Kafka Madriguera

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PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATLICA DEL ECUADOR Facultad de Comunicacin, Lingstica y Literatura Seminario de literatura extranjera La madriguera de Franz Kafka

Jossu Baquero La imposibilidad y la paradoja en La madriguera En La madriguera, el texto se transforma en un agujero que no conduce a ningn sitio; el hogar, como somatizacin del mundo interior del narrador, se construye sobre la amenaza, sobre la constante desterritorializacin. Ms aun, la accin, dentro del universo ficcional que perfila Kafka, es imposible, pues su relacin con el concepto que la desata la reducen al absurdo. Es decir, la complementariedad entre accin y concepto no sucede, puesto que el producto de la una se opondr, fatalmente, a la idea que se ha prefigurado desde el otro estadio; la nica posible relacin entre ambas realidades es la paradoja: la accin desaparece, el concepto se esfuma. De esta manera, mientras la accin sea imposible, tambin lo ser la salvacin. Debe estar claro, sin embargo, que, en La madriguera, lo que hemos propuesto como in-accin1 no es equivalente al detenimiento, sino que se establece como la negacin de la labor. As, no es que el sujeto de la narracin permanezca inmvil, todo lo contrario, sino que su actividad frentica no lo conduce a la concrecin de la idea que ha desatado esta necesidad de accin. En tanto que la actividad no se concreta e imposibilita su propia terminacin, est despojada de su sentido. En ltimo trmino, se establece la improductividad de la condicin activa.

(P)recisamente la precaucin exige que disponga de una salida fcil en caso de emergencia; precisamente la precaucin exige, por desgracia con tanta frecuencia, arriesgar la vida. (Kafka, p. 385)

Esta precaucin que compromete la vida, el agujero que no conduce a ningn sitio, la fortaleza que, al final, no protege, materializan la idea de la paradoja que subyace en el
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En este caso, el trmino no est restringido a la falta de accin. El tratamiento explcito que se hace de la preposicin in pretende establecer de manera especfica una de sus acepciones: indicar negacin.

momento gensico de la accin, en la convergencia de la idea y la actividad, en el encuentro del concepto y la labor. La constante negacin por opuestos irreconciliables no solamente retrata la relacin del sujeto y el entorno, sino del sujeto consigo mismo: su nica esperanza es la huida y su nica ambicin, el asentamiento. Si retornamos al concepto de la desterritorializacin, se evidencia el ejercicio de poder que atraviesa el relato kafkiano. La amenaza externa e interna no es otra cosa que la bsqueda de territorializacin que ha emprendido un Otro. Ese otro que husmea, que remueve la tierra sobre la casa, el presunto depredador, tanto como ese otro que espera bajo la tierra de la casa o detrs de la maleza, han emprendido una labor de conquista, pretenden implantar un sistema jerrquico territorializante. El narrador (una versin kafkiana del propio Kafka) no procura prepararse para un enfrentamiento con el invasor o la amenaza, sino que elabora un sistema de huida y ocultamiento. Si bien es cierto estara dispuesto a atacar a un invasor no lo hara desde adentro, sino acechndolo desde afuera, convirtindose en el depredador. As, el sistema del laberinto subterrneo conduce al sujeto, ineludiblemente, a una especie de constante huida. El laberinto parece obligarlo, acaso de manera paradjica, a escapar de la territorializacin, de un sistema de poder jerrquico: resultado natural de un enfrentamiento (sea que al final el sujeto acabe en el lugar del vencido, o en el espacio del vencedor). No existe espacio para ese habitante de lo subterrneo; la imagen del hogar si se entiende en un sentido amplio el trmino es, apenas, un holograma, una apariencia que justifica su psicosis, su rutina. Sin embargo, como intuimos, la idea de un posible espacio se borronea en la dicotoma irresoluble de su propia condicin dentro de casa o fuera de ella: vive entre la idea de ser invadido, de ser atacado, y la condicin de ser atacante e invasor (de manera ms precisa, la condicin de ser un extrao que ocupa irregular o anormalmente un lugar). El agujero no conduce a ningn sitio, pues es all, precisamente, a donde pertenece.

Bibliografa: Kafka, F. (2001). Cuentos completos (textos originales). Madrid: Valdemar.

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