ABC Clima Digital

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EL

V I S UA L
DE L CA M B I O
C L I M ÁT I C O
El ABC visual del cambio climático

© Santiago Aparicio Velásquez


© Colombia Ilustrada
www.colombiailustrada.com.co
© Puntoaparte SAS
www.puntoaparte.com.co

Textos
Santiago Aparicio Velásquez

Diseño gráfico
Mateo L. Zúñiga
Guillermo Torres Carreño
Inti Alonso Aguilar Para ampliar el acceso a lectores de
zonas distantes vulnerables al cambio
Edición climático y minimizar el impacto
ecológico (huella ecológica, hídrica
Andrés Barragán Montaña
y de carbono) asociado a los libros
Leonardo Realpe Bolaños impresos, se priorizará la distribución
de la versión digital.
Apoyo en ilustración
David Sarmiento Arrieta
Ana Botero Mejía
Luisa Fernanda Maya Arce
Steven Pinzón Rodríguez

Impresión Las copias impresas de este libro se


Panamericana Formas e Impresos han elaborado con papel 100% de
fibra de caña de azúcar, totalmente
libre de químicos blanqueadores. En la
2024
fabricación de este papel EarthPact®,
ISBN: 978-628-95017-4-2 en comparación con procesos de
producción convencionales, se ha
Todos los derechos reservados. Cualquier forma logrado un ahorro del 20% de agua
de reproducción, distribución, comunicación en el proceso de fabricación, una
economía del 7% en energía, una
pública o transformación de esta obra solo
disminución del 7% en las emisiones
puede ser realizada con la autorización de sus de CO2 y una reducción del 100% en
titulares, salvo excepción prevista por la ley. el uso de blanqueadores ópticos.
A León y a Martín, y a todos los
jóvenes activistas climáticos que
cuidan su futuro.

León, 2 años; Martín, 6 meses.


Introducción

INTRODUCCIÓN
¿Alguna vez has vertido unos hielos sobre una bebida y ha
salpicado la mesa? Cada vez que cae un iceberg en los polos,
incrementa el nivel del mar frente a tu casa. Todavía recuerdo
el momento en que logré captar esto. Ya habían pasado años
desde que venía estudiando el cambio climático, asistiendo a
Cumbres Internacionales del Clima y trabajando en proyectos
de gran escala, sin haber comprendido del todo este
fenómeno. ¿Por qué no había tenido la suerte de que alguien
me explicara la crisis climática de forma clara y sencilla?

Los científicos han dedicado décadas a explicar la crisis


climática, sus orígenes y cómo nuestros modos de vida nos
han llevado a una situación crítica que requiere de una acción
urgente. Sin embargo, a pesar de los múltiples llamados
de la comunidad científica, aún existe una gran diferencia
entre la velocidad con la que comprendemos la urgencia y
la acción real. La velocidad a la que se están transformando
los comportamientos está lejos del ritmo requerido para
implementar soluciones a la escala y velocidad necesarias. Por
lo tanto, la problemática crece a un ritmo mucho más rápido que
el avance de las acciones concretas. Es necesario un cambio de
estrategia. ¿Cómo podemos transformar la intención de mejorar
el mundo en el que vivimos en acciones concretas?

La comprensión de la crisis climática es un eslabón perdido:


cada día más personas somos conscientes de lo importante
que es, pero pocos logran explicarlo o identificar, desde sus
propias actividades, qué soluciones pueden implementar.
Los aportes y soluciones de un pescador en una ciudad
ribereña difieren de los que puede realizar un estudiante en
una capital urbana. Este libro de bolsillo ilustrado explica de
manera sencilla y accesible la crisis climática y sus crisis
conexas: la pérdida de biodiversidad y la contaminación. Su
5

objetivo es contribuir a establecer una base de comprensión


que inspire acciones concretas en contextos y entornos
específicos. Aunque no es un libro científico per se, se basa
en ciencia sólida y precisa. La ciencia y la naturaleza nos
están hablando y, si escuchamos atentamente, aún podemos
ser pioneros y partícipes de la transformación requerida.

Este instrumento cultural ha sido diseñado considerando


la creciente manera en que actualmente accedemos y
consumimos contenidos en entornos digitales. Se ha
desarrollado una estructura compuesta por cuatro bloques
de contenidos: I. Frágil equilibrio, II. El futuro es ahora, III.
El aleteo de una mariposa, IV. Ilusiones engañosas. Estos
bloques, a su vez, incluyen subsecciones que funcionan
como “unidades de sentido” independientes. Aunque estas
unidades están interrelacionadas, pueden leerse y disfrutarse
de manera independiente. Así, el lector tiene la opción de
leer el libro de principio a fin o explorar las “unidades de
sentido” en un orden aleatorio. A lo largo del libro, se utilizó
un lenguaje claro y fácil de comprender, combinado con
ilustraciones e imágenes que amplifican la comprensión.

Históricamente, los jóvenes, ya sea de mente o espíritu,


han estado detrás de las grandes revoluciones culturales.
Ahora, se necesita de la astucia e impulso de las nuevas
generaciones para cerrar la brecha entre el discurso y la
acción. Comprendo, luego actúo. El ABC visual del cambio
climático es un instrumento que contribuye a la comprensión
con miras a impulsar la acción climática.

Santiago Aparicio
Marzo 2024
08
FRÁGIL
EQUILIBRIO
50
EL FUTURO
ES AHORA
94
EL ALETEO
DE UNA
MARIPOSA
126
ILUSIONES,
EL PODER DE
TODOS
El ABC v is ua l del c a mbi o c l i má t i c o

FRÁGIL
EQUILIBRIO
NUESTRA PECERA DE CRISTAL 10
UN AGUJERO EN EL GLOBO 12
UN PEQUEÑO GLOBO AZUL, SUSPENDIDO EN UN RAYO DE SOL 16
GÉNESIS DE UN PLANETA CON FIEBRE 23
LA DISPONIBILIDAD DEL AGUA COMO IMPULSOR 34
LA TRIPLE CRISIS, UNA SOLA CRISIS ACUMULATIVA 38
INJUSTICIA CLIMÁTICA: LA GRAN PARADOJA DE LA ÉPOCA 48
FRÁGIL EQUILIBRIO Ampliando la pecera de cristal

AMPLIANDO Varios años después de su nacimiento,

LA PECERA
Yuri Gagarin se hallaba de nuevo en
un entorno protegido, similar al útero

DE CRISTAL
materno, dentro de una cápsula espacial
que le proporcionaba el oxígeno y los
nutrientes esenciales para sobrevivir. El 12
de abril de 1961, Gagarin se convirtió en
el primer cosmonauta en viajar al espacio

1961
y completar una órbita alrededor de la
Tierra en la Vostok 1, una modesta cápsula
esférica de apenas 2,30 metros de diámetro.
Su viaje, que duró 1 hora y 48 minutos a una
altitud de 315 kilómetros, marcó el inicio de
una nueva era en la exploración espacial.
11

Nacido el 9 de marzo de 1934 bajo el signo


de Piscis, Gagarin fue el pionero que nos llevó
a la era cósmica.

Como un pez fuera del agua, la


supervivencia de los astronautas en el
espacio depende de su cápsula y traje
espacial, tal como un feto depende de la
placenta y el cordón umbilical. La atmósfera
terrestre nos protege y resguarda de la
radiación ultravioleta, además de regular
la temperatura a través del manejo de
los rayos solares. Con el paso de las
décadas, nuestro ingenio tecnológico ha
superado las barreras físicas para salir de
nuestro planeta, a pesar de los riesgos y
sacrificios implicados. La historia espacial
está marcada por hitos y tragedias,
como la misión de la Salyut 1 en 1971,
que terminó en desastre con la pérdida
de la tripulación de la Soyuz 11 debido a
una despresurización. Estos incidentes,
dolorosos pero instructivos, han llevado a
mejoras significativas en la seguridad de
las misiones espaciales, asegurando que
las cápsulas sean más resistentes y que
los trajes espaciales ofrezcan protección
adicional contra posibles emergencias.
FRÁGIL EQUILIBRIO Un agujero en el globo

UN En la década de 1980, los científicos comenzaron


a notar el adelgazamiento de la capa de ozono,

AGUJERO
y lo atribuyeron parcialmente a compuestos
emitidos por actividades humanas. Esta capa,

EN EL
situada entre 10 y 40 km sobre la superficie
terrestre, actúa como un escudo contra la

GLOBO
radiación ultravioleta nociva del sol, y es crucial
para la vida en nuestro planeta.

Un escenario proyectado por la NASA para


el año 2065 imagina dos tercios del ozono
terrestre desaparecidos, lo que afecta no
solo los polos, sino también el resto del
mundo, y expone a las ciudades a niveles
peligrosos de radiación ultravioleta. Este
hipotético futuro subraya la importancia de
la acción colectiva para preservar la capa
de ozono.
13

Agujero
en la capa
de ozono

1974 1989 2006 2054

Para verlo en perspectiva, la radiación ultravioleta (UV) que caería sobre las
ciudades de latitudes medias como Washington D. C. es lo suficientemente
fuerte como para causar quemaduras de sol en solo cinco minutos1.
FRÁGIL EQUILIBRIO Un agujero en el globo

A fines de los ochenta,


193 naciones firmaron el
Protocolo de Montreal,
y acordaron eliminar
progresivamente los
químicos dañinos para el
ozono. Este pacto global ha
logrado frenar el deterioro de
la capa de ozono y promover
su recuperación gradual,
destacando el papel vital de
la ciencia en la protección
de nuestro entorno. Por
su parte, la ciencia nos ha
permitido ver y comprender
más allá de lo que nuestros
sentidos podrían percibir
por sí mismos, y tener
perspectiva de nuestra
fragilidad e insignificancia
en este Universo.
15

93
FRÁGIL EQUILIBRIO Un pequeño globo azul, suspendido en un rayo de sol

UN PEQUEÑO Inspirado en la fotografía

GLOBO AZUL,
“Un punto azul pálido” (Pale
Blue Dot), tomada a una

SUSPENDIDO EN
distancia de 6000 millones
de kilómetros de la Tierra por

UN RAYO DE SOL
la Voyager 1 en 1990, Carl
Sagan afirmó:
«
17

“Mira nuevamente ese punto. Ese es aquí. Ese es


nuestro hogar. Ese somos nosotros. En él, todos
los que amas, todos los que conoces, todos
de quienes alguna vez has escuchado, cada
ser humano que ha existido vivió su vida. La
suma de todas nuestras alegrías y sufrimientos,
miles de religiones seguras de sí mismas,
ideologías y doctrinas económicas, cada
cazador y recolector, cada héroe y cobarde,
cada creador y destructor de civilizaciones, cada
rey y campesino, cada joven pareja enamorada,
cada madre y padre, niño esperanzado,
inventor y explorador, cada maestro de la moral,
cada político corrupto, cada “superestrella”,
cada “líder supremo”, cada santo y pecador
en la historia de nuestra especie, vivió allí
—en una mota de polvo suspendida en un

»
rayo de sol. La Tierra es un escenario muy
pequeño en la vasta arena cósmica”2.
FRÁGIL EQUILIBRIO Un pequeño globo azul, suspendido en un rayo de sol

Una de las estrellas que permite a este punto cósmico


tener las condiciones para ser habitable es el Sol, centro
del Sistema Solar. Alrededor de esta esfera de fuego
(plasma) orbita la Tierra, manteniendo una distancia media
aproximada de 150 millones de kilómetros. La energía que
proyecta el Sol demora alrededor de 8 minutos en llegar a
la Tierra en forma de calor y luz solar, y es esta última la

150
que permite el milagro de la fotosíntesis, pilar de la vida en
la Tierra. La concentración y exuberante biodiversidad que
existe en el trópico, a ambos lados de la línea ecuatorial,

Millones
19

que atraviesa el medio de esta esfera, se da en parte porque


los rayos solares impactan más la zona media de la Tierra
que los polos norte y sur. Estos extremos de la Tierra son el
“aire acondicionado” del planeta, son escudos blancos que
reflejan los rayos solares y evitan con esto que la superficie
los absorba en su totalidad y se incremente la temperatura.
Por esto, mantener el tamaño de estos escudos es de gran
importancia, pues un menor tamaño representa mayor
superficie terrestre o marítima expuesta que absorberá esta
energía, generando un incremento en la temperatura.
energía
FRÁGIL EQUILIBRIO Un pequeño globo azul, suspendido en un rayo de sol

Sol

Energía reflejada y que sale


nuevamente de la atmósfera
21

Esta energía atraviesa la atmósfera que rodea a la Tierra,


perdiendo una parte de ella en el proceso, y luego llega a
la superficie de la Tierra donde una parte es absorbida y
otra reflejada de vuelta al cielo. Las características de la
atmósfera que nos rodea permiten que parte de la energía
que no es absorbida por la superficie sea reflejada y salga
nuevamente de la atmósfera, manteniendo una cantidad de
energía apropiada que lleva a un clima con temperaturas
adecuadas para la vida. Esta perfección, este equilibrio,
como el del funcionamiento de nuestro cuerpo, es a veces
incomprensible, y damos por sentado que siempre se
mantendría así, lo cual dista de ser cierto.

Energía reflejada
y que se queda en la tierra
FRÁGIL EQUILIBRIO Génesis de un planeta con fiebre
23

GÉNESIS DE UN
PLANETA CON
FIEBRE

El Sol irradia energía, y es probable que todos


hayamos experimentado alguna vez el calor
intenso, húmedo y sofocante al subirnos
a un autobús o automóvil que ha estado
estacionado durante horas en un día soleado.
Los rayos del Sol entran por sus ventanas,
pero no pueden escapar completamente, ya
que rebotan contra el techo y las paredes
del auto que no son de vidrio, lo que
provoca un incremento de la temperatura.
Los gases de efecto invernadero (GEI), que
componen aproximadamente el 1% de los
gases presentes en la atmósfera, actúan de
manera similar a la carrocería del automóvil.
Sin estos gases, la Tierra no podría retener
su temperatura, que actualmente tiene un
promedio de 15 °C, y tendría una temperatura
aproximada de -18 °C3. Los GEI incluyen el
dióxido de carbono (CO2), que es el más
predominante en cantidad, y representa el
75% de todas las emisiones, pero no el más
potente entre los GEI. Hay otros gases que,
por cada molécula, causan un mayor efecto
de calentamiento.
FRÁGIL EQUILIBRIO Génesis de un planeta con fiebre
25

El CO2 proviene de la quema de materiales


orgánicos (carbón, petróleo, gas, madera
y residuos sólidos) y es, sin duda, el más
conocido, pero está acompañado de otros
menos protagonistas, pero más potentes,
como el metano (CH4), que representa el 16%
de todas las emisiones y es 84 veces más
potente que el CO2, liberado principalmente
en rellenos sanitarios, la industria del gas
natural y del petróleo, y la agricultura,
especialmente por los sistemas digestivos
del ganado. El óxido nitroso (N2O), aunque
solo representa alrededor del 6%, es 264
veces más potente que el CO2 y proviene
de la agricultura y la ganadería, incluidos
los fertilizantes, el estiércol y la quema de
residuos agrícolas, así como de la quema de
combustibles. Por último, están los gases
industriales (gases fluorados) que solo
representan alrededor del 2% de todas las
emisiones y se utilizan como refrigerantes
y disolventes4. Aunque esto pueda parecer
complejo es relevante, pues al pensar en
soluciones y en dónde enfocar esfuerzos,
es crucial no solo considerar la cantidad de
cada tipo de gas, sino también su potencia,
ya que de esto depende su impacto en el
calentamiento global.
FRÁGIL EQUILIBRIO Génesis de un planeta con fiebre

ósiles
Desde hace millones de años, los restos de organismos
vivos, como helechos y árboles gigantes, que han estado
bajo tierra descomponiéndose y transformándose por
condiciones particulares (altas temperaturas, presencia
de hongos, compresión, etc.) se han convertido en
combustibles fósiles como el petróleo, carbón o gas natural.
Estos son carbono almacenado bajo la tierra, y al extraerlo
y utilizarlo estamos liberando este carbono que se ha
venido almacenando por años, sumando CO2 al que se ha
acumulado por años en la atmósfera5.
27

A medida que aumenta el grosor y densidad


de la capa de GEI, impide que los rayos
solares que han sido reflejados y van
camino a cruzar la atmósfera logren hacerlo
plenamente y se reflejen de regreso a la
Tierra, de modo que quedan contenidos
entre la atmósfera y la superficie. Esto
genera un aumento continuo de esta energía
en la Tierra y, con ello, un incremento de la
temperatura. Se le llama efecto invernadero,
porque el efecto que se está dando es similar
al que ocurre en los invernaderos de cristal
(actualmente de plástico), que permiten el
crecimiento de plantas y frutas al recrear
temperaturas distintas a las del exterior.
FRÁGIL EQUILIBRIO Génesis de un planeta con fiebre
29

Entendiendo que la energía retenida entre la


superficie y la atmósfera y las condiciones
físico-geográficas determinan el clima, se
comprende cómo esta acumulación de
gases de efecto invernadero lleva a una
concentración de energía que incrementa
la temperatura, y esto genera a su vez
variaciones en el clima. A los cambios diarios
les llamamos tiempo (atmosférico). Por
ejemplo, hoy puede amanecer soleado o
nublado. A las variaciones que ocurren por
años o hasta una década se les denomina
variabilidad climática y, finalmente, los
cambios observados por décadas los
denominamos cambio climático. Por
esto, podemos tener meses muy fríos con
inviernos de menos de -1º C en países como
Canadá, e igual poder hablar de cambio
climático y del incremento de temperaturas,
pues es una tendencia prolongada en
el tiempo. Así como una película está
compuesta de la unión consecutiva de varios
fotogramas, el clima se conforma de varios
tiempos atmosféricos (diarios). Debemos ver
la película completa para entender cómo se
desarrolla el final.

