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lunes, octubre 14, 2013

Pequeño homenaje a un gigante: Patrice Chéreau



El pasado siete de octubre nos dejaba el director de cine, teatro y ópera además de productor, actor y guionista Patrice Chéreau. Probablemente el grueso del público le conozca Más conocido por sus películas, "Reina Margot" (1994) o la impactante "Su hermano" de 2002 (una película que ofrece una serena visión sobre la difícil relación entre dos hermanos, uno homosexual el otro heterosexual. En la que uno nota cómo si detrás hubiera un arduo trabajo de reconciliación con uno mismo), que por sus puestas en escena de teatro y ópera; para mi era alguien digno de admiración, una figura fundamental dentro de la escena cultural europea, alguien que supo imprimir su sello personal, al margen de modas y modos, a toda su obra. Por eso Bajo el Signo de Libra rinde justo homenaje a alguien que dejó una tremenda huella en todo lo que hizo, una huella fácilmente identificable.


Lo fácil sería basar este recuerdo en el aspecto más fácil y reconocido del gran público, pero no, me remontaré al año 1976 y al festival de Bayreuth, donde se producirá la feliz conjunción de tres genios para dar vida a un montaje mítico de tetralogía wagneriana.Pierre Boulez a la batuta, la impagable música de Wagner y la estupenda puesta en escena de Chéreau darán vida a "Der Ring des Nibelungen" ( Canon de Bayreuth ), compuestas por Richard Wagner entre 1848 a 1874, basadas en figuras y elementos de la mitología germánica, particularmente Sagas islandesas, así como de "El cantar de los nibelungos". Estas óperas son "El oro del Rin" (Das Rheingold), "La valquiria" (Die Walküre), "Sigfrido" (Siegfried) y "El ocaso de los dioses" (Götterdämmerung).


También le debemos el impagable favor de habernos descubierto al último gran clásico de la dramaturgia europea,  Bernard-Marie Koltès. A quien descubriría en 1979 y de quien dirigiría sucesivamente "Quai Ouest" en 1986; "En la soledad de los campos de algodón" en 1987 y "De vuelta al desierto" en 1988. Bernard-Marie Koltès, una figura, hoy en día fundamental, que tal vez hubiera pasado desapercibida sino hubiera sido por Patrice Chéreau. Son tantas las cosas que debemos agradecerle, que la lista sería interminable, por eso en estos tiempos en los que la penuria intelectual nos atenaza debemos reconocer la genialidad y la excelencia allí donde se encuentra y enaltecerla frente a la mediocridad imperante.
 
+ Información:
 


miércoles, julio 03, 2013

Persona (1966) - Ingmar Bergman


"Persona" (1966) - Ingmar Bergman (Poster original)

"Probablemente no sea un mero accidente histórico que el significado de la palabra “persona” sea “máscara”. Es más bien un reconocimiento del hecho de que, más o menos, conscientemente, siempre y por doquier, cada uno de nosotros desempeña un rol. (…) Es en estos roles donde nos conocemos mutuamente; es en estos roles donde nos conocemos a nosotros mismos. (…)
En cierto sentido, y en la medida en que esta máscara representa el concepto que nos hemos formado de nosotros mismos –el rol de acuerdo con el cual nos esforzamos por vivir–, esta máscara es nuestro “sí mismo” más verdadero, el yo que quisiéramos ser." 
 Robert Ezra Park, Race and Culture, The Free Press, Glencoe, 1950, págs. 249-250. 







sábado, junio 01, 2013

Centenario de "la Consagración de la Primavera"


Igor Stravinski (1920-1930)
Autor: George Grantham Bain

El mayor escándalo del mundo de la danza acaba de llegar a su centenario. En medio de gritos, histerias varias, aplausos y desmayos, el 29 de mayo de 1913 el público parisino asistió ( por llamar de alguna manera a lo que allí ocurrió) en el Teatro des Champs-Elysées al estreno de "la Consagración de la Primavera" de Igor Stravinski, con coreografía de Vaslav Nijinski.


