Defensa de La Causalidad
Defensa de La Causalidad
Defensa de La Causalidad
ALETANDRO
S~WSEN
HERREROS
S
RESUMEN:
La indeterminacin microfsica, en el sentido de la interpretacin de
Copenhague, encuentra paradojas insolubles. Slo una versin causal del
indeterminismocuntico de la medida es capaz de resolver los problemas.
Por otra parte, la validez y alcance del principio de causalidad,
cuestionadospor Hume, Kant y los autores positivistas, vuelve a revisarse
desde un punto de vista realista.
Por fin se demuestra el llamado principio de razn suficiente del ser,
con lo que el principio de causalidad queda a salvo de cualquier ataque.
SUMMARY:
The microphysical indetemination to the effect that is given by the
Copenhague interpretation, find insolubles paradoxes. Only a causal
version of the quantic indeteminism of the measure is capable to resolve
the problems.
On the other hand, the validity and reaching of the causality princciple,
questionated by Hume, Kant and the positivist authors, is revised again
from a realistic point of view.
At last, the denominated principle of enough reason of being, is
demonstrated, to setting the principle of causality about safe anyone
impugnation.
Los pensadores contemporneos parecen haberse resignado a la incomprensin del mundo. Algunos, impresionados por las consecuencias
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1 . HEISENBERG,
WERNER:
Encuentros y conversaciones con Einstein y otros ensayos.
Madrid, Alianza Editorial, ed., 1980, p. 23.
2. Cita en Sheen, Fulton J.: Filosofa de la Religidn. Barcelona, Edhasa, 1957, p. 220.
3. Cita en Sheen, FULTON
J.: op. cit. p. 220.
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7.F'ENROSE,ROGER:
La nuevamentedel emperador. Madrid,Mondado, 1991,p. 321 y SS.
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Por otra parte, antes que admitir que la gravedad es una curvatura del
espacio-tiempo, es decir, una curvatura mental, prefiero postular que la
gravedad es una manifestacin de la influencia del ter.
Un ter con diversas posibilidades ondulatorias podra explicar la
gravedad, los fenmenos electromagnticos y las partculas elementales.
Grandes cientficos como Lorentz y Poincar crean que haba un ter. John
Be11 tambin lo cree, y afirma que para salir de la crisis contempornea es
preciso volver a las ideas relativistas preeinstenianas8.
En todo caso, sea cual fuere la salida de esta crisis contempornea,no
podemos dejar que unos experimentos sobre entidades de naturaleza
desconocida nos obliguen a creer que el mundo, en ausencia de observadores, es inexistente, ya que ello conducira a una regresin infinita, para
consolidar la existencia de los observadores, o bien a una demostracin
involuntariade la existencia de Dios. Tampoco podemos dejarnos convencer de que existe un azar absoluto, es decir que ciertos fenmenos carecen
totalmente de determinacin y aparecen arbitrariamente.Si algn fenmeno que aparece no tuviera causa, a qu vendra preguntarse por la causa
de cualquier otro fenmeno no reducible a una pura regularidad de carcter
matemtico? Adems, si lo macrofsico es una consecuencia de lo
microfsico, la arbitrariedad microfsica llevara a la arbitrariedad
macrofsica.
En definitiva: no podemos dejar la filosofa de la naturaleza en manos
de los cientficos que la desprecian. Hay que conocer bien la ciencia para
dar una buena orientacin a la filosofa, pero no para dejarse amilanar por
unas conclusiones tan dudosas como polmicas.
Pensadores como Planck, Rutherford, Einstein, De Broglie,
Schrodinger, Dirac, Be11 y muchos otros no quedaron convencidos con la
interpretacin de Copenhague,y nunca quisieron renunciar al principio de
causalidad.Dice Dirac: La aparente derogacin de las leyes de causalidad
puede atribuirse a una imperfeccin terica inevitable de nuestros niedios
de obser~acin~.
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14. PLATON:
Timeo. Trad. C. Lled. Pars, 1845, v. 28.
15. ARISTOTELES:
Tratado del cielo, Lib. 11, cap. XI, n. 2. en: Obras. Trad. Barlhlemy
Saint Hilaire.
16.Cf. FERRATER
MORA,
J.: Diccionario defilosofa. Buenos Aires, Ed. Sudamericana,
3%d., 1951, p. 144.
17. MEYERSON,
EMILIO:
Identidad y realidad. Trad. Joaqun Xirau Palau, Maclrid, Ed.
Reus, 1929, p. 38.
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22. Esta es, segn creo, la crtica que hace Ayer de la postura de Hume en este punto.
Cf. Ayer, A.J.: Hume. Madrid, Alianza Editorial, 1988, pp. 117-1 18.
23. Cf. BOUTOT,
AUN: El poder creador de las matemticas.Mundo Cientqico (La
Recherche) n. 98, Enero 1990, pp. 78-86.
