PROYECTOS DE PASADO en SUR
Maria Teresa Lezcano firmaba, en junio, en el diario malagueño Sur esta reseña de Proyectos de pasado, "once cuentos que oscilan entre el realismo mágico y el periodístico:
Cincuenta años de oscuridad
Otilia Valeria Coman, cuyos libros han sido publicados con el seudónimo de Ana Blandiana -Blandiana es la aldea de Transilvania donde nacio su madre- constituye, junto con Vaclav Haval y Anna Ajmatova, el simbólico triángulo de la disidencia frente a la dictadura. Autora de una importante obra poética, ha publicado asimismo varios ensayos y ha ejercido una amplia labor periodística fuera de su país, en el sus obras llegaron a estar prohibidas.
Proyectos de pasado es el segundo libro de Blandiana que se publica en España -el primero fue una antología poética titulada Cosecha de ángeles-, y se trata de una recopilación de once cuentos cuya temática, aun inscribiéndose en la categoría de lo fantástico, oscila en su ejecución entre los meandros lingüísticos del realismo mágico y la depuración de un realismo casi periodístico.
En el primer relato, "Una herida esquemática", la autora aborda, mediante la narración en primera persona de un delfín varado en una playa, la indefinible línea que escinde no sólo la vida y la muerte, sino también lo real y lo ficticio.
Recorriendo las páginas del libro a través de la imaginación consuntiva de su autora, asistimos al nacimiento de doce ángeles en una jaula inicialmente destinada a la eclosión de doce aves condenadas a servir de alimento; visitamos pueblos espectrales e islas que simbolizan la aberración de un mundo cuyo precio de supervivencia no es otro que la aniquilación de sus constructores; somos deportados a una prisión de la que, pese a la ausencia de carceleros y vallas, no podemos escapar porque los carceleros y las vallas son ahora el resto del mundo.
Adentrándonos en el universo, siempre entre delirante y melancólico de Blandiana, atravesamos espacios constituidos por una materia tan oscura que el terror a menudo es sólo la antesala de la siguiente revelación o de la siguiente atrocidad.
La prosa de la escritora rumana está elaborada por mensajes codificados que es necesario leer sumergiéndonos completamente en el texto, ya que el menos descuido del lector implicaría un absoluta incomprensión de la totalidad del relato. Las realidades de Ana Blandiana no se establecen sobre unos cimientos inamovibles; por el contrario, el suelo se desliza sin cesar bajo los pies de los personajes y por tanto de los lectores, como en un paisaje onírico en el que, pese a la feérica maraña de vegetación cada elemento de la fantasmagoría tiene su equivalente reconstruido al otro lado del espejo.
Existe en la mayoría de los cuentos de Proyectos de pasado un componente memorístico en el que la vocación poética de la autora emerge en cada historia como aislados iceberg narrativos que brotan de las desmitificación de un contexto socio-cultural en el que las máscaras de la Utopía se han derretido, cediendo su lugar a los verdaderos y múltiples rostros del espanto.
El totalitarismo de un régimen propugnado en su día como "los cincuenta años de luz" se disgrega y se concentra a la vez en la visión de un mundo abismal en el que lo aparentemente implausible se revela creíble y los discursos visionarios se transforman en una metafísica de la tragedia. Juzguen ustedes mismos: "Idealizaba cada vez más su sufrimiento, y a medida que envejecía contraponía el padecimiento terrible de aquella experiencia límite a la mediocridad de la vida actual, construyendo con una fruición incansables unos cada vez más fantásticos e ideales proyectos de pasado".
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