<:ugualdJd).
&sado C'n jndu..c de h~enesw c~lcut.du como Ia sumA tk Q>modid;~ties que JlO'St"e cl hog.H um poo propon..inn:~
al grodo de <xclu.~id.od <k c;,.b bien en Ia pubbci6n
ruaue: Clu~oo de i.o;c:o .\bnani >Obn: Ia b>sc: <k 1., ho.sc:s de daro> ENAIIO. P." S<tl""' que '"' dot<" =n
~omp.;tr-Jbl~ a 1u largo de M.O$ d!irinu. Manc-mi uril1u un<~ bra.K" de datos d~~~im;;a ~I~ udl.iud.a por Buron AyiiOn
el f\rU L tUmrc~ue\IW~ M.ID~.ini conu Ia etniC.dad auro tqX'lfUda comod marodurM1c.opan JlrrU )'
(.;u:.tctn.11a. y pu.1 SO.:i~ota u1ilitJ I.a. knb"W
rv:a
2GO
2GI
oo-..ructu
cl terrcno para mtlltiples forma.~ de disputa en rorno a que csfera.~ de Ia.~ rel.tcionel>
entre Estado y sodcdad eran ,,egociadas y cu.ile-~ autonoma.s (Hylron, 2004). De
por 1.1~ autoridadcs colonial~ roms formas de cxplmacion. Cada acto de reheli6n
involucraba una .tliam..t incipicme con algunas poblacione~ crioiiJS y mesri7as. pero
csto se ''io debUitado por las diferl'ncia> em icas al mterinr del grupo. Demro del
grupo indigena h.1bia una significativa cla..e alta e incluso media. de donde pmnnia
cllidcrugo. La educacit\ n y I.~; oporrunidades L'COnomica. en un din:imico circuito
comcrcial vincuiJdo a las minas de Potosi, fucron Ia base para d surwm1enro de
esta elite en cl siglo XVIII. L..t imcnci6n de Ia dirigencia era integracionista: dcscaba
unir mestizos, criollos, negro> e indios contra el podcr colonizador. E.:.ta meta, sin
emhargo, no era plenameme compJrtida por Ia poblaci6n indigena, que .1 menudo
semia ran to rese mimienro contra los conu:rciames y otros miemhros d e los grupo~
mesmos, como conrra lo. blancos (Flores Galindo, 1976; Walker, 1999).
conqui~ra opaiiola, que se rrat6 de un proceso lcmo que sc rope) con una decidida
resistencia de los diversos rei nos mavas alii cstablecidos (S.icnz de Tejada, 2005) y
como con una mcnor inversion de recursos por pane de Ia porencia colonizadota.
l)cbido a su falta de riqueza mineral, Guarem<tla quedo como till lug<~r atrasado
rural, donde las oponu nidades par.1 que las clires espanolas y criollas amasaran
riqueL.1 cran pocas (Dunkerley. 1988). El Esrado perm.meci6 debil y empobrecido
y solameme comaba con una pcqueiia burocracia. En rcrminos cspacialcs. Ia~
personas i.ndigena~ y no indigcnas cohabiraron en c1enas rcgione) de Guatemala.
En sus rcgiones orientales. lo~ indigenas fueron desplazados o ab~orbidos por las
comun idade.~ 'espanola~. pero en Ia sicrm occidental continua ron siendo Ia mayo ria,
h.ISra hoy (Smith & Moors, 1990) '.
Cabe poca duda de que los gobernamcs colonialcs hispanos casi no tuvieron
rolerancia alguna par las accioncs colccrivas indigenJ..,, cspecialmentc si asumian
una forma violema, y las rcpres.Uias fueron mericulosas c inmisericordcs. En general,
las comunidades preferian a menudo formas meno~ abienas de rcsistmcia a sm
gobemames colomalcs, oprando mas bien por rehusarse a pagar d tributo cuando
las demandas del Esrado cran demasiado exageradas (Smith & Moors, 1990; CEH.
1999). Sin embargo, cs imporrame comrastar Ia ferocidad de Ia represi6n que I~
aurorid.rdes coloniales hadan de las protcsra.~ indigenas armadas, con Ia dcbilidad
del mando cotidiano. El control de las comunidades indigenas de Ia sierra occidental
fue a mcnudo renue. siendo Ia presencia del Estado coloniallimit.tda o inexistenrc'"
El lo pcrmitio a csras comunidades seguir siendo el punto focal de Ia idcnridad
ecnica y politica iniligenas. Cada municipiO de Ia sierra indigena era poliricamcme
.~ur6nomo,ton compleJ<IS jcrarquias de cargos civiles y religiosos (Grandin, 1997.
pp. 8-9). Qu1enes se cnconrraban en posicu)n de cumplir con una seric de
obligacione. (el p:urocinio financicro de .:vemo~ y cxtcnsos perio<los de servicio a
Iii comunidad) ~ccndian hasta ser lideres comunales: anciano; o principale. que
a m WI trabajaban como imermcdiarios con las aurondadcs coloniales (Gr.llldin.
'S.:~un O'Phdan ( 198~) . Ia rchdi6n Jc 1780, lidcrad.t por "liipac Amaru. olo fuc d
d~ u n siglo
.,;on\"..JJSO.
262
ept<O<lio> final
26.3
Oesigu.~IJ<Id. c:tnK.'ic.bJ .,. violtoci..l en Amtrica Uu1u I Caunu.ttm. (.;r.~y Mol uta & l"horp
~c:-gun Larson (2002) cl gmonal, hacendado tradkional deb IICm. surga6 a partir de un grupo
>.mor+.. de haandados que mdua hlancos indigcnitado, y mt>rtS o mdigcnas blanqucados. que
consolidaron una nueva posidc\n de podcr ddc Ia scgund mitJd del sattlo XIX y h.ISta lo, primctns
..nos dd)()(_
" Chile dtdaro Ia guerra en 1879. EJ Peni fue cncido en 11!81 en (jma y sufri6 e1~i rrcs 3i\oo de
ocupaci6n.
264
11
265
1
'I
Ots.gUlld.ld. rtn.k:.tu...l y \'1olenc:u en Ameria l ..um.1 / C.lU"U.ItUn. <..r;.~v Molln.a & lhtwft
resurgimiento de 13 elite (lrurozqui, 1994; Gray Molina, 2007). Para comicm.os del
siglo XX las alianzas mestizas con los tr.tbajadorcs y mioeros pasaron a ser el medio
de acomodamicmo. El golpe de Estado de 1921 simholim un nuevo pcriodo de
acomodamicmo y rtsurgimiento de Ia elite. 1presideme Bautista Saavedra (19211925) imenr6 rcalinear a Ia clasc rrbajadora )'las simpatias indigcnas de forma mi>
directa a rraves de medio~ politico> diemeli~ras que trajeron comigo una forma dt:
indusi6n que dcsarrollaron tanro lo.< milicarcs <;<>cialistas de Ia decada de 1930. como
11
267
La politica de Ia reform a agraria ilustra las complejas pugnas que tuvieron Iugar
cntn: Ia.~ elites y las comunidad~ mdigcnas y camJXsmas. Tal como se ob~cr.ara
durante el periodo liberal, d acornodamiemo de Ia elite, ahora conccmrado en el
acceso al MNR y al poder del Estado, brindo cl tel6n de fondo para las nuevas
forma.s de inclusion social y politica basadas en Ia coopracion y Ia rcdimibucion
del botin del poder.
Una difcrencia imponame con nuestros orros casos cs que aunquc los parridos
politicos de base ernica jam.is prend1eron en Ia ~ierra o en las tierras baja~ bolivianas,
Ia repre~entacio n etnica si crccio constantcrneme, primcro en Ia polirica municipal
y. a panir de 2002 en adelamc, en Ia politica nacional. Hoy en dia, ~i una tcrcera
parte de los dimiros parlamenrario~ esran repR-semados por diputados o sen:1dores
mdigenas, otro tercio esta representado por trabajadores popularc:s de base urbana
o secrores informales, y el restante por mestizos de clasc media represcnrativos de
Ia clase politica tradicional. Sin embargo, Ia conversion de las demandas politicas
indigenas en parte de Ia corricmc principal -reforrna consrirucional, reforma de
Ia rencncia de Ia tierra, cdm.:acion bilingue y una asamblea constituyeme- fue
alcam<~da sobre todo por movimiemos socialcs indigen~. en 1~ callcs ames que en
el Congreso (Calla, 2003). Los movimienros indigcnas inrrodujeron cxitosameme
una agenda polftica multictnica en Bolivia desdc comienros de Ia decada de 1990,
sin embargo, d ritrno lenro de las rcformas y de los logros se encuenrra detr.is de Ia
rccieme rcaccion contra las propuesras conciliadoras y reformisms.
Una prcguma irnponame que debemos considerarcs por que raz6n los episodios
de poliri1.aci6n ~mica no fueron seguidos por el esrablecimicnro de panldos politicos
de base c!rnica, que pudieran instirucionalizar las diferencias emicas denrro del
~i srema formal de gobernanza dcmocdtica. (Como ex:plicar el pobre dcsempeiio
de los parridos indfgenas y Ia forra.leza de los movimiemos socialcs indigenas? El
desempelto electoral del MRTK (Movimiemo Revolucionario Tupac Katari) y del
~11TK:\ (Movtmienro Indio liipac 1\.atari) a finales de La decada de I 980 ejcrnplifica
c.-.rc patron (Calla, 2003). Entre I 979 y I 980, el movimiemo katarisra, que alcanzo
una influencia prominenre demro del sistema sindicalista camJXSino, 1amas supero
un umbral electoral de 3%. Formalmenre, d sistema electoral de represemaci6n
proporcional de Bolivia parecena favorecer Ia rcprescnraci6n emica, puesto que cas las
dos terceras partes de los disrriros electorales escan conformados prcdominantemcme
por poblacioncs indigenas qucchu~. airnaras o de tierra~ bajas. Sugerimos, sin
embargo, que el atracrivo lirnirado de lo~ partidos politicos cxclusivamemc indigcna<>
podria expli=c mas bien por un sistema de inclusion clicntelista y corporativo,
hcredado de comienzos del 'siglo XX y desarrollado por el casi hegcmonico MNR a
mL-diados de Ia decada de I 9SO.
Una serie de instituciones in formales han organi1~1do accioncs colectivas loCJies
de base ernica y clasista en rorno al Esrado. Emre ell~ tenemos las relacioncs
268
~~wld.ul. ctnkld<id v Yiolc.ncu ('n Amtm.a LlhnJ. I C.:aunurun. Gr...... Molin.;a & lhorp
rdi'""
269
l:l:r
li I
I
IiI
).':
i I''
..;~
270
Desigua.ld:ad ewicid:ad )' \'tOlcnciJ c:n A.rntric L.uina I Caununin. Gr.1y MQiina & lhorp
271
de Ia auwridad rradicion.tl
:1
lXstp.uld...J. Tlnt(td.ad ~- viul('nn.l t"n Amiric.a Unn.al (~um:.nin. Gr-;a, M<lluu &
Thorp
273
I '
4. LA CENFRACI6~
lhorp
cJ.mhlotdn.
275
<:o~tl It TO
como Ia violencia domesrica o las dispmas por el acceso al agua. Elias se convirrieron
en una fuente de idcmidad sin una connoracion etnica explicira.
Es estc nivd de organiu.cion comunal d cual se aduce en roda Ia bibhografia
como Ia raz.On por Ia cual Sendero no logro peneuar en el norte del pai~. Tam bien
fue imponante el exrenso rrabajo que agentes externos (ONG y rrabajadores de Ia
Iglesia) reali7..aron en las comunidades para inculcarles una culrura de- rt~isrencia
pacifica, o al meno de violenda conrrolada.
b conrrastanre experiencia de Ia violencia polirica en ambos casos reAeja asi, de
un !ado, Ia di!.rima naruraleza de las idemidades indigenas y Ia propensi6n para Ia
accion colecriv;~, y del otro Ia narurale7.l difercnre de Ia macro-polirica. La naruraleza
profundameme cxcluyenre de Ia polirica guaremaltcca gener6 un movirnicnro
guerrillero de amplia base dirigido por ladinos, el cu,tllogr6 movili7..ar e intcracruar
con las poblacioncs indigcnas, las cualcs a su wz estaban comenzando a dcsarrollar
un sentido de al!ravio c idenridad colecrhos. Hubo, adcmas, dimensiones regionales
c inrernacionales que le agregaron imperu al conllicro de Guaremala a finales de Ia
decada de 1970 y c:omienzos de Ia de 1980, y que fomemaron ramo Ia movili1aci6n
como Ia represi6n. Si bren en el l'eru los parridos de izquierda no han florccido,
ram poco quedaron exduidos del wdo. El rango de las opcioncs exisrcntes dc:mro del
~i~rema signific6 que no se desarrollo nada paralelo a los movimiemos gucrrilleros
que hemos de.Kriro en Guaremala. Yde orro Iado, si bien Ia hisroria explic:a elrcrrcno
fertil que Sendero enconrr6 en Apwcho, Ia organi1.aci6n comunal fuc lo bastanre
firerte en mucho~ lugares como para rcsrsrir a una fucl7.a que tenia poco rc;peto por
l.t cultura, las estructuras comunalcs o Ia.~ vidas indigenas. Aunque grande. clntimcro
de victimas end Peru fue signilicarivamcntc mas bajo que en Guaremala, debido en
p.mc a Ia incap.1cidad de Sendero para movilizar a grandes 5ecrores de Ia poblacion.
Ademas, una difcrc:ncia cJa,e eo Ia expcriencia de Ia violcncia cmre Guarcm.ua y
Peni es que Seodcro Los reconocido como uno de los principales perpcrradores de
lo~ hcchos violemos, en ramo que en Guatemala el Escado y sus aliados fueron
re.1ponsables de Ia mayoria de los acrm de violencia.
Sin embargo. lo que ambos conflictos rienen en comun es que ninguno de los dos
puede1oer pinudo como el prororipico conflicro ernico. A difcrcncia de M01.ambique.
los casos larinoarr.cricanos no fucron un ejemplo de conflicros presemados como
ideologicos pero con base racial o etnica: ellos no cnfrenraron a indigenas corma
no indigenas. M<b bien ambos grupos de combaticntes, las guerrillas y las fucrzas
armadas, eran org;mi73ciones rrans ernica.s que rendieron a comar con tropas o
bases de apoyo ;ndigcnas y lidercs mc:stiws/ladinos. En el caso peruano Ia mayoria
de los muenos ft:eron indigenas, pero las c:vidcncias indican que fue Sendero quien
comcti6 Ia mayor(,, de los asesinato. l'n el caso de Guatemala, los movimicnros
armados rcvolucionarios surgierun en Ia decada de 1960 fundamcnralmenre cc1mo
organitaciones de ladinos y no lleg;uon a las regioncs indfgenas del pais sino hasra
276
Des.tgu~lctuJ. c1ni'-iJA.d y VJOienci.J t'n Arntnca latin~ I U..urNmn. Gr.a\' Mo1ula & lhorp
277
5.
CoNCLUSIONES
Hcmos demomauo ramo como Ia debilidad general de Ia polirica etnica como sus
fucrres variacionc\ cnrre nucstros esrudios de caso pucdcn ~er explicadas en rerrninos
hisr6ricos. En el Peru ruvimos Ia aniquilaci6n hisr6rica de lou clases dominamcs en
una coyuntura him)rica, cuando el pais se definia a si mismo en Ia independcn~ia.
F~ra dcsrrucci6n fue mayor que en nucsrros orros casos. A e.~ro sigui6 una debilidad
de Ia idemidad y sus caracrerisricas c~pecificas de ser de un lado sumamenre local
- Ia propia comunidad de uno mismo-, y del orro de csrar concentmd~ de
modo conrradicrorio ramo en Ia asimilaci6n como en Ia ncgaci6n, y canaliz.uJ.t en
formas culruraloo y no agrooivas. Alia donde renemos movtlizadores exrernos para Ia
violencia, gran parte del pais se encuenrra cnvuelro en una tension crucial: ~uficieme
organiucion para re.:.tstir Ia moviliucion, pero nolo suficicnte como pai'"J gel>tionar
un l<tmbio efectivo que corrija las injusricias, dada Ia incoherencia de las esrrucruras
insritucionales locales y nacionales, Ia, esrrucruras partidarias inclusive.
En Bolivia. d sistema de acomod.tmiemo politico perm ire Ia movili7.1ci6n pcro
con.>erva el equilibrio, con un impacto ~obre las DH politicas pero hasra al1ora poco
'obrc las socioeoonc>micas. AJ c:xplicar el grado relarivamcnre alro de moviliz.acion
y los procesos de :ttomodamiemo que llcvan a una faha de violencia, pero tJmbien
a Ia F.Uta de progreso en las meras socioccon6micas, planreamos Ia hip6tesis de que
Ia geografia ruvo un papel central, al igual que Ia debilid.td polirica del gobicrno y
Ia necesidad rcsultante de aliados.
En Guatemala, Ia pervivencia de: Ia autoridad y clliderazgo tradicional re~uha
p<~>ible dada Ia naturale:l-3 de Ia economia y de Ia geografia. y csro es posiu,o para
cl crecimiento de Ia concicncia ernica, aunque frecuenremente de modo locali?.tdo.
Sin embargo, Ia hi~toria de Ia represi6n opera podcro~ameme en Ia otra dirccci6n,
al igual que Ia inacccsibilidad de La polfrica para rodos los ciudadanos despu6 de
1954. El surgimicnto eventual de movrmtemos guerrillcros liderado~ por ladinos
~traJO a Ia poblaci6n indigc:na. La inmc:nsa represion rooulrame redujo el activi~mo
pol:tico e incremcm6 Ia conciencia c!mica.
T.a reforma agraria fue crucial en los trcs casos. Fn Bolivia csto fue portJUCella
incremento Ia parricipaci6n y el sentido de los derechos ganados, aunque no mcjor6
~igrificarivamente I.e. DH socioeconomicas. En el Pcni, su import:rncia se dc:riv.t de
Ia forma que romo (cooperar.ivas que cxcluian a algunos), c:n ramo que Ia f.tha de
in>riruciones de apoyo incrcmenro lo\ conllicros y Ia fragmc:ntaci6n. En Guatemala,
su ausencia !Ue un f.auor moviliudor.
