Convivencia

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Convivencia

Primer Acto
UNA CASILLA DE DOS PLANTAS EN UNA ISLA DEL DELTA DEL TIGRE. LA QUE EST A LA
VISTA ES LA PLANTA SUPERIOR. HAY TRES SALIDAS: UNA AL EXTERIOR, OTRA AL BAO
Y LA TERCERA UN CUARTO CONTIGUO. MOBILIARIO POBRE Y DIVERSO,
RECOLECTADO EN CASAS DE REMATE. AL COMENZAR LA ACCIN LLUEVE
TORRENCIALMENTE. EL PISO EST POBLADO POR INFINIDAD DE RECIPIENTES,
DISPUESTOS PARA PALIAR EL EFECTO DE LAS GOTERAS QUE ASOLAN EL LUGAR.
ENRIQUE SE PASEA NERVIOSO. ADOLFO EST RECOSTADO EN UNA CAMA TURCA. UN
RELMPAGO. UN TRUENO.
ENRIQUE: MALHUMORADO, A LAS ALTURAS. La puta que la pari a la lluvia y al que la
invent.
ADOLFO: ENTONANDO CASUALMENTE. La otra tarde vi llover, vi gente correr, y no estabas
t.
ENRIQUE: Pero ser posible? No pensar parar nunca?
ADOLFO: IDEM. Qu ganas de llorar, en esta tarde gris, con su repiquetear, la lluvia habla de
ti.
ENRIQUE: Dale, vos cargame, divertite. Es tan gracioso lo que pasa.
ADOLFO: AHORA CON SAA. Gara, solo y triste en esta noche va mi corazn transido con
tristeza de tapera. Sabiendo, sintiendo que la pena con su olvido hoy le ha abierto una gotera.
ENRIQUE: APLAUDIENDO IRNICO. Bravo, muy bien! Ya que estamos, por qu no
hacemos el show del agua completo?
ADOLFO: INCORPORNDOSE RPIDAMENTE. Cmo no, all vamos.
ADOLFO SE PONE A DAR UNOS RIDCULOS PASOS DE BAILE, AL TIEMPO QUE ENTONA
LA MELODA DE CAE LA LLUVIA SOBRE MI CABEZA.
ENRIQUE: Muy bien, ya lo tenemos.
ADOLFO: SIN DEJAR DE BAILAR. Pero vos no hacs nada.
ENRIQUE: Cmo que no? Vos cants, bails... y yo puteo. La puta que lo pari a la lluvia y al
que la invent.
ADOLFO: DEJANDO SU ACTIVIDAD ARTSTICA. El temporal no se para con mal humor.
ENRIQUE: Tres das de sudestada pudren a cualquiera.
ADOLFO: Hac como yo, asum una actitud filosfica.
ENRIQUE: Seoras y seores, con nosotros el filsofo cantor.
ADOLFO: Creo que es notorio el empeo que pongo.
ENRIQUE: Yo siempre dije que eras una joyita.
ADOLFO: No quiero herirte, pero en cualquier momento vas a terminar por hartarme. Llueve,
hay sudestada, estamos encerrados, hay que bancrsela. Por favor, haceme justicia, ponele un
poco de humor a la cosa. S generoso por una vez en tu vida. Creo que merezco el homenaje
de tu compasin. Llevo tres das disimulndolo, pero ya no aguanto ms. Termin el
estoicismo, lo oculto se hace ostensible. Sonre o terminamos mal.
ENRIQUE LO OBSERVA UNOS SEGUNDOS CON UNA SONRISA IRNICA.
ENRIQUE: Qu razn tena Aurora cuando deca que eras una fbrica de palabras.
ADOLFO: Por favor, quin apareci: Aurora. Todava te acords de Aurora?
ENRIQUE: Tiene algo de malo acordarse de una mujer bonita?
ADOLFO: Y para hablar de una mujer bonita tens que ir a husmear en sarcfagos
pudorosamente enterrados en el olvido? No hay mujeres lindas hoy en da?...
ENRIQUE: Dije Aurora como poda haber dicho cualquier otro nombre.
ADOLFO: No, lo dijiste con toda alevosa. Aurora es uno de tus parmetros. Vos para cada
cosa tens un ejemplo. Si tens que mencionar a una mujer, indefectiblemente nombrs a
Aurora.
ENRIQUE: No es verdad, no la nombro siempre. Si nunca me acuerdo de ella. No s, ahora me
sali, se me cruz... y la nombr.
ADOLFO: Es una zambullida en el tnel del tiempo, como hacs siempre. Vos vivs en el
pasado, ests revolcndote permanentemente en el colchn de los recuerdos.
ENRIQUE: Qu tnel del tiempo?
ADOLFO: Sos un obituario donde se asientan nicamente hechos viejos, gente vieja, chistes
viejos. Una antigualla viviente.

ENRIQUE: Ser porque soy un tipo reconocido a su pasado. Aurora tiene que ver con mi
pasado, es un recuerdo lindo. Y yo recuerdo cosas lindas, no tengo por qu olvidarlas. Soy
un... cmo se llama el que recuerda cosas lindas?...
ADOLFO: Nostlgico.
ENRIQUE: No, eso es otra cosa. Bueno, yo tuve un pasado feliz y no me avergenzo de eso.
ADOLFO: No trates de prestigiar tus mecanismos. No sos un nostlgico; sos un viejo choto.
ENRIQUE: Mir quien habla.
ADOLFO: La chotez no corresponde a una edad cronolgica, sino a una descomposicin
gentica, a la oxidacin celular y a ciertas carencias de ubicacin histrica.
ENRIQUE: A la mierda, que jodido que estoy. Si yo soy esa porquera, esa pobre cosa que se
arrastra por la casilla... no hablemos ms y chau.
ADOLFO: Ya te enojaste.
ENRIQUE: Eso tambin me lo vas a prohibir?
ADOLFO: No te he prohibido nada. Solo sealo una tendencia. Vos habls siempre en pasado,
y eso, en la cuerda floja de nuestra edad, agrega aos. Deberas ser ms presumido.
ENRIQUE: Como vos.
ADOLFO: Es un buen ejemplo. Yo vivo el hoy, confraternizo con los jvenes, trato de aprender
el mundo moderno...
ENRIQUE: Para qu?
ADOLFO: Porque ese es nuestro hoy. Para conservar cierto estilo juvenil, para no perderme
junto con los datos natalicios. Le por ah que la mejor cura geritrica es vivir intensamente los
das presentes.
ENRIQUE: La cura qu?
ADOLFO: La geriatra es la ciencia que se ocupa de los enfermos de vejez. Actualiza los genes
de los ancianos.
ENRIQUE: Ah, y yo vengo a ser un anciano que necesita...? Te puedo mandar al carajo lo
ms actualizadamente posible?
ADOLFO: Es intil tratar de mantener un dilogo coherente con vos.
ENRIQUE: Vos sos tan viejo choto como yo. Acaso recin no cantabas canciones del ao del
pedo?
ADOLFO: Era un rasgo de buen humor.
ENRIQUE: Ah, claro; cuando vos records es un rasgo de buen humor, cuando recuerdo yo soy
un viejo choto.
ADOLFO: Era una forma de detener tu avalancha de protestas.
ENRIQUE: Yo tengo sangre en las venas, tengo que descargar. Tres das encerrados. No
pudimos hacer el asado, mir la carne muerta de risa. No cortamos la ligustrina, ni jugamos el
cabeza. Llegamos el viernes con agua y nos vamos a ir con agua. El ro creci dos metros,
tap el puente. No podemos volver caminando, no tenemos bote. Eh, la vaca, son muchas
cosas. Yo estoy que reviento. Y vos encima pretends que ande eligiendo las palabras! No
puedo. No soy un... cmo se le dice a los que seleccionan palabras?...
ADOLFO: Fillogos.
ENRIQUE: No, eso es otra cosa. Bueno, estoy demasiado caliente para elegir palabras, y chau.
ADOLFO: Es que, justamente, si estamos nerviosos, deberamos procurarnos el placer
aparentemente subsidiario de una conversacin tersa, porque pensar en el valor de las
palabras, hace que afloje la tensin de las situaciones.
ENRIQUE: Paciencia, yo soy as. Cuando engrano no puedo pensar. Y encima me da bronca
que vos ests tan tranquilo, no lo puedo aguantar.
ADOLFO: No estoy tranquilo. Solo lucho por estarlo.
ENRIQUE: Vos acumuls y acumuls. Sangre de pato, no s como hacs.
ADOLFO: Tal vez sea algo tan sencillo y difcil de mensurar como la ley de las
compensaciones. Dos tipos como vos, con tu exacta dosis de intemperancia, no podran ser
amigos durante veinte aos.
ENRIQUE: Quin dijo?
ADOLFO: Hay jurisprudencia.
ENRIQUE: Habl derecho viejo. Quin dijo?
ADOLFO: Aqu mismo, en esta casilla, hemos tenido alguna demostracin al respecto. Y uno
de los protagonistas del hecho fuiste vos. El otro era tu alter ego. La cosa no poda durar y no
dur.
ENRIQUE: Aqu en la isla?... Cundo?
ADOLFO: Hac memoria.

ENRIQUE: Pero si desde que tenemos la casilla aqu ha venido muy poca gente.
ADOLFO: Justamente, no es nada difcil recordar el hecho. PAUSA. Tulio.
ENRIQUE: Tulio?
ADOLFO: ASINTIENDO. Acordate de aquel entredicho que tuviste con l.
ENRIQUE: Pero Tulio muri hace como diez aos, yo cre que hablabas de algo que pas
ahora. Mir adonde te fuiste a buscar un ejemplo.
ADOLFO: Es un hecho, ocurri. Historia viva.
ENRIQUE: Vos, con tal de jorobarme, capaz que hacs viva la historia de Grosso.
ADOLFO: Estoy tratando de demostrar algo, comprend.
ENRIQUE: Ahora el que abri el sarc... cmo es, fuiste vos. Y mir lo que fuiste a sacar. Un
fiambre en serio. Viejo, qu espritu negro, qu negrura, qu... BUSCA. Cmo se llama al que
habla siempre de muerte?
ADOLFO: Fnebre. Ttrico. O lgubre.
ENRIQUE: No, eso es otra cosa. Bueno, vos me entends. Adems, me sals con una mundial.
Estbamos hablando de tipos del mismo carcter. Y yo qu tena que ver con Tulio?
ADOLFO: Eran dos gotas de agua, no me digas.
ENRIQUE: Por qu, a ver, por qu?
ADOLFO: Aquel da que estuvieron solos aqu.
ENRIQUE: INTERRUMPE. Contestame lo que te pregunto: Por qu ramos dos gotas de
agua?
ADOLFO: Haba sudestada tambin. El ro haba subido, llova sin cesar... igual que ahora.
ENRIQUE: No te vayas por las ramas. Por qu ramos iguales?
ADOLFO: Tulio y vos vinieron solos el viernes, no s por qu causa yo no los acompa. Vine
unas horas despus, me acuerdo perfectamente.
ENRIQUE: Cmo te vas a acordar perfectamente si no estabas?
ADOLFO: Me acuerdo perfectamente de que llegu despus.
ENRIQUE: Te piss la cola todo el tiempo. Me decs viejo choto a m por recordar cosas lindas
y ahora vos te ests acordando de una pavada sin importancia que pas hace diez aos, que
ocurri cuando no estabas y uno de los protagonistas estir la pata. Quin es el viejo choto
aqu?
ADOLFO: Estoy historiando. Y un historiador es un cientfico, no un viejo de mircoles. Un
historiador puede reconstruir hechos, no tiene necesariamente que haberlos vivido.
ENRIQUE: Y qu fue lo que pas entre Tulio y yo, don Grosso?
ADOLFO: Haba sudestada, hac memoria, y parece ser que Tulio se neg a colaborar en el
rescate de algunos vveres que haban quedado olvidados en la cocina de abajo, y que flotaban
en el agua.
ENRIQUE: As que vos todo eso lo sabs porque lo historiaste?
ADOLFO: Ustedes mismos me lo contaron.
ENRIQUE: No, no te lo contamos. Vos lo sabs porque tambin estabas aqu cuando se arm
el lo. Yo me acuerdo bien.
ADOLFO: No, yo no estaba.
ENRIQUE: Estabas, me acuerdo como si fuese hoy.
ADOLFO: Yo no estaba. Yo llegu, que es distinto.
ENRIQUE: Estar o llegar es todo la misma cosa. Estabas y viste.
ADOLFO: No lo vi, pero lo recuerdo.
ENRIQUE: La culpa la tuvo Tulio. Yo meta cinchar abajo con la inundacin, tratando de salvar
los vveres, media bolsa de papas, yerba, azcar, fideos, entre los dos lo hacamos en dos
patadas. Le pegu un grito desde abajo y nada; ven, le dije; hasta que sub aqu y me lo
encuentro hecho un pash, leyendo y chupando whisky. Vos qu decs en un caso as?
ADOLFO: El motivo del lo no tiene importancia.
ENRIQUE: Cmo que no? Me ests comparando con Tulio. Yo hubiese hecho lo que hizo
l?
ADOLFO: Perdoname, Enrique, pero yo voy a otra cosa.
ENRIQUE: Cuando la estoy ganando yo, vos siempre vas a otra cosa.
ADOLFO: Yo me pregunto: cunto tiempo pueden haber estado solos ustedes dos aquella
vez?
ENRIQUE: Qu s yo. Mir si me voy a acordar.
ADOLFO: Digamos que habrn estado solos unas siete horas.
ENRIQUE: Acaban de escuchar la Hora Oficial.
ADOLFO: Siete horitas solos aqu, y zs, se agarraron a las patadas.

ENRIQUE: Cmo sabs que eran siete horas? Por qu habls con tanta seguridad?
ADOLFO: Se pelearon o no?
ENRIQUE: A m me pregunts, seor historiador? Dgalo usted, que lo sabe todo.
ADOLFO: Se pelearon, vaya si se pelearon.
ENRIQUE: Cmo me revienta que hables con tanta seguridad. No, seor! No fue una pelea!
Apenas fue una agarrada.
ADOLFO: Muy bien, algo reconociste.
ENRIQUE: Pero che, qu cosa seria, te digo que no fue un lo, no fue una pelea, al contrario,
yo me port como un seorito, le habl con mucha poltica. No te olvids que yo lo tena bien
manyado a l. Mir, te voy a decir cmo pas: Tulio estaba aqu. SEALA UNA SILLA. ENTRA
TULIO, QUE ES UN RECUERDO, PERO QUE PROCEDE COMO UN SER ABSOLUTAMENTE
COTIDIANO. VISTE UN TRAJE DE BUEN CORTE Y GUARDA NORMALMENTE FORMAS
AFECTADAS. ADOLFO Y ENRIQUE HAN TOMADO DE L CIERTAS NORMAS DE
COMPORTAMIENTO Y VESTIMENTA, RESPECTIVAMENTE.
ADOLFO: En esa silla?... Jams se sent ah.
ENRIQUE: RECTIFICNDOSE. No, perdn; Tulio estaba tirado aqu en el catre. LO SEALA.
Como vos hace un rato.
TULIO SE ESTIRA PLCIDAMENTE SOBRE EL CATRE.
ADOLFO: Ya me contaste eso, Enrique.
ENRIQUE: Estaba leyendo un libro... LE ALCANZA UNO Y TULIO LO LEE.
ADOLFO: Un libro de aqu... o uno que trajo l?
ENRIQUE: No me acuerdo, era un libro. ENRIQUE LE ALCANZA UN VASO VACO QUE
HABA A MANO. Estaba leyendo y chupando whisky.
ADOLFO: Nunca tuvimos whisky aqu.
ENRIQUE: Esa vez tenamos. Estaba leyendo y chupando whisky... Y vos andabas dando
vueltas por ah.
ADOLFO: Cmo dando vueltas por ah? La casilla es chica, Enrique, y si aquel da llova
como hoy, y si como decs vos, yo ya estaba aqu, por altas razones de salud personal, debera
estar bajo techo, aqu dentro.
ENRIQUE: Bueno, perfecto, entonces estabas aqu. Dejame seguir contando.
ADOLFO: No puedo, Enrique. Tengo que interrumpirte porque yo no estaba aqu.
ENRIQUE: Cmo sabs que no estabas si todava no te cont lo que te voy a contar?
Escuchame primero y despus me discuts todo lo que quieras. ADOLFO CONCEDE CON UN
GESTO. Bueno; Tulio estaba tirado en la cama turca, vos andabas dando vueltas por ah, y yo
vengo de afuera echando putas.
VA HACIA LA PUERTA Y FINGE LA ACCIN RELATADA.
ADOLFO: INTERRUMPIENDO EN LA MITAD. No me acuerdo, yo no estaba.
ENRIQUE: Esper, dejame contarte, Adolfo. VUELVE A MARCAR LA PUESTA EN ESCENA.
Tulio estaba en la cama turca, vos andabas dando vueltas por ah, y yo entro echando putas.
VA HACIA LA PUERTA Y ANTES DE VOLVER, ADOLFO INTERRUMPE.
ADOLFO: Es intil, no lo recuerdo tal como vos lo pints. Yo no estaba aqu ese da.
ENRIQUE: Pero par, por favor, Adolfo. Escuch algn dato ms.
TULIO: Creo que tiene razn l, Enrique. No estaba.
ENRIQUE: Con lo que dije hasta ahora no pods tener una idea clara sobre qu da te estoy
hablando.
ADOLFO: S que tengo idea.
ENRIQUE: No pods tener idea, porque lo que dije hasta ahora no indica ningn dato especial,
pudo haber pasado ochenta mil veces, es una escena vulgar, cualunque. Fijate, si no: Tulio en
la cama turca, vos dando vueltas por ah y yo que entro echando putas. ADOLFO ACEPTA EN
SILENCIO. Bueno, empiezo otra vez: Tulio en la cama turca, vos dando vueltas por ah y yo
echando putas.
MARCA NUEVAMENTE SU MOVIMIENTO Y ADOLFO LO INTERRUMPE EN LA MITAD.
ADOLFO: Para esa fecha... nosotros ya tenamos aqu la cama turca?
ENRIQUE: ENGRANADO. Y qu importancia tiene la cama turca? Si no estaba la cama turca
tendra que haber otra cama, o un silln, o una silla o algo as.
ADOLFO: No, ah tens. A m, si me quers ubicar, dame los datos precisos.
ENRIQUE: Te estoy dando datos precisos, Adolfo.
ADOLFO: No es as. Recin mencionaste un silln, as al pasar, y aqu en la casilla jams
hemos tenido un silln.

