Adriana Mancini, Silvina Ocampo. Escalas de Pasión PDF
Adriana Mancini, Silvina Ocampo. Escalas de Pasión PDF
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Cmo ha sido escrito eso? Leer, ensea Barthes, es encontrar a nivel del cuerpo, y no de la
conciencia, la forma de mantener abierta esta pregunta. El movimiento de la bsqueda conduce a menudo,
por una va clsica, a reconstruir con placer la potica de la obra. Pero es recin cuando el olvido o la
pereza distraen al lector de ese propsito que el texto irrumpe en sus desbordes y empieza entonces la
lectura de lo que no ha sido escrito todava. La cuestin sobre las formas y los procedimientos que
componen una obra cuestin ineludible de la que todo lector est prendado y a la que siempre retornar
para nutrirse resulta entonces la ocasin de que se manifieste la pregunta por las condiciones que hacen
posible que el texto an se est escribiendo. Cmo ha sido escrito eso? da lugar, en esos casos, a una
duda extrema: cmo seguir escribindolo?, cmo escribir esto?
Una preocupacin decidida por los aspectos constructivos del relato inicia el ensayo de Adriana
Mancini sobre la narrativa de Silvina Ocampo. Luego de un recorrido atento por las lecturas crticas
anteriores, especialmente por aqullas que marcan el principio de un anlisis sistemtico de la ficcin de
Ocampo, y reconociendo all un inestimable punto de partida, Mancini se pregunta Cmo logra Silvina
Ocampo la 'iridiscencia' de sus textos? Cmo concilia la mesura y la complejidad? Qu dicen los textos
que dicen y no dicen? En qu medida la agramaticalidad, la torsin de la sintaxis, la alteracin de la
consecutio temporum, la ambigedad dectica, la variacin del punto de vista son funcionales al contenido
de los textos? La repuesta a estos interrogantes slo puede encontrarse, confa Mancini, mediante un
anlisis minucioso de las estrategias formales
Sin embargo, apenas sealada esta entrada a la narrativa de Ocampo, un desplazamiento
imperceptible se desliza en el planteo de los problemas y desva las intenciones iniciales hacia un sitio
inusitado. Su lectura deja de afirmar que en estos relatos un movimiento preciso y variado de la forma
acompaa los excesos del contenido, para mostrar cmo en ellos forma y materia se amalgaman y
responden a la configuracin barroca del plegado infinito. La figura deleuziana del pliegue, el pliegue
sobre pliegue, que con lucidez Mancini postula como figura capital de la esttica ocampiana, supone una
amalgama (el trmino es suyo) indisociable de forma y contenido sometida al movimiento de un
devenir infinito: una puesta en variacin continua de la materia [que es tambin, al mismo tiempo,] el
desarrollo continuo de la forma (Deleuze).
Leda por Mancini, la literatura de Ocampo cuenta los efectos que la pasin amorosa provoca en los
sujetos enamorados. [] Silvina Ocampo instala y hace actuar a sus personajes en el momento
excepcional, intransferible, obsceno el trmino es de Barthes en el cual el sujeto deseante acepta con
naturalidad que su apariencia es engaosa y que su identidad se desvanece []. La puesta en variacin
continua de este relato determina una metamorfosis permanente de las formas y las ancdotas narrativas.
Estas metamorfosis constituyen el objeto siempre diferido de la escritura de Mancini. Cuando todos los
sentidos de un cuento parecen haber sido designados y todos sus procedimientos haber sido descriptos,
una nueva historia irrumpe como co-relato de la anterior o la expansin de una frase aparecida en l se
convierte en la ancdota de otro relato. Historias de amor y Otras historias de amor, dos de los
captulos centrales de Escala de pasin, presentan el anlisis paciente y riguroso de una serie de relatos en
los que, por un lado, el amor, y por otro, el odio, los celos, la envidia y la venganza, en tanto pasiones
derivadas de la pasin amorosa, deciden el sentido y la realizacin formal de las historias. El curso
minucioso del anlisis adopta la forma progresiva del comentario. Un paso a paso que, alejado de toda
pretensin de exhaustividad (Mancini sabe que no se trata de agotar los sentidos de la obra), esparce las
posibilidades significantes de la narrativa de Ocampo. En ocasiones, un detalle aparentemente menor (la
mencin del nombre de Artemidoro en el cuento Amada en el amado, por ejemplo) abre los relatos a
nuevas interpretaciones, inexploradas por la crtica; en otros momentos, el meticuloso seguimiento de la
deriva sigilosa por diferentes significados de un mismo trmino, procedimiento que la autora identifica
como caracterstico de la esttica ocampiana, teje relaciones insospechadas entre cuentos en principio
distantes. En la narrativa de Ocampo, insiste Mancini, un cuento indica la lectura de otro cuento. Y a ese
impulso se pliega su comentario.