Dc:oiguc~ld..J. rtr11i1d.ui )" \.olcnLia en Arn(rlu L..t1tn.l/ C.a.un..tnm. t:r.A\ ~'~inJ &: l'horp
l.as distintas forma.' asumida por Ia erupci6n de 1:! violcncia en los do~ casos
violenros, puedc c~plicarsc porIa diferenrc naruraleza de Sendcro Luminoso y la1
guerrilla; guaremalreca~ en su relaci6n con las comunidades. las disrinr-as historias
pR'Vias de Ia politic.lfmovimiemos/no movimiemos indigena.\, y el distinro mancjo
de Ia violencia por pane del Estado.
l.o notable en esras histOrias e< cuan poca relaci6n hay entre Ia cvolucion de Ia
acd6n colecriva con ralces ernicas violcntas o no violenras-- y las desigualdades
horizontales. Sin embargo. Ia naruralcza de: Ia incapacidad de movili2afse de modo
efectivo para reducir las DH tom6 forma.:. muy distinras en los rres casos, configuradas
por las disrintas hi~toria.~ y esrructuras JX'Iilicas que hcmru descriro. Hoy en dia, y
dcsde comienws de Ia decada de 1990. hay en Guatemala un movimiento indigcna
visible. pero es uno que carece de una inOuencia polirica scria. El ala 'culrurahsta' es
alramenre visible. con cicrto grado de Jcccso al Esrado y aJ gobicrno, pero su in Auencia
C)r.i limitada por ~u falra de apoyo entre Ia poblacion en general . .EI 'ala popular',
de: orro !ado, cucnta con algunas bases imporrantes de apoyo en Ia poblaci6n. pero
carc.:c de vinculo< con los acrores politicos formales,lo que limita su capacidad. para
mHuir sobre Ia polltica y Ins procesos de toma de deci~iones". Es probable que esra
\altima caracrerlstica rcduzca las posibiliuadcs de un exiroso cuestionamicnro de las
dc:sigualdad<:!> hori1omales.
End Peru, si bien el sisrema de: parridos jamas fuc ccrrado como en Guatemala,
si fue dificil de pcnetrar, print:ipalmcntc dc:bido a Ia falta de vitalidad y cohcrc:ncia
de: Ia polirica local y los parridos politicos. El sistema de parridos, ba~rame bien
desarrollado hasta Ia decada de 1980 (al menos a nivcl nacional), entr6 en una
profunda crisis con Ia guerra civil y sufri6 un golpe c.~i morral con Ia 'anripolirica'
de Fujimori ('Ianaka, 2002; Crabtree, 2006). Ademas. Ia tcndencia centralitadora
profundamcntc: ;uraigada en Ia otructul'"a polirica y Ia economia peruana solo fue
dcsafiada de modo tenue c i.neficaz por las diversa~ iniciarivas encaminadas a Ia
deM'enrraliz.1.ci6n.1:1lcs esfuerzos se roparan con Ia ausencia del Estado a nivclloc.tl. Ia
FJira de capacidad de los gobiernos locales y Ia ausencia de inrcrmediarios confiables,
dada Ia desc.onfian1.a en los partidos y el conrinuo clicmelismo del unico partido
que continUa stc:ndo numericamentc: ~gnificativo <t nivellocal: el Partido Aprista.
En Bolivia, el grado significativamc:nre menor de dc>igualdad est~ daro,
y c:videntemcme es sumamente imponanre. Como vimo>. sin embargo, las
desigualdades socioccon6micas han pcrsisrido y son seri.t>. El complejo ,i;rema de
pesos y contrape>os ha brindado acomodamienro politico, pcro lo que no hd hc:cho
cs suminisrrar o permitir que haya- una gestion cft~nva de politicas que cumpla
'" l;nucvisu. tund dcx:mr O<m.!rrio Cojti, prominence inEclccru;ll m:~ya y ex vic~ministmdc Edm:.lciOn
278
279
I
0-SK.ol'A..UHO(.S ltOai/Cl,l.u.t5 Y ("(l'lnJCfO
. .f..
lfi'w4;
VPlTl'I..O 12
DESIGUALDADES HORIWNTALES Y SEPARATISMO
EN EL SUDESTE ASIAT ICO: UNA PERSPECTIYA COM PARATIVA
Graham K Brown
I. I.NTRODUCCION
r
Dt-'-1(.1 "' H'\l)f_.. li()lli/O,..TAU:.\ t Hl'iH KTO
\cp.U.IIllllllO en
2. Lo~ CASOS
AI igu.1l qu<' end rcsro de l.t> lndias Oriemales Nc:crlandesa., d lin de Ia era coloni.tl
en Acch lleg<'> con cl final de Ia Segunda Guerra Mundial y 1.1 rendici6n del Japon,
que h.1bi.t ocupado el archipielago dl~C 1941. Pero rras Ia catda del Jap6n, Aceh
era l.t t:mica zon.1 del archip1t!lago que los holande\c:~ ni siquicra intentaron volver a
ocupar (Reid, 2006). de modo calqued linaJ del wlonialisnH> brindo .tsi cl cspacio
para una ex tens.:~ revoluci6n 'iOCia.l r polirica, con d aniquilamicnro de Ia impopul.u
ari~LOlracia pre colonialrdii'bn/ang, que habia ~crvido como intermediaria colonial
durante los ai\os del gobierno holandes y Ia ocupaci6n japone.\a. En su lugar los lidcres
v u/mnn isl:imicm a.lcan-z.uon Ia prommcncia bajo Ia sombrilla de Ia Union Ulama
Pan-Acch (PCSA, l'ersatuan Clama Seluruh Aceh), liderada por Oaud Beurcu'eh
(Reid. 1979). &te nuevo liderazgo promovi<i activameme eJ concepto de Indonesia y
ellug.u de Aceh denrro de d"ha nacion 'imaginada', )' su estaluHomo no rcocupado
signilico que esra wna MOna de imporuncia cemr.U para Ia guerra anricolonial.
Sin embargo, luego de Ia capitul.tci6n final de los holandcses y l.t formaci6n
de Indonesia. Bcureu'eh y otrm lidcre~ de Aceh pronto qucdaron frumado~ con Ia
naturaln.a secu.lar de Ia nueva republica)' se unieron a grupos de otras pro,incias en
Ia rebel ion de D.trullslam, que busco convcrtir Indonesia en un Estado isl.imico. La
rebelion de Bcurcu'eh y su~ ~guidores contra Yakam duro m:is que el movimiento
de 0Jrul Islam en otras provincias. b, ~in embargo, importante not.u que este
movim1cnro no lut.haba porIa separnci6n del Stado indonesia sino m:b bien porIa
transformacion de csre en un Estado i~limico, aunquc el descontcnro de Ia poblaci6n
de Au:h por c:<aar mbsumido dcmro de Ia provincia mob grande de Sumatra del None
rambicn fue un f;KLOr rnotivador. La rebel ion de Bcurcueh sc cxtend.io h.t.~la 1959,
cu;\ndo se acordo cl primer p.lquete de 'auronomia especial' para Acch, con el cual
esta region recupero su estatu' pro,incial como 'reg1on espcc1al' (fhurrh isrrmrwtJ),
con c;onrrol sohre Ia educaci6n y el derccho a tcncr un sisrema judicial sbnria. Sin
embargo. dicha aumnomia no duro mucho y fuc en efecto rcvocada por Suharro, a
poco de que estc llegara a! poder en 1965.
En 1971, el descubrimiemo de perr61eo y g~> namral en Aceh mcrcmcm6
ddsticamenre la impona.ncia de Ia provincia para Ia cconomia nacionaJ. La rcbeli6n
,.oJvt6a cstal.lar cinco anos m.is tarde, esta va bajo Ia forma especilicameme separati<ta
del Movimiemo Aceh Libn. (GAM, o Gcrlka.n Achch Merdeb) y su br.uo politico,
el Frcntc de Libcracion NacionaJ de Acch Sumatra (ASN I.F)I.
Udc:rado porlla.san di Ilro, cl GA."-.1 fue un rnovtmicmo que esruvo conform ado
inicialmcme porIa chusmJ y que no ~1gnificaba una gran amenaza para cl Esrado
indonc,io. Para 1982, el rnovimicmo parcda haber sido vcncido, y di Tiro
1
i
0E51C,LVI UI\Ot;S HOIU/ONTAI U V CONIU~ 1'()
~r:ai~tno c.n
extern as que comrolaron Ia regiOn o buscaron hacerlo: Espana entre lm siglos XVI
y XIX. luego F.stado~ Unidos hasra mcdiados del siglo XX, y por Ulrimo d Estado
filipmo indcpendieme y prcdominantememe crisriano.
A p~ar de sus muchos intentos, los espanoles en realidad Jdmas con1iguieron
alcanzar algo mas que una cabeu de playa en Mindanao, y fuc 1olameme de.sput~
de que las islas pasaran a posesi6n de los Stados Unidos en 1899, lucgo de su
victoria en Ia Guerra Hispano-Estadounidensc. que se cjerci6 una presencia colonial
concrera sobre Ia isla. lncluso emonces Ia ley marcia! se mantuvo vigente durante
gran parte de Ia ocupaci6n norreamericana. Ello no obsrancc:, para el momen ro
en que Esrados Unidos le concedio Ia indepcndencia a Filipinas, habia surgido ya
una nueva generaci6n de lidcres moros que no se oponian tcrminamememe a 1.!
intcgraci6n a las Filipinas, siernprc y cuando ~ les permiticra conservar su senti do
de una identidad separ-Jda (Abinales, 2000; McKenna, 1998).
Para Ia decada de 1960, sin embargo, las tensiones entre cristianos y musulman~
en Mindanao se habaan intensificado y hubo choques comunales esporJdicos. Esta
v10lencia se inrensi6c6 a comienzos del siguicme deccnio, en pamcular en cpocas
electorales en las cuales los politicos riv:tles movilizaban milici~ ernicas y religio.s&
paC3 consegUJr voros e mtimidar a sus oponentes. En 1972, a! terrninar su segundo
y ultimo mandaro constirucional como presidcnte, Ferdinand Marcos proclam6 Ia
ley marcia! )' Ia justi6c6 princ1palmemc con Ia violencia en marcha en Mmdanao.
Esta proclamaci6n brind6 a su vez. el rrampolin para ellanzamjemo del Frenre Mora
de Liberacion Nacional (FMLN), d cual inici6 cl movim1emo armada en pos de un
Estado morn separado. EJ periodo inicial de conAicto fuc inrenso, pero r.ipidamentr
cedi6 paso a un punro muerro militar (Noble, 1981), y el movimiento scparatista
se vao fragmcmado con Ia salida del Frente Moro de Liberaci6n lsl:imica (FMLI)
y otros grupm mas pcqueiios, como Abu Sayyaf. Un largo proccso de negociacion
entre sucesivos gobiernos 6lipinos y el FMLN finalmente Uev6 a Ia crc-.1ci6n de b
Region Autonoma del Mindanao Musulman (RAMM). una nueva regi6n con una
autonornia sustancial, pero e1 FMU y orros grupos rcchazaron csra soluci6n y cl
conOicto ha persistido en Ia regi6n.
El tlltimo caso a tomar en cuenra cs el del estado malayo de Saball. Antes de
alcam.ar Ia independencia med1ame su fusiOn con Mal~ia en 1963. Sahah --en c..c
entonccs conocida como c1 Borneo Septentrional Brit:inico- fue admmisrrada
como una colonia separada por una compaflia entre 1886 y 1941. mom en to en cl
cual fue ocupada por los japoneses. Luego de Ia rendici6n japoncsa, Sabah p~o J
ser un protectorado britanico directo. lnicialmcnre. su inclusi6n en Ia formaci6n
de Malasia no fuc apoyada por muchas figuras claves dentro del esrado, entre ell~
Donald Stephens, el jcfe supremo (Huguan S10o) del grupo indigcna mas grande,
los kadaz:in-dusun. Aunquc Stephens y otros evemu.Jmente aceptaron Ia l6gica
-o al meno lo inevitable- de Ia formaci6n de \llala~i~. las relaciones entre Saball
281
285
~
I
Dult.''-"U>A.DB
tiUt~l.tU.~t"-Lb"
n,,FUc-11'
y el gobiemo federaJ de Kuab Lumpur conri nuaron siendo difkiles. En .tl menos ue;
ocasiones, los liderc:l> del Esrado han planceado Ia posibilidad de Ia o;cccsi6n -o se
b hl acu....do de h.1berlo hed1o--, pero jam:i<; ha surgido un mov1m1cnro popular
en pos de Ia separaci6n, y mucho me no; uno violemo (Brown 2004b; 2006}. S:tbah,
por ende. brinda una uri! comparacion para los casos activarnence separarist;b aqui
explorados, pues nos permite identillcar rasgos y diferencia> comunes qu..- podrian
explicar por que el desconrcnro regional brind6 en ultima insrancia las bases parJ Ia
movilizaci6n violcma en algu.nos casos mas no en orros.
Mucho> de lo~ cstado~ del Sudc~te Asi:itico surgido~ despue.s de Ia Segunda Guerra
Mundial enfn:nraron po,ibles problem;b de periferias etnicas, dejadas por d errado
cake entre el rrazado de las fronrcras colonia.lcs y los patrones de asemamien ro
y formacion csratal pre: colon ialcs. Una rcspuesta ripica de esros nuevos escado~
indcpcndientCS IUe otimular Ia mlgraci6n a las penferias etnicas de represenrantcs
mas 'leales' del Esrado-nadon purarivo, a mcnudo a nombrc del desarrollo. Pero
como veremos en esra ~ en Ia siguieme scccion, etas pollticas, lejos de minar (,tS
posibilidado de Ia seccsi6n, en realidad exacerbaron los agravios locales al mmar<.c
al ~cnrimienro de marginaci6n de las comunidades perifericas.
Esta polirica de 'mrnorizaci6n' fue mis extrema en Ia Filipinas mcrid1onal. L1
emigraci6n de filipinos crisrianizados a Mindanao habia sido promovida desdc cl
periodo estadouoidemc, principalmentc como un medio de 'inundar' Ia rebeldc
poblaci6n de Mindanao, adem.is de brindar a los coloniali\tas una poblaci6n leal
de Ia cual podrian reclutar cl personal para su admrnisrraci6n. ParJ el momenro
287
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!0
100
18
90%
( 1995}, sin embargo, sugiere un mocivo alternarivo: wminisrrar una base firme de
16
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14
70%
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DoiiCM cxrrapobdos basados en uno~. rtHIC..~ua al<:atoria del nso u~ 1990 t:n lndonesla.
' 1:.1 ceruode 1990 no m:ogo6 d.nossobre b ttnicidad fXIOSo sabred knguje. Ucg:am0$~C:SU. cifra
a.'umiend<l que todos aqudiO$ que rcponaron rl jvmC. como ;u lcngua ma~ema, o como Ia que><:
u~o.1 end hogar, son ~micamcn1c javanc.se~.
Stp.u:ui~nlO
posicr6n en las
provin(las mas meridionales (cuadro 12.1 ). Dcnrro de Ia regron
sur como un todo, Ia poblaci6n m usulmana crccio a un promedio de 2,7% anual
entre 1960 y 2000, en comparacion con 2,4% globalmenre.
T a.bla 12.1. T ailandia: poblaci6n de Ia region sur por religion y provincia,
1960 y 2000 (%)
Chwnphoo
98.8
O,l
I,I
98.9
0.7
o.~
Knbi
61.3
38,1
0,6
65,2
3-4,7
0,1
NakJu>n Si Th.tmntwr.tr
94.4
4.9
0.7
93,1
6.2
0,7
NmdtiW1{
20,7
78,2
1,1
17,9
82,0
0,1
Pttrani
21,8
n,s
0,4
19,2
80,7
0,1
Phangng
80,8
17,9
1,3
76,3
23,2
0.)
Phmh.:a.lung
91,5
8.0
o.s
88.3
11.1
0.6
Ph..kr
81,2
17,1
1,7
81,6
17,1
1.3
1\anong
87,2
11,9
0,9
88.5
10,9
0,6
Satun
16.8
82,9
0.3
31,9
67.8
0.3
Songlclllo
n.9
18,6
3,5
76,6
23.2
0.1
Sur.u ihani
%,5
2,0
I,S
97.3
2,0
0,7
86,2
12.1
1,7
86.0
13.7
0,3
Yala
28.5
61,1
10,4
31,0
68,9
0,1
Re:gh~n Sur
72,9
25.3
1,8
71,6
28,0
AI igual que las regiones separatistas que vcnimos considerando aqui, el c~wdo
malayo de Sabah tambicn expcrimem6 una inmigracion significativa desde que
se uni6 a Ia Federaci6n de Malasia en 1963. Antes de clio su poblacion cmrvo
dividida en una serie de grupos etnicos indfgenas, sobre 10do cristianos y an imiHas,
con algwto~ grupos mwulmanes. Junco con los grupos rndigenas de Sarawak y los
malayos peninsulares, cscos grupos indfgenas--denominado~ conjuntamente como
humiputera o hijos de Ia tierra- tuvieron cicrros privilcgios comtirucionales, y
dc:.pues de 1969 fueron los bencficiarios de los program~ de acci6n alirmariva.
l:.n 1963 Ia poblaci6n malaya de Sabalt era minima, miencras que para 2000
alrcdcdor del I0% de Ia poblacion era malaya, casi cxclusivamcntc inmigranres
de Malasia Occidental, concentrados en el sector publico de Ia capita.! esraral de
Kota Kinabalu. Esra siruacion gencr6 un ~nrimiemo considerable entre buena
parte de Ia poblacion nativa de Sabalt, puesto que sc consider6 que contravenfa I~
politica de 'bornizacion' acordada durance las negociaciones malasias, las cuales
~,;arancizaron que a Sabah sc le pcrmitiera conservar su idcncidad distintiva. Una
difcrcncia notable emre esta provincia y los rcsrarues caso.~ aquf considerados cs el
grado de inmigracion intcrnacional. En 2000, casi Ia cuarta pane de Ia poblaci<'m
de Sabah es1:1ba conformada por no ciudadanos, Ia in mensa mayorfJ de los cuales
provcnian de las Filipina.~ o de Indonesia. Mas del 80% de estos no ciudadanos
eran mwulmanes. Los inmigranres comcnzaron a llegar a Sabalt dcsde las Filipinas
e Indonesia a partir de Ia dr!ca.da de 1970, contando con Ia aprobaci6n o al menos
Ia rolerancia olicial. Algunos fucron clasilicado~ olicialmemc como refugiados del
conAicro de Moro. pero muchos m:is cran inmigrantc~ economicos. Tamo los
academicos como los activisras polrticos por igual vieron esre Rujo inmigrante como
urr imento efecruado por sucesivo~ gobiernos estatales pro musulmanes paracambiar
Ia nanrraleza de lasociedad de Sabah, con d rcspaldo del gobierno nadonal de Kuala
Lumpur (Sadrq, 2005).
