Revista Oraloteca Junio 2 2 PDF
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Revista Oraloteca Junio 2 2 PDF
Avenida del Ferocarril y/o Carrera 32 N 22-08 Sector San Pedro Alejandrino Santa Marta, Colombia
TABLA DE CONTENIDO
Rector:
Ruthber Escorcia Caballero
Vicerrector de Investigacin:
Jos Henry Escobar Acosta
Vicerrector Acadmico:
Pedro Eslava Eljaiek
Vicerrector de Extensin y Proyeccin Social:
Pablo Vera Salazar
La Revista de las Oralidades
No. 6, 2013
ISSN 2145-0471
[email protected]
PUBLICACIN ANUAL DEL GRUPO DE
INVESTIGACIN ORALIDADES, NARRATIVAS
AUDIOVISUALES Y CULTURA POPULAR
EN EL CARIBE COLOMBIANO
DIRECTOR
Fabio Silva Vallejo
CONSEJO EDITORIAL
Colectivo Oraloteca
DIRECCIN EDITORIAL
Raiza Llins Pizarro
Danny Martnez Castiblanco
Alexander Rodrguez Contreras
FOTO PORTADA :
Danny Martnez Castiblanco
FOTO CONTRAPORTADA:
Anglica Baquero Porras
FOTOGRAFAS INTERIORES:
Fondo fotogrfico Oraloteca
Anglica Baquero, Leonardo Baquero,
Rafael Gonzlez, Hans Valero, Dayana Carreo,
Ra Ricardo Llins P, Raiza Llins, Danny Martnez,
Mairiht Galeano, Martin Ruiz, Fabio Silva,
Sandra Armesto y CINEP.
UNIVERSIDAD DEL MAGDALENA
Direccin postal: Avenida del Ferrocarril y/o
Cra. 32 No. 22 08 Santa Marta, Colombia
Telfonos: (5)4217940 - (5)4303368
Fax: (5)4303621
http.www.oraloteca.unimagdalena.edu.co
Diseo y Diagramacin: Marcela Pasmn
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Editorial
Lo ms bonito sera que la minera se acabara.
La comunidad afro-campesina de Roche en territorio minero.
Por Margarita Granados Castellanos
Las artes de pesca tradicional en la Baha de Santa Marta.
Por Sahully Corts, Danny Martnez y Raiza Llins
Masacre de Baha Portete. Comunidades Indgenas
Vctimas del Conflicto y el Papel Garante del Estado.
Por Breiner Osorio Pinto
Taganga vs Turismo: Cambio de dinmicas debido al turismo
en el corregimiento de Taganga.
Por Juan Mendoza Ass
Por qu campesinos?
Por lvaro Acevedo y Fabio Silva Vallejo
Vestigio de un destierro.
Por Dayana Carreo Rangel
El ecoturismo como lugar de encuentro entre
la naturaleza del pescador de playa del muerto
y la naturaleza del hombre moderno.
Por lvaro Leal Yance
Campesinos en miseria historia o realidad actual?.
Por Lady Vsquez
La comunidad habla
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Impresin
DISTRIBUCIN Y VENTAS
[email protected]
Editorial
Lo ms
bonito
sera que
la minera 1
se acabara
La comunidad
afro-campesina
de Roche en
territorio minero.
Por: Margarita Granados Castellanos
a combinacin entre precios, nuevas tecnologas de explotacin y las reformas institucionales han hecho que la minera en Latinoamrica se constituya en un importante atractivo de
inversin extranjera (Bebbington, 2007). Mientras
en pases como Per, Argentina y Chile, la minera crece considerablemente durante la dcada
del 90, en Colombia esta economa cobra mayor
fuerza en la ltima dcada durante los gobiernos
de los presidentes lvaro Uribe y Juan Manuel
Santos. Sin embargo, en La Guajira la explotacin
de carbn ha sido un proceso de ms largo aliento
en el que luego de 30 aos, la multinacional Carbones del Cerrejn se ha convertido en la empresa
minera ms grande de nuestro pas y en el mayor
exportador privado1 (Cerrejn, 2010). A travs de
este proyecto minero las regiones Media y Sur de
La Guajira han sido objeto de un vaciamiento y
una reorganizacin del territorio que tiene como
objeto la ampliacin de la explotacin de carbn.
1 Pese a la rentabilidad de esta empresa y la generacin de regalas Guillermo Rudas analiza, a partir de estadsticas oficiales,
cunto desarrollo y bienestar produce la gran minera y encontr
que los municipios de los departamentos de La Guajira y Cesar
donde se explota carbn a gran escala presentan estadsticas
sociales peores que las del resto del pas: el ndice de Necesidades Bsicas Insatisfechas (NBI) es del 56%, versus el 45% en
los dems municipios del pas y el 29% como ndice nacional; el
33% de los habitantes de esto municipios viven en condiciones
de miseria, contra el 21% en los dems municipios del pas y el
12% del total de la poblacin del pas. (Cinep/Programa por la
Paz, 2013: 30).
Una de las comunidades afectadas es Roche, asentamiento que estaba ubicado a pocos kilmetros del municipio
de Barrancas, en el valle que se despliega entre la Serrana
del Perij y la ribera media de Ro Ranchera. All ms de
100 familias que han sido desplazadas, reubicadas o que
an resisten en el territorio, conformaron en el ao 2011
el Consejo Comunitario Ancestral del Casero de Roche.
Buscan recobrar un sistema de autoridad comunitaria, que
les permita aspirar a su autogobierno y adems sumarse al
grupo de organizaciones de la regin, tnicas y de base, que
se oponen a la expansin del proyecto minero (Granados
et. al., 2014).
El Consejo Comunitario de Roche es uno de los mecanismos que articula el proceso de movilizacin y resistencia
para visibilizar los efectos traumticos de la explotacin
minera tanto en la vida colectiva como individual de lo rocheros; pero tambin busca resaltar el sentido y la historia
que hace a estas personas comunidad. Desde el ao 2013,
tres miembros del Consejo Comunitario de Roche y tres
del Centro de Investigacin y Educacin Popular, Cinep, se
han dado a la tarea de elaborar un documento de Memoria
Histrica sobre la vida de los rocheros antes y despus de
la explotacin minera. All se registran los testimonios de
hombres y mujeres, mayores y jvenes sobre la cotidianidad y transformaciones de Roche; pero adems se hace una
reflexin interna sobre el camino recorrido, las fortalezas
y debilidades de esta comunidad negra. En este artculo
se presentan algunos apartes de la informacin recolectada; adems de los relatos de origen de la comunidad, se da
cuenta de un periodo previo a la explotacin minera y un
periodo posterior que se centra en la forma de vida que tienen los rocheros que han sido reubicados.
La comunidad de
Roche sigue existiendo
Las identidades culturales son puntos de identificacin, los puntos inestables de identificacin o sutura,
que son hechos dentro de los discursos de la historia
y de la cultura. No son una esencia sino un posiciona-
miento. As, siempre hay polticas de identidad, polticas de posicin, que no tienen garanta total en una ley
de origen trascendental y no problemtico (Stuart
Hall, 1999)
La comunidad negra de Roche, al igual que el resto de la poblacin afrodescendiente en el Caribe y Colombia, es resultado de la dispora y del trauma colonial; esta experiencia
contina hasta la fecha y ahora se enmarca en el contexto
de la economa minera. En el proceso de reivindicacin poltica, los Rocheros se re-imaginan como comunidad negra
para hacer visible su identidad tnica y para presentarse
como comunidad en la dispersin. El trmino barbaros
hoscos, usado en la regin durante mucho tiempo como
una identificacin negativa de los rocheros, hoy es retomado por los miembros de la comunidad para auto-reconocerse as. Brbaros hoscos denota la fortaleza y temeridad
para defender su vida, territorio y sentido comunitario.
El relato de origen de Roche se remonta a la poca de la
colonia, cuando negros esclavos huyeron del yugo colonial
y se desplazaron desde la ciudad de Riohacha por la cuenca
del Ro Ranchera hasta que encontraron las Tunas. En este
paraje ubicado a pocos kilmetros de la comunidad de Roche, se resguardaron los negros esclavos durante varios aos
para luego conformar las comunidades negras de Chancleta,
Tabaco, Manantial, Patilla y Roche. Por otro lado, su identidad de brbaros hoscos, encuentra significado en los relatos
que dan cuenta de la lucha por el territorio que libraron estas
comunidades durante la Guerra de los Mil Das.