ENRIQUE: Bueno, pero ese fue un... BUSCA. Fue un... Cmo se llama cuando decs algo sin
querer?
ADOLFO: Un lapsus. Un acto fallido.
ENRIQUE: No, eso es otra cosa. Bueno, dejame seguir contando, abrime crdito, confi en mi
memoria. A lo mejor, por una vez en la vida, yo recuerde algo que vos pods haber olvidado.
TULIO: Cmo quers engaarte. Sabs perfectamente que Tulio jams olvida nada.
ENRIQUE: Me lo dejs contar como yo lo recuerdo?
ADOLFO: De acuerdo, adelante.
ENRIQUE: ASPIRA FUERTEMENTE, SE REARMA. Tulio estaba tirado en la cama turca, vos
andabas dando vueltas por ah y yo... VA APURANDO HACIA LA PUERTA TRATANDO QUE
NO LO INTERRUMPAN. Y yo entro echando putas. MARCA LA ACCIN.
ADOLFO: INTERRUMPE. No s por qu repets siempre las mismas palabras.
ENRIQUE: CASI SUPLICANTE. Adolfo, por favor, lo hago para ahorrar tiempo.
ADOLFO: Para qu ahorrar tiempo si no tenemos otra cosa que hacer? Ests apurado vos?
ENRIQUE: No, no estoy apurado.
ADOLFO: Bueno, entonces cambi de palabras y eleg las que respeten el buen gusto.
ENRIQUE: Ay, perdone seor marqus.
ADOLFO: No es por m: el destinatario del buen gusto sos vos mismo. Decs entro
apresuradamente e incluso se ahorran energas: es una palabra menos.
ENRIQUE: De acuerdo, dejame contarlo. Tulio est en la cama turca... VA HACIA LA PUERTA.
Vos ands dando vueltas por ah y yo entro apresuradamente echando putas.
ADOLFO: ENOJNDOSE. Por qu te resists al buen gusto, Enrique?
ENRIQUE: Yo tengo buen gusto. Y vos lo sabs muy bien. Soy un tipo que viste muy bien, por
ejemplo.
ADOLFO: El buen gusto no es parcializable, es un don integral.
ENRIQUE: Qu quers decir con eso, que yo no visto bien?
ADOLFO: Quiero decir que el buen vestir es apenas una de las reglas de urbanidad.
ENRIQUE: Pero yo visto bien o no?
ADOLFO: En funcin de las reglas de urbanidad?
ENRIQUE: Dej las reglas de urbanidad y contestame lo que te pregunto!
ADOLFO: Perdn, pero a los gritos no estoy dispuesto a dialogar. SE APARTA MOLESTO.
TULIO APROVECHA LA CIRCUNSTANCIA Y SE INCORPORA.
ENRIQUE: EXASPERADO. Vos no ests dispuesto a dialogar nunca! Vos lo nico que quers
es hablar solo, engolosinarte con tus palabras!... Y cuando otro copa la parada, entonces
chau, te sents incmodo! Si te conozco como si te hubiese parido!
ENFURECIDO, ENRIQUE SE METE EN EL BAO Y CIERRA DE UN PORTAZO. TULIO SE
ACERCA A ADOLFO.
TULIO: No est en mi nimo reprocharte nada, pero qu hay de bueno para vos en tu amistad
con Enrique?
ADOLFO. Es un buen tipo.
TULIO: Pero irremediablemente bestia. Digamos que si hacemos un match entre el bestia y el
buen tipo que hay en Enrique, el equipo capitaneado por el irracional gana por goleada. Para
qu comprar esta casilla en una isla del Delta con un muchacho tan deficiente y de tan mal
genio como Enrique?... No le encuentro respuesta a este intrngulis.
ADOLFO: Vos recin lo conocs, no es siempre de la misma manera. ltimamente est
pasando por una crisis.
TULIO: Por lo dems, y perdoname, elegir una isla como destino de cada fin de semana, es
quiz utilizar la flagelacin como sistema. Por qu no me dejaste traer un par de locas,
Adolfo? Esto es opiante, tanta naturaleza en estado intrnseco, deprime.
ADOLFO: Es que... BAJA EL TONO. Justamente hemos tenido un percance o dos con Enrique
como consecuencia de la irrupcin de unas seoritas ms o menos casquivanas.
TULIO: Y por eso desistieron de la proximidad femenina?... Y qu van a hacer aqu, todos
los fines de semana?... Dejarse ametrallar por mosquitos que parecen cuatrimotores, padecer
el econmico y no por eso menos horripilante whisky que consumen?... O es que aman ese
riacho putrefacto y su nauseabunda fauna ictcola?... A ver, contestame, maestro, porque no
quiero suponer realmente la instancia que me reservo.
ADOLFO: Y cul es esa instancia?
TULIO: Que han optado por asumir votos de castidad. Vamos, rpido, ya mismo, contsteme
que no.
SONREN Y SE REGORDEAN UN INSTANTE.

ADOLFO: Le contesto que no, y selo con carcter rotundo. Ocurre que por lo regular durante
la semana, hay tiempo para mitigar ciertas urgencias que el cuerpo reclama como perentorias.
Aqu se confraterniza de otra manera.
TULIO: Digamos que ya no pelean por seoritas ms o menos casquivanas, segn usted las ha
definido.
ADOLFO: As es.
TULIO: Ahora pelean por todo lo dems.
ADOLFO: SONRE. Usted lo ha dicho. Y a propsito: le ruego que usted no se incluya dentro
de ese largo tem de lo dems.
TULIO: Y qu puede hacer un pobre mortal para quedar marginado de las iras tremebundas
de nuestro simptico coetneo? No hollar jams estos parajes, por ejemplo?...
ADOLFO: Aunque el destierro es una eficaz arma poltica, declinmosla como tctica. Quizs
sea mejor excluir las crticas, especialmente las referidas al lugar y a la casilla. La casilla, sobre
todo, por su apariencia materna.
TULIO: S, comprendo. Una madre con goteras, llena de agujeros.
ENRIQUE REAPARECE CON UN CAJN DE MANZANAS, DENTRO DEL CUAL SE VEN
CINCO PEQUEAS MACETAS.
ENRIQUE: Quin trajo estas macetas?
TULIO: Ah, perdn: fui yo. Las dej en el bao despus que las humedec. Son para ustedes.
Para tener aqu dentro.
ADOLFO: Muchas gracias, por qu te has molestado.
TULIO: Ya que voy a volver seguido por aqu, me pareci prudente hacer un cultivo.
ENRIQUE: Pero cmo vas a traer macetas al Tigre. Si quers hacer un cultivo, hacelo abajo,
con toda la tierra que hay. Cmo vas a traer plantitas.
TULIO: No son plantitas. Es un cultivo.
ADOLFO: TRATANDO DE DERIVAR LA SITUACIN. Qu bueno, vamos a distribuirlas por
aqu. Son cinco; pongamos una en...
TULIO: CORTNDOLO. Cmo cinco? Eran seis, media docena.
ENRIQUE: Una se me cay al levantar el cajn, se hizo bosta.
TULIO: Bueno paciencia; lo importante es que hay que conservarlas dentro de la casilla, es un
cultivo interior. TOMA UNA MACETA. Las traje con tierra especial, porque la de afuera no sirve.
Tquenla. LOS OTROS LO HACEN. Notan que es distinta? No es como la de afuera, tierra de
ro, sin vigor, sucia.
ENRIQUE: CUSTICO. La tierra es sucia, mir que descubrimiento.
TULIO LO MIRA CON GANAS DE CONTESTARLE ALGO GRUESO. HAY UN BREVE
SILENCIO QUE ADOLFO CORTA CON UN COMENTARIO.
ADOLFO: Y qu es lo que vamos a cultivar?
TULIO: CON AIRE SUFICIENTE. Todava no se dieron cuenta? PASEA LA MACETA POR
DELANTE DE LOS OTROS. Cmo me tuve que mover para conseguirlas.
ENRIQUE: Qu son?
TULIO: Marihuana. No me digan que no la reconocieron.
HAY UN SILENCIO DE ESTUPOR. ENRIQUE Y ADOLFO SE MIRAN.
ADOLFO: FINGIENDO SABIDURA. Pero claro, marihuana, qu pavotes.
ENRIQUE: INDIGNADO. Ah, no. Aqu no venga con porqueras.
TULIO: Perdn?
ADOLFO: No le hagas caso. Muchas gracias por la atencin.
ENRIQUE: Que saque esa basura inmediatamente de aqu.
ADOLFO: Enrique, por favor.
TULIO: A ADOLFO. Aparte de su cualidad alucingena, la planta de marihuana es altamente
decorativa.
ENRIQUE: S, justamente; la polica sobre todo, la encuentra muy decorativa.
ADOLFO. Enrique, por favor; quin se va a enterar. A esta casilla no vienen desconocidos. No
te espantes sin motivo.
ENRIQUE: Y ustedes no me jodan sin motivo.
ADOLFO: Es una cantidad irrisoria. Casi no hay delito.
ENRIQUE: Las plantas crecen.
TULIO: Es ms un chiste decorativo que otra cosa.
ENRIQUE: Ahora hganme creer que trajo marihuana nicamente para adornar la casilla.
TULIO: Nadie ha dicho eso. Mi humor no llega a tanto.

ENRIQUE: Bueno, entonces as como la trajiste, te la llevs. Aqu nadie entra el vicio ni la
corrupcin sin antes pasar sobre mi cadver.
ADOLFO: A TULIO. No lo tengas en cuenta, por favor.
ENRIQUE: Cmo que no me tenga en cuenta? Se va ya mismo con esa porquera o l las
macetas y la marihuana salen a las patadas de aqu!... Y no lo repito dos veces! ENRIQUE
SALE ENFURECIDO NUEVAMENTE HACIA EL BAO. LUEGO DE UN MOMENTO, TULIO
TOMA SILENCIOSAMENTE EL CAJN DE LAS MACETAS Y ANTE LA MIRADA ESQUIVA DE
ADOLFO, SE LO LLEVA HACIA LA HABITACIN CONTIGUA, PARODIANDO A ALGN
PERSONAJE DE CARTOONS. SEGUNDOS DESPUS REAPARECE ENRIQUE, CON
MIRADA RECELOSA. COMIENZA A VACIAR CACHARROS, ARROJANDO EL CONTENIDO
HACIA EL EXTERIOR, A TRAVS DE LA PUERTA ABIERTA. LUEGO VUELVE A COLOCAR
LOS RECIPIENTES EN SUS LUGARES ORIGINALES. ADOLFO LO IMITA CON UN RITMO
MENOS INTENSO. AL FINALIZAR LA TAREA, TORNAN A CERRAR LA PUERTA. HAY
INDECISIN MUTUA. TENUE Y ENRECORTADAMENTE. Perdoname por lo de recin.
ADOLFO: No hay nada que perdonar.
ENRIQUE: No, por favor, perdoname. Yo te pido que me perdones. Me tens que perdonar.
ADOLFO: En todo caso perdoname vos.
ENRIQUE: Aqu el que tiene que perdonar sos vos.
ADOLFO: Vos tambin.
ENRIQUE: Quin, yo? CONFUSO. Bueno, en todo caso te perdono despus. Yo estuve muy
mal, estuve hecho un cerdo, hay que ver cmo grit.
ADOLFO: Yo tambin estuve torpe. Trat de forzar innecesariamente algunos hechos.
ENRIQUE: Cmo es la cosa?
ADOLFO: La memoria me traicion, despus record exactamente el momento a que vos te
referas. Recuerdo que estbamos los dos aqu con Tulio...
ENRIQUE: INTERRUMPINDOLO. Tulio en la cama turca, vos andabas por ah y yo... SE
CONTIENE ANTE LA MIRADA FURIBUNDA DE ADOLFO. TENUE. Viste cmo te acordaste?
ADOLFO: Porque en definitiva estbamos tratando de dilucidar si Tulio y vos eran de una
misma ndole.
ENRIQUE: Y eso qu quiere decir?
ADOLFO: Que estamos en plan de aclararlo.
ENRIQUE: Estamos en plan de mortificarme, vos me quers envenenar. Desde hoy que ests
diciendo que yo era igual a un tipo que era flor de... SE CONTIENE. Un tipo lleno de defectos.
ADOLFO: No s por qu repetido mecanismo, siempre imagins que te estoy agrediendo. No
estoy tratando de equipararte a Tulio nicamente por resaltar tus defectos. Para qu tomarme
ese trabajo? Eso lo podra hacer directamente.
ENRIQUE: Qu defectos tengo yo? A ver, habl ahora.
ADOLFO: Tulio tambin era un tipo ubicado, fino, un seor. Tendra que halagarte la
comparacin. Tena presencia, simpata; era un tipo arrasador. Hay una palabra mundana, que
lo defina cabalmente: chic. Tulio era un tipo chic.
ENRIQUE: Y yo no soy un tipo chic?...
ADOLFO: Fijate si no, cmo se comport con vos aquel da. De qu manera acept los hechos,
cmo equilibr la situacin. En realidad, si juzgamos framente los hechos, quien estuvo
psimamente aquella vez, fuiste vos.
ENRIQUE: De qu da ests hablando vos?
ADOLFO: Hay que ver como gritaste por esas macetitas que todava andan por ah.
ENRIQUE: Hablamos de das distintos. Yo digo el da de la sudestada.
ADOLFO: Yo tambin.
ENRIQUE: Pero cul sudestada? Porque tuvimos varias en quince aos. Yo digo la vez que
se inund la cocina de abajo.
ADOLFO: Cuando hay sudestada siempre se inunda.
ENRIQUE: Que flotaba todo, era un desastre, el agua me llegaba hasta aqu. Baj, vi lo que
pasaba, trat de arreglarme solo pero no pude. Entonces sub a pedir ayuda. TULIO SE UBICA
EN EL CATRE CON LIBRO Y VASO DE WHISKY. Entr echando putas, pero tranquilo, no le
grit, lo trat muy bien, hasta le dije disculpame.
TULIO: S, qu pasa?
ENRIQUE: No quisiera molestarte, no lo toms a mal. Pero tengo un problema abajo, est todo
inundado y vamos a perder los vveres. Despus no vamos a tener azcar, yerba, ni harina. Si
me ayuds, en un minuto salvamos todo. A ADOLFO. Fijate como le habl. Decime si no estuve
como un duque.

ADOLFO: Y l qu contest?
ENRIQUE: Qu me contest? CON ESFUERZO. Por favor... nada de arenques dramticos.
ADOLFO: Qu dijo?
ENRIQUE: RECTIFICANDO CON NFASIS ELEGANTE. Por favor, nada de arengas
melodramticas.
ADOLFO: Ah.
ENRIQUE: Bueno, algo por el estilo.
TULIO: Me niego rotundamente.
ENRIQUE: Mir si era guacho; as y todo se neg.
ADOLFO: Qu razones te dio?
TULIO: En esta casa soy un husped, y las leyes de hospitalidad indican que todo invitado
debe ser marginado de los pormenores domsticos.
ENRIQUE: Ma qu pormenores, es el morfi del fin de semana. Si no vamos rpido perdemos
todo.
TULIO: Si ser husped no es suficiente salvoconducto, te ruego observes como voy vestido.
Casimir ingls.
ENRIQUE: Te desnuds y listo.
TULIO: Y si pasa alguien?
ENRIQUE: Esta es una isla del Delta, estamos a dos horas de lancha del Tigre, el ro subi un
metro, se viene el cielo abajo, hasta los isleros andan con el culo a cuatro manos... Quin va a
pasar por aqu, Tulio? No pasa nadie, no sale nadie hoy.
TULIO: Y vos pretends que salga yo?
ENRIQUE: Es un caso de fuerza mayor.
TULIO: Soy un husped aqu. Insisto en el dato.
ENRIQUE: Aunque seas cnsul o wing izquierdo: te arremangs los pantalones o nos
quedamos aislados y sin comida.
ADOLFO: Y entonces l que hizo?
ENRIQUE: Qu hicieron, digamos ms bien. Porque en ese momento llegaste vos.
ADOLFO: ARREMANGNDOSE LOS PANTALONES. Dale, vamos, Enrique. Apurmonos a ver
si salvamos las cosas.
ENRIQUE: POR TULIO. No, que venga l.
ADOLFO: YENDO HACIA LA PUERTA. Vamos, no perdamos tiempo.
ENRIQUE: Le toca venir a Tulio. Yo le estaba pidiendo ayuda a l.
TULIO: Por favor, hacele comprender cul es mi posicin aqu.
ENRIQUE: Este es un salvataje, una emergencia: aqu no hay posiciones que valgan.
Laburamos todos o nos quedamos sin morfar el fin de semana.
ADOLFO: Enrique, por favor, bajemos: no perdamos tiempo en discusiones tontas.
TULIO: Es intil; est empeado en que baje yo. Mir, a ver si este pensamiento te ilumina. Lo
dijo San Francisco: Sappi, iratte, carsimo, che la cortesa una propiet di Do. Entendiste?
ENRIQUE: S, perfectamente. Cmo no. SE TIRA EN EL CATRE. La cortesa. Yo tambin s lo
que es la cortesa; mir como disfruto de la cortesa.
ADOLFO: Vamos arescatar la comida Enrique.
ENRIQUE: No, seor! Yo me quedo. Que vaya fratte carsimo, porque yo estoy revolcndome
en la cortesa.
HAY UN SILENCIO. ENRIQUE EST REFUNFUANDO EN EL CATRE. TULIO SE APARTA
UN TANTO. ADOLFO SE ACERCA A ENRIQUE; LO ESTUDIA UNOS SEGUNDOS.
TIERNAMENTE.
ADOLFO: Cuidado, Enrique. No te tomes las cosas tan a pecho. A veces exagers la nota, das
miedo. Parecs a punto de explotar. Como si estuviesen buscando el infarto. Tranquilizate,
tom las cosas con calma. No es sano levantar presin de esa manera. Calmate. Me lo
promets?
ENRIQUE: CASI EMOCIONADO POR EL PEDIDO. S.
ADOLFO: Muy bien. SE SEPARA UNOS METROS. Ahora, con respecto a la ancdota que
contabas... tengo el penoso deber de confirmarte que yo no estaba aqu con ustedes.
ENRIQUE: OTRA VEZ EXALTADO. Pero si hasta te record las palabras que dijiste!
ADOLFO: Eran falsificadas, yo no hablo as.
ENRIQUE: Te digo que estuviste! Y te pusiste del lado del otro, como siempre!
ADOLFO: No te violentes, acabs de prometrmelo.
ENRIQUE: Pero cmo quers que no me violente si te pass empundome todo el tiempo?

ADOLFO: No te empo; solamente esclarezco los hechos. Y no acepto la afirmacin de que yo


le daba siempre la razn a Tulio.
ENRIQUE: Pero por favor, si no hacas otra cosa. Y no slo la razn, sino que tambin le dabas
todos los gustos. Siempre hacamos lo que a l le daba la gana.
ADOLFO: Digamos que lo que yo haca era equilibrar. Congeniaba.
ENRIQUE: Nada de congeniar. Vos te apareciste un da con l por el caf, lo presentaste...
TULIO SE COLOCA AL LADO DE ADOLFO, FRENTE A ENRIQUE.
Adolfo: Te presento a Tulio. Enrique, un amigo.
TULIO: Un gustazo. As que vos sos Enrique? SE DAN LAS MANOS.
ENRIQUE: Y a partir de ese momento el tipo se convirti en un tirano. Los tres empezamos a
disparar para el lado que l quera.
ADOLFO: Vamos al cine?
TULIO: No, mejor vayamos a bailar. Conozco un lugar donde va un elemento brbaro. Material
de primera y la pesca es sin carnada.
ENRIQUE: Hasta elega las mujeres. Haca lo que quera.
ADOLFO: No ests hablando en serio.
ENRIQUE: Hac memoria, hac memoria.
SE ESCUCHA UNA MSICA BAILABLE, LA LYZ GENERAL DESCIENDE Y QUEDA
ILUMINADO SOLAMENTE UN SECTOR DE LA ESCENA. TULIO, ADOLFO Y ENRIQUE SE
PARAN OBSERVANDO EN DERREDOR, EN FRANCA POSICIN MACHISTA. ESTUDIAN EL
LUGAR, HABLAN POR LO BAJO, ETCTERA.
TULIO: Atencin la primera pieza que bailen. Aqu hay que lucirse, hay que saber bailar bien, si
no las minas despus no salen y no hay levante.
ADOLFO. Est bien, ya lo dijiste dos veces.
TULIO: A vos te lo digo especialmente, Enrique.
ENRIQUE: Por qu a m, especialmente?
TULIO: De arranque no salgas a bailar un tango, porque perdes. Sos un tronco bailando el
tango. SALUDA HACIA UN LUGAR CON SONRISA CANCHERA. Buenas noches.
ADOLFO: DISIMULANDO. Qu buen material.
ENRIQUE: A quin saludaste?
TULIO: A la rubia le hice un tirito la vez pasada.
ADOLFO: Qu bien est la tetona.
ENRIQUE: Qu rubia, qu tetona? SEALA. Aquellas de all?
TULIO: RETNDOLO SOTTO VOCE. Qu hacs, bolmetro? Cmo nos incendis as?
Cmo te pons a sealar?
ENRIQUE: Y bueno, por qu no hablan claro.
ENRIQUE SE APARTA ENOJADO.
TULIO: POR LO BAJO A ADOLFO. Esas tres pueden ser. Es negocio fcil. Hasta Enrique gana
por varios cuerpos.
ADOLFO: S, todo lo que vos quieras. Pero quin carga con la morochita? La enana esa es
una obra maestra del terror.
TULIO: La enana es para Enrique.
ADOLFO: No va a aceptar.
TULIO: Es el que menos mritos ha hecho en este levante. Vos dejame a m. VA A
SEPARARSE, PERO ADOLFO LO RETIENE.
ADOLFO: Un momento; el reparto cmo viene?
TULIO: Para vos la tetona. No es la que marcaste?
ADOLFO SUELTA A TULIO Y STE VA HACIA ENRIQUE.
ENRIQUE: Est bien, de acuerdo, nos tiramos al agua. Pero lo nico que quiero saber es quin
carga con la enana sa. Conmigo no cuenten.
TULIO: La petisa se la encajamos a Adolfo. Yo te vengo a preguntar cul es la que te gusta a
vos. A l lo embromamos; despus de todo no hizo nada por este levante.
ENRIQUE: A Adolfo le gusta la pechugona. Yo lo conozco.
TULIO: Y a vos?
ENRIQUE: Tambin.
TULIO: Entonces es tuya, la tetona es para vos. LO PALMEA. Dejame manejar las cosas a m.
TULIO ABANDONA A ENRIQUE Y VA HACIA ADOLFO.
ADOLFO: Qu dijo?
TULIO: Ya est, ya lo convenc. El carga con Frankenstein.
ADOLFO: No te puedo creer.