290
291
\rp;ar~ti.~mu en
~b d~
Ia
poblad6n
rdigins;~
Di,tribuci6n
(O,o dcntro del gl'upo)
lsl.1m
76,4
57,7
31,5
8,3
2,5
BumJpuccra
61,6
64,4
33.1
0,6
1,9
Malayos
11,7
100.0
Kad.aunduoun
18,4
21,0
74,8
0,6
3,6
Cri,tiano
Budisu
Ou~~-
rotal
Cudad..no. mbyos
lhjau
13,2
99.8
0,1
Mwut
33
13,8
82,7
0.3
J.l
Ouos b..miputero
IS,O
70,0
25,8
1,7
l,S
0,1
l"o--bumiputcm
14.9
30.0
24,7
39,9
5.6
Ouoos
10,1
3.3
31,1
~8.8
6.8
Onos no bumtputc:ra
4.8
86.1
11.4
0,(
2,1
Nn-cluda<Lano.<
23.6
83.0
16,0
0.3
0,7
TodoSaboh
100,0
63,7
27,8
6.
2.1
K'ota: cO:ro.s- ' :K:UH" ,;as cbs1fiodm"CS ccns.tlo. d( htndl, ..confuctonu~:;~ftaoUta '! ntru rc-J:~1o'M" ,-hina.l
t~c.ftc10nal(S, rdigtUno tribalcslfolkl6ncas", ocrOL5. ninguna rt:lig_sc.in y ..descorlcJ(Ub.
hacmt:. CilcuiO$ de los auton..'i bL~.adn.~ ttl S;~b;&h.l002 .
Hasta aqui hcmos vbto que una tipica respuesta estatal a las pcriferias ctnica.~
porencialmentc problem;iticas fi.te animar Ia inmigraci6n en las regionc~ -en
diversa medida y con di~tinto grado de formalidad- de pueblos considerados m:b
'leal~s al Esrado central. La siguiente seu:i6n exam ina como fue que esro.> proccsos
dcmogr.ilicos <.n~aron o cucerbaron desigualdades hori1.0mal~ ~ioeconomicas y
agravios grupab.
es aquella emre los grupos etnicos indig~nas denuo de kls regione.s separacism.s y los
inmigrantes o 'representames' del aspirante a 'Estado-naci6n', a lo cual denomino
'desigualdades horizon tales ctnicas'. El supuesto ad es que Ia cxpcriencia de Ia
dcsigualdad horizontal esta arraigada en Ia localidad yen las imeracciones cotidianas.
Por ~jcmplo. d senrido de prhaci6n relativa experimentado por una peri feria cmica
marginada con respecto a una region capital distante y no visitada, podria ser de
mucha menor irnporrancia politica que las desigualdades rdativas a los residences
locales a los cuales se constdera rcpresemames del grupo ernico dominante, induw
si t:>tas Ulrimas son menos severas.
A menudo ~ cita como una de lJs principales cmt$as de Ia lucha separatista en
Ia provincia de Aceh a Ia dbparid:1d existcnte entre ~u auge perrolcro y cl continuo
empobrecimienro de gran parte de su poblaci6n (por ejemplo Kcll, 1995; Ross,
2003). En efecco, Ia dedaraci6n que GA..\1 hiciera de Ia independencia de Aceh
en 1976 fuc justificada en parte en dichos rerminos, afirmando que la renta de
IJ produccion provincial era usada imegramcntc en beneficio de Java y de los
javaneses (ASNLF. 1976). En las rres decadas que siguieron a Ia declaraci6n de
GAM, Ia situaci6n del de.~arrollo hwnano en Aceh habfa cambiado agudamcnrc de
modo adverso en comparaci6n con otras provincias indonesias. En 1980 Acch era
uru provincia de mgreso medio que salia decima de 26 provindas en rerm inos de
su PBI regional, con~ de pobreza sumameme ba1as: unicamcmc dos provincias
ten ian una ta~a de pobrez.a m:is baja. J\ mcdida que 1.1 exploracion de sus recursos
naturales progrcsaba, el Pl3l de Aceh crcda con mayor rapidcz en relaci6n con Ia
mayoria de las resrantes provincias. En 1998 mis del 40o/o de su PBI se debia al
pe1r6leo, pero esre incremento en Ia gcm:raci6n de riqueza escuvo acompariado por
una dr:isrica alt.a de Ia pobrcza. Esta crecib en m:is del doble en Aceh emre 1980 y
2002: a lo largo del mi.smo pc:riodo, Ia pobreza cayo en lndonc~ia como un tOdo
en casi Ia mitad Para 2000, cl PBI regional de Aceh habia subtdo al cuarto Iugar
de 1 reinra provi ncias, pero ~u puesto en Ia pobrcza habia crecido rambien hasta cl
bta ~eccion exam ina Ia din,lmica de la.s desigualdades horizomales en las regioncs
separatistas aqui consideradas. induyendo una vcz mas a Sabah como rennino de
comparaci6n. Cuando con~idcramos d papel de las dcsigualdadc~ horizon tales en
el;urgimicmo dcl;eparati~mo violcnto, hay dos dimensiones importances que vale
Ia pcna coruiderar. En primer Iugar tencmos a las dcsigualdades cnrrt! e1 nicl de
desarrollo en Ia region ~eparatisra con respecto al resto del pais, a lo tjue denomino
desigualdades cspaciales (<f. Murshcd & Gates, 2005; Kanbur & Venables, 2005).
La scgunda dimension de las desigualdades horizontales que temlr~ en cuema aqui
quinto Iugar.
El desarrollo de Ia indwtria del gas y el perr6leo en Aceh seconccmro en cl puerto
de Lhokseumawe en Ia costa norte, que dpidamcnre )C convinio en un importame
enclave econ6mico aJ que sc dcsigno como Ia Zona Industrial de Lhokseumawe
(ZILS). Sc llcvaron trabajadores migrante~ para que proveyeran cl personal de Ia
zona, Ia cual .Jleg6 a asumir Ia naruraleza molcsta de un enclave de altos ingresos,
inrcnsivo en capital, urbano. no musulman y de poblacion que no era acehcne5.1,
en una provincia fundamcntalmente dt: bajos ingrc~os, mrensiva en mano de obra,
rural, mwulmana y acehene.'kl (Don.lld Emmerson. ci[ado en Kell, 1995. p. 17).
Podcmos dar un vistazo a Ia dinamica de Ia desigu.lldad en Ia economla urb:ma al
rnomento del resurgimicnto del separatismo, examinando los datos en el cen~o de
1990. Podemos comparar Ia rclaci6n cmre los javanescs y los aceheneses en Acch.
292
293
4. LA WclCA
~raus.no trt d
con Ia que exhre enrre los primeros y los h.uak en Ia provincia vecina de SumJtra
Scptcmrional. Los javant:.st'S conforman el segundo gru po crnico mas grande en ambas
provincias. Lo~ harak son el grupo indfgcna mas grande de Sumatra Scpremrional,
con una posicion aproximadarncnre equivalcnre a Ia de los acehenest:S en Aceh.
Como una comunid!d inmigranre de java, Ia isla politicamcnre dommanre de
Indonesia, Ia posicion de Ia comunidad javanesa a menudo es morivo de dispura
para los grupm indfgena~. En ambas provincias los javanescs se esrablccicron por
vari.u generaciones, peru c1 programa de 'transmigraci6n' auspiciado por d Esrado
vio muchos mi~ arribos despues de Ia decada de 1970. Aceh en panicul.~r fue un
Iugar de migraci6n recicnce; en 1990 el 56% de los javane~es de b provincia habian
nacido fuera de ella, en comparacion con apenas J4CVo en Sumatra Septenuional.
En adelanre sc aplicar:i d tcrmino 'migrames javanesc-;' cspedficamentc a los que
nacic:ron fuera de su lug:u de residencia actual.
Figura 12.3. Logros educarivos de los dos grupos ernicos mas grandcs en areas
urbanas, Aceh y Sumaua Septentrional, 1990
~l't.t"l1V. \f...Pli.,,R.IO"'Al
41
~
~
Pr-...-.
\Wu ha;,,
log.-.st,;luuu"l"
_.,..._, . Bx.J<
- - T,Joo
M1.'"11W .....--w1
FuCJut' ( '~UcuJo~ de lu~ Jurores a p;~rur de: unJ nHtesrr.1 <lJc.uoria del Ccn...o lndnnC$tOJc 1990.
Ofidtl..gubcrn~mencaks.
34,3
,7,1
39,0
23,1
8,2
18.9
32,9
19,0
31,2
34.4
32.7
33.3
32.9
23.8
29,8
42.5
59.0
47,8
profuionab, ricnkoo.
Emplcados y similato,
vtn t~
y ~rvicios.
Ouu ocupocion..
En 1990, m:i~ de Ia mirad de los javaneses cmpleados en las :ireas urban~ de Aceh
se enconrraban en Ia capa ,uperior de ocupaCiones: funcionarios gubernamcnrales,
profe,ionales y tccnicos. en comparaci6n con apenou una rerccra pane de Jo,
acehen~cs (vease 1a tabla 12.3). En cambio los javaneses urbanos de Sumaua
Septentrional se encomraban considc:rablemcme sub represcnrados ramo en cl esrraro
superior de los cmpleos oomo en Ia capa media de empleados adminisrrauvos, de
venras y de servicio~. debido en pane a Ia venraja cducariva relativa de los javanescs
urbano~ (figura 12.3) yen pane debido a Ia dcwenraja relativa. Sin embargo, el
descmpleo urbano entre lo, acchenoe. era el dohle de alto que entre los javaneses;
entre Ia poblacion mucho m:is educada, d dcscmpleo acchenes era casi cinco veccs
m:is alto que el de los javane.~es (vease Ia rabla 12.4).
294
10,2
13,1
2,7
9,1
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!'rot;a.: c:.l~:ulado como cl ratio dr Je,~mplc:-.tdtn (IUt" buKan cmplco en rd.ltiOn 01 Ia rEA
Fuane C.ikulos ck lnJ .u.unxs J. r.tnu de un~ muei"CU alc.:a.11 r1.1 dd Ccu.,.l lndoncsw J<" I')'JO.
295
fue notablemente parccido (v6tse Ia figura 12.4). T.1nro en Acch como en Sumatra
Seprenuional, el grupo indigcna estaba considerablemente me1or educado en las
areas rura.les que Ia comunidad javanesa. En 1990, casi Ia mitad de Ia poblaci6n
rural javanesa en ambas provincias no habia siquiera completado Ia primaria, en
comparaci6n con menos de Ia terccra pane de los acehcneses y batak; en el otro
exrremo de Ia escala, Ia proporci6n de aceheneses y barak que complewon Ia escuela
secundaria superior u mas era de mas de tres veces Ia proporci6n de javaneses.
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296
297
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lncidcncia de
pobrc>.a
(% ), 2000
Maguindanao
36.2
lngre~o per
capita !1'1'1'
!hpcctJti\<1 de
2000
L"~$1,
53.2
1306
73
0.431
I
LanaoddSur
48,1
mo
56.0
0.425
74
Baiilano
63,0
1077
59,8
0,420
75
Tawi..Tawi
75.3
1218
50.4
0.378
76
Sulu
92.0
1027
51.9
0.311
77
fucnt<:
Solo comamos con daros del PBI desagrcgado~ por region para Filipinas a partir
de 1975. ucs alios despues de que Ia insurrecci6n cmllara. La figura 12.6 sigue el
PBI per cipira rdativo de las treS wna.\ geogr.ificas amplias de las Hlipinas': LuzOn, Ia
gran isla al none que induye Ia capnal, Manila; c:l Archapiclago de Bisayas, al medio;
y Mindanao y el ArchipiClago de Sulu al sur. Hay que ~fialar dos cosas. En primer
Iugar. en Filipinas lasdcsigualdades espacialcs han permanccido norablemcnte esrablcs
a nivel general, con pocos cambios en las posiciones relarivas a lo largo de las rres
ulrimasdecadas. En segundo lugar - lo quees mas imporranre para nucstrosfincs-,
mienrras que La zona de Mindanao/Sulu es rela1ivamc:nrc pobrc en comparaci6n
con Luzon, no sc cncuemra en siruacion significarivamcnte pcor que las Bisayas.
En efccto, durance el pcriodo mas intcn~o de acaividadc.~ separdtisras en Ia decada
de 1970, Mi ndanao cstuvo mejor que Ia; Bisayas en tcrminos del PBI, y esra venraja
relariva en general cswvo crcciendo ha.,ta mediados de Ia dccada de 1980.
' Esta> zonu no sc: cmpl""n c:n d ..grq;o<lo or..di>1i<n .It Ia' F.lipmn: '"" d tcnmno zona p;ua
di>tinguirlo debs rc:giOnes. que cstc pJi\-' c:mplet.
299
Dtsi<.UAIVADt..'
crzos-r....u.s YW"'FUCT('
Fib'Ura 12.6. Filipinas: lngreso per capita relarivo por wna gcografica, 1975-2003
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1990
1995
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- .r- RlliO
.2
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IO'l.
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~
Ed..d en 1970
Ll5 limitaciones de los daros nuevamcnre hacen que re~ulre dificil tener
una imagen de I~ disparidades de ingreso entre los inmigran res cristiano~ y los
m usulmanes de M indanao antes del estallido del conflicro. Sin embargo, los datos
educativos dd ccnso de 1990 de las Filipinas brindan una imagen sugerente de Ia
posici6n ~oaoeconomica relativa de los grupos cristianos y musulmanes. La ligura
12.7 muestra Ia proporci6n de Ia poblaci6n q ue jami1 asisti6 a Ia escud a, desagregada
poe edad al momcnto de estallar el conflicto, y por religion. Qucda claro que ambos
grupos reiJgiosos hicieron grandes avances en Ia panicipaci6n en educaci6n, aJ menos
en el n.ivcl m:is elemental. Pero si bien para I 970 Ia no matricula en al menos un afio
de educaci6n habla quedado virrualmcntc eliminada emre Ia poblaci6n cri~riana,
ella seguia siendo un problema signilicauvo para Ia comurudad musu1mana. Si
consideramos d sector demografico especilico que podrlamos considcrar habiruales
para eJ reclu rarnienro en las organizaciones rebelde~ -varones entre 15 y 30 afios
(en 1972)-.la siruaci6n es rmundamemc clara: menos del4% de los crbtianos en
esra poblaci6n jami\ habia ashrido a Ia escucla, pcro m:h de Ia rcrcera pane de sus
contraparce.s musulmanas no tenia educaci6n alguna.
~u(ntt": Cikul.. de lOIS autorc'S) p;amr de un;a mucstn ~turi1 dd Unso de 19?0.
300
30 1
(;<tmpos, prcliriendo m.h bien resolvcrlos a rrave~ del adat ode las insriwciones y
pr.icricas astimicas (l'ianu. 1999).
Asi, durante las dec1da, de 1950 y 1960, Ia sustancial inmigraci6n de crisrianus,
conjunmmcnre con un.l.!> !eyes que rcgian las tierra.~ ajcnas a l.a poblaci6n mora,
ruvieron como resulrado cl surgimiemo de significarivas desigualdades horiromales
en Ia propicdad de. yen d acceso a. Ia tierra en Mindanao. AI mi~mo riempo, las
rclacione~ pmnnalisras de parn)n-clicntc que caractcri7.aban Ia conformacion polirica
de las Filipinas se combinaron con la.s !eyes monop6licas para Ia exportacion de
marcrias primas, a fin de: penmitir que algunas familias crisriana.!. politican1eme
vinculadas comiguiel"J.n vasras planracioncs,las cuales tend ian a cmplear trabajadon:s
crisrianos a w~m de los moros (Che Man, 1990; Gutierrez & Borras. 2004). I)c cste
modo, los moro~ no sol.1menre fueron desplazados de sus tierras tradicionalc:s sino
que ademas ~ les nego d Jcceso ala emergenre economia monctaria. Para 1965los
obscrvadorcs ya esraban anotando que Ia pcnctracion cristiana en Mindanao venia
causando dc"oeomenro y conAicros, y que los procc~os de resolucion de las dbpma.~
usual mente fa,oredan a ltl\ cristianm, put!> to que los Cristiano; mejor educado~ han
logrado pm.cnrar un argumemo m:is ..Oiido a los rribunales [...]en tanto los lirigamcs
musulmancs fucron con;idcrados obstruccionistas y anacr6nicos (Wern~tedt &
.Simkins, 1965, p. 101). Un esrudio cuanrirativo de la concenuaci6n geogr:ilica de
esta violencta comunal pre scpamrisra a nivel munictpal. emre 1970 y la declar.uoria
de la ley marcia) ~n 1972, haJI<i que cicna mcdida de privacion relati\a guar~htha Ia
corrdaci6n m;L~ significariva con Ia inrcmidad de dicho conAicw (Magdalena, 1977).
