Ayer jueves se volvió a disparar en Gijón los valores del peligroso contaminante tolueno asociado al cancerígeno benceno, contaminante que está vinculado a la contaminación originada durante el proceso coquización del carbón que se realiza en las primeras baterías de la acería que de nuevo han puesto en marcha en Arcelor-Mittal.
La Coordinadora Ecoloxista d’Asturies informa que de acuerdo a los datos oficiales que facilita el Gobierno del Principado de Asturias y el Ayuntamiento de Gijón/Xixón sobre la contaminación atmosférica y calidad del aire en su web, de acuerdo a la obligación que tiene recogida en la Directiva 2008/50/CE y el R.D 102/2011, cosa que no hacen con las 45 estaciones público-privadas que de forma intencionada ya que el Principado no facilita los datos en continuo de estas estaciones que están monitorizadas porque son peores datos que las 22 escogidas de las que sí hay datos en continuo, en una demostración continua de falta de transparencia. Eso que el Principado está cambiando de ubicación las estaciones que peores datos dan, buscando emplazamientos menos contaminados.
Los datos del jueves 8 de octubre son:
- En la zona del Lauredal se alcanzó un pico de 75 µg/m3 del tolueno. Estos picos del tolueno coinciden con picos del cancerígeno benceno que alcanzó un valor de 10 µg/m3 del c a la misma hora
En la actualidad en España no existen valores límite para la protección de la salud en relación con el tolueno en el aire ambiental. Pero la agencia americana de protección del medio ambiente (EPA) considera que la concentración de referencia (RFC) para el tolueno es 5 miligramos por metro cúbico (5 mg/m3), basada en los efectos neurológicos en los seres humanos. La RFC es la estimación de una exposición durante toda la vida por inhalación en la población humana (incluyendo subgrupos sensibles) que es probable que se produzca sin un riesgo apreciable de efectos nocivos (no cancerígenos).
Los efectos del tolueno en la salud humana y en el medio ambiente dependen de la cantidad de tolueno presente y de la duración y frecuencia de la exposición. Los efectos también dependen de la salud de la persona o de las condiciones medioambientales cuando se produce la exposición.
Niveles bajos o moderados pueden afectar al sistema nervioso, producir cansancio, confusión, debilidad, pérdida de la memoria, náusea, pérdida del apetito y pérdida de la audición y la vista. Estos síntomas generalmente desaparecen cuando la exposición termina.
Respirar grandes cantidades de tolueno durante cortos períodos de tiempo afecta negativamente al sistema nervioso humano, los riñones, el hígado y el corazón. El tolueno entra en el cuerpo humano cuando se inhala con el aire contaminado o cuando se consumen alimentos o agua contaminados. También puede ser absorbido a través del contacto con la piel. El tolueno no permanece en el cuerpo debido a su descomposición y eliminación.
Es necesario que las administraciones responsables tomen medidas para evitar los picos de contaminación por los graves impactos que tienen para la salud de los vecinos.
Fuente: Nota de prensa de la Coordinadora Ecoloxista d’Asturies