Temas en Derecho Procesal
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ADRUS
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TEMAS EN DERECHO PROCESAL Revista editada por miembros de la Escuela de Litigacin y Oratoria Forense.
Editorial Adrus S.R.L. Av. Repblica de Argentina N124 Urb. La Negrita Arequipa - Per Telf. 054-227330 [email protected]
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Impreso en Per
2012
Printed in Per
CONSEJO DIRECTIVO:
Nstor Henrry GUTIERREZ MIRANDA Presidente Florida APAZA CALCINA Vicepresidente Zenaida del Carmen LERMA CATACORA Tesorera Daysi Pilar CANAZA CONDORI Secretaria DIRECCIN EJECUTIVA: Ericka Lisbeth NINASIVINCHA MONROY Director de Eventos Acadmicos Yudi Ruleth ENRQUEZ PACHECO Director de Relaciones Pblicas Ayde LIPA VILCA Director de Recursos Humanos Analy Alida COAQUIRA QUISPE Director de Redaccin y Publicacin Alberto Renzo URRUTIA HURTADO Director de Investigacin Flor Edith SOTO VALENCIA Director de Publicidad e Imagen Institucional Juan CALAPUJA PARICAHUA Director de Coordinacin Acadmica Walter Alfredo OCHOA VALDIVIA Director de Colaboracin y Organizacin
Claudio PALAVECINO CCERES Chile Mario BARUCCA Argentina Hugo MUOZ Chile Rodrigo ORTIZ CASTILLO Chile Jovanny BOSS AGUDELO Colombia Fermn CANTEROS Paraguay Rodrigo MONCADA ARENAS Chile Mara Fabiana MEGLIOLI Argentina Aury AYALA El Salvador Liz Carola JARA MATTESICH Paraguay Anahi MNDEZ MNDEZ Paraguay
Johan CAMARGO ACOSTA Per Ral CANELO RABANAL Per Christian SALAS BETETA Per Alfredo LOVON SNCHEZ Per Elisban Dante MAMANI LAURENTE Per Edson JAUREGUI MERCADO Per Alfonzo BORGUES RIVERO Per Jaqueline CHAUCA PEALOZA Per Hernn LAYME YPEZ Per Nstor CALSIN QUISPE Per Jos Vargas Villegas Per
Este nmero se pblica en reconocimiento a la impecable trayectoria del maestro: Adolfo Alvarado Velloso Notable maestro procesalista Argentino, mejor Abogado y excelente persona.
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Trabajar sin mtodo es el ms fatigoso y difcil oficio de este mundo. Existe un mtodo, capaz de cambiar el ideal del proceso, que respeta la Constitucin de los Estados de cada nacin y sobre todo da una idea monda y distinta en los afanes procesales, el cul se detalla a: dos antagonistas en igualdad de armas frente a un tercero imparcial esa es la idea de Proceso, reflejada, en el mtodo del Garantismo Procesal Escuela de Litigacin y Oratoria Forense.
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A: Dios, por darme la oportunidad de seguir viviendo en esta tierra y por estar conmigo en cada paso que doy, por fortalecer mi corazn e iluminar mi mente y por haber puesto en mi camino a aquellas personas que han sido mi soporte y compaa durante todo mi periodo de recuperacin. Mis padres, Jaime y Leonarda, por darme la vida, quererme mucho, creer en m y porque siempre me apoyaron. Gracias por darme una carrera para mi futuro y, gracias por estar a mi lado en los momentos ms difciles de mi vida (cuando me encontraba entre la vida y la muertey no dejaron que muera); todo esto se los debo a ustedes. Mis Tos, Samuel Gutirrez Montesinos y Ral Gutirrez Montesinos, por quererme, por viajar muy lejos (Bolivia), por pasar noches fras en el hospital y, por apoyarme en esos momentos cuando ms necesitaba de alguien, esto tambin se lo debo a ustedes. Mis hermanos, Jorge Luis y Freddy Yovanny, por estar conmigo y apoyarme siempre, los quiero mucho. Mis grandes amigos, Juan, Zenaida, Flory, Cesar, Analy, Walter, Daniel, Nstor Calsin, Jaime, Pal, Wilmer, Daysi, Flor, Lelis, Alan, Ericka, Brian, Edwin, Paola, Evelyn, Marilia, Wendy, Yudid, Yuli, Gianina y Paloma, por enviarme cartas, regalos y, palabras que me ayudaron mucho en mi recuperacin; gracias por sus visitas, gracias por estar a mi lado y muchas gracias por compartir grandiosas experiencias conmigo. Un gran Maestro; Adolfo Alvarado Velloso, por permitirme entrar en el camino de la ciencia procesal Garantista. Todos aquellos familiares y amigos que no record al momento de escribir esto. Ustedes saben quines son.
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PRLOGO
rimero que todo quiero agradecer pblicamente la gentil invitacin que me formularon los directores de la Revista Temas en Derecho Procesal para prolongar este nmero. Me siento honrado.
Acept sin pensarlo dos veces porque transmitir la buena nueva es deber de todo apstol y yo me considero apstol del garantismo procesal, cuyo profeta reconozco en el eximio jurista argentino ADOLFO ALVARADO VELLOSO, hoy por hoy, el procesalista de habla hispana de mayor trascendencia para Latinoamrica. Y acept, tambin, la invitacin sin vacilar porque, pese a que el garantismo procesal es un movimiento que se propaga incontenible por toda Latinoamrica, no siempre y, si me apuran, dira que pocas veces, halla tribuna en los crculos y medios acadmicos oficiales. A los fariseos y maestros de la ley de todos los tiempos les perturba y amarga en lo ms profundo del alma la buena nueva de la que somos portadores. Por eso es que, muy humildemente, aprovecho de felicitar a estos jvenes procesalistas que donan desinteresadamente su jovial energa en esta publicacin, linterna del garantismo procesal que ilumina la negra noche del proceso publificado en el Per y en toda Latinoamrica. El garantismo procesal es un movimiento de juristas que quiere recuperar el centro de gravitacin histrico del proceso que es la persona. Queremos devolver el proceso a la senda que le trazan las constituciones de Latinoamrica, todas las cuales, de uno u otro modo, establecen la primaca de la persona humana sobre el Estado y el principio de servicialidad del Estado respecto de la persona humana. Nuestra consigna es: El Estado al servicio de la persona y no al revs! El proceso al servicio de la persona y no al revs! Decir que el proceso est al servicio de la persona significa en primer lugar reconocerlo como instrumento y no como fin: el proceso existe para resolver los conflictos intersubjetivos de intereses. Todo otro bien trascendente al inters de las partes como la paz social, la verdad o la justicia son mero efecto o consecuencia de la satisfaccin de aquel inters, pero jams deben sobreponerse autoritariamente al mismo. De ese modo el proceso sirve a la persona en un segundo sentido, en cuanto se erige en garanta y lmite del ejercicio de la funcin jurisdiccional del Estado. El garantismo procesal es un movimiento que conquista las inteligencias y los corazones porque interpreta un anhelo no solo de los abogados, sino de toda la poblacin. Hay un desapego y un descontento generalizado de la poblacin respecto del sistema de justicia en todos nuestros pueblos, que se personaliza en jueces y abogados. Venimos escuchando hace rato que la jurisdiccin estatal est en crisis y todos sabemos que jueces y abogados hemos perdido la alta estima o consideracin social de que gozaron nuestros abuelos togados. Puede que haya muchas razones para explicar este fenmeno, pero una que no se puede desconocer ni rebatir es que el proceso ha ido perdiendo su razn de ser ms elemental que es resolverle el conflicto a las partes y ha sido, primero, expropiado por el Estado a los particulares y, luego, instrumentalizado por el Estado para perseguir sus propios fines. Doctsimos autores contemporneos ensean que incluso el proceso civil deber responder a intereses estatales que prevalecen sobre los de los sujetos particulares en conflicto y que estos intereses del Estado deben imponerse autoritariamente al inters egosta de las partes.
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As, no se escatima en suprimir garantas y comprimir el proceso hasta hacerlo desaparecer para economizar recursos pblicos, lo cual se esconde bajo la falsa promesa de la celeridad. Se desconfa de las partes y de sus abogados y se confa demasiado en los jueces sin considerar que son tan humanos como aqullos y sujetos a las mismas pasiones. Bajo el eslogan de verdad y justicia se incrementan los poderes y el protagonismo de los jueces en los procesos en perjuicio de las partes y se subordina el inters de estas a los fines estatales. Esto tiene una explicacin histrica que conviene conocer. En determinado momento de la historia occidental se produce un desplazamiento del sentido y fin del proceso desde instrumento para satisfacer el inters individual de las partes en conflicto hacia un instrumento para la realizacin de intereses supraindividuales, producto del cual los sujetos particulares pasan a un segundo plano. Ese punto de inflexin histrico lo genera la aparicin de la Inquisicin Catlica en el siglo XIII. En efecto, la Inquisicin fue creada para mantener la pureza de la fe cristiana frente a la amenaza que para ella significaba la hereja. En el fondo una cuestin de autoridad y de poder. Por eso es que prontamente tambin el poder secular comprendi que el sistema de juzgamiento inventado por la Inquisicin era una herramienta tremendamente funcional a sus propios intereses: primero, la necesidad de afirmar el poder real frente a la nobleza feudal y frente a las poderosas rdenes religiosas y, una vez, destruidos o domesticados estos poderes desafiantes, un mecanismo dcil para destruir a cualquiera que se opusiera a las polticas o intereses del soberano. A este orden de cosas le puso trmino el pensamiento crtico del Iluminismo dieciochesco y, sobre todo, el triunfo poltico del liberalismo decimonnico. Pero fue un triunfo breve. En el siglo XX se produce un siniestro reverdecer neoinquisitivo en el proceso civil, promovido por los grandes enemigos de la libertad, la triloga totalitaria nazismo-fascismo-socialismo que recuperan este modelo en que el proceso judicial se organiza en torno a la idea central de la investigacin oficial subordinado a polticas pblicas. Toda Latinoamrica es heredera de este reverdecer neoinquisitivo a travs del Codice di Procedura Civile italiano de 1940, al que, una vez cado el fascismo, los juristas italianos lograron conciliar, de manera artificiosa y aparente, con el respeto de las libertades. Esto lo tiene muy bien explicado FRANCO CIPRIANI en un libro que se public en el Per bajo el nombre de Batallas por la justicia civil, obra fundamental, cuya lectura no me canso de recomendar. Como ha expuesto con gran lucidez MONTERO AROCA, respecto de la funcin jurisdiccional se mantienen sustancialmente dos posiciones: La primera, que nosotros identificamos con el publicismo, afirma que la jurisdiccin vela primordialmente por la eficacia del ordenamiento jurdico, por la aplicacin correcta de la ley. Por tal motivo el Estado tendra un inters prevalente al de las partes el proceso, razn por la cual el juez, agente estatal en el proceso, debe contar con poderes suficientes para sobreponerse a las astucias, egosmos o debilidades de las partes. La segunda posicin, que es la del garantismo procesal, afirma que la funcin de la jurisdiccin es garantizar los derechos que el ordenamiento jurdico reconoce al individuo sea cual fuere la rama del mismo que se tome en consideracin, y que, como dijo hace tiempo, PRIETO CASTRO Y FERRANDIS se carece de razones para sostener que el derecho objetivo privado sea preferente al subjetivo y que el Estado tenga que velar por la satisfaccin de este, suplantando la voluntad de los sujetos en las relaciones jurdicas. No da lo mismo una y otra posicin. No son simples opciones tcnicas del legislador. El publicismo propugna un modelo de proceso que pone al Estado sobre la persona, mientras que el garantismo sostiene la supremaca de la persona sobre el Estado. El garantismo ha hecho el rbol genealgico del proceso publificado: ha transparentado con qu fines polticos se configur originalmente; a qu fines perversos ha servido en determinados contextos histricos y, lo ms importante de todo, nos pone en guardia sobre la facilidad con que, incluso en sociedades democrticas y aparentemente respetuosas de las libertades, el proceso publificado puede convertirse en instrumento sutil de opresin contra los ciudadanos. Pues, en efecto, tal opresin no solo puede provenir desde los gobiernos sino tambin de los contrapoderes del Estado democrtico. Tan peligrosa es una justicia falta de independencia como una justicia demasiado aislada el soberano (GARAPON). Latinoamrica no es ajena al fenmeno de jueces que pretenden imponer a la sociedad su particular visin del mundo y de las cosas, su ideologa poltica o religin personal. As lo entendi el legislador decimonnico, que tena buenos motivos para desconfiar de la judicatura. No se olvide que una de las principales quejas contra el Ancien Rgime fue la arbitrariedad de los jueces.
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Sin embargo, en toda Latinoamrica, la ley procesal est dejando de ser garanta y lmite frente a la arbitrariedad y el abuso de poder de los jueces y vemos aflorar reformas procesales que rescatan lo ms granado del proceso inquisitorial. Contra este peligro alerta esta revista, faro que desde el Altiplano peruano arroja un poderoso rayo de luz garantista sobre el proceso en Iberoamrica.
CLAUDIO ANDRS PALAVECINO CCERES Abogado. Profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, miembro titular del Instituto Panamericano de Derecho Procesal.
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PRESENTACIN
recer sucede en un latido; es una frase que escuchaba en una serie televisiva de mucho auge en los 80 y 90 (en Norteamrica y amrica latina), me refiero a los aos maravillosos (The Wonder Years); en l, Kevin Arnold (Fred Savage) y Winnie Cooper (Danica McKellar) hicieron una promesa de que siempre estaran juntos (anhelo) y, ya para terminar el ltimo captulo, el narrador (de la serie) habl acerca de esta frase al que hice alusin en el Ab initin de la narrativa del coetneo prrafo; el narrador deca (terminando el ltimo captulo) Crecer sucede en un latido; un da estas en paales y, al da siguiente te vas, pero los recuerdos de la niez y adolescencia permanecen contigo todo el camino. En el siguiente impasse, referir acerca de la adolescencia (en los ltimos aos en la universidad) de unos jvenes entusiasmados por conocer un sistema Nuevo, un sistema capaz de cambiar el pensamiento de muchas personas (deseo) inmiscuidas en el mundo del Derecho, me refiero, al preeminente Garantismo Procesal. Todo empieza en una maana de aquellas, donde haca mucho frio, donde los inviernos se convierten en tormentosas lluvias, que dan paso a una glida primavera en una tierra de majestuosos machuaychas y chiipilcos, me refiero a la osada ciudad de los vientos (Juliaca). De pronto (en los claustros universitarios de la UANCV) una voz susurrante me llamo, era Yenny Luz (mi hermanita fallecida hace muchos aos) y, al mirarla ca rendido en un sueo anhelado por muchos aos (no quise despertar), su cabello era castao y ola a eno recin cortado en un jardn tropical del primer da de primavera, su carita estaba tallada por los ngeles del tercer cielo, sus ojos eran como la miel de cual reina era abeja y su voz era capaz de apaciguar hasta al ms malo de las historias del cine; quien dirigindose a m- me dijo: algn da conocers a unos amigos muy buenos y talentosos, que estn llenos de sueos y metas, con quienes compartirs experiencias inolvidables y entonces despert, llorando de alegra, por quien anhelaba ver en mis sueos, por quien anhelaba conversar aunque sea unos segundos, a quien deseaba decirle lo mucho que la extraaba. Durante nuestras jvenes vidas, anhelamos tener amigos (ensueo) con quienes se pretende compartir experiencias soadas; amigos, que nos hagan sentir completos, con quienes anhelas organizar eventos acadmicos, con quienes quieres rer, jugar, estudiar y por qu no, brindar. Escogemos amigos y cambiamos amigos, bailamos una cancin de corazones rotos y de esperanza, mientras nos preguntamos si en algn lugar, de alguna manera, habra un amigo que pudiera estar buscndonos (anhelo). Pas un ao aproximadamente para conocer a quienes seran ahora mis mejores amigos (Nstor Calsin, John, Jaime, Edwin, Alan, Magali, Bryan, Flory, Walter, Juan, y Cesar), aunque con algunos de ellos nunca compart un semestre; ramos aquellos clsicos estudiantes que estaban en diferentes aos y en Universidades distintas. Hubo una vez un Instituto de investigacin de la UANCV (ahora en manos de Polticos) que junto a Nstor Calsin, John, Jaime y mi persona (Nstor Henrry), realizbamos eventos acadmicos (seminarios, congresos, encuentros, etc.) y, nadie nos daba un centavo para su ejecucin, estas expresiones que manifiesto me hacen recordar a las palabras del Dr. Ral Canelo Rabanal (cuando me encontraba entre la vida y la muerte en el hospital sagrado corazn de Jess La Paz - Bolivia) En realidad, hacer academia en nuestro pas es un acto heroico e incomprendido. Sin recursos, sin seguridad, pero con el ansia del saber; ese es un legado de amor hacia la ciencia. De alguna manera, de algn modo (Dios mediante) hubo personas que nos apoyaron con su conferencia, esto sin cobrar ni un centavo; en efecto, gracias a ellos se pudo ejecutar los cuantiosos eventos acadmicos. Referir algunos de ellos de importante trascendencia, en el 2011 se efectu el primer Encuentro del Honorable Gobierno Procesal la doctrina del Garantismo Procesal de Adolfo Alvarado Velloso, con la participacin del Dr. Claudio Palavecino Cceres (Chile); en el 2012 se efectu el segundo encuentro del Honorable Gobierno Procesal, de-
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nominado - Derecho Procesal: Una deuda por pagar en el Per y Amrica Latina - 20 aos de vigencia y urgente reforma del Cdigo Procesal Civil Peruano, con la participacin de Carlos Castro Vargas (Chile), Ana Clara Mannasero (Argentina), Jorge Mora Mndez (Colombia), Joel Melgarejo (Paraguay), Johan Camargo Acosta (Per), Ral Canelo Rabanal (Per) y Carlos Ramos Nez (Per). Claro est, que los miembros de esa Institucin tenamos sueos y metas que cumplir; una de ellas era realizar eco permanente (promesa) de algo que nos atraa y gustaba mucho, era una promesa llena de pasin, libertad y sabidura, era la clase de promesa que solo puede salir de los corazones jvenes ansiosos del saber, hacia un mundo poco conocido e investigado por la comuna jurdica de Puno, me refiero al GARANTISMO PROCESAL. Tanto que nos propusimos a viajar al XXIV Encuentro Panamericano de Derecho Procesal realizado en la Plata Argentina, he ah la cumbre de mi alegra que me hizo conocer al gran Maestro Adolfo Alvarado Velloso. Sin embargo (a finales de Mayo), hubo un incidente que marco mi vida. Jams imagine perder a un gran amigo en una tierra desconocida (Bolivia) y ms an, jams imagine estar tan cerca de la muerte. En ese momento para nosotros (John, Jaime y mi persona), todo era risas y carcajadas, se escuchaba una cancin agradable para nuestros odos, era una de esas canciones (somewhere over the raimbow - aselyn debinson) que te alertaba, de la atrocinante y temeraria tragedia que te esperaba. Y pas, el bus se dio dos vueltas de campana. Lo que ocurrira ms adelante, no la contar, por el simple hecho de que sucedi y que ya es historia pasada. Lo que sin contar, son los sueos de mis grandiosos amigos, especialmente de John (que ahora realiza actividad acadmica en un mundo donde todo es perfecto el cielo), como l y al igual que yo, tenamos muchos sueos y metas que cumplir; un primer sueo, era realizar la maestra de Adolfo Alvarado Velloso en la Universidad Nacional de Rosario Argentina; un segundo sueo (anhelo), era realizar actividad acadmica hacia un sistema poco indagada (Garantismo Procesal). No obstante, el sueo ms grande era de realizarnos Abogados bajo gnesis Garantistas. En la actualidad (en mi proceso de recuperacin); me toca dirigir como presidente y fundador, una Institucin nueva, una institucin con muchos proyectos y metas, que gracias a mis amigos de la Universidad (promocin la ley es la libre razn de la Justicia 2010 - I), amigos Abogados y amigos estudiantes, se pudo concretar un trabajo que ya estaba encaminado en el 2011, por personas que por circunstancias del destino decidieron amparar un rumbo diferente y, que gracias a ellos (por su iniciativa), ahora es un proyecto hecho realidad; gracias Dr. Hernn Layme Ypez, quien sin duda alguna, usted fue uno de los grandes motivadores a viabilizar este emprendimiento. As mismo, mi eterno agradecimiento, con quienes compart muchas experiencias inolvidables (John, Nstor Calsin, Cesar, Jaime, Karina, Yeny, Mari Cruz y Angie); muchas gracias. La Escuela de Litigacin y Oratoria Forense se crea oficialmente un 29 de Agosto del 2012 con escritura pblica N 6,544, con partida registral N 11107827 y Asiento A0001, en presencia de Abogados jvenes y, talentosos estudiantes de Derecho que atesoran colosales sueos y, metas por cumplir (Flory, Senaida, Juan, Walter, Flor, Ruleth, Cesar, Daysi, Analy, Erika, Ayde, Ricardo y Jaime); sin embargo, al poco tiempo de su creacin fueron anexionndose ms personas (Alberto, Roci, Karina, Weny y Vicky) decididas a encaminar la presente Institucin (visin); a las cuales les debo un ostentoso agradecimiento, por haberme ayudado a cumplir unos de mis cuantioso sueos; Gracias chicos!. As mismo, bajo al amparo del estatuto de la Escuela de Litigacin y Oratoria Forense y a la aprobacin de sus miembros en Asamblea, decidimos en su honor, rendir Homenaje a un gran Maestro del Procesalismo Latinoamericano, me refiero al Dr. Adolfo Alvarado Velloso. Por la sencilla razn de que todos, en algn momento de nuestras vidas (en el orbe) nos hemos cruzado con el Dr. Adolfo Alvarado Velloso y, luego de conocerlo decidimos emprender no uno, sino muchos viajes hacia el conocimiento de un sistema digno de proceso, un sistema que respeta la Constitucin Poltica del estado, un sistema donde el Inquisidor esta complemente aniquilado; me refiero, al preeminente Garantismo Procesal. El presente texto sobre temas en derecho procesal, se hacen presente notables abogados del Per y de Amrica Latina (Argentina, Chile, Paraguay y Per) quienes, a la invitacin hecha (para rendir homenaje al maestro Adolfo Alvarado Velloso) por la Escuela de litigacin y Oratoria Forense, no dudaron en participaran en ella. La presente edicin, es una meta lograda, por un grupo de jvenes inquietos (miembros de la Escuela de Litigacin y Oratoria Forense) de grandes sueos empedernidos y con claras ideas sobre el Garantismo Procesal, quienes con gran esfuerzo y trabajo en equipo, se pudo culminar la misma. Como dije al inicio y siempre lo repetir Crecer sucede en un latido un da somos nenes, al otro adolescentes y ms tarde adultos; que bonito es recordar, que bonito es recordar a tus mejores amigos con los que compartiste grandes experiencias; no s si llorar, no s si ponerme triste, lo nico que s, es que, recuerdo un lugar, un suburbio, una casa, una casa como muchas casas, un patio, como muchos otros patios, una Universidad, como muchas
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otras Universidades, un Instituto, como muchos otros Institutos, una calle, como muchas otras calles, unos amigos, como muchos otros amigos y, lo curioso es que, despus de estos aos, lo recuerdo, maravillado.
