Masacre Del Mozote
Masacre Del Mozote
Masacre Del Mozote
talvez en Europa no tengan conocimientos de lo que represent las guerras civiles en Amrica Latina, aqu un ex-soldado que particip en la masacre cuenta su historia, al final dejo un link (no Spam) de un corto documental que narra la atrocidad.
El Mozote fue una masacre triste y terrible, ah murieron todos, hasta los nios. As empieza su relato Efran Antonio Fuentes, con voz pausada, mientras sus ojos huyen del contacto visual continuo de su interlocutor. As dieron inicio las poco ms de tres horas de conversacin, en donde este ex soldado perteneciente al Batalln Atlacatl revel algunos de los hechos que ocurrieron antes, durante y despus de la masacre de El Mozote, ocurrida el 11 de diciembre de 1981, y que la conoci el mundo gracias a los reportes de la prensa internacional. En esa matanza murieron centenares de personas, nios y nias en su mayora. Aunque no hay una cifra precisa y los datos varan segn las fuentes. Uno de los expedientes ventilado por la Comisin Interamericana de Derechos Humanos habla de 765 fallecidos.
La Comisin de la Verdad habla de un poco ms de 200 restos humanos renocibles, pero la cifra podra ascender a 400. Tutela Legal del Arzobispado de San Salvador habla de 765 personas ejecutadas; mientras que un equipo argentino de antropologa forense que visit el lugar en busca de osamentas que permitieran saber cmo ocurrieron los hechos, determin que en El Mozote y cantones aledaos fueron asesinadas 809 personas, ms de 400 de ellas nios y nias menores de 12 aos. Los ojos de Efran hicieron sus propias cuentas ese da y tampoco cuadran con las historias oficiales que se tienen del caso: Yo no vi demasiada muerte, a pesar de que dicen que fueron bastantes. En los alrededores, puede ser. Pero yo vi unos 25 cuando entramos. Algunos haban muerto a balazos y otros a cuchillo. Cuando ocurri la matanza de El Mozote, Efran tena 17 aos y apenas unos meses de haber ingresado al Batalln. Tena pocos das de andar en campaa,
apenas se haban formado cuatro compaas de las nueve que lleg a tener el Atlacatl. Una noche antes me dijeron: Preparate, vamos a un lugar donde nos estn esperando, donde es difcil entrar, pero vamos a entrar y si no te pons las pilas, pues, te van a matar y tens que actuar segn las tcticas que te han enseado y si no vas a ser hombre muerto. Y ni modo, qu hacamos, peparar los fusilitos, 700 cartuchos... todo lo que nos daban en el equipo. A m, que era especialista en lanzagranadas, me daban 60 granadas. Con eso me fui. La especialidad de Efran eran los M16 con lanzagranadas. La primera vez que tuvo en sus manos uno de estos fusiles fue en el cuartel de la Segunda Brigada de Infantera, de Santa Ana, despus de que lo reclutaron forzosamente en la finca Los Naranjos, donde estaba trabajando cortando caf. A eso se dedicaban l y su familia, originarios del Cantn El Castillo, en Coatepeque. En la corta participaban sus hermanas, su hermano, su padre y su madre. Pero cuando lleg al cuartel, se olvid de los canastos y el caf y aprendi a lanzar granadas. Era el nmero uno de mi seccin. Si me ponan casitas pequeas para que practicara mi puntera, yo siempre les pegaba en el centro, asegura. Pese a que lo forzaron a estar en el ejrcito, pronto se adapt a su nueva vida. Le pagaban 85 colones por hacer rondas en Santa Ana y cuidar bodegas en el cuartel. Pero un da supo que se estaba formando un nuevo batalln y que estaban pagando 240 colones por ir a combatir y se fue a enrolar. Luego lleg a ganar 400 colones y al final de su carrera militar, cuando qued lisiado, sali ganando 900 colones. Nada mal para alguien que solo haba estudiado segundo grado de primaria y que no saba hacer otra cosa que cortar caf y lanzar granadas con buena puntera. Lo primero que hice cuando nos dijeron que bamos a este cantn fue preparar mi equipo. Es que, cuando ya le dicen a uno que va a salir, se prepara el fusil, ese todo el tiempo pasa aceitadito. Despus se va uno a contar cuntos cartuchos se va a llevar. Luego lo llevan a uno hasta el lugar y es ah donde le dicen qu es lo que va a hacer, cmo se va a actuar. Si es masacre, le dicen a uno que va a