Recreación de "La Consagración de la Primavera", con la coreografía original de Vaslav Nijinsky y los diseños de Nicholas Roerich.

The Mariinsky Theater Orchestra and Ballet
Director: Valery Gergiev
Rodion Tolmachev - fagot solista

"La Consagración de la Primavera" representa una colaboración entre los principales artistas de la época (Nicholas Roerich: pintor y creador de la escenografía y el vestuario, Vaslav Nijinsky: coreógrafa e Igor Stravinsky: compositor) que dio lugar a un cambio en la forma de entender la música, el ballet y el arte en el siglo XX. Con lo cual nos encontramos, sin lugar a dudas, ante una de las piezas más importante de la música clásica escrita en el siglo XX.

Part I: L'Adoration de la terre

01. Introduction [03:42]
02. Les augures printanieres (Danses des adolescentes) [02:49]
03. Jeu du rapt [01:43]
04. Rondes printanieres [03:38]
05. Jeux des cites rivales [01:42]
06. Cortege du sage [00:44]
07. Adoration de la terre (Le Sage) [00:25]
08. Danse de la terre [01:11]

Part II: Le Sacrifice

09. Introduction [04:28]
10. Cercles mysterieux des adolescentes [03:19]
11. Glorification de l'elue [01:42]
12. Evocation des ancetres [00:52]
13. Action rituelle des ancetres [03:39]
14. Danse sacrale (L'elue) [05:35]
total [35:28]


Coreografía creada por Maurice Béjart en 1959. Filmación de 1970.
Solistas: Tania Bari y Germinal Casado.

En 1959, una compañía formada por bailarines procedentes del Ballet de Milroad Miskovitch, el Western Theatre Ballet y el Ballet Théâtre, estrenan en el Théâtre Royal de la Monnaie de Bruselas la coreografía de Béjart "Le Sacre du Printemps", con música de Stravinsky y Tania Bari y Germinal Casado como solistas. El éxito fue tan asombroso que a partir de ese núcleo inicial se creó al año siguiente el Ballet du XXe Siècle, con base en Bruselas, y a partir de 1970 la Escuela Mudra asociada, actualmente Rudra. En 1987, la compañía cambió su nombre por el de Béjart Ballet Lausanne y, en septiembre de 1992, después de quedar reducida a veinte bailarines, tomó el nuevo nombre de Rudra Ballet, con el cual debutó en Suiza a mediados del mes de diciembre. [Vía]

Como elemento curioso (gracias Sébastien Paul Lucien por la información) y tener una idea aproximada de lo ocurrido el 29 de mayo de 1913 en el Teatro des Champs-Elysées podemos ver este fragmento de la película "Coco Chanel et Igor Stravinski", dirigida por Jean Kounen e interpretada por: Anna Mouglalis, Mads Mikkelsen.


+ Información:




martes, abril 30, 2013

De Despedidas y Reencuentros



"Despedidas" de Yōjirō Takita
Año: 2008
País: Japón
Directos: Yojiro Takita
Guión: Koyama Kundo
Música: Joe Hisaishi
Fotografía: Takeshi Hamada
Reparto: Masahiro Motoki, Tsutomu Yamazaki, Ryoko Hirosue, Kazuko Yoshiyuki, Kimiko Yo, Takashi Sasano, Tôru Minegishi, Tetta Sugimoto, Yukiko Yachibana,Tatsuo Yamada

Oscar 2008: Mejor película de habla no inglesa


Un ritmo pausado y preciosista envuelve esta sensible historia. La historia de Daigo Kobayashi, un violoncelista que pierde su empleo al disolverse la orquesta donde tocaba, lo que le lleva a regresar a su pueblo natal en compañía de su esposa. Allí consigue un empleo como embalsamador. A partir de aquí la historia cobra su auténtica dimensión al tener que enfrentarse no sólo a sus propios miedos y al rechazo que dicho trabajo le causa, sino también al de su entorno incluido el de su esposa. Y así se nos irá descubriendo todo un mundo de sensibilidad, delicadeza y amor que hará caer las barreras.