De em: modo, en el c;,JW de las Filipinas las dcsigualdade. espaciales entre
Mindanao y el rcsro del pais pareccn no haber tenido un papel significartvo en
el lomenro dd desconrcnru moro mu;ulm:in. M:i.s incendiario fue, mas bacn, el
~urgimiemo de severas de~igualdade.s ctnic:ts entre Ia pohlaci6n inmigrante crisri.ma
y los mu.sulman.:s denrro de Mindanao. La moviliuci6n violcnra LOmola forma de
conllicws comunales emrc las poblacione> rdigiosas locales, a.l menos inicialmcme.
C6mo fue que dicha movilit.acion termino volviendosc contra cll.srado mismo. es
algo que se cxJminar.i en Ia siguieme sc:cci6n.
El ultimo Cl\o sepamisra es d de Tailandia meridional. Los anili;i; del
pcriodo de in;urgencia imcnsa en este Iugar, entre las decada; de 1950 y 1960.
discrepan en torno al grado en que los agravios economicos pucdcn explicM d
mo"imiemo 'iepal"ar:sra. Suhrke (1970, p. 533) sosticne que los musulmanes thai
no conformaron .. una minoria economica en el semido de tcncr una estrucrura
ctonomica particular, o daficulrades econ6micas singulares. argumcnrando que bi
bien d sure~ indudablememe una region relativamcmc pobre, estc t'S un prohlcma
regional antes que emico. 1-orbes (1982. p. I 066), c:n cambio, sosriene que Ia
insatis&ccion d~ los malayo'> thai con su esrarus econ6mico atrasado es ram bien un
continuo problema para Bangkok, y sci1ala que l.b provincias dorninadas por los
302
malayos no ~olo son relarivamenre pobres. sino que adem :is la ri<.Juel.a que alii hay
corresponde de modo d~proporcionado a los emprcsarios y planrador.:s de origen
chi no. M:is recienremcntc, Srisompob y Panyasak (2006) sostuvteron que si bien el
desconrento cconomico pucde habcr desempenado un papel en pcriodos anreriore~
de: insurgencia, esro ya no es asi puesro que las provincias dommadas por mala yo..~
mejoraroo !>U ~ituacion economica en los ultimos veinte aflos.
l'igura 12.8. Tailandia: PBI per capita relativo en tres provincias dominada.s por
malayos-musulmanes, 1978-2003
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Figura 12.9. T ailandia: PBJ per capita en US$ constantes (PPP 2000),
provincias seleccionadas
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publacion que no pu'<i dicho acrivo (por e~nplo, 70,7% de las umdd"' dom<sticas rcponwn po:c:r
una radto, de rnodo qut Sll propicdad wvo un punr;tje de 1-0,7070.293). La mcdid fuc cntone<s
normaJi,"'d" con <I puntJje m:iximo para""'" una v:l!iable entre 0 (ningun activo) y I (t<XIos dim).
304
305
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7,807
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4,091
5.349
0.331
3.401
3.401
3,839
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0.316
0,317
0,337
Hf"$'Un 1~ns-
Bmli!tas
~If ;~.~lroeo I
UI'\Won
Hcmo~ vi~tO hasta ahora que las minot ias etnicas en Ia~ rcgione:. M:par:uist:l$
del Sudesre A'iatico aqui considcradas se cncontraban por In general del !ado Jc
los p<:rdedore' en una forma doble de desigualdad horiwmal, convirti.!ndose en
de:.f.avorecidos socioecon6micamenre con r~specw a Ia gran comunidad inmigranlc
en sus propias regiones, las cualcs experimcmaban al mismo tiempo un declive
economico relativo. cCuil fueel desempeiio de Sabah. d comparador no scparatist<l?
CuanJo esta provincia sc uni6 a Ia Federaci6n de Malasia en 1963, su nivel de
desarrollo socioecon6mico se encomraba en ciert~ <,entidos muy por dehajo del
de I.JS .ireas urbanas de Malasia. F.n 1976, cuando se como con los primeros dato~
conli,lhles sabre Ia pobre-1.1, sus las<~ en Sab.lh supcraban d 50%, alrt-dcdor de 50%
m.is alro que en Ia penimula, pero su riquaa en recursos naturales signilicaha que
su PBI per c:ipita global era en realidad alrededor de 20% mas alto que el promedio
nacional. La pobrcr.a en Sabah indudablemente se rcdujo signilicacivamemc en cl
rramcurso de hiS tres dc!cadas sub~iguientc:., pero a una tasa mucho mcnor que
en Ia pminsula, de modo tal que para 2002 las rasas de pobreta eneMa provinci.l
eran m:i.-; de rre~ veces las de Ia peninsula (cuadro 12.8). Una merodologia rcvisada
con que esdm.u Ia pobrcr.a incremento e~ta dispandad, al mosrrar que Ia tasa de:
pobrct..1 peninsular malaya era de 3,6% en 2005 y Ia de Sa bah de 23.0%. Esra ultima
pro' ancia rambicn habia perdido <;ignili.cativameme en terminos rdativos en Io que
IOC.I ..II PBI per capita. Miemras que en I 970 d de Sabah era alrededor de 20% ffi<U
que 13 rasa n.tcional, para 2003 estaba mil de una tercera parte por debajo de Ia
mcdaa nacional (ligum I 2. 10). ~1ienrras que a lo largo de este periodo, Ia economia
de M;tlasia regim6 un crccimien!O impr~ioname promedio del PBI per capita de:
4,0% en terminus realcs al ano, Sabah apcna<; si comigui6 Ia mirad de dicha tas,l,
promcdimdo apcnas 2, I%. Para 2000. Sa bah ocupaba el ultimo Iugar de todos Im
escaclo.1 mal.1yos en wdos los inditadores Jd indicc de desarrollo economico dd
.-\j;riculruu
-~-J!k
E'"l'ltllllo,
Tub.Jio nu.n<ul
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11.34
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4,82
1.38
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1,03
0.38
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7,03
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15,09
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10,87
13.77
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J,!JJ
1.06
909
/JJ
6.22
JJ6
100
100
100
100
100
100
100
Tabla 12.8. Malasia: tasas de pobre?.a rclativa en Sabah y Malasia peni nsular,
1976-2005
1976
1981 1 1987
S>bolo
51.2%
33.t ....
35.3%
34.3%
22.4%
20,1%
16,0%
16,5%
23,D%
Malub
pc-111n.sular
35.1%
18,4%
17,3%
15,0%
7,7%
6.6%
~.7'1>
3,1%
3,6%
1.46
1.80
1,04
2.29
2.90
3.04
3.42
5.l2
6.39
Rat<>
.
1
. . . . . . . . .
. .
306
30-
DU11;\.\lDADf._ IIUIU70,..TAU' \
I~
m ... runu
Figura 12. I0. Malasia: PBI per ca pita en Malasia y Sahah, 1970-2003
I~CIU . - - - - --
- -- --
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l~\X J
'04)(
198~
1989
M.layo
1.44
1,44
t,-41 ,
l<adnin/Dusun
0,78
o.66
0.69
Bajau
0,70
0,83
0,80
Murut
0,41
0,57
M7
I'IXJ
Otros bumiputtra
0.77
n~11,
n.a..
ICIOO
O>i.llOI
1,67
2.00
1.95
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DAIO\
123.
De esre modo, en Ia presence seccion hemos viMO que cada una de las regione~
separatistaS del Sudeste Asiarico se C3J':ICteriza por haber sufrido un doble golpe de
desigualdades horiwn mles espacialcs y etnicas. En rodos los casos, Sabah inclusive,
cstc proceso impul.sO un movimiento popular en pos de Ia auronomia. Miem=
que en Mindanao, Parrani y Acch, estc movimicmo se convirti6 en una violenta
movilizaci6n en pos d~ Ia seccsi6n, no succdi6 asi en cl caso de Sabah.
rs v c~ONIIICI\l
csro t-s, comunidad \'cr;us comunidad .1nres que comun1dad ver..us E.srado. Nohk
(1975) se1iala qu<:> si bien los lideres mw.ulmancs hicicron pcdidos espoddico~
de indcpendcncia para Mind.mao a lo largo de rodo esrc periodo, ello fuc usado
ma)Ormcnrc como un mecani~rno de ncgociacion del patrocinio politico de Manii,J:
Los lideres musulmane~ no de~eaba.r1la secesion; clio~ qucriaJJ recompen~as porno
habe!"iescpar:~do (Noble, 1975. p. 456).
Sin embargo, a fin.1les de Ia decada de 1960 y cornienzos de Ia de 1970, una
serie de acontccimienro;, llevaron a Ia polirizacion del r~ntimknto moro con d
Esrado cristiano .:n Manila, antes que con Ia poblaci6n inrnigramc en Mindanao. El
primero de dlos fue d incidente de Corregidor o 1.\ masauc de Jabidah, en I ?68. u
isla de Corregidor, en Ia bahia de Manila, era ellugar dondc se emrcnaba en \ecreto
a un grupo de volumarios musulmanes rcdutados por las Fucrzas Armadas Filipinas,
aparentemente para una infiltraci6n plan<:'ada en Sabah sobre Ia cual Filipinas tenia
prerensioncs tcrritorialcs. En mar7.o de I 968 los red urns sc arnotinaron y fueron
rnasacrados por ~us ofici.tles cri\tianos. No quetb claro 'i el motin !>e debi6 ya a
su pcrcepcion de que Ia invasion planeada de Sabah era inJmta o porIa razon m;h
prosaica de que los rccluta.~ no recibieron lo;chequcs con Ia paga prometida, pcrosca
mal fucre Ia razon,lo cicno es que Ia masacre de reclutas musulmanes por pane de
nfici:tle.~ cristianos intensilic6 el rcsenrimiento mu~ulm:in hacia Manila (Noble, 1976:
1981). Poco dcspues de ~ro cl Datu Udtog Matalam. d gobernador musulm:in de
l.r provincia de Cotabato, anunciola formacion del Movimicnto lndcpendemisra de
\-1indanao (MIM), explfcit:rmcnte en rcspucsra aJ incidence de Corregidor. aunque
el manifiesro dd MIM tambien reivindicaba d tema de Ia scparacion hi~u.irica
ducidado arriba (Lingga, 2004).
Po~reriormente, en 1970,Ias di~pur~ en torno a Ia tierra enrre grupos cristianos
)' musulmanes dcsembocaron en pelea.~ e inrervtno Ia policia filipina del lado
.:riHiano. Esta.' pcleas se derivaban fundamentalmcnte de percepciones culturale~
ri,ab de Ia rierra, y por ende de Ia incapac1dad de cristiano~ y moros para ~1quiera
cotncidir en un cspacio kgal id6neo dondc resolver sus di~puras, puesro que no
habia acucrdo .Ugt.no en wrno a los sistemas legale. o los JUeces (Noble, I 'r5.
p. 455). La> lu<.has se inrcnsificaron a medida que sc aproximaban las elecciones y
t(Ue los rivales politicos movilizaban milid.ts ernicas y religrosas para reunir voros e
inrimidar a sus oponentes. f-erdinand Marco\ declar6la ley marcia! en 1972, cu;lndo
.1u segundo y ullimo mandaw presidencial consriwcional csraba tleg;rndo a su fin.
bre fuc d deronar.te del Fremc Moro de Liberat~on ~acional (Ffo.ILN), d cual
mici6 elmovimknto arm ado en po> de un csrado moro sep,trado.
Podemo~ vincular el paso a b violenda en J:1ilandia meridional. ramo en
Ia decada de 1940 como en los ~ptsodio~ auuab, con Ia.\ pollrica.\ estatalc~ que
busC'J.ban, en divcrsa medida, fo,.,.~r Ia a.~imilaci6n de los rnusulmanes malayos.
l.m malaym esruvieron 5ujctos a se\'cras rc:striccionc' a su ex presion cultural cnrre
310
1938 y 1944, cuando T.'lilandi.l se h.tllaba bajo cl mando del regimen sumamentc
nacionalisra de Pibul ~ongkhram, lo que incluyo regulaciones discriminatorias en !.1
lengua. Ia revocarona de Ia sham e inclu~o Ia prohibici6n del sarong. Ia vc5umenra
malaya (Forbe~. 1982). Tras Ia elida de Ptbul ~n 1944, el nuevo regimen busc6 aplac..tr
al sur con un decrero de patronazgo isl.imico, que volvi6 a aJirmar su dercdlO a 1,1
singularidad cui rural. Fue el retorno de Pibul a1 poder en 1947 mediante un golpc
de Esrado, y ~u negativa sub;i~uientc a garanti1~1r Ia conrinuaci6n de Ia politica de
patronazgo ~timico, lo t(UC brind6 Ia chispa para cl c:srallido inicial del coni! icto.
Ellider milirar Sarit Thanarar, quien rccmpl:vo a Pibul con otro golpcdc E.<;tado.
prosigui6 una linea mililarisla con rcspecto al sur, Ia cual se v10 recompensad:1
con una conunua imurgcncta. Sin embargo, rras su muertc en el cargo, una scric:
de gobicrnos buscaron un enfoque m:is conciliador. 1l1anom Kirrikac:horn , 5ll
suce-.or, emprcndio un programa de deurrollo de infraestrucrura basica en el sur.
proporcionando elec:lrificacion y servicio de alcamarillado, e incrementando cl
reconocirnicmo cultural de los musulmanes, lo que induy6 fondos estat.tk'S para Ia
construccion de una gran mC'tquita en Panani. Estas poliricru. .funcionaron bien
y privaron a b organi1:1ci6n scpararista de un re.spaldo significativo (Forbes, 1982).
Postc:riormcmc d reg1men de Prem Tin~ulanond ( 198088), el mismo un sureim,
aunquc ernicamente un thai. ncgocio una sucrt~ de contrato social en Ia 1.ona
(McCargo, 2006a. p..~). Se cre6 d Centro Adminisrrarivo de las Provincias de Ia
Fromera Sur (SBPAC, por sus siglas en ingles) como un Iugar donde venrilar lo;
agravio> musulmanes; 'iC incremcmaron los proyectos de desarrollo y se promovi6
a lo~ musulmanes locales en Ia administracion publica. Esra politica rue revenida
por el gobierno de Thaksin, que lleg6 al poder luego de Ia crisis linanciera de 1997.
Thaluin vda al sur con recelo, no por sus rendenCJas scparatistas ptr sr, sino mas bien
dcbido a sus fuerres vinculos con Prem, que si bren habia rcnunciado a.l poder en
1988, aun er.1 una figur.l central en Ia polirica thai como pane del bloque a~ociado
con el rey (McCargo. 2006h). A fin de minar Ia cominua inAucncia de Prem
Thak:.in orden6 una m;rsiva reorgani1.aci6n de lo> arreglo~ de seguridad en cl sur. El
estarus del SBPAC fue alterado.los vietos c.amaradas de Thaksin en Ia pol ida fueron
ascendidos a pucstos de seguridad clavc.s en Ia region, y las prorcstas musulmanas
fueron cnfr~nradas con considerable fuc:na. lo que a ~u va iniiam6 aun mas cl
sentir local. l.o mas nororio aqu1 fue Ia muertc de unos ochcnra musulmanes que se
sofocaron en camioncs milirarcs, luego de haber sido arresrados en una ma.r1ifcsracion
de protesta. lhaksin fue depue\to por un golpe de E.stado en scpticmbrc de 2006
en mcdio de una escah1da de violencia. El general Soomhi Boonraratglin, el jefe
del golpe, es un musulm:in del sur con fuenes vlnculos con Prem y Ia monarqui.1.
Soonthi y el primer ministro que nombr6, el gentral reur.1do Surayud Chulanom,
han planreado Ia posibilidad de negociar con lo> in>urgcmes.
311
II
(U~FU<..iO
Brown
del Ktuzmatan, su fiesta anual de Ia cosecha, como una fiesta que abarcara a rodo
d estado. Jo~ph Pairin Kitingan --el pollrico kadaz:in mi5 importance denrro del
gobiern~ fue particularrnenre critico con esro, pucs lo pcrcibfa como una medida
que buscaba dcs-erniza.r y asimilar Ia principal fiesta cultural de los kadaz.in, y afi rm6
que dlo habfa herido basranre aJ pueblo kadv..in (citado en Kalimuthu, 1986,
p. 818). Pairin renunci6 al gobierno csratal y form6 cl Parti &TJ11tu Snbah (PBS,
Partido Cnido de Sahah), su propio parrido. como un vehiculo para cl desconremo
no musulma.n.
La elecci6n esrntal de 1985 resuh6 asl ser una coyunrura critica, una cam pari a
con rrcs candida LOs que enfrent6 al PBS conrm el partido gobernamc Berjaya, promusulmin (aunque nominal mente mulrietnico) y con el respaldo federal; y con Ia
mas estridemcmenre musulmana Organizaci6n de Ia Naci6n Sabah Unida (USNO,
United Sabah Nation Organization), que conrrolo Ia asamblea estaral ames que
Berjaya. A pcsar del activo respaldo prcstado por Kuala Lumpur, Ia eleccion empuj6
a BerJaya a! tercer Iugar, t:on apenas sci\ de 48 e~iios. El PBS resulto vicrorioso con
26 escaiios, tod.ndole los rcHantes dieciseis a Ia USNO. Aunque el PBS habia ganado
las elecciones, las disposiciones consritucionalcs pcrmitfan que el nuevo gobierno
nombrara scislcgisladoro cstatale~ m:il.. C..on oros cscailo~ exuas, una coalici6n de
Bcrjaya-USNO habrla logrado conformar un gobierno mayoritario. El gobernador
nombro a Pairin, el Hdcr del PBS. a pesar de las presiones ejercidas por los Hderes de
lkrjaya y Ia USNO. La conrroversta dcsat6 un pcriodo de ~crio dcsconrcnto social,
con masivas y violentas dcmosrraciones par parte de los partidarios de Bcrjaya-USNO
y una scrie de explosiones en Kota Kinabalu, Ia capital csratal.
El desconrenro civil fue ampliamcnre atribuido a una faccion dcmro de Berjaya
o Ia USNO, que buscaha forur al gobierno federal a que impusieta el estado de
emergencia, lo que tend ria el probable result ado de que usarfa dichos poderes para
pernlitir Ia formaci6n de un gobicrno de Bcrjaya-USNO, tal como lo habia hecho
ya ames en Sarawak y Kclanran (Chin, 1997). Pcro fuc en este momenta crucial que
inrervino Musa llitam, el primer minisrro inrerino, quien movilizo a las Unidadcs
de Reserva fcderales y esrableci6 un roque de qucda del anochecer aJ amanecer en
Kota Kinabalu. Crucialmcnre, sin embargo, el gobierno federal en Kuala Lumpur
refrend6 publicamenre Ia clecci6n de l'airin como Ia elecci6n democr:ltica del esrado.