A lo largo de la historia de la humanidad,


estos gases se han ido acumulando de
forma acelerada, especialmente desde
la Revolución Industrial, cuando se dio
un incremento sustancial por la quema
de combustibles fósiles para mover los
engranajes de las fábricas, que transformó lo
que era una ventaja en una desventaja para
nuestra especie.
FRÁGIL EQUILIBRIO Génesis de un planeta con fiebre

La temperatura se ha estado incrementando gradualmente


desde hace centurias, pero en los últimos 100 años se observa
en especial un incremento significativo y sin precedentes en la
historia de la humanidad. Si la historia se tradujera en un espacio
de tiempo de un año, la Revolución Industrial ocuparía solo
un segundo y medio6. En paralelo, en los últimos 100 años, se
ha dado una degradación ambiental sin precedentes. Ejemplo
de esto es que en este lapso de tiempo hemos deforestado
más bosques que lo que como Homo sapiens hicimos en los
últimos 9000 años7. El Panel Intergubernamental sobre Cambio
Climático (IPCC, por sus siglas en inglés, Intergovernmental
Panel on Climate Change) anunció en su sexto informe emitido
en 2023 que las emisiones de gases de efecto invernadero
generadas por actividades humanas son responsables de un
calentamiento de 1,1 °C desde 1850-1900 a la fecha, y determinó
que en promedio en los próximos 20 años se alcanzará o
excederá el calentamiento de 1,5 °C con respecto a los niveles
preindustriales8, es decir, antes de la Revolución Industrial (aprox.
1850-1900)9. La ciencia afirma de forma inequívoca, a través
de evidencia, que los Homo sapiens (en latín ‘el hombre sabio’)
hemos calentado la atmósfera, el océano y la tierra.
31

La Revolución Industrial marcó la etapa que inició la llegada de


los motores potenciados por la quema de combustibles fósiles,
como el carbón y el petróleo, y se ve el paso de carretas de tiro
jaladas por dos fuertes caballos, a los vehículos propulsados
por motores de más de dos caballos de fuerza. Los modos de
vida que se empezaron a tener en una gran parte del planeta,
donde se equipara el desarrollo con mayor crecimiento,
mayor producción y mayor consumo, dispararon los niveles
de emisiones de GEI por la quema de combustibles. En el
siglo XIX, las fábricas en Inglaterra y en países desarrollados
empezaron a ser potenciadas gracias a la energía que provenía
de la quema del carbón. Esta carrera de producción y consumo
generó un círculo vicioso donde se requiere más combustibles
fósiles (no renovables) para tener más energía para producir las
máquinas que luego fabricarán los productos que están siendo
demandados. Este incremento en la exploración y la explotación
desmedida de la industria minero-energética termina a su vez
generando otros impactos que afectan la biodiversidad, la salud
ambiental y la salud humana. Mantener el acelerador a fondo por
mucho tiempo en un automóvil termina afectando y fundiendo el
motor: esto exige un alto en el camino.
FRÁGIL EQUILIBRIO Génesis de un planeta con fiebre

0.5°C Ahora bien, ¿por qué es tan relevante un


incremento de temperatura? ¿Por qué es tan
importante evitar unos pocos grados que nos
mantengan por debajo de los 1,5 grados? ¿Qué
representa un incremento de temperatura
de tan “solo” 0,5 °C? La mejor forma de
comprenderlo es pensar en qué le pasaría a un
bebé con fiebre si su temperatura sube esos
pocos grados de más. Así como su organismo
reacciona en busca del equilibrio, lo mismo
hace el planeta Tierra. Así como por sentido
común debemos evitar muchas capas de ropa
que mantengan el calor del bebé y le ayuden
a que el calor excesivo escape de su piel y
baje la fiebre, debemos evitar seguir poniendo
capas adicionales a la capa de gases de efecto
invernadero que hemos creado en la atmósfera,
para evitar el excesivo calentamiento del
globo que afecte la vida de las especies vivas,
incluida la especie humana, y sus ecosistemas
terrestres y acuáticos.
33
FRÁGIL EQUILIBRIO La disponibilidad del agua como impulsor (driver)

LA DISPONIBILIDAD
DEL AGUA COMO
IMPULSOR (DRIVER)
Aumenta la temperatura, el hielo de los polos
se derrite y cae en el océano, provocando un
incremento en el nivel del mar que amenaza
a las ciudades costeras. El nivel del mar
asciende, acercándose gradualmente y
poniendo en peligro lugares cotidianos, así
como íconos costeros como la Estatua de la
Libertad en Nueva York. Al igual que cuando
añadimos cubos de hielo a una bebida en un
vaso, el líquido se eleva y puede provocar un
“desastre” sobre la mesa. Como se mencionó
anteriormente, el hielo polar refleja una mayor
cantidad de energía solar, pero al disminuir
el área de superficie blanca, la energía solar
impacta directamente sobre el océano azul o la
superficie terrestre, incrementando la absorción
de energía y con esto aún más la temperatura.
El agua dulce proveniente de los glaciares
altera las corrientes oceánicas que influyen en
las condiciones meteorológicas y contribuye
a la acidificación de los océanos, afectando a
la flora y fauna marinas, fundamentales para
la vida humana. Los océanos, masas de agua
salada que cubren más del 70% de la superficie
terrestre10, están perdiendo su capacidad de
contrarrestar el calentamiento global. Hemos
dejado abierta la puerta del refrigerador, y, de
manera gradual, estamos perdiendo el gran
refrigerador natural que poseemos en los polos,
junto con su capacidad para contrarrestar el
calentamiento global.
35

Del mismo modo, el deshielo de los glaciares montañosos genera torrentes


de agua que pueden sobrepasar los cauces existentes y causar inundaciones.
Inicialmente, estos deshielos provocan exceso de agua, pero luego, por
contraste, ocasionan escasez, ya que estos glaciares han proporcionado agua
de manera gradual y casi programada conforme varía la temperatura. Los
glaciares se transforman en ríos temporales, agotando sus cimas nevadas y
dejando desnudas las montañas que los han albergado durante siglos.
FRÁGIL EQUILIBRIO La disponibilidad del agua como impulsor (driver)

La variabilidad climática ha afectado la cantidad de agua


que, en invierno, se convertiría en nieve, sumándose a los
picos nevados. La cantidad de nieve que se derrite supera
a la que se logra acumular. La geología nos indica que la
Tierra estuvo cubierta hasta en un 30% por glaciares; hoy,
aproximadamente un 10% está cubierto de glaciares. Estos
acumulan más del 70% del agua dulce del planeta, y poco a
poco estas reservas están disminuyendo.

Por otro lado, en algunas regiones, los aumentos de


temperatura provocan sequías que facilitan la ocurrencia y
propagación de incendios a mayor velocidad e intensidad, los
cuales generan gases de efecto invernadero (GEI) que agravan
el problema. Estas temporadas secas también obstaculizan
la producción agrícola, causando problemas de seguridad
alimentaria y generando millones de migrantes climáticos11.
37

Lo que está hecho, está hecho. Las emisiones actuales y las


que se producen cada segundo continuarán acumulándose
por siglos en la atmósfera, los océanos y en las capas
superficiales de la tierra, explicando la crisis climática y la
evolución de sus impactos. La bola de nieve crece con inercia
bajo una tendencia irreversible; solo nos queda intentar
“disminuir su velocidad de crecimiento” (reducir la emisión
de GEI), esquivarla y prepararnos para su paso (adaptarnos
y minimizar las pérdidas y daños previsibles). Esta crisis
climática, con sus causas y consecuencias, es también el
motor impulsor de dos crisis conexas: la crisis de pérdida de
naturaleza y biodiversidad y la crisis de contaminación.
FRÁGIL EQUILIBRIO La triple crisis: una sola crisis acumulativa

LA TRIPLE
CRISIS: UNA
SOLA CRISIS
ACUMULATIVA
Por un lado, el incremento en las
emisiones de GEI se acompaña de la
acumulación de material particulado
tóxico que circula por la atmósfera,
afectando la calidad del aire que
respiramos a diario. En diciembre de
1952, Londres experimentó la llamada
Gran Niebla, un caos generado por
la falta de visibilidad que resultó en
la muerte de más de 4000 personas.
La contaminación del aire comenzó a
posicionarse como uno de los temas
prioritarios en la agenda pública,
dando lugar a legislaciones estrictas,
como la Ley del Aire Limpio de 1956
en el Reino Unido. Sesenta y seis
años después de la Gran Niebla, en
2022, las muertes por contaminación
del aire, generada por la quema
de combustibles fósiles como el
carbón y el petróleo, superan los 8
millones anuales. Una de cada cinco
muertes en el mundo es atribuible a la
contaminación del aire por quema de
combustibles12. La magnitud de esta
crisis de contaminación se comprende
al observar que el COVID-19 registró
casi siete millones de fallecidos desde
su inicio en diciembre de 2019 hasta
mayo de 2023.
39
POLU
FRÁGIL EQUILIBRIO La triple crisis: una sola crisis acumulativa

CIÓN
41

Por otra parte, ciertos materiales derivados del petróleo, como


los plásticos, han ofrecido grandes ventajas, pero el exceso
en el consumo de “plásticos de un solo uso” en situaciones no
indispensables ha generado toneladas de residuos plásticos. Estos se
acumulan en montañas de basura en botaderos y rellenos sanitarios
cercanos a las ciudades, mientras que en los océanos forman “islas
de plástico”. Incrementalmente, vamos encontrando en los paisajes
montañas de basura que antes no existían. En 2022 el relleno de
Ghazipur en Delhi, India, estaba a punto de superar en altura al famoso
Taj Mahal, habiendo ya superado los 50 metros de altura de la Torre
de Pisa (Rajput, 2022). Aunque impresionante por su magnitud, este
problema es solo la “punta del iceberg”, pues la situación, que no
alcanzamos a ver con nuestros propios ojos, es aún más compleja.

A medida que avanzan los estudios científicos sobre el impacto de los


“plásticos de un solo uso”, estos han pasado de ser un problema de
contaminación visual a un grave asunto de salud pública. Mientras que
los irlandeses acuñaron el término “ropa interior de brujas” (witches’
knickers)” para referirse a las bolsas de plástico transportadas por el
viento que se atascaron en las ramas de los árboles, en Sudáfrica hay
tantas bolsas de plástico contaminando el país que muchos bromean
diciendo que las bolsas de plástico son “la nueva flor nacional”13Estos
plásticos a la deriva se descomponen gradualmente en microplásticos
que luego ingresan en la cadena alimenticia, son ingeridos por peces,
aves y otros animales que forman parte de nuestra dieta, y terminan
así en las mesas de nuestras casas. El World Wildlife Fund (WWF)
estima que a la semana consumimos el equivalente a una tarjeta de
crédito (5 gramos) de estas micropartículas de plástico, presentes
también en el aire que respiramos día a día. Según un informe de la
ONU, 8 millones de toneladas de residuos plásticos terminan en los
océanos anualmente14, y estudios sobre el tema indican que para
el 2050 el 99% de las aves marinas habrán ingerido plástico15 y que
para esta misma fecha, de seguir las tendencias y no tomar medidas
adecuadas, los océanos contendrán más plástico que pescado (por
peso)16. La crisis por contaminación de los “plásticos de un solo uso”
uso ha llegado a tal punto que luego de una decisión histórica de la
Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, 175 países
han acordado crear un acuerdo jurídicamente vinculante para abordar
este tipo de polución.
FRÁGIL EQUILIBRIO La triple crisis: una sola crisis acumulativa
43

Se pensó que el planeta era infinito, y hoy estamos


literalmente ahogándonos y asfixiándonos en el exceso
de residuos que generamos, por lo que es imperativo
acelerar el paso hacia una economía circular, donde lo
que usamos es reciclado o reutilizado, evitando así la
generación de desechos. La ilusión de un crecimiento
económico infinito empieza a derrumbarse al
comprender los límites planetarios.

La contaminación del aire y la visible contaminación por


plásticos de un solo uso son manifestaciones tangibles
y comprensibles del mismo problema: la quema y
explotación desmedida de combustibles fósiles que
resulta en la acumulación de GEI, detonantes del
cambio climático. Esta utilización ha ido de la mano con
la extracción de recursos naturales y la afectación del
capital natural, materializando la crisis por pérdida de
biodiversidad que, a su vez, nos hace más vulnerables
ante los impactos del cambio climático. Pensando
erróneamente que los recursos naturales son infinitos,
hemos llegado a acciones tan absurdas como deforestar
millones de hectáreas de bosques boreales en Canadá,
esenciales para abordar el cambio climático, solo por
el capricho de consumir de forma desmedida un papel
higiénico más suave, que proviene de la pulpa de madera
de bosques vírgenes. En 2020, el Natural Resources
Defense Council (NRDC) mencionó el impacto de algunos
grandes productores de papel higiénico, contribuyendo
a la pérdida de un equivalente a una cuadra de bosques
boreales cada minuto17.
FRÁGIL EQUILIBRIO La triple crisis: una sola crisis acumulativa

El incremento de la temperatura afecta también


la biodiversidad, y estas afectaciones hacen que
los servicios que brinda la naturaleza, esenciales
ante los impactos del cambio climático, se vean
mermados. Si la temperatura del océano sube,
esto puede afectar a los corales, disminuyendo
la protección que ofrecen ante eventos que
afectan las costas. La confluencia de la crisis
climática, la crisis de pérdida de naturaleza
y biodiversidad y la crisis de contaminación
representan un reto sin precedentes para la
humanidad, retroalimentándose entre sí e
incrementando su impacto y velocidad de
evolución de manera impredecible.
45

Estamos poniendo en riesgo


el árbol de la vida, deshojando
sus ramas y cortando nuestro
soporte vital. Así como el incendio
ida
de la biblioteca de Alejandría
representó un retroceso de siglos
en desarrollo, la destrucción de
nuestros bosques y la afectación
al conocimiento indígena significan
la pérdida de miles de años de
avances y claves para enfrentar las
múltiples crisis actuales.
FRÁGIL EQUILIBRIO La triple crisis: una sola crisis acumulativa

La velocidad con la que logremos mitigar la emisión


de GEI definirá la magnitud del reto y la velocidad con
que debemos adaptarnos a las nuevas condiciones
ESILIEN atmosféricas causadas por el calentamiento global.
Lo adaptados que estemos y la resiliencia que
tengamos ante los impactos del cambio climático
terminan por definir los niveles de “pérdidas y daños”
que están surgiendo. Estas son las consecuencias
negativas económicas (que se les puede asignar un
valor monetario), como el costo de reconstruir una
infraestructura afectada por una inundación o las no
económicas, como puede ser el trauma generado
por sufrir un huracán tropical18. Solo podremos
mitigar, adaptarnos y ser resilientes si conservamos,
protegemos y restauramos la naturaleza. Es urgente
desacelerar el deterioro a la vez que aceleramos
los cambios hacia un desarrollo bajo en carbono y
resiliente al clima. No basta con minimizar el impacto
ambiental; es necesario identificar oportunidades
para que personas, comunidades y empresas puedan
regenerar la naturaleza.
47

La urgencia e impactos de la triple crisis suben en ascensor y las acciones-


solución van por escaleras, por esto siempre llegamos tarde. La velocidad
del cambio y magnitud de desafíos es alta, y a veces la misma ciencia, y
las respuestas políticas con soluciones concretas, no logran acompasarse
con esta y reaccionar de forma acorde al ritmo y escala requerida. Además,
la velocidad de implementación y cobertura de soluciones reales, y la
asignación de recursos para implementarlas, no es la misma en todos los
territorios y comunidades. Los lugares más afectados, paradójicamente, no
son los que históricamente han generado más emisiones, pero sí están en
condiciones de mayor vulnerabilidad. Esta injusticia se amplifica a medida
que avanzan las crisis.
FRÁGIL EQUILIBRIO Injusticia climática: la gran paradoja de la época

INJUSTICIA
CLIMÁTICA: LA
GRAN PARADOJA
DE LA ÉPOCA
La injusticia climática se fundamenta
principalmente en que las personas con
menos recursos son las más vulnerables
e, históricamente, han contribuido menos
a la crisis climática, pero son quienes
más sufren sus impactos debido a su
vulnerabilidad y a que disponen de menos
capacidades y recursos para enfrentar
y recuperarse de los efectos de eventos
hidrometeorológicos adversos.