TULIO: Vos sac la tetona y despreocupate del asunto.


ADOLFO: Qu raro; Enrique es tan exigente con las mujeres.
TULIO: SONRIENTE, CAPCIOSO. El ser humano es una desagradable mezcla de ideales y de
bajas pasiones.
TULIO VA AHORA HACIA ENRIQUE, QUE LO RECIBE ANSIOSO.
ENRIQUE: Se neg, no es cierto?
TULIO: Yo pensaba lo mismo que vos. Pero esta vez, Adolfo me sorprendi. Est loco por la
petisa. Dice que no se la toquen.
ENRIQUE: No puede ser. Si l estuvo bailando con la tetona.
TULIO: Justamente, ah est la clave del asunto. Resulta que bailando con la tetona, la tipa le
confes que la petisa, el monstruo se, es una ninfmana.
ENRIQUE: LO MIRA INQUIETO. Y eso que viene a ser?
TULIO: Una ninfmana es una loca sexual, una descontrolada. Una de esas mujeres que se
desatan y no pueden parar.
ENRIQUE: Cmo que no pueden parar?
TULIO: Claro, son entusiastas, impetuosas. Como esas cantantes que se largan a cantar y no
se detienen hasta que hicieron todo el repertorio.
HAY UN SILENCIO. ENRIQUE EST IMPRESIONADO.
ENRIQUE: La petisa esa se pone a cantar cuando lo est haciendo...?
TULIO SE PIERDE EN LA OSCURIDAD. LA MSICA CESA Y RETORNA LA LUZ AMBIENTE.
ADOLFO: Siento contradecirte, pero Tulio jams eligi esa mujer por m.
ENRIQUE: Porque no te habrs dado cuenta. El jams iba de frente. Te vena con historias, te
llenaba la cabeza de ratones, te venda fantasas. Una vez, me hizo tanto la croqueta, me dio
tanta manija, que hizo que yo te sacara una cantante. HAY UN SILENCIO, SE MIRAN.
ADOLFO: Yo nunca sal con una cantante.
ENRIQUE: Ests seguro?
ADOLFO. Segursimo.
ENRIQUE: No te digo? Entonces con quin sal yo?... Con quin me hizo acostar?... Ves
que era un hijo de puta?... FEROZ. Menos mal que se muri esa basura.
ADOLFO: Eh.
ENRIQUE: S, menos mal que se muri!
HAY UN CLIMA TENSO, SE MIRAN FIERAMENTE. ADOLFO SE CONTIENE. PARA
DISTENDERSE, ADOLFO TOMA UN RECIPIENTE, ABRE LA PUERTA Y ARROJA EL
CONTENIDO FUERA. QUEDA UN INSTANTE MIRANDO HACIA EL EXTERIOR. LUEGO
VUELVE A CERRAR LA PUERTA Y COLOCA EL RECIPIENTE EN SU PRIMITIVO LUGAR.
ADOLFO: Ahora llueve menos.
ENRIQUE: Que importa, el da ya est perdido.
ADOLFO: Te informo, simplemente. Quin estaba incmodo con tanta lluvia eras vos.
ENRIQUE: Y yo te digo que est bien, pero que el da ya est perdido.
ADOLFO: Das por perdido algo que nunca fue tuyo.
ENRIQUE: Empezamos de vuelta.
ADOLFO: Es que habls con una falta de propiedad que asusta.
ENRIQUE: REVERENCIA CAUSTICAMENTE. Perdone, seor acadmico: es la incultura.
Procurar mejorar mi lenguaje.
ADOLFO: No noto en vos ninguna inquietud valedera, ningn atisbo de superacin.
ENRIQUE: No, yo slo atisbo el horizonte.
ADOLFO: Sos como sos, y ya est. Vos conts con que la gente se amolde a tu simpleza. Y el
que no se amolda, te lo pass por el... SE CONTIENE.
ENRIQUE: Vamos, arriba, valor, empuje ese culo, seor acadmico. Dgalo, no lo deje en la
punta de la lengua. Queda feo.
ADOLFO: Veinte aos tratando de sembrar en vos la semilla de la cultura y nada. Me cans de
ponerte frente al problema: Enrique, le, cultivate. Te llev a conciertos, exposiciones. Te llev
de las pestaas a ver las pelculas de Bergman. Te enchuf en cuanta conferencia pude, para
que escucharas hablar buen castellano. Y nada. Gast varios pares de zapatos recorriendo
libreras con vos: jams de o decir voy a comprar este libro. VA HACIA UN ANAQUEL CON
LIBROS. Estos libros los traje yo... TOMA UN PAR DE ELLOS. Ya estn amarillos, mir,
apolillados. Alguna vez se te ocurri tomar uno? Jams! Soy un derrotado, Enrique: me
venci tu tenacidad. Has decidido ser un cascote y seguramente lo conseguirs DEJA LOS
LIBROS.
ENRIQUE: Sabs por qu?

10

ADOLFO. No.
ENRIQUE: Porque si la sntesis de la cultura es ser un tipo como vos, es mejor ser cascote.
ADOLFO: Te estoy hablando en serio.
ENRIQUE: Ya lo s. Por eso intento no darte pelota. Cuando vos empezs a hablar en serio, lo
mejor es rajarte.
ADOLFO. Tpico de los hombres a medio hacer.
ENRIQUE: Una forma de vivir tranquilo.
ADOLFO: Que bueno sera que usaras la misma cautela en la vida diaria.
ENRIQUE: En la vida diaria me las rebusco con la mitad de hombre que est hecha.
HAY UNA BREVE PAUSA EVALUATORIA. LOS RIVALES SE MIDEN.
ADOLFO: Evasivo, canchero... Igual que Tulio.
ENRIQUE: Dejalo en paz a Tulio.
ADOLFO: Por qu?... Te molesta Tulio?
ENRIQUE: No empieces a joder otra vez con Tulio!
ADOLFO: SONRIENTE, TRIUNFADOR. Ah est, eso est mejor, ves? Ese es mi amigo
Enrique. El real. El calentn. El irracional.
ENRIQUE: CASI SUPLICANTE. Adolfo, por favor, par la mano. Ya sabs que yo no tengo
trminos medios. Terminemos la fiesta en paz.
ADOLFO: Soy antibelicista. Odio la guerra.
ENRIQUE: Vos sabs lo que te quiero decir.
ADOLFO: Si lo supiese, juro que te dara la satisfaccin de entenderte.
ENRIQUE: Ma s, est bien; hac como quieras.
ENRIQUE TOMA UN CACHARRO Y VA A VACIARLO. ADOLFO LO DETIENE.
ADOLFO: Adnde vas?
ENRIQUE: A vaciar esto.
ADOLFO: No est lleno.
ENRIQUE: Hay que esperar a que se llene? MARCA MUTIS.
ADOLFO: Ests escapando.
ENRIQUE: A lo mejor.
ADOLFO: Muy lejos no vas a ir.
ENRIQUE: No quiero ir lejos.
ADOLFO: Quers; lo que ocurre es que no pods.
ENRIQUE: Quin me lo impide?
ADOLFO: La inundacin.
ENRIQUE: Si quiero me voy igual.
ADOLFO: Sos muy macho vos.
ENRIQUE: No, soy un boludo.
ADOLFO: Por qu?
ENRIQUE: Porque no me voy.
ADOLFO: Y eso es muy malo?
ENRIQUE: Claro. Porque entre la inundacin, que es pasajera y la agresin, que es
permanente, me quedo con la agresin. Fijate si ser boludo.
ABRE LA PUERTA Y VACA EL RECIPIENTE EN EL EXTERIOR. CIERRA LA PUERTA Y
REGRESA.
ADOLFO: Al salir salpicaste el piso.
ENRIQUE: MIRANDO. Dnde?
ADOLFO: SEALANDO SIN PRECISIN. Ah.
ENRIQUE: No, eso ya estaba.
ADOLFO: Yo vi cuando salpicabas.
ENRIQUE: Habr sido sin querer.
ADOLFO: El hecho es que salpicaste.
ENRIQUE: Bueno, ahora mandame en cana, crucificame. Es una salpicadita, un charquito de
nada.
ADOLFO: Pero si a cada rato hacs un charquito, vamos a terminar en medio de un chiquero.
ENRIQUE: Cmo a cada rato?
ADOLFO: Es un decir. No cuesta nada ser prolijo.
ENRIQUE: OFENDIDO. Yo soy prolijo.
ADOLFO: Acabs de demostrar que no.
ENRIQUE: Siempre ando de punta en blanco, limpito. Soy prolijo.
ADOLFO: Ir limpio no es ser prolijo.

11

ENRIQUE: Esta es una nueva. A ver si por una salpicadita de nada paso a ser un rooso.
ADOLFO: Aunque al decir prolijo no estemos empleando la palabra justa.
ENRIQUE: Claro, ah est. Fue un descuido.
ADOLFO: Me rectifico. Lo que no fuiste es cuidadoso.
ENRIQUE: Prolijo y cuidadoso es todo la misma cosa.
ADOLFO: Atendeme bien: prolijo puede ser cualquiera, aun cuando no se lo proponga
deliberadamente. Para ser cuidadoso, en cambio, la persona intenta serlo expresamente. Est
claro?
ENRIQUE: Est claro, pero ahora escuchame a m: si yo hubiese tomado el tacho
cuidadosamente, hubiese sido prolijo sin proponrmelo.
ADOLFO: Est invirtiendo los valores.
ENRIQUE: Esper, no me confundas. MIMA LA ACCIN. Supongamos que el tacho lo hubiese
tomado as, con prolijidad... Ah est, con prolijidad, un seorito. Entonces, soy cuidadoso o
no soy cuidadoso?
ADOLFO. El hecho es que salpicaste.
ENRIQUE: Eso ya lo s. Ahora contestame lo que te pregunto. Supon que lo hubiese tomado
con prolijidad y no hubiese salpicado... Supon! Era cuidadoso o no?
ADOLFO: Baj el tono, no te exaltes.
ENRIQUE: LE HACE CASO. De acuerdo, ahora contestame.
ADOLFO: Vos quers que yo suponga... Esto es, quers entrar en el terreno de lo probable, en
el reino de lo subjetivo...
ENRIQUE: No, quiero que me contestes. Soy cuidadoso o no?
ADOLFO: Es que lo obvio es que el piso lo mojaste.
ENRIQUE: Dej el piso tranquilo y contest lo que te pregunto!
ADOLFO: Un momentito,. No tanta presin, que ste no es un interrogatorio policial.
ENRIQUE: Ma s, est bien. Vos nunca das el brazo a torcer!... SE ENCAMINA HACIA EL
LUGAR MOJADO. Pero si est claro, es como yo digo. MIMA NUEVAMENTE. Tomo el tacho
con prolijidad, no salpico, todo sequito, vuelvo a poner el tacho, no pas naranja. Entonces
qu es lo que...? SE INTERRUMPE. SE SECA LA FRENTE. UNA GOTA DE AGUA LE HA
CADO DESDE EL TECHO. Pero aqu hay otra gotera... El piso se moj con otra gotera que
hay aqu! Mir, mir.
ADOLFO: ESTIRANDO EL CUELLO DESDE LEJOS. Puede ser; si vos lo decs.
ENRIQUE: Entonces yo no salpiqu.
ADOLFO. Es tu versin de los hechos.
ENRIQUE: Pero qu versin. No te digo que hay otra gotera? Yo no lo moj.
ADOLFO: Est bien.
ENRIQUE: Est bien, no. Vos recin me acusaste. Dijiste te vi cuando salpicaste.
ADOLFO: Entendiste mal. Jamas dije eso.
ENRIQUE: Vos dijiste te vi cuando salpicaste. Reconoc tu error, admit que te equivocaste.
No vas a perder jerarqua por eso. BREVE SILENCIO.
ADOLFO: SUAVEMENTE. Si reconozco mi error... si te doy la razn... me promets que te
vas a tranquilizar?
ENRIQUE: S.
ADOLFO: Perfecto. Entonces queda dicho.
ENRIQUE: Queda dicho qu? Decilo con todas las palabras.
ADOLFO: LE CUESTA. Que muy bien... que reconozco... mi error.
BREVE SILENCIO.
ENRIQUE: Yo tambin tengo que reconocer algo.
ADOLFO: Ah, s?
ENRIQUE: Estuve mal. Eso que dije antes sobre Tulio, en realidad no lo siento.
AL SER MENCIONADO, REAPARECE TULIO, CUBIERTO AHORA CON MALLA DE BAO Y
UNA TOALLA AL CUELLO.
ADOLFO: De qu se trata?
ENRIQUE: De lo que dije sobre Tulio.
ADOLFO: Eso est claro. Pero qu es lo que dijiste sobre Tulio?
ENRIQUE: Eso de que...
UN ENORME TRUENO HACE ININTELIGIBLES SUS PALABRAS.
ADOLFO: Perdn, pero no escuch nada. Cmo era?
ENRIQUE: Eso que dije... de que era mejor que Tulio se haya muerto.
ADOLFO: Ah, eso.

12

ENRIQUE: No es lo que pienso. Yo no le deseo la muerte a nadie.


ADOLFO: YENDO HACIA EL BAO. Est bien. No tiene importancia.
ADOLFO SE METE EN EL BAO Y CIERRA LA PUERTA.
ENRIQUE: HACIA LA PUERTA CERRADA. Cmo que no tiene importancia? Tiene mucha
importancia! O aqu lo nico importante es lo que hacs y sents vos?
TULIO: Me voy a dar un chapuzn.
ENRIQUE: Son cosas tuyas.
TULIO: Es profundo el ro aqu?
ENRIQUE: Ms o menos.
TULIO: A ver, che, aclar: ms o menos?
ENRIQUE: Vos tens que saberlo, no es la primera vez que vens.
TULIO: Jams puse un pie en ese pozo ciego.
ENRIQUE: No puede ser.
TULIO: Qu necesidad tengo de engaarte? Ese ro es una cloaca, no es precisamente
invitador.
ENRIQUE: Y entonces por qu te quers meter hoy?
TULIO: EN TONO CANSADO. Por favor, Enrique, no pongamos tanto empeo en desmenuzar
pequeeces.
ENRIQUE: Est bien, no desmenucemos, pero por qu salpicar mierda cada vez que se abre la
boca.
TULIO: Vos contestame: es profundo o no?
ENRIQUE: LUEGO DE UN SILENCIO SORDO. Depende. TULIO INQUIERE CON UN
INTRIGADOR CEIR DE CEJAS. And tanteando, no te tir a lo loco. Caminalo primero; es
mejor conocer antes el lecho del ro.
TULIO: Yo no me tiro a lo loco en ningn lado. Si no s nadar.
ENRIQUE: Bueno, entonces atenti. Hace unos das dragaron y siempre que dragan el piso
queda un poco tramposo.
TULIO VA A SALIR, PERO SE VUELVE A ENRIQUE.
TULIO: No me acompaaras?
ENRIQUE: No, recin comimos. Vos tampoco tendras que ir.
TULIO: Es que estoy opiado.
ENRIQUE: Claro, no est el otro intelectual. Cmo te hizo esto; cmo te dej sin su
proteccin? Entre intelectuales lo pasan tan bien. Son tan ingeniosos.
TULIO: SECO. Si eso de intelectual es una agresin, andate a la puta que te pari.
TULIO GIRA Y SALE DANDO UN PORTAZO. ENRIQUE AVANZA HACIA LA PUERTA
ENFURECIDO, PERO SE INTERRUMPE PORQUE AL MISMO TIEMPO SALE ADOLFO DEL
BAO.
ENRIQUE: FURIOSO. Habamos quedado que aqu no venan ms invitados.
ADOLFO: SORPRENDIDO. Y eso a qu viene?... con qu me sals ahora? Yo no traje a
nadie.
ENRIQUE: CONFUSO. Eh?... No, yo digo. Por las dudas. Por las dudas.
ADOLFO. El que debe recordarlo sos vos. El ltimo que trajo un invitado aqu fuiste vos.
ENRIQUE: Bueno, como sea; pero despus no traje ms.
ADOLFO: Que te descargaste aqu con esa atorranta.
ENRIQUE: Epa, compaero.
ADOLFO: Aquella que tuviste un tiempo, y que termin metindonos a todos en un lo.
APARECE AURORA. UNA MUJER DE UNOS 30 AOS, LUCIENDO UNA ATRAYENTE BIKINI.
AURORA: ALGO PREOCUPADA. Henry, Henry! Me parece que lo vi.
ENRIQUE: A quin?
AURORA: A... MIRA RPIDAMENTE A ADOLFO. Vos sabs a quin. Est al otro lado del ro
VA A UNA VENTANA. Miraba para aqu.
ENRIQUE: No puede ser. Cmo va a estar aqu? Vos ests nerviosa.
AURORA: Te digo que lo vi. MIRA HACIA FUERA. Ay, no me atrevo a mirar. Tengo miedo.
Qu hacemos, Henry? Ven, mir vos, fijate si es l.
ENRIQUE: A ADOLFO. No s de quin ests hablando.
ADOLFO: Que se arm aqu aquel lo fenomenal, acordate bien. Creo que fue a causa de ella
que decidimos que no viniesen ms invitados.
AURORA: Henry, por favor! No me dejes sola con este problema.
ENRIQUE: Quin te deja sola? Si estoy aqu!
AURORA: Pero ven a mirar, por favor.

13

ADOLFO: Una vez me mandaste a hablar con ella.


ENRIQUE: Vos no estars hablando de Aurora, no?
ADOLFO. Ah est; esa misma.
ENRIQUE: Pero por qu le decs atorranta a Aurora? Era mi novia.
ADOLFO: Pero de qu novia me ests hablando. Con el entripado que tena.
AURORA: SIEMPRE EN LA VENTANA. Henry, ven por Dios, que esto es grave!
ENRIQUE: CORRE HACIA ELLA. A ver, dejame mirar. MIRA AFUERA.
AURORA. Est? Lo ves? Del otro lado.
ENRIQUE: ATISBANDO. Yo no veo a nadie.
AURORA: Para enfrente, mir para enfrente.
ENRIQUE: Estoy mirando. No hay nadie.
AURORA: Pero si estaba. Un morocho, de bigote.
ENRIQUE: Ahora me vas a decir como es? Lo conozco.
AURORA: Ah, s? Cundo lo viste? Yo te lo present?
ENRIQUE: No est.
AURORA: Estaba; tiene que estar. LO SEPARA. A ver, dejame a m.
ENRIQUE: A ADOLFO. Cmo le decs atorranta? Era una mujer de su casa. Con su familia,
con su marido, con su...
ADOLFO: INTERRUMPE. Justamente, como era de su casa, nos puso en jaque en nuestra
casa. Flor de lo aquel.
AURORA: ASUSTADA. Ah est! Lo vi otra vez! Lo vi!
SE OYE LA VOZ DESGARRADORA DE TULIO, FUERA.
TULIO: Socorro!... Socorro! Enrique, ayudame!
ENRIQUE: ASUSTADO, HACIENDO MOVIMIENTOS INCOMPLETOS. Eh, cmo? Qu
pasa? Quin grit?
AURORA: Yo, Enrique! Ven aqu! Ay, Dios mo, que va a pasar ahora.
ENRIQUE CORRE HACIA LA VENTANA, DE DONDE AURORA SE HA APARTADO.
ENRIQUE: LUEGO DE OBSERVAR. Pero qu me hacs, Aurora? No hay nadie! Por qu te
pons as?
ADOLFO. Ser curioso, qu ocurre? Podra ser informado?
ENRIQUE: Esper un poco. A AURORA. And para otro lado, Aurora; no ests todo el tiempo
colgada de la ventana.
AURORA: A ADOLFO. Ah fuera me parece que est.
ENRIQUE: LA CORTA. Dej que se lo digo yo.
ADOLFO: Quin est afuera? MIRA L. Ella est nerviosa, vos tambin... Aqu pasa algo
grave.
ENRIQUE: Esper un poco, Adolfo; dejame solucionar primero este asunto. Una cosa por vez,
una cosa por vez.
AURORA: Afuera hay un seor... un seor con el que tengo cierto compromiso.
ADOLFO: Quin es? Hable con claridad, seora. Yo s todo, se acuerda?
AURORA: Me parece que es mi marido.
ADOLFO. Y corremos peligro?
ENRIQUE: EN LA VENTANA. No, no corremos nada. Mir, no est, no hay nadie. Ella se
confundi. Por qu no vas un cachito para otro lado, Aurora?
AURORA SALE DE ESCENA.
ADOLFO: Que afn de vivir ficciones.
ENRIQUE: Una mujer de su casa, una seora; acordate como temblaba.
ADOLFO: Un ao y medio hacindole el novio a una mujer casada. Dnde se ha visto una cosa
igual.
ENRIQUE: Nos queramos. Era una cosa linda lo que pasaba entre nosotros.
ADOLFO: Hacindome correr riesgos gratuitos.
ENRIQUE: Te hizo algo el tipo? Te toc? No segus vivo?
ADOLFO: Sigo vivo, por supuesto, pero en el fondo eso es un hecho subjetivo. No corr el
riesgo, acaso?
ENRIQUE: Pero no te hizo nada.
ADOLFO: El riesgo fue corrido, ese es el tema. Vos estabas loco y de esa seora, lo menos
que se puede decir, es que era una atorranta.
ENRIQUE: No te permito.
ADOLFO: Tengo derechos adquiridos.
REGRESA AURORA, PREOCUPADA.