NSTOR HENRRY GUTIRREZ MIRANDA. Presidente y Fundador de la Escuela de Litigacin y Oratoria Forense
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Maestro, quien ensea con el ejemplo una manera de tratar las cosas, un estilo genrico de enfrentarse con el incesante y vasto universo. Maestro, quien posee los dones de la generosidad, la justicia, la bondad y la honestidad. Maestro, quien es sincero y autntico. Maestro, quien irradia simpata, delicadeza y sentido del humor. Maestro, quien deleita con su talento. Maestro, quien ms all de las palabras ensea con su presencia. Maestro, a quien lo humano nunca le fue ajeno. Maestro, que comparte con gusto y generosidad sus conocimientos. Maestro, que tiene el don de la cordialidad de todo un caballero. Maestro, que tiene una chispa y un carisma de un verdadero genio. Maestro, quien tiene la humildad y la sencillez de los grandes. Maestro, que es un conquistador de afectos y amistades. Maestro, quien nos trata como si furamos sus hijos. Maestro, quien es fervoroso, trabajador y gran emprendedor del Derecho. Maestro, quien sin duda alguna, tiene el sello de un gran lder. Y ese es Adolfo Alvarado Velloso: un verdadero Maestro. Pero tambin es Maestro, en el sentido popular del trmino, pues su existencia es intensamente vivida, porque no le faltan privaciones, porque le sobran alegras por su pasin por la amistad y porque es una persona que ha sabido contagiar a sus soldados su propia pasin por la cultura Garantista. Hoy compruebo todo esto y lo recuerdo con intensidad, aunque los hechos o ancdotas queme es dado comunicar son pocos, pero su imagen, que es incomunicable, perdura en m y seguir mejorndome y ayudndome en mi carrera profesional (como soldado del Garantismo). Esta pobreza de ancdotas y esta riqueza de gravitacin personal corroboran tal vez lo que ya se dijo sobre lo secundario de las palabras y sobre el inmediato magisterio de una presencia. Para concluir permtame Maestro dedicarle este pequeo poema de este humilde soldado.
Maestro; tu sabidura lo es todo, tu bondad es infinita, tu enseanza es mgica y tu Garantismo Procesal es para toda la vida. Por sus actos, por sus hechos, por sus obras y por sus actitudes: Adolfo Alvarado Velloso, es un gran Maestro y es inmortal.
NSTOR HENRRY GUTIRREZ MIRANDA. Presidente y Fundador de la Escuela de Litigacin y Oratoria Forense
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NDICE
PRLOGO Claudio Andrs Palavecino Cceres PRESENTACIN Nstor H. Gutirrez Miranda AL ILUSTRE MAESTRO ADOLFO ALVARADO VELLOSO Nstor H. Gutirrez Miranda EL PRINCIPIO DE IGUALDAD DE LAS PARTES Y SUS DIVERSAS VIOLACIONES Mario Cesar Barucca / Argentina DIAGNSTICO DE LA REFORMA PROCESAL PENAL EN EL PER 2006 - 2011 Christian Salas Beteta / Per EL PROCEDIMIENTO CAUTELAR Y LA IMPARCIALIDAD OBJETIVA Mara Fabiana Meglioli / Argentina DICIENDO NUEVAS VERDADES ALGUNOS APORTES SOBRE EL VERDADERO CONTENIDO DEL DERECHO A LA TUTELA JURISDICCIONAL EFECTIVA Johan S. Camargo Acosta / Per LA PRUEBA ILCITA EN EL PROCESO LABORAL LA REGLA DE EXCLUSIN MS AMPLIA DEL DERECHO PROCESAL CHILENO
Francisco Jara Bustos / Chile LA IMPARCIALIDAD DEL JUZGADOR, EL DEBER DE SANCIN Y LA UTPICA PROCURA DE IGUALDAD REAL DE LAS PARTES, EN LA NUEVA LEY PROCESAL DEL TRABAJO Enfoque desde el Garantismo Procesal y los Sistemas de Enjuiciamiento Elisban Dante Mamani Laurente / Per HACIA UN SISTEMA DIGNO DE PROCESO PENAL: GARANTISMO PROCESAL CONTRA PRUEBAS DE OFICIO E INVESTIGACIN SUPLEMENTARIA Nstor H. Gutirrez Miranda / Per HODIERNAS SIMPATAS DEL DERECHO PROCESAL: AVANCES Y DESAFOS DEL DERECHO ALIMENTARIO COMO CONDICIN DE SUBSISTENCIA EN EL RAZONAMIENTO JURDICO PROCESAL Liz Carola Jara Mattesich / Paraguay LIMITACIONES AL DERECHO DE LA PRUEBA EN EL PROCESO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO Jacqueline Chauca Pealoza / Per IMPLICANCIAS JURDICOS PENALES A NIVEL DE PREVENCIN DEL DELITO COMO UNA FACULTAD DEL TITULAR DE LA ACCIN PENAL EN LA LEGISLACIN PERUANA. Fidel Luque Mamani / Per
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ABRIENDO LAS PUERTAS DEL DERECHO PROCESAL: PRESCRIPCIN EN LA EJECUCION DEL COBRO DE PENSION DE ALIMENTOS
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ABRIENDO LAS PUERTAS DEL DERECHO PROCESAL: PRESCRIPCIN EN LA EJECUCION DEL COBRO DE PENSIN DE ALIMENTOS
Alfonso Borges Rivero*
La prescripcin extintiva es una consecuencia natural de perder un derecho, sin embargo tratndose del derecho de alimentos el tema est dividido y cada posicin tiene su fundamento, pero la responsabilidad del hombre de derecho est al momento de tener que resolverlo.
Sumario: I.- Introduccin; II.- La Prescripcin; III.- El derecho de cobrar alimentos no prescribe; IV.- El derecho de cobrar alimentos prescribe a los dos aos; V.- El derecho de cobrar alimentos prescribe a los diez aos; VI.- otras normas que regulan el caso; VII.- Antinomia, reglas para solucionarlos; VIII.- Solucin dada por nuestros tribunales.
I.- INTRODUCCIN onversando con los colegas sobre el tema de alimentos hemos podido advertir que algunos expresaban que el derecho de alimentos es imprescriptible porque est relacionado con el derecho fundamental a la vida, otros decan que este derecho prescribe a los dos aos porque as lo expresa el numeral 4) del artculo 2010 del Cdigo Civil, siendo su fundamento el hecho de que siendo los alimentos urgentes se piden con urgencia y se exigen con urgencia, y si se deja transcurrir mucho tiempo es que estos alimentos no eran tan urgentes; otro grupo sostiene que el derecho de alimentos al estar contenida en una resolucin judicial sentencia-, tiene la calidad de una ejecutoria de manera tal que le es aplicable el numeral 1 del artculo 2010 del Cdigo Civil, vale decir, que prescribira a los 10 aos. El tema no termina ah, cuando se deja de cumplir con esta obligacin natural y civil, puede tener una consecuencia penal, que el Cdigo Penal la ha tipificado como delito de omisin a la asistencia familiar. Entonces cabe preguntarnos en qu momento prescribir el proceso penal?. En tal sentido, resulta necesario desentraar y hurgar en argumentos que le den solidez a la posicin que se vaya adoptar, para ello, tenemos que recurrir a la legislacin vigente, doctrina y la jurisprudencia. II.- PRESCRIPCIN El doctor Fernando Vidal Ramrez, nos dice.... la prescripcin se puede entender como un medio o modo por el cual, en ciertas condiciones, el transcurso del tiempo modifica sustancialmente una relacin jurdica1. Este autor diferencia entre el derecho subjetivo y la accin, considera a esta ultima como entidad jurdica diferente y autnoma, conceptualiza a la accin como derecho a la jurisdiccin, llegando a la conclusin adoptada por el cdigo civil peruano ... de que lo que prescribe es la accin, que es el derecho que confiere el poder jurdico para acudir a los rganos jurisdiccionales. El Dr. Marcial Rubio Correa, seala: La prescripcin extintiva es una institucin jurdica segn la cual el transcurso de un determinado lapso extingue la accin que el sujeto tiene, para exigir un derecho ante los tribunales (...)
* Abogado; estudios de Doctorado (Derecho) en la Universidad Andina Nstor Cceres Velsquez Juliaca - Per; Especialista en Derecho Civil y Procesal Civil, Contencioso Administrativo, Derecho Laboral y Procesal Laboral; realiz Docencia Universitaria en la Universidad Andina Nstor Cceres Velsquez (2011); Miembro del Consejo Consultivo Nacional de la Escuela de Litigacin y Oratoria Forense Juliaca - Per; Asesor Legal de entidades privadas y pblicas. VIDAL RAMIREZ, Fernando, Prescripcin Extintiva y Caducidad, Gaceta jurdica, Tercera Edicin, Lima, 1999, pgina 69
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Ciertamente, la sentencia que condena al pago de la pensin alimenticia constituye una ejecutoria.
VI.- OTRAS NORMAS QUE REGULAN EL CASO
La Constitucin Poltica del Estado de 1993: Artculo 4.- Proteccin a la familia. Promocin del matrimonio La comunidad y el Estado protegen especialmente al nio, al adolescente, a la madre y al anciano en situacin de abandono. Tambin protegen a la familia y promueven el matrimonio. Reconocen a estos ltimos como institutos naturales y fundamentales de la sociedad. El principio constitucional de proteccin del inters superior del nio, nia y adolescente constituye un contenido constitucional implcito del artculo 4 de la Norma Fundamental en cuanto establece que La comunidad y el Estado protegen especialmente al nio, al adolescente. La Convencin sobre los Derechos del Nio de 1989 Aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989 y ratificada por el Estado Peruano mediante Resolucin Legislativa N. 25278 del 3 de agosto de 1990, publicada en el diario oficial El Peruano el 4 de agosto de 1990. El texto de la mencionada Con5 Manuel Osorio, define la actio judicati como la accin derivada del juicio. En el procedimiento formulario, la correspondiente contra el demandado que, luego de la condena en juicio, no ejecutaba voluntariamente la sentencia del magistrado, Diccionario de Ciencias Jurdicas Polticas y Sociales, Editorial Heliasta S.R.L. Buenos Aires, pagina 26.
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RUBIO CORREA, Marcial, La extincin de acciones y derechos en el cdigo civil, pg. 16 STC N. 01535-2006-PA, fundamento 83. STC N. 01535-2006-PA, fundamento 82.
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- Que las normas afectadas por el sndrome de incompatibilidad tengan el mismo mbito de validez (temporal, espacial, personal o material). El mbito temporal se refiere al lapso dentro del cual se encuentran vigentes las normas. El mbito espacial se refiere al territorio dentro del cual rigen las normas (local, regional, nacional o supranacional). El mbito personal se refiere a los status, roles y situaciones jurdicas que las normas asignan a los individuos. Tales los casos de nacionales o extranjeros; ciudadanos y pobladores del Estado; civiles y militares; funcionarios, servidores, usuarios, consumidores, vecinos; etc. El mbito material se refiere a la conducta descrita como exigible al destinatario de la norma. - Que las normas afectadas por el sndrome de incompatibilidad pertenezcan, en principio, a la misma categora normativa; es decir, tengan homloga equivalencia jerrquica. Como expresin de lo expuesto puede definirse la antinomia como aquella situacin en que dos normas pertenecientes al mismo ordenamiento y con la misma jerarqua normativa son incompatibles entre s, por tener el mismo mbito de validez. Clasificacin de las antinomias Las antinomias pueden ser clasificadas segn el tipo de conflicto que generan y su grado de relacin.
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PREZ ROYO, Javier: Curso de derecho constitucional. Madrid: Ed. Marcial. Pons, 2000. 9 REQUENA LOPEZ, Toms: Ob. Cit., p. 133. 10 Caso Villanueva Valverde, Exp. N. 0168-2005-PC/TC, fundamento 3.
11 Caso Ley de la Barrera electoral, Exp. N. 00030-2005-PI, fundamentos 40 y 41. 12 Artculo 55 de la Constitucin. 13 BALAGUER CALLEJN, Francisco. Ob. Cit, 1992, p. 28. 14 BETEGN, Jernimo, GASCN Marina, DE PRAMO, Juan Ramn, PRIETO, Luis. Ob. Cit., p. 285.
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Debe sealarse finalmente que, conforme se estableci en el caso Sesenta y Cuatro Congresistas de la Repblica contra la Ley N. 26285, Exp. N 005-2003-AI/TC, en esta materia resulta aplicable el principio de jerarqua funcional en el rgano legislativo. Esta regla seala que, a falta de una asignacin especfica de competencia, prima la norma producida por el funcionario u rgano legislativo funcional de rango superior. Su aplicacin se efecta preferentemente hacia el interior de un organismo. Este principio se deduce lgicamente de la estructura de jerarqua funcional operante en cada organismo pblico. El control difuso como forma de solucionar antinomias La Constitucin en su artculo 138 ha establecido: Artculo 138.- Administracin de Justicia. Control difuso La potestad de administrar justicia emana del pueblo y se ejerce por el Poder Judicial a travs de sus rganos jerrquicos con arreglo a la Constitucin y a las leyes. En todo proceso, de existir incompatibilidad entre una norma constitucional y una norma legal, los jueces prefieren la primera. Igualmente, prefieren la norma legal sobre toda otra norma de rango inferior.
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15 Caso Rosa Felicita Elizabeth Martnez Garca, publicada en fecha 08 de junio del 2011 en la separata de Procesos Constitucionales del diario oficial El Peruano. 16 Caso Ramn Hernando Salazar Yarlenque, publicado el 24 de octubre del 2006 en la separata de Procesos Constitucionales del diario oficial El Peruano.
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LA IMPARCIALIDAD DEL JUZGADOR, EL DEBER DE SANCIN Y LA UTPICA PROCURA DE IGUALDAD REAL DE LAS PARTES, EN LA NUEVA LEY PROCESAL DEL TRABAJO Enfoque desde el Garantismo Procesal y los Sistemas de Enjuiciamiento
Sumario: 1.- A modo de introduccin; 2.- Antecedentes; 3.- La Nueva Ley Procesal del Trabajo en el Per; 4.- Marco conceptual: El proceso, 4.1.- Nocin de proceso y sistema procesales; 5.- Funcin del juez en el proceso; 6.- La imparcialidad del juzgador: 6.1.- Prueba de oficio e imparcialidad, 6.2.- Deber de sancin y buena fe, 6.3.- la utopa como fundamento del proceso laboral; 7.Caracterizacin de la Ley; 8.- Conclusiones.
1.- A MODO DE INTRODUCCIN n necesaria advertencia: el presente trabajo se desarroll sobre la base de nuestra ponencia titulada: La reforma procesal laboral en el Per: Proceso laboral reformado o deformado, presentado en el Congreso Internacional de Derecho Procesal1, que con el lema; Proceso, Garanta y Libertad, se llev adelante en las instalaciones de la Escuela de Ciencias Jurdicas y Polticas de la Corporacin Universitaria Remington, de la clida y bella ciudad de Medelln Colombia a fines del mes de mayo del presente ao 2012. La lnea directriz de dicho Congreso, estuvo orientado a discutir el Derecho Procesal desde una visin garantista, enfocado directamente sobre el proceso como estructura base en la aplicacin de la justicia, as como, el respeto y vigencia irrestricta de la Constitucin; evaluando las funciones del juez y las partes en cada etapa del proceso; confluyendo en la idea del juez como tercero imparcial.
Abogado con Estudios de Maestra en Derecho Procesal en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario, Argentina; Profesor en la Facultad de Derecho de la Universidad Privada San Juan Bautista - Lima. Ex-Profesor de la Escuela de Derecho de la Facultad de Ciencias Jurdicas y Polticas de la Universidad Nacional del Altiplano - Puno. Directivo del ICAP en los periodos 2008 y 2009. Miembro Adherente del Instituto Panamericano de Derecho Procesal. ** Me sumo a esta extraordinaria iniciativa en homenaje al maestro de muchas generaciones de procesalistas en toda iberoamerica, con deuda intelectual impagable. Expreso mi agradeciendo a la comunidad acadmica de la Universidad Andina Nstor Cceres Velsquez y a la Escuela de Litigacin y Oratoria Forense en la persona del destacado colega Nstor Henry Gutierrez Miranda por la gentil invitacin. 1 Evento que tuvo como pas anfitrin a Colombia y que reuni a procesalistas de pases hermanos como; Argentina, Per, Chile, Paraguay, Uruguay y Ecuador, que, slo la lgica del pensamiento de Don Adolfo Alvarado Velloso ha podido lograr.