matar... Mientras, solo le dicen a uno vamos a ir a un lugar, sin darte el nombre, solo te dicen que vas para un lugar donde habr un combate duro, un lugar donde es difcil entrar. Nosotros s vamos a entrar y vamos a demostrar que s podemos, nos decan. No le dan ni la hora de salir a uno, solo le dicen que se preparen los fusiles y, de presto, a las 2 o 3 de la maana, se sale. Antes de eso, por lo general, la mayora de los soldados, lo que estn haciendo es platicar de sus licencias, de lo que les ha pasado, no de la guerra sino de sus quehaceres cuando les den las licencias. Lo que se mueve, se muere Para El Mozote no nos dijeron nada, solo que ibamos a un lugar y que todo lo que se moviera se destruyera. Esa fue la orden que dieron, porque decan que todos eran guerrilleros, desde mujeres hasta nios, que podran llegar a ser parte de las masas en un futuro y que podran llevarle la logstica a ellos. De esa manera fueron las rdenes que se dieron en El Sumpul, Guazapa, El Mozote, Las Tablas... rdenes que ejecutaron los batallones Belloso, Atlacatl, Bracamonte, que eran de reaccin inmediata... Yo particip casi en todas, porque, como batalln, en un inicio andbamos casi en todas. Salamos a operar, regresbamos con licencia, nos bamos para la casa y luego regresbamos al batalln y salamos de nuevo a operar. Cuando el batalln se hizo grande, que lleg a nueve compaas, salan seis compaas a operar -hablo de un equivalente a 700 hombres- y quedaban 370 para cuidar la sede. Entonces, s, ya era diferente, porque pasbamos dos meses en el monte, y luego regresbamos de operar, descansaban tres compaas y las que haban quedado descansando, tendan a irse nuevamente. Haban rdenes terribles en la guerra, pero considero que no me manch las manos en algo a sangre fra. No voy a decir que no se mat, s, pero fue en combate, porque o mats o te matan. Un combate para eso es. Cuando se capturaron personas, yo nunca mat as, a pesar de que recib rdenes de matar. En Guazapa hayamos un tat llenito de personas: ancianos, nios, mujeres en especial... Sacaron a unas 45 personas de ah y salvaron a algunas. No s cul fue el sentido de eso. Imagino que fue para traerlas a San Salvador y sacarles verdades. Las subieron a helicpteros y se las trajeron. Pero, a la mayora las
mataron a sangre fra. Yo en ese entonces tena pocos das en el batalln y me queran probar para ver qu valor tena y me dijeron: aqu est un yatagn, mat a esta gente. Pero yo les dije que no, que a sangre fra no mataba y menos con cuchillo. Si fuera peleando, s, hubiera usado mi M-16. Y todava me atrev a decirles que si lo haca con fusil, me atreva a hacerlo, pero con cuchillo, no, porque no me gustaba eso. Pero como sobraba quien lo hiciera y no pensaban sus actos, sali alguien y lo hizo. Por qu no me amonestaron esa rebelda? Porque en el combate, all en el monte, ramos uno a uno, hombre a hombre, y no importaba si estbamos en el mismo bando. Cuando pasaba algo as y amonestaban a alguien, ah en combate encarnizado, ah no ms se le volteaba el fusil entre los mismos compaeros. Por eso no se amonestaba. Haba respeto entre todos, por cualquier cosa, porque se le tena miedo al ofendido a la hora de estar en combate. Salimos del batalln, en el Sitio del Nio, y llegamos a la pista que tena el ejrcito en Morazn. Nos albergbamos en el galern que el batalln tena ah, mientras esperbamos instrucciones. Luego nos dijeron el lugar que bamos a visitar y si era un combate de monte, hombre contra hombre, o si bamos a destruir una ciudad o un cantn o un casero. Despus caminamos para salir por el lado de Perqun, e hicimos 40 minutos de caminata hasta El Mozote. Llegamos en la maana, porque mucha de la gente que estaba ah no logr salir a trabajar. La gente se encerr cuando vio al batalln.