Seria, claro esta, inuril cspccular en torno a Ia trayecroria alrernativa que Saball
podrfa haber tornado si Mus.-. no hubil>se respaldado Ia victoria del partido kadaz:in en
1985. Ello no obstante, esre episodio respalda en general el anal isis de las seccioncs
anteriores. Aunque e1 surgimiento de una doble desventaja soctoccon6mica
entre los kadat.anes de Sabah creo las condiciones para d dcscontemo hnico,
fuc Ia politizacion direcra de estJS diferencias por parre del gobierno lo que
gencr6 un movimiento popular contra d Estado que llev6 a Sabah al borde de
Ia violencia. Mientra1 en Tailandia, Filipinas y Aceh cl F.~rado central intervino
3L3
CuARTA PARTE
CONCLUSIONES Y POLfTICAS
CAJ>JTU LO
13
I. l.NT RODUCCION
En cstc li bro nos propusimos explorar Ia rdaci6 n existence entre las DH y cl conHicto:
si semejame relaci6n efectivamc:nte cs valedcra en conAictos rccienrcs, que cipo de
dcsigualdad cs mas irnportanre y bajo que condiciones cs mas probable que emerja.
Hicimos csto con csrud ios de caso de pa!ses en rrcs rcgio nes del mundo - Africa
Occidental, el Sudcsre ~i.irico y America Latina-}" ram bien a craves de un anal ish
mas global, emplcando cnfoques de econom ia politica, cconometricos, hisr6ricos y
amropol6gicos. A rodo lo largo hemos intentado comraMar pa!ses (y areas denuo
de ellos} que lograron evitar un confliao serio con aquell~ paises o .ireas que
cxperimentaron un severo conAicto violento en decadas recientes. La meta de este
capitulo esa reunir las principales conclusiones que se dcsprenden de dichos estudios
de caso. El capirulo final dellibro revisa las conclusioncs de poliricas derivadas del
an:il i~i~.
f>t~fGUAtO-\Of.S UOfiJO!'TAu.s"
t.:l)WUi
.. ni'd nadon.u por VilfiJ.\ decadas. En cambio Guaremala, Peru, COlora de Marti! c
lndone~i:lsufrieron codos scrios y violenros conAicws imernos en d(ocadas rcdcncc.1.
Lt in tendon de lJ investigaci6n era aprender a partir de esras siruaciont'S y polfrka;
co n rrascamc~.
de cducaci6n, Ia mitad que los blancos, en ramo que Ia proporcic\n con educ.td6n
secund.tria es apenas una quinra pane de Ia de los blancos {capitulo II). l~1casa de
ex~rcma pobre7.1 encre Ia poblaci6n indigcna en 2002 era mas de cuacro veces Ia de
,,
I
quicnc.~ no son indigena; (capitulo I 1). En Bolivia las DH mas agudas tam bien ;on
cnrre I;~ poblaci6n indigcna yla no indigena. Porejemplo, en 20011a primera tcni,1 en
promt'<.lio casi cuatro alios menos de esrudio que Ia segunda, y Ia rasa de mortandad
infanul entre Ia poblaci6n indigena era de alrededor de 50% mas alra que cnue Ia no
indtgena {Gray Molina. 2007). Un cuadro similar emerge en Guatemala. Aunque
Ia.~ ta\a\ de alfabcn~mo entre Ia poblacion indigena mejoraron considerablemence
desdc 'inab de Ia dCc!da de 1980, aUn hay una brecha comiderable enrre .1mb.1.~
poblaciones: sr bien en 1998 alrededor del 58% de Ia poblacion indigena sabid
leery eseribir, dich.a cifra entre b. poblaci6n no indigena era de alrededor de 79%
(Caumanin. 2005). El 20% de Ia poblacion indigcna de Guacemala estaba en
extrema pohrtTa en 2000. en tanro que Ia rasa entre Ia poblaci6n no indigena era
de apcnas 5% (c-o~pfrulo II). En Ghana, Ia rasas de morrandad infumil de Ia region
none c~ casi dos vcccs v mtxlia Ia del pais como un coda, y rres veces Ia de Ia regi6n
dt: Gran Accra. 1:.1 acceso a los servicios de salud en Ia region none de Ghana c.~ de
me no) de un cuano del de Ia regt6n de Gran Accra {capitulo 4). En Nigeria, las ca.~as
de morrandad mmcrnas end nor~te son nueve veces Ia.~ del sudocsre. En Co~ca de
Marfil, Ia rasa d~ alfabetismo entre los mandinga del none es deapena.~ 23%, Ia mit ad
que entre lo~ .tk.tn (Langer y otros, 2007). En Malasia, a pesar de las con~idtrables
mejoras, cl ir1gre~o de los chinos era en promedio mas de I ,6 veces cJ de los malayo~
en 2005. en ranro qucd porcenraje de profesionales de origen chino era casi cl doblc
del por<.:cnraje de malayos. no obstante dar cuenta de una proporci6n mucho menor
de Ia poblaci6n que C.>IOS ulcimos {Volpi, 2007). Debe scrialarse, sin embargo, que
cscc resumen~ conccnua en los grupos dondc hay gran des DH socioeconomica\.
Hay otros grupo.> en los mismos paises enrre los cuales las diferencias en lo~ logros y
recurso~ ~on bo~.~tame bajJs, por ejemplo enrre los ewe y los ahn en Ghana, o entre
lo~ akan y lo~ krou en Costa de \1arfil.
318
OH Y
l CONFUCTO
A partir del anal isis de csre libro surgen dic1. rcsulr,ldos prindpales, ropaldados por
evidcncias de o1ros estudios.
1. Las posibilidades dr qru ocurrtl rm conflicro u dan donde las DH
socioeconomicas son mds allfls
Esto qucda respaldado por el analisi~ entre paf~cs que haec 0srby en el apitulo 7,
donde se muestra un incremento significarivo enla probabilidad del advenimiento de
un conll.icto en1re paises en aquellos que ruvieron severas DH sociales y ~'Con6micas
entre 1986 y 2003. En sus modelos ella define altc:rnath".uneme a los grupos por
etnicidad, religion y region, y cncuemra una relact6n signifiudva entre las DH y el
advenimiemo dd conflicro violenro en cad a definicion. Las DH l>Oeiales ~mid en en
a.ilos promedio de educaci6n, y las econ6micas en biencs promedio de las unidades
domesricas. El efecto de las DH cs bmame alw: Ia probabilidad del conAicro se
incremenra tees veces cuando comparamos el esperado estallido del conflicto con
los valores medios de todas las variables explicacivas, con una situaci6n en Ia cual el
grado de desigualdad horizonral de los activos emre los grupos etnicos se da en cl
95 percenril. End caso de las DH interregionales, Ia prohabilidad del confliao se
incremenra 2.5 veces a medida que las DH se elevan del valor medio al valor del95
percemil (vease tambicn 0srby, 2003, que llcga J conclusiones similares).
Otros esrudios esradiscicos que respaldan cMa relaci6n incluyen los sucesivos
estudios que Gurr hiciera de Ia privacion rclativa y cl conAiccu (Gurr, 1968; 1993;
Gurr & Moore, 1997) y Ia invcstigaci6n de Barrows sobre los paises africanos
subsaharianos en Ia dec-ada de 1960. Gurr hall6 que habia una rdaci6n pooiciva
entre paises, entre Ia rebel ion y las procesras de una minoria y una privaci6n relativa,
definida en rerminos econ6micos, politicos y culturalcs. Barrows {1976) enconrr6
que en la dccada de 1960 las desigualdades horizontales mostraban una corrclaci6n
consisrenremente posiriva con Ia inestabilidad poHtica en 32 paises africanos
subsaharianos, con medidas de Ia desigualdad que induian Ia participaci6n en e1
poder politico y las variables socioecon6micas.
Hay rambicn esrudtos aJ interior de los paises que mueman una rdaci6n posit iva
entre e1 nivd de 1~ DH y la incidencia o imcnsidad del conAicto. End capfrulo 6,
Mancini emplea datos de nivcl distriral para exdminar Ia rdaci6n cxiscenre entre las
DH y Ia incidencia del conAicto en disrricos de Indonesia Despues de conrrolar una
serie de facrores imervinienres, enrre cllos d camano de Ia poblaci6n, Ia diversidad
ctnica y el desarrollo econ6mico. encontr6 que b desigualdad horizontal en las
casas de monandad in family su cambio a lo largo del tiempo se cncucntra asociado
319
320
declare abiertamente que [l]a guerrilla se ha traldo muchos colabor.1dores indios, por
lo tanto los indios son subvcrsivos. ( Y como combarir Ia subversion? Evidcntememc
matando a los indios' (cirado en CEH, 1999, p. 182)l. Estos Factores ind ican el
papd de las DH como un elemento subyacenre a escos conAicros, lo cual quala
confirmado en el caso guaremalreco por el resultadode Ia comision que investig6 1os
origenes hi~t6ricos del con Atcto en el>te pais, que ll\'() sus r.liccs en las Caaacterfsticas
exduyenres, racisras, autoritarias y ccncralistas del Estado, Ia cconomia y Ia sociedad
guatcmaltecas (CEH, 1999, p. 81 ).
Debcmos enfati1.ar que lo que nosocros (y orros) hemos cncomrado, es una mayor
probabilidad de inctdencia de los conAicros a medida que las DH se incrc:meman.
No todos los paises con DH clevadas experimentan conAictos. En efecto, en nuescros
esrudios tanto Ghana como Bolivia tcnlan alras DH socioecon6micas, no obsranu:
lo cual evitaron confHctm ~u>tancialcs. Es por ende importante invesrigar cu:indo
es que las DH elevadas llevan a conflicros y cuando no. Aunque algunos de los
esrudios citados incluyen DH politicas, Ia mayoria no lo hace. La naturaleza de
esm DH cs un factor que determina silas DH socioecon6micas elevadas llevamn
a un conAicro o no.
2. El conjluto l!! mas probabl~ alii dondr 1m DH politicos y socio~condmicas
son altos y corren 1?11 lo misrna dtreccion o son consistmus. Los conjlictos
son mmos probabl~s cuando ~lias corrm tn dirudorw distmtas
321
La Cuerra Civil de Nigerid (1967-1970), que tuvo como result.1do 1.1 mucne
de ciemos de mile~ de personas, ramhien muestra Ia importancia que riene Ia
coincid~ncia de los incencivos e intcreses poliricos y economicos para provoor
connicco' violcnros. Por ser los grupos mas educado~. igbos y yorubas companieron
inicialmeme mucho~ de lo., cargos altos en Ia nueva federacion. El golpe de Esrado
del 29 de julio de 1966, liderado por el renienre coroncl Munala Mohammed, un
noncno, gener6 Ia exclusion de Ius igbos del podcr y origin6 un dima cada vcz
mas contrario a este grupo. Muchos igbo~ emigraron a su region de origcn en Ia
pane oricmal de Nigeria dchido aJ difundido semimienro conrrario a ello> y a los
araques subsiguiemes, y ..~e convinieron en un poderoso grupo de presion en pos
de una Biafra indepcndientc, en Ia cual .mora tenian un imer6 econ6mico crcado
(Naniger, 1973, p. 529). Tanto Ia exclusion ccon6mica como Ia polftica sc vierun
agrav-adJ.> por el remora que a! no rener poder politico en Ia Federact6n Nigeriana,
hahrfa una disrribuci6n cada ve-L mas de;vcntajosa de Ia renra pcrrolera -que para
esc enronces era Ia fuenre mas imporranrc de ingresos gubcrnamcnrales-, en ramo
que las rentas le promcrian una rique-u relauva a una Biafra indcpendienre.
Las privaciones socioeconomicas ticnden a afecrar a Ia masa de Ia poblaci6n.
Esro genera los agravio~ de masas que hdccn que resulre p~ible Ia movilizaci6n para
Ia oposicion o incluso Ia violcncia. Sin embargo, para una movilizaci6n efcctiva
se requiere de Ia parrtcipact6n tanto de Ia masa como de Ia elite, especialmenre
debido a que Ia mayoria de los conAicros serio> son organizados y no esponr.ineo;,
con In cual requicren de un litlerugo parricularmenre fuerre. Lu motivaciones de
Ia elirc de un grupo ode sus posibles lidcres son de panicular imporrancia porque
comrulan recur~os (que d veccs induyen los mi lirarcs) y pucden conseguir respaldo
acentuando las idemidades comunes y dcnigrando aJ 'ouo', aJ mismo riempo que
incrementan las perccpciones de dcsigualclades intergrupales. En u!rminos de Brass,
las elites desemperian el papcl de 'empresarios del conAicro' (confiicr mrreprmmrs).
Sin embargo, cuando gozan del poder no es probable que estimulcn o lidercn unJ
rebel ion. Esro rambien cs cierro cuando Ia elite se cncuemra incluida poliricamenre
si'l ser dommanrt. pucHo que puede gozar de los 'heneficios' del Cltgo, lo que
incluye oportunidades para cl enriquecimiento personal y Ia dispensa de favores a
los panidarios. En consccuencias. c\ poco prohable que lo\ pueblos se pliegucn a
un conlliclO violcmo, induso ante Ia pre\encia de DH socioeconomicas bastame
.lgttda.,, cuando los lidercs de su propio grupo cmin incluidos politicamenre, y attn
meno.' ~i son politicamcnre dominanres.
&to queda ejcmplificado con Ia cxperienciJ de Malasht y Nigeria hu~go de Ia
gueiT'J. chiJ. En ambos pat\es, d grupo econ6micamenre empobrecido esra avemajado
poliucamenrc, yen losdos caso; da c::ucnta de Ia mlyoria de Ia pobldci6n. En Malasia
I~ bumiputcra dan cuent.t de aproximadamenre Ia.' dos rcrceras parre~ de Ia poblacion
(dcpendiendo de Ia carcgori2aci6n prccisa), en tanto ~ calcula que en Nigeria to~
pueblo~ del norre comprenden mas del 50% de l.t poblacion '. En cada pais esra
venraja numerica se rradujo en el dorninio del poder politico (conrinuamcnre e11 el
ca!>O de Malasia, y Ia mayor pane dd ric:mpo end de :-.ligcna).lener d poder polttico
-y las vcmajas de proselirismo electoral de E.srado' que esro confiere-- obviamen te
reduce cnormemcmc Ia morivaci6n para que un grupo de dire encabece una rcbeli6n
y t.lmbien permite rornar medidas para corrcgir orras dcsigualdades. E.n el caso de
Nigeria cMas rnedidas se lirnitaron fundamental me nrc J Ia e~fcra politica (lo que
incluye a Ia burocracta y cl ejercrto mediante el ~eral Character Principle), pero
en Malasia rambien sc romaron medidas sisrematicas en cl ambito socioecon6mico
mediante Ia Nueva Politica Econ6mica.
A nivel local, conrrasrando las cxperiencias de dos ciudades nigerianas
- Warri, plagada de conAicros, y Ia mas pacifica Calabar- en cl capitulo 9, Ukiwo
rambien muestra Ia impon.mcia de Ia consistencia de las DH en las dirnensionc:s
socioecon6micas y poliricas, si es que han de llcvar al conAicro. En contraste con los
casos ameriom., en estc el muestra que si las DH socioccon6micas no son alras, Ia
exclusion polirica no bastar;i para provocar el conflicro. En Warri hay DH politicas y
politicas y socioc:wn6mic-.ts, pero en Calabar, aunquc: los lidcres de ciertosgmpos sl se
simicron acluidos e imcnraron movilizar e1 respaldo, sus porenciales seguidores, en
carnhio, scotian que esraban bien rratados yen con~ccuencia no estaban dispuesros
a ser movili1.ados en protesra.
0sthy (capitulo 7) brinda apoyo economerrico a Ia imporrancia que tiene Ia
consisrencia de las DH socioecon6micas y politicas. Dla muestra que sr bien Ia
exclusion polftica como variable indepenc:lienre por sf sola no afccra las probabilidades
del conAicto, si riene en cambia un vigoroso cfecto inleracrivo con Ia desigualdad
interregional de acrivos. F.n otras palabras, Ia desigualdad de activos uene un
fuerte efecro en inctcmemar las posibilidade.\ del conAicro en presencia de las DH
poliucas. Ella enwenrra un efecro simtlar con Ia desigualdad educadva, pero no es
esradlsricamcntc significarivo.
324
4.
tconomicos )' socialcs (como d derclho a rrabajar. a acceder a los .servicio$ cstarale.
o a l.t rierra).
5. !.11 deStf!.llllldlltl en rl rrconornnimto mlrur11l entre los gmpos e.r un,t
morivaritin ad1ctonal p11ra eltonjlicw. J los '1tcomuimimtos' cultumles
purdm inc/usn 1/Ciul/r mmo drumamr de los mismos
II
Gran parre de cstc libra sc ocup<) de reporrar Ia., DH observablcs. Pero las personas
pasan a Ia acci6n debido :1 las injusticia.' pnctbidas anu:~ que sohre Ia hasc de daros
sobre los cuales podrian no M:r consc:iemcs. Uno normalmeme esperana que las
dcsigualdades pcrcibida.~ y las obscrvada.\ es{llvicran relacionadJs entre si, de modo
tal que ~sras DH 'objeu\'as' sean rdevantes para Ia accion politica. Pcro es igualmenre
imporr.uuc invcstigar las pen:cpcionc~ y sus determinanres, pucsto que los lidcres,
.UG
327
las desigualdades. Aunque no ba:.raban para cerrar las brcchas. esras medidas hicicron
que las persona:. cr-cyeran que ~c estaba hacienda algo para imenrar producir una
distribuci6n mis justa de los recursos. Es m;b, las elites del norte se beneficiaron
particularmenre con algunos dele programas, por ejemplo Ia asignaci6n de comraros,
lo que redujo sus incemivos para movilizar a sus miembros a un conHicro grupal.
