To Rome with Love
Woody Allen
2012
Woody Allen es uno de los
directores más interesantes en el panorama cinematográfico estadounidense.
Prolífico y locuaz, Woody ha sabido reinventarse con el paso de las décadas,
presentado en la mayoría de sus historias una perspectiva fresca y renovada.
Después de su “Medianoche
en París” (2011), la cual tuvo buena acogida por la crítica y el público, nos
presenta la siguiente parada en su itinerario: “A Roma con Amor”. Que como ya
lo deja a entrever el título, es imposible no caer en comparaciones. Pues bien,
si “Medianoche en París” intentaba reflejar el idealismo del amor en un entorno
parisino poético y novelesco, “A Roma con Amor” proyecta la visión del amor
desde un punto de vista pasional, adornado con el temperamento exacerbado de
los italianos. Es un amor ligero de ropas mezclado con el humor tan
característico del director neoyorkino.
“A Roma con Amor” es una
película coral donde los personajes van entrelazando una historia de
confusiones y amoríos que tiene como escenario la bella Roma.
Allen nos presenta con
genial picardía cuatro situaciones que nacen del encuentro, algunas veces
fortuito, de los personajes: Leopoldo (Roberto Benigni) con el sueño del pibe
cumplido. Jack (Jesse Eisenberg) y su aventura amorosa con Mónica (Ellen Page).
La pareja de recién casados de Antonio (Alessandro Tiberi) y Milly (Alessandra
Mastronardi) que separados se reencuentran con la pasión. Y el choque cultural
entre USA e Italia abanderado por el mismísimo Woody Allen y Michelangelo (Flavio
Parenti).
Sin buscar el
deslumbramiento del espectador, Allen apela a la ligereza del tema para crear
una historia llena de gags y tonos surreales que poco a poco dotan a la narración
de la precisión necesaria para revelarse como una comedia relajada con el claro
sello de su autor. Un trabajo bien pulido sin aires de grandeza.
Woody es un comediante y
en este terreno los malabares son realizados con destreza. Promete varias risas
al más puro estilo italiano.