"Caminando" de Hirokazu Koreeda
Año: 2008
País: Japón
Directos: Hirokazu Koreeda (AKA Hirokazu Kore-eda)
Guión: Hirokazu Koreeda (AKA Hirokazu Kore-eda)
Música: Gonchichi
Fotografía: Yutaka Yamasaki
Reparto: Abe Hiroshi, Natsukawa Yui, You, Takahashi Kazuya, Kiki Kirin, Yoshio Harada, Susumu Terajima


Continuando con esta pequeña entrada dedicada a dos películas japonesas que me impactaron por su enorme sensibilidad está "Aruitemo, Aruitemo" (Still Walking). Otra joya cinematográfica nipona, curiosamente rodada también en 2008. El reencuentro de una familia con motivo del decimoquinto aniversario de la muerte del hermano mayor, periodo en el que se han producido ligeros cambios en la percepción y sentimientos de los diversos personajes, cambios a los que deberán hacer frente, amores, rencores aflorarán de forma inesperada fluyendo suavemente en medio de una atmósfera de aparente tranquilidad. Hirokazu Koreeda nos permite asistir a un pausado juego de emociones tormentosas en medio de un mar en calma.

Dos auténticas maravillas para un fin de semana de buen cine sobre sentimientos y relaciones.


martes, febrero 05, 2013

"El lago de los cisnes" de Matthew Bourne


Dominic North & Richard Winsor

"El lago de los cisnes" es sin lugar a dudas uno de los más conocidos ballets de Tchaikovsky estrenado, sin demasiado éxito, en 1877 con coreografía de Julius Reisinger. En 1895 lograría su consagración, esta vez con coreografía de Marius Petipa y de Lev Ivanov. Su argumento es sencillo: chica conoce a chico, chica pierde chico, chica consigue chico, y luego ambos se pierden.




Pero y si sustituimos a la chica por chico y a los gráciles cisnes por otros más viriles. Esa es la propuesta de Matthew Bourne y su multipremiado "Lago de los cisnes", en su haber se haya el haber conseguido un Premio Olivier (a la mejor producción New Dance), y tres premios Tony tras su traslado a Broadway. Cómo curiosidad añadir que la escena final de la película de "Billy Elliot" de Stephen Daldry corresponde a este ballet
.
 
 
En esta versión, la historia es vista a través de los ojos del príncipe, que se escapa en sueños de su mundo palaciego carente de amor,  y donde los cisnes simbolizan la anhelada libertad. Bourne encara el amor imposible desde la perspectiva de la imposibilidad a la vez que enaltece este sentimiento. Una exquisita, interesante y herética visión de todo un clásico. 
 
 
 
Director y coreógrafo: Matthew Bourne
 
Director: David Lloyd-Jones

Escenografía y vestuario: Lez Brotherston

Bailarines principales en el reparto original:
El cisne: Adam Cooper
Príncipe: Siegfried Scott Ambler
La reina: Fiona Chadwick
El secretario privado: Barry Atkinson
La novia del príncipe: Emily Pearcy
El joven príncipe: Andrew Walkinshaw
 
The New London Orchestra
 

martes, septiembre 25, 2012

Rudolf Nureyev, el poder de la danza


Rudolf Nureyev 1982, Carlos Freire

Procaz, caprichoso, autoritario, ególatra, irritante y lleno de vitalidad lo convierten en el divo por antonomasia. Por otra parte, era un gran seductor, una capacidad que extendía a toda clase de público lo convirtió en un mito que no podía equivocarse. La fama de Nureyev, su carisma y su personalidad darán un vuelco al mundo de la danza, devolviendo la importancia a la figura del primer bailarín, como en los tiempos de Diaghilev, tras un largo periodo dominado por las coreografías inspiradas por Balanchine, para quien "el ballet era mujer".