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dadero drama judicial. De all que se hace imprescindible esa aspiracin latente y bsqueda de una permanente predictibilidad en los resultados judiciales, procurando que la tarea de abogar no se convierta en peligroso safari, cosa que ocurre recurrentemente en casi toda Amrica al socaire del aumento hasta el infinito de las facultades procesales de los jueces en general5. No es un ningn secreto el estado de imprevisibilidad de nuestros juzgados o tribunales (basta con mirar el panorama nacional, fallos judiciales tan cuestionables como la tristemente clebre sentencia Villa Stein), aceptndose, en palabras de Alvarado, cansina y resignadamente: el ya conocido y sufrido decisionismo judicial. La contundencia de las afirmaciones del profesor rosarino, nos conduce a reflexionar preliminarmente sobre la idea de Constitucin6 y Proceso: la primera entendida no slo como una Carta Poltica sino tambin como la Norma Jurdica de mayor jerarqua que irradia todo el sistema jurdico; y, la segunda como la mayor garanta de proteccin de los derechos ciudadanos en un Estado democrtico y republicano. Constitucin y Proceso que se constituyen en las mayores garantas de proteccin de derechos; Garanta de garantas en palabras de Ferdinand Lassalle7. En ese sentido, para efectos del presente trabajo, vamos a tener en cuenta algunos antecedentes histricos a fin de contextualizar la discusin; establecer un marco conceptual desde la teora general del proceso; posteriormente hacer una caracterizacin de la nueva ley procesal del trabajo en el Per y en el eplogo arribar a algunas conclusiones. 2.- ANTECEDENTES En un interesante trabajo sobre los antecedentes de la reforma procesal laboral en el Per, desarrollado por el magistrado Javier Arvalo Vela8, a la sazn miembro de la Comisin Redactora de la NLPT, reconoce textualmente que el anteproyecto ms serio de reforma del proceso laboral en el Per, fue la propuesta presentada por los integrantes de la Comisin de Trabajo del periodo 2006-2007, quienes elaboraron el Proyecto de Ley N 117/2006-CR, Proyecto del Ley Procesal Laboral, que recogi la propuesta del Proyecto del Ley N 13410/2004, Proyecto del Ley Procesal Laboral, elaborado por una Comisin de Especialistas encargados de preparar el anteproyecto de modificacin integral de la Ley Procesal del Trabajo9 conforma5 6 ALVARADO VELLOSO, Op Cit. Sobre la Constitucin existen serias e inagotables discusiones entre connotados constitucionalistas, ius filsofos, juristas, abogados, jueces y ciudadanos. Entre, quienes son, partidarios de las teoras positivistas a la cabeza de H. Kelsen, como de las teoras no positivistas a la cabeza de C. Schmitt. LASALLE, Ferdinand, Qu es la Constitucin ? Monografas Jurdicas: Editorial Temis S.A. Bogot Colombia, 2003. AREVALO VELA, Javier. Antecedentes de la Reforma del Proceso Laboral en el Per, en Doctrina y Anlisis sobre la Nueva Ley Procesal del Trabajo, Edit. AMAG, Primera edicin, Lima, Per, noviembre de 2010, pp. 15-24. SACO BARRIOS, Raul. A propsito de las relaciones entre normas: vnculos entre la Ley Procesal del Trabajo y el Cdigo Pro-
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factores entre las principales las de carcter presupuestario, pues la reforma implica altsimos costos. Los miembros de la Comisin Redactora del Proyecto de Nueva Ley Procesal del Trabajo han tenido como uno de los principales punto de referencia los antecedentes normativos que se han dado en el tiempo. Bsicamente ha sido elaborada considerando los antecedentes procedimentales referidos anteriormente. Asimismo, se tom en cuenta la experiencia de los procesos de reforma realizados en pases como Venezuela, Chile, Colombia, Ecuador, por mencionar las experiencias ms importantes12 4.- MARCO CONCEPTUAL: EL PROCESO Con estos antecedentes, nos adelantamos a sealar que el proceso laboral peruano a pesar de reconocer principios propios del Sistema Dispositivo privilegiando el principio de oralidad, en esencia es una norma de corte publicista, que responde al Sistema Inquistivo, alejado de un proceso en el cual los particulares parcializados en sus afirmaciones y negaciones (pretendiente y resistente), discuten en igualdad de condiciones frente a un tercero imparcial (juez), presentndose as, un grave problema sistmico y afectacin de la Constitucin como veremos ms adelante. En tal sentido conviene en esta parte hacer un alto, para conceptualizar la idea de proceso en el marco de una Teora General del Proceso y responder a interrogantes como: Qu es el proceso?; Existe un solo proceso o varios procesos? Diremos entonces, desde la ms autorizada doctrina procesal, que es indudable y estamos plenamente convencidos que el proceso, no es otra cosa, que una serie lgica y consecuencial de instancias bilaterales conectadas entre s por la autoridad (juez o arbitro)13, serie lgica, consecuencial y dinmica de instancias proyectivas14 en palabras de Omar Benaventos, -fundamento de una visin unitaria del proceso- Es decir el proceso visto como un mtodo pacfico de debate dialctico15 Mtodo cuya meta concreta es el restablecimiento de la paz social y la erradicacin del ejercicio ilegtimo de la
12 AREVALO, Op Cit. Legislacin comparada, principales fuentes: La Ley Orgnica Procesal del Trabajo de Venezuela, Ley N 37.504 del 13 de agosto del 2002. El Cdigo de Trabajo de Ecuador, reformado por Ley N 200313 del 13 de agosto del 2003, por Ley N 2004-43 de agosto del 2004, y por Ley N 2005-3 del 04 de julio del 2005. El Cdigo de Trabajo de Chile, Ley N 20.022 del 30 de mayo del 2005, vigente a partir de 01 de marzo del 2008. El Cdigo Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social de Colombia, Ley N 712, del 05 de diciembre del 2001. 13 ALVARADO VELLOSO, Adolfo, Sistema Procesal Garanta de la Libertad, Editorial Rubinsal Culzoni. Tomo I, 2009, P. 308. 14 BENAVENTOS, Omar A., Teora General Unitaria del Derecho Procesal, Editorial Juris, Rosario - Argentina, 2001, P. 213. 15 ALVARADO VELLOSO, Adolfo, Garantismo procesal versus prueba judicial oficiosa, Editorial Juris e Instituto de estudios polticos e internacionales Repblica de Panam, 2009, P. 46.
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de quien pretende algo para s, es requisito sine cuanon para dar inicio al litigio; seguidamente como consecuencia de la afirmacin tenemos la negacin de quien se resiste a ver sometida su voluntad frente a la afirmacin del pretensor; concluida la etapa de negacin, en la misma serie tenemos la confirmacin tanto de quien afirma como de quien niega, del pretensor y resistente, quienes prueban sus afirmaciones y negaciones; en la misma serie consecuencial y concluida la etapa de confirmacin se apertura la de alegacin, etapa final de la serie donde el pretendiente y resistente exponen sus razones y argumentan sobre las bondades de sus pruebas o elementos de confirmacin procesal; para luego, fuera de la serie, llegar al objeto del proceso: la sentencia, acto de autoridad que crea una norma jurdica de naturaleza especial de cumplimiento obligatorio una vez adquirida la calidad de cosa juzgada, con lo cual se resuelve el conflicto. Como es evidente, la serie se compone del siguiente modo: 1)Afirmacin 2) Negacin 3) Confirmacin 4) Alegacin Es consecuencial -actos de procedimiento- porque una es consecuencia de la otra, esta serie, se presenta en todo tipo de controversias sean stas de carcter no penal como en el proceso civil, familiar, laboral, mercantil, y procesos de naturaleza penal, constitucional, electoral etc., y esta serie es la que realmente hace que el proceso sea un proceso y no otra cosa. 4.1.- Nocin de proceso y Sistemas procesales. El proceso es entonces un conjunto de actos de procedimiento en cuya ejecucin intervienen el actor o demandante, el demandado y el juez, los que deben realizarse en un orden predeterminado por la ley. En algunos casos su iniciacin es actividad reservada a los particulares (sistema dispositivo), en tanto que en otros es facultad del juez o de un rgano del Estado (sistema inquisitivo); los medios de expresin que se utilicen durante la tramitacin pueden ser la palabra o la escritura, y en ese caso el proceso ser oral o escrito; segn que se permita o se prohba el acceso de las partes o de terceros a los actos de procedimiento, el proceso ser pblico o secreto; en algunos casos la justicia
la estructura y la unidad cientfica que se propone -sin exclusiones- para todo debate judicial. Ahora bien, de ese estado de evolucin o crisis de las ideas lo ideal sera pasar a un estado de consolidacin o consenso dogmtico que permita asentar las bases doctrinarias de una teora que, en la bsqueda de su unidad, necesita de una amarre firme de donde partir. Por tanto, no parecera conveniente que el derecho procesal laboral se aparte de la especulacin doctrinaria, que compromete a toda la doctrina procesal (sin distingo alguno). Si el tema convocante es launidad del derecho procesal, se trata de aproximar las ramas al tronco comn, y no al revs. Por una simple economa de esfuerzos, entre otras razones, se aprovechara el formidable efecto de cambio que en el procesalismo cientfico ha provocado, por ejemplo, las brillantes ideas del maestro mexicano Humberto Briseo Sierra, continuadas y enriquecidas en la Argentina por AdolfoAlvarado Velloso. Las teoras de mis maestros han conmovido algunos pilares dogmticos de la ciencia del proceso (que otrora aparecan como inamovibles). Para mayor amplitud Vid.: BENAVENTOS, Omar A., Teora General Unitaria del Derecho Procesal, Editorial Juris, Rosario - Argentina, 2001, pp. 210 217.
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18 ALSINA, Hugo, Tratado terico prctico de derecho procesal civil y comercial. Segunda edicin, ed. Ediar, Buenos Aires, 1956, Tomo I, P. 99. 19 ALVARADO VELLOSO, Adolfo, Garantismo procesal versus prueba judicial oficiosa, Editorial Juris e Instituto de estudios polticos e internacionales Repblica de Panam, 2009, P. 46. 20 Es decir que ese tercero (el juzgador) no tiene ningn inters personal en el resultado del proceso. 21 El tercero no se hace parte, es decir no es ni pretendiente ni resistente. 22 El tercero no se encuentra en situacin de obediencia debida respecto de alguna de las partes en conflicto. 23 MONTERO, J.: La prueba de oficio (libertad y garanta frente a autorizacin y publicizacin del proceso civil), Memorias del 1er Congreso Panameo de Derecho Procesal, P. 279. 24 CALAMANDREI, P. Proceso y democracia, ARA editores, Lima 2006, P. 53.
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partes, cuando stas incurran en inconducta contraria a los deberes de veracidad, probidad, lealtad y buena fe de las partes, sus representantes, sus abogados y terceros. La NLPT es un cuerpo normativo que promueve, creo yo, un activismo judicial desbordado38 que propicia que el juez se considera libre para decidir el caso conforme si fuera un legislador proactivo (sistema inquisitivo), tpico rasgo de un proceso inquisitivo. As mismo, un sector mayoritario de la doctrina nacional seala que la NLPT (Ley N 29497) responde a un sistema mixto moderado, a un proceso laboral social, donde el juez tiene que procurar la igualdad real de las partes. Mixtura inaceptable en una discusin seria en materia procesal; toda vez que, ello significara aceptar la coexistencia de dos sistemas absolutamente opuestos, cosa que nos resistimos a admitir, porque en rigor, es una verdad irrefutable que tanto el sistema inquisitivo como el sistema acusatorio responden a planteamientos filosficos, polticos, jurdicos y hasta a una moral absolutamente diferentes. Se evidencia entonces que lo que regula la NLPT es un proceso inquisitivo39. Se pretende un proceso social40 donde se logre la igualdad real de las partes, visin utpica por imposible, es muy distinto sealar que el proceso garantiza una igualdad legal, una igualdad procesal, pues en efecto, es en el plano jurdico del proceso donde los naturalmente desiguales se convierten en iguales, por eso creemos que el proceso es a no dudar uno de los grandes inotra que se pueda imponer por infraccin a las reglas de conducta a ser observadas en las audiencias. La multa por infraccin a las reglas de conducta en las audiencias es no menor de media (1/2) ni mayor de cinco (5) Unidades de Referencia Procesal (URP). Adicionalmente a las multas impuestas, el juez debe remitir copias de las actuaciones respectivas a la presidencia de la corte superior, al Ministerio Pblico y al Colegio de Abogados correspondiente, para las sanciones a que pudiera haber lugar. Existe responsabilidad solidaria entre las partes, sus representantes y sus abogados por las multas impuestas a cualquiera de ellos. No se extiende la responsabilidad solidaria al prestador de servicios. El juez slo puede exonerar de la multa por temeridad o mala fe si el proceso concluye por conciliacin judicial antes de la sentencia de segunda instancia, en resolucin motivada. El juez puede imponer multa a los testigos o peritos, no menor de media (1/2) ni mayor de cinco (5) Unidades de Referencia Procesal (URP) cuando stos, habiendo sido notificados excepcionalmente por el juzgado, inasisten sin justificacin a la audiencia ordenada de oficio por el juez. 38 YAEZ MONJE, Eduardo.: Unificacin de Jurisprudencia, precedente judicial y aplicacin directa de la constitucin, Humeres Noguer (Direct.), Revista chilena de derecho del trabajo y de la seguridad social, Vol. 1, N 2, 2010, P. 137. 39 El profesor espaol Juan Montero Aroca es contundente al sealar que el denominado proceso inquisitivo no fue y, obviamente, no puede ser, un verdadero proceso. (Apuntes personales de la Conferencia dictada en el Aula Magna de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario, en el marco del encuentro de Cohortes de la Maestra de Derecho de Derecho Procesal, en noviembre de 2011). 40 Para mayor amplitud sobre el tema, vid. MONTERO, J.: El proceso civil llamado social como instrumento de justicia autoritaria. En: Proceso civil e ideologa, Montero J. (Coord), Valencia: Tirant lo Blanch, 2006.
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igualdad jurdica de las partes naturalmente desiguales no se vea trastocada por el ms puro intervencionismo del juzgador en aras de lograr la pretendida igualdad real de las partes. 8.- CONCLUSIONES Habiendo realizado una elemental aproximacin y caracterizacin del proceso laboral peruano, asi como como marco normativo analizado, como conclusin final desde una visin garantista debemos decir que: - La reforma procesal en materializa materializa el activismo y solidarismo judicial, por el rol protagnico en el desarrollo e impulso del proceso que la norma le asigna al juez, protagonismo y amplias facultades que lo involucran en el debate de tal manera que, desaparece su imparcialidad, al punto tal de afectarse la defensa en juicio y la igualdad de las partes. - Los poderes de coercin y sancin a las partes cuando stas incurran en inconducta contraria a los deberes de veracidad, probidad, lealtad y buena fe de las partes, sus representantes, sus abogados y terceros y las facultades probatorias que le otorga la norma al juzgador, se fundamenta en un claro deber de colaboracin con el juez bajo la regla de la buena fe. - Al dotarle al juzgador de facultades probatorias como la prueba de oficio se desdibuja el rol que realmente le corresponde como tercero inter partes. - Tenemos un proceso laboral en el cual no existe tercero imparcial frente al cual comparecen dos parciales, situadas en pie de igualdad y con plena contradiccin que plantean un conflicto para que aqul lo solucione actuando el derecho objetivo. - La norma promueve, un activismo judicial desbordado que propicia que el juez se considera libre para decidir el caso conforme si fuera un legislador proactivo. - La remisin de un sector mayoritario de la doctrina nacional a que la NLPT (Ley N 29497) responde a un sistema mixto moderado, a un proceso laboral social, donde el juez tiene que procurar la igualdad real de las partes, es inaceptable; toda vez que, ello significara aceptar la coexistencia de dos sistemas de enjuiciamiento absolutamente antagnicos, en razn de que el sistema inquisitivo como el sistema acusatorio son antagnicos, responden a planteamientos filosficos, polticos, jurdicos y hasta a una moral absolutamente diferentes. - Un proceso social donde se logre o procure alcanzar la igualdad real de las partes es una utopa, no es posible procurar alcanzar lo inalcanzable, y slo es entendible tal postura desde la perspectiva inquisitorial o desde el proceso que responde al sistema inquisitivo donde adems soberbiamente se busca la verdad real. Es distinto sealar que el proceso garantiza una igualdad jurdica,
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IMPLICANCIAS JURDICOS PENALES A NIVEL DE PREVENCIN DEL DELITO COMO UNA FACULTAD DEL TITULAR DE LA ACCIN PENAL EN LA LEGISLACIN PERUANA.
Fidel Luque Mamani*
Uno de los ms modernos mtodos de enseanza en la facultad de derecho es el mtodo de casos. En el juzgado no necesitamos imaginar ejemplos de laboratorio. La realidad los brinda en gran cantidad de hiptesis Marta Capalbo.
Sumario: I.- Algunos antecedentes; II.- Nociones Preliminares; III.- Naturaleza y mbito de funcin de las Fiscalas Especiales de Prevencin del Delito; IV.- Atribuciones, funciones, acciones, y operativos de las Fiscalas Especiales de Prevencin del Delito; V.- De las acciones y operativos que debe de realizar las Fiscalas Especiales de Prevencin del Delito; VI.- De los recursos.
I.- ALGUNOS ANTECEDENTES n realidad el tema de prevencin del delito, no es un tema novedoso y novsimo en s, ms al contrario es un tema que ya debi aplicarse dentro de sus facultades en el titular de la accin penal pblica (v. gr. El Fiscal Provincial en lo Penal). Ms adelante detallaremos con profundidad el porqu de sta aseveracin, sin temor a equivocarnos. Sin embargo, en nuestra legislacin peruana su introduccin como una institucin jurdico legal, su inclusin como tal, dentro del marco legal peruano es reciente. Tal es as, que mediante al acuerdo N 1733, adoptado por la Comisin Ejecutiva del Ministerio Pblico, en sesin de fecha 16 de Marzo del ao 1999, se dispuso conformar una Comisin encargada de elaborar un Proyecto del Reglamento de la Fiscala de Prevencin del Delito1. Es a travs de ste acuerdo inicial, y adems de otros de la misma naturaleza del cual se infiere, y mediante la celebracin de cursos talleres, claro est con la participacin de Fiscales Provinciales de todo el pas, quienes han fortalecido, sino que adems se debati y analiz acerca del reglamento de organizacin y funciones de las Fiscalas Especiales de Prevencin del Delito, todos los alcances sobre su contenido fue debatido en la ciudad de Lima, el 18 de Junio del ao de 1999. Es, ah en donde se llega a la necesidad vital de reglamentar la organizacin y funciones de sta institucin jurdica. Con la finalidad de que, en principio poner en vigencia, su aplicacin, sino, que adems determinar en principio los alcances de la misma en relacin a los siguientes acpites: a. La naturaleza y mbito de aplicacin. b. Las atribuciones.
* Abogado; con estudios de Maestra en Derecho Constitucional y Derecho Procesal Constitucional de la Escuela de Post Grado de la Universidad Privada Nstor Cceres Velsquez de Juliaca; profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional del Altiplano de Puno, Universidad Jos Carlos Mariategui de Moquegua (con sede en la ciudad de Puno); ha realizado Docencia Universitaria en las Universidades: Nstor Cceres Velsquez de Juliaca, sub sede de Ilave Prov. Del Collao, Universidad Privada San Carlos de Puno; Miembro del Consejo Consultivo Nacional de la Escuela de Litigacin y Oratoria Forense Juliaca - Per; Asesor Legal de entidades privadas y pblicas. La cita de texto corresponde al segundo prrafo de la parte considerativa de la Resolucin de la Comisin Ejecutiva del Ministerio Pblico N 539-99-MP-CEMP de fecha Lima 19-JUL-1999.
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tonces aqu el problema bsico, era la aplicacin del principio de retribucin, es decir no era ya, ni siquiera necesario determinar o tipificar un delito, puesto que se cometa un homicidio, la pena a imponerse conforme al principio retributivo, era la pena de muerte del sujeto activo del delito4; sin embargo, para el caso de delitos leves, como la difamacin su aplicacin era en funcin a lo teleolgico, es decir era muy difcil de determinar la proporcionalidad de la pena. b).- Teora preventiva general. Es prcticamente una teora que como su propio nombre lo seala, est dirigida a la sociedad en general o colectividad en general es decir a cada uno de sus miembros conformantes, grupos sociales, el derecho penal se encarga a travs de diferentes mecanismos legales de exhortar y manifestar con un carcter intimidatorio de quien comete un delito ser sancionado con una pena privativa efectiva o no. La pregunta es cmo se realiza ste carcter intimidatorio el Derecho Penal o de qu manera lo hace? En nuestro ordenamiento jurdico legal, existe una institucin de vacatio legis (trmino latn que significa, vacacin de la ley), la misma que se explica como aqul efecto de la Ley, en cuanto al tiempo de descanso o vacacin de la ley antes de su aplicacin o vigencia espacial o temporal, las leyes se ponen en conocimiento a toda la poblacin en general de las diversas formas de delitos o conductas ilcitas, as como las penas que les corresponde a cada una de ellas. Es decir nos advierte o nos intimida, sealndonos por ejemplo, que si cometes el delito de Violacin Sexual a una menor de 03 aos con subsecuente muerte, la pena a imponerte sera de cadena perpetua. Lo que se pretende con sta teora de prevencin general, es reafirmar no solamente los valores de los derechos fundamentales de la persona humana o humansticos (v. gr. derecho a la vida, integridad fsica, desarrollo integral de la persona, respeto a la propiedad privada). Entonces nos preguntamos la aplicacin de la Teora de Prevencin General de la Pena es perjudicial o no? Cumple o, no cumple su funcin preventiva?. Debemos de mencionar que conforme se viene dando en nuestra realidad jurdica, al aplicarse sta teora en la prctica real, debi de disminuir la comisin de delitos en la sociedad, pero en la realidad jurdica esto no ha sucedido as, ms al contrario, los ndices de delincuencia han aumentado cuando las penas han sido agravadas o aumentadas. Tal vez sin temor a equivocarnos debo de mencionar, que, es aqu, en donde la fuente del nacimiento de los fundamento de la creacin y aplicacin del funcionamiento de las Fiscala de Prevencin del Delito, a fin de que sea sta institucin quien le deba dar mayor relevancia jurdica a la prevencin del delito.