La biblioteca a que apelan estos anlisis es amplia y heterognea. Kristeva, Barthes, Deleuze, Freud
y Bataille junto a textos clsicos sobre el amor (Platn, Stendhal) y una extensa bibliografa dedicada al
problema de las pasiones se cruza con estudios dedicados a cuestiones especficas de retrica y tcnica
narrativa. Con una soltura que no conspira contra la pertinencia y el rigor de los textos convocados,
Mancini dispone de ellos cada vez que la exposicin general de un tpico o el desarrollo de algn aspecto
puntual de los relatos se lo requieren. Rara vez la teora invade su lectura. Escalas de pasin no pierde de
vista que su inters son los cuentos de Silvina Ocampo y que estos cuentos, lejos de resultar un sereno
1
Orbis Tertius, 2004, IX (10)
campo de aplicacin para la teora, son un territorio intrincado al que ella le propone vas de entrada,
siempre provisorias, a partir de las cuales seguir escribindolos.
Magia y erotismo, uno de los captulos ms aventurados del libro, presenta momentos claves de
ese encuentro feliz con el saber terico. La aproximacin que el texto de Mancini provoca entre las
antiguas concepciones de la magia y el cuento El vestido verde aceituna permite leer el relato como una
reescritura de la estrecha relacin entre eros y magia que postulan estas concepciones. El personaje de
Miss Hilton se ilumina, desde este punto de vista, como un sujeto melanclico, preso de ese amor
ambivalente, que oscila entre el amor espiritual y el amor carnal, y al que los defensores de la magia
como ciencia de lo imaginario denominaron erotismo mgico o magia ertica. Se trata no slo de
una interpretacin novedosa del cuento, sino tambin del hallazgo de una perspectiva que no restringe la
presencia del componente mgico en la narrativa de Ocampo a sus alcances fantsticos.
En una decisin acertada, en la que se manifiesta una toma de posicin al respecto, Mancini deja
para el final aquellas historias cuyos temas rozan o se instalan en lo abyecto. La crtica recuerda la
autora ha sealado con insistencia la crueldad y la perversin que emanan de muchos de los relatos de
Ocampo. Sin embargo, parece agregar Mancini sin decirlo, no se ha advertido lo suficiente el vnculo
singular que liga, en los personajes ocampianos, los impulsos crueles y perversos a la pasin amorosa.
Presentadas como la contracara del amor, las historias perversas que protagonizan Mercedes, en
Mimoso, y Ana, en El retrato mal hecho, se revelan, en la lectura de Mancini, como lo otro de la
entrega amorosa. Menos como su otra cara, como su cara opuesta, que como el rostro interno, ambiguo y
tenebroso, que se asoma y acecha en ella. Mercedes no duda en vengarse de quien considera que es el
autor del annimo que denuncia su atraccin ertica por el perro de la casa, como Ana, la sirvienta de
Eponina, no vacila en asesinar al hijo de su patrona como un gesto de entrega hacia ella (Ana hace lo que
Eponina no se permite, ni puede, pero desea). En ambos casos, el deseo amoroso resulta ser el mvil que
desencadena y justifica los asesinatos, haciendo que la dimensin ertica del texto se instale en la
interseccin de la muerte. Los personajes ocampianos escribe Mancini saben [] que el amor se
acopla con la muerte.
Del paroxismo amoroso, expresado en la prdida de s, en el deseo de ser en el otro que sufre el
enamorado, a la naturaleza ambivalente del amor, al vnculo constitutivo que mantiene con impulsos, en
apariencia encontrados, como el odio, los celos, la crueldad, Escalas de pasin (un ttulo inmejorable para
un trabajo que no renuncia a graduar lo ilimitado, en la bsqueda por nombrarlo) resulta una
aproximacin incansable a las mudanzas de la pasin en la literatura de Ocampo. Un ensayo de lectura
metdico y metonmico, que hace de la derivacin el mtodo irreverente de un anlisis perpetuo, y que
consigue, de ese modo, ser consecuente con el movimiento de pliegue sobre pliegue que alienta en la
circularidad descentrada de la escritura ocampiana. La creacin es una cosa circular, afirma Ocampo,
uno va repitindose. Es una especie de fidelidad involuntaria. Mancini supo apreciar en los textos ese
juego circular y, ms aun, pudo prolongarlo leyendo lo que en ellos no haba sido escrito todava.
Judith Podlubne