Rudolf Nureyev, Alexander Pushkin y Alla Sizova

La biografía de Nureyev puede considerarse toda una aventura de carácter épico. Orígenes tremendamente humildes, vive con su madre en una habitación, miseria absoluta y hambre conforman su entorno; hasta los ocho años no conocerá a su padre,que era militar, el cual se opuso frontalmente a los deseos artísticas de su hijo. A los once años todo dará un giro inesperado, la fuerte determinación de Nureyev por escapar del entorno familiar conjugada con una serie de golpes de suerte le llevarán a Leningrado, donde, tras una audición para el ballet Kirov, conseguirá en 1955 ingresar en la escuela de ballet de la compañía. Durante tres años se gana una reputación de alumno brillante a la vez que difícil, su profesor será Alexander Pushkin (que también sería profesor de Baryshnikov), pero también consigue hacer enemigos influyentes. Es la época en que Stanlin, se ha ilegalizado la homosexualidad, lo cual ha generado una situación de vulnerabilidad entre este colectivo. Aquí nacerá la necesidad del secretismo que, incluso en la cúspide de la fama, rodeará la homosexualidad del Nureyev.

Rudolf Nureyev 1960, Roy Round

Rudolf Nureyev 1961, Richard Avedon

Rudolf Nureyev 1961, Richard Avedon

Rudolf Nureyev 1961, Richard Avedon

Rudolf Nureyev, variaciones de Gayne de Kachaturian

Rudolf Nureyev 1961, Richard Avedon

Rudolf Nureyev 1961, Richard Avedon

En 1961 incapaz de soportar los dictados del poder, busca asilo político al otro lado del telón de acero durante una estancia en París. Según información aportada por Raúl Miranda resulta que, al margen de todo el discurso político tejido sobre su deserción, Nureyev conoció durante las presentaciones en Paris, a Raymundo Larraín diseñador, fotógrafo y director del Ballet de Cuevas (sobrino del Marqués de Cuevas y tío abuelo de Sergio Larraín, el fotógrafo de Magnun) estableciéndose un romance que causó que Nureyev desertara y estuviera escondido de la KGB, durante los primeros días en la embajada de Chile en París y su posterior carrera en occidente. Al abandonar las estructuras proteccionistas del sistema soviético, se verá obligado a empezar una nueva carrera en la que su legendaria capacidad para promocionarse y sorprender constantemente al público se convertirá en una necesidad. Pocas semanas después, en su debut en la compañía del marqués de Cuevas, fue abucheado por los sectores prosoviéticos de la capital francesa. Esto llevará al bailarín a abandonar Francia e iniciar un segundo periodo de aprendizaje en Copenhague con Vera Volkova y Erik Bruhn con el que mantendrá un apasionado romance.

Rudolf Nureyev 1962, Cecil Beaton

Rudolf Nureyev 1962, Richard Avedon

Rudolf Nureyev 1963, Cartier Bresson

Margot Fonteyn y Nureyev en Giselle (1962)

Rudolf Nureyev 1963, Cartier Bresson

Rudolf Nureyev 1963, Snowdon

Rudolf Nureyev & Erik Bruhn 1963, Diane Arbus


Rudolf Nureyev & Erik Bruhn 1963

A lo largo de su vida mantendrá relaciones ocasionales con mujeres, pero su tendencia parece haber sido preferentemente la homosexual. De entre sus relaciones, tras la ruptura con Bruhn son destacables: el director cinematográfico, escritor y activista norteamericano Wallace Potts, hasta principios de los años setenta, que continuaría siendo un amigo fiel el resto de su vida y el joven bailarín Robert Tracy con quien las cosas acabaron fatal. los rumores sobre su promiscuidad son sonados, y es cierto ya que no buscaba amor sólo placer y le gustaba exhibir su sexualidad, tanto en sus coreografías como en la elección del vestuario para sus producciones. En 1983 toma a su cargo la La Compañía de Ballet de la Ópera de París, en la que hizo un gran trabajo restaurando la imagen de la compañía: por entonces ya era seropositivo y su energía sorprendía a propios y extraños. Murió del virus VIH el 6 de enero 1993, meses después del estreno de su producción La Bayadère.