Debemos de mencionar que la aplicacin del principio de retribucin, es tan similar a la LEY DEL TALEN, conocido como: ojo por ojo y diente por diente, el mismo que corresponde a una etapa inicial del Derecho Penal o Ius Puniendi.
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el mbito de su competencia, adems debern de participar en las acciones que la polica nacional realice, todo ello en el mbito de la prevencin del delito, con la finalidad de lograr disminuir los altos ndices de comisin de delitos que hacen que una sociedad se encuentre en estado de inseguridad. Otras de las acciones de stas fiscalas, es de lograr la sensibilizacin de la conciencia pblica y la movilizacin del apoyo popular, a efecto de cambiar las actitudes y conductas de toda la comunidad para asegurar la vigencia de la Ley. Su competencia radica en el Distrito Judicial que le corresponde, y en el lugar donde no existan las Fiscalas de Especiales de Prevencin del Delito, stas sern asumidas por las Fiscala Provincial Penal y/o Mixta de turno. IV.- ATRIBUCIONES, FUNCIONES, ACCIONES, Y OPERATIVOS DE LAS FISCALAS ESPECIALES DE PREVENCIN DEL DELITO El Art. 8 de la Resolucin de la Comisin Ejecutiva del Ministerio Pblico N 539-99-MP-CEMP, seala cules son las atribuciones del Fiscal Especial de Prevencin del Delito, y sta son: a). En principio, el de velar por la defensa de la legalidad (tal cual como lo seala el D. Leg. 052 Ley Orgnica del Ministerio Pblico), adems de defender los derechos y dignidad de las personas y actuar correctamente en las acciones y operativos de prevencin del delito. b). Debe de ejecutar acciones preventivas del delito e intervenir en las denuncias interpuestas por personas naturales y/o jurdicas, instituciones pblicas y/o privadas, las difundidas por los medios de comunicacin y de oficio alusivas a las materias de prevencin del delito, supervigilando el cumplimiento de las disposiciones legales. c). Requerir el apoyo de la Polica Nacional y otras autoridades para llevar a cabo las acciones de Prevencin del Delito. d). Cuando durante las acciones y operativos sugieran hechos que sean de competencia de otras fiscalas, remitirn lo actuado al Fiscal competente. e). Debe planificar, supervisar y dirigir los operativos de prevencin a fin de que se ajusten a criterios de racionalidad, confidencialidad y legalidad. f). Y finalmente debe de ejercer las dems atribuciones que le delegue el rgano de Gobierno. En el Art. 9 de la misma resolucin ejecutiva, establece las funciones del Fiscal Especial de Prevencin del Delito, stas se detallan: a). Debe de recibir, calificar y tramitar las solicitudes o denuncias tanto verbales como escritas para la realiza-
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LA PRUEBA ILCITA EN EL PROCESO LABORAL LA REGLA DE EXCLUSIN MS AMPLIA DEL DERECHO PROCESAL CHILENO
Francisco Jara Bustos*
Si he logrado ver ms lejos ha sido porque he subido a hombros de gigantes Sir Isaac Newton
Sumario: 1.- Introduccin; 2.- La Prueba Ilcita Como Problema, 2.1.- Los lmites a la prueba, 2.2.- Los desarrollos de la jurisprudencia sobre exclusin de la Supreme Court; 3.- La regla de exclusin ms amplia del Derecho Chileno, 3.1.- Corresponde a la prueba ilcita en sentido amplio 3.2.- Comprendera tambin la exclusin de prueba ilcita derivada; 4.- Argumentos que podran justificar la amplitud de la regla del artculo 453 n 4 ct, 4.1.- Carcter tuitivo del ordenamiento laboral, 4.2.- Evita discusiones sobre procedencia de prueba ilcita derivada, 4.3.- Respondera a una manifestacin del principio de buena fe procesal, 4.4.- La justificacin de esta regla puede estar en las discusiones del Foro para la Reforma o en la discusin parlamentaria; 5.- Comentarios finales y conclusiones.
1. INTRODUCCIN1 a Reforma a la Justicia Laboral chilena a diferencia de la Nueva Ley Procesal del Trabajo peruana (LPT)- entre sus particularidades considera la consagracin de normas de exclusin probatoria2, siguiendo la tendencia de las reformas a la justicia de los ltimos aos3. La ilicitud probatoria surge como institucin para asegurar el respeto y la eficacia de los derechos fundamentales por los agentes que detentan el ejercicio del ius puniendi. El no tener esta caracterstica en cuenta puede generar consecuencias imprevistas al ser trasladada -sin ms- con estndares idnticos o incluso ms exigentes a procesos entre particulares, generando problemas desde la ptica de las garantas judiciales y el derecho a la prueba. Proteger las garantas fundamentales es una necesidad que debe considerarse como constitutiva de todo Estado de Derecho4. Sin embargo, la forma de recibir instituciones es ms relevante para su xito que las buenas intenciones que pueden motivar las reformas.
* Egresado de Derecho de la Universidad de Chile ([email protected]). Ayudante Ad honorem de las ctedras de Derecho Procesal, Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, Criminologa en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile. Una versin anterior de este trabajo ha sido presentada con el mismo ttulo en la Revista Chilena de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universidad de Chile, en el Vol. 2, N 3 correspondiente al primer semestre de 2011; con todo se han modificado algunos contenidos y se han agregado referencias atingentes al ordenamiento jurdico peruano. Como el autor no es experto en la legislacin del Per, se agradece cualquier comentario atingente a precisar o corregir dichas referencias. En este trabajo utilizar las siguientes abreviaturas: Cdigo del Trabajo (CT), Cdigo Procesal Penal (CPP), la Constitucin Poltica de la Repblica (CPR), y la Ley 19.968 de Tribunales de Familia (LTF). Adicionalmente har referencias al Anteproyecto (ACPC) y al Proyecto de Cdigo Procesal Civil (PCPC) presentado a tramitacin Mensaje N 398-357 de 2009, y que hoy se encuentra siendo revisado por una Comisin Intraministerial para su presentacin en 2012. Adicionalmente, en algunas notas al pie har referencia especfica a normas del Per. Existen problemas de mala tcnica legislativa pues del texto de la norma pareciera que se trata de no valoracin, sin embargo por motivos en los que no podemos detenernos aqu, sistemticamente debe entenderse que se trata de reglas de exclusin. En todo caso, no afecta en nada esta parte del argumento. Estableciendo un paralelo podemos sealar que la Ley N 29.497, o Nueva Ley Procesal del Trabajo Peruana (LPT) no contempla normas de exclusin probatoria, sin embargo el rgimen constitucional de dicho pas igualmente permite la exclusin de ciertas evidencias. De este modo la Constitucin Poltica del Per en sus arts. 1 y 44, o los arts. 1 y 5 inciso II de la CPR.
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dor nacional, ni la doctrina, ni tampoco la jurisprudencia parecen haber reparado en los problemas tericos y prcticos que tiene el progresivo establecimiento de reglas de exclusin probatoria en procesos civiles, en sentido lato del trmino, es decir, en todas aquellas materias no criminales. Y en efecto, se trata de algo problemtico, pues supone extrapolar una regla creada para desincentivar el actuar ilegal de los rganos de persecucin estatal a procesos entre particulares, cuya lgica es completamente diferente. En materia procesal penal nos encontramos ante un caso paradigmtico de eficacia vertical de los derechos fundamentales contra el poder punitivo del Estado. Por lo mismo, las mayores discusiones se han dado con ocasin del enjuiciamiento criminal por razones de su desarrollo histrico, donde la titularidad estatal de la persecucin penal permiti el uso de medios probatorios que hoy nos pareceran lesivos de las mnimas garantas fundamentales8. Se apunta con estas medidas a limitar el accionar de quienes detentan la accin penal, proscribindoles actuar con racionalidad estratgica9; cuestin que no pasa ni con el imputado, ni menos en materia procesal civil, donde ambas partes gozan de plenas garantas judiciales que permiten mayor grado de libertad de actuacin10. Adems, desde la segunda mitad del siglo XX el reconocimiento progresivo de garantas judiciales como el debido proceso o a la defensa, ha tenido como una de sus facetas la atencin a los medios de prueba en el contexto de las garantas fundamentales de la justicia civil11. Esto puede verse en las principales constituciones occidentales y Tratados Internacionales sobre Derechos Humanos, sea regionales, como el Convenio Europeo de Derechos Humanos (CEDH), o la Convencin Americana sobre Derechos Humanos (CADH)12 y en el marco del
derechos Fundamentales y la Prueba Ilcita. Con especial referencia a la prueba ilcita aportada por el querellante particular y por la defensa. Santiago, Chile: Ediciones Jurdicas de Santiago, 2010, passim. ltimamente, al igual que en el derecho comparado, se han suscitado polmicas respecto al debilitamiento de la regla en pos de polticas inspiradas en la seguridad ciudadana. 8 Roxin, Claus, Derecho procesal penal. Buenos Aires, Argentina: Editores del Puerto, 2003, pp. 563 y ss. 9 Habermas, Jrgen. Teora del a accin comunicativa. Volumen I. Madrid, Espaa: Taurus, 1999, p. 235. 10 En efecto, aqu deben contrastarse los deberes que se exigen a la Fiscala -y a los querellantes en algn sentido (Como se concluye en: Echeverra, Isabel, op. cit., passim.)-, y no as a los imputados a quienes se les reconoce detentar derechos fundamentales contra la acusacin penal. Del mismo modo, en materia procesal civil las reformas han entendido que el entregar poderes al juez obedece a que la sola iniciativa de los litigantes puede ser insuficiente para conducir al tribunal a la verdad sobre las afirmaciones discutidas. Al decir de Taruffo: no se puede esperar que las partes jueguen un papel cooperativo dirigido al descubrimiento desinteresado y objetivo de la verdad, sino que tienen por objeto ganar su caso a cualquier costo y desde luego si es necesarioal costo de la verdad. Taruffo, Michele, Investigacin Judicial y Produccin de Prueba por las Partes, en: Revista de Derecho (Valdivia), vol. 15, 2003, pp. 205-213. 11 Taruffo, Michele, La prueba. Madrid, Espaa: Marcial Pons, 2008, p. 56. 12 Con todo los artculos 6. inciso 1 CEDH, y 8 inciso 1 CADH que consagran garantas comunes a todo juicio son menos detalladas que aquellas referidas al proceso penal artculos 6 inciso 3 CEDH, y 8 inciso 2 CADH. Existe as una mayor libertad a la hora
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El derecho a presentar todo medio de prueba para producir conviccin, tiene al menos dos tipos de limitaciones, que derivan tanto del objeto de la actividad probatoria, como del respeto a ciertas formas o garantas. Entre estos se mencionan aquellos relativos a la pertinencia, relevancia o necesidad de la prueba que algunos autores identifican como lmites intrnsecos a la actividad probatoria, y aquellos los referentes a la licitud de la prueba o lmites extrnsecos18. El criterio de pertinencia no plantea problemas desde la ptica del debido proceso19, sin embargo hay varias reglas de exclusin probatoria o privilegios que impiden a las partes utilizar todo el material relevante para la comprobacin de sus afirmaciones sobre hechos. Algunos de estos tienen fundamento indubitado en normas de ius cogens como es la proscripcin de la tortura, y la prohibicin de atribuir eficacia a cualquier pruede configurar procesos civiles, siempre sobre la base de las normas de los Convenios, como se puso de manifiesto en la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, Dombo Beheer B. V. vs. Pases Bajos. Sentencia de 17 de octubre de 1993, prrafo 32. Pic I Junoy, Joan, El derecho a la prueba en el proceso civil. Barcelona: J.M. Bosch Editor, 1996, p. 448. Ferrer Beltrn, Jordi, Derecho a la prueba y racionalidad de las decisiones judiciales. En: Jueces para la Democracia, p. 27. Para una definicin de este derecho: Pic I Junoy, Joan. op. cit. (n. 13), pp. 18-19; Taruffo, Michele, La prueba (n. 11), pp. 56 y ss.; Carocca, Alex, Garanta constitucional de la defensa procesal. Barcelona: J. M. Bosch Editor, 1998, pp. 98-99. Marinoni, Luiz Guilherme; Prez Ragone, lvaro y Nez Ojeda, Ral, Fundamentos del Proceso Civil. Hacia una teora de la adjudicacin. Santiago: Abeledo Perrot-Legal Publishing, 2010, pp. 280 y ss. Ibid., p. 440. Los primeros o inherentes a la actividad probatoria, son aquellos que necesariamente deben concurrir en la prueba para que pueda considerarse como tal, y son su pertinencia y utilidad y los segundos se derivan del carcter procesal de este derecho, y son aquellos exigidos por las normas de proposicin con carcter general para cualquier prueba o medio probatorio. (vase: Pic i Junoy, Joan, La prueba ilcita y su control judicial en el proceso civil. En: III Congreso Panameo de Derecho Procesal, 2006, Ciudad de Panam, Panam, p. 160). As: Taruffo, Michele, Investigacin Judicial y (n. 10), p. 57.
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En suma, podemos ver que la regla de exclusin desarrollada por la Supreme Court que hace tanto sentido en el CPP, nunca fue pensada para procedimientos entre privados, por lo que la tendencia del legislador patrio resulta poco feliz33. 3. LA REGLA DE EXCLUSIN MS AMPLIA DEL DERECHO CHILENO Previo a la Reforma Procesal Laboral, aunque no existan reglas al respecto la jurisprudencia en varios casos opto por no valorar ciertas pruebas por atentar contra garantas fundamentales34. En el derecho comparado la exclusin de prueba en materia laboral tampoco es una innovacin doctrinaria; a mayor abundamiento puede citarse el caso espaol. La afirmacin puede parecer exagerada, pero no lo es. Como se ha indicado en otro lugar, si uno compara las reglas existentes de exclusin probatoria tanto en materia del Cdigo Procesal Penal (art. 276 CPP)35, 36, la del artculo 31 de la Ley de Tribunales de Familia (LTF)37 -y en algn sentido tambin las que se han discutido en materia de Reforma Procesal Civil en el Anteproyecto (ACPC) y el Proyecto (PCPC)38-, con aquella establecida en el artculo
33 Con todo, podr retrucrsenos que existen otros ordenamientos influyentes para el caso chileno como el espaol que han desarrollado normas de exclusin para todo tipo de procesos. Revisaremos eso en la seccin (4) al intentar justificar la regla. 34 Por ejemplo las resoluciones del Octavo Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago, Rol N 4862-2001, y el fallo de la Corte de Apelaciones de Santiago de 13.11.2006, Rol N 1954-2006. Citadas en Ferrada, Francisco, La prueba ilcita en sede civil. Santiago: Abeledo Perrot Legal Publishing, 2011, p. 87. 35 Art. 276 inciso 3 CPP. Exclusin de pruebas para el juicio oral. () Del mismo modo, el juez excluir las pruebas que provinieren de actuaciones o diligencias que hubieren sido declaradas nulas y aquellas que hubieren sido obtenidas con inobservancia de garantas fundamentales. (Las cursivas son nuestras). 36 El Cdigo Procesal Penal Peruano contiene en su art. 352 n 4 una norma relativa a La admisin de los medios de prueba que puede permitir al tribunal optar por excluir del proceso aquella prueba que reconozca como ilcita. En este sentido: Piscoya Silva, Jos. Procedimiento de exclusin de la prueba ilcita, en Derecho y Cambio Social. En lnea: http://www.derechoycambiosocial.com/revista005/prueba%20ilicita.htm [Consulta 25 de enero de 2012]. 37 Art. 31 LTF. Exclusin de prueba. El juez de familia, luego de estudiar la admisibilidad de las pruebas ofrecidas, de resolver las convenciones probatorias y de escuchar a las partes que hubieren comparecido a la audiencia preparatoria, ordenar fundadamente que se excluyan de ser rendidas en el juicio aquellas que fueren manifiestamente impertinentes, tuvieren por objeto acreditar hechos pblicos y notorios, resulten sobreabundantes o hayan sido obtenidas con infraccin de garantas fundamentales. Las dems sern admitidas y se ordenar su rendicin en la audiencia de juicio respectiva. (Las cursivas son nuestras). 38 No obstante el proyecto definitivo an no ha sido entregado por la Comisin Intraministerial hay buenas razones para creer que al menos en lo sustantivo el estndar se mantendr. Las razones que nos llevan a creer esto en: Jara Bustos, Francisco, op. cit. (n. 5). El estndar del artculo 282 APCP y del artculo 263 PCPC es idntico. Art. 263 PCPC. Exclusin de prueba. El juez, ordenar fundadamente que se excluyan de ser rendidas en el juicio aquellas pruebas que fueren manifiestamente impertinentes, tuvieren por objeto acreditar hechos pblicos y notorios, resulten sobreabundantes, hayan sido obtenidas con infraccin de garantas fundamentales o recaigan sobre hechos no controvertidos, a menos que se tratare de cuestiones indisponibles para las partes.
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Esto debe llamar doblemente la atencin, no solo por la importancia que debiera tener el derecho a la prueba como garanta, pues de acuerdo al tenor de la disposicin legal, basta que la prueba hubiese sido recabada por medios ilcitos, sin importar la entidad de la vulneracin. Podra por ejemplo vulnerarse un reglamento interno de la empresa, lo que constituira una contravencin que probablemente no afecta ningn inters tutelado constitucionalmente, o que tenga reconocimiento en tratados; sin embargo esa proteccin podra prevalecer sobre la bsqueda de la verdad y el debido proceso. No se desconoce por cierto, que los procesos laborales o de familia consideran la proteccin de intereses relevantes y pueden justificar limitaciones probatorias ms fuertes que los litigios de carcter eminentemente patrimonial43, sin embargo el criterio de exclusin debe ser menor que las prohibiciones existentes en materia penal. La gravedad de esto se vislumbra al constatar que el Estado no detenta ningn derecho constitucional para poder producir evidencias, y sin embargo la prueba derivada de actuaciones declaradas nulas hoy puede ser plenamente admisible gracias a la Ley N 20.253, tambin llamada Agenda Corta Antidelincuencia. Vulnerar la legalidad no es ya bice para la persecucin penal que puede privar a alguien de su libertad o sus bienes, y sin embargo en materia laboral vulneraciones a la legalidad o a normas de menor rango pueden suscitar la inutilizabilidad de las evidencias. 3.2. Comprendera tambin la exclusin de prueba ilcita derivada La pregunta por la prueba ilcita derivada surgi casi desde que existe la exclusionary rule. Para estos efectos fue acuada la doctrina del fruto del rbol envenenado (fruit of the poisonouss tree), o doctrina de los efectos reflejos de la prueba ilcita, que en buenas cuentas extiende el mbito de accin de la exclusin a aquellas pruebas obtenidas a consecuencia de una infraccin a derechos fundamentales. Esta doctrina se desarroll desde Silverthorne Lumber Co vs. United States, 251 U.S. 385, (1920), donde se decidi que no se poda intimar a una persona para que entregara documentacin a cuyo conocimiento haba llegado la polica a travs de una allanamiento ilegal44. La expresin fue acuada en Nardone vs. United States, 308, U.S. 383, (1939) donde la Supreme Court seal: Una vez que est establecido como lo ha sido plenamente aqu- el juez del caso debe dar oportunidad;
del mismo modo la normativa de los artculos 2 y 5 del citado cuerpo legal, o el artculo 5 CT constituyen ejemplos de garantas fundamentales establecidas en leyes, no obstante en ltimo trmino son concreciones de mandatos del artculo 19 CPR, o de disposiciones de Tratados Internacionales sobre Derechos Humanos. 43 Sobre esto Jana Linetzky, Andrs, La eficacia horizontal de los derechos fundamentales, en: VV.AA., Los derechos fundamentales. Seminario Latinoamrica de Teora Constitucional 2001. Editores del Puerto, Buenos Aires, 2003, p. 69. 44 Zapata Garca, Mara Francisca, op. cit. (n. 7), p. 28.