14

AURORA: Henry, estaba pensando... Qu hace Alfonso aqu? Cmo pudo enterarse?
ENRIQUE: Qu se yo. A m me pregunts? Adems, Alfonso no vino, no est aqu. And,
quedate tranquila. LA EMPUJA SUAVEMENTE. AURORA SE VA. Qu derechos adquiridos
tenas vos?
ADOLFO. Tuve que ir al frente en nombre tuyo. Me mandaste a pedir su mano. Fui a pedir la
mano de una mujer casada. Mir si ser papelonero yo tambin.
ENRIQUE: Porque a m me gustan las cosas legales, por eso. Y quin mejor que vos para
pedir la mano de una mujer?... Tens toda la labia del mundo, sos elegante, hasta potico, si se
te cruza. Pero no fue ningn sacrificio para vos. A vos hablar no te cuesta nada. Lo nico que te
interesa es tener tema.
ADOLFO: Entonces mi intervencin no fue importante.
ENRIQUE: S, fue muy importante. Pero me hiciste perder. Fuiste a hablar vos y ella despus
me larg. Mir que ganancia que hice.
ADOLFO: Fui tu mejor abogado; habl, rogu, fui un orador encendido, desgarrador. Si no se
qued con vos, habr tenido sus razones. Pero no me conviertas en el centro de tu fracaso. Si
ella prefiri finalmente a su marido, lo ms probable es que la culpa fuese tuya.
ENRIQUE: No te hago ningn cargo, Adolfo.
ADOLFO. Acabs de sugerirlo.
ENRIQUE: Hablar hablaste, Adolfo. Y casi seguro que muy bien. Pero me toc perder... qu le
vas a hacer.
ADOLFO: Hasta llegu a las lgrimas aquel da.
ENRIQUE: A m me lo vas a decir? S de lo que sos capaz en una situacin as... Vos,
cuando hay que hablar... GESTO DE SUFICIENCIA. Adems, sabas lo que haba en juego.
ADOLFO: Te vea penando por esa mujer.
ENRIQUE: Cmo penando? Penando no es la palabra. Era feliz, estaba enamorado. Fue mi
gran amor, Adolfo. Cmo pods decir que estaba penando?
ADOLFO. Frente a la puerta de su casa me promet no fallar. Me tena que salir bien. Por mi
amigo, por la familia que quera fundar. Y tuve miedo. Me hubiese cambiado por alguien ms
inteligente, ms locuaz que yo. Como Tulio, por ejemplo.
EN ESE MISMO MOMENTO VUELVE A OIRSE EL DESGARRADOR GRITO DE TULIO
DESDE EL EXTERIOR.
TULIO: Socorro! Hijos de puta! Socorro!...
ENRIQUE DA UN RESPINGO, SE MOVILIZA SIN TON POR LA CASILLA, SIN SABER
DONDE ACUDIR, ANGUSTIADO. ABRE LA PUERTA DEL BAO.
ADOLFO. Qu hacs? Adnde vas?
ENRIQUE: CONFUSO, BALBUCEANTE. Voy a... Tengo que...
ENRIQUE SE METE EN EL BAO Y CIERRA LA PUERTA. REAPARECE AURORA CON UN
RECATADO VESTIDO. SE SIENTA FRENTE A ADOLFO. EST MUY NERVIOSA. CAMBIO DE
LUZ. MSICA.
ADOLFO: Me manda Enrique.
AURORA: Me imagin. Me toma de sorpresa. Porque no me avis. Con l siempre arreglamos
de encontrarnos lejos de casa. Enrique es muy meticuloso en eso.
ADOLFO: Pero yo no soy Enrique.
AURORA: Claro, mire lo que me dice.
ADOLFO: Quiero decir que no le poda dar una cita por ah, sin que usted pensase mal.
AURORA: Pero cmo iba a pensar mal. Es lo ms natural del mundo.
ADOLFO: Para usted, quizs. Pero yo no tengo costumbre de salir con las amantes de mis
amigos.
AURORA: Lo que yo quera decir es... Me refera a la forma de... Que de usted no podra
pensar mal, me citase donde me citase, eso quera decir.
ADOLFO: Y por qu no iba a pensar mal? Confa tanto en m?
AURORA: Bueno, usted es amigo de Enrique... y l lo aprecia tanto.
ADOLFO: Sin embargo tena derecho a pensar mal. La suya es una imagen equvoca, seora.
Un audaz podra encontrarla invitante.
AURORA: No lo entiendo.
ADOLFO: Su situacin con Enrique es sumamente irregular.
AURORA: No, nos vemos regularmente. Dos veces por semana.
ADOLFO: Quiero decir que usted est casada, seora.
AURORA: No me diga, seora, llmeme Aurora.
ADOLFO: Aurora, usted est seora, digo est casada.

15

AURORA: SONRIENDO TONTAMENTE. Se equivoc.


ADOLFO: SECO. Usted tambin.
AURORA: SERIA. S?
ADOLFO: A lo mejor usted crey que su condicin de mujer casada la pona a salvo de futuras
complicaciones con Enrique. Esto es, usted disfrutaba de la relacin existente hasta su
completa extincin, y entonces proceda a desembarazarse de ella sin tribulacin alguna.
Estoy en lo cierto?
AURORA: DESLUMBRADA Y PERDIDA CON EL LXICO. Eh?
ADOLFO: Eso es lo que maquinaba usted?
AURORA: Y... cmo le dir, no s. Cmo dijo?
ADOLFO: Pues le sali el tiro por la culata, seora. Enrique no es de esos. No se deja usar. Al
contrario, formaliza, tiende redes futuras. Sigo adelante o usted me capta?
AURORA: CONFUNDIDA. Si le capto qu?
ADOLFO: Seora, en nombre de Enrique he venido a pedir su mano en matrimonio.
AURORA: Mi mano? ADOLFO ASIENTE. Pero cmo puede ser?... Yo ya estoy casada.
ADOLFO: Ese es un dato legal que no codifica ni encierra sus intereses actuales. Depende de
su fuerza de voluntad. Si usted lo desea, ese no ser obstculo alguno. Usted podr
remontarse luego de la cada y crecer inusitadamente. Picasso pint una obra maestra, el
Guernica luego de la destruccin del pueblo durante la guerra civil espaola.
AURORA: Y yo que tengo que ver con la guerra civil espaola?
ADOLFO: Ms bien tiene que ver con Picasso.
AURORA: TOTALMENTE PERDIDA. Es ese pintor famoso.
ADOLFO: El mismo.
AURORA: Y yo que tengo que ver con l.
ADOLFO: Exacto: usted, como Picasso, est en condiciones de hacer algo sobre la base de
una destruccin.
AURORA: Disclpeme pero no entiendo.
ADOLFO: Seora, destruya su matrimonio y csese con Enrique.
AURORA: IMPACTADA, CONFUSA. Este... quiere decir que. Cree que nunca he visto un
cuadro de Picasso.
ADOLFO: Deje a Picasso de lado y deme una respuesta concreta, seora.
AURORA: No me diga seora. Y menos hablando de estas cosas.
ADOLFO: Necesita tiempo para pensarlo?
AURORA: SUSPIRANDO FUERTEMENTE. S.
ADOLFO: Hace mal, resulvalo ya. En su lugar, yo no dudara.
AURORA: Tan claro lo ve?
ADOLFO: Con Enrique han vivido un ao y medio de romance. Es decir, quinientos cuarenta y
seis retozones y sexuales das. Algo fantstico.
AURORA: Es tan bueno Enrique.
ADOLFO: Un ao y medio triscando biolgicamente sobre las sbanas. Una febril cosecha a
travs de los placeres de la carne.
AURORA: No s qu le habr contado Enrique, pero no estamos siempre entre las sbanas.
ADOLFO: Mucho ms febril y enloquecida, porque disfrutaban el dulce encanto de lo prohibido.
Un apetito voraz, la gula sexual a pleno, imposible de acallar con nada, ni siquiera con la fuerza
de la ley. Permtame que los felicite.
AURORA: Gracias.
ADOLFO: Algo digno de admiracin. Porque mire que 546 das de amor son muchos. Y ms en
su caso, que aparte deba cumplimentar sus deberes de esposa. Realmente, su capacidad
amatoria es extraordinaria. Yo estoy maravillado.
AURORA: COMPLACIDA. Muy amable.
ADOLFO: Porque la suya es una especie de tenacidad, de fanatismo, de culto flico no exento
de grandeza.
AURORA: Mire las cosas que dice.
ADOLFO: Y los riesgos que han corrido permanentemente?... Porque ustedes viven en medio
del peligro. Su marido es un tipo peligroso.
AURORA: Ay, s, por favor, es un loco.
ADOLFO: Es eso lo que los excita tanto, entonces? El riesgo, el peligro, el desasosiego?
AURORA: Nunca me lo pregunt.

16

ADOLFO: Vea, no le miento, lo de ustedes sobrepasa cualquier actitud crtica. Son fantsticos,
increbles. Exigen una valoracin amoral, pero sobrehumana. Estn regidos por un patrn casi
csmico.
AURORA: No, esto es serio.
ADOLFO: Si yo fuese poeta, contara esta historia. La inmortalizara. Ah, cmo maldigo mis
pobres medios. Por qu no puedo ser el exgeta?... Por qu?...
AURORA: No ser eso, pero es buena persona.
ADOLFO: Creo que si el mundo se enterara de lo de ustedes, se emocionara y se maravillara
como yo. Hasta su esposo se maravillara.
AURORA: ASUSTADA. No, mi esposo no.
ADOLFO: Es un decir.
AURORA: No, Alfonso nunca se maravilla. Todo lo contrario.
ADOLFO: Le parece? Vea, que le juego que si se lo cuento yo, su esposo se maravilla.
AURORA: Deje las cosas como estn. Lo nuestro no es tan maravilloso como dice. Usted
exagera.
ADOLFO: Bueno, entonces algn da escribir una novela. Los voy a hacer famosos.
AURORA: No, tampoco escriba nada. Imagnese que Alfonso la lea. No s lo que pasara. Es
un poco... tiene pocas pulgas. El nunca lee libros, pero para que confiarse. No nos haga
famosos, por favor. Hgalo por Enrique, que lo aprecia tanto. Capaz que Alfonso le hace un
dao, es muy nervioso.
ADOLFO: Pero debe ser un hombre moderno. Estas cosas hoy en da no asombran a nadie.
AURORA: ASUSTADA, TEMBLANDO. No, no, por favor. Hgame caso. Yo s lo que le digo.
HAY UN SILENCIO.
ADOLFO: Todava lo quiere a su marido?
AURORA: LUEGO DE TITUBEAR, A PUNTA DE LLORAR. No.
ADOLFO. Y entonces?
AURORA: COMIENZA A LLORAR, SILENCIOSAMENTE. Le... le... le... traigo un caf.
SALE CORRIENDO. REAPARECE ENRIQUE DESDE EL BAO.
ENRIQUE: UN ESCALOFRO. Qu humedad. Por qu no te hacs un caf, Adolfo?
ADOLFO: Hac el caf y chau. Qu tanta insistencia.
ENRIQUE: Cmo insistencia? Es la primera vez que hablo de caf.
ADOLFO ADVIERTE LO QUE HA OCURRIDO. SE MOVILIZA SIGILOSAMENTE HACIA EL
BAO.
ENRIQUE: Adnde vas?
ADOLFO: Slo vos tens derecho a cortar una conversacin yendo al bao?
ENRIQUE: Me estabas contando como fue la entrevista con Aurora.
ADOLFO: Ahora no tengo tiempo. SE METE EN EL BAO.
ENRIQUE: FURIBUNDO. Estos intelectuales son todos unos vuelteros.
APARECE TULIO, CRUZANDO LA ESCENA CON MALLA Y TOALLA AL CUELLO. SE PARA
CERCA DE LA PUERTA DE SALIDA, COMO EN SU ANTERIOR ESCENA.
TULIO: Si eso de intelectual es una agresin, andate a la puta que te pari.
VA A SALIR, PERO ENRIQUE LO CORRE ENFURECIDO, LO TOMA DE UN BRAZO Y LO
HACE GIRAR HACIA S.
ENRIQUE: FUERA DE S. A quin putes, guacho de mierda?... Pero como te permits
putearme, basura?
LO TOMA POR LAS PUNTAS DE LA TOALLA Y LE OPRIME EL CUELLO, ZAMARRENDOLO
COMO UN PELELE.
TULIO: Soltame!
ENRIQUE: Retir lo que dijiste.
TULIO: Antes retir vos lo de intelectual.
ENRIQUE: LO ZAMARREA NUEVAMENTE. Pero guacho, intelectual no es una puteada!
TULIO: Como vos lo decs, s.
ENRIQUE: Y vos cmo lo sabs? Tens un putemetro?
TULIO: SE LIBERA. Mir, aqu hay un solo problema. Vos entends nicamente el idioma
callejero.
ENRIQUE: Y por eso me putes?
TULIO: Para que me entiendas.
ENRIQUE: Y por qu no me pates la cabeza, ya que ests?

17

TULIO: Porque ya consegu mi propsito. Ahora ya sabs que estoy harto de que me zahieras
utilizando la palabra intelectual como si fuese una ingeniosa frmula para equilibrar nuestras
respectivas cataduras culturales. Estamos?
ENRIQUE: No estamos nada. Retir la puteada y vamos a estar.
TULIO: Ya te expliqu el mecanismo.
UN RELMPAGO Y LUEGO UN TRUENO IMPRESIONANTE. SALE ADOLFO DEL BAO,
SECNDOSE LAS MANOS.
ADOLFO: Qu pasa ah fuera?
ENRIQUE: Las puteadas no se explican.
TULIO: Dejame salir, Enrique.
ENRIQUE: Retir la puteada o banctela como macho.
TULIO: Despus vas a tener un problema con Adolfo.
ENRIQUE: Despus es otro tango. Y a Adolfo me lo paso por donde vos sabs. Vamos, da la
cara, cagn.
ADOLFO: Por qu no te fijs que pasa afuera, Enrique?
TULIO: Soltame, Enrique, no te hags el matn.
ADOLFO: Enrique, me oste? Alguien est gritando afuera.
ENRIQUE SUELTA A TULIO Y GIRA HACIA ADOLFO.
ENRIQUE: Cmo?
ADOLFO. Me parece que o una voz afuera. TULIO ESCAPA HACIA FUERA. AL ABRIR LA
PUERTA SE PRODUCEN UN NUEVO RELMPAGO Y UN TRUENO IMPRESIONANTE.
ENRIQUE EST TIESO, CONFUSO. Y?
ENRIQUE: Y, qu?
ADOLFO. Que te fijes.
ENRIQUE: Pero Adolfo, por favor, quin va a andar fuera con este tormentn?
ADOLFO: Pero ech una miradita, aunque ms no sea.
ENRIQUE: Echala vos.
ADOLFO LO OBSERVA UN INSTANTE, PREOCUPADO POR SU ACTITUD.
ADOLFO: Si ests ofendido por lo de antes, te cuento la conversacin con Aurora con pelos y
seales y santo remedio.
ENRIQUE: No, no me cuentes nada.
ADOLFO: Es que en ese momento no poda, entends?... Pero no me niego a contarte nada.
Ella no me esperaba, ca de...
ENRIQUE: CORTNDOLO. No me cuentes nada!
ADOLFO: Si alguna vez guard silencio sobre el episodio es porque con el resultado de aquello
era suficiente. Tambin vos has tenido tus obstinados silencios, si vamos al caso.
ENRIQUE: Yo? Ests queriendo decir que yo te escond algo?
ADOLFO: Jams conoc los pormenores de lo ocurrido el da de la muerte de Tulio, por
ejemplo. Pero no te lo reprocho. Tambin conozco el resultado final, que fue tan doloroso. A lo
mejor fue por eso que me evitaste los detalles.
ENRIQUE: Y qu queras que te contara?
ADOLFO. Un relato de los hechos quizs no hubiese estado de ms.
TULIO: DESDE AFUERA, DESGARRADOR. Socorro!... Hijos de puta, me ahogo!...
ENRIQUE: Se ahog, qu quers que te cuente? Trag agua, hizo gl, gl.
ADOLFO: Es de mal gusto. No seas desalmado.
ENRIQUE: Te cuento lo que pas: se ahog. Yo no vi ni o otra cosa.
TULIO: COMO ANTES. Socorro! Enrique! Ayudame!
ENRIQUE: El se fue al ro y yo me qued aqu dentro.
ADOLFO. A ver, callate un momento. Vos no os una voz afuera?
ENRIQUE: Me qued aqu dentro, trabajando, estaba haciendo las camas o limpiando la
cocina, no me acuerdo.
ADOLFO: Un segundito, por favor, callate un segundito. TRATA DE OR SONIDOS
EXTERIORES.
ENRIQUE: Qu pasa?
TULIO: FUERA. Socorro!... Hijos de puta, aydenme!
ADOLFO. Ah est! Oste eso?
ENRIQUE: ASUSTADO, SE MOVILIZA POR EL LUGAR. No, yo no o nada. Te dije que aquel
da no vi ni o nada.
ADOLFO: Si oste ahora, te digo. En este momento.
ENRIQUE: CAMINANDO SIN SENTIDO POR EL CUARTO. Tampoco, ahora tampoco o nada.

18

ADOLFO: Alguien grit ah afuera. A ver.


ADOLFO AMAGA IR HACIA LA VENTANA, PERO ENRIQUE LE SALE AL CRUCE,
ATAJNDOLO COMO UN TORERO.
ENRIQUE: Te digo que no grit nadie. Creeme, me tens que creer.
ADOLFO: De acuerdo, pero dejame mirar.
ENRIQUE: No, vos no tens que mirar, me tens que creer a m.
TINA: DESDE AFUERA. Socorro! Auxilio!
ADOLFO: Ah est! Estn pidiendo socorro!
ADOLFO QUIERE LANZARSE HACIA FUERA, PERO ENRIQUE LO TOMA DEL CUERPO Y
SE LO IMPIDE.
ENRIQUE: ENAJENADO. No, no vayas! Te digo que no hay nadie! Ests confundido!
TINA: FUERA. Socorro! Por favor!
ADOLFO: Pero no os?
ENRIQUE: S, pero vos no vayas!
ADOLFO: LUCHANDO POR LIBERARSE. Pero soltame, carajo!
ADOLFO SE LIBERA Y VA HACIA LA VENTANA. MIRA HACIA FUERA Y ENRIQUE LO IMITA
DE INMEDIATO. QUEDAN UNOS INSTANTES COMO PARALIZADOS.
TINA: FUERA. Auxilio! Por favor! Aydenme!
ENRIQUE: CASI LIBERADO. Es una mujer.
ADOLFO: S.
ENRIQUE: Se le dio vuelta el bote.
ADOLFO: S, lo veo.
ENRIQUE: Y est pidiendo socorro.
ADOLFO: Habra que ayudarla. Digo.
ENRIQUE: Pero si la ayudamos despus hay que hacerla entrar.
ADOLFO: S, esa es la macana.
ENRIQUE: Pero nosotros prometimos que no iban a entrar ms invitados.
ADOLFO: Pero en este caso no se tratara de un invitado.
ENRIQUE: Por qu no esperamos un poco a ver si se arregla sola?
ADOLFO: S, esperemos a que insista.
TINA: FUERA. Socorro! Ah en la casa! Aydenme!
ENRIQUE: Insisti.
ADOLFO: Ahora esto ya es un salvataje.
ENRIQUE: S, un salvataje.
ADOLFO: Entonces vayamos a socorrerla.
LOS DOS SALEN CORRIENDO HACIA LA PUERTA. PERO DE PRONTO ENRIQUE LO
VUELVE A TRAER AL CENTRO.
ENRIQUE: Esper un momentito. Esa mujer va a entrar a esta casa porque entre los dos lo
decidimos, no es cierto?
ADOLFO: As, es.
ENRIQUE: Perfecto. Entonces, a recordarlo. A no venir con reproches despus. Entr porque
los dos quisimos!
AHORA SI SALEN CORRIENDO HACIA FUERA. LA ESCENA VACA UNOS INSTANTES.
REGRESAN TRAYENDO EN ANGARILLAS A TINA, UNA MUCHACHA MUY JOVEN QUE
VISTE ROPAS INFORMALES, DESCENDIENTE DIRECTA DE LA CULTURA HIPPIE.
AUNQUE VIENE PROTESTANDO, SU TONO GENERAL ES EL DEL BUEN HUMOR.
TINA: A m no! A m no!
ENRIQUE: Tranquila, ya la sacamos.
ADOLFO: Ya no corre peligro.
TINA: A m djenme! Agarren el bote!
ENRIQUE: No se puede. Est en medio del ro.
TINA: Agarren el bote, por favor! A m no!
ENRIQUE: Oiga, la estamos socorriendo!
TINA: Ya s! Pero por m no se preocupen! Socorran al bote! El que corre peligro es el bote!
LOS HOMBRES LA DEJAN EN EL SUELO. LA CHICA CORRE HACIA LA PUERTA. LOS
HOMBRES SE LE UNEN. HAY UNA MIRADA DESESPERANZADA HACIA FUERA. Miren, all
est.
ENRIQUE: Uh, se lo llev la correntada.
TINA: Pero todava est ah noms.
ADOLFO: Usted dice ah noms, pero probablemente ah hay tres metros de profundidad.