Rudolf Nureyev 1965, Cecil Beaton

Rudolf Nureyev 1965, Irving Penn

Margot Fonteyn y Nureyev en Le Corsaire

Rudolf Nureyev 1967, Richard Avedon

Rudolf Nureyev 1971, Kenn Duncan

Rudolf Nureyev 1979, Martine Franck

Rudolf Nureyev 1981, Rene Burri

Ópera Garnier, Carlos Freire, 1984

Tras su muerte, de forma más bien interesada, se insistió en la relación de Rudolf Nureyev con Margot Fonteyn. Incluso se llegó a afirmar que ella abortó un hijo concebido con el bailarín. Mucho más crédito merecen las aventuras del bailarín en las saunas y los clubs gays que visitaba durante sus giras.




"La Bayadère"
Música: Léon Minkus
Coreografía: Rudolf Nureyev (after Marius Petipa)
Dirección: Rudolf Nureyev
Escenografía: Ezio Frigerio
Vestuario: Franca Squarciapino
Ballet de l'Opéra de Paris

Rudolf Nureyev 1992, David Seidner

+ Información:

http://www.nureyev.org/
http://www.elmundo.es/Rudolf Nureyev. El descenso al infierno

martes, julio 31, 2012

Descubriendo a Vitín Cortezo


Foto © Museo Nacional del Teatro de Almagro

"Amigos: Víctor Cortezo" de Luis Cernuda

Lo bueno, si breve, bueno dos veces.
¿Es cierto? Tal vez. Pero no siempre.
Una vez en tu vida cierto fuera:
Una amistad breve y dichosa,
Tan breve y tan dichosa
Como, al lado del mar, trago de aire salado,
Como el blancor que brota la rama del peral en junio.

Bastante más de veinte años hace ahora.
Ocurrió en un solsticio de verano,
Cuando en su tierra y en la tuya
(V. C., tu amigo, es uno de esos españoles admirables
Compensando que tan poco admirables sean los otros)
Otra guerra civil os suicidaba.

Bien humorado, sólo su pronta risa
Y simpatía generosa,
Firmes, constantes siempre
(Espadas bien templadas
Que para el juego deportivo sirven
Igual que en la defensa),
Para ti transformaron e hicieron tolerables
Esos odiosos días.

A diario, en el hotelucho
En que ambos parabais,
Oías a medianoche
El ascensor, subiendo
Al piso donde algún sacripante del Partido
Subía a por nueva víctima.

Él mismo, una mañana
No se hallaba en su cuarto
De donde le llevaron cuando la madrugada
Peregrinaste en su busca
Delegaciones, oficinas innúmeras,
Desesperando por su vida,
Sujeta, como todas las vuestras,
A aquella muerte entonces
Más que ordinariamente perentoria.

Y lo encontraste luego vivo,
De regreso en su cuarto,
Saludándote con un dicho risueño,
Uno de aquellos que solía
Regalarte, precioso
Entre tanta desolación, temores tantos.
Un polizonte desde entonces,
A espera abajo, en el vestíbulo,
Seguir solía afuera vuestros pasos.

Cuán fácilmente tú aceptabas
El don de su amistad, su compañía,
Sin maravillarte ante ellas,
Como lo milagrosamente natural se acepta, sin asombro.
Hoy, cuando el tiempo ha pasado, lo recuerdas,
Percibiendo el asombro entonces no sentido.

Por eso le das gracias y disculpas.
Cómo el recuerdo afectuoso
Hacia el amigo ausente o ido
Bien raro es que tarde vaya
A lo pasado. Éste tuyo de ahora
Esperas que compense,
Para él, tu silencio de entonces.

«Gracias, amigo», dices. «Bien te vaya
Donde quiera que estés y te acompañe
Dios, si es que quiere».
Que tu recuerdo siempre le sonría,
Tan lejos tú, a este amigo que ahora
Escribe para ti, tardíamente, estas palabras.