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el profesor Christian Melis se refiere a la tensin entre el respeto a los derechos fundamentales y la averiguacin de la verdad, respecto de la proporcionalidad del medio empleado, como parmetro de admisibilidad51. Existen por cierto obras dogmticas, tesis y artculos que se refieren al derecho a la prueba y/o los problemas sistemticos de la prueba ilcita en nuestro pas52, sin embargo como anteriormente se ha advertido, existe un grave problema de coherencia en la forma de entender el derecho procesal civil53, y hay escaso o nulo dilogo entre subsistemas que tienen ms en comn de lo que se cree y que debieran tener por fin el permitir un acceso igualitario a la justicia a toda la sociedad54. 4. ARGUMENTOS QUE PODRAN JUSTIFICAR LA AMPLITUD DE LA REGLA DEL ARTCULO 453 N 4 CT55 Es importante, con todo, evitar caer en falacias como la del hombre de paja e intentar dar a conocer argumentos a favor de este artculo, que salgan de los lugares comunes del neoconstitucionalismo que permite casi cualquier argumentacin. Por lo mismo sienta bases febles para el debate, pues no permite razonar un estndar, dado que tanto el artculo 31 LTF y el artculo 453 N 4 CT protegen igualmente derechos fundamentales. Por lo mismo hemos intentado buscar argumentos para apoyar la existencia de una prohibicin de esta amplitud, en el entendido de que si en la literatura esta no ha sido justificada puede no deberse tanto a que no existan argumentos, como al hecho de que nadie haya criticado una norma -en apariencia- tan buena y necesaria.
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56 El derecho peruano consagra normas similares en materia laboral sustantiva, asimismo, la LPT consagra expresamente en su art. III del Ttulo Preliminar los Fundamentos del proceso laboral, y en su art. IV del mismo Ttulo La Interpretacin y aplicacin de las normas en la resolucin de los conflictos de la justicia laboral, donde se reitera que los jueces imparten justicia con arreglo a la Constitucin Poltica del Per, los tratados internacionales de derechos humanos y la ley (). 57 Gamonal, Sergio, El Procedimiento de Tutela de Derechos Laborales. Santiago, Chile: Legal Publishing, 2008, pp. 7 y ss. 58 Jana, Andrs, op. cit. (n. 43), p. 7. El autor destaca que una cosa anloga ha ocurrido en el derecho de familia. 59 La influencia del Derecho espaol, en especial de la Ley de Enjuiciamiento Civil de 2000 y la Ley de Procedimiento Laboral de 1994, es notoria, sobretodo en las normas sobre prueba del nuevo proceso de tutela laboral, remito a: Jara Bustos, Francisco, La facilidad probatoria (n. 53), p. 170. 60 Jequier, Eduardo, La obtencin ilcita de la fuente de la prueba en el proceso civil. Anlisis comparativo del ordenamiento jurdico espaol y chileno, en: Revista Chilena de Derecho, vol. 34 N 3, 457-494, diciembre 2007, p. 460.
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exclusin probatoria de la nueva legislacin procesal civil se mantienen en una nocin de prueba ilcita restringida, estaramos en presencia de otro problema de coherencia. 4.4. La justificacin de esta regla puede estar en las discusiones del Foro para la Reforma o en la discusin parlamentaria El inusual diseo de la regla del CT, podra deberse a la deliberacin del parlamento, o bien estar motivada por las reflexiones de los acadmicos y abogados que formaron parte del Foro que estudi la Reforma a la Justicia Laboral. Lamentablemente nos vemos de nuevo enfrentados a un camino sin salida. El Mensaje N 4-350 contiene una referencia al particular al expresar, sobre los medios de prueba, que de manera novedosa, se incorpora en el proyecto una regla dirigida a privar de valor probatorio a las pruebas que las partes aporten y que se hubieren obtenido directa o indirectamente por medios ilcitos o a travs de actos que impliquen violacin de derechos fundamentales68. La norma original del proyecto, el artculo 458 inciso 4 CT que consagra la misma regla de exclusin del actual 453 CT69, fue aprobada en el Primer Informe de la Comisin de Trabajo por unanimidad70. La nica modificacin sustantiva que se sugiri se encuentra en el Primer Boletn de Indicaciones del Senado, donde en la indicacin 122, el Senador Boeninger propuso eliminar la frase final o a travs de actos que impliquen violacin de derechos fundamentales71. Es decir, habra reducido la norma a una extraa prohibicin de prueba ilegal, y prueba indirectamente obtenida de prueba ilegal (que habra configurado tambin una figura sui generis). No cabe ahora elucubrar si esta recomendacin obedeca a algn cuestionamiento del Senador Boeninger hacia los problemas interpretativos derivados de los derechos fundamentales, a una mentalidad autoritaria, o bien, a alguna adscripcin terica poco conocida, toda vez que la mocin rechazada en el Segundo Informe de la Comisin de Trabajo72. De ah la tramitacin avanz hasta derivar en el texto que vio la luz en el art. 453 N 5 inciso 3. Su actual numeracin se debe a la llamada reforma de la reforma, donde la regla no fue objeto de discusin y pas a la ubicacin que conocemos del artculo 453 N 473. Descartado el Congreso Nacional, donde la norma, tal como las disposiciones que gobiernan la prueba ilcita en otras reformas ha sido un tpico que a la legislatura parece no llamarle la atencin, la mirada debera posarse sobre el Foro que inspir la Reforma. Con todo, esto no ser de gran
68 Historia de la Ley N 20.087. Biblioteca del Congreso Nacional. 03 de Enero de 2006. Disponible en www.bcn.cl . p. 18. 69 Ibid., pp. 37-38. 70 Ibid., p. 103. 71 Ibid., p. 492. 72 Ibid., p. 600. 73 Historia de la Ley N 20.260. Biblioteca del Congreso Nacional. 29 de marzo de 2008. Disponible en www.bcn.cl , p. 84.
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74 Esta entidad, integrada por personalidades de distintas esferas vinculadas al Derecho del Trabajo dise una propuesta de reforma. En 2002 se entreg al Ministerio de Justicia el documento Bases Fundamentales para la Reforma de la Justicia Laboral y Previsional que, a su turno, debera servir de base del proyecto de reforma. Consltese: Walter, Rodolfo y Lanata, Gabriela. op. cit. (n. 50), pp. 24 y ss. 75 Dentro del apartado 2.1 Letra C, podemos encontrar: En materia de medios de prueba, debe autorizarse a las partes para valerse de cuantos medios de prueba se encuentren regulados en la ley, admitindose como tales los medios mecnicos de reproduccin de la palabra, de la imagen y del sonido, salvo que se hubieran obtenido, directa o indirectamente, mediante procedimientos que supongan violacin de derechos fundamentales y libertades pblicas ( las cursivas son nuestras). Bases Fundamentales para la Reforma de la Justicia Laboral y Previsional. Disponible en www.cejamericas.org, p. 32.
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DICIENDO NUEVAS VERDADES ALGUNOS APORTES SOBRE EL VERDADERO CONTENIDO DEL DERECHO A LA TUTELA JURISDICCIONAL EFECTIVA*
Johan S. Camargo Acosta**
La justicia, adems de las caractersticas tpicas tradicionales de: efectiva, democrtica, rpida, dinmica y econmica; debe ser imparcial y objetiva.
Sumario: I.- El Estado Constitucional de Derecho.- II.- La Supremaca de la Constitucin en el Ordenamiento Jurdico.- III.- Los Principios Generales del Derecho.- IV.- El Derecho a la Tutela Jurisdiccional Efectiva.- IV.1.- El Derecho a la Tutela Jurisdiccional Efectiva a partir de la concepcin del ciudadano.- IV.2.- El Derecho a la Tutela Jurisdiccional Efectiva a partir de una concepcin estatal.
I.- EL ESTADO CONSTITUCIONAL DE DERECHO.1 l Estado se define como aquel grupo social que en forma organizada estructura el poder mediante determinadas normas o reglas de conducta a las que se les denomina Derecho, con las cuales lograr ejercer influencia sobre sus miembros para que stos adecen sus conductas a las reglas prefijadas por aquel. Marcial Rubio Correa define al Estado como la forma superior y ms poderosa de organizar el poder dentro de la sociedad2, asimismo seala que el poder es la capacidad que tiene una persona (o un grupo) de lograr que las conductas de los dems sean realizadas de acuerdo a los trminos que ella (o ellos) fijan3 Por su parte el maestro Carnelutti seala que La sociedad al transformarse por obra del Derecho, o sea, segn el modo acostumbrado de hablar, cuando est ordenada jurdicamente, se llama Estado4. El Derecho es aquel conjunto de normas o reglas de conducta ideado por los hombres, para orientar, mediante fines y valores, su conducta hacia un deber ser que les permita asegurar la coexistencia social y su plena realizacin personal5 Cuando esto ha ocurrido podremos decir que el Estado como forma organizada del poder, organizado jurdicamente se ha convertido en un Estado de Derecho. En contraposicin a esta afirmacin, toda forma organizada del poder en la que no medie un conjunto de normas o reglas de conducta, en la que no medien fines o valores, podr ser considerado a lo sumo como Estado pero no de Derecho, es entonces requisito indispensable la existencia del conjunto normativo para la configuracin del Estado de Derecho.
** Abogado por la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de San Agustn, Maestra en Derecho Procesal por la Universidad Nacional de Rosario Argentina y Maestra en Derecho de Empresa por la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas UPC, Miembro y Actual Director Acadmico de la Sociedad Peruana de Ciencias Jurdicas, Miembro del Instituto Panamericano de Derecho Procesal, Abogado Principal del Estudio Ral Canelo Rabanal Abogados, rbitro. [email protected] 1 La versin original de este texto ha sido previamente publicada en: Cdigo Procesal Civil comentado por los mejores especialistas Tomo I (comentario al artculo I del Ttulo Preliminar), Editorial ADRUS, Arequipa: Mayo 2010. 2 Rubio Correa, Marcial. El Sistema Jurdico (Introduccin al Derecho), 7 Edicin. Fondo Editorial PUCP, Lima: 1993. p. 43. 3 Rubio Correa, Marcial. El Sistema Jurdico (Introduccin al Derecho), 7 Edicin. Fondo Editorial PUCP, Lima: 1993. p. 43. 4 Carnelutti, Francesco. Teora General del Derecho. Editorial ARA, Lima: Julio 2006. p. 55. 5 Garca Toma, Vctor. Introduccin a las Ciencias Jurdicas. Editorial JURISTA, Lima: Abril 2007. p. 159.
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Rubio Correa, Marcial. El Sistema Jurdico (Introduccin al Derecho), 7 Edicin. Fondo Editorial PUCP, Lima: 1993. p. 48. 7 Rubio Correa, Marcial. El Sistema Jurdico (Introduccin al Derecho), 7 Edicin. Fondo Editorial PUCP, Lima: 1993. p. 43. 8 Alfaro Pinillos. Roberto. Teora General del Derecho Procesal Constitucional. Editorial ADRUS, Arequipa: Noviembre 2007. p. 48. 9 Rubio Correa, Marcial. El Sistema Jurdico (Introduccin al Derecho), 7 Edicin. Fondo Editorial PUCP, Lima: 1993. p. 47. 10 Garca Toma, Vctor. Introduccin a las Ciencias Jurdicas. Editorial JURISTA, Lima: Abril 2007. p. 25. 11 Plcido V. Alex F. Prlogo a Violencia Familiar, Inters de todos de Carolina Ayvar Roldn. Editorial ADRUS, Arequipa: Octubre 2007, p. 13.
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Es preciso anotar que cuando este artculo se refiere a la preferencia del texto Constitucional sobre una norma legal, previamente debe haberse agotado todas las formas de interpretacin posible21, puesto que podra ocurrir que uno de los sentidos interpretativos de la norma sea Constitucional, en este caso, lo que se habra efectuado es un juicio de constitucionalidad a los sentidos de interpretacin de la norma. Como seala el profesor italiano Giancarlo Rolla: La cuestin de constitucionalidad puede ser utilizada no tanto para abrir un juicio sobre una disposicin, sino contra una interpretacin de la misma.22 El artculo 138 de la Constitucin encuentra sustento en el hecho de que nuestro ordenamiento reconoce que el principio supra-ordinador que emana de la Constitucin, es el principio de constitucionalidad de todo sistema jurdico y, por supuesto, del sistema legislativo. Simplificadamente este principio seala que las normas constitucionales tienen primaca por sobre cualquier otra norma del sistema y que, en caso que cualquier otra norma se oponga de alguna manera a la norma constitucional, se aplicar la norma constitucional sobre ella23 Y claro, no slo en el supuesto que la norma se oponga a la Constitucin sino tambin en el supuesto que ello ocurriere respecto de alguno de los sentidos de interpretacin de la norma. El sustento del principio sealado tiene a su vez su origen en: El principio pro homine y pro libertatis, en base al cual las disposiciones deben ser interpretadas de la manera ms favorable a la persona humana; en consecuencia, deben ser interpretadas exclusivamente aquellas que favorecen a la persona humana y restrictivamente aquellas que introducen limitaciones al ejercicio de los derechos fundamentales. En otros trminos, en el caso de disposiciones susceptibles de recibir diferentes interpretaciones, se debe utilizar la interpretacin conforme a la Constitucin y, en consecuencia, ms favorable al recurrente en el proceso a quo24 III.- LOS PRINCIPIOS GENERALES DEL DERECHO.
Los Principios Generales del Derecho son un conjunto de valores o proposiciones tcnicas fundadas en la razonabilidad que inspiran la estructura y naturaleza del sistema jurdico, delimitando y orientando la forma de operacin, funcionamiento y aplicacin del mismo, pudiendo encontrarse regulados expresa o tcitamente en el ordenamiento jurdico. As, Garca Toma sostiene que los Principios Generales del Derecho son axiomas, pautas bsicas o postulados
21 Cfr. Camargo Acosta, Johan S. El Principio de Legalidad y la Irresponsabilidad Civil de los Jueces, en Revista El Derecho N 308. Editorial ADRUS, Arequipa, Diciembre: 2007 22 Rolla, Giancarlo. Juicio de Legitimidad Constitucional en Va Incidental y Tutela de los Derechos Fundamentales, en Id est Ius Ao II N 2. Editorial ADRUS, Arequipa: Junio 2006. p. 25. 23 Rubio Correa, Marcial. El Sistema Jurdico (Introduccin al Derecho), 7 Edicin. Fondo Editorial PUCP, Lima: 1993. p. 132. 24 Rolla, Giancarlo. Juicio de Legitimidad Constitucional en Va Incidental y Tutela de los Derechos Fundamentales, en Id est Ius Ao II N 2. Editorial ADRUS, Arequipa: Junio 2006. p. 25.
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25 Garca Toma, Vctor. Introduccin a las Ciencias Jurdicas. Editorial JURISTA, Lima: Abril 2007. p. 499. 26 Rubio Correa, Marcial. El Sistema Jurdico (Introduccin al Derecho), 7 Edicin. Fondo Editorial PUCP, Lima: 1993. p. 301. 27 De Diego, Clemente F. Prlogo a Los Principios Generales del Derecho de Giorgio Del Vecchio. Editorial ARA, Lima: Abril 2006, p. 10. 28 Rubio Correa, Marcial. El Sistema Jurdico (Introduccin al Derecho), 7 Edicin. Fondo Editorial PUCP, Lima: 1993. pp. 303-304.
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mismo le es conferido de modo errado, se le est negado el acceso a su ideal de justicia a travs de la vigencia y cumplimiento de la normatividad material y con ello se le est violentando un derecho que le es inherente a su atributo y personalidad jurdica42. En tal sentido, el operador de la administracin de justicia jams podr negar tutela jurisdiccional efectiva pretendiendo escudarse en el defecto o en la deficiencia de la ley, esto es, en la inidoneidad real o aparente, de la norma que regula el supuesto fctico que dio lugar al inicio del proceso o en su insuficiencia. Pero claro, el problema no est como lo explicaremos a lo largo de la presente investigacin- en falta de administracin de justicia por defecto o deficiencia de la ley, sino en la irrestricta aplicacin del principio de legalidad que limita la posible actividad interpretativa olvidando los fines para los cuales es creado un proceso. IV.2.5.- Etapas del Derecho de Tutela El derecho a la tutela jurisdiccional se desarrolla en tres momentos43: i) Durante el acceso a la justicia al recurrir al rgano jurisdiccional a fin de formular los pedimentos y solicitar que se emita un pronunciamiento fundado en derecho favorable o no- sobre las pretensiones planteadas44. ii) Una vez en ella, es decir, durante la tramitacin el proceso instaurado para dar respuesta fundada en derecho a los planteamientos efectuados por el litigante, en el mismo que se han de hacer posible la defensa y obtencin de una solucin en un plazo razonable45. iii) Luego de la emisin de la sentencia, es decir la eficacia del pronunciamiento judicial. Lo expuesto ensea que se har justicia o se dar a cada uno lo que se merece cuando, en principio se permita
42 Quiroga Len, Anbal. El debido proceso legal y el sistema interamericano de proteccin de derechos humanos. Editorial JURISTA, Lima: Julio 2003. p. 48. 43 Para Chamorro Bernal, el derecho de tutela se produce en cuatro etapas distintas bajo la denominacin de derechos bsicos que componen el derecho a la tutela judicial efectiva-, pero que en su conjunto representan las tres etapas que describimos. Dichos derechos son: El derecho al libre acceso a la jurisdiccin y al proceso en las instancias reconocidas; el derecho de defensa o la prohibicin constitucional de indefensin; el derecho a obtener una resolucin fundada en Derecho que ponga fin al proceso y el derecho constitucional a la efectividad de la tutela judicial (Chamorro Bernal, Francisco. La tutela judicial efectiva. Editorial BOSCH, Barcelona. pp. 12-13.). 44 Como seala Quiroga Len, la primera evidencia de ello se obtiene a travs de la conceptualizacin del derecho de accin (es decir, el derecho pblico-subjetivo de todo ciudadano a recurrir al rgano jurisdiccional para obtener una respuesta cierta, imparcial y dentro de plazos razonables que por sobre sus derechos subjetivos en disputa) como un derecho fundamental. (Quiroga Len, Anbal. El debido proceso legal y el sistema interamericano de proteccin de derechos humanos. Editorial JURISTA, Lima: Julio 2003. p. 48.) 45 Se entiende por tutela jurisdiccional a aquella concedida en un plazo razonable; por lo que de brindarse tutela tarda, sta puede considerarse como equivalente a la falta de tutela jurisdiccional.
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46 En el supuesto que se trate de una demanda manifiestamente improcedente, bastar con la emisin del pronunciamiento fundado en Derecho, debidamente motivado, que determine la improcedencia liminar de la accin iniciada; por lo que no ser necesario el cumplimiento estricto de las instancias mencionadas.
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HODIERNAS SIMPATAS DEL DERECHO PROCESAL: AVANCES Y DESAFOS DEL DERECHO ALIMENTARIO COMO CONDICIN DE SUBSISTENCIA EN EL RAZONAMIENTO JURDICO PROCESAL
Liz Carola Jara Mattesich*
La vida humana debe ser respetada y protegida de manera absoluta desde el momento de la concepcin. Desde el primer momento de su existencia, el ser humano debe ver reconocidos sus derechos de persona, entre los cuales est el derecho inviolable de todo ser inocente a la vida1.
Sumario: 1.- Introduccin; 2.- Jurisdiccin Especializada de la Niez y la Adolescencia. 3.- Peticin de alimentos: Procedimiento especial o general? 3.1.- Procedimiento Especial, 3.2.- Procedimiento General, 3.3.- Monto provisorio y definitivo de alimentos; 4.- Ofrecimiento de alimentos: Procedimiento especial; 5.- Derecho del Nio a ser escuchado: 6.- Estadstica; 7.- Conclusin.
1.- INTRODUCCIN a Repblica del Paraguay desde el ao 1989 ha aprobado y ratificado, por no decir la totalidad, la mayora de los documentos internacionales que reconocen Derechos de los Nios, entre ellos la Convencin Internacional sobre los Derechos del Nio; a partir de ella ha cambiado el paradigma de considerar al nio como mero receptor de acciones asistenciales, pasando al reconocimiento expreso del mismo como sujeto de derechos, sancionndose en el ao 2001 el Cdigo de la Niez y la Adolescencia tendiente a satisfacer en forma integral e interdependiente los derechos reconocidos en aqul instrumento. () el fundamento de los alimentos a los hijos es el reconocimiento de la ley natural en cuanto a la necesidad de proteccin, recogida por la ley y derivada de la patria potestad o del parentesco2. Nuestra Constitucin Nacional establece no solo la obligacin sino el derecho de los padres de asistir, alimentar, educar y de amparar a sus hijos menores de edad, en ese tenor, atendiendo a las actuales estadsticas judiciales, en el presente artculo abordar el Derecho del Nio al Alimento y el Procedimiento en Paraguay. Para la tutela del derecho a la asistencia alimenticia del nio, adolescente y mujer grvida, el Cdigo de la Niez y la Adolescencia de Paraguay, en adelante C.N.A., regula un Procedimiento Especial, no obstante, los casos relacionados a los alimentos como ser: de aumento, disminucin y cesacin, son tratados en el C.N.A. mediante un Procedimiento General. Recientemente, en el ao 2009, el ofrecimiento de asistencia alimenticia, cuenta con una Ley que regula un Procedimiento Especial.