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Roche
Le voy a decir algo. Mi nombre es Fidel Agustn Guerrero, nacido y criado en
el casero de Roche. Sal de ah a la de edad de 25 aos y me qued muy cerquita, me qued en Patilla donde formalic mi hogar. [] Ha habido un cambio rotundo, porque era que nosotros vivamos de lo propio, de la agricultura
ante todo; cada casero, cada casa, cada persona adulta tena; no vamos a decir que cantidades de tierra, porque en ese tiempo cualquier persona con dos
o tres hectreas que tena se senta suficiente para subsistir con su familia. Sin
embargo, hay un ... ha habido un cambio rotundo, le repito. Yo recuerdo que
en mi infancia ... aqu tenemos al seor Franco Prez, trabaj con l, recuerdo
a Clmaco Medina, recuerdo a Pedro Daza, recuerdo a Germn Arregocs; y
as muchos. Con sus fincas propias, donde uno llegaba a trabajar, a ganarse el
sustento de esa familia para nuestras familias. Sin embargo, eso lo perdimos
cuando lleg la mina. Porque cuando lleg la mina, fue prohibiendo muchas
cosas, comprando lo que ellos queran a su acomodo.
El asentamiento de Roche comprenda un territorio que se extenda desde la ribera
del ro Ranchera hasta la Serrana del Perij ms all de la frontera con Venezuela.
Este territorio, estaba baado por las aguas provenientes de la Sierra Nevada de
Santa Marta, como el Ro Ranchera; y de la Serrana del Perij, como el arroyo
Caurina y el ro Limn. La Laguna, El Pozo de Fermn y El Sesquin en
Roche retenan estas aguas. El corredor biolgico que albergaba este valle contaba con diferentes climas, logrando no slo proveer un hbitat para una amplia
variedad de animales y vegetacin silvestre, sino que adems permita la diversifi-
Los espacios de uso contenan historias, como la de la espritu de la Silvita que asustaba en el Sesquin, y se reconocen
como especialmente importantes en el sostenimiento de las
familias a travs de la recoleccin de frutos, la cacera, la
pesca, la agricultura, la ganadera y el pastoreo. Espacios
privados e ntimos como la casa y las fincas; y espacios
compartidos como los bosques, los ros y los caminos, se
articulaban para conformar el territorio que ofreca la mayor
parte de los recursos que las personas necesitaban para su
supervivencia. En los testimonios de los rocheros aparece
constantemente la frustracin por perder no slo la finca o
la casa, sino por perder Roche, como un territorio que proporcionaba las condiciones para vivir en una regin donde
la ausencia del Estado ha sido constante.
La Esmeralda estaba ubicada en las partes bajas de La Sierra, a casi 2 kilmetros del casco urbano de Roche. Esta
finca la tena don Basilio en sociedad con su compadre Eusebio; se la haban peleado a Tomas Duarte, un patillalero
que no le estaba dando uso, hasta que luego de aos de posesin consiguieron la respectiva titulacin de la finca. La
Esmeralda estaba ubicada al lado de las fincas de Manuel
Torres y Efran Ucross, all tenan un pedacito alambrado
para tener cultivos de maz, ahuyama y frjol que se usaban
principalmente para abastecer la casa. Esta finca era tan
grande que incluso pasaba la frontera, ah se podan ver los
hitos de la raya; deca don Basilio. Caurina estaba ubicada
en las partes medias de La Sierra4, y tambin llegaba hasta
la frontera con Venezuela, tena un clima templado y estaba
baada por el arroyo que le daba su nombre.
4 Sierra es el nombre comn que se usa en la regin para referirse a la Serrana
del Perij.
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Roche era ms que ese pedazo de tierra donde estaban ubicadas las casas, se extenda hasta esas fincas que los adultos,
especialmente los hombres iban a atender frecuentemente;
podan quedarse por das en La Sierra mientras sus familias
permanecan en la casa que estaba ubicada en el casero.
Durante los periodos de vacaciones y para ayudar en las
cosechas algunas familias acostumbraban a desplazarse a la
Serrana del Perij, lugar apartado del que siempre hablan
como La Sierra de Roche.
Para el desarrollo de estas actividades algunos contaban con
unas pocas hectreas mientras otras familias tenan acceso a
fincas con cientos de hectreas, o tenan fincas en diferentes
lugares del territorio. Por ejemplo, Vctor Molina, conocido
por todos como Quich, tena 6 hectreas con verduras5 y
caf; mientras el seor Franco Daz tena 400 hectreas dedicadas a la ganadera y 30 al cultivo de pltano.
Bueno, yo me dedicaba a mi trabajo. Yo tena de todo
ah; tena 96 cabezas de ganado. Y de eso haca 30 libras de queso todos los das. Yo lo sacaba pa Maicao
a vender, tena mi carro propiamente, y yo tena mis
cosas ... tena mis tierras labradas, tena todo, yo no
viva trabajndole a ninguno, y hoy en da no tengo
nada. (Entrevista con Daz, 2013)
Cuando yo tena esa roza tan buena ah, yo no puedo
decir que a m me robaban. Y ah viva solo porque yo
trabajaba en Roche con Ral, y esa roza ah, yo entra5 Es comn que las personas llamen verdura al cultivo de ame, yuca, malanga, banano
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ba el da que vena... y encontraba 15-20 gajos de guineo con una mano amarilla, con dos manos amarillas.
[] No me robaban, me pedan, yo daba, vayan all
a buscar. Digo: carajo!, y aqu [en Hatonuevo] en el
patio, que es donde yo tengo cuarenta y pico matas de
guineo sembrado, y yo cuando me levanto en la madrugada ya veo el cogote: mierda, se llevaron 2 gajos, oiga!. Y estoy ah pegado, ustedes conocen donde
tengo... ya tienen el gajo del pescuezo, acocotado.
(Entrevista con Guerrero, 2013)
Eran pocos los que no tenan tierras, segn relatan los rocheros, pero an quines no tenan tierra podan trabajar
como jornaleros en las fincas de sus vecinos.
-Margarita: Ustedes tenan roza don Adalberto?
-Adalberto: Bueno, pues propia, propia no, nosotros
siempre que mi mam no dejaba de hacer sus cosechas,
ella tena una comadre que siempre le daba la mano
y el marido de ella que se llamaba Turca, ella sembr
bastante en la tierra de ella y as, ella terrenos as de
finca no tuvo.
Hasta las dcadas del dcada del 50 y 60, las familias podan establecer sus fincas a travs de la apropiacin de terrenos de baldos que existan en la zona. Aunque algunas
familias tenan legalizada la propiedad de sus fincas, era
comn que ostentaran la tenencia o la posesin de la tierra
sin considerar necesario realizar los trmites de escritura.
La relacin con el espacio que iba desde el municipio de
Barrancas hasta ms all de la frontera con Venezuela, no
estaba mediada por la propiedad de la tierra sino por la serie
de relaciones sociales, econmicas y culturales que se establecan entre los miembros de la comunidad rochera y las
dems comunidades negras como Manantial, Tabaco, Patilla y Chancleta. Por esto eran comunes las transacciones de
compra y venta de tierras entre miembros de la comunidad,
o con miembros de las comunidades aledaas y hasta con
propietarios de Barrancas. Adems ;aunque el territorio era
afectado por factores externos como la transformacin de la
frontera con Venezuela, esto no lo determinaba.
Propietarios, tenedores y jornaleros obtenan de las fincas
variedad de productos caractersticos de los diferentes climas que ofreca el territorio desde sus partes bajas y ms secas hasta las ms altas y hmedas de La Serrana del Perij.
Las fincas ms grandes no slo abastecan el hogar, sino que
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[]en cuenta el carcter colectivo de estas comunidades, solo por el hecho de considerar a todas las familias objeto hoy de reasentamiento y ofrecerles indemnizaciones y compensaciones como criterios uniformes
(Gonzlez, 2011, 63). En este sentido, en el reasentamiento de Roche, Cerrejn dio prioridad a una negociacin individual a travs de las familias, y adems desconoci a la organizacin y a las autoridades propias.
A travs de sus empleados, Cerrejn se auto-deleg la
funcin de cuestionar la legitimidad de los lderes o la
manera en que adoptaban sus decisiones, como justificacin para concertar los acuerdos directamente con
las familias (Mnera et. al., 2013: 52)
Ms de 150 familias quedaron por fuera del proceso de
reasentamiento realizado por la Empresa, pero adems las
familias reasentadas involuntariamente en la urbanizacin
ubicada en el municipio de Barrancas consideran que han
sido abandonados y sometidos a un contexto de vida para
ellos desconocido. Las comunidades reclaman un acompaamiento institucional para garantizar el cumplimiento de
los acuerdos que asumi la empresa en trminos de sostenibilidad laboral y mejoramiento educativo, entre otros,
que permitan sobrellevar la transicin a la vida urbana que
implica su insercin forzosa a las dinmicas de monetarizacin y empleabilidad.