En el año 2020 el 10% más acaudalado de


la población mundial (aproximadamente
630 millones de personas) ha sido
responsable del 52% de las emisiones
acumuladas de carbono, mientras que el
50% más desfavorecido (cerca de 3100
millones de personas) ha contribuido solo
con el 7% de estas emisiones19. Como bien
señala Vandana Shiva, activista ambiental
defensora de la soberanía alimentaria,
hemos olvidado que constituimos una única
humanidad en un único planeta. Todos
estamos en el mismo barco.

La posibilidad de contar con un “Planeta


B” al que podamos migrar está lejos de ser
una alternativa realista; por lo tanto, la única
49

opción viable es cuidar y proteger el planeta


en el que vivimos. Aunque sabemos que el
sol se está extinguiendo, que existe el riesgo
de ser impactados por meteoritos gigantes
y que los efectos del cambio climático son
cada vez más severos, este es nuestro hogar
y debemos preservarlo y protegernos en él.
La Tierra ha experimentado cinco eventos de
extinción masiva, siendo el último, ocurrido
hace aproximadamente 65,5 millones de
años, el más conocido por haber provocado
la extinción de los dinosaurios. Aunque
estos eventos de extinción pueden parecer
distantes y a veces ficticios, fueron reales.
¿Nos encontramos en medio de la sexta
extinción masiva?

La adaptación de nuestra especie a las


nuevas condiciones climáticas no está
avanzando al ritmo necesario frente a la
acelerada y acumulativa transformación
del ciclo climático, el ciclo hídrico y otros
sistemas naturales alterados por la rápida
pérdida de la naturaleza. Nos enfrentamos
a condiciones cada vez más adversas para
la existencia de la humanidad tal y como
la conocemos hoy en día. No obstante, al
haber demostrado la capacidad de alterar el
frágil equilibrio de nuestro planeta, también
existe la certeza de que podemos contribuir,
con humildad, a su restauración. Formamos
un gran macroorganismo, complejo y
diverso, donde cada individuo puede aportar
positivamente desde su ámbito de acción.
Para ello, es fundamental primero entender
la crisis climática y luego encontrar la
inspiración que nos impulse a actuar.
El ABC v is ua l del c a mbi o c l i má t i c o

ES AHORA
EL FUTURO
LA CIENCIA COMO BITÁCORA 56
LA FÁBULA DE LA RANA 60
ESCASEZ DE CHOCOLATE, CAFÉ Y CERVEZA 63
OLAS DE CALOR, UN RIESGO GLOBAL 66
JUGANDO CON FUEGO 70
LAS COSTAS COMO ALGUNA VEZ LAS CONOCIMOS 74
EL DESPERTAR DEL MONSTRUO DE LAS NIEVES 78
LA GRAN MIGRACIÓN ANIMAL 80
DEBERÍAMOS IR TAN RÁPIDO COMO EL MÁS LENTO 84
IRRESPONSABILIDAD INTERGENERACIONAL 88
JÓVENES TOMANDO LAS RIENDAS DE SU DESTINO 90
EL FUTURO ES AHORA

COP
26 En el frío invierno de Escocia de 2021, en el camino hacia las
negociaciones de cambio climático de ese año, la vigésima
sexta cumbre desde su inicio (COP26), varios delegados
gubernamentales, académicos y jóvenes que se dirigían a la
cumbre tuvieron que esperar horas dentro de los vagones de
uno de los trenes que los transportaba por la única vía directa
de tren Londres-Edimburgo-Glasgow. La noche anterior, el 31
de octubre, noche de Halloween, vientos de más de 80 mph
acompañados de lluvias provocaron la caída de árboles sobre
las redes eléctricas del sistema de transporte. Los pasajeros
de estos vagones metálicos rectangulares quedaron varados
en medio de la vía por más de tres horas sin posibilidad de
descender, ya que se encontraban en medio de una zona
rural bajo un tiempo atmosférico inclemente. Tuvieron que
soportarlo, intentando respirar tranquilos a través de las
53

mascarillas debido a la obligatoriedad de su uso en ese


momento por las restricciones de la pandemia de COVID-19.
Tanto ellos como quienes esperaban partir desde las
estaciones Euston, Kings Cross y otras estaciones principales
de Londres hacia las negociaciones experimentaron la
impotencia y angustia que produce no poder actuar frente a
las consecuencias de estos eventos climáticos.

Conscientes de su responsabilidad climática, muchos


de ellos habían optado por el tren en lugar de los vuelos,
debido a las altas emisiones de gases de efecto invernadero
generadas por la industria aeronáutica.

La crisis climática es un hecho presente, no un tema del


futuro; está sucediendo ahora.
EL FUTURO ES AHORA

Aunque pequeño frente a la magnitud del

IESGOS
fenómeno que estamos experimentando,
este evento paradójico simboliza la
inminencia de la crisis climática que estamos
atravesando y cómo los impactos se vuelven
cada día más tangibles en la vida cotidiana
de ciudadanos, empresas y gobiernos.
Experimentarlos en nuestras propias casas,
lugares de trabajo y entornos está acelerando
la velocidad a la que la gente conecta los
puntos para comprender que algo no está
bien. Los efectos del cambio climático se
hacen más visibles cuando impactan puntos
críticos, como la vía del ferrocarril, creando
obstáculos que interrumpen nuestras
actividades diarias y nuestra realidad más
cercana. Así como todos respiramos el
mismo aire y bebemos la misma agua
finita que recorre la Tierra, todos estamos
protegidos por la misma atmósfera y sujetos
a las variaciones climáticas. Aunque es
virtualmente imposible prever con exactitud
el clima y la ocurrencia de riesgos asociados
a eventos hidrometeorológicos extremos,
es posible estar mejor preparados. Hay
riesgos que deben comprenderse, evaluarse
y gestionarse para adaptarnos mejor. Ante
un mundo incierto, impredecible y complejo,
la ciencia permanece como nuestra ancla
para mitigar estas características y sus
consecuencias.
55
EL FUTURO ES AHORA La ciencia como bitácora

LA CIENCIA
COMO BITÁCORA
Afortunadamente, el avance de la ciencia
y los cada vez más evidentes impactos de
la triple crisis, que llaman a la puerta de
nuestras casas afectando nuestro día a día,
sugieren que, en realidad, solo estábamos
viendo la punta del iceberg.

El sexto informe del Grupo


Intergubernamental de Expertos sobre el
Cambio Climático (IPCC) de las Naciones
Unidas (2022) presenta estas cifras
contundentes y definitivas:

022
57

La concentración de
CO2 en la atmósfera
es la más alta en 2
millones de años.
El aumento del nivel
del mar es el más
rápido en 3000 años.
El nivel del hielo
ártico es el más bajo
en 1000 años.
El derretimiento de los
glaciares es el más
rápido en 2000 años.
EL FUTURO ES AHORA La ciencia como bitácora

La abundante evidencia empírica del impacto sin precedentes


que ha tenido la influencia humana en el Sistema Tierra ha
llevado a muchos científicos a proponer que nuestro planeta
ha entrado en una nueva época geológica: el Antropoceno20.
Aunque se habla de la humanidad en general, vale la pena
destacar que no todos, ni la mayoría, han tenido el mismo
grado de influencia en estas transformaciones.

El astrofísico Stephen Hawking señaló: “Desde el espacio,


se puede ver cómo la raza humana ha cambiado la Tierra.
Casi toda la tierra disponible ha sido despejada de bosques
y ahora se utiliza para la agricultura o el desarrollo urbano.
Los casquetes polares están disminuyendo y las áreas
desérticas están aumentando. Por la noche, la Tierra ya
no está oscura, sino que grandes áreas están iluminadas.
Todo esto es evidencia de que la explotación humana del
59

planeta está alcanzando un límite crítico. Pero las demandas


y expectativas humanas están en constante aumento.
No podemos continuar contaminando la atmósfera,
envenenando el océano y agotando la tierra. No queda más
disponible”21.
Es un hecho que, en los últimos 200 años, de los 70.000
años que la especie humana ha habitado este planeta,
hemos demostrado nuestra capacidad para transformar y
perturbar el equilibrio de la biósfera. Sin embargo, si la ciencia
nos muestra que los cambios han sido provocados por el
ser humano y que de nuestras acciones depende el futuro,
¿por qué no logramos traducir esto en acción? Si hemos
sido capaces de generar tal magnitud de transformación,
¿seremos capaces de pasar de actitudes depredadoras
y egocéntricas a actitudes ecocéntricas, donde nos
reconozcamos como parte de un todo?
EL FUTURO ES AHORA La fábula de la rana

EAC LA FÁBULA
DE LA RANA
Existe una fábula que ilustra el “efecto de la
rana hervida” y destaca la importancia de
no acostumbrarnos a situaciones adversas
sobre las cuales podemos actuar y adoptar
posturas críticas. Esta fábula propone que
si se coloca una rana en una olla de agua
hirviendo, esta saltaría inmediatamente para
escapar o incluso podría morir al instante.
Sin embargo, si se sitúa la rana en una olla
con agua a temperatura ambiente y se
aumenta la temperatura gradualmente, de
manera muy lenta, la rana permanecería
tranquila, adaptándose a la temperatura
creciente hasta que, finalmente, moriría
61

hervida22. Formamos parte de la biósfera que


se ha estado calentando gradualmente, y
parece que aún no logramos comprender la
magnitud del problema. La ciencia expande
nuestra percepción y la capacidad de
nuestros sentidos, proporcionándonos datos
concluyentes e inequívocos. Así como no
podemos ver con nuestros propios ojos las
fronteras geográficas que dividen los países ni
los ríos que los conectan, tampoco podríamos
percibir o experimentar directamente
la ocurrencia simultánea de eventos
hidrometeorológicos y cambios que se están
produciendo en los territorios del mundo. Del
mismo modo, las amenazas climáticas o de
pérdida de biodiversidad se aproximan de
manera silenciosa, evolucionando de forma
lenta e imperceptible para nuestros sentidos y
percepción temporal.
EL FUTURO ES AHORA Escasez de chocolate, café y cerveza
63

ESCASEZ DE
ULTIV
CHOCOLATE, CAFÉ Y
CERVEZA
El cambio climático es un fenómeno complejo cuyas causas
e impactos están profundamente interconectados con
las interacciones diarias de los seres vivos que habitan el
planeta. El café que disfrutamos por las mañanas en diversas
partes del mundo está cada vez más afectado por las
variaciones climáticas. Dichas variaciones obligan a trasladar
los cultivos a zonas más elevadas para alcanzar el piso
térmico adecuado, o a adaptar las semillas y las técnicas
de cultivo a las nuevas condiciones climáticas. De manera
similar, los cultivos de cacao, esenciales para el chocolate
que deleita nuestros paladares, enfrentan retos y deben
adaptarse a las condiciones climáticas actuales. Incluso
nuestros placeres cotidianos están marcados por los efectos
de la crisis climática.

Asimismo, los eventos extremos de sequía o temporadas


secas impactan los cultivos de cebada y la disponibilidad
de agua, fundamentales para la producción de cerveza, que
constituye un disfrute en muchos lugares del mundo. El agua,
que representa el 85% de los ingredientes de la cerveza, es
crucial en su elaboración. En diversas regiones, la energía
se genera mediante hidroeléctricas, que dependen de la
caída del agua para producir energía. La sequía o la falta de
lluvias representan un riesgo para el suministro continuo
de energía, necesario para refrigerar bebidas o mantener
en funcionamiento los aires acondicionados que climatizan
nuestros hogares y lugares de trabajo.
EL FUTURO ES AHORA Escasez de chocolate, café y cerveza

El disfrute de deportes como el fútbol también se ve

ALOR afectado por la cancelación de partidos debido a las


cada vez más frecuentes olas de calor, que impiden
que los deportistas mantengan un rendimiento
adecuado y soporten partidos de la misma duración.
La contaminación provocada por la quema de
combustibles fósiles y las altas temperaturas
han obligado a miles de corredores y deportistas
urbanos a usar máscaras especiales, reducir su
tiempo al aire libre o incluso cancelar su actividad
deportiva diaria. Paradójicamente, el deporte,
que promueve la salud, podría causar problemas
de salud si se practica bajo algunas condiciones
extremas. Los Juegos Olímpicos de Beijing 2008
estuvieron a punto de cancelarse debido al peligroso
nivel de contaminación que representaba un riesgo
para los atletas de alto rendimiento.

Por otro lado, el aumento de las temperaturas ha


hecho que los atletas de los Juegos Olímpicos de
Invierno compitan en escenarios recreados con
nieve 100% artificial, como ocurrió en los Juegos
de Beijing 2022. La lista de ciudades capaces de
ofrecer los escenarios naturales necesarios para los
Juegos Olímpicos de Invierno, con las temperaturas
y precipitaciones adecuadas para nieve natural,
se reduce cada vez más. Las máquinas de nieve
artificial, que usan aire y agua, demandan grandes
cantidades de agua, exacerbando el estrés hídrico en
áreas propensas a temporadas secas como Beijing.
65
EL FUTURO ES AHORA Olas de calor, un riesgo global

OLAS DE CALOR,
UN RIESGO
GLOBAL
Las playas, y en general todos los destinos
turísticos, que dependen de condiciones
climáticas, están dejando de ser como los
conocemos por los impactos del cambio
climático. Las olas de calor han registrado
aumentos de más de 40 a 50 grados Celsius
en diversas partes del mundo durante la
última década, causando serios problemas
de salud, ya que el cuerpo humano opera
óptimamente entre 36 y 37,5 °C. El organismo
humano carece de mecanismos eficientes
para enfriarse ante estas condiciones de
calor extremo, superando nuestros límites y
capacidades.

La Organización Mundial de la Salud señala


que las olas de calor se cuentan entre las
causas de afectación de salud por eventos
climáticos extremos más letales, pero a
menudo no reciben la atención adecuada,
ya que sus víctimas y destrucciones no son
siempre inmediatamente visibles. Entre 1998
y 2017, más de 166.000 personas murieron
debido a olas de calor, incluyendo más de
70.000 durante la ola de calor europea de 2003.
La exposición al calor está incrementando
debido al cambio climático, con eventos
de temperaturas extremas que crecen en
frecuencia, duración e intensidad. Desde 2000
hasta 2016, el número de personas expuestas a
olas de calor aumentó en unos 125 millones23.
67

A medida que aumentan la frecuencia,


duración e intensidad de las olas de calor,
la humanidad continúa deforestando
millones de árboles, vitales para proporcionar
sombra y regular el clima. Más de la mitad
de los bosques tropicales lluviosos han
desaparecido. Simultáneamente, la demanda
y necesidad de hidratación crece durante
las temporadas secas y las sequías, cada
vez más comunes. En el verano de 2018,
Chad enfrentó una sequía tan severa que se
movilizaron helicópteros para abastecer de
agua a los rebaños. Hindou Oumarou Ibrahim,
originaria de Chad y miembro de la comunidad
indígena seminómada Mbororo, experta
en adaptación y mitigación de los pueblos
indígenas, afirma: “Aquí, si el agua no viene de
las nubes, no vendrá de ningún otro lado”24.
EL FUTURO ES AHORA Olas de calor, un riesgo global

El 2021 se caracterizó por olas de calor


que desde entonces han empezado a
ser parte del paisaje urbano. En algunas
ciudades europeas, se ofrecen descuentos
en actividades para aliviar el calor,
como el acceso a piscinas públicas o la
promoción del uso de bibliotecas con
aire acondicionado, que actúan como
refugios climáticos. Las olas de calor
impulsan la reinvención de la vida urbana
y la búsqueda de estrategias innovadoras,
como el despliegue de aplicaciones
digitales con “mapas de sombras”, que
ayudan a localizar el refugio de sombra más
cercano. El 29 de junio de 2021, Canadá
experimentó la temperatura más alta jamás
registrada en el país: 49,6 °C en el pueblo
de Lytton, Columbia Británica, seguido de
un devastador incendio forestal que afectó
69

más del 90% de Lytton25. Meses después, el


Ministerio de Salud de Italia emitió alertas
“rojas” por calor extremo en varias regiones.