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Abogada. Egresada Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Asuncin. Distincin: Mejor Egresada Medalla de Oro. Auxiliar de ctedra de las asignaturas: Derecho Procesal Civil I, II y Derecho Mercantil II de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, Filial Quiindy, de la Universidad Nacional de Asuncin. Especialista en Docencia Universitaria Facultad de Ciencias Econmicas de la Universidad Nacional de Asuncin. Discente de Maestra en Derecho Procesal de la Universidad Nacional de Rosario, Facultad de Derecho. Argentina. Miembro de Consejo Consultivo Internacional de la Escuela de Litigacin y Oratoria Forense Juliaca Per. Juan Pablo II. Gagliardone Rivarola, Clara Rosa - Riera G. Alejandro Jos. Alimentos en la Niez y la Adolescencia. Edit. Intercontinental. Asuncin, Paraguay, 2008. Pg. 95.
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Gagliardone Rivarola, Clara Rosa - Riera G. Alejandro Jos. Alimentos en la Niez y la Adolescencia. Edit. Intercontinental. Asuncin, Paraguay. Ao 2008. Pg. 175.
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Causa Asistencia Alimentaria Aumento Asistencia Alimentaria Cesacin Asistencia Alimentaria Disminucin Asistencia Alimentaria Ayuda Prenatal
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Feb. 336 27
Mar. 106 11
Abr. 244 23
May. 306 26
Jun. 107 6
Jul. 259 25
Ago. 330 30
Set. 80 4
Oct. 173 12
Nov. 280 21
Dic. 120 11
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Ene. Feb. Mar. Abr. May. Jun. Total 31 394 299 130 445 336 1.635
Datos oficiales de la Corte Suprema de Justicia. Seccin de Procesamiento de Datos: Estadstica Niez. Paraguay.
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Sumario: 1.- Presentacin; 2.- La imparcialidad - Concepto y dimensiones; 3.- El procedimiento cautelar; 4.- El procedimiento cautelar y la imparcialidad objetiva.
1.- PRESENTACIN.
os procedimientos cautelares legislados en el Cdigo Procesal Civil Nacional y en el catamarqueo, establecen que el juez competente para intervenir en la peticin cautelar ser el mismo que conozca en el proceso principal1.
Esta regla de competencia, ha sido interpretada por la jurisprudencia nacional, en especial por la Corte Suprema de Justicia, sosteniendo que el dictado de medidas cautelares no constituye prejuzgamiento, porque el tribunal se expide provisionalmente y que tal anticipo de jurisdiccin no importa una decisin definitiva.2 Esta interpretacin reiterada desde antao por nuestros Tribunales, hoy no parece ser la ms acertada, mxime si se la analiza a la luz de los Tratados Internacionales que por imperio del art. 75 inc. 22 de la C.N. gozan de jerarqua constitucional y de la interpretacin que las Cortes Internacionales han elaborados respecto a los alcances de la imparcialidad del Juzgador, la que hoy es seguida por la Corte Suprema de Justicia limitada al proceso penal. El objetivo de este trabajo ser analizar, conforme la actual doctrina, si el procedimiento cautelar afecta la imparcialidad del juez. 2.- LA IMPARCIALIDAD - CONCEPTO Y DIMENSIONES. Ensea Ferrajoli que la imparcialidad y la ajenidad del juez tiene su origen en el mundo greco-romano y despus en la organizacin medieval (preinquisitiva) de las artes liberales los que fueron redescubiertos por la cultura ilustrada continental, bajo el influjo de la experiencia inglesa.3
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Abogada por la Universidad Nacional de Crdoba Argentina (1988); Magister en Derecho Procesal otorgado por la Universidad Nacional de Rosario Argentina (2012); Discente de Doctorado por la Universidad Nacional de Rosario - Argentina (2012); Especialista en Derecho Procesal (ttulo expedido por la Universidad Nacional de Catamarca 200); Autora de diversos artculos en ensayos publicados en la Argentina; En la actualidad y a partir del mes de febrero de 1997 - en la actividad privada en la Provincia de Catamarca - repblica de Argentina, como socia del Estudio Jurdico Barrera-Meglioli. Art. 6 inc. 4 CPCCN y CPCCatam. Conf. Fallos 320:1633 Conf. Ferrajoli, DERECHO Y RAZON. Teora del garantismo penal. , pg. 138 Editorial Trotta, 8 Edicin, Madrid 2006.
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rcter: para ello, no ha de estar colocado en la posicin de parte (impartialidad) ya que nadie puede ser actor o acusador y juez al mismo tiempo, debe carecer de todo inters subjetivo en la solucin del litigio (imparcialidad) y debe poder actuar sin subordinacin jerrquica respecto de las dos partes (independencia).13 A nivel jurisprudencial, considero que el germen de la doctrina que hoy sustenta la Corte Suprema de Justicia de la Nacin en materia de imparcialidad se lo encuentra en el ao 1993 en el voto de los Ministros Barra y Fayt 14 en el caso Inchauspe de Ferrari15, cuando sealan: 9) Que las cuestiones de recusacin se vinculan con la mejor administracin de justicia, cuyo ejercicio imparcial es uno de los elementos de la defensa en juicio. Ello es as, por cuanto la garanta de objetividad de la jurisdiccin es un principio procesal del estado de derecho que, en la actualidad, se eleva al rango de Ley Fundamental y, porque cuya inobservancia es juzgada por los convicciones jurdicas dominantes de un modo especialmente severo. (Conf. Brussin, Otto, Uber Objektivitt der Rechtssprechung, Helsinki 1949, versin castellana [1966], p. 51). (El destacado me pertenece) Estos conceptos se fueron profundizados en el voto de la minora sustentada por los Ministros Fayt, Nazareno y Bossert en la causa Servini de Cubra fallada el 5 de julio de 199416, donde se pronuncian respecto a la imparcialidad sealando que: 6)...el instituto de la recusacin tiene como fundamento garantizar el adecuado ejercicio de la funcin judicial, asegurando a los habitantes del pas una justicia imparcial e independiente (Fallos 310:804). Ello se traduce en la separacin del conocimiento de la causa de aquel magistrado que no est en condiciones objetivas de satisfacer tal garanta, en razn de encontrase incurso en alguna de las causales taxativamente previstas por el art. 17... (El destacado me pertenece) Con posterioridad, en la causa Quiroga17 la Corte se pronuncia respecto a los alcances del artculo 348 del Cdigo Procesal Penal en relacin a lo dispuesto por el art. 120 de la C.N. Su anlisis se explaya fundamentalmente en aspectos relacionados con el Ministerio Pblico, pero se esbozan elementos conceptuales en orden a la imparcialidad, que resultan de inters para el presente trabajo. Que desde este punto de vista una regla procesal que permite un procedimiento cuya utilizacin despierta sospechas de parcialidad debe ser rechazada, en tanto supone un sistema en el que los jueces actan de oficio, en ejercicio de funciones de control, slo cuando el fiscal se pronuncia en favor de
13 Alvarado Velloso, La imparcialidad..., pg. 229 14 Este ltimo ministro, ha mantiene esta doctrina en todos los fallos sucesivos. 15 CSJN, Fallos 316:826, Sent. Del 04/05/1993, Recurso de hecho deducido por Mara Isabel Inchauspe de Ferrari en al cuasa Don Pdro de Alberio S.A. y otro c/ Inchauspe de Ferrari, Mara Isabel 16 CSJN, Fallos 317: 775, Sent. 05/07/94 en Recursos de hecho deducido por Mauricio Borensztein y por Arte Radiotelevisivo Argentino s.A. (codemandada) respectivamente, en la causa Servini de Cubra, Mara Romilda c/ Borensztein, Mauricio y otro 17 Q. 162. XXXVIII. RECURSO DE HECHO Quiroga, Edgardo Oscar s/ causa N 4302
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De aqu, que la forma de garantizar la objetividad del juzgador y evitar este temor de parcialidad est estrechamente relacionada con las pautas de organizacin judicial, en tanto stas regulan la labor de los distintos sujetos del rgano jurisdiccional, en un mismo proceso. 13) Que la opinin dominante en esta materia establece que la imparcialidad objetiva se vincula con el hecho de que el juzgador muestre garantas suficientes tendientes a evitar cualquier duda razonable que pueda conducir a presumir su parcialidad frente al caso. Si de alguna manera puede presumirse por razones legtimas que el juez genere dudas acerca de su imparcialidad frente al tema a decidir, debe ser apartado de su tratamiento, para preservar la confianza de los ciudadanos -y sobre todo del imputado- en la administracin de justicia, que constituye un pilar del sistema democrtico. El voto del Ministro Petracchi hace directa referencia a los antecedentes sobre la materia tratados por la Comisin Interamericana de Derechos Humanos y afirma: 31) Que de los precedentes descriptos se desprende la regla general de que un sistema en que la sentencia es dictada con la intervencin del mismo juez que tuvo a su cargo la investigacin preliminar y la decisin acerca del mrito de dicha investigacin, en principio, no satisface el estndar mnimo de imparcialidad del tribunal, exigidos por los respectivos tratados internacionales. 36) Que, cuando se argumenta en favor de la legitimidad de la acumulacin de funciones sobre la base de la posibilidad de que, de todos modos, el juez acte imparcialmente, se parte de la base de que los jueces son sujetos de una probidad indudable, que estarn dispuestos a abstraerse de todos los esfuerzos que hicieron para acreditar suficientemente la posible responsabilidad del imputado en la comisin del hecho, y que, frente al nuevo examen de las pruebas del debate, llegado el caso, admitirn sin dudar que el imputado es inocente y que todos los sufrimientos que le produjo el sometimiento a proceso nunca debieron haber acaecido. Es posible que haya muchos jueces que renan semejantes virtudes. Pero la pregunta es si es razonable establecer un sistema en el que se exija permanentemente de los jueces tal probidad, y particularmente, de los justiciables, tanta confianza en la disposicin de los jueces a resolver el dilema de reconocer sus posibles errores y asumir las consecuencias profesionales y personales que ello pudiera acarrear, siempre en favor del derecho. La Corte Suprema en los precedentes desarrollados invoca la doctrina de la Corte Interamericana de la que me parece til para este trabajo destacar: La Corte Europea ha sealado que la imparcialidad tiene aspectos tanto subjetivos como objetivos, a saber: Primero, el tribunal debe carecer, de una manera subjetiva, de prejuicio personal. Segundo, tambin debe ser imparcial desde un punto de vista objetivo, es decir, debe ofrecer garantas suficientes para que no haya duda legtima al respecto. Bajo el anlisis objetivo, se debe determinar si, aparte del comportamiento personal de los jueces, hay hechos averiguables que podrn suscitar dudas respecto de su imparcialidad. En este sentido, hasta las apariencias podrn tener cierta importancia. Lo que est en
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excesiva rapidez; por lo cual se supondr que casi nunca, en la vida u en la ciencia se confiar en la imparcialidad de una parte.23 3.- El PROCEDIMIENTO CAUTELAR El Cdigo Procesal Civil Nacional como el catamarqueo establecen que el procedimiento cautelar se desarrollar con la sola intervencin del peticionante, esto es sin or al afectado por la tutela, a quien se le otorga la posibilidad de su revisin por va recursiva. Histricamente nuestra doctrina ha considerado que para otorgarse una cautela deben concurrir tres requisitos intrnsecos: peligro en la demora, verosimilitud del derecho y contracautela. Verosmil es lo que tiene apariencia de ser verdadero y resulta creble.24 La jurisprudencia nacional ha reiterado que la verosimilitud del derecho requerida para admitir la medida cautelar, no exige un examen de certeza sobre la existencia del derecho pretendido, anlisis que no debe exceder el marco de lo hipottico25, bastando que a travs de un estudio prudente sea dado percibir un fumus bonis iuris en el peticionante26, entendido como la probabilidad que el derecho invocado exista.27 El otro presupuesto, o requisito de fundabilidad, el peligro en la demora, es al decir de Podetti, el requisito comn a todas las medidas cautelares, puede afirmarse que constituye su razn de ser jurdica y de hecho que se consustancia con ellas28 Ambos presupuestos, verosimilitud del derecho y peligro en la demora, se vinculan ntimamente, ello es as porque el peticionante de una cautela, deber, previamente justificar que el derecho que le asiste es objetivamente probable y sealar las circunstancias temporales que hacen a la existencia del peligro en la demora.
23Conf. Goldschimidt, Werner, ob. Cit. 24Conf. Alvarado Velloso, Adolfo LECCIONES DE DERECHO PROCESAL. Compendio del libro SISTEMA PROCESAL GARANTA DE LA LIBERTADA adaptado a la legislacin procesal de la Provinica de Catamarca por RAMN PORIFIRIO ACUA, Editorial NUEVOENFOQUE, Crdoba 2011, pg. 839 25Conf. CSJN, 30-5-95, Baliarda S.A. c/ Mendoza, Prov. De s/ Accin declarativa, d. 23-11-95, Lineas de Trasmisin del Litoral S.A. c/ Corrientes, Prov. de s/ Accin declarativa; d. 16-7-96, Lineas Aereas Williams S.A. c/Catamarca, Prov. de s/ Interdicto de retener; d. 22-5-97, Empresa Distribuidora Sur c/ Buenos Aires, Prov. de s/ Amparo; CFCA, 1, 19-9-95, C.P.A.C.F. c/ Mikhno Oleg. REVISTA DE DERECHO PROCESAL (1) MEDIDAS CAUTELARES. Rubinzal Culzoni Editores, Santa Fe 1998. JURISPRUDENCIA TEMATICA., por Cristella Ser, pg. 406 26CFCA, 1, 12-9-95, Monges c/ UBA, d. 2, 30-5-95, Garca c/ IOS s/ Amparo; d., 3 3-5-88, Murchison S.A. c/ Tubos Argentinos S.A. s/ Cobro. REVISTA DE DERECHO PROCESAL, citada, pg. 406. 27CFCC, 2, 20-9-88, Video Games SRL c/ ENTeL Video Cable Comunicacin S.A. s/ Cumplimiento de contrato; CFCA, 5, 31-1095, Giardinieri c/ Ministerio de Cultura y Educacin s/ Medida Cautelar, CNCCEsp., 4, 13-2-87, Iusim c/ Motos s/ Sumario; CNAT, 3, 23-2-89, Lingeri c/ Work House Serv. Y Mandatos SRL s/ Medida Cautelar REVISTA DE DERECHO PROCESAL, citada, pg. 407. 28Podetti, ob. Cit. Pg. 58.
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resulta lgicamente insostenible, por contradecir la clara doctrina adoptada al respecto. En general, los jueces a la hora de conocer sobre una peticin cautelar deben analizar la concurrencia de los clsicos requisitos intrnsecos de admisibilidad: verosimilitud del derecho, peligro en la demora y suficiente contracautela, los que son requeridos por las normas procesales para el dictado de la resolucin respectiva. Ahora bien, el juez debe pronunciarse sobre la verosimilitud del derecho de quien solicita la cautela, lo que en la doctrina se conoce como el humo de buen derecho. Para hacerlo se vale slo de las afirmaciones del solicitante y de los medios probatorios que puedan valorarse a tales fines. El juez al dictar la medida debe limitarse a sostener que en apariencias lo afirmado por el actor es verosmil y suficiente para convencerlo en dictar la cautela solicitada, e incluso puede dictar la que l estime conveniente. Es evidente que el Juez para disponer la procedencia de una cautelar toma conocimiento directo sobre la materia trada a sentenciar y al expedirse se est adelantando, aunque sea en un mnimo aspecto, respecto de la pretensin que luego deber sentenciar. La aproximacin al material confirmatorio, a la posicin del solicitante de la cautela y el juicio respecto a su concesin al pronunciarse el juez respecto a la verosimilitud y peligro en la demora generan incertidumbre o duda razonable respecto de la imparcialidad del juzgador. Es por ello que la norma procesal que le otorga competencia para intervenir en el procedimiento cautelar al mismo juez que la tendr para la causa principal, establece un procedimiento que afecta la imparcialidad objetiva del juez al ponerlo en la situacin de anticipar opinin. De esta forma se conspira con la regla constitucional que indica que el sistema debe asegurar que el juez se encuentre libre de todo prejuicio para que no exista temor alguno que ponga en duda el ejercicio de las funciones jurisdiccionales. Lo ha repetido nuestra Corte, que no se puede estructurar un sistema sobre la base que los jueces son sujetos de una probidad indudable y que estn dispuestos a abstraerse de lo considerado para el otorgamiento de una cautela, porque no es razonable establecer un sistema que le exija a sus jueces valores morales extremos que conspiran con la propia naturaleza humana. Considero que un sistema de enjuiciamiento que se estructure de conformidad al modelo constitucional de proceso que rige en nuestra Nacin debe fijar competencia para el procedimiento cautelar a un juez distinto al que interviene en la causa principal, porque slo de esa manera se materializara el principio procesal del juez imparcial. La doctrina de la imparcialidad sentada por la Corte para el proceso penal rige para el proceso civil. El modelo de proceso establecido por nuestra Constitucin Nacional
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Sumario: I.- El concepto de principio procesal; II.- El Principio de igualdad de las partes; III.- Violaciones al principio de igualdad de las partes litigantes, III.1.- Violaciones al principio de igualdad de base doctrinaria y pretoriana, III.2.- Violaciones al principio de igualdad de base legislativa; IV. Conclusiones y propuestas.