Pero no sabiendo que esa gente no saba manejar esos
$150.000, s? Porque nosotros acostumbrados a cortar lea, a arriar agua en calabazo, en latas en la
cabeza las mujeres, no comprbamos se puede decir
que a nadie las verduras porque haba quin tuviera
las verduras; usted llegaba pues a cualquier parte y le
daban un pedazo de queso, le daban una jarra de leche
para traerla para su casa... de todo eso no se pagaba
luz, no se pagaba agua, nada de eso. Todo eso era que
uno lo consegua en el propio casero, porque si usted...
lo que le dije, si usted no tena la sal, la comadre la
tena, y le deca: aqu hay sal, lleve para all. Eso ha
sido un cambio rotundo, un cambio que yo... y le voy a
decir una cosa, yo no lo voy a ver pero van a haber muchas cosas gravsimas, en estos caseros que han sido
desbaratados por all y organizado en otros. Cuan-
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rante de Yenis disminuyeron notablemente. No se sentaron con ella para explicarle cuales eran los riesgos
que venan despus de eso, que trasladaran a la otra
gente del pueblo. No le buscan contrato a ella -vamos a
poner con una contratista del Cerrejn que ella puede
llevar su almuerzo de aqu para all-. Prcticamente
le fue bien el primer ao. De ah pa all la prdida es
total (Entrevista con Arregocs O., 2013)
productivo tiene que la comida, la educacin, la salud, todo eso tiene que salir de ese proyecto productivo porque es su proyecto de vida, pero un proyecto
donde te vayas a ganar doscientos mil pesos, pero de
esos doscientos mil pesos tienes que pagar la vivienda,
tienes que pagar luz, yo dira que eso no es un proyecto
productivo. (Entrevista con Arregoces R., 2013)
El mayor Santos Arregoces expresa:
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poltica de los movimientos sociales y el desarrollo territorial en zonas mineras. En Minera, movimientos sociales y
respuestas campesinas, ed. Anthony Bebbington.
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conflicto en la explotacin del carbn en La Guajira. En:
Revista pera, No. 12. Bogot: Universidad Externado. En
prensa.
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RESISTENCIAS I
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18
oy en da muchos de los habitantes y visitantes del Distrito turstico, cultural e histrico de Santa Marta, transitan por la ciudad de
las 4 vocaciones1 (ciudad patrimonial, ambiental, turstica y portuaria) utilizando el litoral, sus playas y bahas, como escenarios
de esparcimiento, diversin, deporte y descanso, desconociendo
en muchos casos, las diversas y complejas problemticas sociales,
ambientales y econmicas que afectan directamente a la Baha y,
por lo tanto, a la poblacin que la habita.
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En cuanto a los criterios que definen la pesca artesanal, encontramos que segn el proyecto de
Coordinacin de Apoyo a la Gestin de la Pesca en el Mediterrneo occidental y central de la
FAO (2005), El anlisis comparativo de la definicin de pesca artesanal en cada pas demuestra que los tres criterios ms utilizados son: tamao del barco, tonelaje bruto y artes de pesca/
especies objetivo pero como el primeraspecto,
no permite identificar realmente si la pesca es
artesanal o no, la FAO determino una serie de
21
Sobrela pesca artesanal desarrollada en el Caribe Colombiano, Montalvo (2009) plantea que
sta prctica tambin denominada para el autor como tradicional o de subsistencia, media
entre las dos posibilidades y tipos de pesca,
pues emplea tanto herramientas pasivas como
activas. Es decir, no necesariamente la pesca
artesanal utiliza exclusivamente elementos e
instrumentos pasivos sino que debido a que el
uso e implementacin de estas artes depende
de cada lugar, su forma y tamao depende de
cada grupo o individuo que la utiliza (Montalvo, 2009: 35), las artes de pesca varan y no se
rigen por un solo esquema de clasificacin, sino
que obedecen precisamente a las condiciones y
necesidades de los pescadores que la utilizan y
su relacin con el medio.
Dentro de las artes de pesca artesanal desarrolladas en la playa Gairaca del Parque Nacional
Natural Tayrona, Montalvo (2009) encontr
con algunas variaciones, que en general en el
Litoral del distrito de Santa Marta, se practican
las siguientes: El trasmallo (red de 200 a 400
metros fija o estacionaria), el chinchorro calado o estacionario y el chinchorro de arrastre,
(el trabajo est subdivido en el compaero de
pesca, jalonero, dueo y el buzo o caretero),
el palangre (pesca selectiva donde el nylon es
la lnea gua y se practica en una embarcacin
de motor con 3 pescadores para pescar pargo),
22
el personal no autorizado no puede estar ni merodear por sus lmites, ya que el levantamiento
de mallas y el posicionamiento de guardias de
seguridad sobre los bordes de la playa, como el
caso de muelle 8 que forma parte del complejo
del puerto, demuestran la apropiacin y privatizacin que este proyecto ejerce sobre algunos
espacios de la lnea costera de la baha.
Adems el puerto realiza operaciones de encargue y desembarque de mercanca y de carbn
por toneladas, que han generado que muchos
pescadores dejen de realizar sus faenas de pesca
en zonas aledaas al puerto, dado que la entrada
y salida de grandes embarcaciones imposibilitan el paso de embarcaciones pequeas, y por el
exceso de luz y ruido producido los bancos de
peces se espantan. Otras de las principales consecuencias que ha generado el manejo del carbn en el puerto, es el constante esparcimiento
del polvillo del carbn y de partculas pequeas
de este mineral en las aguas y orillas de la baha,
produciendo contaminacin masiva que aumenta la disminucin de especies marinas de estas
zonas.
Y en el otro extremo de la Baha, encontramos
la Marina Internacional, ubicada en sector que
comprende la Carrera 1 con calle 22, siendo el
ltimo proyecto de desarrollo econmico que se
gest en la baha, durante el ao 2009 (Burgos,
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cuando no exista ese carbn el pescao caminaba, como dice uno aqu caminaba no navegaba,
el pescao viajaba. Uno se paraba aqu y vea
que el pescao se vea subiendo o se vea bajando, ya eso se acab. T te ibas all a fondea a las
7 de la noche, te ibas con tu nevera full (llena)
con toda clase de pescao
De esta manera, mediante las observaciones y
conversaciones realizadas con los pescadores
artesanales de la baha de Santa Marta, se evidenci que la puesta en marcha de estos megas
proyectos como lo es la Sociedad Portuaria y
La Marina Internacional de Santa Marta, no han
generado ningn cambio positivo en relacin
a mejores condiciones de vida digna y oportunidades de trabajo para los pescadores artesanales, debido a que las operaciones portuarias
que se realizan diariamente en la baha de Santa
Marta han generado el vertimiento de residuos
sanitarios y urbanos, ocasionado cambios en la
morfologa del territorio, afectando al medio
ambiente costero, las estructuras socio-culturales y la salud de las comunidades que habitan
este territorio (Buitrago, 2005; Ardila, 2009 &
Giraldo, 2009). Asimismo, la figura de los territorios costeros como propicios para la realizacin del turismo de sol y playa, promueve
que se reinvente el territorio a las necesidades
del mercado del turismo y segn Cunn (2006),
Buitrago (2005), y Salazar (2006) el turismo de
sol y playa exotiza los territorios costeros mediante imgenes que contrastan sus condiciones
reales, y as restringe y transgrede las prcticas,
tradiciones y conocimientos populares de las
comunidades costeras donde se ejecutan este
tipo de proyectos de desarrollo econmico.
Por lo tanto, los procesos de privatizacin a
los que son sometidos los territorios costeros
mediante la inversin de capital y decisiones
polticas ejercidas por grupos privados o concepciones de inversionistas, para su posterior
conversin a zonas con capacidad portuaria y
turstica, excluyen cualquier tipo de posicionamiento de las comunidades tradicionales de
pescadores en relacin a modelos de desarrollo
alternativos, que puede ser ms favorable tanto
para las comunidad como para el mantenimiento del territorio. Es as, como la planificacin de
los proyectos desarrollistas solo satisfacen los
intereses de las clases dirigentes locales y nacionales, legitiman acciones de despojo contra
las poblaciones costeras de sus territorios y el
constante deterioro ambiental de estos y el lecho marino (Burgos, 2011).
Adems, las operaciones portuarias han privatizado gran parte del rea continental y marina de
la Baha, dado que los buques de gran tamao
que entran y salen del puerto no permiten que
los pescadores zarpen en zonas de trnsito marino, y cada vez el rea de pesca de los pescadores
de la baha es reducido a sectores con poco campo para ejercer la prctica del chinchorro o la lnea de mano. Por lo tanto, el pescador de mar de
esta baha se ve obligado a ejercer o buscar otras
formas o mecanismos de trabajo, que momentneamente supla las necesidades econmicas de
l y sus familias.
