Hace unos cuantos años vi una
pelicula que me gustó mucho, porque era de esas que tocan las emociones. Se
titulaba “Joyeux Noel” (Feliz Navidad) y era una historia basada en un hecho
real. Y hace unos dias oí por casualidad en una emisora de radio una
escenificación sobre aquello y de pronto recordé el argumento de aquella
película, que hoy traigo en esta entrada, porque me parece una historia
preciosa en estas fechas.
En la Navidad de 1914 ocurrió el
hecho más sorprendente de toda la historia de la Primera Guerra Mundial.
Aquella primera Nochebuena bélica las tropas alemanas colocaron sobre el borde
de las trincheras abetos iluminados, que habían sido enviados al frente por
orden directa del Káiser.
Junto con los abetos fueron
enviadas raciones extra de pan, salchichas y licores, unas medidas para
aumentar el ánimo de la tropa, durante tan señaladas fechas. Los soldados
franceses y británicos admiraron perplejos los árboles luminosos. Esa visión
casi irreal ayudó a crear un inesperado clima de fraternidad durante la noche.
Las tropas alemanas comenzaron a
entonar canciones navideñas, concretamente Stille Nacht (Noche de Paz). Los aliados ante tal circunstancia se quedaron perplejos, el
sentimiento familiar acechaba a la tropa. Tímidamente y envueltos en el mágico
espíritu de la Navidad, se fueron uniendo a distancia a sus grandes
enemigos, entonando villancicos en inglés.
Al amanecer del día de Navidad, algunos
soldados germanos comenzaron a agitar banderas blancas y a salir desarmados de
sus trincheras, a tierra de nadie. En un primer momento los aliados vacilaron,
pero pronto salieron a su encuentro. Los hombres, que hasta ese mismo día
habían estado matándose, compartieron tabaco, alcohol y chocolate.
Los gestos de solidaridad
continuarían durante toda la jornada, cada bando pudo recoger a sus
compatriotas muertos en los combates de los días anteriores y darles digna
sepultura. Los enterramientos fueron asistidos con dolor por ambos bandos. Se
realizaron ceremonias de entierros con soldados de ambos lados del conflicto
llorando las pérdidas juntas y ofreciéndose su respeto. Soldados británicos y
alemanes se reunieron para leer un fragmento del Salmo 23 de la Biblia:
El Señor es mi
pastor, nada me falta.
Sobre pastos verdes
me hace reposar,
por aguas tranquilas
me conduce.
El Señor me da nueva
fuerza,
me consuela, me hace
perseverar.
Me lleva por el buen
camino,
por el amor de su
nombre.
Aunque camine por un
valle oscuro
no temeré mal alguno
porque Él está conmigo.
La tregua se propagó hacia otras áreas, y hay muchas
historias de partidos de fútbol entre las fuerzas enemigas. Hay cartas que
confirman que el resultado de uno de esos juegos fue 3 a 2 a favor de Alemania.
En algunas zonas la tregua duró tan solo esa misma noche,
pero en otras se alargó incluso hasta el mes de Febrero.
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Fotografias de los soldados durante la tregua |
Pero como algo tan bueno no podía durar, sucedió que la
noticia de esta tregua llegó a los respectivos cuarteles generales y se
adoptaron medidas para frenar esa actitud. Un número indeterminado de soldados
franceses sufrieron severos castigos como escarmiento, mientras que por parte
de los alemanes fueron enviados al frente oriental, uno de los más duros
castigados por la aviación aliada.
Las cartas en la que los soldados narraban los hechos a sus
familiares fueron destruidas y algunas informaciones que llegaron a los
periódicos británicos se censuraron. Los franceses confiscaron los negativos de
las fotografías que algunos soldados habían tomado durante la tregua, en donde
se veía posando a todos amistosamente.
Y aunque a lo largo de la guerra se darían algunos casos
aislados más de confraternización, las altas esferas militares se encargaron de
que no se repitiese la magia de la tregua de la Navidad de 1914.
Algunos de estos hechos quedaron recogidos en las cartas y
los diarios de los combatientes, como en el caso del sargento Mayor Frank Naden,
que contaba en su diario:
“En el día de Navidad un alemán salió de las trincheras con las manos en alto.
Nuestros compañeros inmediatamente salieron de sus trincheras y los alemanes de
las suyas y nos encontramos en el medio y por el resto del día fraternizamos,
cambiamos comida, cigarrillos y souvenirs. Los alemanes nos dieron algunas de
sus salchichas y nosotros les dimos algunas de nuestras cosas. Los escoceses
comenzaron a tocar sus gaitas y compartimos una rara alegría que incluyó un
partido de fútbol con los alemanes. Los alemanes nos dijeron estar cansados de
la guerra y que deseaban que terminara. Al día siguiente recibimos la orden de
que toda comunicación e intercambio amistoso con el enemigo debía cesar, pero
nosotros no disparamos en todo el día y los alemanes no nos dispararon a
nosotros”.
Aquella pelicula, dirigida por Christian Carion (autor de la novela del mismo
titulo) fue nominada al Oscar como mejor película extranjera de aquel año 2005.
Por cierto, basado en este mismo tema hay un anuncio de este mismo año de la cadena de supermercados británica Sainsbury 's, del que dicen que es el mejor anuncio de Navidad de la historia. Es este:
Y también en octubre de 1983 Paul McCartney publicó, con 40 años,
Pipes of peace, su quinto álbum. Esta canción, que lleva el mismo nombre del
disco, recrea en poco más de tres minutos esta fugaz tregua de 1914.
En fin, que aquella tregua fue un precioso cuento de Navidad, aunque por desgracia, sin final
feliz, ya que toda esa magia y ese espíritu de la Navidad que surgió la noche
de Noche Buena de 1914 sólo duró unos dias.
Quiero aprovechar también con esta entrada, para felicitar la Navidad a todos los amigos y seguidores del blog y desearos a todos unas muy Felices Fiestas y un Feliz Año 2015, que venga cargado de muchas cosas buenas para todos, con todo el cariño y la amistad de este trolley viajero y de su dueña.
FELIZ NAVIDAD
Y FELIZ AÑO 2015
Fuente:
Wikipedia.org
www.taringa.net