Poema 31 de Desolación de la Quimera

De izquierda a derecha, Víctor María Cortezo, Blanca Pelegrín, Luis Cernuda, María del Carmen García Lasgoity, Manuel Altolaguirre y María del Carmen Antón en los días del estreno de Mariana Pineda, de Federico García Lorca, verano de 1937 (Walter Reuters)

Víctor María Cortezo (Madrid, 1908‐1978) pintor, ilustrador, figurinista y escenógrafo. "Vitín", fue el nombre bajo el que se le conoció en el medio teatral, estuvo siempre seducido por los ilustradores tardomodernistas y los dibujantes de Vogue, Harperʹs Bazaar o Vanity Fair.

"Nací el 10 de junio de 1908. Mi padre, médico; mi abuelo, el famoso doctor Cortezo,con monumento en el Retiro, calle en Madrid y Toisón de Oro impuesto por Alfonso XIII. En el Paseo de Recoletos, 18; abajo la representación de automóviles de Dion Boutton. Desde el mirador, veíamos los desfiles, el entierro del general Polavieja, las nevadas y sobre todo, los carnavales".

De formación autodidacta comenzó a dedicarse a la pintura y el dibujo, junto a su amigo Luis López Escoriaza. En 1931 expone sus primeras obras en la sala "El Heraldo" de Madrid. Allí conoció a Federico García Lorca, Adolfo Salazar, Luis Escobar y Carlos Morla. Poco después viajó por toda Europa y conoció lo que estaba sucediendo fuera de nuestras fronteras, desde el surrealismo francés hasta el expresionismo alemán.

Perteneciente a la colección privada de Emilio Sanz de Soto

En París vivió el ambiente decadente y bohemio de los primeros años treinta, estudió con Paul Collin y conoció a numerosos artistas como a su amigo y protector Bob Gesinus, discípulo de Kokoschka, a Jean Cocteau, Nicolás Evreinov y Natalia Gontscharowa. Después visitó la Selva Negra, Florencia, Roma, Düsseldorf y Holanda.

"Creo que todos respiraron en mi casa  porque yo empezaba a ser un problema con mis excentricidades. Me sentía surrealista más en mi conducta que en mis obras. Mi abuelo aprobó la decisión".

En 1936 regresa a España, expone sus pinturas en la Biblioteca Nacional de Madrid y publica un libro de dibujos y poemas, El tímido, cuya edición dirigió Luis Cernuda. Su primera incursión en el mundo teatral fue Mariana Pineda de Federico García Lorca, dirigida por Manuel Altolaguirre para el II Congreso de Intelectuales y Escritores Antifascistas celebrado en Valencia en 1937. A partir de este momento su actividad como escenógrafo y figurinista fue intensa e ininterrumpida.

"El teatro fue siempre, como el resto de las artes, revisión y resumen, y como se han de montar obras clásicas, que del reciente futurismo, que del actual realismo, bueno es que, para cada una, se levante la puesta en escena que requiera y tal y como pueden hacerlo hoy artistas especializados".

Participó como escenógrafo y figurinista en más de 170 montajes, de los cuales unos 155 eran obras de teatro y el resto se repartirían entre óperas, zarzuelas, espectáculos de revista o de baile.







"El figurinista o el escenógrafo serán como un melómano que pudiera expresar plásticamente sus sensaciones".

Los directores con los que más trabajó fueron: Luis Escobar y Huberto Pérez de la Ossa, en la década de los cuarenta: La cena del Rey Baltasar, de Calderón (1939),La herida del tiempo, de Priestley (1942), La voz amada, de Rothe (1943), Nuestra Ciudad,de Wilder (1944), Plaza de Oriente (1947) e Historia de una casa (1949), de Calvo Sotelo,entre otras.