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26
BIBLIOGRAFA
Ardila, Esperanza. 2010. En tren nos llega,
por el mar se vaLa exportacin de carbn en Santa Marta y Cinaga. En: Ardila,
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una bonanza: impactos de la actividad carbonera en los departamentos del Cesar y
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Y3427s04.Htm
Montalvo, Alfonso. 2009. A una mano y mltiples voces. Una realidad etnogrfica en la
Salazar, Noel. 2006. Antropologa del turismo en pases en desarrollo: Anlisis crtico
de la cultura, poderes e identidades generadas por el turismo. En: Revista Tabula
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Masacre de Baha
Comunidades
Indgenas
Vctimas del
Conflicto y el
Papel Garante
del Estado
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Portete
Foto: Leonardo Baquero
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a Guajira es un Departamento al igual que muchos otros de Colombia altamente golpeado por
la violencia, los grupos armados legales e ilegales, el narcotrfico y la parapoltica, sufriendo
estos fenmenos en lo ms profundo de su seno,
marcando la historia de este territorio histrico
y ancestral.
Los Wayuu, son un pueblo indgena ubicado en
el norte de la Regin Caribe y del pas, ocupando el 80% del territorio guajiro, siendo la poblacin indgena ms numerosa del pas, con un
total de 144.003 personas repartidas en 18.211
familias. Los Wayu representan el 20.5% de
la poblacin indgena nacional (DNP-Incora,
1997). Estas poblaciones indgenas se dedican
al pastoreo, la pesca,larealizacin de artesanas
y elementos propios de su cultura para comercializar; no obstante a pesar de estar ubicados
en una zona desrtica semihabitada, no escaparon a la barbarie que viva el resto del pas y
los dems asentamientos indgenas siendo marginados y golpeados, tanto que El 18 de Abril
de 2004, la Comunidad Wayuu de BahaPortete
en la Alta Guajira, una poblacin de aproximadamente 600 habitantes, evidenci como una
columna paramilitar irrumpi su tranquilidad,
generando zozobra y dolor para estas personas.
HECHOS
El 18 de Abril de 2004, ser una fecha que el
pas no debe olvidar, este da nuestros indgenas
fueron mancillados y violentados, irrespetando
sus territorios ancestrales y haciendo daos
irreversibles a su cultura e integridad en la rbita social.
30
El 15 de abril, tres das antes de la masacre, las autoridades de Baha Portete enviaron una comunicacin a la Defensora
del Pueblo (sistema de alertas tempranas,
SAT), a la Procuradura General de la nacin y al Ministerio de Defensa en la que
advertan sobre el riesgo que corran en su
propio territorio y solicitaban la proteccin
de sus vidas por parte de la Fuerza Pblica.2
La comunidad no recibi ninguna respuesta a su alerta ni se tomaron acciones
para protegerla. Incluso, en esos das los
hombres del Batalln Cartagena, quienes
haban sido enviados en marzo de 2004 a
Baha Portete y Flor de Guajira para patrullar la zona, fueron retirados y destina- dos
a prestar seguridad al entonces Presidente
lvaro Uribe, quien visitaba la Alta Guajira
para dar inicio a la operacin del Parque
Elico Jepirrachi y anunciar un proyecto de
desarrollo turstico.3
2 Ibidempag 49
3 Ibdem pag 49par 2
31
Proceso de Judicializacin
Jos Mara Barros, alias Chema Bala
Jos Mara Barros fue capturado y condenado
por los delitos de Homicidio Agravado, Desaparicin Forzada, Extorsin, Narcotrfico y
Porte Ilegal de Armas,Narcotrfico.
En Julio de 2009 fue Extraditado y condenado
por una corte federal de Estados Unidos a veinte aos de prisin.
Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40,
El ex jefe paramilitar Rodrigo Tovar Pupo, alias
Jorge 40, en ocasiones estigmatiz a los indgenas Wayuu calificndolos como delincuentes armados, dada su condicin histrica de
rebelda hacia la civilizacin y acomodamiento
cultural, razn que muchas veces usaron como
excusa para justificar su ataque, aun a pesar que
este admiti su responsabilidad en Baha Portete y Villa Nueva(1998, Muerte a Campesinos)
justifica que hacan patria y servan a la sociedad con estos hechos.
32
los estados partes que han ratificado dicho convenio, como el ejemplo de Colombia, que ha introducido en su legislacin interna dicho tratado
, obligndose a cumplirlo y hacerlo cumplir a
sus dependientes.
La responsabilidad del
Estado por Violacin
del deber Objetivo de
Investigar y Sancionar
Violaciones a los Derechos
Humanos.
La convencin americana de los derechos humanos y El sistema Interamericano de Justicia
son instrumentos de la Organizacin de los Estados Americanos OEA- para aplicar justicia a
4 Constitucin Poltica de Colombia
5 La Defensora del Pueblo pone al servicio de las comunidades y de las instituciones del pas un Sistema de Alertas
Tempranas para monitorear y advertir sobre las situaciones de
riesgo de la poblacin civil por los efectos del conflicto armado
interno y promover la accin de prevencin humanitaria con el
nimo de proteger y garantizar los derechos fundamentales de
las personas.[ www.defensoria.org.co]
33
Un Estado es responsable, tanto a nivel nacional como internacional, cuando un hecho ilcito le es imputable en relacin con
una obligacin internacional. Segn una
norma consuetudinaria que constituye uno
de los principios fundamentales del derecho internacional contemporneo sobre la responsa-
34
Fondo Oraloteca
Conclusiones
El pueblo Wayuu, en especial el asentamiento
de las cerca de 300 familias que Vivian alrededor de baha Portete, viven de la pesca y el
pastoreo, lastimosamente las bellas playas, la
alta produccin pesquera y artesanal, no fueron
valoradas por aquellas personas que decidieron
usar esta salida martima como corredor delincuencial y envo de drogas a las Antillas y el
Caribe, adems del trfico de armas y dinero de
lavado de activos.
35
36
Referencias
Corte Interamericana de Derechos Humanos- convencin americana de los derechos humanos. http://www.corteidh.or.cr
Taganga vs turismo:
37
Introduccin
Taganga est ubicado al norte de la
ciudad de Santa Marta Colombia, a 15
minutos del centro histrico de la ciudad. Hoy en da, este lugar se caracteriza por ser un atrayente turstico, sus
playas y la tradicin pesquera hacen de
ste, un lugar apropiado de ir a visitar.
No es fcil hablar de los orgenes de la
poblacin taganguera, puesto que, son
muy pocos los trabajos histricos que
hablan directamente de la poblacin.
Pacheco De Andis, (2007) en su trabajo realizado en la comunidad tagangera, menciona que tratar de ubicar
los orgenes de la poblacin de Taganga es bastante difcil e incierto, pues,
toda la referencia escrita menciona generalidades sobre la poblacin, pero no
hace ningn aporte acerca de sucesos
que hayan acaecido all (De andris,
P. 231), por lo tanto la informacin que
se tiene de la historia del corregimiento
de Taganga, son la de cronista que hablan de Santa Marta y que mencionan a
Taganga pero no hacen una referencia
como tal, ni mucho menos una profundizacin de las dinmicas socioculturales que se practicaban para en ese
momento.
El gobernador Juan Beltrn Caicedo construy en 1719 el fuerte de
San Antonio en una de las cuatro
colinas de las obras de Santa Ana.
Cubra la entrada de la baha de
Taganga y su can llegaba hasta
el cabo de la Aguja. La razn mxima de este fuerte, fue el ostral de
perlas de Taganga y el criadero de
coral, jams desflorados. Las perlas de Taganga eran de mejor calidad ms subido ms oriente que
las otras de aquellas costas. (De la
Rosa, citado en De Andis 2007 P.
233)
38
Problemtica
Antes de 1950 la poblacin taganguera llevaba una vida estable, el principal ingreso econmico era y es an la
pesca, el taganguero, siempre se ha dedicado a esta actividad desde tiempos
remotos y se identifica por la pesca estacionaria con chinchorros, esta pesca,
se caracteriza por ser practicada en los
diferentes ancones de pesca ubicados
cerca y lejos da la baha de Taganga.
En estos lugares se practica la pesca
con chinchorro el cual es un instrumento de pesca estacionario utilizados
por los tagangueros; y su apariencia es
como el de una especie de red que se
divide en varias partes las cuales cada
una de ellas cumple una funcin, y tiene como objetivo encerrar los peces y
que stos no tenga la oportunidad de
salir y queden atrapado en la red.
Pesca artesanal
en Taganga
tienen otras redes paralelas colocadas a los lados llamados mangos, estos tiene unas cabuyas gruesas llamadas jalas. (De Andris,
p. 239).
El contacto con otras culturas se hizo
posible y ms fcil gracias a la entrada
va terrestre a este lugar. Los tagangueros en ese momento no imaginaron que
en vuelta de 50 aos, viviran un cambio cultural inesperado. Tenemos que
aceptar que vinieron cosas buenas para
la poblacin como los servicios pblicos, pero para muchos tagangueros,
la cuestin no fue tan favorable. Tal
vez si se hubiese pensado a futuro y se
hubiese construido un plan del manejo
de la identidad cultural o de polticas
culturales, las cosas hoy en da no estuvieran pasando por estas problemticas (entrevista realizada a la seora
Isabel Mattos, Julio 10, 2011).