Segn describe el informe de la Comisin de la Verdad, cuando los soldados llegaron, ordenaron salir a todos de sus casas y los reunieron en la plaza; los hicieron acostarse boca abajo, los registraron y les formularon preguntas sobre los guerrilleros. Luego les ordenaron encerrarse en las casas hasta el da siguiente, con la indicacin de que se disparara contra cualquier persona que saliera. Los soldados permanecieron en el casero durante la noche. Al da siguiente los interrogaron, torturaron y ejecutaron. El exterminio terminara el da 12, dejando atrs varios cientos de muertos regados sobre las tierras de los cantones Cerro Pando y La Joya y de los caseros Ranchera, Jocote Amarillo y Los Toriles. Yo me qued, con otros 300, en los alrededores. Primero bajaron unos 50
soldados a meterse as y los dems se quedaron guardando la seguridad de los flancos, de los cercos. Abajo se hizo una formacin en forma de herradura. Siempre se rodea y se deja un pequeo espacio, porque alguien que se encuentra acorralado, que no tiene salida para ningn lado, esa es una persona que muere hasta que se le acabe el ltimo cartucho. Y matar a un guerrillero con fusil en mano, no era de una hora. Porque o se organizan y se van a romper el cerco a darle a los soldados pecho a pecho o preparan un combate hasta el ltimo cartucho. Por eso se dejaba ese espacio para evitar un tope as. En El Mozote se dej la parte del ro, de la quebrada y ah fue donde se fueron unas gentes que ah creo fue donde se salvaron, porque de otra manera... Despus de la formacin, las puertas se abren y el que se encuentra o se mata adentro o se le saca a matar. Pero, en El Mozote, a la mayora de gente la sacaron y la formaron. Ah no entramos en combate. No era un campamento. Los soldados se movan por grupos, cuando unos terminaban de actuar en una zona, estos se movilizaban y llegaba otro grupo a relevarlos y luego repetan el movimiento hasta que eran reemplazados por un tercer grupo. As se fueron moviendo Los por toda la zona de los caseros aledaos. evanglicos
guerrilleros
Durante la guerra, la parte norte del departamento de Morazn era considerada como el sitio con mayor concentracin y control por parte de la milicia guerrillera del FMLN. La idea de despojar a los campesinos de sus crucifijos y biblias vena de la teora militar de que el apoyo de la poblacin civil a los insurgentes se deba, en gran parte, a la penetracin de la Teologa de la Liberacin como labor de algunos sacerdotes catlicos.
El Mozote era un lugar singular. Ah los catlicos eran minora, al contrario de todos los caseros y cantones de los alrededores, y la Teologa de la Liberacin no haba tenido gran impacto. Adems, sus relaciones con la Fuerza Armada siempre haban sido estables porque no eran colaboradores de la guerrilla.
El Mozote contaba con unos 300 habitantes, pero muchos otros moradores de caseros ms pequeos haban llegado a refugiarse ah por temor a morir en fuego cruzado o para no ser ejecutados por los soldados si los llegaban a confundir con
guerrilleros. Ah toda la gente era del Frente. As nos dijeron a nosotros, que en ese cantn estaban las bases, la propia estada de ellos. Con la diferencia de que el combatiente se iba y llegaba ah solo a traer provisiones. Si ah no hubo un combate encarnizado. Ah solo fue llegar a un cantn y arrasarlo. Si no, hubieran dicho: tantos soldados murieron. Combatientes yo no vi. Sobre las violaciones a nias en ese lugar no puedo decir nada, pero s lo hacan... incluso, yo no lo vi, pero me dijo un compaero que haba visto que mataban a nios con un yatagn. Que violan nios y nias, s, eso lo hacan en diferentes masacres. Cuando baj al cantn, de ltimo, ya haban matado a bastante gente... y nos dijeron que ya no haban guerrilleros, que ya no era necesario seguir dando la seguridad. La gente que se logr correr, que logr salirse del cerco, las perseguan. Algunos, algunos, contaditos, son los que se han logrado salvar. Yo ya he escuchado historias de los que se han logrado salvar, pero contaditos con los dedos.