19

TINA: Para el que sabe nadar es lo mismo tres metros que trescientos.
ENRIQUE: S, pero ac no sabemos.
TINA: No saben nadar? ENRIQUE NIEGA. Y no tienen un bote?
ADOLFO. Estuvimos tentados de comprar uno un par de veces, e incluso recibimos ofertas
muy convenientes, pero siempre nos falt el empujoncito final.
TINA: Y por aqu nadie tiene un bote?
ADOLFO. Quiz usted no hay tenido oportunidad de mirar en derredor, seguramente tena otro
tipo de preocupaciones en medio del ro. Pero si lo hubiese hecho habra tomado conciencia
que la casilla ms prxima a la nuestra est como a doscientos metros y en la isla de enfrente.
Mucho me temo que en las actuales circunstancias la prdida temporaria de su bote sea
irremediable.
TINA QUEDA UNOS SEGUNDOS MIRNDOLO SORPRENDIDA.
TINA: A ENRIQUE. Siempre habla as?
ENRIQUE: Por lo regular.
TINA: As que no tengo ms remedio que quedarme aqu?
ENRIQUE: Ms segura que en el medio del ro va a estar.
TINA: Ay, mir como tiemblo. Los hombres siempre son ms previsibles que los ros.
ENRIQUE: FRANCAMENTE INSINUANTE. Previsibles, a lo mejor, pero no menos feroces.
TINA: Ay, qu miedo. A ver si me divierto ms aqu que en la casa verde.
ENRIQUE: Iba a la casa verde?
TINA: S, la conocen? LOS HOMBRES SE MIRAN SUSPICACES.
ENRIQUE: Es famosa por aqu. Parecen que son gente muy divertida.
TINA: Pero ustedes tambin, parece. Porque aqu hay que ser divertido para pasarlo bien. A lo
mejor ustedes tambin saben usar la imaginacin. HAY UN SILENCIO MOLESTO.
ADOLFO: SECO. Vea, seorita: tal vez la ligereza de trato de mi amigo y su tendencia a la
extroversin la hayan confundido. Esta no es la casa verde, ni su dueo es nuestro paradigma
de lo divertido. Sin ofender a nadie aqu somos personas serias. Divertidos, ocurrentes, pero
personas serias. Quiz usted sepa lo que eso significa. Ahora, por favor, pngase cmoda,
squese un poco y limtese a esperar buenas condiciones climatolgicas para continuar su
viaje.
HAY UN MOMENTO DE TENSIN. ADOLFO LE DA LA ESPALDA. TINA SE MUERDE LOS
LABIOS. ENRIQUE ALIVIA LA TENSIN.
ENRIQUE: UNDICANDO EL BAO. Pase por aqu, por favor. Est muy mojada, ah tiene
toallas y esas cosas. Si necesita algo, pdalo. TINA ANTES DE ENTRAR AL BAO, OBSERVA
A ADOLFO QUIEN LE DA OBSTINADAMENTE LA ESPALDA. ENTRA Y CIERRA LA PUERTA.
ENRIQUE SE ACERCA A SU AMIGO. Te pasaste.
ADOLFO: No soporto el abuso de confianza. Las mocosas de hoy en da, con sus facilidades
de trato, no son ms que pequeos monstruos arrogantes.
ENRIQUE: Ahora son as.
ADOLFO: Son fciles, acomodaticias, concupiscentes. Entendiste lo que insinu?... Y haba
entrado exactamente un minuto antes. Adnde vamos a parar. Y encima me tutea, me iguala. Y
eso no se lo voy a permitir.
ENRIQUE: Bueno, no hay que calentarse. Le conseguiremos un bote y que se vaya.
ADOLFO. Hay que frenarlas de entrada.
ENTRA AURORA, NUEVAMENTE EN BIKINI Y VA DECIDIDAMENTE HACIA LA VENTANA.
MIRA HACIA FUERA.
ENRIQUE: Primero socorrela, es tu obligacin. Despus le das una patada en el culo, si
quers. Pero una cosa por vez, una cosa por vez.
AURORA: Henry, ven, apurate!
ENRIQUE: Otra vez, Aurora?
AURORA: Por favor!
ENRIQUE: SE LE ACERCA. Qu pasa?
AURORA: Mir para enfrente. Fijate bien. ENRIQUE SE ASOMA. DE PRONTO DA UN
RESPINGO Y SE APARTA VIOLENTAMENTE. ASUSTADA. Qu pasa? Lo viste?
ENRIQUE: AGITADO, NERVIOSO. Me parece que... Fue como un... como una sombra. Pas
de largo. Se escondi, se meti entre unos... No lo vi del todo, no estoy seguro, pero...
ADOLFO: Y ahora qu hacemos? Nos estamos jugando la vida aqu.
ENRIQUE: Esper Adolfo, dejame pensar. No puedo pensar y escucharte al mismo tiempo.
Una cosa por vez.
ADOLFO: A ver si ese hombre trae una intencin nefasta. No es loco?

20

ENRIQUE: Esper, no te des manija. No estoy seguro, no lo vi bien. A lo mejor me impresion


porque ella est tan nerviosa. Tranquila, Aurora. SE VUELVE A LA VENTANA. Ahora miremos
bien, por las dudas.
SE PONE A MIRAR DETALLADAMENTE HACIA TODOS LOS FRENTES POSIBLES,
INCLUSIVE CORRINDOSE A LA OTRA VENTANA.
AURORA: A ADOLFO. Usted no habr tenido la mala idea de...
ADOLFO: Cmo? Seora, estoy arriesgando mi vida aqu.
AURORA: Digo, porque el otro da usted dijo algo que ahora me hace pensar.
ADOLFO: Seora, le propongo que sumemos los hechos, y rpidamente, antes de que sea
tarde. Cuando me encontr con usted dije muchas cosas, porque tena muchas cosas que
decir. Era natural, estaba en juego algo muy importante para mi amigo.
AURORA: Pero usted digo algo que...
ADOLFO: INTERRUMPINDOLA. CASI VIOLENTAMENTE. No me mezcle en hechos
desgraciados.
ENRIQUE: SIN DEJAR DE MIRAR AFUERA. Qu pasa, che? Cmo es la cosa? Qu te
dijo l, Aurora?
ADOLFO: A AURORA. Lo ms atinado es que usted piense en su propia realidad, en sus
propios hechos, y saber que son de su exclusiva incumbencia. Usted est en una isla del Delta
sola con dos hombres y afuera hay un hombre dando vueltas como una fiera acorralada. Esos
son sus hechos. Enfrntelos. No me meta a m por el medio.
AURORA: Usted vino a casa y ahora mi marido est ah afuera.
ADOLFO: Y yo qu tengo que ver?
ENRIQUE: Tranquila, Aurora, por favor. No hags ms quilombo.
AURORA: Tiene que ver, por las cosas que me dijo.
ADOLFO: Y que puedo repetir.
ENRIQUE: DESDE SU ATALAYA. Pero che, qu me hacen? Ahora se ponen a discutir por
boludeces y el otro anda dando vueltas por ah?
ADOLFO: Seora, no busque culpables. Usted lleg a esta situacin porque se la busc. Por
su propia cuenta y riesgo.
ENRIQUE: DEJA LA VENTANA Y SE LE ACERCA. Adolfo, no le habls as, que est muy
nerviosa. Tranquila, nena, que todava no est confirmado. No lo volv a ver.
AURORA: Seguro que est.
ENRIQUE: Vos qu penss, Adolfo? Vos que sos un tipo fro. Qu impresin tens? Qu
hago?
ADOLFO: Lindo momento para preguntar, cuando ya est todo cocinado. Estamos corriendo
mucho peligro, es todo lo que te puedo decir. A lo mejor ese tipo est armado.
AURORA: MUY NERVIOSA. S, est armado. Yo lo conozco mucho. Es un atropellado, un
inconsciente. Cuando se le da, no piensa en nada.
ENRIQUE: Y ahora qu hacemos, Adolfo?
ADOLFO: No s, a lo mejor viene a dialogar. Tal vez est consternado y no entiende bien lo
que pasa.
ENRIQUE: Si quiere dialogar, por qu no entra?
ADOLFO: Qu s yo. Puede ser que no est iracundo, tambin. En una de esas est dispuesto
a negociar. Viene a ofrecer batalla, a luchar por su mujer, pero en el terreno de las
discusiones...
AURORA: Usted cmo sabe todo eso?
ADOLFO: No lo s, lo estoy suponiendo.
AURORA: No, usted lo sabe. Lo sabe perfectamente. Porque usted habl con Alfonso, usted le
cont todo.
ENRIQUE: Aurora, qu decs?
AURORA: FRENTICA. No te das cuenta? El le cont todo, Enrique.
ADOLFO: No es verdad.
AURORA: Alfonso est ah porque l le dijo que bamos a venir. Cuando vino a casa la otra
vez, me dijo que se lo iba a decir, que iba a escribir una novela, que nos iba a hacer famosos,
que Alfonso se iba a maravillar.
ADOLFO: Era una fantasa.
AURORA: COMO ILUMINADA. Se lo dijo, creeme, l se lo dijo!
ENRIQUE VA HACIA ADOLFO. SE ENFRENTAN.
ENRIQUE: Vos se lo dijiste, Adolfo?
ADOLFO. Esa duda es ofensiva.

21

ENRIQUE: CONVENCIDO, ASQUEADO. Se lo dijiste. Fija que se lo dijiste. Me cagaste, Adolfo.


Me cagaste... PAUSA. Y ahora qu hago yo?
SE DECIDE Y VA HACIA LA PUERTA.
AURORA: UN GRITO. No! No salgas, Enrique!
ADOLFO: S, sal! Enfrentalo!
ENRIQUE VA DECIDIDAMENTE HACIA LA PUERTA, Y LA ABRE VIOLENTAMENTE.
AURORA DA UN GRITO, ASUSTADA. DEL OTRO LADO APARECE LA VISIN FANTSTICA
DE TULIO CON TODAS LAS SEALES DE UN HOMBRE AHOGADO: HINCHADO, EL
CUERPO VERDOSO, LOS OJOS CASI FUERA DE LA CORNEA, CUBIERTO DE ALGAS.
UNA APARICIN REALMENTE IMPRESIONANTE. AL MISMO TIEMPO, UN RAYO Y UN
TRUENO. ENRIQUE, ASUSTADO, RETROCEDE Y LUEGO ATINA A CERRAR LA PUERTA DE
UN GOLPE, APOYNDOSE EN ELLA, CON SU HUMANIDAD DESNIVELADA. NO ACABA DE
HACERLO, QUE TINA ABRE LA PUERTA Y SEMEJA OTRA APARICIN EXTRAORDINARIA:
APENAS CUBIERTA CON UNA TRUSA Y SU PAR DE BOTAS, APARECE MOSTRANDO UNA
DE LAS MACETAS DE TULIO.
TINA: IRNICA. As que personas serias, no? Eso es lo que dijiste, que eran personas serias.
MUESTRA LA MACETA. Me sacan de una duda?... Cul de las personas serias es la que se
entretiene cultivando marihuana?... Me gustara saberlo.
ENRIQUE Y ADOLFO QUEDAN DE UNA PIEZA, SIN RESPONDER, IMPACTADOS. UN
NUEVO RELMPAGO. LE SIGUE UN TRUENO.
Segundo Acto
HA PASADO UN TIEMPO Y YA NO LLUEVE. ADOLFO EST COLANDO CAF EN UN
COSTADO DE ESCENA, SOBRE UN CALENTADOR DE TIPO GARRAFITA. TINA CUBIERTA
APENAS CON UN SUETER DE HOMBRE QUE LE HAN FACILITADO Y SUS BOTAS DE
LLUVIA, EST EN MEDIO DE LA ESCENA ESTUDIANDO EL EFECTO DE LAS GOTERAS.
DE PRONTO COMIENZA A ARRINCONAR LOS RECIPIENTES, ENCIMNDOLOS UNOS
CON OTROS. ADOLFO, SIN DEJAR DE COLAR EL CAF, LA OBSERVA CON DESAGRADO.
ADOLFO: Oiga, qu hace?
TINA: SIN DEJAR SU TAREA. Ya no llueve ms.
ADOLFO: Deje eso como estaba, no toque nada, hgame el favor.
TINA: Pero mir, el techo no gotea ms.
ADOLFO: No importa, puede volver a llover en cualquier momento.
TINA: Es que con tanta porquera por el suelo, apenas si se puede caminar.
ADOLFO: Y por qu tiene que caminar? SE MIRAN.
TINA: por qu tiene que volver a llover? PROSIGUE SU TAREA. No hay que ser tan pesimista.
ADOLFO: ACERCNDOSE CON UNA TAZA DE HUMEANTE CAF. Es cabeza dura usted.
Deje eso y tmese un caf.
TINA: Ya tom uno hace un rato.
ADOLFO: Tome otro, as entra en calor. Se pesc una mojadura muy grande.
TINA: Esper, primero voy a acomodar esto por otro lado. CARGA UNA CANTIDAD DE
RECIPIENTES Y OBSERVA POR DONDE SALIR.
ADOLFO: Primero hay que vaciarlos.
TINA: Vos dejame a m. SALE HACIA LA HABITACIN CONTIGUA.
SE ABRE LA PUERTA DEL BAO Y APARECE ENRIQUE CUBIERTO APENAS CON UNA
TOALLA EN LA CINTURA.
ENRIQUE: HABLANDO EN SORDINA. Dnde est?
ADOLFO: SEALANDO. Fue para all.
ENRIQUE: QUITNDOLE LA TAZA DE CAF DE LAS MANOS. Al fin me das un caf. BEBE
UN SORBO. Y, qu tal, cmo anda la cosa?
ADOLFO: Qu cosa?
ENRIQUE: La piba, Es de carrera, no?
ADOLFO: No s, ni me interesa. Y vos, and a vestirte, no des espectculo, que ahora no
estamos solos.
ENRIQUE: Recin me ba, me estoy secando.
ADOLFO: Perfecto, pero and a secarte adentro. Secarte es una accin ntima.

22

ENRIQUE: Por qu no se lo dijiste a ella, hace un rato? O para desnudarse aqu hay hijos y
entenados? BEBE UN SORBO DE CAF Y LE DEVUELVE LA TAZA. Tom.
SE METE EN EL BAO Y DE LA HABITACIN CONTIGUA EMERGE TINA CON UN
ALMOHADN EN LAS MANOS.
TINA: En la otra habitacin tambin hay goteras. Mir cmo se puso este almohadn. Por qu
no arreglan el techo?
ADOLFO: Aqu en las islas es difcil conseguir mano de obra.
TINA: DEJA EL ALMOHADN Y LE TOMA LA TAZA DE CAF. Eh? qu pas?
ADOLFO: Me me lo tom yo. Enseguida le sirvo otro. VA A HACERLO.
TINA: Pero yo no hablaba de mano de obra. Escuchame, con un tacho de brea, en un par de
horas dejs el techo como nuevo.
ADOLFO: Cuando venimos aqu, nuestro objetivo no es precisamente trabajar.
TINA: CARGANDO UNA NUEVA CANTIDAD DE CACHARROS. Pero por favor: compren la
brea que yo les hago el trabajo el domingo que viene. SALE CON LOS RECIPIENTES.
ADOLFO: CAMINANDO CON OTRA TAZA DE CAF. El domingo que viene? Usted piensa
volver el domingo que viene?
SE ABRE LA PUERTA DEL BAO Y APARECE AURORA ENVUELTA EN UNA TOALLA QUE
LE VA CASI ESTRECHA.
AURORA: Eh, usted estaba aqu? Es para m?... TOMA LA TAZA.
ADOLFO: Este no estaba Enrique ah?
AURORA: S, qu loco. BEBE EL CAF. Se meti cuando me estaba baando. HACIA
ADENTRO. Henry, ac te buscan.
ADOLFO: No, djelo, que yo.
AURORA: Si ya est. Se ba junto conmigo. Es un loco. LE DEVUELVE. Muy rico, muchas
gracias.
AURORA VA HACIA LA HABITACIN CONTIGUA. POR EL CAMINO SE CRUZA CON TINA
QUE REGRESA DESDE ALL.
TINA: No es que ustedes vienen todos los fines de semana?
ADOLFO: S.
TINA: Bueno, por eso dije que el domingo que viene. Si no, te lo hago maana mismo. LE
TOMA LA TAZA DE CAF.
ADOLFO: No, nosotros nos vamos con la ltima lancha de hoy.
TINA: Muy bien, pero no dejen pasar ms las cosas. Se va a arruinar la casilla con tanta gotera.
ADOLFO: Hace como diez aos que est as y nunca pas nada.
TINA: Todo tiene diez aos aqu? La marihuana primero y ahora las goteras?... No ser que
cultivan las dos cosas?
ADOLFO: Ya se le explic lo de la marihuana no insista sobre el tema. No es gracioso.
TINA: De acuerdo, pero quin se va a tragar semejante cosa? Un cultivo de marihuana no se
mantiene slo durante diez aos. BEBE Y DEVUELVE LA TAZA. Pero no importa, yo me lo
creo todo. TOMA OTROS DOS RECIPIENTES Y VA HACIA LA HABITACIN CONTIGUA.
ADOLFO: ELEVANDO EL TONO A MEDIDA QUE ELLA SE ALEJA. Y si no lo cree es
problema suyo! Aqu nadie se preocupa por su credulidad!
SE ABRE LA PUERTA DEL BAO Y REAPARECE ENRIQUE.
ENRIQUE: PREOCUPADO, EN TONO BAJO. Qu pasa?
ADOLFO: Es una mocosa inaguantable.
ENRIQUE: Piantada.
ADOLFO: No, insoportable.
ENRIQUE: Piantada, no me digas. A los dos minutos de estar aqu se desnud. Flor de
piantada. Y hay que aprovecharla LO PALMEA ENTUSIASTA. Salvamos el fin de semana,
viejo.
ADOLFO: Yo no tengo nada que salvar.
ENRIQUE: Mejor, mejor: vos abrite. Las mocosas son mi especialidad.
SE METE EN EL BAO. DEL CUARTO CONTIGUO VIENEN LAS RISAS Y PROTESTAS
SENSUALES DE AURORA, QUIEN APARECE COMO CORRIDA. TODAVA CON LA TOALLA.
AURORA: TODAVA RIENDO. Enrique, por favor!... Adolfo, usted que lo maneja bien, dgale
que me deje tranquila un momento. No me deja mover, no me puedo cambiar; todo el tiempo
dando vueltas a mi alrededor, como un moscardn.
POR DETRS DE ELLA APARECE TINA Y SE PARA EN EL QUICIO DE LA PUERTA.
TINA: No te va a molestar si hago la cama, no?
ADOLFO: No toque nada, deje todo como est.

23

AURORA: Yo no toco nada, dgale a l. Est como un loco.


