TODO LO QUE GÉMINIS PUEDA DECIR SOBRE LA LLUVIA
os planetas no influyen sobre nuestra vida. De verdad: que Júpiter esté en Capricornio no va a afectar a tu carrera profesional. La luna es otro tema. Pero es que la luna si es capaz de crear las mareas, ¿qué no hará con unos seres tan débiles que pueden desaparecer en un solo golpe de mar? Algo tan prosaico como la astronomía puede justificar un "invitada perfecta" (¿pero quién inaugura estas búsquedas tan demenciales?) ni la diadema forrada más lustrosa puede competir con lo divertido que fue, que es, sentarse en un banco con amigas a comer pipas y hacer un repaso de los interesantísimos cotilleos que se producían en un aula con veinte personas. La excitación de esas primeras veces es, al final, la misma para quien sube al monte a sacrificar su res que para quien se ha dejado el sueldo de un año en asistir al festival de moda, y para la que queda con sus amigas a doscientos metros. Nadie definió esa sensación como Walt Disney (o Felix Salten, autor de la historia original) en . Hay una llamada y respondemos a ella. A los trece años afecta al amigo que solo quiere hablar de chicas. A los veinte, al estudiante que piensa en cualquier cosa menos en el examen de Materiales. Y a los treinta se convierte en unas ganas irrefre- nables de salir a tomar lo que sea, a apuntarse a un plan cualquiera. Es una llamada de pura vitalidad que escuchamos todos los seres vivos.
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