39
40
El turismo intensivo
devorador de
tradicin (Cantillo,
2012)
Luego de la destruccin de la poca de
la bonanza con las ayuda de la inteligencia de los Estados Unidos, Taganga
empez a ser centro del turismo que
tomo fuerzas a fines de los 80S cuando empezaron las obras modernas en
el camelln de la playa en la carrera
primera y la pavimentacin de las principales calles del corregimiento. Los
kioscos tomaron mas organizacin, se
llevaron a cabo proyectos de acuicultura, al igual que las capacitaciones a
pescadores artesanales, se formaron
diferentes asociaciones entre ellas la
de lancheros, quienes trabajan con el
turismo; y de esa forma, se consolido el
turismo de Sol y Playa.
A finales de los aos 90s, la problemtica del turismo se fue tornando un
poco delicada pera la poblacin, puesto que, fue trayendo otro tipo de problema que para la dcada del 2000, se
convertira en un gran inconveniente
41
Nuestra relacin con el medio ambiente ha sido buena, porque jams hemos
atentado contra el medio ambiente al
contrario, respetamos siempre el mal
tiempo, tanto as que con lluvia no pescamos a menos que nos coja el agua ene
l mar, nosotros tratamos de descifrar el
ambiente y relacionarlo con nuestra
labor cosa que se ha perdido mucho,
porque ya los jvenes no quieren ni siquiera ir a las playas a jalar chinchorro,
en parte nosotros los mayores tenemos
culpa de eso, porque no le hemos enseado la tradicin de Taganga y de lo
que significa ser taganguero.
Crees que el turismo ha influido a que
los jvenes tengan poco inters a las
prcticas tradicionales?
Ombe! Claro que si, el turismo en
gran medida ha influido mucho a que
los jvenes hayan perdido el inters de
la pesca artesanal, yo estoy de acuerdo que los jvenes estudien porque es
verdad que la pesca no est dejando
buenas ganancias como antes, pero yo
a mis hijos les digo que as sean profesionales no olviden lo que son y que
cualquier da libre se vengan a pescar
o a jalar chinchorro, para tratar de conservar nuestra tradicin. El turismo ha
devorado toda nuestra tradicin porque
ellos han trado cosas que para nosotros
es nueva como la moda y lo ltimo en
tecnologa y eso es lo que le gusta a los
pelaos y entonces ven a la pesca como
algo de pobres que no sirve porque
ellos ven que no pueden satisfacer su
deseo de tener las cosas nuevas, porque
la pesca no les va a dar la plata para
comprarlo. Nosotros los padres hemos
tenido algo de culpa ente esa situacin
porque no le enseamos debidamente
42
El caso de Genemaca:
ancn de pesca
Para no generalizar a cerca de la problemtica del turismo, a continuacin
har nfasis en un sitio el cual est siendo impactado por el turismo masivo en
la comunidad de Taganga, hablo del
primer ancn de pesca llamado Genemaca, el cual est sufriendo graves
consecuencias ambientales, sociales y
culturales interviniendo en las actividades econmicas como la pesca con
chinchorro y la reparacin del mismo.
Taganga, sta se divide en dos partes:
por un lado encontramos la parte tradicional y cultural donde se encuentran
las embarcaciones que transporta a
los pescadores a diferentes lugares de
pesca y por el otro lado encontramos
el balneario turstico. Los lancheros,
quien es un grupo de personas que trabaja con el turismo, se encarga de llevar a los turistas a otras playas cercanas
a Taganga como: Playa Grande, Baha
Concha y Parque Tairona. En medio
de estas playas existen unos ancones
de pesca donde se realizan las faenas
diarias y que son uso estricto de pescadores artesanales.
Cambio de dinmicas:
cultural, social, y
econmica
Antes de los aos 50s Taganga aun
viva ntimamente de sus prcticas encntrales y conservaba en gran medida
su tradicin las cuales era visible con
solo ir y estar all. Dussan pronostica a
finales de los aos 40s el cambio que
iba a tener Taganga a partir de la construccin de la carretera. Con una estada de 4 aos en Santa Marta (19461950), Aliccia Dussan de Reichel, hizo
un estudio socioeconmico en la poblacin de Taganga, lo cual manifiesta
en un prrafo:
Taganga es un pueblo de pescadores, que contaba en 1949 con unos
800 habitantes. Situado en la prxima baha al Este de Santa Marta y
ubicado entre la playa y unas pequeas colinas formadas por la ultimas estribaciones de la Sierra Nevada, se comunica con Santa Marta
principalmente por mar, pero tambin existe un pequeo sendero
que atravesando las lomas lleva a
Santa Marta o al cercano poblado de Mamatoco. Actualmente ya
ha comenzado la apertura de una
carretera para comunicarse con
Santa Marta, gracias al trabajo comunal de Taganga, y as pronto la
poblacin perder algunos de sus
aspectos tan distintivos que se haban podido mantener debido a su
aislamiento geogrfico y cultural.
(Dussan, 1954, P. 89)
43
44
Turismo masivo
Existen diferentes clases de turismo que
operan actualmente en Colombia. Este
sector aporta al desarrollo econmico
y cultural, puesto que genera a partir
de empleo, gran parte de la economa
nacional. Por otro lado es una forma
de manifestar de cierto modo, nuestras
riquezas culturales y patrimoniales, difundiendo informacin sociocultural, y
sobre la geografa, teniendo en cuenta
los esplendidos paisajes que existen en
este pas rico en biodiversidad.
Existen diferentes tipos de turismo que
se generan en todo el mundo, en Colombia por ejemplo Duque (2008), las principales lneas de la oferta turstica, son:
Conclusin
Planteando la problemtica al dicho
problema, se pueden de igual forma
buscar algunas alternativas que ayuden
a fortalecer las dinmicas tradicionales,
sin dejar a un lado la opcin de tomar el
turismo como fuente de ingresos econmicos como lo es el turismo cultural
el cual brinda satisfaccin a los forneos y al mismo tiempo brinda apoyo
al pueblo. Jhon Ruiz, establece que el
turismo solo resulta benecioso en la
medida en que sea insertado dentro de
una comunidad, no como un modelo
econmico industrial sino como medio econmico de subsistencia. Ahora
bien, cuando se inserte dentro comunidades basadas en parmetros tradicionales, no debe afectar las dinmicas
culturales, sociales y estructurales de
la comunidad (Ruiz, 2007, P. 411).
Otra de las soluciones que los mismos
tagangueros expusieron fueron la de
concientizar a la poblacin y hacerlos
caer en cuente que el futuro del pueblo
dependen de la transmisin del buen
45
BIBLIOGRAFA:
Asis, Juan. (2012, 26 de abril). Entrevistado
por Mendoza, J. Taganga, Santa Marta.
Bienvenidos a Genemaca.
Foto tomada por: Raiza LLins.
Ruiz, Jhon. (2007). Las dinmicas del turismo dentro de comunidades tradicionales
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paraso perdido, El Tiempo. Santa Marta.
Archivo en digital, [en lnea] disponible en:
http://www.eltiempo.com/archivo/documento-2013/MAM-89391.
46
RESISTENCIAS II
47
Por qu
campesinos?
Por: lvaro Acevedo Merlano es Antroplogo e investigador del grupo de investigacin Oraloteca.
Fabio Silva Vallejo, profesor-investigador del Programa de Antropologa de la Universidad del
Magdalena y director del grupo de Investigacin Oraloteca
Una postura
crtica desde
la antropologa
48
49
a antropologa se caracteriza por trabajar con lo que actualmente se ha llamado la subalternidad, una
subalternidad que se expresa en lo Indgena, lo Afro, lo Rom, lo Campesino
y tambin en lo Urbano, en las gentes
de las periferias urbanas y los barrios
marginales. Haciendo esa relacin, uno
pensara que la antropologa surge nicamente para estudiar las subalternidades, esa es la primera discusin; y la
segunda discusin es preguntarse qu
es lo campesino y cmo aborda la antropologa lo campesino; por supuesto
que en un momento en donde la antropologa comienza a generar herramientas tericas hacia 1930-1940, estas
mismas divisiones no estaban claras,
no estaba claro lo afro, nadie haba
investigado al respecto, no se llamaba
de esa manera, lo afro es una categora nueva, que inclusive est en discusin, yo le tengo que decir negro al
afro o tengo que decirle afro al negro?
Cambiamos las nomenclaturas, quin
las cambia?, el antroplogo, quin autoriza al antroplogo para cambiar esas
nomenclaturas?
Pasa lo mismo con el campesino, qu
es ser campesino desde el punto de
vista de la antropologa clsica? La
definicin que da la antropologa cl-
50
ramilitar y casualmente por contrariedades de la vida llega es al cao Clarn, una zona igualmente atestada de
paramilitares y es ah donde resuelve
su vida como campesino y como sujeto
social.
