¡Buenas tardes, Devoradores!
Hace tiempo os traje el primer caso de Parabellum, El dios asesinado en el servicio de caballeros, una historia que me gustó mucho por el toque cómico y a la vez por tocar toda clase de mitologías. Y aquí regresamos con nueva detective paranormal en una nueva trama. ¡Empezamos!
Saga: Parabellum (2)
Autor: Sergio S. Morán
Editorial: Autopublicado
Género: Policiaca / Paranormal / Juvenil
Páginas: 352
Encuadernación: Rústica con solapas
ISBN: 978-84-09-06824-1
Verónica Guerra es detective paranormal. Es a quien recurres cuando intentas cazar gamusinos o cuando un licántropo intenta cazarte a ti. Es dura, con recursos, imparable, y necesita unas putas vacaciones.
Acompañaremos a la detective por Madrid, mientras intenta alejarse de los monstruos y constantes tiroteos que conforman su vida en Barcelona. Pero su paz se verá constantemente interrumpida por corrupciones inmobiliarias, saqueos de conventos y tráfico de almas.
La detective tiene que enfrentarse a la cruda realidad: su pasado y sus enemigos no la dejarán descansar.
Ni muertos.
OPINIÓN PERSONAL
"Tenerla al lado era una bendición.
Y no me fiaba una puta mierda de ella.
Había algo. Algo que era incapaz de identificar, pero había algo tras esa amabilidad. O encima, o por algún lado, pero nadie era tan amable conmigo gratis, especialmente cuando tras casi una semana viviendo la vida monástica de madrugones y duchas de agua fría yo no era la persona más receptiva del mundo."
De acuerdo, empezamos con la historia. Tras el caso de tráfico de Ambrosía, Verónica se ve envuelta en una nueva investigación. Ya son dos los conventos atacados, en los que se han robado reliquias sagradas. El principal sospechoso es un gigante cuyos motivos no terminan de estar claros. Y el último ataque acaba con una monja fugada, un escenario satánico y una mujer lobo furiosa.
Sin embargo, lo que Verónica menos espera es que, a su paso por Madrid, el caso supuestamente cerrado la atrape de nuevo. Regresando a casa de su madre, la inspectora Montenegro, Verónica se verá inmersa en una investigación cuya red es mucho más extensa de lo que piensa.
Una monja lobo, un grupo de zombies y el fantasma de un niño serán los primeros indicadores de que se trata de un caso para Parabellum, a pesar de que la chica tiene que lidiar con otro gran problema: su adicción a la Ambrosía y la necesidad de pasar página tras cortar con su ex.
"Sentí cómo la adrenalina descendía, embriagada por una ola de serenidad sobrenatural. Sentí cómo el dolor de todas mis heridas desaparecía, o al menos se mitigaba. Sentí cómo volvía a salir del sueño, más despierta que nunca, con fuerzas para enfrentarme a cualquier cosa.
Sentí cómo la ambrosía volvía a recorrer mi cuerpo."
Y esa es más o menos la historia. El libro comienza en el convento de la Santa Paciencia, en Ávila, donde Verónica ha entrado por mediación del padre Canastos como estudiante. Ya son dos los conventos en los que un gigante ha robado las reliquias sagradas, y este es el tercero en el que aparecerá. Mientras averigua qué hay detrás de la misteriosa hermana Carolina, Verónica se enfrenta al descomunal ser para regresar, herida y agotada, a un convento donde ha habido una sangrienta decapitación y una monja loba, desconocida para el resto de monjas, la está esperando.
Aunque el caso parece cerrado, la desaparición de la hermana Carolina y de la monja loba la persiguen a Madrid, por donde está de paso para regresar a su despacho en Barcelona. Su primer error es seguir a un fantasma por la zona en obras del metro y vaciar el cargador de la pistola por un susto. La consecuencia es lo que menos desea: reunirse con su madre, la Comisaria Montenegro.
Justo cuando todo parece estar mal, la mujer loba y la monja reaparecen en Malaventa, el barrio donde vive la madre de Verónica y donde se encuentra Casa Raimundita, un bar en el que venden las mejores croquetas del mundo y un centro de reunión de multitud de criaturas sobrenaturales.
Lo que Parabellum no sabe es que hay una trama que se está extendiendo por todo Madrid. Las implicaciones de este nuevo caso englobarán no solo el ataque a los conventos, sino toda una serie de sucesos y lugares a simple vista independientes.
La verdad es que ya echaba de menos el estilo del autor tras leer el primer caso de Parabellum. Verónica, que sigue manteniendo su toque irónico y, en muchas ocasiones, cortante, ahora lidia con varios problemas. Por un lado, aún no ha pasado página tras su ruptura con Roberto. Por otro, su adicción a la Ambrosía, consecuencia del caso anterior, está yendo a peor aunque ella no quiere admitirlo. Regresar a casa de su madre al principio no parece buena idea, pero una charla entre ellas como adultas ayuda a la chica a entender cómo se está obsesionando con el trabajo.
En tema de personajes, tendremos un nuevo elenco principal. Junto a Verónica conoceremos a su madre, pero también al agente Lara, un policía un poco tonto pero guapo que podría ayudar a la chica con sus problemas románticos; a Axel, un phooka y antiguo amigo de Verónica que también estará dispuesto a pasárselo bien con ella; al padre Canastos, contacto de la Iglesia; a la hermana Carolina; y a Rai, la dueña de Casa Raimundita y más importante de lo que parece.
Si tuviera que buscarle un punto negativo al libro, sería la corrección. Al ser autopublicado, no sé si el libro tiene una revisión externa al autor o si solo él lo ha corregido. He visto muchas faltas, sobre todo en temas de puntuación. Comas que faltan, comas que deberían ser puntos... Y también he visto fallos en la puntuación y las mayúsculas dentro de las anotaciones de diálogo.
En general, es una historia que al principio parece lenta pero que, con la llegada de pistas y nueva información, va enganchando y cogiendo mucho ritmo. La forma de ser de Verónica me gusta mucho, por lo que me ha sacado alguna que otra carcajada ante sus contestaciones y comentarios. Me ha dado pena esa falta de corrección más en profundidad, pero bueno. Es una historia que promete tercera parte sí o sí. ¡Nos vemos!
Lo mejor: El avance de la trama y la personalidad de Verónica.
Lo peor: El tema de corrección.
"El patrón estaba claro, y si quería pasarme el día entero sin probar un caramelo, tenía que pasarme un día entero sin trabajar. Un día entero lejos de monstruos, magia, dioses, zombis y demás. Un día de vacaciones. Hasta las doce de la noche, al menos.
No sabía si podría aguantar tanto tiempo."
OTROS TÍTULOS
#1. El dios asesinado en el servicio de caballeros (reseña)
#3. Se vende alma (por no poder atender) (reseña)
NOTA
4/5
Un nuevo caso de la detective Parabellum
Buenaas!
ResponderEliminarMe suena a ver visto el primer libro por ahí pero la verdad es que no me llama mucho...
Gracias por la reseña <3
Me gustó mucho el primero, pero este me decepcionó tanto...! No sé, además de los errores ortográficos, me hizo reír muchísimo menos y sentí que la trama no avanzaba. Una lástima.
ResponderEliminarUn saludo,
Laura.