24. KANT,~NMANUEL:Crtica de la razn pura. T . II,58. Nota 2.
25. Cf. VERNEAUX,
R.: Crtica de la crtica de la raznpura. Madrid, Rialp, 19-18,pp.
109-111.
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32. SCHOPENHAUER,
A.: Op. cit., p. 132.
33. MERCIER:
Tratado elemental de filosofa. T.I.Metafsica general, p. 633.
34. Cf. BALMES,
J.: Obras completas. T . 11. Filosofa fundamental. Madrid, B.A.C.,
1948, p. 751.
35. LALANDE,
ANDR:Vocabulaire technique et critique de laphilosophie. 5"d. Pars,
Presses Univ. de France, 1947.
Las obras de Meyerson y de Ferrater Mora son las ya citadas anteriormente.
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tal caso podran existir infinitos seres reales en acto, ocupando un eslpacio
infinito. Nada podra oponerse a esta posibilidad de hecho, salvo que
hiciera falta alguna razn suficiente para cada una de las existencias, en
cuya ausencia tales existencias nunca pudieran darse.
Alguien podra objetar aqu que podra darse el caso de que, aunque no
hiciera falta ninguna causa, muchos seres no pudieran existir debido a
ciertos impedimentos,cuya eliminacin fuera necesaria para su existencia.
La remocin de dichos impedimentos no sera propiamente una causa, sino
slo una condicin necesaria para la existencia de estos seres.
Ahora bien, supongamos que la existencia de una infinitud de seres
posibles se hace imposible debido a la presencia de ciertos impedimentos.
Pongamos un ejemplo: la existencia de infinitos granos de arena en el
universo. Si pensamos en un lugar cualquiera del universo, siempre es
posible llevar all un grano de arena si no lo hubiere, pero supongamos que
al llegar a cierto nmero de granos, se pusiera a actuar cierto impedimento
que se opusiera a la existencia de un nuevo grano. Este impedimento
actuara como una ley necesaria en el seno de los entes materiales.Existira
una conexin necesaria entre el hecho de haber alcanzado tal estado el
Universo, y el hecho de no poder seguir apareciendo nuevos granos de
arena. La necesidad de esta conexin se infiere del hecho de que su
violacin implica la ausencia de impedimento real y, por tanto, la posibilidad de aumentar indefinidamente, o de estar ya en la situacin de un
universo con infinitos elementos materiales. Pero eso equivale a una razn
de ser de inexistencia. Una imposibilidad de existencia. Recordemos que
Hume negaba que pudiera haber relaciones lgicas entre asuntos de hecho
diferentes. Aqu hallaramos una: la existencia de cierto nmero de granos
impide la existencia de otros.
En s mismo, ningn grano de arena es imposible: la supuesta irnposibilidad de existencia slo surge cuando existe un determinado nmero de
ellos. Pero sta es la cuestin: por qu los granos de arena han de surgir
uno despus de otro? Si no hay nada que impida la aparicin de ninguno
de ellos mientras no se llegue al nmero crtico, por qu no pueden
aparecer todos de golpe, aunque luego se aniquilen entre s o explote el
Universo? Qu clase de informacin advierte a los granos de arena
posibles que no deben hacer la imprudencia de aparecer todos a la vez?
Si los granos de arena posibles se avisaran entre s de su decisin de
aparecer, tal decisin podra tomarse como la causa de su existencia.
Por ltimo, cabra pensar que, una vez puestos todos estos infinitos
objetos en la existencia por un solo instante, explotara el Universo, 0 bien
desaparecieran por interaccin al darse cuenta de que haban sobrepasado
el nmero crtico. Pero, en tal caso, habra existido un nmero infinito
actual de seres, aunque slo fuera un solo instante.
No hay ningn nmero crtico ms all del cual no puedan seguir
apareciendo granos de arena en el Universo. Si en el Universo hay un
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37. Aprovecho aqu para aclarar a los lectores del artculo sobre Zenn (nota 36), que
la objecin de que si la operacin de contar intervalos de movimiento sobre el papel se
hiciera por ejemplo utilizando marcas cada vez menores, entonces la velocidad de contaje
podra permanecer constante, se resuelveconsiderando que entonces lo que se hara infinito
sera la velocidad del movimiento de levantar el lpiz del papel. Y de esta forma, la
argumentacin sera iterativa, pero no podra seguir indefinidamente, porque la cantidad de
variantes en las operaciones de contaje no puede ser infinita en acto. De forma parecida
podramos acudir a las derivadas sucesivas para solucionar posibles complicaciones del
segundo Zenn de Grnbaum.
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38. BECK,HEINRICH:
El Dios de los sabios y de los pensadores. Madrid, Gredos,
1968, pp. 77.
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