TINA: No seas antiptico, no lo hago por ustedes, lo hago por m. Me entretengo, entro en
calor. ENTRA AL CUARTO CONTIGUO.
AURORA: Enrique, voy a entrar; tranquilizate, por favor. Mir que Adolfo est enojado. ENTRA
TAMBIN.
ADOLFO: Por favor, no me acredite estados de nimo equvocos.
SE ABRE LA PUERTA DEL BAO Y ALE ENRIQUE, EN CALZONCILLOS.
ENRIQUE: Adolfo, mir, estuve pensando: me parece que no tenemos ninguna bebida, quiero
decir, nada para tomar, y para Por qu no te vas a buscar algo al boliche de Fuselli?
ADOLFO: Bueno, ahora voy. Qu bebida quers?
ENRIQUE: Y, no s, algo para entrar en calor, viste? LE GUIA EL OJO. De paso, comprate
alguna cosita para comer. Y ven tranquilo, sin apuro.
LE HACE SEAS EXPRESIVAS DE QUE TODO ESTA OKAY Y QUE PIENSA APROVECHAR
LA CIRCUNSTANCIA. VA HACIA EL CUARTO CONTIGUO Y ENTRA EN L, NO SIN ANTES
DESPEDIRSE DE SU AMIGO CON GESTO CANCHERO. INMEDIATAMENTE COMIENZAN
A SALIR DE AH VOCES CONFUSAS PERO INEQUVOCAMENTE SEXUALES, MEZCLADAS
CON RISAS, SILENCIOS Y RUIDOS. ADOLFO EST INCMODO, INDECISO, DE MAL
HUMOR. APAGA EL CALENTADOR, CORRE LAS TAZAS, ENTRECHOCNDOLAS, SILBA,
SE ASOMA A LAS VENTANAS. ABRE LA PUERTA, VA A SALIR, PERO REGRESA TINA.
CONTINAN DETRS LAS VOCES DE ENRIQUE Y AURORA.
TINA: No os lo que te estoy diciendo?
ADOLFO: Cmo?
TINA: Que dej las sbanas puesta, aunque estn muy sucias.
ADOLFO: Ah, est bien.
TINA: Y apart la cama de la pared, que tiene una humedad terrible. Perdoname, pero la casilla
se cae a pedazos.
ADOLFO: No importa, el domingo que viene usted arregla todo.
TINA: Tens alguna duda? Dos semanas seguidas que venga aqu, y te la dejo como nueva.
ADOLFO: Qu trabajadora.
TINA: Estuve seis meses viviendo en comunidad, en una casa treinta aos ms vieja que sta,
as que imaginate, para mantenerla en pie aprend de todo.
ADOLFO: S, eso se dice de las comunidades: que aprenden de todo.
TINA: INGENUAMENTE. Aprend artesana, pinto paredes, trabajo el cuero, hago tallas en
madera. Una experiencia fantstica. Mir como tengo las manos. LAS MUESTRA.
ADOLFO: SIN MIRARLAS. S, ya veo. Y lo dems?
TINA: Cmo lo dems?
ADOLFO: RECTIFICANDO LA IDEA ORIGINAL. Quiero decir cmo vivan. Siempre me
interes saber cmo se manejaban internamente en una comunidad.
TINA: La administracin?
ADOLFO: No, la vida, por qu? Viven en casas, todos mezclados, hombres y mujeres.
TINA: Tan mezclados como en el resto del mundo.
ADOLFO: Pero cuando se oye hablar de comunidad, la gente piensa en los hippies.
TINA: Ah, ahora comprendo, son los ratones. No, ngel, eso ya pas, es historia antigua. El
movimiento hippie ya est seis.
ADOLFO: Seis? Qu quiere decir seis?
TINA: Ahora son comunidades de fe. Donde yo viv no haba hippies. Lo nuestro era fe, un
culto. La bsqueda de Dios, de la palabra de Dios.
ADOLFO: Y para encontrar la palabra de Dios hay que encerrarse en comunidad.
TINA: Perdoname: toda comunidad es abierta.
ADOLFO: Perdneme usted: toda comunidad es una forma de aislamiento.
TINA: Lo que quiero decir es que vos al aislamiento de la comunidad le pons un acento
jorobado. Y todos los aislamientos on jorobados HAY UN BREVE SILENCIO.
AHORA LAS VOCES DE LA HABITACIN CONTIGUA SON CONCRETAMENTE SEXUALES.
ADOLFO: No. Todos no.
AURORA: Bueno, basta. Ahora dejame que me voy a baar! SE METE EN EL BAO. No
vengas, vos quedate ah! Quedate ah!
APARECE ENRIQUE Y LASCIVAMENTE SE METE TAMBIN DENTRO DEL BAO.
TINA: Nosotros hacamos artesana, vivamos de lo que fabricbamos y vendamos. Un grupo
trabajaba el metal, otro los lienzos, otro la madera. Yo estaba en cueros.
ADOLFO RE PCARAMENTE.

24

TINA: CON UN GESTO SIMPTICO. En el grupo cueros. Y no haba relajo, no haba fumatas.
No estbamos de orga en orga.
ADOLFO: Yo no suger nada.
TINA: Pero hiciste las preguntas burguesas: cmo vivan, todos mezclados Los tabes de
esta sociedad de mircoles. Hasta cundo vamos a seguir funcionando as? SE LANZA A
CANTAR CON UNCIN, CERRANDO LOS OJOS. Ven rpido, Seor en los pies del
mensajero, djate llevar, llega hasta nosotros. Cntanos tu canto, que lo traiga en sus pies el
hermoso mensajero. Ven rpido, Seor en los pies del mensajero. DURANTE SU CANTO,
ADOLFO MUY PREOCUPADO, GIRA HACIA TODOS LADOS, SE MUESTRA NERVIOSO. LA
PUERTA DEL BAO SE ENTREABRE Y ENRIQUE SE ASOMA Y PREGUNTA QUE PASA
CON UN GESTO. ADOLFO LO TRANQUILIZA. ENRIQUE CIERRA LA PUERTA.
ADOLFO: APLAUDIENDO AL TRMINO. Bravo, muy bien! Muy bien! Hermosa cancin.
TINA: No es una cancin. Es un himno. Los pies del Mensajero.
ADOLFO: S, ya o.
TINA: Y en el culto est prohibido el aplauso. La vanagloria y la autocomplacencia estn
abolidas.
ADOLFO: Deb imaginrmelo. Le pido disculpas.
TINA: No tiene importancia. Ya no pertenezco al culto.
ADOLFO: Perdi la fe.
TINA: No, me cans.
ADOLFO: De cantarle a los pies?
TINA: No ironices sobre eso, no te lo voy a permitir.
ADOLFO: No ironizo; supongo. Dejo volar mi imaginacin.
TINA: Una busca la fe donde cree que est, donde piensa que se da con nuevas formas, con
otro estilo Pero no; la gente es desleal y corrupta en todos lados, estamos muy bien batidos,
muy bien mezclados. Hijos de puta hay en todas partes.
AMARGADA, ABRE LA PUERTA Y SALE UNOS SEGUNDOS AL EXTERIOR. ENRIQUE SE
ASOMA NUEVAMENTE.
ENRIQUE: Qu pasa, porqu grita?
ADOLFO: Por una pavada que le pregunt.
ENRIQUE: Pero qu hacs? No me la pongs nerviosa. Primero canta, despus grita. Dejala
tranquila.
VUELVE TINA. ENRIQUE SE ESCONDE RPIDAMENTE.
TINA: Despus de todo, mirndolo bien, tens razn. Segu pensando mal de las comunidades.
No ests equivocado, sigue habiendo relajo. Solo cambiaron las etiquetas, y algunos
personajes, pero la tanga sigue siendo la misma, mezclar sexo y fe. Y conmigo no va.
ADOLFO: Es decir, si mal no colijo, que lo pies del mensajero eran lascivos: caminaban
siempre para la cama.
TINA: Pero yo saqu una gran enseanza.
ADOLFO: Qu duda cabe.
TINA: Porque soy una tipa positiva, saco conclusiones aunque sea de hechos desagradables.
ADOLFO: Como las almejas.
TINA: No entiendo.
ADOLFO: Las almejas le sacan cosas positivas a algo tan cruelmente desagradable como la
arena. Qu menos poda ocurrirle a usted con una comunidad?
TINA: Sabs que me tens harta con tus ironas?
ADOLFO: Debe ser que usted me da las chances.
TINA: Yo tambin podra ponerme sarcstica con la vida que hacen ustedes aqu.
ADOLFO: Y usted qu sabe de nuestra vida?
TINA: Pero puedo empezar a suponer, como hacs vos. Dos tipos solos aqu, aislados.
ADOLFO: Y usted por qu supone que estamos solos?
SE ABRE LA PUERTA DEL BAO Y SALE AURORA, VISTIENDO AHORA SU BIKINI.
AURORA: Dice Enrique si fue preparando el asadito Adolfo, que tiene hambre.
TINA: Porque anduve por toda la casa y no vi ni un solo indicio femenino. Yo tambin observo,
no me chupo el dedo.
AURORA: Si no hizo nada, no importa, djelo que lo hago yo. Dnde est el carbn o la lea?
No s lo que usan.
ADOLFO: La lea de aqu no sirve. Es toda madera verde.
AURORA: Bueno, entonces habr carbn. Dgame cmo hago.
ADOLFO: Cmo hace? No, deje: aqu el asado lo hago siempre yo.

25

AURORA: Hago la ensalada, entonces. AMAGA SALIR A OCUPARSE.


ADOLFO: No, tampoco. La ensalada la hace muy bien Enrique. La condimenta muy bien. Va a
ver, djelo.
AURORA: Y entonces, qu hago?
ADOLFO: Nada, vaya por ah; tome sol. AURORA HACE UN GESTO DE IMPOTENCIA Y
SALE. A TINA. La convivencia no es chiste. Pero aqu viene mucha gente. Incluso chicas y qu
se yo.
TINA: Ah, mir que bien. Como mi amigo el de la casa verde. Si hasta te veo verde y todo.
ADOLFO: Ya la dej ser sarcstica, vio? Ahora le explico algunas cositas. GIRA LA CABEZA
HACIA EL BAO, BAJA EL TONO HASTA HACERLO CMPLICE, SE ACERCA MUCHO A
ELLA. Ocurre que mi amigo, que es copropietario de la casilla, ha entrado con mal pie en la
edad crtica.
TINA: Vamos, si es un tipo joven todava. A lo sumo tendr la edad de mi viejo. Y vos por ah
ands.
ADOLFO: SECRETSIMO. Est frisando los cuarenta.
TINA: Igual que mi viejo. Mi viejo tiene cuarenta y cinco.
ADOLFO: MOLESTO. Cuarenta y cinco no es lo mismo que cuarenta. Y yo dije frisando los
cuarenta. En cinco aos pueden ocurrir infinidades de hechos crueles que contribuyan a la
decadencia humana.
TINA: Y su amigo est decadente? Ya, tan pronto?
ADOLFO: Supongo que algunas constancias de temprana decrepitud senil han llamado a u
puerta. Y eso lo pone de permanente mal humor. Mucho ms cuando una presencia femenina
le ronda. Porque en ese caso siente a pleno su mengua. Me entiende?
TINA: So un complicado. No pods hablar ms cortito?
ADOLFO: Observe por ejemplo, que hace un rato largsimo que se ha encerrado. Apareci
usted y enseguida fue a encerrarse. Le parece lgica una actitud as? Ve una chica y e
esconde, huye. Para qu voy a invitar chicas aqu? Para amargarlo? Para menear delante
suyo el cencerro de la envidia? No, es mi amigo; no puedo hacerle eso.
TINA: CRDULA. Pobre tipo. Y parece tan saludable, tan espontneo, tan vital.
ADOLFO: Es un histrin.
TINA: Fijate un poco. PENSATIVA. A lo mejor a mi viejo le pasa lo mismo. Me ve a m y se
amarga. Siempre me mira con cara de asco. Ser por eso que me tiene bronca?
ADOLFO: En estos casos nunca es conveniente generalizar.
TINA: Quiere decir que vos sacrifics tus fines de semana simplemente por amistad?
ADOLFO: UN MRTIR. Pero lo sobrellevo, no crea. Tengo mi temple.
TINA: Ahora que lo pienso, le debo haber cado como la mona. Me debe odiar.
ADOLFO: No creo. El odio es un acto apasionado, compulsivo, y l huye, se encierra. No da la
cara.
TINA: Yo me tendra que ir. No puedo ir caminando hasta la casa verde?
ADOLFO: SU PLAN. No, usted no se va. Usted es mi invitada. Si l mira con malos ojos, usted
no le haga caso. Vea, Enrique tiene un sistema: l enseguida se enoja. Usted djeme a m, yo
lo voy a frenar. En todo caso usted repita que se queda por m, entendi?
TINA: IMPACTADA. No me lo esperaba de vos. Todava no te tengo calado. Como empezaste
agredindome tanto
ADOLFO: No, usted me cay muy bien. Es muy simptica, rebosa vitalidad, contagia alegra. Y
eso del culto y de la fe, qu interesante. Qu le parece si cantamos a do lo del pie del
mensajero?
TINA: Los pies. Son dos.
ADOLFO: De acuerdo, pero si hacemos un do yo tomo un pie, usted el otro y sale el par.
LOS DOS SE REN UN MOMENTO. SE ABRE NUEVAMENTE LA PUERTA DEL BAO Y
APARECE ENRIQUE VISTIENDO TRAJE, CAMISA Y CORBATA. SU PEINADO ES MUY
CUIDADO. UN EFECTO DISONANTE.
ENRIQUE: BUSCANDO UN EFECTO. Adolfo.
HAY UN CLIMA; ADOLFO TEME HABER SIDO ESCUCHADO POR EL AMIGO. TINA
SORPRENDIDA POR LA VISIN.
TINA: Upa! Robert Redford aqu con nosotros y yo sin saberlo! SE CORRIGE EL SUETER,
SE TOCA EL CABELLO IRNICAMENTE. Ay, cmo estoy, cmo se me ve?... Me tom por
sorpresa.
SALE CORRIENDO Y SE METE AL BA, ANTE LA SONRISA SEMI-CANCHERA DE
ENRIQUE.

26

ADOLFO: Qu queras?
ENRIQUE: INGENUAMENTE PRESUMIDO. Parece que mat.
ADOLFO: RETACEANTE. S, parece que s.
ENRIQUE: UN CODAZO. Viste como un pilcha nunca est de ms?... Aprend gil, anotala
sta de una vez por todas.
ADOLFO: Me penss dar una clase ahora?
ENRIQUE: No, te quiero pedir un favor. Se rean, recin. De qu se rean?
ADOLFO: De cosas. Qu quers?
ENRIQUE: Ven un poquito. LO LLEVA A LA PUERTA, LA ABRE, SEALA HACIA FUERA. Baj
bastante. Ya e puede ir caminando hasta el boliche de Fuselli. Por qu no te comprs una
botellita de algo?
ADOLFO: Otra vez?
ENRIQUE: Cmo otra vez?
ADOLFO: No, nada.
ENRIQUE: SACANDO DINERO. Una copita siempre viene bien. Dale, hacelo por m`i. La
quiero reventar, viste? Toma la guita. SONRE CANCHERO. Esta va a pagar por unas
cuantas. Eh, no te parece? LO PALMEA. ADOLFO SALE DE MALA GANA AL EXTERIOR
CASI EMPUJADO POR ENRIQUE. ESTE CIERRA LA PUERTA Y DA UNOS RETOQUES A SU
ATUENDO. LA PUERTA VUELVE A ABRIRSE. VUELVE ADOLFO. Qu pasa?
ADOLFO: El impermeable, por las dudas.
DESCUELGA UN IMPERMEABLE DE UNA PERCHA Y VUELVE A SALIR. ENRIQUE VA A LA
PUERTA DEL BAO.
ENRIQUE: Oiga, no quise impresionarla. La ma es una percha que necesita ayuda. Pero usted
no. Usted est sabrosa de cualquier manera. Dele, salga.
LA PUERTA DEL BAO SE ABRE DE PRONTO Y APARECE NUEVAMENTE LA VISIN
FANTSTICA DE TULIO AHOGADO. ENRIQUE DA UN SALTO HACIA ATRS, ASUSTADO.
TULIO: CON VOS ESTRANGULADA. Socorro! Hijos de puta!... Me ahogo!
ENRIQUE CARGA SOBRE LA PUERTA Y LA VUELVE A CERRAR DE UN GOLPE. SE ALEJA
UNOS PASOS. LA PUERTA VUELVE A ABRIRSE. ENRIQUE DA UN NUEVO BRINCO, PERO
QUIEN SALE AHORA ES TINA VESTIDA DE UNA FORMA ABSURDA, CON LA ROPA QUE
PUDO ENCONTRAR POR AH. ENRIQUE TRATA DE DISIMULAR.
TINA: Te asust?
ENRIQUE: No, que va a asustar.
TINA: FINGIENDO TRISTEZA. Entonces no estoy impactante como vos? Ah, no; yo quiero
estar impactante.
ENRIQUE: SONRIENTE. Est, est se lo digo yo.
TINA: Que me lo diga tu amigo, a l le creo ms. Dnde est?
ENRIQUE: Sali, tuvo que salir. Fue a hacer una una diligencia. Fue hasta el boliche que
est en el muelle de las lanchas de pasajeros.
TINA: Pero cmo l pudo salir?... VA HACIA LA VENTANA.
ENRIQUE: PREOCUPADO. El s, porque conoce el camino, las pequeas trampitas que hay
que hacer. El puente por ejemplo, hay que saber pasarlo cuando llovi. Uno que desconozca,
capaz que se cae al ro. Est muy resbaloso. No, el que sale, tiene que conocer.
TINA: Y qu fue a hacer?
ENRIQUE: A comprar una macanita. Porque l tiene la culpa de que estemos sin provisiones.
Nunca piensa en lo que falta. No tiene iniciativa. No mueve un dedo si yo no le ando detrs.
TINA: Sin embargo, hace un rato casi se comprometi conmigo a venir a arreglar el techo el
domingo que viene.
ENRIQUE: SORPRENDIDO. El techo? Sabe las veces que le lo prometi a m?
TINA: Pero ahora es distinto. Se comprometi con una mujer, y con una mujer las cosas son de
otra manera. A menos que vos pienses distinto.
ENRIQUE: La verdad que yo, los compromisos con mujeres
TINA: S, ya me cont tu amigo.
ENRIQUE: Qu le cont?
TINA: Lo que te pasa con las mujeres.
ENRIQUE: Ah, s? Y a m qu me pasa con las mujeres?
ENTRA CORRIENDO AURORA, EN BIKINI, Y SE COLOCA CERCA DE UNA VENTANA.
AURORA: MUY NERVIOSA. Cmo iba a encontrar justo esta casa, de casualidad, a dos
horas de lancha del Tigre, Enrique? No seas ingenuo. Vino orientado; se lo dijeron. Y el nico
que se lo pudo decir es Adolfo, porque era el nico que lo saba.

27

ENRIQUE: A ver, pasemos las cosas en limpio.


