Periférica en LA VANGUARDIA
Ayer miércoles, el diario LA VANGUARDIA, como ya han hecho otros medios, daba la noticia, en su suplemento cultural, del nacimiento de PERIFÉRICA (el enlace es: http://www.lavanguardia.es/web/20060412/51243725014.html).
La noticia aparecía en "Latidos", la columna de Sergio Vila-Sanjuán, dedicada habitualmente al mundo editorial, y decía así:
María Moix va a la oficina
Por primera vez en su vida Ana María Moix va a la oficina. "Llego cada día a las 9, nunca hasta ahora había hecho horario". La autora de novelas como ´Julia´ o´Walter, ¿por qué te fuiste´, la cronista y crítica literaria, es ahora directora de Bruguera, nombre histórico de la edición española que Ediciones B, que lo adquirió tras su debacle en los años 80, está relanzando. "La idea es situarlo como sello literario, potenciando líneas de narrativa y ensayo español e internacional y recuperando títulos de la colección Afluentes de Ediciones B, que desaparece". Ana María es una figura permanente de la escena literaria barcelonesa, desde sus inicios en los años 70 como poeta novísima, además de hermana de Terenci; en su día asesoró a Lumen y también dirigió sendas colecciones de bolsillo de poesía y relatos para Plaza & Janés, "que para sorpresa de todos funcionaron muy bien". Ahora estará a cargo de unos veinticinco libros al año. "Empezamos con los de autores como Adolfo García Ortega (´Autómata´) y Marcos Ordóñez (´Detrás del hielo´), que pertenecen a una generación que ronda los 50 y no ha sido lo bastante reconocida, y también con el premio Bruguera de novela, ganado por Wendy Guerra con ´Todos se van´". En el capítulo extranjero, títulos de Russell Banks, Bevilacqua y "una joya de Patricia Runfola, amiga de Magris, ´Praga en tiempos de Kafka´, que es una maravilla". De su nueva encarnación, Ana María Moix, reconocida unánimente como bellísima persona, confiesa que "lo único que llevo mal es cuando me toca decir que no".
Periférica con vocación de centralidad
Julián Rodríguez Marcos, que como Ana María Moix es periodista, narrador y poeta, es también el alma de una nueva editorial que nace en Cáceres con el nombre de Periférica. Enlazando con la tradición recuperadora de sellos comoTrieste o Pre-Textos -o más recientemente Minúscula-, Periférica cuenta con "un pequeño equipo de colaboradores muy jóvenes, de entre 30 y 37 años" y anuncia que ofrecerá "una amplia selección de ´clásicos modernos´, muchos de ellos inéditos aún en castellano o poco difundidos durante los últimos años. Con una especial atención a aquellos autores que entre la Ilustración y el fin del siglo XIX conformaron una idea de Europa y del mundo que merece la pena conocer y pensar". Los dos primeros títulos: ´El testamento de un bromista´, narración semiautobiográfica del escritor y activista político francés del XIX Jules Vallès, y ´La pelirroja´, del también decimonónico portugués Fialho de Almeida, que narra la historia de una joven, hija de enterrador, en clave naturalista. "En este momento tengo sobre mi mesa su calavera fría, limpia de piel y cartílagos, blanca y sarcástica, cuya mandíbula abrió ante mí, con una mueca trágica, su concavidad llena de sombras", es el contundente final.
Dentro del refugio antiaéreo
Estuve dentro de un refugio antiaéreo de la Guerra Civil y entendí mejor algunas experiencias de niñez en aquellos años trágicos que mi madre me había contado. La visita, no apta para claustrófobos, la realicé un sabado por la mañana cuando seguía el itinerario literario ´Barcelona 1936-1939. Viure y sobreviureen el marc d´una guerra´, que organiza el Consorci de Biblioteques de Barcelona. El refugio 307 está ubicado en el Poble Sec y una vez inutilizado, durante muchos años fue almacén de desechos hasta que hace no mucho el ayuntamiento empezó a limpiarlo y restaurarlo. Pasillos en zigzag -para que las bombas no entraran directamente, según contaba la guía Rosa Tarroja-, iluminación de mina, ovalados puntos de encuentro... Una experiencia impactante que el itinerario compensa luego con visitas al teatro Apolo o una parada frente a la casa donde nació Serrat, y lectura de textos sobre el Poble Sec oel viejo Paralelo de Josep Pla, Francisco González Ledesma o Sebastià Gasch.
