Me tomas por la cintura, tiembla y se prepara,
esencias
de miel que nuestro cuerpo gozará,
él respira profundo y
ella se embriaga.
Él
destila licor bravío sobre su piel,
bebe del néctar sudoroso
de su fantasía,
y el brillo sensual la deja
encendida.
Nos
vamos acoplando entre las caricias,
en el rocío de una
madrugada se gozan,
en un derroche de horas se placen, juegan.
Llega
la
hoguera
anuncia el éxtasis,
encadenados
se
desean se
disfrutan,
el
estandarte se sobrecoge y su tesoro sonríe.
©Beatriz Martín
29/09/2021
(reeditado)