Rufina Amaya fue una de estas pocas sobrevivientes que logr escapar de la masacre de El Mozote, gracias a que se escondi tras unos matorrales, aprovechando la confusin de unas mujeres que rogaban porque no las mataran. Mientras hua, ella asegur que escuch los gritos de sus hijos que la llamaban y que rogaban porque no los mataran. Rufina fue entrevistada por la Radio Venceremos sobre esos hechos das despus de ser encontrada por la guerrilla vagando por los montes. Ella fue la primera en denunciar el hecho, en la navidad de 1981 y su relato fue parte principal de un par de publicaciones en dos peridicos estadounidenses. Amaya falleci en 2007 debido a un ataque cardiaco y hoy su historia se ha inmortalizado en una opera recin presentada en Colombia, por el salvadoreo Luis Herodier, donde se cuenta cmo mataron a los habitantes de El Mozote.
Carlos Henrquez Consalvi, uno de los fundadores de la Radio Venceremos, y una de las dos primeras personas en recorrer la zona de la masacre en diciembre de 1981, cree que la matanza fue un aviso para los simpatizantes del Frente. La mayora se iban a esconder a quebradas, pero siempre los mataron. Incluso,
un compaero, que hoy est discapacitado, mat a un nio. El nio fue para la historia, porque estaba sentado en una piedra. Estamos hablando de un nio de cuatro aos, muy pequeito. l estaba sentado en una piedra y el compaero le peg una rfaga de M16 y lo balace. Pero, el nio no se cay, qued sentadito. Y quin dice que al caerle a uno un balazo de una M16 no das vuelta y caes con las patas para arriba? Al nio lo atravesaron a balazos y an as segua sentadito. Eso poda ser cosa de Dios, rememora Efran.
Segn los sitios de internet especializados en armas, la bala de una M-16 se deforma cuando impacta contra su objetivo y pega con una fuerza de 52 mil libras de presin por pulgada cuadrada. Al deformarse no atraviesa, sus fragmentos rebotan por todo el cuerpo y destrozan el interior de la persona. Yo vi un montn de gente muerta, nios y este nio que cuento... no creo que el compaero lo haya hecho por... simplemente porque lo engaaron. Pero, si esas rdenes se le dieran a una persona adulta y no a cipotes (nios) de 14 o 18 aos, la cosa sera diferente. Yo, a la fecha, si me dieran rdenes as, quin sabe si se las cumpliera. Claro que me rebelara y jams hiciera cosas de esas, porque ahora somos personas pensantes. Es fcil dominar a los cipotes cuando ellos no tienen una mentalidad desarrollada. Cuando uno estaba en combate uno pensaba: Bueno, si me muero no dejo hijos, no dejo a nadie, estoy solo y cuando nos pagaban el sueldito que en ese tiempo eran 240 colones nos lo bamos a gastar todo, decamos: commoslo, disfrutmoslo porque hoy estamos y maana quin sabe, porque vamos para el monte. Esa era la vida del soldadito aquel. No pensaba en que iba a haber un futuro, que va a tener un hogar, que va a prepararse... uno no piensa en eso. A uno lo preparan para pensar que la vida no vale nada. Este sentimiento de indiferencia haca posible que los soldados -en su mayora jvenes, solteros y sin familia-, tras el combate, siguieran sus vidas como si nada pasara, como si todo fuera un sueo, cuenta Efran. Despus de participar en una de esas masacres, qu diferente se ve el mundo. Qu significa la vida o qu significa la muerte, si despus de estar platicando con su amigo, con el que acaban de beberse un agua azucarada, porque a lo mejor no
han comido por estar en campaa, este en ese ratito cae a la par de usted con un balazo en la cabeza? Para uno la vida en ese momento, despus de lo que le han metido en la cabeza, no vale nada. Qu fcil es engaar a un joven. Lo mismo le da tanto que lo maten o matar en un combate. Usted ve caer a su compaero y no se extraa, en lugar de eso se pone a salvo. Y si uno mata, ah no ha pasado nada, sigue su camino. En la guerra, el da que no hay combate, uno no sirve. Te sents rendido, te da sueo, te da hambre. Es desesperante. Cuando sala de licencia e iba en el bus para la casa de mis familiares, yo vea a la gente y pensaba: as como los puedo ver vivos, los poda ver muertos por all. No haba futuro cierto.