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52
53
unas tierritas, que no son ni muy productivas, porque son muy salinas y a la
vez son pantanosas, son inundables, la
tierra me ha tocado hacerla, sacar tierra
del cao, ponerla a secar y levantarla
para poder producir, pero a raz de la
organizacin me consegu este ao que
pas unos recursos provenientes de la
sobretasa ambiental, es sobre la contaminacin que hacen todos los carros
que cruzan el parque Isla de Salamanca
y como ya vengo con esos conocimientos de que la unidad y la organizacin
es lo bsico para poder conseguir la solucin de algunos de los problemas, la
idea es frenar un poco la problemtica
interna de cada una de las familias campesinas, mejorarles el modo de produccin, la escasez de suelo que tenemos
en el rea, all nadie cuenta con ms
de un cuartern de tierra; entonces hemos hecho tres organizaciones sociales
all, hay una asociacin de usuarios del
cao Clarn, que somos productores de
hortalizas; hay una asociacin de mujeres campesinas y hay una asociacin de
mujeres artesanales.
Con todo eso logramos conseguir unos
recursos que estn destinados, el 10%
de esos recursos que son de la sobre
taza ambiental, que los recoge el peaje Tasajera y el de Palermo, que de ah
van hacia CORPAMAG, que son recursos para proyectos productivos y el
resto es para mantenimiento de los caos que surten de agua dulce a la Cinaga Grande de Santa Marta. Este ao
estamos ejecutando tres proyectos productivos, uno de hortalizas areas porque hay problemas de inundacin y de
salinidad de los suelos, ya no tenemos
contacto con el suelo y no nos vamos a
inundar porque estn areas, ah tenemos un proyecto hortcola produciendo
Cilantro, Col, Rbano y Cebolln.
Eso fue posible porque nosotros nos
habamos organizado y cuando se abri
el debate de que los recursos los tenan
ah empuados, no queran soltarlos,
entonces vinimos con unos proyectos,
duramos ocho meses dando unos de-
54
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Algunas conclusiones
Las palabras de Don Julio son un llamado a la reflexin sobre las condiciones de marginalidad que histricamente ha sufrido el campesino en
este pas, como un sujeto apartado, desplazado y subvalorado, que pasa
de ser un beneficiario de las exitosas polticas agrarias, a presunto colaborador de la subversin en situaciones de protesta. Pero Don Julio
no solo hace un llamado a transformar esa condicin de marginalidad,
sino tambin para cambiar aquella perspectiva desde donde se concibe
al campesino como un sujeto pasivo que solo se debe instruir y educar
desde el conocimiento cientfico. Sus experiencias son el testimonio de
como el conocimiento hegemnico, a travs de programas y polticas pblicas, presiona al campesino para que adopte prcticas y elementos exgenos dentro de sus dinmicas propias para trabajar la tierra, marchando
incluso en oposicin a sus conocimientos tradicionales. Dicha situacin
agudiza an ms la problemtica del campo, generando endeudamiento
por la dependencia creada hacia los productos industriales.
Como bien lo expone Don Julio, el propsito de las organizaciones
campesinas es superar el estigma que los ubica en una posicin pasiva
frente a la ciencia y trascender la simple asimilacin de conocimientos
tcnicos y acadmicos, instrumentalizados por los cientficos a travs de
proyectos y polticas pblicas. El llamado es a generar la posibilidad de
un verdadero dilogo de saberes entre las partes, para que se contemple
la integracin y la participacin activa de la comunidad campesina, en
donde los conocimientos tradicionales sean tenidos en cuenta, no solo
como contextos y antecedentes, sino como insumos fundamentales para
la creacin de estrategias auto sostenibles.
Hoy en da esta reflexin a la que nos invita Don Julio resulta vital, pues
a medida que transcurren las dcadas se va agudizando la brecha entre
las dinmicas del campo y la vida urbana. En ese sentido, la artificialidad
de lo citadino se empieza a superponer a lo natural, valindose de una
ficcin que difumina el origen, la secuencia y el camino de un proceso
que empieza en la tierra con las manos de los campesinos y que termina
en nuestra mesa. Actualmente los supermercados se encargan de recrear
con gran eficacia en el imaginario colectivo, las condiciones de una huerta artificial cada vez ms asptica y menos orgnica, hasta el punto en
que las nuevas generaciones de las ciudades creen que los tomates, las
cebollas, las papas y el maz se originan en los estantes y bodegas de los
supermercados, ignorando todo el proceso anterior, diluyendo cada vez
ms los nexos con la tierra, con el campo y con el campesinado.
Como bien se coment al principio, este tipo de discursos pueden ser
considerados esencialistas y hasta tachados de clichs, pero creemos que
esas esencias son necesarias para reavivar la lucha por el reconocimiento,
el valor y la reivindicacin del campo, de sus pueblos y de sus gentes,
ya que todos y cada uno de nosotros vive y se alimenta gracias a manos
campesinas que han cosechado esa tierra de la que poco a poco nos hemos separado.
Vestigios de un destierro
Foto: Hans Valero
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5 Grupo al margen de la ley que, posterior a la desmovilizacin de los paramilitares a travs de la ley
de Justicia y paz, se rearm.
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idealizado sobre las diferentes culturales o grupos sociales, y por otro lado,
se muestra a la naturales como algo
externo que puede ser abstrada como
un recurso que es capaz de brindar ese
bienestar al hombre. Esta naturaleza es
vistas como un medio, no como un fin
para alcanzar ese nivel aceptable, en
la medida en que es usada como una
forma para garantizar el desarrollo y la
supervivencia del ser humano. Esta visin parte de una posicin antropocntrica del hombre occidental, que como
muchos autores lo has sealado tiene
como centro una serie de dualismo que
le ayudan a conocer y relacionarse con
el mundo. Esta forma de ver tiene sus
base en un logocentrismo que ha llevado a que muchas cosas sean dadas por
sentadas en relacin a otras comunidades, como lo es la constitucin de un
universo natural en donde cada cultura
construye sus representaciones, discursos y prcticas (Escobar, 1999; Latour,
1997).
El hombre moderno se formo bajo estos preceptos a partir del Renacimiento, fecha en la que l se puso como
centro del universo, como ser de todo
conocimiento. Dejando atrs a la naturaleza como objeto de aprendizaje y representacin de lo divino (Castro Gmez, 2001). Segn Descola (2012) La
naturaleza dejo de ser una disposicin
unificadora de las cosas ms dispares
para convertirse en un dominio de objetos gobernados por leyes autnomas
(Ibid., p.15). A partir de este momento
el hombre ve al mundo como una realidad que es independiente a la existencia del ser humano.
la nocin de naturaleza se ha ido
precisando poco a poco, para alcanzar, con la revolucin mecnica
del siglo XVII, el dualismo de la
era moderna. En esa poca que la
naturaleza accede a una existencia
de dominio ontolgico autnomo
como un campo de sondeo y expe-
Este ltimo punto, fue el que dio origen a la antropologa como un rea que
ayudo a definir y fortalecer el dualismo
naturaleza y cultura, tomando como su
objeto de estudio a la cultura (Ulloa,
2001). Esta divisin ha permitido que
el hombre moderno desarrollo formas
de gobernabilidad que dictamina modelos de apropiacin y regulacin sobre la naturaleza.
La gobernabilidad es un fenmeno
moderno fundamental por medio
del cual vastos mbitos de la vida
cotidiana fueron apropiados, procesados y transformados de manera creciente por el conocimiento
experto y los aparatos administrativos del Estado. Esto se ha extendido al orden natural a partir del
manejo cientfico de los bosques y
la agricultura de plantacin hasta
la gestin del desarrollo sostenible
de hoy. (Escobar, 1999: 288)
Esta gobernabilidad que est basada
en lineamientos econmicos y cientficos, que genero un relativo control sobre todos los objetos que componen el
mundo; que asociado a los problemas
ocasionados por el desarrollo de las
guerras mundiales, el uso de bombas
65
66
la cuestin de la naturaleza an
permanece sin resolver en cualquier orden social o epistemolgico moderno. Con esto no solamente
me refiero a nuestra incapacidad
[] para encontrar formas de relacionarnos con la naturaleza sin
destruirla, sino al hecho de que la
respuesta dada a la cuestin de
la naturaleza por las formas del
conocimiento moderno [] se ha
quedado corta en tal bsqueda
(Escobar, 1999: 273)
El desarrollo sostenible como mecanismo de solucin de la crisis medioambiental y la problemtica social que
ha sido implementado como eje transversal de las polticas de desarrollo de
distintos pases. No ha tenido los resultados esperados, debido a la necesidad
intrnseca que tiene de reducir a otros
actores y las posibles soluciones que
ellos puedan dar, a categoras occidentales que desbordan su campo de anlisis.