48,
Los habitantes de Sicilia experimentaron
48,8 °C, la temperatura más alta registrada
recientemente en Europa.

La disponibilidad de agua potable, un


recurso vital, ha disminuido en las últimas
décadas. La urbanización y la disminución
de la vegetación afectan la disponibilidad
de agua y la humedad ambiental. La
presión sobre el recurso hídrico ha agotado
la disponibilidad y el flujo de aguas
subterráneas y su almacenamiento en
acuíferos, fundamentales para los ríos y la
humedad del suelo. Menos agua resulta
en menor humedad, influyendo en la
propagación de incendios.
EL FUTURO ES AHORA Jugando con fuego

JUGANDO CON FUEGO


En un campamento escolar, la primera recomendación
para los niños al recolectar leña y hojas para encender una
fogata es asegurarse de que estén secas y no verdes. La
disminución de la humedad en el subsuelo y en la superficie
crea una condición propicia para el inicio y la rápida
propagación de incendios.

Los incendios han crecido en tamaño, intensidad y gravedad.


En 2007, California, uno de los estados más desarrollados y
ricos de Estados Unidos, experimentó el devastador Incendio
Thomas, que consumió más de 100000 hectáreas, afectando
áreas urbanas y rurales, y ocasionó pérdidas superiores
a los 2 mil millones de dólares. La contención de este
71

00.000
incendio tardó más de dos meses e involucró a más de 5000
bomberos. Incluso en países desarrollados, los bomberos
se ven sobrepasados por la magnitud de los incendios que
enfrentan bajo las actuales condiciones climáticas. Al otro
extremo del hemisferio americano, en febrero del 2024,
en la costa del Pacífico de Chile, la zona centro del país
sufrió uno de los incendios más destructivos con más de
100 personas fallecidas y un estimado de más de 700.000
hectáreas quemadas. La confluencia de una fuerte sequía que
viene viviendo Chile en los últimos años, la peor desde 1950,
aumentos de temperatura por encima de 30 grados en algunas
zonas, sumado a los fuertes vientos de alta velocidad que se
generan por la abundancia de cerros y valles y que ayudan a
propagar las llamas cuando hay una conflagración, explican en
parte el origen y la magnitud de los incontrolables incendios.
EL FUTURO ES AHORA Jugando con fuego

En la última década, la frecuencia y


magnitud de los incendios han ido en
aumento. Además de la reducción
de la humedad del suelo y las cada
vez más prolongadas temporadas
de sequía, una de las causas que
facilitan la propagación de los
incendios es la mala salud de los
árboles, afectados por plagas como
los escarabajos de corteza y otros
patógenos que los secan, les quitan la
vida y los convierten en combustible
para el fuego. Las áreas afectadas
por incendios, que han perdido su
cubierta vegetal y boscosa, aumentan
la vulnerabilidad ante fuertes lluvias e
inundaciones, ya que la vegetación ya
no puede amortiguar los impactos de
estos extremos climáticos. Y aunque
pueda parecer contradictorio, tras
incendios, sequías y olas de calor, el
riesgo de inundaciones aumenta, ya
que los suelos resecos pierden su
capacidad de absorber agua como
esponjas y se endurecen, permitiendo
que el agua fluya más rápidamente y
en mayor cantidad durante las lluvias.
Además, la condensación proveniente
de los cuerpos de agua, tales como
los ríos y humedales, aumenta con
el incremento de temperaturas,
generando mayores precipitaciones.
Un ciclo bastante complejo.
73

En nuestro planeta azul, al igual que en


tierra, el mar también puede experimentar
olas de calor que causan enormes daños en
poco tiempo, similar a lo que ocurre con los
incendios forestales y los huracanes, que
son cada vez más frecuentes26.
EL FUTURO ES AHORA Las costas como alguna vez las conocimos

LAS COSTAS
COMO ALGUNA
VEZ LAS
CONOCIMOS
Las zonas costeras, predilectas para el
turismo y el descanso de viajeros de todo
el mundo, enfrentan un riesgo elevado
de inundaciones y huracanes debido al
aumento del nivel del mar. El deshielo
de enormes masas de hielo en el Ártico
(Polo Norte) y la Antártida (Polo Sur),
que pasan de su estado sólido a líquido,
contribuye a este incremento. A medida
que la temperatura sube, las moléculas de
agua aumentan su movimiento, pasando de
sólido a líquido y expandiéndose libremente.

Además, el derretimiento de extensas áreas


en ambos polos, que previamente reflejaban
la luz solar de vuelta al espacio, provoca que
esta energía sea absorbida por las nuevas
áreas expuestas del océano, acelerando el
calentamiento global y, a su vez, propiciando
más deshielo. Existe suficiente hielo en la
Tierra como para elevar el nivel del mar
hasta 65 metros, equivalente a un edificio de
20 pisos27.
75
EL FUTURO ES AHORA Las costas como alguna vez las conocimos

Los arrecifes de coral,


fundamentales para la
biodiversidad oceánica
y el control de la erosión
costera, están muriendo
gradualmente debido al
blanqueamiento masivo
causado por la acidificación
del océano. Esta última
resulta de la acumulación de
gases de efecto invernadero
y la retención del calor
que generan, con más del
50% del calor acumulado
en los océanos de nuestro
planeta azul. Un estudio de
investigadores australianos
en 2020 reveló que la
cobertura coralina en la
Gran Barrera de Coral se ha
reducido a la mitad desde
199528. El mar, tan profundo
y estrellado como el cielo
en noches oscuras, muestra
también las cicatrices de
nuestro impacto. Muchos
buceadores han observado
áreas que antes eran ricas
77

en biodiversidad y ahora
se asemejan a desiertos
submarinos debido al cambio
de coloración. El ritmo de
crecimiento y regeneración
de los corales, similar al
de los páramos de alta
montaña, es mucho más
lento comparado con el
ritmo de degradación de
estos ecosistemas. Esta
situación, junto con el papel
de los corales como barreras
naturales ante eventos
climáticos extremos, subraya
el desafío de mantenernos
a flote. Naciones enteras,
como las Islas Maldivas y
el archipiélago de Tuvalu en
el Pacífico Sur, enfrentan el
riesgo de quedar literalmente
sumergidas.

El deshielo polar, el aumento


del nivel del mar y la
desaparición gradual de los
corales pasan desapercibidos
para el ciudadano promedio.
EL FUTURO ES AHORA El despertar del monstruo de las nieves

EL DESPERTAR
DEL MONSTRUO
DE LAS NIEVES
Por otro lado, existe un fenómeno menos
conocido relacionado con el deshielo
en el Ártico y, en menor medida, en la
Antártida: el deshielo del permafrost. Este
término se refiere a la capa de suelo que se
encuentra bajo la superficie terrestre y que
ha permanecido congelada sin interrupción
durante más de dos años, habitualmente por
cientos o incluso miles de años. El permafrost
se halla principalmente en Alaska, Canadá
y en Siberia, parte oriental de la Rusia. En
2019, el Programa de las Naciones Unidas
para el Medio Ambiente (PNUMA) identificó
el deshielo del permafrost como uno de los
diez problemas emergentes más alarmantes
para el medio ambiente. A medida que se
derrite, libera emisiones de carbono y metano
previamente atrapadas y congeladas durante
milenios, contribuyendo así al calentamiento
global y acelerando este proceso29. Es
importante destacar que hay una enorme
cantidad de carbono almacenado en el

019
permafrost, equivalente al doble de lo que
actualmente se encuentra en la atmósfera30.
79
EL FUTURO ES AHORA La gran migración animal

LA GRAN
MIGRACIÓN ANIMAL
Se considera que uno de los grandes avances de la
humanidad fue la capacidad de “dominar” el fuego, ya que
este permitió generar calor, cocinar alimentos y, con ello,
adoptar un estilo de vida sedentario sin necesidad de migrar
debido a las variaciones climáticas. Sin embargo, en esta
década, hemos sido testigos del aumento de los migrantes
climáticos, o refugiados climáticos, como técnicamente los ha
clasificado la Agencia de Refugiados de las Naciones Unidas.
Paradójicamente, parte de ellos han tenido que migrar debido
al intenso fuego provocado por incendios incontrolables, aquel
que supuestamente habíamos “dominado”. Aves y ballenas
recorren cientos de kilómetros en busca de refugio y lugares
más propicios para su supervivencia, de manera similar a
como lo hacían los nómadas antes de poder asentarse. Hoy
81

en día, muchas personas que viven en países con estaciones


marcadas y que cuentan con los medios económicos, viajan
en invierno a países con climas más agradables y condiciones
menos extremas. Irónicamente, cada vez que se huye del
clima utilizando el avión, uno de los medios de transporte
con mayores emisiones de gases de efecto invernadero,
se contribuye al problema de variabilidad climática que
ha acentuado los climas extremos de los cuales se está
intentando escapar. Las migraciones provocadas por estos
fenómenos, incluyendo las inundaciones de magnitud bíblica,
recuerdan al Arca de Noé, donde buscaban salvar miles de
animales. El agua, que antes era vista principalmente como
una ventaja o incluso una bendición en algunas culturas, hoy
es el vehículo a través del cuál se manifiestan los impactos del
cambio climático en las sociedades.
EL FUTURO ES AHORA La gran migración animal

La Agencia de la ONU para


los Refugiados señala que las
amenazas derivadas del aumento
en la intensidad y frecuencia de
eventos climáticos extremos,
como lluvias anormalmente
intensas, sequías prolongadas,
desertificación, degradación
ambiental, aumento del nivel del
mar y ciclones, entre otros, han
provocado que, en promedio,
más de 20 millones de personas
deban abandonar anualmente sus
hogares y trasladarse a otras zonas
dentro de sus países en busca de
alimento y refugio31. El científico
japonés Taikan Oki sostiene que,
bajo las tendencias actuales
de calentamiento, hasta 1200
millones de personas podrían verse
obligadas a migrar. Nos acercamos
cada día más a un precipicio de
caída libre hacia zonas inhabitables
para varias especies, incluida
la humana. Paradójicamente,
así como el sedentarismo fue
un símbolo de progreso para
la humanidad, las actuales
condiciones nos están llevando
gradualmente de vuelta a la era de
los nómadas. Los primeros que se
ven forzados a migrar son quienes
tienen baja resiliencia, capacidad
de sobreponerse a los impactos
y pérdidas directas por la crisis
climática, dada su condición de
vulnerabilidad y pobreza.
83
EL FUTURO ES AHORA Deberíamos ir tan rápido como el más lento

GEI
DEBERÍAMOS IR
TAN RÁPIDO COMO
EL MÁS LENTO
Aunque el sol y la luna nos iluminan por igual, es una
realidad que cada evento climático extremo afecta de
manera más severa a las poblaciones en condiciones
de vulnerabilidad, quienes han contribuido menos a
las emisiones de gases de efecto invernadero, ya sea
por encontrarse en situación de pobreza extrema o por
pertenecer a grupos en condiciones de vulnerabilidad.
Estas comunidades tienen una menor capacidad de
respuesta y una reducida capacidad de resiliencia, es
85

decir, la habilidad de recuperarse tras un evento adverso.


Las comunidades en situación de pobreza no solo están
menos preparadas y son más vulnerables frente a eventos
extremos como tormentas o huracanes, sino también ante
efectos silenciosos como el incremento en los precios de
los alimentos y las dificultades para cultivarlos debido a la
escasez o exceso de agua. En estas comunidades, una gran
parte de sus ingresos se destina a la alimentación y, en las
zonas rurales, intentan cultivar sus propios alimentos, lo
que lleva a una inseguridad alimentaria. La situación actual
es, en ese sentido, un mar de pérdidas, donde la mayoría
navega a la deriva con escasos salvavidas, rodeados de
unas pocas “barcas de ganancias” que, aparentemente, se
benefician con réditos a corto plazo que tarde o temprano
desaparecerán. Todos estamos en el mismo barco, en la
misma nave espacial.
EL FUTURO ES AHORA Deberíamos ir tan rápido como el más lento
87

El mundo resultó ser más pequeño de lo que


pensábamos. Al conectar los puntos, ver
las interconexiones y percibir los impactos
de acciones aparentemente distantes y
ajenas, comprendemos que no solo estamos
todos en el mismo barco, sino que seremos
tan exitosos como el menos afortunado
de nosotros. Hace unas décadas, se creía
que los impactos del cambio climático solo
ocurrían en zonas remotas, empobrecidas
y lejanas, pero en los últimos años, hemos
visto que, aunque ciertas áreas sufren
impactos mayores por su frecuencia
e intensidad y por su vulnerabilidad, el
cambio climático afecta a todo el globo.
Incluso las calles de ciudades consideradas
“capitales del mundo”, como Nueva York,
símbolo de desarrollo y riqueza, han sufrido
inundaciones, y el emblemático metro ha
experimentado interrupciones al convertirse
temporalmente en ríos subterráneos.

Se requiere de una acción colectiva


acompañada de empatía colectiva y un
sentido de comunidad. Al igual que los
montañistas alcanzan la cima cuando
llegan los últimos del grupo, nos habremos
adaptado al cambio climático cuando el más
vulnerable lo logre. Debemos avanzar tan
rápido como el último de la fila para llegar
todos juntos; por esto, es esencial centrar los
esfuerzos en aquellos que están recibiendo
y absorbiendo más impactos. La justicia
climática debe ser prioritaria.
EL FUTURO ES AHORA Irresponsabilidad intergeneracional

IRRESPONSABILIDAD
INTERGENERACIONAL

Las perspectivas hacia 2030 y 2050, a solo siete y veintisiete años


respectivamente desde la publicación de este libro, son alarmantes y
predicen que la vida tal como la conocemos actualmente enfrentará
crisis sucesivas y simultáneas en varios aspectos de nuestro desarrollo,
poniendo en riesgo la continuidad de nuestra civilización tal y como
la conocemos. En este contexto, no son las generaciones futuras,
vistas como un grupo abstracto y distante en el tiempo, las que
experimentarán los impactos más severos del cambio climático, sino
las generaciones actuales, niños y jóvenes que viven en el aquí y ahora.

Hace cincuenta años, a principios de los años setenta, durante


la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente
Humano (CNUMAH) en 1972, también conocida como la Conferencia
de Estocolmo, se adoptó uno de sus principios fundamentales:
“Hemos llegado a un punto en la historia en el que debemos dirigir
nuestras acciones a nivel mundial con un mayor cuidado hacia las
consecuencias que estas pueden tener para el medio ambiente.
Por ignorancia o indiferencia, podemos causar daños masivos e
irreparables al planeta que sustenta nuestra vida y bienestar”.

Quince años más tarde, en el Informe Brundtland de 1987, se comenzó


a utilizar el concepto de desarrollo sostenible, definido como “aquel que
89

satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad


de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades”.
En 1992, se celebró la Cumbre de la Tierra de las Naciones Unidas
o Conferencia de Río en Brasil, conmemorando 20 años desde la
Conferencia de Estocolmo y generando grandes expectativas al reunir a
líderes de 179 países con el objetivo de establecer una agenda común
para reducir el impacto de las actividades humanas en el medio ambiente.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se implementaron el 1
de enero de 2016, estableciendo diecisiete objetivos estratégicos para
promover el desarrollo, de los cuales el objetivo número trece se centra
específicamente en la Acción por el Clima. Meses después, en ese mismo
año, el Acuerdo de París (COP21), ratificado el 4 de noviembre de 2016,
estableció metas concretas para combatir el cambio climático con
límites específicos. La esperanza se intensificó ese año. No obstante,
a pesar de estos avances en la colaboración colectiva facilitados por
las Naciones Unidas desde 1992, hemos emitido más CO2 que en toda
la historia de la humanidad. Hemos fallado claramente. Las nuevas
generaciones, incluso los bebés aún no nacidos, ya ven comprometidas
sus necesidades. Esto representa una irresponsabilidad intergeneracional,
donde unas generaciones han creado un problema, mientras que otras,
tanto las jóvenes actuales como las futuras, son las que experimentan o
experimentarán las consecuencias de manera más crítica.
EL FUTURO ES AHORA Jóvenes tomando las riendas de su destino

JÓVENES TOMANDO
LAS RIENDAS DE SU
DESTINO
Conforme crece la conciencia sobre la realidad climática
inminente y sus impactos, ha emergido un estado
emocional conocido como ansiedad climática. Muchos nos
preguntamos: ¿nos vamos a extinguir? ¿Estaré vivo para
presenciarlo? Resulta realmente complejo armonizar la
vida cotidiana con esquemas y modelos que contribuyen a
agravar el problema, añadiendo un sentido de impotencia
e incomprensión. Esta ansiedad y frustración no siempre
se traducen en acción. La psicoanalista Anouchka Grose,
quien en 2020 escribió “Una guía para la Eco-ansiedad.
Cómo proteger el planeta y tu salud mental”32, fue una de
las primeras en señalar la aparición de esta crítica situación
y ha dedicado esfuerzos a ofrecer orientación a jóvenes
atormentados por pensamientos sobre incendios masivos,
el blanqueamiento de los corales o el derretimiento de
los glaciares33. Los jóvenes, especialmente, han liderado
movimientos sociales en protesta por la inacción ante el
cambio climático.
91
EL FUTURO ES AHORA Jóvenes tomando las riendas de su destino

Movimientos como Fridays for Future, iniciado por la


emblemática Greta Thunberg a los quince años, comenzaron
en agosto de 2018 cuando ella decidió faltar a la escuela todos
los viernes para sentarse frente al Parlamento sueco con una
pancarta escrita a mano que decía “Huelga escolar por el clima”.
Gradualmente miles de jóvenes fueron inspirándose y replicando
las protestas pacíficas todos los viernes. Este movimiento ha
tenido presencia en más de 7500 ciudades y ha movilizado a más
de 14 millones de personas. Los jóvenes, que probablemente
estén vivos en 2030 y 2050, son quienes enfrentarán las etapas
más críticas de la crisis climática heredada por las generaciones
anteriores. La incapacidad de canalizar adecuadamente estas
emociones, sumada al efecto multiplicador de los impactos del
cambio climático sobre las tensiones sociales y económicas
existentes, incrementa el riesgo de conflictos sociales y protestas
contra los sistemas democráticos. Por ello, el cambio climático ha
comenzado a ser parte de la agenda en el Consejo de Seguridad
de las Naciones Unidas.
93

El planeta está en transformación: “Si no cambian, cambio”.


