Descartes-Comparación Con Hume y Pregunta 4
Descartes-Comparación Con Hume y Pregunta 4
Descartes-Comparación Con Hume y Pregunta 4
Cuestión 4:
4.1- Relacionar la temática del texto con la posición de otro autor
El texto comentado expresa los dos aspectos fundamentales de la filosofía de Descartes: el racionalismo y el idealismo.
En cuanto al primero, se trata de una actitud ante el conocimiento humano, presente con diferentes matices a lo largo de toda la
historia de la filosofía desde Parménides, pasando por Platón hasta llegar a Descartes y al resto de pensadores racionalistas
modernos. Después de Descartes, el racionalismo del conocimiento ha adquirido diversos matices, por ejemplo, la Ilustración ha
defendido un racionalismo muy distinto del cartesiano, consistente en entender la razón como un instrumento de progreso del ser
humano. O ya en el siglo XX, Edmund Husserl ha identificado la razón con el espíritu, Karl Popper y Hans Albert, por su parte,
han construido un racionalismo crítico aplicado al campo de la investigación científica.
El racionalismo del conocimiento o gnoeológico se ha contrapuesto al empirismo, ya presente en la Antigua Grecia, en
autores como Aristóteles, totalmente contrapuesto al racionalismo cartesiano en la época moderna como es el caso del
empirismo inglés, que tiene cierta continuidad en el positivismo del siglo XIX, y en el neopositivismo o empirismo crítico del
siglo XX.
El idealismo, también llamado a veces racionalismo metafísico, es una actitud ante la realidad, en concreto, aquella que
establece que las ideas son la forma última o esencial de la realidad. Aunque los diversos idealismos que se han dado a lo largo
de la historia de la filosofía presentan matices que los diferencian, cabe establecer una continuidad que iría desde el idealismo
platónico y neoplatónico, pasando por San Agustín hasta Descartes y Malebranche, quienes, por cierto, están muy influidos por
San Agustín en todo lo relativo a la vuelta a la interioridad de la conciencia y en la concepción de la inmaterialidad del alma y el
espiritualismo. Sin embargo, Descartes no es un idealista tan evidente como Platón, su idealismo, un tanto relativo, consiste en
que justifica la existencia de la realidad a partir de la idea de Dios. Desde los Racionalistas: el idealismo sería continuado por
Kant, quien desarrolla el llamado "idealismo trascendental o formal", intento de conciliación entre racionalismo y empirismo.
También por el idealismo alemán postkantiano de autores como Fichte, Schelling, Hegel o Schopenhauer, que aunque presenta
aspectos muy diferentes en cada uno de ellos, todos coinciden en equiparar el mundo con la representación del mundo. Y, en la
Filosofía contemporánea, por las corriente neokantiana (Rickert, Cohen...) y neohegeliana, por el idealismo anglo-sajón
(Bradley, Bosanquet, Royce, Collingwood...), el idealismo francés (Renouvier, Brunschwig, Lalande, Hamelin...) y el idealismo
italiano (Gentile, Croce...), también por el idealismo fenomenológico de Husserl.
A el idealismo, a lo largo de la historia de la filosofía, se han enfrentado diferentes posiciones y corrientes: como el
realismo de Aristóteles, el materialismo, desde Epicuro hasta Marx, el irracionalismo, sobre todo de Nietzsche, y el
existencialismo, especialmente de Sartre y de Heidegger.
Por otra parte, Descartes recibe una influencia evidente de los científicos de su época y renacentistas, en cuanto a la
concepción mecanicista de la naturaleza, y de los matemáticos de su época, en cuanto al método.
4.2- Visión personal del tema, valorando su actualidad.
Hay dos enfoques posibles:
A. Sobre la pertinencia de acudir al concepto de Dios para garantizar el conocimiento sensible.
Puedes comenzar señalando cómo en las actuales sociedades occidentales, laicas, la religión ha perdido gran
parte de su importancia social y, por tanto, la demostración de la existencia de Dios no es actualmente un tema muy importante
en la filosofía. Pero esto no significa que Dios no exista o que se haya abandonado la creencia en Dios, sino solo que ha sido
desplazado por otros temas como problema central de la reflexión filosófica. Incluso muchos de los pensadores contemporáneos
se han declarado abiertamente ateos, como, por ejemplo, Nietzsche y Sastre.
También la ciencia actual ha abandonado la hipótesis de Dios, y se concentra primordialmente sobre aspectos
técnicos, sobre cómo aplicar a la mejora de nuestras condiciones de vida los conocimientos adquiridos y a explicar los
fenómenos naturales, ya desde la Modernidad, mediante causas puramente naturales. Pero esto no quiere decir que en un
momento dado no se pueda postular la existencia de Dios. Por ejemplo, la famosa teoría del Big Bang, mediante la que se trata
de explicar el origen del universo, afirma que el universo se creó por una gran explosión, pero ¿antes que hubo? Esta cuestión no
tiene solución desde el ámbito de la ciencia y, por ello, se podría afirma que existía Dios. Pero esto ya escapa a los límites de la
ciencia.
B. Sobre la duda y la necesidad de garantizar de forma adecuada nuestro conocimiento del mundo.
Descartes utiliza la “duda metódica” con el propósito de asegurar nuestro conocimiento de la realidad. Para
todos es evidente que nuestro conocimiento del mundo es provisional y confuso. ¿Hasta qué punto podemos asegurar que lo que
sabemos de él es cierto? Hoy en día, además, los medios de comunicación de masas (tv, radio, internet…) nos bombardean
continuamente con informaciones de todo tipo que no sabemos muy bien como utilizar y clasificar. Su fiabilidad también está
sujeta a posibles influencias no necesariamente objetivas. En la “aldea global” en que consiste el mundo actual, ¿cómo saber que
la imagen que recibimos de él es correcta? La aplicación de esta duda, que no es un cómodo escepticismo que te evite el
compromiso con la realidad, se muestra como un primer momento adecuado para lograr una actitud más crítica y responsable.