TINA: Primero prometeme que no te vas a ofender.
ENRIQUE: Vamos, sigamos; si uno se pone a hablar, tiene que seguir hablando.
AURORA: Alfonso nunca dud, jams tuvo sospechas de nada!... Nunca le di motivos! Esta
es una alcahueteada! Y vos sabs de quin. El se lo dijo!
TINA: Cada uno tiene sus propios problemas y sabe cmo arreglrselas.
ENRIQUE: Pero qu es lo que dijo?
AURORA: Todo, le dijo todo! Hasta habl de escribir una novela! Dijo que nos iba a hacer
famosos!
TINA: Mir, olvidate, hac de cuenta que no dije nada.
ENRIQUE: Pero l no tiene derecho a irse de boca, no tiene por qu andar hablando de m. Si
yo me meto en problemas son cosas mas.
TINA: Por eso, borr lo que te dije. Cambiemos de conversacin.
AURORA: El se meti, estoy segura, y siempre se va a meter. Yo lo miro, le veo los ojos
cuando estamos juntos; le cae como la mona, no lo puede disimular.
ENRIQUE: Puede ser que me tenga envidia.
TINA: Yo no lo conozco tanto. Y envidia de qu, en todo caso?
AURORA: Pero no te quepa la menos duda. Pero no te envidia por m, te envidia por vos. El no
tiene sangre, es una heladera, nunca se va a jugar por un amor. No es un hombre, le falta lo
que vos sabs.
ENRIQUE: IRACUNDO HACIA TINA. Sabe lo que yo tendra que hacer?
AURORA: Hacrselas pagar!... Hacete valer, que sepa quin sos vos de una vez por todas! Si
no lo hacs, no me mires ms a la cara. SE VA AIRADA.
TINA: Tranquilizate, tomtelo con calma.
ENRIQUE: Vea, ahora yo le digo la verdad y a se se le cae la careta de una vez por todas.
Porque el bocn tiene que morir fusilado con palabras. Aqu, el que tiene problemas con las
mujeres es l. Ya est, se lo dije y chau.
TINA: INCRDULA. No me digas?
ENRIQUE: Es un buen tipo, pero atravesado. Si la mano viene de chamuyo el mata. Pero
cuando hay que E INTERRUMPE. MIRA A LOS COSTADOS, SE INCLINA SOBRE ELLA,
ASUME LAS ACTITUDES QUE ANTES ASUMIERA ADOLFO EN LA MISMA SITUACIN.
BAJA LA VOZ. Para m que tiene un problema fsico. Porque desde un tiempo a esta parte ve a
una mujer y se le pone carne de gallina. Por qu ser esto?
TINA: DESCONFIADA. No s.
ENRIQUE: No me atrevo a decirle que vaya a ver a un mdico. Hay, como se les dice, hay
flojedades de esas que tienen arreglo. Si un tipo entra en la caduta, se le enchufan pichicatas y
sale adelante. Est la rumana esa que es un bocho.
TINA: Pero si l es joven.
ENRIQUE: Ah tiene, debe ser que a l le trabaja mucho la cabeza. Es como el que mueve
mucho los ravioles vio?... Termina despanzurrndolos. En cambio, yo.
TINA: Tens los ravioles enteritos.
ENRIQUE: Estoy hecho un toro, toco madera. Yo, de ah, estoy hecho un tractor. Adolfo y yo
somos como el da y la noche. El, por ejemplo, la vea a usted ah afuera en el agua, y no la
quera dejar entrar. Tuve que insistir para convencerlo. No se acuerda que yo sal primero?
TINA: Cmo se saben el verso ustedes dos.
ENRIQUE: Cmo verso?
TINA: Por qu no vienen de frente? Por qu no dicen la verdad? No se vean en la obligacin
de justificarse solo por el hecho de que tengan una mujer delante.
ENRIQUE: De qu est hablando?
ENTRA TULIO, VESTIDO DE TRAJE, MUY ELEGANTE. SE SIENTA AL LADO DE TINA,
ASUMA UNA DECIDIDA ACTITUD DE SEDUCCIN. PARA ELLA NO EXISTE.
TULIO: Lo mejor que puede ocurrir entre nosotros no es lo que podamos decirnos, sino todo
aquello que podamos tocarnos.
TINA: Cuando se menciona mucho una cosa, da qu pensar. Y aqu, con el sexo de usted, o
mejor dicho con el sexo y ustedes, est pasando algo.
ENRIQUE: QUITANDO DE EN MEDIO A TULIO. Oiga, no vaya a pensar cosas extraas.
TULIO: Ven, quedate cerca de m, que yo voy a hacer hablar a ese cuerpo.
TINA: Del sexo ya no me extraa nada. Est todo descubierto.
ENRIQUE: Epa, un momentito. Vamos despacio con las cosas.

28

TULIO: COLNDOSE ENTRE MEDIO DE AMBOS. Hay cosas que todava puedo ensearte.
Pero no la parte tcnica nicamente, sino un hecho integral.
TINA: A lo sumo, ustedes ejercitarn una de las tantas variantes.
ENRIQUE: QUITANDO DE EN MEDIO A TULIO. Ma qu variante. Aqu somos gente normal.
TINA: Si ya s: gente normal y seria. Lo tengo odo.
ENRIQUE: Somos normales, s seor. Puede faltar alguien orgullo tambin falta la plata no
es mucha
TULIO: OTRA VEZ EN MEDIO. Sabs lo que te ests perdiendo?
TINA: Pero goteras sobran.
ENRIQUE: QUITANDO A TULIO DE EN MEDIO. Y hombra tambin. Aqu hay machos, para
que sepa.
TULIO: BUSCA EL OTRO COSTADO DE TINA. Mis manos son diccionarios, mis dedos una
hermandad curiosa, mi piel un abecedario mudo que slo adquiere el habla cuando te roza a
vos
TINA: Machos y goteras, buena mezcla. Para m un plato lleno.
ENRIQUE: No se haga la graciosa, que usted es muy jovencita para hablar de algunas cosas.
TINA: Yo no insinu nada malo.
TULIO: Lo malo es callar, lo malo es no darse.
ENRIQUE: Ah, no? Le brillaron los ojos, se mand su buena indirecta. Y no se lo voy a
permitir. La amistad con mi amigo es la ms natural del mundo.
TINA: Todas las relaciones son naturales. Hasta la ms audaz.
TULIO: Puedo ser un verso entre tus muslos, un poema en tu pecho.
ENRIQUE TOMA A TULIO DE UN BRAZO Y LO APARTA VIOLENTAMENTE.
ENRIQUE: Ah, no! No se lo voy a permitir! Yo no soy marica!
TINA: Yo no dije nada.
ENRIQUE: Lo dijo todo! Y no me tutee ms! El tuteo suyo es muy paternalista!
TINA: Ser paternalista.
ENRIQUE: No ve que usted amaricona todo?
TINA: El tuteo no es ofensivo. Lo que quiero es comunicarme con vos. Y si te tuteo lo consigo
ms rpidamente, es una valla menos.
ENRIQUE: Ahora me vas a ensear lo que es el tuteo?
TINA: Ahorremos camino, eso es lo que te digo. Si vamos a ser amigos, bueno, la primera en
dar algo quiero ser yo.
ENRIQUE: Dar algo, como si tutear costara tanto. Y no tutear no cuesta nada. Sale fcil, es
gratis. Yo no quiero tutearla.
TINA: Est bien.
ENRIQUE: Por qu tengo que tutearla a los dos minutos de conocerla, si usted es una
chiquilina que no s cmo se llama, ni de dnde viene, ni si merece el honor del tuteo?
TINA: Hac lo que quieras.
ENRIQUE: Si tengo que tutear a una mujer, yo s cuando lo tengo que hacer. Yo no tuteo a la
bartola. Y menos a las mujeres. A una mujer la tuteo cuando ya somos amigos, cuando ya
estuvimos juntos, o cuando hubo un avance, o una tocadita, o SE CONTIENE. Usted me
entiende.
TULIO SE ACERCA A TINA, SE PONE MUY JUNTO A ELLA.
TULIO: Termin con este suplicio, flaca, que no puedo ms.
TINA: Bueno, dale, cumpl uno de tus ritos.
TULIO: Qu tengo que hacer para que seas ma?
TINA: Dale, haceme algo. Tocame, besame, llevame a la cama.
TULIO: Yo saba que tambin estabas loca.
TULIO SE ECHA ENCIMA DE TINA, LA BESA EN EL CUELLO. PERO ENRIQUE LO TOMA
VIOLENTAMENTE, LO EMPUJA HACIA LA HABITACIN CONTIGUA.
ENRIQUE: A m no me cargue! Conmigo no juegue!
TINA: No juego, te lo digo en serio. Si para tutearme tens que tener algo conmigo, hacelo y a
otra cosa
ENRIQUE: LUEGO DE MIRARLA PASMADO. Mire que soy un tipo grande y no un chiquiln de
esos.
TINA: Por favor hacelo de una vez.
ENRIQUE: Despus no se queje si. Usted es una chica y yo
TINA LE TOMA RPIDAMENTE UNA MANO Y LA PONE SOBRE UNO DE SUS PECHOS.
ENRIQUE, TURBADSIMO, QUEDA TIESO Y QUEDA RIDCULO, COLGADO DEL SENO

29

COMO DE UN PASAMANOS. SE ABRE LA PUERTA Y VUELVE ADOLFO, CON UNA


BOTELLA DE GINEBRA EN LAS MANOS.
ADOLFO: DESAGRADADO. Llego a tiempo o para los postres?
ENRIQUE QUITA RPIDAMENTE LA MANO DEL SENO DE TINA. LA MUCHACHA LE SACA
LA BOTELLA DE LAS MANOS A ADOLFO Y SE APARTA NATURALMENTE HACIA LA MESA.
TINA: Es que aqu comen postre alguna vez?
ADOLFO: Porque si incomodo, vuelvo a salir, me entretengo ms por ah.
TINA: TRATANDO DE ABRIR LA BOTELLA. No, con la ginebra ests cumplido.
ADOLFO: QUITNDOSELA. Deje que la destapo yo.
TINA: Valiente, cualquiera lo hace. No es tan difcil.
ADOLFO: Para usted no hay nada difcil, todo lo hace fcil. Como en la comunidad.
ENRIQUE: Qu comunidad?
TINA: Adelante, burguesito, la puerta est abierta.
ENRIQUE: Estbamos hablando del tuteo, no de comunidad.
TINA: La culpa es ma por abrirle el corazn a cualquiera.
ADOLFO: A uno le abre el corazn y al otro le presta un pecho. La cuestin es tener
entretenida a la gente.
TINA: Ahora te vas a poner en moralista?
ADOLFO: No, los moralistas no gustan de vivir en comunidad, y eso yo no lo soporto.
ENRIQUE: Pero de qu comunidad estn hablando? Qu es una comunidad?
ADOLFO: Por favor, Enrique, no interrumpas ms.
ENRIQUE: Pero explquenme!
ADOLFO: No vas a entenderlo, porque es algo de lo que hemos hablado nicamente nosotros
dos.
ENRIQUE: No, ustedes estaban hablando de algo que tambin tiene que ver conmigo. Vos
protestabas porque yo le estaba tocando un pecho. El pecho era de ella, pero la mano era ma.
Hablaban de mi mano, y con mi mano me parece que yo tengo algo que ver! Mi mano toc un
pecho y si se habla de eso, yo tengo que enterarme qu se dice!
ADOLFO: CAPCIOSO. Tu mano no fue la nica que lo ha hecho. Ella tiene el pecho fcil.
TINA: HERIDA. Qu necesidad tenas de decir eso?
ENRIQUE: CONFUSO. Vos vos tambin se lo habas tocado?
TINA: ENFURECIDA A ADOLFO. Aclar eso, por favor.
ADOLFO: Mire que si lo explico, l despus se va por las ramas, y la hace bien grande. Mire
que lo conozco.
ENRIQUE: ILUMINADO. Ah, ahora caigo. Ustedes se conocan de antes! Ya tenan
relaciones! Vos la queras traer, pero como tenemos el pacto de que aqu no entra nadie, le
hiciste fingir lo del salvataje
ADOLFO: A TINA. Vio, qu le dije?
TINA: Vos explicselo bien.
ADOLFO: No, Enrique, no la conoca de antes. La primera vez que la vi fue cuando estaba
ahogndose ah afuera.
ENRIQUE: FEBRIL. Y entonces cuando la tocaste? A lo mejor cuando yo estaba en el bao.
Claro, cuando estaba en el bao, que ella se rea. Se rea porque le tocabas el pecho.
Cualquiera le mete mano; tiene alma de manija, usted.
TINA: Ah, muy bonito. El lo es entre ellos y la que sale mal parada es la tontita.
ADOLFO: Usted no tiene derecho al pataleo.
TINA: Ah, no? Hay discriminacin aqu?
ADOLFO: Su comportamiento es francamente sospechoso de liviandad. Mantiene una
conversacin profunda conmigo, que me hace pensar: caramba, creo que la relacin puede
prosperar, es un ser delicado, criterioso. Pero no hago ms que girar la cabeza y el ser delicado
deja anidar en su pecho la mano lasciva de mi mejor amigo. Es descalificante.
ENRIQUE: PUNTUALIZANDO. Antes de tocarle el pecho yo tambin haba tenido una
conversacin profunda. Que te diga si miento.
TINA: Cuerpo y mente, es una divisin que jams entenders.
ADOLFO: Claro, a lo mejor su cuerpo no se entera de lo que piensa la mente.
TINA: La mente se entera, pero no opina. Por lo menos, no opina siempre.
ADOLFO: Entonces a usted la puede tocar cualquiera?
ENRIQUE: Yo no soy cualquiera.
ADOLFO: Sus viajes en subterrneo deben ser muy divertidos.
ENRIQUE: Yo no viajo en subterrneo. Y termin de echarme tierra, Adolfo!

30

TINA: A lo que est echando tierra es a m.


ENRIQUE: No, a m, yo lo conozco. Quiere demostrar que no tengo categora para tocarle el
pecho.
TINA: A ADOLFO. Parecs inteligente, ubicado pero esa mente machista a la larga te vende.
El cuerpo humano es perfecto, un mecanismo maravilloso, pero es un objeto, una cosa. Pero
no es una idea, un mensaje, una fe, por s mismo, por el slo hecho de existir. A ENRIQUE.
Vos tens algn derecho sobre m despus de haberme tocado una teta?... A ver, tocame de
nuevo. Dale. LE QUIERE TOMAR UNA MANO A ENRIQUE, PERO ESTE SE NIEGA
APARTNDOSE. Sobre mi cuerpo sigo mandando yo.
ENRIQUE: Un derecho tengo: puedo tutearla, se acuerda?
TINA: Para eso lo hicimos; dale, tuteame.
ADOLFO: Por favor, Enrique, no la desaires. A ella le encanta que la toquen y que la tuteen.
TINA: Que viejos son.
ADOLFO: REPENTINAMENTE FURIOSO. Le recomiendo que empiece a medir el valor de las
palabras, manejarse con prudencia, no diga cosas que suenen fuerte y que no pueda
sostenerlas luego. Porque llegado el caso, ni su edad, ni su condicin de mujer, la van a poner
a salvo de una patada en el culo.
HAY UN MOMENTO DE TENSIN. TINA MIRA TRISTEMENTE A ADOLFO, QUE LE
MANTIENE LA MIRADA. LUEGO VA LENTAMENTE HACIA LA SALIDA. ENRIQUE LA SIGUE
INTEMPESTIVAMENTE.
ENRIQUE: No, espere, no se vaya. No puede irse, el ro todava no baj bastante, es peligroso.
Se puede caer, y TINA GIRA HACIA L Y ENRIQUE CALLA, ARREPENTIDO. No, a no es.
En realidad le pido que No se vaya, por favor. Aqu la la necesitamos.
ADOLFO: SECO, TORVO. Habl por vos.
ENRIQUE: La necesito, digo, la usted me hizo bien desde que lleg. Bueno, me sent bien. Y
eso es importante para un No entiende?... No se enoja por lo que dije?
TINA: SENSIBILIZADA. Cmo me voy a enojar? Si lo que dijiste es hermoso. Te necesito,
dijiste.
ENRIQUE: Bueno, a lo mejor pero en fin.
TINA: SE LE ACERCA, LO MIRA INTENSAMENTE. Vos me gusts, sos de los mos. No te
guards nada. LE ACARICIA UNA MEJILLA. Te quiero.
ENRIQUE: Eh
TINA: Te quiero, en el mejor sentido. Tens una hermosa mirada, cmo te llams?
ENRIQUE: Enrique. Enrique Micciola.
TINA: CIERRA LOS OJOS Y SE LLEVA UNA MANO AL CORAZN. Enrique Micciola. BREVE
PAUSA, ABRE LOS OJOS. Acabo de grabarlo para siempre en mi corazn.
ENRIQUE: Entonces se queda, te queds, se queda?...
HAY UN SILENCIO. TINA MIRA A ADOLFO. ESTE LE LANZA UNA MIRADA HUIDIZA.
EQUIVOCANDO EL SENTIDO DE ESAS MIRADAS. Por l no se preocupe. El no va a
molestar. Ya pas otras veces. Se tiene que acostumbrar a la idea y chau. Aqu ahora hay una
mujer, con l la cosa no va, le toc perder, paciencia. Se va a acostumbrar, le juro.
TINA VA HACIA ADOLFO. SE PARA FRENTE A L.
TINA: Vos sos diferente.
ENRIQUE: No importa; l no va a molestar. No se preocupe.
TINA: SIEMPRE A ADOLFO. Tens ms recovecos, sos duro, difcil.
ENRIQUE: S, es un desastre.
TINA: Pero tambin tens algo hermoso en la mirada. ADOLFO LA MIRA INTENSAMENTE.
Como una desesperanza, un miedo.
ENRIQUE: No, ojal tuviera miedo.
TINA: CON FERVOR. A vos tambin te quiero.
ENRIQUE: Pero qu estamos haciendo?
TINA: Los quiero a los dos. Me gustan los dos.
ENRIQUE: Pero no puede ser. Cmo va a querer a los dos? Recin dijo que me quera a m.
Me toc la mejilla. A l no le toc la mejilla. TINA ACARICIA LA MEJILLA DE ADOLFO. ESTE
TOMA LA MANO Y LA RETIENE SOBRE SU ROSTRO. Bueno, una mejilla tampoco tiene
importancia. Dijo que ramos iguales. Eso es brbaro, congeniamos. Yo la vi ahogndose ah
afuera y la hice entrar. Contalo, Adolfo., Le sonre de entrada. Usted tambin. Simpatizamos,
acurdese.
TINA: Los quiero a los dos.

31

ENRIQUE: Le prest mi pulver, le hice el primer caf Me puse el traje. SONRE


TRISTEMENTE. Robert Redford, dijo.
TINA: Me gustan los dos.
ENRIQUE: Pero no puede ser! Habl vos Adolfo!
ADOLFO: Es su decisin, Enrique. No te opongas ms.
ENRIQUE: Claro, ahora ests agrandado. Pero siempre estuviste en contra. Mocoa de
porquera, dijiste. Engrupida y no s cuantas cosas ms.
ADOLFO: A TINA. Lo que ocurre es que jams compartimos nada. Y menos en estas
cuestiones. Eso es lo que quiere decir Enrique.
TINA: No importa, se aprende; empiezan hoy.
ENRIQUE: Oiga, a lo ltimo me voy a engranar: o estamos jugando.
TINA: El planteo es ese: los tres o nada.
ENRIQUE: Esta es mundial! Es la primera vez que escucho una cosa as.
TINA: Ese cdigo machista qu pequeo es. Todava les sirve el yo la vi primero. La felicidad
en grupo es inconcebible, asquerosa. Qu lstima, les falta grandeza.
ENRIQUE: Ah, ? Y la grandeza cual es, en que cosiste? En ser cornudo conciente?
TINA: No quiero discutir. La mina dice: me gustan los dos. Y arrglense. SONRE. A ver se
cdigo, muchachos. Y ahora? De quin es la mina? A quin pertenece?... Est rica, es
tiernita, el triunfador lo puede pasar muy bien con ella E PASEA POR ENTRE ELLOS. Pero
cmo se la reparten?... A las pias, con un cuchillo? O se la juegan a la pulseada? No, mejor
desempatan a cinco penales Vamos seores, a ver esa imaginacin, que el premio es
grande!
ADOLFO: A lo mejor usted pretende que no optemos, que dejemos correr las cosas a la que te
criaste, que desmintamos todo el mecanismo de la sociedad moderna, que desechemos todo
orden y planeamiento.
TINA: En el amor tiene que haber orden y planeamiento?
ADOLFO: Siempre los hubo, por eso nos diferenciamos de las bestias.
TINA: No hagas las cosas tan formales Dej que florezcan los sentimientos, que tengan
libertad.
ADOLFO: Vea, no quiero ofenderla, pero me parece que usted ha ledo demasiada literatura de
ficcin.
TINA: Bueno, est bien. Pero aqu la verdad es una sola, por lo menos en lo que a m atae:
somos tres o no somos nada. Okey?
UNA BREVE PAUSA. ENRIQUE NO ENTIENDE NADA. ADOLFO MEDITA. SE MIRAN
INTENSAMENTE CON LA CHICA.
ADOLFO: Habla en serio?
TINA: Totalmente.
ADOLFO: Est proponiendo un vnculo tripartito?
TINA: S, por Dios, me cans de repetirlo.
ADOLFO: Bien, en ese caso, al ser tres, hay por lo menos, tres soluciones de convivencia.
TINA: Por lo menos.
ADOLFO: Conviene que nos decidamos por una de ellas. A ver, contabilicemos las directas: A
con B, despus A con C, y finalmente A con B y con C.
TINA: Es un planteo.
ADOLFO: Es decir que en el ltimo aso, A con B y con C, estara implcito un cambio sustancial
de costumbres para B y C.
TINA: Conociendo a B y C efectivamente.
ENRIQUE: Pero de qu estn hablando? Cambiaron de conversacin?
ADOLFO: Entonces, lo que les corresponde a B y C es decidir si se animan a enfrentar esta
ltima posibilidad, que tira por tierra con todos sus esquemas anteriores.
TINA: Ni ms ni menos, vos lo dijiste.
ENRIQUE: Qu es lo que dijo?
ADOLFO: Y si B y C aceptan, se suman con fervor a las nuevas prcticas generacionales.
TINA: Brbaro, muy bien. Aceptan?
ENRIQUE: A ver, che, abran un poco el juego.
ADOLFO: Yo acepto. Me sumo. Agarro viaje.
TINA: APLAUDIENDO FELIZ. Muy bien! Al fin! Te felicito! BESA A ADOLFO EN LA MEJILLA.
ENRIQUE: DESCONCERTADO. Para qu agarra viaje? Y yo? Me quedo afuera, yo?
ADOLFO: No, como te vas a quedar afuera. Los dos agarramos viaje.
TINA. Vos tambin, Enrique?