Lo que crea un escenario de descontextualiza que agudizan la problematiza
social, el aprovechamiento y la explotacin de la naturaleza. Para el caso de
Colombia que Geogrficamente est
constituido por distintas regiones. En
donde se pueden encontrar grupos sociales tales como Indgenas, Campesinos, Pescadores, Afrocolombianos),
que se diferencian uno de otros segn
la forma como ellos la habitan su mundo. Cada una de las regiones cuenta
con diferentes zonas naturales donde
estos grupos coexisten no solamente
con grupos humanos sino tambin con
no humanos.
Actualmente todas estas comunidades
mantienen distintos espacios de interaccin debido algunas polticas de
Estado (turismo, agropecuaria, conservacin ambiental, minero energtica,
comercio internacional). Como ya se
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mencionar que Playa del Muerto y Playa Cristal estn ubicadas al interior del
PNNT en la zona de palangana alrededor de la ensenada de Negunaje. Estos
dos lugares hacen parte de un mismo
espacio geogrfico donde se despliegan
estos dos mundos como se describir a
continuacin.
Los Pescadores de Playa del Muerto
mantiene una interaccin permanente
con su naturaleza, que se da a partir de
una co-evolucin, coexistencia e interdependencia que le permite al Pescador
interactuar a travs de regles social con
algunos seres no humanos. Para el caso
del Pescador de Playa del Muerto es
la Luna y la Mar. Estos seres trabajan
junto al pescador durante la prctica de
la pesca. Con el primero lo Pescadores
trabajan con ella mediante la oscura ya
que les brinda una mayor cantidad de
peces, debido a que: [] con la luna
oscura, que uno dice? que no se ve,
pica ms y es ms rentable [] cuando
est en luna llena supuestamente dicen
los pescadores los viejos, que al pescado la boca se le pone dbil, frgil. T
lo vienes jalando se suelta, porque t
lo jalas y se desprende. (Entrevistas al
seor Alfonso Pinto Noviembre 2013).
Uno de los Pescadores ms viejos de
esta playa es el seor Vctor, un anciano de aproximadamente unos 75 aos
dice que:
El pescador trabaja con la luna,
se dice vino a pescar por que hizo
el cuarto!, sale aproximadamente
12 1 de la madrugada la luna.
La luna es la gua del pescador; el
pescador depende de la luna. Hay
varias vainas en la luna llena, uno
como pescador dice que el pescado
tiene la boca muy suave y a veces
que est cogiendo bastante pescado y de pronto deja de coger puede llegar pescado pero no lo coge
entonces uno dice me paro la luna.
69
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Doctorado en Antropologa, Universidad
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CAMPESINOS EN MISERIA
HISTORIA O
REALIDAD ACTUAL?
Por: Lady Vsquez C.
Estudiante de octavo semestre de
sociologa de la Universidad de Nario
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73
74
75
EL PESCADOR
E
Por Antonio Mara Cardona
Escritor y antroplogo cordobs
76
DE LA TARDE
los pasajeros llevaban. Estuvo a punto
de soltar el sedal y salir despavorido,
pero se aguant. Todos los viajeros
eran seres transparentes de miradas
largas. Poda ver perfectamente a travs de ellos los troncos que a lo lejos
arrastraba el ro. Identific de inmediato a todos los extraos viajeros: al
Negro Emiliano que le alegraba la vida
con sus manos de tambor y sus pies de
bailador, a su comadre Petrona y sus
tres hijos barrigones. Tambin estaba
el cojo Francisco que le gan todas las
peleas de gallo. El desgraciado del
Inspector que lo haba puesto preso por
desvirgar a una doncella enamorada.
Record que todos esos seres traslcidos se haban ahogado en el Remolino
del Diablo en la ltima creciente. No
se asust como para correr, pero gotas
de sudor helado le recorran el surco
de las espaldas, los vellos del cuerpo
se le erizaron como sano acorralado.
Se santigu. Chup fuerte el humo del
tabaco para darse nimo, y le dio largo
al cordel. La canoa se fue hundiendo
77
78
Glosario
Boya. A diferencia de los esfricos y
grandes flotadores utilizados para la
pesca marina, los campesinos costeos
usan un pequeo flotador de balso o de
corcho adherido al cordel, que permite
mantener el anzuelo a la profundidad
deseada; esto, porque en el fondo de
las cinagas, de los ros y las quebradas crecen algunas plantas acuticas o
se forman empalizadas por el arrastre
de las aguas que pueden enredar los anzuelos.
Cheritas, diminutivo de chere; localismo cordobs de origen zen relativo a
peces muy pequeos e insignificantes.
Escubilla, planta silvestre muy ramificada de gran dureza y flexibilidad, utilizada en el campo para hacer escobas.
Conchadejobo, contraccin costea de
concha de hobo; nombre de un sombrero comn de los labriegos costeos.
MAREA LA DIOSA
QUE VINO DEL MAR
Lleg del mar como la brisa en una maana de alcatraces voladores. El Cielo
estaba limpio, slo una borealidad plateada anunciaba a lo lejos que por all
saldra el sol. Una niebla producida por
el oleaje opacaba las palmeras de la
playa y daba a las casas de corrales de
palma de coco un color indefinido.
Emergi del mar en una madreperla
enorme que con el vaivn de las olas
vel como una batahola perdida hasta
clavarse suavemente en la arena. Abri
sus ptalos nacarados como mirando
siempre al naciente sol de los manglares. Escupi a una mujer morena de cabellos de corales rojos que como una
enredadera se abrazaban a los hombros
desnudos y se desgajaban por el valle
de las espaldas hasta abultarse all donde las miradas de los hombres identifican a las buenas hembras. Un manojo
de ensortijados corales negros adornaba la montaa donde nace la vida. De
ojos brillantes como la maana que
producan una mirada apacible que nos
rayaba los catorce eneros. Mova los
brazos y las caderas como las olas.
Trajo consigo un olor a rmoras y medusas cristalinas que con las primeras
brisas del norte que llegaron esa maana se fue esparciendo por toda la playa impregnando cada grano de arena.
Penetr las palmeras y se disip en el
aleteo de las gaviotas y los alcatraces
que lo llevaron al cielo. Ese olor se fue
extendiendo de costa a costa y las nubes lo arrastraron hasta las altas montaas continente adentro. Era un olor
excitante que trastoc a los pescadores
de chinchorro, a los recogedores de
coco, a los cultivadores de malanga y
hasta los jugadores de domin dejaron
de rodar la suerte de Etelvina la negra
ms hermosa de las playas del Viento
que desde noches atrs se la disputaban
al azar de las fichas.
Dejaron las botellas de ron y se fueron enmudecidos detrs de ese olor
encantador. Los chinchorreros remaron sus cayucos hacia donde naca el
viento con olor a mujer marina. Se fueron conglomerando como asombrados
donde la madreperla gigante jugaba
con la brisa.
Alguien dijo que era una sirena perdida de la Isla del Coral. Otro que era la
Diosa del Mar de los Sargazos.
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Marea alz sus ojos color de mar dormido y los hombres se llenaron del letargo inmemorial del deseo. Las olas
entonaban una meloda de ocarina de
otros mares, y all, estticos, paralizados, suspirando hondo, los hombres
vivan la intemporalidad de los sueos
reales. Ella, Marea, la diosa que vino
del mar, susurraba una cancin triste
como el canto de las olas. Luego sin
mediar palabra, el aliento de sus ojos
agua marina se fue posando en cada
hombre que como estatuas de silencio
la miraban ms all de los suspiros. Era
como si hablara y ordenara con esos
ojos. Tres de los ms jvenes se desclavaron de la arena y caminaron hacia
ella con la tranquilidad de las tortugas.
Otros hombres seguan llegando, hasta
Leoncio que nunca dejaba su tambor,
lleg con l.
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PRESAGIOS DE SOL
(La fiera marina)
Zarparon esa maana bien temprano
con el trasnocho todava en sus cuerpos. Su misin era sencilla pues la hacan de vez en cuando y escogan esos
das de descanso cuando la pesca era
escasa.
Un domingo cualquiera de febrero, de
mareas suaves y playas salpicadas de
presagios de sol, bordearon la costa
cuando ya los gallos no cantaban y los
ltimos turistas de la temporada decan
adis a la mar. El trayecto era corto:
de Coveas a Tol, y en una rpida
embarcacin volveran pronto a tirar
sus cuerpos en las hamacas de penca
de pltano y a soar con pargos gigantes hasta que el tambor de Leoncio los
despertara para volver a la rumba hasta
que sus pies y sus espritus no pudieran
ms. Pero ese da de amagos de buen
sol, el da les tena deparado la sorpresa
ms grande de sus vidas.
Todava la botella de ron blanco rodaba
pausada entre las manos nudosas de los
pescadores del Viento, mientras el sol
tibio daba el ltimo beso al horizonte
para alzarse tranquilo a ese cielo azul
de estrellas conocidas. La lancha era
veloz y eso los salv.
