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El libro de las adivinanzas
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El libro de las adivinanzas
Libro electrónico107 páginas39 minutos

El libro de las adivinanzas

Por varios

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Risas, diversión y entretenimiento con el libro de las adivinanzas. Para reir y disfrutar sin fin, adecuado para todos los públicos. Libro de humor con juegos y adivinanzas.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento7 feb 2017
ISBN9788494637391
El libro de las adivinanzas

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    El libro de las adivinanzas - varios

    Soluciones

    Introducción

    Sinónimo de acertijo o enigma, según el Diccionario de la Real Academia Española, se trata de un pasatiempo que consiste en adivinar una palabra, personaje, objeto, etc., a partir de una frase, verso o dibujo que contiene los datos necesarios para ello.

    A las puertas de la ciudad griega de Tebas, se encontraba un horrible monstruo: la Esfinge, que poseía cabeza y senos de mujer, cuerpo de perro, garras de león, alas de águila y una cola provista de un mortífero dardo. Por castigo de los dioses de la ciudad, devoraba a todo al que se atreviera a desafiarla planteándole la siguiente adivinanza:

    ¿Cuál es el animal que tiene cuatro pies por la mañana, dos al mediodía y tres por la tarde?

    El héroe, Edipo, pasó por allí y le dijo:

    La respuesta es muy fácil: este animal es el ser humano, pues por la mañana, es decir, en la infancia anda con pies y manos, o sea, a gatas, con las cuatro extremidades; al mediodía, esto es en la plenitud de la edad, se sostiene sobre las dos piernas; y en la tarde de la vejez necesita un bastón para apoyarse, es decir, tres pies de apoyo.

    No bien Edipo hubo pronunciado estas palabras, la Esfinge se lanzó al abismo, desapareciendo para siempre.

    Lo que le pasó finalmente a Edipo, vale más que no lo adivinemos, porque entonces no intentaríamos jugar al juego de las adivinanzas de las que los orientales fueron maestros, como de los parientes de éstas, los refranes, los aforismos y las parábolas, única manera de alcanzar el alma del mundo, o aquello que uno de los maestro de la Psicología, Jung, denominó el inconsciente colectivo que ya anida desde la niñez.

    Cervantes en El Quijote, hace gran acopio de aforismos. En el siglo XVIII, en la decadente corte de Versalles, se pusieron de moda las Adivinanzas con las que se entretenían de su hastío, aquellos nobles parásitos de la sociedad. Hoy en día, las adivinanzas han decaído un tanto en nuestro mundo tecnificado de la robótica y la cibernética y así nos van las cosas… Es preciso que las revaloricemos para dar un nuevo grano de misterio y encanto a nuestra vida y alegrar con ellas a nuestro niños, demasiado amantes de las videoconsolas.

    ADIVINANZAS

    Su padre le da galletas,

    pero él siempre pide pan.

    Tiene pelos en el pecho y gruñe.

    Soy hijo del agua,

    del agua natural,

    a ser agua vuelvo

    sin hacer nunca mal.

    Menudo, menudo siempre,

    yo he sido; voy muy ligero

    y por el gato soy perseguido.

    Vanidosa me dicen,

    presumida soy,

    y mis colores envidian

    por allá donde voy.

    Venerado como un santuario

    y repasado como un rosario.

    Una señorita va por el mercado

    con su cola verde y traje morado.

    Un árbol que Dios crió

    de los cielos a la Tierra,

    si no lo cortan de chico,

    de macho se vuelve hembra.

    Una tinajilla de embor embor

    que no tiene tapa ni tapón.

    Tomate la tiene,

    pimiento casi la finaliza

    y a Tarzán eterniza.

    Tengo duro cascarón, pulpa blanca

    y líquido dulce en mi interior.

    Son bandoleros en un número tal,

    que a la mayoría de la gente le cae mal.

    Su nombre causa miedo,

    aunque puede producir agua o fuego.

    Soy trofeo del gran pescador,

    y exquisito plato del buen comedor.

    Soy más alta que un gigante,

    pero no puedo bailar;

    estoy en todas la fábricas

    y no paro de fumar.

    Al llegar el alba

    se oye un cantar,

    quien no lo adivine,

    tonto será.

    Sirvo para unir

    y aunque me ponen de muchos colores,

    nunca me hacen huir.

    Rulando y dando vueltas

    la bola en ella se para,

    el número elegido

    buen premio depara.

    Nazco en lugares abruptos

    sin haber tenido padre

    y conforme voy muriendo

    va naciendo mi madre.

    ¿Qué persona será,

    que con una bola o cartas

    tu vida te marcará?

    Olas

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