Un borrador del informe del Panel Intergubernamental
del Cambio Climático (IPPC, por sus siglas en inglés) del
2021 afirmó contundentemente que “La vida en la Tierra
puede recuperarse de un cambio climático significativo con
nuevas especies y la creación de nuevos ecosistemas. La
humanidad, no”34.

En la Cumbre de Cambio Climático (COP26) del


2021desarrollada en Glasgow, David Attenborough, a sus 95
años, hizo un enérgico llamado a los líderes de la COP26 para
unir esfuerzos en la protección del planeta. “¿Es así cómo
terminará nuestra historia? ¿Una narrativa sobre la especie
más inteligente condenada por su incapacidad para ver más
allá de los objetivos a corto plazo?”35.
...
El ABC v is ua l del c a mbi o c l i má t i c o

DE UNA
EL ALETEO
MARIPOSA
AMAZONÍA, FUENTE DE RÍOS VOLADORES 98
ARTERIAS EN CUIDADOS INTENSIVOS 100
LOS HONGOS, EL INTERNET DE LA NATURALEZA 102
SUELOS SANOS, ALIMENTOS SANOS 106
SISTEMAS Y PUNTOS CRÍTICOS DETERMINANTES 109
LA POBLACIÓN DE LAS ABEJAS, ¿EL ESLABÓN MÁS DÉBIL? 110
PLANETA AZUL 112
EFECTO DOMINÓ 115
NATURALEZA, SOPORTE ESENCIAL DE TODOS LOS SISTEMAS 117
NATURALEZA, SOPORTE DEL SISTEMA ECONÓMICO 122
LA VELOCIDAD Y ESCALA EN LA DEGRADACIÓN (-) Y NO EN LA REGENERACIÓN (+) 125
EL ALETEO DE UNA MARIPOSA

300
Cada año, corrientes de viento levantan desde el
suelo del Sahara, el desierto más extenso del mundo,
27 millones de toneladas de arena que viajan casi
5000 kilómetros hasta alcanzar el Bosque Húmedo
Tropical más grande del planeta, la Amazonía. Cada
grano de arena tiene un diámetro de 1/10 del grosor
de un cabello humano. Esta arena aporta fósforo,
un elemento limitado y esencial para la fertilidad
de los suelos amazónicos36. Desde la Amazonía, la
transpiración de sus árboles y vegetación libera una
gran cantidad de humedad que forma corrientes
aéreas de vapor de agua que viajan por el cielo, que
son denominadas con lucidez como “ríos voladores”
por algunas comunidades indígenas amazónicas. El
científico Antonio Nobre estima que los árboles de la
97

cuenca amazónica transpiran 20 billones


de litros de agua diariamente. Estos ríos
voladores son impulsados por corrientes de
aire y, al encontrarse con la Cordillera de los
Andes, se condensan nuevamente en agua
líquida, alimentando cumbres y arroyos que
a su vez conforman los ríos que distribuyen
este precioso recurso a ciudades y campos.
Como señala Antonio Nobre, “sin los ríos del
cielo, los de la tierra se secarían”.

El ciclo hidrológico, así como la intensidad y


cantidad de agua, dependen críticamente del
estado de la Amazonía. La enorme diversidad
de ecosistemas que alberga la Amazonía,
uno de los lugares con mayor biodiversidad
por metro cuadrado, exhala miles de gotas
que ascienden en forma de vapor al cielo,
condensándose y pasando de un estado
gaseoso a líquido, formando las nubes que
precipitan sobre la tierra. Esta agua penetra
el suelo, alimentando las aguas subterráneas
y los distintos cuerpos de agua (ríos,
humedales, etc.), y sustenta la estructura
del subsuelo donde se encuentran las aguas
subterráneas. Estas nubes blancas, fuente de
inspiración para la imaginación de muchos
niños que ven en ellas distintas figuras,
reflejan parte de los rayos solares, actuando
como un mecanismo de refrigeración para el
planeta. Por lo tanto, menos nubes significan
menos refracción y un aumento en el
calentamiento global.

Selva = Nubes = Reflexión de rayos solares


= Menos impacto de rayos solares = Menor
calentamiento global.
EL ALETEO DE UNA MARIPOSA Amazonía, fuente de ríos voladores

AMAZONÍA, FUENTE DE
RÍOS VOLADORES
En este contexto, la deforestación, que implica la destrucción
en segundos de esa riqueza generadora de “ríos voladores”,
entre otros aspectos, conlleva no solo a la emisión de altas
cantidades de CO2, sino también a la disminución de nubes y
precipitaciones, lo que nos encamina gradualmente hacia la
desertificación. Por tanto, en un escenario de cambio climático,
la deforestación de la Amazonía plantea un problema no solo
en términos de las emisiones de gases de efecto invernadero
que produce, sino también por los impactos que provoca al
enfrentar sequías cada vez más intensas o temporadas de
lluvias extremas. La Amazonía actúa como un gran regulador
de los extremos climáticos. ¿Qué sucedería si el termostato
de un aire acondicionado se dañara? Del mismo modo, en
los Himalayas de la India, donde cada año se enfrentan a los
99

monzones, se observa cómo la creciente ausencia de bosques,


que antes aportaban al ciclo hídrico brindando regulación en
momentos de exceso y de escasez, tiene un paralelismo en
la Amazonía, donde comienzan a sentirse los efectos de la
devoradora deforestación que impulsa temporadas de sequía
en la selva húmeda.

Así como cada grano de arena que viaja desde el desierto


del Sahara contribuye a la fertilidad de los suelos que
sustentan millones de árboles, el agua transportada por los
ríos voladores es esencial para la vida a miles de kilómetros
de distancia, facilitando, entre otras cosas, la alimentación
y supervivencia de comunidades asentadas en ciudades.
El agua es fundamental para la agricultura, y la agricultura
fue clave para la transición de civilizaciones nómadas,
recolectoras y cazadoras, a civilizaciones que pudieron
establecerse permanentemente sin necesidad de desplazarse
en busca de alimentos, distribuidos geográficamente según
las condiciones específicas que permitían su crecimiento.
EL ALETEO DE UNA MARIPOSA Arterias en cuidados intensivos

ARTERIAS EN
CUIDADOS
INTENSIVOS
Los niveles de contaminación en ríos como
el Doe Lea en el centro de Inglaterra, el río
Yamuna en Delhi, o el río Atrato en la selva
chocoana de Colombia, son tan elevados que
la posibilidad de disfrutar de un baño, realizar
ceremonias o ritos sagrados, o dedicarse a la
pesca, está desapareciendo. La cultura, ese
aspecto intangible e inmensurable, también
se ve impactada por la crisis ambiental.
Tradicionalmente, la llegada de los monzones
y la temporada de lluvias eran celebradas
en muchas regiones, y simbolizaba la
llegada de la vida. Sin embargo, en estos
tiempos de crisis climática, estos fenómenos
pueden traer consigo caos y temor. En
megaciudades como Nueva Delhi, India, son
las comunidades en condición de pobreza,
las menos protegidas, las más afectadas.
Los ríos, antes vistos como dadores de vida y
lugares codiciados para vivir en sus orillas, se
han transformado en potenciales amenazas
que pueden crecer súbitamente y devastar
lo que encuentren a su paso. Han pasado de
ser prístinos espacios de pesca y recreación
a convertirse en vertederos de desechos que
son fuente de problemas de salud pública y
contaminan los océanos.

Desafortunadamente, hoy día, en muchas


partes del mundo, hay niños que nacen sin la
posibilidad de ver y disfrutar de ríos limpios.
Al igual que no vimos a los dinosaurios y
101

hoy solo podemos conocerlos en su tamaño


real en museos, un número creciente de
especies se extingue a un ritmo acelerado, y
si la presión sobre los ríos continúa, solo nos
quedarán fotografías e historias familiares
sobre estos. En 2023, se experimenta una
gran sequía en la Amazonía, lo que ha
secado varios ríos, con barcos varados y
comunidades aisladas, lo que ha resultado
en la muerte de decenas de delfines
rosados, atrapados en tierra sin posibilidad
de sobrevivir. De igual forma, los sistemas,
como el de transporte marítimo, que
depende de puntos de paso críticos, como
los canales diseñados para operar con ayuda
del suministro de agua de los ríos, colapsan
ante una sequía. En agosto de 2023, el Canal
de Panamá, vital para conectar el Pacífico
con el Atlántico en el hemisferio americano,
enfrentó graves problemas, dejando cientos
de buques con contenedores encallados
debido al bajo nivel del agua causado por la
sequía de los ríos que alimentan el canal y
permiten su funcionamiento.

La contaminación, la degradación ambiental y


la creciente frecuencia e intensidad de eventos
extremos afectan estas arterias vitales, las
aguas que transportan (en volumen, velocidad
y calidad) y, en general, todo el planeta,
incluyendo el aire, el mar, la tierra y el subsuelo,
y todo el universo que contienen.
EL ALETEO DE UNA MARIPOSA Los hongos, el internet de la naturaleza

LOS HONGOS, EL
INTERNET DE LA
NATURALEZA
La calidad del agua y los suelos es
fundamental para producir alimentos sanos,
saludables y nutritivos, esenciales para la
productividad agrícola y la disponibilidad
alimentaria que prevenga la hambruna o
inseguridad alimentaria. A menudo nos
enfocamos en lo visible, concentrando
esfuerzos en estrategias para abordar
el cambio climático y la pérdida de
biodiversidad en ecosistemas terrestres, pero
justo bajo nuestros pies existe un reino con
claves cruciales para enfrentar esta crisis.

Los hongos, pertenecientes al reino Fungi,


constituyen el segundo grupo de organismos
más diverso después de los insectos. Sus
redes de micelio ofrecen innumerables
beneficios esenciales tanto para la salud
de los ecosistemas como para la nuestra,
siendo los principales agentes recicladores
del planeta.
103

UNGI
En un mundo dominado por
patrones de producción y
consumo de “la cuna a la
tumba”, donde se produce y
luego se desecha, incluso los
residuos orgánicos, transitar
hacia un modelo de “la cuna
a la cuna” es crucial para
reducir la contaminación por
acumulación de residuos y
aliviar la presión sobre los
escasos rellenos sanitarios,
especialmente en países en
desarrollo. En metrópolis
como Bogotá, Colombia,
más del 30% de los desechos
generados por los hogares son
orgánicos. Estos actualmente
se acumulan y ponen en
riesgo de colapso los rellenos
sanitarios. Al mismo tiempo,
se desperdician enormes
oportunidades que podrían
surgir de su aprovechamiento.
Los hongos juegan un rol
vital en la descomposición de
materia orgánica, devolviendo
nutrientes a la tierra. Las hojas
caídas son recicladas por los
hongos para nutrir el suelo.
EL ALETEO DE UNA MARIPOSA Los hongos, el internet de la naturaleza

Los hongos han evolucionado para trabajar en redes y


cooperar, lo que ha contribuido a su éxito en mantener
altas poblaciones y diversidad. Forman una red de micelio
conocida como el “internet del bosque”37. En solo un gramo
de suelo puede haber aproximadamente 90 metros de
micelio. En los 10 cm superiores del suelo del planeta
hay más de 450 cuatrillones de kilómetros de micelio,
comparable a la mitad del ancho de nuestra galaxia38. Los
hongos son canales de comunicación que transportan
nutrientes e información vital para alertar a la comunidad
sobre riesgos, enfermedades y cómo enfrentarlas.
Además, los hongos ayudan a regular la humedad y afrontar
la escasez o abundancia de agua, típico en contextos
105

de variabilidad climática. En ecosistemas como el de


bosque seco, existe una simbiosis entre hongos y raíces
que optimiza la absorción de agua y nutrientes, esencial
para resistir el estrés hídrico39. También son importantes
reservorios de carbono, y la continua deforestación de
bosque primario40 en los trópicos, como en la Amazonía,
donde se pierde el equivalente a una cancha de fútbol por
minuto, afecta la diversidad de este reino y aumenta los
hongos patógenos que perjudican los cultivos, poniendo en
riesgo la disponibilidad de alimentos. La salud del suelo nos
ofrece múltiples beneficios, incluida la base para alimentos
nutritivos, mayor resiliencia ante eventos climáticos extremos
por su capacidad de absorción de agua y la captura de CO2.
EL ALETEO DE UNA MARIPOSA Suelos sanos, alimentos sanos

SUELOS SANOS,
ALIMENTOS
SANOS
El suelo bajo nuestros pies está vivo, y sirve
como puerta a un mundo microscópico
lleno de maravillas. En cada puñado de tierra
saludable habitan millones de seres vivos,
imperceptibles a menudo para el ojo humano,
pero vitales para nuestra subsistencia. Los
suelos son importantes almacenes de carbono;
si se mantienen saludables, este carbono
permanece bajo tierra, desempeñando su
rol sin contribuir al calentamiento global. Sin
embargo, su degradación a través de prácticas
agrícolas obsoletas y el uso intensivo de
pesticidas, que contaminan tanto los alimentos
como el agua y, por ende, nuestros cuerpos,
conduce a la liberación de grandes cantidades
de carbono y fomenta la desertificación.
Cuanto más se degrada el suelo, más químicos
se necesitan, creando un ciclo vicioso bajo
la premisa de “mantener” o incrementar su
productividad. Los pesticidas y fertilizantes,
que aportan más nitrógeno y fósforo del que el
suelo puede asimilar, provocan el escurrimiento
de estos hacia fuentes de agua que se utilizan
luego para el riego de cultivos y para el agua
potable, afectando incluso a madres lactantes
y a sus bebés. Suelos saludables conducen
a alimentos de calidad, lo cual se traduce en
buena salud humana. Además, regenerar los
suelos aumenta la productividad por hectárea,
contribuyendo a la mitigación del cambio
climático gracias a su gran capacidad de
secuestro de carbono.
107

La ganadería intensiva también es un factor significativo en


la rápida degradación de los suelos. Simplificar la culpa a las
vacas es fácil, pero expertos como Al Savory señalan que
el problema no reside en los animales per se, sino que es
posible adoptar un enfoque de ganadería sostenible mediante
técnicas silvopastoriles y dietas que reduzcan las emisiones
de metano de su digestión. Incluso afirman que un manejo
adecuado puede resultar en un balance neto positivo entre el
carbono capturado y el emitido41.