I.- EL CONCEPTO DE PRINCIPIO PROCESAL esde la ptica de un derecho procesal cientfico, nacido al amparo de la teora general del proceso y del garantismo, encontraremos que aquello que la doctrina generalizada acepta que se entiende por principios procesales las grandes directrices que expresa o implcitamente brinda el legislador para que el mtodo de enjuiciamiento pueda operar eficazmente de acuerdo con la orientacin filosfico- poltica de quien ejerce el poder en un tiempo y lugar determinado1, peca de mezquino e insuficiente. En ese orden, y siempre hablando de Derecho Procesal y no solamente de Derecho Procesal Civil, de procesalismo y no procedimentalismo, tenemos que los principios procesales no pueden enumerarse de manera infinita y atado a los vaivenes del humor del legislador de turno, sino que, por el contrario, ellos deben resultar de una idea madre que resista precisamente ese movimiento pendular y que, independientemente de que postura legislativa se adopte, siempre encontremos al proceso de manera inmutable. El principio es un punto de partida, y en el mbito del derecho procesal, es el comienzo de la serie consecuencial y lgica que constituye el proceso. ste ltimo, a su vez, es un concepto unvoco, neutro, aplicable a cualquier rama del Derecho Procesal. Ser siempre proceso independientemente que el procedimiento que en l se desenvuelva sea civil, penal, administrativo o laboral, y como concepto unvoco que es, sus principios debern ser como expuse ms arriba inmutables itero cualquiera sea el procedimiento que se desarrolle. Por lo tanto, y siguiendo en forma coincidente con el pensamiento de Alvarado Velloso2 - son solamente cinco los principios procesales aplicables a cualquier proceso y ellos son: a. La igualdad de las partes. b. La imparcialidad del juzgador
* Abogado; Magister en Derecho Procesal por la Universidad Nacional de Rosario Argentina; Especialista en Derecho Comercial rea Bancario; Profesor Adjunto por Concurso en Derecho Procesal I - Facultad de Ciencias Jurdicas y Sociales Universidad Nacional del Litoral - Argentina; Profesor Adjunto a cargo ctedra en Derecho Procesal Civil, Comercial y Laboral de la Facultad de Derecho y Ciencia Poltica de la Universidad Catlica de Santa Fe Argentina; Profesor Adjunto de Derecho Procesal Civil y Comercial en la carrera de Posgrado Sindicatura Concursal de la Facultad de Ciencias Econmicas de la Universidad Nacional del Litoral Argentina; Juez de Primera Instancia de Circuito N 1 de la Primera Nominacin Santa Fe Argentina. ALVARADO VELLOSO, Adolfo Introduccin al estudio del Derecho Procesal Santa Fe Rubinzal Culzoni Editores, 1989 pg. 255 ALVARADO VELLOSO, Adolfo, ob. cit. pg. 260
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El Ttulo Preliminar del Cdigo Procesal Civil y Comercial del Per, con el elenco de principios que desarrolla es una muestra de ello. Vaya como ejemplo el principio de indelegabilidad de la competencia del artculo 6 que a mi juicio, y pido perdn si a alguien ofendo al analizar una norma que no es la de mi pas, prev la imposicin de un principio cuando el mismo surge de la propia atribucin de funciones que le otorga la ley y que es precisamente la competencia. En otras palabras no creemos que sea necesaria su regulacin. PEYRANO, Jorge W., Una imposicin procesal a veces olvidada: El Clare Loqui, JA, 1991-IV, p. 577; Del clare loqui (hablar claro) en materia procesal, LA LEY, 1992-B, 1159. En las Jornadas Nacionales de Profesores de Derecho Procesal celebradas en la Universidad de Belgrano en el ao 1997, el Dr. Gozaini critico la contradiccin en dicho principio, ya que si el mismo consiste precisamente en hablar claro en el desarrollo de un proceso no se entiende porque el principio tiene el nombre en latn. Ya del vamos no se habla claro. De hecho, obsrvese que en la cita trada a colacin del artculo en La Ley se hace la aclaracin. Peyrano, Jorge W. El principio de cooperacin procesal La Ley 08/02/2010, Peyrano, Jorge W. El principio del mximo rendimiento procesal en sede civil en www. elateneo.org, que no es otra cosa ms que una reafirmacin de las reglas de celeridad, concentracin y eventualidad y del principio de la transitoriedad de la serie
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pender de la subjetividad del Juez reconducir o corregir el error presentado en esta cuestin y no en la otra. Al depender ello del Juez no hay objetividad ni previsibilidad, sino precisamente todo lo contrario. Habr pura subjetividad del juez y por ende imprevisibilidad total. Este fue el camino que adopt tambin el proyectado Cdigo Procesal Constitucional de la Provincia de Santa Fe - Argentina, presentado en la Cmara de Diputados de dicho estado provincial, el cual en su artculo 7 prev: Cuando se observen defectos formales en las presentaciones articuladas en los procesos constitucionales, el Juez interviniente debe proveer de inmediato las medidas necesarias para que el presentante las subsane. en su artculo 15: Reconduccin de acciones. Cuando el Juez advierta que el actor ha incurrido en un error en la rotulacin de la accin constitucional, as lo declarar y prosigue la tramitacin de conformidad a lo establecido por esta ley.. Son normas que permiten que el Juez interprete que quiso decir el abogado. De lo contrario dicen se convertir en un espurio garantista que solamente pretende entronizar el gobierno de las formas12. Cuan equivocados estn. El problema no est en facilitar los medios, que de hecho es muy importante, sino en estudiar lo que hay que estudiar y entronizar no ya las formas sino los valores que por cierto estn bastante alicados en una sociedad posmoderna13 o neomoderna y que ha llevado a autores de la talla de Peyrano a sostener el posmodernismo procesal, el cuarto nivel de los estudios procesales, la escuela eficientista del Derecho Procesal14 - El fin de los sistemas, abriendo con ello la puerta a la intromisin subjetiva y autoritaria del Juez. Otra de las violaciones al principio de igualdad de base doctrinaria primero y pretoriana despus, es la implementacin de las medidas autosatisfactivas. En esto hago ma las conclusiones de Andrea Meroi. Sostiene esta prestigiosa profesora y autora rosarina que Nos animamos a decir que, en estas condiciones y bajo esta nueva redaccin, (se est refiriendo al proyecto de reforma del Cdigo Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Santa Fe al amparo del Plan Estratgico del Estado Provincial para la Justicia Santafesina.) la mayor afectacin que producen las medidas autosatisfactivas no es tanto al debido proceso (excesivamente limitado, postergado, pero no estricta y totalmente anulado, segn veremos) sino a la garanta constitucio12 El artculo 51 inc.1 del Cdigo Procesal Civil y Comercial del Per prev esta cuestin como una facultad genrica que, a ojos vista y conforme la redaccin, lo ha establecido como un deber. 13 El autor de estas lneas es un convencido que la posmodernidad no existe, sino que es un clich que solamente pretende justificar todo partiendo de una falacia argumental. Las ideologas no existen partiendo de la ideologa que propugna ello. Ver las monografas presentadas en el marco del cursado de la Maestra en Derecho Procesal de la UNR, para las materias epistemologa y metodologa, tituladas: La Posmodernidad como Fenmeno y El mtodo en la ciencia procesal posmoderna Ao 1999. 14 Hacemos referencia al Captulo I. Temas relacionados con la axiologa procesal en Procedimiento Civil y Comercial T I,de Jorge Peyrano. Rosario. Ed.Juris 1991 pg.1, adonde recomendamos ir para confrontar con nuestras ideas
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En el mismo sentido y prueba cabal de la desigualdad existente encontramos a las ejecuciones fiscales de la Administracin Federal de Impuestos. Por obra y gracia del artculo 92 de la Ley de Procedimientos Fiscales 11683 (t.o.Ley 25239) se facult a la AFIP en el marco de las ejecuciones fiscales, a que, sin ms trmite y a sola firma del agente del Fisco, se puedan decretar y trabar medidas precautorias sobre bienes del responsable ejecutado, con el nico recaudo de informar al Juez interviniente. Afortunadamente hoy en da la mayora de los estrados judiciales han declarado la inconstitucionalidad de tamaa violacin a las garantas constitucionales. En ese mismo orden, y producto del descalabro que sufri nuestro pas en la ltima gran crisis vivida, la Ley de Emergencia Econmico-Financiera 25.334 declar en su artculo 1 la emergencia de la situacin econmicofinanciera del Estado, la prestacin de los servicios y la ejecucin de los contratos a cargo del sector pblico nacional definido en el art. 8 de la ley 24.156 [ADLA, 1992-364], con exclusin del Banco de la Nacin Argentina y del Banco Inversin y Comercio Exterior. En el artculo 6, la ley en anlisis determin que en todos los juicios deducidos contra organismos de la administracin pblica nacional centralizada y descentralizada, entidades autrquicas, obras sociales del sector pblico, bancos y entidades financieras oficiales, fuerzas armadas y de seguridad, sociedades annimas con participacin estatal mayoritaria, sociedades de economa mixta, servicios de cuentas especiales y todo otro ente en que el Estado Nacional o sus entes descentralizados posean participacin total o mayoritaria de capital o en la conformacin de las decisiones societarias se suspendern los plazos procesales hasta que el tribunal de oficio o la parte actora o su letrado comuniquen a la Procuracin del Tesoro de la Nacin su existencia, cartula, nmero de expediente, radicacin, organismo interviniente. El resto de los mortales litigantes siguieron mientras tanto litigando en los tribunales y en la vida bastante convulsionada por cierto. Y la remanida solvencia del Estado? Por ltimo y como muestra del mbito provincial, encontramos la ley 13.178. Esta ley publicada el 2 de mayo de 2011 en el Boletn Oficial de la Provincia de Santa Fe estableci La Justicia comunitaria de Pequeas Causas. La mencionada y promocionada ley fue sancionada con el fin de descentralizar la justicia, acercarla al ciudadano y descongestionar la justicia de distrito y de circuito. Participamos en la redaccin de las observaciones que el Colegio de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Santafesina le hiciera a esta ley y a la que estableci la mediacin obligatoria. En esa oportunidad expresamos que Ms all de las consideraciones polticas que el poder administrador haya tenido para la confeccin y remisin de estos proyectos de ley, lo cierto es que ambos instrumentos adolecen de serias fallas de tcnicas legislativa, inadecuado uso de los trminos que pueden llevar a confusiones interpretativas en el momento de su aplicacin, o reiteraciones de normas con modificaciones en vez de hacer la necesaria remisiones que el caso amerite.
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Obviamente que en todas aquellas legislaciones nacionales o internacionales, y por supuesto en los artculos doctrinarios que constituyen su glosa, que pregonan a diestra y siniestra la presencia omnmoda del Juez desplegando todo su poder en materia probatoria mediante pruebas de oficio o medidas para mejor proveer, para alcanzar la verdad jurdica objetiva, tema del que todos hablan sin saber de qu se trata, nos encontramos sin ms con una abierta violacin al principio de igualdad. Por qu el Juez debe probar esto y no aquello, beneficiando a sta y no a aquella parte? Propugnamos la efectiva consagracin de verdaderos y unvocos principios procesales que permitan el estudio cientfico del proceso, libre de toda atadura a intereses editorialistas y del humor del legislador de turno, de manera tal que permita, como lgica consecuencia, una entronizacin del principio de igualdad de las partes litigantes sin que sufra ningn tipo de violacin de origen pretoriano, doctrinario y sobretodo legislativo, eliminando privilegios que impidan el Debido Proceso de la Garanta Constitucional.
19 Art.4 Ley 13.178. Modficase el artculo 56 de la Ley N 10.160 Orgnica del Poder Judicial (t.o Decreto 046/98) y sus modificatorias, el que quedar redactado de la siguiente manera:. Tambin sern alzada de los Jueces Comunitarios de las Pequeas Causas que tengan asiento en la misma ciudad o comuna que ella. No es lo mismo la ciudad o comuna que la competencia territorial atribuida a la Cmara. 20 Art. 579 CPCCSF t.o. Ley 13.178. El recurso de apelacin ser resuelto por el Juez de primera instancia de circuito que corresponda al asiento del Juez Comunitario. De no existir Juzgado de Circuito en el asiento del Juez Comunitario o se encuentre en situacin de ausente o vacancia, ser resuelto por el Juez de Circuito ms cercano al mismo. Cuando el Juez Comunitario tenga su asiento en la comuna o municipio donde tambin lo tenga una Cmara de Circuito, sta ser quien resuelva la apelacin. ..
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HACIA UN SISTEMA DIGNO DE PROCESO PENAL: GARANTISMO PROCESAL CONTRA PRUEBAS DE OFICIO E INVESTIGACIN SUPLEMENTARIA
Nstor H. Gutirrez Miranda*
Si quieres la paz, trabaja por la justicia. Si quieres la justicia defiende tus derechos. Si quieres tus derechos, busca justicia. Si quieres justicia, abraza el mtodo de llegar a ella. Y si quieres un mtodo, ello est reflejado en un Sistema Garantista.
Sumario: I.- Ideas preliminares; II.- Un pequeo viaje exegtico a los sistemas procesales; III.- Sistema procesal adoptado por el per (en lo referente al nuevo cdigo procesal penal de 2004); IV.- Algunos resabios inquisitivos del nuevo cdigo procesal penal de 2004; V.- papel del juez en el cdigo procesal penal de 2004 VI.- pruebas de oficio e imparcialidad judicial; VII.- juez e investigacin suplementaria; VIII.- aproximaciones a la idea de proceso: el Garantismo procesal; IX.- algunas recomendaciones; X.- a modo de conclusiones.
I.- DEAS PRELIMINARES retendo en estas lneas convocar al gentil lector a una experiencia distinta en los afanes procesales, a una revelacin monda y limpia de la idea procesal, capaz de ser pensada y repensada, calculada y cuestionada, algo ms, inferida y reflexionada. Para esto le propongo seguir una ruta que permite elegir entre asumir la mera presencia del ente que trae entre manos o, sumado a esto, aquello que desde sus adentros se muestra como espritu, como ser. Tal vez la diferenciacin Alvaradiana entre el Activismo Judicial y el Garantismo Procesal explique de mejor manera la bifurcacin y destinos de la ruta propuesta (meta). La primera alternativa presenta la existencia de aporrear los derechos fundamentales de la persona, que portea como fin buscar la verdad en un proceso mediante pruebas oficiosas; contrario sensu, la segunda alternativa presenta un irrestricto respeto a la Constitucin Poltica del Estado, instando el mtodo de llegar a ella, bajo principios que garantizan el debido proceso, respetando las funciones de los sujetos procesales originados por el delito. El presente articulado, asignar al lector el entendimiento del Garantismo como postura procesal, a la que el pensamiento del lector no hace ni deshace en nada, porque lleg a l sin ms que su exterioridad escrita, sin ms que su mero ente. Entonces, el presente articulado no compromete al lector, es slo su proximidad ntica a l, apenas una vinculacin de ente a ente y nada ms; es decir, le permite advertir al lector en qu consiste el existir de la presente obra y, ver en l esa esencia que justifica las cosas, llamada por Cossio racionalidad del ente.
* Discente de la Maestra de Adolfo ALVARADO VELLOSO en Derecho Procesal, por la Universidad Nacional de Rosario Argentina; Discente de Maestra de la EPG-UANCV, con mencin en Derecho Procesal Penal; Abogado por la Universidad Andina Nstor Cceres Velsquez con la tesis Exegesis de la Prueba de Oficio en el Nuevo Cdigo Procesal penal y su repercusin en el Principio de Imparcialidad; Obtuvo el grado acadmico de bachiller en Derecho con la tesis denominada Creacin de la carrera Acadmico profesional de Criminalstica como medio de solucin en la investigacin Preparatoria; Consultor principal del Estudio Jurdico Gutirrez - Miranda Abogados; Perito Criminalstico y Dactiloscpico por el Instituto Nacional de Criminalstica y seguridad de Lima (INCRIS); Presidente y Miembro Fundador (2012 2013) de la Escuela de Litigacin y Oratoria Forense Juliaca - Per; ex - Director de Investigacin del Centro de Investigaciones de la Facultad de Ciencias Jurdicas y Polticas Derecho; Miembro del Instituto Sudamericano de Dogmtica Procesal (I.S.D.P.) Juliaca - Per; Miembro del Instituto de Gobierno Procesal Garantista - Captulo Per; Director de Eventos Acadmicos; Expositor y Autor de Artculos en Materia Procesal; Alumno egresado en Educacin, con especialidad en Comunicacin Secundaria, del instituto particular Nuestra Seora de Lourdes.
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Perdonara el lector que lo lleve tantos siglos hacia atrs, pero en instantes Supra comprender el porqu de ello. En un tiempo inmemorial- en rigor, desde la pacificacin de los pueblos- exista en los hechos una idea parecida a la que hoy tenemos del proceso civilizado, era el denominado sistema Acusatorio, fue el primer sistema de la historia, desarrollado inicialmente en Grecia y alcanza su mayor apogeo en roma y en el imperio germnico; resurge despus en la poca de esplendor de las ciudades italianas, cae en desuso completamente en el siglo XVI en Europa continental. Se caracteriza por la divisin de funciones (acusacin y decisin), la primera compete en un primer momento solo al ofendido y sus parientes, ms tarde se ampla a cualquier ciudadano. La segunda corresponde al juez, quien estaba sometido a las pruebas que presentaran las partes, sin poder establecer una seleccin de las mismas ni investigar. El proceso se desarrollaba segn los principios de contradiccin, la oralidad y la publicidad. Siguiendo a MAIER destacar algunas de las caractersticas ms importantes de este sistema:
La persecucin penal estaba en manos del ofendido, no de un rgano del estado, as la persecucin era privada y en algunos casos era popular, porque se conceda el derecho de perseguir a cualquier ciudadano. El acusado era colocado en una posicin de igualdad con el acusador, cuya situacin jurdica no variaba decididamente hasta la condena. El procedimiento en lo fundamental era un debate, publico oral, continuo y contradictorio. En la valoracin de la prueba imperaba el sistema de la ntima conviccin al cual, los jueces deciden votando, sin sujecin o regla alguna, sobre el valor de los medios de la prueba. En la actualidad; este sistema tuvo un progreso notable, evolucionando en un sistema acusatorio moderno. Siguiendo a MAIER, quien seala: () que la principal caracterstica del sistema acusatorio moderno, es la divisin de los poderes que se ejercen en el proceso; por un lado, el acusador (Ministerio Pblico) es quien persigue penalmente y es dueo de la investigacin; por otro lado,
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El Proyecto de Reglas mnimas de las Naciones Unidas para el procedimiento Penal de 1992, conocido como Reglas de Mallorca, apartado A), 2.1, propone: que las funciones investigadora y persecucin, estarn estrictamente separas de la funcin juzgadora. ALVARADO VELLOSO, Adolfo. EL DEBIDO PROCESO. Editorial San Marcos. Lima Per. Setiembre 2010. Pg. 50. CALDERON SUMARRIVA, Ana. ANALISIS INTEGRAL DEL NUEVO CDIGO PROCESAL PENAL. Editorial San Marcos. Lima Per. 2006. Pg. 16.
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castigo y que nadie sea sometido a pena si no se demuestra su responsabilidad, y solamente en los lmites de ella). Siguiendo a CARRARA- al referirse a este sistema- seala lo siguiente: El juicio penal mixto es un trmino medio entre el proceso meramente acusatorio y el inquisitivo, as como la monarqua constitucional es el trmino medio entre la Repblica y el gobierno desptico. En el sistema mixto, el proceso penal se estructura en dos etapas, la fase de instruccin y la fase de juicio oral; el primero, era inspirado en el sistema inquisitivo (escrita y secreta), que se realizaba ante el Juez; el segundo, tiene un marcado acento acusatorio (contradictorio, oral y pblico) que se realizaba ante el tribunal. La persecucin penal es encomendada a un rgano del estado (Ministerio Pblico), mientras que la instruccin, la investigacin del hecho, la seleccin y valoracin de la prueba, le corresponde al rgano jurisdiccional (Poder Judicial). As mismo, el imputado es sujeto de derechos y se le otorga las garantas de un debido proceso. III.- SISTEMA PROCESAL ADOPTADO POR EL PER (EN LO REFERENTE AL NUEVO CDIGO PROCESAL PENAL DE 2004) Toda cultura y especialmente el Derecho- fruto de la misma- han sufrido a lo largo de la historia mundial constantes cambios y adecuaciones. Por esto, los sistemas procesales son producto de la evolucin de los pueblos, de su grado de madurez poltica y de la propia idiosincrasia de donde estn insertos, es decir, ningn Sistema Procesal Penal puede plasmarse en una realidad legislativa si no responde a una poltica procesal determinada, que sea parte integrante de una poltica de Estado.5 En la presente, citar a Morales Vargas- quien- refirindose hacia los Sistemas procesales- expone: Los alcances y lmites del derecho de pensar, en un tiempo y lugar determinado, responden, necesariamente, a la naturaleza y esencia de sistema poltico imperante. Si el rgimen es autoritario, su sistema penal tambin lo ser; contrario sensu, si el sistema poltico es democrtico sus instituciones jurdicas tambin lo sern.6 Es por esta razn que se han asemejado los sistemas procesales con los gobiernos de turno, pues el Sistema Inquisitivo se asocia a los gobiernos totalitarios, nacistas, fascistas, franquistas y comunistas, contrario sensu el Acusatorio, con los principios polticos democrticos y libertarios.
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p. Cit. CASTRO VARGAS, Carlos. RESABIOS INQUISITIVOS EN EL PROCESO PENAL CHILENO. Editorial Mejoras. Barranquilla, Colombia. 2012. Pg. 21. MORALES VARGAS, Alberto J. NUEVO CDIGO DE PROCEDIMIENTO PENAL: REDEFINICIN Y FINES DEL PROCESO PENAL. Implementando el Nuevo Proceso Penal en Ecuador: Cambias y Retos, publicado por fundacin para el Debido Proceso Legal y Fundacin Esquel. Pg. 48-65.