Aunque el respaldo posconllicro presrado en Guaremala a los programas sociales y
cconomicos para los indigcnas en Guatemala cs rambien demasiado pcqucrio como
para marcar una diferencia significativa, ~i cambi6 Ia pcrccpcion de Ia desigualdad
e hi7.0 que mis JXrsonas sinrieran que Ia sociedad es inch.~.~iva.
7. La prtsencia de recursos naturaln puede ur una cauSII significativa de Los
conjliCios uparatist11s, asl como de los conjl1ctos Loraks, 1 a menudo opua
a travis dl'i impacro que esro time sobre Las DH
' Sudan Updau, '!Ui<ing the Slakes Oil and conAiu tn Sudan', didembre de 1999
328
Aunque los rcgimenes sumamemc rcprcsivos pueden prevenir lo; conAictos (por
ejemplo, en Indonesia ci regimen del Nuevo Orden fue efica1 en prevmir los
co11Aictos comunales en gran parte del pais), un Estado agresivo puede rambien
alimenrarlos y sustenrarlos. Tanto en GuAtemala como en Indonesia (en lo que
resp<!cra a los conRictos separatisras), Ia reacci6n dura y agresiva del F.srado a Ia
rebcli6n Ia manruvo viva por muchos alios, causando muerres a escala masiva y
provocando aun m.l.s rcbeli6n. En Guatemala, Ia reaccion estatal a ella hasido descrira
como una campaita de terror estatal (Caurnanin, 2005, p. 22) con matan7.as
masivas concenrradas en particular enrre Ia poblaci6n mdigena. En Indoncsia,
como vimo> en el capirulo 12, Ia despiadada respuesra de sus fuerzas armadas a Ia
rebcli6n acchenesa, que originalmcnte era de pequeria escala, estimulo el respaldo
al movimiento cuando este volvi6 a emerger (Kdl, 1995).
El examen de los conRicros separaristas en el Sudeste Asiatico (capitulo 12)
mo~rr6 que una diferencia fundamental entre Sabah -que jamis lleg6 a converrirse
en uno de ellos- y los dem:l.s fue Ia postura m;l; complacicnte del F..stado malayo.
Del mismo modo, Ia forma en que el F.stado manej6 las disputas en Ghana y
en algunos conRictos de nivellocal en Indonesia, apag6 algunos conRictos y evit6
orros. En cambio parcccria que en Nigeria las acciones esratales son a menu do rardias
y unilareralcs, lo cu,u haec que los conRicros sean mas severos de lo que dcbedan
ser. F.sto queda cjc:mplificado por los recientes acome(:imiemo~ ocurridos en el
Cintur6n Medio. Re;ulta ilusrrativa Ia reaccion gube1 namental, pas iva y rardia, frentc
329
En el capitulo 4 mostramos ya cuan persisrenres pueden ser las DH. 'vluchas de eUas
tiencn origcn colonial y li.teron causadas por las porencias colonia.lc:s aJ privilegiar a
algunos grupos o rcgiones (o ambos), ~rose vcn susu:nradas por diversos elc:memo>
en curso. En rodos nuesrros esrudios se indic6 c1 origen colonial. En Larinoamerka
las desigualdades fueron causada.~ por los colones privilegiados que tomaron para si
los mcjores recursos y mamuvieron sus privilegios media.nte Ia disc:riminaci6n y ~1
a=o desigual a todo ripo de capital. Las politic.IS postcoloniales han hecho poco por
corregir esras dcsigualdades. Figueroa mosrr6 que hoy en dfa los pueblos indigenas
del l'cni no ~lo tienen muc..ho menos acceso a Ia educaci6n que Ia poblaci6n mesm.a,
Ia cual a su vcz lo tiene menos que los blancos, sino que ademi~ en cualquicr nivd
educ:uivo particular los retornos, medidos en tcrminos del ingreso ad1cional ganado
gracias a esta educacion, son signilicari vamenrc mcnorcs para Ia poblaci6n indigena
que p.m1la mestiza, y los de esros a su n.7 ~n, una vez m.is, mcnores que los retorno~
que tienen los blancos. ~rose debe a Ia combinaci6n de una cducaci6n de menor
calidad. redc;; socialcs no ran buenas y Ia di~rimmacion en cl empleo (capitulo 4).
En Africa Occidental las desigualdacles se dcbicron en pJrre a las difcrcncias
geogr.ifiCJ.S y dim:iricas, pero se agra,"3r0n dL-hido a las politicas cconomaca.s colon iall'l>
que favorccieron e1 sur de cada pais en tcrminm de Ia infracmucrura econ6mica y
social. Las politica!l postcoloniales, entre elias las de ajusre esuucrural, nuevamcnre
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330
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332
F.n In que a las poliricas nacionab ~ relierc, hay alii una conciencia mucho
mayor de Ia imporrancm que ricncn las l)H en muchos pai'es heterogeneo,, y se hJ
aplicado una vasta gam a de enfoques de policica, como indicarcmos en el siguie nr~
capiwlo. Ello no obsranrc, en modo alguno rodoslos pai~s culrurnlmcme diversO\
reconoccn su imponancia o roman mcdidas de poHtica dirigidas a elias, algunos
porque las pol1ticas de Ia comumdad imernacional que a menudo adopran son ciegas
con respecro a csras cucstioncs, en tanto que orro~ son deliberadamcnte cxduyenres.
De los pai~ eswdi.tdos en estc libro. rcncmos que entre los =s larinoamcricanm
se prncticaron polirica.s deliberadarnenre cxcluyentcs en Ia epoca colonial, las cual~
se cxtendieron a Ia independcncia. M:is recienremcnte, las polfricas han sido
mas inclusivas desde un punto de vista formal, pcro informalmenre hay bastanre
desigualdad y pucos csfuerws por corrcgir csro, en particular en los casos de Per\1
y Guaremala. Bolivia ha sido mas inclusiva poliricamenu:, mas no asi en rcrrninos
de enfoques ccon6micos. Algunas de Ia.\ alras desigualdadcs de Guatemala, sobr~
rodo aqudlas rcfcridas a educaci6n y cultura, cornenzaron a enfrcntarse despues de
que rerminara cl conllicro. En cl Africa Occidental las poliricas han variado a lo
largo del ciempo. Hubo intentos d~bib de corrcgir las dcsigualdades horiz.onrab
socioccon6micas heredadas desde Ia colonia, pcro se 'icron conrrarresrados por
politicas macroccon6micas que jalaban en Ia direcci6n opuesta. En d fremc:
politico. Ghana ha adoptado poliricas informales inclusivas. y Cosra de M.lflil ruvo
una posmra similar por varia~ decada.s, hasra Ia adopcion de politicas exduremes
despues de llouphouct-Boigny. Nigeria, en carnbio, hizo un intcnro conscientc
de corregir Ia~ desigualdades horizomales poliricas mcdi.tnte el 1-ederal Character
Principle (Mu~tapha, 2007), pero es poco lo que ha hccho para corregir Ia.~ OH
~iocconomica.s. En d Sudestc Asiatico, Malasia fue mas explicita, sistematica y
etcctiva en Ia correccion de las OH socioecon6micas mediante Ia "'PE. Un gobierno
de coalici6n !~<~donal involucr6 a rodos los grupo.< de Ia sociedad, con lo mal sc
manruvo a Ia.\ desigualdades hori7omalc~ politicas a rap. aun cuando prcdominaban
los malayos. Fn Indonesia hubo un inrenro conscicme pero limirado de conseguir
Ia equidad regional medianr~ lo.> progr:tmas l'IPRES, pcro con Suharro las DH
pollricas fu~ron agud.ts. Desde Ia democrarizad6n, una exrensa descemr.tli1.aci6n
pollrica y fiscal redujo efectivamenre esrm problemas .tl converrir al disrrito en cl
prinupal objero del potler polirico. Tamb1en ha)' ahora una formula de ecualia.ci6n
para asegurar que los dbtritos mas pohres rcciban una mayor proporci6n de fondos
c~nrrales.
333
3. CoNCLUSIONES
En resumen, estc libro ha elucidado el significado de las de~igualdade!> horiwnralcs
seiialando Ia mulridimcnsionalidad del concepco. Hem<>'\ rnostrado que una~ Dll
o;evcras puedcn ser urld li.acnre irnponanre de conAiccos, en especL1I alii donde son
consistence~ en tod.IS las dimension~. MientrJ.S que IJS DH socioeconomicas generan
un campo por lo general fern! para que surja el conAicro, las desigualdadcs en el
cstarus culrural operan para unir a los grupos, y las poliricas brindan incemivos pam
que los lideres movilicen a Ia genre a Ia rebdion. En condiciones de dcsigualdadcs
horizomalesseveras, lo.1 cambios ahrupros en las DH polirica.~ oalgun.acomc..:imienro
cultural en el cual :>e ataca <ienos simbolos culrurales o rdigio~os. a menudo
comtiauyen un podcroso dewnamc del conAicto.
En el capimlo incroductorio prescnramos nuestras hip6tesis aceC(a de Ia relacion
exhtenre entre las OJ I y los conAictos violenros. L1s evidcncia.~ prcscnrada.~ en esrc
volumcn han re;paldado las trcs primcras:
CAI'JTIJLO
14
l. INTRODUCCION
Esrc: libro ha ~stenido que Ia.~ desigualdades hori7.onrales scveras prcdisponcn a los
pruse!. a los conllictos violentos, adem as de reducir el baenescar de las personas. l..c'\5 D H
relevances induyen las dimensiones socioccon6miC3.1, politica~ y de estaru~ culrural,
y son particularmenre daiiinas cuando son consistences en codas IJS dimension~.
A Ia lu1 de esms resultados, d presence capitulo revisa las poliricas con respecto a Ia
reduccion de las DH.
Hay muchas consideraciones a cener en cuenca a Ia hora de diseiiar politica.1
de d~arrollo, panicularmenrc en un entorno de posconRicto, ademis de aqudlas
d.irigidas a las DH. De esre modo, las medidas politicas usualmenre buscan imroducar
Ia democracaa )' el imperio de Ia ley, y en general proteger los derechos humanos; las
politicas econ6micas buscan alcanzar Ia estahilidad macroewn6mica, promover Ia
eficiencia y d crccim ienro, y reducir Ia pobrez.a; )'en IJS socicdades de posconllicto, las
politicas asimismo buscan reincegrar a los combaticntes, reconmuir Ia infraestructurd
bisica y hacer freme a arras uusas imporranres del conAicto, como d desempleo y
las oporrunidadcs de buMjueda de rencas politicas. Las politicas seguidascon rcspecto
a las DH no dcsplazan esros objerivos de polirica o los instrumencos rdevanres pan
alcanzarlos, pcro a veces podrian involucrar cierra negociacion en los objctivos de
politica y modificaciones en los imrrumemos. Adcmis, Ia narurale1.a exacta de Ill.\
politicas es claramentc especifica a los contcxtos, y lo que podria ser apropaado en
un pais podrla no serlo en orro.
Lsce capitulo cumina Ia gama de policicas que podrian conrribuir a paliar
cl impacto de las desigualdades horizont.tles sobre Ia posibilidad de que haya
conAictos o se repitan. La rdacion entre las desigualdades horizontales 'objechas' y
el conAicto es complcja, y eMa mediada por al me nos dos facto res que interviencn:
Ot .,!C:UAtt,Aut..ll HORI/.ONTALf-' v
C"ONfuen
G"'pmen
desvencaja: agr3vto,/
privxi6n rdativ.~.
conclu.~iones.
Grupos en
vcntJj.l: micdo
I pcrdida
De,igualdad" honzontJI<"
obj<tivas: cswus polio ito.
sociOt:t..on6mlf..U y c:.ultur.al
II
Recurriendo a los cstudios de caso y a los crabaj< cxaminados en esre libro, queda en
claro que distinms pai~e<. han adoprado disrimos enfoques al ocuparsede las DH. En
esta >c:cci6n inrroducircmos una tipologia de los enfoqucs de polfticas. Elias tienen
como meta, en ultima instanc1a, Ia rcducci6n sustancial de Ia dcsigualdad grupal en
el bienestar economico, Ia panicipaci6n polirica y el re(;onocimiemo cultural. En
Ia prJctica, sin embargo, las politicas ucnen que estar dirigidas a los proccsos que
afectan dichos resultados, ames que a lo> resultados mismos.
Las polftica.~ en cada una de: las dimcnsiones pueden romar un enfoque directo
o indiR'CtO de Ia corrc:cci6n de Ia desigualdad grupal. Los primeros comprenden
focalinrse en g1upos, positiva (para los ncccsitados) y negarivamenre. Los enfoques
indirectos buscan conseguir cl mismo impacto reducror de las DH de modo
indirc,to mediante politicas generales, pero ellos rcduccn las DH dcbido a su disefio
en relaci6n con Ia situaci6n de los divcrsos grupos culrurales. ~ cuora.o. ernicas
en cducaci6n o los padrones dcctorales ernicos caen en Ia primera categoria, en
tanto que las politicas de g:l.'>to regional o Ia descemraliaci6n del poder cacn en Ia
scgunda. El primer tipo de policica inevirablemcmc incrementa Ia prominencia de
Ia difcrencia en Ia idenridad, en ramo que d sL-gundo es en general neutral en esre
semido. y pucde en efecto, con cl tiempo. contribuir a una mayor inregtaci6n. Dado
d objctivo de rcducir Ia prominencia, para el pnmcr ripo de politica es de desear
que em! limito~da en el riempo. Un tercer tipo Je polirica se dirigc explfcirameme
a Ia reducci6n de Ia promincnda de l.1.\ fromera.s grupalco, incrememando asl Ia
imcgr;1ci6n y preocup:indose mcnos con Ia reducc:;i6n de las DH. Los cjemplos son
incentivos para las actividadt:!> economicas o poHticas compartidas transversalmeme
entre los grupos.
[\ ~uc.,tro oouct>pto de las poliltQS ~intc.paci.ooi.)(L\' corrcsponde es1n:dl.unmtc con cl imq;r.aaorusmc.)
deno ro tle
Ia bobloografla sobre e) nw>cjo de lo> pJisos dovododos emo<;uncnrc. que cnfamo poli<k-...,
que bus.c1n fomcntar J.t moder.u:.icln y d compromiso Ct:nko,, y que \C C'ncucntr.J mis asodado con
.H7
l
P~lniu\ ~ir-,gid.l\ J 1..) t.le<~i&ulld.ldc:i l1uriJ.unt.1IC'~ I Stc..-w.an, Bm"n 6l U...t~tr
aduada de:
I<M grup,,;
LttJifci6n y cumrlimtc:nto
de I<)"<> de derhos hum
nos.
lcgUlaci6n en contr.t de 1~
discrimin:.ci6n; impu(.")f0.S
pot ""'&OS prosmhoos; ptogrun.u de desarrollo "llJO
nal; program.ts de soportt
...:ton.al
Lncenuvos a W activitbcks
econ6micas imergrup..alcs;
ttqucrlM.ientos de que lu
escud>S 5ean multicuhur>
les; prumod6n d~: instirucioncs cf~<as m..!ticultvnld.
339
Los vados urgcntc.~ en los dare; pueden ser cubic reo~ con encucsras 'ligeras' y
recurriendo a focus groups.
Las siguientes rrcs occciones examinacin las politicas relevames sobre Ia base de
cxpencncias alrcdedor del mundo. El di.sei\o de poliucas en un contexte p~rr,cular
puede verse informado portales expericncias, pcro debe descansar en ltlrima insra ncia
sobrc un conocirnienro a profundidad de Ia sociedad en cue;rion.
3. PodTJCAS DlRICIOAS A LAS OESIGUALOADES H ORIZONTAL.ES POUT! CAS
Es probable que Ia exclusion politica aliene a los liJcres grupales, y por ende que
de un mayor incentive para Ia moviliucion grupal. Se requiere, por lo ramo,
romar medidas para ascgurar <Jue cada grupo parricipe en los procesos de tom a de
decisiones politicas yen el poder politico. E~to no sucffie autom:iticamenre, ya sea en
sistemas democraricos o en los que no lo son. 'lanro los mecanisme~ formales como
informales pucden dc;cmpeflar un papel en JSCgunr tal participacion o exclusion
politica. FJ podcr pulirico radica en muchos niveles: en d Ejecurivo, el Legislative
y el Poder judicial; en el centro y los gobiernos locales; en cl ejerciro y Ia policia.
Debe idcntilicarse Ia p.micipacion del grupo en cada uno de e>tos niveles y di~narse
politicas apropiad~. llunque las soluciones consritucionalcs apropiadas dc:ben ser
espedficas para cada pais, segt'tn su htsroria, geograRa y com posicion demogr:ifica,
es posible hacer algun;lS observaciones que son relev:~nres en general.
Las consideracioncs fundamemalc~ en Ia resolucion de las DH poliricas incluyen
Ia definicion de Ia ciudadania (e:runinada en el capitulo 2), el disciio del sistema
electoral y 1~ reglas de Ia comperencia politica, Ia composicion del Ejecurivo y Ia
forma en que ~c roman las decisiones, el grade y Ia naturale-ta de Ia descemralitacion
y las poliricas dirigidas al empleo en !.1 burocracia,la polida )' cl ej(rcito.
3.1. E1 sistema elecroral y Ia regulaci6o de los panidos politicos
Ha habido extcnsa.~ discusiones acerca de Ia idoneidad de las diMintas formas de
arreglos elecrorales en ~ociedades mulriculrurales. Do~ enfoques dommames son el
cnfoque consociativisr,t, asociado fundarncmalmenre con Arend Lijphart ( 1977;
2004), y el enfU<Jue intcgracionim. a:.oc.iado con Donald Horowitz ( 1985). En lineas
generales etlo; corresponden, respecrivamenrc, a un cnfoque di recro para reducir la.s
DH poliricas y enfoques m~ indirectos que buscan reducir tanto Ia~ DH politicas
como Ia prominencia de las division<:> grupalcs.