A los miembros de Batalln Atlacatl, segn las crnicas de la poca, Domingo Monterrosa, la mxima autoridad de dicha unidad militar, los llamaba Angelitos de la Muerte. Cuando a Efran se le pregunta sobre este sobrenombre que el militar usaba con sus soldados, l dice no recordar nada sobre ello. Sin embargo, s recuerda a Monterrosa. Lo admira, lo desprecia y lo respeta. Hay asesinos y requeteasesinos, como el seor Monterrosa, no digo que no. Porque dicen, el que es hombre y cosa seria, de veras hay que felicitarlo por lo que es. Malo o bueno, hay que felicitarlo por lo que es. Y no nace uno tan rpido as como l. Tenemos a Fidel Castro. Yo felicito a Fidel Castro por la forma de hombre que ha sido. Pa que nazca otro como l t difcil o a saber dnde est. Monterrosa era cosa seria. Para nosotros era l nico quizs en el pas que trabajaba tan de la mano Para nosotros, Monterrosa, en especial para m, fue un hombre que pens ganar la guerra con las armas. As! l pens que la guerra se poda ganar combatiendo de t a t con las armas y por eso l se entreg a la lucha, y fue un hombre que comi frijoles, luch y llor junto con los lisiados Con los soldados. l pasaba los ros all En las fotos lo puede ver que l andaba igual como andbamos nosotros Una parte era estrategia de l para que no lo identificaran que era el comandante, pero la forma en que se diriga a nosotros era una forma Bueno, mis respetos. Muy excelente el viejo. Este seor era cosa seria. l se diriga como un camarada. As, si tena una tortilla, pues la coma entre tres. Y a l nunca le gustaba que le pegaran a un soldado, que lo garrotiaran ni le
pegaba. Deca que no era eso. Incluso, deca que para castigarlo a uno era mejor ponerle flexiones o algo as, porque te haca ms duros los msculos y te daba ms resistencia; pero no a garrotazos, porque no se trataba as. En ese aspecto fue muy bueno con los soldados, y por eso lo queran mucho. El seor este fue muy querido en el batalln.
Las contradicciones no paran ah. A Efran no le enorgullece haber participado en la guerra. Dice que nunca le ha contado nada de lo que hizo en combate a sus hijos ni a su esposa. Ellos apenas y saben que qued lisiado a los 24 aos, mientras realizaba un operativo en Morazn. Tampoco saben que l trabaj bajo las rdenes del coronel Francisco Elena Fuentes, realizando investigaciones de espionaje en la unidad denominada S2. Es que fue una guerra chuca (sucia), dice. Pero, pese a eso, por otro lado, no se arrepiente del carcter, la resistencia, de decirle que no debe temerle a nada y que es capaz de vencer a cualquiera que le formaron la guerra y los asesores de Estados Unidos, que vinieron a entrenar al Batalln a El Salvador.
La confianza era la base del Batalln Atlacatl. No cualquiera poda entrar. El reclutamiento se haca mediante recomendaciones de soldados que estuvieran ya activos. A cada soldado se le haca una entrevista de admisin para sondear el tipo de conocimientos y destrezas que este posea. Uno de los requisitos era tener experiencia en el uso de armas. Su ingreso supona el sometimiento a exmenes sicolgicos y de resistencia fsica. Para el adiestramiento sicolgico los obligaban a ver pelculas sobre guerras ocurridas alrededor del mundo, adems de lavarles el cerebro con ideas anticomunistas. Estas clases eran de tres horas diarias todas las tardes desde que entraba al Batalln. Cuando esto terminaba, continuaban con el siguiente paso: la formacin de carcter. Este cursillo tiene una semana de estrategia militar, pasar la concertina, arrastre, cmo atacar. Luego tiene una semana de combate cuerpo a cuerpo con cuchillo, con corvo, con la mano, con todo, por si uno se queda sin fusil. A continuacin, sigue una semana en la que no te dejan dormir y para que durms te suben arriba de los palos y ah tens que dormir si as lo quers, para que uno agarre coraje. En otras ocasiones, te tocaba dormir en el piso de ladrillo, pero a cada dos horas