"Yo personalmente aporté a la escenografía nacional, el mimbre, de tradición artesana muy esmerada, que por primera vez utilicé en "El baile de los ladrones"…




En los años cincuenta del siglo XX colaboró con José Tamayo en obras como El pleito matrimonial del Alma y el Cuerpo, de Calderón (1955), Seis personajes en busca de autor, de Pirandello (1955), Tyestes, de Séneca (1956), Las brujas de Salem (1956), Gigi,de Colette (1959), El baile de los ladrones, de Anouilh (1960), etcétera. También con José Luis Alonso, Miguel Narros, Cayetano Luca de Tena, Gustavo Pérez Puig, José Osuna y Ángel Fernández Montesinos en los años sesenta y setenta: El jardín de los cerezos, de Chéjov (1960), Anatol, de Schnitzler (1961), La loca de Chaillot, de Giraudoux (1962), Peter Pan, de Barrie (1963), La feria del come y calla, de Mañas (1964), Madre Coraje y sus hijos, de Brecht (1966), Las mujeres sabias, de Molière (1967), o La detonación, de Buero Vallejo (1977).







Víctor María Cortezo es, sin ninguna duda, el escenógrafo y figurinista que más veces ha colaborado en el Teatro María Guerrero y en el Teatro Español. Sus trabajos fueron siempre elogiados por la crítica teatral resaltando su buen gusto, elegancia y genialidad. De él ha dicho Francisco Nieva: "El teatro fue su vida y no su estrategia para vivir, y se rió de quienes solo veían en él al figurinista... Casi no se sabía ni quería saberse que muchas noches de teatro le debían todo su prestigio visual, que habían sido imaginadas por él en su totalidad".

Texto perteneciente a la Semblanza biográfica editada por el CDN con motivo de la exposición dedicada a la obra de Vitín Cortezo, que tuvo lugar entre el 11 de mayo y el 16 de junio en el Teatro Valle Inclán de Madrid.

Nota: Mi agradecimiento a David Trullo (http://davidtrullo.com/) por su generosidad al suministrar el material gráfico para esta entrada.


+ Información:

http://elpais.com/diario/La frivolidad como defensa
http://blogs.elpais.com/bulevares-perifericos/2012/05/Especies (casi) extinguidas: Vitín Cortezo
http://www.revistaclarin.com/5/andres-trapiello-una-fotografia/

martes, mayo 29, 2012

Rock Hudson, un epítome heterosexual ?

 
 
El Star System de Hollywood todavía estaba en pleno vigor a principios de la década de 1950, y el alto, moreno y guapo Rock Hudson será totalmente un producto del sistema. Su talento como actor fue limitado, o tal vez no, desenvolviéndose principalmente en los estrictos límites de su contrato con los Estudios Universal. 
 
Rock Hudson y George Nader
 
 
1950, Rock Hudson en los Baños Finlandeses, Hollywood California
 
1952, Rock Hudson fotografiado en su casa por Sid Avery
 
1953 con su perro Tucker
 
1953, Rock Hudson en su casa © Bettmann CORBIS
 
Tras cursar estudios de secundaria y realizar el servicio militar, el joven Roy Harold Scherer Jr. se trasladó a Hollywood a fin de abrirse un hueco en el mundo del cine, siendo descubierto para la gran pantalla por Henry Wilson, especialista en descubrir a guapos jóvenes de dudosa identidad sexual como, entre muchos otros a Anthony Perkins, Robert Wagner o Tab Hunter para convertirlos en éxitos de la gran pantalla, sería el mismo Henry Wilson quien le cambiaría el nombre por el de Rock Hudson. Las fotos publicitarias de la joven estrella realizadas en los años 50 dan la talla de lo que se esperaba de él. El epítome de la masculinidad, aunque una masculinidad castrada ya que lo convierten en poco más que en un ascético monje. Por nombrar algunos títulos en "Obsesión" (1954), "Sólo el cielo lo sabe" (1955) o "Escrito en el viento" (1956), todas ellas de Douglas Sirk, nos encontramos con un perfecto caballero, sano, sensible, bueno y sacrificado, vamos un santo insípido que vive una vida santa alejada de cualquier sentimiento o pasión. Según parece esto le resultaba bastante irritante a la joven estrella que buscaba otros registros, pero que la Universal le negaba.
 