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garantizador de la legalidad. Por estas razones, este nuevo modelo de corte acusatorio en cierta forma tiene entre sus bases, un avance digno y elemental (para el desarrollo de la sociedad) rumbo hacia un sistema moderno y, que deja atrs un vetusto cdigo de procedimientos penales de 1940, de corte Mixto para el proceso ordinario (instruccin - juzgamiento) y, de corte inquisitivo para el sumario (instruccin), donde claramente (refirindome al proceso sumario) el Inquisidor investigaba y juzgada; situaciones como est- creo que en la actualidad- no debe de existir y, para ello, urge modificar algunos parmetros del cuerpo legal adjetivo (Nuevo Cdigo Procesal Penal de 2004)- que de una u otra manera desnaturalizan el Sistema adoptado por el Per Supra. IV.- ALGUNOS RESABIOS INQUISITIVOS DEL NUEVO CDIGO PROCESAL PENAL DE 2004 - Novsimo Cdigo! para muchos abogados jvenes (suposicin), e inopia (desconocimiento) del conglomerado estudiantil hacia un Cdigo de corte Acusatorio (aunque no tanto dada la fecha de promulgacin), la misma que urge ser analizada, repensada y criticada en cuanto a sus ejes centrales y, que seguramente en un pensamiento absorto y razonado podrn advertir si este Cdigo se aleja del vetusto Cdigo de procedimientos Penales de 1940, o es que en sus bases, dan paso a un sistema acusatorio puro (dilema). Ahora bien, la doctrina nos ensea que en un sistema de corte acusatorio tiene caractersticas singulares, como es el caso de la marcada diferenciacin de roles que competen tanto el Ministerio Pblico como al Poder Judicial, recayendo en el primero, la labor especfica de investigar y perseguir el delito; mientras que en el segundo, la labor de juzgamiento y decisin; en ese sentido, el nuevo modelo procesal consagra una regla elemental para su desarrollo, nos referimos al preponderante principio de imparcialidad. As mismo, este sistema connota la oralidad como caracterstica y nota esencial en la etapa de juzgamiento que trae como consecuencia que las resoluciones judiciales sean dictadas y fundamentadas en el mismo acto de audiencia pertinente, buscando que el juzgador cumpla su labor como garante de los derechos fundamentales de los sujetos procesales inmiscuidas en ella. Siendo as, se advierte que este nuevo modelo procesal Penal (que se impone bajo el imperio de la ley), tiene resabios inquisitivos dejados por el aejo Cdigo de procedimientos penales de 1940; donde la imparcialidad del Juez se vera seriamente comprometida (desnaturalizacin), pues el Cdigo Procesal Penal de 2004 no es uno puramente acusatorio, sino con tendencia a lo acusatorio ya que an mantiene, por excepcin la prueba de oficio (Art. 155. Inc. 3 y 385. Inc. 2) que refiere: Art. 155. Inc.3: La Ley establecer, por excepcin, los casos en los cuales se admitan pruebas de oficio. Art. 385. Inc. 2: El Juez Penal, excepcionalmente, una vez culminada la recepcin de las pruebas, podr
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En mi Dogma (teora) pienso que; las facultades del juez, no deberan ser la de incorporar pruebas oficiosamente, dado que son las partes las que las ofrecen (el Ministerio Pblico al acusar y el Imputado para acreditar su defensa) y ellos deben de probar sus afirmaciones hecha ante el juez (que acta como tercero) en la relacin litigiosa y, este Juez no tiene que estar comprometido con los intereses de la pugna. Citando a Beccaria- al referirse al principio de imparcialidad- manifiesta: () es que el Juez no realice oficiosamente pruebas y que se convierta en un enemigo del imputado, pues cuando se vulnera el principio de imparcialidad del juzgador, tambin se afecta el derecho de toda persona a un Juez imparcial y consecuentemente, la tutela jurisdiccional efectiva, de modo que puede invocarse el principio de independencia, mientras existan signos de parcialidad en el Juzgador. Dicho de otro modo; con la aplicacin de las pruebas de Oficio (pruebas para mejor proveer pruebas para mejor resolver) se atenta con la igualdad de armas, el debido proceso, la imparcialidad judicial, la divisin de roles y ms an, se hace una violacin frontal a los derechos fundamentales de la persona (consagrada en nuestra carta magna y los tratados Internacionales). VI.- PRUEBAS DE OFICIO E IMPARCIALIDAD JUDICIAL En el presente impasse har una breve exgesis de la vigencia de las pruebas de oficio en el Per y estos, se veran sustentadas con lo manifestado por Juan Hurtado Poma;11 que seala, que el Per ha ratificado tratados con
11 HURTADO POMA, Juan (Fiscal Provincial Penal Titular en el Distrito Judicial de Huaura, desde 2003 hasta la fecha e integra la primera Fiscala Corporativa que viene aplicndose el Nuevo Cdigo Procesal Penal, en el centro piloto del Distrito Fiscal de Huaura). SON CONVENIENTES LAS PRUEBAS DE OFICIO EN
10 ALVARADO VELLOSO, Adolfo. EL DEBIDO PROCESO. Editorial San Marcos. Lima Per. Setiembre 2010. Pg. 280.
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12 TABOADA PILCO, Giammpol. JURISPRUDENCIA Y BUENAS PRACTICAS EN EL NUEVO CDIGO PROCESAL PENAL. Primera Edicin. Editorial REFORMA S.A.C. Lima, 2009. Pg. 494.
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derecho de defensa, esto es, refutando o contradiciendo lo argumentado por el fiscal, quedndole al Juez el papel de examinar los hechos que las partes le presenten y emitir su fallo con lo que aparece en la carpeta judicial, conforme se estipula y estila en todo sistema acusatorio. Hasta aqu, hemos abordado con lo referente a rol de Ministerio Pblico en el Nuevo Cdigo Procesal Penal; ahora! resulta incoherente e ilgico que el Juez pueda actuar una investigacin suplementaria, ya que ello significara mantener el papel de Juez Instructor que se le tena asignado con el anterior Cdigo de Procedimientos Penales de corte inquisitivo. Lamentablemente; este Cdigo actual, faculta al Juez a realizar tareas investigativas, (adems de considerar fundado el requerimiento de sobreseimiento y de elevar las actuaciones para que se pronuncie el Fiscal Superior) y se prev que este Juez disponga la realizacin de una investigacin suplementaria, indicando el plazo y las diligencias que el Fiscal debe realizar (lacerando ms an este sistema), todo ello taxativado en el inciso 5 del artculo 346 que refiere: El Juez de la Investigacin Preparatoria, en el supuesto del numeral 2 del artculo anterior, si lo considera admisible y fundado dispondr la realizacin de una Investigacin Suplementaria indicando el plazo y las diligencias que el Fiscal debe realizar. Cumplido el trmite, no proceder oposicin ni disponer la concesin de un nuevo plazo de investigacin. Esta medida, es atentatoria del ideal planteado en la reforma Procesal Penal respecto a la separacin de funciones de investigacin y acusacin, pues si el Juez de la Investigacin Preparatoria determina la realizacin de una investigacin suplementaria, es absolutamente incomprensible que esto no implique una intromisin en la facultad exclusiva y excluyente de investigacin de los hechos que recae en el Ministerio Publico. Adems, se considera como suplementaria, lo que claramente indica que la actividad de investigacin no ha sido optima, a tal punto que el Juez termina indicando qu diligencia va actuar y el plazo correspondiente. Surge entonces la siguiente interrogante: Para qu se requiere ms pruebas?- Pues para hacer posible la acusacin que el propio representante del Ministerio Pblico ha negado al requerir el sobreseimiento; este es un claro ejemplo de un Activismo superdotado. Seores, esto es daar un sistema, es atentar con el debido proceso y ms an, daar la divisin de roles del Nuevo texto legal. En ese sentido (para apoyar mi creencia, que me hace saber que estoy en lo correcto), citar a Figueroa Acosta que manifiesta: la realizacin de tareas investigadoras de corte inquisitivo, a cargo de un Juez, pone en crisis el principio de imparcialidad, porque quiebra la igualdad de las partes, toda vez que el Juez desciende del estrado a desempear un papel propio de las partes, ajeno por
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del debido proceso constitucional. En este sentido, es el apego a la congruencia ideolgica que debe corresponderse entre los Cdigos Procesales y el diseo para ellos en la carta magna, la que lleva a los sistemas acusatorios a desinteresarse de que el juez penal acceda a la verdad real despachando pruebas de oficio o alterando el rgimen de la carga de la prueba (investigacin suplementaria) teniendo en cuenta la prdida de la imparcialidad que ella misma trae. En este marco de ideas en donde debe instalarse el debate entre el Activismo Judicial y el Garantismo procesal, inevitablemente se tiene que buscar soluciones a los poderes de los jueces, en especial el de investigacin y la prueba Oficiosa, que debe imperar de un modo similar en los otros procesos de Derecho Pblico y Privado. Sin lugar a duda, deben quitarse a los Jueces penales los poderes de investigacin y prueba oficiosa o libre manejo de las cargas probatorias. Slo procediendo de esta forma se eliminarn las antinomias de jueces probando oficiosamente en lo civil y jueces que hacen lo propio en los procesos penales, en especial en el Sistema Acusatorio (consagrado en el Cdigo Procesal Penal de 2004). Las demostraciones para otorgar poderes probatorios oficiosos a los jueces, tienen que ser sustentables; empero, nunca lo han sido, es casi caer en un lugar comn afirmar que el objetivo de la jurisdiccin es resolver los litigios en un tiempo razonable, accediendo a la verdad y consagrando la justicia del caso Contrario Sensu el Garantismo se esfuerza por derrocar esa idea Inquisidora, uniformando criterios de construir un nuevo y ms slido discurso jurdico en este punto. Debemos saber que: el Garantismo, busca uniformar un ideario comn en torno a los poderes de los jueces, limitndolos y aplicndolos con simtrica intensidad tanto en el proceso penal como en el proceso civil y, si de buscar simetras se trata, las hiptesis de trabajo, para lograr esta alineacin seran solamente dos: -O se mantiene el sistema mixto (autoritario, fascista, nazista, totalitaria) para el Cdigo Procesal Penal; en ello, incluido el Nuevo Cdigo procesal penal de 2004, porque aun trae rezagos Inquisitorios Infra por consiguiente (apoyado con la doctrina de Mixn Mass) este Nuevo Cdigo es de corte Mixto (ahondando an ms los perjuicios provocados por esa ideologa). -O bien dotamos un nuevo diseo de proceso (-garantista y/o acusatorio puro para el proceso penal). En el proceso penal moderno, la opcin ms certera, es buscar un nuevo Sistema procesal, capaz de respetar lo taxativado en los cnones de la Constitucin Poltica del Per, capaz de respetar los Derecho fundamentales de la persona, capaz de respetar los roles protagnicos de la pelcula (eso sin aumentar guiones a cada actor de la pelcula proceso), capaz de respetar la triloga del proceso (Juez Defenza Fiscal); mejor an, dicho de este modo: dos sujetos que actan como antagonistas en pie de perfecta igualdad ante una autoridad que es un tercero en la rela-
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1.- INTRODUCCIN no de los principios y derechos de la funcin jurisdiccional contenido en el artculo 139 inciso 3 de la Constitucin Poltica del Per, es la observancia del debido proceso y tutela jurisdiccional. Dentro del debido proceso, existe un componente, un derecho constitucional, a probar. El contenido del derecho a la prueba se trata de un derecho complejo que est compuesto por el derecho a ofrecer medios probatorios que se consideran necesarios, a que estos sean admitidos, adecuadamente actuados, que se asegure la produccin y conservacin de la prueba a partir de la actuacin anticipada de los medios probatorios y que estos sean valorados de manera adecuada y con la motivacin debida, con el fin de darle el mrito probatorio que tenga en la sentencia. Este derecho constitucional a la prueba, est sujeto a determinados principios, como que su ejercicio se realice de conformidad con los valores de pertinencia, utilidad, oportunidad y licitud. Ellos constituyen principios de la actividad probatoria y, al mismo tiempo, limites a su ejercicio derivados de la propia naturaleza del derecho. Puede establecerse lmites al derecho de la prueba derivados de la necesidad de armonizarse su ejercicio con otros derechos o bienes constitucionales, siempre que con ellos no se afecte su contenido esencial, o en su caso, los principios de razonabilidad y proporcionabilidad. En cualquier caso, la posibilidad de justificar vlidamente estos lmites debe basarse en la necesidad de proteger otros derechos y bienes de la misma clase que aquel que se limita. Uno de los lmites que se impone a la prueba en el proceso contencioso administrativo es el previsto en el artculo 30 del Decreto Supremo N 013-2008-JUS, Texto nico Ordenado de la Ley que regula el proceso contencioso administrativo; pues prescribe que la actividad probatoria en el proceso contencioso administrativo se restringe a las actuaciones recogidas en el procedimiento administrativo, salvo que se trate de hechos nuevos o que trate de hechos que hayan sido conocidos con posterioridad al inicio del proceso; y que en cualquiera de estos supuestos, podr acompaarse los respectivos medios probatorios.
* Abogada; Doctora en Derecho por la Universidad Nacional de San Agustn Arequipa (2011); Maestro en Derecho Constitucional y tutela Jurisdiccional por la Universidad Nacional de San Agustn Arequipa (2009); Especializada en Derecho Procesal Civil, Contencioso Administrativo, Derechos Humanos, Tributacin, Comercio Exterior y Adunas; Juez Mixto en el Distrito Judicial de Puno (2010), actualmente - Juez Superior en el Distrito Judicial de Ica (2012); realiz Docencia Universitaria en la Universidad Andina Nstor Cceres Velsquez en las ctedras: Prctica forense Civil I, II y Derecho de Obligaciones (2009 - 2010), Miembro del Consejo Consultivo Nacional de la Escuela de Litigacin y Oratoria Forense Juliaca - Per.
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La Ley de Procedimiento Administrativo General, reconoce que el procedimiento no solamente es un elemento formal del acto administrativo, sino que es tal vez la institucin central de la relacin entre las entidades de la Administracin Pblica y los ciudadanos. La finalidad de la Ley es garantizar un nuevo escenario de relacin entre la Administracin Pblica y los ciudadanos en el marco de un Estado Democrtico de Derecho. Se apuesta por un procedimiento administrativo garantista, que posibilite un escenario tutelar de las posiciones subjetivas de los administrados, en la consigna de conseguir mejores decisiones administrativas, con eficiencia y calidad. 2.2.- La prueba en el procedimiento Administrativo2 La instruccin del procedimiento tiene por objeto que la autoridad a cargo de un expediente acopie los elementos necesarios para lograr su conviccin de la verdad material indispensable para decidir el derecho aplicable al caso, se trata de formas la fundamentacin que servirn de insumo a la futura resolucin a emitirse por la autoridad.3 Para obtener la decisin final en el procedimiento administrativo, la prueba tiene una importancia decisiva en el proceso administrativo, ya que lo que decide el pelito son las pruebas y no las manifestaciones unilaterales de los litigantes. De esta forma la prueba es un elemento vital del proceso que lleva a producir el convencimiento o certeza sobre los hechos controvertidos de un determinado acto administrativo. La prueba constituye una de las ms altas garantas contra la arbitrariedad en las decisiones, en ese sentido, la prueba confirma o desvirta una hiptesis o afirmacin precedente en el proceso. La prueba atiende a la fijacin formal de los hechos, la averiguacin sobre la verdad de un hecho y la conviccin de la autoridad administrativa. El medio de prueba es el canal o conducto a travs del cual se incorpora el elemento de prueba al proceso, es el vehculo del que se sirven las partes para introducir en el proceso las fuentes de pruebas, de este modo los hechos objeto de prueba puede ser acreditados por cualquier medio de prueba permitido por Ley, excepcionalmente, pueden utilizarse otros distintos, siempre que no vulneren los derechos y garantas de las personas. La actuacin de las pruebas en los procesos administrativos, en general, deben atender al carcter revisor de la instancia judicial respecto del accionar de la administracin, en custodia de los derechos y garantas fundamentales que la Constitucin garantiza a todo administrado.
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COMENTARIOS NUEVA LEY DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO GENERAL. JUAN CARLOS MORON URBINA. GACETA JURIDICA. PRIMERA EDICION OCTUBRE 2001. Pg. 343 LA PRUEBA EN EL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO. DIALOGO CON LA JURISPRUDENCIA. GUIA PRACTICA N 6. GACETA JURIDICA. ADOLFO CESPEDES ZAVALETA. LA PRUEBA EN EL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO GENERAL. Pg. 12-14
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De lo cual surge la discusin acerca de la necesidad de la actividad probatoria en el proceso contencioso administrativo, si en realidad descansa en la finalidad que se le atribuye a dicho proceso. En este sentido dentro de la tradicin del proceso contencioso como la sola revisin del acto administrativo, la prueba judicial aparecera casi innecesaria, mientras en el proceso administrativo de plena jurisdiccin la prueba sera indispensable. Un proceso de efectiva tutela de las situaciones jurdicas de particulares supone un proceso contencioso administrativo en el que se le d al particular la ms amplia posibilidad de probar. En cambio, un proceso que brinde una tutela minusvlida a la situaciones jurdicas subjetivas, es un proceso en el que se limita la posibilidad de probar a los particulares; y ello se colige especficamente del artculo 30 del Decreto Supremo N 013-2008-JUS que dispone que Actividad probatoria. En el proceso contencioso administrativo, la actividad probatoria se restringe a las actuaciones recogidas en el procedimiento administrativo, salvo que se produzcan nuevos hechos o que se trate de hechos que hayan sido conocidos con posterioridad al inicio del proceso. En cualquiera de estos supuestos, podr acompaarse los respectivos medios probatorios. En el caso de acumularse la pretensin indemnizatoria, podrn alegarse todos los hechos que le sirvan de sustento, ofreciendo los medios probatorios pertinentes. Este texto legal limita al derecho de prueba de rango constitucional; contenido en el artculo 139 inciso 3 de la Constitucin Poltica del Per; pues probar es un derecho fundamental que consiste en una expresin del derecho de defensa, y como tal una expresin del derecho a la tutela jurisdiccional efectiva, por ello no debe tener lmites ms que los permitidos por la doctrina y jurisprudencia referidos a la utilidad, pertinencia, oportunidad y legalidad; porque este derecho a probar debe tener una amplia libertad para la defensa; sin afectar el derecho a la tutela procesal efectiva, pues impide que se ofrezcan dentro del proceso medios de prueba a travs de los cuales las partes puedan convencer al Juez de los hechos que sustentan sus pretensiones y defensas, lo que sin duda agrava la situacin del administrado dentro de un proceso. Esta situacin empeora ms an cuando se trata de una demanda interpuesta por un tercero, pues este tercero no habra tenido la oportunidad de probar en el procedimiento administrativo, lo cual le afectara sustancialmente el derecho a probar. Con esta postura la Ley privilegia a la administracin en relacin al administrado en sede jurisdiccional. El proceso contencioso administrativo, 6no es una jurisdiccin meramente revisora de la va administrativa, este principio nicamente implica la necesidad de que antes de deducir una pretensin ante los Tribunales exista un acto de la administracin denegatorio de la misma, pero no otra cosa, y en modo alguno puede llevarse a la conclusin que no pueda probarse ante los Tribunales los hechos discutidos. En efecto a travs de la va administrativa se han discutido unos hechos y acerca de los mismos se ha practicado prueba, tanto por parte del particular como
6 PROCESO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO. ALBERTO HINOSTROZA MINGUEZ. EDITORIA JURIDICA GRIJLEY E.I.R.L. Pg. 409
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AGRADECIMIENTOS
La Escuela de Litigacin y Oratoria Forense, agradece a los miembros que colaboraron con el trabajo de nuestra Institucin en la presente edicin, haciendo el logro de nuestros Objetivos como promotores de la Cultura Jurdica. Agradecer a mis Padres (Jaime y Leonarda) por el apoyo incondicional que me bridan. Dios me dio la bendicin de tener unos padres entusiastas que lo acadmico nunca les fue ajeno. As mismo, agradecer a mi querido padrino Eleodoro Condo Urday, que sin duda alguna, fue l, quien me motivo a terminar la presente Edicin de la Revista. Todos los interesados en colaborar con la Escuela de Litigacin y Oratoria Forense, mediante sugerencias y comentarios a la publicacin, nos pueden contactar en las siguientes direcciones: [email protected] [email protected] Bscanos en el Facebook, con el nombre de Escuela de Litigacin y oratoria Forense. Las opiniones vertidas en la presente Edicin, son de exclusiva responsabilidad de los autores.
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Nstor Henrry Gutirrez Miranda Florinda Apaza Calcina Zenaida del Carmen Lerma Catacora Analy Alida Coaquira Quispe Juan Calapuja Paricahua Cesar Augusto Turpo Huarcaya Erika Lisbeth Ninasivincha Monroy Flor Edith Soto Valencia Walter Ochoa Valdivia Daysi Pilar Canaza Condori Ayde Lipa Vilca
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Yudi Ruleth Yakely Enriques Pacheco Ricardo Ademir Lanza Becerra Jaime Chipana Ramos Alberto Renzo Urrutia Hurtado Csar Antonio Coa Serrano
Miembros Adherentes
Weny Torres Illanes Daniel Suca Jara Roci Yanina Suero Miranda Faby Salcedo Bellido Vicky Robles Masco Katherine Gisell Luque Quispe Katlheen Medina Chvez Paloma Quispe Rodrguez Karina Yenny Levise Quispe Victor Rodolfo Paricahua Ancco
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Se termin de imprimir en los Talleres Grficos de Editorial Adrus, S.R.L Av. Repblica Argentina N124 - La Negrita Arequipa - Per Telf. 054-227330 [email protected] en el mes de noviembre de 2012
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