Los consociativistas tipicamemc promueven Ia instirucionalizaci6n (formal o
informalmenre) de una gran coalicion de grupos como base de los cargos politicos,
asegurando, en efecro, que rodos los grupos imporranres csrcn reprcscmados en el
gobierno. En cambio. al enfoque intcgracionista no le imere.\3 ranto alcm1.ar un
cquilibrio del podcr en tre las principales agrupacione~ como diseiiar mecanismo~
341
l)t"Cl'"-l0A.Uf.!i.lkHt17..U,r."lb \ t O,!.;Hic tn
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con los cuales rcdutir los incentims par.tla moviliLtcion grup.tl. In cual podria ~~tar
o no asodado con mcnor~s DH polltic;rs. El sisrema, sin embargo. puede I.JUebr.u.o.e
silos enfoque\ inregracioni>~as no riencn cxuo en reductr los dcsequilibrios grup.tlcs
en cl podcr, como ha sucedido en casos como el I ibano y Sri L~nka.
Pasando a medidas m:is espcdficas. un conJUn\0 de poliricas reduc10ra.\ de
Ia~ DH polftka.~ consta de mecani~mos elcctorales di.o.eitados para asegurar una
rcprescntacion grupal babnccada en d parlamerno, el gobicrno y d Ejccutivo.
Lijphan ( 1986) sugicrc que Ia forma mis sample de asegurar Ia representativid.td
emica es creando padroncs electorale~ separados. con los escaiios asignados por
grupo antes que por ITomer;u. gcogr:ificas. tal como se ha implemcnaddo en Chi pre
yen Nue,a Zelanda. Un mecanismo altcrnativo cs crear un linico pad ron dectoml
pero reservando cicrros escaJios p.ara cienos grupos. En Ia India. alredcdor del I )<''<
de los escaiios dd parlamemo cstan rcscrvados para las caqas program.tdas, pero los
elecwrcs rcgistrados de rodos I~ grupos del di~trito electoral votan por elias.
Estos mecanismosJSegUran un equilibria minima de Ia reprc.entacion polirica, a
costa. po~ihlemenre, de afianzar Ia polltica de idenridJd como ba.o.e de Ia movili1.acion
decwral. 'lambacn son posibles m~-canismos elccrorales mas i ndirecro~. que podrian
estimular d equilibrio de grupos. Por ejemplo, es probable que Ia mayoria de Ia.\
fonn,ts de rcpre.senraci6n proporcional (Rl') consigan un mayor grado de equilibrio
grupal que los sistemas de mayo ria ~imple, en I~ cuales las nunoria.~ rienden a quedJr
sevcramente sub represcnradas o exduida.\ (Lijph.trr, 1986, p. 11 3). En gcner;i]
parcccria que Ia RP es un si\tema cfica1 que pcrmitc ascgu rar, en lin~as generales.
que 10dos I~ grupos esren represemados en propordon altamaito de su poblacion,
siempre y cuando el sistema tcnga bajos umhralcs par.tla voraci6n minima neccsaria
para justificar las dcccioncs. Ello no obstante, cs posible que haya un sistema electoral
'jusro' peru que las minorias ral vezsigan cxcluida.\ del gobierno, en ranro Ia exclusion
pueda dar~e al determinar qlllen ticne der~ho al voro.
Fn las socitx!Jdes multietnicas hay una fuerre tendencia a que los partido~
polincos se convicnan en ernicos, puesro que esta parecc ser una forma clicaz
de movilizar los voros (Horowirz, 1985). El sbtema electoral puede fomcntar las
coalicioncs de partido~ de base ma~ amplia. rambien mediante sistemas de Rl'
por lisLa, o un voto untco transferible en disrmos plurmominales (adoprados por
ejemplo en Malta e lrlanda). Sin tales inAuencias constrenidoras, los parridos
politico~ pucdt:n resulrar altamenre divis1vos en las socicdades mulriculmralcs, y
!Js elecciono puedcn ::n ocasiones llevar al conAicto (Snyder, 2000; Srewart &
O'Sullivan, 1999). Las restriccioncs impuesras a los p.trcido~ policicos mismos son
oara medida integr.tcioni~ra. De cste modo, ranro en Ghana como en Nigeri.t, los
parcidos politicos ticndcn a rener repn:semanres en todo el pais, lo que promueve
los partidos multictnico~. dada Ia concentracion gcogr.Hica de los grupo~ ernicos.
342
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345
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.llguna~
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FF. UU .. Nueva 7..d.tnda e Irlanda del None) como en el ~ur (pu r ejcmplo en riyi,
India, M.Ua..~ia. Sud.lfrica y Sri l.anka), en pane porque las polrricas indirecras roman
uempo )' no siempre son efcctivas, y frecuememente debido a Ia presion polirica
de grupos parricularc.1. E.~ros cjcm plos son inmutti,os para indicar Ia diversidad de
politica.~ posibb. Algunos de lo~ programas fucron inuoducidos por minoria1 en
dcsventaja -porcjcmplo en Fiyi. MaiOI.'oia, Namibia, Sudafrica y Sri Lanka-, otros
por mayori,ts favorccidas para las minorfas desfavorecida.1, por ejcmplo en Brasil,
India, lrlandadel Norr:ey EE.UU. E:.to ultimo mucsrra que es posible inrrodum Ia
acci6n afirm:uiva indu.~ alii donde Ia 1iru.tci6n politia parcce ser desr.worable. Si
bien aca no hay esp.tcio par-a dctallar 10das las poliricas, Ia siguienre list<t ilustrariva
muestra 1~ gama de poliricas directas posibles:
Activos
Poliricas para mejorar Ia propiedad grupal de Ia tierra mediante Ia redistribuci6n
de Lierr.u. propicdad del Estado, dcsahucim forzosos, compras y rcstricciones
a Ia propiedad (Malasia, Limbawc, Fiyi y Namtbia).
Politicas dirigic.hts a las co ndicionc.1 de Ia pnvatizacion (Fiyi).
Polinca.s seguadas con rc:.pecto a los activo~ financicros, como Ia.~ normas
bancaflas. los ~ubsidios y las resrricciones (Malasia y Sudifrica).
Asignaci6n de credito (hyi y M.Ua.~ia).
Capa.citacion prcferenml (Brasil y Nueva Zehnda).
Cuota~ en educacion (M.~asia, Sri Lmka y EE. UU.).
Politicas de adquisicion del sector puhliw (Malasia, lrlanda del Norte, Sudafrica,
EE.UU.) (vea.1c McCrudden, 2007).
Polirias de empleo. emre elias cuotas del sector publico (Malasia, Sri Lanka e
India) y Ia obltgaci6n de un emplco equilibrado en d sector privado (Sud.ifrica).
Salud
- Politi cas para mcjorar el accon y a los servicios de salud en zonas relativamente
necesitadas (Ghana Septentrional, y en relaci6n con Ia poblacion negra de
EE.UU.).
La mayo ria de estas politicas involucran metas o cuoras y g;uto pUblico, dirigido>
humano (Ia educacion en particular) son por lo general insuficientcs para mejorar
las DH econ6micas. en parr:icubr debido a que lo> grupos pobres a menudo se
encuentran en desvemaja debido a un capital social asimerrico y a Ia desigualdad en
activos y oponunidades economicas. Cuando se ha~cn mejoms unicamentc en cl
capital humano a rrav<'s de Ia educad<in, d progreso economico de un grupo seguira
viendose comcnido por dichas asimerrl.u.. Si bien e~ cierto que algo puede hacerse
para mejorar las oporrunidades econ6micas mediante programas de crediro especialcs
e inversion dirigida a infraestructura, e~ probable que esto resulre insuficic:nte
sin una amplia reestruc.ruracion de Ia actividad econ6mica entre los grupos de Ia
cconomia. Esro fue reconocido porIa Nueva l'olirica Econ6mica de Malasia.la cual
buscaba explicia:amente cambiar Ia division colonial del rrabajo. Pero cs mas comun
que Ia polltica economica sea ciega con respccto a dichas cuestiones. l:.llo sc aplic:1
sobre todo a las politicas de ajuste esrruc.tur.tl, cuyo diseito no roma en cuenta las
implicacione> dbuibutivas grupales de las mismas, y puedc tener como resolrado un
empcoramiento susrancial de Ia posici6n de los grupos necesirados. Esro parece habcr
sucedido por cjemplo en Ghana, Mozambique, Uganda, Nigeria y Sud.ifrica, dondc
la.1 pollricas de ajuste csrruccural que favorccieron a los productos comcrcializ.ablcs
clevaron el ingreso en las partes (y grupos) mas privilegiado~. En Ghana, a pesar de
los Aujos de inversiones publicas y de ONG en el none, menos del I% del capital
privado de fucra del pai5 se ha dirigido dicha rcgi6n en los ultimos aiios. Se dice
que en Sud.ifrica, cl modelo economico ha perperuado cl apartheid c:con6mico'. La
privatizaci6n es orro clemenro en los paquercs de ajuste que frecucmemente tiene
- .[n general. In politi<"' ocolibcnln promovid.~.> por d B.&n<o Mund~.tl y ..!ort~du por el CNA
ayudaron a las ~lite~ negus pcro hic..lcwn poco por 1.t mayo ria nq;ra. aJ mismo tiempo que prt"Se:ouon
Educacion
CuotJs para el ingreso a Ia universidad (Malasia, Sri Lank.\ y Nigeria).
348
349
fuerres implicaciones disrributival> grupales, implicalione.~ tjue rarJ vez son remd.l,
en cucnta .u lormular las politic.ts. Por cjemplo, en Moumbique, los benelicio~ d~:
Ia pri,ati7.acion fUeron monopoli1.ados por un grupo ya tk pur sf pri,ilegiado.
D..:ben explorarse las impli\:.lciones que riencn paquct..., panimlares de matro
polidcas p.m las DH, y alii donde las amplian dcben ~cr modilicados o romar~e
medidas cornpensatorias.
Mudtos palses han adop1.1do un cnfoquc parcial p.rra Ia correcci6n de DH,
.1dopt.1ndo algunas de las polftiGu. dcralladas arriba, con resultados l imitado.~. wmn
d c.~ de Brasil. Sin embargo. dos paises pueden brindar cjemplos instrucrivo~ d~:
como ~ que un esfueno globJI pucde mejorar las DH socioeconomicas (ambm
fueron examinados con gran dctenimiemo en e1 capitulo 4):
E:.n Malasia se imrodujo l.1 Nueva Policica Econ6mJC.t en 1971, con mtras ,,
rcducir h~ desigualdades cmre rnalayos y chi nos, lucgo de los morincs co nuJ
cHe ulrimo grupo que cstalbron en 1969,lo que tenia c.:omo meta conseguir
Ia unidad nacional. Ur1 enfoque doble incluia b mctJ de erradicar Ia pobn..-.1
y acclcrar el proceso de recsm!Cturacion de IJ socicdad malaya para corregir
lo, desequilibrios econ6micos, para asi rc:ducir y evcnrualrneme diminar
Ia identificacion de Ia ra7.J con Ia funci6n economica (Malaysia, 1971 ).
Adcm.U de dive~ polirica$ conua Ia pobro.a,las politicas de reestruciUrad<ln
incluyeron Ia expansion de 13 parricipacion de lo~ bumipurera (un rerrnino
general para lo.~ grupo~ indrgcnas de Malasia) en Ia propicdad de capital a 30%;
Ia a~ignaci6n del 95% de las nuevas lierras a los mabyos; el esrablecimienro de
cuotas educarivas en Ia educaci6n publica en con~onancia con Ia proporcion
de Ia poblacion: y polfticas crediticias que F.tvoret:ieran a los malay< con Ia
asignaci6n de credito y ta<;.1~ de imen's mi~ favorabk-s. La razon dd ingreso
medio de los bumipurera con respecta aJ ingrcw de los chinos pas6 de 0.42
a 0.57 entre 1970 y 1999 (dandose Ia mejora m;h grande en los primero;
dit'l. afios), el ratio de parricipacion en Ia propicd:1d, de 0,03 a 0,23, y 13
parricipaci6n de profcsinn.tles registrados entre los humipureta de 8 a 47%
en el rnim1o lapso (Malasia, divcrsos aiios).
En lrlanda del Norre, luego de ~iglos de una vigorosa discriminacion y de
per\l~tentc\ DH, se hizo un csfueno conccrrado para torre~ir csto desde finales de
Ia decada de 1970 con politica.~ de vivienda y educadon y unas leyes de cmplco
ju~to respaldadas porIa Union Europea y el gohierno brir;inko, que reservaron sus
contraros para empresas que no discriminaran. Desde finales de Ia decada de 1970 a
fine; del dcccnio de 1990, Ia ratio can:ilicos-protcsranrcs en t>ducacion superior pa6
de 0.:39 a O,lll.la inequidad en 1.1 proportion de Ia pobiJcion en Ia caregorla de alto
ingre~o entre car61icos y prote~tantcs fue de 0.55 a 0.77, y en Ia proporcion de Ia
pohlacion en casas con rre.s o ma.\ habi1aciones fuc de 0,5 ~ 0.9. Para 2004 habian
350
l'olitica_... dmWd.liO J b:. dcsigu.;a.ld:ades horizoHah:lll St\'\\ ;an. BtOWil & Langer
diciencia incluyan mnto elementos negativos tomo positivos. Del lado ncgarivo
Clod Ia imerfcrencia en lo~ procesos competirivo~ normales,lo cual podria evitar que
sc asignen recun.os segun su uso mas eficieme, pero del )ado positivo tcnemo"' Ia
reducci6n en Ia exclu.,i6n economica y las privactoncs relarivas, lo que en si mismo
contribuye a una asignaci6n eficiente de los rccut5o~, permitiendo asi una mayor
realizaci6n de su potencial. lnduso las politicas que crean una discriminaci6n 'posit iva'
a favor de grupos necesitados podrian esrar compcnsando el profundo sc:sgo contra
los grupos que sufren una privaci6n de largo pla1.0, para revenir las cualcs no basta
con remover los obst:iculos aauales; por endc, poorian tencr un impacto positivo
sobre Ia eficiencia en el mediano plaz.o.
No hay ninguna cv1dencia empirica significativa de que tales politicas reduu:an
Ia eficiencia, pero las evaluaciones cuidadosas son relarivamente raras. Los c:smdios
mas cxtensos del impacro sohre Ia cficiencia fueron hechos con respecto a Ia accion
afirmativa en EE.UU. con respecto a los ncgros. Algunose.studios mucstran impactos
posidvos, en tanto <.JUC otros mucsrran impactos negativos (Farley, 1984; Keister,
2000). En Malasi,1, el alto crecimienro econ6m1co que acompai16 a las pollticas de
accion afirmativ-a asiml$ffiO sugiere que es sumamentc improbable que tales poliricas
hayan tenido un impacro negativo susrancial ~obre Ia eficiencia, y que podrian mas
bien habcr tenido un impacto positive.
A veces sc: sostienc que si bien Ia accion afirmativa y orras polfticas rcductoras de
las DH dism inuyenla dcsigualdad imergrupal, incrementan en cambio Ia inequidad
intra grupal. Esro no resuha inevitable pero dcpcndc de si las politicas extiendcn las
oportunidadcs y servicios sabre rodo a las dases de menores ingresos (por ejemplo,
c1 empleo no calificado, inversiones en rcgiones pobres y educaci6n primaria) dentro
del grupo ode los grupos n~oitados, o afectan sobre rodo a las oponunidades de los
ingresos rruis altos (empleo profesional y calificado, y educacion superior). Sobre esro
nos faltan evidcncias si~tem.iticas. End caso de Malasia, Ia desigualdad inuagrupal
cayo a lo largo de Ia decada en que las polfticas fueron ma~ efcctivas (Shireen, 1998).
En cambia en Sudafrica pareceria que la dcsigualdad dentro del grupo de r:u.a negra
hubiese aumentado a partir de Ia int:roducci6n de las politicas (van der Berg &
l.ouw, 2004). Por ejemplo. en cste pais las polfticas de 'cmpooeramiemo' empresarial
parecen enriqueccr fundlmentalmente a una elite negra 11 En ambos casas. claro
esta, hay muchas ouas inAuencias que afectan ~imulraneamente Ia distribuci6n del
ingreso (como las polfticas contra Ia pobrcza en Malasia y las de liberaltZac16n en
Sudafrica), de modo que los cambios no pucdcn ~cr auibuidos exclusivamentc a las
pollticas afirmativa~.
La posibilidad de que las pol ideas reductoras de las DH tengan algun impacro
Adverso sobre Ia efic1encia y Ia t-quidad intragrupal sugiere que dcbcrfa buscarse
10
!'or un cumcn m.i, dct..Ilado de c6mo o que S< podri dirigir IJ O>i>rcnc,. La r<duccion deiO>
DH comulcoe Rcown v '>rewn (l006).
11 BLack SoUih Ali-ic.>ns S""' impan<:nl o~r pace of ch.n~. 6n.znri4/ Trmn. 5 d< cncro ck 2007.
352
353
diseiiar poliricas que riendan por sf mismas (o conjumamenre con otras) a remozar Ia
cficiencia y mejorar Ia distribucion del ingreso. Desde Ia perspecciva de Ia eficiencia,
esro podrfa significar un mayor enfasis en Ia reforma de procesos yen subsidios ames
que en cuoras, y desdc Ia perspectiva de Ia equidad signincaria enF.nizar el empleo
y los servicios primarios asf como Ia infraestrucrura de desarrollo en las rcgiones
pobrcs. Tam bien deberia sciialarse que si bien las poliricas reducen pocencialmeme
Ia dlciencia y empeoran Ia disrribucion del ingreso intragrupal, csros efectos deberian
ser sopesados con su probable impacto sobre Ia reduccion de Ia violencia, lo que
rend ria en si mismo un cfccto posirivo sobre el crecimienro y Ia eficiencia, asi como
sobre Ia reduccion de Ia pobreza.
