El Golem de Borges
El Golem de Borges
El Golem de Borges
El golem
Si (como afirma el griego en el Cratilo)
el nombre es arquetipo de la cosa
en las letras de 'rosa' est la rosa
y todo el Nilo en la palabra 'Nilo'.
Y, hecho de consonantes y vocales,
habr un terrible Nombre, que la esencia
cifre de Dios y que la Omnipotencia
guarde en letras y slabas cabales.
Adn y las estrellas lo supieron
en el Jardn. La herrumbre del pecado
(dicen los cabalistas) lo ha borrado
y las generaciones lo perdieron.
Los artificios y el candor del hombre
no tienen fin. Sabemos que hubo un da
en que el pueblo de Dios buscaba el Nombre
en las vigilias de la judera.
No a la manera de otras que una vaga
sombra insinan en la vaga historia,
an est verde y viva la memoria
de Jud Len, que era rabino en Praga.
Sediento de saber lo que Dios sabe,
Jud Len se dio a permutaciones
de letras y a complejas variaciones
y al fin pronunci el Nombre que es la Clave,
la Puerta, el Eco, el Husped y el Palacio,
sobre un mueco que con torpes manos
labr, para ensearle los arcanos
de las Letras, del Tiempo y del Espacio.
El simulacro alz los soolientos
prpados y vio formas y colores
que no entendi, perdidos en rumores
y ensay temerosos movimientos.
Gradualmente se vio (como nosotros)
aprisionado en esta red sonora
de Antes, Despus, Ayer, Mientras, Ahora,
Derecha, Izquierda, Yo, T, Aquellos, Otros.