Hoy que es Viernes Santo, muchos critican el ayuno y la mortificación cristianas, sin reparar en que otros se procuran mortificaciones de índole no religiosa, pero más incomprensibles y dolorosas:
La disciplina, el cilicio,
que son por Dios, son locura...
Un pendiente en un resquicio
de piel, que es por hermosura,
¡eso sí que es sacrificio!