4.7. Conclusiooes sobre las poHticas dirigidas a las DH socioecon6micas
Hay una gran gam a de poliricas porenciales, tanto indirectas como dircctas, con las
cuales aliviar las D H socioecon6micas, much as de las cuales han sido adopradas en
cicrras partes del mundo. Las indirectas son atractivas para evitar el afianzamicnro
de Ia di ferencia, pero elias riende.n a ser de impacto Iento y parcial. El moniroreo es
importame para asegurar que tales poliricas sean eficaccs. Las polfcicas econ6micas
que incorporan consideraciones acerca de Ia equidad grupal son raras, y falcan por
complero en el caso de las poliricas macro y de ajusre esrrucrural. Sin embargo,
encontramos que solamentc se consigue una mejora susrancial si se cuema con
polfticas econ6micas y sociales con las cuales corregir las DH (vease el capfrulo 4).
354
La11gt'r
5.2. Lengua
Privilegiar una o varias lcnguas sobre las dem:is a menudo indica cl dominio de
aquellos para quienes esta.~ son su lengua materna; tal como sei\ala cl Human
Oevelopmenr Report 2004, Reconocer una lcngua [...] simboliza el respeto por d
pueblo que Ia habla, por su cultura y su inclusion plena en Ia soc.iedad (UNDP, 2004,
p. 9). Las politicas lingi.ifscicas plancean complejas interroganres. Frecuentemence se
considera que dcsignar mas de un idioma como lengua nacional es un medio con
el cual prom over una idencidad nacional cohesionada y global, y posiblemenrc de
generar beneficios econ6micos, pero rambien puede despertar el resenrimiemo de
los hablantes de lcnguas minorirarias. La UNESCO recomienda Ia f6rmula de cres
lenguas, que promuevc d uso de una lengua imernacional, de una lengua &.mea
y de una lengua materna.
El reconocimienco de varias lenguas result6 exiroso en diversas sociedades
mulrilingi.ies. En Singapur, por ejemplo, se ha reconocido olicialmeme a cuauo
lenguas ampliamentc habladas -malayo, mandarin, tamil e ingles.-. Los asumos
gubernamcmales se llevan a cabo en ingles pero el malayo esra dcsignado romo
Ia lcngua nacional y se le usa en ceremonias publicas (Spolsky, 2004). En Nigeria
las rres lenguas indlgcnas principales -hausa, yoruba e igbo-- csc:in reconocidas
como lenguas nacionales, aun cuando esto causa el resenrimien ro de los que hablan
otras lenguas minoricarias. La policica de reconocimiento de las lenguas tanlbien
ciene aspectos informalcs. En Ghana, por ejemplo, el ingles es Ia lcngua oficial pcro
sucesivos gobiernos rambien promovieron acrivamente cl estudio y Ia enseiianza
de quince de las -acrualmenrt~ principales lenguas ghancsas (Bemile, 20 00).
En Bclgica. Ia convenci6n ahora requiere que el primer minisuo emplee tanto el
frances como el holandes en eJ parlamemo y al tratar con los medios, incluso hasta
cl punro de cambiar de idioma en medio de su discurso.
355
ll
6.
En esra secci6n exami narcmos algunos problemas generales que Liene el inidM,
imp'emcmar y adminisrrar cl carnbio de politica en sociedades horizontalmente
des1guales. Sto planrea cuesriones imporrantes, en pnmcr Iugar porque las politicas
pucdcn roparse con una vigorosa oposici6n por parre de los grupos privilegiado; que
pcrdc:rian -al me nos relativameme-.lo cual podria impedir que >C les de inicio; o
en= exucmo.,, si se manejan de manera deficientc las politicascorrecroras de 0 It
pueden en sl m~mas conmbuir a Ia escalada del conAJCto, como parecc haber sido cl
<:.150 en Sri Lanka y Fiyi. Tam bien en las provincias indonesias de las islas Molucas y
en Celebes Central. una fi.1enre principal de conAicros tr.tsla caida de Suharto fuc cl
r~mimiemo cristiano hac1a las poliricas pro musulmanas implemcmadas durante
su ultima decada de mando, y que vio ~u dominio hisrorico severammte minado
(Brown y otro~, 2005}. En segundo Iugar, y como ya scJialamos.las poliricas puedcn
afianz.ar las difcrencias etnicas; de ahi que sea importantc introducirlas de modo,
tale> que eviten esras comecucncias en Ia medida de lo posible.
6.1 . El inicio de las pollticas de manejo de las DH
y Ia obtenci6n de respaldo
11~ro La. f(y sol ..uncmc \(' apliL.1 J lo.s mu.sulmanes. y 1:. cone: de apdadont!ii conuulaoa 'tendo civil
356
357
una minoria o una mayoria. Dc:sde una perspecriva politica,las medidas correcrivas
claramentc SOn mas facifes de introducir OJando eJ grupo SOciOCCOnomicamentc
nece.<.itado confonna una mayorla. Esre rue el caso en Malasia, Sudafrica y Sri L~1nka.
lo que hizo que result.tra facrible iniciar poliricas de reduccion de desigualdadc~
horiwnmlcs. Pcro in dum e;,te ripo de demografia no !leva invariablcmente a meJiJa.~
corrccrivas. Por cjcmplo, en Nigeria, los norreii.os y musulmanes son los grupos
ncce.~irados y Llm~orman una mayoria demogninca, no obstante lo cual hay pocas
medid,lS correcrivas. Pareceria que en tales situaciones Ia el ite esta satisfecha con cl
podcr PQlftico y los bendicios economicos asociadas que adquiere, y no traduce esro
en mejoras econ6micas y sociales para Ia poblaci6n mas amplia del grupo. lho de
persistir, semejancc siruacion pod ria amcnazar d respaldo y Ia posicion de lider:u.go
del grupo de elite. Por supuesto que si no hay democracia, cl grufXJ minorit<trio
privilegiado pucde dominar d sistema politico y d economico -como en Sud africa
en Ia era del apartheid-. y enronces los cam bios vienen a ser aun menu~ probables.
lniciar politicas corrccroras de las DH es mucho mas problematico alii donde
d grupo desavenrajado confom1a una minoria y d gobiemo nacional represema a
un grupo dommame. Son ejemplos de dlo muchos paises larinoamericanos, donde
los pueblos indigcnas comprenden una pequena parte de Ia poblac16n total. En tales
casos es neces.1rio persuadir a quienes roman las decisiones de Ia imponancia que
tiene eviur las DH ~ras para Ia esrabilidad social y politica. Como ya scnalamos.
estasiruaci6n no consriruyc un obsraculo invariablemenre decisivo: algunos gobicrnos
han inrroducido programa.~ para corregir las DH dondc el grupo neccsirado es una
minoria: Ghana, por cjemplo, en rclacion con elnorte, y Brasil y EE. UU. en lo que
roca a \u poblaci6n negra. La acci6n es mas probable cuando los grupos minoritarios
sc movilizan para mejorar 5U posicion; tal movilizaci6n rue un factor que Ucv6" '"
accion afirm.uiva, por cjemplo en EE.UU.
Es probable que corrcgir las DH poliricas, de modo tal que todo~ los grupos
panicipen en Ia roma de decisioncs,ltaga que iniciar poliricas con que corrcgir las DH
socioccon6micas rcsulrc m:is lacriblc. Pero esro asume una disposici6n a com partir
e1 podcr por parrc del grupo mayoritario. Semejante disposicion podrla .~urgir a
part ir de un acuerdo general en torno a Ia imporrancia que riene conseguir Ia unidad
y Ia estabilidad nacionales, lo cual es una razon subyacenrc del podcr com partido
en Ghana y Nigeria por ejcmplo. yen mochas sociedades de posconRicto como c1
Ubano y Bosnia llerzegovina. Sin embargo, es mas probable que sc comparta e1
poder si Ia.~ normas intcrnacionales se mueven en esca direcci6n con ruerza.
1997).
7.
CoNCLUSJONES
Unas DH fuerres pueden rcner much~ consecucncias advcrsas. Ia mas seria de las
cuales es Ia moviliz.aci6n hacia el conArcto violemo. b. por endc importanre imroducir
politicas para corrcgirlas. Se rtqutere de accion para corregir las desigualdades politicas
yen el esrarus cultural, asi como las DH socioeconomicas. Las poliricas apropiadas
358
359
Brown &
l~"JF'
" Para un uamcn mis dct.illado Jc l.t rdao.ion exiS<<IH< cnuc la.o; HI y los cnfoqucs de cxdu,ion social
v6se Srewan, 2001.
361
fNDICE DE AUTORES
A
Abinales, P.:--1. 285, 288
Abraham, C.E.R. 95
Accmoglu, D. 177
Achen, C.H 171
Adato, M. 71, 76,78
Adejumobi, S. 54
Agyeman, O.K. 187, 202
Akindes. F. 22. 327
Alba, R. 99
Alb6. X. 266
Alderton, E. C. 217, 266
Alesina, A. 127. 129, 131
Alexander, J. 21
Anand, S. 109, 111
Anderson, B. 22
Andre, C. 36
Antlov, H. 61
Arendt, H. 44
Asante, R. 202. 203, 204. 209, 210. 243,
330
Ashby. J. 93
Aspinall, E. 312
8
Bach, D. 43, 325
Bakery. T. 190, 191
Bakke, K. 33, 324
Banegas. R. 198, 199
Banerjee, A.V. 77
Bangura, Y. 34, 129
Banks, M. 20
Bannon, A. 129
Barlow, R. 347
Barren, C. 73
Barrios, L 263, 264, 271
Barron Ayll6n, M. 75, 258. 260
Barron. M. 18
Barron. 1'. 128, 134, l:l7. 141
Barrows, W.L. 129, 130,133.319
Barth. F. 22
Bastos. S. 272, 273
Baub&k. R. SI
Beck, N. 171
Behrman, J.R. 77
Bc:mile, S.K. 355
Bertrand, J. 136
Assic~.
G. 256
Atkinson, A.B. 109, Ill
Auvinen,J. 3S. 57, 127
Bijak. J. 17
Billings, D. B. 73
Binningsbo, H.M. 164, 324
Blau, P.M. 77
fm.lu,'C de ;aulotes
Blee. K.M. 73
Deursch, j. I07
Booth, A. 13S
Chalk, P. 281
Deutsch, K. 244
Dcvine,JA. 73
Borooah, V. 93
Chiror, D. 199
Do Alto, H. 270
Domingo, P. 267
Bourdieu, P. 75
Bourguignon, F. 107
Chua, A 34
Coghlan, B. 16
Oorf. M. 40
Boyce,]. II , 27
Cohen, A. 20, 2 1, 24
Douglas, W.A. 20
Brancari. D. 345
Cojti, D. 261,279
Dudos,J.-Y. 110
172
Breen,R. 93
Brooks-Gunn, J. 78
Dckson, K.B. 86
169.170,174.183.292,320
Gibney, M.J. 37, 39, 49, 325, 405
Glewwc, P. 193
Cormack, R. 93
Egrereau, R 65
Covello, V 93
201
Calor, 0. 83
Gares, S. 11, 134. 159, 160, 164, 167,
G!aJ.c:r, N. 21,22
~.j.K.
Gaffney, P. 27
Gallagher, A.M. 351
Brukum,
Dunkcrley,J. 263.272
Corcoran, M. 73, 76
Frister, R. 20
Fullinwider, R. 346
Duncan, C.J. 73
Brown, D. 281
Friedman, J. 135
Conramin, B. 196
Fregenc, P. 227
Frempong, K.D. 202, 203
Golder, M. 170
Crabtree, J. 279
Ejobowah. j B 40
Ellingsen, T. 129,164.169, 170
Emmerson. D. 293
Curran, Z. 332
Ensari, N. 131
Buckland, P. 92
Escobal, j. 346
Buhaug, H. 167
Espiritu, L.Y. 98
Buvollcn, H.l'. 66
Goldstein, H. 183
Goldstone, J.A. 163
Green, E. 345
G reen, S. 43
Grindle, M. 267
Dahl, It 53
GuncwMJcna, D. 75
C'.1mus. M. 272.273
Dary, C. 263
Faaland, J. 95
Das Gupta. J 64
Fabian, E. 261
Datcher, L 76
l'arley. R. 353
Fearon, J.D. IS, 24, 34, 57. 127, 128,
c
Calla, R. 268
Davenport, C. 170
C.ase, W 214
('~de~.
Deaton, A. 146
S. 48
Deininger, K. 128
Delgado, C. 190
261.318. 321.329.405
Cayuc, H. 272
ChakrJbarry, A 111
364
Cuichaoua, Y. 232
Guruns, H. 347
H
Hale, H. 282
Hansen. R. 44, 49
Hegre, H. 159, 162, 164, 169, 1~0. 171
Held, D. 53
365
fn<Ltc de :;u.atores
K
Kabeer, N. 54
Kalimuthu, R.K. 313
K2nbur, R. II 0, 132, 161, 292, 331
Kam, E. 51
Kanyinga, K. 344
Kcen,O. 19,24,36
Keister, I .A. 90, 353
Kcll,l: 284, 289, 293. 312, 329
Kenry-Orane, J.L 89
Khosla, 0. 59
Kieffer, G.-A. 196, 198
King. E.M. 77
Knight, R. 11, 29
Krishna, A. 73
Kymlicka, W. 62
Herbst, J. 207
Heryanto, A. 60
Hc:shmati, A. 109
liewsrone, M. 131
Higazi, A. 12. 330
Hill, M.A. 77
Hoeffier,A. 16, 19, 24, 34, 57, 127, 139,
172
Hofer, A. 60
Holsti, K.J. 25
Honig. B. 54
Horowiu, 0. 23, 39. 40, 57, 63, 129, 136,
137,164, 16S 257,280,282.320,
337,339,341.342.345
Horstmann, A. 286
Humphreys, M. 36. 328
Huntington, S.P. 15, S8
Hylton, F. 263
lgn~tidf,
L
Ladouceur, P.A. 20 I
l..airin, 0. 15. 24, 34, 57, 127, 128. 130,
139, 172
Langer. A. 32, 37, 57, 63, 65, 159, 166,
180, 187, 188,204,210,21 I, 231.
232.235,317.318,321.326.340,
343,406
Larson. B. 264
Le Billon, P. 328
Le Pape, M. 198
Uc:omte-Tilouine, M. 60
Leith, J. 289
Lemarchand, R. 21
M. 41
lkimc, 0. 216,217, 2 19
lmai, K. 16
lmobighe, T. 223
1rurozqui, M. 267
!sam, H .R. ..!0
lyer, 1.. 320
J
Jaggers, K. 169
]alan, J. 73
Jesudason, J.Y 352
Jomo, K.S. 95 344, 359
Jonsson,]. 325
Joppke, C. 47
]ustino, P. 132
Loury, G C. 77, 78
Louw, M. 29, 113,353
Lundahl. M. 27
Lundberg, S. 77
Lustig, N. 331
M
MacRae, D. 163. 164
Magdalena, F.Y. 302, 320
Majumdar, M. 111
Mallon, F. 264, 265
Man 281-316, 281-408, 281-408, 287316, 287-408. 288, 288-316,
290-316, 290-408, 302-408.
364-408.378-408,379-408
Mancim, L. 37. 105, 127, 159, 183. 232,
255.260.319,406
Mandai. S. 81
Manor, J. 345
Manrique, N. 264,265
Manz.a,J. 44
Margalit, A. 49
Marshall, M.G 17. 19. 169
Montoya, R. 264
Moore, W.H. 128, 133.319
Moors. M.M. 263. 264
Moynihan, D. 21,22
Murray Li, T. 6 1
Murray. D. 92
Murshed, S.M. 134. 160, 174, 183. 292,
320
Mustapha, A.R. 233, 235. 252, 253. 333.
344
N
Nafziger, E.W. 35. 57, 127.322
Neumayer, E. 159. 171
Newman, A.F. 77
Nicholas, C. 35
Noble, L.G. 285.310
Nugent, P. 20 I, 202, 203, 211
Nurmela, J. 76
Nyanteng. V.K. 206
0
Okolo. A. 340
Olson, M. 160
O'Phelan, S. 262
0stby. G. 37, 108, 133, 159. 167, 174.
183,319.323,332,406
O'Sullivan, M. 33
Massey. D. 90
McCargo, D. 311
:-..1cCiintock, 275
Otite, 0. 233
McCrudden, C. 348
McKenna, T.M. 285, 286
c.
McWhirter, L. 351
Panyasak. S. 303
Paredes. M. 12,255,257,259,261
Melson. R. 252
Miller. R. 48, 131
Misuari. N. 286
Mogues, T. 82, 127, 132
Parekh. B. 60, 61
Pastor, M. 27
Pemberton, J. 61
Peroni, R. 127
Molina, F. 271
Pici,J. 271
Platteau. J.-P. 36
367
lnJA.:eM .tucom
Poddcr, N. 132
Suryahadi. A. 135
Szekely. M. 117
Pyong. G.M: 96
Szere>L.eWski, R. 204
Vanhancn, T. 169
Shapiro, I. 40, 52
Quah. D. 108
Shapiro, T.M. 89
Shepherd,$.205. 208
R
Rak.indo, .1\. 60
Sherer, G. 30
IUmage. D.E. 63
lUnger, T. 20, 21
Shklar, J. 4 I
IUnis. G. 83
Sidd,J.T 68
Sich Lee. M.L. 352
Sigelman. L 161
Reid, A. 283
Silber, J . I 07
Simpson, M. 161
Robinson, G. 177,312
Roe, A. 86
Smith,J.P. 135
Rojas, G. 167
Smorh, R.M. 53
Ro~.M.36, 116,139,293,328
R.Jane, J. 91
Taoou. F.. 17
Venables, A 161,292
Volpi, M. 12,318
Tanaka.M.275, 279
Taylor.J.G. 61
Walker, C. 262
Wang. M. 332
Thernmom. A. 90
Thern,crom, S. 90
Weinstein, j. 16
Weir, F. 44
Tinosudarmo, R. 1 I, 289
Weller, M. 281
Todd.j. 91
Whyte,]. 92
Tom<. M. 174
Torero, M. 346
frcisman, D. 328
Wilson C. 329
Wolpc, H . 252
Turin, M. 60
Turton. D. 21, 22
X
Xie, Y. 97, 98, 99
Snyder, W. .H7
Rumdn, S. 167
Taracena, A 256
Siedcr, R. 256
JU,-aJiion, M. 73
Ray,
van Krieken, R. 59
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