Aunque la ciencia comprende detalladamente las corrientes


oceánicas y las conexiones de corredores ecológicos
terrestres, aún sabemos poco sobre cómo se interconecta
el subsuelo. Recientemente, se ha empezado a reconocer la
importancia de las redes de micelio en la captura de carbono
y su relevancia en las discusiones sobre cambio climático.
Las redes simbióticas formadas por los hongos ofrecen
protección a diversos organismos frente a los impactos del
cambio climático, que son fundamentales para la resiliencia
de la especie humana.
EL ALETEO DE UNA MARIPOSA Sistemas y puntos críticos determinantes
109

SISTEMAS Y
PUNTOS CRÍTICOS
DETERMINANTES
La cadena se rompe por su eslabón más débil, lo que subraya
la importancia de adoptar una perspectiva sistémica para
comprender interconexiones y puntos críticos. Por ejemplo,
si la batería de un vehículo está desconectada, el vehículo no
arranca. Del mismo modo, dejar encendida la luz interior de
un vehículo, por mínima que sea, puede agotar la batería y
activar un punto crítico. En cuanto a lo que brinda energía al
cuerpo humano, los alimentos y el agua son fundamentales.
¿Cuáles son los componentes críticos que pueden afectar la
disponibilidad de alimentos? En 2021, la rápida propagación
de un virus diminuto demostró nuestra vulnerabilidad,
impactando los sistemas de salud, económicos y financieros,
y revelando la falta de resiliencia de estos sistemas ante
un riesgo anunciado. La crisis se enfrentó colectivamente,
con el desarrollo de vacunas en tiempo récord que, en su
mayoría, se distribuyeron rápidamente por el mundo. Sin
embargo, el cambio climático todavía no se trata como
una crisis y los sistemas actuales de la sociedad han
demostrado no ser resistentes al clima y, por el contrario,
tener una baja resiliencia ante los impactos que ya estamos
experimentando. Desde la vulnerabilidad de los sistemas
logísticos y de transporte, evidenciada cuando un buque, el
Ever Given, uno de los más grandes del mundo, encalló en el
Canal de Suez en marzo de 2021, evento que paralizó gran
parte de la cadena de suministro, hasta la insuficiencia de
reservas de granos que aseguren el suministro de alimentos
ante bajas en la producción por eventos climáticos. Todos,
sin excepción, estamos extremadamente expuestos y somos
muy vulnerables. Fomentar la resiliencia y adaptarnos nos
permite “ganar algo de tiempo” y mitigar las pérdidas y daños
que ya estamos enfrentando.
EL ALETEO DE UNA MARIPOSA La población de las abejas, ¿el eslabón más débil?

LA POBLACIÓN DE LAS
ABEJAS, ¿EL ESLABÓN
MÁS DÉBIL?
Zumbando en nuestros oídos, temidas por muchos pero con
un cerebro que pesa solo un miligramo, las abejas realizan
hazañas asombrosas. Desempeñan un papel crucial en la
cadena de suministro de alimentos a nivel mundial. Cada
abeja cumple una función esencial en la reproducción de
las plantas, transportando polen de las partes masculinas
de las flores (anteras) a las femeninas (estigmas). Actúan
como polinizadoras, llevando polen en su cuerpo para
facilitar la dispersión. Sin ellas, la reproducción vegetal
tal y como la conocemos no existiría. Aunque las plantas
también se reproducen gracias a otros medios que permiten
la polinización, como el viento o los pájaros, el papel de las
abejas es insustituible.
111

La disminución en la población de abejas no solo incide en


aspectos aparentemente menores, como la falta de miel en
los supermercados, sino que impacta directamente nuestra
capacidad de producir alimentos. La pérdida de biodiversidad,
los monocultivos agrícolas y el uso de pesticidas contribuyen
al declive de estas poblaciones. Por ello, es fundamental
mejorar los hábitats de los polinizadores, fomentar
ecosistemas más saludables y limitar las actividades
que perjudican a las abejas, para asegurar nuestro futuro
alimentario y mejorar la nutrición global.
EL ALETEO DE UNA MARIPOSA Planeta azul

PLANETA
AZUL
Así como es crucial proteger
a las abejas y sus hábitats,
es igualmente importante
proteger los arrecifes de
coral. A pesar de ocupar
una fracción mínima de la
vasta extensión de mares y
océanos que cubren el 70%
de nuestro planeta azul,
los arrecifes albergan un
tercio de todas las especies
de peces del mundo y una
enorme diversidad de vida
marina. Charles Darwin
describió los arrecifes de
coral como oasis en el
desierto oceánico. Estos
ecosistemas son hogar
de millones de peces
diminutos, menores de cinco
centímetros, que constituyen
cerca del 60% de la biomasa
de peces y son esenciales
para la cadena alimenticia
de los arrecifes, sustentando
a criaturas más grandes42.
La dieta basada en peces
ha sido fundamental para la
humanidad durante milenios,
especialmente para aquellos
que habitan las costas. Hoy,
gracias a avanzadas redes
logísticas y sistemas de
refrigeración que mantienen
113

la cadena del frío, los peces son esenciales incluso para


muchas poblaciones que viven lejos del mar. La salud de
los arrecifes de coral es vital para la supervivencia de estas
especies de peces, que a su vez son cruciales para proveer
potasio y otros nutrientes a gran parte de la humanidad.
Los bancos de peces, con sus danzas sincronizadas, están
disminuyendo, elevando el riesgo para sus depredadores
naturales. La degradación de los arrecifes, a pesar de
ser fundamentales para nuestra supervivencia, avanza
rápidamente. El calentamiento global ha provocado cambios
en la temperatura del agua que fomentan el blanqueamiento
coralino, lo que resulta en la pérdida de vida coralina y afecta
a las especies que de ellos dependen.

El cosmos marino, con todas sus estrellas de mar en


la profundidad, refleja el cielo estrellado subrayando
las conexiones que tiene este planeta azul con todo el
universo. Los animales que vemos en las constelaciones,
los que vemos en las pinturas rupestres y los que vemos
aún por fortuna físicamente muestran la fascinación
que siempre hemos visto en el reino animal. Los pájaros,
con su canto, han inspirado gran parte de la música y su
plumaje ha revelado nuevos colores, además de influir
en el desarrollo de la aviación. Siglos después del primer
avión, la aerodinámica de las alas de ciertas aves continúa
inspirando innovaciones que reducen la fricción con el aire y
el consumo de combustible, disminuyendo así las emisiones
de gases de efecto invernadero. La migración anual de miles
de aves, ya sea del Ártico hacia el sur o de la Antártida hacia
el norte, viajando miles de kilómetros, planeando y a veces
sin descansó, demuestra los misterios que aún quedan por
descubrir. Aunque la Ciencia nos ha permitido comprender
las causas de la pérdida de la Naturaleza, cuantificarla y
medir las consecuencias, aún existe incertidumbre sobre lo
que realmente representa desestabilizar su equilibrio.
EL ALETEO DE UNA MARIPOSA Efecto Dominó

RAFI
115

EFECTO DOMINÓ
Las interconexiones y la existencia de puntos sensibles y
críticos entre ellas nos han llevado a comprender que existen
riesgos complejos e interdependientes. Cuando se activa
uno de estos riesgos, se cruza un punto de inflexión y se
rompe el eslabón más débil de la cadena, emergen riesgos
en cascada y reacciones en cadena, y se inicia así el efecto
bola de nieve. El efecto dominó comienza a manifestarse, y
los puntos de no retorno aparecen, lo que vuelve más difícil
detener las dinámicas de degeneración y desmoronamiento
de aquello que antes percibíamos como sólido y estable. La
crisis climática, la pérdida de biodiversidad y los problemas
de salud (como las pandemias) están interconectados. Los
desplazamientos de animales provocados por los impactos
del cambio climático en los ecosistemas, sumados a la
ruptura de la conectividad de los corredores ecológicos
e invasión de hábitats naturales debido a presiones del
“desarrollo” (por ejemplo, cultivos extensivos), incrementan
el contacto entre humanos y animales con los que
anteriormente no había interacción frecuente, y se aumenta
el riesgo de enfermedades zoonóticas y la emergencia de
virus ante los cuales nuestros cuerpos no están preparados
para defenderse. A estos encuentros inesperados se añaden
los fomentados por el tráfico ilegal de especies, que también
es una fuente de enfermedades zoonóticas.
EL ALETEO DE UNA MARIPOSA Naturaleza, soporte esencial de todos los sistemas
117

NATURALEZA,
SOPORTE ESENCIAL DE
TODOS LOS SISTEMAS
Es fundamental evitar el colapso del gran sistema del
que dependemos: el sistema natural, previniendo así el
surgimiento de un riesgo sistémico. Los riesgos sistémicos
emergen de la falla del sistema completo, no solo de sus
componentes individuales. Se caracterizan por puntos de
inflexión modestos que, al combinarse de manera indirecta,
desencadenan grandes fallas mediante una cascada de
interacciones de riesgos físicos y de transición. Un ejemplo
es la extinción de especies clave, como las nutrias marinas,
cuya desaparición altera significativamente los ecosistemas
costeros43.

De manera similar, la convergencia de la crisis climática, la


crisis de pérdida de naturaleza y biodiversidad y la crisis de
contaminación crea interacciones que, desafortunadamente,
se potencian mutuamente. Existe una conexión directa entre
el clima y la naturaleza: el cambio climático y la pérdida de
biodiversidad se refuerzan entre sí. El cambio climático es
uno de los principales impulsores de la pérdida de naturaleza,
mientras que la pérdida extensiva de naturaleza disminuye
la capacidad de los ecosistemas para almacenar carbono
y lo libera, amplificando los efectos del cambio climático44.
La existencia de riesgos sistémicos y compuestos puede
generar un espiral de cambios que desencadene escenarios
aún más críticos que los que la ciencia prevé.
EL ALETEO DE UNA MARIPOSA Naturaleza, soporte esencial de todos los sistemas

50% La biodiversidad y su buen estado son esenciales


para que los ecosistemas proporcionen los
servicios de los que dependen la economía
y la sociedad. Actualmente, más del 50% de
la economía mundial depende moderada
o críticamente de la naturaleza. Desde una
perspectiva económica, la naturaleza es vital para
el desarrollo y el crecimiento económico45. Sin
embargo, los esfuerzos para conservar, sostener
y restaurar nuestros recursos naturales reciben
menos del 0,1% del producto interno bruto global46.
Los impactos de los eventos climáticos extremos
y la pérdida de biodiversidad ahora se sitúan entre
los riesgos más graves identificados por directivos
de las compañias para la próxima década. Estos
riesgos están interrelacionados: no podemos
mitigar ni adaptarnos a los impactos adversos del
cambio climático sin invertir en la capacidad de
la naturaleza para almacenar carbono y fomentar
sociedades resilientes47.

Los animales brindan numerosos beneficios a los


humanos, incluyendo la compañía leal de perros
y gatos. Sin embargo, algunos animales salvajes
pueden portar patógenos que se pueden llegar a
transmitir a las personas, causando enfermedades
zoonóticas. Las enfermedades zoonóticas son
comunes en países desarrollados, como en los
Estados Unidos48, uno de los mayores importadores
de fauna silvestre, y en países menos desarrollados,
más ricos en biodiversidad. Se estima que más
de seis de cada diez enfermedades infecciosas
conocidas en las personas pueden transmitirse de
animales, y el 75% de las nuevas o emergentes en
las personas provienen de ellos49. El tráfico ilegal de
especies y las migraciones forzadas por cambios
en el uso del suelo o el clima aumentan el riesgo de
enfermedades zoonóticas.
119
EL ALETEO DE UNA MARIPOSA Naturaleza, soporte esencial de todos los sistemas

Es relevante mencionar que el cumplimiento de los Objetivos


de Desarrollo Sostenible (ODS) requiere contener la pérdida
de la biodiversidad: “las tendencias negativas actuales en
biodiversidad y ecosistemas socavan el progreso hacia
el 80% (35 de 44) de las metas evaluadas de los ODS,
específicamente aquellas relacionadas con la pobreza, el
hambre, la salud, el trabajo, la innovación, el consumo y
producción responsables, el agua, las ciudades, el clima, los
océanos, la tierra y las alianzas50.
121

El cambio climático también altera cómo se propagan


enfermedades existentes. Incrementos en temperatura y
precipitaciones crean condiciones propicias para la aparición
de enfermedades. La OMS estima que el cambio climático
podría causar 60.000 muertes adicionales entre 2030 y 2050,
solo uno de los muchos riesgos de salud exacerbados por el
cambio climático.
EL ALETEO DE UNA MARIPOSA Naturaleza, soporte del sistema económico

NATURALEZA,
SOPORTE
DEL SISTEMA
ECONÓMICO
Muchos impactos negativos sobre la
naturaleza han surgido de soluciones que
en su momento se consideraron adecuadas
para los problemas del pasado, sin contar
con el conocimiento científico concluyente
para comprender sus consecuencias. Hoy, la
ciencia nos permite entender que muchos de
los impactos que estamos generando en la
naturaleza agudizan los riesgos y problemas
futuros para la humanidad. Ante esta
conciencia, ¿continuaremos actuando de la
misma manera?

El “Dasgupta Review: La economía de la


biodiversidad”, encargado por el Tesoro del
Reino Unido, señala: “Nuestras economías,
medios de vida y bienestar dependen de
nuestro recurso más valioso: la naturaleza.
Somos parte de la naturaleza, no estamos
separados de ella”51. El sistema económico,
especialmente las corporaciones, han
avanzado en identificar riesgos potenciales,
valorar sus posibles impactos y planificar
cómo abordarlos. En este contexto, han
emergido dos grupos de trabajo que reúnen
a varias entidades globales para identificar y
gestionar los riesgos climáticos y los riesgos
123

relacionados con la naturaleza (derivados


de la dependencia de la naturaleza o los
derivados por el impacto de la pérdida de
naturaleza): la Task Force on Climate-related
Financial Disclosures (TCFD) y la Task Force
on Nature-related Financial Disclosures
(TNFD). Por ejemplo, el sector turístico
puede depender en gran medida tanto de los
servicios ecosistémicos culturales (como
la existencia de un arrecife de coral intacto
y saludable para el buceo) como de los
servicios de protección costera (protección
de infraestructura costera frente a eventos
climáticos extremos mediante manglares y
arrecifes de coral saludables). En el caso de
una empresa de confitería, la disminución de
las poblaciones de insectos podría afectar
los servicios de polinización necesarios
para los cultivos de cacao, resultando en
una pérdida de cantidad y calidad de la
producción. En ambos casos, la ubicación
es crucial (la proximidad de ecosistemas
costeros saludables para la protección y la
ubicación de los cultivos de cacao respecto
a poblaciones en declive de insectos y
polinizadores silvestres)52.
EL ALETEO DE UNA MARIPOSA La velocidad y escala en la degradación y no en la regeneración
125

LA VELOCIDAD
Y ESCALA EN LA
DEGRADACIÓN
(-) Y NO EN LA
REGENERACIÓN (+)
La tasa de degradación de la naturaleza que hemos
experimentado en las últimas décadas no tiene precedentes
en la historia humana. Esta falla sistémica altera el
funcionamiento de los principales sistemas que hemos
desarrollado como especie (el sistema económico, agrícola,
de salud e inmunológico, entre otros). El Índice Planeta Vivo
(LPI, por sus iniciales en inglés)de WWF, que monitorea las
poblaciones de mamíferos, aves, peces, reptiles y anfibios,
indica una reducción promedio del 69% en las poblaciones
de vida silvestre observadas desde 197053. La necesidad
de corregir las alteraciones a la naturaleza y las presiones
ejercidas por nuestra especie es más apremiante que nunca.

69%
Identificar aquellos “aleteos de mariposa” que generan
mayores impactos ofrece pistas cruciales para contener el
riesgo sistémico, actuando sobre los puntos críticos.
El ABC v is ua l del c a mbi o c l i má t i c o

EL PODER
DE TODOS
ILUSIONES,
PLANETA B 130
AVANCES TECNOLÓGICOS, ¿DISTRACCIONES PELIGROSAS? 134
LOGRAREMOS REEMPLAZAR LAS MÁQUINAS “NATURALES” 136
¿SOLO EXISTE LO QUE VEO O PERCIBO? 140
NO HAY DINERO PARA SALVARNOS 142
PERDEMOS, PERDEREMOS LOS EMPLEOS Y LA RIQUEZA ECONÓMICA 146
LO QUE HAGA ES INSIGNIFICANTE, LUEGO NO SE JUSTIFICA CAMBIAR Y APORTAR 148
EL ARTE Y EL CONOCIMIENTO, NUESTRO GRAN ACERVO ANTE EL CAMBIO CLIMÁTICO 152
ILUSIONES, EL PODER DE TODOS

NTRÓPI La comprensión cabal


del cambio climático y su
gravedad implica aclarar la
neblina que puede obstruir
nuestra visión integral
y llevarnos a simplificar
excesivamente la compleja
realidad en la que vivimos. Un
paso inicial en este proceso
es identificar y desmitificar
algunas de las ilusiones y
falacias que han marcado
las discusiones sobre el
tema en las últimas décadas,
y que pueden inducirnos
a posponer las acciones
climáticas urgentemente
necesarias. Tras largos años
de debates infructuosos
sobre si la actividad humana
ha sido o no el motor del
cambio climático, ahora está
confirmado que su origen
es antrópico. Los efectos de
erupciones volcánicas y otros
fenómenos naturales son
insuficientes para explicar
la magnitud y rapidez de los
cambios observados en las
últimas décadas54.
129
ILUSIONES, EL PODER DE TODOS Planeta B

PLANETA B

ARTE Mientras es esencial mantener la esperanza


en soluciones futuras, incluso aquellas que
parecen lejanas, esto no debe servir de
pretexto para aplazar las acciones presentes
que están a nuestro alcance y pueden tener
un efecto tangible a corto plazo. La creencia
en una solución inminente puede generar un
efecto contraproducente, incitando a postergar
la acción necesaria, dejando a futuras
generaciones el desafío de enfrentar problemas
que debieron abordarse hace décadas.