 
 
 
 En 1956 llegará "Gigante" de George Stevens, en la que coincidirá con el deslumbrante estrella James Dean y con su amiga Elizabeth Taylor. Pero ni aún así será tomado en serio, hasta que comienza la larguísima serie de películas rodadas junto a Doris Day, "Pijama para dos" (1959), "No me mandes flores" (1964), etc...; la cual tuvo que convertirse en una virgen para para hacer pareja con tan casto varón, lo cual no evitará que ella llegue a poner en duda la masculinidad de su pareja.
 
1957, Rock Hudson y Anna Magnanni 
 
Fotograma de "Adiós a las armas" (1957)
 
Rock Hudson y Michael Butler, Foto: Marina Cicogna
 
Rock Hudson y Doris Day en "Pijama para dos" (1959)
 
A lo largo de la década de 1960 se mantendrá a base de comedias románticas, siendo unicamente destacable su interpretación en "Seconds" (1966) de John Frankenheimer. La televisión vendrá en su rescate, y entre 1971 y 1977 será la estrella de la serie McMillan y señora, una mezcla entre thriller y comedia romántica al estilo de sus trabajos de los años 50 y 60. 
 
Sofía Loren y Rock Hudson
 
Fotograma de "Seconds"
 
Cannes (1966)
 
En la década de 1980, convertido en un fenómeno televisivo mundial, Hudson se unió al elenco de una de las sagas de super-ricos, Dinastía. Sus rasgos marcados, hacen correr ríos de tinta, y para mediados de 1985 las fotografías de una estrella casi espectral, prácticamente irreconocible dan la vuelta mundo. Los rumores de que sufría SIDA se disparan, confirmándose al buscar tratamiento médico en París.
 
Rock Hudson1980
 
1984, Rock Hudson y Mr Yehuda Stav 
 
Rock Hudson, 1984 
 
La muerte de Hudson, unos meses más tarde, centró la atención mundial sobre el virus del SIDA y de quienes lo padecen, lo que permite dar un giro copernicano a la situación de aquellas personas infectadas por el VIH. Por primera vez se empieza a hablar en serio de esta enfermedad. Por primera vez una estrella de Hollywood, el 25 de Julio de 1985 en París, reconoce su homosexualidad públicamente, sino me acuerdo mal es casi un shock social, demasiadas caretas caen de golpe. Las mentiras y manipulaciones de Hollywood, la atávica hipocresía social, todo se junta en un cóctel explosivo que llena páginas de prensa de todo tipo. 
 
Marc Christian
 
La vida sexual de Hudson, que en vida no había recibido la más mínima atención, se convertirá en un tema de actualidad cuando a título póstumo su amante, Marc Christian, interpone una demanda patrimonial por la herencia del actor. Curiosamente Marc Christian, quien era amante de Hudson desde 1983, residía en la casita de invitados de la mansión de Rock Hudson, mientras su anterior amante Tom Clarc cuya relación se extendía a lo largo de una década, desde 1972 a 1983, sería quien le cuidaría durante los dos últimos meses de vida del actor.
 
Natalie Tirrell, Rock-Hudson y Tom Clark durante el Tintype Opening Party en el Sardis de Nueva York, Foto: Ron Galella
 
En la pantalla, Rock Hudson, era la personificación de la estrella viril, pero sin pretensiones, un playboy con el encanto de un niño travieso. Podría decirse que Rock Hudson fue, ahora sí, uno de los más grandes actores que han existido: un hombre gay que se convirtió en el internacionalmente indiscutible símbolo de la heterosexualidad con una supuesta eterna soltería brevemente interrumpida por un matrimonio arreglado, en 1955, con su secretaria Gates Willson Phyllis (se divorciaron en 1958).
  
A parte de su relación con Tom Clarc y Marc Christian se sabe que mantenía una excelente relación con el novelista Armistead Maupin y que mantuvo una relación entre 1967 y 1971 con Jack Coates, lo demás se mueve entre la especulación, la rumorología y la leyenda urbana. 
 
 
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