Mostrando entradas con la etiqueta versiones. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta versiones. Mostrar todas las entradas

domingo, 17 de noviembre de 2019

DUELO A GARROTAZOS (LA RIÑA)





Siempre es difícil versionar, o inspirarse en una obra de la categoría de esta que nos ocupa. El pintor, Goya, un icono de la pintura española, ha sido maestro de maestros y fuente en la que han bebido artistas de todos los tiempos. El universo pictórico del de Fuendetodos abarca la mayoría de los campos. Y el sentimiento, del tipo que sea,  aflora cuando su pincel es manejado desde dentro: por las tripas, por el corazón…

Este “Duelo a garrotazos” es una de las archifamosas “Pinturas negras”, concebidas para decorar la Quinta del Sordo. Hasta ahí su origen. Pero, ¿qué hemos querido ver, interpretar… en esta pintura? Podemos considerar a Don Francisco como el gran cronista social de la época, de esa transición, de ese levantamiento contra la tradición, de ese coqueteo con lo que viene de fuera, y que, al final no se sabe si era tan bueno…

Goya lucha con él mismo, y a la par que su sordera avanza,  potencia su visión más amplia de la sociedad. No quiere perderse el espectáculo. Y asiste a él con toda la rabia que le explota en las manos.

Esta versión, bebe del cuadro original, pero a la vez escucha melodías postmodernas. El Neoexpresionismo de Anselm Kiefer está presente, no solo en la estructura, un cuerpo yacente esperando a que su destino sea cumplido, sino también en ese vaso comunicante con la pintura de Goya, ese espectáculo al que asiste la sociedad. Y a la vez salpica el lienzo de colores de feria, muy actual y muy frío también…

¿Remisniscencias? Hay quien quiere ver en esta obra la pugna fraticida, la lucha por ver quién es mejor, quién termina con quién, quién impone sus ideas… Ustedes mismos. Tal vez sea cosa de los tiempos que nos ha tocado vivir, que todo es cíclico, que no aprendemos, que…
¡Pasen y vean!

Pintura: "La riña", para la exposición "Interpretando El Prado" de La Carpa. Antonio. Texto: Edurne


domingo, 28 de julio de 2019

LA CASA DE BERNARDA ALBA




El universo femenino de García Lorca se muestra en toda su crudeza en esta obra. Todas las mujeres del mundo lorquiano nos miran cara a cara, ninguna se esconde, y estas de la casa de Bernarda Alba, lo hacen con rebeldía, pasión, rabia… 

La casa es una cárcel. Bernarda gobierna con mano férrea a todo un ejército de mujeres: hijas, madre, criadas… Y solo un hombre es capaz de desbaratar todo ese mundo, de romper la aparente calma de sus vidas. Pepe “el Romano” no se hace ver, pero sí se hace sentir.

Pepe representa esa vida que hay fuera. Ese amarillo, esos colores pujando por salir, que intentan deshacer el negro que cubre a las mujeres, son Pepe “el Romano”, él es la esperanza, la sensualidad, la sexualidad… la vida, en una palabra. 

Bernarda decide sumir la casa en un luto de ocho años, y a su vez decide casar a su hija mayor, Angustias, con Pepe, puesto que ella es la única que posee una dote. Adela, la más joven, es pura pasión y está loca de amor por “El Romano”. Martirio, resentida y celosa, también lo ama en secreto. Magdalena y Amelia, sumisas, observan y obedecen, callan… La lucha por Pepe “el Romano” está servida. 

Porcia, la mano derecha de Bernarda, siente como un gran peso la servidumbre que le debe a esa ama cruel y fría, ella es libre y decide no callar. En la historia asoma, como una conciencia silenciada,  María Josefa, la madre “loca” de Bernarda. Una loca que canta las verdades, ella sabe, pero Bernarda no la escucha, la encierra, la oculta…

Los colores juegan con los sentimientos, con los caracteres, las palabras de Lorca son aquí pinceladas firmes y vivas. Señoras y señores, con ustedes, la tragedia.






Pintura: "La casa de Bernarda Alba": Antonio (para la exposición "García Lorca" de La Carpa). Imagen libro: Internet. Texto: Edurne. Recomiendo la lectura o relectura de esta obra. Lorca siempre merece la pena.

lunes, 4 de octubre de 2010

VERSIÓN DE RELLENO


Que Lope me perdone por la osadía, pero hace un tiempo hice un ejercicio de “entresaca” con estos dos famosos sonetos de Lope de Vega. Siete versos él, siete versos yo, socios en la métrica. Indudablemente, la aspirante, sale perdiendo, y el conjunto queda... cojo; pero, era una tentación, un arrebato ante el que no tuve reparo en sucumbir.
Ahí les dejo con los intentos. En negrita los versos originales, los del genio, en “menudita”, los intrusos, o sea, los de una servidora.





SONETO DE REPENTE

Un soneto me manda hacer Violante
nunca soñé llegara tal momento,
catorce versos dicen que es soneto,
rima rimando me veo importante.

Yo pensé que no hallara consonante
pero no quepo de puro contento;
más si me veo en el primer terceto,
saliendo de ésta me veo triunfante.

Por el primer terceto voy entrando,
no piensen que con ánimo maltrecho,
pues fin con este verso le voy dando.

Ya estoy en el segundo, y aún sospecho

que al final llego si no estoy soñando:
contad si son catorce, y está hecho.



DESMAYARSE

Desmayarse, atreverse, estar furioso,
reírse, caerse, morirse vivo,
llorar, girar como en un tío-vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso.

No hallar fuera del bien, centro y reposo,
presentarse amigo y ser vengativo,
furioso, enamorado y emotivo,
satisfecho, ofendido, receloso.

Huir el rostro al claro desengaño,
esconder el fiel amor bajo llave,
guardar el triste corazón en paño.

Creer que un cielo en un infierno cabe,
y reír cuando nos hicieron daño:
esto es amor. Quien lo probó lo sabe.

Imágenes: De Internet Sonetos: Lope de Vega y Edurne (¡Ay, por Dios, qué vergüenza!)