La fantasía de escapar a un planeta B, siendo


Marte el candidato aparentemente más viable
debido a sus condiciones menos extremas
para la vida humana, plantea un escenario
hipotético. Si bien en Marte podrían llegar
a conseguirse los elementos esenciales
para la supervivencia: oxígeno, hidrógeno y
carbono, los desafíos de temperatura, presión
atmosférica y la realización de la fotosíntesis,
dada la falta de luz solar, plantean interrogantes
significativos. Además, las implicaciones
éticas de que solo una fracción mínima de la
población mundial, aquella con los recursos
económicos para un viaje interplanetario,
pueda migrar, dejan en evidencia profundas
cuestiones de justicia climática.

Como humanos, nuestra naturaleza


exploradora nos lleva a cuestionar nuestro
origen y el del planeta que habitamos e
incluso la galaxia de la que hacenmos
parte. Aunque la exploración espacial y la
contemplación de migrar a otros planetas
han propiciado avances tecnológicos
131

aplicables en la Tierra, la realidad es que, hasta donde


sabemos, este es el único planeta habitable para nosotros.
Esta búsqueda del “más allá” ha aportado desde nuevos
materiales hasta sistemas de geolocalización que facilitan
nuestra vida cotidiana.
ILUSIONES, EL PODER DE TODOS Planeta B

En ausencia de un planeta B viable, es imperativo abandonar


la noción de que existe otro lugar al que podríamos
trasladarnos y enfocarnos en preservar y restaurar el delicado
equilibrio de la Tierra.

Carl Sagan, en “Pale Blue Dot: A Vision of the Human Future


in Space”, reflexiona sobre nuestra responsabilidad de
cuidarnos mutuamente y de valorar el pálido punto azul que
es nuestro único hogar:

“Nuestro planeta es una solitaria mancha en la gran y


envolvente penumbra cósmica. En nuestra oscuridad —en
toda esta vastedad—, no hay ni un indicio de que vaya
133

a llegar ayuda desde algún otro lugar para salvarnos de


nosotros mismos. La Tierra es el único mundo conocido
hasta ahora que alberga vida. No hay ningún otro lugar, al
menos en el futuro próximo, al cual nuestra especie pudiera
migrar. Visitar, sí. Asentarnos, aún no. Nos guste o no, por
el momento la Tierra es donde tenemos que quedarnos. Se
ha dicho que la astronomía es una formadora de humildad y
carácter. Quizás no hay mejor demostración de la soberbia
humana que esta imagen distante de nuestro minúsculo
mundo. Para mí, subraya nuestra responsabilidad de
tratarnos más amablemente los unos a los otros y de
preservar y apreciar el pálido punto azul, el único hogar que
hemos conocido”55.
ILUSIONES, EL PODER DE TODOS Avances tecnológicos, ¿Distracciones peligrosas?

AVANCES TECNOLÓGICOS,
¿DISTRACCIONES
PELIGROSAS?
La industria aeronáutica y la militar han propulsado desarrollos científicos sin
precedentes por motivos principalmente geopolíticos. ¿Podremos alcanzar
un impulso similar para enfrentar el desafío global del cambio climático?
¿Serán estos esfuerzos suficientes y oportunos? Es cuestionable. Aunque la
tecnología ha propiciado avances significativos, es evidente que no puede
resolverlo todo. Incluso países tecnológicamente avanzados, como Japón, no
han sido inmunes a los estragos del cambio climático.

A medida que el cambio climático avanza y se manifiestan variaciones


climáticas extremas, es imperativo adaptarnos gradualmente para sobrevivir
135

en estas nuevas condiciones. ¿Hasta dónde es posible nuestra adaptación?


Utilizamos bloqueador solar para protegernos de la radiación ultravioleta,
gafas de sol, ropa que cubre la piel para protegerla y mascarillas para filtrar
la contaminación y virus como el COVID-19. Si tomó más de 10.000 años
evolucionar para caminar erguidos, ¿podremos adaptarnos a tiempo ante las
condiciones climáticas actuales?

La tecnología nos está acercando a ser cíborgs. Hoy, gran parte de la población
mundial lleva en su bolsillo un computador con más potencia que los primeros
equipos, que pesaban toneladas y eran más grandes que un camión. El
alcance de los teléfonos inteligentes, y próximamente la disponibilidad de más
dispositivos que personas en el planeta, es un primer paso hacia la conectividad
y las ventajas (y desventajas) que esto representa en la lucha contra el cambio
climático. No obstante, el ritmo al que avanza la tecnología aún está lejos de
ofrecer soluciones generalizadas, accesibles y eficientes que nos permitan
adaptarnos al contexto de climas extremos con la rapidez y escala requeridas.
ILUSIONES, EL PODER DE TODOS Lograremos reemplazar las Máquinas “Naturales”

LOGRAREMOS
REEMPLAZAR LAS
MÁQUINAS “NATURALES”

Se desarrolla una competencia tecnológica para crear máquinas capaces de


absorber carbono, con el objetivo de capturar las emisiones que rápidamente
incrementan la capa atmosférica que retiene los gases de efecto invernadero,
causantes del calentamiento global. Paradójicamente, mientras se persiguen
soluciones de geoingeniería que imitan las funciones de la naturaleza, se
acelera la pérdida de biodiversidad y la degradación de hábitats, mermando
la capacidad natural de proporcionar los servicios esenciales para mantener
el equilibrio ecológico. A pesar del rápido avance tecnológico56, surge la
incógnita de si herramientas como blockchain, el internet de las cosas y las
innovaciones de la cuarta revolución industrial serán suficientes para ofrecer
soluciones efectivas ante la crisis climática.
137

Día tras día, deterioramos las “máquinas naturales” y nos apresuramos a inventar
dispositivos que suplan lo que estas están dejando de proporcionar. Ecosistemas
como los bosques tropicales, manglares, corales y humedales son sistemas
complejos que, tras milenios de evolución, capturan carbono y contribuyen a la
regulación del ciclo hídrico, favoreciendo el equilibrio terrestre. Estas soluciones
basadas en la naturaleza ofrecen alternativas climáticas inherentes, económicas
y de probada eficacia, con costos de “mantenimiento” significativamente
inferiores a los de replicar sus funciones mediante maquinaria compleja y de alto
consumo energético. La fabricación de estos equipos tecnológicos demandaría
grandes cantidades de metales y minerales, extraídos mediante la minería, lo que
provocaría más impactos negativos en la naturaleza.
ILUSIONES, EL PODER DE TODOS Lograremos reemplazar las Máquinas “Naturales”

Frente a una inundación, la respuesta


instintiva puede ser construir diques para
protegernos, trasladando el riesgo a los
vecinos, pero estas barreras, útiles en
sequías, limitan el flujo natural del agua. En
cambio, restaurar un humedal local podría
absorber el excedente de agua durante
lluvias intensas y liberarla gradualmente en
periodos de sequía, ofreciendo una solución
sostenible. La reducción del riesgo basada
en ecosistemas representa una valiosa
oportunidad en momentos en que los
gobiernos buscan cómo financiar medidas
de mitigación y enfrentar los crecientes
costos de daños y pérdidas. Un humedal
sirve como ejemplo perfecto de una solución
basada en la naturaleza, actuando como
una esponja que regula el agua y brinda
hábitat a diversas especies, incluidas las
aves migratorias, además de capturar gases
de efecto invernadero. Antes de considerar
la construcción de grandes infraestructuras
de concreto que imiten las funciones de los
corales en declive, deberíamos proteger las
barreras coralinas existentes. La pregunta
es: ¿cuánto más costaría intentar replicar
las funciones que realiza la naturaleza en
comparación con preservar y permitir que
siga brindando sus servicios ecosistémicos?
139
ILUSIONES, EL PODER DE TODOS ¿Solo existe lo que veo o percibo?

¿SOLO EXISTE
LO QUE VEO O
PERCIBO?
A pesar de nuestras limitaciones sensoriales
como humanos, que nos impiden percibir o
experimentar directamente lo que sucede a
miles de kilómetros de distancia, y nuestras
limitaciones temporales, que nos orientan a
vivir en el presente inmediato sin proyectar
fácilmente las tendencias futuras, muchos
negacionistas han sembrado dudas sobre
la realidad del cambio climático y sobre el
papel significativo que la actividad humana
ha desempeñado en su aceleración. Utilizan
tácticas que apelan a las emociones durante
el invierno, presentando el argumento
falaz de cuestionar el calentamiento global
basándose en la necesidad de abrigarse en
lugares como Estados Unidos, Canadá o
Rusia, confundiendo así el tiempo atmosférico
(condiciones actuales) con el clima (patrones
a largo plazo). Algunos negacionistas incluso
han llegado a afirmar que el cambio climático
es una invención sin base científica, creada
para promover la industria de la energía
renovable, como la solar.

¿Si centenares de árboles son talados en


un bosque tropical de la Amazonía y solo
los perpetradores son testigos, significa
que el crimen ecológico de la deforestación
no ocurrió? Afortunadamente, al igual que
los binoculares y telescopios nos permiten
ampliar nuestra visión, las conclusiones
de los cientos de científicos que integran
141

el Panel Intergubernamental sobre Cambio


Climático (IPCC) de las Naciones Unidas
nos brindan acceso a información científica
rigurosa y concluyente. Esta evidencia nos
confirma la existencia del cambio climático
y subraya el papel crucial de la actividad
humana en la aceleración del calentamiento
global. Los incrementos observados y
sus impactos no se deben meramente a
perturbaciones naturales, como erupciones
volcánicas o variaciones en la actividad
solar; en tan solo 100 años, la humanidad ha
logrado alterar colectivamente el equilibrio
climático. Aunque una roca parezca sólida y
estática debido a la velocidad de movimiento
de sus átomos, esta percepción es engañosa.
De la misma manera, nuestras limitaciones
sensoriales pueden llevarnos a malinterpretar
o subestimar fenómenos complejos como el
cambio climático.
ILUSIONES, EL PODER DE TODOS No hay dinero para salvarnos

NO HAY DINERO PARA


SALVARNOS
Una falacia comúnmente esgrimida para argumentar la
imposibilidad de abordar el cambio climático es la supuesta
necesidad de trillones de dólares, una suma que se presenta
como inalcanzable. Si bien es cierto que el financiamiento
juega un papel crucial en la implementación de las acciones
necesarias para superar tanto la crisis climática como la
de pérdida de biodiversidad, y que se requieren inversiones
considerables, una comparación con la riqueza global pone
en perspectiva estos montos. El Informe sobre el Estado
de las Finanzas de la Naturaleza de las Naciones Unidas
143

sugiere que invertir menos del 1% del PIB mundial en


soluciones basadas en la naturaleza podría enfrentar tanto el
cambio climático como la crisis de pérdida de biodiversidad,
destacando que actualmente solo una fracción de esa
cantidad se está invirtiendo en dichas soluciones57.

Se estima necesario un aumento sustancial en el


financiamiento global para cubrir un déficit anual superior
a los $598 mil millones para la crisis de pérdida de
biodiversidad y un total de $640 mil millones en flujos de
financiamiento climático, tanto públicos como privados,
para 2020. Para 2030, el financiamiento climático público
debería incrementarse hasta alcanzar entre 1,31 y 2,61
billones de dólares anuales, y se calcula que se necesitarán
aproximadamente 5 billones anuales en financiamiento para
ILUSIONES, EL PODER DE TODOS No hay dinero para salvarnos

prevenir los peores impactos del cambio climático, según


el Reporte sobre el Estado de Acción Climática 2022 del
Instituto de Recursos Mundiales (WRI). Además, el Systems
Change Lab proyecta que el financiamiento climático privado
debe crecer más de diez veces, y alcanzó entre 2,61 y 3,92
billones de dólares anuales para 203058, y las inversiones en
Soluciones basadas en la Naturaleza (SbN) deben triplicarse
para 2030 y cuadruplicarse para 205059.

Aunque las cifras son abrumadoras y actualmente estamos


lejos de cerrar la brecha de financiamiento, es crucial
destacar que el costo de no actuar supera ampliamente
145

el de tomar medidas. Actuar prontamente en las diversas


causas de estas crisis resultará más económico y factible.
Antonio Guterres, secretario general de las Naciones
Unidas, subrayó en 2019 que por cada dólar invertido en
infraestructura resiliente al clima se ahorran seis dólares
en el futuro. Deloitte, en su Global Turning Point Report,
indica que el cambio climático no mitigado podría costar
a la economía global hasta 178 billones de dólares en
los próximos 50 años si no se emprende una transición
sistémica hacia la neutralidad de carbono. Estas cifras,
aunque difíciles de concebir, son fundamentales para
avanzar en el desafío que enfrentamos.
ILUSIONES, EL PODER DE TODOS Perdemos, perderemos los empleos y la riqueza económica

PERDEMOS,
PERDEREMOS
LOS EMPLEOS
Y LA RIQUEZA
ECONÓMICA
Nadie desea quedarse sin empleo, incluso
si no es el trabajo de sus sueños. Existe
un mito que sostiene que transitar hacia
economías ecológicas, menos dependientes
de carbono y alejadas de los combustibles
fósiles en favor de energías renovables,
conllevará al desempleo y al decrecimiento
económico. Sin embargo, las inversiones en
sostenibilidad suelen generar más empleo
que aquellas en sectores no sostenibles, que
están en declive en el contexto actual. La
bioeconomía, que se enfoca en la creación
de riqueza a partir del capital natural, y
las industrias de energías renovables, así
como las actividades de restauración, son
claros ejemplos de generación de empleo
y prosperidad económica. Invertir en
energía solar fotovoltaica, por ejemplo, crea
aproximadamente 1,5 veces más empleos
que la misma inversión en combustibles
fósiles. Asimismo, la restauración de
ecosistemas genera 3,7 veces más empleos
por cada dólar invertido60 en comparación
con la producción de petróleo y gas. En
relación con la riqueza económica global, la
147

manera en que la medimos actualmente, de manera general,


no toma en cuenta las afectaciones e impactos provocados
por la producción, uso y disposición de ciertos productos
de industrias contaminantes sobre la naturaleza. Esto
implica que las cifras de crecimiento económico impulsadas
por actividades asociadas a los combustibles fósiles no
necesariamente se traducen en un bienestar generalizado
para la sociedad.
ILUSIONES, EL PODER DE TODOS Lo que haga es insignificante, luego, no se justifica cambiar y aportar

LO QUE HAGA ES
INSIGNIFICANTE,
LUEGO NO SE
JUSTIFICA CAMBIAR
Y APORTAR
Existe la creencia errónea de que las pequeñas acciones
individuales son irrelevantes frente a la magnitud del
cambio climático, impulsando la idea de que el cambio
es responsabilidad de otros, no propia. En varios países
latinoamericanos se dice “una golondrina no hace verano”, sin
entender que sin cada golondrina individual, no se formaría
la bandada que anuncia el verano. La unidad de cambio más
influyente está más cerca de lo que pensamos: en nosotros
mismos, nuestras familias, hogares, vecindarios, o cualquier
ámbito que nos rodee. Controlar nuestro consumo de azúcar
o café muestra cuán desafiante es el cambio a nivel personal,
y así, a mayor escala.
149

Observando superorganismos como las termitas o


las hormigas, se evidencia que la sinergia de acciones
individuales contribuye a logros colectivos impactantes.
Un árbol puede caer ante el viento, pero un bosque puede
resistir una tormenta. Somos agentes de cambio capaces de
impactar positivamente. Aunque las acciones colectivas son
valiosas, no reemplazan la responsabilidad de gobiernos y
corporaciones, sino que las direccionan a través del poder de
elección y consumo.
ILUSIONES, EL PODER DE TODOS Lo que haga es insignificante, luego, no se justifica cambiar y aportar