La noticia aparecía en "Latidos", la columna de Sergio Vila-Sanjuán, dedicada habitualmente al mundo editorial, y decía así:
María Moix va a la oficina
Por primera vez en su vida Ana María Moix va a la oficina. "Llego cada día a las 9, nunca hasta ahora había hecho horario". La autora de novelas como ´Julia´ o´Walter, ¿por qué te fuiste´, la cronista y crítica literaria, es ahora directora de Bruguera, nombre histórico de la edición española que Ediciones B, que lo adquirió tras su debacle en los años 80, está relanzando. "La idea es situarlo como sello literario, potenciando líneas de narrativa y ensayo español e internacional y recuperando títulos de la colección Afluentes de Ediciones B, que desaparece". Ana María es una figura permanente de la escena literaria barcelonesa, desde sus inicios en los años 70 como poeta novísima, además de hermana de Terenci; en su día asesoró a Lumen y también dirigió sendas colecciones de bolsillo de poesía y relatos para Plaza & Janés, "que para sorpresa de todos funcionaron muy bien". Ahora estará a cargo de unos veinticinco libros al año. "Empezamos con los de autores como Adolfo García Ortega (´Autómata´) y Marcos Ordóñez (´Detrás del hielo´), que pertenecen a una generación que ronda los 50 y no ha sido lo bastante reconocida, y también con el premio Bruguera de novela, ganado por Wendy Guerra con ´Todos se van´". En el capítulo extranjero, títulos de Russell Banks, Bevilacqua y "una joya de Patricia Runfola, amiga de Magris, ´Praga en tiempos de Kafka´, que es una maravilla". De su nueva encarnación, Ana María Moix, reconocida unánimente como bellísima persona, confiesa que "lo único que llevo mal es cuando me toca decir que no".
Periférica con vocación de centralidad
Julián Rodríguez Marcos, que como Ana María Moix es periodista, narrador y poeta, es también el alma de una nueva editorial que nace en Cáceres con el nombre de Periférica. Enlazando con la tradición recuperadora de sellos comoTrieste o Pre-Textos -o más recientemente Minúscula-, Periférica cuenta con "un pequeño equipo de colaboradores muy jóvenes, de entre 30 y 37 años" y anuncia que ofrecerá "una amplia selección de ´clásicos modernos´, muchos de ellos inéditos aún en castellano o poco difundidos durante los últimos años. Con una especial atención a aquellos autores que entre la Ilustración y el fin del siglo XIX conformaron una idea de Europa y del mundo que merece la pena conocer y pensar". Los dos primeros títulos: ´El testamento de un bromista´, narración semiautobiográfica del escritor y activista político francés del XIX Jules Vallès, y ´La pelirroja´, del también decimonónico portugués Fialho de Almeida, que narra la historia de una joven, hija de enterrador, en clave naturalista. "En este momento tengo sobre mi mesa su calavera fría, limpia de piel y cartílagos, blanca y sarcástica, cuya mandíbula abrió ante mí, con una mueca trágica, su concavidad llena de sombras", es el contundente final.
Dentro del refugio antiaéreo
Estuve dentro de un refugio antiaéreo de la Guerra Civil y entendí mejor algunas experiencias de niñez en aquellos años trágicos que mi madre me había contado. La visita, no apta para claustrófobos, la realicé un sabado por la mañana cuando seguía el itinerario literario ´Barcelona 1936-1939. Viure y sobreviureen el marc d´una guerra´, que organiza el Consorci de Biblioteques de Barcelona. El refugio 307 está ubicado en el Poble Sec y una vez inutilizado, durante muchos años fue almacén de desechos hasta que hace no mucho el ayuntamiento empezó a limpiarlo y restaurarlo. Pasillos en zigzag -para que las bombas no entraran directamente, según contaba la guía Rosa Tarroja-, iluminación de mina, ovalados puntos de encuentro... Una experiencia impactante que el itinerario compensa luego con visitas al teatro Apolo o una parada frente a la casa donde nació Serrat, y lectura de textos sobre el Poble Sec oel viejo Paralelo de Josep Pla, Francisco González Ledesma o Sebastià Gasch.