Dejaron la costa, y un poco mar adentro, cuando ya se divisaban los hoteles
de Tol y el cansancio se disipaba con
el calor del ron y los nimos como que
volvan a sus puestos, el mar empez a
rebelarse y todos los ojos se clavaron
en las enormes burbujas que empezaron a estrellarse contra la superficie
esmeraldina, que levantaron a las aguamalas a muchos metros del agua. Los
Alcatraces remontaron vuelo y las raudas gaviotas chillaron asustadas. Era
como si algo dormido en las entraas
desconocidas del mar, despertara reventando los caracoles y removiendo
las medusas y sargazos. La lancha se
ladeaba como en mar embravecido.
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Declaracin de los
derechos de los
campesinos1
1 Tomado de la Revista Hechos de Paz No. 64, publicacin del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD.
Junio-julio 2012. Pginas 37-40.
82
Artculo 1
Artculo 2
Definicin de campesino
Artculo 3
Derecho a la vida y a un nivel de vida adecuado
1. Los campesinos tienen derecho a la integridad
fsica y a no ser acosados, desalojados, perse-
83
84
Artculo 4
Derecho a la tierra y al territorio
1. Los campesinos tienen derecho a poseer tierras, a ttulo individual o colectivo, para su
vivienda y sus cultivos.
2. Los campesinos y su familia tienen derecho
a trabajar su propia tierra y a obtener productos agrcolas, criar ganado, cazar, recolectar y
pescar en sus territorios.
3. Los campesinos tienen derecho a trabajar las
tierras no utilizadas de las que dependan para
su subsistencia y a disponer de esas tierras.
4. Los campesinos tienen derecho a administrar
y preservar los bosques y las zonas pesqueras
y a obtener beneficios.
5. Los campesinos tienen derecho a una tenencia de tierras seguras y a no ser desalojados
por la fuerza de sus tierras y territorios. No
debera procederse a ningn traslado sin el
consentimiento libre, previo e informado de
los campesinos interesados, ni sin un acuerdo
previo sobre una indemnizacin justa y equitativa y, siempre que sea posible, la opcin del
regreso.
6. Los campesinos tienen derecho a beneficiarse
de la reforma agraria. No se deben permitir
Artculo 5
Artculo 6
1. Los campesinos tienen derecho a obtener crdito y los materiales y herramientas que necesiten para sus actividades agrcolas.
85
Artculo 7
Derecho a la informacin
1. Los campesinos tienen derecho a obtener
informacin adecuada sobre sus propias
necesidades, en particular sobre el crdito,
los mercados, las polticas, los precios y la
tecnologa.
2. Los campesinos tienen derecho a obtener
informacin adecuada sobre bienes y servicios y a decidir qu y cmo quieren producir y consumir.
3. Los campesinos tienen derecho a obtener
informacin adecuada en los planos nacional e internacional sobre la preservacin de
los recursos genticos.
Artculo 8
86
Artculo 9
Artculo 10
Artculo 11
Artculo 12
Libertad de asociacin,
de opinin y de expresin
1. Los campesinos tienen derecho a la libertad de
asociacin con otros y a expresar su opinin
de acuerdo con sus tradiciones y cultura, por
ejemplo mediante demandas, peticiones y movilizaciones a nivel local, regional, nacional e
internacional.
2. Los campesinos tienen derecho a fundar organizaciones independientes campesinas, sindicatos, cooperativas o cualquier otra organizacin o asociacin para la proteccin de sus
intereses, y a afiliarse a esas entidades.
3. Los campesinos, individual o colectivamente,
tienen derecho a expresarse por conducto de
sus costumbres y su idioma, cultura, religin,
idioma literario y arte locales.
4. Los campesinos tienen derecho a no ser penalizados por sus demandas y luchas.
Artculo 13
Derecho al acceso a la justicia
4. Los campesinos tienen derecho a presentar demandas y reclamar compensaciones por daos
medioambientales.
5. Los campesinos tienen derecho a ser indemnizados por la deuda ecolgica y por el desposeimiento histrico y presente de sus tierras y territorios.
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Justicia Restaurativa
Escenarios
transicionales
en Colombia y
una mirada en
Santa Marta
Por: Lerber Dimas Vsquez
Investigador del Grupo de Investigacin Oraloteca
Foto: Mairiht Galeano
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o primero que hay que empezar a definir es: Qu es esto de la Justicia Transicional ycomo aplica en Colombia?
El mundo ha estado en permanentes
conflictos Ruanda, Bosnia, Polonia,
Sudfrica; entre otros. Esta situacin
ha permitido aprender de ellos y crear
mecanismos que permiten pasar de un
estado a otro, as como tambin estos
hechos evidenciaron la necesidad dela
proteccin de los derechos individuales, los Derechos Humanos y que debe
hacerse desde el Derecho Internacional
de los Derechos Humanos. La violacin a los Derechos Humanos es aquella que se comete por el poder pblico
ya sea por accin o por omisin del Estado(Conadeh. s.f).
Estos mecanismos jurdicos implican
responsabilidad y compromiso de los
gobiernos y de los estados; es decir:
los deben incorporar a la legislacin
interna porque en el mbito de las relaciones internacionales estn jurdicamente obligadas a cumplir(c.fMrquez,
2010).
Colombia firm el Estatuto de
Roma (ER) el 10 de diciembre de
1998 y ratific el 5 de agosto de
2002, convirtindose en el Estado Parte nmero 77. Al ratificar,
Colombia emiti una declaracin
rechazando la jurisdiccin de la
Corte respecto de los crmenes de
guerra, de acuerdo a los parmetros establecidos bajo el art. 124
del ER.
[]El 15 de abril de 2009, Colombia deposit el instrumento de ratificacin del Acuerdo sobre los Privilegios e Inmunidades de la CPI.
Firm el ABI (Acuerdos Bilaterales
de Inmunidad) el 16 de septiembre
de 2003. El acuerdo es del tipo Ejecutivo, por lo tanto no fue sometido
al Congreso para su aprobacin.
[]Actualmente, la ley penal de
Colombia abarca la mayora de
los crmenes del Estatuto de Roma.
-Sin embargo, algunas disposiciones deberan ser revisadas- . Es
Amigos de la CPI, OEA y el Grupo
de Ro(cf. Coalicin por la Corte
Penal Interrnacional , 2013).
Para la ONU el concepto de Justicia
Transicional, abarca toda la variedad
de procesos ymecanismos asociados con
los intentos de una sociedad porresolver
los problemas derivados de un pasado
de abusos agran escala, a fin de que los
responsables rindan cuentas desus actos,
servir a la justicia y lograr la reconciliacin. Talesmecanismos pueden ser judiciales o extrajudiciales y tenerdistintos
niveles de participacin internacional
(ONU, 2012). Para el caso colombiano
el modelo transicional tom elementos
de otros procesos. a) Los juicios de Nurenbgerg: compuestos por un Tribunal
Militar Internacional (IMT) que present acusaciones contra 24 oficiales nazis
de alto rango. b) Las Comisiones de la
Verdad, cuyo lema fue: Sin perdn no
hay futuro, pero sin confesin no puede
haber perdnaqu las personas vctimas
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to de mayor impacto. Cuando abrumadas acudian al encuentro e incluso cuando en medio del dolor se iban de bruces.
Pero despus de un corto encuentro al
mirar hacia la parte de atrs del recinto
las vaa solas.
El tercer elemento es la situacin de las
vctimas en el espacio geogrfico donde
fueron victimizadas. Al ir a esos sitios
se encuentra una ausencia casi total del
Estado; con unos acercamientos tmidos, unas medidas insatisfechas, unas
vctimas aun sin reparar de ninguna
manera- y otras que por el temor no han
elevado reclamacin alguna. Y estamos
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Bibliografa
Coalicin por la Corte Penal Interrnacional . (12 de 05 de 2013). Coalicin por la Corte Penal
Interrnacional . Obtenido de Colombia : http://www.coalitionfortheicc.org/?mod=country&iduct=37&idudctp=2&order=dateasc&lang=es
Comisin Nacional de Derechos Humanos . (s.f.). Conadeh. Obtenido de http://www.conadeh.
org.py/escritos_DDHH_03.html
Forer, A. (2 de 11 de 2012). Reparacin simblica: mecanismo eficaz para la justicia restaurativa. El Espectador , pg. 8.
Mrquez, T. M. (2010). La imprescriptibilidad de la accin y la sancin disciplinar por graves
violaciones a los derechos humanos e infracciones graves al derecho internacional humanitario. Estudios Socio-Jurdicos, Vol. 12 No. 1.
ONU. (2012). La Justicia Transicional: Una oportunidad para las mujeres? . Nueva York:
ONU.
Ruiz, D. B. (2010). Justicia Restaurativa. Reflexiones sobre la experiencia de Colombia .
Ecuador : Universidad Tcnica Particular de Loja.
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REALIDADES
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