Yuval Harari, en “De Animales a Dioses”,


destaca la habilidad humana de crear
mitos que movilizan hacia la acción
colectiva. Frente a narrativas que paralizan,
debemos preguntarnos qué mitos pueden
movilizarnos efectivamente frente a la
crisis climática. La teoría de Gaia de James
Lovelock nos recuerda nuestra interconexión
con la Tierra, sugiriendo que, así como
hemos presionado a la naturaleza, también
151

podemos ser parte de su solución. La


biomímesis y el biodiseño están emergiendo
como campos que aprenden de la naturaleza
para enfrentar desafíos actuales, inspirando
soluciones eficientes y sostenibles. Este
es un momento histórico para que las
generaciones futuras nos recuerden por
cómo enfrentamos la crisis, nunca es
tarde para iniciar un cambio positivo y ser
pioneros en la regeneración del planeta.
ART
ILUSIONES, EL PODER DE TODOS El arte y el conocimiento, gran acervo ante el cambio climático

EL ARTE Y EL
CONOCIMIENTO,
NUESTRO GRAN
ACERVO ANTE
EL CAMBIO
CLIMÁTICO
En “Sobre el Tiempo y el Agua”, Andri
Magnason (2021) señala que el cambio
climático “impacta todo lo que conocemos
y amamos. Nos enfrenta a cambios más
complejos que cualquier desafío anterior.
Excede nuestra experiencia previa, nuestro
lenguaje y todas las metáforas que
utilizamos para comprender la realidad”
(15). Por ello, es crucial expandir nuestras
mentes y corazones, abriéndonos a
experiencias que ensanchen nuestra
comprensión. Históricamente, el arte ha
153

buscado interpretar, representar e inspirar


reflexiones que de otro modo serían casi
imposibles. En este contexto, el arte, con
su capacidad única, nos ayuda a ampliar
nuestra percepción de la realidad y las
posibilidades de cambio, desafiando las
normas sociales y los sistemas establecidos,
y proyectando esperanza hacia un futuro
mejor. Las transformaciones significativas
en la sociedad han sido precedidas por
revoluciones culturales; por tanto, son
necesarias transformaciones profundas para
entender verdaderamente el cambio climático
y movilizarnos colectivamente hacia la acción
climática necesaria.
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NOTAS
1 Stolarski, 2009.
2 Sagan, 1997, #12.
3 Masters, 2020, #17.
4 Núñez, C, National Geographic; Núñez & Kendrick, n.d.
5 Gates, 2021, #32.
6 Thunberg, 2023, #18
7 Ritchie & Roser, 2021.
8 IPCC, 2021.
9 IPCC, 2023.
10 Océanos, 2010.
11 Ionesco, 2019.
12 Vohra et al., 2021.
13 Ritch, Brennan, and MacLeod, 2009.
14 UNEP, 2018.
15 Jambeck et al.,2015
16 World Economic Forum, EllenMacArthur et al., 2016
17 NRDC, 2020.
18 Thomas,A. 2022.
19 Gore T, 2020.
20 Zalasiewicz, Jan et al., 2019.
21 Stephen Hawking, “The 11th Hour” (2007): “One can
see from space how the human race has changed
the Earth. Nearly all of the available land has been
cleared of forest and is now used for agriculture or
urban development. The polar icecaps are shrinking,
and the desert areas are increasing. At night, the Earth
is no longer dark, but large areas are lit up. All of this
is evidence that human exploitation of the planet is
reaching a critical limit. But human demands and
expectations are ever-increasing. We cannot continue
to pollute the atmosphere, poison the ocean and
exhaust the land. There isn’t any more available”.
22 Serrano, 2019. Recuperado de: https://www.bbc.
com/mundo/noticias-47448899#:~:text=Una%20
creencia%20popular%20dice%20que,hervida%2C%20
casi%20sin%20darse%20cuenta.
Notas

23 Heatwaves, n.d
24 Farrell, C. et al., 2019, #56.
25 BBC News, 2021.
26 Magnason, 2019, #239.
27 Thunberg, 2023. Warming Oceans and Rising Seas,
Stefan Rahmstorf #83
28 Dietzel, A., et al., 2020.
29 UN, 2022; MIT, 2022.
30 Schuur, E. A., et al., 2015.
31 Grandi, s.f.
32 Grose, 2020.
33 Sarner, 2022.
34 “Life on Earth can recover from a drastic climate
shift by evolving into new species and creating new
ecosystems. Humans cannot”. Borrador del informe
IPCC 2021 (Harvey, 2021).
35 Ambrose, 2021. Recuperado de: https://www.linkedin.
com/posts/unclimatechange_cop26-climatechange-
cop27-activity-6922896951608795137-PihD/?utm_
source=linkedin_share&utm_medium=member_
desktop_web
36 Gray, 2015.
37 Gibbens, 2021.
38 Leake & Read, 2019.
39 Guzmán, 2022.
40 Hawken, 2021: “Reverence comes from the
experience of seeing our connections to other forms
of life. Suzanne Simard, the great Canadian scientist,
spent years studying forest networks and models
of interspecies cooperation. She coined the term
“mother tree” to describe trees that support seedlings
throughout the forest through underground fungal
networks and connections. She was pounced on by
her fellow male scientists, who saw the forest as
competition rather than community”.
41 Joshua Tickell, Rebecca Harrell Tickell, 2020, Kiss
the Ground, The Solution is Just Under Our Feet.
Documentary, Netflix.
42 Warne, 2019.
165

43 TNFD, 2022.
44 TNFD, s.f. #6.
45 TNFD, s.f. #6.
46 IDFC, s.f.
47 World Economic Forum, 2022.
48 Harvard, 2023.
49 National Center for Emerging and Zoonotic Infectious
Diseases, 2021.
50 Stuger-Noguez Isabel, 2020.
51 Dasgupta, P., 2021.
52 TNFD, s.f., #31.
53 WWF, 2022.
54 IPCC. Climate Change 2023, Synthesis Report,
Summary for Policymakers.
55 Sagan, 1994, #13.
56 La Ley de Moore, formulada por Gordon E. Moore,
fundador de Intel, indica que aproximadamente cada
dos años se duplica el número de transistores en un
microprocesador.
57 United Nations Environment Programme (2021). State
of Finance for Nature 2021. Nairobi.
58 Systems Change Lab (2023).
59 El Systems Change Lab (2023) indica que la protección
de los ecosistemas y la biodiversidad del mundo requiere
una inversión de $354 mil millones de dólares por año en
Soluciones basadas en la Naturaleza para el año 2030. Al
2022/2023 se estima que los flujos financieros totalizan
alrededor de $132 mil millones por año.
60 Joel Jagger & Others, WRI.
Referencias fotográficas

REFERENCIAS
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Índice de palabras clave

ÍNDICE DE
PALABRAS CLAVE

A
Abejas 110–112
Acción por el clima 89
Acuerdo de París 89
Acuíferos 69
Adaptación 49, 67, 135, 154
Agricultura 25, 58, 99
Agua 3, 9, 11, 34–36, 54, 60, 63–64, 67, 69, 72, 74, 81, 85,
96–97, 99, 101–102, 104–106, 109, 113, 120, 138, 152, 158
Aguas subterráneas 69, 97
Aire 19, 38, 41, 43, 54, 64, 68, 97–98, 101, 113
Alertas 69
Amazonía 96–99, 101, 105, 140
Anfibios 125
Antropoceno 58
Antártida 74, 78, 113
Antrópico 128
Árboles 26, 41, 52, 67, 72, 96, 99, 140
Áreas urbanas 70
Arrecifes de coral 76, 112–113, 123, 161
Ártico 57, 74, 78, 113
Arte 127, 152–153
Atlántico 101
Atmósfera 11, 20–21, 23, 26–27, 29–
30, 32, 37–38, 54, 57, 59, 78
Aves 41, 80, 113, 125, 138

B
Ballenas 80
Bienestar 88, 122, 147
Biodiversidad 5, 18, 31, 37, 43–44, 61, 76–77, 97,
169

102, 111, 115, 117–118, 120, 122,


136, 142–143, 159–160, 165
Biodiseño 151
Bioeconomía 146, 154
Biósfera 59, 61
Bosques 30, 43, 45, 58, 67, 99, 137, 156
Bosques tropicales 67, 137

C
Calentamiento Global 25, 34, 46, 74,
78, 97, 106, 113, 136, 140–141
Capa de ozono 12, 14
Capital Natural 43, 146
Carbón 25–26, 31, 38
Ciclo climático 49
Ciclo hidrológico 97
Ciclones 82
Ciudades 12–13, 34, 41, 64,
68, 87, 92, 97, 99, 120
Civilización 88
Clima 4, 21, 29, 46, 54, 67, 81, 89,
92, 109, 117–118, 120, 140, 145
Combustibles fósiles 26, 29,
31, 38, 43, 64, 146–147
Comunidades 46–47, 84–85, 96, 99–101
Consumo 31, 41, 103, 113,
120, 137, 148–149
Conservación 154, 160
Contaminación 5, 37–38, 41, 43–44,
64, 100–101, 103, 117, 135
Corporaciones 122, 149
Corredores ecológicos 107, 115
Costa 71
Crecimiento económico 43, 118, 147, 154
Crisis Climática 4, 37, 44, 48–49,
53–54, 63, 82, 92, 100, 115, 117,
136, 142, 150, 157, 171
Índice de palabras clave

D
Daños y pérdidas 138
Deforestación 98–99, 105, 140, 156
Desarrollo 31, 45–46, 58, 87–89, 103,
109, 113, 115, 118, 120, 159–160
Desarrollo bajo en carbono 46
Desarrollo urbano 58
Desertificación 82, 98, 106
Deshielo 35, 74, 77–78, 160
Dióxido de carbono 23
Dólares 70, 142–145, 165

E
Economía circular 43
Ecosistemas 32, 77, 93, 97, 102, 105, 111–112,
115, 117–118, 120, 123, 137–138, 146, 156, 165
Efecto Invernadero 23, 27, 29–30, 32, 36,
53, 76, 81, 84, 98, 113, 136, 138, 158
Emisiones 3, 23, 25, 30–31, 37–38, 47–48,
53, 78, 81, 84, 98, 107, 113, 136
Empleos 127, 146
Energía 3, 18–21, 23, 27, 29, 31, 34, 63, 74, 109, 140, 146
Enfermedades 104, 115, 118, 121
Equilibrio 5, 7–8, 21, 32, 49, 59, 113, 132, 136–137, 141
Erosión costera 76
Escasez 35, 63, 85, 99, 104
Especies 32, 82, 93, 101, 112–113, 115, 117–118, 138
Eventos hidrometeorológicos 48, 54, 61
Exceso de agua 35, 85
Extinción 49, 117

F
Fertilizantes 25, 106
Finanzas 142, 159
Flores 110
Fungi 102–103, 155
171

G
Gases Efecto Invernadero 23, 29, 30, 32,
36, 53, 76, 81, 84, 98, 113, 136, 138
Gas natural 25–26
Ganadería 25, 107
Ganado 25
Glaciares 34–36, 57, 90

H
Homo sapiens 30
Humanidad 29–30, 44, 48–49, 58, 67,
80, 82, 89, 93, 112–113, 122, 141
Humedad 69–70, 72, 96, 104
Huracán 46
Hongos 26, 102–105, 107

I
Impacto Ambiental 46
Incendios 36, 69–73, 80, 90
Indígenas 67, 96
Industria 25, 31, 53, 134, 140
Injusticia climática 9, 48
Insectos 102, 123
Inseguridad alimentaria 85, 102
Inundación 46, 138
IPCC, Panel Intergubernamental
sobre el Cambio Climático 30,
56, 141, 157–158, 163–165

J
Jóvenes 5, 52, 88–90, 92
Justicia Climática 87, 130

L
Lluvias 52, 63, 72, 82, 98, 100, 138
Índice de palabras clave

M
.
Mar 4, 34, 57, 73–74, 76–77, 82, 85, 101, 113, 160
Mamíferos 125
Marte 130
Material particulado tóxico 38
Medio Ambiente 41, 78, 88–89, 159
Metano 25, 78, 107
Migración 80, 113
Minería 137
Mitigación 67, 106, 138

N
Naciones Unidas 41, 56, 78, 80, 88–89,
92, 141–142, 145, 159–160
Naturaleza 5, 37, 44, 46, 49, 102, 113, 117–118, 122–123,
125, 130, 136–138, 142–144, 147, 150–151, 154, 159, 165
Neutralidad 145
Nieve 36–37, 64, 115
Nubes 67, 97–98
Nutrias 117
Nutrición 111

O
Objetivos de Desarrollo Sostenible 89, 120
Océano 30, 34, 44, 59, 74, 76
Olas de Calor 64, 66–68, 72–73

P
Pacífico 71, 77, 101, 156
Paisaje 68
Pandemia 53
Páramos 77
Peces 41, 112–113, 125, 161
Petróleo 25–26, 31, 38, 41, 146
Permafrost 78, 158, 160
Pesca 100
Planeta 9, 11–12, 19, 23, 31–32, 36, 43, 48–49, 58–59,
63, 73, 76, 88, 90, 93, 96–97, 101–102, 104, 112–113,
173

125, 127, 130–132, 135, 151, 160


Plástico 27, 41
Precipitaciones 64, 72, 98, 121
Producto Interno Bruto 118
Población 48, 110–111, 130, 135
Polinizadores 111, 123
Polos 4, 12, 19, 34, 74
Polo norte 74
Polo sur 74
Pueblos indígenas 67

R
Recursos naturales 43, 118
Recurso hídrico 69
Reducción del riesgo 138
Regulación 99, 137
Resiliencia 46, 82, 84, 105, 107, 109
Rellenos sanitarios 25, 41, 103
Renovables 31, 146
Reptiles 125
Restauración 49, 146
Revolución industrial 29–31, 136
Ríos 35, 61, 69, 72, 87, 96–101, 154
Riqueza 87, 98, 127, 142, 146

S
Salud 31, 41, 64, 66, 69, 72, 90, 100, 102,
105–106, 109, 113, 115, 120–121, 125
Salud ambiental 31
Salud humana 31, 106
Salud Pública 41, 100
Seguridad alimentaria 36
Sequías 36, 67, 72, 82, 98, 138
Servicios ecosistémicos 123, 138
Sol 9, 12–13, 16–18, 20, 23, 49, 84, 135
Subsuelo 70, 97, 101, 107
Suelo 69, 72, 78, 96–97, 103–106, 118
Índice de palabras clave

T
Task Force on Nature-related Financial
Disclosures (TNFD) 123
Task Force on Climate-related Financial
Disclosures (TCFD) 123
Tecnología 134–135
Temperatura 11, 19, 23, 27, 29–30, 32, 34–36,
44, 60, 68–69, 71, 74, 113, 121, 130
Temporadas secas 36, 63–64, 67
Tierra 10, 16, 17, 18, 19, 21, 23, 26, 27, 32, 36, 37, 49,
54, 58, 74, 89, 93, 97, 101, 103, 131, 132, 133, 150
Tiempo atmosférico 52, 140
Tráfico ilegal 115, 118
Transformación 5, 49, 59, 93
Transporte 52, 81, 101, 109

U
Urbanización 69

V
Variabilidad Climática 29, 36, 81, 105
Vegetación 69, 72, 96
Vientos 52, 71
Virus 109, 115, 135
Vulnerabilidad 47–48, 72, 82, 84, 87, 109

Z
Zonas costeras 74
AGRADECIMIENTOS

Un agradecimiento especial a Andrés Barragán, por la


confianza y el talento con que orquestó todo el proceso
junto al equipo de Puntoaparte Editores. Después de
este proceso, comprendo las múltiples disciplinas que
trabajan de forma coordinada para lograr un vehículo
hacia la imaginación. Gracias a Camilo Hoyos, Camila
Cardeñosa, Felipe Londoño, Adela Andrea González, Paola
Villamarín y a todos aquellos que me brindaron orientación
y, sobre todo, motivación en distintos momentos para
seguir avanzando. Gracias a los líderes de la campaña
de pedagogía y sensibilización ambiental BIBO y a El
Espectador por visibilizar y amplificar la existencia de este
instrumento.

Un agradecimiento especial a mi esposa, Danielle Lafaurie


Piedrahíta, por celebrar esta aventura y estar siempre
acompañándome con ideas creativas y confianza, y por
siempre ampliar las perspectivas.
Este libro, cuya primera versión se imprimió en marzo de
2024, está fundamentado en la ciencia, aunque no es un
libro científico per se. Se ha escrito utilizando información de
fuentes que el autor consideró confiables y precisas.

Dada la realidad cambiante y compleja en la que estamos


inmersos, junto con la rapidez de estos cambios, se
recomienda a los lectores desarrollar un sentido crítico y
de curiosidad para ampliar continuamente su comprensión
sobre la crisis climática.

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