Guanajuato es hermoso, lleno de plazuelas, callejones y vistas espectaculares. Tome cientos de fotos, tantas que todavia no las reviso con ojo critico para ver cuales se quedan y cuales pasan a la bandeja del reciclado.
No siento haber caminado tantisisisimo como otras veces donde al final del dia ya no soportaba traer puestos mis mismos pies, pero creo que mi compañera de andanzas no piensa lo mismo jeje.
Extraño a mi antiguo compañero viajero, esta vez mas por ego que por sentimientos, ya que si algo debo reconocerle es que miestras el buscaba siempre una comoda banquita para descanzar, me tomaba unas fotos estupendas mientras yo seguia como vara-loca urgando en los puestos de artesanias y dulces, o pensando que la bellaza del lugar visitado quedaba mas que bien con mi persona plasmaba en fotografia mis buenos momentos.
Definitivamente Guanajuato es una ciudad para enamorados, gracias a Dios que tambien es sinonimo de eterna fiesta y que solamente ser turista ya te abre una gran posibilidad de diversion, tengas pareja o no.
Que si regresaria? pero si con la mano es la cintura, los ojos cerrados y aun con poco dinero en la cartera, mientras haya un poco para conseguir buena cerveza!!
Guanajato me encanto, me enamore de sus plazas, de sus fuentes, de sus sube y ahora baja, de los callejones con nombres extraños y un poco lugubres, de sus calles subterraneas, de sus mercados y museos, de su festival medieval, y de los interesantes turistas britanicos. De sus rondallas y callejoneadas, de los bares y cafes situados en puentes que datan de los 1800's, y de su gente tan hospitalaria.
Aah! tampoco hay que olvidar la visita a Dolores Hidalgo con su sabor a Jose Alfredo Jimenez y sus ricas nieves.
Y que decir de San Miguel de Allende, las calles que esta vez me toco recorrerlas en solitario. Tan bellos y doloridos recuerdos que hasta sentimiento da, pero no me quejo, tener la oportunidad de la comparacion, es lo que enriquece la experiencia y fortaleze el espiritu.
Y por que la urticaria en el encabezado? bueno dejen les confieso, que desde el segundo dia que estuve ahi, me empezo a salir un salpullido un poco extraño en los brazos y despues en la cara, resulta que el agua de la bella ciudad es lo que me comenzo a provocar un tipo de alergia, parece que el cloro del agua de mi ciudad es lo que me hizo falta y el contenido de sales y minerales de alla es lo q
ue le vino a sobrar, pero no llore, me aguante y ni eso me hizo quedarme en el hotel un solo dia.
Cervantino... esperame!!!