vena alguien a tirarte agua helada o te arrastran en el lodo. Despus viene otra semana que se llama de supervivencia, en la que te dejan sin comer por siete das, te pasan por el tnel del amor, que son charcos de agua con lodo, luego te encierran en un chiquero que tiene alambre de pas alrededor. Cuando tens esa gran hambre y que ests a punto de morirte, te matan zopes (zopilotes), chuchos (perros) -que es ms decente que el zope- y te hacen una sopa de esos animales y te obligan a comer. Luego hacen un fresco de la sangre del zope y del chucho, le echan cebolla, sal y chile para que te lo toms. Despus de eso te dan un zope crudo para que te lo coms y todos deben dar una mordida al animal. Cuando yo hice el cursillo, llevaron un muerto que encontraron ah en El Playn -area cubierta de lava petrificada al norponiente del volcn de San Salvador-, era un chamaco que haban degollado y nos lo llevaron para que lo comieramos. Todo esto era para formarte carcter. Despus de que te dan todo esto, te tiran lacrimogenos adentro del chiquero, donde ests sin zapatos y solo en calzoncillos. Luego te dicen que a cmo d lugar tens que romper el cerco, vos y tus otros tres compaeros, y que desde ah tens que irte hasta Lourdes Coln corriendo, pasando por Teocoyo, all por Jayaque, para salir al lado de Las Granadillas y volver a El Playn. Y en esas carreras que llevas, hay tres puntos donde te tens que reportar y cuando llegs a El Playn tens que llegar vestido. La cosa es que a la primer persona que te encontrs tens que quitarle la ropa y los zapatos, amenazndolo con garrotes. Nosotros tuvimos suerte porque hallamos ropa tendida en medio de una tomatera, que algunos campesinos haban dejado mientras se iban a trabajar al monte. Con esto terminaba el cursillo. Esto te da carcter, porque en combate, rodeabamos a los chuchos, los pelbamos y comamos de eso.
El batalln Atlacatl estaba conformado de la siguiente manera: una seccin, que es igual a 30 hombres. De estas se dividen dos patrullas, 15 hombres por patrulla. Un subsargento, dos cabos -uno para cada patrulla- y un cadete, que manda a los 30 hombres. Haba cuatro secciones, que conformaban una compaa. Esta compaa tena un teniente de dos barras, un subteniente y un sargentn. Esta compaa se una a tres compaas ms, ests llevaban, adems de los otros ya
mencionados oficiales, a un capitn. Se formaron tres agrupaciones de nueve compaias ms el grupo de mando, que estaba dirigido por tres mayores, un teniente coronel. Segn Efran, hasta antes de que se firmaran los Acuerdos de Paz, los efectivos destacados en el Batalln Atlacatl sobrepasaban los mil hombres. Efran se movi de un destacamento a otro impulsado por el dinero que podra ganar. Un soldado ganaba 240 colones en el batalln. En Santa Ana, en la Segunda Brigada ganaba 85 colones. Antonio Guerrero Peraza, un amigo de l, lo inst a unirse al Batalln. Luego lleg a ganar 400 colones y al final de su carrera militar, cuando qued lisiado, sali ganando 900 colones. Ahora como pensionado, apenas logra cubrir sus gastos con una pensin de 120 dlares. Para subsistir, hoy da se dedica a vender verduras en el centro de San Salvador y a luchar por los derechos de mejores pensiones y prestaciones de salud para los lisiados de guerra sea estos del ejrcito, la guerrilla o la sociedad civil. Su esposa administra una tienda en la zona donde viven. Con eso mantienen a sus cuatro hijos, el primero de ellos nacido en 1991.
Hoy, alejado de aquella buyicia de los combates, Efran Fuentes, hace sus reflexiones sobre lo que para l signific ir a combatir: La guerra fue creada para aniquilar a los lderes que empezaban a levantar cabezas. La guerra fue inventada por el gobierno... aqu Estados Unidos y el gobierno montaron la guerra y quienes la financiaron y se pusieron a rer de de todo fueron los ricos. Porque en la guerra donde yo anduve nunca anduvo un millonario, solo gente que ramos campesinos. Y cuando nos matbamos era pobre contra pobre, mientras que los ricos tenan a sus hijos en la universidad, preparndose. La guerra, aparentemente, poda hacer un cambio, pero este nunca se di ni con los Acuerdos de Paz. Qu chiste tiene ir a una guerra si todo sigue igual o hasta peor que antes.
"Uno de cipote crea que las cosas quiz as estaban bien y as se combata. Hoy, que ya tengo mis cuantos aos y que pas mi experiencia, noto que el cipote pas dormido en la guerra. Sobre ElMozote? Me gustara visitarlo, para ver cmo han progresado, porque lo destruyeron.