32

ENRIQUE: Y, no s.
TINA: ABRAZA Y BESA A ENRIQUE. Te felicito, Enrique! Bienvenido a bordo!
ADOLFO: Hay que festejarlo. Vamos a brindar.
ADOLFO VA A BUSCAR LA BOTELLA DE GINEBRA Y UNOS VASOS, ENRIQUE CONFUSO,
SE SEPARA DE TINA Y VA TRAS ADOLFO.
ENRIQUE: Esper un poquito: por qu vamos a brindar? Qu pas aqu? Para qu
agarramos viaje?
ADOLFO: Nosotros aceptamos y ella se queda.
ENRIQUE: Ella se queda? Y vos la acepts? No entiendo. Hace un rato la queras echar de
una patada en el culo y ahora la acepts.
ADOLFO: CON VASOS Y BOTELLA EN LAS MANOS. Ven, primero brindemos y despus te
explicamos.
ENRIQUE: HECHO UNA FIERA. No, primero me explican!... LE QUITA VIOLENTAMENTE LA
BOTELLA DE LAS MANOS. No me vas a llevar por delante otra vez, Adolfo! Otra vez no!... Y
menos con complot!
ADOLFO: Pero qu decs?
ENRIQUE: Cada vez que aparece alguien aqu, vos te asocis con el otro en contra mo!
ADOLFO: Yo podra decir lo mismo.
ENRIQUE: Ya me lo hiciste una vez con la basura esa de Tulio, y estuvieron todo el tiempo
llevndome por delante! APARECE TULIO ENVUELTO EN ALGAS, SOBRE UN TRAJE DE
CALLE Y CON EL ROSTRO VERDOSO. Pero dos veces no te lo voy a permitir! Ahora no!
Ahora es distinto!
ADOLFO: Por supuesto, para vos siempre es distinto cuando hay una pollera de por medio!
ENTRA AURORA Y SE COLOCA JUNTO A LA VENTANA. Porque cuando hay una mujer en el
medio, es la nica oportunidad en que te quers hacer valer! Y siempre me uss a m, con
Aurora, con esta chica y con la que venga! Yo soy el que tiene que poner la cara por vos!
ENRIQUE: A Aurora yo te ped que le hablaras, nicamente! Y vos le hablaste, me
ensuciaste, y encima le fuiste a contar todo al marido, para arruinarnos, porque sos un
envidioso de mierda! Yo te ped que fueras a delatarnos con el marido?
ADOLFO: Y a vos quin te pidi que le hicieras a Tulio lo que le hiciste?
HAY UN SILENCIO, TULIO COMIENZA A GEMIR. TINA EST ASOMBRADA POR LO QUE HA
CRECIDO DELANTE SUYO.
ENRIQUE: TEMBLANDO. Yo qu le hice a Tulio? Me ests acusando? Yo qu le hice a
Tulio? MIRANDO ATERRORIZADO HACIA TULIO. Yo no le hice nada! No le hice nada!
ADOLFO: Acordate bien. Estaban los dos aquella tarde. Qu pas aqu? Vos lo records
perfectamente.
TULIO SIGUE GIMIENDO.
ENRIQUE: No s, no vi nada, no escuch nada. El se fue al ro, yo estaba haciendo la limpieza
aqu arriba, a lo mejor tena la radio puesta, o lavaba los platos, y el ruido, la canilla abierta
ADOLFO: IMPLACABLE. Desde aqu arriba se puede or perfectamente lo que ocurre ah
abajo. Si estabas aqu arriba tuviste que or.
ENRIQUE: No, te juro que no. Estaba concentrado en lo que haca. Vos me conocs, sabs
que yo me me concentro mucho y cuando estoy Le dije que no se fuera a baar, que
estaba haciendo la digestin. Te juro que se lo dije. Pero l era piola, era inteligente, l saba
todo, me mir con cara de asco y se fue igual. Porque a m nunca me daba pelota. Cmo le
iba a dar pelota al bestia de Enrique?... Bueno, ah tens, resulta que no era tan piola, ni tan
inteligente No saba nadar, Cmo es que no saba nadar un tipo tan piola, tan capaz?... Y
no, no saba. No era tan inteligente. Y se fue al ro, y crep. Se jodi solito. Y despus le peda
socorro al bestia, al infradotado! Y el infradotado no lo oy! El infradotado se apiol! No lo
quiso or! No lo quiso or!...
VA TAMBALEANTE HASTA EL FANTASMA DE TULIO Y LO EMPUJA VIOLENTAMENTE
HACIA EL EXTERIOR. AURORA SE VA PRESUROSAMENTE. ENRIQUE QUEDA JADEANTE
EN MEDIO DE LA ESCENA. HAY UNA LARGA PAUSA. EL PRIMERO EN MOVERSE ES
ADOLFO, QUE VA HACIA LA MESA, TOMA LA BOTELLA Y SIRVE TRES VASOS.
ADOLFO: Vamos a brindar. ENTREGA UN VASO A TINA. Por favor.
TINA: Gracias.
ADOLFO LE PONE UN VASO EN LAS MANOS A ENRIQUE. ESTE LO INTERROGA CON LA
MIRADA.
ADOLFO: Hay que brindar, no me oste?
ENRIQUE: Por qu?

33

ADOLFO: Por el nacimiento de una nueva relacin. La de nosotros tres. LEVANTA EL VASO.
Salud.
ENRIQUE: TOMNDOLE EL BRAZO. Un momento. Ella haba hecho un planteo. Cmo era?
ADOLFO: Que la cosa era entre los tres o no era nada. Y fue aceptado.
ENRIQUE: Cmo que fue aceptado? Pero de qu estamos hablando?
ADOLFO: De la relacin amorosa, claro.
ENRIQUE: La relacin entre los tres? Eso de A y B con la C era eso? Hablaban de eso?
ADOLFO: Claro.
ENRIQUE: Los tres en una misma y con con la A, la B y la C?
TINA: A ADOLFO: Explicale todo de una vez.
ENRIQUE: No, no, que no me explique; ya entend todo.
ADOLFO: Y?
ENRIQUE: No voy a poder. No tengo costumbre. Yo siempre estuve en la sencilla, entre dos.
ADOLFO: Yo tambin.
ENRIQUE: Pero entraste por la variante.
ADOLFO: Porque segu el consejo de Tina de que hay que liberarse de los cdigos machistas.
ENRIQUE: Ah, no; si hay que liberarse, yo
TINA: Pero cul es el problema, vamos a ver?
ENRIQUE: Que aqu somos dos hombres y una mujer.
TINA: Menos mal que todava sabs diferenciar.
ENRIQUE: Quiero decir, que somos do contra una.
ADOLFO: Por qu contra? A favor!
ENRIQUE: Vos no te metas, dejala contestar a ella. Cmo es la cosa? Cmo viene el chiste
ste? Es dos contra una o todos contra todos?...
TINA: Bueno, el ideal es todos contra todos.
ENRIQUE: DANDO UN BRINCO. Ah, no! En esa yo no entro!
LOS TRES SE PONEN A ARGUMENTAR AL MISMO TIEMPO SIN QUE SE ENTIENDAN
CLARAMENTE LOS CONCEPTOS. ADOLFO Y ENRIQUE SE ENRROSTRAN COSAS, TINA
ACLARA PUNTOS OSCUROS.
TINA: POR SOBRE ELLOS. Bueno, basta, as no nos vamos a entender!
UN BREVE SILENCIO.
ADOLFO: Si, mejor razonemos.
ENRIQUE: Bueno, razonemos. NUEVO SILENCIO, NADIE QUIERE HABLAR.
ADOLFO: Hay hay infinitas variantes.
ENRIQUE: S, pero saquemos sa.
ADOLFO: Sacamos sa. A TINA. No hay problema? TINA LEVANTA SUS HOMBROS.
ENRIQUE: Y? Entonces seguimos los tres?
ADOLFO: Por m s. Ya lo dije.
ENRIQUE: A TINA. Usted est de acuerdo?
TINA: INCMODA. Perdonen, pero no estamos en la carnicera, este no es un negocio donde
se dice quiero eso, deme de aquello. Esto as no va. Estas cosas no se plantean as.
ENRIQUE: Bueno, hable usted que tiene ms experiencia.
TINA: CASI OFENDIDA. Yo no tengo experiencia.
ENRIQUE: Bueno, entonces busquemos a alguien que nos diga cmo sigue esta historia.
TINA: Estamos en esto porque yo lo propuse, no es as? Porque me niego a optar, porque
nada es potable sobre la base de una infelicidad. Qu puede salir de bueno donde nace la
discordia y no hay real y absoluta integracin? Ustedes eran dos. Magnfico, ahora tratemos de
ser tres. Dios cre el amor, punto. No le pongamos lmite.
ADOLFO: A ver si la entiendo: lo que usted propone es
TINA: INTERRUMPINDOLO. No le demos ms vueltas, por favor. Se vuelve desagradable.
ADOLFO: De acuerdo, muy bien. A ENRIQUE. Ya la oste.
ENRIQUE: El que da vueltas sos vos.
ADOLFO: Porque estabas exigiendo explicaciones.
ENRIQUE: Yo slo? Vos tambin. No te hagas el hombre de mundo, que tens tus ricas
dudas.
ADOLFO: Yo no sera tan terminante.
ENRIQUE: Pero si recin mismo no sabas para donde agarrar. Te vi dudar.
ADOLFO: Habr sido un bloqueo temporario.
ENRIQUE: Y ahora ya se te fue el bloqueo? Quin te ilumino?

34

TINA, TOTALMENTE DESALENTADA POR EL INICIO DE ESTA NUEVA DISCUSIN, LUEGO


DE OBSERVARLOS CONDOLIDA, SALE AFUERA, SIN QUE ELLOS LO ADVIERTAN.
ADOLFO: Pidi hechos, comprensin. No escuchaste su ruego? Era casi una splica.
ENRIQUE: S, se puso a rezar y todo.
ADOLFO: Aqu se trata de no cuestionar ms, Enrique. De que avancemos.
ENRIQUE: Para adnde? Con qu motivo? De qu manera?
ADOLFO: Hemos estado violentando a esta chica.
ENRIQUE: Yo no la toqu.
ADOLFO. No te pongas tan literal; sabs a lo que me estoy refiriendo.
ENRIQUE: Mir, Adolfo: mejor que vos no interpretes sus pedidos ni sus opiniones. Si ella
quiere hablar, si quiere pedir, que lo diga, que lo pida con toda la voz que tiene. Pero ella. Yo la
voy a entender. No necesito traductor. Estamos?
ADOLFO: De acuerdo, no voy a abrir jams la boca en su lugar. No voy a interpretar sus
pedidos. Nunca ms voy a explicarte nada.
ENRIQUE: Bueno, tampoco hay que exagerar. Alguna vez vas a poder opinar.
ADOLFO: Cundo, por ejemplo?
ENRIQUE: Sobre las variante, por ejemplo. Eso no lo entend del todo.
ADOLFO: Est muy claro. Hay tres factores: A, B, y C. Los tres factores.
ENRIQUE: INTERRUMPE. Por ejemplo, dije! Por ejemplo! Pero si est ella, entonces que lo
explique ella!
SE VUELVE HACIA EL LUGAR DONDE ESTABA TINA, PERO LA MUCHACHA YA NO EST
MS.
ADOLFO: Dnde est? VA A SALIR, PERO ENRIQUE LO DETIENE, TOMNDOLO DE UN
BRAZO. Dejame.
ENRIQUE: Esper, esper un poquito.
ADOLFO: Qu pasa?
ENRIQUE: CONFIDENTE. Aprovechemos que no est, pongmonos de acuerdo, hablemos un
poco a solas.
ADOLFO: De qu?
ENRIQUE: CONCUPISCENTE. Est rica, no?
ADOLFO: Shh, habl bajo.
ENRIQUE: Te gusta, no?
ADOLFO: RETACEANTE. No puedo decir lo contrario.
ENRIQUE: Es una bomba.
ADOLFO: MIRANDO DE REOJO HACIA FUERA. Shhh, por favor.
ENRIQUE: Est brbara, tiene un lomo que Y es joven, no tiene ni es joven. Y viene con su
culto, con su Dios y todo. Un negocin. Nos mandamos un negocin, no me jodas.
ADOLFO: EN TONO BAJO. A propsito, Enrique: si se queda vamos a tener que hablar de
otra manera.
ENRIQUE: Sin discutir?
ADOLFO: Cuidando un poco las formas es decir, evitando las malas palabras
ENRIQUE: Vamos a ver.
ADOLFO: No, prometmelo.
ENRIQUE: Eso no es tan importante, Adolfo. Vamos a ser tres, do tipos y una mina; ac van a
pasar ms de una cosa extraa y vos me vens con que no hay que decir malas palabras. Me
parece que ests un poco fuera de cacho.
ADOLFO: Es que tengo miedo de que perdamos la oportunidad por una tontera. Esto es algo
importante, no s si te das cuenta.
ENRIQUE: Ah, entonces la piba te gusta mucho. Dale, reconocelo.
ADOLFO: Me refiero a esto que nace.
ENRIQUE: Est embarazada?
ADOLFO: No te hagas el estpido, estoy hablando en serio.
ENRIQUE: Mir la joda que est por empezar y vos te pons a hablar en serio. Ahora hay que
disfrutarla, no quiero pensar.
ADOLFO: Por lo regular nunca quers pensar.
ENRIQUE: Es que si me pusiera a pensar en algunos momentos Como eso de las variantes.
Porque ese asunto de las variantes, si se piensa bien Las variantes tienen un problema que
en un momento, los dos PAUSA, SINCERO. Cmo es eso de las variantes, Adolfo?
ADOLFO LO ESTUDIA UN INSTANTE, PARA VERIFICAR EL GRADO DE SERIEDAD DEL
PEDIDO.

35

ADOLFO: Vos sabs que me niego sistemticamente a teorizar, pero A ver si lo enfoco bien:
hay dos formas de asumir un tringulo, una relacin de tres; por un lado el aspecto ldico, de
juego ENRIQUE SE TOMA LA CABEZA, SE APARTA, COMO DICIENDO QUE ADOLFO NO
TIENE REMEDIO. No, esper, por favor. No quiero llevarlo para ese lado, pero es esta
formacin de mircoles que tengo, que SE RECOMPONE. De entrada juguemos,
divirtmonos como corresponde saqumosle partido a la tercera en discordia, que es tan
Pero despus debemos enfrentar el otro matiz, no es cierto? Ella lo dijo: ramos dos, ahora
somos tres. Examinemos con profundidad lo que dijo, porque esa chica no habla porque s. A lo
mejor estamos fundando una un SE CONTIENE. Ojo, no confundamos, yo estoy tan lleno
de dudas como vos, a ver si aparezco como un SE CONTIENE. Porque tenemos un buen
arranque. Fijate estos tres das pasados, por ejemplo. Cunta gente conocs que pueda
convivir tres das encerrados, a disgusto, y seguir siendo amigos aos de aos? Muy poca.
Bueno, eso es lo que hay que proteger, prolongar si es posible. Entonces es cuando hace falta
imaginacin y cierta grandeza para SE CONTIENE. No, eso es demasiado Mir, lo
importante es conservar la franqueza, enriquecerla con SE CONTIENE, VE EL ROSTRO DE
ENRIQUE QUE NADA ENTIENDE, INDIGNADO. Pero por qu carajo es que no puedo
hablar con sencillez aunque sea una sola vez en la vida?!...
HAY UNA PAUSA TENA. ENRIQUE FINGE DISPLICENCIA.
ENRIQUE: No importa, dej. Otro da me lo explics.
ADOLFO: Perdoname, pero no Parece que tuviera una SE CONTIENE.
ENRIQUE: Ahora vivmosla y chau. Despus vemos lo que podemos inventar, eh? FINGE UN
GOLPECITO DE BOX. Eh? AMBOS SONREN Y COMO PONINDOSE DE ACUERDO,
SALEN AL UNSONO HACIA EL EXTERIOR. LA ESCENA VACA UNOS INSTANTES. EL
PRIMERO EN REGRESAR ES ADOLFO, LENTAMENTE, CON EL ROSTRO LGUBRE.
LUEGO RETORNA ENRIQUE, QUIEN CIERRA LA PUERTA. NO SE MIRAN. ENRIQUE
GOLPEA LAS BOCAMANGAS DE SUS PANTALONES. Mir como me puse.
ADOLFO: Tambin, quin te manda. Con traje en medio de una inundacin.
ENRIQUE: Ahora el ro ya baj.
ADOLFO: Pero igual est todo lleno de barro.
ENRIQUE: Para el caso es lo mismo.
ADOLFO: Un tipo de traje est de ms en un lugar como ste.
ENRIQUE: Deber ser un castigo divino que tens, todos tus amigos usan traje en la isla.
ADOLFO: Si la indirecta es por Tulio, te digo que al menos l era un tipo de clase.
AL SER MENCIONADO REINGRESA TULIO, DE TRAJE.
ENRIQUE: CAPCIOSO. S, era un genio, un maestro.
ADOLFO: Para algunas cosas s que era un maestro. Al billar, por ejemplo.
ENRIQUE: A m nunca me pudo ganar.
ADOLFO: Porque te cuidaste de jugar contra l. No discutamos pavadas.
ENRIQUE: Tens razn, para qu engranar por boludeces. HAY UNA PAUSA PESADA.
ENRIQUE SALE HACIA EL CUARTO CONTIGUO. DE ALL REGRESA UNOS SEGUNDOS
DESPUS, CON ACTITUD ENTUSIASTA, TRAYENDO EN LAS MANOS LOS JEANS DE
TINA. Mir, Adolfo; mir lo que encontr. Dej los pantalones. No se puede haber ido sin
pantalones. Seguro que los viene a buscar. Vuelve, seguro que vuelve. ADOLFO LE TIENDE
UNA MIRADA CRTICA, CAPCIOSA, COMO DEMOSTRANDO SU ABSOLUTO DESINTERS
EN EL ASUNTO. ENRIQUE CAPTA ESE SENTIDO. ARROJA CON DISPLICENCIA LOS
JEANS. Y si no vuelve, que e joda. Que vaya desnuda por ah. Total, mucho no le cuesta. Flor
de reventada, me di cuenta enseguida. Se desnuda para llamar un poco la atencin, porque si
no
ADOLFO: Un poco delgadita, como Aurora.
ENRIQUE: Aurora era morruda; qu delgadita. Esta es un pescado al lado de la otra.
REAPARECE AURORA, EN BIKINI. SE PONE A REPASAR LOS MUEBLES Y A ACOMODAR
EL AMBIENTE.
ADOLFO: Perdoname, pero Aurora era delgada y bajita.
ENRIQUE: Era morruda. Y alta. Me llegaba hasta aqu SE SEALA LA NARIZ. Me vas a decir
a m?
ADOLFO: No te ofendas, pero era bajita y delgada.
ENRIQUE: Pero por qu lo quers saber mejor que yo, Adolfo? No lo entiendo. Aurora andaba
conmigo, sala conmigo, se acostaba conmigo.
ADOLFO: Decir que es baja y delgada no constituye un juicio de valor. Aurora era una mujer
agradable, no la estoy desmereciendo.

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ENRIQUE: Ma qu agradable, era hermosa. Her-mo-sa.


ADOLFO: Y esta chica tambin. Fijate que las estamos comparando. No te enojes.
ENRIQUE: Pero Aurora tena mejores piernas. Tena unas pierna cmo se dice?
ADOLFO: Ms estilizadas.
ENRIQUE: No, eso es otra cosa. Las piernas de Aurora eran Mir, eran SE DETIENE,
PENSATIVO. Cmo eran?
ADOLFO: Ah, no s. El erudito en Aurora os vos.
ENRIQUE: No, en serio, te digo en serio. Cmo eran las piernas de Aurora?
ADOLFO: No s ni me interesa.
ENRIQUE: Pero ayudame, por favor. Cmo eran? Cmo eran?
LAS LUCES DISMINUYEN, LAS VOCES SE VAN HACIENDO ININTELIGIBLES.

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